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Antecedentes y acepciones de Constitución, Estado y gobierno

Es necesario tener claro que la concepción que se tenga sobre el ser humano alterará por mucho la justificación que se
tenga del Estado. De este modo, hay quienes parten de la concepción del hombre como un ser egoísta, competitivo,
envidioso, mezquino, tal como lo concebía Hobbes, Locke o Maquiavelo, en contrapartida con Aristóteles, quien lo
consideraba como un ser sociable y gregario por naturaleza, ante lo cual todo aquél que viviera fuera de la organización
social se consideraba mal visto, ya que se le podía tener por un ser, o bien degradado, o superior a la especie humana.
Por tal razón, existe una vinculación estrecha entre el ser humano y su comunidad y, por ello, no se puede concebir el
aislamiento del individuo, pues dada su necesidad de los otros, es como surgen las primeras organizaciones sociales.
Como a toda tesis corresponde una antítesis y una posterior síntesis, según la dialéctica, respecto a lo expuesto la síntesis
la encontramos en la aportación de Jeremy Bentham, quien consideraba que la conducta de todo ser humano se ejecuta
produciendo placer o evitando el dolor. De acuerdo a lo anterior, se puede decir que cualquiera que sea la concepción de
hombre, éste se agrupa por interés individual, redundando en un interés colectivo, tales como la obtención de alimento y
la defensa contra los elementos naturales, los animales salvajes o el ataque de sus semejantes.

Como primera organización natural se tiene a la familia, para luego desarrollarse la horda y la tribu, surgiendo de esa
necesidad gregaria la imposición de reglas de conducta. Aunado a lo anterior, con el correr de los siglos, todo parece
demostrar que existió la necesidad de expandir el territorio, aumentando su potencia ofensiva y defensiva. Hasta eso
momento, los vínculos de parentesco se fueron sustituyendo paulatinamente por el de subordinación a una autoridad, que
toma a cargo la disciplina y organización de la vida social de los integrantes de un mismo territorio, aun sin que existiesen
vínculos familiares o de cualquier otro parentesco.

La subordinación a un jefe común podría entenderse de una manera simple, como el origen del Estado, que posteriormente
se iría desarrollando en torno a elementos fundamentales como la población, el territorio y el gobierno. Todo esto, dentro
de un marco de normas jurídicas que establece la organización de dicho Estado, así como los derechos y los deberes de
cada persona frente a él. Sin embargo, para dar paso a su consolidación, era necesaria su dirección y control con una
adecuada administración, por lo que fue necesaria la creación de una autoridad que la dirigiera. De acuerdo a la anterior,
se presenta a continuación los orígenes del Estado, lo cual es desarrollado con claridad por Porrúa (1999) de la siguiente
manera:

Asia oriental

En Asia Oriental se dan los antecedentes más relevantes que dan origen al Estado, fue en el siglo VIII a.C. con sus
dinastías imperiales, las que consideraban les asistía el derecho divino ya que el emperador era considerado como un
representante del cielo.

Egipto

En el antiguo Egipto, se encuentran los orígenes de lo que es el Estado, porque dan muestra de una organización social
y política, pues existía una relación entre el soberano de la comunidad política y la divinidad.

Grecia

Grecia es el ejemplo de la ciudad-Estado (polis) donde resaltaba un progreso político-administrativo y destacaba como
origen inmediato la organización política de Roma (civitas), en Grecia, la sociedad se dividía en cuatro clases según su
fortuna y obviamente los derechos y obligaciones se repartían de acuerdo a sus riquezas.

Roma

Cómo olvidar a Roma, donde tuvo una diversidad de gobiernos, al principio tuvo una monarquía, posteriormente una
república, pero a finales del siglo II a.C.se estableció el imperio hasta el año 476 d.C.

Edad Media

El feudalismo, la iglesia y la figura del emperador (rey) prevalecieron en la Edad Media, identificándose las personas con
la región en la que vivían o por la institución de la iglesia, en este caso se consideraban cristianos. Debido a las necesidades
de la sociedad de la época se presentaron conflictos entre los llamados señores feudales y se empezó a considerar la
existencia de una sola autoridad.

Estado moderno

En el Estado moderno, el Estado (poder temporal) está por encima de la iglesia (poder espiritual)
surgiendo el absolutismo, se nivelan las diferencias entre las clases y los ciudadanos, y logran tener igualdad jurídica.
Existe una comunidad nacional organizada de acuerdo a funciones que les corresponden, también un orden jurídico para
regular las relaciones entre el Estado y las personas, a quienes se les reconoce libertad individual, con cierto sometimiento
al poder del Estado.

Como conclusión, se puede decir que el Estado se originó de las organizaciones primitivas en cuyo núcleo se encontraba
la familia, liderada por un jefe. A esto lo podríamos llamar gobierno patriarcal. De este modo, una comunidad subsistió por
numerosas familias, las cuales por el momento no necesitaban de instituciones o constituciones que regularan los derechos
y obligaciones, pues esa función la cubría el líder. Es evidente que la familia se vuelve la base de un Estado, pues al unirse
diversos jefes de familias, se formarían las primeras organizaciones monárquicas ante la necesidad de tener una cabeza
de grupo que representara a la comunidad, protegiera, guiara y regulara. Posteriormente la religión toma parte esencial de
la sociedad, presentándose el denominado Derecho Divino, que justificaba la posición jerárquica de quien gobernaba.

El poder se fue dividiendo de tal suerte que los señores feudales afirmaban su posición dentro de la comunidad,
adueñándose de los terrenos que pertenecían a la comunidad, formando patrimonios personales y heredándolos
exclusivamente entre sus familiares. Esto da origen a una comunidad desigual, haciendo perder el pretendido bien común,
generando la desigualdad en la propiedad privada. De esta forma, se fueron creando familias con mayor poder de capital
y se termina así la etapa medieval con cambios entre los órdenes de poder, abriendo paso al Estado moderno, el cual se
fundamenta en tres aspectos fundamentales:

 El dominio de un territorio.

 La división de la sociedad en clases sociales, ante la diferencia de poder económico.

 El surgimiento de instituciones que brinden servicios internos y externos a la sociedad, buscando legitimación entre los
ciudadanos, siempre y cuando sus actos estén bajo el amparo de instituciones jurídicas y sociales, creadas originalmente
en beneficio de las personas.

Cabe destacar que existen diversas teorías que explican el origen de la sociedad, de la cual en el desarrollo que
se ha expuesto hasta este momento se ha basado en la teoría naturalista aristotélica, en la que se afirma que el hombre
es un animal político (zoon politikón), que indica la necesidad del individuo en realizarse plenamente en sociedad.

Otra postura que la explica es la teoría contractualista que afirman que las sociedades se formaron en razón de un
contrato voluntario celebrado por todos los miembros integrantes, pasando así del estado de naturaleza al estado de
sociedad, destacándose entre sus principales autores Rousseau, Hobbes, Locke y Montesquieu.

Otra de ellas la tenemos en la teoría organicista, que estudia al individuo como un organismo biológico y por otra parte
la teoría ecléctica, que busca armonizar la tesis organicista y contractualista.

Concepto de Estado

Habiendo analizado el origen del Estado, es momento de conocer su definición, de acuerdo a los autores que han tratado
el término.

 Bobbio: Precisa el concepto de Estado de la siguiente manera: “Un ordenamiento jurídico que tiene como finalidad
general ejercer el poder soberano sobre un determinado territorio y al que están subordinados de forma necesaria los
individuos que le pertenecen” (Bobbio, 1987:34). Por otra parte, subraya desde un punto de vista formal e instrumental lo
siguiente:

…la condición necesaria y suficiente para que exista un Estado es que se forme sobre un territorio un poder capaz de
tomar decisiones y de emanar las leyes oportunas, vinculantes para todos aquellos que habitan en este territorio y
efectivamente ejecutadas por la gran mayoría de los destinatarios cuya obediencia se solicita (Bobbio, 1987:56).

 Hegel: Ávalos, señala que para Hegel el Estado es una institución que garantiza el interés privado y la libertad individual,
siendo la suprema forma de organización social en la que un pueblo se encuentra consigo mismo y está sometido a una
misma autoridad legal y política. Una idea bastante idealista al considerar que el ser humano sólo puede conseguir su
plenitud en el Estado, al cual considera como la realización de una idea moral.

 Kant: Desde otra perspectiva idealista, Kant señala lo siguiente:

El acto por el que el pueblo mismo se constituye como Estado […] es el contrato originario, según el cual todos (omnes et
singuli) en el pueblo renuncian a su libertad exterior, para recobrarla enseguida como miembros de una comunidad, es
decir, como miembros del pueblo considerado como Estado (universi); y no puede decirse que el Estado, el hombre en el
Estado, haya sacrificado a un fin una parte de su libertad exterior innata, sino que ha abandonado por completo la libertad
salvaje y sin ley, para encontrar de nuevo su libertad en general, íntegra en la dependencia legal, es decir, en un estado
jurídico; porque esta dependencia brota de su propia voluntad legisladora (Kant, 1999:145-146).

Con base en lo anterior, se puede apreciar la concepción del Estado como el pueblo, que en el proceso legislativo hace
tutelar los derechos y libertades individuales. Considera además al Estado como un organismo natural, cuya esencia era
incomprensible para el conocimiento y que se constituye por las mutuas relaciones de los individuos persiguiendo el mismo
fin al vivir en comunidad, cuya convivencia es ordenada bajo una forma jurídicamente establecida.

 Lenin: A partir de su pensamiento se logra apreciar su visión de Estado como la gran estructura de la política dominante,
ejercida desde una clase privilegiada, (la burguesía capitalista).

El Estado es más que nada un producto de la sociedad en un estado determinado de su desarrollo; es el reconocimiento
de que esta sociedad se encuentra atrapada en una contradicción insoluble consigo misma, dividida en oposiciones
irreconciliables que es impotente para conjurar (Lenin, 1957:419).

 Marx: Concibe al Estado como un instrumento de expresión de la clase dominante, el arma de combate contra los
enemigos interiores (los trabajadores) y contra los enemigos exteriores (otros Estados), como algo inherente a la realidad
social, resultado de las condiciones económicas de la producción.

Notarás que todo Estado, incluso desde la polis griegas pese a no ser considerado un Estado moderno, así como la tribu,
el clan o la horda, mantienen como elementos constantes la existencia de un pueblo, entendiéndosele a éste como el
conglomerado humano asentado en un territorio, que ejerce relaciones de convivencia respaldadas por un poder político
capaz de imponerse, sin recibir ninguna orden del exterior.

Por otra parte, es de señalarse que los Estados modernos además de los elementos señalados, se estructuran en una
Constitución, la cual por ejemplo establece normas sobre la nacionalidad y la ciudadanía, el trato a extranjeros y formas
migratorias, los límites geográficos, aéreos, de subsuelo, mar, islas, cayos y arrecifes, entre otras. Es por ello que si una
entidad federativa que pertenece a un Estado, se encuentra sujeta a las normas del pacto federal, no podemos llamarla
Estado y por ende, tampoco podemos decir que tenga Constitución, pues ésta es sólo la que organiza a los elementos del
Estado y si entre esos elementos el poder que organiza tiene el adjetivo de ser soberano, en las entidades federativas no
existe la soberanía, sino una autonomía pues tienen éstas un catálogo de facultades que pueden ejercer dentro de los
límites establecidas en la propia Constitución.

El cuerpo normativo de mayor jerarquía a nivel local recibe el nombre de estatuto de autonomía, más no el de Constitución
como erróneamente les llamamos.

Con base en lo anterior, se puede concluir que el Estado es una forma de organización social soberana y restrictiva,
formada por un conjunto de instituciones, que tiene el poder de regular la vida nacional en un territorio determinado.

Concepto de Constitución

Con base en la teoría pura del Derecho de Hans Kelsen, la Constitución es entendida en una dimensión tanto formal como
material. Desde su concepción formal se hace referencia al documento solemne, que contiene el “conjunto de normas
jurídicas que sólo pueden ser modificadas mediante la observancia de prescripciones especiales, cuyo objeto es dificultar
la modificación de tales normas” (1995:147). Mientras que en su sentido material se constituye por los “preceptos que
regulan la creación de normas jurídicas generales y especialmente, la creación de leyes” (1995:147). Por otra parte,
Tamayo critica que la doctrina constitucional ha reducido el campo de aplicación de la expresión Derecho, limitando el
fenómeno constitucional a cierto tipo (ideal) de Constitución. La crítica es acertada porque una Constitución puede no ser
escrita, sino consuetudinaria y puede no ser un solo documento, sino varios, como las 7 leyes de México en 1936. Incluso
si esa Constitución es de un Estado no democrático, al carecer de Derechos Humanos o fundamentales, no por ello dejaría
de ser Constitución.

Por eso una Constitución es antes que todo una función, pues su labor es dar estabilidad a las decisiones que toman los
soberanos acerca de la forma de ser del Estado. Eso por cuanto hace al continente del pacto, pero en su esencia, la
Constitución es más que una hoja de papel, pues es la suma de los factores reales de poder. Guardando las proporciones,
es como sucede en los contratos, en donde por ejemplo los de compraventa se constituyen por un acuerdo de voluntades
independiente de que conste o no por escrito; solo que la Constitución es el pacto político de los agentes soberanos en un
mismo territorio, dentro del cual se ejerce su poder.

En su concepción jurídica, la Constitución es la norma que crea a los órganos de gobierno que deben encargarse de
conseguir los objetivos planteados por el tipo de Estado, definiéndose por esta primera norma sus competencias y cómo
deben ejercerlas desde sus límites formales y materiales (requisitos de existencia y de validez), ordenando también la
creación del resto del entramado y determinando el contenido de las normas secundarias, incluso en su materia o
contenido. También para ello sirven los Derechos Humanos que cumplen con la función de prohibir la existencia de normas
discriminatorias o retroactivas.

Concepto de gobierno

Gobierno es vocablo de origen griego, proviene de kubernao que quiere decir pilotear un barco o capitán de un barco,
haciendo referencia a ejercer control y dirección sobre algo. Los griegos al ser un pueblo marítimo, identificaron el acto de
dirigir o pilotar un barco con el acto de dirigir a la polis, que alguien esté a la cabeza para gobernar o dirigir (kubernan). Por
otra parte, Rousseau menciona que el pueblo es súbdito, o de acuerdo a la soberanía, es quien posee el poder y lo ejerce.
En este sentido nos dice:

Un cuerpo intermediario establecido entre los súbditos y el soberano para su correspondencia mutua, encargado de la
ejecución de las leyes y del mantenimiento de la libertad tanto civil como política, el ejercicio legítimo del poder ejecutivo,
príncipe o magistrado o cuerpo encargado de la administración y debe de tener suficiente fuerza para contener al pueblo,
pero a la vez una fuerza regulada por el soberano con el propósito de que las autoridades no realicen acciones autoritarias
(Rousseau, 2010:78- 79).

De este modo tenemos que en Asía Oriental (siglo VIII a.C.) empezó a tener una forma de gobierno monárquica con lo
que se conoce como dinastías imperiales, mientras que el medio oriente también contaba con una autoridad monárquica.
Mención aparte tiene Roma, que en sus primeros tiempos tuvo como forma de gobierno una monarquía electiva

En los primeros Estados se caracterizaron por ejercer el poder absoluto y teocrático, en el que a los monarcas el poder les
venía por derecho divino, obviamente sustentado por las creencias religiosas de los súbditos (Porrúa, 1999:47-68).

En Grecia nace la democracia, desplazando a la oligarquía y a la tiranía, estableciendo un gobierno ejercido por un consejo
elegido entre los ciudadanos. Por eso se dice que los orígenes del gobierno se dan allí, resaltando que la clasificación más
antigua la realizó Aristóteles, con su planteamiento de que los gobiernos podían ser formas puras e impuras, entendiendo
a la monarquía, la aristocracia y la democracia, como puras, y a la tiranía, la demagogia y la oligarquía, como impuras. Sin
embargo, pronto la democracia fue desplazada por lo que se conoce como nobleza, a cargo de las personas con poder
político y militar, y dueñas de grandes territorios. Esto duró hasta la Revolución francesa, momento histórico que impuso
de nuevo la democracia en el occidente, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, que al independizarse, escogieron la
república y la democracia como sus formas de Estado y gobierno.

El fin y la autoridad del Estado es lo que da vida a una organización política, entendiendo que su fin es el interés de la
población en general y en consecuencia buscan su bien común de acuerdo a lo establecido en la Constitución, llevando a
cabo por uno de los poderes primordiales el gobierno del Estado, a través de lo que conocemos como autoridad.

Pero en la realidad el término de gobierno, ¿se refiere a una figura de autoridad o de poder?, o ¿realmente busca nuestro
bien común como sociedad? ¿qué es la autoridad? ¿qué es el poder? ¿acaso son lo mismo? El poder tiene varias
definiciones, según Weber “es el dominio sobre otros, unos mandan y otros obedecen” (2002:43). También por otra parte,
se puede decir que el poder aparece como algo necesario para que exista el Estado, por la dificultad que representa llevar
a cabo una organización política sin la existencia de una autoridad que dirija el comportamiento de quien integre esa
organización. En este contexto se entiende el poder como la autoridad en la que se encuentran sometidos los ciudadanos.
El poder político, es un poder que gobierna porque así lo aceptamos, es una dominación aceptada, que no es otra cosa
que legitimar el poder. La autoridad se relaciona con el poder, el alcance de aquélla es más restringido, ya que es como
una fuerza para alcanzar los resultados que el gobierno desea, la autoridad es la representante del poder.

México es el pueblo donde reside la soberanía, de conformidad con el artículo 39 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, así lo establece: es el poder con el cual decide constituirse en una república representativa,
democrática, federal, este poder es lo que se conoce como soberanía.

Relación entre Estado y gobierno

Conforme a lo estudiado, es evidente la relación estrecha entre Estado, gobierno y Constitución. El tipo de Estado define
los objetivos del pueblo. Si es un Estado autocrático o democrático, en ambos casos deben crearse estructuras de gobierno
apropiadas para alcanzar su teleología. Para el primer caso, la centralización y para el segundo la república, definiendo
también las instituciones de gobierno acorde al tipo de Estado.

El gobierno es cambiante y pasajero, es la parte encargada de llevar a cabo las funciones del Estado a través de un
conjunto de personas que lo ejecutan durante un periodo determinado, las cuales son elegidas por los ciudadanos a través
de elecciones. El gobierno, además, es uno de los tres poderes del Estado, los otros son el poder legislativo, encargado
de aprobar las leyes y el poder judicial, encargado de aplicarlas.

Todo lo anterior es respaldado por una Constitución, también llamada Carta Magna o Ley Suprema, la cual no es otra
cosa que la forma de ser del Estado. Ciertamente en la Constitución, se establecen tanto el tipo de Estado, sus poderes y
los órganos de gobierno.

Tipos de Estado y formas de gobierno

Se tiene como tipologías habituales para analizar el Estado y el gobierno a las siguientes:

 Democracia: Se distingue por la participación activa del pueblo para elegir a sus gobernantes en las elecciones, pero
también durante el desarrollo de sus facultades, a través de las instituciones de la democracia directa como son el
referéndum, el plebiscito, la revocación del mandato, la iniciativa popular y en algunos lugares, el cabildo abierto. No
obstante, la democracia no se reduce a la toma de decisiones colectivas por la regla de la mitad más uno, ya que implica
la distribución del poder en oposición a la concentración y el control tanto ciudadano como legal.

 Autocracia: El gobernante ejerce el poder sin limitación jurídica y por medio de un pequeño grupo de personas, con la
pretensión de concentrarlo. Suelen ser Estados totalitarios como los Estados islámicos, donde gobierno y religión se
fusionan.

 Monarquía: Encabezada por un monarca, destaca por la sucesión hereditaria. Sin embargo, a pesar de lo extraño que
pueda resultar la existencia de un Rey y la sucesión del trono por consanguinidad, no es la nota característica de la
monarquía, ya que el Monarca es el Jefe de Estado, pero no de gobierno. La monarquía divide el poder en vez de
concentrarlo como sucede con el presidencialismo.

Sobre este tópico deberá consultarse El espíritu de las leyes” de Montesquieu, donde claramente expresa la división de
poderes, la intención de concentrar el poder ejecutivo en una sola persona y dividir el legislativo en dos Cámaras
antagónicas, la de los nobles y los comunes.

En la evolución de la Monarquía, se transitó por las siguientes etapas:

- Monarquía absoluta: No existen límites al poder del monarca, no existiendo tampoco los Derechos Humanos, pues más
bien se hacía referencia a derechos como la vida y la libertad, privativos de los humanos.

- Monarquía Parlamentaria: En éste el Parlamento es un órgano que hace frente al monarca limitando su poder. Surge
la premisa de que el rey reina, pero no gobierna. Se crea la cámara de los comunes y posteriormente la de los aristócratas
como antecedente de nuestras cámaras de diputados y senadores.

- Monarquía constitucional: Las decisiones de los factores reales de poder se plasman en Constituciones y se consagran
en un pacto estatal.

 República: Es una forma de gobierno en la que el poder se divide para su ejercicio, en la que su configuración como en
su ejercicio participa todo el mundo. Por ello es res pública, es decir, la cosa pública, lo que es de interés común.

Aunque el autor más conocido sobre este tema es Montesquieu, se sugiere consultar la obra original para advertir que
en realidad proponía la concentración del poder y que el verdadero autor de la división de funciones y no poderes fue John
Locke, quien claramente advirtió que en un Estado solo se hacen leyes y se aplican las leyes, de modo que sólo conciben
dos funciones ejercidas por tres tipos de órganos, donde el legislador hace las leyes y el ejecutivo y judicial las aplican,
con la diferencia de que el último lo hace dirimiendo litigios.

Por otra parte, existe otra clasificación en atención a su composición social:

 Nacionales: Cuando lo integra una misma nación, como en México.

 Plurinacional: Cuando lo integran varias naciones.


Justificación del Estado

Maquiavelo en su libro El príncipe, difunde el concepto de Estado refiriéndose al ordenamiento político permanente, garante
de la paz, al interior de una nación. Sustituyó a otros conceptos que designaban, hasta entonces, a la instancia máxima de
organización del poder, por parte de un conjunto de hombres sobre un determinado territorio. La obra de Maquiavelo
determinó el pensamiento político moderno con respecto al desarrollo del poder monárquico y de los Estados modernos,
que tras la expansión colonial del siglo XIX y la posterior descolonización se ha extendido por todo el mundo. Por su parte
el maestro Eduardo García Máynez define al Estado de la siguiente manera: “La organización jurídica de una sociedad
bajo un poder de dominación que se ejerce en un determinado territorio” (2002:98).

Elementos del Estado

Independientemente de los diversos conceptos y teorías que existan de Estado, es evidente que tiene elementos
determinados: población, territorio, gobierno y soberanía. Al respecto, Porrúa Pérez señala: El Estado es una sociedad
humana que se establece en el territorio que le corresponde, con un orden jurídico que la rige y le da una estructura, y ese
estado es definido y puesto por un poder soberano, con el propósito de lograr el bien común de manera temporal,
constituyendo una institución con personalidad moral y jurídica, es decir el Estado tiene derechos y obligaciones creando
en las personas esa personalidad jurídica y en las entidades colectivas la personalidad moral (2000:53).

Para poder conceptualizar qué es el Estado, se requiere entender sus elementos:

 Población o, mejor dicho, el pueblo: Población es un concepto estadístico, pueblo en cambio hace referencia a un
grupo de personas y éste es fundamental para la existencia del Estado, pues las personas que comparten un mismo
territorio son las que deciden unirse y ejercer dominio sobre el territorio, considerándolo como algo propio. Los habitantes
determinan la constitución del orden jurídico y crean a sus propios órganos de gobierno ante los que deben subordinarse
creando derechos y obligaciones recíprocas. La calidad de los miembros en una comunidad jurídicamente organizada
supone en quienes la poseen el carácter de personas y como consecuencia de ello, la existencia en su favor de una esfera
de derechos. Ese conjunto de derechos que el individuo puede hacer valer frente al Estado, son de tres clases:

- Derechos de libertad: Se refiere a que las personas que son miembros de la comunidad política se encuentran sujetas
a un poder limitado. Es decir, la subordinación del individuo tiene como límite el conjunto de deberes que el orden jurídico
le impone.

- Derechos para solicitar la intervención del Estado en favor de intereses individuales: Entre estas facultades se
encuentran los derechos de acción y petición, lo mismo que la pretensión de que aquél ejerza la actividad administrativa
en servicio de intereses individuales.

- Derechos políticos: Estos son los que contemplan la intervención de los individuos en la vida pública, supone tanto el
ejercicio de derechos como el cumplimiento de obligaciones, estos otorgan facultades que permiten a los particulares el
desempeño de funciones orgánicas como votar y ser votado, esto solo en caso de Estados de tipo demócratas, pues no
sucede lo mismo en una autocracia.

 El territorio: Es un elemento primordial, pues en él se establecen las personas, ya que sin territorio no podría haber
Estado. El territorio surge una vez que se deja atrás al nomadismo y se advierte la conveniencia de un territorio cercano a
ríos, pues esto favorece la agricultura y por consiguiente la alimentación, así como la mayor o menor defensa frente ataques
externos. Es importante precisar que la extensión del territorio no es determinante políticamente hablando, ya que su
importancia junto con los bienes materiales y el poder que posee, es formar una agrupación política y no un término
geográfico o económico, por lo que el territorio simplemente se entiende como la superficie terrestre, subsuelo, atmósfera
y mar territorial en el que se asienta la población y se desarrolla la vida, susceptible de medirse de una manera
tridimensional, en cuanto a longitud, latitud y profundidad. Suele definirse como: “La porción del espacio en que el Estado
ejercita su poder” (Porrúa, 2000:98). Kelsen, conceptúa al territorio como “el ámbito espacial de validez de las normas
jurídicas” (1982:71)

El territorio está basado en dos principios fundamentales, que son el de impenetrabilidad e indivisibilidad. El primero de
ellos se hace consistir en que ningún poder extraño o ajeno puede ejercer su autoridad en este ámbito sin el consentimiento
del Estado. En cuanto al segundo, deriva de que el Estado como persona jurídica es indivisible, por lo que sus elementos
lo deben ser igualmente.

Sobre la indivisibilidad, no obstante lo dicho, cabe la idea de que este principio pueda ser quebrantado en virtud de un
acuerdo internacional a consecuencia de una guerra o razones de otra índole, ocasionando que una parte de un territorio
pase a formar parte de un Estado diferente.
 El poder o gobierno como dicen algunos autores: El poder es un fenómeno real, que consiste en hacer que las
personas ajusten su conducta al deseo de otra, es un fenómeno que puede lograrse por la vía pacífica o no, pero es real.
Ese poder tiene, en el caso del Estado, el adjetivo de ser soberano, pues no se encuentra sujeto a ningún otro poder, es
el que da todas las órdenes, pero no recibe ninguna. Al poder se le suele homologar con el gobierno, en tanto éste se
encarga de aplicar las leyes y es al que vemos cuando el constituyente realiza la Constitución y da el paso a los órganos
constituidos para ejecutar su voluntad. Por eso se le concibe como la organización que representa al Estado para que éste
cumpla sus funciones adecuadamente. La autoridad establece una serie de reglas a los habitantes del territorio, ya sean
nacionales o extranjeros (gobernados). Estas órdenes no son arbitrarias, pues buscan el ansiado bien común y de esa
manera, tratar de que exista una sana relación entre las personas y los distintos sectores de gobierno (instituciones
gubernamentales), representados por un grupo de servidores públicos que se encargan de dirigirlos. En nuestro país lo
encontramos regulado en los tres niveles de gobierno.

El Estado tiene la capacidad de imponer su voluntad, a sí mismo y a los demás, ya que toda sociedad organizada ha de
requerir una voluntad que los dirija. En el caso del Estado, esta voluntad se manifiesta a través de las normas jurídicas,
contando con la posibilidad de ser acatada incluso con la intervención de la fuerza pública, monopolizada por el Estado. El
poder tiene naturaleza política, existe por sí mismo y gracias a ese poder que detentan los pobladores, se organizan y se
dan sus propias reglas, pero ese poder lo organiza el derecho mediante la Constitución y lo ejercen los órganos constituidos
que es encarnado por personas físicas, pero investidas de autoridad. Este poder puede dividirse en tres tipos:

- Poder coercitivo: Se basa en la obediencia del súbito hacia el individuo que tiene el poder, pues se amenaza con la
integridad física o la libertad. Es la coacción de la que hablamos al definir la estructura de una norma jurídica y sus
componentes.

- Poder persuasivo. Se basa en la convicción de identificación de ideas o de creencias entre éste que ejerce el poder y
los súbditos. El que ejerce el poder da una serie de ideas u opiniones y los súbditos las aceptan como la mejor.

- Poder retributivo. Se basa en “obedecer a cambio de una retribución.” (Andrade, 2011:99).

No obstante, lo anterior se considera que existe otro elemento importante y sobre todo para los abogados: es el sistema
jurídico o comúnmente llamado Derecho. Es un elemento trascendental, ya que se trata del conjunto de normas legales
que se crean para regular el comportamiento de las personas en una sociedad, regulando a la vez sus derechos y
obligaciones. Su base jurídica es indubitablemente la Constitución de cada país y después de ella, el resto del entramado
normativo.

Las leyes que regulan las relaciones de los particulares, es decir, en donde no interviene el Estado, es aquello denominado
Derecho Privado; sin embargo, debe tomarse en cuenta cuando el Estado actúa como particular. Por ejemplo, cuando
toma en arrendamiento un edificio para establecer unas oficinas, no actúa con potestad soberana y por ello, le es aplicable
el Derecho Privado. En cambio, cuando cobra impuestos, lo hace como autoridad y no existe relación de igualdad; ante
esta situación es aplicable el Derecho Público.

Funciones del Estado

La función del Estado, de acuerdo con Heller consiste en:

La organización y activación autónomas de la cooperación social-territorial, fundada en la necesidad histórica de un status


vivendi común que armonice todas las oposiciones de intereses dentro de una zona geográfica, la cual, en tanto no exista
un estado mundial, aparece delimitada por otros grupos territoriales de dominación de naturaleza semejante (1985:221).

Entendiendo al Estado como la institución que sirve a la comunidad y acorde a su organización, su principal función es
tomar el control para dirigir a la sociedad civil, de acuerdo a la normatividad establecida en un sistema de leyes y a su vez
creando órganos de poder público con base en los principios de libertad, igualdad y seguridad, para cumplir el propósito
de lograr el bien común en la sociedad. Se entiende que las metas primordiales del Estado son: la seguridad, la tranquilidad,
la justicia, el bienestar en el orden económico y cultural, y con el fin de crear y ordenar a la sociedad, dichos objetivos se
encuentran definidos en un su sistema jurídico o de normas, sobre el cual se crean instituciones y se estipulan su
funcionamiento. Para cumplirse los objetivos mencionados, deben realizar sus funciones del siguiente modo:
Al realizar estas funciones, el Estado cumple sus metas, estableciendo una sana convivencia de la sociedad, a través de
cumplir un orden social, político y jurídico, obviamente todo esto encaminado a tener un país con desarrollo económico,
político y social. A continuación, se presentan las funciones primordiales:

 Función legislativa: Formular las normas jurídicas necesarias para regular las relaciones entre particulares, los órganos
del poder público, y las de los gobernantes y los gobernados. En el caso de México quien aprueba las leyes federales es
el Congreso de la Unión (el cual su denominación correcta es Congreso General, de acuerdo al artículo 50 constitucional).
Éste fácticamente conforma el poder Legislativo en dos Cámaras: la de Diputados y Senadores.

 Función jurisdiccional: Para tutelar el ordenamiento jurídico y aplicar las leyes a casos concretos para dirimir litigios,
según aprenderá en su curso de derecho procesal. En términos concretos en nuestro país radica en la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, Plenos de Circuito, Tribunales Colegiados de Circuito, Tribunales Unitarios, Juzgados de Distrito, la
Sala Superior y Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y el Consejo de la Judicatura,
los que a través de sus sentencias aplica la ley, pero también colma sus vacíos o lagunas, creando verdaderas normas
generales materialmente hablando (artículo 107 CPEUM y 217 de la Ley de Amparo).

 Función administrativa o función gubernamental: Para promover la satisfacción de las necesidades de los
ciudadanos, y fomentar el bienestar y el progreso de la colectividad.

Por otra parte, Fernández indica lo siguiente:

Los fines del Estado son básicamente variables y diferentes entre uno y otro, y aun dentro del mismo ente estatal, entre
una y otra épocas. En todo caso, tales fines los determina la parte dominante de la población, aun cuando haya alguna
influencia de las demás, pero se pueden señalar como finalidades comunes de todo un Estado. Además de la de procurar
su propia supervivencia mediante la satisfacción de las necesidades públicas, las de alcanzar el bien común, preservar el
orden público, así como las libertades y derechos de sus habitantes, quienes a la luz de la tesis contractualista sacrifican
una parte de ellos para asegurar el disfrute de los restantes, la de satisfacer las necesidades individuales de carácter
general y la de atender al interés público (Fernández, 2011).

La finalidad del Estado se logra realizando las funciones públicas, los servicios y obras públicas, y actividades económicas.
Se desarrollan por conducto de los órganos del poder público: legislativo, ejecutivo y judicial. De estos se derivan otros en
una estructura más amplia del Estado y que son las instituciones u organismos gubernamentales. Cuando un Estado no
cumple las finalidades para las que se creó, es que se llega a hablar de un “Estado fallido”, expresión que aterra a los
gobernantes, pero que equivale a que una sociedad no logre su objeto social, pues cabe la pregunta: si la sociedad no
logra sus metas, entonces ¿para qué la mantenemos?

Cuando se habla de estructura y organización del Estado, se da la confusión de que Estado es igual a gobierno. Sin
embargo, ya has revisado que éste último es un elemento constitutivo del Estado. Dada la importancia del tema, se tratará
más adelante con detenimiento.
Tomando como base la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, es de destacarse que los elementos y
funciones a que se han hecho referencia son los mismos que contiene el Estado mexicano, tal y como lo establece la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al señalar que es voluntad del pueblo constituirse en una república
representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y aunque dice que son soberanos, sabemos que no es
así, pues es más bien una autonomía lo que concierne a su régimen interior.

Los mal llamados estados o mejor dicho “entidades federativas” o “territorios autónomos” deben de tener la misma forma
de gobierno republicano, representativo y popular, que el Estado federal al que pertenecen, teniendo como base su división
territorial y su organización política y administrativa. De ahí que en el caso de los municipios no sean soberanos, pues se
sujetan al pacto federal, contando con sus propias normas (leyes orgánicas municipales), al estar insertos al igual que las
entidades federativas, a un pacto federal constituyendo un Estado que sí es soberano al cual se sujeta.

Es muy común usar como sinónimos al pueblo y a la población, pero el segundo es un término estadístico. En México
tenemos la Ley General de Población, que en su artículo primero regula los fenómenos que afectan a la población en lo
que se refiere al volumen, estructura, dinámica y distribución en el territorio nacional, con el fin de que participe justa y
equitativamente de los beneficios del desarrollo económico y social.

Asimismo, es recurrente el término nación, el cual es usado desde un aspecto sociológico para identificar a un grupo
de personas a quienes los une un sentido de pertenencia nacional por su afinidad racial, cultural y (por qué no) política. Es
innegable que esto no tiene nada que ver con el concepto de pueblo sometido al poder del Estado, aunado a que no toda
nación forma un Estado.
A partir de la Constitución, se crean distintas normas con ámbitos competenciales de validez distintos. Uno de estos es el
territorial, por el que existen leyes federales, locales y municipales que asignan deberes y derechos sujetos a validez para
no contravenir a la Carta Magna. Estos derechos y obligaciones son exclusivos de las personas pertenecientes a su ámbito
territorial de validez (sean personas físicas, jurídicas, privadas u oficiales).

Además de los niveles y procedencias de las leyes, se puede considerar en ellas sus características propias y a partir de
éstas distinguir si pertenecen al Derecho Privado o al Derecho Público. Para su aplicación y enseñanza, dichos campos
se dividen de la siguiente manera:

 Derecho privado: Abarca los principales actos de las personas físicas o morales en sus relaciones mutuas, en un plano
de igualdad o en la regulación de los bienes. Las circunstancias de ventilarse los intereses privados de las personas en el
Derecho Civil, no significa que el poder público no deba intervenir para definir, establecer o regular sus derechos. En este
Derecho encontramos diversas materias, algunas de ellas se muestran a continuación:

- Derecho civil: Regula las relaciones de las personas y sus bienes, actuando en un plano de igualdad, se denomina así
porque es el Derecho común a las personas cuando éstas no tienen alguna cualidad específica como el caso de los
comerciantes, trabajadores o familiares, sino que regula el derecho de las personas sobre sus bienes y cuando celebran
contratos entre sí. Debe tenerse en cuanta que del derecho civil se han especializado sus normas independizándose de
éste.

- Derecho mercantil: Regula las relaciones de los individuos que realizan actos de comercio, es decir, con fines de lucro,
sean personas físicas o sociedades mercantiles, señaladas en la legislación mercantil y no civil.

- Derecho Internacional Privado: Rige las relaciones entre personas de nacionalidades diferentes.

Una persona mexicana que compra en España una casa situada en Canadá, de la cual era propietaria una francesa,
algo que parece tan complicado es un planteamiento que se resuelve con el Derecho Internacional Privado, de acuerdo a
la legislación aplicable, denominada norma conflictual, pues en materia de derechos reales, la norma del lugar rige la
materia del inmueble, no la nacional de las partes.

 Derecho Público: Reglamenta las relaciones entre órganos de gobierno y las personas particulares. Pueden ser las
personas públicas entre órganos federales, locales o municipales, constituyendo el Derecho Público Interno. En el Derecho
Público encontramos las siguientes ramas:

- Derecho Constitucional: Se conforma de las normas que regulan la forma del Estado, la organización entre sus órganos
y la relación de éstos entre sí y los ciudadanos.

- Derecho Administrativo: Es aquel que rige las instituciones administrativas del Estado, las cuales dependen del poder
ejecutivo, al determinar sus facultades y sus obligaciones, dando a los ciudadanos los medios legales para defenderse de
ellas en caso necesario.

- Derecho Penal: Determina los delitos, las sanciones o penas y las medidas de rehabilitación que el Estado impone a los
delincuentes, así como las medidas de seguridad que se deben de tomar para prevenir la delincuencia.

- Derecho Procesal: Es el Derecho que determina cómo aplicar las leyes a casos particulares, ya sea esclareciendo una
situación jurídica dudosa, declarar si hay o no determinada obligación y, en caso de ser necesario, ordenar que se haga
efectiva. Señala además la organización de los tribunales civiles y penales, así como la forma en que se deben seguir los
procesos tanto civiles, (donde se hacen valer los derechos de los particulares), como penales, para la averiguación de los
delitos y el castigo de los responsables. Es por eso que se divide en lo que se conoce como Derecho Procesal Civil y
Derecho Procesal Penal.

- Derecho Social: Es con el cual el Estado trata de implementar un orden económico justo. En él se encuentran el Derecho
del Trabajo, el de Seguridad Social y el Derecho Agrario. El Derecho del Trabajo regula las relaciones entre patrones y
empleados, la forma y condiciones de los contratos de trabajo, salarios, derechos de los grupos profesionales, así como
los sindicatos, las cooperativas; interviene en el derecho de huelga y todas las cuestiones laborales. El Derecho de
Seguridad Social ve las reglas relativas a cubrir las necesidades socialmente reconocidas como la salud, la vejez o
capacidades diferentes, entre otros, a través de medidas públicas que luchan contra las privaciones económicas y sociales.
Por último, el Derecho Agrario reglamenta las formas de posesión de la tierra, sus diversas formas de propiedad, por
ejemplo, los ejidos, y la actividad agraria que se realiza sobre ella, su transmisión y los gravámenes, así como las
expropiaciones de la tierra cuando es necesario.
- Derecho Internacional Público: Son las normas y reglas que deben de cumplirse obligatoriamente y que establecen
los derechos y obligaciones de las naciones, rigiendo además sus relaciones mutuas. Su origen lo encontramos en los
tratados, las costumbres, los convenios entre países, que en ciertas materias ya forman verdaderos códigos
internacionales.

El organismo más importante es la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la cual México es miembro.
En su carta constitutiva se establece el principio de la solución pacífica de los conflictos que se puedan suscitar entre los
países. La Corte Internacional de Justicia de la Haya, que también se encuentra incorporada a la ONU, tiene una misión
consultiva especialmente en los litigios territoriales que se presentan entre dos países o más, en su resolución determina
quién tiene mayores derechos, pero no tiene la fuerza coercitiva para hacer cumplir esa resolución, aunque realiza su
mayor esfuerzo.

Federalismo

El federalismo es la forma en la que está organizado el Estado en nuestro país, lo cual se indica en el artículo 43
constitucional de la siguiente manera: Artículo 43. Las partes integrantes de la Federación son los Estados de
Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila de Zaragoza, Colima, Chiapas, Chihuahua,
Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla,
Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y
Zacatecas; así como la Ciudad de México.

En el Estado federal mexicano existe un orden jurídico compuesto de dos tipos de normas, las federales que se aplican en
todo el país y las locales que son para las entidades de la república. Las entidades federativas si bien se hayan sujetas a
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, tienen su propia normatividad secundaria, además de su estatuto
de autonomía (Constitución local), garantizando con ello los derechos de los ciudadanos, que les permite organizar, planear
y limitar la conducta de los gobernantes de cada estado, a través de los organismos gubernamentales establecidos para
tales efectos, con su propio ordenamiento jurídico y organización interna. El trabajo de sus integrantes se realiza de acuerdo
a lo dispuestos por cada una de las constituciones, al igual que ocurre a nivel federal.

Teóricamente, la relación entre el federalismo, democracia y gobiernos locales podría desarrollarse sin problema
apelando a sus conexiones positivas, pero como nada es totalmente bueno, ni totalmente malo, este tema no será la
excepción, ya que también tiene un aspecto negativo, debido a que existen tensiones entre dichos conceptos por las
condiciones que presentan.

Soberanía

La soberanía es un poder no sujeto a límites. A propósito de los elementos del Estado, hay quienes aseguran que la
soberanía es uno de sus elementos formativos, aunque el elemento propiamente dicho es el poder cuya nota distintiva es
el ser soberano. La soberanía suele explicarse con un sentido positivo, en tanto poder que se impone al interior del Estado,
en el cual no existe un poder igual al suyo. Pero también se puede explicar sentido negativo, aludiendo a que el soberano
no recibe orden alguna.

En la época de la monarquía absoluta, cuando el rey podía disponer de los bienes y persona de sus súbditos, se
comprendía a ese monarca como soberano. Al respecto, Jean Bodin desarrolló su concepto estableciendo como
características su indivisibilidad (pues el monarca era uno solo), su inalienabilidad (pues no se encuentra dentro del
comercio) y su imprescriptibilidad (ya que por el solo transcurso del tiempo no se adquiría, ni se perdía). Sin embargo, el
concepto atendía en realidad a las cualidades de la persona del monarca, lo cual tuvo que mutar en virtud de que la
soberanía no se deposita ya en una sola persona, sino en distintos sectores de la población o factores reales de poder,
como puede entenderse equiparable al rey, el Ejército y la clase burguesa, o a nuestro tiempo como el Consejo Mexicano
de Hombres de Negocios, las cámaras sindicales u obreras, los campesinos, los militares, trabajadores, entre otros.

Con el desarrollo del Derecho Internacional el concepto de soberanía tuvo dos vertientes, una hacia el interior del Estado
donde no hay ningún poder mayor al soberano y al exterior, entendiendo la soberanía como un atributo de igualdad, pues
son los Estados los sujetos dilectos del Derecho Internacional.
División de poderes

La forma de gobierno que existe en nuestro país es de tipo presidencial, entendido éste como el gobierno unipersonal,
donde el presidente (quien encabeza el órgano ejecutivo) es el único responsable de la administración, a pesar del auxilio
de los Secretarios de Estado y demás miembros de la administración paraestatal (artículo 90 CPEUM). Mientras al gobierno
se le entiende como el conjunto de instituciones encargadas de conseguir el tipo de Estado, homologándosele al término
“poder” ejecutivo, por tener además mayor visibilidad como ejecutor de las leyes, las Secretarías de Estado, equivalen a
los Ministerios de las diversas materias que existen en otros países.

La división de funciones busca evitar la concentración del poder que existía con la figura antigua del rey, el cual realizaba
las leyes y las ejecutaba. Como respuesta a ello, primeramente se creó la figura del parlamento dando paso a la monarquía
parlamentaria y más tarde la monarquía constitucional, incluyendo en aquella época un catálogo de Derechos Humanos.
Las ideas de la división de funciones iniciaron con John Locke, retomándolas más tarde Montesquieu, quien a su vez
observó el sistema artificial implantado en Estados Unidos (antiguas colonias de Inglaterra), enfatizando que mientras el
parlamentarismo forma parte de la evolución natural de muchos siglos, el presidencialismo no lo es a pesar de la
distribución del poder como meta de cualquier democracia. Según esta teoría, debe asignarse a un grupo de ciudadanos
el poder de elaborar las leyes y a otros el de ponerlas en vigor, estableciendo un órgano para ello, el cual debe encargarse
también de resolver los conflictos que plantea su aplicación y castigar a quienes las infrinjan, mientras se instaura otro
órgano para vigilar su cumplimiento. Estos poderes son: el legislativo, ejecutivo y judicial, señalados en el artículo 49 de la
Constitución.

En Europa, gracias a las ideas de Hans Kelsen en su obra “La garantía jurisdiccional de la Constitución”, se crea un cuarto
“poder”, el cual en realidad corresponde a un órgano llamado Tribunal Constitucional, encargado de dirimir conflictos por
violación a la Constitución. A pesar de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación mexicana es un tribunal que resuelve
conflictos de constitucionalidad, no se erige como un cuarto órgano al estilo kelseniano que permita llamarlo del todo
tribunal constitucional, pues en su conformación no intervienen de manera equilibrada el ejecutivo, legislativo y el judicial.

En México la democracia es representativa porque los ciudadanos no deciden directamente cómo gobernar, sino sus
representantes (diputados, senadores y titular del ejecutivo federal), elegidos a través del sufragio universal, directo y
secreto, replicándose en las entidades federativas, salvo en el caso de los senadores. Por otra parte se señala que el
“poder” judicial no es elegido por los ciudadanos sino por el Presidente de la República, proponiendo ternas para cada uno
de los cargos de ministro, en tanto el Senado designa de entre los integrantes de esta terna, quién debe ocupar el cargo.
Esa es la razón por la que en su designación no se satisface el requisito de independencia que propuso Kelsen, pues en
realidad el Senado solo intervine formalmente en la conformación de la Suprema Corte limitado a las opciones propuestas
por el Presidente de la República.

Por otra parte, llamamos democracia participativa a la que se realiza con la intervención directa de los ciudadanos en la
toma de determinadas decisiones de gobierno, a través del plebiscito, la aprobación de leyes a través del referéndum, la
presentación de proyectos de ley mediante la iniciativa popular, la revocación de mandato cuando los representantes
populares no cumplen el que se les fue asignado o la toma de decisiones de gobierno directas mediante el cabildo abierto,
cada vez menos utilizado. En México, en las entidades federativas sólo existen algunas formas de democracia participativa,
que no siempre están bien estructuradas, mientras que a nivel federal, se carece de muchas de ellas.

Si bien la división de “poderes” es inspirada en los filósofos de la ilustración como Locke y Montesquieau, también
es Derecho Positivo vigente al ser parte de la Constitución. Recuerda que la doctrina también es fuente del Derecho.

Poder Legislativo

El Poder Legislativo está integrado por el Congreso de la Unión, que de acuerdo al artículo 50 constitucional, está
conformado por dos Cámaras: la de Diputados integrada por 500 miembros y la de Senadores por 128. Sus sesiones
conjuntas las llevan a cabo en el Palacio Legislativo de San Lázaro, recinto donde también sesiona la Cámara de Diputados.
Cuando no son sesiones conjuntas, el Senado lo hace en un recinto distinto en Paseo de la Reforma. Lo referente a la
elección e instalación del congreso lo preceptúan los artículos 51 al 70 constitucionales, cuyo principal objetivo es expedir,
modificar o derogar las leyes federales que rigen a todo el país, así como aprobar ciertos nombramientos que hace el
presidente a altos cargos como ministros de la Suprema Corte, los magistrados del Tribunal electoral, los miembros del
INAI, los consejeros de la Judicatura y una larga lista de funcionarios de alto rango. Asimismo el Poder Legislativo, aprueba
los presupuestos de ingresos y egresos, y examina la cuenta pública. En su interior organiza grupos parlamentarios por
cada partido político de al menos cinco legisladores, teniendo cada Cámara sus grupos con su respectivo coordinador. Sus
facultades se encuentran reguladas por los artículos 73 al 77 de la Constitución, además de su Ley Orgánica, existiendo
también un reglamento que comprende a ambas Cámaras, teniendo el suyo por separado el Senado desde el 2007.
La Cámara de Diputados se compone por 300 representantes del pueblo elegidos directamente por los ciudadanos cada
3 años, sin que exista un sistema de electores elegidos por el pueblo, para que a su vez elijan a los diputados o
representantes populares tal como sucede en Estados Unidos, por ejemplo. Se tiene que votar y decidir en cambio por los
candidatos que propone cada partido político de acuerdo a sus selecciones internas.

300 diputados son elegidos por el llamado principio de mayoría, que en realidad es la más numerosa de las minorías, ya
que por ejemplo, en un universo de 100 electores, la mayoría será la mitad más uno (a partir de 51 votos); sin embargo si
esos 100 electores votan por candidatos de 4 partidos y el más alto tuvo 35 votos, otro 30, el tercero 25 y el último 10, en
realidad ninguno es mayoría y sin embargo, el que obtuvo 35 votos es, en relación con sus contendientes, el que más
votos obtuvo. De ahí que se llame mayoría relativa, que en estricto sentido no es mayoría.

Dicho número de diputados es el mismo en los distritos electorales, el cual no es otra cosa que una porción de territorio,
división realizada con base en criterios que aseguren que sin importar la extensión territorial de cada uno de los 300
distritos, sean iguales en cuanto al número de pobladores. Igualmente, otros 200 diputados se eligen por el llamado
principio de representación proporcional. En este caso, el territorio se divide en 5 distritos llamados “circunscripciones
plurinominales” y se asignan en proporción al número de votos alcanzados.

Si se reparten 200 lugares en ese universo de 100 electores, el partido que alcance 50 votos tendrá los 100 lugares.
En eso casos el elector, en México, no vota por los candidatos, sino por partidos y son los partidos quienes registran ante
el INE una lista de sus 200 candidatos para que se les asignen tantos escaños como alcancen sus votos, lo cual se sustenta
en los artículos 52 al 54 de la Constitución. A ello se debe la consigna popular de que los plurinimoninales no representan
en realidad al pueblo, sino a los partidos, máxime que se suelen registrar en esas listas a los candidatos que el partido
desea asegurarles lugar en las Cámaras.

Por otra parte, existen los diputados propietarios y suplentes, ya que por cada titular existe un suplente. Los requisitos para
ser diputado federal se encuentran en el artículo 55 de nuestra Carta Magna, mientras que el requisito para acceder al
reparto plurinominal es del 2% de la votación, conocido como “umbral”. También existe un porcentaje de la votación válida
que se exige como mínimo para conservar el registro como partido político, que en nuestro caso es del 3.5% de la votación.
La pérdida del registro implica la pérdida del derecho de toda asignación y los partidos llamados grandes se reparten las
diputaciones que les corresponden a los pequeños.

La Cámara de Diputados además de la facultad de legislar que tiene conjuntamente con la Cámara de Senadores (artículo
74 constitucional), también se encarga de dar a conocer la declaración de presidente electo que hubiere hecho el Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, aprobar anualmente los presupuestos de ingresos y egresos, ocuparse de
las acusaciones que se hagan a los funcionarios públicos en caso que conculquen con el artículo 111 constitucional,
aprobar el Plan Nacional de Desarrollo y evaluar el desempeño de la Auditoría Superior de la Federación, entre otras.

Asimismo, realizan estudios de tipo social y de opinión pública, integrando las bases de datos respectivas, y dan a conocer
el trabajo de los diputados, las comisiones legislativas y los órganos de gobierno de la misma cámara, estableciendo
relación con instituciones académicas y organismos afines al Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública
(perteneciente a la misma cámara), promoviendo su vinculación con las comisiones legislativas.

Por otra parte, se indica en el artículo 56 constitucional que la Cámara de Senadores se conforma de 128 y por cada
senador propietario, también existe un suplente en cada entidad federativa y también en el Distrito Federal, hoy Ciudad de
México. En cada entidad hay un mínimo garantizado de 2 Senadores, teniendo 64 en total, 32 más se reparten a lo que se
denomina primera minoría y 32 más mediante la representación proporcional para completar 128 senadores

De acuerdo al artículo 58 de la Constitución, los requisitos para ser Senador son los mismos que para diputado, con
la única excepción de que se debe tener 25 años al momento de la elección.

Creación de leyes

El procedimiento para crear leyes que ordena la Constitución, se denomina proceso ordinario legislativo puesto que
corresponde al órgano constituido legislativo efectuarlo. Por el contrario, se llama extraordinario cuando los órganos
constituidos asumen la función de reformar la Constitución. El ordinario se contiene en los artículos 71 y 72, mientras que
el extraordinario lo está en el 135.

 Extraordinario: Hace referencia al proceso de reformar la Constitución o añadirle alguna disposición, con base en el
artículo 135 de nuestra Carta Magna que lo autoriza y señala. Para hacerlas se deben reunir las dos terceras partes de los
votos de los individuos del Congreso de la Unión que hayan estado presentes en la votación, y que además, las apruebe
la mayoría de las legislaturas de los estados.
 Ordinario: Es el proceso para establecer una nueva ley, la cual tiene las siguientes fases:

Poder Ejecutivo

El ejercicio de este poder al que por un resabio erróneo en la Constitución, se sigue adjetivando como “supremo”, se
deposita en una sola persona denominada Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Éste es elegido por votación
directa el primer domingo de julio, tomando posesión de su cargo el 1° de diciembre del mismo año, desempeñándolo
durante 6 años. Debe cumplir con los requisitos establecidos en el artículo 82 de la Constitución, el último de estos fue
reformado en 2016 señalando lo siguiente:

VI. No ser Secretario o subsecretario de Estado, Fiscal General de la República, ni titular del poder ejecutivo de alguna
entidad federativa, a menos de que se separe de su puesto seis meses antes del día de la elección.

El presidente de la República por ser quien se encarga de ejecutar el cumplimiento de las leyes, se prevé qué hacer en la
Constitución en caso su ausencia (artículos 85 y 86), desde el cese de su cargo por conclusión de mandato, hasta la
solicitud de licencia temporal o permiso para salir de México. Sus funciones son aparentemente delimitadas en el artículo
89 constitucional, aunque en realidad están diseminadas por toda la Constitución, concentrándose en dicho precepto sólo
lo relativo a promulgar leyes y hacerlas cumplir, administrar adecuadamente el país, así como el nombramiento libre de
sus colaboradores y secretarios de Estado.

Poder Judicial

El Poder Judicial de la Federación de acuerdo al artículo 94 de la Constitución se deposita en:

 Una Suprema Corte de Justicia: Compuesta por 11 ministros, que duran en su cargo quince años y un Tribunal Electoral.

 Plenos de Circuito (reforma de 2011): Compuesto por Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito.

 Juzgados de Distrito.
 Consejo de la Judicatura (artículo 1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación).

Los aspectos fundamentales sobre el Poder Judicial se encuentran regulados por la Constitución en sus artículos 94 al
107. Asimismo, se regula lo relativo al Tribunal Electoral como la máxima autoridad jurisdiccional de la materia, los
Tribunales de la Federación o de Circuito, los del Consejo de la Judicatura Federal, la organización territorial para la
impartición de justicia federal.

Estados libres y autónomos

México además de ser una república democrática, lo es también federal, conformada por estados libres y autónomos en
todo lo concerniente a su régimen interior (artículo 40 constitucional). Por otra parte, la forma de gobierno que existe en
cada uno de ellos también es réplica del presidencialismo, sólo que al titular del ejecutivo se denomina “gobernador”, pero
es quien encabeza la jefatura del gobierno según establece el artículo116 de la Constitución. Cabe señalar que la soberanía
es independencia y la autonomía refiere a la facultad que tiene de dictar sus propias normas, siempre y cuando respeten
las reglas que derivan de una voluntad ajena, llamada Constitución.

Cabe señalar que la soberanía es independencia y la autonomía refiere a la facultad que tiene de dictar sus propias
normas, siempre y cuando respeten las reglas que derivan de una voluntad ajena, llamada Constitución. Asimismo, es de
observarse que con las reformas hechas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se le ha dado más
facultades al Gobierno Federal, pero ha restringido la de los Estados, lo cual ha sido un punto negro para su autonomía.

Por otra parte, Carpizo McGregor señala sobre la integración del Estado federal lo siguiente:

El Estado federal se integra por una unión de estados, con una misma ley fundamental, que crea dos estructuras las de la
federación y la de los estados, con gobiernos y derechos distintos, subordinadas a la misma, pero coordinadas entre sí y
la Constitución indica qué puede hacer la federación por su lado y los estados por el suyo, esto es, marca atribuciones
(Carpizo, 2007:228).

Cada entidad federativa promulga y hace cumplir sus propias leyes dentro de los límites de su autonomía, pero siempre
con sujeción al pacto federal (la Constitución). En cuanto su autonomía, pueden ser o no coincidentes con las legislaciones
de otras entidades autónomas. Las entidades federativas no son sujetos de Derecho Internacional, ni se les reconoce
personalidad internacional por lo que no pueden tomar medidas de política exterior. Su legislación incluyendo su
Constitución no pueden contener nada que vaya en contra de ningún artículo de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. Existe un catálogo de competencias expresas para la federación y residuales para los territorios
autónomos o provincias. También se establecen materias cuya regulación es competencia tanto de autoridades federales,
como locales y hasta municipales, lo que se logra mediante leyes “generales”. Tal es el caso de la educación, salud, acceso
a la información, entre otras y existen materias que sólo competen a la federación como el petróleo, la minería, el comercio,
las comunicaciones y el trabajo, por ejemplo.

Ahora bien, la base de la división territorial y administrativa en las provincias o entidades federativas lo constituye el
municipio libre, porque así lo ordena la Constitución (por eso se insiste, las entidades no son soberanas ni tienen
propiamente una Constitución). Se le llama así por su autonomía y porque entre éste y el gobierno estatal no hay autoridad
intermedia, ni subordinación de aquél con éste. Existen ámbitos competenciales por territorio distintos. Los municipios
están administrados por un Ayuntamiento, formado por el presidente municipal, los regidores y los síndicos, que tienen sus
propias fuentes de ingresos económicos y por ende patrimonio propio, expide sus reglamentos de policía y buen gobierno,
además de contar con personalidad jurídica propia con sus correspondientes derechos y obligaciones dentro del estado,
plasmadas en el artículo 115 constitucional. Los alcaldes se eligen cada 3 años por los ciudadanos sin posibilidad de ser
reelegidos., mientras que los regidores y síndicos son elegidos también por votación, empero que el alcalde electo designa
a la mayoría de los cargos y los que sobren, se reparten entre los demás partidos.

No obstante lo indicado en las líneas anteriores, en Durango, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Veracruz y Tlaxcala es
diferente la designación, ya que es parecida ésta a lo que sucede en los congresos locales o federal. González Oropeza
considera que los municipios adquirieron autonomía a raíz de la reformas de la Constitución en su artículo 115 en 1999, al
reconocerse que los municipios ya son gobernados y no simplemente administrados por el ayuntamiento. Sin embargo, los
alcances de su autonomía o libertad estaban realmente indefinidos, ya que por interpretación constitucional, la sola palabra
no quería decir que había un cambio en la naturaleza del municipio (2008:479).

Elección
Como se ha mencionado, el pueblo no ejerce directamente el gobierno, pues lo hace a través de sus representantes
quienes son postulados principalmente por medio de los partidos políticos y en menor medida, por medio de los candidatos
independientes, también con motivo de las reformas del 2008 a causa de una condena internacional a México.

Las elecciones constituyen el primer requisito de democracia. Durante el proceso electoral, se cuentan los votos válidos
depositados en cada casilla, se levanta el acta con el cómputo y los detalles de la elección. Después se extienden
constancia de mayoría a quienes la hayan obtenido triunfos en elecciones de mayoría relativa y se emiten constancias de
asignación a los ganadores vía representación proporcional. Posteriormente, se envían todos los documentos de la
elección a las oficinas distritales del INE y termina con el cómputo y declaración de validez de resultados que realizan los
consejos del INE o en su caso, con las resoluciones del tribunal electoral sobre las inconformidades presentadas por los
resultados o sobre la validez de las elecciones.

Cabe destacar que el INE, es un organismo autónomo, de carácter permanente, con personalidad jurídica propia y se
encarga de la preparación, desarrollo y vigilancia del proceso electoral en toda la República, siendo la máxima autoridad
administrativa en materia electoral en México, aunque sus resoluciones se revisan judicialmente por la Sala Superior y las
Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

Todos los ciudadanos mexicanos tienen el derecho a votar, aunque la Constitución diga que es una obligación,
pues es un derecho subjetivo (la facultad de hacer u omitir lícitamente). Mientras el no ejercicio del sufragio activo no
implique consecuencias nocivas, no será obligación sino derecho y como tal no admite excepciones. Sin embargo, no se
le permite a todos aquellos incapacitados por alguna de las razones indicadas la ley. Lo que sí es obligación es que todos
los ciudadanos mexicanos se inscriban en el Registro Federal de Electores, acudiendo al módulo de atención ciudadana
del Instituto Nacional Electoral (INE) para obtener la credencial de elector, cumpliendo los requisitos correspondientes de
nacionalidad y ciudadanía (la segunda a partir de los 18 años y teniendo un modo honesto de vivir).

Partidos políticos

Los partidos políticos son grupos de ciudadanos que se asocian libremente. Si bien no tienen poder público sí reciben
financiamiento por parte del gobierno y son sujetos obligados a la transparencia e información pública. Aunque su estatus
es de persona moral, se conforma por personas físicas que ejercen su derecho de asociación, con la finalidad de proponer
candidatos para contender a los cargos de elección popular. No son órganos del Estado, pero tienen derechos y
obligaciones frente a él. Se constituyen a partir de tres documentos básicos: sus Estatutos, Declaración de Principios y
Plan de Acción de acuerdo a sus convicciones políticas. Poseen una representación permanente, cuyo principal propósito
es que sus candidatos ocupen los cargos de elección popular y así ejercer el poder.

A la par de los Partidos Políticos, existen las agrupaciones políticas que no buscan postular candidatos, sino fomentar la
cultura política, aunque muchas veces fungen como antesala para conformar partidos políticos. Existen agrupaciones muy
arraigadas, con sus propios principios ideológicos y propuestas de gobierno, aunque en la realidad hay algunas que nos
les importa hacer concesiones en cuanto a sus principios políticos, con tal de alcanzar o conservar el control de gobierno.
Los partidos no sólo proponen candidatos para las elecciones populares, su militancia ocupa cargos no electorales, ya sea
dentro de los mismos partidos, pero sobre todo en oficinas gubernamentales.

Los partidos políticos representan el pluralismo político, habiéndolos principalmente de derecha, izquierda o centro. Aunque
se llegan a formar algunos llamados independientes, acaban aliándose con los partidos clásicos para poder subsistir. Se
les da esta clasificación por los intereses de la clase social a la que representan. Pueden considerarse instrumentos de
participación política, ya que tienen el propósito de que la población exprese su voluntad política mediante el voto y a pesar
de no ser parte del Estado, obtienen apoyo financiero de éste, además de poder usar los medios de comunicación públicos.

Para el INE, el fin de los partidos políticos es promover la participación de los ciudadanos en la vida democrática y ejercer
el poder público de acuerdo a los principios que se postulan mediante el voto. Para que se conformen, queda prohibido
que intervengan organizaciones gremiales o un objeto social diferente al motivo del que se crean. Pueden participar en las
elecciones estatales, municipales y de la Ciudad de México (que desde luego es una entidad federativa a pesar del trato
diferenciado que suele dársele), rigiéndose de acuerdo a lo preceptuado en la Ley General de Instituciones y
Procedimientos Electorales y la Ley General de Partidos Políticos.

En otro tiempo, el único medio para ocupar cargos de elección popular fueron los partidos políticos, pero a raíz del
caso Jorge G. Castañeda, desde 2008 se abrió la puerta a las candidaturas independientes, tras haber sido condenado
México por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Es de señalarse lo expresado en la Enciclopedia Jurídica Latinoamericana sobre las candidaturas independientes:


El esquema de las llamadas candidaturas independientes es uno de los posibles modelos bajo el que se puede presentar
una candidatura electoral. Bajo la modalidad de las candidaturas independientes, se posibilita el ejercicio del derecho de
los ciudadanos de presentar su postulación a un cargo de elección popular de manera desvinculada a los partidos políticos,
quienes tradicionalmente detentan esa prerrogativa.

El reconocimiento legal de las candidaturas independientes implica que cualquier ciudadano, de manera directa, puede
aspirar a ocupar un cargo público electivo sin tener que pasar por los filtros y los procesos de selección internos
establecidos por los partidos políticos para la designación de sus candidatos.

Además, la posibilidad de presentar una candidatura independiente significa que el ciudadano que compite de manera
autónoma por un cargo electivo realiza por sí mismo, o con el apoyo de un grupo de ciudadanos, pero en todo caso de
manera paralela a los partidos políticos, una campaña electoral promocionando su postulación. Cabe señalar, que esta
figura no es per se excluyente respecto a la presentación de candidaturas electorales por parte de partidos políticos, sino
que se presenta como una forma alternativa de postulación de aspirantes a un cargo público (2006:55-56).

Hasta antes de la reforma constitucional señalada, era derecho exclusivo de los partidos políticos el solicitar el
registro de candidatos a cargos de elección popular. Por ello, muchos ciudadanos que intentaron obtener su registro como
candidatos independientes fueron negados por las autoridades electorales, que aunque impugnaban ante la Suprema
Corte, ésta confirmaba la negativa, declarando improcedente o rechazando las candidaturas solicitadas.

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