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Para entender cómo funciona un disco duro de Estado Sólido (SSD, o Solid State
Drive), primero tenemos que entender cómo funciona un disco duro tradicional.
Si nunca han tenido la oportunidad de agarrar un disco duro y abrirlo, esto es, más o
menos, lo que encontraremos en uno:
Como pueden ver, no se trata más que de un “disco magnetizado” (de ahí el
nombre) y de una aguja magnética que lo lee. Una vez que nos damos esa idea,
sabemos, entonces, por qué existen disco duros con 5400 rpm o 7200 rpm: son las
revoluciones por minuto que puede girar un disco duro y, por lo tanto, afecta la
velocidad en la que puede leer información
Además de las revoluciones por minuto (RPM), otros datos importantes que siempre
tenemos que tener en cuenta a la hora de comprar un disco duro convencional, es:
A favor de los discos duros tenemos que están disponibles con grandes capacidades
de almacenamiento, con tamaños cada día más reducidos y con unos precios bastante
razonables. En una época en que la cantidad de datos que almacenamos en nuestros
ordenadores es tan alta es algo a tener en cuenta.
Además de eso, aunque en general el tiempo de acceso a los datos es menor en disco
SSD, la tasa de transferencia suele ser más alta, por lo que copiar ficheros de gran
tamaño es mucho más rápido.
Otro factor que puede resultar importante para algunos usuarios es el ruido generado.
Mientras que los discos SSD son totalmente silenciosos los discos duros siguen
generando una cantidad de ruido importante, tal vez inapreciable en un uso general pero
que se nota en un ambiente silencioso.
Las ventajas del SATA frente al IDE? Principalmente, mucha mayor velocidad,
además de no necesitar establecer un disco como “esclavo” y otro como “master”, que
plagaba a los IDE. Es, pues, el sucesor de IDE.
Ahora que tenemos una idea básica de los discos duros tradicionales y su
funcionamiento (además de poder reconocer las características más importantes a la
hora de comprar uno), es hora de ver hacia el futuro cercano, los SSD.
Si bien los SSD cumplen la misma función que los discos duros tradicionales, su
funcionamiento varía totalmente.
El “Estado Sólido”, es un término empleado para referirse a componentes electrónicos
construído enteramente de semiconductores. En términos simples? El SSD se deshace
del almacenamiento magnético (el “disco” que vimos en los primeros) para darnos un
almacenamiento sólido, sin partes movibles.
De hecho, los SSD y nuestra típica memoria USB comparten muchas similitudes,
pues los chips de almacenamiento que utilizan son los mismos o muy similares: la
diferencia está en la forma del disco (adaptada a los actuales de 2.5” o 3.5” para poder
“caber” en, por ejemplo, una laptop), y en la capacidad.
Ahora, si bien estamos en una etapa en la que los SSD resultan todavía demasiado caros
en comparación de la “antigua” tecnología, con la rápida caída del costo de producción
y la multiplicación en almacenamiento, yo soy de los que cree que no pasará mucho
tiempo más, para que los SSD sean cosa común. Tan sólo vean a las netbooks, pues
en muchas éstas, se opta por este tipo de almacenamiento, en lugar de los discos
duros tradicionales.
¿Por qué?
No todo es color de rosas, sin embargo, y los SSD enfrentan algunos problemas
Cual Comprar?
Sin embargo, es imposible negar que el SSD, como método de almacenamiento, resulta
una atractiva propuesta; sobre todo para los usuarios de notebooks que buscan obtener
mayor duración de su batería.
Pero todavía estamos 2008, y 2008 no es el año del SSD. El 2009? Es entonces, donde
deberíamos empezar a considerar este método de almacenamiento.
Sólo asegúrense, cuando quieran venderles una laptop con un SSD, que ésta sea de
buena calidad (en cuanto a velocidad de lectura / escritura) y que, por supuesto, cuente
con suficiente almacenamiento para poder guardar todos los datos que necesitamos.