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INGENIERAS CIVILES… Perjuicios, estudiar, obras,

oficinas, construcción…
¡AÚN HAY MUCHA CIVILIZACIÓN POR CONSTRUIR!

Las normas de igualdad de género dentro de las diferentes ingenierías han implicado que la
Ingeniería Civil como profesión regulada ha necesitado establecer normas que involucren por
igual a mujeres y hombres dentro de su disciplina, además de regularizar las diferentes
técnicas aplicadas a la construcción. Así se generaron varias formas de regularización
conforme a las políticas de cada país y las necesidades en cada región del mundo.

Dentro del ámbito de la construcción ya existíamos las mujeres desde hace milenios. Por
ejemplo, en África las mujeres aún construyen sus propias casas.

La civilización es aquello que hemos forjado conjuntamente muchos profesionales de todos los
tiempos para crear lugares más habitables.

Actualmente el título de Ingeniería Civil lo otorgan las universidades, pero debemos admitir
que desde tiempos inmemoriales hemos existido mujeres y hombres ingenieros civiles,
entendiéndose que antiguamente se consideraba a la Ingeniería Civil como la “Ingeniería No
Militar”. Así fueron creadas diferentes escuelas de Ingeniería Civil en las que se educó a
hombres y mujeres por igual, como la versión académica de “las constructoras y los
constructores” relacionados con las obras civiles, y estableciéndose un límite entre las
competencias de la Ingeniería Civil, la arquitectura y las demás ingenierías.

Debemos recordar que:

Ingeniero(a): es la persona que encuentra soluciones ingeniosas para los problemas que
requieren soluciones técnicas. Al ser creadas las profesiones universitarias de ingeniería se
relacionó el término “engine” (motor) con la denominación de la “ingeniería”.
Por ello, hombres y mujeres de las diferentes ingenierías hemos participado en magníficas
obras que requerían esfuerzos multidisciplinarios de diseño y construcción de edificaciones
hasta de tres niveles, diseño estructural de edificaciones, carreteras, ensayos de laboratorios,
avances técnicos relacionados con la Topografía (como por ejemplo el uso de programas de
diseño asistido por ordenadores, el uso de sistemas de información geográfica para diversas
aplicaciones, fotografías satélite para diseñar grandes obras, etcétera), diseños hidráulicos
para obras de riego, diseño de tuberías para edificaciones y para llevar agua a las ciudades,
así como muchas otras aplicaciones de la Ingeniería Civil.

¡Parece inimaginable la cantidad de trabajo que pueden generar las ingenierías! Por ello se
requieren esfuerzos de equipos multidisciplinarios que aportan sus mejores conocimientos
para lograr los avances de la civilización, y es porque los lugares habitables jamás se han
construido solos.
Debemos mencionar que las mujeres siempre procuran integrar las actividades que implican
civilización. Muchas mujeres han tenido que participar al igual que los hombres en la
construcción y reconstrucción de viviendas, puentes, carreteras y demás. Eso ha
implicado tener que dirigir a equipos de trabajo en labores diversas, desde la limpieza
inicial del inmueble a utilizar para la obra civil, hasta la inauguración al final de la obra.

Tradicionalmente se llamó “constructores” a quienes participábamos en el diseño o


manipulación de elementos para construir sitios adecuados a fin de que la especie humana
pudiera habitar. Y así surgieron dentro de las civilizaciones conocidas los constructores que
nos han dejado su legado. A unos se les llamó arquitectos, y a otros se les llamó ingenieros.
Pero todos eran simplemente constructores, porque aún no existía delimitación entre las
competencias propias de cada profesión constructiva.

Debemos recordar también que la Ingeniería Civil surgió como profesión reguladora de las
obras civiles conforme a las necesidades de cada país. También que después de los
desastres que periódicamente suceden en diferentes partes del mundo quedan destrucción y
hambrunas. Es entonces cuando más se necesitan hombres y mujeres para que dirijan las
reconstrucciones en las ciudades desoladas.
Generalmente, el profesional a cargo de una obra civil es también el responsable en caso de
haber desperfectos, y en algunas culturas es preferible que sean mujeres las que dirijan una
construcción, conforme a las costumbres del país, porque hay lugares donde los hombres no
tienen libertad para acceder, sino solamente las mujeres (ejemplo de ello es que los hombres
no pueden acceder a un harem).

Algunos ejemplos de mujeres hacedoras de obras:


Mujeres participando en una reconstrucción después de un bombardeo durante la
Segunda Guerra Mundial

Otras fotografía de mujeres participando en reconstrucciones


Foto de mujeres originarias de Nepal, reconstruyendo

El máximo auge de la Ingeniería Civil se presenta cuando hay crecimiento de la población en


algún país: al aumentar la población se requieren nuevas obras para cubrir las necesidades de
vivienda, transporte, comunicaciones y demás.

Fábrica de ladrillos en Nahrawan, sureste de Bagdad, Irak

Debido a la multiplicación de la población en algunos lugares, y en base a que gradualmente


los países más civilizados han permitido que las actividades entre hombres y mujeres sean
similares, ha sido necesario que las universidades admitan a mujeres interesadas en estudiar
Ingeniería Civil. Pero como los avances de la civilización llegan muy lentamente a ciertas
poblaciones, en muchos países aún se acostumbra llamar a las mujeres “ingenieros civiles” en
vez de “ingenieras civiles”, y las mujeres que trabajamos ingeniería aún somos muy escasas.
Con frecuencia, las mujeres que desean ejercer la Ingeniería Civil tienen que emigrar para
poder hacerlo.

Con el crecimiento poblacional de los últimos siglos, en muchos países las mujeres hemos
demostrado interés por desempeñarnos en otros campos de actividad que no fuera
exclusivamente el hogar y el cuidado de los hijos. Vimos a nuestros hijos varones crecer,
estudiar y desempeñarse como ingenieros, abogados, médicos, etcétera, y ello nos inspiró a
las mujeres a través de las últimas décadas para contribuir al desarrollo de una mejor
civilización que nos permitiera a todas y todos vivir en condiciones más adecuadas.

Para educar a las nuevas generaciones en el sentido de que las mujeres podemos aportar
dentro del hogar y también fuera de él, a través de una de mis cuentas de Twitter compartí
datos referentes a las ventajas de las mujeres en la Ingeniería Civil, pero encontré muy pocas
fotografías de ingenieras civiles para compartir.

¡Las ingenieras civiles somos personas que merecemos ser retratadas de acuerdo a
como somos en la realidad!

Tanto hombres como mujeres de la Ingeniería Civil cometemos el error de no documentar


adecuadamente nuestro desempeño en el trabajo, y eso es un punto en el cual todas y todos
debemos mejorar. Encontré que abundan las fotografías de jóvenes modelos (mujeres)
posando con cascos de seguridad color amarillo o blanco, para atraer a nuevas estudiantes
interesadas en la Ingeniería Civil, pero muy pocas fotografías eran de ingenieras civiles
graduadas legítimas, y mucho menos de mujeres trabajando en obras civiles. La verdad es
que los cascos de seguridad no se usan cotidianamente: nosotros los ingenieros, hombres y
mujeres usamos más nuestro ingenio, y aunque el casco amarillo o blanco es un símbolo de
“ingeniero trabajando”, no es un artículo de uso cotidiano. Afortunadamente ya existen
entidades que se preocupan por compartir fotos realistas de mujeres ingenieros civiles que se
ven de acuerdo a la realidad, y no como criaturas idealizadas que compiten con las modelos
de los anuncios comerciales.

Actualmente las ingenieras civiles utilizamos otras herramientas de trabajo, especialmente


ordenadores (para realizar cálculos de edificaciones y demás). Por ello, las imágenes de
ingenieras civiles son extremadamente escasas y se confunden con las de otras profesiones
reguladas.
Ante la perspectiva de que resultará indispensable viajar para poder trabajar, me resulta
gratificante haber tenido la inmensa fortuna de ejercer durante cerca de veinte años la
Ingeniería Civil, lo cual implicó adquirir la experiencia que ello conlleva. Pero debo mencionar
que ser ingeniera civil no es llevar un casco amarillo y un chaleco color naranja, sino ejecutar
en la vida cotidiana mejoras para la habitabilidad de los lugares donde haya seres humanos.

La realidad de la Ingeniería Civil para las mujeres puede ser gratificante o arriesgada, según el
trabajo encomendado. ¡A hombres y a mujeres nos sucede igual! La realidad de la ingeniera
civil es que tienes que ser mujer en cualquier ambiente en el cual tengas que trabajar, pero
desempeñando el trabajo al igual que los hombres.

Ser ingeniera civil jamás ha sido aparecer ante cámaras fotográficas de manera muy
glamorosa, y a pocas mujeres se nos ocurre tomarnos fotografías en las obras que estamos
realizando, pero… ¡no hay tiempo que perder!
La realidad de la ingeniera civil para las mujeres es similar a la de los hombres, y con
frecuencia implica sudar y ensuciarse mientras se viaja a lugares remotos donde será
necesario iniciar una nueva obra civil. Tristemente a veces hasta suceden accidentes en casos
de inspecciones “in situ”. Pero siempre es necesario documentar nuestros trabajos.

Antiguamente la protección para las ingenieras civiles no era tan buena (ni para los hombres
ingenieros civiles) por lo cual era arriesgado realizar las inspecciones “de campo”.

En honor de algunas ingenieras civiles debo mencionar sus casos (aunque no diga sus
nombres).

“Teresa” dirigía una construcción en un país en vías de desarrollo y de manera inusitada


perdió la vida porque uno de sus trabajadores había tenido un mal día. Dicho trabajador
lastimosamente perdió la razón y se le ocurrió emprenderla contra Teresa, atravesándole el
pecho con una varilla de hierro a manera de una lanza.

Otra amiga constructora tuvo que realizar una inspección en una obra y mientras ella estaba
allí de manera absolutamente imprevista se derrumbó una viga de madera y la dejó con
hemiplejía.

El conjunto de ingenieros de todos los tiempos hemos contribuido para que las condiciones de
vida mejoren para la especie humana, y prueba de ello es el hecho de que la Ingeniería Civil
ya cuenta con ventajas como el uso de ordenadores para hacer cálculos, diseños y demás.

El trabajo continúa siendo intenso, particularmente en la búsqueda de nuevas obras que


deban ser realizadas, por lo cual todas las personas relacionadas con la Ingeniería Civil
debemos diversificarnos en nuestras actividades.

Entre las ingenieras civiles hay mujeres de todas las edades. Todas somos también madres,
hermanas, hijas, amigas y demás. Pero ante todo somos grandes hacedoras de
civilización. Algunas ya son abuelas y a pesar de su edad aprenden a usar todos los medios
que tengan a su alcance para calcular obras de Ingeniería Civil y continuar ejerciendo nuestra
profesión. Pero no importa los recursos con los cuales podamos contar, ya que el trabajo a
realizar aún es mucho.

Fuente : margainclanrobr.wordpress.com

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