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a) b)
Figura 4.1. Caldera de tubos de fuego. Tipo HRT. a) Circulación de los gases. b) Circulación
del agua.
El desarrollo técnico trajo como consecuencias la necesidad de incrementar la presión de trabajo
y alcanzar mayores capacidades, usando para su construcción materiales más resistentes como el
acero.
La evolución de las calderas de tubos de fuego estuvo marcada por la tendencia hacia la
disminución en el diámetro de los tubos de humo, buscando incrementar la velocidad de los gases y
el área de transferencia de calor, haciendo la caldera más compacta. En sus inicios el fogón
estaba colocado en la parte exterior de la caldera debajo de esta, de manera que la caldera recibía
calor de la llama directa proveniente del fogón y los gases calientes mediante el uso de cámaras
de inversión se hacían pasar a través de uno ó varios pases convectivos. Posteriormente surgió el
diseño con el fogón integrado dentro del casco, formado por un tubo cilíndrico y liso, soportado en
los espejos de la caldera, denominado caldera escocesa.
La caldera Escocesa (véase la Fig. 4.2) es la caldera de tubos de fuego que se ha impuesto y en la
actualidad es muy utilizada en pequeñas empresas industriales y centros donde se requiera la
generación de pequeñas cantidades de vapor. Esta caldera es construida de forma compacta, de tal
manera que para su puesta en servicio sólo se requiere la construcción de una simple cimentación y
su interconexión con el sistema.
El combustible
Se considera un combustible como aquella sustancia capaz de reaccionar rápidamente con el
oxígeno y liberar en dicha reacción una cantidad significativa de calor. Los combustibles energéticos
deben cumplir además con los requisitos de disponibilidad y bajo costo que permitan su utilización a
escala comercial. Los principales combustibles energéticos para la generación de vapor son el
carbón, el petróleo (fuel oil) y el gas natural. En la industria azucarera el bagazo constituye el
combustible natural por excelencia para satisfacer las demandas energéticas del proceso de
producción de azúcar.
Composición del combustible
La composición elemental expresa el porcentaje en masa de Carbono, Hidrógeno, Oxígeno,
Nitrógeno, Azufre, Cenizas y Humedad, y se puede referir a:
Masa de trabajo (tal como se suministra a la caldera)
Ct + Ht + Ot + Nt + St + At + Wt = 100 %
Masa analítica (sin humedad externa)
Ca + Ha + Oa + Na + Sa + Aa + Wa = 100 %
Masa seca (sin humedad)
Cs + Hs + Os + Ns + Ss + As = 100%
Masa combustible (sin humedad y cenizas)
Cc + Hc + Oc + Nc + Sc = 100 %
La composición aproximada expresa el contenido en porcentaje en masa de sustancias volátiles,
carbono, humedad y cenizas.
La humedad en el combustible está compuesta por:
Humedad externa: se encuentra mecánicamente ubicada sobre las superficies exteriores de las
partículas del combustible.
Humedad interna, la cual a su vez está formada por:
- Humedad capilar: se encuentra en las cavidades capilares y poros del combustible.
- Humedad coloidal.
Centro de Estudios de Energía Autor: Dr.C. Enrique Torres Tamayo 92
- Humedad hidratada: se encuentra ligada químicamente a impurezas minerales en el combustible
Las sustancias combustibles en la masa de los combustibles orgánicos son:
Carbono, C
Hidrógeno, H
Azufre, S
El carbono es el elemento principal de la parte combustible, pues es el que más calor desprende, ya
que aunque el hidrógeno de forma específica por unidad de masa desprende más, se encuentra
siempre en mucha menor cuantía y el azufre desprende poco calor durante su combustión.
El azufre constituye la impureza más perjudicial contenida en el combustible, pues provoca una
intensa corrosión de las superficies de baja temperatura, dada por la presencia en los gases de la
combustión de SO3, si las condiciones son favorables para su formación, lo que acarrea la formación
de ácido sulfúrico que ataca, al condensarse, el metal de las superficies de transferencia de calor. El
azufre también resulta perjudicial, desde el punto de vista de la contaminación ambiental, por sus
gases sulfurosos que van a parar a la atmósfera.
Propiedades de los Combustibles
Dentro de las propiedades más importantes de los combustibles desde el punto de vista de su
utilización para la generación de vapor en las calderas están las siguientes:
Calor específico de combustión (Poder Calorífico o valor calórico)
• Humedad
• Contenido y composición de impurezas minerales (ceniza)
• Contenido de azufre
• Contenido de sustancias volátiles
• Contenido de azufre.
Adicionalmente para los combustibles líquidos son importantes también:
• Viscosidad
• Densidad (o gravedad específica)
• Temperatura de ignición
• Contenido de impurezas mecánicas
• Temperatura de solidificación
• Calor específico de combustión. Poder calorífico del combustible.
El calor específico de combustión de un combustible, también conocido por poder calorífico o valor
calórico, es el calor liberado durante la combustión completa de la unidad de masa del combustible.
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Se diferencian dos calores de combustión, dependiendo de que se condensen o no los vapores de
agua presentes en los gases de combustión, en función de la temperatura final hasta que se enfríen
estos.
Calor específico de combustión superior (bruto), Qst
Calor específico de combustión inferior (neto), Qit
Tomando en consideración que en la oxidación de una unidad de masa de hidrógeno se obtienen
nueve unidades de masa de agua, y considerando un calor latente aproximado del agua a presión
atmosférica y temperaturas bajas de 2500 kJ/kg, se tiene para combustibles líquidos y sólidos:
Qit = Qst – 2500 [(9Ht / 100) + (Wt / 100)], kJ/kg (4.3)
Para combustibles gaseosos la composición se especifica normalmente, en porcentaje volumétrico
de los diferentes gases que lo componen, y el poder calorífico está en función de esa composición y
del poder calorífico de cada componente.
Determinación del poder calorífico
La determinación del poder calorífico de un combustible se puede realizar:
• Experimentalmente, mediante bombas calorimétricas.
• Analíticamente, en este caso en función de la composición elemental.
Existen muchas fórmulas de diferentes autores para determinar el poder calorífico de distintos tipos
de combustibles. Un ejemplo de ellas es la fórmula de Mendeleyev, aplicable para combustibles
sólidos y líquidos:
Qit = 339 · Ct + 1030 · Ht – 109 · (Ot - St) – 25 ·Wt, kJ/kg (4.4)
Donde: Ct, Ht, Ot, S y W representan los porcentajes de Carbono, Hidrógeno, Oxígeno, Azufre y
Humedad, respectivamente, en la masa de trabajo del combustible.
Lastres en los combustibles
En los combustibles se tiene presente, en el momento de su combustión, dos tipos de lastres:
primero los constituidos por las sustancias minerales no combustibles, y segundo, el agua presente
en forma de humedad, a continuación se procede al estudio de ambos.
Tanto las sustancias minerales no combustibles como el agua disminuyen el calor específico de
combustión, aumentan los gastos de transportación y afectan el buen funcionamiento de los
generadores de vapor. Al quemarse los combustibles a altas temperaturas, las impurezas pueden
sufrir grandes cambios. Primeramente, a temperaturas relativamente bajas, pierden el agua que
forma parte de los cristales de algunos compuestos de azufre y de la arcilla. Posteriormente, a
Para el bagazo el volumen de aire teórico oscila alrededor de 2,2 – 2,3 m3N/kg
En las condiciones reales del proceso de combustión en los hornos de los generadores de vapor, no
es posible lograr una combustión completa del combustible suministrando la cantidad de aire
teóricamente necesaria Va°. Esto obedece a la imposibilidad de lograr en condiciones reales un
O2 − CO
EA = 100 ⋅ 2 , % (4.13)
CO
0,2682 ⋅ N 2 − O2 −
2
Siendo: α = 1+ EA /100