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#Participación Inteligente • 7
8 • Fernando G. Bertona
Dedicatoria
A los ingenuos
Por sostener con su constante pureza de ánimo la viva esperanza
de un encuentro superador que disipe viejos desacuerdos
y promueva nuevas formas de relacionarnos dentro de esta amplia
Biodiversidad Planetaria en la que vivimos.
Ingenuidad
“Candor, falta de malicia”
Candor
“Sinceridad, sencillez, ingenuidad y pureza del ánimo”
(Diccionario de la Real Academia Española)
¿Ingenuidad?
“Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General
Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de
pactos preexistentes, con el objeto de:
Constituir la unión nacional, afianzar la justicia,
consolidar la paz interior, proveer la defensa común,
promover el bienestar general y asegurar los beneficios de la libertad,
para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran
habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia:
ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución,
para la Nación Argentina”.
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Índice
Prólogo............................................................................................ Pág. 17
Palabras clave................................................................................... Pág. 21
Cosmovisión.................................................................................... Pág. 23
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Capítulo 3 - El amor a “vuelo de pájaro”......................................... Pág. 53
3.1. Una consigna................................................................................ Pág. 55
3.2. Amor, miedos y realidades............................................................. Pág. 58
3.3. Una obra de gobierno sostenible ¿qué requiere?............................. Pág. 59
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5.3.1. Componentes............................................................. Pág. 116
5.3.2. Funciones................................................................... Pág. 118
5.3.3. La Nación................................................................... Pág. 120
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6.3. Funciones de la participación inteligente f(π)...................................... Pág. 164
6.3.1. Atributos ciudadanos.................................................. Pág. 164
6.3.2. Modelo MR3 ampliado.............................................. Pág. 167
6.3.3. Funciones conocer y crear........................................... Pág. 169
6.3.4. Función participación inteligente f(π)......................... Pág. 177
6.3.5. Función Comunicar................................................... Pág. 182
6.4. Análisis, comprensión, acción...................................................... Pág. 187
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Capítulo 8 - Notas finales sobre el cambio..................................... Pág. 219
El Cambio.......................................................................................... Pág. 221
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Prólogo
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pondría lograr aquel “hágase la luz...” más propio de los relatos bíblicos que de las
circunstancias humanas. Los procesos de “tiempo cero” (instantáneos) parecerían
ser solo distracciones generadoras de falsas expectativas que desvían la atención de
aquello que es verdaderamente importante: la construcción de inteligencia partici-
pativa para superar esta civilización basada en la especulación, en el oportunismo y
en la beligerancia.
En los procesos humanos deberíamos invertir nuestra atención, tiempo, volun-
tad e inteligencia, para reconstruir relaciones, recomponer la fe ciudadana, despejar
indiferencias, acercarnos sin temores ni miedos, conocernos un poco más a través de
diálogos sinceros y constructivos.
A lo largo de estas páginas iremos desgranando temas vinculados, principalmen-
te, a la construcción de participación inteligente, a la concepción de un Estado
diferente que pueda ser vivido con entusiasmo, y a la descripción de algunas herra-
mientas metodológicas innovadoras orientadas a tal fin.
En los dos primeros capítulos, abordamos el tema de la complejidad, como ca-
racterística propia del desarrollo de nuestra cultura y sobre las distintas maneras en
que cada cual se vincula con dicha complejidad a través de paradigmas, fórmulas
de relación y prejuicios, como elementos simplificadores, conformándose de esta
manera una síntesis que se expresa mediante tendencias sociales visibles a nivel glo-
bal, que se hace necesario y oportuno identificar y considerar, a la hora de tomar
decisiones desde el Estado.
En el capítulo tercero, abordamos un tema invisibilizado en los espacios de la
política y las corporaciones: el amor, el cual ha sido desplazado y “encapsulado” en
el ámbito familiar, social, el arte y la religión. Sobrevolamos algunas relaciones en-
tre conocimiento, amor, poder y participación, pues estos conceptos resignificados,
como una unidad activa, pueden generar verdaderas respuestas a nuestros proble-
mas, muchos de los cuales surgen desde el desconocimiento, el prejuicio sostenido,
el fanatismo “justificado”, el miedo y la especulación.
En el capítulo cuarto, quizás el menos simple por su propia naturaleza técnica,
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ingresamos al tema de los modelos. Describimos, por un lado, sus conceptos bási-
cos, su utilidad, los tipos más comunes y algunos atributos de los aquí descriptos.
Si no se desea profundizar en este capítulo, solamente leyendo la primera parte
(conceptos y modelos de base) se podrá lograr un entendimiento aceptable sobre
la naturaleza y funcionalidades de éstos, suficiente para avanzar sobre lo que sigue.
Los modelos presentados fueron desarrollados a partir de formas geométricas y con
la característica de que a cada componente (vértices, lados, centros, etc.) se le asigna
un significado específico, que pueden replicarse sin deformación semántica, faci-
litando su uso en distintos ámbitos de realidad (isomorfismo) y a distintas escalas
(fractalidad). Uno de ellos, el MR3, permite presentar un enfoque sobre la realidad
mostrando componentes, relaciones, ámbitos, etc.; otro tipo (FIC/OMI) es útil
para desplegar relaciones surgidas del modelo MR3; los modelos FIC,10/OMI,10,
facilitan el desarrollo, análisis y visualización de sistemas más complejos (Estado,
Ambiente, Gobierno, Persona, Naturaleza, Cultura, etc.) y finalmente, el modelo
MGS, pertenece a una órbita más operativa, propia de la gestión de las organizacio-
nes (públicas, privadas o mixtas.)
Es importante destacar en este punto, que la esencia del modelo MR3 sobre
la realidad, fue desarrollada en el marco de un grupo de reflexión que funcionó
en Córdoba desde fines de los años ‘60 y que fuera organizado y coordinado por
el Sr. Leopoldo A. Torres (1919/2007). El autor participó del mismo en el lapso
1971/1985.
En el capítulo quinto, se muestra un caso tipo para facilitar la visualización del
funcionamiento de los modelos, tomándose como ejemplo a la organización Estado
el cual es presentado desde tres perspectivas: el Estado Teórico (como concepción
jurídica), el Estado Actual (como concepción pragmática y especulativa) y el Estado
Viviente (como concepción superadora).
Se aborda en el capítulo sexto, la participación inteligente y los dominios de rea-
lidad dentro de los cuales ésta se desarrolla. Se describen con cierto nivel de detalle
las funciones asignadas a tal participación y su utilidad en la construcción de una
sociedad más libre, más justa y más madura.
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El capítulo séptimo trata sobre la necesidad de innovar, tanto a nivel personal
como de las organizaciones, describiéndose un esquema comparativo sobre dos es-
quemas de gestión, uno actual y otro propuesto, de forma tal de poder mostrar grá-
ficamente de qué manera las representaciones visuales condicionan la significación
que le damos a las cosas. A su vez, se analizan formas de construir y gestionar la
participación inteligente.
En el capítulo octavo, se elaboran algunas conclusiones del trabajo y en el no-
veno, se anexan escritos complementarios que creemos pueden ser de utilidad para
completar la visión que se ha intentado transmitir.
Una nota final. Puede suceder que a lo largo de estos textos aparezcan expresiones
o explicaciones que puedan parecer algo obvias o elementales para muchos lectores;
asimismo encontrarán una considerable cantidad de comillas. En ambos casos la
intencionalidad debe buscarse en un excesivo “celo didáctico” cuya intención es la
de favorecer, en la medida de lo posible, la comprensión apropiada de lo expresado.
Fernando G. Bertona
Sierras de Córdoba
20 de marzo de 2016
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El esquema siguiente muestra una red conceptual con los principales aspectos
explorados.
Palabras clave
AMBIENTE, AMOR, APRENDIZAJE, ATRIBUTOS, BELIGERANCIA, CAMBIO, CIUDADANO,
COMPLEJIDAD, COMUNICAR, CONCEPTO, CONOCER, CONSTITUCIÓN, CREAR, CULTURA,
DEMOCRACIA, DERECHOS HUMANOS, DESAFÍO, DOMINIOS DE REALIDAD, EJES DE
APRENDIZAJE, EJES DE COMUNICACIÓN, EMOCIONES, ENTROPÍA, ESPECULACIÓN,
ESTADO ACTUAL, ESTADO TEÓRICO, ESTADO VIVIENTE, FINALIDAD DE ORIGEN, FRACTAL,
FRAGMENTACIÓN, FUNCIONES, FUNCIONES CIUDADANAS, FUTURO, GARANTÍAS,
GEOMETRÍA, GESTIÓN, GLOBAL, GOBERNABILIDAD, GOBIERNO, INNOVACIÓN,
ISOMORFISMO, LEY FUNDAMENTAL, LOCAL, MEDIOAMBIENTE, MIEDOS, MODELOS,
NATURALEZA, ORGANIGRAMA ESFÉRICO, ORGANIZACIÓN, PARADIGMAS, PARADIGMA
ALGORÍTMICO, PARADIGMA HEURÍSTICO, PARTICIPACIÓN INTELIGENTE, PAZ, PERSONA,
PREJUICIO, REALIDAD, RELACIONES, RESPETO, RESPONSABILIDAD CIUDADANA,
SENTIMIENTOS, SIGNIFICADOS, SOSTENIBILIDAD, SUSTENTABILIDAD, TENDENCIAS,
TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS, TRANSPARENCIA, UTOPÍA, VALORES, VISIÓN, VOLUNTAD.
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Cosmovisión
1. El universo es Vida.
2. Dos alternativas aparecen ante nuestros ojos: continuar interfiriendo en su
normal funcionamiento o generar conocimiento de la realidad para poder
participar inteligentemente en él.
3. Lo que percibimos o alcanzamos a percibir de la vida son solo manifestaciones
imperfectas de sus múltiples y variadas posibilidades.
4. La vida aparece como un conjunto de funciones cuya finalidad es manifestarse
plenamente, en todas sus dimensiones, de manera progresiva, expandiéndose
desde un centro hacia la periferia tanto en lo macro como en lo microcósmi-
co, superando cualquier condicionamiento impropio que aparezca.
5. Está conformada por elementos tangibles e intangibles, concretos y abstrac-
tos, los cuales interactúan de una forma compleja a través de vínculos de
interacción; lo intangible alimenta a lo concreto, sirviendo lo concreto como
soporte de lo no manifestado.
6. Sin importar su condición, la vida del hombre se manifiesta a partir de un
conjunto de necesidades cuya adecuada satisfacción lo condiciona fuertemen-
te. Si el medio es favorable a la satisfacción de éstas, la sensación será de bien-
estar. Si, por lo contrario, se presenta como una barrera que impide los logros,
la sensación será de frustración.
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7. Un medio favorable es aquel que dispone de recursos y de un sistema simple
de leyes respetadas por sus actores y garantizadas institucionalmente, de ma-
nera que las diversas acciones, orientadas a satisfacer las múltiples necesidades
emergentes, no colisionen unas con otras.
8. Cualquier sistema, de cualquier naturaleza y condición, logra sus objetivos
solamente si el funcionamiento de sus componentes, vivientes o no vivientes,
es concordante con su marco normativo. Caso contrario, se deteriora, se de-
bilita, se fragmenta y “fracasa”.
9. El “fracaso” de la vida es siempre parcial, acotado, local, temporal, pues la
misma se renueva permanentemente en un proceso continuo de adecuación
y de ampliación de conciencia o de funciones, superando aquellos obstáculos
que se interpongan.
10. El humano, actor conflictivo en el proceso de la vida, compone un espacio
propio (Dominio Persona) que dispone de determinados atributos los cuales
aparecen como suficientes para ejecutar apropiadamente un rol de impor-
tancia como elemento de coordinación, armonía y control de los dominios
específicos que denominamos: Natura, Cultura, Estado y Ambiente.
11. Los atributos de la persona humana, desde esta óptica, son de tres tipos:
psicofísicos, de relación y de síntesis. Los primeros facilitan el aprendizaje,
los segundos, la comunicación y el tercero se manifiesta como conciencia y
conducta.
12. La vida progresa a través del aprendizaje que expande la conciencia y despeja
prejuicios, posibilitando así una participación plena; la vida se deteriora cuan-
do se simula vivir una participación inexistente que obnubila la conciencia y
causa, finalmente, dolor y exclusión.
13. La Vida es Una, aunque se manifieste a través de formatos diversos y de pro-
cesos complejos. Reconocer tal complejidad exterior e intentar descubrir su
unidad esencial, es lo que facilita el reconocimiento y la humildad, bases del
comprender, del participar y del servir, como acciones apropiadas para alcan-
zar plenitud y trascendencia.
*
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Capítulo 1
1. Complejidad y fragmentación
“La vida es un complejo mundo fragmentado de recursos limitados”
(John Van Gigch, p.15, 1987).
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1.1. Los ropajes de la Complejidad
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bien su presencia continúa vigente, su “cuerpo de observación”, por ubicarse en un
ámbito casi inaccesible, escapa a nuestra mirada y comprensión.
Aunque quizás la más nefasta de todas sus ropas sea la caleidoscópica, la cual nos
muestra variaciones de sí misma, instante a instante, imposibilitándonos de pensar,
razonar o reflexionar detenidamente sobre ella, provocando en nuestro ánimo con-
fusión que nos aleja de su entendimiento.
¿Ropas transparentes que permiten generar conocimiento o ropas caleidoscópicas
que provocan solo confusión? ¿Qué condiciones nos permitiría elegir la vestimenta
apropiada para vestirla y poder comprenderla? ¿Cómo lograr una evitando la otra?
En el entorno de esta complejidad fragmentada podremos descubrir algunos con-
ceptos que nos ayudarán en el camino. En principio, es importante observar que
“a pesar de todo”, las cosas en general parecen funcionar; es decir que dicho estado
complejo de la realidad, a pesar de tal apariencia de fragmentación, dispondría de
un “cierto orden interno” el cual –más allá de que lo entendamos o no- está allí ha-
ciendo “lo que debe o lo que puede”, todo lo cual sería de suma utilidad descubrir
y poder descifrar.
Hablar de cierto orden nos acerca al concepto de sistema y de organización, pues
estos términos aportan la idea de un conjunto de componentes que funciona con
determinadas reglas para alcanzar objetivos. Así que el concepto de sistema, y como
consecuencia, de organización, lo incorporamos como elementos de utilidad.
Finalmente, en la oración del lema y su entorno de significados, resaltan concep-
tos tales como vida, organización, sociedad, fragmentación, recursos, límites, cono-
cimiento, seguridad, procesos, etc., los cuales podremos ir hilvanando con otros que
nos permitirán acercarnos progresivamente a un concepto central de este ensayo que
denominamos participación inteligente.
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1.2. La Organización transparente
1 - Entropía: desde la perspectiva de la Teoría de Sistemas, es una medida del grado de des-
organización de un sistema. A mayor entropía, mayor desorden. La información, por otro lado,
aparece como opuesta a la entropía, pues a mayor información, menor grado de desorden y
mayor nivel de organización.
2 - Sistema Total: un sistema u organización limita con su medio. Dicho medio es considerado
como la sumatoria de todos aquellos sistemas sobre los cuales el decisor de la organización no
tiene control. El sistema total, es un concepto que trasciende la frontera de la organización,
pues comprende a todos los sistemas que afecta o son afectados por los problemas que pudie-
ren surgir, independientemente de la organización formal que lo generó. Es decir que incluye
no solamente a la organización cuyos decisores generaron el problema, sino además a todos
aquellos sistemas u organizaciones que se ven afectados por tales decisiones.
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recomponer la alicaída fe pública, base de la cohesión social de cualquier Nación
que aspire a un funcionamiento institucional de calidad.
Detrás de los modelos aquí presentados (en el Capítulo 4), están presentes, de
una forma implícita o explícita, estas ideas. Aunque, debemos advertir que para
lograr una implementación exitosa de éstas, hace falta despejar viejas trabas que
permita renovar voluntades y actuar con un mínimo de interferencias. Creemos que
es un camino que, aunque dificultoso al inicio, vale la pena considerar.
Sabiendo que lo sistémico contiene aspectos tanto teóricos como prácticos y sa-
biendo además que es necesario articular ambos contenidos, hemos decidido com-
plementar lo teórico con aplicaciones concretas a través de la utilización de casos
que puedan resultar de utilidad.
Por estar inmersos en una época de grandes cambios a nivel global, principal-
mente políticos, humanitarios y ambientales, hemos creído conveniente utilizar al
Estado como caso de organización tipo para ejemplificar y poner en evidencia el
funcionamiento de los modelos, principalmente los denominados FIC-10, OMI-10
y MGS.
¿Para qué utilizar al Estado y no otra organización? Para poner en evidencia
las fallas que observamos en el Estado Actual, el que se encuentra absolutamente
desnaturalizado y desprestigiado, abandonando en esencia –aunque sosteniendo en
las formas- sus principales funciones institucionales, las que deben asegurar dere-
chos plenos, sostener principios inalienables y garantizar fines de libertad, de justi-
cia y de participación ciudadana, todo lo cual está claramente expresado en la Ley
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Fundamental de la República y, por sobre todas las cosas, en la conciencia creciente
de la ciudadanía.
SUBIRATS J. (2011, p.10) dice: “En efecto, estos cambios3 no han encontrado a
los poderes públicos en su mejor momento. El mercado y el poder económico subyacente
se han globalizado, mientras las instituciones políticas, y el poder que de ellas emana,
siguen en buena parte anclados al territorio”.
Es justamente la debilidad creciente del Estado Actual, lo que justifica la nece-
sidad de replantear los modelos conceptuales de representación de las instituciones
para mejor entenderlas y sostenerlas con una mayor conciencia de sus alcances,
estructuras y funciones.
Los viejos moldes responden a los viejos paradigmas. Nuevos modelos, anclados
en una nueva visión del Estado que exprese las legítimas y actuales demandas de la
ciudadanía, deben reemplazarlos.
Las formas antiguas y sus símbolos, “incrustados” en las mentes de buena parte
de la ciudadanía, deben ser removidos para poder adoptar nuevos símbolos y reno-
vados valores que sean representativos de las demandas actuales a la vez que signifi-
cativos para los expectantes anhelos de la gente.
Es por ello que los modelos aquí presentados, al ser expresados en una doble for-
ma (textual y visual), tienen la intención de aportar mayor cantidad de información
para despejar la opacidad y fortalecer el entendimiento de los sistemas y dominios
de realidad dentro de los que vivimos.
A su vez, es necesario aclarar que -a pesar de la especificidad propia del Estado- la
posibilidad de aplicar estos modelos a otros tipos de organizaciones es plenamente
factible, lo cual se podrá apreciar en la medida que se avance en el desarrollo de los
distintos contenidos. Estos modelos ya han sido utilizados exitosamente en la repre-
sentación de distintas organizaciones y sistemas, y se continúa aun investigando sus
alcances para ir ajustando sus contenidos y relaciones.
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Finalmente, debido a que hablaremos desde el principio del Estado, dejamos al
lector el ejercicio de convertir, si así lo desea las observaciones que se vayan realizan-
do sobre él (en formatos FIC-10) a otras organizaciones o sistemas con las cuales el
lector pueda estar más familiarizado, de forma tal de mejorar la comprensión de los
mismos.
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Capítulo 2
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2.1. Vivimos inmersos en “un mar” de
significados
En nuestra vida diaria hacemos cientos de cosas. Muchas de ellas de manera au-
tomática. Otras, quizás en menor cantidad, las realizamos con algún análisis previo
y un poco de reflexión. Cada paso es una decisión, consciente o automatizada a
través de hábitos adquiridos.
En todos los casos, cada acción presupone una decisión. Y en cada decisión sub-
yace una cierta necesidad y un significado.
Algunas decisiones, por ser cotidianas y haberlas experimentado tantas veces,
afloran como decisiones instantáneas, inmediatas. Otras nos obligan a pensar, a
comparar, a estimar resultados, a pensar en las consecuencias. La acción ya no es ins-
tantánea pues de sus resultados dependerán beneficios o perjuicios de una jerarquía
superior. Y esto nos obliga a reflexionar.
Por debajo de cada caso, de cada decisión, hay modelos y fórmulas, hay patrones,
hay significados. La realidad siempre se manifiesta “vestida” de significados.
Los modelos, tema que desarrollaremos con mayor amplitud en el Capítulo 4, son
referencias conceptuales que orientan las decisiones aportando seguridad debido
a que su significado es comprendido y aceptado, ya sea porque ha sido heredado
culturalmente y resulta natural su utilización, porque quien lo desarrolló es una
autoridad en la materia o porque ha sido fruto de la propia reflexión y sus resultados
han sido comprobados como beneficiosos.
Las fórmulas4, en cambio, también actúan como referencias pero de las conductas
sociales, principalmente por aquellos hábitos propios de determinados comporta-
4 - Nos estamos refiriendo a las fórmulas propias de las ciencias sociales y de las conductas
humanas. Es decir a todas aquellas expresiones convenidas, breves, precisas y exactas, con
la que se dice una cosa o se realiza un acto social o de comunicación. Por relacionarse con las
conductas, lo vinculamos al sentir y al decir/hacer.
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mientos aceptados por la comunidad, como por ejemplo, fórmulas de despedida, de
cortesía, litúrgicas de la misa, de presentación, etc.
Modelos y fórmulas –conscientemente o no- facilitan los procesos de toma de
decisiones colaborando en el entendimiento de las cosas, a través de los modelos o
esquemas conceptuales, y aportando maneras de actuar aceptadas por la comunidad
a través de fórmulas.
Entender la necesidad de adoptar modelos y fórmulas apropiados, supone un
paso importante en el desarrollo de inteligencia colectiva, una de los pilares de la vida
ciudadana sostenible.
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BAKER J. A. (1995, p.35) redefine el concepto dándole mayor potencia y am-
plitud de significados. Dice que un paradigma es un conjunto de reglas y disposiciones
(escritas o no) que hacen dos cosas: 1) Establecen o definen límites, y 2) Indica cómo
comportarse dentro de los límites para tener éxito.
Una definición precisa, simple y poderosa, pues nos permite unificar varios con-
ceptos en uno, a la vez que utilizarlo con mayor eficiencia en ámbitos tan diversos
como el familiar, laboral, social, artístico, científico, etc. Debido a que el conoci-
miento es una construcción continua que permite un acercamiento progresivo al
“significado” de las cosas, en este proceso -que va de lo simple a lo más complejo- es
donde se realizan sucesivas síntesis que van aportando un mayor nivel de entendi-
miento y una más amplia y/o profunda comprensión de lo tratado.
Y este concepto de paradigma, resulta muy conveniente, pues permite unificar,
en cierto sentido, los conceptos de modelo y fórmula descriptos precedentemente,
integrándolos en una sola categoría, de naturaleza superior, que facilita una mejora
en la toma de decisiones. Veamos.
Al decir que una fórmula es “una referencia para las conductas sociales” (en ese
sentido es tomado aquí) estamos entendiendo que dichas conductas responden a
“un conjunto de reglas y disposiciones” aceptadas socialmente y que fijan límites que
de ser respetados permiten alcanzar aceptación social o éxito7. Y esto se corresponde
muy bien con la definición de paradigma.
Por otro lado, al decir que un modelo es una “representación de algún aspecto de la
realidad” estamos intentando explicar mediante el mismo las ideas y fines que sub-
yacen en el conjunto de reglas y disposiciones establecidas, ya que no hay reglas sin
fines previos que las justifiquen. Es decir estamos unificando en un solo concepto –el
de paradigma- los significados, propios del modelo y las acciones que conducen al
éxito, propio de las reglas.
Para evitar confusiones digamos que al éxito no le asignamos connotaciones exi-
7 - Entendemos el éxito como el “logro de aquello que se ha propuesto”, no teniendo un ca-
rácter “triunfalista” ni considerándolo como “bueno” o “malo”. Simplemente es “alcanzar lo
deseado, lo propuesto, lo planificado”.
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tistas, pues éste –desde el punto de vista social- puede ser constructivo o destructivo,
según el paradigma que haya generado dichos resultados. Así como la Ciencia usa
paradigmas para la construcción de conocimiento científico; los artistas tienen los
suyos para construir belleza, los padres los usan para mantener en condiciones la
familia o el hogar y los niños tienen los suyos para jugar y descubrir el mundo, los
delincuentes tienen los suyos para delinquir, los corruptos para corromper y los
especuladores para engañar. La apreciación de si el “éxito alcanzado” es positivo o
negativo no depende del paradigma en sí, sino de las intenciones con el cual éste ha
sido diseñado.
Así que, podemos concluir en que un paradigma puede utilizarse en casi cual-
quier aspecto de la vida en la que sea necesario establecer límites, fijar reglas y dis-
posiciones para lograr éxito. Un hecho importante que establece el autor (BAKER,
J.A., 1995) es que hay ciertos conceptos como Estado, gobierno, organización y
negocios, por ejemplo, que representan no un paradigma sino un conjunto de ellos
y en estos casos habla de bosques de paradigmas (por ejemplo un Estado puede tener
paradigmas de atención al ciudadano, de transparencia administrativa, de gestión
cultural, etc.).
2.3. El prejuicio
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no necesariamente tienen que ser validados o corroborados por persona o institu-
ción alguna. Simplemente son utilizados por la sociedad más allá que sean o no
sostenibles en el tiempo. Se los acepta, se los usa, dan resultados y cada cual conti-
núa con sus actividades, hasta tanto aparezcan condiciones diferentes y factores de
cambio que empujen la aparición de nuevas formas de pensar, de sentir y de hacer,
es decir de nuevas fórmulas, modelos o paradigmas.
Debido a su propia naturaleza, las fórmulas, los modelos y los paradigmas son
permeables al prejuicio, y por ser éste una concepción inmadura sobre algún aspecto
de la realidad o, como dice PINILLO J.L. (1982, p.1, p.2) “un proceso cognitivo
defectuoso (p.2) y un aspecto universal del comportamiento humano, que a pesar de ser
propio de su naturaleza es posible oponérsele y utilizarlo constructivamente (p.1)”, le
resta seguridad y confianza a las argumentaciones que los sostienen.
Esto quizás sea uno de los factores por lo cual las sociedades, a lo largo del tiem-
po, van migrando sus “reglas de juego” intentando acomodarse a las circunstancias
históricas y modificando sus visiones sobre las cosas.
Los paradigmas, en cambio, según la definición hecha, tienen una pequeña venta-
ja ya que involucran tanto los aspectos conceptuales como los metodológicos y ope-
rativos para conducir al logro de los resultados esperados, es decir a tener éxito. Esta
situación de tener que establecer reglas y fijar límites para que determinados com-
portamientos que se realicen dentro de éstos, tengan éxito, es lo que necesariamente
demanda cierto nivel de coherencia entre fines, ideas y resultados, coherencia que se
logra a partir de la validación de lo establecido como norma y conducta.
Pero, inclusive los paradigmas, no están exentos de “prejuicios interesados” y la
historia así lo ha demostrado reiteradamente. El arquetipo de los casos de paradig-
mas basados en prejuicios interesados quizás sea el que provocó el fin de una época
(Edad Media) en donde un paradigma religioso que había dominado las mentes y
sentimientos de pueblos enteros durante siglos, se derrumbó frente al surgimiento
del positivismo y la afirmación de que el único conocimiento verdadero y cierto era
el de la Ciencia. “Pequeña crisis” vivió la humanidad motivo de tanta ignorancia,
de tanta locura, de tanta ambición de poder. El viejo “dios con pies de barro” se
derrumbó cuando los prejuicios no soportaron el peso de la estructura granítica
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construida sobre bases tan endebles. Es importante advertir, para evitar nuevos pre-
juicios, que no nos estamos refiriendo a las creencias religiosas en sí ni a los valores
involucrados en ellas, sino a las formas y estructuras de poder que se construyeron
sobre tales creencias y valores.
Son muchos los casos de excelentes ideas que por sus errores de implementa-
ción, por sus formas, por los estilos involucrados de sus protagonistas, etc. fracasan.
Cuando analicemos los modelos más adelante, podrá verse que el sostenimiento de
un fin depende no solamente de buenas ideas, sino además de metodologías apro-
piadas que garanticen su continuidad.
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ducente, situación que es potenciada en la medida en que la retroalimenta-
ción producida reafirma tales conductas. El darse cuenta de lo negativo de las
mismas, permite modificar positivamente la propia conducta.
b. La segunda -positiva, constructiva, disminuye la entropía- es suponer lo mis-
mo que en el caso anterior (el prejuicio no cambia) pero, en vez de darlo por
cierto, lo tomamos como un disparador del aprendizaje, es decir, como un
iniciador de un proceso que permitirá a la persona disponer de argumentos
para avalar o rechazar tal presunción. En este segundo caso es necesario aclarar
o advertir que no siempre es tan fácil avalar o rechazar suposiciones, así que
–en estos casos- corresponde a conductas prudentes colocar dicho prejuicio
en una carpeta mental etiquetada como “temas pendientes por resolver”, de
manera tal de poder afirmar lo que sabemos fundamentándolo o expresar
nuestras suposiciones conscientes de su nivel de veracidad. Las conductas que
se generan dentro de esta alternativa son más flexibles y abiertas, permitiendo
un acercamiento progresivo al “principio de verdad”.
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• “El Estado tiene la responsabilidad de resolver este problema, aquel problema y
aquel otro”; sin darnos cuenta de que muchas veces somos parte de la causa del
problema. ¡Todos somos Estado!
• “Este Estado es corrupto” (con aire moralista); sin darnos cuenta de que esta-
mos diciendo, en algún sentido, “somos corruptos”, pues ¡Somos Estado!
• “El gobierno está lleno de delincuentes y ladrones”; sin darnos cuenta de que
somos responsables de lo elegido. Porque además de Estado, en democracia,
¡Somos Gobierno!
• “El gobierno está lleno de inútiles ¿hasta cuándo?”; sin darnos cuenta de que
somos responsables de “los inútiles” elegidos pues son ellos los que llenan el
Estado de “inútiles partidarios”. ¡Somos Gobierno!
• “El gobierno es totalitario y gobierna sin consensos”; sin darnos cuenta de que
quizás, quizá, seamos también algo totalitarios y tengamos el gobierno que
nos merecemos ¡Somos Gobierno!
• “Yo participo para defender mis derechos”; sin darnos cuenta de que la parti-
cipación presupone responsabilidades hacia los derechos de todos por sobre los
derechos de cada uno ¡Somos Ciudadanos!
• “Hay que participar en las próximas elecciones para castigar con el voto a los inep-
tos de siempre que nos gobiernan”; sin darnos cuenta de que la participación
presupone –más allá del voto cada tanto- estar atentos constantemente para
evitar que “los ineptos” se sigan saliendo con la suya ¡Somos Ciudadanos!
• “La naturaleza sabe cómo resolver nuestros desbordes y el tremendo impacto nega-
tivo que nuestra civilización le provoca. No va a pasar nada”; sin darnos cuen-
ta de que la naturaleza responde a patrones, ciclos y procesos naturales que
dependen de leyes que escapan a nuestros designios y deseos. Deberíamos
saberlo pues ¡Somos Naturaleza!
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• “El cambio global es un invento de corporaciones que pretenden lucrar con nuestro
temor”; sin embargo cada vez sufrimos con mayor frecuencia e intensidad, los
desbordes de nuestra Madre Natura; ¡Somos Naturaleza! (aunque cada día
nos distanciemos un poco más de ella).
• “La biodiversidad del planeta es tan grande que especies más o menos, no va a
alterar el equilibrio de la biosfera”; aunque el aletear de una mariposa en Asia
pueda provocar un huracán en el Caribe; es que ¿podemos ser “Naturaleza” y
a la vez ser necios?
• “Yo tengo el derecho de hacer lo que quiera, para eso estamos en democracia”, sin
advertir muchas veces que “lo que quiero” sumado a la propia cuota de igno-
rancia puede significar destrucción, desequilibrio, desborde, muerte. ¡Somos
Ambiente!
• “Además, si no lo hago yo, el negocio lo hace otro ¿A quién le importa?”, sin prever
que algunos jugosos negocios provocan tanto daño en el orden natural y social
que definitivamente a todos nos debería importar. ¿Somos corruptos?
#Participación Inteligente • 43
2.6. Cambios de paradigma y tendencias
Alguien dijo que para conocer el futuro es necesario estar atentos a las tenden-
cias. Interesante observación, ya que una tendencia no es ni más ni menos que una
corriente de pensamiento que, dentro de un determinado ámbito, marca una nueva
posición que luego va siendo aceptada (o no) por los demás.
Las tendencias aparecen cuando en algún sector de la actividad humana alguien
provoca un cambio drástico en las reglas de juego tradicionales o en las formas de
hacer las cosas. Esta situación, esta modificación de las reglas o las formas, es lo que
luego puede transformarse en un cambio paradigmático si se consolida.
Las tendencias no reemplazan a los paradigmas vigentes; las tendencias solo mar-
can orientaciones preferenciales de determinados sectores de la sociedad (Estado,
gobierno, industria, comercio, organizaciones civiles, etc.) frente a determinados
temas.
Lo que sí aparece como cierto es que cuando las tendencias se afirman y son
aceptadas, los viejos paradigmas son reemplazados por unos nuevos, lo cual significa
que debemos empezar a prepararnos para jugar un nuevo juego.
Esto es muy importante a nivel humano, pues estos cambios paradigmáticos
nos obligan a aprender nuevas formas de hacer las cosas y muchas veces no estamos
con deseos de abandonar aquellas formas vigentes que continúan dándonos bue-
nos resultados. A su vez estos cambios suelen generar sentimientos de angustia, de
temporalidad, de incertidumbre, ya que nos sentimos obligados, compulsivamente
obligados muchas veces, a tener que cambiar sin motivos reales aparentes.
Hoy nos estamos enfrentando –casi sin darnos cuenta- a cambios drásticos en la
vida de los pueblos los cuales están definiendo tendencias que aparecen como muy
firmes y que debemos considerar atentamente. Esta consideración nos permitiría
ubicarnos frente al futuro inmediato, pues lo que aparece como necesario es explorar
44 • Fernando G. Bertona
la realidad actual para poder planificar nuestro futuro, evitando así que otros lo ha-
gan por nosotros, lo cual sería, además de impropio, absolutamente inconveniente.
Anotamos a continuación algunos hechos globales que han ido modificando las
perspectivas de la ciudadanía, provocando a su vez, una serie de cambios paradig-
máticos frente a los cuales, principalmente desde el Estado, deberían analizarse para
actualizar miradas, reformular comportamientos y poner en marcha programas es-
tratégicos apropiados.
Algunos hechos:
#Participación Inteligente • 45
• La destrucción de la lógica sistémica sobre la que se construyó el Estado en
donde se han invertido las relaciones obligaciones/derechos, derechos ciu-
dadanos/derechos corporativos y derechos colectivos/ derechos individuales.
• Corrupción sostenida desde los espacios de poder y, por sobre todas las cosas,
la escandalosa impunidad existente.
Algunos cambios:
• Las migraciones internas desde las grandes urbes hacia lugares más pequeños
y cercanos a la naturaleza. Junto a esto el desarrollo creciente del urbanismo
46 • Fernando G. Bertona
sostenible (Ecourbanismo) que viene modificando lentamente los paradigmas
urbanos tradicionales.
#Participación Inteligente • 47
Queremos sintetizar esta percepción en los siguientes puntos que consideramos
demandas ciudadanas vigentes -ya sea en el orden nacional, provincial o municipal-
y que escapan a posiciones partidarias o a miradas electoralistas.
Una síntesis de las demandas podría resumirse así:
Que los gobiernos abran sus ojos, sus oídos y su sensibilidad (a la vez que cierren
un poco sus bocas) para ver, para escuchar y para percibir la situación real de la
gente, actuando en consecuencia y con prontitud. Se demanda una acción efectiva
silenciosa que reemplace la inútil y ruidosa inacción vigente respecto de tantas res-
ponsabilidades abandonadas por los Gobiernos.
Esto se manifiesta como unas profundas ansias…
• …de justicia, en donde se cumpla aquello de que “el que las hace las paga”; y
en donde los delitos cometidos por funcionarios y socios del poder no prescri-
ban; en donde la justicia tenga un “ojo vigilante” para que el delito no pueda
avanzar. Impunidad “cero”.
• …de disponer de información veraz -lo cual supone contar con sistemas tras-
parentes de gestión de la información- y de participación efectiva, en donde se
puedan ir acrecentando las coincidencias entre voluntad ciudadana y decisio-
nes gubernamentales.
48 • Fernando G. Bertona
FIGURA 1 – Alternativas de acción frente al prejuicio
#Participación Inteligente • 49
2.8. Refrescar el gobierno. Actualizar la
democracia
¿Cómo lograr esto? ¿Cómo avanzar? ¿Qué decisiones tomar? Refrescar el gobierno
es una punta del ovillo; la otra podría ser actualizar la democracia. O quizás actuali-
zar la democracia permita refrescar el gobierno.
Actualizar la democracia supone resignificar la misma, es decir volver a construir
nuevamente la idea de aquello que representa, ya que -por estar sumergidos en un
mundo semántico- nuestras decisiones se ven influidas por el significado que le da-
mos a las cosas. Si el actual significado que le damos a democracia está “viciado” de
inconsistencias, y es incapaz de motivarnos para que se satisfagan los fines de la Ley
Fundamental sobre la cual fue justificada, entonces quizás cambiando el significado
podamos recomponer nuestras relaciones entre ciudadanos como asimismo entre
ciudadanos y Estado.
Hace un tiempo, descubrí una foto de Karl Popper en la cual aparecía impresa
una frase que se le atribuye y que, en solo diez palabras, nos muestra una potente
síntesis que a manera de clave maestra nos permite cumplir con ese objetivo de
resignificar la democracia. Tal expresión dice: La democracia consiste en poner bajo
control al poder político8.
Decíamos que dentro de los factores generadores de los actuales cambios emer-
gentes a nivel global, el que parece llevarse el primer premio es la indignación de
la gente, consecuencia de un estado social cuyo atributo principal pareciera ser la
injusticia y marcado por la impotencia ciudadana, la frustración y la violencia social.
La gente lo percibe y ya no se calla, lo expresa. Y está muy bien. ¿Qué hacer sino?
Y tiene que quedar claro que no estamos hablando de países con regímenes tota-
litarios, dictatoriales o sanguinarios, sino de países con sistemas democráticos con-
solidados; naciones cercanas en costumbres e historia a nuestra propia idiosincrasia.
50 • Fernando G. Bertona
La injusticia siempre afecta negativamente los sentimientos de la gente (el senti-
do de justicia, pareciera ser el más afinado y sensible de todos los sentidos humanos,
aunque la ciencia aún no lo haya entendido así). El vecino, aunque parezca estar
concentrado en sus cosas diarias (familia, trabajo, amigos, futbol, etc.) y deja en
manos de “el poder” las cosas del Estado, no deja de estar atento, bien atento, a todo
aquello que le quita o le agrega valor y calidad a su vida. Y tiene muy claro quién o
quiénes son los responsables.
En esto, los políticos parecen vivir auto-engañados pues la ciudadanía, por más
simple que sea en sus manifestaciones vitales, tiene una inteligencia y una capacidad
de diagnóstico que más de un funcionario o político quisiera tener.
Cuando las injusticias dejan de ser casos aislados (los cuales se suelen tolerar
como “excepciones que justifican las reglas”), para convertirse en pilar central de un
sistema, que para colmo se nos dice que es democrático, entonces algo anda mal.
Muy mal.
Y acá es donde retomamos el impacto que genera la frase de Popper, pues sen-
timos que la injusticia es el resultado de un desenfreno creciente y sistemático (no ca-
sual, de naturaleza impune y fuera del marco de la Ley) de aquellos Estados cuyas
instituciones funcionan decididamente mal o digamos perversamente mal, aunque
a través de sus formas -disfrazadas mediante un marketing costosamente confeccio-
nado- pretendan engañarnos, distraernos y adormecernos.
Cuando, por ejemplo, observamos los cruces verbales cotidianos, disparando
“municiones de todo calibre”, entre funcionarios de distintos poderes, entre políti-
cos en campaña de distintos partidos, entre militantes de diferentes orientaciones (y
no hablemos de aquellos “cruces” que llegan a la violencia física), entonces tenemos
evidencia concreta sobre la realidad del poder político. Después, claro está, los po-
líticos suelen justificarse con discursos falaces, “moviendo sus labios” en los medios
y pretendiendo explicar lo inexplicable. Lo obvio no debe explicarse, se ve. Cuando
lo obvio se refiere a desastres provocados o a factores generadores de injusticias, solo
puede ser voluntariamente deformado desde el poder para confundir.
#Participación Inteligente • 51
“La democracia consiste en poner bajo control el poder político”, aparece entonces
como una idea-fuerza que debería orientar nuestros pensamientos. Solamente un
poder político controlado debidamente por instituciones realmente democráticas,
ciudadanas, puede poner un límite al desenfreno, a la corrupción y a la impunidad.
Y ésta debe ser una tarea colectiva, con jerarquía institucional. Nunca personal.
La participación inteligente aparece entonces como la herramienta constitucional
apropiada para ser ejercida en su máxima expresión por la ciudadanía, es decir, con
firme voluntad, con la finalidad de fiscalizar atentamente a los subsistemas de go-
bierno cuyas funciones son controlar, legislar y ejecutar. Y debemos tener en claro
que la participación no termina en el simple acto de votar; es preciso profundizar la
misma a través de una acción más comprometida, aunque la misma nos quite una
buena parte de nuestro tiempo.
Si finalmente vemos que no hay coincidencia entre la voluntad ciudadana y los
resultados de las decisiones del poder, entonces no hay democracia, no hay república,
no hay justicia. Hay solamente especulación, corrupción e impunidad, fuera de todo
control, fuera de toda moral, ajena a toda ética ciudadana.
¿Por dónde empezar para refrescar el Gobierno y actualizar la Democracia? Quizás
la respuesta esté en el diseño de un plan de gobierno sostenible basado en participa-
ción ciudadana y en una firme voluntad política.
*
52 • Fernando G. Bertona
Capítulo 3
#Participación Inteligente • 53
3.1. Una consigna
Solamente una visión compartida, sostenida por la inteligencia y las voluntades pro-
pias de los participantes, podrá “salvarnos” de continuar a la deriva y sujetos a los vai-
venes en este “mar” cuyas aguas siguen siendo agitadas ex profeso. Construir una visión
compartida permitirá conectarnos con el sentido de las cosas y descubrir significados
comunes, verdaderos eslabones del conocimiento útil y sustento perdurable del amor.
Pudiendo aceptar entonces con la voluntad aquello que vemos con la inteligencia,
podremos -solo así- construir participación, base indispensable de una sociedad ple-
na en el ejercicio de sus responsabilidades y derechos. Sobre estas bases podremos
avanzar hacia la participación inteligente. No son muchos los secretos del “éxito”, solo
hay que poder reconocerlos y aprender a utilizarlos decidiendo apropiadamente.
Porque aceptar no significa coincidir interiormente con aquello que vemos y en-
tendemos. No, de ninguna manera. Aceptar es tomar conciencia que entre nuestros
anhelos y nuestra realidad cotidiana hay una distancia que salvar. Y esa distancia se
salva justamente con actitudes y capacidades que son atributos propios de la parti-
cipación inteligente, los cuales deberemos desarrollar o fortalecer según corresponda.
Negar la realidad, esconderla, disfrazarla, no aceptarla “tal cual es” (por más oscura
que se nos presente), es mantenerse dentro de un laberinto plagado de temores, con-
fusión e incoherencia que solo sirve para paralizar nuestra acción e interferir nuestro
camino hacia un mundo un poco más luminoso que el actual.
Construir inteligencia –en lo individual y en lo colectivo- requiere de decisio-
nes personales sostenidas por un marco propositivo, con oportunidades atractivas
y posibilidades ciertas de realización. Las soluciones colectivas aparecen finalmente
como sinergias entre individuos que han comprendido la necesidad de desarrollar
formas de vida que descansan sobre organizaciones de paz, de cooperación y de pro-
ducción constante, único ámbito válido para descubrir las vocaciones individuales
que nos faciliten un desarrollo progresivo basado en la alegría y el entusiasmo.
Y no nos referimos a una sociedad ingenua, feliz de que le “lluevan repartijas
#Participación Inteligente • 55
iguales para esfuerzos diferentes”, sino de una sociedad consciente en donde –en
caso que fuera necesario- aceptemos renunciar a aquello que nos pudiera correspon-
der para ir equilibrando viejas y desvencijadas balanzas sociales de políticas perver-
sas, frutos de injusticias sostenidas en el tiempo, que son las verdaderas causantes de
tanto dolor y sufrimiento. Porque hablar de “repartijas iguales” presupone la exis-
tencia de colectivos desplazados de los beneficios mínimos de una vida participante,
lo cual es absolutamente injusto y como tal, inaceptable. De igual manera, los “es-
fuerzos diferentes” suponen una sobrecarga en aquellos sectores de trabajadores no
precisamente excedidos en riquezas o poder. Las luchas entre peones es un viejo truco
del poder vigente para distraer atenciones, inteligencias y voluntades. Al final, las
balanzas siguen inclinadas hacia el mismo lado de siempre.
La decisión de estar dispuesto a pequeñas renuncias en lo individual para poder
construir espacios de participación sostenibles, se debe fundar necesariamente en la
comprensión y la voluntad, pues solo a través de la inteligencia (para ver más allá de
las apariencias) y de la voluntad (para decidir con coherencia respecto de aquello que
vemos) es posible “recomponer” nuestras conductas, única manera de hacer progre-
sar y sostener una dinámica político-social que podamos asignarle el calificativo de
gobernable.
Y decimos construir inteligencia pues creemos necesario entender profundamen-
te el significado de lo que denominamos participación inteligente, activa, atenta,
solidaria. Porque creemos que ésta se construye a partir de la comprensión progre-
siva del funcionamiento de lo cotidiano, ya que solamente intentando entender en
amplitud y en profundidad, es posible aceptar la práctica del respeto hacia nosotros
mismos y hacia los demás.
Paz, inteligencia, respeto, son indispensables para que emerjan en la sociedad
sentimientos que bien podríamos identificar como amor, en su más amplio y pro-
fundo sentido, pues solo el amor puede despejar tanta estupidez, tanta desdicha
y tanto sufrimiento en búsqueda de fantasías ideológicas que nos han conducido
hacia lugares estériles.
Generar nuevos hábitos sociales, basados en el aprendizaje y el manejo cotidiano
de conocimiento útil, será la base. Algunas personas parecieran creer todavía que se
nace inteligente o se nace estúpido. En absoluto. Las prácticas sostenidas de conductas
56 • Fernando G. Bertona
inapropiadas, basadas en infinidad de prejuicios, son las que generan conductas es-
túpidas. Como así mismo, las prácticas sostenidas de conductas apropiadas, basadas
en el conocimiento de las cosas, son las que generan conductas inteligentes.
No son las personas, estúpidas o inteligentes. Estos adjetivos, en caso que resul-
taren apropiados, deben ser utilizados para calificar conductas, comportamientos, que
-de resultar caprichosos, especulativos, ambiciosos, basados en la creencia que los
derechos individuales son absolutos y las obligaciones relativas- serán justicieramen-
te denominados estúpidos y -en caso de ser respetuosos, prudentes, desinteresados,
solidarios- podrán ser, de manera semejante, denominados inteligentes.
Practicar la estupidez solo conduce a la locura. Esta es una fórmula comprobada.
Practicar la inteligencia, es el principio para garantizar una vida más plena -no exen-
ta, de ninguna manera, de esfuerzos y sacrificios- pero plena al fin. Hemos perdido,
como sociedad, la conciencia del deber y el respeto a las obligaciones. Se suele con-
fundir el deber, el respeto, con servilismo, con falta de personalidad, con debilidad,
con la falta de viveza propia del astuto. Craso e interesado error de los generadores de
confusión que solo pretenden desviar la atención de aquellas cosas verdaderamente
importantes.
Porque, lo verdaderamente importante es conocer, es construir, es comunicar, es
participar. Y debiéramos comprender que la participación requiere de conocimien-
tos para sumar en vez de interferir, y de capacidades para construir soluciones y
restar “interferencias”.
La actual brecha entre la sociedad actual y la anhelada, como personas respon-
sables que somos o que podemos lograr ser, no se despeja con simples y repetidas
expresiones de anhelo propaladas a los cuatro vientos. La actual brecha se resuelve
con conductas apropiadas, lo cual supone asumir actitudes proactivas para desarro-
llarnos progresivamente, permitiéndonos a su vez darnos cuenta que la participa-
ción inteligente –fruto del amor- es el destino común del humano para poder construir
un mundo sostenible a partir del conocimiento y respeto de aquellos significados que son
sostén de la biodiversidad en este Planeta Azul.
#Participación Inteligente • 57
3.2. Amor, miedos y realidades
58 • Fernando G. Bertona
ción, de consumo y de divertimento. El negocio oportuno ha reemplazado al servi-
cio desinteresado. El deseo ha reemplazado al amor, en una fiesta interminable de
los sentidos, desalojándolo así del centro del sistema en donde debiera estar como
justo sostén del mismo. Aunque –por un antiguo y oculto respeto al concepto- se
lo ha dejado sobrevivir, aunque acorralado, en “los rincones” de las esferas familiar,
filosófica, religiosa y artística.
El amor como concepto central de la política (organizadora de la vida social),
debe ser retomado y puesto en su lugar, si es que se desea hacer cierto aquel tan
declamado desarrollo sustentable. De nosotros depende el sumarnos a esta nueva
dinámica o quedarnos inmovilizados en nuestros propios temores y miedos, gene-
radores de prejuicios que solo sirven para interferir en el normal desarrollo de una
vida plena.
Perder el miedo a la realidad pareciera ser la regla de oro. Poderosa, vital, libera-
dora. Emerge como la forma más efectiva para acceder a una categoría superior del
saber, fuente única de amor y de inteligente poder, atributos verdaderos de una vida
constructiva, sostenible, cierta.
Podría pensarse que encarar un tema tan complejo como el diseño de un plan
de gobierno sostenible, debe ser abordado por organizaciones académicas, centros
de investigación, grupos de estudio reconocidos orientados a temas de corte políti-
co-social-económico o los propios partidos políticos y gobiernos, los cuales dispo-
nen de suficientes recursos y experiencia para el logro de tal fin.
#Participación Inteligente • 59
Esta mirada tiene mucha lógica. Aunque pensamos que hay otras perspectivas.
• “Una visión sin acción no pasa de ser un sueño. Acción sin visión sólo es un pa-
satiempo. Pero una visión con acción puede cambiar el mundo” (Joel Barker,
escritor, futurólogo)10.
Nosotros sostenemos que un obra o plan de esta naturaleza debe surgir, no tanto
de “las cabezas” de gente con conocimiento político y experiencia de gobierno (lo
cual no lo invalida si así fuere), sino más bien de “el corazón” de aquella ciudadanía
que siente que ya es suficiente el tiempo que se “ha otorgado” al viejo paradigma
beligerativo vigente para dar soluciones y refrescar la realidad político-social que se
vive, habiendo debido producir hechos concretos para satisfacer, progresar, mejorar
y sostener las legítimas aspiraciones de la gente. El tiempo, como todo recurso, tiene
límites.
Creemos, por lo tanto, que –en este tiempo de descuento que vivimos- no hacen
falta demasiadas cosas. Sí hace falta que, lo “poco necesario que aparezca”, tenga una
apropiada orientación hacia un fin común, sea de calidad en lo esencial, tenga pre-
cisión en sus definiciones, sea transparente en sus formas y actos, demuestre inteli-
gencia, esté dotado de coherencia, no le tenga miedo a las auditorías y sea sostenido
por gente con voluntad de servir.
Una obra de esta naturaleza, es relativamente barata pues se descartan desde su
inicio muchos vicios caros a la pseudodemocracia (“caros” de queridos) y caros a la
democracia (de costosos).
Una obra así debería tener una “forma triangular” y contener una finalidad co-
mún, una idea y unas definiciones sobre qué logros se esperan (FIGURA 2). Si este
9 - Fuente: http://www.isss.org
10 - Fuente: video “El poder de una visión” (BAKER, Joel A.)
60 • Fernando G. Bertona
marco se diseña sólidamente y se lo defiende, lo demás viene solo. Concentrarse en
lo esencial, no es difícil. Solo hay que tener algo de disciplina, la mirada en el hori-
zonte, los pies en el presente, un compromiso constante y una atención pronta para
ir decidiendo inteligentemente a lo largo del camino.
Ya Martin Fierro, cuando da consejos a sus hijos, les dice:
“Hay hombres que de su cencia
Tienen la cabeza llena;
Hay sabios de todas menas,
Mas digo, sin ser muy ducho:
Es mejor que aprender mucho
El aprender cosas buenas”
“Poco pero bueno” permite una marcha más liviana, una mejor concentración en
el propósito, un mejor control de las acciones y una mayor posibilidad de disfrutar
del “paisaje”. Mucha carga, no solo cansa y desgasta, sino que desmotiva y facilita
el abandono.
Dijimos una forma triangular. Veamos:
• ¿Cuál Idea? diseñar un marco que –siendo respetuoso del espíritu de la Ley
Fundamental, considerando las tendencias globales observables y las legítimas
demandas ciudadanas que se perciben- promueva el acercamiento de la ciu-
dadanía a una comprensión progresiva de los distintos aspectos de la realidad,
facilitando a su vez el desarrollo de una capacidad de innovación creativa que
construya sostenibilidad y sinergia económica-social. En síntesis, un marco
que fortalezca las voluntades y la inteligencia para perder el miedo a la realidad
y acciones innovadoras.
#Participación Inteligente • 61
FIGURA 2– Componentes de una obra de gobierno sostenible.
• ¿Cuáles logros? construir un Estado Viviente cuya visión sea superadora, de-
safiante, inclusiva y motivadora, para que los esfuerzos necesarios de realizar
sean “pagados” con creces por los logros obtenidos.
62 • Fernando G. Bertona
Capítulo 4
4. Los Modelos
“Los modelos son siempre aproximaciones
y nos permiten explorar y reflexionar,
muy pocas veces determinar.”
#Participación Inteligente • 63
4.1. Conceptos
#Participación Inteligente • 65
Si decimos que un modelo sirve para representar algún aspecto de la realidad,
esta representación nos debe permitir luego, realizar algún tipo de análisis sobre ella,
sobre sus componentes, sus relaciones, interacciones, sus desventajas o capacidades
emergentes, etc. Inclusive muchos modelos permiten realizar simulaciones sobre el
funcionamiento de los mismos a diversas escalas con la posibilidad de realizar ajustes
sobre los sistemas reales.
4.1.2. Su utilidad
#Participación Inteligente • 67
4.1.4. Atributos y ventajas de los modelos
68 • Fernando G. Bertona
estructura de tipo circular con un círculo central y otros a su alrededor, círcu-
los éstos que a su vez se conforman de la misma manera.
Ventajas: muestran las mismas relaciones a distintas escalas de observación,
por lo que cualquier modelo no modificará jamás sus relaciones por más mo-
dificaciones que hagamos en sus tamaños (efecto zoom sin pérdida de calidad
de significados).
• Integralidad (MR3, FIC-10, OMI-10 y MGS): nos referimos con este tér-
mino a la posibilidad que brindan estos modelos de efectuar un abordaje
cognitivo integrado utilizando alternativamente ambos hemisferios cerebra-
les, el uno de tipo intelectual, lineal, analítico, secuencial, objetivo, propia del
hemisferio izquierdo y el otro de tipo intuitivo, no lineal, holístico, múltiple,
subjetivo, propio del hemisferio derecho. Recordemos –por ejemplo- que en
el modelo FIC-10 vemos (con el hemisferio derecho) “una unidad” que se ha
#Participación Inteligente • 69
desplegado en “diez partes”, situación que podremos racionalizar y analizar12
(con el hemisferio izquierdo).
Ventajas: permite un aprendizaje más completo y una visión más integral a
partir de permitir la utilización combinada de ambos hemisferios del cerebro.
12 - “El hemisferio izquierdo analiza en el tiempo, mientras que el hemisferio derecho sintetiza
en el espacio.” LEVY J. (1974, citado por EDWARDS B., 2000, p.66).
70 • Fernando G. Bertona
4.2. Modelos de base y específicos
Los modelos que se presentan a continuación son de dos tipos: los denominados
de base y los específicos. Los primeros, como su nombre indica, son aquellos más
simples a partir de los cuales se construyen los otros. Son los “ladrillos” o unidades
constructivas de los más complejos, los modelos específicos.
Es importante considerar que la lógica conceptual de los modelos de base, son
transmitidos como herencia a los modelos específicos, como así mismo sus atributos.
Sabiendo las dificultades que suelen surgir al tratar el tema de la realidad, descri-
bimos este modelo partiendo de unos pocos conceptos que permiten desarrollar la
idea central, intentando despejar, en la medida de lo posible, consideraciones adi-
cionales que pudieran actuar como obstáculos a la lógica de la descripción general.
La importancia de lo que llamamos modelo realidad, radica en que actúa como
fundamento de aquellos que se presentan a continuación (FIC, OMI, FIC-10 y
MGS), pues éstos se asientan sobre los conceptos incluidos en aquel.
Finalmente, para no desviarnos del tema “modelos” pero a la vez, no dejar fue-
ra detalles o consideraciones que puedan resultar de interés sobre el análisis de la
realidad, en el Capítulo 9, se han incluido temas complementarios: Realidad e ima-
ginario popular, La importancia de la realidad y El acceso a la realidad, los cuales su-
gerimos leer (antes de continuar) pues agregan valor y significado a nuestro modelo.
Vamos ahora a la descripción del modelo.
#Participación Inteligente • 71
Una naturaleza triple
Consideramos a la realidad como un concepto conformado por tres compo-
nentes que se manifiestan de manera unitaria. Una cosa, un objeto, un sistema,
una imagen, una persona, una organización, etc. aparecen a primera vista, como
unidades.
Estas unidades están conformadas por componentes, cada uno de los cuales
cumple una función específica las que otorgan a su vez coherencia al conjunto.
Esta trilogía, independientemente de cómo la representemos, mantiene una esencia
sistémica.
La realidad es un concepto que podemos relacionar con los fractales, estructuras
geométricas13 cuya propiedad central, según dijimos, es la autosemejanza, posibili-
dad de expresar o mostrar lo mismo en diferentes escalas; es decir que esta estructura
triple que asignamos a la realidad se repite de manera isomorfa (con igual forma)
sin alterar sus relaciones y significaciones, por lo que siempre expresará lo esencial
de aquello que intenta mostrar y sin perder el más mínimo detalle de sus atributos
o propiedades.
Dada esta naturaleza triple apelaremos al uso de triángulos equiláteros para ex-
presar aquello que queremos significar (recordemos que la idea es disponer de un
modelo simple que nos permita relacionar las partes con el todo). Agreguemos tam-
bién que el triángulo lo utilizamos en dos posiciones diferentes; una en la cual se
asienta sobre uno de sus lados -FIGURA 5a- y la otra en un vértice, FIGURA 5b.
Si observamos las figuras, los principales componentes que aparecen en cada
triángulo son: los vértices, que representan los conceptos o componentes del objeto
13 - MANDELBROT, B. (1997, p.15, p.36, p.68), utiliza el término fractal para referirse a ciertos
conjuntos matemáticos con todas o algunas de las siguientes propiedades: (a) Presentan deta-
lles a todas las escalas, entendiendo por esto que mirados a cualquier nivel de escala (zoom)
manifiestan detalles ya observados a nivel global; (b) Son auto semejantes, es decir, que están
formados por partes que son semejantes al conjunto total; (c) Tienen una descripción algorít-
mica simple, entendiendo por ello que su construcción se basa en un algoritmo sencillo.
72 • Fernando G. Bertona
en cuestión; los lados, que por unir dos vértices, representan la relación existente
entre ambos y el centro, que representa la síntesis de los tres conceptos considerados.
Entonces, los componentes son:
Los vértices, que representan los componentes (o subsistemas) del sistema
en cuestión;
Los lados, que por unir dos vértices, representan la relación existente entre
dos de los componentes y
El centro, que representa la síntesis de los tres componentes considerados.
A su vez los triángulos presentan otros elementos que los conforman (como
alturas, medianas, fronteras, espacio fuera, espacio dentro, etc.) que son de interés
conceptual para este modelo (pues existen significados coherentes para ellos) pero
que dejaremos de lado para evitar una complejidad innecesaria en el análisis.
FIGURA 5a FIGURA 5b
Los mismos triángulos pero con mayor información (FIGURAS 6a y 6b), mues-
tran los siguientes conceptos:
Lo abstracto (LA),
Lo metodológico, (LM)
Lo concreto (LC).
#Participación Inteligente • 73
Ahora describiremos con mayor detalle a cada vértice:
FIGURA 6a FIGURA 6b
74 • Fernando G. Bertona
mas de naturalezas distintas. Sea mediante sistemas de base material (denominadas
tecnologías duras, como la Mecánica, Electrónica, la Informática, la Electrotecnia,
la Electrónica, la Tecnología de Alimentos, Agro, Biotecnología, etc.), sea median-
te sistemas de base intangible (denominadas como tecnologías blandas, como por
ejemplo la Educación, la Investigación, la Organización, las Leyes (lo jurídico en
sentido amplio), la Administración, la Contabilidad, el Marketing y la Estadística,
la Psicología de las Relaciones Humanas, el Desarrollo de Software, etc.) o mediante
una combinación de ambos, que es lo que generalmente sucede en la práctica, pues las
tecnologías blandas suelen complementarse y apoyarse en las duras.
A su vez, el concepto de LM, por ser puente –o nexo vinculante- entre dos ám-
bitos tan diferentes, tiene un “pie” en cada uno de ellos, es decir que dispone de una
“porción de sí” tangible (perteneciente a LC) y otra intangible (perteneciente a LA).
A manera de ejemplo, si nos encontráramos frente a un objeto cualquiera, desco-
nocido por nosotros, ubicado en el ámbito de LC (FIGURA 6a), y deseáramos saber
algo sobre dicho objeto, necesitaríamos disponer de una técnica o un procedimiento
para acceder al entendimiento de qué cosa representa o qué significa dicho objeto
ya que esa información no se encuentra disponible en nuestra visión del objeto, está
más allá de lo físico, de lo tangible (está en el ámbito de LA). Usaríamos en este caso
el paradigma algorítmico o científico14 para acceder a ella. Utilizando este método
(perteneciente a LM) podríamos llegar a descubrir, o por lo menos a acercarnos a su
significado el cual no está visible en el plano de LC. El paradigma algorítmico utiliza
el triángulo de la FIGURA 6a y su circuito se inicia en LC, se dirige a identificar
aspectos de LM para llegar finalmente a LA. Este análisis finaliza cuando realizamos
un análisis de coincidencia entre LC y LA para ver si nuestras conclusiones fueron
acertadas o no (analizaremos en detalle estos procesos en el punto 6.3. Modelo MR3
ampliado).
#Participación Inteligente • 75
Esta información no visible en un principio pero que a través de un proceso
adecuado de aproximación y estudio podemos recuperar y traer a la luz de nuestro
entendimiento, debemos asumir que de alguna manera se encuentra integrada a
dicho objeto, ya sea en un formato energético o de información.
De la misma manera y en sentido contrario, si para satisfacer una determinada
necesidad, resolver un problema o aprovechar una oportunidad15, elaboramos una
idea a través de la cual pensamos satisfacerla/resolverlo/aprovecharla, deberíamos
poner en marcha un proceso que permita concretar dicha idea para despejar tal
tensión.
En este caso también se requerirá de una determinada metodología para lograrlo
y “llevar” tal idea desde el mundo mental (LA, en el cual se hizo su diseño) hacia
el mundo 3D físico (LC) en donde se concretaría la misma. En este caso se usa el
paradigma heurístico o de sistemas, el cual se ve simplificado en el triángulo de la
FIGURA 6b y su circuito se inicia en LA, pasa por LM y se llega a LC. De igual
manera que el caso anterior, el circuito se cierra con un análisis que permita verificar
si tal concreción ha permitido satisfacer lo planteado en el inicio.
Pareciera no haber otra forma. Hace falta siempre una metodología determinada
-según la naturaleza de la acción a desarrollar- para unir ambos mundos, ya sea en
un sentido o en otro.
76 • Fernando G. Bertona
FIGURA 7 - Síntesis visual de la realidad (MR3)
Lo abstracto, LA: incluye como dijimos, aspectos intangibles como ideas, sig-
nificados, funciones, fines, etc. Definimos este ámbito como esfera de oportunidades
(EO). La curva de contacto entre la EO y LM (lo metodológico) la denominamos
horizonte de oportunidades, pues es en éste ámbito en donde se conforman las ideas
y proyectos que más tarde –mediante una determinada tecnología- podrán ser con-
vertidos de oportunidades a acontecimientos.
Lo concreto, LC: incluye, según ya adelantáramos, cosas del mundo tangible,
físico en sentido amplio, que pueda ser captada por los sentidos, sin importar su
pertenencia a cualquiera de los dominios de realidad16. Definimos este ámbito como
esfera de acontecimientos (EA). La curva de contacto entre LM (lo metodológico) y la
EA la denominamos horizonte de acontecimientos, pues es en éste ámbito en donde
se concretan efectivamente las ideas y proyectos elaborados en la EO.
Lo metodológico, LM: incluye aspectos metodológicos en su más amplio senti-
do (tecnológicos, técnicos, legales, organizacionales, contables, etc.) que son “puen-
16 - En el punto 6.2. se describen los distintos dominios de realidad que se utilizan como re-
ferencia en estos textos.
#Participación Inteligente • 77
te” entre LA y LC, incluyendo todo tipo de protocolos, procedimientos, mecanis-
mos, reglamentos, leyes, normativas, etc. Conecta las dos esferas y horizontes, tanto
de oportunidades como de acontecimientos. Es importante aclarar que dentro de
este ámbito ubicamos el amplio mundo del sentir, de lo afectivo, de las emociones,
pues son éstos los que tienen la “facultad” de “aceptar, bloquear, rechazar” cualquier
intento de conexión entre ambas esferas. Un pensamiento/idea no aceptado por el
sentir, no puede generar una acción de creación libre; asimismo, un sentimiento de
rechazo a una actividad vinculada a la creación de conocimiento, traba cualquier
intento. Es decir, los pilares sobre los que se asienta este puente entre ambas esferas
de la realidad (LM) es el propio sentir humano. Éste es el que finalmente decide qué
hacer, cuándo, dónde, con quién, etc. La razón analiza. El sentir decide. Aunque,
en los procesos que estamos tratando, preferimos hablar de pensar-sentir como una
“unidad” y no como dos cosas separadas17.
Ahora, ya estamos en condiciones de adelantar una primera definición de
realidad:
Realidad = LA + LC + LM
Realidad = EO + EA + LM
78 • Fernando G. Bertona
4.2.2. Modelos OMI y FIC - De base
Denominamos de esta manera a las estructuras más simples sobre las que se
asientan y construyen los demás modelos que hemos denominado específicos.
Para el desarrollo de estos dos modelos, FIC y OMI, deberemos ampliar la in-
formación disponible sobre la especificidad de los componentes del modelo MR3
de base, ya que decir Lo Abstracto, Lo Metodológico o Lo Concreto, es decir algo
pero no mucho.
Dijimos que ambos esquemas representan procesos vinculados al funcionamien-
to resumido de dos paradigmas diferentes y a la vez complementarios: el paradigma
algorítmico/científico y el paradigma heurístico/de sistemas. La importancia de éstos,
dentro de nuestra perspectiva, radica en que permiten sostener y explicar lo que
denominamos funciones de la participación inteligente 18. Vamos entonces a significar
los conceptos presentes en ambos triángulos para ver de qué manera podemos darle
uso y utilidad.
Empecemos por el triángulo con el vértice hacia arriba. Como vemos el triángulo
de la FIGURA 8a (denominado OMI) es un circuito que se inicia y termina en el
mismo vértice O.
En sus vértices se ubican los siguientes conceptos19:
#Participación Inteligente • 79
FIGURA 8a - Modelo OMI
20 - Ampliamos conceptos. Finalidad: es la referencia y guía del proceso para lograr satisfacer
la necesidad, resolver el problema o aprovechar la oportunidad. Idea (caso FIC): imagen de
realidad que el observador construye como medio idóneo para satisfacer la necesidad, construir
la solución o resolver el problema. Concreción: ídem a objeto. Ejemplo: sentir hambre, es una
80 • Fernando G. Bertona
FIGURA 8b – Modelo FIC
necesidad claramente identificada. Por ello, la finalidad que surge es la de satisfacer el hambre.
La idea para satisfacerlo puede ser tan variada como recursos se dispongan; ideas pueden ser
un sándwich, frutas, un plato caliente, etc. Por lo cual finalidad hace referencia a cuál es la
necesidad a satisfacer y la idea, a cómo la resuelvo. La necesidad genera la finalidad quien a
su vez genera ideas (varias), una de las cuales es la que finalmente se utiliza para despejar tal
situación.
#Participación Inteligente • 81
Por lo que, de manera simplificada, los triángulos OMI representan el proceso
de construcción de conocimiento y los triángulos FIC, los procesos de satisfacción
se necesidades.
Hagamos ahora algunas observaciones sobre el modelo realidad y los modelos
FIC/OMI (FIGURA 9):
• FIC parte del ámbito de lo abstracto (el de los fines), concreta su objetivo
(concreción) a través de una idea y culmina con la verificación respecto de
si su logro respondió a las expectativas iniciales, o dicho de otra manera si lo
concretado ha satisfecho la necesidad que dio origen al proceso.
• OMI, por el contrario, parte del ámbito de lo concreto (el de los objetos, pro-
cesos, fenómenos, etc.), y a partir de la caracterización de lo observado puede
inferir la idea o función que subyace en dicho objeto o sistema, culminando
el proceso con un análisis de coincidencia entre la función o idea visualizada,
descubierta, con el objeto.
82 • Fernando G. Bertona
• FIC va desde lo abstracto (LA) hacia lo concreto (LC) pasando por LM como
puente entre ambos dominios de realidad (recordar el modelo realidad y las
dos esferas).
Antes que nada diremos que el nombre que utilizamos para identificar este mo-
delo (FIC-10) debe entenderse de la siguiente manera: el concepto FIC se acaba
de ver; el número 10 representa la cantidad de elementos que incluye el modelo
en cuestión. El modelo FIC-4 es el más simple (3 vértices y el centro), el FIC-7 (3
vértices, 3 lados y el centro), y así hasta el FIC-22 (actualmente el mayor de todos)
que aparece como el más complejo por lo que permite analizar mayor cantidad de
significados. Los modelos OMI, que siguen la misma lógica, los utilizamos princi-
palmente (aunque no de manera excluyente) para casos en los que haya que abordar
principalmente sistemas naturales, abiertos21, que son los que predominan en el do-
minio de Natura, aunque estos modelos OMI-4 a OMI-22 no los desarrollaremos
en este trabajo, debido a que los sistemas que vamos a representar –por referirse a
organizaciones construidas para satisfacer necesidades humanas- se utilizará el mo-
delo FIC-10.
21 - Son aquellos sistemas que interactúan de forma continua con su entorno, intercambiando
con éste recursos, energía o información.
#Participación Inteligente • 83
¿Y cómo debemos entender los significados y sus relaciones? ¿Por dónde empezar?
¿Qué tipo de lecturas se pueden hacer?
FIGURA 10 –Ámbitos
84 • Fernando G. Bertona
ceptos que se vincula con la intencionalidad y la motivación para despejar
problemas y necesidades o aprovechar oportunidades. En este ámbito solo se
incluyen los impulsos específicos o tensiones, intangibles de por sí, a partir de
los cuales se hace posible identificar las necesidades emergentes. Solo a partir de
dicha identificación aparece la finalidad, que es motor del proceso iniciado.
Es decir que aquí solo incluimos abstracciones: tensiones, impulsos, necesidades,
finalidades.
3. En el ámbito de las ideas ubicamos aquellas imágenes que podríamos utilizar
como punto de partida específico para lograr satisfacer la finalidad de ori-
gen. Las ideas aparecen aquí como el puente para avanzar hacia la solución.
Cuando se está creando o construyendo una solución, la idea es el medio
idóneo para implementarla. Por ello la idea es nexo entre la Finalidad y la
Concreción, de la misma manera que en el paradigma algorítmico/científico
(OMI), el Método cumple esta función de puente entre el Objeto y la Idea,
en un camino inverso a éste.
4. En el ámbito de las concreciones ubicamos finalmente el “producto-solución”
terminado, lo cual significa que se ha logrado desarrollar un procedimiento
constructivo eficiente para llevar la idea desde el ámbito abstracto hacia el
territorio de lo concreto. Pareciera que hemos llegado al fin del circuito. Pero
no es así, pues se plantea la pregunta siguiente.
5. El “producto-solución” obtenido ¿ha satisfecho la necesidad o resuelto el pro-
blema de una manera aceptable? En el caso que la respuesta sea positiva, el
proceso está terminado. En el caso que la respuesta sea negativa, se deberá
revisar el circuito para ver en qué ámbito puede estar la interferencia o el error
surgido durante el proceso. Ubicado éste, es posible corregirlo debiendo rea-
lizar nuevamente el circuito.
#Participación Inteligente • 85
4.2.3.2. La plantilla
86 • Fernando G. Bertona
cunferencia (que sería una esfera en 3D), como frontera de la organización respecto
de su medio.
Recordemos que el sistema en cuestión es una unidad integrada por tres compo-
nentes, operando según lo establecido en las especificaciones y alcances de sus funciones
(piense en ¿cómo se vería la esfera desde fuera? como una unidad, pues no se verían
los componentes o eslabones, solo la esfera). Esto es muy importante, pues si bien
estamos “desgranando” un sistema y mostrando sus componentes y relaciones, en la
práctica, el sistema es unitario, es una unidad funcional, es más que la suma de sus
partes. Es un todo.
Puede observarse sobre cada uno de los ejes, que hay 4 eslabones alineados y
numerados de 1 a 4. El eslabón 3 es compartido por los tres ejes y es el centro del
sistema.
¿Qué representan estos componentes?
Eslabones 1: los componentes del sistema representado. Uno por cada ámbito.
Eslabones 2: las funciones que cumplen cada componente dentro del sistema.
Eslabón 3: la esencia del sistema que denominamos Centro de Equidistancia.
Eslabones 4: los objetivos “referenciales” de los componentes.
Los componentes son los subsistemas que representan a cada uno de los tres ám-
bitos descriptos en la FIGURA 10. Definimos como funciones al conjunto de activi-
dades específicas asignadas a cada uno de los componentes para que éstos logren sus
objetivos y el sistema pueda lograr su fin. Los objetivos referenciales son aquellos que
se esperan alcanzar mediante la ejecución de las funciones de los componentes para
satisfacer las finalidades de origen de los mismos.
Con relación al componente Esencia o Centro de Equidistancia, decimos que es
aquella condición del sistema sin el cual el sistema se desnaturaliza; dicho en otros
términos es la finalidad de origen del sistema, aquella que lo puso a funcionar y sobre
el cual fue diseñado, parte por parte, concepto por concepto. Es entonces aquello
que da coherencia y unidad al sistema como un núcleo que “informa” constante-
mente a los demás elementos sobre los aspectos críticos a considerar durante su
funcionamiento.
#Participación Inteligente • 87
FIGURA 12 – EL Estado Viviente sobre formato FIC-10
88 • Fernando G. Bertona
Es importante advertir sobre la unidad de los 10 eslabones (recordar la esfera vista
desde fuera) ya que la calidad funcional del sistema dependerá de la calidad de las
relaciones establecidas entre los mismos.
A manera de adelanto, para ir familiarizándose con la idea de estos modelos,
mostramos en la FIGURA 12 un esquema FIC-10 del Estado Viviente, sin mayores
explicaciones, pues las mismas serán desarrolladas más adelante.
• Lectura por los ejes: según se mostró en la FIGURA 11b corresponde a la in-
terpretación o análisis del modelo siguiendo los significados de los eslabones
para cada uno de los ejes. Recordar que cada eje representa el análisis indivi-
dual de cada uno de los subsistemas o componentes 1. Se leen cada grupo de
eslabones 1-2-3-4, por vez.
90 • Fernando G. Bertona
Cada una de estas lecturas deberá mostrar coherencia entre sus componentes
(vértices y/o lados), ya sean lecturas FIC u OMI. Recordar que la lectura OMI se
inicia en el vértice O y avanza en sentido horario en contraposición con la lectura
FIC que tiene sentido anti horario.
El modelo realidad es una herramienta conceptual que permite asumir una acti-
tud prudente y atenta respecto de las potenciales acciones o eventos emergentes o
#Participación Inteligente • 91
existentes en sus ámbitos de conformación (LA-LM-LC o EO-LM-EA) a la vez que
facilita la identificación de oportunidades, de riesgos y de amenazas.
Debido a que la fractalidad de este modelo es esférica y como tal se presenta con
una geometría distinta a la triangular, nos concentraremos en la descripción de una
sola esfera (o círculo en el mundo 2D) la cual podrá replicarse por autosemejanza
en las escalas necesarias de acuerdo al nivel de complejidad de la organización a
representar.
Es importante aclarar que empezaremos describiendo una función genérica unita-
ria, como unidad funcional sostenible. A su vez, como cualquier organización puede
verse como una sumatoria de funciones de diferentes naturalezas, alrededor de una
visión específica, construir un modelo de organización sostenible será una cosa con-
ceptualmente sencilla.
Así que, en este capítulo veremos el modelo unitario para luego, en el Capítulo 7,
aplicarlo a una organización.
92 • Fernando G. Bertona
FIGURA 15 – Ejes 3D
FIGURA 16 – Ejes 2D
#Participación Inteligente • 93
El eje vertical (FIGURA 17) conecta a la Esfera de Oportunidades (Lo abstracto
del modelo realidad) con la Esfera de Acontecimientos (Lo concreto). Dentro de lo
abstracto ubicamos a la función, “actriz principal” de este modelo unitario, la cual
será necesario configurar, o dicho de otra manera, definir sus componentes (atribu-
tos, actividades que incluye, alcances de la misma, responsabilidades, etc.). Todo
esto, como se observa, aparece como una configuración de los aspectos abstractos
de la función.
94 • Fernando G. Bertona
intensidad, desde una leve disfunción, pasando por “el consultorio”, la “terapia in-
tensiva” para finalizar muchas veces con la “muerte” de la misma. A este eje vertical
lo denominamos eje de configuración, de la función y de su control22.
Este eje de configuración puede ser denominado también como eje de activi-
dad-responsabilidad, pues ambos términos –función y control- deben estar acopla-
dos para evitar disfunciones. Por lo que cada radio del mismo en realidad representa
un atributo de la función, no una actividad independiente. Si se intentara justificar
tal independencia, dicho intento podría ser entendido como opuesto a las expecta-
tivas de transparencia de dicha función.
Por otro lado, al eje horizontal lo denominamos según nuestra modelo realidad
MR3, como el “eje de lo metodológico” pues corresponde a ese ámbito que, como
dijimos, es puente entre LA (la función a ejecutar) y LC (el control a realizar).
Este eje (FIGURA 18) conecta los medios con los objetivos, es decir vincula los
recursos necesarios (de todo tipo, tecnológicos, financieros, administrativos, de in-
22 - Nótese que dentro del paradigma vigente, se invierte esta relación, poniéndose “en vidrie-
ra” a la función (con su carga de vanidades asociada) dejándose en la oscuridad más absoluta
los controles necesarios que deben ejercerse sobre la misma; controles que a su vez deberían
generar información pública a disposición de la ciudadanía.
#Participación Inteligente • 95
fraestructura, protocolares, jurídicos, etc.) con la acción programada para lograr
dichos objetivos.
Por otro lado, el radio izquierdo del círculo (recursos) representa la logística, el
conjunto de actividades y elementos que garantizan el desarrollo, la organización y
la coordinación de estos, con el propósito de aportar el soporte necesario a las ac-
tividades a desarrollar para evitar “sorpresas” que puedan atentar contra el logro de
los objetivos planteados.
El radio derecho representa la planificación/programación necesaria para garan-
tizar que los objetivos planteados sean alcanzados con un determinado nivel de
calidad, en un marco presupuestario definido, dentro de tiempos estipulados y ajus-
tados a las normativas correspondientes.
96 • Fernando G. Bertona
de relación económico-político-social, ya sea de naturaleza urbana o rural, que in-
fluye e impacta en el desarrollo eficaz, eficiente y ético de dicha función.
A su vez, la FIGURA 20, integra el modelo MGS dentro del modelo realidad
(MR3), con la idea de aportar una visión más orgánica de ambos a la vez que fa-
cilitar su comprensión. Puede observarse que la vesica piscis23 corresponde a Lo
Metodológico del modelo realidad.
Por su parte, puede observarse que el eje vertical del MGS es el canal que, inteli-
gentemente configurado, permite una conexión exitosa del horizonte de oportuni-
dades con el horizonte de eventos o acontecimientos. Por otro lado, el eje horizontal
está enteramente dentro de la vesica piscis, ya que recursos y acciones son integran-
tes del aspecto metodológico.
23 - Vesica piscis (vejiga de pez en latín) es un símbolo hecho con dos circunferencias del mis-
mo radio que se intersecan de manera que el centro de cada círculo está en la circunferencia
del otro. La parte común de ambos círculos es la vesica piscis. Esta forma se denomina también
mandorla (que significa “almendra” en italiano). Era un símbolo conocido en las antiguas civili-
zaciones de Mesopotamia, África y Asia (www.es.wikipedia.org/wiki/Vesica_piscis)
#Participación Inteligente • 97
4.2.4.3. ¿Qué representa el centro del modelo?
24 - Fruto del análisis de dichas tendencias, es que se han desarrollado los modelos sistémicos
FIC-10 y MGS.
25 - Existe una gran cantidad de modelos de gestión, pero una buena cantidad de ellos presen-
tan algo en común: el organigrama (cualquiera termine siendo su forma) y éste, en la percep-
ción de la gente, sigue siendo “el jefe arriba, los demás abajo”.
98 • Fernando G. Bertona
modelo esférico, en donde “la punta” de la pirámide ha sido desplazada, ex profeso,
hacia “el centro” de una esfera.
Ya no se visualiza en la gráfica al “jefe” que manda, sino una “visión compartida”
que orienta. Visión que hace foco en la finalidad de origen de la organización en
cuestión, pues al momento de crearse dicha organización su autor o autores, le asig-
naron un fin sobre la base de las necesidades circunstanciales que había que resolver.
Es por ello que este centro o finalidad de origen, representa la esencia del modelo,
su espíritu, aquello que sostiene y encausa, dándole dirección y sentido y unificando
su acción. Solamente en la finalidad de origen de una función u organización es
posible descubrir argumentos para comprenderla.
A manera de síntesis -tanto a nivel de función unitaria como de función organiza-
cional- los beneficios que aporta este centro son: sostener a la función, garantizar su
orientación e informar sobre lo que cada componente necesita para cumplir su rol,
todo lo cual lo convierte en el punto de equilibrio entre el eje vertical de configura-
ción y el horizontal, metodológico.
Apreciamos finalmente que, si la finalidad de origen de la función u organiza-
ción, por cualquier causa, comienza a degradarse -ya sea por incapacidad en el ejer-
cicio de la misma, por ausencia de recursos necesarios, por falta de control, por la
malversación de sus recursos, por corrupción, por ausencia de organización, etc.- es
lógico que se resienta en una proporción directa al nivel de desorden existente o del
desvío producido, pudiendo terminar en el fracaso de la misma.
Volvamos a la geometría del MGS que dejamos en la descripción de los ejes del
modelo de la FIGURA 19, aunque ahora le estamos agregando una serie de círculos
concéntricos numerados de 1 a 7 (FIGURA 21).
Estos círculos representan espacios de actividad concéntricos al centro represen-
tado por la finalidad de origen/visión según dijéramos.
#Participación Inteligente • 99
FIGURA 21 - Círculos concéntricos de la función MGS
Una mirada atenta a las tareas o actividades genéricas que deberá realizar la fun-
ción MGS unitaria, nos lleva a considerar, naturalmente la naturaleza de ambos ejes,
lo cual nos obliga a considerar sus cuatro componentes: la función y su control (eje
vertical), y los objetivos y sus recursos (eje horizontal).
#Participación Inteligente • 103
Esta situación define cuatro cuadrantes a considerar: (FIGURA 22)
1. Función/Recursos
2. Función/Acción
3. Control/Recursos
4. Control/Acción
4.2.4.6. Comunicación
“Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, ter-
mina por hundirse en el abismo.” Sófocles (Siglo V a.C.)
Debido a que no son pocas las veces que escuchamos utilizar de manera equiva-
lente los conceptos de Estado y Gobierno, es que planteamos la primera cuestión
¿son Estado y Gobierno lo mismo? Muchos responderán que no. Algunos podrán
negarlo por intuición aunque no dispongan de suficiente claridad a la hora de dife-
renciarlos y definirlos. Otros dudarán y hasta podrán tener algún nivel de confusión
que le impide ver las diferencias. Más allá, están los que tienen precisiones sobre las
diferencias y saben sobre la importancia de disponer de claridad al respecto.
¿Cuáles son en realidad sus funciones, de uno y de otro? ¿Cuáles son las principales
relaciones entre Estado y ciudadano, entre Gobierno y ciudadano o entre Estado y
Gobierno? ¿En qué nos beneficia conocer esto?
Responder con seguridad estas preguntas no aparece como un tema menor. De
ello, entre otras cosas, dependerá la calidad de la participación que podamos ir desa-
rrollando y sosteniendo.
Desde la Teoría Política o Teoría del Estado, existen distintas perspectivas sobre
lo que es el Estado, sobre su composición, funciones, relaciones, justificación, fines,
su evolución histórica, etc. cada una de las cuales aporta conceptos, detalles y argu-
mentos según sus perspectivas.
Al igual que pasa con otros sistemas -como Cultura por ejemplo- podríamos
descubrir una buena cantidad de definiciones y posiciones teóricas al respecto. Pero
como el Estado se vincula con la Persona según determinadas relaciones insoslaya-
bles (punitivas, éticas, etc.), intentaremos aproximarnos a él desde una perspectiva
que facilite el entendimiento sobre cuáles son estas relaciones y de qué maneras es
posible mejorarlas para construir una más plena participación.
Por lo cual, dejaremos de lado exprofeso (pues excede nuestras competencias),
discusiones académicas vinculadas, por ejemplo, a los nuevos enfoques institucio-
nales de la ciencia política o a los debates académicos del tipo presidencialismo vs
parlamentarismo orientados a presentar o establecer argumentos sobre las mejores
formas de gobierno, sobre todo en América Latina. Nos concentraremos más bien
en caracterizar la estructura del Estado con la idea de poder básicamente describir
el mismo y poder entender cuál es el funcionamiento básico de este sistema y de sus
relaciones con los demás dominios de realidad abordados.
Algunas definiciones modernas de Estado son28:
• JELLINEK Georg
”Es una asociación de hombres sedentarios dotada de un poder de mando
originario”.
28 - Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Estado
• HELLER Herman
“El Estado es la conexión de los quehaceres sociales. El poder del Estado es la uni-
dad de acción organizada en el interior y el exterior. La soberanía es el poder de
ordenación territorial exclusiva y suprema.
“El Estado es la organización política soberana de dominación territorial. Es la
conexión de los poderes sociales.”
• GROPPALI Alessandro
“Es la agrupación de un pueblo que vive permanentemente en un territorio con
un poder de mando supremo representado éste en el gobierno.”
• WEBER Max
“El Estado es la coacción legítima y específica. Es la fuerza bruta legitimada como
“última ratio”, que mantiene el monopolio de la violencia.”
• Definición ahistórica
“Estado es la forma política suprema de un pueblo.”
#Participación Inteligente • 113
Si tomamos las principales ideas fuerza de estas definiciones, obtendremos:
Asociación de hombres sedentarios / Poder de mando originario / Personificación
de un pueblo / Ámbito de aplicación del derecho / Derecho como actividad norma-
tiva / Personalidad jurídica / Comunidad política con un territorio propio / organi-
zación / Comunidad de hombres / Territorio propio / Organizados / Potestad supe-
rior de acción y coerción / Conexión de los quehaceres sociales / Poder como unidad
de acción organizada en el interior y el exterior / Soberanía / Poder de ordenación
territorial exclusiva y suprema / Organización política soberana / Dominación te-
rritorial / Conexión de los poderes sociales / Agrupación de un pueblo / Vida per-
manente en territorio / Poder de mando supremo / Representado en el gobierno
/ Coacción legítima y específica / Fuerza bruta legitimada como “última ratio” /
Monopolio de la violencia / Forma política suprema de un pueblo.
De donde pueden extraerse algunos conceptos claves los cuales, categorizados,
podrían aparecer bajo las siguientes etiquetas:
Pueblo: Agrupación de un pueblo / Asociación de hombres sedentarios /
Comunidad de hombres / Comunidad política
Sociedad: Conexión de los poderes sociales / Conexión de quehaceres sociales.
Territorio: Territorio propio / Ordenación territorial exclusiva y suprema /
Dominación territorial / Vida permanente en territorio.
Poder: Poder / Poder de mando / Ordenación territorial exclusiva y suprema.
Soberanía: Mando supremo / Forma política suprema de un pueblo / Soberanía
/ Organización política soberana.
Organización: Organización / Organización política soberana.
Derecho: Ámbito de aplicación del Derecho (como actividad normativa).
Coerción: Coacción legítima y específica / Potestad superior de acción y
coerción / Fuerza bruta legitimada como “última ratio” / Monopolio de la
violencia.
Entonces podremos analizar ahora cuáles son los principales componentes que
están incluidos en dicho concepto.
5.3.1. Componentes
De dicha definición surge que el Estado29 está organizado a partir de los siguien-
tes componentes, sean éstos de naturaleza física o inmaterial:
• Un territorio
• Soberanía nacional
• Un ordenamiento jurídico.
5.3.2. Funciones
30 - La soberanía es también ejercida en aquellos espacios que, aunque fuera de las fronteras terrestres, son
parte del Estado Argentino, tales como sus espacios aéreos y marítimos, plataforma continental, Antártida,
Malvinas e islas del Atlántico Sur, embajadas y consulados, flotas marítimas, aéreas, etc.
Dijimos que el Estado, desde esta perspectiva, estaba conformado por un pueblo,
un territorio, soberanía, una Constitución o Ley Fundamental de la Nación y un
gobierno o poder institucionalizado.
Si observamos, se dice que la Ley Fundamental es de la Nación y sabemos que
la preposición “de” denota posesión o pertenencia. Por lo cual podemos decir que
la Ley fundamental es de alguien, de un sujeto. Obviamente dicho sujeto no está
referido a una persona física, sino a una persona jurídica o, mejor dicho, a un sujeto
jurídico-político. Y es justamente este sujeto jurídico-político en el que reside la
soberanía constituyente de un Estado.
Por lo cual “En el campo del derecho político, la nación política es el titular de la so-
beranía cuyo ejercicio afecta a la implantación de las normas fundamentales que regirán
el funcionamiento del Estado. Es decir, aquellas que están en la cúspide del ordenamien-
to jurídico y de las cuales emanan todas las demás. Nación tiene dos acepciones: la
nación política, en el ámbito jurídico-político y la nación cultural, concepto socio-
ideológico más subjetivo y ambiguo que el anterior, se puede definir a grandes rasgos,
como una comunidad humana con ciertas características culturales comunes, a las
que dota de un sentido ético-político. En sentido lato, nación se emplea con variados
significados: Estado, país, territorio o habitantes de ellos, etnia, pueblo y otros. Este con-
cepto ha sido definido de muy diferentes maneras por los estudiosos en esta cuestión sin
que se haya llegado a un consenso al respecto”31. El siguiente cuadro permite comparar
los conceptos vinculados a la Nación, el Estado y el Gobierno (FIGURA 26).
31 - Fuente: es.wikipedia.org/wiki/Nación
“Parece increíble, pero acá hay veces que los honestos tienen
que dar más explicaciones que los corruptos” (René Favaloro)
32 - Obra de teoría política que trata principalmente sobre los principados, los distintos aspec-
tos vinculados a su adquisición, a su gestión y a las conductas que ostentan príncipes y pueblos.
33 - Trastorno mental complejo que dificulta establecer la diferencia entre lo que es real e
irreal, pensar de manera clara, tener respuestas emocionales normales y actuar normalmen-
te en situaciones sociales (http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ spanish/ency/article/000928.
htm).
34 - Trastorno de personalidad antisocial (TPA). El TPA es una afección de salud mental por
la cual una persona tiene un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de
los derechos de otros. A menudo este comportamiento es delictivo (http://www.nlm.nih.gov /
medlineplus/spanish/ency/article/000921.htm).
35 - En dicho trabajo se agrega (p.1) que desde 1968 las clasificaciones psiquiátricas han
obviado dicha patología, siendo reemplazada por un trastorno de la personalidad (trastorno
antisocial) el cual se aplica fundamentalmente a la conducta criminal.
• El juego se inicia armando una torre con bloques de madera de forma prismá-
tica, de 18 niveles de altura, disponiendo en cada nivel 3 elementos.
• Los bloques están puestos unos arribas de otro sin ningún tipo de fijación
(están sueltos) y cada nivel está cruzado 90° respecto del anterior.
36 - Tema ampliado sobre la base del original publicado el 04/Agosto/2012, en el blog del autor
www.caminatasalairelibre.blogspot.com
• El juego está basado en una premisa que podríamos definir como sinergia
para el derrumbe, ya que los jugadores (dos generalmente), en cada jugada van
aumentando la inestabilidad de la torre.
• Esta sinergia se da a través de dos acciones: a) Cada bloque que se saca au-
menta su inestabilidad; b) Además, por colocarse cada una de ellas en su parte
superior, va aumentando la altura y debilidad.
• Pareciera ser que la situación actual de debilidad estructural del Estado (co-
rrupción, impunidad, hambre, pobreza, droga, mafias, inseguridad, inflación,
• Las reglas de juego son tan respetadas por sus jugadores, que quienes suelen
asumir nuevos cargos (ganadores de elecciones ellos), públicamente suelen
descargar sus “dardos” contra los que se fueron (perdedores ellos), pero cuan-
do dejan el poder y las posiciones se invierten, suelen quejarse a viva voz de la
“despiadada oposición que sufrieron” aunque como oposición suelen actuar
de la misma forma que criticaban cuando estaban en el poder. Aunque, no
debemos olvidar, que en todo momento son socios en las sucesivas e inaca-
bables reconstrucciones de cada “torre” que ellos se encargan de derrumbar
periódicamente.
• Las capacidades y actitudes, por lo general, son las mismas: insensibilidad, as-
tucia, cobardía, desenfreno, “ceguera social”, especulación a ultranza, “mirada
corta y superficial” (hacia lo público), “mirada larga y profunda” (hacia sus
propios intereses).
Ante este panorama, nosotros –los ciudadanos de esta “imperfecta democracia”-
debemos intentar desarrollar nuevas formas de relación, nuevas formas de compor-
tamiento, nuevas formas de control sobre el funcionamiento de las instituciones.
En síntesis, construir un nuevo paradigma que se vincule más con la participación
inteligente que con la especulación interesada.
Y ya que estamos hablando de juegos, vamos a cerrar este breve diagnóstico con
una lúdica propuesta: podríamos intentar reemplazar al especulativo Jenga por otros
juegos más apropiados que faciliten el desarrollo de capacidades más acordes con el
Estado que anhelamos. Como ejemplo de este tipo de “casi juegos” -de suma utili-
dad para descubrir soluciones creativas y colectivas a problemas de una organización
cualquiera- se encuentra la denominada tormenta de ideas, metodología que consiste
en reunir a todos los implicados en un tema a resolver para que cada uno, sin la
menor vergüenza o temor al ridículo, vayan expresando lo que se les va ocurriendo
“Una comunidad sustentable está diseñada de manera tal que su modo de vida, nego-
cios, economía, estructuras físicas y tecnológicas no interfieran con la capacidad inherente
a la naturaleza para sostener la trama de la vida” (Capra F., 2008)
El componente Gobierno
Su responsabilidad se ubica en el ámbito de los fines soberanos para garantizar los
principios/fines constitucionales que son la unión nacional, la justicia, la paz inte-
rior, la defensa común, el bienestar general y los beneficios de la libertad (Preámbulo
Nota: debido a que este componente gobierno, visto como sistema, pue-
de ser desagregado según este mismo modelo FIC-10, y que esta nueva
perspectiva permitirá ampliar el análisis y visualizar el atributo de frac-
talidad que tienen estos modelos, es que en la FIGURA 35 se incluye el
sistema de un Gobierno Viviente, sin más descripciones que la de sus
componentes y relaciones.
El componente Ciudadanía
Su responsabilidad se ubica en el ámbito de las Ideas soberanas para construir par-
ticipación inteligente en un marco de respeto que asegure la producción de conoci-
miento sobre los distintos dominios de realidad, como así mismo la construcción de
comportamientos inteligentes que faciliten el despertar progresivo de las vocaciones
ciudadanas.
El componente Territorio
Su integralidad se ubica en el ámbito de las acciones soberanas, favoreciendo y soste-
niendo sinergias económico-sociales que fortalezca al Estado mediante un desarrollo
de políticas estratégicas que aseguren y protejan los espacios territoriales como así
mismo su biodiversidad, sus recursos y los servicios ambientales existentes.
En el punto anterior hemos presentado los componentes del Estado y sus ámbi-
tos de responsabilidad según nuestra percepción de lo que sería un Estado Viviente.
A su vez hemos definido para cada eje sus eslabones (componente, funciones, centro
y objetivo referencial).
Nos falta realizar algunas lecturas sobre dicho esquema (según describiéramos
en el punto b. Modelo FIC-10), para intentar verificar el nivel de coherencia que
presenta el modelo en su intento de representar un Estado de esta naturaleza.
A continuación agregaremos dos tipos de lecturas más para intentar verificar el
modelo: la primera sobre la articulación de sus componentes mediante una lectura
circular y la otra por componente o lecturas por eje.
Recordemos que la lectura circular (FIGURA 13) intenta verificar la coherencia
de los cuatro componentes asignados al sistema (3 vértices y el centro). La lectura
lineal o por ejes (FIGURA 11b) permite verificar la consistencia de los eslabones de
cada eje, con relación al eslabón central que es común a todo el sistema (este eslabón
es “el que manda”) y, por último, las lecturas triangulares FIC-OMI (FIGURA 14),
permite verificar cada uno de los cuatro triángulos que se forman en el modelo, tres
de estructura FIC y el central tipo OMI.
Es importante destacar que solo con una visión de gobierno enmarcada dentro
del espíritu de la ley fundamental, es posible construir un Estado Viviente,
asegurando a la población el ejercicio de los derechos humanos plenos que
justamente se encuentran en el marco de dicha Ley, sobre la cual se sostiene,
precisamente, la necesidad de construir tal visión de gobierno.
Esta condición es esencial para que el ejercicio de las funciones de gobier-
no pueda ser entendido como ético y transparente. Aunque, lograr que el
Gobierno -que está constituido por tres poderes independientes y con funcio-
nes específicas de cada uno- coincidan en una visión común puede aparecer
• Una visión superadora y desafiante respecto del futuro de una ciudad, una
provincia o una nación (inteligencia y visión política)
• Una sólida decisión de iniciar, desarrollar y/o sostener un proyecto de tal en-
vergadura (compromiso político)
Cuando definimos la f(π) dijimos que ésta es una conducta síntesis que surge
en un proceso dentro del cual se encuentra el construir conocimiento sobre lo que
denominamos dominios38 de realidad, conocimiento relacionado con una dinámica
que se produce entre el ser humano y su entorno, el que a su vez se encuentra fuerte-
mente condicionado y afectado por las acciones que éste ejecuta, como así también
por las relaciones que establece con el mismo. Es decir, por el tipo de paradigma que
sostiene su visión y sus decisiones.
Al hablar de dominios de realidad, estamos haciendo referencia a macroconcep-
tos, macroverbos y a sistemas.
Decimos macroconceptos pues al hablar de Vida, Natura, Cultura, Estado,
Ambiente, Persona, Participación o Realidad, estamos nombrando verdaderos con-
tinentes conceptuales que incluyen múltiples ideas, relaciones e interacciones, los
cuales conforman una compleja estructura dotada de dirección y de sentido (o me-
jor dicho de direcciones y sentidos), convirtiéndose en entidades unificadoras de
categoría superior.
Decimos además macroverbos pues, en tales continentes conceptuales, la presen-
cia de significado y sentido presupone la existencia de acciones prospectivas de ma-
yor jerarquía, que necesariamente deberán incluir una multiplicidad de actividades
6.2.2. El mapa
Entonces, con la idea de organizar los distintos aspectos del esquema general y de
algunas de sus principales relaciones, como así también con la esperanza de poder
lograr un abordaje orgánico sobre ellos, se han ordenado los mismos de la siguiente
forma (ver FIGURA 37):
41 - La cultura o civilización, en sentido etnográfico amplio, es aquel todo complejo que incluye
el conocimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros
hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de la sociedad” (TYLOR
E.B., 1975).
Cuando describimos los modelos de base OMI y FIC (punto 4.2.2) dijimos que
ambos triángulos representaban procesos vinculados a las dinámicas de dos paradig-
mas diferentes: el algorítmico/científico y el heurístico/de sistemas.
A su vez indicamos que el significado de las letras OMI (Objeto-Método-Idea)
era representativo del modelo algorítmico/científico, mientas que las siglas FIC
(Finalidad-Idea-Concreción), representaban al heurístico/de sistemas. El esque-
ma OMI iba desde lo concreto hacia lo abstracto y el FIC, desde lo abstracto a lo
concreto.
El triángulo OMI (FIGURA 41), entonces, por definición, está vinculado a la
construcción de conocimiento sobre la realidad y representa a la función conocer, la
cual la representamos así: f(conocer)
• f(conocer), OMI:
Observar = atender + caracterizar
Nombrar = describir + visualizar
Verificar = analizar coincidencias + comprobar
• f(crear), FIC:
Diseñar = imaginar + elegir
Realizar = especificar + ejecutar
Vemos que, en total, son veintidós verbos que nos “llevan” de un lado al otro,
yendo y viniendo desde lo tangible hacia lo abstracto y de lo intangible hacia lo
concreto, en un proceso constante de aprendizaje, creación y comunicación.
Y es éste proceso integral el que hemos identificado con la función participación
inteligente f(π), pues la permanente interacción entre funciones ascendentes y des-
cendentes permiten a la persona desarrollar una vida más constructiva, que –además
de no interferir en su medio- produce una mayor probabilidad de acciones sinérgi-
cas y un desarrollo de mayor plenitud.
• Creemos que el sentir/lo emocional siempre participa de cada una de las accio-
nes que realiza la persona. No entendemos, por lo tanto, que exista algo así
como una dicotomía pensar-sentir o intelecto-afectos. Es más, la conducta
humana43 se manifiesta siempre en un triple aspecto, lo cual significa que toda
manifestación conlleva aspectos intelectuales-mentales, afectivos-emocionales
y físico-volitivos, correspondientes a las tres áreas de la conducta.
43 - (Bleger J., 1968, p.34) “La conducta es una unidad que tiene una triple manifestación
fenoménica, en cuanto se da al mismo tiempo en tres áreas (intelecto, afecto y voluntad), que
son así siempre coexistentes, aunque con un predominio relativo en alguna de ellas, lo que nos
permite calificar la conducta como mental, corporal o en el mundo externo. Pero este predomi-
nio es relativo, en el sentido de que puede alternar o sucederse con el predominio en otra de
las áreas”
44 - Escultura en bronce de François Auguste René Rodin (1840-1917), escultor francés con-
temporáneo del Impresionismo, y considerado como un artista importante, a tal punto de en-
tenderse que es uno de los “padres de la escultura moderna”
y comunicar
7. La Innovación
“La verdadera innovación comienza mirándose
al espejo y haciéndose la pregunta correcta“
• en los valores, aceptando conceptos que hasta hace unas pocas décadas eran
condenados socialmente;
• en la educación, reviendo objetivos, contenidos, metodologías, valores, formas
de relación entre los miembros de la comunidad educativa;
• en la personal, con nuevas formas de relación a partir de la aparición, por
ejemplo, de las tecnologías de la información, las telecomunicaciones y las
redes sociales, o a partir de movimientos de tipo espiritual que reúnen cada
vez a más personas;
45 - El “gatopardismo” es en ciencias políticas el “cambiar todo para que nada cambie”, pa-
radoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957). La cita original expresa la
siguiente contradicción aparente: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo
cambie”.
La utilización de estas dos variables responde a que se las considera como dos
extremos de una misma realidad, vinculada a la disponibilidad o no, por parte de
la ciudadanía, de acceso tanto a una sólida educación orientada a la construcción
de conocimiento, como a la disponibilidad de información pública sobre el avance
de la gestión de gobierno. El disponer de información y conocimiento es la diferen-
cia entre una ciudadanía consciente y participativa y una ciudadanía prejuiciosa e
indiferente.
a. Gobierno Actual: la inercia de las culturas gobernantes lleva a los gobiernos
196 • Fernando G. Bertona
actuales a vivir una tensión creciente entre continuar (con algún maquillaje de
por medio) o innovar. Tal inercia, consentida y aceptada (no sin algún cargo
de conciencia eventual), lleva a mantener el statu-quo en aquellas formas y
mecanismos utilizados en la actualidad para impedir el acceso a recursos, pro-
gramas y procesos vinculados a la disponibilidad de información y elaboración
de conocimiento.
Por ejemplo, se sostienen estructuras absolutamente obsoletas en el ámbito
educativo mientas el mundo hace un tiempo mostró tendencias ciertas en
el sentido opuesto. Educar solo “la cabeza” de los alumnos es insuficiente.
Somos personas integrales que disponemos no solamente de racionalidad sino
también de irracionalidad, la cual tiene otras vías de expresión que es indis-
pensable atender y que, muchas veces aunque estén presentes en la educación
oficial, se las ve ocupando tiempos y espacios de menor jerarquía. En ausencia
de conocimiento, solo quedan suposiciones, hipótesis, inquietudes, prejui-
cios, que –de ser confundidos con conocimiento- producen comportamien-
tos absolutamente entrópicos.
Por otro lado, la información de gobierno es generalmente escondida detrás
de “planillas web”, con números irrelevantes, que son siempre de difícil com-
probación, mientras que lo importante queda escondido dentro de millones
de bytes debidamente ordenados. Navegamos en un mar “picado” que no nos
deja ponernos de pie para observar con equilibrio la realidad. Ambos procesos
actuales –producción de conocimiento y acceso a la información- son gene-
radores de una situación cuyos resultados están a la vista, una buena parte de
la ciudadanía está escéptica, desmotivada, acelerada, confusa, violenta, fatigada.
b. Gobierno Viviente: representa una ruptura de la inercia gobernante actual
mediante un proceso de innovación llevado adelante por ciudadanos insatis-
fechos -absolutamente insatisfechos- con la situación actual. Se requiere forta-
lecer la convergencia de perspectivas y miradas hacia un propósito común que
motive a invertir tiempo y voluntad de participación en un proceso de cambio
que, aunque dificultoso en sus inicios, resulte lo suficientemente motivador
para justificar el esfuerzo necesario.
Nos referimos en este caso a las posibilidades de relación entre gobierno y ciuda-
danía, desde dos ópticas complementarias: desde lo público vinculado a lo social, lo
comunitario, las organizaciones y desde lo privado vinculado a lo personal, lo íntimo
de cada persona. El primero de naturaleza colectiva, el segundo de naturaleza indivi-
dual. En función de las relaciones conocimiento/prejuicio establecidas, dependerán
la naturaleza de las relaciones público/privado que se logren.
a. Gobierno Actual: el paradigma político vigente, es de neto corte beligerante.
Si “la guerra es la continuidad de la política por otros medios” (von Clausewitz
K, 1832, Libro I, punto 24), debemos concluir y entender que guerra es igual
que política, exactamente igual; solo cambian las circunstancias en las cuales
una y otra se desarrollan, y los medios utilizados Es la misma fórmula por la
cual la masa es igual a la energía, aunque dependiendo de la velocidad de la
luz a la cual dicha masa se desplaza. Masa y energía, política y guerra. Cuatro
conceptos que solo se reducen a dos.
Así que, partiendo de esta premisa, es poco lo que puede esperarse de un
gobierno si no se visualiza la política desde otro ángulo. Sucede que tanto la
Con este título nos estamos refiriendo a una función propia del Estado Viviente.
Se hace preciso advertir que gestionar f(π), no significa que el Estado sea el encar-
gado de dirigir las voluntades o inteligencias de los ciudadanos. No, de ninguna
manera. Es preciso superar las patologías del tipo “gran hermano”.
Gestionar f(π) debe entenderse como aquella predisposición del Estado/Gobierno
a facilitar un marco apropiado y un conjunto de recursos (en su más amplio sentido)
para fomentar, promover, desarrollar y sostener progresivamente, la participación
inteligente, encargándose además de seguir atentamente el desarrollo de tales proce-
sos para hacer los ajustes necesarios que los optimicen.
Debido a que las decisiones y manifestaciones de las personas están condiciona-
das por sus estructuras conceptuales y que las organizaciones a su vez están dirigidas
por personas, aparece como un tema importante el análisis y la reflexión sobre aque-
llas expresiones literales y visuales que se utilizan para representar, por ejemplo, las
estructuras organizacionales, sobre todo la del Estado del cual somos parte. Ellas nos
dirán claramente, cuál es la concepción que de tales organizaciones tienen quienes
las diseñaron y las utilizan. Analizar los modelos organizacionales permite descubrir
los valores, criterios y conceptos que subyacen en los mismos.
• Se forman nichos independientes por nivel, en cada uno de los cuales se dise-
ñan estrategias de “aumento de poder” en forma aislada a los roles y funciones
de ese nivel.
• En primer lugar, surge claramente que el centro del sistema no es una per-
sona, sino un propósito, una visión. Este es el punto de partida de todas las
diferencias que encontraremos entre ambos modelos.
• Cuáles reglas de juego se van a utilizar, principalmente para resolver los conflic-
tos que surjan durante el proceso (normativa a respetar)
Es muy importante además, fijar:
• Determinados valores que sirvan como límites para las acciones a desarrollar
49 - Con el término obra nos referimos a una cosa perdurable que resulta de la aplicación
del trabajo o del conocimiento humano a un material o a un conjunto de ideas, como “obra
de arquitectura; obra científica; obra escultórica”, etc. (Fuente: http://definicion.de /obra). El
término proyecto, en cambio, presupone un conjunto de actividades que responde a un ciclo,
generalmente de este tipo: inicio, planificación, ejecución, seguimiento y control, y cierre. Si
bien utilizamos ambos términos, en este caso en particular preferimos hablar de obra.
50 - No desarrollamos demasiado este tema pues escapa a la finalidad de estos textos; además
hay muy buena bibliografía sobre proyectos de todo tipo (de salud, de educación, sociales, de
salud pública, comerciales, etc.)
Debido que el mayor porcentaje de inversión de una obra pública suele encon-
trarse en las fases primera y segunda (posibilidad y ejecución), son en estas dos
primeras etapas en donde suelen terminar abruptamente una buena cantidad de las
obras/proyectos que se realizan bajo la órbita del actual paradigma beligerativo. Es
allí donde se esconde una buena parte de la corrupción.
La mecánica de la corrupción funciona eliminando en los hechos (aunque no
en “los papeles”) las actividades de control y mantenimiento sobre lo realizado,
• La pérdida de la perspectiva
• El apuro excesivo por lograr aquello que se diseña “para que perdure”
Transformar el fracasó en éxito solo supone hacer algunos cambios en el listado
precedente, considerando que es necesario:
• Sostener los valores esenciales y el respeto (Ver 9.1. Decálogo del respeto)
• Con relación al Cambio Político Global: pareciera ser que la única salida
en este sentido es desde lo local, construyendo conciencia, ciudadanía
y participación inteligente, con una mirada vigilante hacia los acon-
tecimientos en lo regional, en lo nacional, continental, global. Pero
trabajando en lo cotidiano. Desde el centro del sistema, por otro lado,
solo puede esperarse un crecimiento de las tensiones beligerantes por la
firme intención de las partes en “quebrarle” la voluntad a su enemigo.
Contra esa voluntad y esa lógica es poco lo que pueda hacerse.
9.Complementos de lectura
El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar,
no soporta el “modo imperativo”
(Jorge Luis Borges)
En este capítulo final se han incluido algunos temas complementarios con la fi-
nalidad de ampliar la visión de lo que significa la participación inteligente y el Estado
Viviente. Algunos de ellos (como los dos primeros) son referenciales de la cosmovi-
sión descripta; los otros, no se han incluido en el cuerpo principal del ensayo para
favorecer el desarrollo de su lógica descriptiva evitando recargar demasiado dichos
textos.
9.1 Decálogo del respeto
9.2 Actitudes y capacidades críticas del participante inteligente
9.3 Temas complementarios sobre la realidad
-Realidad e imaginario popular
-La Importancia de la realidad
-El acceso a la realidad
9.4 Ambiente, sustentabilidad y sostenibilidad
-Ambiente
-Lo sustentable vs lo sostenible
-Ambiente, Estado y Política
9.5 Derechos absolutos, deberes relativos
-Las reglas de juego
-Causa/efecto
-Deberes/derechos
No hemos abordado este tema desde una posición académica -cosa que además
no estaría en condiciones de hacerlo- sino más bien desde la posición de una per-
sona “curiosa e inquieta” que ha intentado sostener en los últimos dos tercios de su
vida una mirada reflexiva y atenta a las múltiples posibilidades de descubrir qué es
lo que realmente nos pasa por dentro, qué por fuera y cuáles son las alternativas de
relación entre ambas.
La realidad es un concepto central en la vida del hombre. De la significación
que le asignemos dependerá en gran parte el tipo y la calidad de las relaciones que
podamos establecer con los diferentes dominios de existencia dentro de los cuales
desarrollamos nuestras vidas. Justamente, el hecho de haber creído históricamente
que tal concepto era exclusivo del ámbito académico, y por lo tanto de dificultoso
acceso, fue quizás el condicionante que nos ha impedido relacionarnos apropiada-
mente con ella, sosteniendo a veces concepciones inmaduras sobre su significado y
creyendo, otras tantas veces, que no era cosa nuestra el aclarar “semejante idea”, tan
“irreal” y tan “alejada de nuestras vidas cotidianas” que solo nos aportaría grandes
pérdidas de tiempo y esfuerzo. ¡Gravísimo error!
Por esto es que hemos intentado identificar, desde una óptica simple, los compo-
nentes que conforman lo que –según nuestra visión- entendemos por realidad (mo-
delo MR3). Todo esto debido a la creciente necesidad de disponer de vías de acceso
Veamos ahora los otros dos conceptos que suelen “hacer pareja” con el término
desarrollo. Por usárselos de manera indistinta, desarrollo sustentable y desarrollo
sostenible, y estar dotados de una cierta aureola de indefinición y de ambigüedad,
generalmente se los entiende como sinónimos, no pudiéndose distinguir diferencias
entre uno y otro. CANUT de BON (2007, p.11, nota al pie) expresa: En la litera-
tura española se suele hablar de “Desarrollo Sostenible”, mientras que en la literatura
latinoamericana de “Desarrollo Sustentable”. Se trata en todo caso de conceptos sinóni-
mos. A pesar de tal aclaración creemos conveniente aprovechar esta situación para
diferenciar ambos términos presentando otra mirada al respecto.
Pero existe un cierto límite que, de trasponerse, el daño ocasionado sería de di-
ficultosa o costosa remediación. Denominamos a esta frontera límite de tolerancia
ambiental, traspasada la cual se entraría en una zona que podríamos denominar de
adversidad ambiental, situación en la que nos encontramos en la actualidad.
El punto de la curva de la historia, en el que se sobrepasa el límite de tolerancia
ambiental, lo ubicamos en el momento histórico de la Revolución Industrial (se-
gunda mitad del Siglo XVIII, Gran Bretaña). A partir de él, la naturaleza comienza a
ser demandada de una manera como nunca antes había sucedido. Los recursos dejan
de ser utilizados para satisfacer necesidades reales y empiezan a ser utilizados para
Existe y es plenamente vigente, en esta Argentina del siglo XXI, una Ley General
de Ambiente N° 25675 (sancionada el 6.11.2002), la cual establece determinados
presupuestos mínimos, a saber (Art. 1°):
• Prevenir los efectos nocivos que las actividades antrópicas generan sobre el
ambiente
Una pregunta final ¿Qué nos demanda el Estado Viviente para poder alcanzarlo?
Nos demanda una toma de conciencia respecto de nuestro rol en él. Demanda,
antes que nada, que sepamos diferenciarlo del gobierno (componente importante y
“cabeza” del Estado), para evitar caer en especulaciones generadas en prejuicios que
solo generan confusión, desconfianza y temor.
Nos demanda también disponer de una mirada atenta y vigilante a las decisiones
de los gobiernos para “no dejar pasar” acciones o decisiones que intentan malversar
la función política en beneficio de personajes y corporaciones y en perjuicio de la
ciudadanía.
Nos demanda participación inteligente cotidiana en aquellos dominios de reali-
dad de los cuales participamos y no solamente en los actos electorales.
Nos demanda a su vez, la necesaria predisposición y esfuerzo de comprensión
para facilitar la construcción progresiva de una identidad abarcativa que pueda con-
tener –y si no, simplemente respetar- las manifestaciones cultuales e históricas de las
diversas regiones del país, estados, provincias.
Tal cosmovisión o cosmovisiones, colectiva o colectivas, debería progresivamente
ir despejando viejos resentimientos, desconfianzas y fanatismos -que solo disminu-
Todo lo que he intentado hacer en este libro es describir mi visión sobre la vida,
sobre el Estado y sobre nuestras responsabilidades como humanos primero y como
ciudadanos luego.
Una visión que surge como consecuencia lógica de encontrarme viviendo –desde
hace muchos años- en un Estado absolutamente diferente al de mis anhelos y senti-
mientos. Anhelos compartidos con muchos de mis pares, amigos y conciudadanos
a los que he dedicado este trabajo y a los que he calificado, cariñosa y respetuosa-
mente, de ingenuos.
A lo largo del libro, con la finalidad de mejorar todo lo posible la claridad de
lo aquí expresado, he recurrido, además de la palabra escrita, al uso de modelos
visuales que he desarrollado (y continúo haciéndolo) a lo largo de varias décadas
de estudio y reflexión sobre diversos temas ubicados dentro de lo que denominé
dominios de realidad.
Independientemente de la propia visión que se expresa con ellos, los modelos
son potentes por los atributos que poseen y es mi deseo que les sean de utilidad.
Obsérvenlos una vez, otra vez, y otra, y otra, y otra. Observar regularmente algo,
produce un estado de familiaridad que facilita el aprendizaje. Son útiles. Los he
usado y son útiles. Los modelos FIC, algo más complejos, los sigo investigando y
desarrollando y –como ya dije- trabajo en los modelos FIC-22 y OMI-22.
#Participación Inteligente • 259
Hace muchos años, un amigo me calificó de utópico, pues decía “la política es el
ámbito del poder y no del deber ser”. Interiormente, me sentí dolido. Luego agradeci-
do. Tal situación me permitió reflexionar sobre el concepto de utopía y replantearlo.
Lo he desarrollado como tema pues puede ser de utilidad para muchas personas que
en la actualidad se sienten “sapos de otro pozo”.
“Los últimos serán los primeros” es una frase cargada de significados, vincula-
dos, desde cierto punto de vista, a la situación que se plantea cuando un paradigma
cambia y se afianza, pues -como todo vuelve a comenzar bajo otras reglas de juego y
otros valores diferentes de los dominantes hasta ese momento- aquellos que estaban
en el centro del paradigma vigente quedan descolocados y son los que terminan “en
la cola”. Por el contrario, los habitantes de la periferia, empiezan su lento desplaza-
miento hacia el centro del nuevo paradigma para ir llenando los huecos dejados por
los antiguos habitantes.
Estamos en una época signada por un profundo cambio de sistema, político-eco-
nómico-social. Lo estamos viendo hoy día. Nos encontramos en el umbral de un cam-
bio paradigmático de magnitud que afectará positivamente nuestras vidas, sin lugar a
dudas. Nunca el futuro pareció haber sido tan luminoso en medio de una noche tan
larga, tan oscura y tan fría. ¡Pero el sol termina saliendo! Siempre.
Aunque creo necesario recordar, a modo de cierre, que el sol ilumina solamente
a aquellos que saben acercarse a los espacios abiertos en donde –bajo cielos celestes
y transparentes- Febo asoma, alumbra y calienta.
¡Somos Vida,
Somos Natura, Somos Cultura, Somos Estado, Somos Ambiente!
¿Actuaremos en consecuencia?
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