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Producción Editorial:

Tinta Libre Ediciones


Córdoba, Argentina
Coordinación Editorial: Gastón Barrionuevo
Arte de Tapa: Fernando G. Bertona
Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones
Diseño de Interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones

Bertona, Fernando Gustavo


Participación inteligente : estado e innovación / Fernando Gustavo Bertona. - 1a ed . -
Córdoba : Tinta Libre, 2016.
270 p. ; 21 x 18 cm.
ISBN 978-987-708-216-6
1. Ciencia y Sociedad. 2. Estudios Culturales. I. Título.
CDD 306

Prohibida su reproducción, almacenamiento, y distribución por cualquier medio,


total o parcial sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor. Está tam-
bién totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución por internet
o por cualquier otra red.
La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidad
de/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723


Impreso en Argentina — Printed in Argentina

© 2016. Fernando Gustavo Bertona


© 2016. Tinta Libre Ediciones
Agradecimientos

A mis amigos y amigas, hermanos y hermanas,


con quienes intercambiamos tiempo y vida
en amorosos y enriquecedores diálogos.

A “la Carmen”, quien supo comprender antes que nadie.


A Belén, por su humanidad predispuesta al amor.
A Ma. José, por su determinación y persistencia.
A Cecilia, compañera de ruta de tantos años.
A Ana, por su permanente y fraterna incondicionalidad.

A mis ahijados Fernando y Santiago, por su afectuosa presencia.

A Leopoldo A. Torres (1919-2007):


Lúcido, coherente, inclaudicable.

#Participación Inteligente • 7
8 • Fernando G. Bertona
Dedicatoria

A los ingenuos
Por sostener con su constante pureza de ánimo la viva esperanza
de un encuentro superador que disipe viejos desacuerdos
y promueva nuevas formas de relacionarnos dentro de esta amplia
Biodiversidad Planetaria en la que vivimos.

Ingenuidad
“Candor, falta de malicia”

Candor
“Sinceridad, sencillez, ingenuidad y pureza del ánimo”
(Diccionario de la Real Academia Española)

¿Ingenuidad?
“Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General
Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de
pactos preexistentes, con el objeto de:
Constituir la unión nacional, afianzar la justicia,
consolidar la paz interior, proveer la defensa común,
promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad,
para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran
habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia:
ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución,
para la Nación Argentina”.

El Estado Viviente ¿será una ingenuidad?

#Participación Inteligente • 9
Índice

Prólogo............................................................................................ Pág. 17
Palabras clave................................................................................... Pág. 21
Cosmovisión.................................................................................... Pág. 23

Capítulo 1 - Complejidad y fragmentación...................................... Pág. 25


1.1. Los ropajes de la Complejidad....................................................... Pág. 27
1.2. La Organización transparente........................................................ Pág. 29
1.3. El Estado: caso tipo ...................................................................... Pág. 30

Capítulo 2 - Paradigmas, fórmulas y prejuicios................................ Pág. 33


2.1. Vivimos inmersos en “un mar” de significados............................... Pág. 35
2.2. Los paradigmas.............................................................................. Pág. 36
2.3. El prejuicio.................................................................................... Pág. 38
2.4. Alternativas de uso del prejuicio.................................................... Pág. 40
2.5. Algunos prejuicios cotidianos........................................................ Pág. 41
2.6. Cambios de paradigma y tendencias.............................................. Pág. 44
2.7. ¿Cuáles son las demandas ciudadanas?........................................... Pág. 47
2.8. Refrescar el gobierno. Actualizar la democracia.............................. Pág. 50

#Participación Inteligente • 11
Capítulo 3 - El amor a “vuelo de pájaro”......................................... Pág. 53
3.1. Una consigna................................................................................ Pág. 55
3.2. Amor, miedos y realidades............................................................. Pág. 58
3.3. Una obra de gobierno sostenible ¿qué requiere?............................. Pág. 59

Capítulo 4 - Los Modelos ................................................................ Pág. 63


4.1. Conceptos..................................................................................... Pág. 65
4.1.1. Qué es un modelo........................................................ Pág. 65
4.1.2. Su utilidad.................................................................... Pág. 66
4.1.3. Tipos de modelos.......................................................... Pág. 66
4.1.4. Atributos y ventajas de los modelos............................... Pág. 68
4.2. Modelos de base y específicos ....................................................... Pág. 71
4.2.1. Modelo Realidad (MR3) – De base.............................. Pág. 71
4.2.2. Modelos OMI y FIC - De base..................................... Pág. 79
4.2.3. Modelo FIC-10 - Específico......................................... Pág. 83
4.2.4. Modelo MGS (Modelo de Gestión Sostenible) - Específico.Pág. 91

Capítulo 5 - Los tres Estados.......................................................... Pág. 107


EL ESTADO TEORICO................................................................... Pág. 111
5.1. Algunas preguntas iniciales.......................................................... Pág. 111
5.2. Conceptos de Estado................................................................... Pág. 112
5.3. El Sistema Estado........................................................................ Pág. 116

12 • Fernando G. Bertona
5.3.1. Componentes............................................................. Pág. 116
5.3.2. Funciones................................................................... Pág. 118
5.3.3. La Nación................................................................... Pág. 120

EL ESTADO ACTUAL..................................................................... Pág. 122


5.4. Comentarios sobre el funcionamiento del Estado Actual............. Pág. 122
5.5. La Política y el Jenga ................................................................... Pág. 126

EL ESTADO VIVIENTE.................................................................. Pág. 131


5.6. ¿Una utopía?............................................................................... Pág. 131
5.7. Otra forma de abordaje............................................................... Pág. 134
5.8. El Estado Viviente visto a través de FIC-10................................. Pág. 136
5.8.1. Una Visión................................................................. Pág. 136
5.8.2. Algunas lecturas sobre el modelo................................. Pág. 140
5.8.3. Cuadro de funciones................................................... Pág. 147
5.8.4. Ejemplo Gobierno Viviente (en formato FIC-10)....... Pág. 149

Capítulo 6 - La Participación Inteligente o f(π)............................. Pág. 151


6.1. Qué es la participación inteligente - f(π)...................................... Pág. 153
6.2. Dominios de realidad.................................................................. Pág. 155
6.2.1. Mapa conceptual de referencia: premisas..................... Pág. 156
6.2.2. El mapa...................................................................... Pág. 158
6.2.3. Diferenciación de dominios. Hitos. ........................... Pág. 161

#Participación Inteligente • 13
6.3. Funciones de la participación inteligente f(π)...................................... Pág. 164
6.3.1. Atributos ciudadanos.................................................. Pág. 164
6.3.2. Modelo MR3 ampliado.............................................. Pág. 167
6.3.3. Funciones conocer y crear........................................... Pág. 169
6.3.4. Función participación inteligente f(π)......................... Pág. 177
6.3.5. Función Comunicar................................................... Pág. 182
6.4. Análisis, comprensión, acción...................................................... Pág. 187

Capítulo 7 - La Innovación............................................................ Pág. 189


7.1. Desafío y motivación................................................................... Pág. 191
7.2. Innovación y renovación ............................................................. Pág. 192
7.3. La innovación en el individuo y sus organizaciones .................... Pág. 195
7.3.1. Frente al conocimiento/prejuicio................................ Pág. 196
7.3.2. Frente a lo público/lo privado..................................... Pág. 198
7.4. Gestionar participación inteligente.............................................. Pág. 201
7.4.1. Los organigramas........................................................ Pág. 203
7.4.2. El organigrama esférico............................................... Pág. 205
7.4.3. Símbolos y organización............................................. Pág. 208
7.5. Construir participación inteligente.............................................. Pág. 210
7.5.1. El Estado: voluntad para la implementación............... Pág. 210
7.5.2. La ciudadanía: responsabilidad y acompañamiento..... Pág. 211
7.5.3. Edificar en conjunto................................................... Pág. 213

14 • Fernando G. Bertona
Capítulo 8 - Notas finales sobre el cambio..................................... Pág. 219
El Cambio.......................................................................................... Pág. 221

Capítulo 9 - Complementos de lectura.......................................... Pág. 227


9.1. Decálogo del respeto................................................................... Pág. 231
9.2. Actitudes y capacidades criticas del participante inteligente ........ Pág. 233
9.3. Temas complementarios sobre la realidad.................................... Pág. 235
9.3.1. Realidad e imaginario popular.................................... Pág. 235
9.3.2. La importancia de la realidad...................................... Pág. 237
9.3.3. El acceso a la realidad.................................................. Pág. 238
9.4. Ambiente, sustentabilidad y sostenibilidad.................................. Pág. 241
9.4.1. Ambiente.................................................................... Pág. 242
9.4.2. Lo sustentable vs lo sostenible..................................... Pág. 245
9.4.3. Ambiente, Estado y Política........................................ Pág. 249
9.5. Derechos absolutos, deberes relativos........................................... Pág. 253
Las reglas de juego................................................................ Pág. 253
Causa/efecto......................................................................... Pág. 254
Deberes/derechos.................................................................. Pág. 255

Epílogo 1....................................................................................... Pág. 257


Epílogo 2....................................................................................... Pág. 259
BIBLIOGRAFIA............................................................................ Pág. 263

#Participación Inteligente • 15
Prólogo

La participación inteligente garantiza una vida sostenible.


Construir sostenibilidad es construir conocimiento de la realidad, es aceptar tal
conocimiento y es reconstruir las conductas cotidianas a partir del mismo.
Tal proceso -que presupone un cambio de hábitos, de comportamientos- no
necesariamente debe ser desechado por lento, por gradual, pues de ser válido tal ar-
gumento deberíamos desechar otros procesos como la construcción de una familia,
la consolidación de las instituciones o aquellos propios de la naturaleza cuyos ciclos
se desarrollan en miles, cientos de miles y millones de años.
Los procesos “lentos” son los que sostienen la complejidad de la vida. Acelerar los
mismos, con fines absolutamente impropios, solo garantiza una progresiva degrada-
ción hacia el dolor y el sufrimiento, situaciones éstas que hoy vemos manifestarse de
múltiples formas a lo largo y ancho del planeta.
Es necesario superar aquel interesado prejuicio de suponer que lo instantáneo es
superior a lo progresivo; que lo automático, es superior a lo manual; que lo lujosa-
mente empaquetado es mejor que lo envuelto en papel de almacén.
La instantaneidad como meta y valor supremo de la civilización industrial, pa-
recería ser más bien una ilusión transitoria que una realidad duradera, pues presu-

#Participación Inteligente • 17
pondría lograr aquel “hágase la luz...” más propio de los relatos bíblicos que de las
circunstancias humanas. Los procesos de “tiempo cero” (instantáneos) parecerían
ser solo distracciones generadoras de falsas expectativas que desvían la atención de
aquello que es verdaderamente importante: la construcción de inteligencia partici-
pativa para superar esta civilización basada en la especulación, en el oportunismo y
en la beligerancia.
En los procesos humanos deberíamos invertir nuestra atención, tiempo, volun-
tad e inteligencia, para reconstruir relaciones, recomponer la fe ciudadana, despejar
indiferencias, acercarnos sin temores ni miedos, conocernos un poco más a través de
diálogos sinceros y constructivos.
A lo largo de estas páginas iremos desgranando temas vinculados, principalmen-
te, a la construcción de participación inteligente, a la concepción de un Estado
diferente que pueda ser vivido con entusiasmo, y a la descripción de algunas herra-
mientas metodológicas innovadoras orientadas a tal fin.
En los dos primeros capítulos, abordamos el tema de la complejidad, como ca-
racterística propia del desarrollo de nuestra cultura y sobre las distintas maneras en
que cada cual se vincula con dicha complejidad a través de paradigmas, fórmulas
de relación y prejuicios, como elementos simplificadores, conformándose de esta
manera una síntesis que se expresa mediante tendencias sociales visibles a nivel glo-
bal, que se hace necesario y oportuno identificar y considerar, a la hora de tomar
decisiones desde el Estado.
En el capítulo tercero, abordamos un tema invisibilizado en los espacios de la
política y las corporaciones: el amor, el cual ha sido desplazado y “encapsulado” en
el ámbito familiar, social, el arte y la religión. Sobrevolamos algunas relaciones en-
tre conocimiento, amor, poder y participación, pues estos conceptos resignificados,
como una unidad activa, pueden generar verdaderas respuestas a nuestros proble-
mas, muchos de los cuales surgen desde el desconocimiento, el prejuicio sostenido,
el fanatismo “justificado”, el miedo y la especulación.
En el capítulo cuarto, quizás el menos simple por su propia naturaleza técnica,

18 • Fernando G. Bertona
ingresamos al tema de los modelos. Describimos, por un lado, sus conceptos bási-
cos, su utilidad, los tipos más comunes y algunos atributos de los aquí descriptos.
Si no se desea profundizar en este capítulo, solamente leyendo la primera parte
(conceptos y modelos de base) se podrá lograr un entendimiento aceptable sobre
la naturaleza y funcionalidades de éstos, suficiente para avanzar sobre lo que sigue.
Los modelos presentados fueron desarrollados a partir de formas geométricas y con
la característica de que a cada componente (vértices, lados, centros, etc.) se le asigna
un significado específico, que pueden replicarse sin deformación semántica, faci-
litando su uso en distintos ámbitos de realidad (isomorfismo) y a distintas escalas
(fractalidad). Uno de ellos, el MR3, permite presentar un enfoque sobre la realidad
mostrando componentes, relaciones, ámbitos, etc.; otro tipo (FIC/OMI) es útil
para desplegar relaciones surgidas del modelo MR3; los modelos FIC,10/OMI,10,
facilitan el desarrollo, análisis y visualización de sistemas más complejos (Estado,
Ambiente, Gobierno, Persona, Naturaleza, Cultura, etc.) y finalmente, el modelo
MGS, pertenece a una órbita más operativa, propia de la gestión de las organizacio-
nes (públicas, privadas o mixtas.)
Es importante destacar en este punto, que la esencia del modelo MR3 sobre
la realidad, fue desarrollada en el marco de un grupo de reflexión que funcionó
en Córdoba desde fines de los años ‘60 y que fuera organizado y coordinado por
el Sr. Leopoldo A. Torres (1919/2007). El autor participó del mismo en el lapso
1971/1985.
En el capítulo quinto, se muestra un caso tipo para facilitar la visualización del
funcionamiento de los modelos, tomándose como ejemplo a la organización Estado
el cual es presentado desde tres perspectivas: el Estado Teórico (como concepción
jurídica), el Estado Actual (como concepción pragmática y especulativa) y el Estado
Viviente (como concepción superadora).
Se aborda en el capítulo sexto, la participación inteligente y los dominios de rea-
lidad dentro de los cuales ésta se desarrolla. Se describen con cierto nivel de detalle
las funciones asignadas a tal participación y su utilidad en la construcción de una
sociedad más libre, más justa y más madura.

#Participación Inteligente • 19
El capítulo séptimo trata sobre la necesidad de innovar, tanto a nivel personal
como de las organizaciones, describiéndose un esquema comparativo sobre dos es-
quemas de gestión, uno actual y otro propuesto, de forma tal de poder mostrar grá-
ficamente de qué manera las representaciones visuales condicionan la significación
que le damos a las cosas. A su vez, se analizan formas de construir y gestionar la
participación inteligente.
En el capítulo octavo, se elaboran algunas conclusiones del trabajo y en el no-
veno, se anexan escritos complementarios que creemos pueden ser de utilidad para
completar la visión que se ha intentado transmitir.
Una nota final. Puede suceder que a lo largo de estos textos aparezcan expresiones
o explicaciones que puedan parecer algo obvias o elementales para muchos lectores;
asimismo encontrarán una considerable cantidad de comillas. En ambos casos la
intencionalidad debe buscarse en un excesivo “celo didáctico” cuya intención es la
de favorecer, en la medida de lo posible, la comprensión apropiada de lo expresado.

Puedes escribirme a participacion.inteligente@gmail.com


facebook.com/participacion.inteligente

Fernando G. Bertona
Sierras de Córdoba
20 de marzo de 2016

20 • Fernando G. Bertona
El esquema siguiente muestra una red conceptual con los principales aspectos
explorados.

Palabras clave
AMBIENTE, AMOR, APRENDIZAJE, ATRIBUTOS, BELIGERANCIA, CAMBIO, CIUDADANO,
COMPLEJIDAD, COMUNICAR, CONCEPTO, CONOCER, CONSTITUCIÓN, CREAR, CULTURA,
DEMOCRACIA, DERECHOS HUMANOS, DESAFÍO, DOMINIOS DE REALIDAD, EJES DE
APRENDIZAJE, EJES DE COMUNICACIÓN, EMOCIONES, ENTROPÍA, ESPECULACIÓN,
ESTADO ACTUAL, ESTADO TEÓRICO, ESTADO VIVIENTE, FINALIDAD DE ORIGEN, FRACTAL,
FRAGMENTACIÓN, FUNCIONES, FUNCIONES CIUDADANAS, FUTURO, GARANTÍAS,
GEOMETRÍA, GESTIÓN, GLOBAL, GOBERNABILIDAD, GOBIERNO, INNOVACIÓN,
ISOMORFISMO, LEY FUNDAMENTAL, LOCAL, MEDIOAMBIENTE, MIEDOS, MODELOS,
NATURALEZA, ORGANIGRAMA ESFÉRICO, ORGANIZACIÓN, PARADIGMAS, PARADIGMA
ALGORÍTMICO, PARADIGMA HEURÍSTICO, PARTICIPACIÓN INTELIGENTE, PAZ, PERSONA,
PREJUICIO, REALIDAD, RELACIONES, RESPETO, RESPONSABILIDAD CIUDADANA,
SENTIMIENTOS, SIGNIFICADOS, SOSTENIBILIDAD, SUSTENTABILIDAD, TENDENCIAS,
TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS, TRANSPARENCIA, UTOPÍA, VALORES, VISIÓN, VOLUNTAD.

#Participación Inteligente • 21
Cosmovisión

1. El universo es Vida.
2. Dos alternativas aparecen ante nuestros ojos: continuar interfiriendo en su
normal funcionamiento o generar conocimiento de la realidad para poder
participar inteligentemente en él.
3. Lo que percibimos o alcanzamos a percibir de la vida son solo manifestaciones
imperfectas de sus múltiples y variadas posibilidades.
4. La vida aparece como un conjunto de funciones cuya finalidad es manifestarse
plenamente, en todas sus dimensiones, de manera progresiva, expandiéndose
desde un centro hacia la periferia tanto en lo macro como en lo microcósmi-
co, superando cualquier condicionamiento impropio que aparezca.
5. Está conformada por elementos tangibles e intangibles, concretos y abstrac-
tos, los cuales interactúan de una forma compleja a través de vínculos de
interacción; lo intangible alimenta a lo concreto, sirviendo lo concreto como
soporte de lo no manifestado.
6. Sin importar su condición, la vida del hombre se manifiesta a partir de un
conjunto de necesidades cuya adecuada satisfacción lo condiciona fuertemen-
te. Si el medio es favorable a la satisfacción de éstas, la sensación será de bien-
estar. Si, por lo contrario, se presenta como una barrera que impide los logros,
la sensación será de frustración.

#Participación Inteligente • 23
7. Un medio favorable es aquel que dispone de recursos y de un sistema simple
de leyes respetadas por sus actores y garantizadas institucionalmente, de ma-
nera que las diversas acciones, orientadas a satisfacer las múltiples necesidades
emergentes, no colisionen unas con otras.
8. Cualquier sistema, de cualquier naturaleza y condición, logra sus objetivos
solamente si el funcionamiento de sus componentes, vivientes o no vivientes,
es concordante con su marco normativo. Caso contrario, se deteriora, se de-
bilita, se fragmenta y “fracasa”.
9. El “fracaso” de la vida es siempre parcial, acotado, local, temporal, pues la
misma se renueva permanentemente en un proceso continuo de adecuación
y de ampliación de conciencia o de funciones, superando aquellos obstáculos
que se interpongan.
10. El humano, actor conflictivo en el proceso de la vida, compone un espacio
propio (Dominio Persona) que dispone de determinados atributos los cuales
aparecen como suficientes para ejecutar apropiadamente un rol de impor-
tancia como elemento de coordinación, armonía y control de los dominios
específicos que denominamos: Natura, Cultura, Estado y Ambiente.
11. Los atributos de la persona humana, desde esta óptica, son de tres tipos:
psicofísicos, de relación y de síntesis. Los primeros facilitan el aprendizaje,
los segundos, la comunicación y el tercero se manifiesta como conciencia y
conducta.
12. La vida progresa a través del aprendizaje que expande la conciencia y despeja
prejuicios, posibilitando así una participación plena; la vida se deteriora cuan-
do se simula vivir una participación inexistente que obnubila la conciencia y
causa, finalmente, dolor y exclusión.
13. La Vida es Una, aunque se manifieste a través de formatos diversos y de pro-
cesos complejos. Reconocer tal complejidad exterior e intentar descubrir su
unidad esencial, es lo que facilita el reconocimiento y la humildad, bases del
comprender, del participar y del servir, como acciones apropiadas para alcan-
zar plenitud y trascendencia.
*

24 • Fernando G. Bertona
Capítulo 1

1. Complejidad y fragmentación
“La vida es un complejo mundo fragmentado de recursos limitados”
(John Van Gigch, p.15, 1987).

#Participación Inteligente • 25
1.1. Los ropajes de la Complejidad

La sencilla y contundente afirmación del lema, define un punto de vista a partir


del cual su autor explica, de manera progresiva, de qué manera las sociedades han
ido organizándose alrededor de sistemas cada vez más complejos, con la finalidad de
dotar de una cierta apariencia de orden a “sus mundos”, orden que a su vez conlleva
la idea de proveerse de una cierta seguridad para poder disfrutar de determinados
beneficios, derechos o garantías, tanto individuales como colectivos.
A su vez, dicha complejidad se incrementa considerablemente por la interacción
con otros mundos de distinto origen, como el de la naturaleza, el cual dispone de su
propio orden. El nivel de complejidad entonces se maximiza y la mirada sobre sus
miles de facetas se hace más complicada aún.
Rescatamos aquí esta imagen con la finalidad de utilizarla como punto de partida
para caracterizar algunos ámbitos o dominios de ese complejo mundo fragmentado
que permita disponer de una perspectiva conceptual que resulte de utilidad.
Esta complejidad, la cual percibimos como fragmentada, se presenta a nuestros
ojos vestida con “ropajes” diferentes, situación que genera significaciones distintas
sobre una misma realidad según quien la observe.
En algunos casos, los ropajes de la complejidad son transparentes permitiendo
así observarla “tal cual es”; se hace posible entonces recabar información y generar
entendimiento sobre su estructura, componentes, relaciones, funciones, procesos,
etc. permitiendo optimizar la toma de decisiones.
Otra circunstancia distinta aparece cuando dichas vestiduras son opacas, hacién-
dose dificultoso la identificación de su forma, de sus límites, de sus significados y
sentidos.
El vestuario del que dispone la complejidad es muy amplio. En nuestros días
parecería que el más natural de todos es aquel que la viste de invisibilidad y que, si

#Participación Inteligente • 27
bien su presencia continúa vigente, su “cuerpo de observación”, por ubicarse en un
ámbito casi inaccesible, escapa a nuestra mirada y comprensión.
Aunque quizás la más nefasta de todas sus ropas sea la caleidoscópica, la cual nos
muestra variaciones de sí misma, instante a instante, imposibilitándonos de pensar,
razonar o reflexionar detenidamente sobre ella, provocando en nuestro ánimo con-
fusión que nos aleja de su entendimiento.
¿Ropas transparentes que permiten generar conocimiento o ropas caleidoscópicas
que provocan solo confusión? ¿Qué condiciones nos permitiría elegir la vestimenta
apropiada para vestirla y poder comprenderla? ¿Cómo lograr una evitando la otra?
En el entorno de esta complejidad fragmentada podremos descubrir algunos con-
ceptos que nos ayudarán en el camino. En principio, es importante observar que
“a pesar de todo”, las cosas en general parecen funcionar; es decir que dicho estado
complejo de la realidad, a pesar de tal apariencia de fragmentación, dispondría de
un “cierto orden interno” el cual –más allá de que lo entendamos o no- está allí ha-
ciendo “lo que debe o lo que puede”, todo lo cual sería de suma utilidad descubrir
y poder descifrar.
Hablar de cierto orden nos acerca al concepto de sistema y de organización, pues
estos términos aportan la idea de un conjunto de componentes que funciona con
determinadas reglas para alcanzar objetivos. Así que el concepto de sistema, y como
consecuencia, de organización, lo incorporamos como elementos de utilidad.
Finalmente, en la oración del lema y su entorno de significados, resaltan concep-
tos tales como vida, organización, sociedad, fragmentación, recursos, límites, cono-
cimiento, seguridad, procesos, etc., los cuales podremos ir hilvanando con otros que
nos permitirán acercarnos progresivamente a un concepto central de este ensayo que
denominamos participación inteligente.

28 • Fernando G. Bertona
1.2. La Organización transparente

Antes de continuar debemos decir que nuestra concepción de organización se


basa en una estructura que permite la transparencia, la cual entendemos como aque-
lla cuyos planes, recursos, acciones y controles provocan una disminución de la
entropía1 del sistema total2, a partir del aporte de información/energía/recursos para
mejorar el nivel de entendimiento, comprensión y aptitudes de sus miembros, ya
sean estos internos o externos según corresponda a la naturaleza de la misma (pú-
blica, privada, mixta).
Dicho de otra forma, una buena proporción de la complejidad del mundo actual
-como consecuencia de la complejidad de las organizaciones actuales- es generada
como resultado de un uso sostenido de “ropaje oscuro y opaco” que es utilizado
dentro de un marco de valores, procedimientos y protocolos poco conocidos y en
muchos casos perversos, los cuales responden sin lugar a dudas a un paradigma de
corte netamente especulativo y beligerante –que bien podríamos denominar paradig-
ma beligerativo- el que se ubica en el centro del sistema global actual.
Creemos que es hora de cambiar de vestuario y de paradigma. Ropaje transparen-
te y paradigma participativo permitirán un mejor entendimiento de la complejidad,
en cualquiera de las diversas organizaciones dentro de las cuales desarrollamos co-
tidianamente nuestras vidas, aportando una dosis de frescura y luminosidad, para

1 - Entropía: desde la perspectiva de la Teoría de Sistemas, es una medida del grado de des-
organización de un sistema. A mayor entropía, mayor desorden. La información, por otro lado,
aparece como opuesta a la entropía, pues a mayor información, menor grado de desorden y
mayor nivel de organización.
2 - Sistema Total: un sistema u organización limita con su medio. Dicho medio es considerado
como la sumatoria de todos aquellos sistemas sobre los cuales el decisor de la organización no
tiene control. El sistema total, es un concepto que trasciende la frontera de la organización,
pues comprende a todos los sistemas que afecta o son afectados por los problemas que pudie-
ren surgir, independientemente de la organización formal que lo generó. Es decir que incluye
no solamente a la organización cuyos decisores generaron el problema, sino además a todos
aquellos sistemas u organizaciones que se ven afectados por tales decisiones.

#Participación Inteligente • 29
recomponer la alicaída fe pública, base de la cohesión social de cualquier Nación
que aspire a un funcionamiento institucional de calidad.
Detrás de los modelos aquí presentados (en el Capítulo 4), están presentes, de
una forma implícita o explícita, estas ideas. Aunque, debemos advertir que para
lograr una implementación exitosa de éstas, hace falta despejar viejas trabas que
permita renovar voluntades y actuar con un mínimo de interferencias. Creemos que
es un camino que, aunque dificultoso al inicio, vale la pena considerar.

1.3. El Estado: caso tipo

Sabiendo que lo sistémico contiene aspectos tanto teóricos como prácticos y sa-
biendo además que es necesario articular ambos contenidos, hemos decidido com-
plementar lo teórico con aplicaciones concretas a través de la utilización de casos
que puedan resultar de utilidad.
Por estar inmersos en una época de grandes cambios a nivel global, principal-
mente políticos, humanitarios y ambientales, hemos creído conveniente utilizar al
Estado como caso de organización tipo para ejemplificar y poner en evidencia el
funcionamiento de los modelos, principalmente los denominados FIC-10, OMI-10
y MGS.
¿Para qué utilizar al Estado y no otra organización? Para poner en evidencia
las fallas que observamos en el Estado Actual, el que se encuentra absolutamente
desnaturalizado y desprestigiado, abandonando en esencia –aunque sosteniendo en
las formas- sus principales funciones institucionales, las que deben asegurar dere-
chos plenos, sostener principios inalienables y garantizar fines de libertad, de justi-
cia y de participación ciudadana, todo lo cual está claramente expresado en la Ley

30 • Fernando G. Bertona
Fundamental de la República y, por sobre todas las cosas, en la conciencia creciente
de la ciudadanía.
SUBIRATS J. (2011, p.10) dice: “En efecto, estos cambios3 no han encontrado a
los poderes públicos en su mejor momento. El mercado y el poder económico subyacente
se han globalizado, mientras las instituciones políticas, y el poder que de ellas emana,
siguen en buena parte anclados al territorio”.
Es justamente la debilidad creciente del Estado Actual, lo que justifica la nece-
sidad de replantear los modelos conceptuales de representación de las instituciones
para mejor entenderlas y sostenerlas con una mayor conciencia de sus alcances,
estructuras y funciones.
Los viejos moldes responden a los viejos paradigmas. Nuevos modelos, anclados
en una nueva visión del Estado que exprese las legítimas y actuales demandas de la
ciudadanía, deben reemplazarlos.
Las formas antiguas y sus símbolos, “incrustados” en las mentes de buena parte
de la ciudadanía, deben ser removidos para poder adoptar nuevos símbolos y reno-
vados valores que sean representativos de las demandas actuales a la vez que signifi-
cativos para los expectantes anhelos de la gente.
Es por ello que los modelos aquí presentados, al ser expresados en una doble for-
ma (textual y visual), tienen la intención de aportar mayor cantidad de información
para despejar la opacidad y fortalecer el entendimiento de los sistemas y dominios
de realidad dentro de los que vivimos.
A su vez, es necesario aclarar que -a pesar de la especificidad propia del Estado- la
posibilidad de aplicar estos modelos a otros tipos de organizaciones es plenamente
factible, lo cual se podrá apreciar en la medida que se avance en el desarrollo de los
distintos contenidos. Estos modelos ya han sido utilizados exitosamente en la repre-
sentación de distintas organizaciones y sistemas, y se continúa aun investigando sus
alcances para ir ajustando sus contenidos y relaciones.

3 - El autor se refiere a los cambios producidos en el mundo en los últimos 30 años.

#Participación Inteligente • 31
Finalmente, debido a que hablaremos desde el principio del Estado, dejamos al
lector el ejercicio de convertir, si así lo desea las observaciones que se vayan realizan-
do sobre él (en formatos FIC-10) a otras organizaciones o sistemas con las cuales el
lector pueda estar más familiarizado, de forma tal de mejorar la comprensión de los
mismos.

32 • Fernando G. Bertona
Capítulo 2

2. Paradigmas, fórmulas y prejuicios


“Los locos sueñan sueños,
que los obsesivos construyen
para que los cuerdos disfruten
(y los necios critiquen)”
Anónimo

#Participación Inteligente • 33
2.1. Vivimos inmersos en “un mar” de
significados

En nuestra vida diaria hacemos cientos de cosas. Muchas de ellas de manera au-
tomática. Otras, quizás en menor cantidad, las realizamos con algún análisis previo
y un poco de reflexión. Cada paso es una decisión, consciente o automatizada a
través de hábitos adquiridos.
En todos los casos, cada acción presupone una decisión. Y en cada decisión sub-
yace una cierta necesidad y un significado.
Algunas decisiones, por ser cotidianas y haberlas experimentado tantas veces,
afloran como decisiones instantáneas, inmediatas. Otras nos obligan a pensar, a
comparar, a estimar resultados, a pensar en las consecuencias. La acción ya no es ins-
tantánea pues de sus resultados dependerán beneficios o perjuicios de una jerarquía
superior. Y esto nos obliga a reflexionar.
Por debajo de cada caso, de cada decisión, hay modelos y fórmulas, hay patrones,
hay significados. La realidad siempre se manifiesta “vestida” de significados.
Los modelos, tema que desarrollaremos con mayor amplitud en el Capítulo 4, son
referencias conceptuales que orientan las decisiones aportando seguridad debido
a que su significado es comprendido y aceptado, ya sea porque ha sido heredado
culturalmente y resulta natural su utilización, porque quien lo desarrolló es una
autoridad en la materia o porque ha sido fruto de la propia reflexión y sus resultados
han sido comprobados como beneficiosos.
Las fórmulas4, en cambio, también actúan como referencias pero de las conductas
sociales, principalmente por aquellos hábitos propios de determinados comporta-

4 - Nos estamos refiriendo a las fórmulas propias de las ciencias sociales y de las conductas
humanas. Es decir a todas aquellas expresiones convenidas, breves, precisas y exactas, con
la que se dice una cosa o se realiza un acto social o de comunicación. Por relacionarse con las
conductas, lo vinculamos al sentir y al decir/hacer.

#Participación Inteligente • 35
mientos aceptados por la comunidad, como por ejemplo, fórmulas de despedida, de
cortesía, litúrgicas de la misa, de presentación, etc.
Modelos y fórmulas –conscientemente o no- facilitan los procesos de toma de
decisiones colaborando en el entendimiento de las cosas, a través de los modelos o
esquemas conceptuales, y aportando maneras de actuar aceptadas por la comunidad
a través de fórmulas.
Entender la necesidad de adoptar modelos y fórmulas apropiados, supone un
paso importante en el desarrollo de inteligencia colectiva, una de los pilares de la vida
ciudadana sostenible.

2.2. Los paradigmas

El término paradigma, si bien presente en el diccionario de la RAE (Real


Academia Española), no suele ser muy utilizado en el habla cotidiana5. Más bien
parece estar reservado al ámbito de la ciencia, la tecnología, los sistemas. No lo uti-
lizaremos aquí en este sentido pues nuestro foco está en otra dirección. Por lo tanto,
tampoco utilizaremos las definiciones típicas como la de KUHN T.S. 6(1980, p.80)
“Considero a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente recono-
cidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones
a una comunidad científica”´.
5 - Paradigma: (RAE) 1) m. Ejemplo o ejemplar. 2) m. Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo
central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y modelo para resolver problemas y
avanzar en el conocimiento. El paradigma newtoniano. 3) m. Ling. Relación de elementos que
comparten un mismo contexto fonológico, morfológico o sintáctico en función de sus propieda-
des lingüísticas. 4) m. Ling. Esquema formal en el que se organizan las palabras que admiten
modificaciones flexivas o derivativas.
6 - A su vez el autor dio al concepto su significado contemporáneo cuando lo adoptó para refe-
rirse al conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico.

36 • Fernando G. Bertona
BAKER J. A. (1995, p.35) redefine el concepto dándole mayor potencia y am-
plitud de significados. Dice que un paradigma es un conjunto de reglas y disposiciones
(escritas o no) que hacen dos cosas: 1) Establecen o definen límites, y 2) Indica cómo
comportarse dentro de los límites para tener éxito.
Una definición precisa, simple y poderosa, pues nos permite unificar varios con-
ceptos en uno, a la vez que utilizarlo con mayor eficiencia en ámbitos tan diversos
como el familiar, laboral, social, artístico, científico, etc. Debido a que el conoci-
miento es una construcción continua que permite un acercamiento progresivo al
“significado” de las cosas, en este proceso -que va de lo simple a lo más complejo- es
donde se realizan sucesivas síntesis que van aportando un mayor nivel de entendi-
miento y una más amplia y/o profunda comprensión de lo tratado.
Y este concepto de paradigma, resulta muy conveniente, pues permite unificar,
en cierto sentido, los conceptos de modelo y fórmula descriptos precedentemente,
integrándolos en una sola categoría, de naturaleza superior, que facilita una mejora
en la toma de decisiones. Veamos.
Al decir que una fórmula es “una referencia para las conductas sociales” (en ese
sentido es tomado aquí) estamos entendiendo que dichas conductas responden a
“un conjunto de reglas y disposiciones” aceptadas socialmente y que fijan límites que
de ser respetados permiten alcanzar aceptación social o éxito7. Y esto se corresponde
muy bien con la definición de paradigma.
Por otro lado, al decir que un modelo es una “representación de algún aspecto de la
realidad” estamos intentando explicar mediante el mismo las ideas y fines que sub-
yacen en el conjunto de reglas y disposiciones establecidas, ya que no hay reglas sin
fines previos que las justifiquen. Es decir estamos unificando en un solo concepto –el
de paradigma- los significados, propios del modelo y las acciones que conducen al
éxito, propio de las reglas.
Para evitar confusiones digamos que al éxito no le asignamos connotaciones exi-
7 - Entendemos el éxito como el “logro de aquello que se ha propuesto”, no teniendo un ca-
rácter “triunfalista” ni considerándolo como “bueno” o “malo”. Simplemente es “alcanzar lo
deseado, lo propuesto, lo planificado”.

#Participación Inteligente • 37
tistas, pues éste –desde el punto de vista social- puede ser constructivo o destructivo,
según el paradigma que haya generado dichos resultados. Así como la Ciencia usa
paradigmas para la construcción de conocimiento científico; los artistas tienen los
suyos para construir belleza, los padres los usan para mantener en condiciones la
familia o el hogar y los niños tienen los suyos para jugar y descubrir el mundo, los
delincuentes tienen los suyos para delinquir, los corruptos para corromper y los
especuladores para engañar. La apreciación de si el “éxito alcanzado” es positivo o
negativo no depende del paradigma en sí, sino de las intenciones con el cual éste ha
sido diseñado.
Así que, podemos concluir en que un paradigma puede utilizarse en casi cual-
quier aspecto de la vida en la que sea necesario establecer límites, fijar reglas y dis-
posiciones para lograr éxito. Un hecho importante que establece el autor (BAKER,
J.A., 1995) es que hay ciertos conceptos como Estado, gobierno, organización y
negocios, por ejemplo, que representan no un paradigma sino un conjunto de ellos
y en estos casos habla de bosques de paradigmas (por ejemplo un Estado puede tener
paradigmas de atención al ciudadano, de transparencia administrativa, de gestión
cultural, etc.).

2.3. El prejuicio

Ni los modelos –a manera de representaciones conceptuales- ni las fórmulas,


valores o creencias -referencias de nuestras conductas- ni los mismos paradigmas en
muchos casos, garantizan la calidad o la precisión de los conocimientos involucra-
dos en ellos. Simplemente son aceptados como válidos.
Por ser productos socio-culturales, las fórmulas, los modelos y/o los paradigmas

38 • Fernando G. Bertona
no necesariamente tienen que ser validados o corroborados por persona o institu-
ción alguna. Simplemente son utilizados por la sociedad más allá que sean o no
sostenibles en el tiempo. Se los acepta, se los usa, dan resultados y cada cual conti-
núa con sus actividades, hasta tanto aparezcan condiciones diferentes y factores de
cambio que empujen la aparición de nuevas formas de pensar, de sentir y de hacer,
es decir de nuevas fórmulas, modelos o paradigmas.
Debido a su propia naturaleza, las fórmulas, los modelos y los paradigmas son
permeables al prejuicio, y por ser éste una concepción inmadura sobre algún aspecto
de la realidad o, como dice PINILLO J.L. (1982, p.1, p.2) “un proceso cognitivo
defectuoso (p.2) y un aspecto universal del comportamiento humano, que a pesar de ser
propio de su naturaleza es posible oponérsele y utilizarlo constructivamente (p.1)”, le
resta seguridad y confianza a las argumentaciones que los sostienen.
Esto quizás sea uno de los factores por lo cual las sociedades, a lo largo del tiem-
po, van migrando sus “reglas de juego” intentando acomodarse a las circunstancias
históricas y modificando sus visiones sobre las cosas.
Los paradigmas, en cambio, según la definición hecha, tienen una pequeña venta-
ja ya que involucran tanto los aspectos conceptuales como los metodológicos y ope-
rativos para conducir al logro de los resultados esperados, es decir a tener éxito. Esta
situación de tener que establecer reglas y fijar límites para que determinados com-
portamientos que se realicen dentro de éstos, tengan éxito, es lo que necesariamente
demanda cierto nivel de coherencia entre fines, ideas y resultados, coherencia que se
logra a partir de la validación de lo establecido como norma y conducta.
Pero, inclusive los paradigmas, no están exentos de “prejuicios interesados” y la
historia así lo ha demostrado reiteradamente. El arquetipo de los casos de paradig-
mas basados en prejuicios interesados quizás sea el que provocó el fin de una época
(Edad Media) en donde un paradigma religioso que había dominado las mentes y
sentimientos de pueblos enteros durante siglos, se derrumbó frente al surgimiento
del positivismo y la afirmación de que el único conocimiento verdadero y cierto era
el de la Ciencia. “Pequeña crisis” vivió la humanidad motivo de tanta ignorancia,
de tanta locura, de tanta ambición de poder. El viejo “dios con pies de barro” se
derrumbó cuando los prejuicios no soportaron el peso de la estructura granítica
#Participación Inteligente • 39
construida sobre bases tan endebles. Es importante advertir, para evitar nuevos pre-
juicios, que no nos estamos refiriendo a las creencias religiosas en sí ni a los valores
involucrados en ellas, sino a las formas y estructuras de poder que se construyeron
sobre tales creencias y valores.
Son muchos los casos de excelentes ideas que por sus errores de implementa-
ción, por sus formas, por los estilos involucrados de sus protagonistas, etc. fracasan.
Cuando analicemos los modelos más adelante, podrá verse que el sostenimiento de
un fin depende no solamente de buenas ideas, sino además de metodologías apro-
piadas que garanticen su continuidad.

2.4. Alternativas de uso del prejuicio

Como dijimos en el punto anterior, el prejuicio es un proceso cognitivo defectuoso


y un aspecto universal del comportamiento humano. Además “a pesar de ser propio de la
naturaleza humana es posible oponérsele y utilizarlo constructivamente”.
¿Qué significa oponérsele y utilizarlo constructivamente? Digamos que, ante una
suposición dada (un prejuicio), aparecen dos alternativas (FIGURA 1):
a. La primera –negativa, de tendencia destructiva, aumenta la entropía del siste-
ma- es suponer algo sobre algún objeto, hecho o fenómeno y darlo por cierto.
Este es el prejuicio típico, cuando alguien se refiere a otra persona diciendo
“aquella persona es prejuiciosa” quiere decir que tal persona supone cosas sin
fundamentos y que las da por sentadas. Es decir, asume como válido y verda-
dero aquello que no está comprobado, y que resulta más cómodo acomodarlo
a la propia estructura mental que investigar su nivel de realidad. Este tipo de
opción termina generando conductas cuyo impacto en el medio es contrapro-

40 • Fernando G. Bertona
ducente, situación que es potenciada en la medida en que la retroalimenta-
ción producida reafirma tales conductas. El darse cuenta de lo negativo de las
mismas, permite modificar positivamente la propia conducta.
b. La segunda -positiva, constructiva, disminuye la entropía- es suponer lo mis-
mo que en el caso anterior (el prejuicio no cambia) pero, en vez de darlo por
cierto, lo tomamos como un disparador del aprendizaje, es decir, como un
iniciador de un proceso que permitirá a la persona disponer de argumentos
para avalar o rechazar tal presunción. En este segundo caso es necesario aclarar
o advertir que no siempre es tan fácil avalar o rechazar suposiciones, así que
–en estos casos- corresponde a conductas prudentes colocar dicho prejuicio
en una carpeta mental etiquetada como “temas pendientes por resolver”, de
manera tal de poder afirmar lo que sabemos fundamentándolo o expresar
nuestras suposiciones conscientes de su nivel de veracidad. Las conductas que
se generan dentro de esta alternativa son más flexibles y abiertas, permitiendo
un acercamiento progresivo al “principio de verdad”.

2.5. Algunos prejuicios cotidianos

Si prestamos atención a algunas expresiones populares que escuchamos a diario,


podremos observar la presencia de prejuicios de toda índole, los cuales son “dispara-
dos” al aire como si fueses verdades reveladas.
Lo más lamentable del caso es que tales expresiones, en muchos casos, surgen de
los medios de comunicación y aparecen en la boca de “profesionales con micrófono”
o personas a quienes tales “profesionales” le prestan micrófono. Van algunos de ellos.

#Participación Inteligente • 41
• “El Estado tiene la responsabilidad de resolver este problema, aquel problema y
aquel otro”; sin darnos cuenta de que muchas veces somos parte de la causa del
problema. ¡Todos somos Estado!

• “Este Estado es corrupto” (con aire moralista); sin darnos cuenta de que esta-
mos diciendo, en algún sentido, “somos corruptos”, pues ¡Somos Estado!

• “El gobierno está lleno de delincuentes y ladrones”; sin darnos cuenta de que
somos responsables de lo elegido. Porque además de Estado, en democracia,
¡Somos Gobierno!

• “El gobierno está lleno de inútiles ¿hasta cuándo?”; sin darnos cuenta de que
somos responsables de “los inútiles” elegidos pues son ellos los que llenan el
Estado de “inútiles partidarios”. ¡Somos Gobierno!

• “El gobierno es totalitario y gobierna sin consensos”; sin darnos cuenta de que
quizás, quizá, seamos también algo totalitarios y tengamos el gobierno que
nos merecemos ¡Somos Gobierno!

• “Yo participo para defender mis derechos”; sin darnos cuenta de que la parti-
cipación presupone responsabilidades hacia los derechos de todos por sobre los
derechos de cada uno ¡Somos Ciudadanos!

• “Hay que participar en las próximas elecciones para castigar con el voto a los inep-
tos de siempre que nos gobiernan”; sin darnos cuenta de que la participación
presupone –más allá del voto cada tanto- estar atentos constantemente para
evitar que “los ineptos” se sigan saliendo con la suya ¡Somos Ciudadanos!

• “La naturaleza sabe cómo resolver nuestros desbordes y el tremendo impacto nega-
tivo que nuestra civilización le provoca. No va a pasar nada”; sin darnos cuen-
ta de que la naturaleza responde a patrones, ciclos y procesos naturales que
dependen de leyes que escapan a nuestros designios y deseos. Deberíamos
saberlo pues ¡Somos Naturaleza!

42 • Fernando G. Bertona
• “El cambio global es un invento de corporaciones que pretenden lucrar con nuestro
temor”; sin embargo cada vez sufrimos con mayor frecuencia e intensidad, los
desbordes de nuestra Madre Natura; ¡Somos Naturaleza! (aunque cada día
nos distanciemos un poco más de ella).

• “La biodiversidad del planeta es tan grande que especies más o menos, no va a
alterar el equilibrio de la biosfera”; aunque el aletear de una mariposa en Asia
pueda provocar un huracán en el Caribe; es que ¿podemos ser “Naturaleza” y
a la vez ser necios?

• “Yo tengo el derecho de hacer lo que quiera, para eso estamos en democracia”, sin
advertir muchas veces que “lo que quiero” sumado a la propia cuota de igno-
rancia puede significar destrucción, desequilibrio, desborde, muerte. ¡Somos
Ambiente!

• “Si el Gobierno no controla, no es mi problema”, sin darnos cuenta de que sí es


nuestro problema, pues estúpidas decisiones de “arriba” provocan estúpidas y
evitables consecuencias “abajo”. ¡Somos Ambiente!

• “Además, si no lo hago yo, el negocio lo hace otro ¿A quién le importa?”, sin prever
que algunos jugosos negocios provocan tanto daño en el orden natural y social
que definitivamente a todos nos debería importar. ¿Somos corruptos?

Detrás de estas aseveraciones y otras muchas, se esconde un viejo prejuicio, aquel


que supone que los derechos individuales están por sobre las responsabilidades indivi-
duales y por encima de los derechos de los demás, en el marco de ámbitos tan extensos
y complejos de la realidad como lo son Natura, Cultura, Estado y Ambiente (ver
Dominios de realidad, cap. 6.2.).
Despejar tal suposición es quizás el inicio de un camino que podría conducirnos
a un estado de mayor y más inteligente participación.

#Participación Inteligente • 43
2.6. Cambios de paradigma y tendencias

Alguien dijo que para conocer el futuro es necesario estar atentos a las tenden-
cias. Interesante observación, ya que una tendencia no es ni más ni menos que una
corriente de pensamiento que, dentro de un determinado ámbito, marca una nueva
posición que luego va siendo aceptada (o no) por los demás.
Las tendencias aparecen cuando en algún sector de la actividad humana alguien
provoca un cambio drástico en las reglas de juego tradicionales o en las formas de
hacer las cosas. Esta situación, esta modificación de las reglas o las formas, es lo que
luego puede transformarse en un cambio paradigmático si se consolida.
Las tendencias no reemplazan a los paradigmas vigentes; las tendencias solo mar-
can orientaciones preferenciales de determinados sectores de la sociedad (Estado,
gobierno, industria, comercio, organizaciones civiles, etc.) frente a determinados
temas.
Lo que sí aparece como cierto es que cuando las tendencias se afirman y son
aceptadas, los viejos paradigmas son reemplazados por unos nuevos, lo cual significa
que debemos empezar a prepararnos para jugar un nuevo juego.
Esto es muy importante a nivel humano, pues estos cambios paradigmáticos
nos obligan a aprender nuevas formas de hacer las cosas y muchas veces no estamos
con deseos de abandonar aquellas formas vigentes que continúan dándonos bue-
nos resultados. A su vez estos cambios suelen generar sentimientos de angustia, de
temporalidad, de incertidumbre, ya que nos sentimos obligados, compulsivamente
obligados muchas veces, a tener que cambiar sin motivos reales aparentes.
Hoy nos estamos enfrentando –casi sin darnos cuenta- a cambios drásticos en la
vida de los pueblos los cuales están definiendo tendencias que aparecen como muy
firmes y que debemos considerar atentamente. Esta consideración nos permitiría
ubicarnos frente al futuro inmediato, pues lo que aparece como necesario es explorar

44 • Fernando G. Bertona
la realidad actual para poder planificar nuestro futuro, evitando así que otros lo ha-
gan por nosotros, lo cual sería, además de impropio, absolutamente inconveniente.
Anotamos a continuación algunos hechos globales que han ido modificando las
perspectivas de la ciudadanía, provocando a su vez, una serie de cambios paradig-
máticos frente a los cuales, principalmente desde el Estado, deberían analizarse para
actualizar miradas, reformular comportamientos y poner en marcha programas es-
tratégicos apropiados.

Algunos hechos:

• El efecto invernadero, el calentamiento global y el cambio climático global pro-


vocando una serie de modificaciones en los procesos naturales que afectan di-
rectamente nuestras vidas (aumento del nivel del mar, olas de calor, tormentas
muy intensas, sequías, especies en extinción, enfermedades, desaparición de
glaciares, destrucción de ecosistemas, etc.)

• El hambre, la insalubridad, la pobreza, la inseguridad, que asola a una buena


parte de la humanidad, sin que se perciban decisiones políticas firmes para
eliminarlos (o por lo menos disminuirlos significativamente).

• La guerra global, la guerra preventiva, el avance del terrorismo y la degradación


de los derechos civiles fundamentales (migraciones por guerras, refugiados,
degradación humana, etc.)

• El avance, profundo y persistente, de la droga y el narcotráfico en la sociedad


con sus consecuencias de degradación, dolor y muerte.

• La desprotección efectiva de muchos de los recursos naturales no renovables (mi-


nería, metales, petróleo, gas) y renovables (agua dulce, madera, biodiversidad,
energía hidráulica, etc.).

#Participación Inteligente • 45
• La destrucción de la lógica sistémica sobre la que se construyó el Estado en
donde se han invertido las relaciones obligaciones/derechos, derechos ciu-
dadanos/derechos corporativos y derechos colectivos/ derechos individuales.

• El crecimiento constante y progresivo de los gastos en Salud Pública por pro-


cesos crecientes de especulación financiera y corrupción política, lo cual podría
disminuirse sustancialmente mediante decencia y transparencia.

• La pérdida progresiva de la fe púbica de una buena parte de las ciudadanías,


por la creciente divergencia entre los anhelos ciudadanos y los logros de las
políticas gubernamentales que se aplican.

• Corrupción sostenida desde los espacios de poder y, por sobre todas las cosas,
la escandalosa impunidad existente.

Algunos cambios:

• La movilización ciudadana demandando una más directa participación demo-


crática a través de nuevos partidos políticos (caso Podemos en España, caso
SYRIZA en Grecia, etc.) o directamente reclamando su independencia como
el caso de Cataluña (España), Escocia (Reino Unido) o Carolina del Norte,
Carolina del Sur, Georgia, Florida, Alabama, Louisiana, Texas, Tennessee
(Estados Unidos).

• Las redes sociales, como consecuencia del avance tecnológico y de la integración


de Internet y las TIC’s (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones).
La pérdida de intimidad (todo se sube a la red) con la consecuente disminu-
ción de la seguridad.

• Las migraciones internas desde las grandes urbes hacia lugares más pequeños
y cercanos a la naturaleza. Junto a esto el desarrollo creciente del urbanismo

46 • Fernando G. Bertona
sostenible (Ecourbanismo) que viene modificando lentamente los paradigmas
urbanos tradicionales.

• La defensa creciente de la Naturaleza cuando ésta se ve amenazada por activi-


dades humanas como la Minería, la construcción de diques y embalses, el pe-
tróleo, la obra pública en zonas vírgenes, la industria pesada, algunos deportes
como carreras de todo tipo de vehículos a “campo traviesa”, etc.

• Las demandas ciudadanas… que desarrollamos en el próximo punto.


Todos estos cambios han fijado nuevos límites, han generado nuevas reglas de
juego y obligan al esfuerzo de tener que adecuarse inteligentemente a algunas de
ellas, mientras que por otro lado, es necesario desarrollar políticas estratégicas para
contrarrestar o eliminar definitivamente a otras. ¡Es todo un desafío!

2.7. ¿Cuáles son las demandas ciudadanas?

Si bien es cierto que “la ciudadanía” como unidad de pensamiento, de percepción


y de acción no existe, pues solo existen ciudadanos o grupos afines de ciudadanos
con diferentes actitudes y posiciones, también es cierto que para simplificar y lograr
una síntesis lo más objetiva posible, es conveniente hacer algunas presunciones so-
bre la base de miradas personales.
En el punto anterior citamos, al hablar de cambios de paradigmas, el fenóme-
no creciente de movilización social que se está produciendo en el mundo, sobre todo
en el mundo occidental. También observamos nuestra realidad cotidiana, en esta
Argentina dividida, en donde a pesar de que se hace muy difícil obtener alguna con-
clusión cierta, no se hace imposible rescatar algunos sentimientos que se perciben a
diario en el ciudadano común o al menos en una parte de ellos.

#Participación Inteligente • 47
Queremos sintetizar esta percepción en los siguientes puntos que consideramos
demandas ciudadanas vigentes -ya sea en el orden nacional, provincial o municipal-
y que escapan a posiciones partidarias o a miradas electoralistas.
Una síntesis de las demandas podría resumirse así:
Que los gobiernos abran sus ojos, sus oídos y su sensibilidad (a la vez que cierren
un poco sus bocas) para ver, para escuchar y para percibir la situación real de la
gente, actuando en consecuencia y con prontitud. Se demanda una acción efectiva
silenciosa que reemplace la inútil y ruidosa inacción vigente respecto de tantas res-
ponsabilidades abandonadas por los Gobiernos.
Esto se manifiesta como unas profundas ansias…

• …de justicia, en donde se cumpla aquello de que “el que las hace las paga”; y
en donde los delitos cometidos por funcionarios y socios del poder no prescri-
ban; en donde la justicia tenga un “ojo vigilante” para que el delito no pueda
avanzar. Impunidad “cero”.

• …de respeto, como persona y como ciudadano, independiente de las condi-


ciones raciales, de género, de credo, de estatus, de nacionalidad y de cualquier
otra variable social que pudiera servir para discriminar a una persona.

• …de disponer de información veraz -lo cual supone contar con sistemas tras-
parentes de gestión de la información- y de participación efectiva, en donde se
puedan ir acrecentando las coincidencias entre voluntad ciudadana y decisio-
nes gubernamentales.

• …de vivir en un ambiente sano, sabiendo que lo ambiental es un hecho hu-


mano y que, como tal, depende absolutamente de los comportamientos y
conductas individuales, tanto de ciudadanos como de funcionarios.

48 • Fernando G. Bertona
FIGURA 1 – Alternativas de acción frente al prejuicio

#Participación Inteligente • 49
2.8. Refrescar el gobierno. Actualizar la
democracia

¿Cómo lograr esto? ¿Cómo avanzar? ¿Qué decisiones tomar? Refrescar el gobierno
es una punta del ovillo; la otra podría ser actualizar la democracia. O quizás actuali-
zar la democracia permita refrescar el gobierno.
Actualizar la democracia supone resignificar la misma, es decir volver a construir
nuevamente la idea de aquello que representa, ya que -por estar sumergidos en un
mundo semántico- nuestras decisiones se ven influidas por el significado que le da-
mos a las cosas. Si el actual significado que le damos a democracia está “viciado” de
inconsistencias, y es incapaz de motivarnos para que se satisfagan los fines de la Ley
Fundamental sobre la cual fue justificada, entonces quizás cambiando el significado
podamos recomponer nuestras relaciones entre ciudadanos como asimismo entre
ciudadanos y Estado.
Hace un tiempo, descubrí una foto de Karl Popper en la cual aparecía impresa
una frase que se le atribuye y que, en solo diez palabras, nos muestra una potente
síntesis que a manera de clave maestra nos permite cumplir con ese objetivo de
resignificar la democracia. Tal expresión dice: La democracia consiste en poner bajo
control al poder político8.
Decíamos que dentro de los factores generadores de los actuales cambios emer-
gentes a nivel global, el que parece llevarse el primer premio es la indignación de
la gente, consecuencia de un estado social cuyo atributo principal pareciera ser la
injusticia y marcado por la impotencia ciudadana, la frustración y la violencia social.
La gente lo percibe y ya no se calla, lo expresa. Y está muy bien. ¿Qué hacer sino?
Y tiene que quedar claro que no estamos hablando de países con regímenes tota-
litarios, dictatoriales o sanguinarios, sino de países con sistemas democráticos con-
solidados; naciones cercanas en costumbres e historia a nuestra propia idiosincrasia.

8 - Frase incluida en su libro “La sociedad abierta y sus enemigos”.

50 • Fernando G. Bertona
La injusticia siempre afecta negativamente los sentimientos de la gente (el senti-
do de justicia, pareciera ser el más afinado y sensible de todos los sentidos humanos,
aunque la ciencia aún no lo haya entendido así). El vecino, aunque parezca estar
concentrado en sus cosas diarias (familia, trabajo, amigos, futbol, etc.) y deja en
manos de “el poder” las cosas del Estado, no deja de estar atento, bien atento, a todo
aquello que le quita o le agrega valor y calidad a su vida. Y tiene muy claro quién o
quiénes son los responsables.
En esto, los políticos parecen vivir auto-engañados pues la ciudadanía, por más
simple que sea en sus manifestaciones vitales, tiene una inteligencia y una capacidad
de diagnóstico que más de un funcionario o político quisiera tener.
Cuando las injusticias dejan de ser casos aislados (los cuales se suelen tolerar
como “excepciones que justifican las reglas”), para convertirse en pilar central de un
sistema, que para colmo se nos dice que es democrático, entonces algo anda mal.
Muy mal.
Y acá es donde retomamos el impacto que genera la frase de Popper, pues sen-
timos que la injusticia es el resultado de un desenfreno creciente y sistemático (no ca-
sual, de naturaleza impune y fuera del marco de la Ley) de aquellos Estados cuyas
instituciones funcionan decididamente mal o digamos perversamente mal, aunque
a través de sus formas -disfrazadas mediante un marketing costosamente confeccio-
nado- pretendan engañarnos, distraernos y adormecernos.
Cuando, por ejemplo, observamos los cruces verbales cotidianos, disparando
“municiones de todo calibre”, entre funcionarios de distintos poderes, entre políti-
cos en campaña de distintos partidos, entre militantes de diferentes orientaciones (y
no hablemos de aquellos “cruces” que llegan a la violencia física), entonces tenemos
evidencia concreta sobre la realidad del poder político. Después, claro está, los po-
líticos suelen justificarse con discursos falaces, “moviendo sus labios” en los medios
y pretendiendo explicar lo inexplicable. Lo obvio no debe explicarse, se ve. Cuando
lo obvio se refiere a desastres provocados o a factores generadores de injusticias, solo
puede ser voluntariamente deformado desde el poder para confundir.

#Participación Inteligente • 51
“La democracia consiste en poner bajo control el poder político”, aparece entonces
como una idea-fuerza que debería orientar nuestros pensamientos. Solamente un
poder político controlado debidamente por instituciones realmente democráticas,
ciudadanas, puede poner un límite al desenfreno, a la corrupción y a la impunidad.
Y ésta debe ser una tarea colectiva, con jerarquía institucional. Nunca personal.
La participación inteligente aparece entonces como la herramienta constitucional
apropiada para ser ejercida en su máxima expresión por la ciudadanía, es decir, con
firme voluntad, con la finalidad de fiscalizar atentamente a los subsistemas de go-
bierno cuyas funciones son controlar, legislar y ejecutar. Y debemos tener en claro
que la participación no termina en el simple acto de votar; es preciso profundizar la
misma a través de una acción más comprometida, aunque la misma nos quite una
buena parte de nuestro tiempo.
Si finalmente vemos que no hay coincidencia entre la voluntad ciudadana y los
resultados de las decisiones del poder, entonces no hay democracia, no hay república,
no hay justicia. Hay solamente especulación, corrupción e impunidad, fuera de todo
control, fuera de toda moral, ajena a toda ética ciudadana.
¿Por dónde empezar para refrescar el Gobierno y actualizar la Democracia? Quizás
la respuesta esté en el diseño de un plan de gobierno sostenible basado en participa-
ción ciudadana y en una firme voluntad política.
*

52 • Fernando G. Bertona
Capítulo 3

3. El amor a “vuelo de pájaro”


“Amor es hacer en mi nombre aquello que nos beneficia.
Hipocresía, hacer en nombre de todos, aquello que me beneficia.”

#Participación Inteligente • 53
3.1. Una consigna

Solamente una visión compartida, sostenida por la inteligencia y las voluntades pro-
pias de los participantes, podrá “salvarnos” de continuar a la deriva y sujetos a los vai-
venes en este “mar” cuyas aguas siguen siendo agitadas ex profeso. Construir una visión
compartida permitirá conectarnos con el sentido de las cosas y descubrir significados
comunes, verdaderos eslabones del conocimiento útil y sustento perdurable del amor.
Pudiendo aceptar entonces con la voluntad aquello que vemos con la inteligencia,
podremos -solo así- construir participación, base indispensable de una sociedad ple-
na en el ejercicio de sus responsabilidades y derechos. Sobre estas bases podremos
avanzar hacia la participación inteligente. No son muchos los secretos del “éxito”, solo
hay que poder reconocerlos y aprender a utilizarlos decidiendo apropiadamente.
Porque aceptar no significa coincidir interiormente con aquello que vemos y en-
tendemos. No, de ninguna manera. Aceptar es tomar conciencia que entre nuestros
anhelos y nuestra realidad cotidiana hay una distancia que salvar. Y esa distancia se
salva justamente con actitudes y capacidades que son atributos propios de la parti-
cipación inteligente, los cuales deberemos desarrollar o fortalecer según corresponda.
Negar la realidad, esconderla, disfrazarla, no aceptarla “tal cual es” (por más oscura
que se nos presente), es mantenerse dentro de un laberinto plagado de temores, con-
fusión e incoherencia que solo sirve para paralizar nuestra acción e interferir nuestro
camino hacia un mundo un poco más luminoso que el actual.
Construir inteligencia –en lo individual y en lo colectivo- requiere de decisio-
nes personales sostenidas por un marco propositivo, con oportunidades atractivas
y posibilidades ciertas de realización. Las soluciones colectivas aparecen finalmente
como sinergias entre individuos que han comprendido la necesidad de desarrollar
formas de vida que descansan sobre organizaciones de paz, de cooperación y de pro-
ducción constante, único ámbito válido para descubrir las vocaciones individuales
que nos faciliten un desarrollo progresivo basado en la alegría y el entusiasmo.
Y no nos referimos a una sociedad ingenua, feliz de que le “lluevan repartijas
#Participación Inteligente • 55
iguales para esfuerzos diferentes”, sino de una sociedad consciente en donde –en
caso que fuera necesario- aceptemos renunciar a aquello que nos pudiera correspon-
der para ir equilibrando viejas y desvencijadas balanzas sociales de políticas perver-
sas, frutos de injusticias sostenidas en el tiempo, que son las verdaderas causantes de
tanto dolor y sufrimiento. Porque hablar de “repartijas iguales” presupone la exis-
tencia de colectivos desplazados de los beneficios mínimos de una vida participante,
lo cual es absolutamente injusto y como tal, inaceptable. De igual manera, los “es-
fuerzos diferentes” suponen una sobrecarga en aquellos sectores de trabajadores no
precisamente excedidos en riquezas o poder. Las luchas entre peones es un viejo truco
del poder vigente para distraer atenciones, inteligencias y voluntades. Al final, las
balanzas siguen inclinadas hacia el mismo lado de siempre.
La decisión de estar dispuesto a pequeñas renuncias en lo individual para poder
construir espacios de participación sostenibles, se debe fundar necesariamente en la
comprensión y la voluntad, pues solo a través de la inteligencia (para ver más allá de
las apariencias) y de la voluntad (para decidir con coherencia respecto de aquello que
vemos) es posible “recomponer” nuestras conductas, única manera de hacer progre-
sar y sostener una dinámica político-social que podamos asignarle el calificativo de
gobernable.
Y decimos construir inteligencia pues creemos necesario entender profundamen-
te el significado de lo que denominamos participación inteligente, activa, atenta,
solidaria. Porque creemos que ésta se construye a partir de la comprensión progre-
siva del funcionamiento de lo cotidiano, ya que solamente intentando entender en
amplitud y en profundidad, es posible aceptar la práctica del respeto hacia nosotros
mismos y hacia los demás.
Paz, inteligencia, respeto, son indispensables para que emerjan en la sociedad
sentimientos que bien podríamos identificar como amor, en su más amplio y pro-
fundo sentido, pues solo el amor puede despejar tanta estupidez, tanta desdicha
y tanto sufrimiento en búsqueda de fantasías ideológicas que nos han conducido
hacia lugares estériles.
Generar nuevos hábitos sociales, basados en el aprendizaje y el manejo cotidiano
de conocimiento útil, será la base. Algunas personas parecieran creer todavía que se
nace inteligente o se nace estúpido. En absoluto. Las prácticas sostenidas de conductas
56 • Fernando G. Bertona
inapropiadas, basadas en infinidad de prejuicios, son las que generan conductas es-
túpidas. Como así mismo, las prácticas sostenidas de conductas apropiadas, basadas
en el conocimiento de las cosas, son las que generan conductas inteligentes.
No son las personas, estúpidas o inteligentes. Estos adjetivos, en caso que resul-
taren apropiados, deben ser utilizados para calificar conductas, comportamientos, que
-de resultar caprichosos, especulativos, ambiciosos, basados en la creencia que los
derechos individuales son absolutos y las obligaciones relativas- serán justicieramen-
te denominados estúpidos y -en caso de ser respetuosos, prudentes, desinteresados,
solidarios- podrán ser, de manera semejante, denominados inteligentes.
Practicar la estupidez solo conduce a la locura. Esta es una fórmula comprobada.
Practicar la inteligencia, es el principio para garantizar una vida más plena -no exen-
ta, de ninguna manera, de esfuerzos y sacrificios- pero plena al fin. Hemos perdido,
como sociedad, la conciencia del deber y el respeto a las obligaciones. Se suele con-
fundir el deber, el respeto, con servilismo, con falta de personalidad, con debilidad,
con la falta de viveza propia del astuto. Craso e interesado error de los generadores de
confusión que solo pretenden desviar la atención de aquellas cosas verdaderamente
importantes.
Porque, lo verdaderamente importante es conocer, es construir, es comunicar, es
participar. Y debiéramos comprender que la participación requiere de conocimien-
tos para sumar en vez de interferir, y de capacidades para construir soluciones y
restar “interferencias”.
La actual brecha entre la sociedad actual y la anhelada, como personas respon-
sables que somos o que podemos lograr ser, no se despeja con simples y repetidas
expresiones de anhelo propaladas a los cuatro vientos. La actual brecha se resuelve
con conductas apropiadas, lo cual supone asumir actitudes proactivas para desarro-
llarnos progresivamente, permitiéndonos a su vez darnos cuenta que la participa-
ción inteligente –fruto del amor- es el destino común del humano para poder construir
un mundo sostenible a partir del conocimiento y respeto de aquellos significados que son
sostén de la biodiversidad en este Planeta Azul.

#Participación Inteligente • 57
3.2. Amor, miedos y realidades

Para poder construir un mundo sostenible, es necesario reconocer que el amor es


a la vida de las personas lo que la fuerza de gravedad es al universo. Sin gravedad no
hay posibilidad alguna de una convergencia que permita coincidir en un encuentro
constructivo, duradero, posible. Sin amor, las cosas terminan disolviéndose en una
niebla que todo lo envuelve (recuerdos, sensaciones, fantasías) y que termina disi-
pándose en una especie de “nada” absolutamente pueril.
El universo -según la ciencia, la reflexión filosófica y una mirada renovada de al-
gunas religiones- pareciera funcionar sumando energía, información y organización
al caótico desorden material, creando espacios de vida protegidos por el “amor gra-
vitatorio”, recuperando lo útil y descartando “lo inservible”, lo cual reutiliza como
materia prima para construir más inteligencia y más estabilidad a largo plazo. Se
utiliza para construir todo aquello que aparece como más “permeable” a ese senti-
miento llamado amor, a esa energía que es el amor, mágica palabra que hemos ido
desprestigiando, mezclándola y confundiéndola con un quehacer físico que, en el
mejor de los casos, llega a ser una parte importante del amor, porque lo único que
parece capaz de sostener algo, en este mundo fragmentado y cada vez más relativi-
zado, es justamente este sentimiento.
El amor es una estupidez, reza como mensaje subliminal en el centro del para-
digma beligerativo vigente, dentro del cual parece desarrollarse una buena parte
de la vida planetaria; sobre todo en el terreno de la política, de la economía, de las
finanzas y de todas aquellas decisiones determinantes para el futuro de las personas
y los pueblos.
Sostener un estado de ignorancia disfrazada de información (con la confusión
progresiva resultante), están justamente en la base de esta visión, en la cual un
darwinismo social nunca reconocido pero sí muy activo, es la trituradora que va
despejando a “los inútiles” del sistema para crear más y más espacios de especula-

58 • Fernando G. Bertona
ción, de consumo y de divertimento. El negocio oportuno ha reemplazado al servi-
cio desinteresado. El deseo ha reemplazado al amor, en una fiesta interminable de
los sentidos, desalojándolo así del centro del sistema en donde debiera estar como
justo sostén del mismo. Aunque –por un antiguo y oculto respeto al concepto- se
lo ha dejado sobrevivir, aunque acorralado, en “los rincones” de las esferas familiar,
filosófica, religiosa y artística.
El amor como concepto central de la política (organizadora de la vida social),
debe ser retomado y puesto en su lugar, si es que se desea hacer cierto aquel tan
declamado desarrollo sustentable. De nosotros depende el sumarnos a esta nueva
dinámica o quedarnos inmovilizados en nuestros propios temores y miedos, gene-
radores de prejuicios que solo sirven para interferir en el normal desarrollo de una
vida plena.
Perder el miedo a la realidad pareciera ser la regla de oro. Poderosa, vital, libera-
dora. Emerge como la forma más efectiva para acceder a una categoría superior del
saber, fuente única de amor y de inteligente poder, atributos verdaderos de una vida
constructiva, sostenible, cierta.

3.3. Una obra de gobierno sostenible ¿qué


requiere?

Podría pensarse que encarar un tema tan complejo como el diseño de un plan
de gobierno sostenible, debe ser abordado por organizaciones académicas, centros
de investigación, grupos de estudio reconocidos orientados a temas de corte políti-
co-social-económico o los propios partidos políticos y gobiernos, los cuales dispo-
nen de suficientes recursos y experiencia para el logro de tal fin.
#Participación Inteligente • 59
Esta mirada tiene mucha lógica. Aunque pensamos que hay otras perspectivas.

• “Nunca subestimes el poder de unos pocos individuos comprometidos a cambiar el


mundo. De hecho, es lo único que siempre ha sucedido” (Margaret Mead, antro-
póloga social, 1901-1978)9.

• “Una visión sin acción no pasa de ser un sueño. Acción sin visión sólo es un pa-
satiempo. Pero una visión con acción puede cambiar el mundo” (Joel Barker,
escritor, futurólogo)10.
Nosotros sostenemos que un obra o plan de esta naturaleza debe surgir, no tanto
de “las cabezas” de gente con conocimiento político y experiencia de gobierno (lo
cual no lo invalida si así fuere), sino más bien de “el corazón” de aquella ciudadanía
que siente que ya es suficiente el tiempo que se “ha otorgado” al viejo paradigma
beligerativo vigente para dar soluciones y refrescar la realidad político-social que se
vive, habiendo debido producir hechos concretos para satisfacer, progresar, mejorar
y sostener las legítimas aspiraciones de la gente. El tiempo, como todo recurso, tiene
límites.
Creemos, por lo tanto, que –en este tiempo de descuento que vivimos- no hacen
falta demasiadas cosas. Sí hace falta que, lo “poco necesario que aparezca”, tenga una
apropiada orientación hacia un fin común, sea de calidad en lo esencial, tenga pre-
cisión en sus definiciones, sea transparente en sus formas y actos, demuestre inteli-
gencia, esté dotado de coherencia, no le tenga miedo a las auditorías y sea sostenido
por gente con voluntad de servir.
Una obra de esta naturaleza, es relativamente barata pues se descartan desde su
inicio muchos vicios caros a la pseudodemocracia (“caros” de queridos) y caros a la
democracia (de costosos).
Una obra así debería tener una “forma triangular” y contener una finalidad co-
mún, una idea y unas definiciones sobre qué logros se esperan (FIGURA 2). Si este

9 - Fuente: http://www.isss.org
10 - Fuente: video “El poder de una visión” (BAKER, Joel A.)

60 • Fernando G. Bertona
marco se diseña sólidamente y se lo defiende, lo demás viene solo. Concentrarse en
lo esencial, no es difícil. Solo hay que tener algo de disciplina, la mirada en el hori-
zonte, los pies en el presente, un compromiso constante y una atención pronta para
ir decidiendo inteligentemente a lo largo del camino.
Ya Martin Fierro, cuando da consejos a sus hijos, les dice:
“Hay hombres que de su cencia
Tienen la cabeza llena;
Hay sabios de todas menas,
Mas digo, sin ser muy ducho:
Es mejor que aprender mucho
El aprender cosas buenas”

“Poco pero bueno” permite una marcha más liviana, una mejor concentración en
el propósito, un mejor control de las acciones y una mayor posibilidad de disfrutar
del “paisaje”. Mucha carga, no solo cansa y desgasta, sino que desmotiva y facilita
el abandono.
Dijimos una forma triangular. Veamos:

• ¿Cuál finalidad común? construir participación inteligente, a partir del de-


sarrollo y sustento de las funciones que la conforman (se describen en el
Capítulo 6 – La participación inteligente).

• ¿Cuál Idea? diseñar un marco que –siendo respetuoso del espíritu de la Ley
Fundamental, considerando las tendencias globales observables y las legítimas
demandas ciudadanas que se perciben- promueva el acercamiento de la ciu-
dadanía a una comprensión progresiva de los distintos aspectos de la realidad,
facilitando a su vez el desarrollo de una capacidad de innovación creativa que
construya sostenibilidad y sinergia económica-social. En síntesis, un marco
que fortalezca las voluntades y la inteligencia para perder el miedo a la realidad
y acciones innovadoras.

#Participación Inteligente • 61
FIGURA 2– Componentes de una obra de gobierno sostenible.

Elaborado sobre el modelo FIC (Capítulo 4 - Los modelos)

• ¿Cuáles logros? construir un Estado Viviente cuya visión sea superadora, de-
safiante, inclusiva y motivadora, para que los esfuerzos necesarios de realizar
sean “pagados” con creces por los logros obtenidos.

“Lo imposible solo tarda un poco más” (Anónimo)

62 • Fernando G. Bertona
Capítulo 4

4. Los Modelos
“Los modelos son siempre aproximaciones
y nos permiten explorar y reflexionar,
muy pocas veces determinar.”

#Participación Inteligente • 63
4.1. Conceptos

4.1.1. Qué es un modelo

Entramos ahora al mundo de lo metodológico-tecnológico y a una de sus herra-


mientas más utilizadas: los modelos.
Podríamos afinar ahora el concepto descripto en el capítulo 2, diciendo que los
modelos son artificios desarrollados por el hombre para simplificar la complejidad.
Debido a que la realidad se suele presentar a veces inaccesible, los modelos nos per-
miten simplificarla para entenderla mejor.
Los hay de diferentes naturalezas y usos. Están en las bellas artes y la moda (como
guías de inspiración para nuevas obras), en las ciencias (para representar de forma
abstracta fenómenos o sistemas), en la economía (como herramienta conceptual o
metodológica de procesos o fenómenos económicos), en la ingeniería y tecnología
(para representa y analizar procesos entre sistemas diversos con complejas interac-
ciones), en los sistemas de información (por ejemplo para analizar y representar los
datos/relaciones de una organización, etc.).
Debido a la multiplicidad de modelos existentes, las variaciones en sus definicio-
nes son también diversas, aunque todos, a pesar de ello, guardan en común la idea
de representación visual de algo, de patrón a imitar o de perspectiva integral.
De todas las acepciones disponibles, tomamos dos de ellas como convenientes
para nuestro propósito. Una dice, un modelo es una representación de la realidad o
de algún aspecto de ella. La otra, un modelo es una abstracción teórica del mundo real.
Ambas definiciones, creemos que son buenas por lo sintéticas, lo compactas y lo
representativas de casi todas las demás.

#Participación Inteligente • 65
Si decimos que un modelo sirve para representar algún aspecto de la realidad,
esta representación nos debe permitir luego, realizar algún tipo de análisis sobre ella,
sobre sus componentes, sus relaciones, interacciones, sus desventajas o capacidades
emergentes, etc. Inclusive muchos modelos permiten realizar simulaciones sobre el
funcionamiento de los mismos a diversas escalas con la posibilidad de realizar ajustes
sobre los sistemas reales.

4.1.2. Su utilidad

Básicamente la utilidad de los modelos son dos:

• Primero, reducir la complejidad que esconde la realidad, facilitando la visión


de las características más importantes de lo observado (un objeto, un proce-
so, un sistema, etc.) despejando los detalles menores que pudieran desviar la
atención.

• Segundo, permitir la elaboración de predicciones concretas, que de otra ma-


nera podrían ser falseadas. Así, los modelos son orientadores de las investi-
gaciones o estudios en alguna dirección de interés, proponiendo caminos o
conceptos más apropiados de seguir.

4.1.3. Tipos de modelos

Chamizo Guerrero (2010, p.13), clasifica los modelos en tres tipos:


• De acuerdo a la analogía, pueden ser: mentales, materiales o matemáticos (se
entiende por analogía aquel conjunto de rasgos o propiedades que se saben
similares entre el modelo y el objeto en cuestión.
66 • Fernando G. Bertona
• De acuerdo a la porción del mundo que representan: pueden ser: objetos, fenó-
menos o sistemas.

• De acuerdo al contexto, pueden ser: didácticos o científicos.


Nosotros agregamos a esta lista un cuarto tipo, que denominamos geométricos (o
geométrico-visuales) con la idea de especificar el tipo de modelo que utilizamos en
este trabajo el cual, por incluir características de los tres citados, necesitamos dife-
renciarlos; así son analógicos, pues operan con conceptos; de acuerdo a la porción
del mundo que representan, permiten modelar objetos, fenómenos o sistemas y son,
fundamentalmente, de finalidad didáctica.
Los modelos geométricos tienen como característica principal el utilizar determi-
nadas formas geométricas para representar objetos, sistemas o fenómenos de la rea-
lidad, permitiendo, además de una modelación de naturaleza isomórfica y fractal,
realizar una simulación manual para corroborar relaciones lógicas entre componen-
tes como asimismo evaluar su consistencia.
Todos los modelos parten de una serie de supuestos, explícitos o implícitos. Es
importante considerar minuciosamente cada uno de los supuestos de estos modelos
(y de cualquier otro), pues de ello dependerá el buen o mal ajuste del modelo al
mundo real.
En este caso en particular, queremos recuperar como utilidad de estos modelos,
la posibilidad de visualizar, de mostrar conceptos, relaciones y funciones que permiten
construir conocimiento sobre los distintos dominios de realidad dentro de los que
vivimos, como así también construir soluciones desde lo teórico que puedan resolver
problemas específicos.
A su vez, y para finalizar, es importante considerar los atributos de los modelos
aquí presentados, pues ellos expresan con claridad su potencia.

#Participación Inteligente • 67
4.1.4. Atributos y ventajas de los modelos

Los modelos MR3, FIC-10, OMI-10 y MGS, desarrollados en el siguiente pun-


to, presentan algunos de los siguientes atributos: simplicidad, isomorfismo, fractali-
dad, integralidad, conmutabilidad y retroalimentación.

• Simplicidad (MR3, FIC-10, OMI-10 y MGS): consiste en presentar una


estructura formada por componentes geométricos simples (como puntos, lí-
neas, círculos, triángulos equiláteros).
Ventajas: se facilita una mirada integral sobre el sistema observado; así mismo
permite el análisis de componentes y relaciones a la vez que, por acotar la
cantidad y posición de éstos dentro de la estructura, mejora la memorización
de componentes y significados.

• Isomorfismo (FIC-10, OMI-10 y MGS): consiste en utilizar las mismas es-


tructuras geométricas para representar distintos sistemas, manteniendo equi-
valencia entre sus relaciones conceptuales, ubicaciones y significados.
Ventajas: los sistemas isomorfos facilitan la transferencia de conocimientos
entre campos de estudio diferentes, fortalecen la unidad conceptual y mejora
la comunicación entre personas permitiendo el intercambio de conocimien-
tos. A su vez, por posibilitar la correspondencia entre sistemas diferentes, fa-
cilita la construcción de reglas que puedan ser válidas en distintos sistemas.

• Fractalidad (FIC-10, OMI-10 y MGS): consiste en mostrar autosemejanza,


es decir la propiedad que consiste en que el todo es semejante a cada una de sus
partes. En el caso FIC-10, debido al uso de triángulos equiláteros inscritos fue
posible definir una estructura fractal semejante a la mostrada en la FIGURA
311,. En el caso MGS (FIGURA 4), la fractalidad se consigue a partir de una

11 - Fractal construido a partir de la Punta de Flecha de Sierpinski, p. 203, capítulo 14,


MANDELBROT B. (1997).

68 • Fernando G. Bertona
estructura de tipo circular con un círculo central y otros a su alrededor, círcu-
los éstos que a su vez se conforman de la misma manera.
Ventajas: muestran las mismas relaciones a distintas escalas de observación,
por lo que cualquier modelo no modificará jamás sus relaciones por más mo-
dificaciones que hagamos en sus tamaños (efecto zoom sin pérdida de calidad
de significados).

FIGURA 3 – Fractalidad triangular

FIGURA 4 – Fractalidad esférica o circular

• Integralidad (MR3, FIC-10, OMI-10 y MGS): nos referimos con este tér-
mino a la posibilidad que brindan estos modelos de efectuar un abordaje
cognitivo integrado utilizando alternativamente ambos hemisferios cerebra-
les, el uno de tipo intelectual, lineal, analítico, secuencial, objetivo, propia del
hemisferio izquierdo y el otro de tipo intuitivo, no lineal, holístico, múltiple,
subjetivo, propio del hemisferio derecho. Recordemos –por ejemplo- que en
el modelo FIC-10 vemos (con el hemisferio derecho) “una unidad” que se ha

#Participación Inteligente • 69
desplegado en “diez partes”, situación que podremos racionalizar y analizar12
(con el hemisferio izquierdo).
Ventajas: permite un aprendizaje más completo y una visión más integral a
partir de permitir la utilización combinada de ambos hemisferios del cerebro.

• Retroalimentación (FIC-10 y OMI-10): presentan distintas formas de lec-


tura e interpretación a través de circuitos específicos que permiten chequear
las salidas de los mismos contra sus entradas y realizar las correcciones que se
crean convenientes.
Ventajas: permite medir la eficacia de los resultados obtenidos efectuando
las correcciones que se consideren oportunas en los distintos procesos que se
realizan.
Con relación a un aspecto no considerado como atributo pero sí como carac-
terística, destacamos el factor tiempo desde el punto de vista de la importancia de
éste en la maduración de estos modelos, pues sus bases conceptuales tienen varias
décadas, tanto de análisis grupal como de reflexión individual, a la vez que han sido
puestos en tensión contra distintos aspectos de la realidad, respondiendo de forma
satisfactoria (solo el tiempo permite pulir las ideas, mejorar los procesos y potenciar
la acción perfeccionando resultados).

12 - “El hemisferio izquierdo analiza en el tiempo, mientras que el hemisferio derecho sintetiza
en el espacio.” LEVY J. (1974, citado por EDWARDS B., 2000, p.66).

70 • Fernando G. Bertona
4.2. Modelos de base y específicos

Los modelos que se presentan a continuación son de dos tipos: los denominados
de base y los específicos. Los primeros, como su nombre indica, son aquellos más
simples a partir de los cuales se construyen los otros. Son los “ladrillos” o unidades
constructivas de los más complejos, los modelos específicos.
Es importante considerar que la lógica conceptual de los modelos de base, son
transmitidos como herencia a los modelos específicos, como así mismo sus atributos.

4.2.1. Modelo Realidad (MR3) – De base

Sabiendo las dificultades que suelen surgir al tratar el tema de la realidad, descri-
bimos este modelo partiendo de unos pocos conceptos que permiten desarrollar la
idea central, intentando despejar, en la medida de lo posible, consideraciones adi-
cionales que pudieran actuar como obstáculos a la lógica de la descripción general.
La importancia de lo que llamamos modelo realidad, radica en que actúa como
fundamento de aquellos que se presentan a continuación (FIC, OMI, FIC-10 y
MGS), pues éstos se asientan sobre los conceptos incluidos en aquel.
Finalmente, para no desviarnos del tema “modelos” pero a la vez, no dejar fue-
ra detalles o consideraciones que puedan resultar de interés sobre el análisis de la
realidad, en el Capítulo 9, se han incluido temas complementarios: Realidad e ima-
ginario popular, La importancia de la realidad y El acceso a la realidad, los cuales su-
gerimos leer (antes de continuar) pues agregan valor y significado a nuestro modelo.
Vamos ahora a la descripción del modelo.

#Participación Inteligente • 71
Una naturaleza triple
Consideramos a la realidad como un concepto conformado por tres compo-
nentes que se manifiestan de manera unitaria. Una cosa, un objeto, un sistema,
una imagen, una persona, una organización, etc. aparecen a primera vista, como
unidades.
Estas unidades están conformadas por componentes, cada uno de los cuales
cumple una función específica las que otorgan a su vez coherencia al conjunto.
Esta trilogía, independientemente de cómo la representemos, mantiene una esencia
sistémica.
La realidad es un concepto que podemos relacionar con los fractales, estructuras
geométricas13 cuya propiedad central, según dijimos, es la autosemejanza, posibili-
dad de expresar o mostrar lo mismo en diferentes escalas; es decir que esta estructura
triple que asignamos a la realidad se repite de manera isomorfa (con igual forma)
sin alterar sus relaciones y significaciones, por lo que siempre expresará lo esencial
de aquello que intenta mostrar y sin perder el más mínimo detalle de sus atributos
o propiedades.
Dada esta naturaleza triple apelaremos al uso de triángulos equiláteros para ex-
presar aquello que queremos significar (recordemos que la idea es disponer de un
modelo simple que nos permita relacionar las partes con el todo). Agreguemos tam-
bién que el triángulo lo utilizamos en dos posiciones diferentes; una en la cual se
asienta sobre uno de sus lados -FIGURA 5a- y la otra en un vértice, FIGURA 5b.
Si observamos las figuras, los principales componentes que aparecen en cada
triángulo son: los vértices, que representan los conceptos o componentes del objeto

13 - MANDELBROT, B. (1997, p.15, p.36, p.68), utiliza el término fractal para referirse a ciertos
conjuntos matemáticos con todas o algunas de las siguientes propiedades: (a) Presentan deta-
lles a todas las escalas, entendiendo por esto que mirados a cualquier nivel de escala (zoom)
manifiestan detalles ya observados a nivel global; (b) Son auto semejantes, es decir, que están
formados por partes que son semejantes al conjunto total; (c) Tienen una descripción algorít-
mica simple, entendiendo por ello que su construcción se basa en un algoritmo sencillo.

72 • Fernando G. Bertona
en cuestión; los lados, que por unir dos vértices, representan la relación existente
entre ambos y el centro, que representa la síntesis de los tres conceptos considerados.
Entonces, los componentes son:
 Los vértices, que representan los componentes (o subsistemas) del sistema
en cuestión;
 Los lados, que por unir dos vértices, representan la relación existente entre
dos de los componentes y
 El centro, que representa la síntesis de los tres componentes considerados.
A su vez los triángulos presentan otros elementos que los conforman (como
alturas, medianas, fronteras, espacio fuera, espacio dentro, etc.) que son de interés
conceptual para este modelo (pues existen significados coherentes para ellos) pero
que dejaremos de lado para evitar una complejidad innecesaria en el análisis.

FIGURA 5a FIGURA 5b

Una naturaleza triple

Los mismos triángulos pero con mayor información (FIGURAS 6a y 6b), mues-
tran los siguientes conceptos:
 Lo abstracto (LA),
 Lo metodológico, (LM)
 Lo concreto (LC).

#Participación Inteligente • 73
Ahora describiremos con mayor detalle a cada vértice:

FIGURA 6a FIGURA 6b

LA (lo abstracto) representa, en sentido amplio, cualquier elemento, objeto o


fenómeno de tipo virtual que pueda ser percibido y considerado por una persona. Se
identifica con aquellas cosas intangibles que son invisibles a los ojos físicos pero pue-
den ser percibidos o vistos por la imaginación, como por ejemplo, un significado,
una necesidad, una idea, una función, una causa, una intención, un sentimiento,
una emoción, un recuerdo, una imagen, etc.
LC (lo concreto) en contraposición, representa todo elemento u objeto de na-
turaleza física, tangible, cuya presencia pueda ser capturada principalmente por la
vista y por extensión, por cualquiera de los sentidos con que cuenta el hombre
(olfato, tacto, oído, gusto). Si bien un aroma, la suavidad, una melodía o un sabor
podríamos decir que no pertenecen al mundo de lo físico de manera directa, sí
consideramos que tienen que ver con los aspectos físicos de la realidad, pues desde
nuestra significación de las cosas son efectivamente “concretos”.
LM (lo metodológico, el puente), representa el nexo entre ambos mundos,
entre lo abstracto y lo concreto, pues aparece como la única manera de conectarlos,
ya sean “yendo” desde lo abstracto hacia lo concreto o desde lo concreto hacia lo
abstracto. Ya analizaremos ambas posibilidades.
Esta conexión solo puede concretarse a través de la tecnología mediante siste-

74 • Fernando G. Bertona
mas de naturalezas distintas. Sea mediante sistemas de base material (denominadas
tecnologías duras, como la Mecánica, Electrónica, la Informática, la Electrotecnia,
la Electrónica, la Tecnología de Alimentos, Agro, Biotecnología, etc.), sea median-
te sistemas de base intangible (denominadas como tecnologías blandas, como por
ejemplo la Educación, la Investigación, la Organización, las Leyes (lo jurídico en
sentido amplio), la Administración, la Contabilidad, el Marketing y la Estadística,
la Psicología de las Relaciones Humanas, el Desarrollo de Software, etc.) o mediante
una combinación de ambos, que es lo que generalmente sucede en la práctica, pues las
tecnologías blandas suelen complementarse y apoyarse en las duras.
A su vez, el concepto de LM, por ser puente –o nexo vinculante- entre dos ám-
bitos tan diferentes, tiene un “pie” en cada uno de ellos, es decir que dispone de una
“porción de sí” tangible (perteneciente a LC) y otra intangible (perteneciente a LA). 
A manera de ejemplo, si nos encontráramos frente a un objeto cualquiera, desco-
nocido por nosotros, ubicado en el ámbito de LC (FIGURA 6a), y deseáramos saber
algo sobre dicho objeto, necesitaríamos disponer de una técnica o un procedimiento
para acceder al entendimiento de qué cosa representa o qué significa dicho objeto
ya que esa información no se encuentra disponible en nuestra visión del objeto, está
más allá de lo físico, de lo tangible (está en el ámbito de LA). Usaríamos en este caso
el paradigma algorítmico o científico14 para acceder a ella. Utilizando este método
(perteneciente a LM) podríamos llegar a descubrir, o por lo menos a acercarnos a su
significado el cual no está visible en el plano de LC. El paradigma algorítmico utiliza
el triángulo de la FIGURA 6a y su circuito se inicia en LC, se dirige a identificar
aspectos de LM para llegar finalmente a LA. Este análisis finaliza cuando realizamos
un análisis de coincidencia entre LC y LA para ver si nuestras conclusiones fueron
acertadas o no (analizaremos en detalle estos procesos en el punto 6.3. Modelo MR3
ampliado).

14 - Si bien a lo largo de todo el texto utilizamos la frase “paradigma algorítmico o científico” en


contraposición al concepto de “paradigma heurístico o de sistemas”, lo hacemos para simplificar
y en el entendimiento de que tal expresión está referida solamente al enfoque tradicional de las
ciencias duras, que son de tipo analítico-mecanicista, en contraposición a lo que denominamos
“paradigma heurístico o de sistemas”, el que corresponde al enfoque de la Teoría General de
Sistemas, siendo los supuestos de uno y otro, aunque ambos científicos, absolutamente opues-
tos (Van GIGCH, 1987, p.60).

#Participación Inteligente • 75
Esta información no visible en un principio pero que a través de un proceso
adecuado de aproximación y estudio podemos recuperar y traer a la luz de nuestro
entendimiento, debemos asumir que de alguna manera se encuentra integrada a
dicho objeto, ya sea en un formato energético o de información.
De la misma manera y en sentido contrario, si para satisfacer una determinada
necesidad, resolver un problema o aprovechar una oportunidad15, elaboramos una
idea a través de la cual pensamos satisfacerla/resolverlo/aprovecharla, deberíamos
poner en marcha un proceso que permita concretar dicha idea para despejar tal
tensión.
En este caso también se requerirá de una determinada metodología para lograrlo
y “llevar” tal idea desde el mundo mental (LA, en el cual se hizo su diseño) hacia
el mundo 3D físico (LC) en donde se concretaría la misma. En este caso se usa el
paradigma heurístico o de sistemas, el cual se ve simplificado en el triángulo de la
FIGURA 6b y su circuito se inicia en LA, pasa por LM y se llega a LC. De igual
manera que el caso anterior, el circuito se cierra con un análisis que permita verificar
si tal concreción ha permitido satisfacer lo planteado en el inicio.
Pareciera no haber otra forma. Hace falta siempre una metodología determinada
-según la naturaleza de la acción a desarrollar- para unir ambos mundos, ya sea en
un sentido o en otro.

Una Síntesis visual


A manera de síntesis, mostramos el modelo a partir de los mismos componentes
aunque utilizando ahora, en vez de triángulos, dos esferas entrelazadas (o círculos, en
el plano 2d) lo cual permite agregar algunas consideraciones de interés (FIGURA
7).
Entonces, cada uno de estos tres ámbitos descriptos puede incluir los siguientes
elementos:
15 - De ahora en adelante solo hablaremos de necesidades ya que entendemos que resolver un
problema o aprovechar una oportunidad, pueden ser también entendidas como tales.

76 • Fernando G. Bertona
FIGURA 7 - Síntesis visual de la realidad (MR3)

Lo abstracto, LA: incluye como dijimos, aspectos intangibles como ideas, sig-
nificados, funciones, fines, etc. Definimos este ámbito como esfera de oportunidades
(EO). La curva de contacto entre la EO y LM (lo metodológico) la denominamos
horizonte de oportunidades, pues es en éste ámbito en donde se conforman las ideas
y proyectos que más tarde –mediante una determinada tecnología- podrán ser con-
vertidos de oportunidades a acontecimientos.
Lo concreto, LC: incluye, según ya adelantáramos, cosas del mundo tangible,
físico en sentido amplio, que pueda ser captada por los sentidos, sin importar su
pertenencia a cualquiera de los dominios de realidad16. Definimos este ámbito como
esfera de acontecimientos (EA). La curva de contacto entre LM (lo metodológico) y la
EA la denominamos horizonte de acontecimientos, pues es en éste ámbito en donde
se concretan efectivamente las ideas y proyectos elaborados en la EO.
Lo metodológico, LM: incluye aspectos metodológicos en su más amplio senti-
do (tecnológicos, técnicos, legales, organizacionales, contables, etc.) que son “puen-

16 - En el punto 6.2. se describen los distintos dominios de realidad que se utilizan como re-
ferencia en estos textos.

#Participación Inteligente • 77
te” entre LA y LC, incluyendo todo tipo de protocolos, procedimientos, mecanis-
mos, reglamentos, leyes, normativas, etc. Conecta las dos esferas y horizontes, tanto
de oportunidades como de acontecimientos. Es importante aclarar que dentro de
este ámbito ubicamos el amplio mundo del sentir, de lo afectivo, de las emociones,
pues son éstos los que tienen la “facultad” de “aceptar, bloquear, rechazar” cualquier
intento de conexión entre ambas esferas. Un pensamiento/idea no aceptado por el
sentir, no puede generar una acción de creación libre; asimismo, un sentimiento de
rechazo a una actividad vinculada a la creación de conocimiento, traba cualquier
intento. Es decir, los pilares sobre los que se asienta este puente entre ambas esferas
de la realidad (LM) es el propio sentir humano. Éste es el que finalmente decide qué
hacer, cuándo, dónde, con quién, etc. La razón analiza. El sentir decide. Aunque,
en los procesos que estamos tratando, preferimos hablar de pensar-sentir como una
“unidad” y no como dos cosas separadas17.
Ahora, ya estamos en condiciones de adelantar una primera definición de
realidad:

Realidad es la suma de aquello que vemos (LC), más lo que no vemos


(LA) más los mecanismos de enlace entre ambos (LM).

Representamos este concepto de la siguiente manera:

Realidad = LA + LC + LM

O dicho de otra forma:

Es la integración de las esferas de oportunidades y de acontecimientos y


los vínculos metodológicos entre ambas.

Realidad = EO + EA + LM

Temas que iremos ampliando en los sucesivos capítulos.

17 - En el capítulo 6. La Participación Inteligente, se amplía este tema.

78 • Fernando G. Bertona
4.2.2. Modelos OMI y FIC - De base

Denominamos de esta manera a las estructuras más simples sobre las que se
asientan y construyen los demás modelos que hemos denominado específicos.
Para el desarrollo de estos dos modelos, FIC y OMI, deberemos ampliar la in-
formación disponible sobre la especificidad de los componentes del modelo MR3
de base, ya que decir Lo Abstracto, Lo Metodológico o Lo Concreto, es decir algo
pero no mucho.
Dijimos que ambos esquemas representan procesos vinculados al funcionamien-
to resumido de dos paradigmas diferentes y a la vez complementarios: el paradigma
algorítmico/científico y el paradigma heurístico/de sistemas. La importancia de éstos,
dentro de nuestra perspectiva, radica en que permiten sostener y explicar lo que
denominamos funciones de la participación inteligente 18. Vamos entonces a significar
los conceptos presentes en ambos triángulos para ver de qué manera podemos darle
uso y utilidad.
Empecemos por el triángulo con el vértice hacia arriba. Como vemos el triángulo
de la FIGURA 8a (denominado OMI) es un circuito que se inicia y termina en el
mismo vértice O.
En sus vértices se ubican los siguientes conceptos19:

18 - Se desarrollan en el punto 6.3 Funciones de la participación inteligente.


19 - Ampliamos conceptos: Objeto: es cualquier elemento, fenómeno, sistema o situación de
la realidad que nos llame la atención y nos motive para poder entenderlo o significarlo, en el
marco de un proceso de construcción de conocimiento. Su lógica responde al paradigma algo-
rítmico/científico. Método: incluye el conjunto de recursos que conforman el objeto (materiales,
procesos, condiciones, etc.), como así mismo la resultante de la interacción de estos en la
conformación de una determinada estructura. Es puente entre lo observado y la idea o función
que subyace en el objeto. Idea (caso OMI): es una imagen de realidad, de algún dominio de
realidad, que el observador construye mediante el proceso de aprendizaje iniciado en la obser-
vación inicial del objeto.

#Participación Inteligente • 79
FIGURA 8a - Modelo OMI

O: objeto (qué cosa). Inicio del proceso.


M: método (qué características se observan, cuál estructura presenta, cómo
puede haber sido construido, etc.)
I: idea / causa (qué causa o qué idea actuó en la formación de ese objeto)
O: objeto (qué cosa). Fin del proceso.
El modelo OMI, como representante del paradigma algorítmico/científico, permi-
te construir conocimientos, partiendo de lo concreto (aquello que se desea conocer, el
vértice O) y yendo hacia lo abstracto donde se ubican, como dijimos, las imágenes,
ideas o significados (vértice I) que podrán explicar aquello que desconocemos, luego
de haber utilizado como puente al vértice M, que representa el proceso de construc-
ción o estructura de lo investigado.
El otro triángulo, de la FIGURA 8b (denominado FIC) es otro circuito que se
inicia y finaliza en el vértice F. Los conceptos involucrados son20:

20 - Ampliamos conceptos. Finalidad: es la referencia y guía del proceso para lograr satisfacer
la necesidad, resolver el problema o aprovechar la oportunidad. Idea (caso FIC): imagen de
realidad que el observador construye como medio idóneo para satisfacer la necesidad, construir
la solución o resolver el problema. Concreción: ídem a objeto. Ejemplo: sentir hambre, es una

80 • Fernando G. Bertona
FIGURA 8b – Modelo FIC

F: finalidad de origen (responde a la pregunta ¿qué necesidad hay que satisfa-


cer). Inicio del proceso.
I: idea (responde a la alternativa elegida para dar una respuesta satisfactoria a
la necesidad).
C: Concreción (el objeto construido a partir de la Idea, que permite cerrar el
circuito).
F: finalidad de origen. Fin del proceso.
El modelo FIC, según expresamos, es representante del paradigma heurístico/de
sistemas el cual permite resolver problemas, satisfacer las necesidades o aprovechar
oportunidades, partiendo de lo abstracto (el problema, la necesidad) y yendo hacia
lo concreto -a través del diseño de una idea- que permita la concreción del objeto
que satisfaga dicha finalidad.

necesidad claramente identificada. Por ello, la finalidad que surge es la de satisfacer el hambre.
La idea para satisfacerlo puede ser tan variada como recursos se dispongan; ideas pueden ser
un sándwich, frutas, un plato caliente, etc. Por lo cual finalidad hace referencia a cuál es la
necesidad a satisfacer y la idea, a cómo la resuelvo. La necesidad genera la finalidad quien a
su vez genera ideas (varias), una de las cuales es la que finalmente se utiliza para despejar tal
situación.

#Participación Inteligente • 81
Por lo que, de manera simplificada, los triángulos OMI representan el proceso
de construcción de conocimiento y los triángulos FIC, los procesos de satisfacción
se necesidades.
Hagamos ahora algunas observaciones sobre el modelo realidad y los modelos
FIC/OMI (FIGURA 9):

FIGURA 9 – Ámbitos abstracto y concreto. Triángulos OMI y FIC

• FIC parte del ámbito de lo abstracto (el de los fines), concreta su objetivo
(concreción) a través de una idea y culmina con la verificación respecto de
si su logro respondió a las expectativas iniciales, o dicho de otra manera si lo
concretado ha satisfecho la necesidad que dio origen al proceso.

• OMI, por el contrario, parte del ámbito de lo concreto (el de los objetos, pro-
cesos, fenómenos, etc.), y a partir de la caracterización de lo observado puede
inferir la idea o función que subyace en dicho objeto o sistema, culminando
el proceso con un análisis de coincidencia entre la función o idea visualizada,
descubierta, con el objeto.

82 • Fernando G. Bertona
• FIC va desde lo abstracto (LA) hacia lo concreto (LC) pasando por LM como
puente entre ambos dominios de realidad (recordar el modelo realidad y las
dos esferas).

• OMI va de lo concreto (LC) hacia lo abstracto (LA).

• FIC representa una forma simplificada del paradigma heurístico/de sistemas,


mientras que OMI, lo es del paradigma algorítmico/científico.

4.2.3. Modelo FIC-10 - Específico

Antes que nada diremos que el nombre que utilizamos para identificar este mo-
delo (FIC-10) debe entenderse de la siguiente manera: el concepto FIC se acaba
de ver; el número 10 representa la cantidad de elementos que incluye el modelo
en cuestión. El modelo FIC-4 es el más simple (3 vértices y el centro), el FIC-7 (3
vértices, 3 lados y el centro), y así hasta el FIC-22 (actualmente el mayor de todos)
que aparece como el más complejo por lo que permite analizar mayor cantidad de
significados. Los modelos OMI, que siguen la misma lógica, los utilizamos princi-
palmente (aunque no de manera excluyente) para casos en los que haya que abordar
principalmente sistemas naturales, abiertos21, que son los que predominan en el do-
minio de Natura, aunque estos modelos OMI-4 a OMI-22 no los desarrollaremos
en este trabajo, debido a que los sistemas que vamos a representar –por referirse a
organizaciones construidas para satisfacer necesidades humanas- se utilizará el mo-
delo FIC-10.

21 - Son aquellos sistemas que interactúan de forma continua con su entorno, intercambiando
con éste recursos, energía o información.

#Participación Inteligente • 83
¿Y cómo debemos entender los significados y sus relaciones? ¿Por dónde empezar?
¿Qué tipo de lecturas se pueden hacer?

4.2.3.1. Los ámbitos

Empecemos por la FIGURA 10.

FIGURA 10 –Ámbitos

1. Como dijimos, cuando hablamos de fines, ideas y concreciones, nos estamos


refiriendo a tres ámbitos de naturalezas diferentes. Los fines y las ideas, según
lo mostrado, pertenecen a LA (lo abstracto); las concreciones, al mundo de
LC (lo concreto). En las FIGURAS 9 y 10 puede observarse la zona superior
como ámbito de Lo abstracto y la inferior como ámbito de Lo concreto.
2. Cuando hablamos de fines nos estamos refiriendo a una categoría de con-

84 • Fernando G. Bertona
ceptos que se vincula con la intencionalidad y la motivación para despejar
problemas y necesidades o aprovechar oportunidades. En este ámbito solo se
incluyen los impulsos específicos o tensiones, intangibles de por sí, a partir de
los cuales se hace posible identificar las necesidades emergentes. Solo a partir de
dicha identificación aparece la finalidad, que es motor del proceso iniciado.
Es decir que aquí solo incluimos abstracciones: tensiones, impulsos, necesidades,
finalidades.
3. En el ámbito de las ideas ubicamos aquellas imágenes que podríamos utilizar
como punto de partida específico para lograr satisfacer la finalidad de ori-
gen. Las ideas aparecen aquí como el puente para avanzar hacia la solución.
Cuando se está creando o construyendo una solución, la idea es el medio
idóneo para implementarla. Por ello la idea es nexo entre la Finalidad y la
Concreción, de la misma manera que en el paradigma algorítmico/científico
(OMI), el Método cumple esta función de puente entre el Objeto y la Idea,
en un camino inverso a éste.
4. En el ámbito de las concreciones ubicamos finalmente el “producto-solución”
terminado, lo cual significa que se ha logrado desarrollar un procedimiento
constructivo eficiente para llevar la idea desde el ámbito abstracto hacia el
territorio de lo concreto. Pareciera que hemos llegado al fin del circuito. Pero
no es así, pues se plantea la pregunta siguiente.
5. El “producto-solución” obtenido ¿ha satisfecho la necesidad o resuelto el pro-
blema de una manera aceptable? En el caso que la respuesta sea positiva, el
proceso está terminado. En el caso que la respuesta sea negativa, se deberá
revisar el circuito para ver en qué ámbito puede estar la interferencia o el error
surgido durante el proceso. Ubicado éste, es posible corregirlo debiendo rea-
lizar nuevamente el circuito.

#Participación Inteligente • 85
4.2.3.2. La plantilla

FIGURA 11a – Plantilla Modelo FIC-10 FIGURA 11b – Ejes de lectura

Hechas estas aclaraciones, observemos la FIGURA 11a en donde se muestra una


“plantilla” del modelo FIC-10, en la cual es posible observar los 10 elementos que la
conforman, identificados con números en la siguiente cantidad: tres números 1 (en
los vértices del triángulo y sobre la circunferencia), tres números 2 (sobre los lados
del triángulo OMI interno), un número 3 (en el centro del sistema) y tres números
cuatro (en los vértices del triángulo OMI.
Para poder avanzar en la interpretación de la plantilla, veamos la FIGURA 11b
en donde se han trazado 3 ejes a partir de sus vértices (que representan los tres com-
ponentes o subsistemas) los cuales pasan por el centro del triángulo y salen por el
punto medio del lado opuesto. Esta es una de las formas de lectura de este modelo.
Existen otras que se describirán más adelante.
Por representar organizaciones, dependencias o sistemas individuales, tales como
Estado, Gobierno, Ambiente, Salud, Seguridad, Educación, Gestión, Sistemas,
Justicia, Empresa, ONG, Club, Banco, etc., se los circunscribe dentro de una cir-

86 • Fernando G. Bertona
cunferencia (que sería una esfera en 3D), como frontera de la organización respecto
de su medio.
Recordemos que el sistema en cuestión es una unidad integrada por tres compo-
nentes, operando según lo establecido en las especificaciones y alcances de sus funciones
(piense en ¿cómo se vería la esfera desde fuera? como una unidad, pues no se verían
los componentes o eslabones, solo la esfera). Esto es muy importante, pues si bien
estamos “desgranando” un sistema y mostrando sus componentes y relaciones, en la
práctica, el sistema es unitario, es una unidad funcional, es más que la suma de sus
partes. Es un todo.
Puede observarse sobre cada uno de los ejes, que hay 4 eslabones alineados y
numerados de 1 a 4. El eslabón 3 es compartido por los tres ejes y es el centro del
sistema.
¿Qué representan estos componentes?
Eslabones 1: los componentes del sistema representado. Uno por cada ámbito.
Eslabones 2: las funciones que cumplen cada componente dentro del sistema.
Eslabón 3: la esencia del sistema que denominamos Centro de Equidistancia.
Eslabones 4: los objetivos “referenciales” de los componentes.
Los componentes son los subsistemas que representan a cada uno de los tres ám-
bitos descriptos en la FIGURA 10. Definimos como funciones al conjunto de activi-
dades específicas asignadas a cada uno de los componentes para que éstos logren sus
objetivos y el sistema pueda lograr su fin. Los objetivos referenciales son aquellos que
se esperan alcanzar mediante la ejecución de las funciones de los componentes para
satisfacer las finalidades de origen de los mismos.
Con relación al componente Esencia o Centro de Equidistancia, decimos que es
aquella condición del sistema sin el cual el sistema se desnaturaliza; dicho en otros
términos es la finalidad de origen del sistema, aquella que lo puso a funcionar y sobre
el cual fue diseñado, parte por parte, concepto por concepto. Es entonces aquello
que da coherencia y unidad al sistema como un núcleo que “informa” constante-
mente a los demás elementos sobre los aspectos críticos a considerar durante su
funcionamiento.
#Participación Inteligente • 87
FIGURA 12 – EL Estado Viviente sobre formato FIC-10

Nota: mayores detalles sobre los componentes de este esquema se


presentan en el punto 5.8. FIGURA 28

88 • Fernando G. Bertona
Es importante advertir sobre la unidad de los 10 eslabones (recordar la esfera vista
desde fuera) ya que la calidad funcional del sistema dependerá de la calidad de las
relaciones establecidas entre los mismos.
A manera de adelanto, para ir familiarizándose con la idea de estos modelos,
mostramos en la FIGURA 12 un esquema FIC-10 del Estado Viviente, sin mayores
explicaciones, pues las mismas serán desarrolladas más adelante.

4.2.3.3. Lecturas posibles

Existen varios tipos de lecturas sobre la información que presenta un sistema


sobre la plantilla FIC-10. Esto es muy importante pues, debido a la coherencia
conceptual que deben guardar los sistemas u objetos representados, todas las com-
binaciones formales entre sus eslabones, deben ser consistentes.
Los tipos de lectura que presentamos a continuación permiten “cruzar distintas
interpretaciones” para ver si el modelo está bien conceptualizado o presenta incon-
sistencias teóricas.
Debemos recordar que el desarrollo o diseño de un sistema a partir de FIC-10
(o de cualquier otro modelo) nunca se debe considerar definitivo hasta tanto no se lo
haya pulido lo suficiente y contrastado contra la realidad, en sus triple manifestación. Es
importante advertir que el diseño de un sistema en formatos FIC/OMI se desarrolla
a partir tanto de la razón y el análisis, como de la intuición y la percepción subjetiva
de la realidad (Van GIGCH, 1987, p.198). Ambos aspectos convergen en el modelo
final.
En principio y de una forma no exhaustiva, distinguimos los siguientes tipos de
lectura:
Lectura circular FIC-10 (FIGURA 13): es la primera lectura a realizar pues per-
mite corroborar, por un lado, el nivel de coherencia en la identificación y articula-
ción de los componentes del sistema (eslabones 1), y por otro lado, permite analizar
#Participación Inteligente • 89
la coherencia de éstos con relación al centro del sistema (eslabón 3) el cual represen-
ta la esencia o centro de equidistancia.

FIGURA 13 – Lectura FIC circular

• Lectura por los ejes: según se mostró en la FIGURA 11b corresponde a la in-
terpretación o análisis del modelo siguiendo los significados de los eslabones
para cada uno de los ejes. Recordar que cada eje representa el análisis indivi-
dual de cada uno de los subsistemas o componentes 1. Se leen cada grupo de
eslabones 1-2-3-4, por vez.

• Lecturas FIC/OMI triangulares (FIGURA 14): aparecen en este caso la nece-


sidad de desagregar el FIC-10 en sus triángulos componentes que son cuatro:
uno, que es OMI (ubicado en el centro y que contiene o “protege” al eslabón
3). Los tres triángulos FIC restantes, que rodean al centro, contienen sus res-
pectivas funciones ubicadas sobre los lados que comparten con el triángulo
central y que son eslabones 2.

90 • Fernando G. Bertona
Cada una de estas lecturas deberá mostrar coherencia entre sus componentes
(vértices y/o lados), ya sean lecturas FIC u OMI. Recordar que la lectura OMI se
inicia en el vértice O y avanza en sentido horario en contraposición con la lectura
FIC que tiene sentido anti horario.

FIGURA 14–Lecturas FIC-OMI triangulares

En el punto 5.8. El Estado Viviente, se presentan ejemplos de distintas lecturas.

4.2.4. Modelo MGS (Modelo de Gestión Sostenible) - Específico

4.2.4.1. La función MGS unitaria

El modelo realidad es una herramienta conceptual que permite asumir una acti-
tud prudente y atenta respecto de las potenciales acciones o eventos emergentes o

#Participación Inteligente • 91
existentes en sus ámbitos de conformación (LA-LM-LC o EO-LM-EA) a la vez que
facilita la identificación de oportunidades, de riesgos y de amenazas.

Debido a que la fractalidad de este modelo es esférica y como tal se presenta con
una geometría distinta a la triangular, nos concentraremos en la descripción de una
sola esfera (o círculo en el mundo 2D) la cual podrá replicarse por autosemejanza
en las escalas necesarias de acuerdo al nivel de complejidad de la organización a
representar.
Es importante aclarar que empezaremos describiendo una función genérica unita-
ria, como unidad funcional sostenible. A su vez, como cualquier organización puede
verse como una sumatoria de funciones de diferentes naturalezas, alrededor de una
visión específica, construir un modelo de organización sostenible será una cosa con-
ceptualmente sencilla.
Así que, en este capítulo veremos el modelo unitario para luego, en el Capítulo 7,
aplicarlo a una organización.

4.2.4.2. Tres ejes y un centro

Partiremos de la esfera, la cual se define por un centro y un radio (FIGURA


15). Como aspecto de interés debemos decir que la esfera aparece como el cuerpo
geométrico que necesita menor cantidad de datos para ser construido (solamente un
centro y un radio).
Por conveniencia, en vez de radios, utilizaremos diámetros para poder así repre-
sentar ejes. Hemos graficado el centro como otra esfera más pequeña (con una letra
C) simplemente para que se pueda observar mejor. A partir de esta esfera, iremos
construyendo el modelo paso a paso.

92 • Fernando G. Bertona
FIGURA 15 – Ejes 3D

Esta primera imagen tridimensional tiene la finalidad de evitar que se pierda de


vista que estamos hablando de volúmenes y de cuerpos, ya que la realidad sobre la que
tratamos se asienta sobre una base 3D (aunque pueda manifestarse en mayor canti-
dad de dimensiones).
Así que, hecha esta aclaración, pasamos al 2D (FIGURA 16). Este gráfico pre-
senta dos ejes que atraviesan la esfera: uno vertical y el otro horizontal.

FIGURA 16 – Ejes 2D

#Participación Inteligente • 93
El eje vertical (FIGURA 17) conecta a la Esfera de Oportunidades (Lo abstracto
del modelo realidad) con la Esfera de Acontecimientos (Lo concreto). Dentro de lo
abstracto ubicamos a la función, “actriz principal” de este modelo unitario, la cual
será necesario configurar, o dicho de otra manera, definir sus componentes (atribu-
tos, actividades que incluye, alcances de la misma, responsabilidades, etc.). Todo
esto, como se observa, aparece como una configuración de los aspectos abstractos
de la función.

FIGURA 17 – Eje de configuración

Una vez definida la función, se hace necesario describir y configurar su contra-


parte la cual se ubica dentro del dominio de lo concreto. Y la contraparte de una
función cualquiera, está referido a los controles que dicha función debe “soportar”
para evitar desvíos innecesarios y perjudiciales. Ubicamos el control dentro de lo
concreto por una sencilla razón: cuando el control se vuelve “sutil, abstracto, in-
visible” termina desdibujándose, dejando a la función librada a su propia “suerte”,
situación ésta que suele corresponder a un proceso progresivo que va creciendo en

94 • Fernando G. Bertona
intensidad, desde una leve disfunción, pasando por “el consultorio”, la “terapia in-
tensiva” para finalizar muchas veces con la “muerte” de la misma. A este eje vertical
lo denominamos eje de configuración, de la función y de su control22.
Este eje de configuración puede ser denominado también como eje de activi-
dad-responsabilidad, pues ambos términos –función y control- deben estar acopla-
dos para evitar disfunciones. Por lo que cada radio del mismo en realidad representa
un atributo de la función, no una actividad independiente. Si se intentara justificar
tal independencia, dicho intento podría ser entendido como opuesto a las expecta-
tivas de transparencia de dicha función.
Por otro lado, al eje horizontal lo denominamos según nuestra modelo realidad
MR3, como el “eje de lo metodológico” pues corresponde a ese ámbito que, como
dijimos, es puente entre LA (la función a ejecutar) y LC (el control a realizar).

FIGURA 18 – Eje metodológico

Este eje (FIGURA 18) conecta los medios con los objetivos, es decir vincula los
recursos necesarios (de todo tipo, tecnológicos, financieros, administrativos, de in-

22 - Nótese que dentro del paradigma vigente, se invierte esta relación, poniéndose “en vidrie-
ra” a la función (con su carga de vanidades asociada) dejándose en la oscuridad más absoluta
los controles necesarios que deben ejercerse sobre la misma; controles que a su vez deberían
generar información pública a disposición de la ciudadanía.

#Participación Inteligente • 95
fraestructura, protocolares, jurídicos, etc.) con la acción programada para lograr
dichos objetivos.
Por otro lado, el radio izquierdo del círculo (recursos) representa la logística, el
conjunto de actividades y elementos que garantizan el desarrollo, la organización y
la coordinación de estos, con el propósito de aportar el soporte necesario a las ac-
tividades a desarrollar para evitar “sorpresas” que puedan atentar contra el logro de
los objetivos planteados.
El radio derecho representa la planificación/programación necesaria para garan-
tizar que los objetivos planteados sean alcanzados con un determinado nivel de
calidad, en un marco presupuestario definido, dentro de tiempos estipulados y ajus-
tados a las normativas correspondientes.

FIGURA 19 – Función unitaria MGS

En la FIGURA 19, se integran los contenidos de ambos ejes y se muestra una


panorámica más integral en la cual se ubica “espacialmente” a la función en el marco
de un ámbito de circunstancias y contingencias. Este marco aparece como el espacio

96 • Fernando G. Bertona
de relación económico-político-social, ya sea de naturaleza urbana o rural, que in-
fluye e impacta en el desarrollo eficaz, eficiente y ético de dicha función.
A su vez, la FIGURA 20, integra el modelo MGS dentro del modelo realidad
(MR3), con la idea de aportar una visión más orgánica de ambos a la vez que fa-
cilitar su comprensión. Puede observarse que la vesica piscis23 corresponde a Lo
Metodológico del modelo realidad.

FIGURA 20 – Funciones acopladas MGS y MR3

Por su parte, puede observarse que el eje vertical del MGS es el canal que, inteli-
gentemente configurado, permite una conexión exitosa del horizonte de oportuni-
dades con el horizonte de eventos o acontecimientos. Por otro lado, el eje horizontal
está enteramente dentro de la vesica piscis, ya que recursos y acciones son integran-
tes del aspecto metodológico.
23 - Vesica piscis (vejiga de pez en latín) es un símbolo hecho con dos circunferencias del mis-
mo radio que se intersecan de manera que el centro de cada círculo está en la circunferencia
del otro. La parte común de ambos círculos es la vesica piscis. Esta forma se denomina también
mandorla (que significa “almendra” en italiano). Era un símbolo conocido en las antiguas civili-
zaciones de Mesopotamia, África y Asia (www.es.wikipedia.org/wiki/Vesica_piscis)

#Participación Inteligente • 97
4.2.4.3. ¿Qué representa el centro del modelo?

Históricamente, todo centro estuvo ocupado por alguna clase de autoridad,


quien decidía -según su propia visión- aquello que consideraba más apropiado a sus
deseos y circunstancias. Todo esto, repercutía favorablemente o no en la organiza-
ción que dicha autoridad dirigía.
Es así que, con la idea de representar una organización, se recurrió a una forma
geométrica como la pirámide, cuya representación en el plano, era un triángulo con
un vértice hacia arriba, el cual permitía representar convenientemente a la organi-
zación. En la punta estaba el más alto cargo, en su base, las más bajas posiciones y
en los niveles intermedios, las distintas jerarquías que conformaban la estructura.
Esta forma, que finalmente se denominó organigrama (y que se desarrolla con
mayor amplitud en el Capítulo 7), resultó muy apropiada a partir de la segunda
Revolución Industrial (mitad del Siglo XIX) en donde se requería formalizar las
relaciones entre los componentes de un sistema -fabril, político, institucional- de
forma tal que su unicidad (de ahí su acepción como “la orgánica”) pudiera verse y,
sobre todo, de que no quedaran dudas al visualizarlo de quién era el que ostentaba
el poder.
Y se logró. Cuando se veía un organigrama –aún hoy sucede lo mismo- no había
dudas de que el “jefe” estaba en el vértice y no en otro lado. Desde ahí, desde la
“terraza” de esa estructura visual, daba las órdenes que los demás debían cumplir.
Claro que este tipo de formato se corresponde con una mirada propia de un pa-
radigma que está en franco retroceso, pues hoy, el paradigma organizacional muestra
otras tendencias24. El enfrentamiento que hoy se visualiza entre modelos de gestión,
es aquel que coloca de un lado el gastado sistema piramidal (con su orgánica colgada
de la pared)25 y del otro un sistema renovado en su esencia, que se asienta sobre un

24 - Fruto del análisis de dichas tendencias, es que se han desarrollado los modelos sistémicos
FIC-10 y MGS.
25 - Existe una gran cantidad de modelos de gestión, pero una buena cantidad de ellos presen-
tan algo en común: el organigrama (cualquiera termine siendo su forma) y éste, en la percep-
ción de la gente, sigue siendo “el jefe arriba, los demás abajo”.

98 • Fernando G. Bertona
modelo esférico, en donde “la punta” de la pirámide ha sido desplazada, ex profeso,
hacia “el centro” de una esfera.
Ya no se visualiza en la gráfica al “jefe” que manda, sino una “visión compartida”
que orienta. Visión que hace foco en la finalidad de origen de la organización en
cuestión, pues al momento de crearse dicha organización su autor o autores, le asig-
naron un fin sobre la base de las necesidades circunstanciales que había que resolver.
Es por ello que este centro o finalidad de origen, representa la esencia del modelo,
su espíritu, aquello que sostiene y encausa, dándole dirección y sentido y unificando
su acción. Solamente en la finalidad de origen de una función u organización es
posible descubrir argumentos para comprenderla.
A manera de síntesis -tanto a nivel de función unitaria como de función organiza-
cional- los beneficios que aporta este centro son: sostener a la función, garantizar su
orientación e informar sobre lo que cada componente necesita para cumplir su rol,
todo lo cual lo convierte en el punto de equilibrio entre el eje vertical de configura-
ción y el horizontal, metodológico.
Apreciamos finalmente que, si la finalidad de origen de la función u organiza-
ción, por cualquier causa, comienza a degradarse -ya sea por incapacidad en el ejer-
cicio de la misma, por ausencia de recursos necesarios, por falta de control, por la
malversación de sus recursos, por corrupción, por ausencia de organización, etc.- es
lógico que se resienta en una proporción directa al nivel de desorden existente o del
desvío producido, pudiendo terminar en el fracaso de la misma.

4.2.4.4. Círculos concéntricos

Volvamos a la geometría del MGS que dejamos en la descripción de los ejes del
modelo de la FIGURA 19, aunque ahora le estamos agregando una serie de círculos
concéntricos numerados de 1 a 7 (FIGURA 21).
Estos círculos representan espacios de actividad concéntricos al centro represen-
tado por la finalidad de origen/visión según dijéramos.

#Participación Inteligente • 99
FIGURA 21 - Círculos concéntricos de la función MGS

Antes de describir el significado de cada uno de ellos, haremos una observación


respecto del círculo c1 (nombraremos a los círculos como c1, c2, c3, etc.). Este
círculo central actúa –valga la redundancia- como “centro de gravedad” de la “fun-
ción”, pues según se muestra en la FIGURA 21, todo concurre hacia él. Los cuatro
radios de los dos ejes apuntan hacia el centro, expresando así que toda actividad o
tarea que sea desarrollada dentro de esta función, deberá hacer foco en c1, pues de
no hacerlo significaría que se está perdiendo el rumbo (disminución de la eficacia),
o parte de las energías asignadas a la misma (pérdida de eficiencia), a la vez que po-
dría presuponerse que detrás de esta situación podría existir una falta de habilidad
de quien la ejerce o, dentro de todas las causas posibles, una ausencia de ética en el
comportamiento de su ejecutor.
Hecho esta aclaración, describiremos ahora los demás círculos, empezando por
el más externo de todos.
Círculo 7: representa el ámbito circunstancial o contingente en el que deberá ejer-
cerse la función o desarrollarse la organización. Representa su medio, su entorno, y
puede considerarse que está conformada por dos zonas: una externa a la organiza-
ción (el entorno propiamente dicho) y otra interna (su clima organizacional). Dicho

100 • Fernando G. Bertona


clima influye en la función aunque no es parte específica de la misma. A pesar de
ello, debe ser considerado a la hora de configurarla (eje vertical) y de elaborar sus
aspectos metodológicos (eje horizontal). Existe, por lo tanto, un intercambio de
energía, información y/o recursos entre la función y el medio, a través de la frontera
de la misma.
Círculo 6: representa un espacio de aprendizaje para el desarrollo y/o fortaleci-
miento de actitudes, conocimientos y capacidades necesarias para ejecutar apropia-
damente la función o funciones. Además la relaciona o vincula con su medio (que
aparece como variable, turbulento, incierto) todo lo cual muestra la imperiosa ne-
cesidad de que dicho aprendizaje se mantenga en tensión con respecto a la realidad,
para poder ir adecuando las necesidades de la función a las variaciones del medio.
Círculo 5: representa el conocimiento adquirido en el proceso de aprendizaje. Al
mismo se lo considera un sólido recurso para aplicar a la práctica operativa, es decir
enfrentando las circunstancias propias del trabajo en la organización. Este conoci-
miento debe ser objeto de atención en cuanto a su actualización. No es posible la
asunción de responsabilidades de ninguna naturaleza sin un nivel de conocimiento
que permita garantizar –con cierta probabilidad de éxito- el logro de los objetivos
asignados a dicha función.
Círculo 4: representa el espacio de participación que se alcanza en la organización
luego que el responsable de dicha función haya superado los objetivos planteados en
el proceso de aprendizaje (c6) y desarrollo el conocimiento correspondiente (c5). La
participación alcanzada debería responder al esquema de funciones características
de una participación inteligente, las cuales se analizan en el Capítulo 6.
Círculo 3: representa el sistema que sostiene a la organización. Como todo sis-
tema, está conformado por componentes y/o subsistemas diversos, que interactúan
de una manera generalmente compleja por lo cual debe ser mantenido de mane-
ra apropiada en condiciones de funcionamiento. Este sistema incluye las diversas
áreas o dependencias de la organización como asimismo sus múltiples relaciones.
Hay áreas que son claves en la organización debido a su transversalidad. Éstas se
caracterizan por ser necesarias a todas las dependencias de la organización, ya sea

#Participación Inteligente • 101


porque brindan algún tipo de servicio considerado crítico, porque su participación
es positiva en el desarrollo de éstas o porque su acción facilita el cumplimiento de la
misión organizacional26.
Círculo 2: representa el plan estratégico de la organización. Se refiere principal-
mente al conjunto de conocimientos e información generados en un proceso parti-
cipativo (plural o de referentes) el cual se vuelca en un conjunto de documentos que
se convierten en guía y referencia obligada de todas y cada una de las acciones de la
organización. En la elaboración de un plan estratégico es donde se hace necesaria la
mirada experta que oriente el desarrollo del trabajo grupal como así también el co-
rrecto aprovechamiento de la capacidad de observación y de anticipación de los par-
ticipantes frente a desafíos y/u oportunidades emergentes de condiciones externas o
internas a la organización. Este proceso es dinámico e incluye análisis tanto internos
como externos para poder definir un diagnóstico del estado de situación de la orga-
nización. La convicción de que el futuro deseado es posible, permite la construcción
de una comunidad de valores y fines entre todos los involucrados en el proceso de
cambio, lo que resulta ser un requisito básico para alcanzar las metas propuestas.27
Círculo 1: representa la finalidad de origen de la organización transformada en
una visión. Esta finalidad/visión surge del proceso de planeación estratégica (c2)
como todo aquello que se desea realizar. Para que pueda alcanzarse es conveniente
que esta visión sea clara y precisa, amplia y detallada, que describa el futuro deseado,
que esté alineada con valores de la comunidad u organización y que incluya aspi-
raciones realistas. Es el centro de gravedad del sistema pues las acciones deberían
converger en ella.

26 - Áreas transversales típicas son: Sistemas de Información (servicios de apoyo en TIC’s;


seguridad informática; calidad de información, etc.), Ambiente (responsabilidad ambiental; ela-
boración de planes preventivos; defensa y protección, etc.); Capacitación de RRHH (actualiza-
ción de conocimientos; apoyo al personal; diseño de programas), Diseño y Mejora de Procesos
(optimización del funcionamiento organizacional), Jurídica (asesoramiento legal), Contabilidad
(aspectos presupuestarios y contables). Estas áreas deben ser cuidadosamente organizadas,
con una mirada realista, pues su no consideración suele traer aparejado interferencias y per-
juicios a la organización.
27 - Un Plan Estratégico consta de información como la siguiente: Antecedentes de la organiza-
ción; su visión, misión y valores; su ubicación territorial, sus recursos, su paisaje, su gente; su
posición ambiental frente al futuro; las líneas estratégicas definidas; los proyectos estratégicos
elaborados; los logros obtenidos al presente, indicadores principales de la gestión, etc. etc.

102 • Fernando G. Bertona


En síntesis, una finalidad de origen convertida en visión -la cual surge de un pro-
ceso de planeación estratégica- permite organizar con inteligencia un sistema adecua-
do al futuro que se desea construir, en donde la participación sea activa y esté basada
en el conocimiento de la realidad (interna y externa de la organización) adquirido en
un proceso de aprendizaje en el cual se tiene en cuenta principalmente, el estado
circunstancial y contingente del medio en donde dicha organización opera.

4.2.4.5. Los cuadrantes

FIGURA 22 – Cuadrantes de la función MGS

Una mirada atenta a las tareas o actividades genéricas que deberá realizar la fun-
ción MGS unitaria, nos lleva a considerar, naturalmente la naturaleza de ambos ejes,
lo cual nos obliga a considerar sus cuatro componentes: la función y su control (eje
vertical), y los objetivos y sus recursos (eje horizontal).
#Participación Inteligente • 103
Esta situación define cuatro cuadrantes a considerar: (FIGURA 22)

1. Función/Recursos
2. Función/Acción
3. Control/Recursos
4. Control/Acción

Cada uno de ellos plantea determinadas condiciones y acciones en función de su


propia naturaleza. Citamos solamente los principales aspectos de cada uno. Debe
observarse que los cuadrantes pueden agruparse de a dos: los superiores, correspon-
dientes a la función, y los inferiores, correspondientes al control.
El primero incluye aquellas actividades propias de la logística de la organización,
mientras que el segundo comprende el conjunto de acciones destinadas a alcanzar
las metas y objetivos previstos en la programación. El tercero y el cuarto son equiva-
lentes aunque destinados al control del ejercicio de la función.
Finalmente, en la FIGURA 22, puede observarse que desde los extremos del eje
vertical nacen un conjunto de flechas divergentes que, apuntando hacia el eje hori-
zontal, abarcándolo en toda su longitud, indicando la indispensable continuidad,
constancia y atención necesarios en el desarrollo de ambas actividades, tanto del
ejercicio propio de la función como del control de la misma.

4.2.4.6. Comunicación

Un buen sistema comunicacional mantiene saludable a la organización, tanto en


sus relaciones internas como con el medio social donde ésta se desarrolla. En este
caso, como el enfoque que estamos haciendo es sobre la organización, dejaremos de

104 • Fernando G. Bertona


lado el enfoque que veníamos usando sobre la función unitaria, aunque –es necesa-
rio aclarar- que la mayoría de estos conceptos también son aplicables a ella.
Desde el MGS se definen tres tipos de comunicación (FIGURA 23), los cuales se
presentan con la finalidad de poder articularlos con los esquemas que hemos venido
describiendo. Su desarrollo por lo tanto es de tipo introductorio:
Comunicación Radial: es aquella que ejercita la persona en su proceso participa-
tivo, dentro de un área determinada, y que abarca el conjunto de acciones realizadas
dentro de los círculos c1 a c7. Es funcional. Se manifiesta dentro del dominio de una
actividad o función y corresponde al intercambio de información necesaria para el
ejercicio eficaz de las actividades.

FIGURA 23 – Esquema comunicacional del MGS

Comunicación Circular: corresponde a aquella que conecta distintas áreas dentro


de la organización. Es interfuncional. Se manifiesta dentro del dominio de la organi-

#Participación Inteligente • 105


zación y conecta a personas y funciones diferentes. Este tipo de comunicación se da,
por ejemplo, cuando un determinado proceso de la organización “toca” a distintas
áreas, o cuando distintas áreas participan de un proyecto que las integra temporaria-
mente o cuando un área requiere servicios de áreas transversales de la organización.
Comunicación Institucional: es aquella dirigida al entorno social con el pro-
pósito de establecer relaciones de calidad entre la organización y la comunidad o
público a la cual orienta su accionar, de manera tal de darse a conocer socialmente y
proyectar una imagen pública adecuada a sus fines y actividades.
*

106 • Fernando G. Bertona


Capítulo 5

5. Los tres Estados


“El verdadero fin del Estado es, pues, la libertad”
(Baruch Spinoza)

#Participación Inteligente • 107


Nota

Con la finalidad de establecer alguna referencia a la hora de abordar este com-


plejo tema, mostraremos –desde una perspectiva simple- tres tipos de organización
Estado, que hemos denominado Estado Teórico, Estado Actual y Estado Viviente.
El primero de ellos, el Estado Teórico, como su nombre lo indica, es un modelo
referencial y puede estar tan cerca o tan lejos de la realidad como surja de la cultura,
historia y comportamientos de sus propios ciudadanos. Es el Estado expresado y
descripto en la normativa jurídica fundamental de la Nación.
El segundo, el Estado Actual, representa el Estado tal cual es o tal cual aparece a
los ojos de sus observadores, es decir el Estado con todas sus virtudes y todos sus
vicios. Es el Estado que disfrutamos o soportamos a diario.
El último, el Estado Viviente, es un Estado deseado, anhelado, superador del
Estado Actual, pues viene a representar una visión fresca que podría sensibilizar y
motorizar a una ciudadanía que hoy aparece escéptica, indiferente o reactiva.
Dentro de los textos sobre Estado Viviente- incluimos también el subsistema
Gobierno Viviente para describirlos y diferenciarlos, explicando sus estructuras y
sus componentes, sus funciones y sus disfunciones, como para permitir compara-
ciones provechosas (comparar FIGURAS 28, 35 y 36).

#Participación Inteligente • 109


EL ESTADO TEORICO

“Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, ter-
mina por hundirse en el abismo.” Sófocles (Siglo V a.C.)

5.1. Algunas preguntas iniciales

Debido a que no son pocas las veces que escuchamos utilizar de manera equiva-
lente los conceptos de Estado y Gobierno, es que planteamos la primera cuestión
¿son Estado y Gobierno lo mismo? Muchos responderán que no. Algunos podrán
negarlo por intuición aunque no dispongan de suficiente claridad a la hora de dife-
renciarlos y definirlos. Otros dudarán y hasta podrán tener algún nivel de confusión
que le impide ver las diferencias. Más allá, están los que tienen precisiones sobre las
diferencias y saben sobre la importancia de disponer de claridad al respecto.
¿Cuáles son en realidad sus funciones, de uno y de otro? ¿Cuáles son las principales
relaciones entre Estado y ciudadano, entre Gobierno y ciudadano o entre Estado y
Gobierno? ¿En qué nos beneficia conocer esto?
Responder con seguridad estas preguntas no aparece como un tema menor. De
ello, entre otras cosas, dependerá la calidad de la participación que podamos ir desa-
rrollando y sosteniendo.

#Participación Inteligente • 111


5.2. Conceptos de Estado

Desde la Teoría Política o Teoría del Estado, existen distintas perspectivas sobre
lo que es el Estado, sobre su composición, funciones, relaciones, justificación, fines,
su evolución histórica, etc. cada una de las cuales aporta conceptos, detalles y argu-
mentos según sus perspectivas.
Al igual que pasa con otros sistemas -como Cultura por ejemplo- podríamos
descubrir una buena cantidad de definiciones y posiciones teóricas al respecto. Pero
como el Estado se vincula con la Persona según determinadas relaciones insoslaya-
bles (punitivas, éticas, etc.), intentaremos aproximarnos a él desde una perspectiva
que facilite el entendimiento sobre cuáles son estas relaciones y de qué maneras es
posible mejorarlas para construir una más plena participación.
Por lo cual, dejaremos de lado exprofeso (pues excede nuestras competencias),
discusiones académicas vinculadas, por ejemplo, a los nuevos enfoques institucio-
nales de la ciencia política o a los debates académicos del tipo presidencialismo vs
parlamentarismo orientados a presentar o establecer argumentos sobre las mejores
formas de gobierno, sobre todo en América Latina. Nos concentraremos más bien
en caracterizar la estructura del Estado con la idea de poder básicamente describir
el mismo y poder entender cuál es el funcionamiento básico de este sistema y de sus
relaciones con los demás dominios de realidad abordados.
Algunas definiciones modernas de Estado son28:

• JELLINEK Georg
”Es una asociación de hombres sedentarios dotada de un poder de mando
originario”.

• BLUNTSCHLI Johann K. 


“Es la personificación de un pueblo”.

28 - Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Estado

112 • Fernando G. Bertona


• KELSEN Hans 
“El Estado es el ámbito de aplicación del derecho.”
“El Estado es el derecho como actividad normativa.”
“El derecho es el Estado como una actividad normada.”
“En el Estado alcanza su personalidad jurídica.”

• CARRÉ DE MALBERG Raymond 


“Es la comunidad política con un territorio propio y que dispone de una
organización.”
“Es la comunidad de hombres sobre un territorio propio y organizados en una
potestad superior de acción y coerción.”

• HELLER Herman
“El Estado es la conexión de los quehaceres sociales. El poder del Estado es la uni-
dad de acción organizada en el interior y el exterior. La soberanía es el poder de
ordenación territorial exclusiva y suprema.
“El Estado es la organización política soberana de dominación territorial. Es la
conexión de los poderes sociales.”

• GROPPALI Alessandro 
“Es la agrupación de un pueblo que vive permanentemente en un territorio con
un poder de mando supremo representado éste en el gobierno.”

• WEBER Max 
“El Estado es la coacción legítima y específica. Es la fuerza bruta legitimada como
“última ratio”, que mantiene el monopolio de la violencia.”

• Definición ahistórica 
“Estado es la forma política suprema de un pueblo.”
#Participación Inteligente • 113
Si tomamos las principales ideas fuerza de estas definiciones, obtendremos:
Asociación de hombres sedentarios / Poder de mando originario / Personificación
de un pueblo / Ámbito de aplicación del derecho / Derecho como actividad norma-
tiva / Personalidad jurídica / Comunidad política con un territorio propio / organi-
zación / Comunidad de hombres / Territorio propio / Organizados / Potestad supe-
rior de acción y coerción / Conexión de los quehaceres sociales / Poder como unidad
de acción organizada en el interior y el exterior / Soberanía / Poder de ordenación
territorial exclusiva y suprema / Organización política soberana / Dominación te-
rritorial / Conexión de los poderes sociales / Agrupación de un pueblo / Vida per-
manente en territorio / Poder de mando supremo / Representado en el gobierno
/ Coacción legítima y específica / Fuerza bruta legitimada como “última ratio” /
Monopolio de la violencia / Forma política suprema de un pueblo.
De donde pueden extraerse algunos conceptos claves los cuales, categorizados,
podrían aparecer bajo las siguientes etiquetas:
Pueblo: Agrupación de un pueblo / Asociación de hombres sedentarios /
Comunidad de hombres / Comunidad política
Sociedad: Conexión de los poderes sociales / Conexión de quehaceres sociales.
Territorio: Territorio propio / Ordenación territorial exclusiva y suprema /
Dominación territorial / Vida permanente en territorio.
Poder: Poder / Poder de mando / Ordenación territorial exclusiva y suprema.
Soberanía: Mando supremo / Forma política suprema de un pueblo / Soberanía
/ Organización política soberana.
Organización: Organización / Organización política soberana.
Derecho: Ámbito de aplicación del Derecho (como actividad normativa).
Coerción: Coacción legítima y específica / Potestad superior de acción y
coerción / Fuerza bruta legitimada como “última ratio” / Monopolio de la
violencia.

114 • Fernando G. Bertona


Gobierno: Personificación de un pueblo / Personalidad jurídica / Representado
por un gobierno.
Representación: Representado por un gobierno / Personificación de un pueblo
/ Personalidad jurídica.
Unidad: Unidad de acción organizada (Interior y exterior)
Podemos ver que las etiquetas de dichas categorías aparecen como las verdade-
ras palabras claves: Pueblo, Sociedad, Territorio, Poder, Soberanía, Organización,
Derecho, Coerción, Gobierno, Representación, Unidad.
Estas once palabras vienen a representar una especie de síntesis de las diferentes
conclusiones que tuvieron sobre el Estado los diferentes autores. Así que, a la luz de
esta “universalidad de conceptos” podríamos entender la idea del Estado así:

“El Estado es una sociedad política surgida del establecimiento de un


pueblo en un determinado territorio y regida por un poder soberano ins-
titucionalizado a partir de una determinada organización jurídica, con un
Gobierno representativo que ejerce una coerción legitima y que dispone
de unidad de acción tanto a nivel interior como exterior.”

Entonces podremos analizar ahora cuáles son los principales componentes que
están incluidos en dicho concepto.

#Participación Inteligente • 115


5.3. El Sistema Estado

5.3.1. Componentes

De dicha definición surge que el Estado29 está organizado a partir de los siguien-
tes componentes, sean éstos de naturaleza física o inmaterial:

• Una sociedad política, un pueblo

• Un territorio

• Soberanía nacional

• Un ordenamiento jurídico.

• Un gobierno representativo, cabeza del poder soberano institucionalizado con


poder de coerción legítima

• Una unidad de acción interior y exterior


Puede observarse que en la definición planteada se presentan aspectos sociológi-
cos (vinculados a las características de su población como son su cultura, historia,
lengua, raza, valores, etc.), aspectos geográficos (como aquellos relacionados a sus
recursos disponibles, clima, posición geopolítica, etc.), aspectos jurídicos (relativos
al ordenamiento jurídico de sus componentes, a sus instituciones, sus atribuciones,
funciones, etc.) y aspectos políticos (relativos a la administración del poder de man-
do, a la soberanía nacional).
29 - Tomamos como caso al Estado argentino.

116 • Fernando G. Bertona


Por lo que el Estado, como organización política, debe ser entendido como un
conjunto articulado de elementos y desde su funcionalidad, como una unidad, pues de
lo contrario perdería su sentido, se fragmentaría y terminaría desnaturalizándose.

FIGURA 24 – Componentes del Estado y relaciones

En la FIGURA 24 se muestran estos componentes y sus relaciones. Observándola


podemos decir que en el centro del Estado se encuentra el concepto de soberanía
nacional, la cual –dentro de un sistema democrático como el nuestro- reside en el
pueblo y en su derecho de elegir y controlar a sus gobernantes (recordemos lo dicho
por Popper, la democracia consiste en poner bajo control al poder político).
A partir de este núcleo de poder soberano aparecen el concepto de ordenamiento
jurídico el cual se logra a partir de una Ley Fundamental, en nuestro caso la Constitución
Nacional, dentro de la cual son establecidos las Declaraciones, Derechos y Garantías
y los Nuevos Derechos y Garantías (incorporados en la reforma constitucional de
1994); a su vez aborda el tema de las autoridades de la Nación (Gobiernos Federal
y Provinciales), describiendo la organización del Gobierno Federal en cuatro po-
deres: Legislativo, Ejecutivo, Judicial y Ministerio Público; establece asimismo la
conformación de estos poderes: Legislativo (Cámaras de Diputados y Senadores,

#Participación Inteligente • 117


Auditoría General de la Nación y Defensor del Pueblo), Ejecutivo (naturaleza y du-
ración, forma y tiempo de la elección del Presidente y Vicepresidente de la Nación,
Atribuciones del Ejecutivo y Jefe de Gabinete y demás Ministros del Ejecutivo) y
Judicial (Naturaleza y duración, atribuciones y desde 1994 se incorpora el Consejo
de la Magistratura). Finalmente, se establece el Ministerio Público y se describen las
atribuciones y funciones de los Gobiernos de Provincia.
Es alrededor de este núcleo duro de normas, que se organizan las instituciones de
la ciudadanía, quien a su vez elige electoralmente una porción importante del poder
público (poderes ejecutivo y legislativo del gobierno) dentro de un marco territorial,
espacio físico-geográfico, en el que dicho Gobierno ejerce su soberanía30.
Así mismo, la unidad de acción interior y exterior presupone, por un lado, de-
terminados programas de gobierno hacia dentro del Estado tendientes a brindar
servicios a la población como por ejemplo seguridad, salud, educación, justicia, etc.
y por el otro un conjunto de estrategias vinculadas a la articulación inteligente del
país en el marco regional y global, que permitan un desarrollo lo más sinérgico y
armónico posible. Ambos ejes deben estar diseñados como un sistema para facilitar
un desarrollo constructivo, sostenible y efectivo.

5.3.2. Funciones

Podemos categorizar las funciones del Estado en dos grandes grupos:


a. Funciones Clásicas
b. Funciones de Bienestar
Ambos tipos de categorías incluyen un conjunto de funciones, algunas de las cuales
-las más notorias- podemos simplificarlas en el siguiente cuadro (FIGURA 25):

30 - La soberanía es también ejercida en aquellos espacios que, aunque fuera de las fronteras terrestres, son
parte del Estado Argentino, tales como sus espacios aéreos y marítimos, plataforma continental, Antártida,
Malvinas e islas del Atlántico Sur, embajadas y consulados, flotas marítimas, aéreas, etc.

118 • Fernando G. Bertona


Tipo Función Función Poder/Ministerio/Organismo
Clásica Mantener el orden Policía
público
Defender el territorio Fuerzas Armadas
Relaciones Asuntos Exteriores
internacionales
Regular la economía y el Economía/Hacienda
trabajo
Elaborar leyes Congreso, Parlamento
Administrar justicia Poder Judicial
Sanidad Pública Salud Pública
Estado de Educación Pública Educación
Bienestar
Jubilaciones, Pensiones, Seguridad Social
Seguros
FIGURA 25 – Algunas funciones características del Estado

Esta mirada clásica sobre las funciones estatales se centra principalmente en


aquellas que son propias del Gobierno como cabeza del Estado, pero deja de lado
otras funciones del Estado que surgen cuando en la mirada se incluyen los demás
componentes y son observadas desde una perspectiva sistémica (por ejemplo con
FIC-10).
Así aparecen otras funciones que son propias de los demás componentes como
es la misma ciudadanía (sustento de la soberanía nacional), el territorio (sustento de
las acciones políticas) y la Ley Fundamental (marco normativo y sustento de toda
legitimidad), las cuales desarrollaremos en el punto Estado Viviente.
Por último, abordaremos otro concepto que suele aparecer de manera cotidiana
aunque muchas veces sin claridad en su significado. Nos referimos al concepto de
Nación, en el marco de la trilogía Estado- Nación-Gobierno.

#Participación Inteligente • 119


5.3.3. La Nación

Dijimos que el Estado, desde esta perspectiva, estaba conformado por un pueblo,
un territorio, soberanía, una Constitución o Ley Fundamental de la Nación y un
gobierno o poder institucionalizado.
Si observamos, se dice que la Ley Fundamental es de la Nación y sabemos que
la preposición “de” denota posesión o pertenencia. Por lo cual podemos decir que
la Ley fundamental es de alguien, de un sujeto. Obviamente dicho sujeto no está
referido a una persona física, sino a una persona jurídica o, mejor dicho, a un sujeto
jurídico-político. Y es justamente este sujeto jurídico-político en el que reside la
soberanía constituyente de un Estado.
Por lo cual “En el campo del derecho político, la nación política es el titular de la so-
beranía cuyo ejercicio afecta a la implantación de las normas fundamentales que regirán
el funcionamiento del Estado. Es decir, aquellas que están en la cúspide del ordenamien-
to jurídico y de las cuales emanan todas las demás. Nación tiene dos acepciones: la
nación política, en el ámbito jurídico-político y la nación cultural, concepto socio-
ideológico más subjetivo y ambiguo que el anterior, se puede definir a grandes rasgos,
como una comunidad humana con ciertas características culturales comunes, a las
que dota de un sentido ético-político. En sentido lato, nación se emplea con variados
significados: Estado, país, territorio o habitantes de ellos, etnia, pueblo y otros. Este con-
cepto ha sido definido de muy diferentes maneras por los estudiosos en esta cuestión sin
que se haya llegado a un consenso al respecto”31. El siguiente cuadro permite comparar
los conceptos vinculados a la Nación, el Estado y el Gobierno (FIGURA 26).

31 - Fuente: es.wikipedia.org/wiki/Nación

120 • Fernando G. Bertona


FIGURA 26 – Comparativa Nación-Estado-Gobierno

#Participación Inteligente • 121


EL ESTADO ACTUAL

“Parece increíble, pero acá hay veces que los honestos tienen
que dar más explicaciones que los corruptos” (René Favaloro)

5.4. Comentarios sobre el funcionamiento del


Estado Actual

Las funciones de los distintos componentes del Estado, dentro de la compleja


dinámica de éstos, son múltiples. Tal situación radica en la propia naturaleza del
Estado como así también en la enorme cantidad de intereses que se mueven dentro
de él y en su entorno. Siempre parece haber sido así, desde El Príncipe32 (Maquiavelo,
1531) hasta nuestros días.
El ejercicio de dichas funciones por parte de gobernantes y funcionarios, discu-
rre por lo tanto dentro de un “tablero” cuyas “reglas de juego” suelen estar bastante
alejadas de las normas que la Constitución establece, con suma claridad y contun-
dencia, como valores, principios, límites y garantías que son necesario respetar y
hacer cumplir. Más bien, pareciera que el sistema político vigente “obliga” a detentar
comportamientos impropios que degradan de igual manera la confianza ciudada-

32 - Obra de teoría política que trata principalmente sobre los principados, los distintos aspec-
tos vinculados a su adquisición, a su gestión y a las conductas que ostentan príncipes y pueblos.

122 • Fernando G. Bertona


na en la función pública. Sin embargo, esta situación (que la sociedad cada día ve
con mayor claridad) no impide que, tanto los mismos protagonistas del descalabro,
como sectores enteros de la política, sigan actuando como si todo lo que ocurre
fuera “ajustado a Derecho”.
Pareciera existir cierta esquizofrenia33 -que condiciona a estos actores en su per-
cepción de la realidad, impidiéndoles asumir conductas orientadas al cumplimiento
de sus responsabilidades- como así mismo cierto nivel de psicopatía34 que les impide
interactuar socialmente de una manera apropiada, sintiendo algún tipo de remor-
dimiento por los impactos negativos que sus “desvíos funcionales” provocan en la
sociedad.
Es decir que tal estado de salud mental, pareciera “justificar” comportamientos ab-
solutamente alejados de toda ética, de toda responsabilidad pública y, por lo tanto,
de toda decencia.
Lo que dice al respecto JAUREGUI BALENCIAGA, I. (2008b, p.1) es escla-
recedor: “La psicopatía parece ser una patología consustancial a la modernidad, pro-
fundamente ligada a los “valores” económicos, que va filtrándose en la cultura, convir-
tiéndose en el modelo de éxito y poder a imitar y socavando las estructuras sociales y
políticas, devaluando así la idea de democracia. Más allá del diagnóstico psiquiátrico,
hoy extinto35 , la psicopatía emerge como un problema social en expansión, caracterizado
por una crueldad hacia lo humano, fruto no solo de una constante transgresión de las
normas sino de una perversión de la ley en beneficio propio. El origen de esta pandemia,
generadora de una violencia sin precedentes, podemos situarlo en el espíritu protestante
del capitalismo y su ulterior desarrollo.”

33 - Trastorno mental complejo que dificulta establecer la diferencia entre lo que es real e
irreal, pensar de manera clara, tener respuestas emocionales normales y actuar normalmen-
te en situaciones sociales (http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ spanish/ency/article/000928.
htm).
34 - Trastorno de personalidad antisocial (TPA). El TPA es una afección de salud mental por
la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de
los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo (http://www.nlm.nih.gov /
medlineplus/spanish/ency/article/000921.htm).
35 - En dicho trabajo se agrega (p.1) que desde 1968 las clasificaciones psiquiátricas han
obviado dicha patología, siendo reemplazada por un trastorno de la personalidad (trastorno
antisocial) el cual se aplica fundamentalmente a la conducta criminal.

#Participación Inteligente • 123


Esta situación, cuya contundencia es alarmante, nos debería poner en alerta res-
pecto de qué-hacer mínimamente, para intentar revertir tales tendencias. La pregun-
ta es ¿cómo?
Sabemos que coexisten en el mismo espacio-tiempo dos categorías de reglas de
juego absolutamente opuestas, las unas vinculadas al “deber ser” (en un marco cons-
titucional de derechos y obligaciones) y las otras al “querer tener” (en un marco
de pragmatismo y de derechos individuales a ultranza). Ambas reglas actuando en
paralelo en un mismo espacio social solo pueden provocar un aumento del desorden
social, de la confusión y de las injusticias. Una idea factible para empezar a revertir
esta situación, sería poner “blanco sobre negro” ciertas falacias o trampas vinculadas
al funcionamiento de los distintos componentes del Estado y que se pueden identi-
ficar con relativa facilidad.
Esto permitiría desenmascarar esta irrealidad y enfrentar sin prejuicios ideales vs
conductas, palabras vs hechos, promesas vs concreciones. Podríamos ver así cómo
van surgiendo verdaderos “abismos” o “brechas éticas” que separan ambos mundos.
Avanzar en la comprensión de las causas efectivas que sostienen la corrupción e
impunidad estructural del Estado (que aparecen como sus disfunciones esenciales)
pueda significar un enriquecimiento conceptual que fortalezca la percepción ciuda-
dana respecto de las fuentes de corrupción e impunidad y de los verdaderos motivos
de ciertos discursos vacíos de toda realidad.
En el punto siguiente, haremos algunos comentarios sobre funciones/ disfuncio-
nes de los distintos componentes del Estado, con la finalidad de evidenciar viejos
vicios y antivirtudes en las prácticas públicas que habría que señalar para poder
despejar o por lo menos protegerse frente a ellas. Y al hablar de prácticas públicas no
nos referimos solamente a la esfera de los funcionarios, sino que incluimos además a
todos los “clientes y socios” que por acción u omisión lucran, colaboran y fortalecen
las enredadas y oscuras marañas de las prácticas políticas viciadas, las cuales –para
colmo de males- parecieran ser aceptadas culturalmente por una buena parte de la
sociedad, con lo cual se amplía y se hace más compleja la cadena de complicidades.

124 • Fernando G. Bertona


Identificar estos vicios, antivirtudes y/o prácticas públicas es una de las primeras
tareas que se necesitaría para intentar un cambio sostenible y, a partir de éstas, poder
analizar e identificar caminos posibles de acción.
Dos vías opuestas en sus formas se presentan para intentar un cambio de esta
naturaleza:

• Una gradual, desde el sistema jurídico vigente, a partir de la conformación


de consensos políticos, con fuerte base ciudadana, cuyos actores demuestren
valor, voluntad política e inteligencia para ponerse de acuerdo y producir
cambios.

• La otra por hartazgo, “pateando el tablero” y promoviendo el diseño de un


Nuevo Estado mediante asambleas constituyentes de participación abierta,
con una renovada visión, más justa, más abarcadora y más apropiada a las
nuevas circunstancias y tendencias globales de este siglo. En principio, ésta
parece estar más alejada de nuestra actitud política como sociedad en donde
parece subyacer cierta indiferencia frente a la cosa pública. Aunque, es nece-
sario destacar que no es una vía descartable, pues permitiría una refundación
del Estado que presupondría una profunda limpieza del mismo.
Entonces, esclarecer la situación actual es el punto de partida para cualquier me-
jora que se intente, ya sea ésta gradual o radical Empecemos.

#Participación Inteligente • 125


5.5. La Política y el Jenga36

Describir o caracterizar la situación actual del Estado (principalmente de esta


Argentina actual), y sobre todo de la práctica política cotidiana (en lo nacional,
provincial, municipal) puede ocupar muchas páginas. Así que intentaremos solo
unas breves pinceladas para describir nuestra visión sobre ello. Lo haremos toman-
do como referencia un juego, pues además de ser más ilustrativo, podría resultar de
lectura más llevadera.
El juego es el Jenga (o la Torre). Fue muy famoso en la década del ’90 por ser uti-
lizado como elemento de atracción en un programa de televisión de Capital Federal
que llegaba a casi todo el país.
Para aquellos que no lo conocen, intentaré describir rápidamente de qué se trata
este juego (FIGURA 27):

• El juego se inicia armando una torre con bloques de madera de forma prismá-
tica, de 18 niveles de altura, disponiendo en cada nivel 3 elementos.

• Los bloques están puestos unos arribas de otro sin ningún tipo de fijación
(están sueltos) y cada nivel está cruzado 90° respecto del anterior.

• El juego consiste en que cada jugador va retirando de la torre un bloque por


vez y colocando el mismo en la parte superior, tratando de que no se le caiga
la misma.

• Al jugador que, en su turno, se le cae la torre, pierde.

36 - Tema ampliado sobre la base del original publicado el 04/Agosto/2012, en el blog del autor
www.caminatasalairelibre.blogspot.com

126 • Fernando G. Bertona


FIGURA 27 – La secuencia del Jenga

Como se ve el juego es muy sencillo, y muy interesante en cuanto a simbolismo


y significados posibles.
Veamos algunos conceptos:

• El juego está basado en una premisa que podríamos definir como sinergia
para el derrumbe, ya que los jugadores (dos generalmente), en cada jugada van
aumentando la inestabilidad de la torre.

• Esta sinergia se da a través de dos acciones: a) Cada bloque que se saca au-
menta su inestabilidad; b) Además, por colocarse cada una de ellas en su parte
superior, va aumentando la altura y debilidad.

• El fin del juego se da cuando la torre colapsa.


Hablemos ahora de los jugadores:

• ¿Cuál es su preocupación? Que no se caiga la torre en su turno.

• ¿Cuál es su deseo? Que otro jugador se equivoque y se convierta en el único res-


ponsable del colapso.

#Participación Inteligente • 127


• ¿Cuáles son sus capacidades? Astucia, pulso e insensibilidad (ésta es un atributo
indispensable para poder jugar con alguna probabilidad de éxito).
¿Y qué sucede cuando finalmente ocurre el derrumbe?

• El ganador queda limpio, triunfante.

• El perdedor soporta las consecuencias del desastre…


… aunque “ganador” y “perdedor” hayan sido “socios” en el colapso.
Esas son las reglas del juego.
Para ir cerrando la idea, planteamos a continuación algunas preguntas cuyas res-
puestas podrían arrojar un poco de luz sobre la situación actual del Estado (ya que
ése es nuestro tema).
¿Qué relaciones podrían existir entre Jenga y Política?
¿Cuál entre la Torre y el Estado?
¿Cuáles, entre jugadores y referentes políticos, funcionarios, empresarios?
¿Tendrán las mismas preocupaciones, deseos y capacidades los jugadores de Jenga
que la clase dirigente?
¿Cuáles serán las relaciones entre los bloques extraídos de la torre y los recursos
públicos?
¿Cuál relación podrá descubrirse entre el “pulso” necesario para extraer un bloque sin
que se produzca el derrumbe y el debilitamiento progresivo del Estado?
¿Y entre la “sobrecarga” de la torre, ante cada nueva pieza que se le sobrepone, y
la nefasta corrupción?
No vamos a responder a cada una de las preguntas, solo las planteamos a manera
de ejercicio intelectual, pero podríamos concluir en lo siguiente:

• Pareciera ser que la situación actual de debilidad estructural del Estado (co-
rrupción, impunidad, hambre, pobreza, droga, mafias, inseguridad, inflación,

128 • Fernando G. Bertona


insalubridad, economías regionales empobrecidas, educación deficiente, con-
fusión, ausencia de fe pública, beligerancia social, etc.) está directamente vin-
culada con nuestros expertos jugadores de Jenga.

• Las reglas de juego son tan respetadas por sus jugadores, que quienes suelen
asumir nuevos cargos (ganadores de elecciones ellos), públicamente suelen
descargar sus “dardos” contra los que se fueron (perdedores ellos), pero cuan-
do dejan el poder y las posiciones se invierten, suelen quejarse a viva voz de la
“despiadada oposición que sufrieron” aunque como oposición suelen actuar
de la misma forma que criticaban cuando estaban en el poder. Aunque, no
debemos olvidar, que en todo momento son socios en las sucesivas e inaca-
bables reconstrucciones de cada “torre” que ellos se encargan de derrumbar
periódicamente.

• Las capacidades y actitudes, por lo general, son las mismas: insensibilidad, as-
tucia, cobardía, desenfreno, “ceguera social”, especulación a ultranza, “mirada
corta y superficial” (hacia lo público), “mirada larga y profunda” (hacia sus
propios intereses).
Ante este panorama, nosotros –los ciudadanos de esta “imperfecta democracia”-
debemos intentar desarrollar nuevas formas de relación, nuevas formas de compor-
tamiento, nuevas formas de control sobre el funcionamiento de las instituciones.
En síntesis, construir un nuevo paradigma que se vincule más con la participación
inteligente que con la especulación interesada.
Y ya que estamos hablando de juegos, vamos a cerrar este breve diagnóstico con
una lúdica propuesta: podríamos intentar reemplazar al especulativo Jenga por otros
juegos más apropiados que faciliten el desarrollo de capacidades más acordes con el
Estado que anhelamos. Como ejemplo de este tipo de “casi juegos” -de suma utili-
dad para descubrir soluciones creativas y colectivas a problemas de una organización
cualquiera- se encuentra la denominada tormenta de ideas, metodología que consiste
en reunir a todos los implicados en un tema a resolver para que cada uno, sin la
menor vergüenza o temor al ridículo, vayan expresando lo que se les va ocurriendo

#Participación Inteligente • 129


dentro de una dinámica que resulta ser estimulante y muy productiva.
La experiencia indica que cualquier “loca idea” que surja puede ser el disparador
de una solución innovadora. Y en nuestro Estado sería muy apropiado ir reempla-
zando el Jenga por juegos más constructivos e innovadores.

130 • Fernando G. Bertona


EL ESTADO VIVIENTE

“Una comunidad sustentable está diseñada de manera tal que su modo de vida, nego-
cios, economía, estructuras físicas y tecnológicas no interfieran con la capacidad inherente
a la naturaleza para sostener la trama de la vida” (Capra F., 2008)

5.6. ¿Una utopía?

El Estado Viviente, según lo describiremos más adelante, seguramente generará


preguntas de todo tipo. ¿Será una abstracción ingenua? ¿Será una expresión de an-
helo infundada? ¿Será una percepción verdadera de las aspiraciones de una sociedad
que expresa un cierto nivel de hartazgo? ¿Será factible de implementar? ¿Será una
utopía?
Se nos ocurre sumamente necesario repensar el significado de utopía, lo que
quizás nos sirva para imaginar condiciones de vida superadoras de nuestra realidad
cotidiana, despejando a su vez aquella idea de que utopía y quimera, ilusión, sueño,
idealización, ficción, alucinación, son sinónimos.
Según su etimología, utopía es un no-lugar (Del gr. οu, no, y τoπος, lugar: lugar
que no existe). Traducido según los marcos referenciales vigentes, sería una especie
de “fantasía geográfica o territorial”, un proyecto de vida irrealizable, un “lugar”
alejado de nuestro presente, un destino inalcanzable.
Nos preguntamos ¿cómo es que el término evolucionó de un lugar que no existe a

#Participación Inteligente • 131


una idea irrealizable? Aparece entonces otra pregunta que es oportuno plantear para
entender por qué hoy el concepto de utopía es percibido como se lo percibe y no
como lo que realmente significa (o lo que entendemos debería significar).
¿Es irrealizable la utopía por definición o lo es por conveniencia? Una utopía ¿es
una fantasía? ¿Es algo que, por enfrentar los paradigmas vigentes, se hace necesario
descalificar y desnaturalizar de manera sistemática? ¿A quiénes favorece la utopía?
¿A quiénes perturba?
Favorece a aquellos que viven en la periferia del sistema vigente. Perturba a los
que viven en el centro del paradigma dominante y que por lo tanto disponen del
“control remoto de la realidad”.
Entonces, quizás debamos hacer un esfuerzo por incorporar a nuestra arquitec-
tura de significados la idea de que utopía no es fantasía, de ninguna manera. La
fantasía se puede entender como un producto de la imaginación ubicada dentro
de una dimensión sin límites, sin escalas, sin tiempos. Generalmente, la fantasía
se relaciona con el mundo de los sueños, con el inconsciente, con el mundo de la
ilusión de los sentidos. Es algo propio de la intimidad de cada una de las personas.
Todos tenemos fantasías.
La fantasía puede ser motor de la utopía, puede ser fuente generadora de utopías,
puede ser “el baúl” de las utopías; pero no deberíamos confundir lo que actúa como
causa de lo que resultan ser sus efectos.
Por lo tanto, necesitamos intentar una redefinición de forma tal que podamos
vincularla a un marco referencial distinto, que podamos acercarnos a sus plantea-
mientos y posteriores realizaciones, que podamos comprender cuáles son los crite-
rios para identificarlas, que podamos darnos cuenta de las diferencias con las fan-
tasías, que podamos entender cómo se puede transformar una idea “difícil” en una
realidad viva.
Redefinamos entonces el concepto: utopía es un “calificativo” ofensivo que usan
los “ciegos”, insensibles e incapaces para denominar todo proyecto colectivo que para ser
alcanzado requiere de una visión, un acuerdo, un plan y trabajo con alegría. ¡Mucho
trabajo con mucha alegría!

132 • Fernando G. Bertona


Remarquemos que estamos refiriéndonos a ideas colectivas, pues uno de los atri-
butos de la utopía, es su carácter plural, comunitario, ciudadano.
A la luz de esto sería necesario realizar una transformación gramatical que per-
mita modificar el “insultante adjetivo” y convertirlo en un “expectante sustantivo”.
Pues, si decimos que utopía representa un no-lugar, deberemos hacer un esfuerzo
para entender que ese no lugar, definitivamente tiene el significado de lugar no des-
cubierto aún, no imaginado aún, no construido aún, pero jamás un lugar que no
existe de manera absoluta. ¿Quién puede afirmar semejante cosa?
Quizás no haya en esta confusión inocencia alguna, sino más bien, una cierta
intencionalidad fundada en la astucia y la ambición, que al estilo del mejor mago de
nuestra infancia -con un simple toque de su varita mágica- convierte algo concreto
(como puede ser un sustantivo) en algo abstracto (como es un adjetivo), de forma
tal que en nuestra realidad cotidiana “desaparece” de nuestro radio de acción y es
“nada” lo que podemos hacer para relacionarnos con él en el mundo de las cosas
realizables.
A su vez, para completar este concepto (ya que “cuchara sopera y sopa” suelen
formar parte de una misma idea) necesitamos preguntarnos ¿qué acciones serían
necesarias para construir este no-lugar? Y entonces se hace necesario incorporar los
verbos, ya que un sustantivo sin verbo no merece la pena vivir.
Y el verbo central de la utopía es justamente participar o expresado de otra forma
es participación inteligente, ya que, si decimos que se requiere una visión compartida,
un acuerdo, un plan, alegría y trabajo, es necesario comprender que son necesarias
las personas para realizar dicho plan. Y estas personas son aquellas que aceptan libre
y voluntariamente sumarse a la realización del mismo (aquellos/as que llamamos pi
en el capítulo que sigue).
Sería necesario además, analizar cuáles son los verbos dependientes y comple-
mentarios de este gigantesco verbo, de este poderoso macroconcepto, y cuáles son
los verdaderos atributos que dan vida a esta responsabilidad civil denominada par-
ticipación, para evitar de esta forma caer en los mentados lugares comunes que con-

#Participación Inteligente • 133


funden el concepto, favoreciendo decididamente la ignorancia, la especulación y el
oportunismo.
Entonces la disyuntiva que se nos presenta como sociedad pareciera ser ¿hacemos
un esfuerzo para ponernos de acuerdo construyendo utopías o seguimos aletargados
dando crédito a las eternas promesas de los “cada vez más desesperados” cantos de
sirena del paradigma actual?

5.7. Otra forma de abordaje

Con la finalidad de no repetir la estructura descriptiva que ya utilizamos para


el Estado Teórico (desde el deber ser) y el Estado Actual (mediante un mecanismo
lúdico), recurriremos ahora a otro esquema, de tipo sistémico y visual, en el cual
mostramos los mismos componentes y sus relaciones, aunque presentados en un
esquema geométrico que facilita, o intenta hacerlo, la observación y el análisis, no
solo de sus elementos, sino además, de sus relaciones y otros aspectos emergentes.
En este momento es importante advertir sobre algunas características del modelo
FIC-10 que presentamos a continuación:
1. En la elaboración de los esquemas FIC-10 se debe considerar que los conteni-
dos de los distintos eslabones pueden ser definidos de diferente manera, según
la visión y contenidos que su autor asigna a los distintos eslabones.
2. El modelo asegura una cierta lógica entre sus componentes y relaciones.
3. Como es de esperar, distintos autores podrán construir esquemas diferentes
para un mismo sistema. Como ejemplo de esto, presentamos dos esquemas
diferentes sobre el Estado: el Estado Viviente y el Estado Actual, ambos sobre el
mismo modelo FIC-10 (comparar FIGURAS 28 y 29).
134 • Fernando G. Bertona
4. Lo importante es que en dicha construcción, se está condicionado a respetar
ciertos principios de coherencia, lo cual puede verificarse a través de distintas
lecturas que se hagan sobre el mismo. En el desarrollo de la FIGURA 28
mostramos un tipo de lectura que es de tipo lineal o por eje. Hay otras formas
como las lecturas de tipo circular y triangular, las cuales describiremos más
adelante.
5. Estas distintas lecturas o interpretaciones, permiten ir ajustando el modelo
en la medida de su construcción hasta que se logre un nivel de coherencia
que satisfaga. De todas maneras, por convicción y experiencia, sugerimos no
tomar como definitivo ningún esquema hasta tanto el nivel de coherencia al-
canzado sea sólido, ya que todos pueden ser ajustados progresivamente. Esa
es nuestra experiencia en modelos elaborados sobre distintos sistemas como
Naturaleza, Persona, Cultura, Estado, Gobierno, Ambiente, Salud Pública,
Gestión Pública, etc.
6. Además, el esquema FIC-10 puede ir escalándose con esquemas tipos FIC-
13, FIC-16, FIC-19 hasta el tipo FIC-22 que, como dijimos, es el más com-
plejo actualmente, por lo cual contiene mayor cantidad de información y por
lo tanto, aumenta la seguridad en la calidad lograda pues aporta un nivel de
coherencia mayor.
7. Finalmente, sugerimos volver a revisar estas advertencias iniciales una vez ter-
minado este capítulo.
Empecemos entonces, describiendo estas ideas sobe el esquema del Estado
Viviente en una plantilla FIC-10.

#Participación Inteligente • 135


5.8. El Estado Viviente visto a través de FIC-10

5.8.1. Una Visión

FIGURA 28 - Esquema FIC-10 del Estado Viviente

136 • Fernando G. Bertona


Sistema: ESTADO VIVIENTE
Eslabón 3 (centro):
Espíritu de Ley fundamental (Constitución) / Soberanía
Eje F: Ámbito de la Finalidad Soberana
Eslabón 1. Componente: Gobierno
Eslabón 2. Función: Gestionar estratégicamente con ética y transparencia
Eslabón 4. Objetivo Ref.: asegurar libertad social, participación social y pleni-
tud social, asegurando los DDHH fundamentales
Eje I: Ámbito de las Ideas Soberanas
Eslabón 1. Componente: Ciudadanía
Eslabón 2. Función: Construir participación inteligente
Eslabón 4. Objetivo Ref.: Generar espacios que favorezcan el
despertar de las vocaciones individuales y la construcción de ma-
durez ciudadana.
Eje C: Ámbito de las Acciones Soberanas
Eslabón 1. Componente: Territorio
Eslabón 2. Función: Brindar recursos y servicios ambientales de calidad.
Eslabón 4. Objetivo Ref.: Sostener una sinergia económica-social que favorezca
y fortalezca un desarrollo sostenible.

El componente Gobierno
Su responsabilidad se ubica en el ámbito de los fines soberanos para garantizar los
principios/fines constitucionales que son la unión nacional, la justicia, la paz inte-
rior, la defensa común, el bienestar general y los beneficios de la libertad (Preámbulo

#Participación Inteligente • 137


de la Constitución) asegurando calidad de vida institucional y DDHH en plenitud,
mediante una gestión con visión estratégica, con transparencia y decencia.

Nota: debido a que este componente gobierno, visto como sistema, pue-
de ser desagregado según este mismo modelo FIC-10, y que esta nueva
perspectiva permitirá ampliar el análisis y visualizar el atributo de frac-
talidad que tienen estos modelos, es que en la FIGURA 35 se incluye el
sistema de un Gobierno Viviente, sin más descripciones que la de sus
componentes y relaciones.

El componente Ciudadanía
Su responsabilidad se ubica en el ámbito de las Ideas soberanas para construir par-
ticipación inteligente en un marco de respeto que asegure la producción de conoci-
miento sobre los distintos dominios de realidad, como así mismo la construcción de
comportamientos inteligentes que faciliten el despertar progresivo de las vocaciones
ciudadanas.
El componente Territorio
Su integralidad se ubica en el ámbito de las acciones soberanas, favoreciendo y soste-
niendo sinergias económico-sociales que fortalezca al Estado mediante un desarrollo
de políticas estratégicas que aseguren y protejan los espacios territoriales como así
mismo su biodiversidad, sus recursos y los servicios ambientales existentes.

Nota: estas definiciones representan la visión del autor respecto de los


significados asignados a los componentes del Estado Viviente.

138 • Fernando G. Bertona


EL ESTADO ACTUAL (formato FIC-10)
“Política y Jenga”

FIGURA 29 - Esquema FIC-10 del Estado Actual

#Participación Inteligente • 139


5.8.2. Algunas lecturas sobre el modelo

En el punto anterior hemos presentado los componentes del Estado y sus ámbi-
tos de responsabilidad según nuestra percepción de lo que sería un Estado Viviente.
A su vez hemos definido para cada eje sus eslabones (componente, funciones, centro
y objetivo referencial).
Nos falta realizar algunas lecturas sobre dicho esquema (según describiéramos
en el punto b. Modelo FIC-10), para intentar verificar el nivel de coherencia que
presenta el modelo en su intento de representar un Estado de esta naturaleza.
A continuación agregaremos dos tipos de lecturas más para intentar verificar el
modelo: la primera sobre la articulación de sus componentes mediante una lectura
circular y la otra por componente o lecturas por eje.
Recordemos que la lectura circular (FIGURA 13) intenta verificar la coherencia
de los cuatro componentes asignados al sistema (3 vértices y el centro). La lectura
lineal o por ejes (FIGURA 11b) permite verificar la consistencia de los eslabones de
cada eje, con relación al eslabón central que es común a todo el sistema (este eslabón
es “el que manda”) y, por último, las lecturas triangulares FIC-OMI (FIGURA 14),
permite verificar cada uno de los cuatro triángulos que se forman en el modelo, tres
de estructura FIC y el central tipo OMI.

Lectura circular FIC (FIGURA 30)


Cuando describimos una Visión respecto del Estado Viviente (punto 5.8.a), de-
finimos y significamos a los tres componentes periféricos, cada uno de los cuales
representa un conjunto de actividades y funciones según sus ámbitos de responsabi-
lidad. El cuarto componente, eslabón central del sistema, como dijimos, es el “faro”
que ilumina las acciones y decisiones de los demás componentes. Recordemos que
estos diez eslabones es una desagregación de un sistema que por naturaleza es unita-
rio. Es decir es una unidad a la cual se la ha asignado una finalidad en el momento de

140 • Fernando G. Bertona


su creación u origen, finalidad que gobierna las acciones del sistema para que éste no
se desvíe de sus rol natural.

FIGURA 30 – Lectura circular FIC

Como ya se han definido y significado los componentes, sus ámbitos, funciones


y objetivos referenciales, como así también las responsabilidades que le competen a
cada componente, creemos que esta lectura, dentro del marco preliminar de estos
textos, podemos darla por completa.

Lecturas lineales o por eje (FIGURAS 31, 32 y 33)


EJE F: recordemos la conformación de este eje.
Ámbito: de la finalidad soberana
Eslabón 1. Componente: Gobierno
Eslabón 2. Función: Gestionar estratégicamente con ética y transparencia

#Participación Inteligente • 141


Eslabón 3: Esencia: representa el Espíritu de la Constitución Nacional (nunca
su letra muerta).
Eslabón 4. Objetivo Ref.: asegurar libertad social, participación social y plenitud
social, asegurando los DDHH fundamentales.

FIGURA 31 – Lectura lineal por el eje F

Es importante destacar que solo con una visión de gobierno enmarcada dentro
del espíritu de la ley fundamental, es posible construir un Estado Viviente,
asegurando a la población el ejercicio de los derechos humanos plenos que
justamente se encuentran en el marco de dicha Ley, sobre la cual se sostiene,
precisamente, la necesidad de construir tal visión de gobierno.
Esta condición es esencial para que el ejercicio de las funciones de gobier-
no pueda ser entendido como ético y transparente. Aunque, lograr que el
Gobierno -que está constituido por tres poderes independientes y con funcio-
nes específicas de cada uno- coincidan en una visión común puede aparecer

142 • Fernando G. Bertona


como algo poco probable, sí debería esperarse que cada uno desarrolle su
propia visión dentro del marco de la Constitución, lo cual sería suficiente,
pues las diferencias deberían resolverse, naturalmente, en el espacio de los
conflictos emergentes propios de la dinámica institucional, pero coincidiendo
y aceptando el marco normativo general.
EJE I: recordemos la conformación de este eje.
Ámbito: de las ideas soberanas
Eslabón 1. Componente: Ciudadanía
Eslabón 2. Función: Construir participación inteligente
Eslabón 3: Esencia: representa el Espíritu de la Constitución Nacional
Eslabón 4. Objetivo Ref.: Generar espacios que favorezcan el despertar
de las vocaciones individuales y la construcción de madurez ciudadana.

FIGURA 32 – Lectura lineal por el eje I

En el Capítulo 6 ampliamos el tema de la participación inteligente, la cual


#Participación Inteligente • 143
aparece en el marco de este eje como el motivo central de la función ciudada-
na para poder alcanzar, como principales objetivos referenciales:
a) Despertar las vocaciones ciudadanas, a través de una nueva perspectiva del
sistema educativo (formal e informal), en sus distintos niveles, para favorecer
niveles de conciencia superadores, emergentes de procesos de construcción de
inteligencia participativa. Las leyes ambientales vigentes en Argentina (como
la Ley General de Ambiente N° 25675), entre sus objetivos plantea al respec-
to: fomentar la participación social en la toma de decisiones, promover cam-
bios en los valores y conductas sociales que posibiliten el desarrollo sostenible
y organizar e integrar la información ambiental asegurando su libre acceso a
la población.
b) Orientar, en todo aquello que sea posible, la construcción de conocimiento
sobre los distintos dominios de realidad dentro de los cuales se desarrolla la
vida, de manera tal que cada cual pueda percibir la conveniencia de modificar
actitudes y capacidades que mejoren progresivamente los comportamientos
sociales y como consecuencia los comportamientos sociales emergentes. Esto
mejoraría notablemente la sinergia económica-social y el estado de bienestar
ciudadano.
EJE C: recordemos la conformación de este eje.
Ámbito: de las acciones soberanas
Eslabón 1. Componente: Territorio
Eslabón 2. Función: Brindar recursos y servicios ambientales de calidad.
Eslabón 3: Esencia: representa el Espíritu de la Constitución Nacional
Eslabón 4. Objetivo Ref.: Sostener una sinergia económica-social que favorezca
y fortalezca un desarrollo sostenible.
Antes que nada, advertir que cuando se habla de funciones y objetivos del com-
ponente territorio (que es el espacio físico donde se desarrolla la vida), se habla de
responsabilidades y funciones de los componentes gobierno y ciudadanía respecto
144 • Fernando G. Bertona
del territorio, pues son estos, quienes toman decisiones que puedan perjudicar o
favorecer las condiciones del mismo.

FIGURA 33 – Lectura lineal por el eje C

En este caso, el objetivo referencial planteado, se puede lograr a través de objeti-


vos concurrentes como son la preservación de la diversidad biológica, la implementa-
ción de desarrollo sostenible y la gestión sostenible del ambiente, tres patas de un trípode
conceptual que está normado en la citada ley ambiental.
Para satisfacer estos objetivos se hace necesaria la concurrencia de varios factores:

• Una visión superadora y desafiante respecto del futuro de una ciudad, una
provincia o una nación (inteligencia y visión política)

#Participación Inteligente • 145


• Una firme convicción en las máximos niveles políticos del Estado respecto de
la necesidad de realizar tales acciones (voluntad política)

• Una sólida decisión de iniciar, desarrollar y/o sostener un proyecto de tal en-
vergadura (compromiso político)

• Una convocatoria abierta y generosa a todos aquellos que tengan la disposi-


ción de sumar más inteligencia, más voluntad y más compromiso para ejecu-
tar dicho plan (apertura política)

• Un plan, que integre la visión, la convicción, la decisión y la convocatoria


(planificación política).
Para ampliar algunos conceptos complementarios sobre el ambiente se sugiere
leer el Complemento de lectura “Ambiente, sustentabilidad y sostenibilidad”.

Lecturas triangulares parciales


Las lecturas de tipo triangular parcial descriptas en el punto 4.2.c. son un buen
ejercicio para revisar la coherencia de los contenidos (componentes y relaciones) del
sistema representado con este modelo.
A la luz de los ejemplos utilizados en las FIGURAS 28 (Estado Viviente), 29
(Estado Actual) y 35 (Gobierno Viviente), propongo al lector interesado que, luego
de haber leído el Capítulo 6 (funciones de la participación inteligente), haga prue-
bas de consistencia extrayendo para su análisis cualquiera de los triángulos internos
del modelo y analizando las relaciones utilizando los esquemas FIC-OMI según
corresponda.
Un dato más: recuerde que las funciones de los componentes, no son vértices
sino lados (relaciones entre vértices). Será una buena manera de familiarizarse con la
estructura, dinámica y significación de este modelo.

146 • Fernando G. Bertona


5.8.3. Cuadro de funciones

La FIGURA 28 (FIC-10 Estado Viviente) permite visualizar las funciones del


Estado (tema abordado en el punto 5.3 desde una mirada tradicional, Estado
Teórico), pero que ahora es presentada desde otra perspectiva, la cual facilita visibi-
lizar relaciones vinculadas a su funcionamiento y dentro de un esquema integrado
que facilite la comprensión de la dinámica que se establece (o se debería establecer)
entre los distintos componentes. A continuación se presenta una apretada síntesis
sobre dichas funciones (FIGURA 34).
Objetivo del
Componente Función del Componente componente
Gestionar estratégi- Asegurar los Derechos
camente los asuntos Humanos plenos de la

Sostener la visión de origen


Gobierno ciudadanía
públicos con ética y
transparencia
Constitución Nacional

Construir Asegurar la madurez


Ciudadanía Participación ciudadana desarrollan-
inteligente do sus vocaciones
Espíritu de la

Generar sinergia eco-


Sostener la cali- nómica-social en el
dad de los recur- marco de un desarrollo
Territorio sos y servicios sostenible.
ambientales

FIGURA 34 – Síntesis de funciones del Estado Viviente

Es importante advertir que, a la luz de las tendencias y demandas ciudadanas


actuales, se hace necesario rehacer las viejas formas de presentar la información pú-
blica a la ciudadanía para que ésta pueda analizar y visibilizar aquellas relaciones
críticas o esenciales vinculadas al funcionamiento del Estado, sin las cuales no es
factible construir participación inteligente.
Si se comparan, por ejemplo, las FIGURAS 34 (Cuadro) y 28 (formato FIC-10),
la información que ambas contienen sobre los componentes del Estado, sus funcio-
nes y los objetivos planteados, es exactamente la misma. A pesar de ello existe una
#Participación Inteligente • 147
diferencia importante entre ellas: una está compuesta solamente por texto, mientras
que la otra, distribuye el mismo texto sobre un marco geométrico con significado
específico para cada una de sus partes (vértices, lados, ejes, centro, etc.). Esta situa-
ción le agrega importante información que la primera figura no tiene, información
referida, no solamente a cada componente, sino principalmente a las relaciones que
se establecen entre éstos.
Las lecturas por eje, circular y FIC/OMI triangulares que pueden hacerse en el
esquema visual, es imposible realizarlas de manera directa en las primeras lecturas
sobre el esquema de solo texto (aunque lógicamente pueden surgir luego de reflexio-
nar detenidamente sobre el tema).
Este ejemplo muestra claramente la importancia de disponer y de utilizar mode-
los geométricos con significado que faciliten el acceso al conocimiento de objetos,
sistemas, fenómenos, de los distintos dominios de realidad.

148 • Fernando G. Bertona


5.8.4. Ejemplo Gobierno Viviente (en formato FIC-10)

FIGURA 35 – El Gobierno Viviente en formato FIC-10

#Participación Inteligente • 149


Notas
Sobre los objetivos referenciales del Gobierno Viviente: los tres estados
sociales (de libertad, de participación y de plenitud) son estados dinámi-
cos que se mueven hacia su auto optimización. Representan situaciones
evolutivas dentro de un proceso social de transformación progresiva.

Sobre el concepto de fractalidad del modelo FIC-10: la incorporación del


modelo de gobierno posible, tuvo un doble objetivo; por un lado permite
aportar otro ejemplo de las posibilidades de aplicación del modelo y por
el otro facilita la visualización del concepto de fractalidad (FIGURA 36).

FIGURA 36 – Esquema fractal Estado Viviente /Gobierno Viviente

150 • Fernando G. Bertona


Capítulo 6

6. La Participación Inteligente o f(π)


La participación inteligente es un fin, nunca un principio,
y requiere de voluntades, inteligencias y tiempos sinérgicos
para imaginar, construir y comunicar una sociedad
más libre, más justa y más solidaria.

#Participación Inteligente • 151


6.1. Qué es la participación inteligente - f(π)

Consideramos a la participación inteligente -que denominamos como función


pi o f(π)- como un atributo de la vida. Decimos atributo pues éste representa una
propiedad o condición de un sistema sin el cual el mismo tiende a disminuir sus
potencialidades, a “enfermarse”, a degradarse. Un sistema social sostenible va de la
mano de la participación inteligente.
La f(π) debe ser reconocida como necesaria por cada cual, luego aceptada, apren-
dida y practicada. Esa es la secuencia. No hay magia en esto. La fórmula parece
ser simple, aunque a veces las cosas se complican pues el cristal con el que solemos
mirar la realidad suele estar demasiado manchado de prejuicios, de suposiciones, de
posiciones defensivas, de “sensibilidades”. El temor -fruto de tanta ignorancia acu-
mulada a lo largo de siglos- es incompatible con la participación inteligente.
Se requiere valor, prudencia, también inteligencia -por cierto- y conciencia res-
pecto de la importancia de lograr control emocional. Determinadas actitudes y ca-
pacidades para la construcción de conocimiento están en la base de la idea de parti-
cipación inteligente (ver punto 9.2).
La f(π) es una función que integra, construye, sostiene. Como virtud o capacidad,
corresponde a resultados progresivos de un proceso de aprendizaje en el cual cada
uno es a la vez aprendiz (cuando se da cuenta de algo nuevo) y es maestro (cuando se
es útil en el proceso de aprendizaje de otro). Cada cual, desde diferentes posiciones
y perspectivas, colabora con los demás, recibiendo a su vez, la colaboración de ellos.
Por lo dicho, no se nace con esta virtud, la cual no puede comprarse, venderse,
ni ganarse como premio en algún concurso. No, sería injusto que fuera así. La f(π)
requiere de voluntad de aprendizaje y de una predisposición mínima para iniciar un
camino cargado de sorpresas, de desafíos y de beneficios, en donde el primero de
ellos será encontrarse con personas afines a la visión y sentimientos propios, lo cual
de por sí produce una inmensa alegría.
#Participación Inteligente • 153
La f(π) no es para personas cómodas, caprichosas, rebeldes, antojadizas y mucho
menos para personas vanidosas o soberbias. De ninguna manera. Estas caracterís-
ticas son absolutamente incompatibles con esta cualidad del humano que denomi-
namos participación inteligente. A su vez el mismo camino que es beneficioso para
unos puede no serlo para otros. Se participa o se especula. Si se decide participar y
construir inteligencia participativa, se podrá caminar casi sin sobresaltos, pues el ca-
mino es contenedor. Si en dicho camino se intenta especular, seguramente en algún
momento se lo abandonará pues no se tendrá motivo para seguir. No se descubrirá
ningún significado en el esfuerzo de caminar.
El/la participante inteligente (denominados pi para diferenciarlos de la f(π) como
concepto) sabe que el fin común, planteado en el marco del Espíritu de la Ley
Fundamental del Estado Viviente, es y deber ser el principio de toda acción indivi-
dual. Sabe que la única manera lógica de sostener un proyecto colectivo, es alinear el
proyecto propio con la normativa común establecida. De esta manera nunca habrá
posibilidades de frustraciones incomprensibles o de violencias injustificadas, y si
aparecen desencuentros será necesario identificar causas y analizar la mejor forma
de corregir todo aquello que aparece como interferencia. De paso, se sigue apren-
diendo. Ese es el camino.
El/la pi tiene una inquietud, descubrir su vocación y activarla. Es su mayor de-
seo. Sabe diferenciar, además, el conocimiento del prejuicio, tomando a este último como
punto de partida de un aprendizaje efectivo.
Para ello necesita darse cuenta de que su vida se desarrolla en distintos dominios
de realidad dentro de los cuales se mueven los humanos y donde existen amenazas,
que habrá que identificar para evitar sus efectos, como oportunidades que habrá que
ir descubriendo para aprovechar sus beneficios.
Estos dominios serán vistos a continuación. Pero antes, dejamos algunas
definiciones:
f(π) La Participación Inteligente es la conducta síntesis que surge como resultado
de un proceso de aprendizaje triple: (a) aquel correspondiente a la construcción
de conocimientos sobre los distintos dominios de realidad, que se describen en

154 • Fernando G. Bertona


el punto siguiente, (b) el correspondiente a la creación de soluciones para sa-
tisfacer necesidades y/o resolver problemas y (c) aquel que facilita los procesos
de comunicación necesarios. Estos procesos, siempre dentro de un marco de
respeto a la Ley Natural37 y al espíritu de la Ley Fundamental del Estado.
pi El/la participante inteligente es aquel ciudadano/a atento/a y considerado/a que
decide practicar la Participación Inteligente (aunque le cueste, aunque al prin-
cipio no comprenda bien los beneficios, aunque le insuma un tiempo que
podría dedicarlo a otras actividades más “placenteras”, aunque sienta cierta
desorientación inicial).
Para qué sirve: la participación inteligente sirve para sostener el Estado Viviente y
facilitar la continuidad de sus políticas estratégicas de manera independiente a
los gobiernos que se vayan sucediendo en el ejercicio del poder. Sirve, además,
para hacer realidad y sostener los anhelos que nuestros padres constituyentes
expresaron como espíritu de nuestra Constitución, en el Preámbulo de la mis-
ma. Sirve, finalmente, para expresar los más profundos anhelos que se pueda
sentir como vocación de vida.

6.2. Dominios de realidad

La participación inteligente requiere de tres cosas fundamentales: disponer de


actitud para aprender, de voluntad para abordar la resolución de problemas o satis-
facción de necesidades y de responsabilidad para comunicarse. La sumatoria de estas
condiciones, conforman una categoría de ciudadanos cuyas conductas descargan
pesados lastres de “la espalda social”.

37 - Nos referimos al conjunto de leyes que rigen los procesos de la naturaleza.

#Participación Inteligente • 155


Esto requiere saber dónde se está parado, es decir tener un cierto contacto con la
realidad, incluyendo en este concepto el ámbito circunstancial y contingente en el
cual se vive.

6.2.1. Mapa conceptual de referencia: premisas

Cuando definimos la f(π) dijimos que ésta es una conducta síntesis que surge
en un proceso dentro del cual se encuentra el construir conocimiento sobre lo que
denominamos dominios38 de realidad, conocimiento relacionado con una dinámica
que se produce entre el ser humano y su entorno, el que a su vez se encuentra fuerte-
mente condicionado y afectado por las acciones que éste ejecuta, como así también
por las relaciones que establece con el mismo. Es decir, por el tipo de paradigma que
sostiene su visión y sus decisiones.
Al hablar de dominios de realidad, estamos haciendo referencia a macroconcep-
tos, macroverbos y a sistemas.
Decimos macroconceptos pues al hablar de Vida, Natura, Cultura, Estado,
Ambiente, Persona, Participación o Realidad, estamos nombrando verdaderos con-
tinentes conceptuales que incluyen múltiples ideas, relaciones e interacciones, los
cuales conforman una compleja estructura dotada de dirección y de sentido (o me-
jor dicho de direcciones y sentidos), convirtiéndose en entidades unificadoras de
categoría superior.
Decimos además macroverbos pues, en tales continentes conceptuales, la presen-
cia de significado y sentido presupone la existencia de acciones prospectivas de ma-
yor jerarquía, que necesariamente deberán incluir una multiplicidad de actividades

38 - Dominio de realidad: usamos el concepto de dominio ya que está fuertemente vinculado


al concepto de sistema; su significando puede entenderse como el “espacio” dentro del cual se
“extiende” el funcionamiento de éste. Por lo cual, los términos dominio, ámbito y espacio po-
drán ser usados en este mismo sentido, salvo indicación expresa en contrario.

156 • Fernando G. Bertona


menores que dependen de ella pero que a su vez tienen como función sostenerla y
permitir su plena realización.
Por último, los nombramos como sistemas pues cada uno de ellos –por estar es-
tructurados a partir de componentes diversos, con atributos39 definidos, con niveles
múltiples de relación y con funcionalidades específicas- puede ser englobado dentro
de una categoría especial de sistemas, desde el punto de vista de la Teoría General de
Sistemas (TGS). En todos estos casos, por tratarse de organizaciones complejas que
incluyen al ser humano como protagonista, los consideramos dentro de la categoría
de sistemas vivientes40 .
El ser humano, centro de este fragmentado y complejo mundo, aparece como
un dominio de enlace, de vinculación o de relación con los demás dominios y se
manifiesta como el único responsable de la armonía o el desorden que pueda ser
logrado dentro de éstos. Y es esta situación, precisamente, la que pone en evidencia
la emergente necesidad de despertar aquellos atributos humanos que parecen estar
aletargados y sepultados por un sistema que parece esforzarse en generar confusión,
la que suele aparecer “disfrazada” con imágenes, sonidos y colores que, según se
afirma desde el mismo centro paradigmático vigente, nos llegan desde el “futuro”.
Aunque, un dato de peso nos informa que aquellos hombres y mujeres que dispo-
nen de por lo menos “un ojo abierto”, saben que este mensaje es solo parte de una
realidad engañosa que se pretende imponer a través de una “alquimia lingüística y
visual” que consiste tan solo en repetir, repetir y repetir las mismas falsas palabras e
imágenes de siempre.
Esta situación puede ser revertida. Habría que poner de pie, sostener y desarro-
llar aquellos aspectos del ser humano que respondan a su vocación natural, es decir
a la necesidad innata de adquisición de conocimientos como fruto de un verdadero
aprendizaje que lo convierta en un ser reflexivo frente a la realidad, decisión que

39 - Utilizaremos este concepto en el sentido de propiedad de un objeto o de un sistema, sin


la cual éste se degrada. No es una propiedad cualquiera, es una propiedad vinculada a la propia
función o finalidad de dicho objeto o sistema.
40 - Sistemas que incluyen a todos los seres vivos y cuya característica principal es el inter-
cambio de recursos, energía e información con el medio.

#Participación Inteligente • 157


facilitaría el acceso a un renovado concepto de amor y de poder que permitiría una
participación inteligente, responsable, sostenible y verdadera en la vida político-social
de la cual forma parte.

6.2.2. El mapa

Entonces, con la idea de organizar los distintos aspectos del esquema general y de
algunas de sus principales relaciones, como así también con la esperanza de poder
lograr un abordaje orgánico sobre ellos, se han ordenado los mismos de la siguiente
forma (ver FIGURA 37):

• Un Dominio de Integración: nos referimos al macroconcepto Vida (Universo),


pues es quien finalmente integra todos los demás dominios y que, según nues-
tra cosmovisión, se manifiesta a escala universal.

• Cuatro Dominios Específicos: son aquellos caracterizados por conformar, en


este caso, sistemas abiertos, de elevada complejidad, con sistemas de concep-
tos a nivel macro y que se  encuentran directamente vinculados al accionar del
ser humano. Ellos son Natura, Cultura41 , Estado y Ambiente.

• Un Dominio de Enlace: representado por el propio ser humano (Dominio


Persona) que aparece dotado de atributos especiales, tanto psicofísicos como
de relación y de síntesis, el cual se encuentra en la intersección de los domi-
nios específicos y dentro del Dominio de Integración. Actúa como factor de
enlace entre los dominios citados.

41 - La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que incluye
el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros
hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad” (TYLOR
E.B., 1975).

158 • Fernando G. Bertona


• Un conjunto de tres ejes de aprendizaje, los cuales corresponden a un sistema
de coordenadas (XYZ) en cuyo centro se ubica el ser humano como dominio
de enlace:
Eje de Aprendizaje Natura-Cultura: corresponde a las relaciones que establece la
Persona, como parte de una determinada comunidad, con los dominios específicos
Natura y Cultura, desde una óptica vinculada al aprendizaje familiar y social, reque-
rido principalmente en las primeras etapas de la vida (aunque no por ello inexistente
en las demás etapas), hasta lograr un desarrollo apropiado que le facilite a la persona
adquirir responsabilidad frente al medio. La acción punitiva en este eje es del medio
familiar o social.
Eje de Aprendizaje Estado-Ambiente: corresponde a las relaciones que estable-
ce la Persona, como individuo responsable, con los dominios específicos Estado
y Ambiente desde una óptica relacionada -en este caso- con el aprendizaje nece-
sario para tomar decisiones dentro de cada uno de ellos, haciéndose cargo de sus
consecuencias (la acción punitiva en este caso se da a través del cuerpo normativo
correspondiente).
Eje de Aprendizaje Prospectivo: corresponde a las relaciones que establece la per-
sona, en el marco de una comunidad, como parte de un proyecto de vida que vin-
cula lo histórico (sus raíces), con el futuro (sus sueños) impactando finalmente en
su presente como referencia que orienta su conducta hacia el logro de su propósito.
Finalizando, un conjunto de cuatro ejes de relación entre pares de dominios es-
pecíficos, cuya descripción escapa al alcance de estas páginas.

#Participación Inteligente • 159


FIGURA 37 – Dominios de realidad, principales características de cada dominio, rela-
ciones entre dominios y ejes.

160 • Fernando G. Bertona


6.2.3. Diferenciación de dominios. Hitos.

Apelando a una simplificación necesaria, y como cierre de este tema, haremos


una breve explicación sobre la estructura visual que hemos utilizado para la presen-
tación de los dominios y sus relaciones. Según se desprende de la FIGURA 37, los
dominios específicos se muestran como sistemas individualizados, cada uno de los
cuales comparte determinados vínculos con los demás según ejes determinados de
relación, todos envolviendo al ser humano que se ubica en el centro.
Esta distribución de dominios, la cual tiene una finalidad didáctica, no viene a
representar la naturaleza exacta de estas relaciones pues específicamente en el caso de
los dominios Estado y Ambiente, ninguno debería salirse de los dominios Cultura,
ya que son parte de éste (siempre con una perspectiva antropológica).
Sucede que, la manera que hemos elegido nos permite -además de un mejor
aprovechamiento del espacio para visualizar conceptos, relaciones y ejes y colocar
algunas etiquetas indicadoras- poner en evidencia, de una manera más contundente,
los distintos dominios de realidad que fueron emergiendo como consecuencia de
un proceso de diferenciación ocurrido en el tiempo universal e histórico, y que a
manera de hitos, jalonaron dicho proceso.
En la Tabla Diferenciación de Dominios (FIGURA 38) puede observarse una se-
cuencia simplificada de estos hitos o estadios de diferenciación y su representación
gráfica en una línea de tiempo vertical. Tal línea de tiempo está lo suficientemente
comprimida, en extremo diríamos, para facilitar su abordaje.
El conjunto de hitos mostrados, representando la aparición de los diferentes do-
minios de realidad, se encuentran ubicados entre dos interrogantes: el inicial (origen
del universo) y el final (hacia dónde nos dirigimos), interrogantes que nos desafían
a reflexionar.
A su vez, es importante entender para mejorar la perspectiva del análisis, que
la aparición de los dominios Estado y Ambiente, representan verdaderos cambios
paradigmáticos que produjeron una reorganización radical de la sociedad en el caso
#Participación Inteligente • 161
del Estado, mientras que en el caso del Ambiente, generaron una revisión y un reor-
denamiento de las relaciones entre la sociedad (Cultura) y el orden natural (Natura),
los cuales se encuentran actualmente en pleno desarrollo y por lo tanto son de in-
soslayable vigencia.

Tabla de Diferenciación de Dominios


1. Origen del universo: de acuerdo con el modelo del Big
Bang, el Universo se expandió a partir de un estado extrema-
damente denso y caliente y continúa expandiéndose hasta el
día de hoy. Inicio universal. Movilidad progresiva del espa-
cio, la materia, la energía.
Dominio: Universo/Vida
Tipo: Dominio de integración
Tiempo: -13.400 millones de años (ma.)

2. Formación del sistema solar y diferenciación de pla-


netas (Tierra). Asumimos, solo como una simplificación
necesaria con finalidad didáctica, la “equivalencia” entre el
planeta Tierra y Natura, por lo que al hablar de Natura nos
estamos refiriendo exclusivamente al ámbito planetario.
Dominio: Natura
Tipo: Dominio Específico
Tiempo: -4.600 ma. (Planeta Tierra)

3. Aparece el Humano.  Primer individuo del Género


Homo (¿Homo habilis, Homo rudolfensis?)
Dominio: Persona 
Tipo: Dominio de Coordinación
Tiempo: -2 ma. (África)

162 • Fernando G. Bertona


4. Aparece la cultura: comienzo de las actividades hu-
manas para satisfacer necesidades y resolver los problemas
emergentes. Aparecen las primeras comunidades en donde
se construyen herramientas, utensilios y recursos en sentido
amplio para hacer frente a las diversas necesidades emergen-
tes. Es el inicio de la cultura (perspectiva antropológica).
Dominio: Cultura.
Tipo: Dominio Específico
Tiempo: -2 ma. (África)

5. Aparece el Estado: la complejidad creciente de las or-


ganizaciones politico-sociales, da lugar al nacimiento del
Estado. Por conveniencia nos referimos aquí solamente al
estado moderno. No existe en ese momento el concepto de
ambiente.
Dominio: Estado
Tipo: Dominio Específico
Tiempo: Siglos XIV a XVI aprox. (Europa)

6. Aparece el Ambiente: el consumo creciente y excesivo


de recursos  a partir de la revolución industrial (Siglo XVIII)
provocan una degradación creciente y sostenida  de la natu-
raleza. Surgen las primeras voces de alerta. Se hace necesario
enfocar el tema de una forma orgánica. El tema ambiental
aparece como respuesta a esta problemática.
Dominio: Ambiente
Tipo: Dominio Específico
Tiempo: Siglo XX  (Global)

#Participación Inteligente • 163


7. ¿Próximo dominio, próximo hito?
¿Continúa la fragmentación?
¿Aparecen nuevos dominios?
¿Disminuye la fragmentación?
¿Se integran dominios?
¿Estado + Ambiente = Estado Ambiental?
¿Estado Ambiental = Estado Viviente?
¡Interrogantes!

FIGURA 38 –Diferenciación de dominios. Hitos

6.3. Funciones de la participación inteligente f(π)

6.3.1. Atributos ciudadanos

Debido a que las actividades de la f(π) se desarrollan en los citados dominios de


realidad y dentro de estos se encuentra el Estado, será conveniente analizar primero
algunas relaciones que surgen entre Estado y ciudadano, antes de describir las fun-
ciones que consideramos propias de éste. Veamos la FIGURA 39.
Puede observarse que las relaciones nombradas son de naturalezas diversas pues
responden a una pluralidad de relaciones entre el Estado y la ciudadanía. A su vez,
podemos observar que una misma persona tiene o puede tener, simultáneamente,
diversos roles o papeles frente al Estado.

164 • Fernando G. Bertona


Ante todo, el ciudadano es parte del Estado y como tal puede vincularse a él me-
diante actitudes especulativas (Estado Actual) o actitudes responsables e inteligentes
(Estado Viviente). Es importante aclarar en este punto que el Estado Viviente, como
idea, es plenamente vigente en una buena parte de la población que comprende la
necesidad de una transformación efectiva en el funcionamiento del Estado y actúa
en su vida diaria “como si” las cosas funcionaran de acuerdo con el espíritu de la
Ley, aunque dicho espíritu se encuentre cuasi-abandonado en algún repliegue de la
Administración o en algún rincón de la conciencia de muchos funcionarios.

FIGURA 39 – Algunos atributos del ciudadano

Esta actitud de actuar de acuerdo con el espíritu de las instituciones aunque


las mismas funcionen en otra dirección y con otro sentido, jerarquiza moral y éti-
camente a esa porción de la ciudadanía, pues demuestran coherencia frente a sus
responsabilidades. A su vez, debemos destacar que esta misma posición ética –que

#Participación Inteligente • 165


suele confundirse con cierto tipo de ingenuidad- conlleva un profundo sentimiento
de frustración espiritual, pues se percibe pertenecer a una categoría especial de
ciudadanos que podríamos denominar familiarmente como “sapos de otro pozo”.
Si volvemos a la FIGURA 39, podemos observar que –dentro de la simplifica-
ción propia de un formato binario- somos:

• Contribuyente/Evasor con relación al pago de impuestos y tasas

• Votante/No votante con relación a la elección de autoridades

• Crítico/Complaciente frente a las circunstancias y contingencias del Estado y


su administración.

• Habitante/Turista de nuestro espacio territorial

• Paciente/Trabajador del sistema de salud

• Estudiante/Docente del sistema de Educación

• Trabajador/Usuario de las reparticiones públicas

• Desplegamos una conducta positiva/negativa frente al Ambiente


A su vez podemos ser:

• Sospechoso/No sospechoso frente al delito

• Procesado/Libre frente a la Justicia

• Especulador interesado/Participante inteligente frente al Estado Actual/


Estado viviente.
La multiplicidad de roles que van surgiendo a lo largo de la vida de un ciudadano
frente al Estado es variado. Algunos pueden durar toda una vida (responsable frente
al ambiente, contribuyente, votante, paciente, etc.), otros aparecen como circuns-
tanciales (sospechoso, procesado, etc.), otros más pueden duran un período y luego
desaparecer (estudiante/docente, trabajador, etc.).

166 • Fernando G. Bertona


Algo en común tienen todos estos roles: requieren de determinadas pautas de con-
ducta para ser llevados a cabo sin causar perjuicios o interferencias en el medio.
Es entonces cuando aparece la necesidad de disponer de determinadas actitudes
y capacidades para decidir responsablemente frente a este conjunto de relaciones
ciudadano-Estado como asimismo a las que surgen entre ciudadanos.

6.3.2. Modelo MR3 ampliado

Retomaremos el modelo realidad MR3 descripto en el punto 4.2.1. para vincu-


larlo con las funciones conocer, crear, comunicar y participar que desarrollaremos a
continuación. Vamos a referenciar las mismas con este esquema MR3. La función
comunicar será desarrollada al final pues interactúa con una dinámica diferente a las
demás funciones.
Decíamos que la realidad se nos presenta como la suma de aquello que vemos
(Lo Concreto), más lo que no vemos (Lo Abstracto) más el mecanismo de enlace en-
tre ambos (Lo Metodológico) como muestra la FIGURA 9 ya vista (punto 4.2.2.).
A su vez, ampliamos este concepto expresando que también podía entenderse
como la integración de las esferas de oportunidades (EO), de acontecimientos (EA)
y los vínculos metodológicos entre ambas (LM).
Este esquema estaría incompleto si no agregáramos al hombre en el lugar donde
éste se ubica dentro de nuestro modelo. Veamos entonces la FIGURA 40, en donde
hemos utilizado un hombre de Vitruvio42 , para representar a nuestro ciudadano
participante.

42 - Hombre de Vitruvio: (https://es.wikipedia.org/wiki/Hombre_de_Vitruvio) es un famoso


dibujo acompañado de notas anatómicas de Leonardo da Vinci realizado alrededor del año 1490
en uno de sus diarios. Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones sobreim-
presas de brazos y piernas e inscrita en una circunferencia y un cuadrado (‘Ad quadratum’).
Se trata de un estudio de las proporciones del cuerpo humano, realizado a partir de los textos
de arquitectura de Vitruvio, arquitecto de la antigua Roma, del cual el dibujo toma su nombre.
También se conoce como el Canon de las proporciones humanas.

#Participación Inteligente • 167


Vemos que nuestro humano personaje está centrado dentro de lo que denomi-
náramos como vesica piscis, espacio propio de Lo Metodológico, lugar de acopla-
miento de ambas esferas y puente de enlace entre estos dos mundos, que identificá-
ramos como Esferas de Oportunidades y Acontecimientos.
Vemos en el gráfico que su cabeza está “envuelta” por el horizonte de oportu-
nidades como así mismo, sus pies se apoyan en un amplio horizonte de eventos o
acontecimientos.

FIGURA 40 – Hombre y realidad

Su significado aparece como obvio, en la mente e imaginación del humano se en-


cuentra un inmenso mundo de oportunidades no visualizadas aún, no descubiertas aún,
no percibidas aún, no realizadas aún. Oportunidades que “esperan” que el humano
les preste su atención, las mire de frente, las acepte como posibles y las decida rea-
lizar, ya que nadie más que él podrá hacerlo, pudiendo llevar así sus ideas y sueños
desde el horizonte de oportunidades hacia el horizonte de acontecimientos, el que
se encuentra justamente a sus pies.

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Los humanos somos el medio apropiado para transformar la realidad. Solo se
requiere que tales transformaciones sean concretadas con claro entendimiento de los
impactos que puedan causar en los diferentes dominios de realidad afectados, sobre
todo cuando estas transformaciones son llevadas a cabo desde el mismo Estado y en
nombre de la ciudadanía.
Avanzando sobre la FIGURA 40, quizás ya se observó que además de nuestro
hombre de Vitruvio, se han agregado al modelo MR3, dos triángulos: uno ubicado
en la esfera de oportunidades, apuntando hacia abajo, y el otro en la esfera de acon-
tecimientos, apuntando hacia arriba. Avancemos.

6.3.3. Funciones conocer y crear

Cuando describimos los modelos de base OMI y FIC (punto 4.2.2) dijimos que
ambos triángulos representaban procesos vinculados a las dinámicas de dos paradig-
mas diferentes: el algorítmico/científico y el heurístico/de sistemas.
A su vez indicamos que el significado de las letras OMI (Objeto-Método-Idea)
era representativo del modelo algorítmico/científico, mientas que las siglas FIC
(Finalidad-Idea-Concreción), representaban al heurístico/de sistemas. El esque-
ma OMI iba desde lo concreto hacia lo abstracto y el FIC, desde lo abstracto a lo
concreto.
El triángulo OMI (FIGURA 41), entonces, por definición, está vinculado a la
construcción de conocimiento sobre la realidad y representa a la función conocer, la
cual la representamos así: f(conocer)

#Participación Inteligente • 169


Figura 41 - Triángulo OMI – Función conocer

Figura 42 - Triángulo FIC - Función crear

170 • Fernando G. Bertona


Mientras que el triángulo FIC (FIGURA 42) se vincula con la construcción
de soluciones para la satisfacción de necesidades, la resolución de problemas o el
aprovechamiento de oportunidades y representa a la función crear, la cual la repre-
sentamos así: f(crear).

Tanto la lectura de OMI como de FIC, se componen de tres etapas, representa-


das por sus respectivos lados.
Las etapas son:

• f(conocer), OMI = observar + nombrar + verificar

• f(crear), FIC = diseñar + realizar + evaluar


En ambos casos cada una de estas etapas, que se corresponden con los lados de
los triángulos, está a su vez compuesta de dos acciones, cada una de las cuales está
vinculada a su vértice correspondiente.

• f(conocer), OMI:
Observar = atender + caracterizar
Nombrar = describir + visualizar
Verificar = analizar coincidencias + comprobar

• f(crear), FIC:
Diseñar = imaginar + elegir
Realizar = especificar + ejecutar

Evaluar = utilizar + comprobar


Si bien todos los conceptos son de diccionario y de uso casi cotidiano, describi-
remos la secuencia de las lecturas y algunos significados.

#Participación Inteligente • 171


6.3.3.1. Lectura OMI

Comienza en el vértice O, pues se supone que desconocemos dicho objeto y de-


seamos saber algo de él. Avanza en sentido horario yendo desde O hacia M y luego
hacia I para volver finalmente al vértice O en donde se cierra un circuito. Nótese que
decimos “un circuito” y no “el circuito”, pues debemos recordar que el conocimien-
to es construido a lo largo de sucesivas aproximaciones al objeto en estudio en un
proceso progresivo (así avanza y sigue avanzando la ciencia), por lo que el proceso
“completo” –por llamarlo de alguna forma- puede significar varios ciclos OMIO.
La f(conocer) se iniciar con la acción de observar al objeto de estudio y compren-
de las actividades atender y caracterizar. Atender (de atención) significa ver, mirar lo
desconocido sin ninguna clase de preconcepto al respecto. Su finalidad es familiari-
zarse con el objeto en cuestión para ir descubriendo sus facetas o propiedades más
relevantes, lo cual facilitará la segunda actividad, la de caracterizar a dicho objeto
como primer paso para conocerlo. Todavía no sabemos muy bien qué cosa es o
cómo funciona aunque sí hemos descubierto algunas características y eso ya es un
avance. Entre las características del objeto podemos citar: estructuras, texturas, tipo
de materiales, componentes, relaciones, propiedades físicas, organolépticas, signifi-
cados parciales, y todo otro dato que podamos percibir que nos acerca a una explica-
ción sobre qué cosa es aquello que se observa. Si se tratare de fenómenos o procesos
(un río, el viento, las mareas, etc.) podríamos observar cuál es el elemento principal
(agua, aire, suelo, etc.), velocidades en caso que correspondan, su orientación es-
pacial, su entorno, las relaciones entre fenómenos y entorno, etc. La observación
presupone el uso de cualquier aparato, dispositivo o recurso que esté disponible y
que permita ampliar la información sobre dicho objeto o fenómeno.
Una vez caracterizado el objeto de investigación con un cierto nivel de detalle
que satisfaga, podremos iniciar la segunda etapa de nombrar a dicho objeto. La fi-
nalidad de nombrar algo, es poder hacerlo visible a nuestra conciencia, pues aquello
que no tiene nombre pasa inadvertido. Si no podemos nombrar algo es que no lo
conocemos. Nombrar, a su vez, significa que se tiene una idea de qué función cum-

172 • Fernando G. Bertona


ple dicho objeto o qué finalidad tiene, pues poner un nombre significa saber de qué
se trata, de lo contrario tan solo se lo podrá etiquetar con un número o un código
que carece de significación real (objeto DiX3, artículo C02-123, etc.).
Nombrar algo supone dos acciones: describir y visualizar. La primera acción con-
sistirá en desarrollar con cierta profundidad o amplitud la información que hemos
obtenido hasta el momento sobre aquello observado, tratando de registrarlo con el
mayor detalle. Este proceso descriptivo sobre el objeto, sus componentes, caracte-
rísticas y relaciones, facilitará la elaboración progresiva de una imagen o idea sobre
el mismo. A su vez permitirá analizar desde distintas perspectivas la imagen que nos
estamos formando con la finalidad de lograr finalmente definir una idea, hipótesis o
supuesto sobre el objeto en cuestión.
Haber logrado una cierta idea o hipótesis sobre el objeto es ya un paso importan-
te. Falta solamente la etapa que cierre este circuito y que llamamos verificar, la cual
comprende dos acciones: analizar coincidencias y comprobar. La primera, análisis de
coincidencias, consiste en comparar nuestra hipótesis, nuestra idea, con el objeto en
cuestión para ver el nivel de ajuste que exista o pueda existir, entre la realidad del
objeto y nuestras observaciones, de forma tal de poder comprobar el nivel de validez
de la hipótesis. Este nivel de validez determinará la calidad del proceso realizado,
pues coincidencias elevadas hablará de procesos de calidad, mientras que bajo nivel
de coincidencia determinará la necesidad de iniciar un nuevo circuito o ciclo de la
f(Co) para mejorar resultados.
Una observación: notemos que M, por pertenecer al ámbito de Lo Metodológico,
es puente entre las esferas de oportunidades y de acontecimientos, por lo cual con-
tiene elementos de ambas, es decir, incluye acoplamientos de “partes” materiales o
físicas con “partes” abstractas, inmateriales. Esta situación es la que permite ir desde
lo concreto hacia lo abstracto, desde O hasta I, a través de M –o principalmente a
través de sus “partes” concretas- por pertenecer a ambos dominios.

#Participación Inteligente • 173


6.3.3.2. Lectura FIC

Comienza en el vértice F, pues se supone que hemos identificado una necesidad,


un problema o una oportunidad. En cualquiera de estas situaciones ya se tiene una
finalidad: despejar tal situación de necesidad.
De la misma forma que en OMI, en este caso también se está frente a un circuito
de actividades, cuya cantidad resultante estará en función directa de la pericia de
quien pretenda realizar la acción. Un aprendiz necesitará varios circuitos para resol-
ver un problema mientras que un profesional lo podrá hacer en los primeros (si es
muy bueno en lo suyo).
Así que la f(crear) se inicia en la acción de diseñar una idea que permita la resolu-
ción del problema, la cual comprende las actividades de imaginar y elegir. Decimos
imaginar pues pareciera ser que toda concreción, nace en la mente de alguien, quien
piensa, imagina, visualiza, etc. aquello que quiere hacer, antes de hacerlo, salvo que
ya haya desarrollado un cierto hábito al respecto y entonces, con la sola decisión
pone en marcha un proceso, rutina o mecanismo programado para resolver tal situa-
ción. Aunque en general crear una solución suele significar partir de “cero” (siempre
suele haber una experiencia previa que permite ir perfeccionando tal habilidad).
Cuando se imaginan varias maneras de resolver algo, no aparece “la solución”
en el primer momento, sino que normalmente van surgiendo ideas (sueltas, des-
cabelladas, acertadas, poco confiables, etc.) en una tormenta de imágenes que es
parte del proceso. Lo que importa en estos casos es “sumergirse” en el ámbito de las
soluciones y familiarizarse con él y sus posibilidades (esfera de oportunidades). Así,
en un determinado momento se requiere decidir cuál de todas será la utilizada. Éste
es el instante en que entra en escena la actividad elegir, la que representa un proceso
al cual ingresan todas las alternativas imaginadas y sale solo una, la elegida. En este
momento se dispone entonces de una idea que hará posible, una vez concretada,
satisfacer la finalidad original.
Se inicia la segunda etapa del proceso que es la de realizar la idea, acción que

174 • Fernando G. Bertona


contempla también dos actividades: la definición de los aspectos más relevantes para
llevarla adelante (especificar) y su ejecución propiamente dicha (ejecutar).
Cuando decimos especificar, nos estamos refiriendo principalmente a la defini-
ción concreta de qué elementos serán necesarios y suficientes para llevar dicha idea
al plano de lo concreto. Los elementos requeridos suelen ser dependientes del en-
torno y las circunstancias en las que aparezcan tales necesidades. Por lo general, la
misma idea que ha sido seleccionada ya ha considerado tal situación, pues una idea
excelente en unas circunstancias puede aparecer como inadecuada en otras.
Por lo general, y en un intento de simplificar, podemos organizar estos elementos
en tres categorías: recursos (financieros, materiales, organizacionales, información,
etc.), tiempo (a través de un programa o cronograma de actividades, sobre todo
cuando la solución es algo más compleja) y calidad requerida (define cuál es el nivel
de calidad que se requiere de la idea a implementar o ejecutar).
La acción de ejecutar, pone en tensión al proceso de creación pues es el momen-
to en que aparecen los inconvenientes, problemas o interferencias a la actividad en
curso. Saber navegar estas situaciones es parte esencial para que la idea pueda llegar
a buen término y no termine siendo abortada. La elección de la idea, suele ir o pue-
de ir acompañada, de quién/quiénes van a realizar la misma, como así también de
las circunstancias probables o previsibles en las cuales debería ser ejecutada (si hay
previsión de mal tiempo para el fin de semana, programar una comida al aire libre
suele ser una mala idea).
Resta evaluar como última etapa. La idea ha sido concretada y ahora es necesario
saber si el objeto construido satisfizo la finalidad que le dio origen. Para ello, tam-
bién aquí, hay dos acciones necesarias: utilizar y comprobar. La utilización engloba
a un conjunto de situaciones parecidas, pero todas tienen un mismo significado, el
de utilizar, de consumir, de disfrutar aquello que se ha creado, para ver si satisface
las expectativas puestas en él. La comprobación es el broche final del circuito, una
vez utilizado (o no), consumido (o no) y disfrutado (o no) lo creado, se podrá saber
(comprobar) el nivel de éxito del proceso de creación. A igual que en la f(conocer), el
nivel de éxito alcanzado, determinará la necesidad de realizar nuevamente el proceso
(algunas veces cuando se quema la comida hay que hacerla de vuelta).
#Participación Inteligente • 175
6.3.3.3. En síntesis:

• La f (conocer) representa un flujo de recursos/energía/información (como


proceso de aprendizaje) desde el ámbito de lo CONCRETO hacia el ámbito
de lo ABSTRACTO. Se aplica voluntad, inteligencia y tiempo para generar
conocimiento. Se intenta descubrir -a partir de la investigación de lo concre-
to- aquellos aspectos abstractos complementarios del objeto en estudio (fun-
ción, idea, finalidad), pues son estos aspectos abstractos los que finalmente
dan dirección y sentido al mismo y sin los cuales dicho objeto o fenómeno
se degradaría perdiendo su propia naturaleza. Esta función, recordemos, se
corresponde con el modelo algorítmico/científico.

• La f(crear) en cambio, representa un flujo de recursos/energía/ informa-


ción (como proceso de utilización del conocimiento) desde el ámbito de lo
ABSTRACTO hacia lo CONCRETO. Se aplica conocimiento, voluntad e
inteligencia para convertir una necesidad específica en sistemas, objetos o
servicios útiles para satisfacerla. Como dijimos, se vincula con el paradigma
heurístico/de sistemas.
La tendencia de ambas funciones es hacia una disminución de la entropía del
sistema u organización en cuestión. La f(conocer) lo hace a partir de una amplia-
ción de la base de conocimientos de los distintos dominios de realidad; la f(crear)
generando sistemas tanto físicos como no físicos, que aportan orden, regularidad y
previsibilidad al desarrollo de la vida. Conocer y crear, complementos indisolubles
en nuestra vida cotidiana.

176 • Fernando G. Bertona


6.3.4. Función participación inteligente f(π)

6.3.4.1. Los sistemas abiertos

A los seres vivos y a las organizaciones se los considera sistemas abiertos. A su


vez son considerados sistemas complejos tanto por su conformación como por la
cantidad de funciones y procesos de los cuales participan. Es justamente esta capaci-
dad de intercambio, lo que hace que la dinámica de la vida sea tan apasionante, tan
compleja en sus formas y tan dificultosa a veces en su interpretación.
Años de investigación aportan elementos de juicio respecto de la presencia de
patrones y de códigos en el orden natural que aparecen como la esencia misma de la
energía/materia presente en la conformación de los organismos vivos. Estos patrones
y códigos parecieran dotar de dirección y sentido a los procesos de la naturaleza a
partir del aporte de información para facilitar la ejecución eficaz de sus operaciones.
El humano, como elemento de enlace de esta complejidad dentro de determi-
nados dominios de realidad específicos (Natura, Cultura, Estado y Ambiente por
ejemplo), tiene una carga de responsabilidad superior a cualquier otro ser vivo en
el planeta. A lo largo de su vida, más allá de todas las funciones biológicas que de-
sarrolla, pareciera ser que hay tres funciones cuya ejecución dependen de su propia
decisión y voluntad y que le permiten desarrollarse como sujeto social: el apren-
der, el construir y el comunicar, que representamos aquí como f(conocer), f(crear) y
f(comunicar).
Cada momento puede ser un instante de aprendizaje, de creación y de comuni-
cación. Cuando se descansa, se alimenta, se estudia, se trabaja, se juega, se abraza,
se viaja, se lee, se dialoga, se debate, se hace un trámite, se “viaja” por internet y se
hacen tantas otras cosas, siempre es posible aprender/crear/comunicar. Depende ex-
clusivamente de cada uno (como reza el dicho “somos libres para sembrar y esclavos
para cosechar”). Sembrar conocimientos sobre la realidad permite construir amor,

#Participación Inteligente • 177


el que a su vez humaniza el poder requerido para construir aquello necesario para
sostener la vida. Lo demás pareciera ser un lento deslizamiento hacia lo incierto.
Así que éste es el patrón que hemos considerado en este modelo. Hemos utiliza-
do en la descripción de las funciones f(conocer), f(crear) y f(comunicar) los vocablos
que se muestran en la FIGURA 43 para representar las acciones involucradas.

FIGURA 43 – Verbos de la participación inteligente f(π)

Funciones conocer, comunicar y crear

Vemos que, en total, son veintidós verbos que nos “llevan” de un lado al otro,
yendo y viniendo desde lo tangible hacia lo abstracto y de lo intangible hacia lo
concreto, en un proceso constante de aprendizaje, creación y comunicación.
Y es éste proceso integral el que hemos identificado con la función participación
inteligente f(π), pues la permanente interacción entre funciones ascendentes y des-
cendentes permiten a la persona desarrollar una vida más constructiva, que –además
de no interferir en su medio- produce una mayor probabilidad de acciones sinérgi-
cas y un desarrollo de mayor plenitud.

178 • Fernando G. Bertona


En la FIGURA 44, se muestra el modelo de realidad MR3 ampliado, en el cual
se ha integrado al ser humano en su posición central. Es importante comprender
-antes que nada y por sobre todo- que su “centralidad” la vinculamos exclusivamen-
te al ejercicio de su responsabilidad como dominio de enlace, pues como sabemos, su
centralidad –bajo el paradigma beligerativo actual- lo hace justamente demasiado
peligroso. Solamente, reaccionando a tiempo para rectificar su conducta y dar res-
puestas efectivas y sostenibles a las actuales circunstancias emergente a nivel global,
le permitirían un accionar maduro e inteligente.

FIGURA 44 –La función Participación Inteligente f(π) como acoplamiento sinérgico


de las funciones f(conocer) y f(crear).

Esta función se completa finalmente con la f(comunicar) según se muestra en la


FIGURA 45.

#Participación Inteligente • 179


6.3.4.2. Sentimientos y emociones

Antes de continuar creemos importante responder algunas preguntas respecto de


los veintidós verbos de la FIGURA 43, pues, casi todos, parecen pertenecer más a la
esfera del intelecto y la razón que a la de los sentimientos y emociones.
La primera pregunta podríamos plantearla así ¿cómo participan los sentimientos
en el modelo?

• Si observamos la FIGURA 44, vemos que en el centro se encuentra, como


representación icónica de la persona, el Hombre de Vitruvio. Dicho centro
pertenece a la zona de LM (lo metodológico) según ya describiéramos en el
capítulo sobre modelos y en donde dijimos además que este espacio es un
verdadero “puente” entre las dos esferas.

• A su vez, simbólicamente, el hombre tiene su cabeza –su mente, su pensar-


apuntando al horizonte de oportunidades (LA, lo abstracto) al igual que sus
brazos que, al estirarlos puede llegar a “tocar” este horizonte. De igual forma
está parado sobre el horizonte de acontecimientos (LC, lo concreto) como
expresión del ámbito de la realidad en donde concreta sus proyectos.

• Cuando describimos las funciones conocer y crear, en el apartado c), dijimos


que ambas funciones representan un flujo de energía. En la f(conocer) este flu-
jo va desde la esfera de acontecimientos (la realidad concreta) hacia la esfera
de oportunidades (la realidad abstracta) mientras que en el caso de la f(Crear)
se da a la inversa.

• Y es esta energía/información entre ambos ámbitos o esferas, de naturaleza


ascendente/descendente según la función de que se trate, las que son canali-
zadas a través de un eje vertical que atraviesa al hombre de cabeza a los pies,
pasando por su centro, donde ubicamos simbólicamente a sus sentimientos
y emociones.

180 • Fernando G. Bertona


• Por lo cual, no habría ninguna posibilidad de construir conocimiento, sa-
tisfacer necesidades, resolver problemas o aprovechar oportunidades, si no
participara el sentir como verdadero “centro de decisión” de la persona.
La otra pregunta es ¿cómo se articulan los aspectos intelectuales, emocionales y
volitivos en estas funciones?

• Creemos que el sentir/lo emocional siempre participa de cada una de las accio-
nes que realiza la persona. No entendemos, por lo tanto, que exista algo así
como una dicotomía pensar-sentir o intelecto-afectos. Es más, la conducta
humana43 se manifiesta siempre en un triple aspecto, lo cual significa que toda
manifestación conlleva aspectos intelectuales-mentales, afectivos-emocionales
y físico-volitivos, correspondientes a las tres áreas de la conducta.

• Por ello, al hablar de atender, caracterizar, describir, visualizar, analizar o com-


probar, etc. estamos entendiendo que –aunque la acción propiamente dicha
pueda ser identificada como perteneciente al área intelectual, lo físico y lo
afectivo están tan presentes como el intelecto, aunque pueda no percibirse por
la inactividad aparente de las otras áreas. Por ejemplo, una persona que piensa
(aunque esté tan inmóvil como el Pensador44 de Rodin), tiene activas su área
de conducta volitiva (está quieto por decisión, como acto de la voluntad) y
con sus emociones bajo cierto control (para poder concentrarse en pensar).
En síntesis, en cada instante, en cada circunstancia, en cada decisión que toma-
mos, estamos poniendo en acción nuestras tres áreas de conducta, aunque pueda
prevalecer una sobre otra. Así que, en los procesos propios de cualquier de las fun-

43 - (Bleger J., 1968, p.34) “La conducta es una unidad que tiene una triple manifestación
fenoménica, en cuanto se da al mismo tiempo en tres áreas (intelecto, afecto y voluntad), que
son así siempre coexistentes, aunque con un predominio relativo en alguna de ellas, lo que nos
permite calificar la conducta como mental, corporal o en el mundo externo. Pero este predomi-
nio es relativo, en el sentido de que puede alternar o sucederse con el predominio en otra de
las áreas”
44 - Escultura en bronce de François Auguste René Rodin (1840-1917), escultor francés con-
temporáneo del Impresionismo, y considerado como un artista importante, a tal punto de en-
tenderse que es uno de los “padres de la escultura moderna”

#Participación Inteligente • 181


ciones que describimos, deben estar presentes las tres facetas del comportamiento,
pues de lo contrario, de faltar alguna de ellas, podríamos estar frente a un com-
portamiento de tipo patológico, como expresáramos cuando hicimos algunos co-
mentarios sobre el funcionamiento del Estado Actual, al hablar de determinadas
enfermedades de tipo mental propias de la modernidad (Capítulo 5).

6.3.5. Función Comunicar

Llegamos ahora a la f(comunicar) la cual integraremos finalmente con las ante-


riores ya que estas tres funciones están sólidamente acopladas. No hay posibilidad
de participación inteligente sin comunicación, sin conocimiento, sin capacidad
creativa.

FIGURA 45 – Ejes de Comunicación (Función Comunicar)

182 • Fernando G. Bertona


Sucede que, por estar esta función en el centro del esquema participativo, pre-
ferimos representarla de manera independiente, para no generar confusión visual.
En la FIGURA 45, se puede observar los tres ejes donde se hace indispensable la
comunicación.
Los ejes, en cuyo centro aparece el/la participante (pi), son:
Eje de Aprendizaje, vertical: corresponde a los procesos relacionados con las ac-
tividades propias de las funciones conocer y crear, pues vinculan a la persona con
las esferas de oportunidades y de acontecimientos, relacionados a su vez con los
ámbitos concretos y abstractos de la realidad. Es el eje que une el pensar con el hacer
a través del sentir. Corresponde a una comunicación de la persona consigo misma,
como un diálogo interno de las acciones de aprendizaje, de práctica y de realización.
Eje de Relación, transversal: corresponde a los procesos de comunicación de la
persona con sus pares (diálogo externo). Permite disponer de una retroalimentación
constructiva para que el/la pi pueda ir ajustando su particular visión de las cosas, ir
acomodando su sentir a los cambios circunstanciales e ir perfeccionando su accionar.
Eje de Participación, temporal: corresponde a los procesos de comunicación de
la persona con la obra/proyecto dentro de la cual participa (diálogo interno/externo),
a través del ejercicio de su rol o función, vinculándola con sus responsabilidades
(obligaciones, deberes y compromisos asumidos) y con los beneficios que le co-
rrespondan (derechos y garantías). Estos procesos, por desarrollarse sobre un eje
de tiempo, incluye las memorias del pasado (información sobre lo ya ocurrido), del
presente (información sobre lo necesario y oportuno en el marco del quehacer co-
tidiano) y del futuro (información sobre tendencias del medio, acciones a cumplir,
previsiones, etc.). Este eje puede ser considerado de naturaleza “oficial” dentro de la
organización.
Estos tres ejes deben ser superpuestos e integrados con el esquema 2D de la
FIGURA 44, con lo cual y haciendo los ajustes visuales del caso, quedaría integrado
de la siguiente manera (FIGURA 46).
Es importante tener presente que estos tres ejes de comunicación propios del
#Participación Inteligente • 183
participante, están vinculados con el esquema comunicacional del modelo MGS
(Capítulo 4), ya que ambos se integran dentro de un proceso organizacional.
Pueden establecerse las siguientes equivalencias entre estos ejes de la persona,
f(comunicar) y los de la organización (modelo MGS),

• El Eje de Aprendizaje corresponde a la comunicación radial del modelo MGS


y comprende los círculos c7 (lo circunstancial), c6 (el aprendizaje), c5 (el co-
nocimiento), c4 (la participación) y c1 (la finalidad de origen).

• El Eje de Participación, corresponde también a la comunicación radial pero


de los círculos c4 (la participación), c3 (el sistema), c2 (el plan) y c1 (la fina-
lidad de origen).

Nótese que c1 y c4 participan de ambos ejes, ya que estos círculos son


justamente el de la participación y el de la finalidad/visión, los cuales se
ubican en el centro mismo del esquema de la FIGURA 46.

• El Eje de Relación corresponde a la comunicación circular del modelo MGS.

• La Comunicación institucional del MGS, escapa a los ejes de la persona ya


que es un espacio de comunicación plural propio de la organización.

184 • Fernando G. Bertona


FIGURA 46 – La función participar como Integración de las funciones conocer, crear

y comunicar

#Participación Inteligente • 185


El reloj de arena: una metáfora visual

El flujo de energía, información y recursos que se genera a través de las funciones


crear, conocer y comunicar, ya sea entre las personas o entre personas y medio, gene-
ran una firme tendencia que permite:
• Sostener la vida
• Hacer progresar la conciencia individual y colectiva
• Mejorar las relaciones entre dominios de realidad
• Potenciar las probabilidades de ocurrencia de eventos convergentes y sinérgicos
• Mejorar la eficacia/eficiencia de los procesos constructivos
• Disminuir la incertidumbre y la entropía (desorden)
• Facilitar la vivencia de la realidad y la alegría de vivir

FIGURA 47 –El reloj de arena de la participación inteligente

186 • Fernando G. Bertona


6.4. Análisis, comprensión, acción

El esquema visual presentado en la FIGURA 37 (dominios de realidad) tiene una


finalidad: acercar al lector una estructura conceptual y de relación que facilite la com-
prensión de la complejidad en la cual nos movemos. Complejidad que nos obliga –o
por lo menos nos condiciona- a reflexionar sobre cuál debería ser nuestro rol como
humanos responsables en cada uno de esos dominios, pues todos ellos dependen de
nuestra inteligencia para sostenerlos o de nuestra estupidez para interferirlos.
Nosotros los humanos somos el centro de dichos dominios. Decir “nosotros los
humanos” debería entenderse además como “cada uno de nosotros los humanos”.
A lo largo de la historia, durante mucho tiempo, fuimos colocados en el rol de seres
superiores dentro de un planeta que a su vez se suponía el centro del universo. Según
la cosmovisión religiosa dominante, fuimos colocados por un Creador para desa-
rrollarnos plenamente y hacer nuestra voluntad dentro de cierto marco normativo
preestablecido. Esto podríamos aceptarlo como cierto –en caso de ser creyentes- o
dudar de ello –en caso de no serlos. Pero lo que no cambia, independientemente de
nuestras creencias, es que somos el centro de todos estos dominios descriptos.
La única “sutil diferencia” es que podemos ser un centro ciego que avasalla, usu-
fructúa y contamina, o ser un centro luminoso que conozca, que sea responsable y que
proteja.
Nuestra responsabilidad –como especie, como civilización, como personas- es total
frente a estos dominios. Es por ello que queremos sentar una posición firme frente a la
necesidad de construir participación inteligente, pues solamente a través de ella podre-
mos acercarnos al conocimiento de estos complejos aspectos de la realidad y de nuestras
responsabilidades para que nuestras decisiones cotidianas sean favorables a su normal
funcionamiento.
Solamente con una visión integradora será posible accionar y construir un Estado
Viviente en donde puedan emerger gobiernos que tengan “en mente” objetivos y

#Participación Inteligente • 187


estrategias destinadas a lograr libertad social, participación inteligente y plenitud
ciudadana, tres ejes que deben ser articulados con una mirada amplia, panorámica y
precisa dentro del complejo y fragmentado mundo en el cual vivimos.
Es necesario analizar-comprender-accionar para poder despejar prejuicios e inte-
reses que se encuentran ocultos en los pliegues y repliegues del poder, desde donde
se intenta sostener ideologías, procesos y prebendas que son decididamente contra-
rios a Natura y a las que parecieran ser, justamente, las legítimas aspiraciones de la
persona humana.
*

188 • Fernando G. Bertona


Capítulo 7

7. La Innovación
“La verdadera innovación comienza mirándose
al espejo y haciéndose la pregunta correcta“

#Participación Inteligente • 189


7.1. Desafío y motivación

La innovación requiere generalmente de una situación inicial: la insatisfacción


con la situación vigente. ¿Para qué innovar si estamos cómodos con las “cosas como
están”? La innovación se relaciona, desde esta perspectiva, con un cambio que pueda
aportar aire fresco a una situación, a un proceso, a un ambiente que se consideran
indeseados, viciados, no apropiados.
Innovar, entonces, se entiende como una necesidad vital que permite, a partir de
la implantación de unas condiciones y formas diferentes, lograr un propósito de una
manera menos compleja, más eficiente y más sostenible que la actual. Más eficaz,
más inteligente y con resultados más justos.
Entonces, a partir de un estado de insatisfacción, aparece el desafío como una
necesidad que -aunque parezca poco convincente al principio- pueda transformar
expectativas en oportunidades factibles de realizar. Y es aquí en donde se necesita
motorizar la voluntad –o voluntades en casos de proyectos colectivos- a través de la
sensibilización que permita dar el “salto inicial” aunque “el agua esté un poco fría”.
Después, sin lugar a dudas, se entra en calor.
Claro que para innovar, las ganas solamente no alcanzan. Hacen falta, entre otras
cosas, ideas de qué hacer e ideas de cómo hacer. A partir de ellas, el boceto de un plan
es posible. Por ello hablábamos de la utilidad de los “juegos” (como la tormenta de
ideas en el Capítulo 5), como mecanismo de participación, de generación de ideas
y de sensibilización. La ventaja del juego como mecanismo para generar cambios es
casi tan apasionante como el “volver a ser niño”, pues permite el uso libre de la ima-
ginación y del propio sentir, desde donde –en un clima distendido y plural- podrán
afloran las mejores ideas y las mejores causas para realizar.
Además de estos necesarios “juegos” colectivos, siempre es conveniente disponer
de textos, que aporten ideas y herramientas para fortalecer la reflexión sobre los qué
y los cómo, despejando la temporalidad propia de la conversación y aportando perma-
nencia a través del papel para reflexionar luego en el momento que se crea necesario.

#Participación Inteligente • 191


Es por ello que la estructura misma de este libro, aparece como un boceto con al-
gunas ideas preliminares que -aunque con un nivel básico de desarrollo- permite re-
flexionar sobre distintos aspectos teóricos y realizar, en caso de creerse conveniente,
una ejercitación concreta sobre los modelos. A su vez, un esquema del tipo hoja de
ruta siempre es útil cuando está fundado en experiencias concretas y puede aportar
ideas, argumentos, valores y recursos, como es éste el caso. Finalmente, se pretende
comunicar algo que se considera de utilidad, permitiendo a su vez salvar distancias
entre emisores y receptores.
Así que, volviendo a la innovación, queda planteado el proceso: una insatisfac-
ción, la necesidad de aceptar un desafío para resolver tal estado y la conveniencia de
disponer de un marco de motivación para reunir voluntades y dar convergencia a
ideas, sentimientos y acciones.

7.2. Innovación y renovación

Innovar supone tener “metida la cabeza” en la esfera de oportunidades, “los pies”


en la esfera de acontecimientos y el sentir -eje y motor de todo quehacer- en el ma-
yor estado de armonía posible. Parece ser ésta, una manera auspiciosa de posicionar-
se frente a la turbulencia del medio y a la incertidumbre progresiva de nuestros días.
Esta podría ser la condición de base para una efectiva participación inteligente, con
una actitud de estar atento a los procesos globales para poder decidir inteligentemen-
te en los procesos locales. El innovar aparece entonces como un elemento estratégico
de la vida, que facilita el aprovechamiento de lo mejor de cada una de ambas esferas.
Renovar, en cambio, lo entendemos como un cambio de aspecto de “lo viejo”

192 • Fernando G. Bertona


para que se parezca a “lo nuevo” (¡el viejo y nunca extinto gatopardismo!)45. Solo se
cambia la apariencia de las cosas, pero su esencia queda intacta. El devenir aparecerá
entonces con la propuesta de “dejarse llevar” por las circunstancias que siempre van
un paso delante nuestro. La frustración, la violencia, la insatisfacción permanente,
pueden ser resultados de esta situación.
Estamos en una época de profundos cambios, innovaciones, llevados adelante
por personas y organizaciones que se dan cuenta de la naturaleza de este momento.
En cambio, aquellos otros que suponen que el presente es una mera continuidad del
pasado, suelen atinar a renovar -como máxima expresión de sus capacidades- per-
diéndose la oportunidad de ser protagonistas de innovaciones que pinten un futuro
más coherente y sostenible que el actual. Tener la cabeza y los pies sumergidos en
el propio horizonte de acontecimientos, es ignorar la multiplicidad de oportuni-
dades existentes, y es mirar hacia lo profundo de las cosas en vez de elevarse por
sobre éstas para ver un panorama más completo y más claro de sus actores, hechos
y circunstancias.
La cantidad de innovaciones que van apareciendo a diario dan fe de estas afirma-
ciones. Tan solo a manera de ejemplo:

• en los valores, aceptando conceptos que hasta hace unas pocas décadas eran
condenados socialmente;
• en la educación, reviendo objetivos, contenidos, metodologías, valores, formas
de relación entre los miembros de la comunidad educativa;
• en la personal, con nuevas formas de relación a partir de la aparición, por
ejemplo, de las tecnologías de la información, las telecomunicaciones y las
redes sociales, o a partir de movimientos de tipo espiritual que reúnen cada
vez a más personas;

45 - El “gatopardismo” es en ciencias políticas el “cambiar todo para que nada cambie”, pa-
radoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957). La cita original expresa la
siguiente contradicción aparente: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo
cambie”.

#Participación Inteligente • 193


• en lo tecnológico, mediante procesos constantes de investigación y desarrollo
que generan nuevos y más variados aparatos, no solo a escala humana sino a
escala molecular mediante la nanotecnología por ejemplo;

• en lo político-social, a partir de un estado de movilización creciente que inten-


ta poner control al “desbordado e inoperante” poder político para dar satisfac-
ción efectiva a las legítimas demandas ciudadanas;

• en lo económico, con nuevas formas de organización, de producción, de rela-


ción y de intentos de distribuir de una manera más justa la riqueza;

• en lo religioso, partiendo de una perspectiva más integradora sobre los dis-


tintos aspectos de la realidad de las personas, de las organizaciones y de la
sociedad en general.
¿De dónde provienen tales innovaciones? De oportunidades, que además de vi-
sualizarse como posibles, fueron aceptadas como tales. Estas situaciones aparecen
bajo la forma de desafíos y provocan verdaderas motivaciones para los inquietos, los
que suelen “arrojarse a los brazos” de “proyectos utópicos” pero que, una vez reali-
zados, suele ser fuente de beneficios y satisfacciones para el resto de los humanos.
Un antiguo mosaico que pude descubrir en un rincón de un hospital en proceso
de renovación edilicia (que es el lema del capítulo 2), decía: “Los locos sueñan sueños
que los obsesivos construyen para que los cuerdos disfruten (y los necios critiquen)”. Toda
una síntesis.
En este momento de profundos cambios se necesita de más “locos y obsesivos”
para cambiarle la estructura y la cara a esta realidad que claramente perjudica a más
personas de las que beneficia.

194 • Fernando G. Bertona


7.3. La innovación en el individuo y sus
organizaciones

¿Cómo impactan las innovaciones en las vidas de las personas y organizaciones?


La innovación suele presentarse de diferentes maneras (muchas veces con los
mismos ropajes que utiliza la complejidad). Si analizamos la sociedad global del
último cuarto de siglo, digamos desde la caída del muro de Berlín (1989) para acá,
podremos darnos cuenta de qué manera nuestras vidas han ido cambiando, en la
mayoría de las veces sin que hayamos tenido, quizás, conciencia de ello. Aceptando
dócilmente la misma inercia del tiempo histórico nos hemos ido adecuando al cam-
biante entorno mientras íbamos y veníamos de acá para allá tratando de resolver “lo
diario”.
Cambios que han ido marcando hitos en la vida de los individuos, las organiza-
ciones y los pueblos, sin que muchas veces se haya podido ponderar adecuadamente
el impacto de tales cambios. La vida avanza y “no pide permiso”. Los cambios lle-
gan, se instalan y solo queda hacer el esfuerzo de adecuarse a ellos -si los mismos son
percibidos como perjudiciales- o disfrutarlos, si son percibidos como beneficiosos.
Detrás de cada uno de estos cambios hay escondida una innovación. Pero, nece-
sitamos plantear tres preguntas que creemos son centrales en este tema.
Primera. ¿A qué tipo de innovación nos estamos refiriendo?

• Nos referimos a un tipo de innovación que facilite la conversión de las le-


gítimas aspiraciones de la ciudadanía en una realidad concreta y palpable;
construyendo un estado de libertad social (en donde cada uno pueda decidir
sin impedimentos), un estado de participación inteligente (en donde cada cual
pueda descubrir su lugar y ubicación en este largo y ancho mundo) y un es-
tado de plenitud social (en donde las vocaciones personales puedan expresarse
como factores creadores de justicia, de belleza y de paz).

#Participación Inteligente • 195


Segunda. ¿Desde dónde podrían ser realizadas estas innovaciones?

• Creemos que desde un Estado vivo, con la participación activa y constructiva


de la ciudadanía como sostén de acuerdos estratégicos con el Gobierno y el
conjunto de referentes político, sociales, económicos y religiosos, de manera
tal de insuflar sostenibilidad y gobernabilidad a las mismas. Gobierno, ciuda-
danía y territorio, unificados en el marco del espíritu constitucional, que –por
viejo que sea- no ha perdido la esencia y la frescura de lo que todo humano
aspira más allá del tiempo y de la historia.
Tercera. ¿Cuándo empezar?

• Ahora es un buen momento.


Para avanzar en este sentido, mostramos en la FIGURA 48, una matriz en la
cual se presentan las posturas y consecuencias del Gobierno Actual y del Gobierno
Viviente, frente al conocimiento/prejuicio y frente a lo público/lo privado. Explicaremos
a continuación el para qué de la selección de estas variables.
Se plantean de esta manera dos miradas absolutamente opuestas, en donde se
observa lo siguiente:

7.3.1. Frente al conocimiento/prejuicio

La utilización de estas dos variables responde a que se las considera como dos
extremos de una misma realidad, vinculada a la disponibilidad o no, por parte de
la ciudadanía, de acceso tanto a una sólida educación orientada a la construcción
de conocimiento, como a la disponibilidad de información pública sobre el avance
de la gestión de gobierno. El disponer de información y conocimiento es la diferen-
cia entre una ciudadanía consciente y participativa y una ciudadanía prejuiciosa e
indiferente.
a. Gobierno Actual: la inercia de las culturas gobernantes lleva a los gobiernos
196 • Fernando G. Bertona
actuales a vivir una tensión creciente entre continuar (con algún maquillaje de
por medio) o innovar. Tal inercia, consentida y aceptada (no sin algún cargo
de conciencia eventual), lleva a mantener el statu-quo en aquellas formas y
mecanismos utilizados en la actualidad para impedir el acceso a recursos, pro-
gramas y procesos vinculados a la disponibilidad de información y elaboración
de conocimiento.
Por ejemplo, se sostienen estructuras absolutamente obsoletas en el ámbito
educativo mientas el mundo hace un tiempo mostró tendencias ciertas en
el sentido opuesto. Educar solo “la cabeza” de los alumnos es insuficiente.
Somos personas integrales que disponemos no solamente de racionalidad sino
también de irracionalidad, la cual tiene otras vías de expresión que es indis-
pensable atender y que, muchas veces aunque estén presentes en la educación
oficial, se las ve ocupando tiempos y espacios de menor jerarquía. En ausencia
de conocimiento, solo quedan suposiciones, hipótesis, inquietudes, prejui-
cios, que –de ser confundidos con conocimiento- producen comportamien-
tos absolutamente entrópicos.
Por otro lado, la información de gobierno es generalmente escondida detrás
de “planillas web”, con números irrelevantes, que son siempre de difícil com-
probación, mientras que lo importante queda escondido dentro de millones
de bytes debidamente ordenados. Navegamos en un mar “picado” que no nos
deja ponernos de pie para observar con equilibrio la realidad. Ambos procesos
actuales –producción de conocimiento y acceso a la información- son gene-
radores de una situación cuyos resultados están a la vista, una buena parte de
la ciudadanía está escéptica, desmotivada, acelerada, confusa, violenta, fatigada.
b. Gobierno Viviente: representa una ruptura de la inercia gobernante actual
mediante un proceso de innovación llevado adelante por ciudadanos insatis-
fechos -absolutamente insatisfechos- con la situación actual. Se requiere forta-
lecer la convergencia de perspectivas y miradas hacia un propósito común que
motive a invertir tiempo y voluntad de participación en un proceso de cambio
que, aunque dificultoso en sus inicios, resulte lo suficientemente motivador
para justificar el esfuerzo necesario.

#Participación Inteligente • 197


Para iniciar estos procesos de innovación política, se necesita, por sobre todas
las cosas, controlar al poder político desde la ciudadanía (accediendo justa-
mente a la información pública), procesos que ya se están dando en otros
rincones del planeta con perspectivas alentadoras. Sin ello, frases tales como
gobierno transparente, desarrollo sostenible, gobernabilidad, sustentabilidad, etc.
son palabras huecas a las que les robaron sus significados (los que son utili-
zados con provecho por los gobiernos actuales). Fortalecer la fe pública es un
objetivo central de este cambio, pues solo una ciudadanía descreída de sus
instituciones, desmotivada, escéptica, puede ser manejada apropiadamente
desde el poder.

7.3.2. Frente a lo público/lo privado

Nos referimos en este caso a las posibilidades de relación entre gobierno y ciuda-
danía, desde dos ópticas complementarias: desde lo público vinculado a lo social, lo
comunitario, las organizaciones y desde lo privado vinculado a lo personal, lo íntimo
de cada persona. El primero de naturaleza colectiva, el segundo de naturaleza indivi-
dual. En función de las relaciones conocimiento/prejuicio establecidas, dependerán
la naturaleza de las relaciones público/privado que se logren.
a. Gobierno Actual: el paradigma político vigente, es de neto corte beligerante.
Si “la guerra es la continuidad de la política por otros medios” (von Clausewitz
K, 1832, Libro I, punto 24), debemos concluir y entender que guerra es igual
que política, exactamente igual; solo cambian las circunstancias en las cuales
una y otra se desarrollan, y los medios utilizados Es la misma fórmula por la
cual la masa es igual a la energía, aunque dependiendo de la velocidad de la
luz a la cual dicha masa se desplaza. Masa y energía, política y guerra. Cuatro
conceptos que solo se reducen a dos.
Así que, partiendo de esta premisa, es poco lo que puede esperarse de un
gobierno si no se visualiza la política desde otro ángulo. Sucede que tanto la

198 • Fernando G. Bertona


guerra como la política actuales son generadoras de inmensas cantidades de
adrenalina46 que facilita las continuas y permanentes luchas de poder entre
facciones (entiéndase partidos políticos, corporaciones, centro de poder, etc.).
Desde el centro de poder del paradigma actual, se pretende justificar tal po-
sición aseverando que el hombre es por naturaleza un guerrero. Claro, pero
podríamos preguntarnos de qué clase de guerrero estamos hablando y contra
qué/quiénes se debe luchar.
Una cosa es luchar contra los “enemigos”, a quienes se les debe quebrar su
voluntad o sencillamente destruirlos, y otra muy distinta es luchar contra la
propia ignorancia que está en la base de todos los males. “Creer que la paz es
una utopía impide superar la guerra” (REY, 2012, p.1, cita a Fry Douglas).
Esta frase es el resultado de una investigación de campo en distintas etnias a
lo largo del mundo las que han aprendido a vivir en el marco de sistemas de
paz47 . Si recordamos que la primera víctima de una guerra es la verdad, en-
tonces se podrá entender por qué “la verdad” cada día está más desprestigiada
y relativizada, malversándola ex profeso y reemplazándola con “la noticia”,
como una forma perversa de control de las masas. Este sistema solo genera
un estado de insatisfacción y de reclamos crecientes, sin que se visualice algún
horizonte de resolución de este tipo de conflictos, a la vez que se debilita el
tejido social pues tal estado lleva finalmente a una “guerra entre ciudadanos”
quienes intentan sobreponer sus derechos individuales por sobre los derechos
de la sociedad en su conjunto. Los gobiernos, mientras tanto, se encargan de
propalar falacias para generar expectativas que intenten “calmar” el conflictivo
clima social, y que podrán ser cumplidas o no en la medida de sus conve-
niencias. Todo este complejo proceso de “halcones” disfrazados de “palomas”,
requiere sin lugar a dudas de adrenalina, drogas y violencia.

46 - Hormona y neurotransmisor que participa de la reacción de lucha o de huida del sistema


nervioso simpático (Wikipedia)
47 - Douglas FRY está llevando a cabo un proyecto de investigación que examina la gestión de
conflictos y las mecánicas de reconciliación con una base de datos de culturas que abarca 186
sociedades. Uno de sus intereses de investigación es entender cómo crear sistemas de la paz
mediante el examen de ejemplos reales de estos grupos no combatientes presentes en diversas
partes del mundo.

#Participación Inteligente • 199


¿Consecuencia de esto? Incertidumbre y actitudes especulativas para sobrevi-
vir a tal situación de injusticia.
b. Gobierno Viviente: el mismo proceso de modificación de la inercia gobernan-
te actual, descripto cuando hablamos de la posición del Gobierno Viviente
frente al conocimiento/prejuicio, será el encargado de ejecutar el cambio de
las relaciones del gobierno frente a lo público/lo privado. En la medida de
una progresiva toma de conciencia, en esa misma medida, se podrá revertir
constructivamente las condiciones del gobierno frente a los ámbitos públi-
cos y privado. Si el marco social va fortaleciéndose en responsabilidad y va
asumiendo la necesidad de aceptar un mayor equilibrio entre obligaciones/
derechos, en esa misma proporción, podrá ir lográndose la superación de los
viejos conflictos. Solamente información púbica veraz, al alcance de la mano,
y un conocimiento de la realidad progresivo, puede lograr esto.
¿Consecuencias? Participación inteligente, seguridad y esperanza de justicia.
¿Cuál es la finalidad de esta matriz? Mostrar la distancia, la brecha a salvar en-
tre dos dimensiones de la realidad absolutamente contrarias. La una, inconsis-
tente, incoherente, insostenible. La otra, compacta, coherente, con promesas de
sostenibilidad.
Nuestra perspectiva, desde la óptica de la participación inteligente, se centra
entonces en innovaciones de dos clases:

• Una primera innovación vinculada a nuestro comportamiento individual el


cual favorece o perjudica –más allá de nosotros mismos- al Estado, al tipo de
gobierno resultante y a las distintas organizaciones privadas o mixtas. Actúa
como causa de la segunda innovación.

• La segunda clase de innovación relacionada con el comportamiento de las or-


ganizaciones públicas (Administración y Gobierno como cabeza del Estado)
y privadas (de naturalezas diversas), que son las principales responsables de
la existencia o no en la ciudadanía de un estado de libertad, de participación

200 • Fernando G. Bertona


y de plenitud. Este segundo tipo aparece como consecuencia de la primera
innovación.
Ambas clases de innovación, integradas, generarían una dinámica colectiva inte-
ligente, sostenible y efectiva.

7.4. Gestionar participación inteligente

Con este título nos estamos refiriendo a una función propia del Estado Viviente.
Se hace preciso advertir que gestionar f(π), no significa que el Estado sea el encar-
gado de dirigir las voluntades o inteligencias de los ciudadanos. No, de ninguna
manera. Es preciso superar las patologías del tipo “gran hermano”.
Gestionar f(π) debe entenderse como aquella predisposición del Estado/Gobierno
a facilitar un marco apropiado y un conjunto de recursos (en su más amplio sentido)
para fomentar, promover, desarrollar y sostener progresivamente, la participación
inteligente, encargándose además de seguir atentamente el desarrollo de tales proce-
sos para hacer los ajustes necesarios que los optimicen.
Debido a que las decisiones y manifestaciones de las personas están condiciona-
das por sus estructuras conceptuales y que las organizaciones a su vez están dirigidas
por personas, aparece como un tema importante el análisis y la reflexión sobre aque-
llas expresiones literales y visuales que se utilizan para representar, por ejemplo, las
estructuras organizacionales, sobre todo la del Estado del cual somos parte. Ellas nos
dirán claramente, cuál es la concepción que de tales organizaciones tienen quienes
las diseñaron y las utilizan. Analizar los modelos organizacionales permite descubrir
los valores, criterios y conceptos que subyacen en los mismos.

#Participación Inteligente • 201


202 • Fernando G. Bertona
Figura 48 – comparativa entre gobierno actual y gobierno viviente
Es por ello que, hecha esta aclaración, abordaremos el tema de la gestión de la
f(π), analizando la geometría que se utiliza normalmente para representar a una
organización púbica o privada. Para ellos haremos uso de dos cuerpos geométricos
conocidos: la pirámide y la esfera.

7.4.1. Los organigramas

FIGURA 49 – La Organización piramidal - Organigrama piramidal

¿Qué estructura visual aparece en las organizaciones públicas para representar


las funciones de sus miembros y las relaciones establecidas entre éstos? Es más ¿qué
estructuras visuales suelen utilizarse cuando un gobierno asume para modificar la
administración según su propia visión de gobierno? Los organigramas, los cuales

#Participación Inteligente • 203


son plenamente vigentes al igual que la visión organizacional del Estado que los
sostiene.
En la FIGURA 49 se muestra un esquema tipo de organigrama piramidal. En
él pueden verse varios niveles los cuales se corresponden con distintos grados de
autoridad funcional.
Observando tal esquema puede notarse que entre más arriba se está en la pirámi-
de, mayor es la autoridad que detenta quien ocupa dicho posición. Los organigra-
mas tienen la característica de ubicar en cada uno de las casillas (“ravioles” en la jerga
administrativa) a una persona o funcionario que detenta el cargo/función de ese
nivel y para esa área funcional. Así podemos hablar de niveles de gobernantes (o la
máxima autoridad de esa organización), ministros, secretarios, directores generales,
directores, Jefes departamentales, Jefes de sección, etc.
En este tipo de organizaciones (independientemente de si las mismas son públi-
cas o privadas), suelen presentarse algunas o todas de las siguientes características:

• Oficialmente prevalece la comunicación vertical. La información circula de


manera parcial y en dirección arriba-abajo. Sube y baja aquello que es “conve-
niente”, no aquello que se requiere en el momento preciso.

• Se forman nichos independientes por nivel, en cada uno de los cuales se dise-
ñan estrategias de “aumento de poder” en forma aislada a los roles y funciones
de ese nivel.

• Se generan hábitos de trabajo y de relación, de tipo no-institucional, pues son


construidos a la luz de los intereses propios de cada sector o nicho.

• Aparecen competencias entre áreas de igual nivel y por lo tanto divisiones


internas dentro de la institución.

• Resulta más fácil perder el vínculo con el espíritu de la organización.

• La organización tiende a la complejidad burocrática

• Se torna casi imposible el desarrollo sostenible.

204 • Fernando G. Bertona


Además, como síntesis: las funciones se terminan confundiendo con los funciona-
rios, lo cual significa que:

• “El jefe” siempre tiene razón, pues maneja la información y el poder.

• Se promueven actitudes de complacencia con el superior.

• Existen y se profundizan competencias entre funcionarios de un mismo nivel


por ascensos, beneficios, prebendas, etc.
Se ha terminado confundiendo la finalidad que dio origen a esa organización
con la voluntad personalísima, quizás caprichosa, del jefe y sus subalternos subjefes.
¿Qué tipo de participación inteligente puede desarrollarse en este tipo de
estructuras, las cuales responden al viejo y mal querido paradigma beligerativo ac-
tual? En organizaciones con estas estructuras la tendencia consiste, de manera casi
obvia, en una lucha sorda y sostenida para lograr mejores posiciones en el tablero de
“los ravioles del poder”.
Conclusión: insostenibilidad en el horizonte de acontecimientos. ¿Cuál es la
alternativa? ¿Estructuras de qué tipo?

7.4.2. El organigrama esférico

Creemos que la alternativa es el modelo de gestión sostenible desarrollado (MGS),


el cual responde a una concepción esférica de la organización (FIGURA 50).
Veamos entonces, en comparación con la pirámide de poder, algunos atributos
emergentes de esta clase de organigrama.

• En primer lugar, surge claramente que el centro del sistema no es una per-
sona, sino un propósito, una visión. Este es el punto de partida de todas las
diferencias que encontraremos entre ambos modelos.

#Participación Inteligente • 205


• El modelo es impersonal y funcional, es decir no es tan importante la persona
en sí que ocupa un cargo sino la responsabilidad funcional de ese cargo o rol.
Esto no significa que la persona pierda derechos o beneficios logrados, de
ninguna manera, sino que desde la óptica del sistema integral se prioriza el
correcto desarrollo de la función, pues un desarrollo impropio de la misma
–al estar articuladas y ser sinérgicas con otras- provocará daños o perjuicios de
distinto impacto en la organización.
• Prevalece la cooperación por sobre actitudes de competencia. El proyecto, al
ser compartido, claro, específico y transparente debilita los apetitos personales
fortaleciendo el trabajo en equipo.
• La comunicación que aparece es del tipo 3D, y como dijimos funciona según
tres ejes determinados: comunicación radial (de cada área con el centro), co-
municación circular (entre áreas distintas o complementarias según proyectos
o actividades compartidas) y comunicación institucional (entre la sociedad y
la propia organización).
• Se pone de manifiesto el principio de equidistancia participativa, pues cual-
quier sea la posición que se ocupe dentro de la estructura todos están a igual
distancia del centro. El sistema de comunicación fortalece esta característica.
Las diferencias de recursos disponibles entre unos y otros, ya no dependerán
de “niveles de autoridad” o “seducción a la autoridad”, sino que serán depen-
dientes exclusivamente de la propia función que se deba ejecutar. Cada cual
dispondrá de lo necesario para realizar sus funciones.
• La presencia de controles debidamente especificados en el diseño de cada fun-
ción, evita –junto con el debilitamiento de los “apetitos personales”- la posi-
bilidad de desvíos en la ejecución de la misma. De allí que las malversaciones
de recursos tienda a disminuir progresivamente.
• Los nichos de poder independientes tienden a desaparecer en la medida que
la organización crece, progresa y se consolida. La sensibilización de personal
es una tarea permanente ya que el mismo proceso actúa como motivador
constante para los equipos de trabajo.

206 • Fernando G. Bertona


FIGURA 50 – La Organización esférica - Organigrama esférico

• Los hábitos de trabajo que se generan son sostenibles y el atributo de isomor-


fismo y fractalidad del sistema facilita una rápida capacitación y un intercam-
bio de funciones entre personas de distintas áreas. A su vez esto significa una
elevada eficiencia en los procesos de aprendizaje, pues todas y cada una de las
funciones/áreas están organizadas sobre el mismo modelo.

#Participación Inteligente • 207


• El vínculo con el espíritu de la organización está presente en todo momento
pues es el propio centro de gravedad del sistema hacia donde todo concurre.

• La organización tiende a un crecimiento inteligente y facilita el aprovecha-


miento racional de los recursos en contraposición al crecimiento burocrático
del modelo piramidal.
Al no haber dudas respecto de la importancia de jerarquizar la relación función/
responsabilidad por sobre la relación función/autoridad -la cual generalmente ter-
mina atacando la coherencia funcional de la organización- se hace posible un desa-
rrollo sostenible de la organización.

7.4.3. Símbolos y organización

La gestión de la participación inteligente comienza por la implementación de


una estructura organizacional coherente con aquello que se pretende lograr. Es im-
posible hacerlo de otra manera.
El organigrama piramidal es un símbolo que nos habla de épocas pasadas, casi
diríamos de la Edad Media, en donde un grupo de personas “iluminadas” estaban
dotado de todo el poder político-religioso-social para ejercerlo hacia abajo según les
pareciera o antojara.
Esta herencia, en nuestros días, continúa provocando la nítida sensación de que
el que está en la punta es el jefe máximo y, entre más abajo una persona está, menos
poder tiene dentro de la organización (hablando solamente del poder formal).
Los tiempos han cambiado y se hace necesario modificar las formas visuales de
representación de las organizaciones, las cuales deben mostrar –lo más exactamente
posible- estas nuevas relaciones emergentes en un mundo que no quiere estar en el
pasado. El símbolo hoy parece ser otro. Estamos pasando de la pirámide organiza-
cional a la esfera organizacional, en donde la visión y las relaciones son claramente
diferentes.

208 • Fernando G. Bertona


Barker J. (1995, p.13] dice: “He pasado los últimos cuatro años describiendo tres
claves para el futuro de toda organización, con o sin ánimo de lucro, que desee participar
plenamente en el Siglo XXI. Las claves son: Excelencia, innovación y anticipación”.
Respecto de estas claves, a la gestión pública le falta recorrer todavía un largo
camino para lograr la excelencia, aspecto que no se ve como necesario, quizás porque
en las organizaciones políticas las posiciones que se ostentan suelen ser territorial-
mente monopólicas y distribuidas entre dos o tres facciones políticas. Aunque en
la actualidad estas condiciones se vean presionadas desde una sociedad que ya no
quiere ser cautiva.
La anticipación en cambio, permite vislumbrar el horizonte de cualquier organi-
zación pues, como dijimos al hablar de tendencias (Capítulo 2), a las sociedades se
les acaba la paciencia frente a tanta inoperancia, tanta insensibilidad, tanta corrup-
ción y tanta impunidad generalizada. El tiempo parece agotarse y el poder político
debe darse cuenta que, hoy más que nunca, es necesario anticipar para poder pro-
ducir cambios verdaderos y efectivos en su relación con la ciudadanía a la luz del
creciente movimiento de participación ciudadana global.
La innovación, uno de los pilares de este modelo, aparece como el componente
indispensable que actúa como puente entre lo que denominamos Estado Viviente/
Participación inteligente y la situación de insatisfacción actual. Los modelos presen-
tados (MR3, FIC-10 y MGS) son herramientas apropiadas para iniciar un proceso
innovador de este tipo.

#Participación Inteligente • 209


7.5. Construir participación inteligente

7.5.1. El Estado: voluntad para la implementación

¿Cómo construir participación inteligente? ¿Cómo implementar la gestión de la


participación inteligente? Desde el Estado. Y no decimos Gobierno, sino Estado.
Y decimos Estado pues se hace necesaria la convergencia de todos sus protago-
nistas y referentes, dentro de un marco físico (territorial) y otro normativo (consti-
tucional). Gobierno, ciudadanía, territorio y Ley Fundamental, los cuatro protago-
nistas de un cambio sostenible.
Si los gobiernos toman la delantera, dejando sus eternas posiciones defensivas,
es posible que alcancen un caudal de apoyo popular importante en el inicio de este
tipo de procesos. Si, por el contrario, continúan encerrados y en posiciones inflexi-
bles (aunque dentro de una “legalidad especulativa”) irán quedando apartados de la
dinámica política-social, pues mucha gente ya está fatigada y con reducidas esperan-
zas de lograr algún nivel de efectividad del gobierno en beneficio de sus derechos.
Si lo gobiernos actúan en el corto plazo, tanto mejor. La transición será así más
llevadera. Si se dejan estar, más temprano que tarde, la reacción ciudadana no se
hará esperar y reclamará cada vez con mayor energía el cambio de modelo. La par-
ticipación inteligente no es una alternativa más, es justamente, la más apropiada de
todas.
Si los gobernantes se dan cuenta de esto, mejor para todos.
Ningún cambio a nivel político es sostenible si no existe la firme voluntad polí-
tica de llevarlo adelante “cueste lo que cueste”. Sabemos que cuando un cambio es

210 • Fernando G. Bertona


conveniente para el poder, éste es realizado rápidamente y sostenido mediante todo
tipo de argumentaciones y de relatos. En eso, nuestra clase política es experta; su
pericia proviene de un acervo político de origen especulativo que impregna todo
el quehacer del Estado y sus instituciones, generando un profundo malestar en la
ciudadanía. Cambiar la visión, cambia las referencias y posibilita un cambio de los
valores, de las conductas, lo que -sin dudas- resulta ser lo más conveniente, además
de necesario y oportuno.
Claro que ningún político va a “suicidarse” lanzándose a implementar una inno-
vación de este tipo si no tiene cierta seguridad que dicho proceso será bien visto y
acompañado por los vecinos, a la vez que -digámoslo– sea favorable para su propio
futuro. La política está dotada de cierto nivel de cobardía; si no aparecen determi-
nadas “garantías de éxito” para tales procesos, va a ser raro que aparezca la voluntad
necesaria de ejecutarlo. Y al hablar de política, estamos incluyendo a la ciudadanía,
la cual presenta reiteradas muestras de fatiga, escepticismo, desconfianza, ansiedad,
angustia y una larga lista de etcéteras vinculada a sus sentimientos y emociones,
frente a los temas del Estado.

7.5.2. La ciudadanía: responsabilidad y acompañamiento

Y es en este punto en donde una ciudadanía madura, atenta, vigilante, puede


hacer mucho por su propia vida institucional, pues finalmente fue ella misma quien
dotó al gobernante de los atributos que le permiten estar donde está. ¿Qué otra cosa
hacer entonces que acompañar-lo, vigilar-lo, comprometer-lo y comprometer-se en
la puesta en marcha y sostén de un proceso que finalmente pueda cambiar este
modelo democrático electoralista y de incertidumbre sostenida? Una nueva forma
de concebir la democracia es, justamente, partiendo de una revisión que fortalezca

#Participación Inteligente • 211


aquella vieja definición de Lincoln48 “gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pue-
blo” y que podríamos hoy replantearla así: la democracia es la autodeterminación del
ciudadano frente al espíritu de la Constitución y en el marco de la Ley Natural, única
forma legítima de sostener las instituciones de la democracia en los lapsos entre vo-
taciones. Pareciera no haber otra forma.
He escuchado muchas veces aquella postura que expresa: “la ley está hecha por
aquellos que tienen el poder, motivo por lo cual no tiene sentido cumplirla, pues
su concepción es perjudicial para la gente”. Es cierto, sentirse impotente frente a la
realidad no es un sentimiento agradable. Todos experimentamos esa sensación de
injusticia, en soledad. Pero, justamente, si hablamos de participación inteligente
estamos hablando de ciudadanía sinérgica, lo cual significa un camino compartido
que debe tender a la institucionalidad, porque de lo contrario ¿Para qué la demo-
cracia? ¿Para qué la Constitución? ¿Para qué semejante Preámbulo? Las divisiones
internas nunca terminan bien. El esfuerzo debe encaminarse a fortalecer las redes,
los vínculos, en mejorar las relaciones.
Es por ello que decimos que un nuevo aprendizaje, conformado por las funcio-
nes conocer, crear y comunicar aparece como necesario para despejar viejas actitudes e
iniciar un camino de esperanza cívica que pueda ir dando testimonios en la medida
que los ciudadanos empecemos a modificar nuestros propios comportamientos.
Y es en este camino, donde se hace necesario que la ciudadanía “grite fuerte” para
despertar a los gobernantes, pues ellos seguramente están imbuidos en sus propios
problemas de gobierno, los cuales consumen su tiempo y energías en la resolución
de aquellos aspectos cotidianos de la gestión que los suelen alejar de la visión que
pudieron haber querido transmitir durante sus campañas electorales.
Es la ciudadanía la encargada de hacer sonar las alarmas. Se debe exigir la ela-
boración de planes estratégicos participativos que faciliten la construcción de una
48 - Abraham Lincoln (1809-1865) Discurso de Gettysburg, 1863: “nuestros padres hicieron
nacer en este continente una nueva nación concebida en la libertad y consagrada al principio
de que todas las personas son creadas iguales (....) debemos consagrarnos aquí a la gran tarea
que aún resta ante nosotros (...) que el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo no
desaparezca de la Tierra”. (Wikipedia)

212 • Fernando G. Bertona


visión compartida que sirva de referencia y guía para la toma de decisiones, tanto
de la ciudadanía como de los gobernantes. Se debe intentar construir de manera
colectiva la imagen del lugar en donde deseamos vivir en el futuro.
Es imposible construir sostenibilidad y participación inteligente sin valores, sin
referencias comunes y sin la convicción de que para tal fin se hace necesaria la re-
nuncia generosa de algo de lo propio en beneficio de mucho de lo ajeno.

7.5.3. Edificar en conjunto

7.5.3.1. Elementos fundamentales y constructivos. Fases

Para edificar o construir una obra colectiva49 asentado en la concepción de la inte-


ligencia participativa, hace falta establecer lo siguiente:

• A dónde se quiere llegar (visión) y desde dónde se parte (diagnóstico),

• Qué se está dispuesto a hacer para lograrlo (actitud y disposición)

• Cuáles reglas de juego se van a utilizar, principalmente para resolver los conflic-
tos que surjan durante el proceso (normativa a respetar)
Es muy importante además, fijar:

• Determinados valores que sirvan como límites para las acciones a desarrollar

49 - Con el término obra nos referimos a una cosa perdurable que resulta de la aplicación
del trabajo o del conocimiento humano a un material o a un conjunto de ideas, como “obra
de arquitectura; obra científica; obra escultórica”, etc. (Fuente: http://definicion.de /obra). El
término proyecto, en cambio, presupone un conjunto de actividades que responde a un ciclo,
generalmente de este tipo: inicio, planificación, ejecución, seguimiento y control, y cierre. Si
bien utilizamos ambos términos, en este caso en particular preferimos hablar de obra.

#Participación Inteligente • 213


• Determinados mecanismos que refuercen los vínculos interpersonales y

• Determinadas instituciones de orden superior que gestionen los conflictos


emergentes.
Finalmente, es importante tener claridad:

• Respecto de la situación del entorno en la cual se va a implementar la obra


(sobre todo cuando se trata de acciones de tipo político en donde los viejos
hábitos pueden generar momentos de zozobra a las nuevas ideas).

• Respecto de qué pasará y qué se hará cuando se lo concrete.


Entendemos que estos elementos son fundamentales, ya que son el sostén del pro-
ceso en todo momento y si estos fallan, el proceso se verá en mayor o menor medida,
afectado.
Por sobre éstos, surgen los que podríamos reconocer como elementos constructi-
vos -más técnicos y operativos- como por ejemplo: personal participante, capacita-
ción y funciones de los mismos, objetivos estratégicos, objetivos específicos, metas,
tiempos, recursos, flujos y estados posibles, niveles de calidad por área, cobertura del
proyecto, registro de actividades, archivo, sistemas, etc.
Es necesario articular apropiadamente ambos tipos de elementos para que la obra
sea primero posible, luego ejecutable y por último sostenible. Posible, ejecutable y
sostenible son tres fases bien diferenciadas de una obra de inteligencia participativa50 .
Las tres fases son desarrolladas desde el espacio que denominamos Lo Metodológico
(Capítulo 4, punto 2), con las siguientes características:

• La fase de la posibilidad –la cual incluye lo que comúnmente se denomina


etapa inicial y de planificación de un proyecto- podemos imaginar que se
desarrolla principalmente en el ámbito de la esfera de oportunidades aunque

50 - No desarrollamos demasiado este tema pues escapa a la finalidad de estos textos; además
hay muy buena bibliografía sobre proyectos de todo tipo (de salud, de educación, sociales, de
salud pública, comerciales, etc.)

214 • Fernando G. Bertona


se debe estar muy atento a la dinámica de la esfera de acontecimientos que es
donde finalmente se va a implementar.

• La fase de ejecución en cambio está más vinculada al ámbito de la esfera de


acontecimientos donde se construye la obra, a la vez que no se debe perder de
vista la dinámica de la esfera de oportunidades, que es donde pueden aparecer
desvíos o amenazas.

• La fase de sostenibilidad, supone nunca perder de vista la esfera de oportuni-


dades -en donde se encuentran almacenados la finalidad original del proyecto,
la visión, el entusiasmo inicial, los sueños y todo aquello que tiende a desapa-
recer en el tiempo pero que debe valorarse y guardarse en la memoria de las
personas- y mantener la atención sobre los eventos emergentes en la esfera de
acontecimientos que puedan ser utilizados para fortalecer, mejorar y ampliar
las bases del proyecto. Naturalmente será necesario observar las potenciales
amenazas tanto internas como externas a la obra.
Es necesario aclarar que lo que se denomina etapa de cierre de un proyecto, no
se considera en este esquema, pues se supone que la obra trata de acciones colectivas
de tipo sostenible.

7.5.3.2. Factores de fracaso / de éxito

Debido que el mayor porcentaje de inversión de una obra pública suele encon-
trarse en las fases primera y segunda (posibilidad y ejecución), son en estas dos
primeras etapas en donde suelen terminar abruptamente una buena cantidad de las
obras/proyectos que se realizan bajo la órbita del actual paradigma beligerativo. Es
allí donde se esconde una buena parte de la corrupción.
La mecánica de la corrupción funciona eliminando en los hechos (aunque no
en “los papeles”) las actividades de control y mantenimiento sobre lo realizado,

#Participación Inteligente • 215


las cuales tienen por finalidad garantizar la calidad de lo construido y realizar los
progresivos ajustes necesarios para su sostenimiento. Esta eliminación significa que
se condena a la obra/proyecto a su debilitamiento, deteriorándose poco a poco y
dando pie a “justificadas argumentaciones” sobre la necesidad de reconstruir desde
cero aquello que ex profeso se dejó caer para volver a lucrar nuevamente (recuerden
el Jenga)51.
Así que un aspecto crítico del proyecto es el desarrollo de acciones tendientes a
identificar estos factores de fracaso para luego transformarlos en factores de éxito, di-
señando e implementando programas de protección bajo la forma, por ejemplo, de
sistemas de alertas. La capacitación y sensibilización de la ciudadanía en este sentido
permite construir y fortalecer una “mirada social atenta” que dispare las “alarmas”.
Estos sistemas de alerta deben funcionar desde el primer momento, lo cual
significa que si estamos hablando de obras, de proyectos sostenibles, deberían ser
permanentes.
Entre los principales factores de fracaso, en un listado incompleto, citamos:

• Pérdida de la visión y finalidad originales

• La pérdida de la perspectiva

• La ausencia de supervisión y la incapacidad de reconocer errores y corregirlos

• La relativización de los valores esenciales y la pérdida de respeto

• El debilitamiento de las voluntades (cansancio, fatiga, discordia, desconfian-


za, etc.)

• La justificación de la inacción frente a circunstancias no deseadas

51 - Esto es una versión reducida de cómo funciona la lógica de la guerra en la actualidad:


primero se destruye, luego se toma posesión territorial, se apropian los recursos más valiosos
del territorio conquistado, se reconstruye lo destruido y se espera dónde “gestionar” una nueva
guerra para continuar el negocio. Así de simple y perverso.

216 • Fernando G. Bertona


• El abandono del diálogo y de la capacitación permanente

• Las ambiciones personales, el egoísmo, las vanidades

• Los “cantos de sirena”

• El apuro excesivo por lograr aquello que se diseña “para que perdure”
Transformar el fracasó en éxito solo supone hacer algunos cambios en el listado
precedente, considerando que es necesario:

• Mantener activa la visión y finalidad originales

• No perder de vista la perspectiva

• Mantener una supervisión activa y desarrollar la capacidad de reconocer erro-


res y corregirlos

• Sostener los valores esenciales y el respeto (Ver 9.1. Decálogo del respeto)

• Fortalecer las voluntades frente al cansancio, fatiga, discordia, desconfianza,


etc.

• Evitar la inacción frente a circunstancias no deseadas

• Hacer crecer el diálogo y la capacitación permanente

• Evitar las ambiciones personales, el egoísmo, las vanidades

• Ser sordo frente a los “cantos de sirena”

• Conservar la tranquilidad de espíritu para lograr que “aquello que se diseña


para que perdure”, pueda efectivamente perdurar

#Participación Inteligente • 217


Capítulo 8

8. Notas finales sobre el cambio


“Vive en el presente como deseas vivir en el futuro,
y ganarás tiempo y vida”

#Participación Inteligente • 219


El Cambio

Si bien la vida es un proceso continuo que se manifiesta como un cambio cons-


tante, hay algunos de ellos que por su importancia llaman a la reflexión.
Nos referimos principalmente a cambios globales y vigentes los cuales creemos
necesario tenerlos presente y en observación para poder disponer de información
que nos facilite una mejor ubicación frente a los mismos, a la vez que permitir-
nos identificar y poder monitorear distintas amenazas que son tristemente latentes,
como así también múltiples oportunidades que en igual medida pueden estar al
alcance de quienes estén atentos.
Las siguientes notas son breves y están referidas a cambios globales vinculados
a lo climático, a lo político y a lo social, describiendo algunas de sus eventuales o
potenciales consecuencias.
1. El Cambio Climático Global es una realidad y nos afecta directamente en to-
dos los niveles y escalas (global, regional, local). La Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término «cambio climáti-
co» solo para referirse al cambio por causas humanas y lo entiende como un
cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que
altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad na-
tural del clima observada durante períodos comparables (Artículo 1, párrafo 2).
Por otro lado es importante considerar y visualizar otros tipos de amenazas
naturales presentes en el planeta, respecto de las cuales, en muchos casos, no se
conoce con precisión las relaciones que pudieran existir entre éstas y el cambio
climático.
Estas amenazas son:

• De geodinámica interna: sismicidad (vibración de terrenos, aceleración)


#Participación Inteligente • 221
y vulcanismo (erupciones, flujos de lava, lluvia de piroclastos, lluvia
ácida, emisiones de gases), que provocan ruptura del suelo, licuefac-
ción de suelos, deslizamientos, levantamientos, hundimiento cortical.
Tsunamis.

• De geodinámica externa: erosión, deslizamientos, flujos torrenciales,


que provocan pérdida de suelos, nutrientes. Socavación de laderas.
Agradación. Degradación de tierras. Represamiento efímero de cauces.
Sedimentación torrencial.

• Procesos hidrometeorológicos: son globales, regionales y locales. Citamos


variabilidad climática y cambio climático (El Niño/la Niña), tornados,
tormentas orográficas y convectivas, que provocan lluvias intensas, se-
quía, vientos los cuales producen situaciones extremas del balance hí-
drico (exceso-déficit). Inundaciones. Degradación de tierras.
Consecuencia: el marco del ecosistema global es complejo. La intensidad de
los fenómenos naturales y su frecuencia van en aumento, es decir aparecen
fenómenos cada vez más intensos con menor frecuencia de aparición (cada
vez más seguidos). El «costo» de la vulnerabilidad es altísimo; cuando se dis-
para un evento, no hay tiempo de reaccionar si no se disponen de planes de
contingencia previamente diseñados. Solo se sufre su impacto. Es necesario
invertir en la construcción de conocimiento, sensibilización social y planifica-
ción a nivel del Estado.
2. El Cambio político global es tan cierto, que el cambio social que hoy emerge en
el mundo se da, justamente, en respuesta a decisiones políticas de los grandes
bloques de poder, cuya intencionalidad sigue siendo el aumento de la con-
centración de riqueza y de poder, en todos los niveles (territoriales, recursos,
energía, medios, finanzas, información, etc.) y a expensas de todo aquello
que no se alinee con su visión y sus mandatos. En lo más alto del poder, lo
público no existe. En lo más alto del poder, la democracia es un placebo para
los ingenuos. En lo más alto del poder, lo verdadero es la guerra, que no es

222 • Fernando G. Bertona


un placebo. En lo más alto del poder, solo vale el poder. Claro que un poder
exento de sabiduría (debido quizás a una terca ceguera frente a patrones, ci-
clos y procesos de Natura que debieran ser referentes obligados a la hora de
tomar decisiones) y exento de amor, precisamente por ausencia de sabiduría.
El circuito parece cerrarse, entonces, dentro de este paradigma beligerativo
actual en donde un poder con “pies de barro” es sostenido por la ceguera, la
insensibilidad y la inacción en todo aquello realmente necesario para alcanzar
y sostener calidad de vida.
Consecuencias: En lo ambiental, una profundización de los factores causales
del cambio climático global. En lo social, una ciudadanía cansada aunque
cada vez más despierta, que “debe ser conducida” mediante estrategias y he-
rramientas de todo tipo52 , como la distracción (desviar el foco de los proble-
mas), crear problemas para luego ofrecer soluciones, soluciones diferidas (en
cuentagotas), la estrategia de la gradualidad (hacer poco a poco algo que es
inaceptable), dirigirse al público como criaturas, utilizar lo emocional más
que la reflexión, mantener al público en la ignorancia, etc.
3. El Cambio Social Global es un hecho. Estamos parados en un umbral. Estamos
dejando atrás un espacio conocido, en donde nos movíamos con cierta segu-
ridad y conocíamos las reglas de juego; nos encontramos ahora a punto de
ingresar en un nuevo espacio, un nuevo territorio, no tan explorado ni co-
nocido, en donde las reglas son otras y nuestra experiencia con ellas es poca.
Dejamos el espacio conocido de la razón, de la lógica y de los lugares comu-
nes, para empezar a descubrir que quizás, tengamos que empezar a confiar
más en nuestra intuición y nuestra percepción, como verdaderas herramien-
tas de sostén para nuestras decisiones. Estamos frente a una crisis mayúscula
(aunque se la quiera disfrazar de “simple cambio” o se la pretenda etiquetar
con “edulcorados términos”).
En esta ciudad planetaria común los hechos marcan un aceleramiento de las
dinámicas (políticas, económicas, sociales) a la vez que un crecimiento de la

52 - CHMSKY N. (s/d): “Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática”.

#Participación Inteligente • 223


complejidad y las tensiones, sobre todo interculturales. Complejidad y ace-
leramiento que hablan a las claras de un proceso de crisis que parecería con-
vertir en insostenible casi cualquier tipo de proyecto. Sin embargo, hay vida
detrás del umbral.
Consecuencias: el tiempo disponible pareciera no ser mucho. Ya muchas so-
ciedades y comunidades han tomado y están tomando medidas según sus
propias percepciones para hacer frente a este presente. Ya lo marcamos como
tendencias, las cuales son contundentes. Las “cargas” se están acomodando y
ya no quedan tantos velos por descubrir. La “realidad” está casi a la vista. El
engaño también. Hay que tomar decisiones, en lo individual, en lo grupal,
en lo social.
Muchos dirán ¿pero qué hacer frente a semejante situación? ¿Por dónde vamos
a empezar? ¿Cómo, quiénes, cuándo? ¿Con cuáles recursos, con qué medios?
¿Hacia dónde ir? Presiento que la respuesta a tanta “pregunta sin respuesta”
no va a venir desde afuera de cada uno, sino más bien, desde lo más profundo
de cada uno. Hoy, pareciera no visualizarse otra posibilidad.
4. El Cambio Individual, personal, es una necesidad. La construcción de un lugar
agradable, seguro, limpio, luminoso, amable para vivir, requiere de trabajo.
De mucho trabajo. No se logra de un día para el otro. Ni tampoco es un tra-
bajo individual, ni obligatorio. Como dijimos, la participación inteligente no
es para personas cómodas, caprichosas, rebeldes, antojadizas y mucho menos
para personas soberbias. Hoy, más que nunca, se hace necesario sumar volun-
tades e inteligencias, y este aporte es imposible si cada cual no toma su propia
decisión de sumar. En eso, cada cual está absolutamente solo. Las decisiones,
por más apoyo, orientación y consejos recibidos, se toman en soledad y sus
consecuencias deben ser asumidas con responsabilidad. Esa parece ser la “gran
regla” olvidada.
5. Algunas acciones

• Con relación al Cambio Climático Global, debido a que los fenómenos


naturales no son fáciles de enfrentar cuando un evento se dispara, ya

224 • Fernando G. Bertona


que su ocurrencia no es decidida por el humano, se hace necesario para
disminuir su impacto –hoy más que nunca- investigar el espacio fí-
sico territorial, relevar las amenazas presentes en cada lugar, mapear
las fuentes, categorizarlas, organizar sistemas de información y alerta
apropiados, capacitar a las personas y sobre esta base de conocimientos,
desarrollar planes que puedan disminuir las vulnerabilidades frente a
cada una de las amenaza detectadas. La participación social es clave.

• Con relación al Cambio Político Global: pareciera ser que la única salida
en este sentido es desde lo local, construyendo conciencia, ciudadanía
y participación inteligente, con una mirada vigilante hacia los acon-
tecimientos en lo regional, en lo nacional, continental, global. Pero
trabajando en lo cotidiano. Desde el centro del sistema, por otro lado,
solo puede esperarse un crecimiento de las tensiones beligerantes por la
firme intención de las partes en “quebrarle” la voluntad a su enemigo.
Contra esa voluntad y esa lógica es poco lo que pueda hacerse.

• Con relación al Cambio Social Global: a lo largo de estos textos, se han


presentado ideas, herramientas y algunos análisis, basados en una cos-
movisión definida. Aferrarse al aprendizaje para construir conocimien-
to es una forma de acrecentar fortalezas frente al ámbito circunstancial
y contingente. Aferrarse a la posibilidad de construir una plataforma
de encuentro entre personas afines, es una forma de generar sinergia.
Aferrarse a la idea de desarrollar inteligencia participativa es transfor-
mar una “utopía” en un camino esperanzador aunque no exento de
riesgos. Las amenazas del cambio climático global y la necesidad de
participación social para afrontar de manera efectiva las mismas, per-
mite en lo local, convertir ese trabajo en una oportunidad para generar
mecanismos de acción que faciliten el aprendizaje, la comunicación,
la construcción, la participación. Son todas ellas acciones necesarias,
convenientes, oportunas.

#Participación Inteligente • 225


• Con relación al cambio Individual personal, una idea constructiva podría
ser repensar las actitudes asumidas frente a la realidad e intentar adecuar-
las al medio y a las circunstancias según el sentir profundo de cada uno.
A su vez, despejar prejuicios intentando mirar las cosas “como son”
facilitaría una mejor ubicación frente a la realidad y una comunicación
más fluida con los afines, como así mismo la posibilidad cierta de una
reflexión tanto individual como compartida para elaborar conclusiones
útiles que puedan finalmente ponerse en práctica.

• ¡Aprender, construir, comunicar, participar!

226 • Fernando G. Bertona


Capítulo 9

9.Complementos de lectura
El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar,
no soporta el “modo imperativo”
(Jorge Luis Borges)

#Participación Inteligente • 227


COMPLEMENTOS

En este capítulo final se han incluido algunos temas complementarios con la fi-
nalidad de ampliar la visión de lo que significa la participación inteligente y el Estado
Viviente. Algunos de ellos (como los dos primeros) son referenciales de la cosmovi-
sión descripta; los otros, no se han incluido en el cuerpo principal del ensayo para
favorecer el desarrollo de su lógica descriptiva evitando recargar demasiado dichos
textos.
9.1 Decálogo del respeto
9.2 Actitudes y capacidades críticas del participante inteligente
9.3 Temas complementarios sobre la realidad
-Realidad e imaginario popular
-La Importancia de la realidad
-El acceso a la realidad
9.4 Ambiente, sustentabilidad y sostenibilidad
-Ambiente
-Lo sustentable vs lo sostenible
-Ambiente, Estado y Política
9.5 Derechos absolutos, deberes relativos
-Las reglas de juego
-Causa/efecto
-Deberes/derechos

#Participación Inteligente • 229


9.1. Decálogo del respeto

(Respeto en su sentido etimológico, del latín “respectus”: atención, consideración)


• Respeto a la vida y a la naturaleza, en sus múltiples manifestaciones,
…pues somos vida.
• Respeto a la persona, a sus creencias y aspiraciones,
…pues también creemos y aspiramos.
• Respeto a la sociedad,
…pues en ella aprendemos a relacionarnos, comunicarnos y conocernos.
• Respeto a la intimidad,
…pues es nuestra puerta de acceso a la unidad.
• Respeto a los sentimientos,
…pues nos permiten descubrir quiénes somos.
• Respeto a los pensamientos,
…pues nos permiten explorar y conocer el universo.
• Respeto a la religiosidad,
…pues ella pertenece al mundo de lo atávico, lo presente y lo prospectivo.
• Respeto al trabajo,
…pues nos permite ser útiles, darnos a conocer y proyectarnos.
• Respeto al espacio-tiempo propio,
…pues nos permite manifestarnos tal cual somos
• Respeto al sentido del humor,
…pues nos permite recrearnos.
En síntesis, respeto a nosotros mismos, al prójimo y al medio en el cual nos
desarrollamos pues las múltiples combinaciones de éstos son la génesis verdadera y
cierta de nuestra diversidad.

#Participación Inteligente • 231


232 • Fernando G. Bertona
9.2. Actitudes y capacidades criticas del
participante inteligente
(Complemento del Capítulo 6)

FIGURA 51 – Pirámide de las actitudes y capacidades críticas

para la participación inteligente.

#Participación Inteligente • 233


9.3. Temas complementarios sobre la realidad

(Complemento de los puntos 4.2.1 y 6.2.)

9.3.1. Realidad e imaginario popular

En el imaginario popular pareciera que el término realidad es portador de una


importante carga simbólica que genera respeto. Quizás porque deja entrever una
jerarquía que ha sido histórica y voluntariamente vinculada con lo absoluto y lo
inapelable, con la realeza, con el monarca, con el rey, finalmente, con Dios.
Afirmar “esto es una realidad” era y es la forma más contundente de poner fin a
cualquier intento de diálogo o discusión, pues tal expresión se usaba desde el mismo
“trono” de la autoridad real. “Si lo dice la autoridad”, entonces es real. Esa parecía
ser la conclusión instalada en el sentir de las personas.
Conclusión errónea, sembrada en la misma conciencia del hombre y que dio
como fruto enormes cantidades de prejuicios que se transmitieron de generación
en generación y que se transformaron, finalmente, en causa cierta de una porción
importante de los males que parecieran aquejar a esta civilización.
Vestigios de épocas pasadas que dejaron profundas huellas culturales y que toda-
vía hoy están presentes, luchando por sobrevivir en un mundo que se encamina, o
parece encaminarse, hacia un pensamiento más crítico y más objetivo de una reali-
dad que no responde precisamente al viejo molde.
Despejar de nuestra mente esta prejuiciosa idea de realidad nos permitiría tras-
pasar un límite dentro de nuestras propias conciencias e ingresar en un espacio en
donde se podría disponer de recursos apropiados para acceder a un tipo de cono-
cimiento que podría convertirnos en ciudadanos maduros, dispuestos a trabajar

#Participación Inteligente • 235


sin caprichos, sin antojos, sin las condiciones impropias de una vida inteligente y
participativa.
Quizás ésta sea la llave maestra que nos abra la puerta donde encontrar lo nece-
sario para construir un presente con vocación de futuro y permanencia.
El conocimiento de la realidad es una necesidad –no siempre percibida- para
quien aspira a participar con responsabilidad y convicción de la amplia y compleja
vida -en todas sus dimensiones- pues de lo contario tal “participación” se transforma
en una caricatura burlesca de sí misma que a la brevedad se autodestruye dejando un
profundo sentimiento de desengaño y frustración.
Es por ello que hemos abordado el tema de la realidad con la intención de aportar
otra mirada que facilite su comprensión, libre de la compleja terminología académi-
ca que suele “espantar” al ciudadano no versado en estos asuntos y cuya naturaleza
es, indiscutiblemente, de neto corte filosófico.
Además, debemos decir que tenemos la sólida convicción de que el verdadero
participante debe ser un aprendiz de filósofo o por lo menos intentar serlo, pues tal
esfuerzo vale la pena y genera voluminosas recompensas que exceden ampliamente
el “monto” de la inversión.
Y que no se mal interprete esto, pues no estamos proponiendo una “inscripción
masiva en las universidades del continente” para que la ciudadanía logre títulos que
avalen los conocimientos filosóficos que pudieran haber adquirido sobre diversos
pensadores o corrientes filosóficas surgidas a lo largo de la historia. No, de ninguna
manera. La cosa pasa por otro lado.
Solo decimos que sería de suma utilidad para todos, disponer de algunos con-
ceptos, reglas y criterios básicos que, a manera de sencillas referencias, nos facilitara
el aprendizaje del arte de la reflexión, sobre los diversos aspectos de nuestra realidad,
pues esa es la verdadera filosofía, la que surge del interior de cada uno como res-
puesta a las preguntas que más de una vez nos suelen “quemar” por dentro. Se llega
a ser filósofo por la urgente o imperiosa necesidad de comprender aquello que “nos
pasa y nos rodea” y que no podemos explicar de forma inmediata o sencilla; no por

236 • Fernando G. Bertona


el hecho (muy meritorio por cierto) de disponer de una licenciatura, un posgrado
o un doctorado.
Alcanzar este estado de reflexión, cotidiano, simple, inteligente, compartido y
progresivo, permitiría que el concepto de participación se transforme y deje de ser
un cuasi-simulacro para convertirse en una verdad irrefutable.

9.3.2. La importancia de la realidad

No hemos abordado este tema desde una posición académica -cosa que además
no estaría en condiciones de hacerlo- sino más bien desde la posición de una per-
sona “curiosa e inquieta” que ha intentado sostener en los últimos dos tercios de su
vida una mirada reflexiva y atenta a las múltiples posibilidades de descubrir qué es
lo que realmente nos pasa por dentro, qué por fuera y cuáles son las alternativas de
relación entre ambas.
La realidad es un concepto central en la vida del hombre. De la significación
que le asignemos dependerá en gran parte el tipo y la calidad de las relaciones que
podamos establecer con los diferentes dominios de existencia dentro de los cuales
desarrollamos nuestras vidas. Justamente, el hecho de haber creído históricamente
que tal concepto era exclusivo del ámbito académico, y por lo tanto de dificultoso
acceso, fue quizás el condicionante que nos ha impedido relacionarnos apropiada-
mente con ella, sosteniendo a veces concepciones inmaduras sobre su significado y
creyendo, otras tantas veces, que no era cosa nuestra el aclarar “semejante idea”, tan
“irreal” y tan “alejada de nuestras vidas cotidianas” que solo nos aportaría grandes
pérdidas de tiempo y esfuerzo. ¡Gravísimo error!
Por esto es que hemos intentado identificar, desde una óptica simple, los compo-
nentes que conforman lo que –según nuestra visión- entendemos por realidad (mo-
delo MR3). Todo esto debido a la creciente necesidad de disponer de vías de acceso

#Participación Inteligente • 237


al conocimiento que nos facilite una progresiva toma de conciencia, justamente,
sobre los distintos aspectos de ésta. Al hablar de vías de acceso al conocimiento
anticipamos que no nos estamos refiriendo a medios tecnológicos, los que -en gene-
ral- están medianamente disponibles y al alcance de una buena parte de las personas,
sino a recursos o herramientas -de tipo conceptual y metodológicas- que permitan
visualizar el significado de aquello que se vive (o se deja de vivir) o de aquello a lo
cual se accede (o se deja de acceder) en el transcurso de las múltiples circunstancias
que se nos presentan en nuestra vida personal y de relación.
Nuestra intención, como ya dijimos, no fue ingresar al ámbito de complejos
análisis filosóficos, pero sí ponerle “un cascabel a este gato de la realidad” para faci-
litarnos el entendimiento sobre qué estamos hablando y a su vez poder incursionar
en sus distintos dominios (punto 6.2.). Lo que verdaderamente consideramos im-
portante es poder disponer de un modelo, que sea lo suficientemente accesible para
conectar las partes con el todo y poder comprender los significados intervinientes.
Esa es nuestra intención.

9.3.3. El acceso a la realidad

Hay todo tipo de definiciones sobre la realidad. Los enfoques y abordajes que


ha tenido dicho concepto, dada su importancia en la historia de la filosofía, las
religiones, las ciencias y la política, son muy amplios y variados. Unas definiciones
sencillas, como es de esperar, aparecen en el diccionario de la RAE (Real Academia
Española) y dicen lo siguiente:
1. f. Existencia real y efectiva de algo.
2. f. Verdad, lo que ocurre verdaderamente.
3. f. Lo que es efectivo o tiene valor práctico, en contraposición con lo fantástico
e ilusorio.

238 • Fernando G. Bertona


Como observamos, estas definiciones nos dan un punto de partida. La realidad
aparece como una característica de algo que existe (de manera real, efectiva). Por
otro lado la relaciona con el concepto de verdad, con algo que ocurre verdaderamen-
te y, finalmente la coloca en contraposición con lo fantástico e ilusorio. 
Pero lo que sucede es que tales definiciones no dan mucho pie para relacionarnos
con la realidad de una forma funcional a nuestras decisiones, ampliando nuestra
comprensión sobre ella y permitiéndonos, a la vez, diferenciar aquello que es con-
creto de aquello que es ilusorio, siempre con la esperanza de alcanzar una participa-
ción inteligente. 
Ahora bien, si la realidad es algo que ha ocupado la mente y el tiempo de tantos
pensadores a lo largo de la historia -y no solamente su mente y su tiempo, sino que
además fue y sigue siendo uno de los ejes centrales de la reflexión filosófica- debe te-
ner una importancia fundamental y debiéramos poder “bajarla” a la vida cotidiana y
utilizarla en nuestro provecho a partir de alguna “fórmula simple” que podamos uti-
lizar. Algunos filósofos (ZUBIRI, X., 1963) otorgan a la reflexión sobre la realidad, el
carácter de filosofía primera, fundamental, sustento de toda filosofía y base de todo otro
conocimiento por lo que no deberíamos tener prejuicios o temores para abordarla.
Esta es la idea. Disponer de algunas definiciones y esquemas que permitan relacio-
narnos apropiadamente con ella, o por lo menos poder iniciar este camino de una
manera entusiasta y no partiendo de la certeza que deberemos sortear las “pruebas
de Hércules” para poder entender algo sobre ella.  
Porque si la definición de la realidad se convierte es algo tan inexplicable, lejano
e inalcanzable para los comunes mortales ¿para qué serviría? ¿Cuál sería entonces
su importancia? Casi podríamos decir que ninguna. La propia naturaleza -aspecto
innegable de la realidad y referente indiscutible del ser humano desde siempre- “se
pone a disposición” de quien quiera y sepa mirarla, y para ello solo requiere que
se utilice aquello que la persona ha recibido como herencia natural para el acto de
aprender, es decir su propia capacidad de observar y reflexionar. Nada más, poder
observar lo desconocido, reflexionar sobre ello e intentar entenderlo desde el acervo
del que se dispone. Esa pareciera ser la tarea. 

#Participación Inteligente • 239


Y ésta fue nuestra intención al presentar el modelo MR3, proponer otra mirada
sobre la realidad que facilitara justamente, la producción de conocimientos para
posicionarnos de una forma más sólida y segura frente a esta época que se ha deno-
minado Era del Conocimiento, aunque nosotros creemos que podríamos hablar de
Era de Acceso a la Realidad o Era de la Participación Inteligente pues solo este tipo de
actitudes y conocimientos, sólidamente construidos (pero no por eso dificultosos)
y dentro de un proceso sostenible, permitirá garantizar el despertar de las vocacio-
nes individuales, avanzar en su desarrollo, consolidarlas, integrarlas a la vida social,
producir sinergia dentro de un plan superador, para acceder a una participación in-
teligente, creativa, constructiva y cierta, en la que sea posible expresarse libremente
en un marco de libertad, de justicia y de paz.  Solo la realidad nos podrá liberar en
el más amplio y genuino significado de esta palabra. 

240 • Fernando G. Bertona


9.4. Ambiente, sustentabilidad y sostenibilidad

(Complemento de los puntos 4.2.1. y 6.2.)


Debido a que el Ambiente -por estar fuertemente vinculado a los componentes
territorio y ciudadanía del Estado, y haber sido definido como dominio de realidad
(Capítulo 6)- creemos necesario hacer algunas precisiones sobre este concepto pues
percibimos una cierta dispersión en significados que suelen asignarse al mismo.
A su vez, creemos que en la medida que podamos unificar algunos conceptos
centrales para el logro de mejores condiciones de vida, estaremos en una mejor
situación para comunicarnos eficazmente, de actuar conjuntamente y de ser más
efectivos en los resultados.
Si se analiza la bibliografía, puede observarse que aparecen diversas interpreta-
ciones sobre dos conceptos importantes en la temática ambiental: el de ambiente
propiamente dicho y el de desarrollo sustentable/sostenible.
Y es necesario advertir que no es nuestra intención iniciar un debate sobre cuál
término es mejor para nombrar tal o cual cosa. No, no se trata de términos, sino de
cuál idea representa o puede representar un determinado vocablo para poder lograr
una mejor comunicación. Si coincidimos en la idea que “se esconde” detrás de los
vocablos, aunque sigamos utilizando palabras distintas para nombrar dichas ideas,
la comunicación será efectiva. Esta es nuestra intención.

#Participación Inteligente • 241


9.4.1. Ambiente

Entonces partamos de dos de las acepciones de ambiente del diccionario de la


Real Academia Española, más significativas para nuestro propósito:
a. “Que rodea algo o a alguien como elemento de su entorno”. Temperatura,
sonido ambiente. (Nota: el término ambiente proviene del latín ambiens y
significa “que rodea”).
b. “Aire o atmósfera de un lugar”.
Veamos también otras tres definiciones surgidas de personas vinculadas a los
estudios ambientales53 :
c. “Todo lo que rodea a un ser vivo”. Resultado prevalente en encuesta a estudian-
tes de carreras ambientales de nivel superior (González Urda, E., s/d).
d. “El sistema resultante de la interacción entre sistemas sociales y naturales”
(González Urda, E., s/d cita a Vigil, Carlos A., 1994)
e. “Sistema complejo acoplado hombre-naturaleza”. Centro de Sostenibilidad
e Integración de Sistemas, Universidad de Washington y otros Centros de
Estudios e Investigación (Jianguo Liu, et al., 2007)
Puede notarse que aparecen dos grandes grupos: aquellas definiciones que vincu-
lan el ambiente a “aquello que rodea” (definiciones a. b. c.) y otro grupo que vincula
el concepto a una interacción entre componentes distintos, ya sea entre persona y
naturaleza o entre sistemas sociales y naturales (definiciones d. e.).
Así mismo, las primeras pertenecen a fuentes de tipo genéricas (como un diccio-
nario o una encuesta a estudiantes), mientras que las segundas pertenecen al ámbito
académico de profesores e investigadores de temas ambientales.
Como entendemos que medio ambiente y ambiente son conceptos diferentes, va-

53 - En las respuestas c. y d. los autores se usan indistintamente los términos ambiente y


medioambiente.

242 • Fernando G. Bertona


mos a relacionar al medio ambiente con las tres primeras definiciones de ambiente
dadas, mientras que al segundo, con las dos restantes.
Ahora bien, entendemos que entre las dos definiciones de ambiente (d. y e.), a
pesar de que aparentan decir lo mismo con diferente terminología, existe una dife-
rencia fundamental.
En el primer caso, la definición vincula a dos ciencias, las sociales y las naturales y
establece que el ambiente es un sistema que resulta de esta interacción, lo cual es co-
rrecto. Tal definición, por la terminología utilizada pertenece al ámbito académico
y, como tal, no fue diseñada en términos del ciudadano común que tiene que actuar
ambientalmente sobre la base de su estructura conceptual y que debe tener claro en
dónde se esconde “lo ambiental” en su vida diaria para poder decidir apropiada e
inteligentemente. Esto es muy importante.
La segunda definición introduce un vocablo especial que modifica sustancial-
mente esta idea de “relación entre ciencias” y esta palabra es acoplamiento, pues dice
que ambiente es un sistema complejo acoplado hombre-naturaleza. ¿Y cuál sería la
diferencia?
Cuando dos átomos de hidrógeno se acoplan con otro de oxígeno, aparece una
molécula de agua. Molécula que pertenece a una nueva sustancia diferente de sus
componentes originales. El oxígeno es un elemento altamente reactivo que forma
fácilmente compuestos, especialmente óxidos (el agua es un óxido de hidrógeno); el
hidrógeno es un gas inflamable, incoloro, inodoro; el agua es otra cosa, es el sustento
de la vida.
Entonces ¿por qué no se dice que una molécula de agua es la relación entre áto-
mos de hidrógeno y oxígeno? Sencillamente porque el agua, si bien es cierto que
vincula o relaciona a dos elementos diferentes, es en sí un sistema diferente, es una
nueva estructura unitaria con características absolutamente diferentes a sus elemen-
tos componentes. El todo es más que la suma de sus partes.
Así que, volviendo al ambiente, decir sistema complejo acoplado hombre-natu-
raleza, es destacar que el ambiente no es la relación simple de dos cosas, sino que

#Participación Inteligente • 243


aparece como un sistema complejo, distinto del hombre y de la naturaleza como
protagonistas ambientales separados. Decir acoplamiento es significar al ambiente
dentro de la dimensión de la conducta humana en un determinado marco de rela-
ción cultura-natura. Y tal vínculo solo puede sostenerse a través de decisiones inteli-
gentes que den testimonio de un comportamiento modificado del humano y sus or-
ganizaciones, incluyendo claro, al Estado y a la Sociedad como actores responsables.
Aparece como imperioso el desarrollo de nuevas conductas por las propias carac-
terísticas que presenta el ambiente, algunas de las cuales resumimos a continuación:

• El ambiente es un macro sistema viviente, por lo cual se manifiesta como un


sistema abierto, formado por múltiples sistemas y subsistemas de naturaleza
diversa.

• Es altamente complejo, pues posee gran variedad de componentes y multiplici-


dad de relaciones e interacciones.

• Es multidimensional, pues mantiene sus propiedades de manera independiente


a su escala (microlocal, local, regional, continental, global)

• Su jurisdicción es fragmentada, ya que involucra múltiples estados soberanos


(nacionales, provinciales, municipales, etc.)

• Es vigente, y como tal requiere de seguimiento, protección y decisiones cons-


tantes que no aceptan demoras.

• Es frágil, ya que fenómenos bruscos e imprevistos pueden modificar sus


condiciones.
A partir de estas ideas, podemos entender finalmente que lo ambiental es una re-
lación y no un objeto. No poder diferenciar lo ambiental de lo natural es confusión. Y
como tal, generadora de indecisiones o de decisiones apresuradas, que solo tienden
a agravar la situación. Decir que los animales, las plantas, las montañas, las llanuras,
ríos, lagunas, etc. son “ambiente”, significa estar parado sobre una débil base con-

244 • Fernando G. Bertona


ceptual que impide o no favorece la mejora del ambiente, aunque se disponga de
la mejor buena voluntad y las mejores intenciones. Las buenas intenciones nunca
alcanzaron, Hace falta conocimiento para resolver problemas o despejar amenazas.
Así que cuidar el ambiente es hacer el mejor de los esfuerzos personales para me-
jorar nuestro propio comportamiento, nuestra propia conducta, en toda situación,
en todo momento, en toda circunstancia. Esa es la única manera de evitar impactos
ambientales negativos.
Es por ello que proponemos resignificar nuestra idea de ambiente y predispo-
nernos a realizar aquellas modificaciones convenientes en nuestros hábitos para ir
despejando, de manera progresiva, aquellos aspectos que por indiferencia, desco-
nocimiento y/o inmadurez, teníamos incorporados y resultaban ambientalmente
prejudiciales.

9.4.2. Lo sustentable vs lo sostenible54

Veamos ahora los otros dos conceptos que suelen “hacer pareja” con el término
desarrollo. Por usárselos de manera indistinta, desarrollo sustentable y desarrollo
sostenible, y estar dotados de una cierta aureola de indefinición y de ambigüedad,
generalmente se los entiende como sinónimos, no pudiéndose distinguir diferencias
entre uno y otro. CANUT de BON (2007, p.11, nota al pie) expresa: En la litera-
tura española se suele hablar de “Desarrollo Sostenible”, mientras que en la literatura
latinoamericana de “Desarrollo Sustentable”. Se trata en todo caso de conceptos sinóni-
mos. A pesar de tal aclaración creemos conveniente aprovechar esta situación para
diferenciar ambos términos presentando otra mirada al respecto.

54 - La diferenciación de conceptos entre los términos sustentabilidad y sostenibilidad surgió


como fruto de un rico diálogo sobre temas ambientales que mantuvimos con el Dr. Claudio A.
Gallardo y la Dra. Adriana L. Lion (Córdoba, 2012).

#Participación Inteligente • 245


El esquema de la FIGURA 52, intenta simplificar (en extremo) el proceso de
degradación ambiental iniciado a partir del momento que aparece el hombre sobre
el planeta hasta nuestros días. Tal simplificación tiene una finalidad didáctica e in-
tentamos centramos en aquello hitos de interés despejando lo innecesario.
La curva se inicia en un punto que representa la aparición del hombre sobre el
planeta. Antes de este momento solo existía la naturaleza en estado puro, “preparán-
dose” en su complejidad para construir un espacio apropiado para que el humano
pueda aparecer y desarrollarse. Este largo tiempo, medido en millones de años (uni-
dad del tiempo geológico) puede entenderse como un espacio-tiempo caracterizado
por una condición: la sustentabilidad, es decir un conjunto de estados naturales
progresivos en donde las cosas fueron “sucediendo tal cual tenían que suceder”, de la
mano de Natura, es decir de un conjunto de leyes naturales que dan vida y sostienen
al universo en funcionamiento.
Identificamos a este conjunto de condiciones naturales como zona de sustenta-
bilidad. Por no existir en esta etapa la intervención humana, no existe el ambiente,
solo naturaleza.
Desde este punto inicial, en un espacio absolutamente sustentable (pues la na-
turaleza funciona sin interferencias impropias) el hombre comienza su desarrollo
individual, social y cultural. Este accionar humano, por más racional o inteligente
que haya sido, siempre ha producido y produce impacto ambiental, provocando
diferentes perjuicios o daños de categoría, magnitud y escala diversa. Decimos que
la degradación ambiental va en aumento progresivo y de forma proporcional a la
complejidad que van alcanzando las sociedades humanas (sobre todo la nuestra,
occidental).
Cuando esta degradación se encuentra dentro de cierto rango, cuya magnitud no
afecta mayormente al conjunto de procesos naturales, estaríamos en una zona que
llamamos zona de sostenibilidad. Dentro de esta zona los procesos naturales actúan
como verdaderos “ayudantes” del hombre pues permiten la obtención de todo tipo
de recursos para su desarrollo vital. Se los llama servicios ecosistémicos, naturales o
ambientales y cubren todos los aspectos de soporte de la compleja trama de vida pla-

246 • Fernando G. Bertona


netaria. Ellos son: servicios de base (formación de suelo, ciclo de nutrientes, produc-
ción de materias primas), servicios de suministro (agua pura, alimentos, leña, etc.),
servicios de regulación (regulación y purificación del agua, regulación del clima,
etc.) y servicios culturales (estéticos, recreación, ecoturismo, educacionales, etc.).

FIGURA 52 – Zonas de calidad ambiental. La degradación ambiental

Pero existe un cierto límite que, de trasponerse, el daño ocasionado sería de di-
ficultosa o costosa remediación. Denominamos a esta frontera límite de tolerancia
ambiental, traspasada la cual se entraría en una zona que podríamos denominar de
adversidad ambiental, situación en la que nos encontramos en la actualidad.
El punto de la curva de la historia, en el que se sobrepasa el límite de tolerancia
ambiental, lo ubicamos en el momento histórico de la Revolución Industrial (se-
gunda mitad del Siglo XVIII, Gran Bretaña). A partir de él, la naturaleza comienza a
ser demandada de una manera como nunca antes había sucedido. Los recursos dejan
de ser utilizados para satisfacer necesidades reales y empiezan a ser utilizados para

#Participación Inteligente • 247


producir mercancías que deben ser colocadas en un mercado global creciente. La
utilidad y el poder empiezan a ser los objetivos y la satisfacción de necesidades, una
justificación para lograr un lucro excesivo. El avasallamiento irracional de la natura-
leza crece progresivamente. Y mientras los sistemas naturales comienzan a dar fran-
cas señales de alerta, el hombre parece ignorarlas. La degradación ambiental crece.
Y hoy nos encontramos frente a un interrogante ¿Al estado del ambiente actual,
cómo podríamos denominarlo? ¿Fracaso ambiental, ecocidio? ¿Cómo? Porque de ser
así estaríamos ante una situación en donde el humano estaría dándole la espalda,
definitivamente, a la naturaleza, a su propia seguridad como especie y a su propio
futuro. No lo sabemos. Pero lo planteamos y creemos que es necesario reflexionar
al respecto.
Ante esta actualidad surgen dos caminos:

• Aceptamos que se continúe con la inercia dominante del actual paradigma


beligerativo, lo cual haría progresar la curva de la degradación ambiental, o

• Aceptamos reflexionar sobre la adopción de nuevas formas y mecanismos que


nos permitan reconstruir conductas, dentro de un nuevo paradigma partici-
pativo, con lo cual podríamos regresar lenta, y quizás costosamente, a la zona
de sostenibilidad.
La fórmula que aparece en la parte superior de la FIGURA 52, viene a repre-
sentar las relaciones existentes entre la especulación interesada y la participación
inteligente con relación al nivel de degradación ambiental, de la siguiente manera:

La fórmula expresa que la degradación ambiental es una función directamente


proporcional a la especulación por el tiempo transcurrido e inversamente propor-
cional a la participación inteligente por el tiempo transcurrido, por lo que a mayor
especulación o menor participación, es mayor la degradación y, caso contrario, a
mayor f(π) o menor E, menor DA.
Como conclusión podríamos decir que la aspiración máxima de las sociedades
sería, por lo tanto, alcanzar la sostenibilidad ambiental. En ausencia de lo sostenible

248 • Fernando G. Bertona


como visión de vida, solo quedaría el fracaso ambiental (¿ecocidio?), el cual mani-
festaría sus efectos -de una manera u otra- en el corto, mediano y/o largo plazo. Su
condición sería la inevitabilidad.
La naturaleza es sustentable.
La civilización, como máximo, puede llegar a ser sostenible.
Lo demás es fracaso ambiental o ecocidio.

9.4.3. Ambiente, Estado y Política

Existe y es plenamente vigente, en esta Argentina del siglo XXI, una Ley General
de Ambiente N° 25675 (sancionada el 6.11.2002), la cual establece determinados
presupuestos mínimos, a saber (Art. 1°):

• Preservar y proteger la diversidad biológica

• Implementar el desarrollo sustentable

• Lograr una gestión sustentable y adecuada del ambiente.


Sus objetivos son (Art. 2°):

• Preservar, conservar, recuperar, mejorar los recursos ambientales

• Promover mejoramiento de la calidad de vida

• Fomentar la participación social en la toma de decisiones

• Promover el uso sustentable y racional de los recursos ambientales

• Mantener la dinámica y equilibrio de los sistemas ecológicos

#Participación Inteligente • 249


• Asegurar la conservación de la diversidad biológica

• Prevenir los efectos nocivos que las actividades antrópicas generan sobre el
ambiente

• Promover cambios en los valores y conductas sociales que posibiliten el desa-


rrollo sustentable

• Organizar e integrar la información ambiental y asegurar su libre acceso a la


población

• Establecer un sistema federal de coordinación interjurisdiccional


Establece a como características de la ley lo siguiente (Art. 3°):

• Rige en todo el territorio de la Nación

• Sus disposiciones son de orden público.

• Es una ley referente para la interpretación y aplicación de legislación específica.


Solo estos primeros tres artículos, alcanzan para construir una visión política que
facilite la puesta en marcha de un plan estratégico como proceso de cambio sosteni-
ble, en los niveles locales y con una perspectiva glocal55, es decir estando atento a lo
global pero actuando en lo local. No estamos pensando en jurisdicciones de orden
superior (provincial, nacional) pues tales procesos son más complejos, con mayor
cantidad de trabas (por la cantidad de actores e intereses que participan) y con me-
nor probabilidad de éxito.
Estas complejidades de la gran escala, ubicadas en el centro del actual paradigma,
pueden no estar tan presentes –o estarlo en menor escala y con menor intensidad-
en las periferias del Estado Actual, en donde quizás pueda ser más factible ponerse

55 - Fuente Wikipedia. La glocalización es un término que nace de la composición entre globa-


lización y localización y que se desarrolló inicialmente en la década de 1980 dentro de las prác-
ticas comerciales de Japón. El concepto procede del término japonés “dochakuka” (derivada de
dochaku, “el que vive en su propia tierra”).

250 • Fernando G. Bertona


de acuerdo entre ciudadanos, más allá de diferencias políticas partidarias que suelen
poner color a la vida vecinal. El ambiente corresponde a todos, sobre todo ante la
presencia sostenida de un cambio climático global que “desparrama” aguas o sequías
en abundancia, sin parámetros de previsibilidad y con la presencia de mayores nive-
les de incertidumbres y de intensidades de los fenómenos. Y solo estamos hablando,
como ejemplo, de agua o de la falta de ella. Debemos agregar también otros tipos de
amenazas naturales como sismos, tornados, tsunamis, huracanes, colapsos de suelos,
deslizamientos de laderas, etc. -cuyas ocurrencias dependerán de las condiciones
naturales de cada lugar- y la perspectiva se oscurece y complica aún más.
El panorama no es del todo alentador. Por ello, es importante destacar que ante
estas circunstancias de naturaleza global, no es conveniente ni inteligente mantener
posiciones rígidas, cerradas o unitarias, desde lo ideológico o político partidario que
impida o trabe el desarrollo de proyectos que la comunidad requiere. La ceguera, la
insensibilidad o la incapacidad, suelen no ser buenas consejeras en estos casos.
Por eso, al hablar de políticas ambientales y de la elaboración de proyectos es-
tratégicos ambientales, según establece la Ley, es conveniente e inteligente despejar
prejuicios que separen a los protagonistas. Creo que es una pérdida de tiempo in-
vertir esfuerzos en identificar de qué lado vienen determinados aportes, aunque sí
es importante estar siempre atentos a los impactos que la aplicación de los mismos
pueda causar.
Lo verdaderamente importante es sentarse a dialogar con una actitud abierta que
facilite la comunicación. Lograr acuerdos en este sentido suele ser más importante
que la “calidad” del acuerdo logrado, pues siempre son factibles mejoras cuando hay
diálogo con voluntad de consenso.
Los Estados municipales son espacios apropiados para elaborar proyectos de
cambio abiertos y plurales. Es donde se pueden dar, y en muchos casos ya se están
dando, las mejores condiciones para lograrlo. Solo hace falta visión política y volun-
tad para iniciarlo.

#Participación Inteligente • 251


9.5. Derechos absolutos, deberes relativos

Las reglas de juego


Dijimos que todo sistema o paradigma se sostiene sobre la base de determinadas
“reglas de juego” que son las encargadas de garantizar un funcionamiento apropiado
dentro de rangos de movilidad y calidad aceptados. En el caso de las sociedades estas
normas se engloban dentro del concepto de Ley Positiva (sistema jurídico de por
medio,) y dentro de valores, normas y hábitos sociales (sistema social de por medio)
que son practicados por la comunidad. En el mundo natural, dichas normas están
comprendidas dentro de lo que denominamos Ley Natural (ya nos referimos a esto
en el punto 6.1).
Las “reglas de juego” tienen una finalidad, una función que es contundente: per-
mitir que, a través de su cumplimiento, el sistema funcione de forma eficaz y pueda
sostenerse dentro de un marco de previsibilidad.
Vemos a diario la presencia de cierta predisposición a transgredir la ley, que pa-
rece preocupar a pocos, y que provoca una degradación progresiva de la convivencia
social.
Esta actitud de desprecio o indiferencia por las normas, pareciera fundarse en
una premisa bastante difundida -fatal para cualquier organización- y que podría ex-
presarse así: ¿para qué cumplir con la ley si quienes así lo hacen terminan perjudicados?
¿Para qué cumplir si se castiga a inocentes y se libera a culpables? Esta percepción de
injusticia pone en evidencia cuál es la causa que erosiona la fe pública, condición
indispensable y sin la cual es imposible el desarrollo sostenido de cualquier sociedad.

#Participación Inteligente • 253


Causa/efecto
Pareciera que estamos confundidos respecto de la relación causa-efecto. La hemos
dado vuelta. Hemos sacrificado el vínculo esencial que mantiene unidos el deber con
el derecho. Y debido a que es imposible separar el uno del otro sin destruir su funcio-
nalidad social, se hace “cuesta arriba” lograr una justicia social que no sea efímera.
No pueden ir derechos por un lado y deberes por otro; se debilitaría su finalidad.
Cuando una obligación es cumplida, el derecho correspondiente se ve consumado en
ese mismo acto. Cuando un ciudadano paga un impuesto (obligación individual), el
Estado -en ese mismo instante- ve satisfecho su derecho recaudatorio (colectivo).
Solamente cuando el ciudadano no cumple su obligación, el Estado puede recla-
mar su derecho, no antes. Cuando el Estado, cumpliendo su función (obligación
colectiva), atiende adecuadamente a un ciudadano que requiere salud, educación,
seguridad, información, etc. éste ve satisfecho su necesidad (derecho individual) y
se cancela cualquier necesidad de reclamo alguno.
Estamos tan enredados que hemos tomado como principio de acción los derechos
en vez de los deberes, los cuales tienen la función de actuar como “constructores
activos” de una dinámica social sana. Escuchamos a diario la frase derechos huma-
nos para referirnos a necesidades sociales no satisfechas que es indispensable resolver
para reparar graves errores y poner las cosas en su lugar. Por el contrario, no se
percibe con la misma intensidad hablar de deberes humanos, de obligaciones ¿Es que
éstos, dónde quedaron? La palabra deber ¿ya no necesita ser nombrada? ¿Por qué se
la ha invisibilizado? Es más, a su concepto se lo suele relacionar equivocadamente,
con debilidad, ingenuidad, y no con el valor que surge de una conducta consciente
y digna.

254 • Fernando G. Bertona


Deberes/derechos
Reclamar derechos es exigir por la fuerza que otro cumpla con su obligación, con sus
deberes. Reclamarlos a ultranza y poner lo individual por sobre lo colectivo (como se
ve cotidianamente), es un principio de degradación social, degradación que aunque
demore su manifestación, cuando aflore, lo hará con la fuerza de un terremoto. No
hacer nada al respecto es aceptar la degradación (y el “riesgo sísmico”).
Esta situación compromete y pone en la “picota” a quienes deben legislar, a quie-
nes deben administrar y a quienes deben juzgar (fiscales de por medio). A todos y
a cada uno de los que tienen en sus manos algún nivel de responsabilidad. Es una
verdadera pena descubrir cotidianamente el “déjalo pasar, total ¿qué se puede hacer?”.
Hablar de aportar soluciones a partir de un esfuerzo en modificar conductas es causal
de “expulsión” y de recibir insultantes calificativos como “ingenuo o utópico”. No
se sostiene por mucho tiempo esta inversión de conceptos.
Y esta pasiva práctica, lleva a situaciones paradójicas e injustas en las que se
termina avalando y justificando que “unos pocos” perjudiquen a “los muchos” en
nombre de unos derechos corporativos que, pudiendo ser justos en su origen, pare-
cieran haber perdido tal condición al no tener en cuenta los derechos de los demás.

#Participación Inteligente • 255


Epílogo 1

Una pregunta final ¿Qué nos demanda el Estado Viviente para poder alcanzarlo?
Nos demanda una toma de conciencia respecto de nuestro rol en él. Demanda,
antes que nada, que sepamos diferenciarlo del gobierno (componente importante y
“cabeza” del Estado), para evitar caer en especulaciones generadas en prejuicios que
solo generan confusión, desconfianza y temor.
Nos demanda también disponer de una mirada atenta y vigilante a las decisiones
de los gobiernos para “no dejar pasar” acciones o decisiones que intentan malversar
la función política en beneficio de personajes y corporaciones y en perjuicio de la
ciudadanía.
Nos demanda participación inteligente cotidiana en aquellos dominios de reali-
dad de los cuales participamos y no solamente en los actos electorales.
Nos demanda a su vez, la necesaria predisposición y esfuerzo de comprensión
para facilitar la construcción progresiva de una identidad abarcativa que pueda con-
tener –y si no, simplemente respetar- las manifestaciones cultuales e históricas de las
diversas regiones del país, estados, provincias.
Tal cosmovisión o cosmovisiones, colectiva o colectivas, debería progresivamente
ir despejando viejos resentimientos, desconfianzas y fanatismos -que solo disminu-

#Participación Inteligente • 257


yen la dignidad colectiva- por aquellos aspectos constructivos de cada cultura regio-
nal como sus lenguas, razas, creencias, religiones, condiciones de género, sociales,
etc. para poder conformar así identidades que favorezcan el necesario sentimiento
de pertenencia a esta tierra y a esta Nación, pues sin identidad -además- no hay
posibilidad alguna de integraciones continentales que puedan sostenerse y perdurar.
Nos demanda, esencialmente, predisposición, voluntad, trabajo sinérgico, cono-
cimiento, comunicación, acuerdos, esperanza y constancia. ¡Lo demás viene solo!
¡Y debería ser un compromiso de vida! pues somos Estado.

258 • Fernando G. Bertona


Epílogo 2

Todo lo que he intentado hacer en este libro es describir mi visión sobre la vida,
sobre el Estado y sobre nuestras responsabilidades como humanos primero y como
ciudadanos luego.
Una visión que surge como consecuencia lógica de encontrarme viviendo –desde
hace muchos años- en un Estado absolutamente diferente al de mis anhelos y senti-
mientos. Anhelos compartidos con muchos de mis pares, amigos y conciudadanos
a los que he dedicado este trabajo y a los que he calificado, cariñosa y respetuosa-
mente, de ingenuos.
A lo largo del libro, con la finalidad de mejorar todo lo posible la claridad de
lo aquí expresado, he recurrido, además de la palabra escrita, al uso de modelos
visuales que he desarrollado (y continúo haciéndolo) a lo largo de varias décadas
de estudio y reflexión sobre diversos temas ubicados dentro de lo que denominé
dominios de realidad.
Independientemente de la propia visión que se expresa con ellos, los modelos
son potentes por los atributos que poseen y es mi deseo que les sean de utilidad.
Obsérvenlos una vez, otra vez, y otra, y otra, y otra. Observar regularmente algo,
produce un estado de familiaridad que facilita el aprendizaje. Son útiles. Los he
usado y son útiles. Los modelos FIC, algo más complejos, los sigo investigando y
desarrollando y –como ya dije- trabajo en los modelos FIC-22 y OMI-22.
#Participación Inteligente • 259
Hace muchos años, un amigo me calificó de utópico, pues decía “la política es el
ámbito del poder y no del deber ser”. Interiormente, me sentí dolido. Luego agradeci-
do. Tal situación me permitió reflexionar sobre el concepto de utopía y replantearlo.
Lo he desarrollado como tema pues puede ser de utilidad para muchas personas que
en la actualidad se sienten “sapos de otro pozo”.
“Los últimos serán los primeros” es una frase cargada de significados, vincula-
dos, desde cierto punto de vista, a la situación que se plantea cuando un paradigma
cambia y se afianza, pues -como todo vuelve a comenzar bajo otras reglas de juego y
otros valores diferentes de los dominantes hasta ese momento- aquellos que estaban
en el centro del paradigma vigente quedan descolocados y son los que terminan “en
la cola”. Por el contrario, los habitantes de la periferia, empiezan su lento desplaza-
miento hacia el centro del nuevo paradigma para ir llenando los huecos dejados por
los antiguos habitantes.
Estamos en una época signada por un profundo cambio de sistema, político-eco-
nómico-social. Lo estamos viendo hoy día. Nos encontramos en el umbral de un cam-
bio paradigmático de magnitud que afectará positivamente nuestras vidas, sin lugar a
dudas. Nunca el futuro pareció haber sido tan luminoso en medio de una noche tan
larga, tan oscura y tan fría. ¡Pero el sol termina saliendo! Siempre.
Aunque creo necesario recordar, a modo de cierre, que el sol ilumina solamente
a aquellos que saben acercarse a los espacios abiertos en donde –bajo cielos celestes
y transparentes- Febo asoma, alumbra y calienta.
¡Somos Vida,
Somos Natura, Somos Cultura, Somos Estado, Somos Ambiente!
¿Actuaremos en consecuencia?

260 • Fernando G. Bertona


LISTADO DE FIGURAS
Fuentes: (1) MANDELBROT B.B., 1997 (2) Bibliografía clásica sobre el tema (3) Del
autor

#Participación Inteligente • 261


262 • Fernando G. Bertona
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VAN GIGCH John P. (1987): Teoría general de Sistemas. Trillas. México.

268 • Fernando G. Bertona


#Participación Inteligente • 269
270 • Fernando G. Bertona
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