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Reseña crítica del texto “Roles Sociales y Géneros Discursivos”

Quinteros, Mauricio Javier – DNI 40157915

Reseña crítica del texto “Roles Sociales y Géneros Discursivos” de Raúl Dorra.

En la siguiente reseña voy a tratar el tema del “lenguaje inclusivo” que tanta polémica genera hoy
en día. Para realizar dicha tarea voy a centrarme en el texto “Roles Sociales y Géneros Discursivos”
de Raúl Dorra, dicho texto fue publicado a mediados del año 2018 por los medios de comunicación
argentinos.

A modo de introducción hare referencia a algunos datos biográficos del autor. Nacido en el año
1937, en la provincia argentina de Jujuy, Raúl Dorra es un escritor, guionista y Doctor en Letras de
los más destacados del habla hispana. Estudio Literaturas Modernas en la Universidad Nacional de
Córdoba, Argentina; obtuvo la maestría y el doctorado en la UNAM. Ha sido profesor en las
universidades de Córdoba y Católica de Cuyo, fundador e investigador en el Centro de Ciencias del
Lenguaje; fundador y coordinar de la maestría en Ciencias del Lenguaje de la UAP. Para finalizar
voy a nombrar algunas de sus obras más destacadas: “Con el afán de la pagina”, “La casa y el
caracol”, “¿Leer está de moda?”, “La canción de Eleonora”, “Sobre palabras”.

Ahora, pasando a un plano más especifico del contenido del texto, el autor expresa un sentimiento
de incomodidad con la lengua al evidenciar una falta de equidad entre los roles sociales y el
género discursivo. Dicha situación lo llevó a preguntarse en por qué, para la lengua, el género
femenino resulto ser un género marcado, excluyente, y el masculino un género no marcado e
incluyente; el autor explica que esta situación llega desde el origen mismo del lenguaje, ya que al
existir dos géneros es necesario que uno de los dos incluya a otro y deduce que el predominio del
masculino sobre el femenino responde a una distribución original de los roles sociales. Pero ahora,
por primera vez en la historia, estamos ante un reclamo de igualdad universal de los roles sociales
y, por lo tanto, una igualdad en los géneros gramaticales. Dicho reclamo se presenta a través de
diferentes iniciativas como por ejemplo, en el plano de la comunicación escrita, recurrir al uso de
caracteres como @ o la consonante “x” para sugerir la concurrencia de dos géneros (l@s
compañer@s, lxs compañerxs) pero esta propuesta, al basarse de signos puramente ideográficos,
puede funcionar únicamente en la comunicación escrita pero nunca en una comunicación oral. En
cuanto a propuestas para la comunicación oral conocemos dos: por un lado crear una especie de
desdoblamiento agregando el género femenino al género masculino para establecer una suerte de
Reseña crítica del texto “Roles Sociales y Géneros Discursivos”

réplica, instituyendo así dos géneros paralelos y excluyentes; pero esta propuesta viene seguida de
dos restricciones, la primera, sostiene que no se puede llegar muy lejos siguiendo su método ya
que perturba, arruina y entorpece el dialogo, la segunda, postula que con esta opción al haber dos
géneros paralelos y cada uno excluyente cabe la posibilidad de que existan personas que no se
sientan identificadas por ninguno de los dos géneros. Por otro lado, la segunda propuesta, consiste
en habilitar la vocal “e” y utilizarla como indicadora de un género universal. Esta idea resulta
simple, práctica y económica, ya que echa mano de un único recurso, aunque suena extraña al
oído y también en la escritura, esto no impide su funcionamiento en la lengua, y puede suavizarse
y desaparecer con el hábito.

La postura del autor antes estas variantes, es que, considera que la propuesta de habilitar la “e”
para generar una concurrencia de los dos géneros es la indicada y que va a terminar imponiéndose
con el tiempo a medida que la sociedad lo vaya asimilando y habilitando.

A modo de conclusión, voy a cerrar esta reseña, con mi opinión sobre el lenguaje inclusivo y
haciendo una valoración del texto de Raúl Dorra. Generar una igualdad universal de los roles
sociales es una necesidad que debe satisfacerse con urgencia e implica que haya un cambio en los
géneros discursivos, haciendo que estos sean más abarcativos y flexibles. Este cambio, aunque
nace de un reclamo de un grupo impulsado en su mayoría por mujeres, es una responsabilidad de
toda la sociedad para poder lograr la equidad entre todas las personas que formamos parte de ella
y para lograrlo tenemos que abrir la mente, dejar de lado los prejuicios, las brechas y entender
que la persona que está al lado mío es igual que uno mismo, independientemente de su género o
cualquier sea la razón que nos haga pensar que es distinto. Habilitar la vocal “e” para abarcar no
solo los dos géneros sino también a las personas que no se sienten identificados ni por “a” ni por
“o”, es una propuesta que debería ser tenida en cuenta con mayor seriedad, ya que, mediante el
habla es que nos comunicamos y de esta manera se podría generar una mejor comunicación
evolucionando así, no solo la lengua sino también la sociedad. Respecto al texto de Raúl Dorra,
cabe destacar la importancia de saber que hay profesionales de la lengua que abalan estas
propuestas entendiendo la importancia que tienen estos reclamos. El tema del lenguaje inclusivo
no debe pasarse por alto ni mucho menos minimizar su importancia ya que el impacto que
producen es muy alto.

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