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Derecho Procesal Administrativo

INTRODUCCION

El Presente trabajo tiene como fin desdoblar y dar a conocer los principales principios
del procedimiento administrativo, relacionarlos con el campo procedimental del
derecho administrativo y por ende situarnos en algunas casuísticas donde fueron
aplicados dichos principios.

Sin embargo lo más trascendente que aporta la ley que 27444 es que ve el
procedimiento administrativo desde la óptica del administrado en tanto que las
anteriores disposiciones normativas veía el procedimiento desde la óptica de la
autoridad. El enfoque que se tenga del procedimiento es de vital importancia. Si
entendemos que el procedimiento busca excitar la facultad declarativa de la
administración para obtener un derecho, una concesión o presentar una legítima
oposición entonces pueden concluir que el procedimiento debe contener el mayor
número de garantías y facilidades para el administrado, cuanto más si este no tiene la
condición de súbdito sino el de generador originario del poder con que se ha investido
a la administración. El D.S. 006-67-SC (21 Noviembre de 1967) Reglamento de
Normas Generales de Procedimientos Administrativos fue el primer dispositivo que
disciplinó el procedimiento administrativo en el Perú, este texto señalaba que los
principios del procedimiento tres: era Celeridad, Simplicidad y Eficacia (art. 34), lo cual
puede traducirse como: rápido, sencillo, y eficiente; la pregunta lógica que nos
hacemos todos es ¿Para qué? Indudablemente para los fines del Estado, o para la
voluntad de la autoridad que lo encarna, también introdujo, entre otros, la facultad Pro
Actione del instructor, el principio de la Doble Instancia y la Doble Vía, entre otros, los
cuales estaban contenidos en el articulado de la norma legal.

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Derecho Procesal Administrativo
PRINCIPIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

1. El PRINCIPIO DE LEGALIDAD

El principio de Legalidad es sin lugar a dudas el principio más importante del derecho
administrativo puesto que establece que las autoridades administrativas y en general
todas las autoridades que componen el Estado deben actuar con respeto a la
Constitución, la Ley y el derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de
acuerdo con los fines para los que fueron conferidas dichas facultades.
Esto implica, en primer lugar, que la Administración se sujeta especialmente a la Ley,
entendida como norma jurídica emitida por quienes representan a la sociedad en su
conjunto, vale decir, el Parlamento. Lo que ocurre es que en el Estado de Derecho se
ubica a la Administración como esencialmente ejecutiva, encontrando en la Ley su
fundamento y el límite de su acción. Es una Administración sometida al derecho,
aunque la misma está habilitada para dictar reglas generales “reglamentos
fundamentalmente”, éstas están subordinadas a la ley.
COMENTARIO:
Este principio de Legitimidad, denominado modernamente como “vinculación positiva
de la Administración a la Ley”, exige que la certeza de validez de toda acción
administrativa dependa de la medida en que pueda referirse a un precepto jurídico o
que, partiendo desde este, pueda derivársele como su cobertura o desarrollo
necesario. El marco jurídico para la administración es un valor indispensable,
irrenunciable ni transigible
El principio de legalidad se divide por otra parte, en tres elementos esenciales e
indisolubles: la legalidad formal, que exige el sometimiento al procedimiento y a las
formas; la legalidad sustantiva, referente al contenido de las materias que le son
atribuidas, constitutivas de sus propios límites de actuación; y la legalidad que obliga al
cumplimiento de los fines que el legislador estableció, en forma tal que la actividad
administrativa es una actividad funcional.
Pero el deber de legalidad no se agota con el cumplimiento de lo dispuesto por las
normas jurídicas jerárquicamente superiores a las administrativas, porque
proyectándose más allá, la doctrina también incluye en sus alcances a:
- La obligación de mantener respeto sobre ciertos tópicos que objetivamente
solo pueden ser normados por leyes y no por disposiciones administrativas o
reglamentarias. Se trata de la conocida reserva legal, que existe en favor de la
función legislativa en materia de limitación de derechos constitucionales, de
régimen de infracciones y el régimen de tributos.
- La regla menos conocida de la “inderogabilidad singular de las normas
reglamentarias”

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Derecho Procesal Administrativo

CASUISTICA:

EXP. N.° 00452-2012-PA/TC


LIMA
COMERCIAL DEL ACERO S.A.
(COMASA)

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 18 días del mes de julio de 2012, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Beaumont Callirgos, Mesía Ramírez
y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por Comercial del Acero S.A.


contra la resolución expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, de fojas 1716, su fecha 13 de octubre de 2011, que declaró improcedente la
demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 8 de abril de 2011, la Sociedad demandante interpone demanda de


amparo contra la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) y el
Procurador Público del Ministerio de Economía y Finanzas, solicitando como
pretensiones principales que: i) se declare inconstitucional el método de análisis del
producto utilizado por la Administración Tributaria para determinar si los productos
importados de acero se encuentran aleados con boro; ii) se le devuelva los montos de
aranceles ejecutados o retenidos como consecuencia de la aplicación del método
cuestionado, con sus respectivos intereses, así como que se ordene la abstención de
cualquier intento de cobrar una suma vinculada a los hechos de la demanda; y iii) se
declare la sustracción de la materia de todos los procesos contenciosos
administrativos que inició para impugnar los actos administrativos que le imponían el
pago de un arancel incorrecto por la aplicación arbitraria del método cuestionado.
Asimismo, solicita como pretensión accesoria que se le ordene a la Administración
Tributaria que declare de oficio la nulidad de todos los procedimientos administrativos
en los que utilizó el método cuestionado.

Señala que la Administración Tributaria utiliza el método de análisis del


producto para determinar el porcentaje de boro (0.0008%) presente en los productos
importados de acero y concluir que estos se encuentran aleados con boro, a pesar de
que no es el método adecuado, por cuanto el boro se segrega y no se distribuye de
manera homogénea cuando se solidifica el acero, siendo el método adecuado para
determinar el porcentaje de boro el de la colada o de cuchara. Considera que la
utilización del método cuestionado ha vulnerado su derecho al debido procedimiento
administrativo, específicamente los principios de legalidad de los actos administrativos,
de verdad material e impulso de oficio.

El Tercer Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 18 de


abril de 2011, declaró improcedente la demanda, por considerar que la Sociedad
demandante no agotó la vía administrativa; que es incompetente para conocer la
demanda en tanto que la Sociedad demandante pretende la declaración de

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Derecho Procesal Administrativo
inconstitucionalidad de un procedimiento previsto en la ley, debiendo interponerse la
respectiva demanda de inconstitucionalidad; y porque el caso plantea una controversia
compleja que requiere de actividad probatoria.

Con fecha 9 de setiembre de 2011, el Procurador Público Ad Hoc de la SUNAT


se apersonó al proceso, delegó facultades y solicitó que se le conceda el uso de la
palabra para que en la audiencia del 13 de octubre de 2011 manifieste su posición
sobre la demanda. Mediante la resolución de fecha 15 de setiembre de 2011, obrante
a fojas 1706, se le concedió el uso de la palabra.

Después de realizada la audiencia de la vista de la causa, en la que la SUNAT


participó y ejerció su derecho de defensa, la Sala revisora confirmó la apelada, por los
mismos fundamentos.

FUNDAMENTOS

17. Como se observa, la extracción de muestras para la realización del


correspondiente análisis del producto se encuentra limitado por su naturaleza, por lo
que la actuación persistente de la Administración Tributaria de utilizar arbitrariamente
un método de análisis inadecuado para los productos de acero importados por la
Sociedad demandante, generó un error al momento de clasificarlos en una subpartida
arancelaria, situación que genera no sólo la infracción del principio de legalidad
administrativa, reconocido en el inciso 1.1 del artículo IV del TP de la LPAG (Ley N°
27444), sino también la vulneración del principio de interdicción de la arbitrariedad,
inherente a los postulados esenciales de un Estado constitucional democrático y a los
principios y valores que la propia Constitución incorpora. En conclusión, esta potestad
con que cuenta la Administración Tributaria no es absolutamente discrecional, por lo
que la inexactitud de los hechos y los argumentos de derecho sobre los que ésta fundó
sus decisiones constituyen actos arbitrarios, que justifican que se declare la nulidad de
sus procedimientos administrativos.

HA RESUELTO

1. Declarar FUNDADA la demanda, por haberse acreditado la violación del


principio de interdicción de la arbitrariedad, así como de los derechos al debido
procedimiento administrativo y a la propiedad privada de la sociedad demandante;
en consecuencia:
a) NULAS las resoluciones de la Administración Tributaria y los demás actos
administrativos, donde se hayan utilizado el método o análisis del producto;
b) La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria debe abstenerse
de realizarle a la demandante nuevamente la verificación del porcentaje de
boro con que cuenta el acero a través del método del producto.
c) La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria debe devolver a
Comercial del Acero S.A. los pagos efectuados en exceso por aranceles, en los
procedimientos administrativos relacionados con la importación de productos
de acero aleados con boro y la aplicación del método de análisis del producto,
con los intereses respectivos; así como el abono de los costos del proceso.
d) La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria debe abstenerse
de cobrarle o ejecutarle a Comercial del Acero S.A. cualquier título valor que
garantice el pago de los aranceles incorrectamente clasificados.

2. ORDENAR a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria que, en


lo sucesivo, en el Procedimiento “Reconocimiento Físico - Extracción y Análisis de
Muestras” para comprobar que el producto importado de acero es aleado con boro

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Derecho Procesal Administrativo
no utilice el método de análisis del producto, sino el método de análisis de la
colada o de cuchara.

3. ORDENAR que se remita copia certificada de la sentencia de autos a los


órganos jurisdiccionales señalados en el fundamento 23, supra, a fin de que estos
actúen de conformidad con lo dispuesto en el tercer párrafo del artículo VI del
Título Preliminar del CPConst. y en la Primera Disposición General de la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional al momento de resolver los procesos
contenciosos administrativos iniciados por la sociedad demandante.

Publíquese y notifíquese.

2. EL DEBIDO PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO


El principio del debido procedimiento señala que los administrados gozan de todos los
derechos y garantías inherentes al denominado debido proceso adjetivo o procesal, el
mismo que comprende el derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y producir
pruebas y a obtener una decisión motivada y fundada en derecho. De otro lado, y dada
la autonomía del derecho administrativo procesal, la regulación propia del Derecho
Procesal Civil es aplicable al principio de debido procedimiento sólo en cuanto sea
compatible con el régimen administrativo y de manera supletoria
El principio que venimos describiendo, es tributario a su vez de uno más amplio y
complejo, que es el del debido proceso en sede administrativa. Dicho principio
constituye un derecho fundamental conforme lo establecido por reiterada
jurisprudencia del Tribunal Constitucional y constaría por lo menos de los siguientes
elementos:
a- Derecho a ser oído: Antes y después del acto administrativo. La Administración
no puede decidir sin escuchar a la parte interesada o sin darle la posibilidad de
expresarse sobre el mérito de la decisión. Este derecho se manifiesta, por
ejemplo, en el derecho a pedir vista de las actuaciones, es decir, poder
observar el estado del procedimiento en cualquier momento.
b- Derecho a ofrecer y producir pruebas: La prueba constituye la actividad
material dirigida a determinar la veracidad de los hechos respecto la cuestión
planteada por la autoridad administrativa o por el administrado. Los particulares
tienen derecho a ofrecer y producir las pruebas que consideren pertinentes, las
cuales se sumarán a las producidas y obtenidas de oficio. La Administración no
puede negarse a hacer efectiva la prueba ofrecida por el particular, salvo en
casos excepcionales y cuando la prueba sea claramente irrazonable, debiendo
fundamentar su rechazo.
c- Derecho a una decisión fundada: Este derecho se relaciona con el requisito
esencial de motivación del acto administrativo, es decir que la decisión
administrativa debe expresar los fundamentos que llevan a la emisión del acto.
Caso contrario, resultaría muy complicado que el administrado pueda
defenderse de lo resuelto por la administración si ello le perjudicase. Es por ello
que la falta de motivación acarrea la nulidad del acto administrativo.
d- Derecho al plazo razonable: Los administrados tienen derecho a que el
procedimiento sea resuelto en un plazo que permita una defensa adecuada a
sus intereses. La plasmación del derecho al plazo razonable se encuentra,
entre otras instituciones, en el silencio administrativo y en la institución de la

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Derecho Procesal Administrativo
queja administrativa; y tiene una estrecha relación con el principio de celeridad,
al cual aludiremos más adelante. (Napurí)

COMENTARIO:
El Principio del debido procedimiento es la aplicación en sede administrativa de una
regla esencial de convivencia en un estado de derecho, para los efectos prácticos,
debemos tener en cuenta que este derecho tiene tres niveles concurrentes de
aplicación:
Como derecho al procedimiento administrativo. - Una primera dimensión de este
derecho implica afirmar que todos los administrados tienen el derecho a la existencia
de un procedimiento administrativo previo a la producción de las decisiones
administrativas que les conciernan. Correlativamente, la Administración tiene el deber
de producir sus decisiones mediante el cumplimiento de las reglas que conforman el
procedimiento, de modo que es flagrantemente violatorio de este principio, la
producción de actos administrativos de plano o sin escuchar a los administrados, no es
válido afirmar que con la recurrencia del administrado luego del acto, recién se iniciara
el procedimiento, sino que por el contrario desde su origen mismo debe dar la
oportunidad para su participación útil.
Como derecho a la no desviación de los fines del procedimiento administrativo. - una
segunda dimensión de este derecho implica afirmar que los administrados tienen el
derecho a la no desviación del procedimiento administrativo. Aquí no solo se trata del
derecho a que la administración procedimentalice sus decisiones, sino que cuando
aplique un procedimiento administrativo, lo haga con el objetivo de producir los
resultaos esperados y no otros. Lamentablemente es común que la administración
para eludir ciertas formalidades o para suprimir ciertas garantías, recurre al
procedimiento reservado para otros supuestos o fines a los perseguidos en el caso
concreto disimulando el contenido real del acto bajo una falsa apariencia.
Como derecho a las garantías del procedimiento administrativo. - Finalmente, la
dimensión más conocida del derecho al debido proceso, comprende una serie de
derechos que forman parte de un estándar mínimo de garantías para los
administrados, que a grandes rasgos implican la aplicación a la sede administrativa de
los derechos concebidos originariamente en la sede de los procesos jurisdiccionales.
Por lo general se suelen desprender, las siguientes sub principios esenciales: el
contradictorio, el derecho a la defensa, el derecho a ser notificado, el acceso al
expediente, el derecho de audiencia, el derecho a probar, ente otros. Con acierto el
tribunal constitucional ha establecido que “el debido proceso administrativo supone en
toda circunstancia el respeto por parte de la administración pública de todos aquellos
principios y derechos normalmente invocados en el ámbito de la jurisdicción común y
especializada y a los que se refiere el artículo 139 de la Constitución del estado. Tales
directrices o atributos en el ámbito administrativo general normalmente se encuentran
reconocidos por conducto de la ley a través de los diversos procedimientos de defensa
o reconocimiento de derechos y situaciones jurídicas, por lo que su transgresión
impone como correlato su defensa constitucional por conducto de acciones
constitucionales como la presente.

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Derecho Procesal Administrativo
CASUISTICA:
EXP. N.° 01329-2010-PA/TC
SANTA
AMADOR
FLORES TARAZONA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 26 días del mes de abril de 2011, la Sala Primera del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Beaumont Callirgos, Eto Cruz y Urviola
Hani, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Amador Flores Tarazona


contra la sentencia expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
del Santa, de fojas 159, su fecha 19 de enero de 2010, que declara infundada la
demanda de amparo de autos.

ANTECEDENTES

El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización


Previsional (ONP) solicitando que se restituya el pago de la pensión que viene
percibiendo desde el 3 de abril de 2006, más devengados e intereses.

La emplazada contesta la demanda señalando que en ejercicio de su facultad


de fiscalización posterior, determinó que en el caso del actor existían indicios de
adulteración de los documentos que sustentaron el otorgamiento de la pensión de
jubilación, por lo que se le suspendió la pensión.

El Juzgado Civil Transitorio de Chimbote, con fecha 29 de septiembre de 2009,


declara fundada la demanda, sosteniendo que la resolución que dispone la suspensión
de pago de la pensión del actor no se sustenta en un mandato judicial o en la
autorización expresa del pensionista.

La Sala Superior competente, revocando la apelada, declara infundada la


demanda, estimando que la entidad demandada se encuentra facultada para
suspender el pago de la pensión de jubilación del demandante.

FUNDAMENTO

6. Por tanto, la motivación de los actos administrativos constituye una


garantía constitucional del administrado que busca evitar la arbitrariedad de
la Administración al emitir actos administrativos. En ese sentido, la Ley
27444, Ley del Procedimiento Administrativo General, en el artículo IV del
Título preliminar establece que el debido procedimiento es uno de los
Principios del procedimiento administrativo. En atención a este, se
reconoce que "Los administrados gozan de todos los derechos y garantías
inherentes al debido procedimiento administrativo, que comprende el
derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y producir pruebas y a
obtener una decisión motivada y fundada en derecho".

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Derecho Procesal Administrativo

HA RESUELTO

1. Declarar FUNDADA la demanda al haberse acreditado la vulneración de los


derechos a la pensión y a la debida motivación de los actos administrativos; en
consecuencia, NULA la Resolución 1142-2008-ONP/DSO.SI/DL 19990.

2. Reponiendo las cosas al estado anterior a la vulneración, ordena a la


emplazada que cumpla con restituir el pago de las prestaciones pensionarias del
demandante, suspendidas desde 2008-12, conforme a los fundamentos de la
presente sentencia, con el abono de los reintegros, los intereses legales y los
costos procesales.

3. EXHORTA a la ONP a investigar en un plazo razonable los casos de indicios de


adulteración de documentos, a fin de determinar fehacientemente si existió fraude
en el acceso a la pensión.

Publíquese y notifíquese.

3. EL PRINCIPIO DE IMPULSO DE OFICIO


El principio de impulso de oficio o de oficialidad, según parte de la doctrina - implica
que las autoridades administrativas deben dirigir e impulsar de oficio el procedimiento
y ordenar la realización o práctica de los actos que resulten convenientes para el
esclarecimiento y resolución de las cuestiones necesarias. La continuidad del
procedimiento no depende del administrado, sino de la autoridad administrativa. Dicho
principio, que es congruente con la doctrina y el derecho comparado, tiene su origen
en el carácter inquisitorial o inquisitivo del procedimiento administrativo que a su vez
se origina en la concepción de interés general que anima a la Administración Pública.
La satisfacción de dicho interés se da de manera directa a través de la tramitación del
procedimiento, sea cual sea la naturaleza del mismo, y que siempre es dirigido por la
autoridad administrativa.

La norma señala que la autoridad competente, aun sin pedido de parte, debe
promover toda actuación que fuese necesaria para su tramitación, así como superar
cualquier obstáculo que se oponga a la regular tramitación del procedimiento. Además,
deberá determinar la norma aplicable al caso aun cuando no haya sido invocada o
fuere errónea la cita legal, de manera similar a lo que ocurre en sede judicial; así como
evitar el entorpecimiento o demora a causa de diligencias innecesarias o meramente
formales, adoptando las medidas oportunas para eliminar cualquier irregularidad
producida

COMENTARIO:
A las autoridades corresponde impulsar, dirigir y ordenar cualquier procedimiento
administrativo sometido a su competencia hasta esclarecer las cuestiones
involucradas, aun cuando se trate de procedimientos iniciados por el administrado o

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Derecho Procesal Administrativo
por la propia entidad. Queda excluido el principio procesal dispositivo propio de los
procesos judiciales. Ahora bien, el deber de oficialidad no excluye la posibilidad de
impulso propio, de colaboración o de gestión de que goza el administrado para
promover el trámite.
El fundamento de deber de oficialidad aparece en la necesidad de satisfacer el interés
público inherente, de modo directo o indirecto, mediato o inmediato, en todo
procedimiento administrativo. De ahí que, resulte indispensable no dejar librada a la
voluntad de los administrados concurrentes al procedimiento, el impulso según su
mayor o menor interés en obtener una resolución certera, inmediata, pronta o diferida,
por el contrario, exige a la parte llamada a servir el interés público (Administración), la
función de impulsarlo, en todos sus aspectos, independientemente del interés que
puedan mostrar los administrados.

CASUISTICA:

EXP. N.° 00452-2012-PA/TC


LIMA
COMERCIAL DEL ACERO S.A.
(COMASA)

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 18 días del mes de julio de 2012, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Beaumont Callirgos, Mesía Ramírez
y Eto Cruz, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por Comercial del Acero S.A.


contra la resolución expedida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima, de fojas 1716, su fecha 13 de octubre de 2011, que declaró improcedente la
demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 8 de abril de 2011, la Sociedad demandante interpone demanda de


amparo contra la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT) y el
Procurador Público del Ministerio de Economía y Finanzas, solicitando como
pretensiones principales que: i) se declare inconstitucional el método de análisis del
producto utilizado por la Administración Tributaria para determinar si los productos
importados de acero se encuentran aleados con boro; ii) se le devuelva los montos de
aranceles ejecutados o retenidos como consecuencia de la aplicación del método
cuestionado, con sus respectivos intereses, así como que se ordene la abstención de
cualquier intento de cobrar una suma vinculada a los hechos de la demanda; y iii) se
declare la sustracción de la materia de todos los procesos contenciosos
administrativos que inició para impugnar los actos administrativos que le imponían el
pago de un arancel incorrecto por la aplicación arbitraria del método cuestionado.
Asimismo, solicita como pretensión accesoria que se le ordene a la Administración

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Derecho Procesal Administrativo
Tributaria que declare de oficio la nulidad de todos los procedimientos administrativos
en los que utilizó el método cuestionado.

Señala que la Administración Tributaria utiliza el método de análisis del


producto para determinar el porcentaje de boro (0.0008%) presente en los productos
importados de acero y concluir que estos se encuentran aleados con boro, a pesar de
que no es el método adecuado, por cuanto el boro se segrega y no se distribuye de
manera homogénea cuando se solidifica el acero, siendo el método adecuado para
determinar el porcentaje de boro el de la colada o de cuchara. Considera que la
utilización del método cuestionado ha vulnerado su derecho al debido procedimiento
administrativo, específicamente los principios de legalidad de los actos administrativos,
de verdad material e impulso de oficio.

El Tercer Juzgado Especializado en lo Constitucional de Lima, con fecha 18 de


abril de 2011, declaró improcedente la demanda, por considerar que la Sociedad
demandante no agotó la vía administrativa; que es incompetente para conocer la
demanda en tanto que la Sociedad demandante pretende la declaración de
inconstitucionalidad de un procedimiento previsto en la ley, debiendo interponerse la
respectiva demanda de inconstitucionalidad; y porque el caso plantea una controversia
compleja que requiere de actividad probatoria.

Con fecha 9 de setiembre de 2011, el Procurador Público Ad Hoc de la SUNAT


se apersonó al proceso, delegó facultades y solicitó que se le conceda el uso de la
palabra para que en la audiencia del 13 de octubre de 2011 manifieste su posición
sobre la demanda. Mediante la resolución de fecha 15 de setiembre de 2011, obrante
a fojas 1706, se le concedió el uso de la palabra.

Después de realizada la audiencia de la vista de la causa, en la que la SUNAT


participó y ejerció su derecho de defensa, la Sala revisora confirmó la apelada, por los
mismos fundamentos.

FUNDAMENTOS

20. En cuanto al principio de impulso de oficio, cabe enfatizar que el inciso 1.3 del
artículo IV del TP de la LPAG (Ley N° 27444) prescribe que es deber de la
Administración ordenar la realización o práctica de actos que resulten convenientes
para el esclarecimiento y resolución de las cuestiones necesarias. Este Colegiado
considera que, ante cuestiones tan técnicas y especializadas como las suscitadas en
autos, debe recurrirse al auxilio de entes especializados sobre la materia y no sólo
fundamentarse la decisión en medios probatorios de parte (boletines químicos
emitidos por el Laboratorio Central de Aduanas).
HA RESUELTO

1. Declarar FUNDADA la demanda, por haberse acreditado la violación del


principio de interdicción de la arbitrariedad, así como de los derechos al debido
procedimiento administrativo y a la propiedad privada de la sociedad demandante;
en consecuencia:
a) NULAS las resoluciones de la Administración Tributaria y los demás actos
administrativos, donde se hayan utilizado el método o análisis del producto;

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Derecho Procesal Administrativo
b) La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria debe abstenerse
de realizarle a la demandante nuevamente la verificación del porcentaje de
boro con que cuenta el acero a través del método del producto.
c) La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria debe devolver a
Comercial del Acero S.A. los pagos efectuados en exceso por aranceles, en los
procedimientos administrativos relacionados con la importación de productos
de acero aleados con boro y la aplicación del método de análisis del producto,
con los intereses respectivos; así como el abono de los costos del proceso.
d) La Superintendencia Nacional de Administración Tributaria debe abstenerse
de cobrarle o ejecutarle a Comercial del Acero S.A. cualquier título valor que
garantice el pago de los aranceles incorrectamente clasificados.

2. ORDENAR a la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria que, en


lo sucesivo, en el Procedimiento “Reconocimiento Físico - Extracción y Análisis de
Muestras” para comprobar que el producto importado de acero es aleado con boro
no utilice el método de análisis del producto, sino el método de análisis de la
colada o de cuchara.

3. ORDENAR que se remita copia certificada de la sentencia de autos a los


órganos jurisdiccionales señalados en el fundamento 23, supra, a fin de que estos
actúen de conformidad con lo dispuesto en el tercer párrafo del artículo VI del
Título Preliminar del CPConst. y en la Primera Disposición General de la Ley
Orgánica del Tribunal Constitucional al momento de resolver los procesos
contenciosos administrativos iniciados por la sociedad demandante.

Publíquese y notifíquese.

4. PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD
El principio de razonabilidad implica que las decisiones de la autoridad administrativa,
cuando crean obligaciones, califiquen infracciones, impongan sanciones, o
establezcan restricciones a los administrados, es decir, respecto a los denominados
actos de gravamen, deben adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida y
manteniendo la debida proporción entre los medios a emplear y los fines públicos que
deba tutelar, a fin de que respondan a lo estrictamente necesario para la satisfacción
de su cometido.
La razonabilidad, en sentido estricto, implica que los fines perseguidos por la limitación
a los intereses de los administrados sean válidos y legítimos en un Estado de
Derecho. Si los fines de dichos actos de gravamen tienen por finalidad justificar un
comportamiento arbitrario, autoritario o discriminatorio por parte de la Administración
Pública es evidente que la misma viola el principio de preferencia por los derechos
fundamentales y deviene en inconstitucional.

COMENTARIO:
El principio de razonabilidad ha sido concebido por la comisión, como una regla
particularizada para las decisiones de gravamen sobre los administrados, ya que se
entiende que estas medidas convergen en afectación admitidas sobre los derechos y
bienes de los administrados.

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Derecho Procesal Administrativo
En tal sentido, teniendo como ámbito protector a la persona humana y arbitrando
razonablemente con el interés público, la ley mediante este principio da una pauta
fundamental a la autoridad que tiene la competencia para producir actos de gravamen
contra los administrados: producirla de manera legítima, justa y proporcional.
La norma contempla que para cumplir con el principio de razonabilidad una disposición
de gravamen (por ejemplo, una sanción administrativa, la ejecución de acto, la
limitación de un derecho, etc.) debe cumplir con:
Adoptarse dentro de los límites de la facultad atribuida. Esto es, cumplir y no
desnaturalizar la finalidad para la cual fue acordada la competencia de emitir el acto de
gravamen.
Mantener la proporción entre los medios y fines. Quiere decir que la autoridad al
decidir el tipo de gravamen a emitir o entre los diversos grados que una misma nación
puede conllevar, no tiene plena discrecionalidad para la opción, sino que debe optar
por aquella que se proporcional a la finalidad perseguida por la norma legal.

CASUISTICA:
EXP. N.° 2192-2004-AA /TC
TUMBES
GONZALO ANTONIO
COSTA GÓMEZ Y
MARTHA ELIZABETH
OJEDA DIOSES

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 11 días del mes de octubre de 2004, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, con la asistencia de los magistrados Alva Orlandini, Gonzales
Ojeda y García Toma, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso extraordinario interpuesto por don Gonzalo Antonio Costa Gómez y


doña Martha Elizabeth Ojeda Dioses contra la resolución de la Sala Especializada en
lo Civil de Tumbes, de fojas 122, su fecha 7 de mayo de 2004, que declaró
improcedente la acción de amparo de autos.

ANTECEDENTES

Los recurrentes, con fecha 19 de diciembre de 2003, interponen acción de


amparo contra el alcalde de la Municipalidad Provincial de Tumbes, con el objeto de
que se declare sin efecto la Resolución de Alcaldía N.° 1085-2003-ALC-MPT, de fecha
16 de diciembre de 2003, que les impuso la sanción de destitución de sus puestos de
trabajo. Afirman que la Comisión Permanente de Procesos Administrativos
Disciplinarios de la Municipalidad Provincial de Tumbes no cumplió con realizar una
investigación imparcial para determinar su responsabilidad en unas faltas
administrativas que se les imputa, y que, además, ignoró los resultados de las
investigaciones policiales referidas a los mismos hechos y en la cual se descarta su
responsabilidad penal. Manifiestan que con ello, se vulneraron sus derechos
constitucionales a la igualdad ante la ley, a la legítima defensa, a la libertad de trabajo
y al debido proceso.

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Derecho Procesal Administrativo

La Municipalidad demandada manifiesta que mediante las Resoluciones de


Alcaldía N.º 1024-2003-MPT-ALC y 1025-2003-MPT-ALC, de fecha 24 de noviembre
de 2003, se les instauró proceso administrativo disciplinario a los recurrentes y que, al
ser notificados con dichas resoluciones, presentaron sus descargos, ejerciendo en
consecuencia su derecho de defensa. Agrega que la sanción fue interpuesta como
resultado de dicho proceso, en el cual se recomendó sus destituciones en razón de la
gravedad de las faltas cometidas y del daño patrimonial ocasionado a la entidad,
siendo la Resolución de Alcaldía N.° 1085-2003-ALC-MPT la que acoge dicha
recomendación y dispone, definitivamente y en última instancia, la culminación de sus
respectivos vínculos laborales.

El Primer Juzgado Especializado en lo Civil de Tumbes, con fecha 15 de marzo


de 2004, declaró fundada la demanda, por considerar que los hechos materia de
sanción disciplinaria y la responsabilidad de los actores no está debidamente probada,
por lo que la duda favorece al trabajador, estimando también que la resolución
cuestionada no toma en cuenta principios de razonabilidad y proporcionalidad respecto
a la falta cometida.

La recurrida, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda,


estimando que los hechos debatidos no pueden ser resueltos en la vía constitucional
de amparo, por carecer de etapa probatoria.

FUNDAMENTO
El principio de proporcionalidad en el derecho administrativo sancionador

15. El principio de razonabilidad o proporcionalidad es consustancial al Estado Social


y Democrático de Derecho, y está configurado en la Constitución en sus artículos
3º y 43º, y plasmado expresamente en su artículo 200°, último párrafo. Si bien la
doctrina suele hacer distinciones entre el principio de proporcionalidad y el
principio de razonabilidad, como estrategias para resolver conflictos de principios
constitucionales y orientar al juzgador hacia una decisión que no sea arbitraria sino
justa; puede establecerse, prima facie, una similitud entre ambos principios, en la
medida que una decisión que se adopta en el marco de convergencia de dos
principios constitucionales, cuando no respeta el principio de proporcionalidad, no
será razonable. En este sentido, el principio de razonabilidad parece sugerir una
valoración respecto del resultado del razonamiento del juzgador expresado en su
decisión, mientras que el procedimiento para llegar a este resultado sería la
aplicación del principio de proporcionalidad con sus tres subprincipios: de
adecuación, de necesidad y de proporcionalidad en sentido estricto o ponderación.
17. En efecto, es en el seno de la actuación de la Administración donde el principio de
proporcionalidad cobra especial relevancia, debido a los márgenes de discreción
con que inevitablemente actúa la Administración para atender las demandas de
una sociedad en constante cambio, pero también, debido a la presencia de
cláusulas generales e indeterminadas como el interés general o el bien común,
que deben ser compatibilizados con otras cláusulas o principios igualmente
abiertos a la interpretación, como son los derechos fundamentales o la propia
dignidad de las personas. Como bien nos recuerda López González[1], “En la
tensión permanente entre Poder y Libertad que protagoniza el desenvolvimiento
del Derecho Público y por ello también el del Derecho Administrativo, el Estado de
Derecho a través de la consagración que formula el principio de legalidad y de la
garantía y protección de los derechos fundamentales, exige un uso jurídico
proporcionado del poder, a fin de satisfacer los intereses generales con la menos e
indispensable restricción de las libertades”.

13
Derecho Procesal Administrativo

HA RESUELTO

1. Declarar FUNDADA la presente acción de amparo.

2. Ordenar a la demandada Municipalidad Provincial de Tumbes que cumpla con


reponer a los recurrentes en su puesto de trabajo, dejando a salvo sus derechos
que no pueden ser atendidos en esta vía, para que lo hagan valer en la que
corresponda de acuerdo a ley.

5. PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD
El principio de imparcialidad es un resultado directo de la aplicación en sede
administrativa del mandato de igualdad material o de no discriminación, contenido en
la Norma Constitucional. Dicho mandato establece que únicamente puede
establecerse diferencias entre las personas derivadas de criterios objetivos y motivos
razonables. Evidentemente, la Administración solo puede establecer tratamientos
desiguales en circunstancias objetivamente diferentes.

Dicho principio es también un evidente componente del derecho al debido proceso en


sede administrativa; y cuando es aplicado al procedimiento administrativo, establece
que las autoridades administrativas actúan sin ninguna clase de discriminación entre
los administrados, otorgándoles tratamiento y tutela igualitarios frente al
procedimiento, resolviendo conforme al ordenamiento jurídico y con atención al interés
general (Urbina, 2011)

COMENTARIO:
La imparcialidad de la función pública es un canon de conducta para la buena
administración que el ordenamiento jurídico impone a las autoridades como forma de
respetar el derecho a la igualdad de los administrados. Consiste en preservar las
decisiones de la administración atendiendo el interés general y sujeción al principio de
legalidad, con independencia de posturas basadas en influencias externas: políticas,
tendencias ideológicas, grupos de interés y de presión, prejuicios o preferencias
personales. Los agentes públicos deben fundar sus actuaciones en la base objetiva
que le señala la satisfacción de las comunes necesidades de los cometidos públicos
(interés general), no debiendo guiarse por finalidades particulares de índole personal o
institucional. Para no incurrir en desvió de poder, todas las actuaciones administrativas
deben orientarse a alguna finalidad pública. No obstante, la administración, como tal,
no puede desempeñarse dentro del procedimiento con plena objetividad, porque en la
secuencia, está en juego el interés público del cual, aquellas es gestora y tutora. Por
esta razón, este principio consagra la imparcialidad y no la objetividad o
independencia, que es propia de la función jurisdiccional.

14
Derecho Procesal Administrativo
CASUISTICA:
EXP. N.° 00156-2012-PHC/TC
LIMA
CÉSAR HUMBERTO
TINEO CABRERA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 8 días del mes de agosto de 2012, el Pleno del Tribunal Constitucional,
integrado por los magistrados Álvarez Miranda, Urviola Hani, Vergara Gotelli, Mesía
Ramírez, Beaumont Callirgos, Calle Hayen y Eto Cruz, pronuncia la siguiente
sentencia, con el fundamento de voto del magistrado Vergara Gotelli, que se agrega y
el fundamento de voto del magistrado Calle Hayen, que también se acompaña.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don César Humberto Tineo Cabrera
contra la sentencia expedida por la Tercera Sala Penal para Procesos con Reos Libres
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fojas 817, su fecha 26 de agosto de 2011,
que declaró infundada la demanda de hábeas corpus de autos.
ANTECEDENTES
Con fecha 29 de abril de 2008 el recurrente interpone demanda de hábeas corpus y la
dirige contra el vocal supremo instructor, señor Pedro Guillermo Urbina Ganvini, y
contra el vocal supremo de la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia
de la República, señor Hugo Antonio Molina Ordoñez. Denuncia la violación de sus
derechos constitucionales al debido proceso, a la tutela jurisdiccional efectiva y a no
ser sometido a procedimiento distinto al previsto por ley, así como del principio de
igualdad.

Refiere que el juez, señor Urbina Ganvini dispuso que se reitere una orden de captura
en su contra a fin de que concurra a la diligencia de lectura de sentencia condenatoria
en el proceso que se le sigue por el delito de asociación ilícita para delinquir en
agravio del Estado, por lo que solicita la nulidad de tal resolución la cual hace
extensiva al auto de apertura de instrucción y a todo lo actuado. Refiere una serie de
vicios, entre los que se encontraría haber dispuesto la adecuación al trámite de la vía
sumaria del proceso penal citado, cuando corresponde actuarse en el proceso
ordinario. Solicita además que se declare la invalidez del proceso parlamentario de
Antejuicio político en el que se acusa a 13 magistrados (entre los que se encontraba)
de haber resuelto un proceso de amparo interpuesto por la señora Martha Chávez
Cossío acatando la voluntad del ex asesor de la Presidencia de la República, señor
Vladimiro Montesinos Torres, lo que propició que se formule la denuncia de la fiscal de
la Nación, Nelly Calderón Navarro. Respecto del proceso parlamentario alega la
vulneración de su derecho de defensa, toda vez que la Subcomisión de Acusaciones
Constitucionales encargada de la investigación no le notificó la denuncia ni la
audiencia, trasgrediendo así la obligación prevista en el numeral 3.5 y 7, inciso d) del

15
Derecho Procesal Administrativo
artículo 89º del Reglamento del Congreso; además, manifiesta que en el proceso que
se realizó en el antejuicio político no se actuó prueba alguna en audiencia ni se
interrogó a peritos ni testigos propuestos (señores Malca Guizado, Quinteros Tello,
Merino Bartet) ni se tomó en cuenta 11 disquettes que se ofrecieron, provenientes de
una computadora del SIN (Servicio de Inteligencia Nacional).

Refiere que al enterarse circunstancialmente del debate del informe oral y al


apersonarse a la diligencia el día 31 de marzo de 2003, solicitó su nulidad ante la
Subcomisión, al no haber sido debidamente notificado, suspendiéndose el informe
hasta el 7 de abril de 2003, al reconocerse que se había violado su derecho a la
defensa. Es por esta razón que la Subcomisión propuso a la Comisión Permanente
excluirlo de las conclusiones del informe final de la denuncia N.° 034, y la Comisión
Permanente designó a la misma Subcomisión investigadora para que realice la
investigación de su caso. Siendo así, manifiesta que no hubo imparcialidad, al haber
sido la misma Subcomisión la que conoció el proceso primigenio. Además señala que
no se actuó de modo reglamentario, dado que a este nuevo informe se tituló como
Addenda del informe final primigenio.

Sostiene, que se expidió la Resolución Legislativa del Congreso N°. 009-2002-CR el


16 de abril de 2003, donde se comprendía la denuncia penal de todos los magistrados,
excluyéndolo y dando lugar al proceso penal N.° 15-2003-AV en la vía ordinaria. Así
también se dio lugar al proceso que se siguió en su contra emitiéndose la Resolución
Legislativa del Congreso N.° 013-2003-CR, donde se le imputó ser parte de una
agrupación destinada a cometer actos ilícitos y que devino en el Proceso Penal N.°
42-2003-AV.

Cuestiona la falta de congruencia entre los delitos imputados en la denuncia


constitucional y los delitos que figuran en el auto de apertura de instrucción, puesto
que en la denuncia, además de imputarle la comisión del delito de asociación ilícita
para delinquir en agravio del Estado previsto en el artículo 317º del Código Penal, se
le atribuía la comisión del delito de corrupción de funcionarios regulado en el artículo
395º del Código Penal, delito que no fue previsto en el auto de apertura de instrucción.

Impugna también la adecuación del procedimiento a la vía sumaria, pues corresponde


la vía ordinaria, ya que se trataba de un delito realizado por un funcionario público en
el ejercicio de sus funciones, y que ello vulnera el principio de publicidad de la función
jurisdiccional establecido en el inciso 4 del artículo 139º de la Constitución.

Objeta además que se haya declarado improcedente mediante auto de fecha 13 de


diciembre de 2004 un pedido que realizó para la acumulación de los procesos 15-
2003-AV y 42-2003 AV por tener elementos comunes (referidos a los hechos delictivos
y a los imputados). El auto de improcedencia se sustentó en el grave retardo a la
justicia que ocasionaría su acumulación, por lo que considera que es un auto ilegal y
arbitrario al no estar debidamente motivado, resolución que no fue apelada por un

16
Derecho Procesal Administrativo
problema en la demora de la notificación. Rebate asimismo el dictamen acusatorio y la
resolución que lo cita para la lectura de sentencia y lo declara contumaz.

Realizada la investigación sumaria el juez emplazado, señor Pedro Guillermo Urbina


Ganvini a fojas 131, indica no haber cometido ningún acto arbitrario que afecte la
libertad ambulatoria del demandante; que en su condición de Vocal Supremo Instructor
de la Sala Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República se avocó al
conocimiento del proceso número 42-2003, seguido contra el accionante, por el delito
de asociación ilícita para delinquir en agravio del Estado; y que en la misma
resolución, el 1 de febrero de 2007, dispuso que se reitere el oficio a la Policía Judicial
para la ubicación, captura y conducción del citado inculpado, en razón de que con
anterioridad, el 22 de diciembre de 2004, se le dictó la medida.

El Cuadragésimo Juzgado Penal de Lima, con fecha 29 de abril de 2011, a fojas 761,
declaró infundada la demanda por considerar que no se ha transgredido derecho
constitucional alguno al estar la actuación de los emplazados dentro de los límites,
formalidades y facultades que la ley les otorga.

La Tercera Sala Penal para Procesos con Reos Libres de la Corte Superior de Justicia
de Lima a fojas 817, con fecha de 26 de agosto de 2011, confirmó la apelada por
similares fundamentos.

FUNDAMENTOS
a. Derecho a ser juzgado por una autoridad administrativa independiente e imparcial
en sede administrativa

53. En sede administrativa, este derecho se encuentra reconocido únicamente como


principio de imparcialidad en el numeral 1.5 del artículo IV del Título Preliminar de la
Ley N.° 27444, cuyo texto prescribe:

Artículo IV.- Principios del procedimiento administrativo.


El procedimiento administrativo se sustenta fundamentalmente en los siguientes
principios, sin perjuicio de la vigencia de otros principios generales del Derecho
Administrativo:
1.5. Principio de imparcialidad.- Las autoridades administrativas actúan sin ninguna
clase de discriminación entre los administrados, otorgándoles tratamiento y tutela
igualitarios frente al procedimiento, resolviendo conforme al ordenamiento jurídico y
con atención al interés general.
HA RESUELTO

1. Declarar IMPROCEDENTE los extremos señalados en los fundamentos 75, 79,


81, 82 y 83.

17
Derecho Procesal Administrativo

2. Declarar INFUNDADA la demanda en lo demás que contiene, porque no se han


vulnerado los derechos alegados.

3. Notificar la presente sentencia a la Presidencia del Poder Judicial para que


informe a los órganos jurisdiccionales que lo integran los alcances y el contenido
de los derechos y principios señalados en los fundamentos 2 a 74 supra, a fin de
que sean respetados en toda clase de proceso y no vuelvan a cometerse las
violaciones comprobadas.

4. Poner en conocimiento la presente sentencia a la Presidencia del Consejo de


Ministros y a la Presidencia del Congreso de la República, para que en las
investigaciones y/o procedimientos administrativos sancionadores que realicen,
respeten el contenido de los derechos señalados en los fundamentos 2 a
74 supra. (Humanos)

Publíquese y notifíquese.

6. PRINCIPIO DE INFORMALISMO

Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma favorable a la


admisión y decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo que sus
derechos e intereses no sean afectados por la exigencia de aspectos formales que
puedan ser subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte
derechos de terceros o el interés público.
COMENTARIO
El principio del informalismo a favor del administrado es un aspecto muy importante
porque es parte fundamental del procedimiento. Consiste en el privilegio a los
administrados de cumplir con las formas no esenciales es decir aquellas que no están
exigidas por el orden público administrativo. Su aplicación impide que el particular
pierda un derecho por el incumplimiento de un deber formal con lo que obliga a la
administración a optar por la solución más favorable para el administrado. En
definitiva, se ampara un equilibrio entre la acción administrativa que no puede ser
entorpecida y el derecho de los administrados a no encontrarse obstaculizada y el
derecho de los administrados a no encontrarse sometidos a rigorismos que los
perjudiquen, porque sería inconstitucional negar una solución al particular por causas
meramente formales.

18
Derecho Procesal Administrativo
CASUISTICA:

EXP N.° 2218-2004-AA/TC


LIMA
PEDRO NORIEGA MENDOZA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 30 días del mes de octubre de 2004, la Sala Primera del
Tribunal Constitucional, con la asistencia de los señores magistrados Alva Orlandini,
Gonzales Ojeda y García Toma, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso extraordinario interpuesto por don Pedro Santiago Noriega Mendoza


contra la sentencia de la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, de
fojas 136, su fecha 30 de enero de 2004, que declaró improcedente la acción de
amparo de autos.

ANTECEDENTES

El recurrente, con fecha 13 de diciembre de 2002, interpone acción de amparo


contra la Oficina de Normalización Previsional (ONP), con el objeto que se deje sin
efecto y se declare inaplicable la Resolución N.° 753-94, de fecha 18 de abril de 1994,
que sólo le reconoce 30 años completos de aportaciones al Sistema Nacional de
Pensiones, lo cual constituye un acto violatorio de su derecho pensionario. Solicita que
se ordene una nueva resolución que determine su Pensión de Jubilación con los 39
años de aportación que efectuó, y en los términos y condiciones dispuestos por el
Decreto Ley N.° 19990; solicita también el pago de reintegros por sus pensiones
devengadas dejadas de percibir. Sustenta su demanda en el certificado de trabajo
expedido por su empleador ENRIQUE FERREYROS S.A., por sus más de 39 años de
servicio, por lo que señala que la emplazada ha vulnerado su derecho pensionario por
acción de omisión de establecer en su totalidad sus años de aportación al Sistema
Nacional de Pensiones.

La emplazada absuelve el grado, fojas 39, solicitando que se declare


improcedente la demanda por considerar que la acción de amparo no es la vía
idónea para tal efecto, pues esta no genera derechos ni modifica los correctamente
otorgados; además señala que la presente vía, al carecer de estación probatoria, no
es la adecuada para probar si la pensión que se le otorgó al demandante fue la
correcta.

El titular del Trigésimo Octavo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima, con


fecha 25 de febrero de 2003, declaró fundada la demanda, considerando que el actor
cesó sus actividades laborales el 31 de enero de 1993 tal como lo establece la
Resolución N.° 753-94, y que a la entrada en vigencia del Decreto Ley N.° 25967, esto
es el19 de diciembre de 1992, contaba con 30 años de aportaciones y 57 de edad,
por lo que ya había adquirido su derecho pensionario, establecido en el Art. 44 del
Decreto Ley N.° 19990.

La recurrida, revocando la apelada, la declaró improcedente, por estimar que


se requiere de la actuación de medios probatorios para dilucidar la controversia.

19
Derecho Procesal Administrativo
FUNDAMENTOS

Fundamento 6.-
Lo acotado en el considerando inmediato anterior, viene al caso debido a
que en autos, como ya se tiene dicho, corren dos certificados de trabajo (fojas
7 y 8) expedidos por la empresa Enrique Ferreyros S.A., los mismos que
señalan que el actor prestó servicios desde el 17 de agosto de 1953 hasta el
31 de enero 1993; es decir, por un período de 39 años, 4 meses y 14 días.
Dichos documentos fueron presentados a la ONP por el actor, según aparece
del recurso de fojas 4, sobre el cual debe recaer una resolución, teniendo en
cuenta que, en la Ley de Procedimientos Administrativos, N.° 27444, en su
artículo IV denominado Principios del Procedimiento Administrativo,
encontramos en el numeral 1.6. denominado “Principio de informalismo”,
mediante el cual “Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en
forma favorable a la admisión y decisión final de las pretensiones de los
administrados, de modo que sus derechos e intereses no sean afectados por la
exigencia de aspectos formales que puedan ser subsanados dentro del
procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte derechos de terceros o el
interés público”.

HA RESUELTO

Declarar FUNDADA la acción de amparo, por lo que ordena que la demandada


cumpla con expedir las resoluciones administrativas correspondientes,
encausando el procedimiento administrativo iniciado por el demandante con su
recurso de fojas 4, y en su oportunidad expedir una resolución debidamente
motivada, considerando los períodos de aportación a que tuviera derecho el
accionante antes del 1 de mayo 1973, salvo que haya operado la caducidad
declarada por resolución consentida y ejecutoriada conforme a ley, de
conformidad con los considerandos 5., 6., y 7. supra .

Publíquese y notifíquese.

7. PRINCIPIO DE SIMPLICIDAD
Los trámites establecidos por la autoridad administrativa deberán ser sencillos,
debiendo eliminarse toda complejidad innecesaria; es decir, los requisitos exigidos
deberán ser racionales y proporcionales a los fines que se persigue cumplir.

COMENTARIO:

Este principio persigue que todos los procedimientos administrativos, reglados y no


reglados, sean sencillos, eliminándose requisitos innecesarios, en razón de lo cual la
ley apela al criterio de la racionalidad, así como de la proporcionalidad entre el trámite,
y el fin que persigue el acto administrativo.
Por la simplicidad se prohíbe la formación de expedientillos del expediente
prohibiéndose las excepciones, tercerías que únicamente son considerados como
argumentos de las partes pero que no se tramitan en cuaderno separado, sino que se
resuelven en la resolución que pone fin a la instancia administrativa.

20
Derecho Procesal Administrativo
CASUÍSTICA:
EXP N.° 08156-2013-PA/TC
JUNIN
JULIAN PARRAGUIRRE GUEVARA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL


En Lima, a los 25 días del mes de enero de 25017, el Pleno del Tribunal
Constitucional, integrado por los señores magistrados Miranda Canales, Ledesma
Narváez, Urviola Hani, Blume Fortini, Ramos Nuñez, Sardon de Taboada y Espinosa
Saldaña Barrera, pronuncia la siguiente sentencia y con el fundamento de voto del
magistrado Espinosa Saldaña Barrera que se agrega, y el fundamento de voto del
magistrado Sardón de Taboada.
ASUNTO
Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Julián Parraguirre
Guevara contra la resolución de fojas 262, su fecha 15 octubre del 2013, expedida por
la Primera Sala Mixta de la Corte Superior de Justicia de Junín, que declaro la
demanda de autos.
ANTECEDENTES
El recurrente interpone demanda de amparo contra la Oficina de Normalización
Previsional (ONP), solicitando que se le otorgue pensión de jubilación minera
conforme al DS. 001-74-TR, en virtud del reconocimiento de sus aportaciones.
Asimismo, solicita el abono de los devengados, intereses legales y costos del proceso.
La emplazada contesta la demanda manifestando que el actor no ha cumplido con los
requisitos exigidos para el otorgamiento de una pensión de jubilación minera conforme
al DS. 001-74-TR.
El Tercer Juzgado Civil DE Huancayo, con fecha 19 de junio de 2013, declaro
infundada la demanda, considerando que el demandante no acredito haber laborado
en mina subterránea.
La Sala Superior competente confirmo la apelada por similar fundamento, agregando
que el recurrente no acredito haber efectuado quince años de aportaciones, conforme
el artículo 38 del Decreto Ley 19990.

FUNDAMENTOS
Fundamento 29.-
En tal sentido, aun cuando el procedimiento administrativo que desarrolla la
ONP para reconocer aportes y prestaciones pensionarias se sujeta al principio de
legalidad administrativa, bajo ningún supuesto dicho procedimiento, ni sus operadores,
pueden desconocer los alcances de la tutela efectiva (administrativa) que debe
brindarse a este derecho, pues lo contrario significaría contravenir la Constitución, los
principios del derecho administrativo y el propio Estado de derecho.
Fundamento 30.-

21
Derecho Procesal Administrativo
De acuerdo con el Articulo IV del Título Preliminar de la Ley de Procedimiento
Administrativo General, Ley 27444, son principios básicos del procedimientos
administrativos entre otros los siguientes:
1.13.- Principio de simplicidad. - Los trámites establecidos por la autoridad
administrativa deberán ser sencillos, debiendo eliminarse toda complejidad
innecesaria; es decir, los requisitos exigidos deberán ser racionales y
proporcionales a los fines que se persigue cumplir.
HA RESUELTO
1. Declarar FUNDADA la demanda por haberse acreditado la afectación del derecho
a la pensión del recurrente.
2. ORDENAR a la Oficina de Normalización Previsional que otorgue pensión de
jubilación a favor de don Julián Parraguirre Guevara, de conformidad con el
Articulo 42 del Decreto Ley 19990,de acuerdo con los fundamentos expuestos en
la presente sentencia, más el pago de los devengados, intereses legales y costos
del proceso.
3. ORDENAR a la Oficina de Normalización Previsional que determine la
responsabilidades administrativas respectiva de todos y cada uno de los
funcionarios que tuvieron a su cargo las decisiones administrativos emitidas con el
Expediente Administrativo 01600166805, mandato que deberá poner en
conocimiento del juez de ejecución del presente proceso en un periodo máximo de
30 días desde la notificación de la presente sentencia.
4. ORDENAR a la Oficina de Normalización Previsional la devolución de los aportes
de de don Julián Parraguirre Guevara, efectuo desde abril de 2009,incluyendo
los intereses legales respectivos.

Publíquese y notifíquese.

8. PRINCIPIO DE PREDICTIBILIDAD O DE CONFIANZA LEGITIMA

La autoridad administrativa brinda a los administrados o sus representantes


información veraz, completa y confiable sobre cada procedimiento a su cargo, de
modo tal que, en todo momento, el administrado pueda tener una comprensión cierta
sobre los requisitos, trámites, duración estimada y resultados posibles que se podrían
obtener.
Las actuaciones de la autoridad administrativa son congruentes con las expectativas
legítimas de los administrados razonablemente generadas por la práctica y los
antecedentes administrativos, salvo que por las razones que se expliciten, por escrito,
decida apartarse de ellos.
La autoridad administrativa se somete al ordenamiento jurídico vigente y no puede
actuar arbitrariamente. En tal sentido, la autoridad administrativa no puede variar
irrazonable e inmotivadamente la interpretación de las normas aplicables.

22
Derecho Procesal Administrativo
COMENTARIO:
Cumplir con el principio de predictibilidad en la actuación administrativa, exige que las
autoridades entreguen información de cada procedimiento que reúna tres calidades:
información cierta, información completa e información confiable, con el objeto claro de
generar en los administrados la expectativa razonablemente fundada sobre cuál ha de
ser la actuación del poder en aplicación del Derecho y se retire cualquier riesgo de
incertidumbre sobre la manera en que será tramitada y resuelta la situación sometida a
la decisión gubernativa. El objeto del principio es que los administrados a partir de la
información disponible puedan saber a qué atenerse
Este principio constituye el reflejo en el ámbito de las relaciones administrativas del
principio de seguridad jurídica que ha sido calificado por el Tribunal Constitucional
como un principio consustancial al Estado constitucional de Derecho que “transita todo
el ordenamiento, incluyendo, desde luego, a la norma fundamental que lo preside”.

CASUÍSTICA
EXP. N. º 01454-2010-PHD/TC
LIMA
RENEE ROSARIO ROSAZZA ASÍN Y OTROS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 6 días del mes de agosto de 2010, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los
magistrados Mesía Ramírez, Beaumont Callirgos y Eto Cruz, pronuncia la siguiente
sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por


doña Renee Rosario Rosazza Asín y otros contra la resolución de la Primera Sala Civil
de la Corte Superior de Justicia de Lima, de fecha 7 de enero de 2010, que declaró
infundada la demanda de hábeas data de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 27 de mayo de 2009, los recurrentes interponen demanda de


hábeas data contra el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, y contra don
Jorge Villasante Araníbar, en su condición de Presidente de la Comisión
Ejecutiva creada por Ley 27803 y reactivada por Ley 29059, con el objeto de que se
ordene el acceso al acta final suscrita por los integrantes de la mencionada comisión.

La Procuraduría Pública del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo,


mediante escrito de fecha 16 de junio de 2009, se apersona al proceso y solicita que la
demanda se declare infundada, argumentando, por un lado, que la información
inexistente no puede solicitarse a través de un proceso de hábeas data y, por otro, que
la documentación solicitada se encuentra comprendida dentro de las excepciones al
ejercicio del derecho de acceso a la información pública, establecidas en los

23
Derecho Procesal Administrativo
numerales 1 y 4 del artículo 15-B de la Ley N.º 27806, Ley de Transparencia y Acceso
a la Información Pública.

El Tercer Juzgado Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima


declara infundada la demanda, por considerar que no se ha documentado que las
funciones de la Comisión Ejecutiva hayan concluido, por lo que la información
solicitada aún se encuentra en condición de reservada, de conformidad con la ya
citada Ley 27806.

La Sala revisora confirma la apelada por estimar que no se ha vulnerado los


derechos invocados, puesto que la finalidad por la que se ha recurrido al proceso de
hábeas data es acceder a información, que puede que no exista, o que exista
parcialmente.

FUNDAMENTOS

Fundamento 8.-

Las razones sustanciales por las que debe ponerse a disposición la información
solicitada en el presente caso pueden identificarse en los fundamentos ya
precisados por este Colegiado con anterioridad [Exp. 4012-2009-HD,
fundamento 11; 4645-2009-HD, fundamento 5]. Los principios de participación y
de predictibilidad, reconocidos en la Ley de Procedimiento Administrativo
General, Ley N. º 27444, son una expresión del principio constitucional de
interdicción de la arbitrariedad y del deber de transparencia de las entidades
públicas, en vinculación con el debido proceso. En tal sentido, las entidades de
la administración pública tienen la obligación de brindar la oportunidad a los
administrados de opinar sobre los temas materia de deliberación en la toma de
decisiones que puedan repercutir en el ejercicio de sus derechos fundamentales
(principio de participación); así también, deben poner a disposición de los
administrados la información veraz, completa y confiable sobre los trámites que
estos realicen, para que puedan prever el pronunciamiento final (principio
de predictibilidad).

HA RESUELTO

1. Declarar FUNDADA la demanda de hábeas data de autos, por haberse


acreditado la vulneración del derecho de acceso a la información pública.

2. Ordenar al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo que otorgue a los


demandantes, previo pago del costo razonable de reproducción, copia del texto
completo del Acta Final suscrita por la Comisión Ejecutiva reactivada por Ley
N.º 29059.

Publíquese y notifíquese.

24
Derecho Procesal Administrativo
9. PRINCIPIO DE PARTICIPACION

Las entidades deben brindar las condiciones necesarias a todos los administrados
para acceder a la información que administren, sin expresión de causa, salvo
aquellas que afectan la intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional
o las que expresamente sean excluidas por ley; y extender las posibilidades de
participación de los administrados y de sus representantes, en aquellas
decisiones públicas que les puedan afectar, mediante cualquier sistema que
permita la difusión, el servicio de acceso a la información y la presentación de
opinión.

El principio de participación señala que las autoridades deben brindar las


condiciones necesarias a todos los administrados para acceder a la información
que administren, sin expresión de causa, a excepción de aquellas que afectan la
intimidad personal, de las vinculadas a la seguridad nacional o las que
expresamente sean excluidas por la ley. Este acceso permite a los administrados
fiscalizar el funcionamiento de las entidades administrativas, de conformidad con
lo establecido en la Constitución; constituyendo un efectivo mecanismo de
control ciudadano de la Administración Pública.

COMENTARIO:
Podemos decir que para una real democratización del poder público no basta
que las estructuras políticas habiliten la participación ciudadana, ni que el
sistema constitucional contemple instituciones de la democracia participativa. No
se trata de abordar los modos de participación en los asuntos máximos del
poder, a lo cual se dedica el derecho a la participación política, los mecanismos
de gobierno republicano, y los derechos electorales. Se trata de un escalón
menor en el poder: la administración pública. Es necesario que la
democratización también sea exigencia para la Administración Publica que es lal
estructura organizativa del Estado que más cercana está a la ciudadanía por ser
el nivel estatal que tiene que ver directamente con la satisfacción de las
necesidades colectivas y la definición de interés públicos.

La participación de los administrados en la actividad administrativa persigue


reforzar las posibilidades de control de la sociedad civil sobre la administración,
para completar los esfuerzos, reorientar el alcance del interés público
desplazándolo de aquello que es determinado por la administración y sus
funcionarios, para comprender los intereses de la sociedad civil directamente, y
finalmente, legitimar la actividad del poder administrativo.

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Derecho Procesal Administrativo
CASUÍSTICA:
EXP. N. º02540-2012-PA/TC
CUSCO
SANTUSA CAMA ROCA

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Arequipa, a los 18 días de mes de Julio de 2014, la Sala Primera del


Tribunal Constitucional, integrada por los magistrados Miranda Canales, Sardon de
Taboada, Espinosa Saldaña Barrera, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por doña Santusa Cama Roca


contra la resolución de fojas 339,de fecha 23 de Abril de 2012, expedida por la
Sala Constitucional y Social de la Corte Superior de Justicia del Cusco, que declaró
infundada la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 31 de marzo de 2010, la recurrente interpone demanda de


amparo contra la ejecutora y auxiliar coactiva del Instituto Nacional de Cultura (INC)
del Cusco, solicitando que se notifique personalmente la Resolución Directoral
Nacional N°1569/IN, cumpliendo con las formalidades legales en sede administrativa,
de modo que pueda ejercitar su derecho de defensa y demás garantías relativas al
debido proceso.

El Instituto Nacional de Cultura se apersona al proceso, deduce la excepción


de incompetencia y contesta la demanda señalando que la notificación fue realizada
conforme a ley en el domicilio fijado por los demandantes, tal y como lo vienen
haciendo desde el inicio del procedimiento administrativo.

Manifiesta que la propia demandante y su cónyuge reconocen la comisión de la


infracción administrativa de haberse realizado construcciones en bienes que integran
el patrimonio cultural protegido sin haber solicitado los permisos correspondientes,
señalando que las autorizaciones se encontraban en trámite.

Agregar que el INC actuó en el marco de sus competencias constitucionales y


legales, respetando escrupulosamente el derecho al debido proceso del demandante.

El Juzgado Constitucional y Contencioso Administrativo del Cusco, mediante


resolución de fecha 1 de Diciembre de 2010, declara fundada la excepción de
incompetencia al considerar que el proceso contencioso administrativo es la vía
procedimental adecuada para resolver la controversias. la Sala Constitucional y Social
de la Corte Superior de Justicia del Cusco, mediante resolución de fecha 30 de mayo
del 2011, revoca dicha resolución y reformándola, declara infundada la mencionada
excepción.

26
Derecho Procesal Administrativo
El Juzgado Constitucional y Contencioso Administrativo del Cusco, mediante
sentencia en fecha 5 de diciembre del 2011, declara fundada la demanda tras
considerar que no se ha observado formalidad dispuesta para la notificación de la
resolución Directoral Nacional N°1569/INC, de fecha 29 de octubre de 2008 emitida
por la emplazada, lo que implica una vulneración del derecho al debido proceso, toda
vez que la recurrente no ha tenido la posibilidad de cuestionar dicho acto
administrativo.

La Sala Constitucional y Social de la Corte Superior de Justicia del Cusco,


revocando la apelada, declara infundada la demanda al considerar que la “notificación
personal” no necesariamente consiste en la entrega directa de la notificación a los
destinatarios, sino que se entiende también que es la entrega a las personas que se
encuentran en el domicilio de los administrados.

FUNDAMENTOS

Fundamento 2.-

Por su parte, el demandado adjunta el expediente administrativo junto con la


contestación de la demanda indicando que la notificación fue realizada conforme
a Ley N°27444, esto es, en el domicilio fijado por la demandante y su
cónyuge(Carmen Bajo N° 186, San Blas, Hostal Koyllur), y que dicho documento
fue entregado a la recepcionista del hostal que conducían los demandados por
no estar presentes los propietarios.

Fundamento 3.-

Del expediente administrativo se desprende lo siguiente a) la demandada ha


procedido de acuerdo a lo señalado por la Ley de Procedimiento Administrativo
General N°27444 al haberse notificado en el domicilio señalado por las partes tal
como consta en el certificado de Reniec que obra en el expediente (fojas 290 de
autos); b) la Resolución Directoral Nacional N°1569/INC, fue entregada a la
recepcionista – trabajadora dependiente de la demandante (según consta en los
cargos respectivos); y. c) el procedimiento administrativo no solo está
conformado por la resolución materia del presente proceso; es más, se trata del
último acto administrativo con el cual concluye la vía administrativa en razón de
la demandante tenia pleno conocimiento de la infracción que había
cometido(construcción ilegal y sin los permisos ni licencias correspondientes) y
de que había participado activamente de todo el procedimiento administrativo
gozando plenamente de su derecho de defensa.

HA RESUELTO

Declarar infundada la demanda

Publíquese y notifíquese.

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Derecho Procesal Administrativo
10. PRINCIPIO DE CELERIDAD

Quienes participan en el procedimiento deben ajustar su actuación de tal modo que se


dote al trámite de la máxima dinámica posible, evitando actuaciones procesales que
dificulten su desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a fin de alcanzar una
decisión en tiempo razonable, sin que ello releve a las autoridades del respeto al
debido procedimiento o vulnere el ordenamiento.

El principio de celeridad establece que quienes participan en el procedimiento deben


guiar su actuación en la tramitación con la máxima dinámica posible, evitando
actuaciones procesales que dificulten su tramitación o constituyan meros formalismos,
a fin de alcanzar una decisión en tiempo razonable. A este nivel guarda íntima relación
con el derecho al plazo razonable, elemento que forma parte del debido procedimiento
administrativo, y en consecuencia, del debido proceso.

COMENTARIO:
La celeridad busca imprimir al procedimiento administrativo la máxima dinámica
posible, para alcanzar mayor prontitud entre el inicio y su decisión definitiva, dotando
de agilidad a toda la secuencia. El deber de aceleramiento del proceso corresponde a
todos los partícipes del procedimiento, sean autoridades, particulares, asesores,
peritos, etc. En cuanto a la celeridad, debe tenerse presente que no se trata de una
pauta meramente programática sino de una orientación jurídica de ineludible
cumplimiento que exigen a la administración emplear racionalmente el tiempo al
ordenar los actos procesales durante toda la vida del procedimiento, por lo que se
deben adoptar cuantas acciones procedan para dotar la celeridad al procedimiento.

En la perspectiva positiva de este principio, la celeridad induce a que el funcionario


entre varias alternativas procedentes, en cualquier momento del procedimiento opte
por la que importe mayor celeridad y sencillez, cumpliéndola en el menor lapso
posible. Pero complementariamente, desde la vertiente negativa, consagra la
interdicción de las dilaciones indebidas en el procedimiento, esto es, el deber de la
autoridad instructora del procedimiento de actuar dentro de ls plazos, prevenir los
retrasos y agorar los mecanismos para practicar los tramites del proceso (ejemplo.
Notificaciones, actuaciones probatorias, evacuación de informes) en el más breve
tiempo posible entendiendo a todas las circunstancias del caso.

CASUÍSTICA
EXP. N.° 3778-2004-AA/TC
PIURA
TITO MARTÍN RAMOS LAM

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Derecho Procesal Administrativo
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 25 días del mes de enero de 2005, la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional, integrada por los magistrados Bardelli Lartirigoyen, Vergara Gotelli y
Landa Arroyo, pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso extraordinario interpuesto por Tito Martín Ramos Lam contra la resolución de
vista expedida por la Sala Mixta Descentralizada de Sullana de la Corte superior de
Justicia de Piura, de fojas 712, de fecha 14 de octubre de 2004, que declara la
sustracción de la materia en la demanda de amparo de autos.

ANTECEDENTES

a) Demanda
Con fecha 16 de enero de 2004, el recurrente interpone demanda de amparo
contra el Presidente de la Oficina Distrital de Control de la Magistratura – ODICMA
– Piura, don Jorge Eduardo Díaz Campos, y contra el Presidente de la Oficina de
Control de la Magistratura – OCMA del Poder Judicial, don Francisco Artemio
Távara Córdova, alegando la violación del derecho constitucional al debido
proceso en la causa Administrativo Disciplinaria iniciada en su contra como
servidor público de la Corte Superior de Justicia de Piura (Técnico Judicial III del
Segundo Juzgado de Familia). Solicita tutela jurisdiccional efectiva y,
específicamente, retrotraer las cosas al estado anterior (efectos ex tunc), la
inaplicabilidad de la medida cautelar de abstención en el ejercicio del cargo y que
se le reponga en el mismo haciéndose efectivo su goce de haber.
Sustenta su demanda en que en la causa seguida en su contra no se ha
respetado su derecho constitucional al debido proceso, al exceder la duración del
mismo los treinta días hábiles establecidos como plazo máximo en la ley. De esta
manera, al haberse iniciado el referido proceso el 25 de junio de 2003 y seguir en
curso hasta el momento de la interposición de la demanda de amparo, se ha
contravenido el artículo 163º del D.S. N.° 005-90-PCM, Reglamento de la Ley de
Bases de la Carrera Administrativa, que establece que el proceso administrativo
disciplinario no puede excederse de treinta días hábiles improrrogables.
Sostiene que, al dictarse la medida cautelar fuera del plazo de los treinta días
previstos por la ley para el desarrollo del proceso administrativo disciplinario, debe
ser declarada inaplicable. Por último, alega que con dicha dilación se le produce
un perjuicio grave que va contra la subsistencia económica y alimentaria de su
familia y de quienes de él dependen.

b. Contestación de la demanda
La parte demandada sostiene que se ha producido una falta de agotamiento de la
vía administrativa, (prevista como excepción procesal en el inciso 5 del artículo
446º del Código Procesal Civil) en la medida que se requiere de un
pronunciamiento definitivo para impugnar el acto, el cual aún no se ha producido
en el procedimiento administrativo disciplinario materia de cuestionamiento.
Asimismo, refiere que el demandante pudo impugnar la resolución que dictaba la
medida cautelar de abstención en el ejercicio del cargo, lo cual no realizó.
Precisa que la Ley Orgánica del Poder Judicial y el Reglamento de Organización y
Funciones de la OCMA, Resolución Administrativa N.º 263-96-SE-TP-CME-PJ,
prevalecen sobre el Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera Administrativa,

29
Derecho Procesal Administrativo
D.S. N.º 005-90-PCM, y que de acuerdo con el artículo 207º de la Ley N.º 27444,
Ley del Procedimiento Administrativo General, los plazos no son de
carácter clausus.
Alega que la Ley Orgánica del Poder Judicial y el Reglamento de Organización y
Funciones de la OCMA no establecen el plazo previsto en el artículo 163º del D.S.
N.º 005-90-PCM. Asimismo, sostiene que en el Reglamento de Organización y
Funciones de la OCMA (artículos 55º y 56º), los plazos establecidos son flexibles.
Añade, como dato fáctico, que una razón para que el proceso se haya dilatado fue
la paralización, a nivel nacional, de los servicios administrativos del Poder Judicial
por motivo de huelga en el mes de noviembre del año 2003. Finalmente, sostiene
que, al no haber una resolución definitiva, no se ha producido un perjuicio
irreparable al demandante.

c. Resolución de primera instancia


Con fecha 07 de junio de 2004, el Segundo Juzgado Especializado Civil de
Sullana declara fundada la excepción de falta de agotamiento de la vía
administrativa e improcedente la demanda, estimando que el demandante debió
utilizar los medios impugnatorios propios del proceso administrativo disciplinario
para cuestionar la dilación del proceso y la medida cautelar dictada en su contra.

d. Resolución de segunda instancia


Con fecha 14 de octubre de 2004, la Sala Mixta Descentralizada de Sullana de la
Corte Superior de Justicia de Piura, declara la sustracción de la materia,
estimando que carece de objeto pronunciarse sobre el recurso de apelación y,
consecuentemente, sobre el cuestionamiento al debido proceso y a la validez de
la Resolución N.° 1157, de fecha 17 de noviembre de 2003, sobre medida cautelar
de abstención en el ejercicio del cargo, debido a que el proceso administrativo
disciplinario ha concluido el 24 de agosto de 2004 con la resolución del Consejo
Ejecutivo del Poder Judicial, en la cual establece la medida disciplinaria de
destitución del recurrente.

FUNDAMENTOS
Fundamento 16.-
Una vez determinada la procedencia de la demanda de amparo de autos,
corresponde pronunciarse sobre el fondo del asunto materia de cuestionamiento.
El recurrente alega que, en el proceso administrativo disciplinario iniciado en su
contra, se ha vulnerado su derecho constitucional al debido proceso al haberse
excedido, para la resolución del mismo, del plazo de treinta días establecido por
ley. Textualmente, plantea su demanda de la siguiente manera:

“Que, habiéndose descrito el marco de lo que debe entenderse


como Debido Proceso; es el caso mencionar la violación del Derecho
Constitucional del Debido Proceso, en la que ha incurrido el Presidente
de la Corte Superior de Justicia de Piura y Jefe de la Oficina Distrital de
Control de la Magistratura –ODICMA– PIURA, Dr. Jorge Eduardo Díaz
Campos, y el Jefe de la Oficina de Control de la Magistratura –OCMA–
Dr. Francisco Artemio Távara Córdova; pues ambos funcionarios
públicos han contravenido el Principio del Debido Proceso, pues NO
HAN OBSERVADO EL PLAZO DE LEY para la sustentación del
Proceso Administrativo Disciplinario en mi contra y la imposición de la

30
Derecho Procesal Administrativo
Medida Cautelar de ABSTENCION EN EL EJERCICIO DEL
CARGO...”[11]
El recurrente alega que se ha producido la dilación indebida del proceso
administrativo disciplinario, lo cual constituye una vulneración del derecho
constitucional al debido proceso. Ampara su pretensión en el artículo 163º del
D.S. N.° 005-90-PCM, Reglamento de la Ley de Bases de la Carrera
Administrativa, que establece lo siguiente:

“El servidor público que incurra en falta de carácter disciplinario, cuya


gravedad pudiera ser causal de cese temporal o destitución, será
sometido a proceso administrativo disciplinario que no excederá de
treinta (30) días hábiles improrrogables. El incumplimiento del plazo
señalado configura falta de carácter disciplinario contenida en los
incisos a) y d) del Artículo 28 de la Ley.”

Invoca la aplicación de la Ley N.° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo


General, que en su artículo IV del Título Preliminar establece los principios del
procedimiento administrativo y estipula que:

“El procedimiento administrativo se sustenta fundamentalmente en los


siguientes principios, sin perjuicio de la vigencia de otros principios
generales del Derecho Administrativo: (...)
1.9. Principio de celeridad.- Quienes participan en el procedimiento
deben ajustar su actuación de tal modo que se dote al trámite de la
máxima dinámica posible, evitando actuaciones procesales que
dificulten su desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a
fin de alcanzar una decisión en tiempo razonable, sin que ello
releve a las autoridades del respeto al debido procedimiento o
vulnere el ordenamiento.”

Asimismo, invoca el artículo 142º de la citada ley, el cual prescribe que:


“No puede exceder de treinta días el plazo que transcurra desde que es
iniciado un procedimiento administrativo de evaluación previa hasta
aquel en que sea dictada la resolución respectiva, salvo que la ley
establezca trámites cuyo cumplimiento requiera una duración mayor.”

Por ello, argumenta que ha sido vulnerado el principio de celeridad y que el plazo
de treinta días constituía el plazo máximo de duración del proceso administrativo
disciplinario.

HA RESUELTO
Declarar INFUNDADA la demanda de Amparo de autos.
Por tanto:
Publíquese y notifíquese.

31
Derecho Procesal Administrativo

Conclusiones

1. Podemos concluir que con el presente trabajo que los principios del proceso
administrativo nos llevan a la eficacia de la resolución de procedimientos
administrativos, queremos decir con esto que cada principio es propio del
procedimiento, ya que cada principio señala el cómo debe conducirse
determinada etapa del proceso.

2. Otra conclusión que podemos desprender del trabajo expuesto, es como cada
principio de esta rama del derecho defiende intereses y derechos del
administrado en cuestión, como en las garantías que se le tiene que prestar al
administrado en un proceso, ya sea como también en la legalidad que este
amerite.

3. Como ultima conclusión valida, podríamos decir que estos sistemas de


principios del procedimiento administrativo han sido fundamentales para definir
controversias en instancias superiores, como en tribunales supremos, ya que
estos principios protegen la legalidad con la que se actúa en el proceso y la
eficacia que este proceso debe tener para la pronta solución de dicha
controversia.

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Derecho Procesal Administrativo

Referencias
Humanos, M. d. (s.f.). Texto Único Ordenado de la Ley N° 274444, Ley del Procedimiento
Administrativo General.

Napurí, C. G. (s.f.). Los Principio Generales del Derecho Administrativo. IUS Edit.

Urbina, J. C. (2011). Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General. Gaceta


Juridica.

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