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INTRODUCCIÓN

En los años setenta, con el progreso tecnológico aplicado a las ciencias de


los alimentos, muchos nuevos tipos de componentes alimenticios fueron sacados a
la luz pública. Después comenzaron a desarrollarse nuevos conceptos en nutrición,
debido a cambios demográficos como el envejecimiento progresivo de la población,
el desarrollo de nuevos estilos de vida y la preocupación por elevar la calidad de
vida de los individuos.1

La idea de formular alimentos en base a los beneficios de salud que sus


componentes no nutricionales pueden proveer al consumidor, se ha convertido
actualmente en un marcado interés para las grandes compañías de alimentos.2

Especialistas en nutrición humana, ciencia y tecnología de alimentos, entre


otros, investigan activamente esta nueva área y se encuentran formulando nuevos
productos que permitan un futuro más saludable para la humanidad. Los alimentos
funcionales, los productos alimentarios y los suplementos representan una
oportunidad para el desarrollo de nuevos productos que proveen un posible
beneficio fisiológico en el control o la prevención de enfermedades. La tendencia
mundial se ha dirigido hacia la introducción de los llamados productos
Nutracéuticos.2

El interés del consumidor y de la población en general, por obtener dietas


óptimas para mantener una buena salud y prolongar los años de vida ha propiciado
el aumento del mercado de los alimentos naturales en el que este tipo de productos
tiene prioridad.1

El propósito de esta actividad es destacar la pequeña diferencia que existe


entre los alimentos funcionales y un producto nutracéutico, ya que a pesar de que
lo nutracéutico también abarca a los alimentos funcionales, hoy día merece la pena
establecer algunas diferencias de concepto entre ambos.
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ALIMENTO FUNCIONAL

Los alimentos funcionales son aquellos que además de aportar nutrientes,


como proteínas, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales, presentan otras
sustancias que cumplen algo más que la simple función nutricional y que se conocen
con el nombre de compuestos bioactivos.3

El término “alimento funcional” nació en Japón en los años 80, donde se


definió a los alimentos con una función o actividad biológica. De igual manera, se
aplicó el concepto Food for Specified Health Use (FOSHU) a los alimentos para
usos específicos en salud.1

En Europa, se considera como alimento funcional a aquel que ha


comprobado sus beneficios en una o más funciones específicas en el cuerpo, más
allá de los efectos nutricionales adecuados, en forma notable para el estado de
bienestar y salud o la reducción de riesgo de una enfermedad. México tiene un
concepto muy similar al de Europa, el cual fue propuesto por PROFECO
(Procuraduría Federal del Consumidor) aunque recientemente han surgido
conceptos similares tales como nutracéutico.4

Entre los compuestos bioactivos presentes en los alimentos funcionales, los


más estudiados son aquellos que actúan como antioxidantes y anticolesterolémicos
(resveratrol, que se encuentra en vinos rojos); preventivos del cáncer (sulforafano-
en brócolis) y los que mejoran la salud arterial en mujeres (isoflavonoides).5

Algunas de las sustancia bioactivas más investigadas de los alimentos


nutracéuticos, son carotenoides, fibra dietaria, ácidos grasos omega-3, esteroles
vegetales, fitoestrógenos de soya, compuestos fenólicos, prebióticos y probióticos,
ya que son los que presentan el mayor porcentaje de propiedades benéficas para
la salud.6

Los alimentos funcionales suelen presentarse en forma de alimentos para


uso diario enriquecidos en determinados nutrientes o sustancias beneficiosas para
la salud. Por ejemplo leche o zumos enriquecidos en vitaminas, minerales,
fitosteroles y ácidos grasos esenciales, margarinas, aceites, yogur, etc.1
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NUTRACEÚTICOS

Un término asociado a los alimentos funcionales es nutracéutico, acuñado


por Stephan DeFelice en 1989; en inglés es Nutraceutical, palabra compuesta por
la fusión de “nutrition” y “pharmaceutical” y se refiere a los alimentos que tienen
efectos medicinales sobre la salud humana.2

Los nutracéuticos se definen como sustancias químicas o biológicas que


pueden encontrarse como componentes naturales de los alimentos vegetales y que
resultan especialmente beneficiosas, tanto en la prevención de enfermedades como
en la mejora de las funciones fisiológicas del organismo y que generalmente pueden
ser administrados a largo plazo, sin riesgos de efectos colaterales.7

Son un producto aislado o purificado del alimento a manera de


micronutrientes con el fin de mejorarlos, que generalmente se vende como producto
farmacológico o médico (en forma de cápsulas, píldoras).8

Por lo tanto, los nutracéuticos pueden encontrarse en los alimentos (por


ejemplo, en el ajo) concentrados en ("perlas" de ajo).8

Las propiedades nutracéuticas administradas en dosis superiores a las que


contienen los alimentos, presumen un efecto más favorable en la salud. 9

Los productos nutracéuticos se diferencian de los medicamentos debido a su


origen biológico natural y por carecer de acción terapéutica. También se usan en la
fabricación de cosméticos y se dice que previenen padecimientos crónicos
degenerativos como hipertensión, diabetes, tiroides, infartos, embolias o cáncer en
glándulas mamarias y próstata.7

Los nutracéuticos incluyen nutrientes y no nutrientes porque, desde el punto


de vista de los beneficios para la salud, unos y otros pueden complementarse (por
ejemplo, los antioxidantes nutrientes, como las vitaminas C y E y el betacaroteno,
se complementan con antioxidantes no nutrientes, como licopeno, resveratrol y
otros para producir el efecto antioxidante sobre el alimento o el organismo). 9
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PERSPECTIVA A FUTURO
Al iniciarse el nuevo milenio, una novedosa etapa de desarrollo en el área de
las ciencias de los alimentos y de la nutrición, se ha hecho presente con especial
intensidad.

Mi perspectiva a futuro de los alimentos funcionales y los productos


nutracéuticos en el área de alimentos es que este negocio abrirá nuevas puertas a
numerosas colaboraciones entre los sectores alimentario y farmacéutico como
hasta ahora lo viene haciendo. Ahora bien, millones de personas consumen de
manera cotidiana los alimentos funcionales y productos nutracéuticos por lo que, la
revolución de la salud ya está en marcha y el sector tiene que reaccionar rápido o
en los próximos diez años sufrirá las consecuencias; debido a que es un mercado
dual entre el sector alimentario y farmacéutico está haciendo que estos estén
compitiendo día a día y como en todo, existen ventajas y desventajas en cada sector
antes mencionado. Por parte de las empresas alimentarias tienen ciclos cortos para
el desarrollo de nuevos productos, pero saben perfectamente los gustos del
consumidor por lo que conocen de sabores, que aspecto y tacto deben tener los
productos, así como presupuesto, tecnología patentada, acceso a canales de
distribución, entre otro. Por otro lado, el sector farmacéutico tiene ciclos más largos
para desarrollar productos y cuenta con orientación científica; su punto débil es que
carecen de experiencia en la comercialización de productos de consumo, en el
desarrollo de productos agradables para el consumidor y no tienen acceso a los
canales de distribución alimentaria.

Existen muchas personas a las que no les gusta las cápsulas por ejemplo,
por lo que en un futuro me veo consumiendo componentes bioactivos en un alimento
de mi agrado, suena algo loco, pero me refiero a una hamburguesa con propiedades
nutracéuticas.

En fin, el objetivo es brindarle a los consumidores productos con los


componentes alimenticios como nutrientes esenciales para el mejoramiento de la
vida y la salud que contribuyan a prevenir o retardar enfermedades como lo es el
mejoramiento de la circulación, de la digestión, disminución de osteoporosis,
prevención de la diabetes, entre otros.
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BIBLIOGRAFÍA

1. Best, D. All natural and nutraceutical. Prepared Foods 166(6), p. 32-38, 1997.
2.
2. Hollingworth, P. Mainstreaming healthy foods. Food Technol. 51(3), p. 55-58,
1997.
3. MILNER, J.A. 2000. Functional Foods. Am. J. Clin. Nutr. 71 (Suppl 6): 1654S-
9S.
4. Jones, P. y Jew, S. 2007. Functional food development: concept to reality.
Trends in Food Science & Technology, 18(7): 387-390.
5. Sánchez, A. K. R. (2017). DISEÑO DE UN ALIMENTO FUNCIONAL A
PARTIR DE ALIMENTOS ANTIOXIDANTES. Boletín Semillas Ambientales,
11(2), 162.
6. Flores, J. G. P., Ordaz, J. J., & López, E. C. (2017). ¿Qué es un alimento
funcional. Pädi Boletín Científico de Ciencias Básicas e Ingenierías del ICBI,
4(8).
7. Lozano, J. A. Ciencia y Salud. La alimentación. Nutrientes y complementos.
Qué son los nutracéuticos [en línea]
http://canales.laverdad.es/cienciaysalud/5388.html[Consulta 25/08/2018].
8. Leonard, H. P. (2006). Nutracéuticos: componente emergente para el
beneficio de la salud. ICIDCA. Sobre los Derivados de la Caña de Azúcar,
40(3), 20-28.
9. Euroespes S.A. Centro de Investigación Biomédica. El alimento como
medicamento. Nutracéuticos Vegetales [en línea] http://www.
medestetica.com/Zona_Comercial/Productos/paginas/ebiotec-
nutraceuticos.htm [Consulta: 25/08/2018].

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