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EL INDIO COMO LITIGANTE EN CINCUENTA ANOS DE AUDIENCIA * 1531-1580 Andrés Lira A Woodrow Borah, en su LXXX aniversario (..) que si no fuera porque tenemos por fe que todos descendemos de Adén y Eva, dirfamos que 5 otra especie por sf, y por sonsibuiente y casos que nunca 20 escribieron en Derecho, ni conforme 11 se pueden decidir, si no es haciéndolos tuertos. Fray Jerénimo de Mendieta - 1562 I. Asunto y tiempo La presencia de los indfgenas en procesos judiciales y en otras contiendas que sin tener forma de juicio implican la actividad litigiosa es evidente desde ja temprana época novohispana hasta nuestros dfas. El Juzgado General de In- dios de Nueva Espafia (formalmente establecido en la ultima década del siglo XVI, pero que funcioné de hecho ya con el primer virrey Antonio de Men- doza), los altibajos, enmiendas y contradicciones de la desamortizacién de la propiedad rural en el siglo XIX y primeros quince del XX, las facultades del Presidente de la Reptiblica en materia agraria y la complicacién de esta cues- tién en el México contempordneo se explican por la presencia beligerante del indigena. Podemos constatarlo en las evidencias que ofrecen el paisaje y la cultura del pafs y documentarlo con millones de testimonios que guardan los archivos histéricos mexicanos. Trabajo presentado en el X Congreso del Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano. "A Quinientos afios del Derecho Indiano, 1492-1992", Veracruz, México, 20 al 25 de abril de 1992. 165 765 ANDRES LIRA De esos documentos y evidencias palpables en el presente podrfamos sacar las imdgenes histéricas del indfgena litigante, y viendo quiénes, ya como individuos © como colectividades, demandaban y se defendfan; cémo se presentaban, qué alegaban y contra quiénes, a mds de hallar otras preguntas que sdlo Ia investiga- ci6n hace ver. Pero esta labor, aunque posible gracias al avance en la organizacién de los archivos, requiere de un enorme trabajo y de mucho tiempo. Otra vfa, complementaria de aquella como visién de la misma realidad con- templada desde otro dngulo, es el seguimiento de informes de autoridades que resolvieron 0 atendieron los pleitos de los indios. Estos testimonios se escribie- ron con diversos propésitos; en ellos aparece el indio litigante demandando justi- cia e imponiendo la necesidad de una consideracién especial, de Ia que resultan instituciones como el Juzgado de Indios, jurisdiccin del virrey que desaparece al extinguirse el virreinato, pero que se desdoblard en la conflictiva historia ad- ministrativa y judicial del México independiente y contempordneo.! Ante la evidencia de esa continua presencia.del ind{gena litigante, el propdsito inicial de este trabajo fue abarcar los siglos XVI a XX en una visidn sintética; pero la diversidad de los testimonios reunidos -los més referentes a la justicia real, administrada por la Audiencia y por el virrey, unos pocos por la justi- cia eclesidstica y menos atin de justicias distritales, en la época novohispana y en las posteriores de la justicia y autoridades federales-, nos hacfa pensar en la poca consistencia de la imagen lograda sobre una generalizacién. Ademés, si de imagenes se trata, la descripcién es importante y es necesario aprovechar documentos muy interesantes citéndolos largamente, pues el parafraseo y el resumen hacen perder sustancia histérica cuando se trata de percepcién de cua- lidades. Finalmente, si bien hay una continuidad en esa larga historia 0 permanencia del indigena litigante, hay cambios perceptibles. Preferimos quedarnos en un 1 Véase: Boras, Wooorow, El Juzgado General de Indios en la Nueva Espa. Traduccién del ing! de Juan José Utulla. México, F.C.E., 1985. Caso, Aurouso, Siivio Zavala, Jost Miraxoa ¥ Moists Gorezk- uz Navarro: La politica indigena en México. Métodos y resultados. Tomo I: Instituciones precortesinas, instituciones indigenas en Ja colonia, Instituciones indigenas del México independiente. 2a Ed., México Ins- tituto Nacional Indigenista y Secretaria de Educacién Publica, 1973. Miraxoa, José: Vida colonial y albores de la independencia (recopilacién, bibliogrética del autor y presentacién de Guillermo Palacios, Bernardo Gi cia Martinez y Andrés Lira). México, Secretaria de Educacién Publica, 1972 (Sep-Setentas, 56), pp. 23-82. Me he ocupado de asuntos relacionados con este tema en diversos trabajos, puede verse mi libro Comu dades indigenas frente a ta Ciudad de México. Tenochlitlén y Tlatelolco, sus pueblos y barrios, 1812-1919. Zamora, El Colegio de Michoacén-CONACyT, 1983, donde recojo bibliografia y reflexiones EL INDIO COMO LITIGANTE 767 momento interesante, el que va de las apreciaciones que hace la Segunda Audiencia (1531-1535) a las que hizo el virrey Martin Enriquez de Almanza al final de su gobierno en 1580; cincuenta afios en los que se cierra un ciclo que parte de apreciaciones esperanzadoras de los ind{genas como demandantes de justicia para Hegar a la resignada definicién y confirmacién de su cardcter de miserables. Il. El vasallo esperado y el pobre amparado De las discordias entre los pueblos naturales sacé provecho el conquistador. Luego, poner en orden lo conquistado fue tarea de quienes supieron encauzar pretensiones de conquistadores y pobladores "amigos de novedades” en tierras nuevas, pretendientes de mercedes de tierras y de cargo, dispuestos a servirse de los indios sin consideracion de agravios. La autoridad del monarca dependfa entonces de la administraci6n de justicia, de la oportuna solucién de conflictos, a la que se abocd, como gobernadora, la Segunda Audiencia haciéndose cargo de las arbitrariedades de los conquistadores y de los agravios perpetrados por los miembros de la Primera Audiencia. Tanteado el terreno, recogidas las evidencias y tomadas las medidas mds ur- gentes, los oidores escribieron al rey una larga carta, fecha en Temixtitan el 14 de agosto de 1531,? dando cuenta de los asuntos del gobierno, entre los cuales figuran como mercedores de mayor atencidn los relativos a los indios: "E no es pequefia parte de la ocupacién los casos e cabsas de yndios, por- que aunque es gente mansa estando debaxo de yugo, cometen muchos e atroces delitos, e tienen entre si grandes dyferencias, especialmente sobre términos: fézenles muchos malos tratamientos, de lo cual nacen grandes contiendas e ocupaciones, porque lo queremos todo Ilevar por tela de Xuicio (...); e al pre- sente (...) tenemos gran advertencia e punicion dello, e creemos que serd la mitad de la gobernacién, porque es gente esta natural, que se sabe bien quexar, 2 Bsa carta se encuentra en la Coleccién de documentos inéditos, relativos al descubrimiento, conguista y organizaciGn de las antiguas posesiones espafiolas de América y Oceania, sacados de los archivos del reino, ‘muy principalmente del de Indias. Madrid, Academia de Ia Historia, Primera serie, 42 Vols., 1864-1884, To mo 41, pp. 40-138.

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