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El Mensaje a Laodicea
Índice de Contenido
Prólogo …………………………………………………………………………. 01
Prefacio …………………………………………………………………………. 02
Introducción …………………………………………………………………… 04
1.- El Mensaje a Laodicea ………………………………………………………. 12
2.- La Condición de Laodicea ………………………………………………… 16
3.- Insubordinación en la Iglesia ………………………………………………… 21
4.- La Cura para la Insubordinación ………………………………………….. 25
5.- Esperanza para Laodicea ………………………………………………………. 29
6.- La Urgencia del Mensaje ………………………………………………………. 31
7.- Una Palabra de Amonestación ………………………………………………… 32
8.- Nuestra Tarea no Terminada ………………………………………………… 33
9.- El Moderno Israel ha de Aprender del Israel de Antaño ……………………….. 36
10.- La Educación ……………………………………………………………… 36
11.- La Obra Médica Misionera …………………………………………………. 39
12.-Fuera de las Ciudades ……………………………………………………….. 43
13.- El Mensaje de 1888 y el Mensaje a Laodicea ……………………………… 44
14.- Lo Cual Constituye la Iglesia ………………………………………………… 46
15.- Como Considera Dios la Iglesia de Laodicea Hoy en Día ………………… 48
Apéndice A: Promesas Animadoras ………………………………………….. 49
Apéndice B: Bajo la reprensión de Dios ………………………………………….. 52

Prólogo.-

El mensaje a Laodicea es el último mensaje de Dios que ha de ir al mundo antes del fin. Cuán
importante es, pues, conocerlo y entenderlo.
La Señora White, en los siguientes párrafos, hace algunas preguntas muy definidas y luego das palabras
de ánimo a los que pongan en práctica el consejo a la iglesia de Laodicea.

“El mensaje de Laodicea se aplica a la iglesia en este tiempo. ¿Creéis ese mensaje? ¿Tenéis corazones
sensibles? ¿O decís constantemente: Somos ricos, y estamos enriquecidos, y no tenemos necesidad de
nada? ¿Es en vano que se haya dado la declaración de la verdad eterna a esta nación para ser llevada a
todas las naciones del mundo? Dios ha elegido a un pueblo y lo ha hecho depositario de una verdad
saturada de resultados eternos. Le ha dado la luz que debe iluminar al mundo. ¿Se ha equivocado Dios?
¿Somos realmente sus instrumentos escogidos? ¿Somos los hombres y mujeres que han de llevar al
mundo los mensajes del capítulo catorce del Apocalipsis, que han de proclamar el mensaje de salvación
a los que están al borde de la ruina? ¿Procedemos como si fuéramos esos hombres y mujeres?”.
1MS:107.

“El mensaje a Laodicea está lleno de ánimo; pues la iglesia apóstata todavía puede comprar el oro de la
fe y del amor, todavía puede adquirir las vestiduras blancas de la justicia de Cristo, para que no se
descubra la vergüenza de su desnudez. La pureza del corazón y de los motivos todavía puede
caracterizar a los indiferentes que están esforzándose por servir a Dios y a Mamón. Todavía ellos
pueden lavar las ropas de su carácter y emblanquecerlas en la sangre del Cordero.
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Todavía hay esperanza para nuestras iglesias si prestan atención al mensaje dado a Laodicea”.
7CBA:966.

H. Allen Craw

Profesor retirado de la Universidad de Loma Linda

Prefacio.-

Actitudes conflictivas.-

A través de todo el tiempo la iglesia se ha estado jactando por su progreso y prosperidad en el aumento
de miembros, instituciones y empresas misioneras mundiales, en tanto que el Señor, por medio del
Espíritu de Profecía, ha estado reprendiendo a los miembros de la iglesia por sus pecados y apostasías,
y por la pérdida de su primer amor que ha resultado en tibieza y pobreza espiritual. La reprensión no ha
sido entendida o apreciada por aquellos que están poseídos del engaño de Laodicea, y por lo tanto los
Testimonios han sido prácticamente puestos a un lado y virtualmente rechazados por muchos. Al no
poder comprender la manifiesta contradicción entre la actitud de la iglesia y el agente profético del
movimiento por medio del cual Dios habla, la tendencia ha sido poner en tela de juicio la autoridad de
éste último y llegar a la conclusión de que la profetisa de Dios era totalmente pesimista.

La causa del engaño.-

Existe una razón para el engaño de Laodicea. La iglesia ha confundido la prosperidad material
tomándola por progreso espiritual; la ha interpretado como una evidencia de la presencia de Dios y del
favor del cielo. El propósito del mensaje de Laodicea es el de corregir esta falsa impresión y mostrar
que Dios considera la prosperidad desde el punto de vista de la vida y del crecimiento espiritual. La
prosperidad material seguirá naturalmente a la presencia y la bendición de Dios como en los días
apostólicos, pero es el resultado y no la causa del favor divino. La historia de muchos movimientos
religiosos falsos antiguos y modernos prueba que la prosperidad material por sí misma no significa
nada. El aprender esta lección es una de las mayores necesidades del pueblo adventista, porque de ello
depende nuestro destino eterno.

Retroceso espiritual.-

El retroceso se refiere al aspecto espiritual y no a las cosas materiales.

“La obra se ha extendido de tal manera que abarca ahora un extenso territorio y ha aumentado el
número de los creyentes. Sin embargo, hay una gran deficiencia, porque podría haberse realizado una
obra mayor si se hubiese manifestado el mismo espíritu misionero que en los primeros tiempos. Sin
este espíritu, el obrero no hará sino mancillar y deshonrar la causa de Dios. La obra retrocede
realmente en vez de progresar como Dios quisiera. Nuestro número actual y la extensión de nuestra
obra no deben ser comparados con lo que eran al comienzo. Debemos considerar lo que pudo haberse
hecho si cada obrero se hubiese consagrado a Dios en alma, cuerpo y Espíritu, como debiera haberlo
hecho”. 3JT:52-53.

“Pero la obra se ha deteriorado en algunos respectos. Mientras ha crecido en extensión y posesiones


materiales, su piedad ha disminuido”. 7T:208.
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Verdadera prosperidad.-

“Si los números fueran evidencia del éxito, Satanás podría reclamar la preeminencia, porque en este
mundo sus seguidores constituyen la mayoría. Es el grado de fuerza moral que infiltra el colegio lo que
constituye una prueba de su prosperidad. Es la virtud, la inteligencia y la devoción de la gente que
integra nuestras iglesias, y no sus números, lo que debiera ser causa de gozo y de gratitud”. 5T:30.

Siguiendo una descripción de prosperidad material y ostentación en el culto religioso mientras la


piedad está ausente, leemos:

“Pero no se honra a Dios con todo esto. Él aprecia a su iglesia, no por sus ventajas exteriores, sino por
la sincera piedad que la distingue del mundo. Él la estima de acuerdo con el crecimiento de sus
miembros en el conocimiento de Cristo y de acuerdo con su progreso en la experiencia espiritual.
Busca en ella la manifestación de los principios del amor y de la bondad… Una congregación puede ser
la más pobre de la tierra. Puede carecer de atractivos externos; pero si sus miembros poseen los
principios que regían el carácter de Cristo, los ángeles se unirán con ellos en su culto”. PR:414.

No se halla en su medio.-

La siguiente declaración es un comentario sobre Apoc. 3:20 y muestra que mientras Cristo sea
conservado fuera de la puerta no está en medio de Sión y se halla excluido de su propio templo:

“La iglesia se halla en el estado de Laodicea. La presencia de Dios no se halla en su medio… ¡Qué cosa
terrible es excluir a Cristo de su propio templo! ¡Qué pérdida para la iglesia! Nuestro Redentor envía a
sus mensajeros para presentar un testimonio a este pueblo. Él dice: ‘He aquí, yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo’. Pero muchos
rehúsan recibirlo, porque temen que él será un huésped costoso. El Espíritu Santo espera ablandar y
subyugar los corazones, pero ellos no están dispuestos a abrir la puerta y permitir que entre el Salvador;
pues temen que él exigirá algo de ellos. Y así Jesús de nazaret pasa de largo. Anhela conferirles sus
ricas bendiciones y sus dones de gracia, pero ellos los rechazan”. Brown Leaflet Series, Education,
Nº 6, 1898.

¡Qué tragedia!

Gran preocupación.-

Est5e libro se ha escrito y compilado con una gran preocupación, no con espíritu de crítica. Hemos
permitido que hablaran los Testimonios inspirados, y no el hombre.
Es evidente que hay algo vitalmente erróneo en todos nosotros. Desde los dirigentes hasta los
miembros laicos nos vemos obligados a confesar que todavía estamos aquí después de más de cien años
de tratar de terminar la obra, y que estamos lejos de alcanzar nuestra meta de lo que hemos estado
jamás.
Oramos a fin de que todos cuantos lean este libro sean inducidos a una experiencia más íntima con
Jesús, y que nuestros ojos puedan abrirse para ver nuestra condición laodicense antes que seamos
vomitados de la boca de Dios.

Pastor Ron D. Spear

12 de Enero de 1984
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Introducción.-

El mensaje a Laodicea es el mensaje más grandioso que alguna vez se ha dado a la iglesia en cualquier
tiempo. El mensaje de Elías estaba dirigido a la iglesia de su tiempo. Dios envió el mensaje de Elías a
la iglesia de los días de Juan el Bautista debido a su corrupción y apostasía, con el propósito de
preparar a la iglesia para la primera venida de Cristo. La mensajera del Señor ha prometido que el
mensaje de Elías vendrá de nuevo a la iglesia para prepararla para la segunda venida. La conclusión es
que el mensaje a la iglesia de Laodicea es el mensaje de Elías.

“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible”. Mal. 4:5.

“La profecía debe cumplirse. El Señor dice: ‘He aquí, yo os envío a Elías el profeta, antes que venga el
día de Jehová grande y terrible’. Alguien ha de venir con el espíritu y el poder de Elías, y cuando
aparezca, los hombres pueden decir: ‘Usted es demasiado reciente, no interpreta las Escrituras de la
debida manera. Permítame que le diga cómo debe enseñar su mensaje’”. TM.484.

La profecía debe cumplirse. El mensaje de Elías debe ser dado a la iglesia y los que den ese mensaje
serán tan impopulares como lo fue Elías y como lo fue Juan el Bautista. Nótese esta declaración de la
pluma inspirada:

“Como nunca antes, debemos orar no sólo que sean enviados obreros al gran campo de la mies, sino
pedir un claro concepto de la verdad, a fin de que cuando lleguen los mensajeros de la verdad podamos
aceptar el mensaje y respetar al mensajero”. 3JT:53.

El mensaje se encuentra en Isa. 58:1.

“Clama a voz en cuello, no te detengas. Alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión,
y a la casa de Jacob su pecado”. Isa. 58:1.

“Los más alarmantes mensajes serán presentados por hombres designados por Dios, mensajes de un
carácter tal que amonesten a la gente, que la despierten”. Ev:127.

“El Señor suscitará a hombres que den al pueblo el mensaje para este tiempo”. TM:104.

El mensaje de Elías es un llamado a la confesión y al arrepentimiento, pero muchos tratarán de


arrepentirse cuando sea demasiado tarde.

“Dios aceptará las confesiones de pecado hechas en el momento correcto para auxiliar a su pueblo.
Pero hay entre nosotros aquellos que harán confesiones, como lo hizo Acán, demasiado tarde como
para salvarse. Dios puede probarlos y darles otra prueba con el propósito de evidenciar a su pueblo que
los tales no soportarán una prueba que viene de Dios. No están en armonía con lo correcto. Desprecian
el testimonio directo que llega al corazón, y se regocijarían de ver silenciado a todo el que reprende”.
3T:302.

¿Cuál es la razón por la cual se produce esta deplorable apostasía de Laodicea? Es el rechazo del
mensaje de la justicia de Cristo presentado a la iglesia en 1888. este mensaje, dado por los pastores
Waggoner y Jones y Ellen White durante la década de los 80 y los 90 (véase el Apéndice), cuando no
fue bien recibido, en realidad fue un rechazo del Espíritu Santo en la lluvia tardía. La inspiración nos
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dice que Dios quería llevar a la iglesia a la tierra prometida pronto después de 1844 si hubiera recibido
lo que en verdad era el mensaje del tercer ángel, que es la justificación por la fe (Véase Ev:142 y
3JT:72-73).

¿Cuál es el mensaje?

Este mensaje es que Dios tiene el poder para guardarnos sin pecado. Los cristianos aceptarán este poder
que Cristo tiene de hacer que el pecador abandonado y el paria degradado tenga la victoria sobre su
corrupción, pero no aceptarán ese poder para vencer sus propios pensamientos lascivos y su
temperamento malo. Nótese lo que dice Dios:

“El baluarte más fuerte del vicio en nuestro mundo no es la vida perversa del pecador abandonado ni
del renegado envilecido; es la vida que en otros aspectos parece virtuosa y noble, pero en la cual se
alberga un pecado, se consiente un vicio”. DMJ:81.

“Por el poder del Espíritu Santo la imagen moral de Dios ha de ser perfeccionada en el carácter.
Hemos de ser totalmente transformados a la semejanza de Cristo”. TM:515.

“Podemos vencer plena y enteramente. Jesús murió para hacernos un camino de salida, a fin de que
pudiésemos vencer todo mal genio, todo pecado, toda tentación y sentarnos al fin con él”. 1JT:43.

“Cristo espera con un deseo anhelante la manifestación de sí mismo en su iglesia. Cuando el carácter de
Cristo sea perfectamente reproducido en su pueblo, entonces vendrá él para reclamarlos como suyos”.
PVGM:47.

Si no tenemos en realidad la fe de Jesús (Apoc. 14:12), no creeremos que es posible vencer el pecado, y
si no creemos en esto por nuestra experiencia, no seremos salvados.

“Se requiere una obediencia estricta, y los que dicen que no es posible vivir una vida perfecta, le
atribuyen a Dios una imputación de injusticia y falta de verdad”. RH, 7 de Febrero de 1957.

“De ahí que trate constantemente de engañar a los discípulos de Cristo con su fatal sofisma de que les
es imposible vencer”. CS:543.

“Sin embargo, imitará tan bien la justicia que, si posible fuese, engañaría a los mismos escogidos”.
Educación Cristiana:241.

Notad, queridos amigos, la evidencia abrumadora de que hemos rechazado la experiencia que Dios
quería que su iglesia aceptara en 1888, el mensaje de la justificación por la fe. Definamos esa
experiencia más plenamente para no dejar de entenderla, pues la iglesia no la ha entendido durante
unos cien años. Nunca podremos terminar la obra con ninguno de nuestros programas hasta que esta
experiencia sea nuestra.
Adán y Eva perdieron su hogar edénico porque abandonaron su confianza en Dios. Sin la fe explícita
con que Dios los había creado, no se les podía confiar la justicia, y por lo tanto no podían retener la
semejanza de Dios. Sin ambas cosas no podían amar como Dios los había creado para amar. Adán y
Eva se entristecieron por haber pecado y anhelaron detenerse. Pero a fin de que fueran restaurados al
Edén, debían tener justicia de nuevo. Pero antes de que pudieran tener la justicia de Cristo, necesitaban
tener la fe de Cristo. Entonces, así como en el caso de todos los hombres, podían ser restaurados en
carácter y en la semejanza a Dios y de nuevo amar como Dios los había creado para amar.
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Esto es lo que había acontecido con los 120 que se encontraban en el aposento alto: tenían la fe de
Jesús, poseían el poder de Cristo para vivir la vida de Cristo, para pensar sus pensamientos, y para ser
vestidos con el ropaje de su justicia. Luego tenían también su amor y podían responder a la vida como
Jesús lo haría.

“Por su perfecta obediencia ha hecho posible que cada ser humano obedezca los mandamientos de
Dios. Cuando nos sometemos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se fusiona con su
voluntad, la mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se sujetan a él; vivimos su vida. Esto
es lo que significa estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuando el Señor nos contempla,
él ve no el vestido de hojas de higuera, no la desnudez y deformidad del pecado, sino su propia ropa de
justicia, que es la perfecta obediencia a la ley de Jehová”. PVGM:253-254.

Esta fue la experiencia del primer Pentecostés. También será la experiencia de los que reciban el
segundo Pentecostés en la lluvia tardía y en el fuerte clamor. Ellos lograrán una completa victoria por
medio de Cristo sobre toda debilidad, sobre todo pecado, toda tentación, y sobre toda tendencia al
pecado hereditaria o cultivada.

“La guerra contra el yo es la mayor guerra que se haya peleado alguna vez. La entrega del yo, la
rendición de toda la voluntad a Dios, y el ser revestido de humildad, la posesión de ese amor que es
puro, benigno, lleno de amabilidad y buenos frutos, no es de fácil obtención. Y sin embargo, es nuestro
privilegio deber ser perfectos vencedores aquí. El alma debe someterse a Dios antes que pueda ser
renovada en conocimiento y verdadera santidad. La vida santa y el carácter de Cristo constituyen un
ejemplo fiel. Su confianza en su Padre celestial era ilimitada. Su obediencia y su sumisión eran sin
reservas y perfectas”. 3TS:132.

“El tiempo es muy breve, y todo lo que se ha de hacer, debe hacerse prestamente. Los ángeles están
reteniendo los cuatro vientos, y Satanás está aprovechándose de todo aquel que no está plenamente
establecido en la verdad. Toda alma ha de ser probada. Todo defecto del carácter, a menos que sea
vencido por la ayuda del Espíritu de Dios, llegará a ser un seguro medio de destrucción. Siento como
nunca antes la necesidad de que nuestro pueblo sea vigorizado por el espíritu de la verdad; porque los
designios de Satanás entramparán a toda alma que no haya hecho de Dios su fortaleza. Hay mucho
trabajo que hacer para el Señor; y si hacemos lo que él nos ha asignado, él obrará con nuestros
esfuerzos”. 2JT:217.

En el seno de la Iglesia Adventista hay tres grandes asuntos mal comprendidos. Son los siguientes: (1)
La i8ncomprensión con respecto a los mensajes de los tres ángeles. (2) la falta de comprensión
referente a la purificación del santuario de Dan. 8:14. (3) La incomprensión del Espíritu de Profecía.

Los mensajes de los tres ángeles.-

Existe cierta incomprensión con respecto al mensaje de los tres ángeles de Apoc. 14:6-12 entre el
pueblo remanente de Dios en este tiempo del fin. Estos mensajes se presentan en Apocalipsis 14 con
una descripción de Cristo, el Cordero de Dios, que está sobre el monte Sión con un grupo especial de
personas. Ellas tienen el nombre de su Padre escrito en sus frentes: el carácter de Dios. Los tres ángeles
representan al pueblo que ha sido comisionado para dar el mensaje especial de Dios al mundo al fin del
tiempo.
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“Cristo viene por segunda vez con poder para salvación. Ha enviado los mensajes de los ángeles
primero, segundo y tercero para preparar a los seres humanos para dicho acontecimiento. Estos ángeles
representan a los que reciben la verdad y presentan el Evangelio al mundo con poder”. 7CBA:989-990.

La presentación de estos mensajes se realiza con gran poder en testimonios personales que no pueden
ser negados. Cuando los mensajes se presenten en la forma en que debieran serlo, será por medio de
quienes reproducen perfectamente el carácter de Cristo (Véase PVGM:47-48). El sello del Dios vivo
habrá sido colocado sobre sus almas. Ellos habrán sido establecidos en la verdad intelectual y
espiritualmente, y no pueden ser movidos (Véase 4CBA:1183). Ellos son los que lloran entre el pórtico
y el altar por los pecados del mundo y los de la iglesia. Clamarán al Señor como hicieron los profetas
de antaño: “Salva a tu pueblo, oh Dios” (Véase 1JT:335-336; 2JT:63-65). Los 144000 deberán sostener
esta maravillosa verdad ante el mundo entero, haciendo frente a una gran oposición y persecución y a
un constante peligro de muerte. El carácter de Dios será vindicado por sus palabras, acciones y su
testimonio viviente. Ellos constituyen verdaderamente el remanente. No será posible comprarlos o
venderlos a ningún precio.
Los tres ángeles, son solamente meros símbolos de un pueblo que tiene la experiencia de la justicia por
la fe. Se los verá yendo de puerta en puerta con sus Biblias. (Véase 3JT:344-345).
Cuando el carácter de Cristo se reproduzca en su pueblo, estos mensajes resonarán de nuevo por el
mundo proclamado por un pueblo que tiene la fe de Jesús, su justicia, su poder, y que está viviendo la
vida de Jesús y su amor.
El mayor cumplimiento de estos mensajes se realiza en nuestros días, al fin del tiempo, en la última
generación. Nótese lo siguiente:

“El primer mensaje y el segundo se dieron en 1843 y 1844, y ahora estamos bajo la proclamación del
tercero; pero aun ahora hay que seguir proclamando los tres mensajes. Ahora es tan esencial como en
cualquier tiempo pasado que se los repita a los que están buscando la verdad. Debemos hacer resonar
su proclamación mediante la pluma y la voz; debemos mostrar su secuencia y la aplicación de las
profecías que nos conducen al mensaje del tercer ángel. No puede haber un tercer mensaje sin un
primero y un segundo. Debemos proclamar al mundo estos mensajes mediante publicaciones y
conferencias que muestren en el ámbito profético las cosas que han sido y las que serán”. 2MS:120.

La purificación del santuario.-

Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, no puede purificar el Lugar Santísimo hasta que tenga un pueblo que
entienda por experiencia la purificación de sus propias almas. La predicación de la doctrina del
santuario es apoyada por el Espíritu Santo:

“Durante más de medio siglo [desde 1844], los temas principales de la verdad presente han sido
cuestionados y combatidos. Se han presentado nuevas teorías como verdaderas, las cuales no
constituían la verdad, y el Espíritu de Dios reveló su error. Cuando los grandes pilares de nuestra fe
fueron presentados, el Espíritu Santo dio testimonio de ellos, especialmente en lo concerniente a las
verdades de la cuestión del Santuario. Una y otra vez el Espíritu Santo apoyó en forma notable la
predicación de esta doctrina. Pero hoy, como en el pasado, algunos serán impulsados a elaborar nuevas
teorías y a negar las verdades a las cuales el Espíritu de Dios ha dado su aprobación”. ATO:197.

Debe ser evidente que el santuario no puede ser purificado hasta que aquellos que habiten en él lo sean.
Levítico 16 establece con claridad que tanto el santuario como el pueblo eran típicamente limpiados
mediante los servicios especiales del día de expiación. Numerosos otros países de la Biblia muestran
que la purificación realizada en el santuario celestial incluye una purificación de los santos.
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“Yo envío mi mensajero, que preparará el camino delante de mí. En seguida después, vendrá a su
templo el Señor a quien buscáis, el Ángel del pacto, a quien deseáis. Ya viene —dice el Eterno
Todopoderoso. ¿Quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿Quién podrá estar cuando él se
manifieste? Porque él es como fuego purificador, como lejía de lavadores. Se sentará para afinar y
limpiar la plata. Limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a plata, y ofrecerán al Eterno ofrenda
con justicia”. Mal. 3:1-3.

El CS:476-479, establece que este pasaje se refiere al mismo acontecimiento que Dan. 8:14. El profeta
declara aquí: “Vendrá súbitamente a su templo el Señor s quien buscáis… limpiará a los hijos de leví”
(Mal. 3:1-3) (el pueblo de Dios).
Consideremos estas declaraciones:

“Cristo está limpiando el templo que está en el cielo de los pecados del pueblo, y debemos obrar en
armonía con él en la tierra, limpiando el templo del alma de su contaminación moral”. RH, 11 de
Febrero de 1890.

“Nos hallamos en el día de la expiación, y hemos de trabajar de acuerdo con la obra de Cristo de
purificar el santuario de los pecados del pueblo”. RH, 21 de Enero de 1890.

Dan. 8:14 se refiere a la purificación del santuario del nuevo pacto que se presenta en Heb. 8:1-2.

“Lo principal de lo que venimos diciendo es que tenemos un Sumo Sacerdote que se sentó a la diestra
del trono de la Majestad en el cielo; y es ministro del Santuario, de aquel verdadero Santuario que el
Señor levantó, y no el hombre”. Heb. 8:1-2.

No solamente Ellen White se refiere a esto como el santuario del cielo, sino que ella también hace la
siguiente aplicación significativa:

“El tabernáculo judío era un símbolo de la iglesia cristiana... La iglesia en la tierra, compuesta por los
que son fieles y leales a Dios, es el "verdadero tabernáculo" del cual es ministro el Redentor. Dios, y no
el hombre, levantó este tabernáculo sobre una plataforma alta y elevada.
Este tabernáculo es el cuerpo de Cristo, y de norte a sur, este y oeste reúne a los que ayudarán a
integrarlo... Un tabernáculo santo está formado por los que reciben a Cristo como a su Salvador
personal... Cristo es el ministro del verdadero tabernáculo, el sumo sacerdote de todos los que creen en
él como un Salvador personal”. 7CBA:943.

La purificación de los santos es el perfeccionamiento de ellos. Recordemos que una herejía es una
distorsión de la verdad, un exceso de énfasis en una parte y un olvido de otra parte importante:

“El sendero de la verdad se halla al lado y cerca del sendero del error, y ambas sendas pueden parecer
ser una para las mentes que no son guiadas por el Espíritu Santo y que, por lo tanto, no están prontas
para discernir la diferencia entre la verdad y el error”. 1MS:236.

Nuestra pereza para estudiar el tema del santuario en sus variadas e importantes ramificaciones ha sido
responsable de que muchos de nuestros hermanos no entendieran la diferencia entre perfección y
perfeccionismo.
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El Espíritu de Profecía.-

“El Libro de la Ley nunca se aparte de tu boca. Antes medita en él de día y de noche, para que guardes
y cumplas todo lo que está escrito en él. Entonces prosperarás, y todo te saldrá bien”. Josué 1:8.

No hemos rechazado el Espíritu de Profecía como iglesia, pero somos responsables por descuidar el
consejo del Señor dado por medio del profeta:

“Si Dios me ha dado un mensaje para que lo presente a su pueblo, los que procuran estorbarme en la
obra y disminuir la fe de nuestro pueblo en su verdad, no están luchando contra el instrumento, sino
contra Dios. ‘No es el instrumento a quien despreciáis e insultáis, sino a Dios, quien os ha hablado
mediante estas advertencias y reproches’. ‘Los seres humanos difícilmente pueden lanzar un insulto
mayor contra Dios que despreciar y rechazar a los instrumentos que ha designado para conducirlos’”.
5T:637.

Así pues, el descuidar la luz significa rechazarla. Coré, datán y Abiram rechazaron al profeta Moisés.
Los 250 dirigentes también rechazaron al profeta. Recordemos que eran líderes y que indujeron a la
iglesia a la apostasía y a la rebelión. Su fin fue la destrucción; también 14.700 miembros de la iglesia
perecieron junto con ellos. Esto es un ejemplo de lo que Ellen White llama una “rebelión abierta, que se
convierte en incurable y termina en la destrucción”. (5T:672). Esta rebelión fue encabezada por
dirigentes de la feligresía contra el profeta.

“El atalaya es responsable de la condición del pueblo”. 5T:235.

“La Palabra de Dios es clara y directa en sus restricciones; ella interfiere vuestra complacencia egoísta;
por lo tanto no la obedecéis. Los testimonios de su Espíritu os llaman la atención a las Escrituras,
señalan vuestros defectos de carácter, y reprenden vuestros pecados; por lo tanto no los escucháis. Y
para justificar vuestra conducta carnal y amante de la comodidad comenzáis a dudar de si los
testimonios son de Dios. Si obedecierais sus enseñanzas estaríais seguros de su origen divino. Recordad
que vuestra incredulidad no afecta la veracidad de ellos. Si son de Dios permanecerán incólumes. Los
que tratan de disminuir la fe del pueblo de Dios en estos testimonios, que han estado en la iglesia
durante los últimos treinta y seis años, están luchando contra Dios. No es al instrumento al cual
vosotros desairáis e insultáis, sino a Dios, que os ha hablado en estas advertencias y reproches”.
5T:234-235.

“Difícilmente la iglesia tomará una decisión más alta que la de sus ministros. Necesitamos un
ministerio convertido y un pueblo convertido. Pastores que velen por las almas como quienes deben dar
cuenta de ellas dirigirán al rebaño por sendas de paz y santidad. Su éxito en su obra estará en
proporción a su propio crecimiento en la gracia y el conocimiento de la verdad. Cuando los maestros
sean santificados en alma, cuerpo y espíritu, podrán impresionar sobre el pueblo la importancia de tal
santificación”. 5T:227.

Tanto los dirigentes como los ministros ignoran en alto grado y desatienden la instrucción que Dios ha
dado a su pueblo en esta última generación. Esta es la causa, mayormente, de la condición de Laodicea
hoy en día.

Inspiración.-

No hay grado de inspiración. Los escritos de Ellen White, o son de Dios o son del diablo.
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“O está Dios enseñando a su iglesia, reprendiendo sus errores, fortaleciendo su fe, o no lo está
haciendo. La obra es de Dios, o no lo es. Dios no hace nada en sociedad con Satanás. Mi obra lleva la
estampa de Dios, o la del enemigo. No hay medias conclusiones en el asunto. Los Testimonios son del
Espíritu de Dios, o del diablo”. 2JT:286.

“El Espíritu Santo grabó estas verdades en mi corazón y mi mente en forma tan indeleble como la ley
fue grabada por el dedo de Dios en las tablas de piedra que están ahora en el arca, y que serán
manifestadas en el gran día cuando se pronuncie sentencia contra toda ciencia mala y seductora
producida por el padre de la mentira”. 3MS:138.

Recordemos que Dios trató en forma diferente a Moisés y a Juan el Bautista que a cualquier otro
profeta hasta el tiempo de Ellen White. Observe las siguientes declaraciones:

“Entonces el Eterno descendió en la columna de nube. Se puso a la entrada del Santuario, y llamó a
Aarón y a María. Cuando se adelantaron los dos, les dijo: ‘Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre
vosotros profeta del Eterno, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No así a mi siervo Moisés,
que es fiel en toda mi casa. Boca a boca hablo con él, a las claras y no en figuras. Y ve la apariencia del
Eterno. ¿Por qué, pues, no temisteis hablar contra mi siervo Moisés?’”. Núm. 12:5-8.

“Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Os digo que sí, y más que profeta. Porque éste es de quien
está escrito: 'Yo envío mi mensajero ante tu faz, que preparará tu camino delante de ti'. Os aseguro que
entre los que nacen de mujer, no ha surgido ninguno mayor que Juan el Bautista. Sin embargo, el más
pequeño en el reino de los cielos, es mayor que él”. Mat. 11:9-11.

No exigía el título de profetisa.-

“Durante el discurso dije que no pretendía ser profetisa. Algunos se sorprendieron ante esta
declaración, y como mucho se está diciendo acerca de esto, daré una explicación. Otros me han
llamado profetisa, pero nunca pretendí ese título. No he sentido que era mi deber designarme así. Los
que osadamente pretenden que son profetas en éste nuestro día, son con frecuencia un baldón para la
causa de Cristo.
Mi obra incluye mucho más de lo que significa ese nombre. Me considero a mí misma como una
mensajera, a quien el Señor le ha confiado mensajes para su pueblo…
Mi misión abarca la obra de un profeta pero no termina allí. Abarca mucho más de lo que 41 puedan
comprender las mentes de los que han estado sembrando las semillas de incredulidad”. 1MS:40-41.
(Discurso pronunciado en Battle Creek, el 2 de Octubre de 1904).

De esta manera, así como Moisés y Juan el Bautista fueron más que profetas, así Ellen White es más
que profetisa para la iglesia para la iglesia remanente, en este tiempo del fin, la última generación. Creo
sin lugar a dudas que sus escritos que abarcan todo el espectro de la vida cristiana justifican esta
declaración.

El fin del tiempo.-

Sin lugar a dudas, nos hallamos ahora en los minutos finales de la historia del mundo y de la iglesia. La
mayor evidencia de esto no es lo que está ocurriendo en el mundo sino lo que está aconteciendo en la
iglesia. El último gran engaño del diablo, su último ataque sobre la iglesia, consiste en desestimar el
Espíritu de Profecía. Leamos lo siguiente:
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“Satanás está... constantemente haciendo fuerza por introducir lo espurio a fin de apartar de la verdad.
Precisamente, el último engaño de Satanás se hará para que no tenga efecto el testimonio del Espíritu
de Dios. ‘Sin profecía el pueblo será disipado’ (Prov. 29:18, versión Valera antigua). Satanás trabajará
hábilmente en diferentes formas y mediante diferentes instrumentos para perturbar la confianza del
pueblo remanente de Dios en el testimonio verdadero (Carta 12, 1890).
Se encenderá un odio satánico contra los testimonios. La obra de Satanás será perturbar la fe de las
iglesias en ellos por esta razón: Satanás no puede disponer de una senda tan clara para introducir sus
engaños y atar a las almas con sus errores si se obedecen las amonestaciones y reproches del Espíritu
de Dios”. 1MS:54-55.

El desatender al espíritu de profecía conducirá al rechazo del mismo, lo cual traerá los modernos Corés
a Babilonia.

“Una cosa es cierta: los adventistas del séptimo día que adoptan su posición bajo la bandera de Satanás,
primero abandonarán su fe en las advertencias y reproches contenidos en los testimonios del Espíritu de
Dios”. 3MS:93.

Al introducir el mensaje a Laodicea debemos aceptar el hecho de que nosotros, los dirigentes de la
iglesia, pastores y laicos, nos estamos insubordinando, y lo hemos estado haciendo desde 1888 en
contra de Dios. La experiencia de la justificación por la fe, que el otro ángel de Apocalipsis 18 bajó del
cielo para dar al pueblo de Dios, fue rechazado por la dirección de la iglesia, y por lo tanto por el
pueblo (Véase al Apéndice para hallar una prueba de este rechazo).
Ese ángel bajó en 1888, pero se lo obligó a regresar por dos razones: (1) El rechazo de la experiencia
de la justificación por la fe por parte de la dirección de la iglesia (Véase 7CBA:984; 1MS:275-276;
TM:89-90y 369), y (2) Las casas editoras estaban controladas por Satanás y por lo tanto el mensaje de
la justificación por la fe no pudo ser impreso como “hojas de otoño” y enviado al mundo.

“Precisamente en este punto su majestad satánica actuaba en el manejo de mis libros publicados por la
Review and Herald. Los que estaban a la cabeza de la obra de publicaciones allí no dieron curso ni al
Conflicto de los Siglos ni a Patriarcas y Profetas, precisamente los libros que Dios había indicado que
el pueblo debía tener de inmediato. Me prometieron fielmente que después de ciertos meses ellos se
ocuparían de estos libros pero dejaron de cumplir su palabra. Cuando el Conflicto de los Siglos debía
haberse hecho circular por doquiera, yacía muerto en la Review and Herald y en la Pacific Press”.
Carta L35, 1899.

Examinemos ahora la siguiente declaración:

“Es también, en gran medida, por medio de nuestras imprentas como debe cumplirse la obra de aquel
otro ángel que baja del cielo con gran potencia y alumbra la tierra con su gloria.
La responsabilidad que recae sobre nuestras casas editoriales es solemne. Los que dirigen estas
instituciones, los que redactan los periódicos y preparan los libros, alumbrados como están por la luz
del plan de Dios y llamados a amonestar al mundo, son tenidos por responsables de las almas de sus
semejantes”. 3JT:142.

Hemos visto que el otro ángel de Apocalipsis 18 es en gran medida nuestra obra publicadora. El
problema era doble: La experiencia de la justificación por la fe fue rechazada, la cual había de ser
proclamada en gran medida por la página impresa, pero Satanás dominaba nuestras casas publicadoras
en 1899, y el mensaje no pudo ser proclamado al mundo.
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Capítulo 1: El Mensaje a Laodicea.-

“Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: ‘Así dice el Amén, el Testigo Fiel y Verdadero, el origen de
la creación de Dios: Conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojala fueses frío o caliente! Porque
eres tibio, ni frío ni caliente, estoy por vomitarte de mi boca’. Tú dices: 'Yo soy rico, estoy enriquecido,
y nada necesito'. Y no conoces que eres un cuitado y miserable, pobre, ciego y desnudo”. Apoc. 3:14-
17.

Recordemos que es Cristo quien está hablando al ángel de la iglesia de Laodicea (Apoc. 1:18).

Las siete estrellas son los ángeles que representan los ministros de Dios.-

“El misterio de las siete estrellas que viste en mi mano derecha, y de los siete candelabros de oro es
éste: Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros son las siete
iglesias”. Apoc. 1:20.

La mensajera de Dios explica las siete estrellas de la siguiente manera:

“Los ministros de Dios están simbolizados por las siete estrellas, la cuales se hallan bajo el cuidado y
protección especiales de Aquel que es el primero y el postrero. Las suaves influencias que han de
abundar en la iglesia están ligadas con estos ministros de Dios, que han de representar el amor de
Cristo. Las estrellas del cielo están bajo el gobierno de Dios. Él las llena de luz. Él guía y dirige sus
movimientos. Si no lo hiciese, pasarían a ser estrellas caídas. Así sucede con sus ministros. No son sino
instrumentos en sus manos, y todo el bien que pueden hacer se realiza por su poder”. OE:13-14.

Vemos pues que el mensaje a Laodicea está dirigido a los ministros de Dios. ¿Por qué está Jesús,
durante este remanente del tiempo, dirigiendo este alarmante mensaje a sus ministros?
Desde el comienzo, los navegantes han dependido de las estrellas para alcanzar su destino. Las
tormentas desviaban a los marinos de su ruta, pero si a pesar de las nubes podía distinguirse la estrella
norte, el curso podía rectificarse y el barco y su tripulación perdida podían regresar a su ruta.
Queridos amigos, hoy en día Laodicea se ha desviado de su ruta. Estamos al comienzo de la peor
tormenta de la historia de la iglesia. Dirigiendo su mirada a través de los siglos, Jesús vio la tormenta
que vendría, porque amaba a su iglesia, y determinó que sus atalayas dieran la amonestación. Ellos son
los guardianes de sus preciosas almas.

La condición de Laodicea.-

Identifiquemos en primer lugar la condición de Laodicea. Padece de una terrible enfermedad. El


pronóstico no es bueno porque el paciente no advierte que está enfermo. Él no sabe que es cuitado,
miserable, pobre, ciego y desnudo. ¿Por qué no lo sabe? Porque goza de muchos bienes y no siente
absolutamente ninguna necesidad de nada, ni siquiera de una estrecha relación con Jesús. El laodicense
asiste a la iglesia con frecuencia, retorna el diezmo, y estudia la lección de la escuela sabática antes de
ir a la iglesia. Aun puede desempeñar una posición importante en la iglesia.
Dios describe la condición del pueblo mediante la inspiración. Leamos 1T:175.

“Muchas personas que vi se complacían a sí mismas pensando que eran buenos cristianos, pero en
realidad no habían recibido ni un solo rayo de luz procedente de Jesús. No saben en qué consiste ser
renovados por la gracia de Dios. Carecen de experiencia propia eficaz en las cosas de Dios. Y vi que el
Pág. 13

Señor le estaba sacando filo a su espada en el cielo para segarlos. ¡Ojala que toda persona que profesa
tibiamente su creencia pudiese comprender la obra de limpieza que Dios está por realizar entre su
pueblo profeso! Estimados amigos, no os engañéis acerca de vuestra condición. No podéis engañar a
Dios. Dice el Testigo Fiel: ‘Conozco tus obras’ (Apoc. 3:1). El tercer ángel está conduciendo a un
pueblo paso a paso cada vez más arriba. A cada paso será probado”. 1T:175.

De nuevo leemos en 3JT:59-60.

“¡Oh, cuán pocos conocen el tiempo de su visitación! ¡Cuán pocos, aun entre los que aseveran creer la
verdad presente, comprenden las señales de los tiempos, o lo que hemos de experimentar antes del fin!
Somos hoy objeto de la tolerancia de Dios; ¿pero cuánto tiempo continuarán los ángeles de Dios
reteniendo los vientos para que no soplen?
No obstante la indecible misericordia de Dios hacia nosotros, ¡cuán pocos hay en nuestras iglesias que
sean verdaderamente humildes, consagrados y temerosos siervos de Dios! 60 ¡Cuán pocos corazones
están llenos de gratitud porque han sido honrados y llamados a hacer algo en la obra de Dios y a
participar de los sufrimientos de Cristo!
Hoy muchísimos de los que componen nuestras congregaciones están muertos en delitos y pecados.
Van y vienen como la puerta sobre sus goznes. Durante años han escuchado complacientemente las
verdades más solemnes y conmovedoras del alma, pero no las han puesto en práctica”. 3JT:59-60.

El laodicense, pues, se halla en una condición perdida. ¡Qué tragedia! Asistir fielmente a la iglesia y
estar perdido.

“Satanás llevará a cabo sus milagros para engañar y establecerá su poder por encima de todo lo demás.
Puede parecer que la iglesia está por caer, pero no caerá. Ella permanece en pie, mientras los pecadores
que hay en Sión son tamizados, mientras la paja es separada del trigo precioso. Es una prueba terrible,
y sin embargo tiene que ocurrir. Nadie fuera de aquellos que han estado venciendo mediante 437 la
sangre del Cordero y la Palabra de su testimonio serán contados con los leales y los fieles, con los que
no tienen mancha ni arruga de pecado, con los que no tienen engaño en sus bocas. Debemos
despojarnos de nuestra justicia propia y vestirnos con la justicia de Cristo.
Los miembros del pueblo remanente que purifican sus almas mediante la obediencia a la verdad, se
fortalecen en el proceso probatorio y manifiestan la belleza de la santidad en medio de la apostasía
circundante… El gran asunto que está muy cercano descartará a quienes Dios no ha señalado, y el
Señor tendrá un ministerio puro, veraz, santificado, preparado para la lluvia tardía”. 2MS:436-437 y un
párrafo omitido en la Carta B55, 1886.

Cuando parece que los fieles y verdaderos están por caer pero caen, es debido, a que son atacados
desde dentro y desde fuera de la iglesia. (Véase 1MS:122; 2JT:149-150, 164; CS:608).

“El Señor tendrá un pueblo tan leal como el acero y de fe tan firme como el granito. Sus miembros han
de ser sus testigos en el mundo, instrumentos que han de realizar una obra especial y gloriosa en el día
de su preparación”. 1JT:590.

“El Señor usará en su obra hombres que sean fieles como el acero a los principios, que no serán
doblegados por los sofismas de los que han perdido su visión espiritual… Ellos se han decidido en
forma firme e inflexible por la verdad”. RH, 2 de Mayo de 1899.

“Necesitamos ahora Calebs que avanzarán hacia el frente”. 5T:383.


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“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios”. Rom. 8:14.
El problema con los laodicenses es que no están dispuestos a ser dirigidos por el Espíritu u obedecer
toda la verdad. Se entregan a Dios de palabra, pero no aman la obediencia a toda la verdad.
Si no somos dirigidos por el Espíritu de Cristo no le pertenecemos. Véase Rom. 8:9.
De nuevo citamos de la palabra inspirada:

“Sólo aquellos que están viviendo a la altura de la luz que tienen recibirán mayor luz. A menos que
estemos avanzando diariamente en la ejemplificación de las virtudes cristianas activas, no
reconoceremos las manifestaciones del Espíritu Santo en la lluvia tardía”. TM:516.

“Nadie puede ocupar una posición neutral; no existe una posición intermedia, en la que no se ame a
Dios y tampoco se sirva al enemigo de la justicia. Cristo ha de vivir en sus agentes humanos, obrar por
medio de sus facultades y actuar por sus habilidades. Ellos deben someter su voluntad a la de Cristo y
obrar con su Espíritu. Entonces, ya no son ellos los que viven, sino que Cristo vive en ellos. Quien no
se entrega por entero a Dios se ve gobernado por otro poder y escucha otra voz, cuyas sugestiones
revisten un carácter completamente distinto. El servicio a medias coloca al agente humano del lado del
enemigo, como aliado eficaz de los ejércitos de las tinieblas”. DMJ:80.

Recordemos que el pueblo de Dios es una generación escogida, un real sacerdocio, una nación santa,
un pueblo peculiar.

“Pero vosotros sois linaje elegido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9.

“Cuando digan: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces vendrá sobre ellos repentina destrucción, como los
dolores a la mujer encinta, y no escaparán. Pero vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que
aquel día os sorprenda como un ladrón. Vosotros todos sois hijos de luz e hijos del día. No somos de la
noche, ni de las tinieblas”. 1 Tes. 5:3-5.

El pueblo de Dios, su iglesia, es llamada de las tinieblas. Pero estos hijos de Dios han vuelto a las
tinieblas. Pues Laodicea se halla en la peor clase de oscuridad. Pero no durmamos ahora, hermanos y
hermanas. Es tiempo de velar y ser sobrios, pues una destrucción repentina sobreviene a Laodicea y al
mundo.
Lo que el pueblo Adventista del Séptimo Día no está dispuesto a ver es que la condición de Laodicea es
la misma actitud mental de Babilonia, y el llamado a salir de Babilonia es también un llamado al
pueblo remanente de Dios a abandonar su actitud laodicense, de manera que pueda proclamar el
llamado a salir de la Babilonia del mundo.

“Es el rechazo de la verdad bíblica lo que hace que los hombres sean incrédulos. Es la iglesia apóstata
la que acorta la distancia entre ella misma y el papado”. ST, 19 de Febrero de 1894.

En su declaración Ellen White se refiere al protestantismo en su peligrosa relación con el papado, pero
también puede aplicarse a la Iglesia Adventista del Séptimo Día en su peligroso acercamiento a la
teología protestante.
La iglesia no ha atendido al llamado que Dios le hace a finalizar la obra. Escuchemos la voz de la
inspiración:

“El Señor otorgó grandes bendiciones a su iglesia. La justicia exige que ella retribuya estos talentos con
creces. A medida que aumentaron los tesoros de la verdad a ella confiados, sus obligaciones
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aumentaron también. Pero en vez de aprovechar esos dones y avanzar hacia la perfección, ella apostató
de aquello que había alcanzado en su primera condición. El cambio de su estado espiritual se produjo
gradual y casi imperceptiblemente. A medida que empezaba a buscar la alabanza y la amistad del
mundo, su fe disminuyó, su celo languideció, su ferviente devoción fue reemplazada por un formalismo
muerto. Cada paso hacia el mundo la fue alejando de Dios”. 2JT:81-82.

“El agudo testimonio del Espíritu de Dios separará de Israel a los que siempre han estado en guerra con
los medios que Dios ha ordenado para mantener la corrupción fuera de la iglesia. Los errores deben
llamarse errores. Los pecados gravosos deben denominarse por su verdadero nombre. Todos los hijos
de Dios deben allegarse más cerca de él… Ellos verán el pecado en su verdadera luz y se darán cuenta
de cuán ofensivo es a la vista de Dios. El testimonio directo y claro debe vivir en la iglesia, o la
maldición de Dios descansará sobre su pueblo tan seguramente como descansó sobre el Israel antiguo a
causa de sus pecados. Nunca hubo una necesidad mayor de las fieles advertencias y las reprensiones…
que precisamente en este tiempo. Satanás ha descendido con gran poder, sabiendo que le queda poco
tiempo. Él está inundando el mundo con fábulas agradables, y el pueblo de Dios aprecia que se le digan
cosas suaves… Se me mostró que el pueblo de Dios debe hacer esfuerzos más firmes y determinados
para hacer retroceder las tinieblas que sobrevienen. La obra directa del Espíritu de Dios se necesita
ahora como nunca antes”. 5T:676-677.

“El pecado del Israel de antaño consistió en desatender la expresa voluntad de Dios y seguir los propios
caminos elegidos por ellos, de acuerdo con las directivas de corazones no santificados. El Israel
moderno está siguiendo en forma apresurada en sus pasos, y el desagrado del Señor descansa sobre él
con la misma seguridad. Nunca es difícil hacer lo que nos gusta, pero seguir una conducta directamente
contraria a nuestras inspiraciones es levantar una cruz. Cristo oró que sus discípulos fueran uno así
como él era uno con el Padre. Esta unidad constituye las credenciales de Cristo ante el mundo de que
Dios lo envió a él. Cuando uno renuncia a su propia voluntad con referencia a asuntos diversos habrá
unión de los creyentes con Cristo. Todos deben orar por esto y trabajar en forma determinada,
contestando así, tanto como sea posible, las oraciones de Cristo por la unidad en su iglesia”. 5T:94.

“El reproche de Dios está sobre nosotros debido a nuestro descuido de solemnes responsabilidades. Sus
bendiciones han sido retiradas porque los Testimonios que él ha dado no han sido escuchados por los
que profesan creerlos. ¡Ojala que haya un despertar religioso! Los ángeles de Dios están yendo de una
iglesia a otra, haciendo su deber; y Cristo… el testigo fiel, ha sido escuchado en su reproche, pero no
ha sido obedecido. Los hombres han elegido seguir sus propios caminos en lugar del camino de Dios
porque el yo no estaba crucificado en ellos. Así, la luz ha tenido solo poco efecto sobre las mentes y los
corazones. ¿Despertará ahora el pueblo de Dios de su letargo carnal? … Que cada obrero para Dios
comprenda la situación… ¡Quiera el Señor ayudar a todos a redimir el tiempo! Que ningún sentimiento
no santificado nos induzca a resistir los llamados del Espíritu de Dios… Si esperáis que la luz venga de
una manera tal que agrade a todos, esperáis en vano. Si esperáis llamados más fuertes u oportunidades
mejores, la luz será retirada, y seréis dejados en las tinieblas. Aceptad todo rayo de luz que Dios envía.
Los hombres que dejan de escuchar los llamados del Espíritu y las palabras de Dios debido a que la
obediencia implica una cruz, perderán sus almas”. 5T:719-720.

“Los primeros creyentes sintieron que Dios exigía que todos los que estaban relacionados con su causa
realizaran una consagración sin reservas de cuerpo, mente y espíritu, de todas sus energías y
capacidades, para hacer de la obra un éxito. Pero en algunos respectos la obra se ha deteriorado.
Aunque ha crecido en extensión y facilidades, se ha debilitado en piedad”. 7T:217.
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“La obra retrocede realmente en vez de progresar como Dios quisiera… Debemos considerar lo que
pudo haberse hecho si cada obrero se hubiese consagrado a Dios en alma, cuerpo y espíritu, como
debiera haberlo hecho”. 3JT:53.

En 5T:217 dice que la iglesia ha retrocedido hacia Egipto. ¡Qué tragedia! ¿Por qué? Porque hemos
perdido nuestra visión, y cuando uno pierde su visión de una obra determinada y del cielo, uno perece.
(Véase Prov. 29:18. Véase el Apéndice).

Capítulo 2: La Condición de Laodicea.-

En este capítulo mostraremos cinco aspectos en que la Iglesia Adventista del Séptimo Día está en una
condición laodicense.

1.- La condición de Laodicea se refiere a la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

“El mensaje de Laodicea se aplica a los hijos de Dios que profesan creer en la verdad presente. La
mayoría de ellos son tibios y sólo profesan la verdad”. 1JT:477.

“El mensaje a los miembros de la iglesia de Laodicea no ha conseguido, que se produzca ese fervoroso
arrepentimiento entre el pueblo de Dios que yo esperaba ver, por lo cual he sentido gran
incertidumbre”. 1T:171.

La condición de Laodicea es una condición perdida. Sus miembros aman más este mundo que el
venidero.

“Se me mostró que muchos se ilusionan creyéndose buenos cristianos, aunque no tienen un solo rayo
de la luz de Jesús. No tienen una viva experiencia personal en la vida divina… El mensaje del Testigo
Fiel encuentra al pueblo de Dios sumido en un triste engaño, aunque crea sinceramente dicho engaño.
No sabe que su condición es deplorable a la vista de Dios”. 1JT:328, 327.

“Si no se arrepienten celosamente, estarán entre los que están representados por Laodicea, que serán
vomitados”. RH, 3 de Septiembre de 1889.

“No améis al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en
él. Porque todo lo que hay en el mundo -los malos deseos de la carne, la codicia de los ojos y la
soberbia de la vida, no procede del Padre, sino del mundo. Y el mundo y sus deseos se pasan. En
cambio, el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre”. 1 Juan 2:15-17.

Únicamente los que están dispuestos a cumplir con toda la voluntad de Dios en la obediencia a la
verdad pasarán por los portales de la nueva Jerusalén.

2.- La condición de Laodicea implica un rechazo del poder del Espíritu Santo en la vida, y del mensaje
de la justificación por la fe en cuanto a vencer el pecado mediante ese poder.
Los siguientes párrafos muestran que el hombre puede alcanzar una obediencia perfecta y que puede
vencer el pecado por el poder de Cristo.

“Y aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con
gran alegría”. Judas 24.
Pág. 17

“Sed santos, porque yo soy santo”. 1 Pedro 1:16.

“Por su perfecta obediencia ha hecho posible que cada ser humano obedezca los mandamientos de
Dios. Cuando nos sometemos a Cristo, el corazón se une con su corazón, la voluntad se fusiona con su
voluntad, la mente llega a ser una con su mente, los pensamientos se sujetan a él; vivimos su vida. Esto
es lo que significa estar vestidos con el manto de su justicia. Entonces, cuando el Señor nos contempla,
él ve no el vestido de hojas de higuera, no la desnudez y deformidad del pecado, sino su propia ropa de
justicia, que es la perfecta obediencia a la ley de Jehová”. PVGM:253-254.

La perfección en Cristo es vencer el pecado mediante el poder del Espíritu Santo. La promesa de
salvación es solamente para el vencedor.

“El que venza, será vestido de ropa blanca. No borraré su nombre del Libro de la Vida, y confesaré su
nombre ante mi padre y ante sus ángeles”. Apoc. 3:5.

“Los que resisten en cada punto, que soportan cada prueba y vencen, a cualquier precio que sea, han
escuchado el consejo del Testigo fiel y recibirán la lluvia tardía, y estarán preparados para la
traslación”. 1JT:66.

3.- La condición de Laodicea no consiste en rechazar el Espíritu de Profecía sino ignorarlo. Escuchad
esta declaración de la pluma inspirada:

“No sólo los que rechazan los Testimonios o albergan dudas con respecto a ellos están en terreno
peligroso. Despreciar la luz es rechazarla”. 2JT:290.

“Muchos contrarían directamente la luz que Dios ha dado a su pueblo, porque no leen los libros que
contienen la luz y el conocimiento, en reconvenciones, reprensiones y amonestaciones. Los cuidados
del mundo, el amor a la moda y la falta de religión han desviado la atención de la luz que Dios nos ha
concedido tan misericordiosamente, mientras que libros y periódicos que contienen errores inundan
todo el país. Por doquiera están aumentando el escepticismo y la incredulidad. La preciosa luz que
proviene del trono de Dios se oculta bajo un almud. Dios hará a su pueblo responsable de esta
negligencia. Habrá que darle cuenta de todo rayo de luz que él ha dejado brillar sobre nuestra senda,
sea que la hayamos aprovechado para progresar en las cosas divinas, o rechazado porque nos resultaba
más agradable seguir nuestras inclinaciones”. 2JT:291; véase 1MS:54-55; 3MS:92.

De manera que ignorar el Espíritu de Profecía es rechazarlo, y se nos pedirá cuenta de ello. El
laodicense no recibirá una corrección por causa de su ceguera.

“Se me ha mostrado que la mayor razón por la cual los hijos de Dios se encuentran ahora en este estado
de ceguera espiritual, es que no quieren recibir la corrección. Muchos han despreciado los reproches y
amonestaciones que se les dirigieron… Se me ha mostrado que la incredulidad en los testimonios de
amonestación, estimulo y reproche está apartando la luz del pueblo de Dios”. 1JT:329-330.

“No hay nada que ofenda tanto a Dios, o que sea tan peligroso para el alma humana, como el orgullo y
la suficiencia propia. De todos los pecados es el más desesperado, el más incurable”. PVGM:119.

“Se abrió otro libro en el cual estaban anotados los pecados de los que profesan la verdad. Bajo el
encabezamiento del egoísmo venían todos los demás pecados”. 1JT:520.
Pág. 18

El laodicense, en tanto que es fiel en el diezmo y las ofrendas y en la asistencia a la iglesia, ha fijado
erróneamente sus prioridades. Los intereses egoístas vienen primero en la lista y Dios y la terminación
de su obra vienen en segundo término.
El laodicense se halla en enemistad contra Dios porque no quiere unir su voluntad completamente con
la de Dios, y por lo tanto, no está sujeto a la ley de Dios. Véase Rom. 8:6-9, 14.

“La iglesia ha recibido advertencia tras advertencia. Han sido claramente revelados los deberes y
peligros del pueblo de Dios. Pero han prevalecido los elementos mundanos. Durante años y en desafío
a las advertencias y súplicas del Espíritu Santo, han estado ganando terreno las costumbres, prácticas y
modas que desvían al alma de Dios; hasta que al fin, esos caminos han parecido correctos, y apenas se
oye la voz del Espíritu”. 2JT:16.

4.- La condición de Laodicea es la experiencia del pacto antiguo que dice: “Dios, haremos todo esto,
terminaremos la obra, siguiendo nuestros programas”. Pero la salvación existe solamente en el nuevo
pacto que dice: “Dios, no podemos hacerlo nosotros mismos, pero cuando somos vaciados del yo y
llenados del Espíritu Santo, con tu poder y siguiendo tu programa, podremos hacerlo y lo haremos”.

Fracaso de los ministros.-

5.- La condición de Laodicea muestra que el ministerio adventista ha dejado de predicar el mensaje de
la justificación por la fe.

“Pero si el centinela ve venir la espada, y no toca la trompeta para prevenir al pueblo, y viene la espada,
y hiere a alguno; éste habrá caído por su pecado, pero demandaré su sangre de mano del centinela”.
Eze. 33:6.

“Observé para ver la humildad de alma que siempre debe existir como un ropaje adecuado en nuestros
ministros, pero no estaba sobre ellos. Busqué el profundo amor por nuestras almas que el Maestro dijo
que debían poseer, pero no lo tenían. Traté de escuchar las fervientes oraciones que debían haber sido
ofrecidas con lágrimas y angustia de alma por la impenitencia y la incredulidad existente en sus propios
hogares y en la iglesia, pero no las encontré. Traté de escuchar los llamados hechos con la
demostración del Espíritu, pero eran inexistentes. Busqué a quienes llevaran la carga, que en un tiempo
como éste deberían estar llorando entre el pórtico y el altar, y clamando: ‘Perdona a tu pueblo, Señor, y
no entregues al oprobio a tu heredad’, pero no escuché súplicas semejantes. Unos pocos fervientes y
humildes buscaban al Señor. En algunas de estas reuniones uno o dos ministros sentían la carga y se
sentían oprimidos como un carro lleno de gavillas. Pero una gran mayoría de los ministros no tenían
más sentido de lo sagrado de su obra que los niños”. 5T:165-166.

“Muchos ocuparán nuestros púlpitos sosteniendo la antorcha de una falsa profecía en sus manos,
encendida del fuego de la infernal antorcha satánica. Si se albergan dudas e incredulidad, los fieles
ministros serán quitados del pueblo que piensa que sabe tanto. ‘¡Oh, si también tú conocieses -dijo
Cristo-a lo menos en éste tu día, lo que toca a tu paz! mas ahora está encubierto de tus ojos’”. TM:416.

“Algunos se han separado del mensaje de la justicia de Cristo para criticar a los hombres… El mensaje
del tercer ángel no será comprendido, la luz que ilumina la tierra con su gloria se la designará como una
falsa luz por los que rehúsan andar en su gloria triunfante. La obra que debía haber sido hecha, la
dejarán sin hacer los que rechazan la verdad, debido a su incredulidad. Os rogamos a vosotros, los que
os oponéis a la luz de la verdad, que dejéis libre el camino del pueblo de Dios. Permitid que la luz
Pág. 19

enviada del cielo brille sobre el pueblo en rayos claros y constantes”. Ellen White, citado en Christ
Our Righteousness:51-52, por A. G. Daniells.

“En el gran corazón de la obra, Satanás usará sus artes infernales hasta el extremo. Buscará toda forma
posible de interponerse entre el pueblo de Dios, e impedir la luz que Dios quería que alcanzara a sus
hijos. Su propósito es mantenerlos en la ignorancia de lo que ha de venir sobre la tierra”. RH, 24 de
Diciembre de 1889.

La responsabilidad por la condición de Laodicea, en gran medida, debe ser colocada sobre el
ministerio.

“El Señor me ha mostrado que hay hombres que ocupan puestos de responsabilidad que están
directamente estorbando su obra, porque piensan que la obra debe hacerse y que la bendición debe
provenir de cierta y determinada forma, y no reconocen lo que viene en otra forma diferente. Hermanos
míos, que el Señor os haga ver este asunto tal como es. Dios no obra de la manera que los hombres
disponen, o como ellos desean; él ‘obra en forma misteriosa para llevar a cabo maravillas’. ¿Por qué
rechazar los métodos de trabajo del Señor sólo porque no coinciden con nuestras ideas? Dios tiene
asignados sus canales de luz, pero estos no son necesariamente las ideas de un grupo de hombres en
particular”. 5T:678-679.

“Estos son los verdaderos sentimientos de muchos de nuestro pueblo. Y Satanás se alegra ante su éxito
en controlar las mentes de tantos que profesan ser cristianos. Los ha engañado, ha entumecido su
discernimiento, y ha plantado su estandarte infernal en medio de ellos, y ellos están tan completamente
engañados que no lo reconocen. El pueblo no ha erigido imágenes talladas, sin embargo su pecado no
es menor a la vista de Dios. Adoran a mamón. Aman las ganancias mundanas. Algunos sacrifican su
conciencia para obtener su objetivo. El profeso pueblo de Dios es egoísta y ególatra. Aman las cosas de
este mundo, y son amigos de las obras de las tinieblas. Se complacen en la injusticia. No tienen amor a
Dios ni a sus semejantes. Son idólatras, y son peores, mucho peores, a la vista de Dios que los paganos,
adoradores de imágenes talladas que no conocen nada mejor”. 2T:392.

“Como el antiguo Israel, la iglesia ha deshonrado a su Dios apartándose de la luz, descuidando sus
deberes, y abusando del alto y exaltado privilegio de ser de un carácter peculiar y santo. Sus miembros
han violado el pacto por el que prometieron vivir por Dios y sólo por él. Se han unido con los egoístas
y amadores del mundo. Han fomentado el orgullo, el amor por el placer y el pecado, y Cristo se ha
apartado de ellos. Su Espíritu se ha extinguido en la iglesia. Satanás trabaja hombro con hombro con
los profesos cristianos; no obstante les falta tanto discernimiento espiritual que no lo detectan. No
sienten la responsabilidad de la obra. Las solemnes verdades que profesan creer no son una realidad
para ellos. No tienen una fe genuina. Los hombres y mujeres actuarán de acuerdo con la fe que en
realidad poseen. Por sus frutos los conoceréis. No su profesión de fe, sino los frutos que llevan,
muestran la clase de árbol del que dependen. Muchos tienen una forma de piedad, sus nombres están en
los registros de la iglesia; pero tienen un registro manchado en el Cielo. El ángel registrador ha escrito
fielmente sus obras. Cada acto egoísta, cada palabra equivocada, cada deber no realizado, cada pecado
secreto, cada astuto fingimiento está fielmente asentado en el libro de registros que lleva el ángel
registrador”. 2T:393.

De este estado deplorable de la condición de Laodicea, debe arrepentirse tanto la dirección como el
ministerio en forma corporativa, de manera que puedan encabezar a la hermandad laica en confesión y
arrepentimiento.
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Confesión y arrepentimiento corporativo.-

¿Existe una cosa tal como una confesión y un arrepentimiento corporativo desde el punto de vista
bíblico? Si. Esdras y Nehemías realizaron una confesión y un arrepentimiento corporativo que ocasionó
un poderoso reavivamiento en la iglesia en sus días. Véase Esdras 9 y 10, y Nehemías 8, 9, 10.
También el rey Josías produjo un reavivamiento y una reforma en la iglesia durante sus días. Después
de encontrar la ley, el rey encabezó al pueblo en la confesión y el arrepentimiento. Véase 2 Crónicas 34
y 35.
El rey de Nínive escuchó la predicación de Jonás y encabezó a toda la ciudad en arrepentimiento.
Daniel también confesó sus propios pecados y los pecados del pueblo. Véase Jonás 3 y Daniel 9.
El Espíritu de Profecía presenta la necesidad de un arrepentimiento semejante. La confesión no puede
estar separada del arrepentimiento ni el arrepentimiento de la confesión. Deben venir juntos, o de otra
manera no puede haber ni reavivamiento ni reforma.
La dirección de la iglesia de Laodicea puede no ver la necesidad de tal confesión y arrepentimiento,
pues, recuérdese que la enfermedad de Laodicea es que la iglesia está ciega ante su condición: “No
sabéis”.
En consecuencia, el reavivamiento buscado por tanto tiempo y que ya hace tiempo debía haber
ocurrido, puede venir del común del pueblo de la iglesia. Notad esta declaración:

“Nos entristecemos al ver en muchos lugares tanto que debía haber sido hecho y no lo ha sido. Pero el
Señor usará en la realización de su obra medios que ahora no vemos. Él levantará de entre el pueblo
común hombres y mujeres para hacer su obra, así como lo hizo en antaño. Él llamó a pescadores para
ser sus discípulos. Pronto habrá un despertar que sorprenderá a muchos. Los que no se dan cuenta de la
necesidad de lo que debe hacerse, serán pasados por alto, y los mensajeros celestiales obrarán usando a
los que pertenecen al común del pueblo, capacitándolos para llevar la verdad a muchos lugares. Ahora
es el tiempo en que debemos despertar y hacer lo que podemos”. Loma Linda Messages:83.

El despertar (reavivamiento), por lo tanto, vendrá del común del pueblo, que el diccionario define como
persona sin rango.

“Se le debe dar al Señor la oportunidad de mostrar a los hombres su deber y de obrar con sus mentes.
Nadie debe atarse para servir durante una cantidad definida de años bajo la dirección de un grupo de
hombres o en un ramo específico de la obra del Maestro, porque el Señor mismo llamará a los hombres,
como antaño llamó a los humildes pescadores, y él mismo les dará instrucciones con respecto a su
campo de trabajo y a los métodos que deben emplear. Él llamará a los hombres de detrás del arado y de
otras ocupaciones, para que hagan resonar la nota de amonestación a las almas que perecen. Hay
muchas formas de trabajar por el Maestro, y el Señor mismo abrirá la comprensión de estos obreros,
habilitándolos para ver las cosas maravillosas de su Palabra”. CSS:395.

“Dios llevará adelante su obra por medio de obreros completamente consagrados. Si sus ministros
dejan de representar a Cristo, él echará mano de otros, muchos de los cuales no han sido preparados
para la obra en un curso regular de estudios, y pondrá un mensaje en sus labios, el último mensaje de
amonestación. Él llamará a hombres de sus diversos empleos, y a su pedido, ellos irán a proclamar la
verdad presente”. RH, 9 de Diciembre de 1902.

“A menos que aquellos que pueden ayudar en _____ sean despertados a un sentido de su deber, no
reconocerán la obra de Dios cuando se oiga el fuerte clamor del tercer ángel. Cuando brille 1a luz para
iluminar la 305 tierra, en lugar de venir en ayuda del Señor, ellos querrán detener su obra para que se
conforme a sus propias ideas estrechas. El Señor actuará en esta obra final mucho más, fuera del orden
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común de las cosas, y de una manera que será contraria a todos los planes humanos. Habrá entre
nosotros personas que siempre querrán controlar la obra de Dios, y dictar hasta qué movimientos deben
hacerse cuando la obra progresa bajo la dirección, del ángel que se une al tercer ángel en el mensaje
que ha ser dado al mundo. Dios utilizará formas y medios por los cuales se verá que él está tomando las
riendas en sus propias manos. Los obreros se sorprenderán por los medios sencillos que él utilizará para
realizar y perfeccionar su obra de justicia”. TM:304-305.

El arrepentimiento y la confesión corporativos vendrán de aquellos que gimen y claman por la


corrupción que ha invadido la iglesia.

“La levadura de la piedad no ha perdido todo su poder. En el tiempo en que son mayores el peligro y la
depresión de la iglesia, el pequeño grupo que se mantiene en la luz estará suspirando y clamando por
las abominaciones que se cometen en la tierra. Pero sus oraciones ascenderán más especialmente en
favor de la iglesia, porque sus miembros están obrando a la manera del mundo”. 2JT:64.

Estos serán solamente aquellos sobre los cuales el ángel sellador de Ezequiel 9 puede colocar la señal
de la aprobación de Dios.
La confesión y el arrepentimiento corporativos no vendrán de aquellos que no luchan por la perfección
de carácter.

“¿Estamos luchando con todo nuestro poder para lograr la estatura de hombres y mujeres en Cristo?
¿Estamos buscando su plenitud, avanzando siempre hacia el blanco puesto delante de nosotros: la
perfección de su carácter? Cuando los hijos de Dios alcancen el blanco, serán sellados en sus frentes.
Llenos del Espíritu, serán completos en Cristo, y el ángel registrador declarará: ‘Consumado es’”. RH,
10 de Junio de 1902.

Y así el corazón clama por el ,arrepentimiento del verdadero pueblo remanente de Dios. Su pueblo fiel
y leal, producirá el reavivamiento y la reforma sobre los cuales por tanto tiempo se ha hablado y
predicado. Ellos serán los que se unirán con el mensaje del tercer ángel con su experiencia en Cristo, y
lo convertirán en el fuerte clamor.

“El mensaje del tercer ángel ha de iluminar la tierra con su gloria, pero solamente a aquellos que han
soportado la tentación con el poder del Poderoso se les permitirá tener parte en su proclamación cuando
se convierta en el fuerte pregón”. RH, 19 de Noviembre de 1908.

Cuando Dios tome las riendas en sus manos, él derramará su Espíritu en la lluvia tardía sobre su iglesia
fiel, leal y verdadera. Entonces la obra avanzará como fuego en el rastrojo.

Capítulo 3: Insubordinación en la Iglesia.-

Laodicea se ha insubordinado con respecto a todo lo que Dios le ha pedido que hiciera en los cinco
siguientes aspectos importantes:

Evangelismo.-

“Mientras el Señor trae a la iglesia a aquellos que están verdaderamente convertidos, Satanás trae a su
fraternidad a personas que no están convertidas. Mientras Cristo siembra la buena simiente, Satanás
siembra la cizaña. Hay dos influencias opositoras que se ejercen continuamente sobre los miembros de
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la iglesia. Una influencia trabaja para la purificación de la iglesia, y la otra para la corrupción del
pueblo de Dios”. TM:43.

“Solamente cuando la iglesia se compone de miembros puros y abnegados puede cumplir el propósito
de Dios. Se hace demasiada obra apresurada al añadir nombres a los registros de la iglesia. Se observan
serios defectos en el carácter de algunos de los que se unen con la iglesia. Los que los admiten dicen:
Primero los introduciremos en la iglesia y entonces los reformaremos. Pero este es un error. La
primerísima obra que ha de hacerse es la obra de reforma. Orad con ellos, habladles, pero no permitáis
que se unan con el pueblo de Dios como miembros de la iglesia hasta que den evidencias decididas de
que el Espíritu de Dios está trabajando en sus corazones”. RH, 21 de Mayo de 1901.

“Nuestros hermanos permiten que sus mentes se encaminen hacia un blanco demasiado bajo y estrecho.
No mantienen siempre a la vista el plan divino, sino que fijan sus ojos sobre modelos mundanos. Mirad
hacia arriba adonde Cristo está sentado a la diestra de Dios, y luego trabajad para que vuestros alumnos
se conformen a ese carácter perfecto”. 5T:30. (Véase también 6T:70-71, 371; 3T:404).

El programa para el crecimiento de la iglesia que hemos adoptado de las hijas de Babilonia es una
abominación para Dios, y nuestro evangelismo en extenso grado, es insubordinación con respecto al
plan de Dios.
¿Pudiera ser que estamos tratando de forzar a Dios a hacer algo que él no puede hacer por medio de
nuestros numerosos programas para aumentar la feligresía de la iglesia? Escuchad lo que Dios dice de
la iglesia de Laodicea:

“El Señor no obra para traer a muchas almas a la verdad, debido a los miembros de iglesia que nunca
han estado convertidos, y a aquellos que una vez se convirtieron, pero que han apostatado. ¿Qué
influencia tienen sobre los nuevos conversos estos miembros no consagrados? ¿No anularían el efecto
del mensaje dado por Dios que su pueblo ha de presentar?”. CRA:547.

La obra médica.-

“Hay muchas maneras de practicar el arte de sanar; pero hay una sola que el cielo aprueba. Los
remedios de Dios son los simples agentes de la naturaleza, que no recargarán ni debilitarán el
organismo por la fuerza de sus propiedades. El aire puro y el agua, el aseo y la debida alimentación, la
pureza en la vida y una firme confianza en Dios, son remedios por cuya falta millares están muriendo;
sin embargo, estos remedios están pasando de moda porque su uso hábil requiere trabajo que la gente
no aprecia. El aire puro, el ejercicio, el agua pura y un ambiente limpio y amable, están al alcance de
todos con poco costo; mientras que las drogas son costosas, tanto en recursos como en el efecto que
producen sobre el organismo”. 2JT:142-143; CRA:535.

Hoy en día los sanatorios nuestros que Dios ha ideado se han convertido en hospitales según el plan del
mundo. Véase el Apéndice.

La obra educativa.-

“En nuestras instituciones de enseñanza había de ejercerse una influencia que se opondría a la
influencia del mundo, y que no daría ninguna complacencia al apetito, a la gratificación egoísta de los
sentidos, al orgullo, a la ambición, al amor a la vestimenta y la ostentación, a la búsqueda de la
alabanza y los halagos, y a la lucha por lograr elevadas recompensas y distinciones en base el mucho
estudio. Todo esto había de desalentarse en nuestras escuelas. Sería imposible evitar estas cosas y sin
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embargo enviar [a nuestros jóvenes] a las escuelas públicas, donde diariamente serían puestos en
contacto con lo que contamina sus facultades morales. Por todo el mundo había un descuido tan grande
de la debida educación hogareña que los niños que asistían a las escuelas públicas, en su mayor parte,
eran libertinos y llenos de vicios.
La obra que nosotros como pueblo debíamos hacer a este respecto, consistiría en establecer una
escuela, y realizar la tarea que Jesucristo, desde la columna de nube, había indicado como la obra de su
pueblo: Preparar y educar a nuestros niños y jóvenes para respetar los mandamientos de Dios”.
FEC:286.

“El invertir más tiempo, el gastar más dinero, es peor que perderlo; pues los que tratan de obtener una
educación a expensas de la piedad práctica estarán entre los perdedores”. FEC:365.

“Al Señor no le agrada estimular a los obreros a invertir años en acumular conocimientos que ellos no
tendrán oportunidad de impartir. La preciosa juventud, que debería estar trabajando a favor de Dios, ha
venido a Battle Creek para recibir una educación, y obtener un conocimiento mejor sobre la forma de
trabajar. Se les debería haber enseñado lo que es esencial en un periodo muy corto. No se les debería
exigir que pasaran años educándose antes de poder responder al llamado: ‘Ve hoy a mi viña’. En lugar
de enviarlos como obreros después de haber pasado meses y años en el colegio se les aconseja seguir
otros estudios, para que progresen en otros ramos adicionales. Se les aconseja que pasen meses y años
en instituciones donde se niega y se discute la verdad y donde se introducen errores de un carácter más
especiosos y contrarios a las Escrituras en forma insidiosa. Estas doctrinas llegan a mezclarse con sus
estudios. Se las llega a copiar al avanzar en los ramos educacionales, y ellos pierden su amor por Jesús;
y antes que se den cuenta de lo que pasa con ellos, se hallan lejos de Dios, y están del todo sin la
preparación para responder al llamado: ‘Ve a trabajar hoy en mi viña’. El deseo de hacer esfuerzo
misionero ha desaparecido. Continúan sus estudios con una infatuación que cierra la puerta a la entrada
de Cristo. Cuando se gradúan, y se confían plenamente en ellos para salir como estudiantes
debidamente educados, algunos han perdido toda preocupación por la obra, y están mucho menos
preparados para empeñarse en el servicio de Dios que cuando llegaron a Battle Creek al comienzo”.
FEC:362.

Dios nos dio el modelo de las escuelas de los profetas, y nosotros copiamos el modelo del mundo. ¡Qué
tragedia! Véase el Apéndice.

La obra publicadora.-

Dios planeó cubrir el mundo con los mensajes de los tres ángeles por medio de la página impresa. Él
estaba listo en 1888, pero nuestras prensas estaban imprimiendo otras cosas. De nuevo nuestras prensas
están ocupadas hoy en la impresión de hermosos libros de historias, pero los libros que Dios había
planeado no están yendo al mundo como las hojas de otoño. Léase 3JT:311-321 y el Colportor
Evangélico.

El mensaje de la salud.-

Dios nos dio un mensaje relativo a la salud para dar al mundo. Nuestra revista Life and Health (Vida y
Salud), que una vez tenía una circulación de más de un cuarto de millón, ha bajado ahora a cincuenta
mil. Teníamos que enseñar a la gente cómo mantenernos sanos siguiendo el plan de Dios relativo a la
nutrición y cómo sanarnos utilizando métodos naturales.
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“La bendición de Dios descansará sobre todo esfuerzo que se haga para despertar interés en la reforma
pro salud; Dios se propone realizar una gran tarea mediante este agente. Presentad la temperancia con
todas sus ventajas en relación con la salud. Educad a la gente en las leyes de la vida, de manera que
sepan cómo preservar su salud. Los esfuerzos que actualmente se realizan no están de acuerdo con la
mente de Dios. La medicación a base de drogas es una maldición en esta era de luz”. Medical
Ministry:259.

El ministerio médico.-

“Muchos se recuperarían sin un gramo de medicina, si vivieran de acuerdo con las leyes de la salud.
Las drogas se necesitan usar raramente. Se necesita un esfuerzo ferviente, prolongado y paciente para
establecer la obra y llevarla adelante basado en los principios higiénicos. Pero combinad la oración y la
fe ferviente con vuestros esfuerzos, y tendréis éxito. Por medio de esta obra estaréis enseñando a los
pacientes y a otras personas cómo cuidarse cuando están enfermos, sin recurrir al uso de drogas”.
Medical Ministry:259-260.

Hoy en día las religiones orientalistas, en extenso grado, están llevando el mensaje de salud al mundo.
¡Qué tragedia!
Israel y Laodicea tienen la misma enfermedad. No conocieron su propia condición. No sabían que se
hallaban en una condición de insubordinación. Creían que todo estaba bien cuando en realidad todo
estaba mal.
Es la insubordinación lo que nos ha conservado en el mundo. Escuchad estas frases inspiradas.

“Durante cuarenta años, la incredulidad, la murmuración y la rebelión impidieron la entrada del antiguo
Israel en la tierra de Canaán. Los mismos pecados han demorado la entrada del moderno Israel en la
Canaán celestial. En ninguno de los dos casos faltaron las promesas de Dios. La incredulidad, la
mundanalidad, la falta de consagración y las contiendas entre el profeso pueblo de Dios nos han
mantenido en este mundo de pecado y tristeza tantos años.
Tal vez tengamos que permanecer aquí en este mundo muchos años más debido a la insubordinación,
como les sucedió a los hijos de Israel; pero por amor de Cristo, su pueblo no debe añadir pecado sobre
pecado culpando a Dios de las consecuencias de su propia conducta errónea”. Ev:505.

La iglesia ha estado en la experiencia del desierto.-

Postergada por misericordia.-

“La larga noche de tinieblas es penosa, pero la mañana es postergada por misericordia, porque si el
Señor viniera, muchos serían hallados desapercibidos. El deseo de Dios de que su pueblo no perezca ha
sido la razón de tan larga demora”. (2T:194).

La obra podría haber sido terminada.-

“Si el propósito de Dios de dar al mundo el mensaje de misericordia hubiese sido llevado a cabo por su
pueblo. Cristo habría venido ya a la tierra, y los santos habrían recibido su bienvenida en la ciudad de
Dios”. (BCG, 30 de Marzo de 1903).

“Sé que si el pueblo de Dios se hubiera mantenido en una relación viviente con él, si hubiera obedecido
su Palabra, estaría hoy en la Canaán celestial”. (BCG, 30 de Marzo de 1903)
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Satanás nos ha sacado ventaja.-

“Si todo centinela de los muros de Sión hubiera dado a la trompeta un sonido certero, el mundo habría
oído este mensaje de amonestación. Pero la obra está atrasada en años. Mientras los hombres
dormíamos, Satanás nos ha sacado ventaja”. (9T:29) Ev:503-504.

La única esperanza es que Laodicea reconozca su propia enfermedad, la confiese, se arrepienta y


abandone sus pecados.

Capítulo 4: La Cura Para la Insubordinación.-

“Entonces te declaré mi pecado, y no encubrí mi culpa. Dije: ‘Confesaré mis transgresiones al Eterno’,
y tú perdonaste la maldad de mi pecado”. Salmo 32:5.

El deber de la confesión.-

“Si permanecéis obstinados de corazón y llenos de orgullo y justicia propia, no confesáis vuestras
faltas, permaneceréis sujetos a las tentaciones de Satanás. Si cuando el Señor revela vuestros errores no
os arrepentís ni confesáis, su providencia os hará pasar una y otra vez por las mismas circunstancias. Él
permitirá que continuéis haciendo errores del mismo carácter, os continuará faltando sabiduría, y
seguiréis llamando justicia al pecado, y pecado a la justicia. La multitud de engaños que prevalecerán
en estos últimos días os rodearán, y cambiaréis de dirigentes, sin saber que lo habéis hecho.
Está por llegar el tiempo cuando toda cosa secreta será traída a juicio, y entonces habrá muchas
confesiones que asombrarán al mundo. Se revelarán los secretos de todos los corazones. La confesión
del pecado será completamente pública. El aspecto triste de esas confesiones es que se harán demasiado
tarde para beneficiar al obrador del mal o para salvar a otros del engaño. Testificarán solamente de que
la condenación es justa. No ganó nada por su orgullo y suficiencia propia y obstinación, pues su vida ha
sido amargada, arruinó su propio carácter de tal manera que no era súbdito adecuado para el cielo, y
por su influencia ha conducido a otros a la ruina”. RH, 16 de Diciembre de 1890.

“La confesión del pecado hecha a su debido tiempo para aliviar al pueblo de Dios será aceptada por él.
Pero existen personas entre nosotros que harán confesiones como la de Acán, demasiado tarde para
salvarlos”. 3T:272.

“A menos que haya una reforma decidida entre el pueblo de Dios, el Señor retirará su rostro de ellos”.
8T:146.

La limpieza de campamento.-

No puede haber reforma permanente hasta que haya una limpieza del campamento. Moisés tuvo que
limpiar el campamento antes de hacer el pacto con Dios en el Sinaí. Esdras tuvo que limpiar el
campamento antes que él renovara el pacto con Dios. La limpieza del campamento será una experiencia
muy dolorosa. Pero debe ser hecha antes que pueda existir una reforma duradera.

El pecado debe llamarse pecado.-

“El pueblo de Dios debe ver sus errores y despertar a un arrepentimiento celoso y eliminar esos
pecados que los han llevado a esa condición deplorable de pobreza, ceguera, miseria y engaño terrible.
Se me mostró que el testimonio directo debe subsistir en la iglesia. Sólo esto responderá al mensaje a
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los laodicenses. Deben reprobarse los errores, el pecado debe llamarse pecado, y la iniquidad debe
enfrentarse presta y decididamente, y ser desechada de entre nosotros como pueblo”. 3T:287.
“Clama a voz en cuello, no te detengas. Alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión,
y a la casa de Jacob su pecado”. Isa. 58:1.

“Hoy en día se practica y se excusa el pecado… La vida religiosa una vez presentaba dificultades y
exigía la negación propia. Pero ahora todo r4esulta fácil. ¿Y por qué ocurre esto? El profeso pueblo de
Dios ha hecho transigencias con el poder de las tinieblas. Debe haber un reavivamiento del testimonio
directo”. 5T:222.

“Si los dirigentes de la iglesia descuidan la investigación diligente de los pecados que traen el
desagrado de Dios sobre el cuerpo, llegan a ser responsables por estos pecados”. 3T:298.

“Un pecador puede difundir tinieblas que privarán la luz de Dios de toda la congregación”. 1JT:334.

“El testimonio claro y directo debe vivir en la iglesia, porque en caso contrario la maldición de Dios
descansará sobre su pueblo con tanta seguridad como pesó sobre Israel debido a sus pecados”. 5T:634.

Muchos se opondrán a él.-

“Pregunté cuál era el significado del zarandeo que yo había visto, y se me mostró que lo motivaría el
testimonio directo que exige el consejo que el Testigo fiel dio a la iglesia de Laodicea. Moverá este
consejo el corazón de quien lo reciba y le inducirá a exaltar el estandarte y a difundir la recta verdad.
Algunos no soportarán este testimonio directo, sino que se levantarán contra él, y esto es lo que causará
un zarandeo en el pueblo de Dios”. PE:270.

Necesitamos este testimonio directo.-

“El Señor me ha mostrado que hay hombres que ocupan puestos de responsabilidad que están
directamente estorbando su obra, porque piensan que la obra debe hacerse y que la bendición debe
provenir de cierta y determinada forma, y no reconocen lo que viene en otra forma diferente… Cuando
los hombres dejen de estorbar el camino, Dios obrará entre nosotros como nunca antes”. 5T:678-679.

A fin de limpiar el campamento debe haber una reforma decidida.

“Más de una estrella que ha sido admirada por su brillo se apagará entonces en las tinieblas”. 5T:81.

“En la última obra solemne habrá pocos hombres grandes empeñados en la misma”. 5T:80.

“El Señor llamará a hombres de detrás del arado y de otras ocupaciones, para dar la última nota de
amonestación a las almas que perecen”. CSS:395.

Solamente cuando el campamento esté limpio pueden los verdaderos dirigentes de Dios conducirnos a
una relación de pacto con el Señor.

La relación de pacto.-
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La iglesia debe ser conducida a relacionarse por medio de un pacto de fe con nuestro dirigente, Cristo
Jesús. “Todo esto haremos”. La insubordinación puede convertirse en plena obediencia por medio del
mensaje de la justicia por la fe.
Las siguientes declaraciones concernientes a Éxodo 19 muestran la urgencia de esta hora:
“3. Antiguas instrucciones que deben ser estudiadas.-
Las instrucciones dadas a Moisés para el antiguo Israel, con sus trazos cortantes y rígidos, han de ser
estudiadas y obedecidas por el pueblo de Dios de hoy día (Carta 259, 1903).
Moisés y Dios en concilio secreto.-
Moisés, el dirigente visible de los israelitas, fue admitido en los concilios secretos del Altísimo. Al
pueblo se le dio la evidencia de que Moisés ciertamente habló con Dios y recibió de él las instrucciones
que les daba (Ibíd.).
3-8. El pacto de Dios es nuestro refugio.-
El pacto que Dios hizo con su pueblo en el Sinaí ha de ser nuestro refugio y defensa. El Señor le dijo a
Moisés:
"Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los
egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí. Ahora, pues, si diereis oído a mi
voz, y guardarais mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es
toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa".
"Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas
palabras".
"Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho haremos".
Este pacto tiene tanta fuerza hoy día como la tuvo cuando el Señor lo hizo con el antiguo Israel (SW 1-
3-1904).
7, 8 (se citan) (Isa. 56:5). Una prenda del pacto.-
Este es el voto que el pueblo de Dios ha de hacer en estos últimos días. Que Dios los acepte depende de
un fiel cumplimiento de los términos de su convenio con él. Dios incluye en su pacto a todos los que le
obedecen. Para todos los que hacen justicia y juicio, preservando su mano de hacer cualquier mal, la
promesa es: "Yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos e
hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá" (RH 23-6-1904)”. 1CBA:1117.

Los laodicenses deben renovar el pacto.-

“Vi que el Israel de Dios debe levantarse, y renovar su fortaleza en Dios, reafirmando y cumpliendo su
pacto con él”. 1T:132.

“Si queremos tomar posesión de la herencia celestial, la gloriosa sustancia eterna, debemos
relacionarnos con Dios mediante el pacto”. FCV:304.

“La iglesia ha dejado de seguir en pos de Cristo, su líder y está volviéndose firmemente hacia Egipto”.
SC:50.

Una ilustración semejante, pero más notable todavía, es la que se da en la experiencia de Nehemías tal
como se registra en Neh. 9:38; 10:1; 10:28-29.

“Por todo eso, nos comprometemos por escrito a serte fieles, y lo firman nuestros príncipes, nuestros
levitas y nuestros sacerdotes… Los que firmaron fueron: El gobernador Nehemías, hijo de Acalías, y
Sedequías… Y el resto del pueblo, los sacerdotes, levitas, porteros, cantores, servidores del templo, y
todos los que se habían mantenido separados de los pueblos de la tierra y habían vuelto a la Ley de
Dios, sus esposas, sus hijos e hijas, y todo el que tenía comprensión y discernimiento, se unieron con
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sus hermanos y sus principales, y entraron en una promesa y un juramento de que andarían en la Ley de
Dios, dada por medio de Moisés, siervo de Dios, y que guardarían y cumplirían todos los
Mandamientos, juicios y normas del Eterno, nuestro Señor”. Neh. 9:38; 10:1; 10:28-29.

La hermana White hace el siguiente comentario sobre el incidente ya mencionado en las siguientes
palabras:

“Solemne y públicamente el pueblo de Judá se había comprometido a obedecer la ley de Dios. Pero
cuando por un tiempo dejó de sentir la influencia de Esdras y Nehemías, muchos se apartaron del
Señor… Cuando les hubo presentado los mandatos y las amenazas de Dios, así como los terribles
castigos que en lo pasado habían caído sobre Israel por ese preciso pecado, se les despertó la
conciencia, y se inició una obra de reforma que desvió de ellos la ira de Dios y les atrajo su aprobación
y bendición… En la obra de reforma que debe ejecutarse hoy, se necesitan hombres que, como Esdras y
Nehemías, no reconocerán paliativos ni excusas para el pecado, ni rehuirán de vindicar el honor de
Dios. Aquellos sobre quienes recae el peso de esta obra no callarán cuando vean que se obra mal ni
cubrirán a éste con un manto de falsa caridad. Recordarán que Dios no hace acepción de personas y que
la severidad hacia unos pocos puede resultar en misericordia para muchos. Recordarán también que el
que reprende el mal debe revelar siempre el espíritu de Cristo”. PR:494, 497-498.

“En su obra, Esdras y Nehemías se humillaron delante de Dios, confesaron sus pecados y los del
pueblo, y pidieron perdón como si ellos mismos hubiesen sido los culpables… El éxito que acompañó
los esfuerzos de Nehemías revela lo que lograrán la oración, la fe y la acción sabia y enérgica.
Nehemías 499 no era sacerdote ni profeta, ni pretendía título alguno. Fue un reformador suscitado para
un tiempo importante. Se propuso poner a su pueblo en armonía con Dios. Inspirado por su gran
propósito, dedicó a lograrlo toda la energía de su ser. Una integridad elevada e inflexible distinguió sus
esfuerzos. Al verse frente al mal y a la oposición a lo recto, asumió una actitud tan resuelta que el
pueblo fue incitado a trabajar con renovado celo y valor. No podía menos que reconocer la lealtad, el
patriotismo y el profundo amor a Dios que animaban a Nehemías, y al notar todo esto, el pueblo estaba
dispuesto a seguirlo adónde lo guiaba.
La diligencia en cumplir el deber señalado por Dios es una parte importante de la religión verdadera.
Los hombres deben valerse de las circunstancias como de los instrumentos de Dios con que se cumplirá
su voluntad. Una acción pronta y decisiva en el momento apropiado obtendrá gloriosos triunfos,
mientras que la dilación y la negligencia resultarán en fracaso y deshonrarán a Dios. Si los que dirigen
en la causa de la verdad no manifiestan celo, si son indiferentes e irresolutos, la iglesia será negligente,
indolente y amadora de los placeres; pero si los domina el santo propósito de servir a Dios y a él solo,
su pueblo se mantendrá unido, lleno de esperanza y alerta”. PR:498-499.

En 3CBA:1157 la hermana White escribió concerniente a la experiencia de Nehemías en relación con


nosotros hoy en día lo siguiente:

“Sería una escena muy agradable para Dios y los ángeles el que sus seguidores de esta generación se
unieran como lo hizo el Israel de antaño [se refiere especialmente al reavivamiento de los días de
Nehemías], en un pacto solemne, para guardar y cumplir ‘todos los mandamientos, decretos y estatutos
de Jehová nuestro Señor’”. 3CBA:1157.

De nuevo, en 3CBA:1156 ella escribió:


Pág. 29

“En el capítulo noveno de Nehemías se registran las obras del Señor a favor de su pueblo, y se destacan
los pecados de éste cuando se apartó de Dios. Esos pecados habían separado al pueblo de su Dios, y
éste le había permitido caer bajo el dominio de naciones paganas.
Esta historia se ha registrado para nuestro beneficio. Lo que ha sucedido, sucederá, y necesitamos
recurrir a Dios en busca de consejo. No debemos confiar en los consejos de los hombres”. 3CBA:1156.

Capítulo 5: Esperanza para Laodicea.-

La única esperanza para la iglesia de Laodicea es que sus miembros vean y acepten el hecho de que
están espiritualmente en bancarrota. Esto se verá en los siguientes consejos del Señor:

“La única esperanza de los laodicenses consiste en tener una visión más clara de su situación delante de
Dios, un conocimiento de la naturaleza de su enfermedad”. 1JT:477-478.

“Si pudiese descorrerse el telón, y pudieseis discernir los propósitos de Dios y los juicios que están por
caer sobre un mundo condenado, si pudieseis ver vuestra propia actitud, temeríais y temblaríais por
vuestras propias almas y por las almas de vuestros semejantes. Haríais ascender al cielo fervientes
oraciones con corazón angustiado. Lloraríais entre el pórtico y el altar, confesando vuestra ceguera
espiritual y apostasía”. 3JT:15.

“El testimonio del Testigo no ha sido escuchado sino a medias. El solemne testimonio, del cual
depende el destino de la iglesia, se tiene en poca estima, cuando no se lo descarta por completo. Este
testimonio ha de mover a profundo arrepentimiento, y todos los que lo reciban sinceramente, le
obedecerán y quedarán purificados”. 1JT:61.

Cuando Laodicea vea su pobreza espiritual, cuando busque a Dios con todo su corazón y su alma,
entonces se producirá un reavivamiento espiritual de la piedad primitiva como en los días de los
apóstoles.

“Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. Jer. 29:13.

“Otro asunto hay de más importancia aún, que debería llamar la atención de las iglesias en el día de
hoy. El apóstol Pablo declara que ‘todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán
persecución’. (2 Tim. 3:12). ¿Por qué, entonces, parece adormecida la persecución en nuestros días? El
único motivo es que la iglesia se ha conformado a las reglas del mundo y por lo tanto no despierta
oposición. La religión que se profesa hoy no tiene el carácter puro y santo que distinguiera a la fe
cristiana en los días de Cristo y sus apóstoles. Si el cristianismo es aparentemente tan popular en el
mundo, ello se debe tan sólo al espíritu de transigencia con el pecado, a que las grandes verdades de la
Palabra de Dios son miradas con indiferencia, y a la poca piedad vital que hay en la iglesia. Revivan la
fe y el poder de la iglesia primitiva, y el espíritu de persecución revivirá también y el fuego de la
persecución volverá a encenderse”. CS:52.

“Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, os aparten de sí, y os insulten y desechen
vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. Gozaos en aquel día y alegraos; porque
vuestro galardón es grande en el cielo, pues eso hacían sus padres a los profetas”. Luc. 6:22-23.

El mensaje a Laodicea es un llamamiento a ser un pueblo separado, peculiar.


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“¿En qué se conocerá que tu pueblo y yo hemos hallado gracia en tus ojos, sino en que tú andes con
nosotros, y que tu pueblo y yo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de toda la
tierra?”. Éxo. 33:16.

“Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os
recibiré”. 2 Cor. 6:17.

“Vi que debían hacerse esfuerzos decididos para mostrar a los que no son cristianos en su vida, sus
errores, y si no corrigen sus vidas, deben separarse de los que son preciosos y santos, para que Dios
pueda tener un pueblo limpio y puro en el cual él pueda deleitarse. No lo deshonréis uniendo lo limpio
con lo impuro”. 4Spiritual Gifts:5.

“Pero vosotros sois linaje elegido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para Dios, para que
anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9.

“Quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras”. Tito 2:14.

El fin de Laodicea.-

Los laodicenses, si permanecen en su condición deplorable y de ignorancia, se unirán eventualmente


con el espíritu de las iglesias de Babilonia y llegarán a ser los peores enemigos y perseguidores del
pueblo de Dios.

“Estandarte tras estandarte quedaba arrastrando en el polvo, mientras que una compañía tras otra del
ejército del Señor se unía al enemigo, y tribu tras tribu de las filas del enemigo se unía con el pueblo de
Dios observador de los mandamientos”. 3JT:224. Véase 5T:136, 563; CS:665-666; 5T:477; 1MS:141-
142.

Laodicea es incapaz de salvar.-

Sin lugar a dudas, pues, en vista de todas las evidencias dadas, la iglesia de Laodicea rehúsa comprar
oro probado en fuego, que es la fe de Jesús y el amor de Cristo. Sin esta cura ella no puede salvar. Y
quienes no acepten este remedio serán vomitados de la boca de Dios perdidos por la eternidad. ¡Qué
tragedia!

“Una y otra vez se os ha dirigido la voz del cielo. ¿Le obedeceréis? ¿Escucharéis al Testigo fiel que os
aconseja procurar el oro probado en el fuego, la vestidura blanca y el colirio? El oro es la fe y el amor;
la vestidura blanca es la justicia de Cristo; el colirio es el discernimiento espiritual que os habilitará
para rehuir los ardides de Satanás, para notar el pecado y aborrecerlo; para ver la verdad y obedecerla”.
2JT:75.

“Vi que algunos volverán gozosamente. En cambio otros no permitirán que este mensaje dado a la
iglesia de Laodicea ejerza influencia sobre ellos. Seguirán actuando más o menos como antes, y la boca
del Señor los vomitará. Únicamente aquellos que se arrepientan celosamente recibirán el favor de
Dios”. 1JT:43.

¿Será quitado el candelero?


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“Pero, ¡oh, qué cuadro triste! Los que no se someten a la influencia del Espíritu Santo pronto pierden
las bendiciones recibidas cuando reconocieron la verdad como procedente del cielo. Caerán en una
formalidad fría sin espíritu; pierden su interés en las almas que perecen; han abandonado su primer
amor. Y Cristo les dice: ‘Recuerda por lo tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras
obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido’.
Él retirará su Espíritu Santo de la iglesia, y lo dará a otros que lo aprecian. No existe una evidencia
mayor de que los que han recibido gran luz no la aprecian, que la que presenta su negativa a permitir
que la luz brille sobre los que están en tinieblas, y a dedicar su tiempo y sus energías a la celebración de
formas y ceremonias. No se tienen pensamientos de la obra interna, de la necesidad de un corazón puro.
La ausencia de armonía con Dios resulta aparente. La luz se oscurece y desaparece; el candelero ha
sido quitado. Hay mucho ejercicio de una autoridad de factura humana en aquellos a los cuales Dios no
ha dado su sabiduría porque no han sentido la necesidad de la sabiduría celestial. Esta sabiduría ‘es
primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, y llena de misericordia y de buenos frutos sin
incertidumbre ni hipocresía’; es contraria a la disposición de ellos. No tienen el adorno de un espíritu
manso y pacífico, con el cual debe ser adornado el creyente en Jesús. No representan al manso y
humilde carpintero de Nazaret. Apartan como si fuera de poco valor aquello que Dios ha dicho que es
de gran precio”. RH, 16 de Julio de 1895.

“Se me ha instruido a que diga que estas palabras [las de Apoc. 2:4-5] son aplicables a la Iglesia
Adventista del Séptimo Día en su condición presente. Se ha perdido el amor de Dios, y esto significa la
ausencia del amor mutuo. El yo, el yo, es complacido y lucha por la supremacía. ¿Por cuánto tiempo ha
de continuar esta condición? A menos que haya una reconversión habrá pronto una falta tan grande de
piedad que las iglesias estarán representadas por la higuera sin fruto. A la iglesia le ha sido concedida
gran luz. Ha tenido abundante oportunidad de llevar mucho fruto. Pero ha venido el egoísmo a su
medio. Y Dios dice: ‘Quitaré tu candelero de su lugar si no te arrepientes’”. RH, 25 de Febrero de
1902.

“Y tú, Capernaum [Iglesia Adventista del Séptimo Día que has tenido gran luz], que eres levantada
hasta el cielo [en materia de privilegios], hasta el Hades serás abatida; porque si en Sodoma se hubieran
hecho los milagros que han sido hechos en ti, habría permanecido hasta el día de hoy. Por tanto os digo
que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti”. RH, 1 de
Agosto de 1893.

Capítulo 6: La urgencia del mensaje.-

El mensaje a Laodicea debe ser dado a la Iglesia Adventista del Séptimo Día hoy.

“En este tiempo es cuando el mensaje a Laodicea debe ser dado para despertare una iglesia que
duerme… El mensaje a Laodicea debe ser dado con fervor y poder, como un mensaje del cielo. Si es
ignorado, el Señor ciertamente rechazará a aquellos cuya condición espiritual es tan objetable”. Special
Testimonies, Series B, Nº 2, 14, 20 (1904).

“El Señor quiere que se repita la proclamación del testimonio directo dado en los años pasados. Desea
una renovación espiritual. Las energías espirituales de su pueblo han permanecido adormecidas por
mucho tiempo; pero deben resucitar de esa muerte aparente”. 3JT:275.

“Si los que profesan ser hijos de Dios, encuentran que su corazón se opone a esta obra directa, deben
convencerse de que tienen que hacer algo para vencer, si no quieren ser vomitados de la boca del
Señor… Si alguno no quiere ser purificado por la obediencia de la verdad, y vencer su egoísmo, su
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orgullo y malas pasiones, los ángeles de Dios reciben este encargo: ‘Se han unido a sus ídolos,
dejadlos’, y prosiguen con su obra, dejando en manos de los malos ángeles a aquellos que no han
subyugado sus rasgos pecaminosos. Los que resisten en cada punto, que soportan cada prueba y
vencen, a cualquier precio que sea, han escuchado el consejo del Testigo fiel y recibirán la lluvia tardía,
y estarán preparados para la traslación”. 1JT:65-66.

“Los siervos de Dios deben dar este mensaje a una iglesia tibia. Debe despertar a su pueblo de su
seguridad y de su engaño peligroso respecto a su verdadera posición ante Dios”. 3T:288.
“La amonestación para la iglesia de los últimos días también debe ser proclamada a todos los que
pretenden ser cristianos. El mensaje de Laodicea, como una espada de dos filos, debe ser llevado a
todas las iglesias… Nuestra labor es proclamar este mensaje”. 6T:83-84.

El mensaje de Juan el Bautista.-

El mensaje a Laodicea es de lo más agudo. Es un llamado grande al arrepentimiento, que señala los
pecados de la iglesia.

“En estos días solemnes, justamente antes de que Cristo vuelva por segunda vez, los fieles predicadores
de Dios tendrán que dar un testimonio todavía más directo que el que fue dado por Juan el Bautista.
Tienen ante sí una obra de responsabilidad e importancia; y Dios no reconocerá como sus pastores a los
que hablan únicamente cosas agradables. Pesa sobre ellos una temible aflicción”. 1T:289.

Escuchad estas declaraciones importantes:

“Si hay males evidentes entre su pueblo, y si los hijos de Dios los pasan por alto con indiferencia, en
realidad éstos sostienen y justifican al pecador, son igualmente culpables y causarán como aquél el
desagrado de Dios, porque serán hechos responsables de los pecados de los culpables”. 1JT:334-335.

“A menos que estos males que acarrean el desagrado de Dios sean corregidos en la vida de los
miembros, la iglesia entera será considerada responsable por ellos”. RH, 23 de Diciembre de 1890.

Esta es una emergencia.-

El fin está a las puertas y la razón por la cual la lluvia tardía no desciende sobre la iglesia es su
condición no santificada. Dios nos ayude a buscarlo a él ahora con todo nuestro corazón, para que
seamos llenados del Espíritu Santo y resistamos hasta el final para ser salvos.

Capítulo 7: Una palabra de amonestación.-

Durante una cantidad de años ha soplado sobre la iglesia una ola de liberalismo. Las normas que Dios
nos dio en nuestros comienzos están siendo pisoteadas. Véase 8T:41.

“En un tiempo la vida religiosa presentaba ciertas dificultades y requería abnegación. Todo esto se ha
hecho muy fácil ahora. Y, ¿a qué obedece? El pueblo profeso de Dios ha contemporizado con los
poderes de las tinieblas.
Es preciso que haya un renacimiento del testimonio directo. El camino que conduce al cielo no es más
suave hoy que en los días de nuestro Salvador. Hemos de abandonar todos nuestros pecados. Cada
complacencia acariciada que estorba nuestra vida religiosa tiene que ser cortada”. 5T:206.
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Esta situación liberal se ha desarrollado mayormente debido a que nos hemos acomodado a la
educación del mundo. Esta ha infiltrado toda institución, y ocupado nuestros púlpitos, y ahora, en
extenso grado, se ha infiltrado hasta en los asientos del Sábado de mañana.
Trescientos años antes de Cristo los dirigentes hebreos, a la invitación de Alejandro magno, empezaron
a mandar a sus jóvenes inteligentes a la Universidad de Alejandría. Estos volvieron con mentes
helenísticas y enseñaron a otros jóvenes el helenismo. Los saduceos se convirtieron en el partido
helenístico, y finalmente, en extenso grado, dominaron la educación hebrea. En último análisis fue el
helenismo el que mató a Cristo.
¿Ha ocurrido la misma cosa en las filas del adventismo? El helenismo y el humanismo están basados en
los mismos principios; y el sistema educacional del mundo está basado en el humanismo. Dios nos dio
sus planos, pero nosotros hemos copiado al mundo.
En el transcurso de la década del cincuenta, unos pocos hombres ansiosos, queriendo quitar el estigma
de que el adventismo era un “culto”, extendieron sus brazos a través del abismo para tomar la mano de
los evangélicos. Fuimos aceptados por los evangélicos después que nos convencimos de que habíamos
cambiado nuestra posición en dos importantes puntos doctrinales: (1) que la expiación fue terminada en
la cruz, y (2) que Cristo tomó la naturaleza no caída de Adán antes del pecado.
La transigencia hecha por nosotros sobre estos dos puntos, tan claramente establecida en el libro
Questions on Doctrine, es la causa de la mayor parte de las herejías doctrinales de la iglesia durante los
últimos años.
Esta transigencia también creó la “Nueva Teología”, que predica que la justificación lo es todo y la
santificación es de muy poca importancia en la salvación. Estas son solamente conclusiones lógicas si
se aceptan las doctrinas de que la expiación quedó terminada en el Calvario, y de que Jesús tenía la
naturaleza perfecta de Adán antes del pecado.
Si Cristo tenía una naturaleza diferente de la mía, no puede ser mi ejemplo, mi sustituto. Él podía
guardar perfectamente la ley, pero yo no puedo hacerlo. Entonces la justificación forense o legal llega a
ser el sustituto de la justificación por la fe, y el hombre puede ser salvado en el pecado y no del pecado.
Véase Mat. 1:21.
Esta es la razón por la cual muchos que militan en la Nueva Teología han abandonado la observancia
del Sábado. Si usted no puede observar la ley de Dios, entonces, por supuesto, es imposible que guarde
el Sábado.
Esta condición de Laodicea (“no sabes”) nos ha colocado en una situación deplorable. Por muchos años
los buenos Adventistas del Séptimo Día conservadores han sido abrumados por esta falta de
preocupación de parte de muchos ministros con respecto a este movimiento liberal. Una palabra de
advertencia a los fieles y leales: Cuidaos de no ser arrastrados por este movimiento fanático. El diablo
ha arrastrado a muchos al liberalismo. Ahora él producirá una ola de fanatismo del otro lado para
engañar a los que permanecen en el medio del puente, y que se sienten atontados por la condición
liberal de la iglesia. Al diablo no le importa de qué lado usted seas engañado. El fanatismo es tan
peligroso como el liberalismo. La señora White le hizo frente en sus días. Ella nos ha dicho que antes
del fin, otra vez esto le ocurrirá a la iglesia. Ese día puede estar precisamente delante de nosotros.

“Ha llegado el tiempo en que todo lo que puede ser zarandeado lo será, y en que aquellas cosas que no
pueden ser sacudidas deben permanecer firmes”. 7T:219. Véase también 3JT:283-285.

Recordemos que la condición de Laodicea es todavía más peligrosa que el liberalismo o el fanatismo.
El laodicense no está preocupado por nada, sino por las cosas materiales. El se siente enriquecido y no
experimenta ninguna necesidad.
Que Dios nos ayude ahora a orar y estudiar, a buscar a Dios de todo corazón y con toda nuestra alma.
El que hace menos que esto se perderá.
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“Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón”. Jer. 29:13.

Capítulo 8: Nuestra Tarea no Terminada.-

“Dios ha dado a cada hombre su trabajo. Espere cada uno en Dios, y él nos enseñará a trabajar, y nos
mostrará qué obra somos más aptos para cumplir… Los obreros deben estas en armonía con la verdad y
con sus hermanos. Debe haber consultas y cooperación… No miréis al hombre para ser guiados, sino
al Dios de Israel.
La obra que la iglesia no ha hecho en tiempo de paz y prosperidad, tendrá que hacerla durante una
terrible crisis, en las circunstancias más desalentadoras y prohibitivas. Las amonestaciones que la
conformidad al mundo ha hecho callar o retener, deberán darse bajo la más fiera oposición de los
enemigos de la fe. Y en ese tiempo la clase superficial y conservadora, cuya influencia impidió
constantemente los progresos de la obra, renunciará a la fe y se colocará con sus enemigos declarados,
hacia los cuales sus simpatías han estado tendiendo durante mucho tiempo. Esos apóstatas manifestarán
entonces la más acerba enemistad y harán cuanto puedan para oprimir y vilipendiar a sus antiguos
hermanos, y para excitar la indignación contra ellos. Ese día está por sobrecogernos.
Como embajadora de Cristo, quisiera incitaros a trabajar como nunca habéis trabajado… La eternidad
se extiende delante de nosotros… ¿Creéis las declaraciones de la verdad eterna concernientes a lo que
está por sobrevenir a la tierra? ¿Creéis que los juicios de Dios están pendientes sobre la gente, y podéis,
sin embargo, permanecer tranquilos, indolentes, negligentes, amando los placeres?
No es ahora tiempo para que el pueblo de Dios fije sus afectos o se haga tesoros en el mundo. No está
lejano el tiempo en que, como los primeros discípulos, seremos obligados a buscar refugio en lugares
desolados y solitarios. Así como el sitio de Jerusalén por los ejércitos romanos fue la señal para que
huyesen los cristianos de Judea, así la asunción de poder por parte de nuestra nación [los Estados
Unidos], con el decreto que imponga el día de descanso papal, será para nosotros una amonestación.
Entonces será tiempo de abandonar las grandes ciudades, y prepararnos para abandonar las menores en
busca de hogares retraídos en lugares apartados entre las montañas... Dios tiene una obra para sus
colaboradores en las ciudades”. 2JT:164-166.

“Se acerca el tiempo en que no podremos vender a ningún precio. Pronto se promulgará el decreto que
prohibirá a los hombres comprar o vender si no tienen la marca de la bestia”. 2JT:44.

“En el último gran conflicto de la controversia con Satanás, los que sean leales a Dios se verán
privados de todo apoyo terrenal. Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las potencias
terrenales, se les prohibirá comprar o vender. Finalmente será decretado que se les dé muerte”.
DTG:97.

“Cuantas menos acusaciones directas hagamos contra las autoridades y potestades, tanto mayor será la
obra que podremos realizar en los Estados Unidos y en los otros países; pues las demás naciones
seguirán el ejemplo de los Estados Unidos. Si bien estos encabezarán el movimiento, la misma crisis
sobrevendrá a nuestro pueblo en todas partes del mundo… Según las pruebas se vayan acrecentando a
nuestro alrededor, se mostrarán en nuestras filas tanto la desunión como la unidad. Algunos que están
en estos momentos preparados para empuñar las armas espirituales, cuando lleguen los tiempos de real
peligro pondrán de manifiesto que no habían edificado sobre la roca firme: cederán ante la tentación.
Quienes hayan recibido una gran luz y grandes privilegios, pero que no los hayan cultivado; nos
abandonarán utilizando cualquier pretexto. Si no han recibido el amor de la verdad, serán cautivados
por las falsedades del enemigo: le harán caso a los espíritus seductores y a las doctrinas de demonios, y
abandonarán la fe. Pero, por otro lado, cuando la tormenta de la persecución caiga realmente sobre
nosotros, las ovejas fieles escucharán la voz del Pastor verdadero. Se harán esfuerzos desinteresados
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para salvar a los perdidos, y muchos que han dejado el redil, regresarán para ir en pos del gran Pastor.
El pueblo de Dios se unirá y presentará un frente común ante el enemigo”. 6T:395, 400-401.

“El gran general no está dirigiendo solo a unos pocos soldados; el Capitán de las huestes del Señor está
condiciendo los ejércitos tanto del cielo como de la tierra para la batalla; estos marchan hacia una
gloriosa victoria. Cada soldado debe ponerse la armadura completa de Dios, y luchar valerosamente,
dándose cuenta de que está batallando a la plena vista del universo invisible. Si el ejército del Señor
obedece sus órdenes, será influido por el Espíritu Santo a hacer las obras de Dios… La obra de Dios ha
sido retardada por una incredulidad criminal en su poder para usar al pueblo común a fin de llevar
adelante esta obra con éxito… Cristo mismo es el poder renovador, que actúa en cada uno de los
soldados y por medio de ellos en virtud del agente del Espíritu Santo. Todo individuo ha de llegar a ser
un instrumento en sus manos para realizar la obra de la salvación de las almas. Ninguno de los que
desean trabajar por el Maestro debe ser impedido de hacerlo, si es un verdadero seguidor de Cristo.
Cada uno tiene sus responsabilidades en la causa de Cristo. La eficiencia del Espíritu de Dios hará
efectivos los trabajos de todos los que están dispuestos a someterse a su conducción.
El ministro y los miembros de la iglesia han de unirse como una sola persona para trabajar en la
edificación y la prosperidad de la iglesia. Todo el que sea un verdadero soldado en el ejército del Señor
será un obrero ferviente, sincero y eficiente que trabaja para hacer progresar el reino de Cristo… Por
todas nuestras filas, hay talentos individuales que han sido tristemente descuidados… Muchos tienen
manos dispuestas y corazones listos, pero a éstos se los desanima de aplicar sus energías a la obra. Son
criticados si tratan de hacer algo, y finalmente permiten que sus talentos queden dormidos por temor a
la crítica, cuando si se los hubiera animado a usarlos, la obra habría avanzado y se habrían añadido
obreros a las fuerzas de los misioneros”. RH, 9 y 16 de Julio de 1895. Véase 3JT:407; 7T:26.

“Como pueblo no hemos hecho la obra que Dios nos ha confiado. No estamos listos para la crisis que
nos impondrá la promulgación de la ley dominical. Es deber nuestro, mientras vemos las señales de que
se acerca el peligro, levantarnos y obrar. Nadie se quede sentado en serena expectación del mal,
consolándose con la creencia de que esta obra debe ir adelante porque la profecía lo ha predicho, y que
el Señor protegerá a su pueblo. No estamos haciendo la voluntad de Dios si permanecemos quietos sin
hacer nada para preservar la libertad de conciencia. Deben ascender a Dios oraciones fervientes y
eficaces para que esta calamidad sea diferida hasta que podamos realizar la obra que durante tanto
tiempo ha sido descuidada. Elévense oraciones muy fervientes; y luego trabajemos en armonía con
nuestras oraciones… Puede ser que un momento de respiro sea concedido todavía al pueblo de Dios
para que se despierte y deje brillar su luz”. 2JT:320-321.

“La obra del pueblo de Dios consiste en prepararse para los acontecimientos del futuro, los que pronto
lo sobrecogerán con fuerza abrumadora”. 2MS:162.

“Un poder inferior está obrando para llevar a cabo las grandes escenas del drama: la venida de Satanás
como si fuera Cristo, y su actuación con todo el engaño de la injusticia en aquellos que se están
uniendo en sociedades secretas. Los que ceden a la pasión de una confederación están desarrollando los
planes del enemigo. El efecto seguirá a la causa.
La transgresión casi ha alcanzado su límite. El mundo está lleno de confusión, y un gran terror ha de
venir pronto sobre los seres humanos. El fin está muy cerca. Nosotros que conocemos la verdad
debemos estar preparándonos para lo que pronto ha de irrumpir sobre el mundo en forma de una
abrumadora sorpresa”. 8T:35.

“Dios ayude a su pueblo a despertarse, a andar y obrar como hombres y mujeres que están en el umbral
del mundo eterno. Pronto una terrible sorpresa sobrecogerá a los habitantes del mundo. Cristo vendrá
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repentinamente, con poder y grande gloria. Entonces no habrá tiempo para prepararse para recibirlo.
Ahora es el tiempo en que hemos de dar el mensaje de advertencia”. 3JT:220.

“Pero dentro de no mucho tiempo habrá tal contienda y confusión en las ciudades, que aquellos que
deseen salir de ellas no podrán hacerlo. Debemos estar preparados para estos acontecimientos. Esta es
la luz que el cielo me ha dado”. 2MS:162-163.

“Veo la necesidad de apresurarse a fin de tener todas las cosas dispuestas para la crisis”. 2MS:412.

“Pronto surgirá una crisis con respecto a la observancia del domingo... Si en la providencia de Dios
podemos conseguir lugares lejos de las ciudades, el Señor quiere que lo hagamos. Nos esperan tiempos
difíciles”. 2MS:412.

Capítulo 9: El Moderno Israel ha de Aprender del Israel de Antaño.-

“Dios quiere que estudiemos la historia de su trato con los hombres y con las naciones en lo pasado
para que aprendamos a respetar y obedecer sus mensajes, para que prestemos atención a sus
advertencias y consejos”. RH, 5 de Noviembre de 1889.

“La obra de Dios en la tierra presenta, siglo tras siglo, sorprendente analogía en cada gran movimiento
reformatorio o religioso. Los principios que rigen el trato de Dios con los hombres son siempre los
mismos. Los movimientos importantes de hogaño concuerdan con los de antaño, y la experiencia de la
iglesia en tiempos que fueron encierra lecciones de gran valor para los nuestros”. CS:391.

“Dios tiene una verdad especial y una obra especial para su iglesia en cada generación”. PVGM:56.

“Los lazos de Satanás son echados para que nosotros caigamos, tan seguramente como los fueron
echados para los hijos de Israel poco antes de su entrada a la tierra de Canaán. Estamos repitiendo la
historia de aquel pueblo. La liviandad, la vanidad, el amor por el ocio y el placer, el egoísmo y la
impureza aumentan entre nosotros. Hay necesidad hoy de hombres constantes e intrépidos que declaren
todo el consejo de Dios; hombres que no se duerman como lo hacen otros, sino que velen y sean
sobrios… Es vuestro deber estudiar e imitar al Modelo… Si deseamos reformar a los demás nosotros
mismos debemos practicar los principios que queremos que otros practiquen”. 5T:150.

“Hay gran similitud entre nuestra historia y la de los hijos de Israel”. 1JT:452-453.

“Despertad a la gente para que vea cuán distante se encuentra de los mandamientos del Señor por haber
adoptado reglas mundanales y haberse conformado a principios seculares. Esto ha inducido a
transgredir la ley de Dios”. 6T:61.

“El Señor desea que sus hijos comprendan qué clase de trabajo debe realizarse, y que, como
administradores fieles, obren prudentemente en la inversión de recursos”. 3JT:121.

“En esta época del mundo Dios ha dado a su pueblo mucho conocimiento e instrucción acerca de la
forma en que debe realizarse su obra: sobre una base elevada, refinada y ennoblecedora; y se desagrada
con los que no cumplen con el plan divino en su servicio. Separará a esos hombres de su causa y
probará a otros que, si son autosuficientes, a su vez serán reemplazados por otros obreros”.
3CBA:1147.
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“[El Señor ha dado] el directo y expreso mandamiento… que seguir exactamente el plan indicado por
Dios”. PP:59.

Capítulo 10: La Educación.-

“Ahora, como nunca antes, necesitamos comprender la verdadera ciencia de la educación. Si dejamos
de entender esto nunca tendremos un lugar en el reino de Dios”. Journal of the True Education,
Febrero de 1947.

“Pero nadie puede comprender la verdadera ciencia de la educación, sino en la medida en que Dios en
su sabiduría santifica la observación mediante el Espíritu Santo”. CMPA:361.

“El razonamiento humano solo nunca puede explicar la ciencia de la educación. Se necesita un criterio
espiritual para comprender lo que es la verdadera educación elevada. Es educación obtenida en la
investigación de las Escrituras, pero ésta es extrañamente descuidada”. RH, 3 de Julio de 1900.

“Algunos colocan la educación después de la religión, pero la verdadera educación es religión”.


CMPA:104.

“Debemos colocarnos en los lineamientos de la verdadera educación”. Special Testimonies, Series B,


Nº 11, 30 (1907-1908).

“Dios no quiere que nuestros colegios sean conducidos según planes humanos estereotipados, como se
hace en muchos casos ahora. Él quiere que nos cuidemos de la precisión humana, de trazar un
lineamiento según el cual todos deben andar. Debe traerse un elemento diferente a nuestras escuelas. Se
han seguido máximas y métodos equivocados de enseñar, que se han considerado como totalmente
esenciales”. The Advocate, Enero de 1899.

“El sistema de clasificación es a veces un estorbo para el verdadero progreso del alumno… No es
prudente el sistema que confina rígidamente a los niños en los grados”. CMPA:168-169.

“La verdadera educación no consiste en inculcar por la fuerza la instrucción en una mente que no está
lista para recibirla. Hay que despertar las facultades mentales, lo mismo que el interés”. Ed:41.

“No aconsejaría en ningún caso restringir la educación a la cual Dios no fijó ningún límite… Pero
aconsejaría que la restricción se realizara en cuanto a seguir métodos de educación que hacen peligrar
el alma y frustran el propósito con el cual se invierte tiempo y dinero”. FEC:350.

“Hasta cuando se esfuerzan por prepararse para el servicio de Dios, muchos son desviados por malos
métodos de educación. Generalmente se considera la vida como formada por distintos periodos: el
periodo del aprendizaje, y el periodo de la acción; el de la preparación y el de la ejecución”. Ed:257-
258.

“Dad a los alumnos un comienzo, pero no sintáis que es vuestro deber llevarlos año tras año… Ellos no
pueden esperar hasta que su educación se considere completa”. FEC:338, 359.

“Se me ha instruido para que diga: Prepárense lugares donde se dé verdadera educación libre de teorías
engañosas. Que allí se enseñen las sencillas palabras de Cristo, no contaminadas por la falsa ciencia.
Pág. 38

No se necesitará una preparación elaborada para empeñarse sincera y humildemente y con oración en
esta obra”. Loma Linda Messages:284.

“Ahora, como nunca antes, necesitamos comprender la verdadera ciencia de la educación. Si dejamos
de entender esto nunca tendremos un lugar en el reino de Dios”. Christian Educator, Agosto de 1897.

“Por esta razón, Dios nos pide que establezcamos escuelas lejos de las ciudades, donde, sin obstáculos,
podamos realizar la obra de la educación de acuerdo con planes que están en armonía con el solemne
mensaje que se nos ha encomendado para el mundo. Tal educación puede impartirse mejor donde hay
terreno para cultivar, y donde el ejercicio físico realizado por los alumnos puede ser de tal naturaleza
que actúe como una parte valiosa en la formación de su carácter, y para habilitarlos a fin de ser útiles en
los campos a los cuales sean enviados… Se me ha mostrado que en nuestra obra educacional no hemos
de seguir los métodos que han sido adoptados en nuestras escuelas anteriormente establecidas. Hay
entre nosotros una tendencia grande a ceñirnos a las viejas costumbres; y … estamos muy atrasados
con respecto al lugar donde debiéramos estar en el desarrollo del mensaje del tercer ángel. Debido a
que los hombres no podían entender el propósito de Dios en el plan trazado delante de nosotros para la
educación de los obreros, se han seguido métodos en algunas de nuestras escuelas que han retardado la
obra de Dios en lugar de hacerla progresar”. Special Testimonies, Series B, Nº 11, 28 (1907-1908).

“Las necesidades de la causa aumentarán continuamente a medida que nos acercamos al fin del tiempo.
Se necesitan medios para proveer breves cursos de estudio para los jóvenes en nuestras escuelas, para
prepararlos para la obra eficiente en el ministerio y en diferentes ramos de la causa. En este punto, no
estamos poniéndonos a la altura de nuestros privilegios. Pronto todas las escuelas que tenemos serán
cerradas. ¡Cuánto más se podría haber logrado si los hombres hubieran obedecido a los requerimientos
de Cristo en la beneficencia cristiana!”. 5T:146.

“Nuestras escuelas y sanatorios deben actuar en estrecha cooperación, para que nuestros jóvenes sean
educados en el conocimiento de la verdad, y al mismo tiempo sean iluminados con respecto al cuidado
de los enfermos. Dondequiera haya una escuela de preparación de obreros importante, allí, si es
posible, debiera haber un sanatorio. Los alumnos han de ser educados en los hábitos correctos de vida.
Significa mucho el establecer una escuela y conducirla de tal manera que encuentre la aprobación de
Dios.
Hemos de comprender la importancia de esta obra, y de razonar de la causa al efecto. Debemos trabajar
como Cristo trabajó. Debemos aprender a hablar a la gente en forma inteligente y con poder”. RH, 21
de Enero de 1909.

“A través de los primeros discípulos se impartió un don a Israel; el fiel evangelista de la actualidad
debe llevar a cabo una obra similar en toda ciudad en la que entran nuestros misioneros. Es una obra
que hemos tratado de realizar en cierta medida en conexión con nuestros sanatorios, pero es necesario
obtener una experiencia mucho más amplia en este ramo.
¿No podrían los presidentes de nuestra asociación abrir el camino para que los alumnos de nuestros
colegios se dediquen a esta clase de trabajo? Una vez y otra se me ha presentado que ‘debiera haber
grupos organizados y educados cabalmente para que trabajen como enfermeros, evangelistas, pastores,
colportores y estudiantes evangélicos, para que perfeccionen un carácter de acuerdo con la semejanza
divina'. Hay una gran obra que se debe llevar a cabo para aliviar el sufrimiento de la humanidad, y por
medio de los trabajos de los alumnos que están recibiendo educación y entrenamiento para convertirse
en misioneros médicos eficaces, la gente que vive en muchas ciudades puede familiarizarse con las
verdades del mensaje del tercer ángel. Obreros y profesores de experiencia debieran salir con esos
jóvenes obreros al principio a fin de instruirlos para el trabajo”. CSS:542-543.
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“El tiempo es demasiado corto ahora para lograr lo que pudo haberse hecho en generaciones pasadas.
Pero aún en estos últimos días podemos hacer mucho para corregir los males existentes en la educación
de la juventud. Y porque el tiempo es corto, debemos ser diligentes y trabajar celosamente para dar a
los jóvenes una educación consecuente con su fe. Somos reformadores”. 6T:183.

“El terreno que rodea la escuela tiene que ser reservado como hacienda de la escuela… La finca de la
escuela ha de considerarse como un libro de texto de la naturaleza, del cual los maestros saquen
lecciones prácticas.
Vendrán a la escuela muchos jóvenes que desearán una preparación en ramos industriales. La
enseñanza industrial debe incluir la contabilidad, la carpintería y todo lo que sea agricultura. Se
debieran tomar medidas también para la enseñanza de trabajos de herrería, pintura, zapatería, cocina,
panadería, lavandería, composturas, dactilografía e imprenta. Toda facultad que esté a nuestra
disposición ha de ponerse a contribución en esta obra de preparación, a fin de que los alumnos salgan
de la escuela equipados para los deberes de la vida práctica.
Viviendas y construcciones esenciales para la obra de la 449 escuela tienen que ser erigidas por los
mismos alumnos, y no ser aglomeradas ni colocadas cerca de los edificios de la escuela propiamente
dicha”. 2JT:447-449.

“Con frecuencia se cometerán errores, pero cada error no estará lejos de la verdad. Los desaciertos
acarrearán sabiduría, y la energía generada producirá esperanza y finalmente éxito”. 6T:196.

Capítulo 11: La Obra Médico Misionera.-

“El mundo necesita hoy lo que necesitaba mil novecientos años atrás, esto es, una revelación de Cristo.
Se requiere una gran obra de reforma y sólo mediante la gracia de Cristo podrá realizarse esa obra de
restauración física, mental y espiritual.
Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los
hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se
ganaba su confianza. Entonces les decía: "Seguidme."
Es necesario acercarse a la gente por medio del esfuerzo personal. Si se dedicara menos tiempo a
sermonear y más al servicio personal, se conseguirían mayores resaltados… Hemos de recordar
siempre que el objeto de la obra misionera médica consiste en dirigir a los enfermos del pecado hacia el
Mártir del Calvario, que quita el pecado del mundo… La obra del misionero médico es precursora de la
obra del Evangelio. En el ministerio de la Palabra y en la obra del médico misionero, el Evangelio ha
de ser predicado y puesto por obra”. MC:102-103.

“En perfecta y completa unidad con el ministerio evangélico, la obra de la reforma pro salud revelará
su poder divino. Bajo la influencia del Evangelio, se realizarán grandes reformas por medio de la obra
médico-misionera. Separad, sin embargo, la obra médico-misionera del Evangelio, y esta obra resultará
mutilada”. CRA:89.

“Cuando los ministros evangélicos y los obreros médico-misioneros no están unidos, nuestras iglesias
hacen frente al peor mal que puede ocurrirles”. Loma Linda Messages:92.

“Nuestros sanatorios y nuestras iglesias pueden alcanzar una norma más elevada y más santa. La
reforma pro salud ha de ser enseñada y practicada por nuestros hermanos. El Señor está pidiendo que
haya un reavivamiento de los principios de la reforma pro salud. Los adventistas tienen una obra
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especial que hacer como mensajeros a fin de trabajar por las almas y los cuerpos de los hombres”.
CRA:89.

“El Señor ha dado instrucción según la cual el Evangelio ha de ser llevado adelante; y el Evangelio
incluye la reforma pro salud en todas sus fases. Nuestra obra consiste en iluminar al mundo; porque
éste se halla ciego ante los movimientos que han de desarrollarse, preparando el camino para las plagas
que Dios permitirá que vengan sobre el mundo. Los fieles atalayas de Dios deben dar la
amonestación... Es el deseo del Señor que la influencia restauradora de la reforma pro salud sea una
parte del gran esfuerzo final para proclamar el mensaje evangélico”. CRA:89.

“Si los obreros humillan sus corazones delante de Dios, vendrá la bendición. Mientras tanto recibirán
nuevas ideas y se producirá un admirable reavivamiento de la obra médica evangélica y misionera”.
9T:175.

“Deseo deciros que pronto dejará de realizarse obra en los ramos ministeriales, salvo la obra médica
misionera. La obra de un ministro ha de ser ministrar. Nuestros pastores han de trabajar de acuerdo con
el plan evangélico de ministrar... Nunca seréis ministros de acuerdo con el orden evangélico, hasta que
manifestéis un decidido interés en la obra médica misionera, el evangelio de sanar, bendecir y
fortalecer... Deseo decir que la obra médica misionera es la obra de Dios. El Señor desea que cada uno
de sus pastores se ponga a tono con esto. Emprended la obra médica misionera, y ella os dará acceso a
la gente. Sus corazones serán tocados mientras ministráis a sus necesidades. Mientras atendéis sus
sufrimientos, encontraréis oportunidades para hablarles del amor de Jesús… Estoy lista para deciros
hoy que yo estoy de acuerdo con la resolución. Muchos que han estado fuera de línea desde la reunión
de Minneapolis se pondrán en armonía con el plan… Yo sé que la obra médico-misionera es el
evangelio en la práctica, y según el Señor lo ha declarado, nunca, nunca ha de separarse del ministerio
evangélico… Si estuviéramos tan estrechamente unidos con Cristo como estaban los discípulos, Dios
podría obrar por nuestro medio para sanar a muchos de los que están sufriendo”. CSS:533 y porciones
de GCB:204, 1901.

“Hemos llegado a un tiempo en el cual cada miembro de la iglesia debe hacer obra misionera médica…
Es necesario que los miembros de la iglesia despierten y comprendan su responsabilidad en cuanto a
dar a conocer estas verdades”. 3JT:102.

Comentando Mal. 3:16-17 ella dice:

“Las palabras finales de este pasaje bosquejan lo que el pueblo de Dios todavía ha de experimentar.
Tenemos, como pueblo, tan maravilloso futuro. Las promesas del tercer capítulo de Malaquías se
cumplirán al pie de la letra”. 4CBA:1205.

“Combinad la obra médico-misionera con la proclamación del mensaje del tercer ángel. Haced un
esfuerzo regular, organizado para elevar a las iglesias del nivel de muerte en que han estado por años.
Enviad a las iglesias obreros que presenten los principios de la reforma pro-salud ante cada iglesia de
Michigan. Ved si el aliento de vida no vendrá entonces a estas iglesias. Un nuevo elemento debe ser
traído dentro de la obra”. Loma Linda Messages:117-118.

“Mucho del prejuicio que impide que la verdad del mensaje del tercer ángel alcance los corazones de la
gente, podría ser quitado si se diera más atención a la reforma pro salud. Cuando la gente llega a
interesarse en este tema, a menudo está preparado el camino para la entrada de otras verdades. Si la
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gente ve que somos inteligentes con respecto a la salud, estará más lista a creer que somos ortodoxos en
materia de doctrinas bíblicas”. CRA:90.

“Si nos apartamos de la reforma pro-salud, perderemos mucho de nuestra influencia sobre el mundo
exterior”. Ev:375.

“Cada uno de los que tratan de vivir una vida cristiana, debe recordar que la iglesia militante no es la
iglesia triunfante. Se encontrarán en la iglesia personas que tienen tendencias carnales. Estos han de ser
compadecidos más que culpados. No ha de juzgarse a la iglesia por conservar estos caracteres, aunque
se encuentren dentro de su borde… Puede ser que en la iglesia haya algunos que sean fríos, orgullosos,
arrogantes y anticristianos, pero no necesitáis asociaros con esta clase. Hay muchos de corazón cálido,
abnegado, que se sacrifican a sí mismos, que estarían dispuestos si se necesitara a deponer su propia
vida para salvar almas. Jesús vio lo malo y lo bueno en relación con la iglesia, y dijo: ‘Dejad que
ambos crezcan hasta la cosecha’. Ninguno tiene necesidad de convertirse en cizaña debido a que no
todas las plantas en el campo son trigo”. FEC:294-295.
“Los que se colocan bajo el dominio de Dios, para ser guiados y conducidos por él, comprenderán la
marcha constante de los acontecimientos que él ordenó que ocurrieran. Inspirados por el Espíritu del
Señor que dio su vida por la vida del mundo, no permanecerán en la impotencia, señalando lo que no
pueden hacer. Se pondrán la armadura del cielo, saldrán a la guerra, dispuestos a hacer y a intentar
cosas en favor de Dios, sabiendo que la omnipotencia de él suplirá su necesidad”. 7T:14.

“En muchas partes se pueden establecer centros de influencia mediante la apertura de tiendas de
alimentos saludables, de restaurantes naturistas y de salas de terapia. No se puede especificar todo lo
que se necesita hacer antes que se haya hecho un comienzo. Los encargados de la obra en el sur oren
sobre este asunto, y recuerden que Dios está guiando las cosas. Que no se manifieste ninguna estrechez
de criterio ni egoísmo. Háganse planes de llevar a cabo la obra en forma sencilla, sensata y
económica”. 7T:223.

“Debemos ser cuidadosos para no llevar nuestras opiniones sobre reforma pro-salud a los extremos,
convirtiéndola así en una deformación de lo original. Nuestros alimentos deben ser sencillos y libres de
todo elemento objetable, pero seamos cuidadosos para que sean siempre gustosos y buenos”. Loma
Linda Messages:545.

“En San Francisco ya se han instalado un restaurante, una tienda de alimentos y varias salas de
tratamientos. Estos establecimientos hacen un buen trabajo, pero se necesita difundir ampliamente su
influencia. Tanto en San Francisco como en Oakland se deberían abrir otros restaurantes similares al de
la calle Market. Acerca de los esfuerzos que actualmente se realizan para llevar adelante esos aspectos
de la obra, sólo podemos decir: amén y amén. Pronto se establecerán otras líneas de trabajo que
llegarán a ser una bendición para la gente. El evangelismo médico-misionero se debería promover de la
manera más inteligente y cabal que se pueda. La tarea sagrada y solemne de salvar a las almas debe
avanzar modestamente, pero con dignidad”. 7T:109-110.

“Que ahora se establezcan escuelas y sanatorios en muchas partes de los estados del sur. Que la
apertura de tiendas de alimentos y restaurantes vegetarianos en muchas de las ciudades del sur
constituya el comienzo de verdaderos centros de influencia. Instálense también centros donde se
preparen alimentos sencillos, saludables y baratos”. 7T:58.
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“Se me ha mostrado que en muchas ciudades es aconsejable que un restaurante funcione en conexión
con las salas de tratamiento… Estos establecimientos servirán como semilleros para los sanatorios
localizados en el campo y es mejor que se los haga funcionar en edificios alquilados”. 7T:61.

“Cuando mandó los setenta, les ordenó que sanasen a los enfermos, y luego les predicasen que el reino
de Dios se había acercado. La salud física era lo primero que se había de cuidar, a fin de que ello
preparase las mentes para ser alcanzadas por aquellas verdades que los apóstoles habían de predicar”.
4T:222.

“Todo obrero evangélico debe comprender que la enseñanza de los principios que rigen la salud forma
parte de la tarea que se le ha señalado. Esta obra es muy necesaria y el mundo la espera”. MC:105.

“Se necesita el ministerio evangélico para dar permanencia y estabilidad a la obra misionera médica; y
el ministerio necesita la obra misionera médica para demostrar el resultado práctico del Evangelio.
Ninguna parte de la obra es completa sin la otra”. 2JT:527.

“El Salvador dedicó más tiempo y energías a la curación de los enfermos que a la predicación del
Evangelio. El último encargo que les dio a los apóstoles sus representantes en la tierra fue que
impusieran las manos sobre los enfermos, para sanarlos”. CSS:34.

“Sólo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los
hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se
ganaba su confianza. Entonces les decía: ‘Seguidme’”. MC:102.

“Es el plan divino que trabajemos como trabajaron los discípulos. La curación física va enlazada con la
misión de predicar el Evangelio. En la obra del Evangelio, jamás deben ir separadas la enseñanza y la
curación”. MC:100.

“Los misioneros médicos vienen bajo el encabezamiento de evangelistas. Los obreros deben ir de dos
en dos, para que puedan orar y consultar juntos. Nunca deben ser enviados solos. El Señor Jesucristo
mandó a sus discípulos de dos en dos a todas las ciudades de Israel. Les dio la comisión: ‘Sanad a los
enfermos que encontréis, y decidles: El reino de Dios ha venido a vosotros’”. Medical Ministry:249.

“La verdad para este tiempo, el mensaje del tercer ángel, ha de ser proclamado en alta voz (es decir con
aumentado poder), a medida que nos acercamos a la gran prueba final. Esta prueba debe venir a las
iglesias en relación con la verdadera obra médico-misionera, una obra que tiene al gran Médico para
dictar y presidir en todo lo que ella comprende”. Loma Linda Messages:602.

“Actualmente se necesitan evangelistas médico misioneros. No podéis consagrar muchos años a


vuestra preparación. Muy pronto, las puertas abiertas hoy se cerrarán para siempre. Proclamad el
mensaje ahora. No esperéis que el enemigo haya tenido ocasión de tomar posesión de los campos que
se abren ahora delante de vosotros. Grupos pequeños deben ir a cumplir la obra que Cristo asignó a sus
discípulos”. 3JT:371.

“Con la obra de promover los mandamientos de Dios y reparar el portillo que ha sido abierto en su ley,
debemos mezclar compasión por la humanidad sufriente. Debemos mostrar amor supremo a Dios;
necesitamos exaltar su monumento conmemorativo que ha sido pisoteado por pies profanos; y con esta
obra debemos manifestar misericordia, benevolencia y la piedad más tierna por el doliente y el
pecador”. 4T:89-90.
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“De este modo, la verdadera obra misionera médica está inseparablemente vinculada con la
observancia de los mandamientos de Dios, entre los cuales se menciona especialmente el sábado,
puesto que es el gran monumento recordativo de la obra creadora de Dios. Su observancia se vincula
con la obra de restaurar la imagen moral de Dios en el hombre. Este es el ministerio que el pueblo de
Dios debe realizar en este tiempo. Este ministerio, debidamente cumplido, impartirá ricas bendiciones a
la iglesia”. 2JT:503-504.

“Por lo que se me mostró, los adventistas observadores del sábado tienen una noción muy débil de cuán
grande es el lugar que el mundo y el egoísmo tienen en sus corazones. Si ustedes tienen el deseo de
hacer el bien y de glorificar a Dios, pueden hacerlo de muchas maneras. Pero no han creído que esto
sea el resultado de la verdadera religión. Este es el fruto que dará todo árbol bueno. No creyeron que se
requería de ustedes que se interesaran en los demás, que consideraran sus casos como propios, y que
manifestaran un interés abnegado precisamente en los que se encuentran con más necesidad de ayuda.
No han salido a buscar al más necesitado, al más desamparado. Si tuvieran hijos propios a quienes
podrían brindar cuidados, afecto y amor, no estarían tan ensimismados en sus propios intereses. Si los
que no tienen hijos, a quienes Dios ha hecho mayordomos de medios económicos, quisieran extender
sus corazones para cuidar de los niños que necesitan amor, cuidado y afecto, y que se les supla de los
bienes de este mundo, serían mucho más felices que ahora. Mientras haya niños que no cuenten con el
cuidado piadoso de un padre, ni con el tierno amor de una madre, y que estén expuestos a las
influencias corruptas de estos últimos días, es deber de alguien ocupar el lugar del padre y la madre
para algunos de ellos. Aprendan a darles amor, afecto y simpatía. Todos los que profesan tener un Padre
en los cielos, que esperan les prodigue cuidados, y que finalmente se los lleve al hogar que les ha ido a
preparar, deberían sentir la solemne obligación de hacerse amigos de los que no tienen amigos, de ser
padres de los huérfanos, de ayudar a las viudas, y de ser de alguna utilidad práctica en este mundo al
beneficiar a algunos seres humanos. Muchos no han considerado este asunto en su verdadera
perspectiva. Si viven sólo para sí mismos, no dispondrán de la fuerza suficiente que esto requiere…
Ahora es el tiempo de la siembra para ustedes. Cosecharán lo que siembren. Aprovechen mientras
puedan de todo privilegio que se les conceda de hacer el bien…
Pocos tienen una noción exacta de lo que abarca la palabra cristiano. Es ser semejante a Cristo, es hacer
el bien en favor de los demás, es estar desprovisto de egoísmo y que nuestras vidas estén marcadas por
actos de desinteresada generosidad. El Redentor deposita las almas en los brazos de los miembros de la
iglesia, para que las cuiden abnegadamente y las preparen para el Cielo, y para que de ese modo se
conviertan en colaboradores suyos… La obra de todo hombre será probada y sometida a juicio, y cada
cual será recompensado de acuerdo con sus obras… ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los
pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu
hermano?" (Isa. 58:6-7). Lean el versículo siguiente, y noten la rica recompensa prometida a los que
hacen esto: "Entonces nacerá tu luz como el alba, y TU SALVACION se dejará ver pronto" (verso 8).
Aquí hay una promesa preciosa y abundante para todos los que se interesen en los casos de los
necesitados. ¿Cómo puede Dios descender para bendecir y prosperar a los que no se preocupan de
nadie fuera de sí mismos, y que no usan lo que Dios les .ha confiado para glorificar su nombre en la
tierra?”. 2T:297-298.

Capítulo 12: Fuera de las Ciudades.-

“Las uniones laborales y las confederaciones del mundo son una trampa. Hermanos, no participéis en
ellas, y manteneos lejos de ellas. No tengáis nada que ver con ellas. A causa de estas uniones y
confederaciones, muy pronto será muy difícil para nuestras instituciones llevar a cabo su obra en las
ciudades. Mi advertencia es: Salid de las ciudades. No edifiquéis sanatorios en las ciudades. Educad a
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los integrantes de nuestro pueblo para que salgan de las ciudades y vayan al campo, donde pueden
obtener porciones pequeñas de tierra y construir un hogar para ellos y sus hijos...
Nuestros restaurantes deben estar en las ciudades, porque de otro modo los obreros que trabajan en
ellos no podrían alcanzar a la gente y enseñarles los principios que rigen la vida sana. Y por ahora
tenemos que utilizar salones de reuniones en las ciudades. Pero dentro de no mucho tiempo habrá tal
contienda y confusión en las ciudades, que aquellos que deseen salir de ellas no podrán hacerlo”.
2MS:162.

“Todavía se da esta instrucción: ‘Salid de las ciudades. Estableced vuestros sanatorios, escuelas y
oficinas lejos de los centros de población’. Ahora hay muchos que prefieren quedar en las ciudades,
pero dentro de poco llegará el tiempo cuando todos los que deseen evitar ver y oír el mal se trasladarán
al campo, porque la maldad y la corrupción aumentarán a tal grado que la atmósfera misma de las
ciudades parecerá estar contaminada”. 2MS:409.

“Hasta donde sea posible, nuestras instituciones deberían estar situadas lejos de las ciudades. Debemos
tener obreros para esas instituciones, y si éstas están ubicadas en las ciudades, eso significa que las
familias de nuestro pueblo deben establecerse en ellas. Pero no es la voluntad de Dios que las familias
de su pueblo se establezcan en las ciudades, donde hay perturbaciones y confusión constantes. Hay que
evitar esto para sus hijos, porque todo el sistema está corrompido por el apresuramiento, la prisa y el
ruido. El Señor quiere que las familias de su pueblo se trasladen al campo donde puedan poner su casa
en la tierra, y cultivar sus propios frutales y verduras, y donde sus hijos puedan estar en contacto
directo con las obras de Dios manifestadas en la naturaleza. Llevad a vuestras familias lejos de las
ciudades, es mi mensaje.
Hay que hablar la verdad, ya sea que los hombres la escuchen o no. Las ciudades están llenas de
tentaciones. Deberíamos planear nuestra obra de tal manera que podamos mantener a nuestros jóvenes
tan lejos como sea posible de esa contaminación.
Hay que trabajar en favor de las ciudades desde puestos de avanzada. El mensajero de Dios dijo: ‘¿No
serán amonestadas las ciudades? Sí; pero no por el pueblo de Dios que viva en ellas, sino mediante sus
visitas realizadas para advertirlas de lo que acontecerá sobre la tierra’”. 2MS:410-411.

“Cuando el poder con el que se inviste a los reyes es aliado de lo bueno, ello se debe a que el que lleva
la responsabilidad está bajo la influencia divina. Cuando el poder está aliado con la maldad, está ligado
con los instrumentos satánicos, y obrará para destruir a los que son propiedad del Señor. El mundo
protestante ha establecido un día de reposo idolátrico en el lugar donde debería estar el sábado de Dios,
y va en pos de las pisadas del papado. Por esta razón veo la necesidad de que las familias del pueblo de
Dios se trasladen fuera de las ciudades, a lugares apartados del campo, donde puedan cultivar la tierra y
cosechar los productos que ellas mismas siembren. De este modo podrán criar a sus hijos con hábitos
sencillos y saludables. Veo la necesidad de apresurarse a fin de tener todas las cosas dispuestas para la
crisis”. 2MS:412.

“Los padres deben comprender que la educación de sus hijos constituye una obra importante en la
salvación de las almas. El campo ofrece oportunidad para una abundante ejercitación en la práctica de
hacer lo que debe ser hecho y que proporcionará salud física mediante el desarrollo de los nervios y los
músculos. ‘Fuera de las ciudades’, es mi mensaje para la educación de nuestros hijos”. 2MS:407.

Capítulo 13: El Mensaje de 1888 y el Mensaje a Laodicea.-

En las sesiones del Congreso de la Asociación General que se realizó en Minneapolis en 1888, los
pastores A.T. Jones y E.J. Waggoner presentaron una serie de mensajes sobre la justificación por la fe.
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Estos mensajes fueron respaldados por Ellen White y se los denominó el mensaje a Laodicea, pero
fueron rechazados por la mayoría de los dirigentes. La última cita mostrará que mucha gente aceptó el
mensaje más tarde.

“El mensaje dado por A.T. Jones y E.J. Waggoner es el mensaje de Dios a la iglesia de Laodicea, y ¡ay!
De aquel que profese creer la verdad, y sin embargo no refleje hacia los demás los rayos de luz dados
por Dios”. Carta S24, 1892.

“Desde el tiempo de la reunión de Minneapolis, he visto el estado de la iglesia de Laodicea como nunca
antes. He escuchado la reprensión de Dios presentada a aquellos que se sienten tan perfectamente
satisfechos, que no conocieron su propia destitución… Los que se dan cuenta de su necesidad de
arrepentimiento para con Dios… confesarán el pecado cometido al rechazar la luz que el cielo les ha
enviado en forma tan generosa, y se apartarán del pecado que ha agraviado e insultado al Espíritu del
Señor”. RH, 26 de Agosto de 1890.

“El Espíritu de Dios está apartándose de muchos de su pueblo. Muchos han entrado en senderos
oscuros y secretos, y algunos nunca regresarán. Continuarán tropezando hasta su ruina. Han tentado a
Dios, han rechazado la luz. Toda la evidencia que ha de serles dada alguna vez, ya la han recibido, y no
le han prestado oído. Han elegido las tinieblas antes que la luz, y han contaminado sus almas. Ningún
hombre o iglesia puede asociarse con la clase de personas que ama el placer, y revelar al mismo tiempo
que aprecia la rica corriente que el Señor ha enviado para aquellos que tienen una fe sencilla en su
Palabra. El mundo está contaminado, corrompido, como era en los días de Noé. El único remedio es
creer en la verdad, aceptar la luz. Sin embargo, muchos han escuchado la verdad, hablada con
demostración del Espíritu, y no solamente han rehusado aceptar el mensaje, sino que han odiado la luz.
Estos hombres colaboran en la ruina de las almas. Se han interpuesto ellos mismos entre la luz enviada
del cielo y el pueblo. Han pisoteado la Palabra de Dios, y están actuando a despecho de su Espíritu
Santo… Quiero presentar una amonestación para los que por años han resistido la luz y albergado un
espíritu de oposición. ¿Por cuánto tiempo odiaréis y despreciaréis a los mensajeros de la justicia de
Dios? Dios les ha dado su mensaje. Llevan la palabra del Señor. Hay salvación para vosotros, pero
sólo por medio de los méritos de Jesucristo. La gracia del Espíritu Santo os ha sido ofrecida una y otra
vez… No tengo un mensaje suave para presentar a aquellos que han sido por tanto tiempo falsos postes
indicadores, señalando el camino erróneo. Si rechazáis a los mensajeros delegados por Cristo, rechazáis
a Cristo. Descuidad esta gran salvación, que ha sido mantenida ante vosotros durante años, despreciad
está gloriosa oferta de justificación por medio de la sangre de Cristo, y esta santificación por el poder
purificador del Espíritu Santo, y no quedará más sacrificio por el pecado, sino ciertamente una
horrenda esperanza de juicio y un hervor de fuego. Os ruego que os humilléis y ceséis en vuestra
obstinada resistencia a la luz y la evidencia”. TM:88, 94-95.

“Yo creo que el pastor A.T. Jones debe asistir a nuestros grandes congresos campestres, y debe dar a
nuestro pueblo y a los que no forman parte de él también el precioso tema de la fe y de la justicia de
Cristo. Hay un diluvio de luz en este tema”. Carta 1, 1889.

“Nunca he trabajado en mi vida más directamente bajo la influencia dominante del Espíritu de Dios.
Dios me dio alimento a su debido tiempo para el pueblo, pero esto lo rehusó porque no venía
precisamente en la forma en que ellos querían que viniera. Los pastores Waggoner y Jones presentaron
luz preciosa para el pueblo, pero el prejuicio y la incredulidad, los celos y las malas sospechas cerraron
la puerta de sus corazones para que nada de esta fuente hallara entrada en ellos”. Carta 14, 1889.
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“Ojala que todos los que se encaminaron por falsos senderos en esa notable reunión de Minneapolis, y
han sentido que el mismo Espíritu los envolvía, permitieran que la luz del cielo entrara en sus almas.
¡Ojala que ellos, antes que sea demasiado tarde para rectificar los errores, confiesen sus faltas en
secreto a Dios, quien ve en secreto los planes e imperfecciones y pecados relativos a las cosas que han
hecho que Jesús se avergonzara de llamarlos hermanos! ¡Odiar a Cristo Jesús en la persona de sus
santos! ¡Oh, cómo revelará Dios todo este asunto en un lugar donde ellos nunca lo han contemplado!”.
Carta 13, 1895.

“El Señor ha estado llamando a su pueblo. De la manera más maravillosa él ha revelado su presencia
divina. Pero el mensaje y los mensajeros no han sido recibidos sino despreciados… Al rechazar el
mensaje dado en Minneapolis, los hombres cometieron pecado. Cometieron un pecado mucho mayor
por retener durante años el mismo odio en contra de los mensajeros de Dios, rechazando la verdad que
el Espíritu Santo ha estado tratando de llevar al corazón… La luz procedente del trono de Dios ha sido
resistida por mucho tiempo como algo inaceptable. Ha sido considerada como oscuridad, y comentada
como fanatismo, como algo peligroso que debía evitarse”. Manuscrito 30, 1890.

“No podían dárseles llamamientos más tiernos, ni mejores oportunidades para que hicieran lo que
debían hacer en Minneapolis… Vendrá tiempo cuando querrán hacer cualquier cosa y todo lo posible a
fin de tener una oportunidad de escuchar el llamamiento que rechazaron en Minneapolis”. Carta O19,
1892.

“Sabemos que el hermano (A.T.) Jones ha estado dando el mensaje para este tiempo, alimento en la
sazón debida para el rebaño hambriento de Dios, … el cielo mandó un mensaje… Ellos (los opositores)
encararán en el juicio la pregunta… Cuando las evidencias se amontonaron la una sobre la otra, ¿por
qué no humillasteis vuestros corazones delante de Dios y os arrepentisteis de vuestro rechazo del
mensaje de misericordia que yo os envié?”. Carta 77, 9 de Enero de 1893.

“En cada reunión, a partir del congreso de la Asociación General, algunas almas han aceptado
ávidamente el precioso mensaje de la justificación en Cristo. Agradecemos a Dios porque hay almas
que comprenden que necesitan algo que no poseen: el oro de la fe y el amor, el manto blanco de la
justicia de Cristo, el colirio del discernimiento espiritual”. 1MS:420.

Ha habido personas en todas las generaciones que han aceptado esta experiencia de la justificación por
la fe. Dios necesita los 144000 en una generación para terminar la obra.

Capítulo 14: Lo Cual Constituye la Iglesia.-

Las siguientes declaraciones tienen el único propósito de mostrar que la iglesia de Dios no está
constituida solamente de ladrillos y de mezcla y de organización. Estos son elementos importantes que
forman parte de la iglesia de Dios, pero solamente los que son fieles y leales hasta el fin serán contados
como la verdadera iglesia de Dios. Creemos que la Iglesia Adventista del Séptimo Día es la iglesia
remanente de Dios en este remanente del tiempo. Dios tiene líderes dedicados y leales, pastores y
laicos; pero en el estado actual de zarandeo, los que son auténticos serán revelados. El autor no cree en
ninguna separación, sino que debemos permanecer en la iglesia. Los fieles y leales son los que
obedecen a Dios y sus mandamientos, hasta en los menores detalles. Ellos constituirán la iglesia
purificada de Dios. Recordad que todo lo que pueda ser sacudido lo será. Véase 7T:219 y 3JT:283-284.

“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Mat.
18:20; véase también Rom. 16:5; 1 Cor. 16:19 y Filemón 2.
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“La congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos”. Heb. 12:23.

“Desde el principio, las almas fieles han constituido la iglesia en la tierra”. HAp:10.

“Escribo esto para que todos puedan saber que no hay controversia entre los adventistas del séptimo día
acerca de la dirección de la obra. El Señor Dios del cielo es nuestro Rey. Es un director a quien todos
pueden seguir con seguridad; porque nunca comete un error”. 3JT:242.

“Dios tiene una iglesia. Ella no es la gran catedral, ni es la organización nacional, ni tampoco la
constituyen las varias denominaciones; es el pueblo que ama a Dios y guarda sus mandamientos.
‘Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos’. Mat. 18:20.
Donde Cristo permanece todavía entre los pocos fieles, ésta es la iglesia de Cristo, pues es la presencia
del Alto y Sublime que habita la eternidad la única que puede constituir una iglesia”. ATO:314.

“Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su
corazón se aparta de Jehová”. Jer. 17:5.

“Muchachos oprimen a mi pueblo, y mujeres lo gobiernan. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y
tuercen el curso de tus caminos. El Eterno está en pie para litigar, para juzgar a los pueblos”. Isa. 3:12-
13. (Cristo está intercediendo por nosotros en el Lugar Santísimo).

“Porque los gobernadores de este pueblo son engañadores, y sus gobernados se pierden”. Isa. 9:16.

“Todo miembro de nuestras iglesias debe considerar sinceramente esta pregunta: ¿Cuál es nuestra
condición delante de Dios como profesos seguidores de Jesucristo? … La muerte espiritual ha afectado
al pueblo que debiera estar manifestando vida y celo, pureza y consagración, con la más sincera
devoción hacia la causa de la verdad. Los hechos concernientes a la verdadera condición del profeso
pueblo de Dios, hablan más altamente que su profesión, y ponen en evidencia el hecho de que algún
poder ha cortado el cable que los une con la Roca Eterna y que están deslizándose a la deriva hacia el
mar, sin carta y sin brújula”. RH, 24 de Julio de 1888.

Este tipo de condición espiritual puede haber sido la razón del rechazo del mensaje de 1888 en ocasión
de la sesión del congreso de la Asociación General celebrado el otoño de 1888 en Minneapolis.
¿Cuán atrás debemos ir para encontrar la condición de Laodicea?

“Mientras últimamente he estado mirando en derredor para encontrar a los humildes discípulos del
manso y humilde Jesús, he sentido mucha preocupación. Muchos de los que profesan esperar la pronta
venida de Cristo se están conformando con este mundo y buscan más fervorosamente los aplausos en
derredor suyo que la aprobación de Dios. Son fríos y formalistas, como las iglesias nominales de las
cuales se separaron hace poco. Las palabras dirigidas a la iglesia de Laodicea describen perfectamente
su condición actual. (Véase Apoc. 3:14-20). No son ni fríos ni calientes, sino tibios. Y a menos que
escuchen el consejo del "Testigo fiel y verdadero," se arrepientan celosamente y obtengan "oro refinado
en fuego", "vestiduras blancas" y "colirio", los escupirá pronto de su boca”. PE:107.

El Testigo Fiel se dirige a todo individuo:

“Yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a su casa, y cenaré con él,
y él conmigo”. Apoc. 3:20.
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“¿Esperaremos ver que se reavive toda la iglesia? Ese tiempo nunca llegará… Debemos hacer la obra
individualmente”. 1MS:142.

“Debemos estar dispuestos a aceptar la luz que viene de Dios mediante cualquier canal, en lugar de
rechazarla porque no viene por el canal que esperábamos”. RH, 27 de Agosto de 1889.

“Cuando aparezca algún punto de doctrina que no entendáis, id a Dios sobre vuestras rodillas, para que
podáis entender lo que es verdad, y no ser hallados, como lo fueron los judíos, luchando contra Dios”.
RH, 11 de marzo de 1890.

“Cuidad de no poner a los hombres donde Dios debiera estar; no estamos seguros al tomar a los
hombres como nuestra autoridad o nuestra guía, porque seguramente nos chasquearán”. TM:392.

“Dios quiere poner a los hombres en relación directa consigo mismo. En todo su trato con los seres
humanos reconoce el principio de la responsabilidad personal. Procura fomentar el sentimiento de
dependencia personal, y hacer sentir la necesidad de la dirección personal. Desea asociar lo humano
con lo divino, para que los hombres se transformen en la imagen divina. Satanás procura frustrar este
propósito, y se esfuerza en alentar a los hombres a depender de los hombres. Cuando las mentes se
desvían de Dios, el tentador puede someterlas a su gobierno, y dominar a la humanidad”. MC:186.

“Dios nos pide que dependamos de él, y no del hombre”. TM:109.

“El gran peligro para nuestros hermanos ha sido el de depender de los hombres, y hacer de la carne su
brazo. Los que no han tenido el hábito de escudriñar la Biblia por sí mismos, o pesar la evidencia,
tienen confianza en los hombres dirigentes, y aceptan las decisiones que ellos hacen; y así muchos
rechazan los mismos mensajes que Dios envía a su pueblo, si estos hermanos dirigentes no los
aceptan”. TM:104.

“Si los hombres rechazan las advertencias que el Señor les envía, llegan a ser aun cabezas en las malas
prácticas; tales hombres se arrogan el ejercicio de las prerrogativas de Dios: tienen la presunción de
hacer aquello que Dios mismo no hará para tratar de controlar las mentes de los hombres. Introducen
sus propios métodos y planes, y en base a sus falsos conceptos de Dios debilitan la fe de otros en la
verdad, y colocan falsos principios que actuarán como levadura para mancillar y corromper nuestras
instituciones e iglesias”. TM:372.

“Tan pronto como el hombre comienza a hacer una regla de hierro para otros hombres, tan pronto como
comienza a regir y a guiar a los hombres según su propia mente, deshonra a Dios, pone en peligro su
propia alma y las almas de sus semejantes… Se nos amonesta a no confiar en el hombre, ni hacer de la
carne nuestro brazo. Se pronuncia una maldición sobre todos los que lo hacen”. TM:373.

“Dios se compadezca de su causa cuando la mente de un solo hombre y el plan de un solo hombre son
seguidos sin ninguna pregunta”. TM:307.

“¿Exaltaremos la sabiduría humana y tomaremos al hombre finito y cambiable como algo de lo cual
depender en tiempo de dificultad? ¿O ejemplificaremos nuestra fe por nuestra confianza en el poder de
Dios, revelando la red de falsas teorías, religiones y filosofías que Satanás ha esparcido para atrapar a
las almas incautas?
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Existen personas que no están en armonía con los Testimonios porque los hombres que ocupan altos
puestos de confianza han expresado ellos mismos que no están en armonía con ellos; porque los
Testimonios no coinciden con sus opiniones, sino que reprenden todo vestigio de egoísmo. Todo lo que
se ha planeado con respecto a consolidación, muestra que los hombres están buscando atrapar el cetro
del poder y ejercer control sobre mentes humanas. Pero Dios no obra con ellos en sus designios, y la
voz que ahora tienen en la causa de Dios no es la voz de Dios… y él no aceptará sus ofrendas hasta que
se arrepientan y conviertan en concienzudos hacedores de su palabra”. Special Testimonies, Series A,
Nº 6, 222.

Capítulo 15: Cómo Considera Dios la Iglesia de Laodicea Hoy en Día.-

El Espíritu de Profecía ocupará el mayor parte del espacio en esta sección, puesto que ésta es la voz de
Dios a la iglesia. Reconocemos que la situación era muy aflictiva en el tiempo en que la Señora White
escribió estas declaraciones, pero estaríamos de acuerdo en que hoy en día la situación es mucho peor
que cuando ella escribió. Creemos que aunque las declaraciones se aplican a su tiempo, en realidad son
más aplicables a nuestro tiempo. Lo mismo es cierto acerca de Mateo 24 en su doble aplicación al año
70, pero también es más aplicable a esta época.
Después de referirse a la historia de los hijos de Israel, la Señora White escribió lo siguiente:

“Estamos repitiendo la historia de aquel pueblo. La liviandad, la vanidad, el amor por el ocio y el
placer, el egoísmo y la impureza aumentan entre nosotros. Hay necesidad hoy de hombres constantes e
intrépidos que declaren todo el consejo de Dios; hombres que no se duerman como lo hacen otros, sino
que velen y sean sobrios”. 5T:150.

“Estáis siguiendo el mismo camino del antiguo Israel. Se ve el mismo decaimiento de vuestra vocación
sagrada que se vio entre el pueblo escogido de Dios. Tenéis compañerismo con las obras infructuosas
de las tinieblas. Vuestra concordancia con los incrédulos ha provocado el desprecio de Dios. No
conocéis lo que es para vuestra paz, y velozmente os está siendo vedado. Vuestro descuido en no seguir
la luz os colocará en una posición más desfavorable que la de los judíos, sobre los cuales Cristo
pronunció un ay”. 5T:71-72.

“Nos muestra que cuando su pueblo es hallado en pecado, debe inmediatamente tomar medidas
decisivas para apartar el pecado de sí, a fin de que el desagrado de Dios no descanse sobre él.
Pero si los que ocupan puestos de responsabilidad pasan por alto los pecados del pueblo, su desagrado
pesará sobre ellos, y el pueblo de Dios será tenido en conjunto por responsable de esos pecados. En su
trato con su pueblo en lo pasado, el Señor reveló la necesidad de purificar la iglesia del mal. Un
pecador puede difundir tinieblas que privarán de la luz de Dios a toda la congregación”. 1JT:334.

“Si los dirigentes de la iglesia descuidan la investigación diligente de los pecados que traen el
desagrado de Dios sobre el cuerpo, llegan a ser responsables por estos pecados”. 3T:298.

“La iglesia se ha corrompido por causa de sus miembros que degradan sus cuerpos y contaminan sus
almas”. 5T:74.

“El pecado del antiguo Israel fue el olvido de la voluntad revelada de Dios y el seguir su propio camino
conforme a los dictados de sus profanos corazones. El Israel moderno sigue con entusiasmo sus
pisadas, y el desagrado del Señor seguramente descansa sobre él”. 5T:88.
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“Pero está demás engañarnos a nosotros mismos. Las cosas están lejos de ser lo que las apariencias
pudieran indicar. A la distancia parecería haber mucho de bueno, pero al examinarse de cerca, se vería
lleno de deformidades”. 5T:74.

Apéndice A: Promesas Animadoras.-

“Dios no conduce nunca a sus hijos de otra manera que la que ellos elegirían si pudiesen ver el fin
desde el principio, y discernir la gloria del propósito que están cumpliendo como colaboradores suyos”.
DTG:197.

“Cuando nos veamos asaltados por las tentaciones, no miremos las circunstancias o nuestra debilidad,
sino el poder de la Palabra”. DTG:99.

“Nuestro Padre celestial tiene, para proveernos de lo que necesitamos, mil maneras de las cuales no
sabemos nada. Los que aceptan el principio de dar al servicio y la honra de Dios el lugar supremo,
verán desvanecerse las perplejidades y percibirán una clara senda delante de sus pies”. DTG:297.
“Muchos dejan de imitar a nuestro santo Ejemplo porque estudian tan poco los rasgos definidos de ese
carácter. Tantos están llenos de planes trabajosos, están siempre activos, y no hay tiempo o lugar para
que el precioso Jesús sea un compañero íntimo y querido. No le llevan cada pensamiento y acción a él,
inquiriendo: ‘¿Es éste el camino del Señor?’ Si lo hicieran andarían con Dios como anduvo Enoc”.
6T:393.

“Mientras vuestra alma suspire por Dios, encontraréis más y más de las inescrutables riquezas de su
gracia. Mientras las contempléis, llegaréis a poseerlas y se os revelarán los méritos del sacrificio del
Salvador, la protección de su justicia, la perfección de su sabiduría y su poder para presentaros ante el
Padre ‘sin mácula, y sin reprensión’. (2 Pedro 3:14)”. HAp:453.

“Necesitamos comprender que es pecado la imperfección de carácter. En Dios se hallan todos los
atributos justos de carácter como todo perfecto y armonioso, y cada uno de los que reciben a Cristo
como su Salvador personal, tiene el privilegio de poseer esos atributos… La verdadera educación es la
preparación de las facultades físicas, mentales y morales para la ejecución de todo deber; es el
adiestramiento del cuerpo, la mente y el alma para el servicio divino. Esta es la educación que
perdurará en la vida eterna”. PVGM:265.

“Si se conserva un pecado en el alma, o se retiene una mala práctica en la vida, todo el ser queda
contaminado. El hombre viene a ser un instrumento de iniquidad”. DTG:279-280.

“Un solo rasgo malo de carácter, un solo deseo pecaminoso, acariciado persistentemente, neutralizan a
veces todo el poder del Evangelio. Toda indulgencia pecaminosa fortalece la aversión del alma hacia
Dios”. CC:32-33.

“Presentad a Dios vuestras necesidades, gozos, tristezas, cuidados y temores. No podéis agobiarlo ni
cansarlo. El que tiene contados los cabellos de vuestra cabeza, no es indiferente a las necesidades de
sus hijos. ‘Porque el Señor es muy misericordioso y compasivo' (Santiago 5:11). Su amoroso corazón
se conmueve por nuestras tristezas y aún por nuestra presentación de ellas. Llevadle todo lo que
confunda vuestra mente. Ninguna cosa es demasiado grande para que él no la pueda soportar; él
sostiene los mundos y gobierna todos los asuntos del universo. Ninguna cosa que de alguna manera
afecte nuestra paz es tan pequeña que él no la note. No hay en nuestra experiencia ningún pasaje tan
oscuro que él no pueda leer, ni perplejidad tan grande que él no pueda desenredar. Ninguna calamidad
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puede acaecer al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar el alma, ningún gozo
alegrar, ninguna oración sincera escaparse de los labios, sin que el Padre celestial esté al tanto de ello,
sin que tome en ello un interés inmediato. El ‘sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas’
(Salmo 147:3). Las relaciones entre Dios y cada una de las almas son tan claras y plenas como si no
hubiese otra alma por la cual hubiera dado a su Hijo amado”. CC:100-101.

“Si mantenemos al Señor constantemente delante de nosotros, permitiendo que nuestros corazones
expresen el agradecimiento y la alabanza a él debidos, tendremos una frescura perdurable en nuestra
vida religiosa. Nuestras oraciones tomarán la forma de una conversación con Dios, como si habláramos
con un amigo. Él nos dirá personalmente sus misterios. A menudo nos vendrá un dulce y gozoso
sentimiento de la presencia de Jesús. A menudo nuestros corazones arderán dentro de nosotros mientras
él se acerque para ponerse en comunión con nosotros como lo hizo con Enoc”. PVGM:100.

“Ninguna oración sincera se pierde. En medio de las antífonas del coro celestial, Dios oye los clamores
del más débil de los seres humanos. Derramamos los deseos de nuestro corazón en nuestra cámara
secreta, expresamos una oración mientras andamos por el camino, y nuestras palabras llegan al trono
del Monarca del universo. Pueden ser inaudibles para todo oído humano, pero no morirán en el
silencio, ni serán olvidadas a causa de las actividades y ocupaciones que se efectúan. Nada puede
ahogar el deseo del alma”. PVGM:137.

“Un carácter formado a la semejanza divina es el único tesoro que podemos llevar de este mundo al
venidero… Cristo dice a cada uno de los que se ocupan en su obra: Estoy a tu mano derecha para
ayudarte”. PVGM:267.

“Cuando la voluntad del hombre coopera con la voluntad de Dios, llega a ser omnipotente. Cualquier
cosa que debe hacerse por orden suya, puede llevarse a cabo con su fuerza. Todos sus mandatos son
habilitaciones”. PVGM:268.

“La guerra contra el yo es la batalla más grande que jamás se haya librado. La renuncia del yo,
entregando todo a la voluntad de Dios y siendo uno vestido de humildad, poseyendo ese amor que es
puro, pacífico, susceptible a las súplicas, lleno de bondad y buenos frutos, no es un logro fácil. Y sin
embargo es su privilegio y deber ser un perfecto vencedor aquí. El alma debe someterse a Dios antes
que pueda ser renovada en conocimiento y verdadera santidad. La vida santa y el carácter de Cristo es
un ejemplo fiel. Su confianza en su Padre celestial era ilimitada. Su obediencia y sumisión fueron sin
reserva y perfectas”. 3T:121.

“Nunca está el alma segura a menos que se halle bajo la dirección divina. Entonces será guiada a toda
verdad. La palabra de Cristo caerá con vivo poder sobre los corazones obedientes, y mediante la
aplicación de la verdad divina se reproducirá la imagen perfecta de Dios y en el cielo se dirá: ‘En él
estáis cumplidos’ (Col. 2:10)”. 2JT:433.

“Cristo ha de vivir en sus agentes humanos, obrar por medio de sus facultades y actuar por sus
habilidades. Ellos deben someter su voluntad a la de Cristo y obrar con su Espíritu. Entonces, ya no son
ellos los que viven, sino que Cristo vive en ellos. Quien no se entrega por entero a Dios se ve
gobernado por otro poder y escucha otra voz, cuyas sugestiones revisten un carácter completamente
distinto. El servicio a medias coloca al agente humano del lado del enemigo, como aliado eficaz de los
ejércitos de las tinieblas”. DMJ:80.
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“El baluarte más fuerte del vicio en nuestro mundo no es la vida perversa del pecador abandonado ni
del renegado envilecido; es la vida que en otros aspectos parece virtuosa y noble, pero en la cual se
alberga un pecado, se consciente un vicio”. DMJ:81.

“Recordad que nunca alcanzaréis una norma más elevada que la que vosotros mismos os fijéis.
Proponeos, pues, un blanco alto, y ascended todo el largo de la escalera del progreso paso a paso,
aunque represente penoso esfuerzo, abnegación y sacrificio. Que nada os estorbe”. PVGM:266-267.

“Cuando por la fe nos aferremos de su poder, él cambiará de la manera más maravillosa la perspectiva
más desanimadora. Hará esto para la gloria de su nombre”. 8T:19.

“Por el poder del Espíritu Santo la imagen moral de Dios ha de ser perfeccionada en el carácter.
Hemos de ser totalmente transformados a la semejanza de Cristo… Pero a menos que la primera lluvia
haya caído, no habrá vida; el brote verde no surgirá. A menos que los primeros chubascos hayan hecho
su obra, la lluvia tardía no puede perfeccionar ninguna semilla”. TM:515.

“Andad siempre en la luz de Dios. Meditad día y noche en su carácter. Entonces veréis su belleza y os
alegraréis en su bondad. Vuestro corazón brillará con un destello de su amor. Seréis levantados como si
os llevaran brazos eternos. Con el poder y la luz que Dios os comunica, podéis comprender, abarcar y
realizar más que lo que jamás os pareció posible”. MC:412.

“La obra de refinamiento y purificación que Dios ejecuta debe proseguir hasta que sus siervos estén tan
humillados, tan muertos al yo que, cuando se los llame al servicio activo, sean sinceros en buscar la
gloria de Dios. Entonces él aceptará sus esfuerzos; no obrarán impetuosamente, por impulso; no se
apresurarán y pondrán en peligro la causa del Señor, siendo esclavos de tentaciones y pasiones, ni
seguirán sus propios ánimos carnales encendidos por Satanás. ¡Oh, cuán terriblemente mancillada
queda la causa de Dios por la perversa voluntad del hombre y su genio insumiso! ¡Cuánto sufrimiento
trae él sobre sí al seguir sus propias y temerarias pasiones! Dios arroja vez tras vez a los hombres al
suelo, y aumenta la presión hasta que la perfecta humildad y una transformación de carácter los pongan
en armonía con Cristo y el espíritu del cielo y sean vencedores de sí mismos”. 1JT:476.

Apéndice B: Bajo la Reprensión de Dios.-

Por Taylor G. Bunch

Triste estado espiritual.-

A pesar de que los hijos de Israel aumentaron en gran manera su número y mejoraron su organización
durante su peregrinación por el desierto, se hallaban en una condición espiritual deplorable. Esto es
evidente en base a muchos textos de la Biblia de los cuales los siguientes son un ejemplo: Deut. 9:7-8,
23-24; Salmo 78:17-18, 36-41. El viaje entero se caracterizó por la desobediencia y la rebelión.

“No obstante, los únicos anales que tenemos de su vida en el desierto presentan ejemplos de rebelión
contra Dios. La rebelión de Coré resultó en la destrucción de catorce mil israelitas. Y hubo casos
aislados reveladores del mismo espíritu de menosprecio por la autoridad divina”. PP:431.

Destituidos de la fe (Deut. 31:27; 32:16-20).-


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El secreto de su estado espiritual apóstata se encuentra en la declaración de que “no pudieron entrar a
causa de incredulidad”. En Heb. 3:17-19 se nos dice que la incredulidad, o sea la falta de fe, fue la
razón de que no pudieran entrar en Canaán, y fue el factor que especialmente ofendió y provocó a Dios.
Entre el cruce del mar Rojo y la captura de Jericó no hubo exhibición de fe que fuera digna de
mencionar en los registros divinos (Heb. 11:29-30). El mismo propósito del viaje por el desierto
consistía en enseñarles la lección de fe y obediencia que necesitaban, pero fueron remisos en aprender.

La reprensión divina.-

Durante el viaje por el desierto, Israel no se encontraba solamente bajo la reprensión de Dios sino que
eran parcialmente un pueblo rechazado (Núm. 32:13, Deut. 2:14-15).

“Durante casi cuarenta años los hijos de Israel se pierden de vista en la oscuridad del desierto…
Durante todos estos años se le recordó constantemente al pueblo que estaba bajo la reprensión divina.
En la rebelión de Cades había rechazado a Dios y por el momento Dios lo había rechazado. Puesto que
los israelitas habían sido infieles a su pacto, no debían recibir la señal de él, o sea el rito de la
circuncisión. Su deseo de regresar a la tierra de su esclavitud había demostrado que eran indignos de la
libertad, y por consiguiente, no se había de observar la Pascua, instituida para conmemorar su
liberación de la esclavitud”. PP:430.

Periodo de rechazo.-

La reprensión divina o el rechazo parcial continuó hasta el cruce del Jordán a la tierra prometida (Josué
5:7-10). Ese día la reprensión de Egipto fue retirada, la censura divina quitada, y el periodo de rechazo
terminó, y el pacto de la gracia fue renovado. Aquí Josué circuncidó a los hijos de Israel, y los
acampados en Gilgal, y se conmemoró la Pascua. Desde la rebelión de Cades el Señor había prohibido
que los israelitas tuvieran el privilegio de celebrar estas dos ordenanzas porque su rebelión las había
desprovisto de significado. Su deseo de volver a Egipto, y el hecho de que en sus corazones retornaron
a Egipto, le quitó todo significado a la Pascua. La Pascua también señalaba al Calvario, y ese
acontecimiento también se perdió de vista. La circuncisión era un símbolo de la eliminación del pecado
del corazón y por lo tanto era una señal de la justicia por la fe (Rom. 2:28-29, 4:11). Sin le experiencia
interna la circuncisión era una farsa (Jer. 4:4; 9:26; Eze. 44:7).

Ordenanzas carentes de significado.-

El rechazo de la dirección divina por medio del profeta del Éxodo junto con la abundancia de evidencia
de que los israelitas no se habían separado de sus pecados, eran totalmente ajenas a la justificación por
la fe como una experiencia, e indicaban que todavía ansiaban las cosas de Egipto y no habían sido por
lo tanto liberados de su cautiverio anterior. Estos hechos hicieron que el rito de la circuncisión y la
ordenanza de la Pascua no tuvieran significado.

“La suspensión del rito de la circuncisión desde la rebelión ocurrida en Cades había sido para Israel un
testimonio constante de que había sido quebrantado su pacto con Dios, del cual la circuncisión era el
símbolo señalado. Y la suspensión de la pascua, ceremonia conmemorativa del libramiento de la
servidumbre egipcia, había evidenciado el desagrado que causara al Señor el deseo de Israel de volver a
esa servidumbre. Pero habían terminado los años de repudiación. Dios reconocía nuevamente a Israel
como su pueblo, y se restablecía la señal de su pacto”. PP:519.

Se les recordaban sus pecados.-


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Hay muchos textos que indican que Moisés constantemente les recordaba a los israelitas sus pecados
durante el periodo de rechazo parcial, y él especialmente no les permitió olvidar su rebelión en Cades-
Barnea.

“Moisés les presentó fielmente todos sus errores, y las transgresiones de sus padres. A menudo habían
sentido impaciencia y rebeldía por causa de su larga peregrinación en el desierto; pero no podía
acusarse al Señor por esta demora en tomar posesión de Canaán; él lamentaba más que ellos el no haber
podido ponerlos inmediatamente en posesión de la tierra prometida, y así demostrar a todas las
naciones cuán grande era su poder para librar a su pueblo. Debido a su falta de confianza en Dios, a su
orgullo y a su incredulidad, no habían estado preparados para entrar en la tierra de Canaán. En manera
alguna representaban a aquel pueblo cuyo Dios era Jehová; porque no tenían su carácter de pureza,
bondad y benevolencia. Si sus padres hubieran acatado con fe la dirección de Dios, dejándose gobernar
por sus juicios y andando en sus estatutos, se habrían establecido en Canaán mucho tiempo antes como
un pueblo próspero, santo y feliz. Su tardanza en entrar en la buena tierra deshonró a Dios, y
menoscabó su gloria ante los ojos de las naciones circundantes”. PP:496-497.

El reproche fue desagradable.-

“Era el plan de Dios que Moisés le recordara frecuentemente a Israel sus transgresiones y rebelión, para
que pudieran humillar sus corazones ante Dios por causa de sus pecados. El Señor no quería que
olvidaran los errores y pecados que habían provocado su ira contra ellos. El recuerdo de sus
transgresiones y de las misericordias y bondades de Dios que ellos no habían apreciado, no complacía
sus sentimientos. No obstante, Dios indicó que esto debía hacerse”. 3T:351.

Se nos dice que Coré alabó al pueblo y criticó a Moisés por ser demasiado pesimista. Declaró que al
pueblo no se le debía recordar constantemente sus pecados porque realmente era un buen pueblo, y que
su dirigente debía hablar palabras de aliento que los animara. Esta fue la razón por la cual tantos
siguieron a Coré y a los que se rebelaron con él. (Véase PP:425).

El oprobio de sus enemigos (Núm. 14:13-16).-

Esto es exactamente lo que ocurrió cuando Israel tuvo que regresar al desierto desee Cades, la puerta de
entrada a la tierra prometida.

“Las naciones paganas habían mirado con oprobio al Señor y a su pueblo porque los hebreos no había
tomado posesión de Canaán, como lo esperaban, poco después de haber abandonado Egipto. Sus
enemigos se habían regocijado porque Israel había errado tanto tiempo en el desierto, y habían
declarado en son de burla que el Dios de los hebreos no podía introducirlos en la tierra prometida”.
PP:519-520.

“Su tardanza en entrar en la buena tierra deshonró a Dios, y menoscabó su gloria ante los ojos de las
naciones circundantes”. PP:497.

Fue en esta oportunidad cuando los paganos dijeron: “¿Dónde está vuestro Dios?”.

El movimiento Adventista.-
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A pesar del hecho de que el movimiento adventista ha aumentado en forma constante su número, ha
mejorado su organización, ha extendido su influencia, y ha prosperado en las cosas materiales en todo
sentido, el pueblo remanente de Dios se halla en nutriste estado espiritual. Ha perdido su primer amor,
es tibio, y espiritualmente es miserable, ciego y desnudo (Apoc. 2:1-5; 3:14-22). Se dice que estamos
bajo la tolerancia divina.

“Vi que en la actualidad estamos bajo la clemencia divina, pero nadie sabe por cuánto tiempo más será
así. Ninguno conoce cuán grande ha sido la misericordia de que hemos sido objetos. Muy pocos se
dedican a Dios de corazón. Hay solamente unos pocos que cual estrellas en una noche tormentosa
brillan aquí y allá entre nubes.
Muchos de los que cómodamente escuchan las verdades de la Palabra de Dios están muertos
espiritualmente, aunque profesan estar vivos. Por años han entrado y salido de nuestras congregaciones,
pero parecen cada vez menos susceptibles al valor de la verdad revelada. No tienen hambre ni sed de
justicia. No tienen gusto por los asuntos espirituales o divinos. Le dan su asentimiento a la verdad, pero
ésta no los santifica. Ni la palabra de Dios ni los testimonios de su Espíritu les crean una impresión
duradera. Conforme a la luz, los privilegios y oportunidades que han despreciado, será su condenación.
Muchos de los que predican la verdad a otros están ellos mismos albergando la iniquidad. Los ruegos
del Espíritu de Dios, que son como una melodía celeste; las promesas de su Palabra, ricas y abundantes,
sus amenazas contra la idolatría y la desobediencia, ninguna de estas cosas son capaces de derretir el
corazón que el mundo ha endurecido”. 5T:72.

La reprensión divina (Apoc. 3:19).-

“Yo reprendo y castigo a todos los que amo”, indica que la iglesia de Laodicea está bajo el reproche
divino a causa de su estado espiritual. El mensaje a Laodicea es muna reprensión divina. Es la
evidencia de un rechazo o una separación parcial. La unión entre Cristo y la iglesia no está completa,
como lo demuestra el hecho de que Él está fuera de la puerta llamando y rogando para que se lo invite a
entrar. Él no se halla en el santuario íntimo de los corazones de su pueblo y no tiene la completa
posesión del templo de su iglesia.

“Desde el tiempo de la reunión de Minneapolis he visto la condición de la iglesia de Laodicea como


nunca antes. He escuchado la reprensión de Dios hablada a todos los que se sienten tan satisfechos, que
no conocen su destitución… A semejanza de los judíos, muchos han cerrado sus ojos para no ver, pero
existe ahora un gran peligro de cerrar los ojos a la luz y separarse de Cristo, sin sentir la necesidad de
nada, como ocurrió cuando él estuvo sobre la tierra”. RH, 26 de Agosto de 1890.

El mensaje a Laodicea se lo denomina aquí “la reprensión de Dios” y a los laodicenses se los describe
como “alejándose de Cristo”.

El reproche de Dios.-

“El reproche de Dios descansa sobre nosotros por causa de nuestro descuido de responsabilidades
solemnes. Sus bendiciones han sido retiradas porque los testimonios que él ha dado no han sido
acatados por quienes profesan creer en ellos. Oh, ¡ojala hubiera un avivamiento religioso! Los ángeles
de Dios están visitando de iglesia en iglesia, cumpliendo su deber; y Cristo está llamando a la puerta de
vuestros corazones, procurando la entrada. Pero, se ha hecho caso omiso de los medios que Dios ha
ideado para que la iglesia despierte y se dé cuenta de su miseria. La voz del Testigo fiel se ha
escuchado dando la reprensión, pero no ha sido obedecida. Los hombres han escogido seguir su propio
camino y no el de Dios porque el yo no ha sido crucificado en ellos. Por lo tanto, la luz ha surtido poco
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efecto sobre sus mentes y corazones… Si esperáis que llegue la luz en forma que agrade a todos,
esperaréis en vano. Si esperáis que haya llamados más fuertes u oportunidades mejores, la luz será
retirada, y permaneceréis en las tinieblas”. 5T:673.

La causa de la debilidad.-

La causa de la actual debilidad del pueblo remanente de Dios se declara que es la condición laodicense
que hace que la iglesia sea

“¡La casa de mi Padre es hecha un lugar de comercio, de donde se han retirado la gloria y la presencia
divinas! Por esta causa hay debilidad y falta la fuerza’. A menos que la iglesia contaminada por la
apostasía se arrepienta y se convierta, comerá del fruto de sus propias obras, hasta que se aborrezca a sí
misma”. 3JT:254.

El hecho de que la situación no es desesperada es atestiguado por la promesa de un reavivamiento:

“Cuando la purificación se efectúe en nuestras filas, no permaneceremos más tiempo ociosos,


enorgullecidos de nuestras riquezas y de que nada nos falta”. 3JT:254.
A la deriva sin rumbo.-

Así como Israel de antaño vagó sin rumbo por el desierto durante el tiempo de su rechazo parcial
mientras estaba bajo la reprensión divina, así el moderno Israel se dice que está yendo a la deriva como
si no tuviera carta ni brújula.

“Todo miembro de nuestras iglesias debe considerar sinceramente esta pregunta: ¿Cuál es nuestra
condición delante de Dios como profesos seguidores de Jesucristo? … La muerte espiritual ha afectado
al pueblo que debiera estar manifestando vida y celo, pureza y consagración, con la más sincera
devoción hacia la causa de la verdad. Los hechos concernientes a la verdadera condición del profeso
pueblo de Dios, hablan más altamente que su profesión, y ponen en evidencia el hecho de que algún
poder ha cortado el cable que los une con la Roca Eterna y que están deslizándose a la deriva hacia el
mar, sin carta y sin brújula”. RH, 24 de Julio de 1888.

Autor: Pastor Ron Spear

12 de Enero de 1984
Pág. 57

www.eme1888.cl; eme1888@gmail.com

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