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Las planchadoras

AUTOR: Edgar Degas

MUSEO EN EL QUE SE ENCUENTRA: Museo Orsay de Paris

ESTILO: Impresionismo

DIMENSIONES: 76 x 81 cm

FECHA: 1884

MATERIAL: Óleo sobre lienzo

A partir del año 1880 se centró en un tema aparentemente poco atractivo para la pintura,
como eran las figuras de planchadoras. Una temática a la que dedicó varios cuadros, entre
ellas esta tela pintada al óleo en el año 1884 y que en la actualidad se expone en el Museo
de Orsay de Paris.
¿Por qué este tema? Según algunos historiadores del arte, se correspondería con un
momento en el que el pintor quiere apegarse más a la realidad y la sociedad de su tiempo,
alejándose así un tanto de un mundo tan irreal como el de la danza. Además, el tema de
las planchadoras, lo fue combinando con sus obras dedicadas a las modistas.

Si bien, hay otros historiadores, que no hay un mayor interés de denuncia que en otras
obras anteriores de Degas, y simplemente le interesan ese tipo de escenas por el vapor,
las posturas de las mujeres o las masas de color que le proporciona la representación de
las prendas sobre la mesa de planchar o tendidas. Y todas esas cuestiones, al tratarlas en
serie le dan juego para ir plasmando diferentes variaciones desde un punto de vista
dinámico, cromático o espacial.
En este caso vemos una pareja de mujeres, de las cuales una está en plena faena de
planchar, mientras que a la otra la ha pintado durante un instante de descanso, en el que
la mujer bosteza y se despereza sin ningún tipo de rubor.

Opta por una composición muy simple, donde el primer plano está ocupado por la tabla de
planchar dispuesta en una perspectiva oblicua, de modo que se crea una base que es un
gran triángulo de color blanco sobre el cual destacan las dos mujeres con colores
contrastados. Además, para que protagonicen visualmente la escena esas dos
planchadoras, también ayuda el fondo y la estufa que enmarca la escena.

Lo más interesante sería el color que emplea, logrado a partir de la búsqueda de nuevos
empastes, que alcanzan una fusión óptica muy interesante para crear masas como el
blanco de la prenda de la tabla de planchar, el rosa y el azul de los vestidos, o la textura
del fondo, en el que se aprecian sus pinceladas en seco, que incluso llegan a plantear un
juego con el tono del entramado de la propia tela.

Ese interés por el juego de colores sería muy del gusto impresionista, como el tipo de
composición, sin embargo al mismo tiempo siluetea las figuras, mientras que el carácter de
la anécdota que pinta, lo emparentaría con el arte más realista. Y es que Degas es
un pintor impresionista, pero otras muchas cosas a la vez.

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