Universidad Autónoma del Estado

de Hidalgo
Instituto de Ciencias de la Salud
Área Académica de Psicología
Corrientes Contemporáneas de la Psicología de la Salud
Dra. Andrómeda Valencia

El Paciente Crónico

Alumna:

Miranda Rocha Gabriela Lisset

Grado: 8vo Área: Salud

Fecha de entrega: / 20/04 /2018

 El Paciente Crónico

Se puede notar que el ambiente de toda la trama lleva cierta tensión. David, el

enfermero protagonista trasgrede los límites que debería tener por norma ética de

profesionista a paciente. Desde el principio cuando lleva el caso de una aparente

anoréxica, se nota el vínculo tan extenso que genera con ella. Un tiempo después

ella muere y se puede notar al enfermero que le duele, que ese vínculo que generó

anteriormente se convierte en doloroso y desgarrador, debido que no respeta los

límites y coloca la relación en un estado de transferencia y contratransferencia, así

como de ambivalencia frente a sus interacciones con sus pacientes.

Otro punto a mirar a lo largo de la película, principalmente con el paciente que tuvo

un infarto, son los constantes reforzadores para que su caso mejorara, a tal grado

de ponerle pornografía. Trata tanto con sus pacientes que incluso empieza a cubrir

turnos extras, tanta es su insistencia en doblar turnos y cubrir necesidades quizá

innecesarias del paciente que es demandado por abuso sexual.

David iba más allá, también pude notar algunos rasgos obsesivos principalmente

cuando pide su toalla en el gym y por la terquedad y su manera aferrada de

quedarse con los pacientes, de crear una dependencia bilateral tan grande entre

ambos por el posible sentimiento de culpabilidad que día a día tiene que cargar con

su existencia frente a la eutanasia a su hijo, que en tiempos pasados realizó para

pausar para siempre el sufrimiento de este; es entonces que compensa esas

emociones siendo demasiado protector con sus pacientes.

A pesar de la culpa por la eutanasia, se lo aplica a Martha, su paciente que le pide

y casi le ruega que termine con su sufrimiento y David acepta.

A lo largo del filme pude notar varias cuestiones. Por ejemplo un duelo no superado,

en etapas aun tardías que no le permite avanza, así como una constante evasión

por la realidad a tal grado que se alejó de su misma familia, busca tantas actividades

que no sale de la negación, hace un ejercicio constante y de manera a veces para

mi obsesiva, tanto que su vida termina en un accidente, que pone fin a su sufrimiento

emocional atropellado, o más bien se convierte en el último paciente de sí mismo.

Otra cuestión a notar relacionándolo a nuestra profesión, fueron los conflictos no

resueltos a veces por parte del terapeuta, con el afán de ayudar, arreglar,

reacomodar y reestructurar vidas ajenas a la suya, siempre huyendo compartiendo

locuras que no son las que él debería enfrentar, el como siempre se va a necesitar

un acompañamiento terapéutico para evitar que nos enganchemos con los

pacientes; enfrentarnos con nuestros problemas antes de atender a alguien más y

claro, algo rescatable es siempre tener interés, pero también mantener un equilibrio

entre eso y marcar límites que sirven y servirán para nuestro bienestar y el del

paciente, para que no nos convirtamos en un futuro en el último paciente.