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Cristología y soteriología de Marcos

La humanidad de Jesús es el rasgo que con más frecuencia se estudia en este Evangelio. Marcos a
veces nos presenta a una humanidad de Jesús con rasgos fuertes, aparece con una grande capacidad
de amar (Mc 9, 36; 10,16; 10, 21-22) y de sufrir, no solo física sino moralmente (Mc 14, 32-42)

Sin embargo, más que humano, no nos habla de una “esencia” divina, sino que nos la muestra en
actividad, en los milagros de Jesús, en un señorío sobre la naturaleza (Mc 4, 35-41), sobre las
enfermedades (Mc 6,56), sobre la misma muerte (Mc 5, 21), y lo que es más sobresaliente relatados
por Marcos, sobre los poderes satánicos (Mc 1, 24; 5, 6-7; 1, 32-33; 3, 7-12) hasta los espíritus
inmundos se postran ante el (Mc 3, 7-11)

Jesús es un hombre que actúa como Dios. Cuando Marcos presenta a Jesús de Nazaret como un
hombre que actúa como Yahvé, está afirmando ambas realidades: la realidad de su naturaleza humana
y divina.

El secreto mesiánico:
Ha sido un rasgo muy típico de Marcos subrayado con frecuencia.
Que es verdad que el mismo Jesús nunca se autonombra mesías aunque actúa como tal públicamente,
pero impone silencio a los demonios que lo confiesan. Marcos solo se pregunta ¿Quién es este a quien
obedecen el viento y el mar?

En 1901 W, Wreder propuso su teoría del ¨ secreto mesiánico ´´ en Marcos.


B. Forte. Citado a Schnackenburg opina : Marcos narra los acontecimientos de la vida del nazareno
dejando en ellos los signos de la gloria que se revelo en pascua como una revelación progresiva que
culmina en el drama ´´rechazo-exaltación´´, rechazado por los hombres Jesús escogido por Dios.
Otros piensan que se trata de una pedagogía de Jesús: encontramos en san Juan claramente un rasgo
de dicha expectativa desviada, tras la multiplicación de los panes, el pueblo quiere coronarlo rey, y
Jesús se ve forzado a huir y según los sinópticos los discípulos conservan esas falsas ilusiones
mesiánicas: Juan y Santiago esperan el establecimiento de un reino político, en que ellos puedan
obtener pingues puestos. Incluso san Lucas aun en el momento mismo de la Ascensión seguían
esperando que fuese el tiempo de restablecer el reino de Israel. Según esto Jesús acepta el título, pero
rechaza la definición judía de ese ser escatológico re glorioso y triunfante.

León Dufour la juzga de conservadora y propone el evangelio de marcos trata de reflejar más posible
al verdadero Jesús histórico pre-pascual. El hombre no puede captar a Dios, es quien se da al hombre
el secreto mesiánico, pues, a Jesús en persona. León llega a la conclusión ¿Por qué Jesús procedió
así? A su respuesta, Jesús se muestra preocupado. Lo secreto es el comportamiento general de Jesús
siempre que trata de su persona y de su misión; la actitud de Jesús se inscribe en la economía de la
redención, Jesús no podía hablar claramente antes que su resurrección hubiera consagrado su obra y
su persona. Su misión debía estar terminada para que sus palabras y su comportamiento pudieran
aparecer a plena luz. De hecho cuando llega su hora, lo vemos afirmarse con absoluta claridad.

La teología de los títulos

El hijo de Dios:

Marcos nos presenta la vida pública de Jesús, y lo reconoce a Jesús como verdadero hijo de Dios.
Mc 3,11; 5,7 Los endemoniados pedían a Jesús ser liberados y caían a sus pies diciendo que (Él era
el Hijo de Dios), pero él les pedía que no dijeran a nadie quién era.

Mc 15,39 Después de que Jesús muere, un soldado romano reconoce que Jesús es Hijo de Dios y
representa a todos aquellos que, en adelante, descubrirán en el crucificado al Hijo de Dios.

Al principio Jesús no quería ser reconocido, luego el soldado romano lo reconoce como el Hijo de
Dios y finalmente en Mc 14, 61-62 cuando el sumo sacerdote le pregunta a Jesús ¿Eres tú el Cristo,
Hijo de Dios Bendito? Y Él le respondió "Si, soy yo". Desde ese momento Jesús se revelo como el
verdadero Hijo de Dios.

Hijo del Hombre:

Lejos de ponerse al título de Hijo de Dios, lo complementa, indicando su misión terrena y su destino
escatológico.

El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios ha llegado; convertíos y creed en la Buena Nueva Mc 1,


38

Su poder presente:

Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados, dice al
paralítico ‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.’» Mc 2, 10. De suerte que el Hijo
del hombre también es señor del sábado Mc 2, 28

Su destino como varón de dolores que se ve en Mc 8, 31:

Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los
ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que le matarían y que resucitaría a los tres días.

Que coincide con la profecía de Is. 53, sobre el Siervo sufriente de Yahvé.

Otra característica del título de Hijo del Hombre, es que no fue designado por el evangelista, sino que
aparece 14 veces en propios labios de Jesús, señal de que este era el título que Jesús usaba para
designarse a sí mismo.

La expresión de la cristológica de Marcos en fin es:

El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos
Mc 10, 45

La Soteriología de Marcos:
Tiene por objeto demostrar cómo es el Salvador. Stanley apunta dos aspectos claramente
soteriológicos. Por un lado, la misión de Jesús está descrita en torno al perdón del pecado y la
destrucción de su poder. Por otro, toda la pasión, muerte y resurrección de Jesús están ya programadas
desde el principio del Evangelio y especialmente a partir de los anuncios de la pasión como siguiendo
el plan salvífico divino.
El perdón y destrucción del poder del pecado:
Puesto de manifiesto especialmente en milagros de expulsión de demonios. Así lo indica el
evangelista en su síntesis de la vida de Jesús desde el principio del Evangelio: "recorría las aldeas de
Galileo predicando y expulsando demonios"(Mc. 1,39). Las narraciones más abundantes se refieren
a este poder que incluso concedió a sus discípulos para que lo utilicen en Su nombre.
Jesús conecta íntimamente su poder sobre la enfermedad con el poder del perdón. El comer con los
pecadores también tiene por objeto dicho perdón.
La pasión, muerte y resurrección están previstas según un plan salvífico:
Este punto ya fue tratado anteriormente bajo el título de "Hijo de Dios".
Jesús reinterpreta ese título a partir de la misión del Siervo Sufriente.
Presenta la muerte como servicio y utiliza los símbolos veterotestamentarios de la copa y el agua
como signos del sufrimiento.
En la palabra "rescate" encontramos una alusión a la teología de la expiación anticipada por Isaías.
Relata la Institución de la Eucaristía como el memorial de un sacrificio de rescate que Jesús interpreta
a la luz del Siervo Sufriente, lo cual se relaciona estrechamente con lo presentado en los libros de
Isaías y Éxodo.

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