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Sé que te preguntarás por qué te he entregado esta carta, de no ser importante no

estaría repartiendo esto, tenlo por seguro. ¿Quién soy? La verdad carece de
importancia, lo importante es lo que he de contarte.
Hace ya varios años tuve un accidente y la verdad aunque fue una experiencia muy
dolorosa, digamos que me siento afortunado por lo que viví, y haber tenido la
oportunidad de volver.
Con esto no pretendo obligarte a creer, tu antes que nada eres un ser muy amado
por Dios y parte de ese amor es tu libertad, y si Él la respeta cuanto no más he de
respetarla yo. La última palabra la tienes tú muy amado hermano.
Yo iba con mi mamá y mi hermano para Cali por carretera, estaba haciendo mucho
calor y mi hermano y yo nos quitamos las camisetas. En el trayecto sucedió algo muy
extraño, mi hermano obviamente se quitó el cinturón de seguridad primero para
quitarse la camisa (él iba adelante y mi mamá iba conduciendo), en ese instante tuve
un mal presentimiento, como si algo malo fuera a suceder, no sé cómo explicártelo,
pero de inmediato mire a mi hermano y le puse el cinturón de seguridad. Yo estaba
muy asustado y confundido, y empecé a orar mentalmente, a pedirle a Dios que nos
protegiera; pensaba que quizás era de mi mente, pero la angustia seguía, logré
decirle a Dios que si alguien habría de quedar afectado fuera yo pero que cubriera a
mi mama y a mi hermano; fue en ese instante cuando mi mamá perdió el control del
carro, pues había aceite en la carretera, de modo que el carro patinó y nos metimos
en el carril contrario. Allí venía un camión con el cual colisionamos. Yo que iba en el
asiento de atrás salí disparado contra el vidrio de adelante del parabrisas (No llevaba
el cinturón de seguridad; acá en nuestra ciudad no acostumbramos ponerlo en los
asientos traseros). Para mí fue todo como en cámara lenta; sentí una presión fuerte
en la frente, vi el vidrio del retrovisor desquebrajarse muy lentamente, mis manos
se extendieron hacia el vidrio del parabrisas, el cual también comenzó a quebrarse,
mis sentidos estaban muy agudizados, podía escuchar el vidrio reventarse, y la
mandíbula me crujió, como si mis dientes se estuvieran quebrando, aunque no
sentía dolor. Al tiempo salían gotas de sangre que iban cayendo una a una primero
en el vidrio del retrovisor y otras en el vidrio del parabrisas. Pronto me vi en el piso;
un poco asustado, me dirigí al auto, buscando con desespero a mi mamá; ella estaba
inconsciente, pero tuve una extraña sensación de que estaba bien. Unos policías de
carretera venían corriendo hacia donde estaba el auto, y yo les pedía que por favor
ayudaran a mi mamá y a mi hermano, pero pronto me di cuenta que no me estaban
escuchando, es más, parecía que tampoco podían verme.
Yo me sentía muy liviano, miré mis manos, estaba bien, estaban muy suaves, yo
iluminaba un poco, un brillo blanco me rodeaba, la piel muy joven como la de un
bebe; podía respirar, hablar, de hecho me sentía mejor que nunca. Es más podía
verme como otros me ven si lo deseaba, como desde afuera. Parecía en un juego
que uno puede escoger jugar en primera persona o en tercera persona. Aunque en
el accidente estaba joven, me veía muchísimo más joven. Llevaba una túnica blanca,
muy suave, un cinturón dorado en la cintura con una inscripción que no me acuerdo
lo que decía. También tenía unas sandalias en oro. Mis pies estaban muy bonitos.
Pude ver que el conductor del camión se había lesionado el pie. Nosotros íbamos en
un auto grande (Una camioneta RODEO), el impacto fue fuerte. Había algo muy
particular, y es que mi visión no tenía límites. Podía ver hasta donde yo deseaba. Es
decir, si quería ver hasta la puerta del auto, podía hacerlo, pero si quería ver a través
de la puerta también podía hacerlo. Todo se veía muy nítido. Fue así como pude ver
a mi mamá y pude ver al conductor del camión que se estaba quejando de dolor.
Fue en ese instante que estaba observando todo, que sentí algo muy cálido en mi
espalda (Como cuando el sol sale y te toca) pero no quemaba, sino que era como
algo muy agradable y se inundaba uno de amor. Del cielo empezaron a caer pétalos
de rosas y a inundar el lugar, no podía creer que nadie las viera. Pronto empecé a
ver todo desde arriba como si estuviera ascendiendo en un helicóptero. Tuve una
visión panorámica del terreno (Realmente si no nos hubiésemos chocado con el
camión, nos habríamos ido a un precipicio, el camión evitó que eso hubiera pasado).
Cuando me di cuenta, yo estaba envuelto en luz, era un túnel de luz. Una luz blanca,
muy hermosa y en el centro de ese túnel hacia el fondo un luz plateada muy
hermosa. Emanaba un amor que nadie se puede alcanzar a imaginar. Tan grande fue
ese amor, que empecé a sentir a todas las personas que había llegado a conocer en
mi vida como verdaderos hermanos y los amé, verdaderamente los amé. Esa Luz me
permitía estar en todas partes en un mismo instante. Fue algo muy bonito. Los
abracé a todos y a cada uno. En verdad los abracé, independientemente si eran
hombres o mujeres, fue algo muy puro y bonito. Agradecía a Dios por los árboles,
que nos daban oxígeno y alimento. Agradecía a Dios por las plantas y animales que
sacrificaban sus vidas para nuestro sustento, tanto valemos para El. No sé cómo hice
tantas cosas en tan poco tiempo. Incluso pude despedirme de unos árboles que
siempre me han gustado, que estaban en el colegio pequeño Calasanz Masculino de
Medellín. Estos eran muy gordos, tenían unas flores rojas y se expandían a todos los
lados.
Por medio de Dios pude estar en muchos lugares, no sé cómo explicar eso, pero
estaba de nuevo en ese túnel y entre uno más subía se sentía más bonito todo. Más
paz, más amor, más comprensión, emergían todos los sentimientos más hermosos
que un ser humano puede llegar a sentir.
Pronto me di cuenta que esa luz plateada en el fondo fue cogiendo el aspecto de un
hombre que tenía sus brazos extendidos hacia mí, vi sus heridas en la palma de sus
manos y no sé por qué empecé a llorar. Él me decía que no estuviera triste, y pronto
empecé a escuchar unos cánticos muy hermosos, las personas que estaban
cantando, no necesitaban tomar aire para cantar. El canto era continuo, tan
hermoso. Era un coro, y uno quería quedarse ahí escuchando esa bella tonada por
siempre. Se sentía además un aroma como a rosas o violetas. Y empecé a ver un
arcoíris de colores que yo nunca antes había visto en la vida, y unos árboles gigantes
y muy hermosos en la entrada, gigantes como nunca antes había visto uno.
Hay cosas que no me acuerdo muy bien, pero otras son muy palpables, una realidad
que supera la actual.
Recuerdo haber visto a Jesús cara a cara (Muy parecido al retrato de la Divina
Misericordia), Yo sé que muchos dicen que era de una o tal manera en esos
programas de Discovery, pero yo lo vi como se ve en el cuadro, y curiosamente en
todas las apariciones registradas lo describen muy similar. En fin, su apariencia pasa
a un segundo plano, lo que importa realmente es su esencia divina de Amor.
Su voz resuena en el alma, es una voz muy dulce, es imposible no caer a sus rodillas
con solo escucharlo, me la pasé llorando mucho, me sentía muy indigno, por mal
agradecido, por no haberlo buscado más, por querer imponer lo que yo creía
importante, cuando Él tiene la respuesta a todo y siempre buscaba mi bienestar.
Recuerdo haber visto a la virgen María caminado por un sendero de rosas, yo estaba
detrás de ella, no pude ver su rostro. Tenía un manto blanco muy bonito, con una
capa con la cual cubría su cabeza. La sentí como si fuera mi mamá. Ella era mi mamá,
la que Jesús me dio a través de su hermandad. Lloré, porque muchas veces la juzgué
diciendo que orarle a ella era malo, cuando ella lleva todas esas rosas (oraciones) a
su amado Hijo; veía que ella removía las espinas de esas rosas, y es que a veces no
sabemos pedir. Comprendí que todos esos pétalos que caían eran las oraciones que
todas las personas habían hecho por mí en diferentes momentos de mi vida, y
estaban ahí acompañándome en mi partida. A ellos a quienes luego fui a abrazarlos.
Es que el Amor que es Jesús es quien conduce a Dios. Hay que ser como Jesús para
llegar a Dios. Es el único medio para llegar a Él.
Recuerdo también a Jesús hablarme de los falsos maestros que han pisoteado su
santo nombre, que se olvidan de los pobres y solo quieren acumular dinero para
fines egoístas, para gastar en cosas vanas que hoy son y mañana no. Me acuerdo
hablarme de la importancia de la confesión y de la comunión (Él se vuelve uno con
el Pan para que lo recibamos). De como Él nos perdonaba a través del sacerdote, al
cual le había dado la potestad de perdonar o retener pecados, y yo veía como era
Jesús el que estaba en el confesionario y como a cambio de la humildad del que se
confesaba, por ser capaz de reconocer sus pecados ante otro ser humano, apartado
del mundo y entregado de lleno a la misión, para ser instrumento de perdón, recibía
el perdón, que no era otra cosa que sacar el espíritu impuro y volver a estar unidos
con Dios. No importaba si el sacerdote era infiel, pues Dios seguía fiel hasta el fin. Ya
ellos darían cuenta en el examen del amor.
Recuerdo haber visto al demonio apoderarse de la iglesia para hacer que la gente se
aparte de Dios. Vi cómo se metía en los sacerdotes y a través de ellos violaban,
mataban y todo esto en nombre de Dios.
Comprendí que nosotros somos instrumentos del bien o del mal, que nosotros
mismos éramos quienes abríamos las puertas de nuestro corazón y dejábamos
entrar a Dios que es amor, o dejábamos entrar al enemigo, que es lo contrario a Dios.
Búscame siempre, Ora sin cesar, se puro y ámalos a todos, fueron palabras que
quedaron grabadas en mi corazón.
Al volver el dolor de cabeza fue tenaz, me desmayé varias veces, y bueno mi proceso
de recuperación fue lento.
Es un milagro que yo esté bien. Sé que lo que vi no fue una ilusión, la experiencia fue
mucho más real que esta realidad.
He comprendido que la vejez no existe, es solo para este cuerpo.
Muchas personas cuando digo que Jesús se parecía al del cuadro de la divina
misericordia, me han dicho que hacer imágenes es pecado, pero es porque leen los
versículos de la biblia fuera del contexto; en esos momentos las personas estaban
haciendo imágenes de baal, un dios al cual le sacrificaban los hijos. Pero si uno mira
bien, hasta el mismo Dios mandó construir querubines en su templo. Pienso que las
imágenes en sí no son malas, si ellas te llevan a obrar el bien (Como cuando tienes
una foto de tu familia). Lo malo es cuando crees que una imagen te va a salvar y no
hay un cambio profundo en tu manera de vivir que te acerque a Dios (Amor).
Otros me han preguntado que qué sucede con los de otras religiones, yo les digo que
Dios es amor, y cada uno ha de ser examinado en el Amor. Esa es la misión, el Amor.
Otros me dicen que uno al morir se queda dormido y la resurrección no es sino hasta
el último día, pero se olvidan que Dios está fuera del tiempo, lo limitan. Para Dios no
hay barreras ni de tiempo ni de espacio, y eso yo lo palpé; el último día es una
experiencia individual. Por eso les digo, si tienen seres que han partido al otro
mundo, no dejen de orar por ellos, no le brinden terreno al enemigo, que cuando en
la biblia Jesús habla de los muertos, se refiere no a los que duermen, sino a los que
voluntariamente desean seguir en el mal.
¿Ahora que queda? Todo está en tus manos.
Toma una decisión fuerte de empezar a conocer de Dios, pero siempre recuerda que
si vas a leer la biblia debes entenderla en el contexto. El mismo satanás usó la palabra
de Dios para tentar a Jesús. De mi parte te digo que la iglesia que fundó Jesús fue la
católica (Católico viene de universal), es la única que se mantiene unida a través de
los tiempos, aun a pesar que el demonio la ha querido destruir tanto desde adentro
como desde afuera, esto es fácilmente comprobable en la historia.
Sabe muy bien que con la caída de un sacerdote, muchos se van detrás como un
dominó. Las demás (protestantes) se fragmentan cada vez más y más, todo por no
entender la biblia en el contexto tanto histórico como de la misma lectura y cada
uno tiene su propia verdad; no han podido entender que cuando Jesús dijo que Él
era el único intercesor entre Dios y los hombres, es porque debemos ser como Él
para llegar a Dios. Debemos ser uno con El en el Amor. No basta con decir Jesús,
Jesús si no hay un cambio profundo. La verdadera religión es vivir en el Amor,
evitando hacer el mal al prójimo, ayudar a los que más nos necesitan, buscar siempre
la pureza, en definitiva ser santos, ser como Jesús. Sin santidad nadie verá a Dios.
Ahora que sabes esto, dime:
¿Jesús se tatuaría? ¿Jesús se drogaría? ¿Jesús mataría? ¿Jesús robaría? ¿Jesús
mentiría? ¿Jesús vería pornografía? ¿Jesús manejaría un mal vocabulario? ¿Jesús se
emborracharía? ¿Jesús promovería el aborto? ¿Crees que Jesús se metería en un bar
a tomar, a fumar, a escuchar música que destruye el alma? ¿Jesús se pondría aretes
por todos los lados? ¿Jesús se masturbaría? ¿Jesús promovería la pereza y el no
querer trabajar? ¿Jesús tendría relaciones sexuales desordenadas solo por satisfacer
el placer sin estar abierto a la posibilidad de generar una nueva vida, una nueva alma
que va a existir por siempre? ¿Si Jesús hubiese tenido esposa, crees que no le sería
fiel? ¿Jesús maltrataría y/o abusaría de los niños? ¿Crees que Jesús promovería el
homosexualismo? De cierto te digo que el que te guste alguien de tu mismo sexo no
es malo, siempre y cuando el gusto no pase de ahí. Ora a Dios y agradece por esa
persona que te gusta, ponla en Sus manos y sigue tu camino. De seguro cuando ya
estés en el espíritu como un ser renovado, la reencontrarás y podrás disfrutar de su
amistad sin el pecado carnal, que busca solo satisfacer el placer sin cumplir la función
para el cual se creó ese placer.
Estamos acá de paso, la vida se nos puede ir en cualquier momento, en cualquier
segundo. Que cuando llegue tu momento puedas decir, he luchado por seguirte
dulce Jesús, y tengas la certeza que vas a estar siempre al lado de Dios, así tengas
que pasar por un proceso de purificación, porque debemos ser perfectos como el
Amor, como Jesús para poder ver a Dios. Sí, es verdad, Jesús (Amor) da la salvación,
pero para llegar al cielo hay que ser, no buenos, sino perfectos como lo es Jesús, y el
proceso empieza en esta vida. Yo vi un fuego que purifica las almas, el mismo fuego
del Espíritu Santo; las almas se sumergen en este fuego el cual empieza a trabajar las
mentes, a purificarlos de todo mal pensamiento, es un proceso de comprensión, de
reflexión, de mucha oración y de acción, una meta verdadera por ser uno con Jesús.
Si ignoras todo y no luchas, si crees que Dios no existe y que no es necesario a pesar
de todas las pruebas que tienes a tu alrededor (tu mismo cuerpo es testimonio que
hay un Creador maravilloso, solo basta con estudiarlo y sabrás que es así, que nos
parecemos a otras creaciones, por supuesto, somos producto de un mismo Creador,
con la diferencia que Él nos hizo a su imagen y Semejanza, seres pensantes), vivirás
por siempre lejos de Dios, y donde no está Dios no hay amor, no hay comprensión,
no hay felicidad, no hay belleza, no hay fraternidad, no hay amistad, no hay juventud,
no hay salud, piensa en todo lo malo y eso es lo que tendrás por siempre. El camino
de la vida o de la muerte, cada uno traza su destino.
El enemigo ya quiso estar lejos de Dios, y como tiene todos los contrasentimientos
agudizados busca desesperadamente que todos pasen su misma suerte, porque lo
inunda la envidia, el odio. Es comparable a un ser enfermo que encolerizado desea
enfermar a cuantos pueda. Y si tú mismo deseas estar lejos de Dios acá en esta vida,
seguirás siendo el mismo en la otra y vas a querer seguir estando lejos de Él, así lo
veas cara a cara. Tu alma es el fruto de lo que cultives en tu cuerpo. La oración de
tus allegados podría ser eficaz, pero si insistes en no querer ser salvo, en no entrar
en la purificación, ni Dios puede salvarte. Serás semejante a Lucifer que se alejó de
Dios por siempre.
Que tan cerca tenemos la felicidad eterna, solo debemos dar el paso correcto. Nos
dejaron una iglesia, no la ataquemos y luchemos por ella. Hay un programa que te
aconsejo mirar, lo puedes encontrar en Youtube: Conozca Primero Su Fe Católica.

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