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El disco duro convencional

Para entender cómo funciona un disco duro de Estado Sólido (SSD, o Solid State
Drive), primero tenemos que entender cómo funciona un disco duro tradicional.

Si nunca han tenido la oportunidad de agarrar un disco duro y abrirlo, esto es, más o
menos, lo que encontraremos en uno:

Como pueden ver, no se trata más que de un “disco magnetizado” (de ahí el
nombre) y de una aguja magnética que lo lee. Una vez que nos damos esa idea,
sabemos, entonces, por qué existen disco duros con 5400 rpm o 7200 rpm: son las
revoluciones por minuto que puede girar un disco duro y, por lo tanto, afecta la
velocidad en la que puede leer información

Además de las revoluciones por minuto (RPM), otros datos importantes que siempre
tenemos que tener en cuenta a la hora de comprar un disco duro convencional, es:

• Capacidad -tamaño en Gigabytes


• Tamaño – los más comunes: 2.5” para laptops, 3.5” para PCs de escritorio
• Tipo de conexión: – SATA (para PCs de 3 años en adelante) o IDE / ATA (para
PCs más antiguas).
• Tipo de SATA (SATA II , SATA /3Gbs es el común, actualmente)
• Memoria cache – también tiene un impacto en el rendimiento, y lo común, es
ver de 8 o 16 MBs de cache (más, mejor)

A favor de los discos duros tenemos que están disponibles con grandes capacidades
de almacenamiento, con tamaños cada día más reducidos y con unos precios bastante
razonables. En una época en que la cantidad de datos que almacenamos en nuestros
ordenadores es tan alta es algo a tener en cuenta.
Además de eso, aunque en general el tiempo de acceso a los datos es menor en disco
SSD, la tasa de transferencia suele ser más alta, por lo que copiar ficheros de gran
tamaño es mucho más rápido.

En contra de los discos duros tenemos diversos factores. EL primero es la generación


de calor, que se ve acrecentada con la reducción de tamaño de estos y, al ser usados en
portátiles, por afectar directamente al resto del equipo.

Otro factor que puede resultar importante para algunos usuarios es el ruido generado.
Mientras que los discos SSD son totalmente silenciosos los discos duros siguen
generando una cantidad de ruido importante, tal vez inapreciable en un uso general pero
que se nota en un ambiente silencioso.

El único problema de compatibilidad que podrían encontrar, a la hora de comprar el


disco duro, es el tipo de conexión. Cuando vayan a instalar un disco duro, pueden fijarse
en las especificaciones de su tarjeta madre (en el caso de una PC de escritorio), o el
manual de la laptop, para descubrir qué tipo de conexión utiliza.

Si pueden abrir su PC de escritorio, identificarán inmediatamente la diferencia, pues los


discos duros SATA utilizan cables rojos y más delgados, contra los IDE (también
conocidos como ATA), que son gruesos cables blancos. Además, la conexión de poder
es diferente:

Si están en una PC de escritorio y su placa madre trae soporte para SATA, es


definitivamente una mejor opción.

Las ventajas del SATA frente al IDE? Principalmente, mucha mayor velocidad,
además de no necesitar establecer un disco como “esclavo” y otro como “master”, que
plagaba a los IDE. Es, pues, el sucesor de IDE.

Si bien la velocidad de lectura del SATA es considerablemente superior a la del IDE (y


es lo recomendable hoy en día), éstos resultados palidecen en comparación a la
velocidad de lectura que un SSD podría alcanzar.
Los SSD (Solid State Drive)

Ahora que tenemos una idea básica de los discos duros tradicionales y su
funcionamiento (además de poder reconocer las características más importantes a la
hora de comprar uno), es hora de ver hacia el futuro cercano, los SSD.

Si bien los SSD cumplen la misma función que los discos duros tradicionales, su
funcionamiento varía totalmente.
El “Estado Sólido”, es un término empleado para referirse a componentes electrónicos
construído enteramente de semiconductores. En términos simples? El SSD se deshace
del almacenamiento magnético (el “disco” que vimos en los primeros) para darnos un
almacenamiento sólido, sin partes movibles.

De hecho, los SSD y nuestra típica memoria USB comparten muchas similitudes,
pues los chips de almacenamiento que utilizan son los mismos o muy similares: la
diferencia está en la forma del disco (adaptada a los actuales de 2.5” o 3.5” para poder
“caber” en, por ejemplo, una laptop), y en la capacidad.

Ahora, si bien estamos en una etapa en la que los SSD resultan todavía demasiado caros
en comparación de la “antigua” tecnología, con la rápida caída del costo de producción
y la multiplicación en almacenamiento, yo soy de los que cree que no pasará mucho
tiempo más, para que los SSD sean cosa común. Tan sólo vean a las netbooks, pues
en muchas éstas, se opta por este tipo de almacenamiento, en lugar de los discos
duros tradicionales.

¿Por qué?

• Consumen menos energía: al no tener que estar girando un disco


extremadamente rápido, los discos duros, teóricamente, deberían consumir
menos energía. Algunas pruebas realizadas por Tom’s Hardware, sin embargo,
han demostrado que los primeros modelos aún siguen consumiendo la misma
cantidad.
• Pueden llegar a mucha mayor velocidad: tomándonos de esa misma
diferencia, los SSD pueden alcanzar una mucho mayor velocidad, al no estar
restringidos a cuántas revoluciones por minuto puede dar un disco para leer
datos.
• Con el tiempo, pueden llegar a tener mayor capacidad que los discos
tradicionales: si bien la mayoría de los SSD tienen un pequeñísimo tamaño
(usualmente 32, 64 y 80 GBs), si sucede lo mismo que sucedió con las memorias
USB, no me extrañaría ver disco de 200-500GBs a un precio razonable durante
el 2009.
• Compatibilidad – Lo único que necesitan para utilizar un SSD, es tener un
puerto SATA. Basta con reemplazar el disco duro actual por un SSD, y listo.

No todo es color de rosas, sin embargo, y los SSD enfrentan algunos problemas

• No hay un standard de velocidad – Encontramos SSDs de todo tipo y tamaño.


Existen SSDs de 4Gbs, por ejemplo, que ni nos permiten instalar XP. Además,
la velocidad de escritura / lectura varía considerablemente de modelo a modelo.
Sólo hace algunos meses atrás, Intel propuso su disco X25, que mejora
considerablemente la velocidad de lectura y escritura, incluso comparándolo con
el resto de discos duros actuales:
• Tienen un período de vida más limitado: El tipo de memoria utilizada por los
SSDs tienen un número finito de escrituras realizables. Pero este punto es
debatible, pues el tiempo de vida de un disco duro tradicional varía también
considerablemente; he tenido HDDs con periodos de vida tan cortos como 4
meses, antes de que empezara a mostrar sectores dañados; mientras que todavía
tengo un disco duro IDE de 80 Gigabytes, que ya tiene sus 5 años.
• Además, al ser de “estado sólido”, un SSD puede sobrevivir fácilmente la caída.
Un disco duro tradicional? Probablemente deje de funcionar inmediatamente.
• Altísimos costos: Ese disco de Intel, el x25 que les mencionaba? Es de 32 GBs.
Su precio? $750. Por ese precio, podemos conseguir 10 discos de 1 Terabyte
(1,000 Gigabytes).

Cual Comprar?

Los HDDs tradicionales, definitivamente. Comprar un SSD ahora, resulta más un


lujo, que una verdadera mejora. Por el precio de un SSD, podríamos incluso
armarnos una PC más veloz, o al menos comprar una monstruosidad de tarjeta de
video que, a la larga, traerá mejores beneficios en el rendimiento.

Sin embargo, es imposible negar que el SSD, como método de almacenamiento, resulta
una atractiva propuesta; sobre todo para los usuarios de notebooks que buscan obtener
mayor duración de su batería.
Pero todavía estamos 2008, y 2008 no es el año del SSD. El 2009? Es entonces, donde
deberíamos empezar a considerar este método de almacenamiento.

Sólo asegúrense, cuando quieran venderles una laptop con un SSD, que ésta sea de
buena calidad (en cuanto a velocidad de lectura / escritura) y que, por supuesto, cuente
con suficiente almacenamiento para poder guardar todos los datos que necesitamos.

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