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Reciclaje colectivo de basura
(Paraná, Brasil)
Resumen
EcoLixo (Ecobasura) es un programa de recogida selectiva y
reciclaje de residuos sólidos urbanos enfocado a la
sostenibilidad, tanto ambiental como económica y social, cuyo
prinicipal elemento diferencial es proporcionar ingresos e
integración social a los recolectores informales de resíduos. Lo
novedoso de la propuesta y su impacto positivo están
legitimados por el gran aumento de la conciencia ciudadana
al respecto, así como un mayor compromiso, motivados por
campañas creativas y visitas a hogares, que han generado
colaboraciones entre los diversos actores sociales y los
sectores público y privado. Se hizo un registro de los
recogedores de basura, que fueron rebautizados como
agentes ecológicos, y se les dió formación, carritos, uniformes
y asistencia social, rehabilitando de ese manera su
autoestima y su valor como ciudadanos. Uno de los objetivos
principales de la propuesta era erradicar el trabajo infantil.
Los hijos de las familias de los basureros se incorporaron a un
gran proyecto social que incluía actividades culturales y de
ocio, situados estratégicamente en uno de los barrios más
pobres de la ciudad. Ese proyecto se llama Simplemente
ciudadanos. La construcción del Centro de Procesamiento y
Transferencia de Materiales Reciclables, Centro de
Procesamiento y Transferencia de Materiales
Reciclables (CPTMR), administrado por la Municipalidad puso
en marcha la recogida y comercialización de materiales que
traían los basureros en camiones compartimentados. Con ese
proceso, además de incrementar la recogida de residuos de
10 a 27 toneladas en sólo 6 meses, la administración ha
reducido sus costos y ha conseguido aumentar los ingresos de
los agentes ecológicos, sin olvidar, claro, la revalorización de
este sector de la economía municipal y regional. El CPTMR,
que está abierto al público, está situado cerca del centro de la
ciudad. Trabaja independientemente del sistema convencional
de recogida de basuras; el lugar está limpio y ordenado, dado
que recibe sólo residuo seco y tiene unas áreas separadas
para educación ambiental, oficinas, compartimentos
selectivos y equipo técnico.
Fechas Clave
30 de julio de 1996 — Elaboración del proyecto
Descripción
Establecimiento de prioridades
La Municipalidad lanzó un programa de investigación en
soluciones tecnológicas de bajo coste a través de alianzas
técnicas con el Instituto para el Saneamiento
Ambiental (ISAM) y la Fundación para el Desarollo Científico y
Tecnológico (FUNDETEC). Además, se desarrollaron
actividades de colaboración junto con la Universidad de
Paraná Occidental (UNIOESTE) y otras universidades locales
para encomiar a la gente a que se uniera al proceso.
La Secretaría Municipal para acción social (SAS) y
la Compañía de Transportes y Tráfico de
Cascavel (CCTT) formaron a los agentes ecológicos.
Compañías privadas como Embalagens Bacarin compraron los
carritos. La política de precios se constituyó en base a un
equilibrio entre costes operacionales y beneficios de reventa,
de modo que incrementara los ingresos de los diversos
agentes.
Movilización de recursos
El proceso de movilización de recursos tomó dos direcciones;
una: el desarrollo de soluciones tecnológicas, en asociación
con el ISAM y la FUNDETEC de bajo coste y, dos: un énfasis
mayor en la implicación de la comunidad, lo cual incluía
ingresos para los agentes ecológicos. La gestión de los
residuos se discutió y fué aprobada por el Instituto Ambiental
de Paraná (IAP), el Ministerio de Medioambiente y la
organización Pan-Americana de Salud. Los recursos
financieros se consiguieron con el presupuesto federal y con
el dinero asignado al programa municipal PASS. Con ese
dinero se contruyó el CPTMR, se compró un camión y
equipamiento: prensas hidraúlicas, triturador de vidrios, cubos
de plástico y folletos informativos. A finales del año 2000, el
programa Vivir Mejor proporcionó fondos para comprar un
camión compartimentado, 12 kits de vertido voluntario y
cubos de plástico para la recogida puerta a puerta, además
de recursos de trabajo social, tales como actividades
educativas sobre medio ambiente y salud dirigidas a los
agentes ecológicos. Para promocionar la participación de la
comunidad, se llevó a cabo un gran esfuerzo con la
orientación de la Secretaría Municipal de
Medioambiente (SEMA) junto con otras secretarías y al
proyecto Simplemente ciudadanos, que incluía estudiantes de
biología, magisterio y economía, así como a otros miembros
de la comunidad de la UNIOESTE.
Proceso
Debido a la complejidad de llevar a cabo un proyecto de
recogida selectiva de residuos que incluya una variedad de
materiales reciclables y el desafío de promover cambios de
comportamiento en la población, la Municipalidad se propuso
reclutar varias capacidades técnicas (ambientales,
económicas, sociales y educativas) tanto entre los empleados
municipales como en otros campos. La puesta en marcha de
las actividades chocaba con hábitos arraigados entre la
comunidad, sobre todo con el hecho de que la gente estaba
acostumbrada a la recogida de basuras nocturna tradicional,
que no había requerido, hasta la fecha, separación de
basuras. Se lanzó una gran campaña educativa que
aumentara la preocupación de la población por el tema,
incluyendo a los medios, la distribución de folletos, escuelas,
barrios, asociaciones, iglesias, instituciones, etc., así como
visitas puerta a puerta por 11 barrios de la ciudad: Coqueiral,
Pais, Canadá, Guarujá, Claudete, Tropical, Cristal, Parque
verde, Independencia, Bairro Militar y parte del Centro. Lo que
se pretendía al buscar la participación de la sociedad en
conjunto, de modo que estuvieran involucrados todas las
edades y todos los niveles económicos en los barrios
afectados era optimizar la responsabilidad compartida del
proyecto, que también incluía generar ingresos para los
agentes ecológicos y valorar su trabajo como socios que
merecen reconocimiento social. Para mejorar las condiciones
de sostenibilidad y mejorar los sueldos de los agentes
ecológicos, la municipalidad se concentró en generar un
proceso competitivo, fijando un precio mínimo para los
materiales recogidos, de modo que el mercado tuviera que
subir los precios. El proyecto Simplemente ciudadanos participó en
diversas iniciativas para rehabilitar los derechos como
ciudadanos de los recogedores de basura. Una prioridad era
introducir a los hijos de esas familias en el sistema escolar
formal, incluyendo actividades extraescolares y
extracurriculares, intentando que los propios niños no acaben
recogiendo basuras. Se integró a los agentes ecológicos y se
les formo para mejorar la calidad de los materiales reciclados
y sus ingresos familiares, que solían estar en peligro dado que
estaban explotados en el mercado monopolizado e
incontrolado. Uno de los problemas en estos momentos es
que hay el triple de recolectores de basura informales que los
registrados como agentes ecológicos, dado que no hay
suficiente dinero para comprar más carritos y uniformes. Los
carritos cuestan aproxidamente unos 100$ y de hecho solo
100 fueron donados por compañías privadas al principio de
2000. Actualmente hay un total de 300 recogedores de
basura y una demanda acumulada inmediata de 100 carritos
más. La Asociación de Agentes Ecológicos está actualmente
en fase de discusión y de estructuración. Se está debatiendo
la posibilidad de transformar la Asociación en una
cooperativa, con el apoyo de las Secretarías de
Medioambiente y Acción Social, aunque respetando la
autonomía de los agentes ecológicos y siempre tratando de
aumentar su capacidad para gobernar sus propias decisiones.
Resultados obtenidos
Desde que se inició la recogida colectiva de residuos sólidos,
hace poco más de un año, la vida útil del vertedero ha
aumentado en un 4%. El objetivo es alcanzar un aumento del
10%. La cantidad de residuos sólidos generados en la región
se redujo en un 2% a través de la recogida selectiva de
EcoBasura, lo cual corresponde al 3,3% de toda la basura
recogida a diario. El volumen de material reciclable recogido
en el CPTMR se incrementó significativamente, del orden de
2,7 veces: de 10.000kg en febrero de 2001 a 37.432 en
agosto de 2001. Los materiales han sido comercializados para
varios destinos, dependiendo de la demanda, pero
básicamente a empresas de reciclaje de la región. Otro
impacto observado ha sido la apertura de tres nuevas
compañías de reciclaje, que han generado nuevos empleos y
volumen de negocios, que añaden valor a la Municipalidad. La
compraventa de material reciclable en el CPTMR está abierta
a todos los recogedores de basura, incluídos los que no están
registrados en la Secretaría de Acción Social como agentes
ecológicos. La Municipalidad tiene registrados a unos 100
agentes ecológicos y 300 recogedores informales que reciben
los principales beneficios del proyecto EcoBasura;
básicamente ingresos familiares e integración social.
El CPTMR es accesible, dado que se encuentra en el centro de
la ciudad y además ofrece un panecillo y leche de soja a los
recolectores en el momento de entregar la basura. Todas las
escuelas municipales lo han visitado, y allí les ha recibido la
División de Educación Ambiental con charlas y una
explicación sobre cómo funciona el centro.
Sostenibilidad
Los fondos para pagar el programa EcoBasura provienen de
los impuestos municipales de recogida de basura y de la
venta de los materiales reciclados, generando un retorno
financiero que mantiene el proyecto. La Municipalidad optó
por una sostenibilidad basada en la acción social y ambiental,
con un impacto directo en el mercado local de materiales
reciclados, que fue presionado mediante la subida de los
precios que se pagaban a los agentes ecológicos.
El CPTMR fija un precio mínimo para unos cuantos materiales,
lanzando de ese modo un proceso de competencia de precios
con los intermediarios.
Lecciones aprendidas
Han surgido unos cuantos problemas desde el primer diseño
del proyecto en 1996 hasta su realización en 2000 y se deben
de tener en cuenta, tanto para nuevos proyectos como para
una ampliación de este programa.
Transferibilidad
Como consecuencia de sus buenos resultados, esta práctica
ha tenido gran repercusión; ha sido visitada por los
responsables de medio ambiente de otras localidades de la
región, de otros estados de Brasil, e incluso de otros países.
Un estudio de la Secretaría de Medioambiente reflejaba visitas
de 30 municipios, entre ellos Maringa, Cambão, Londrina, Foz
do Iguaçu, Marechal Cándido Rondon, Guarapuava y
Umuarama del estado de Paraná, Tangará da Serra del estado
de Mato Grosso y Amambai y Dourados del estado de Mato
Grosso do Sul. Las municipalidades que han repetido la
experiencia de recogida selectiva de basuras y que han
instalado Centros para el Procesamiento y Transferencia de
Materiales Reciclables fueron Sorriso y Primavera do Leste,
que están ambos en el estado de Mato Grosso.