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Prospección de Aguas
Subterraneas
Docente:
Ciclo:
VI
Loja – Ecuador
2018
1 Criterios de búsqueda
1.1 Criterios climáticos
Tienen por objeto caracterizar factores cuantitativamente, tales como precipitación
(P), evapotranspiración (ET) y variaciones de la reserva de agua en el suelo (∆R).
Generalmente se cuenta con la información de una serie de datos meteorológicos
que aportan las estaciones climatológicas. Se utilizan las mediciones de temperatura
y precipitación para aplicar los métodos empíricos y semiempíricos de
determinación de la ET potencial y real. Sólo es valedero el dato que refleje fielmente
las condiciones naturales, por lo cual será necesario contrastarlo con medidas
directas en la zona de estudio. Sin este requisito, sólo es un valor orientativo de la
ET.
1.2 Criterios Hídricos
Los métodos hidrológicos de prospección deben ser tenidos en cuenta cuando las
características del área impliquen conocer el agua superficial como quebradas, ríos,
lagos, esteros, etc.
El comportamiento de un río a lo largo de su curso, puede ser influente o efluente.
Este análisis de su comportamiento permite conocer su vinculación e interrelación
con la geología circunvecina.
Con estos métodos se identifican principalmente, el tipo de curso y su caudal, a
efectos de definir su régimen. Se utiliza en este caso una estación de aforo, donde se
mide el régimen de un río a través del conocimiento de sus caudales; se suele utilizar
una variable auxiliar que simplifica la cuantificación del caudal en función de la
altura del pelo de agua del río.
Lo que aporta una cuenca a través de sus cauces, se representa en forma de
hidrograma. este es una curva que representa las variaciones, en función del tiempo,
del caudal de un río en una sección dada del mismo y puede ser considerado como
una expresión integral de las características físicas y climáticas que gobiernan las
relaciones entre precipitación y escorrentía en una cuenca determinada.
1.3 Criterios Estratigráficos.
El conocimiento de determinadas regularidades, permite pronosticar de manera
argumentada las posibilidades de la búsqueda de unos u otros acuíferos que pueden
ser extraíbles, a partir de la existencia o la ausencia de rocas. La existencia de rocas
de una edad determinada representa un factor favorable y permite esperar el
hallazgo del mineral útil correspondiente, mientras que la ausencia de dichas rocas
permite suponer con confiabilidad que no existe el acuífero.
Estos criterios también se aplican con gran resultado para resolver algunas tareas
de exploración de los acuíferos. La precisión de los límites estratigráficos en dichos
criterios, varía desde el piso hasta el horizonte o estrato (capa). Como regla general,
cada región manifiesta sus criterios estratigráficos locales que no pueden aplicarse
en otras regiones.
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Los criterios estratigráficos regionales corresponden a los períodos y etapas de su
manifestación de importancia secundaria, que se manifiestan dentro de áreas
bastante limitadas. El intervalo estratigráfico de estos criterios es más estrecho (una
serie o un piso altitudinal). Por lo tanto, los criterios regionales resultan exactos y
concretos, y sirven como base para planificar y ejecutar la búsqueda, tanto general
como detallada.
1.4 Criterios Litólogo-faciales.
Como se deduce de su nombre, relacionan mutuamente la composición y las
condiciones de formación de las rocas encajantes, de una parte, y las acumulaciones
de minerales útiles que estas pueden contener, de otra. La composición y las
propiedades de las rocas encajantes representan un criterio muy importante
también en el caso de las propiedades fisico-mecanico de las rocas (porosidad,
permeabilidad, impermeabilidad), puesto que determinan en gran parte la
localización espacial de los cuerpos minerales, la morfología y las condiciones de
yacencia de estos últimos.
Por ejemplo, los acuíferos grandes de los pequeños no se encuentran en conjunto.
Por este motivo, los criterios litólogo-faciales universales tienen que concretarse de
acuerdo con las particularidades de la constitución geológica de la región, lo que
permite establecer criterios regionales más exactos y confiables.
Como conclusión debe destacarse que los criterios litólogo-faciales, en el caso de las
acumulaciones acuíferas, son de carácter regional y local. Ellos no pueden alcanzar
importancia universal, pues en diferentes regiones, los mismos tipos de rocas se
comportan de manera totalmente distinta durante la acumulación de aguas
subterráneas, en dependencia de las condiciones geológicas concretas.
1.5 Criterios Magmáticos.
Estos criterios se basan en las relaciones que existen entre las manifestaciones de la
actividad magmática y la localización de la roca madre BED ROCK “ROCA FIRME”
origen de procesos magmáticos, presentándose diversos escudos en procesos de
creación de los acuíferos, por lo general si es que se encuentran en principio rocas
sedimentarias la denominaremos TECHO y al final rocas ígneas estas últimas las
denominaremos PISO por consiguiente se llamaran trampas o barreras de agua, de
esta forma se encontrará limitada por la superficie y el caudal interno de ésta, es
necesario también conocer a posición del nivel de erosión la zonación primaria de
dichos sedimentos, Estos factores influyen mucho en la ubicación espacial de los
acuíferos y su estudio permite delimitar más correctamente los sectores favorables
para la búsqueda. Al ser así, los sectores más favorables para organizar la búsqueda
de acuíferos son las partes entre barreras magmáticas y en el centro la roca
sedimentaria erosionada especialmente guijarros grandes; a una profundidad acce-
sible.
1.6 Criterios Estructuro-tectónicos.
Los criterios de este grupo reflejan las regularidades de la localización de los
acuíferos, en dependencia de las particularidades de la estructura del territorio
constituyéndose verdaderos escudos favorables o desfavorables de conformidad
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como se lo quiera tomar en dependencia de la gravedad y la morfología de la zona.
Según la escala, estos se subdividen en: globales, regionales y locales.
Las estructuras geológicas de escala global, son las plataformas, geosinclinales,
áreas transitorias, fallas, deslizamientos, etc. entre ellos y zonas de rift. La historia
de la evolución geológica de estas regiones más grandes, es totalmente distinta y,
por consiguiente, para cada tipo de estructuras globales son características
diferentes formaciones acuíferas.
En la actualidad las investigaciones muestran claramente que las zonas de rift,
limitan la ubicación de acuíferos.
Los criterios estructuro-tectónicos son muy importantes durante la búsqueda de
aguas subterráneas; el análisis geoestructural del territorio a estudiar, incluso el
estudio de todos los tipos de estructuras geológicas, desde las fallas más profundas,
grandes anticlinales y sinclinales, hasta pequeños pliegues, perturbaciones
disyuntivas independientes, así como la planificación y organización de los trabajos
de exploración geológica. Datos más completos sobre las estructuras locales.
1.7 Criterios Geoquímicos.
Estos criterios tienen como base el comportamiento regular de los elementos
químicos en la corteza terrestre, lo cual depende tanto de las propiedades de los
elementos como de las condiciones físico-químicas del desarrollo de los procesos
geológicos. Las regularidades geoquímicas principales que se utilizan para resolver
la filtración de agua a través de las diferentes formaciones preexistentes en la
corteza terrestre. Estos criterios GEOQUIMICOS es el resultado de los contenidos
elevados de los elementos correspondientes en las rocas, que fueron las fuentes de
las soluciones mineralizadas.
1.8 Criterios Geomorfológicos
El estudio del relieve de las regiones montañosas y la historia de su formación sirven
como base para la búsqueda de acuíferos.
Las condiciones más favorables para buscarlos, son las del relieve accidentado de
montañas moderadas con un sistema fluvial bien desarrollado. Los movimientos
tectónicos, que se reactivan más de una vez en las regiones montañosas, cambian la
posición de la base local de erosión y por consiguiente el carácter y el grado de
desarrollo del valle. En general, desde el curso anterior del río hasta su
desembocadura, se pueden distinguir las siguientes zonas consecutivas:
Zona de valles maduros del ciclo de erosión anterior.
Zona de profundización de los valles.
Zona de ensanchamiento y relleno de los valles.
Zona de valles maduros del ciclo de erosión reciente.
A cada una de estas zonas corresponden sus propios tipos de terrazas, y de valle, ya
que la delimitación de las áreas, según las etapas de desarrollo del valle, tiene mucha
importancia para la correcta organización de la búsqueda de las aguas subterráneas
en estos aluviales.