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Octubre 2015
Año 2 Volumen 16
DERECHOS reales
Actualidad
Área
Civil Derechos
Derechos realesreales
Contenido
Oreste Gherson Roca Mendoza: La autotutela (defensa y recuperación
DOCTRINA PRÁCTICA extrajudicial de la posesión y propiedad) de los bienes estatales frente a los 76
invasores (precarios)
COMENTARIO DE Alan Pasco ARAUCO: La sentencia en el proceso de prescripción adquisitiva:
JURISPRUDENCIA
100
¿constitutiva o declarativa?. La Corte Suprema en su laberinto
NOS PREGUNTAN Y CONSULTA: ¿Es posible que el propietario despoje por mano propia al “detentador”
CONTESTAMOS
123
del bien de su propiedad?
RESEÑA DE La falta de independización no impide la reivindicación del bien (Casación
JURISPRUDENCIA
126
N.º 565-2014-Lima)
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
1. Contexto sociopolítico
2. Bienes estatales: diferencias entre el derecho real de propiedad y el dominio estatal
3. Síntesis de lo regulado sobre la recuperación extrajudicial establecida en los artículos
65 y 66 de la Ley N.° 30230
SUMARIO
* Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Asesor Legal de la Dirección General
de Desarrollo y Ordenamiento Jurídico del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Estudios de
Maestría en Derecho Civil en la Escuela de Posgrado de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Asistente de Docencia de Derecho Civil en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNMSM.
Miembro de la Comisión Intersectorial de Derecho Internacional Privado encargada del estudio de
los temas tratados en la Conferencia de La Haya sobre Derecho Internacional Privado.
derechos de quienes se consideren afectados por En caso de que el predio a recuperar se encuentre
la recuperación extrajudicial, se tramitarán en la inscrito en más de una partida registral del Regis-
vía judicial y con posterioridad a la misma. tro de Predios, para que la solicitud sea atendida
La recuperación extrajudicial no exonera de res- por la Policía Nacional del Perú, cuando menos
ponsabilidad civil y/o penal a quienes ocuparon deberá constar inscrito el derecho de propiedad
de manera ilegal los predios de propiedad estatal.” del organismo requirente en una de dichas par-
14 Ley N.° 30230 tidas. Si la duplicidad registral involucra a más
“Artículo 66. Requerimiento del auxilio de la de un organismo estatal, el requerimiento de
Policía Nacional del Perú auxilio lo formulará quien primero haya inscrito
El requerimiento del auxilio de la Policía Nacional su derecho de propiedad sobre el predio.
del Perú a que se refiere el artículo anterior, deberá La Policía Nacional del Perú verificará la solicitud
formularse mediante una solicitud suscrita por el y documentación presentada y deberá prestar el
Procurador Público o quien haga sus veces del auxilio requerido, bajo responsabilidad, dentro
organismo requirente, acreditando la propiedad, del plazo máximo de cinco (5) días calendario.
competencia o administración del organismo Si en los predios objeto de recuperación extrajudi-
estatal sobre el predio objeto de recuperación; cial se hubieren realizado instalaciones temporales
adjuntando el plano perimétrico - ubicación, la informales, el organismo público solicitante,
partida registral del predio o el Certificado Nega- con el auxilio de la Policía Nacional del Perú, se
tivo de Búsqueda Catastral cuando el predio estatal encuentra facultado para removerlas.”
no se encuentre inscrito y señalando expresamente 15 Publicada el 11 de abril de 2001 en el diario
que los ocupantes carecen de título. oficial El Peruano.
del Perú dispone que ninguna autoridad que: “según el principio de presunción
puede avocarse a causas pendientes ante de constitucionalidad, las leyes gozan de
el órgano jurisdiccional ni interferir en la presunción que se encuentran de con-
el ejercicio de sus funciones. formidad con la Constitución, hasta que
este Tribunal en ejercicio de su función ju-
Al respecto, la presente norma no
risdiccional la declare inconstitucional, en
puede entenderse que la facultad de so-
ese sentido todas las normas que emanan
licitar la recuperación del bien materia de
del Estado son consideradas constitucio-
litigio por parte de las entidades públicas
nales”. Por lo que no puede cuestionarse la
es una avocación a causas pendientes, ya
constitucionalidad de la ley sin sentencia
que no decide si la demanda es fundada
judicial que lo determine.
o no, sino que se solicita conforme a un
mandato legal ante el mismo juez de la Por otro lado, dicho lanzamiento
materia. anticipado sería solicitado directamente
por las entidades públicas en el marco
Así, la prerrogativa de resolución
del conflicto, sobre quién tiene derecho 35 Disponible en: < http://goo.gl/fxvCl6 >
COMENTARIO DE JURISPRUDENCIA
Comentario de jurisprudencia
1. Sobre la prescripción
2. Los hechos de la sentencia
3. ¿Sentencia constitutiva o “presentación de demanda” constitutiva?
SUMARIO
* Asociado del Estudio Ferrero Abogados. Aboga- Civil en la Pontifica Universidad Católica del
do por la Universidad Nacional Mayor de San Perú. Docente de Derechos Reales y Garantías
Marcos. Con estudios de Maestría en Derecho en la Universidad de Lima.
10 Artículo 176 del Código Civil. “Si se impidiese la parte en cuyo detrimento habría de realizarse,
de mala fe el cumplimiento de la condición por se considerará cumplida”.
TEXTO DE LA CASACIÓN
mismo demandante señala que es nulo, ya que en este acto nunca existió la voluntad de
ambos cónyuges que eran los propietarios; iii) El demandante jamás se comportó como
propietario menos como poseedor al señalar que el vendedor le dijo que mientras él viva
nadie le haría problemas, es decir, el demandante fue solamente un depositario, un posee-
dor inmediato y según nuestra legislación, en este caso no opera la prescripción; iv) Se
interpuso contra el accionante la demanda de reivindicación, por lo que dicho proceso
dio lugar a que el demandante no cumpliera con uno de los requisitos esenciales para la
prescripción adquisitiva de dominio, la cual es la posesión pacífica; y v) El demandante
esperó que se le demandara con el proceso de reivindicación para recién iniciar el proceso
de prescripción adquisitiva de dominio.- Tercero: Que, el A quo ha emitido sentencia
declarando fundada la demanda interpuesta y en consecuencia se declara al demandante
propietario por prescripción adquisitiva del inmueble ubicado en la calle Jaime Balmes
número trescientos noventa y uno – trescientos noventa y tres (Manzana N Lote nueve)
de la Urbanización La Noria de la ciudad de Trujillo, argumentando lo siguiente: i) Con-
forme se aprecia del Testimonio de Escritura Pública de Compra Venta de fecha veintio-
cho de setiembre de mil novecientos ochenta y nueve, el demandante y Elva Natividad
Espinoza Venturo de Bazán habrían celebrado un Contrato de Compra Venta con el ex-
tinto Segundo Villalobos Coronado respecto al inmueble materia del proceso, derecho de
propiedad que el demandante no pudo inscribir en los Registro Públicos porque, según
lo manifestado por el mismo, en dicho acto jurídico no intervino la cónyuge del vende-
dor; ii) Si bien, dicho contrato no acredita de modo alguno que el hoy demandante haya
adquirido el derecho de propiedad del bien, también lo es, que si acredita que el deman-
dante tuvo la posesión desde el año mil novecientos ochenta y nueve, esto es, más de diez
años, posesión que se corrobora con la ficha de inscripción de asegurado de fecha uno de
diciembre de mil novecientos noventa y tres, el recibo de acreditación provisional del
siete de julio de mil novecientos noventa y nueve, la acreditación de asegurados con ex-
pedientes de pensión en trámite de fecha veintiséis de febrero y cuatro de octubre de mil
novecientos noventa y nueve, documento de fecha dieciocho de agosto de dos mil, expe-
dido por la Oficina de Normalización Previsional, Solicitudes de Certificación de Nume-
ración de Finca de fecha diecinueve de diciembre de mil novecientos ochenta y ocho y del
veinticinco de julio de mil novecientos ochenta y nueve, así como con la Certificación
expedida por el Servicio de Administración Tributaria de Trujillo - SATT de fecha vein-
tiocho de junio de dos mil diez de fojas diecisiete a veintiséis en la que se aprecia que los
diferentes actos civiles y administrativos realizados por el hoy demandante y su familia
siempre ha consignado como su dirección domiciliaria el inmueble cuya prescripción
solicita, por lo que se encuentra acreditado la posesión del demandante como propietario
por más de diez años en forma continua y pública; iii) El demandante ha poseído el in-
mueble sub litis en forma pacífica, ya que los mismos demandados señalaron al contestar
su demanda que una vez declarados herederos del inmueble, esto es, el mes de mayo del
año dos mil diez, se apersonaron al referido inmueble en el cual vive el demandante a
solicitarle que desocupe el bien y que ante la negativa optaron por interponer su deman-
da de reivindicación que viene tramitando (Expediente número tres mil ciento ochenta y
tres – dos mil diez), es decir, después de haberse cumplido en exceso el plazo exigido por
ley, máxime si los demandados no han acreditado con documento alguno que ellos o sus
padres, anteriores propietarios, hayan requerido al demandante para que desocupe el in-
mueble antes del mes de mayo del año dos mil diez o que haya existido algún proceso
judicial en el cual haya sido materia de controversia el derecho de posesión o de propie-
dad del inmueble sub litis; iv) El demandante ha poseído el bien en forma pública y como
propietario más de veinte años, y conforme se corrobora de la Inspección Judicial de fojas
doscientos sesenta y dos la posesión del inmueble está siendo detentada por el demandan-
te y su hijo; v) Si bien, los demandados siguieron un proceso de reivindicación contra el
demandante (Expediente número tres mil ciento ochenta y tres – dos mil diez) en el cual
los demandados alegan y acreditan la propiedad del bien, también lo es, que en dicho
proceso no existe sentencia consentida y ejecutoriada, más aún cuando el demandante a
esa fecha ya había adquirido su derecho por haber cumplido con los requisitos exigidos
por ley, habiéndose encontrado pendiente tan solo la declaración judicial; y vi) Si bien,
los demandados han acreditado ser los propietarios del inmueble en controversia por
sucesión, no es menos cierto, que no han acreditado de modo alguno que la posesión del
demandante haya sido interrumpida antes que haya adquirido su derecho, pues el de-
mandante antes de la interposición de la demanda de reivindicación ya había cumplido
los requisitos de ley, más aún cuando denegarle su derecho implicaría dictar una sentencia
injusta.- Cuarto: Que, apelada la sentencia de primera instancia, la Tercera Sala Civil de
la Corte Superior de Justicia de La Libertad mediante sentencia de vista de fecha diez de
abril de dos mil trece revoca la apelada y reformándola declara infundada la demanda,
fundamentando que: i) Se advierte que paralelamente al presente proceso judicial sobre
prescripción adquisitiva de dominio entre las mismas partes se siguió el proceso de reivin-
dicación, en el cual se han dictado sentencias de primera y segunda instancia, declarando
fundada la demanda de reivindicación, ordenándose la restitución del inmueble sub litis,
de manera que tales decisiones deben ser compulsadas, teniendo en cuenta que en el
proceso de reivindicación ya existe fallo dictado en el que se le reconoce el derecho de
propiedad sobre el inmueble en litigio a favor de los hoy demandados; ii) Con los docu-
mentos presentados por el actor, se advierte que si bien, cumple con los presupuestos para
la demanda de autos, también lo es, que no solamente basta con alegar el cumplimiento
de tales elementos sino que además debe contar con una declaración judicial, lo que no
ocurre en el presente caso, contándose además que ya existe un fallo judicial a favor de los
hoy demandados en los que se ha ordenado que el hoy demandante desocupe y entregue
el inmueble sub litis a los demandados, quienes registralmente son los propietarios; iii)
Existe reiterada jurisprudencia en la cual se ha establecido que para que el usucapiente
pueda oponer su derecho de propiedad por prescripción adquirido, al que registralmente
aparece como propietario, tiene que haber obtenido su declaración judicial de tal derecho
(Casaciones número mil quinientos veintiuno – mil novecientos noventa y nueve-Santa
y trescientos cuarenta y siete – dos mil uno – San Martín); y iv) En el caso de autos, si
bien el actor cumple con los requisitos legales para que se declare propietario por pres-
cripción, también lo es, que ha existido una negligencia y/o descuido de su parte al no
haber ejercido su derecho oportunamente, dado que a pesar de haber cumplido dichos
requisitos hace ya mucho tiempo, recién pretende obtener su declaración judicial después
de haberse interpuesto la demanda de reivindicación con fecha siete de julio de dos mil
diez, más aun cuando existe mandato judicial que dispone que el hoy demandante cum-
pla con desocupar y entregar el referido inmueble.- Quinto.- Que, la prescripción adqui-
sitiva de dominio constituye un modo de adquirir la propiedad de un bien ajeno median-
te la posesión ejercida sobre dicho bien durante un plazo previamente fijado por ley, es en
este contexto que el primer párrafo del artículo 950 del Código Civil establece que “la
propiedad inmueble se adquiere por prescripción adquisitiva mediante la posesión continua,
pacífica y pública como propietario durante diez años (prescripción larga o extraordinaria), en
tanto que el segundo párrafo de la citada norma establece que si media justo título y buena fe
dicho lapso de tiempo se reduce a cinco años (prescripción corta y ordinaria)”. Asimismo, el
artículo 952 del Código Civil establece que “Quien adquiere un bien por prescripción pue-
de entablar juicio para que se le declare propietario. La sentencia que accede a la petición es
título para la inscripción de la propiedad en el registro respectivo y para cancelar el asiento en
favor del antiguo dueño”.- Sexto.- Interpretando teleológicamente los alcances de las nor-
mas acotadas, es evidente que la concurrencia de los requisitos de continuidad, pacifici-
dad y publicidad de la posesión que allí se detallan, así como la idoneidad del justo título
y de la buena fe, si los hubiere, deben configurarse dentro del período de tiempo estable-
cido para la prescripción, cumplidos estos entonces se genera un derecho expectaticio
sobre el derecho de propiedad, el cual necesariamente debe ser declarado por la autoridad
competente y mediante sentencia firme que declare propietario al beneficiario, pues es la
autoridad, y no el beneficiario, la llamada a verificar si en efecto concurren los presupues-
tos exigidos por la ley, que permitan al poseedor concretar el derecho expectaticio de
propiedad que se atribuye; por ello, no basta con que el poseedor acredite que ha ejercido
su derecho de posesión por el período de tiempo previsto en la norma sustantiva para
concluir que adquiere la propiedad por su simple transcurso, pues es a partir de la senten-
cia firme que se genera una nueva situación jurídica respecto de la propiedad del bien y
su titular.- Sétimo: Que tal conclusión se encuentra corroborada con el texto del artículo
952 del Código Civil que regula el derecho que asiste al beneficiario de la prescripción de
entablar juicio para que se lo declare propietario, y establece que la sentencia es título para
inscribir la propiedad en el registro respectivo, y para cancelar el asiento a favor del anti-
guo dueño. Tal dispositivo, que tiene naturaleza y efectos eminentemente procesales, no
otorga a la sentencia judicial de prescripción adquisitiva únicamente el carácter de decla-
rativa, pues de su aplicación concordada con el artículo 950 ya expuesto, se concluye que
es necesaria una sentencia judicial firme para que el derecho de propiedad pueda ser
plenamente ejercido y sea oponible a terceros, dado que mientras subsista la inscripción
del derecho del propietario original – en el caso de bienes registrables – este puede ejercer
los atributos que otorga el artículo 923 del Código Civil, dentro de los que se encuentra
la reivindicación como la acción real por excelencia.- Octavo: Que, la interpretación
efectuada precedentemente encuentra su fundamento además en la necesidad del posee-
dor de invocar en juicio el efecto adquirido con el propósito de obtener una sentencia que
constituya título inscribible de su derecho y que le permita al mismo tiempo probar su
derecho en virtud a la publicidad registral, ello se desprende de la norma antes glosada
que prevé sustitución de la titularidad que surge de la declaración judicial; asimismo de
dotar de seguridad jurídica al periodo de tiempo entre el cumplimiento del plazo y la
invocación de la prescripción, tiempo en el cual el derecho de propiedad del inmueble se
encontraría sometido a una condición suspensiva, ya que de no ser invocada por el bene-
ficiario no producirá ninguna consecuencia jurídica al descansar la prescripción adquisi-
tiva en la conducta activa del poseedor, quien se conduce como propietario respecto del
bien, y de otro lado, la conducta omisiva del afectado con la prescripción quien durante
CONSULTA
Una clienta nos comenta que inmediatamente después de haber con-
traído matrimonio, estuvo —conjuntamente con sus menores hijos—
durante once años en posesión de un inmueble, cuyo titular era su
suegro. Por su parte, su esposo y a la vez padre de sus menores hijos la
abandonó. En esa situación, apareció un supuesto nuevo propietario
del bien inmueble, quien por mano propia, aprovechando su ausencia,
la despoja de su posesión y a efectos de evitar su reingreso, cambió
la cerradura. En ese sentido, nuestra clienta nos consulta si existe un
mecanismo de tutela posesoria que le permita obtener la restitución
del bien inmueble, que era su única morada y la de sus hijos.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
TEXTO DE LA CASACIÓN
MATERIA DEL RECURSO.- Se trata del recurso de casación interpuesto, a fojas trescien-
tos ochenta, por Irene Magda Lucas Lorenzo de Torres contra la sentencia de vista de fojas
trescientos cincuenta y nueve, de fecha quince de enero de dos mil catorce, que confirmó la
sentencia apelada, que declaró fundada la demanda y en consecuencia, ordenó a la demandada
cumpla con desocupar el inmueble sub litis. - FUNDAMENTOS DEL RECURSO.- Esta
Sala Suprema, mediante resolución de fojas treinta y ocho del presente cuadernillo, de fecha
quince de julio de dos mil catorce, declaró procedente el referido recurso de casación por la
causal de infracción normativa de derecho procesal del artículo 139 inciso 3 y 5 de la Cons-
titución Política del Perú, bajo las siguientes alegaciones (nótese que solo dos de los extremos
denunciados en el recurso de casación ameritan pronunciamiento de fondo, conforme a la
resolución de calificación del recurso precitada): A) La Sala Superior al no pronunciarse sobre
la impugnación a la calificación de la prueba de inspección judicial ofrecida afecta el debido
proceso al concluir dicho órgano jurisdiccional en el octavo considerando de la recurrida que
la misma fue rechazada obteniendo firmeza; sin embargo, de la lectura del acta de audiencia se
aprecia que no se emite pronunciamiento alguno, es decir, no se consigna si se admite o recha-
za y al no actuarse así se ha afectado el derecho al debido proceso, además de lo previsto por el
artículo 122 inciso 4 del Código Procesal Civil y, B) Se afecta el debido proceso al confirmar
la Sala Superior la sentencia apelada sin que se precise ni delimite el inmueble sub litis, pues
según lo acreditado y estando a las fichas literales y al contrato de compraventa solo se trans-
fiere un terreno sin que exista fábrica alguna ni menos interiores. - CONSIDERANDOS:
Primero.- Previamente a la absolución del recurso de casación sub examine es necesario hacer
un breve recuento de lo acontecido en el proceso. En tal sentido, se advierte que a fojas setenta
y nueve, Gilberto Reynoso Gamarra interpone demanda de Desalojo por Ocupación Precaria
contra Irene Magda Lucas Lorenzo de Torres, a fin que devuelva el inmueble que ocupa ubica-
do en la Avenida Franklin Delano Roosevelt número 302, interiores 16, 17 y 18, así como el
ubicado en la Avenida Franklin Delano Roosevelt número 318, que forma parte del inmueble
inscrito en la Partida número 49068656. Como fundamentos de su demanda sostiene que
el inmueble lo adquirió de sus anteriores propietarios Carlos Agustín Gutiérrez Valdivieso y
Teresita de Jesús Valdivieso de Belaúnde viuda de Gutiérrez y que la emplazada no tiene título
alguno. - Segundo.- Tramitada la demanda según su naturaleza, el juez de la causa, mediante
sentencia de fojas doscientos ochenta y cinco, de fecha uno de julio de dos mil trece, declaró
fundada la demanda y en consecuencia, ordenó a la demandada que desocupe el inmueble sub
litis. Como fundamentos de su decisión sostiene que el demandante acredita tener derecho a
la restitución del bien según la Escritura Pública de Compra Venta de fecha dos de junio de
dos mil once y que la demandada no acredita con prueba alguna que establezca con meridiana
claridad tener título legitimo para la posesión del inmueble, pues si bien acompaña copias de
la demanda sobre nulidad de acto jurídico, así como denuncia penal fiscal por falsificación de
firma, no se establece que tales procesos se encuentren con sentencia favorable y consentida.
- Tercero.- Apelada la mencionada sentencia, mediante sentencia de vista de fojas trescientos
cincuenta y nueve, de fecha quince de enero de dos mil catorce, la Sala Superior la confirma
al concluir que el demandante tiene legitimidad para solicitar el desalojo y que la demandada
no ha cumplido con acreditar tener título que justifique su posesión; que resulta irrelevante
que en la Escritura Pública de Compra Venta se haya precisado las medidas y colindancias
de las áreas menores (interiores), por cuanto, el actor al ser copropietario de la totalidad del
inmueble se encuentra legitimado para ejercer el pleno disfrute del mismo, no ocurriendo lo
mismo en el caso de la demandada al no detentar título alguno que justifique su posesión; que
no corresponde en el presente proceso pronunciarse respecto al derecho de prescripción que
pudiera detentar la demandada. - Cuarto.- Absolviendo la denuncia contenida en el apartado
A), cabe precisar lo siguiente: a) En principio, carece de veracidad la afirmación de la recurren-
te en cuanto sostiene que no hubo pronunciamiento sobre su impugnación a la calificación de
la prueba de inspección judicial ofrecida por su parte; b) Del examen de los autos, se advierte
que la ahora recurrente no interpuso medio impugnatorio alguno contra la decisión adoptada
por el juez de la causa en el acto de calificación de ofrecimiento del medio probatorio en cues-
tión; c) Al término de la audiencia de fecha seis de marzo de dos mil trece cuya acta consta a
fojas doscientos treinta y cinco y siguientes el juez declaró que había concluido la actuación de
los medios probatorios admitidos y quedaban los autos expeditos para emitir sentencia. Ello,
naturalmente, implicaba que no se había admitido el medio probatorio de inspección judicial
ofrecido por la recurrente; d) Sea como fuere, la ahora recurrente no impugnó dicha decisión,
por lo cual es lógico que no exista pronunciamiento al respecto de la Sala Superior; por tanto,
mal puede pretender que en sede casatoria se ventile un asunto no debatido ante las instancias
de mérito, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 388 inciso 1 del Código Procesal
Civil y; e) En consecuencia, este primer extremo no puede prosperar y habiéndose establecido
por la Sala Superior el derecho del demandante y la falta de título de la demandada el agravio
carece de trascendencia y de incidencia en la decisión adoptada. - Quinto.- Absolviendo la de-
nuncia contenida en el apartado B), cabe señalar lo siguiente: a) En cuanto a que no se habría
delimitado el inmueble sub litis, el Ad quem ha emitido un correcto pronunciamiento al haber
establecido que al ser el demandante copropietario de la totalidad del inmueble se encuentra
legitimado para ejercer el pleno disfrute del mismo; debiendo agregarse que si está facultado
para ejercer su señorío sobre toda el área del inmueble, es lógico que pueda hacerlo respecto de
cualquier parte del mismo. b) En cuanto a la fábrica o edificación que presuntamente existiría
en el inmueble sub litis, según el espíritu del acápite 5.5 del fallo de la Casación número 2195-
2011 (que tiene carácter vinculante en atención a lo dispuesto por el artículo 400 del Código
Procesal Civil) la recurrente tiene expedito su derecho para reclamar en otro proceso lo que
considera pertinente, es decir, respecto a su alegación de que existen construcciones en el in-
mueble sub litis de las cuales sería titular. Por tanto, el segundo extremo denunciado tampoco
puede prosperar. Por las consideraciones expuestas y en aplicación del artículo 397 del Có-
digo Procesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Irene
Magda Lucas Lorenzo de Torres, de fojas trescientos ochenta; NO CASARON la sentencia
de vista de fojas trescientos cincuenta y nueve, de fecha quince de enero de dos mil catorce;
DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Gilberto Reynoso Gamarra contra Irene Magda Lucas
Lorenzo de Torres, sobre Desalojo por Ocupación Precaria; y los devolvieron. Integra esta Sala
el Juez Supremo Señor Calderón Puertas por licencia de la Jueza Suprema Señora Cabello
Matamala Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.-
SS. MENDOZA RAMÍREZ, TELLO GILARDI, VALCÁRCEL SALDAÑA, MIRANDA
MOLINA, CALDERÓN PUERTAS
contratos
Actualidad
Área
Civil Contratos
Contratos
Contenido
José Antonio Campos Bermúdez: El principio de relatividad de los efectos
DOCTRINA PRÁCTICA 130
contractuales en los negocios coligados. El acento en la operación económica
Nos preguntan y CONSULTA: El comprador de un inmueble no debe asumir los gastos de
contestamos
152
conservación ordinarios cuando no recibió el bien
Plazo de ejercicio del retracto (art. 1597 CC) se computa desde la inscripción
RESEÑA DE
JURISPRUDENCIA
de la transferencia y no desde su presentación a registros (Casación N.° 486- 155
2014 Lima)
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
1. Introducción
2. El contrato en la dogmática moderna y su vinculación con la idea de la relatividad. Su
horizonte histórico
3. La relatividad no es consustancial al fenómeno contractual, sino solo una característica del
contrato moderno apreciada hoy recortada
4. La justicia posmoderna y la conexión como estrategia de repensamiento del derecho civil
5. Crisis del principio de relatividad de los contratos. Revisión de la categoría de partes en los
SUMARIO
contratos coligados
6. La relatividad de la autonomía como regla y la conexión de la autoridad como excepción
7. La coligación como expresión del poder supraestatal del mercado
8. El acento en la operación económica
9. La causa en concreto como vía interpretativa
10. Breve reseña de los contratos coligados en la doctrina peruana
11. Conclusiones
12. Referencias bibliográficas
* Abogado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Con estudios concluidos en la Maestría en Derecho
Civil de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Socio del Estudio Campos, Herbozo & Paz Abogados.
Civil Contratos
parámetros jurídicos, y cómo esto im- Derecho Civil moderno, para adaptarlo
puso a los juristas una tarea por realizar, a las operaciones económicas posmo-
aún pendiente de culminar. dernas que reclaman la conectividad
Define el profesor Morales a los con- entre todos aquellos contratos que las
tratos que tratamos como aquellos que componen.
“constituyen un conjunto de contratos
con causa concreta autónoma que cum- IMPORTANTE
plen una operación económica unitaria
o un resultado económico único. Varios La concepción tradicional decimo-
contratos pueden estar vinculados entre nónica del Código francés y de los
sí por haber sido celebrados en cumpli- primeros códigos, se desentendió
miento del programa de una operación de la función económica del con-
trato, limitándose a estructurarlo
económica global; en tal situación hay sobre la base de elementos esen-
una cadena de contratos que confluyen ciales; un esquema negocial dado
en un mismo objeto”2. por el consentimiento, el objeto y
la causa.
Revisaremos también cómo es que
para reconocer esta figura jurídica, es
Ahora bien, así como en su momen-
necesario repensar el principio de rela-
to el relativismo tuvo su justificación, es
tividad de los contratos que consagró el
necesario que la construcción del con-
por cúpulas de poder centralizadas; la creciente cepto de coligación o conexión contrac-
especialización de las actividades acompañadas tual tenga también la suya. No se trata
de la división del trabajo; y la necesidad de una de caer en el facilismo de la exageración
circulación cada vez más rápida de la riqueza y de
los bienes; y (ii) razones no privativas del ámbito
de las conexiones que disuelve los con-
empresarial: la presencia del nuevo paradigma tratos. No es nuestro propósito realizar
de la contratación, esto es, la incapacidad de los una crítica radical al “relativismo” ni un
tipos contractuales para satisfacer las necesidades elogio al “conexionismo”, sino buscar un
complejas presentes en la praxis contemporánea;
el reforzamiento de las obligaciones a través de equilibrio entre ellos, que obedezca a la
las garantías contractuales de distinta índole; necesidad de descripción de la realidad
y la creación, a través de la vía contractual, de social y las relaciones económicas que la
recursos elusivos de riesgos derivados de normas subyacen.
imperativas o de compromisos contractuales
adquiridos (Vásquez Rebaza, Walter, “Con-
tratos coligados e ineficacia negocial. Hacia 2. El contrato en la dogmática moderna
una construcción teórica de la coligación con- y su vinculación con la idea de la
tractual concreta y de sus perfiles patológicos”, relatividad. Su horizonte histórico
Tesis PUCP para optar el grado de abogado,
dirección de Rómulo Morales Hervias, Lima, La concepción tradicional decimo-
2012, p. 32).
nónica del Código francés y de los prime-
2 Morales Hervias, Rómulo, “Contribución a
la teoría de los contratos conexos”, en Derecho y ros códigos, se desentendió de la función
Sociedad, Lima, Año XIII, N.º 19, 2002, p. 119. económica del contrato, limitándose a
Civil Contratos
Fue entonces ese impulso a la mo- por el derecho civil como estrategia de
dernidad, lo que consolidó la idea de su vigencia.
relatividad de los contratos que ya se
había consagrado antes en el derecho 3. La relatividad no es consustancial al
romano. Lo pactado entre las partes no fenómeno contractual, sino solo una
perjudicada ni favorecía a terceros. La característica del contrato moderno
relatividad de los contratos se encontraba apreciada hoy recortada
en intensa vinculación con la razón fuerte Los operadores jurídicos solo tene-
de la codificación8. El hombre, sujeto mos acceso al concepto del contrato, a
fuerte de la modernidad, era ahora libre través de lo que la dogmática y el legis-
para contratar y debía calcular y absorber lador crearon. Esto implica que no es
los riesgos de su voluntad. consustancial a él, su carácter relativo o
Sin embargo, al ponerse de mani- su conectividad.
fiesto que el prototipo del contrato con Se pensó que la afirmación del ciuda-
efectos inter partes previsto en las leyes y dano libre era compatible con la idea de
la dogmática clásica, tenía que ceder ante un contrato aislado, es decir, un contrato
la realidad económica social que impone entre dos partes responsables de los efectos
otra visión de los negocios jurídicos, se que provocarían, efectos que solo debía
puso de manifiesto también la crisis por alcanzarles a ellos y a nadie más. Esto no
la que podía estar transitando la categoría obstante, no es ontológico ni inmutable.
misma del contrato o del negocio jurí-
dico y la necesidad de su repensamiento Gracias a la hermenéutica jurídica,
podemos apreciar que el fenómeno de la
8 Esta era la perspectiva positivista, que hizo de la comprensión es divergente del esquema
legalidad la única fuente del derecho, por eso el sujeto-objeto, es decir, que el compren-
código era una “obra maestra” una “obra acabada”,
que solo podía ser expresada por el parlamento
dedor (el legislador o el contratante en
—recordemos— el único depositario de la sobe- su caso) entra en el “horizonte de la
ranía popular. Para esta concepción decimonónica comprensión” y por ello se afirma que
las partes habían de someterse a lo pactado, que no reproduce de manera pasiva en su
es ley entre ellas y de esta manera lo justo sería lo
libremente querido. No podemos dejar de apuntar, conciencia lo comprendido, sino que
sin embargo, que tempranamente se consideró lo conforma. Esto significa que el com-
que con esas codificaciones concebidas como prendedor está asociado al objeto que le
concluyentes, el racionalismo (fundador de la mo- llega con la transmisión del lenguaje y la
dernidad), había exagerado demasiado. Fue Savigni
el que declaró que el derecho natural (el raciona- tradición. De esta forma, el derecho no
lista), era “una infinita arrogancia de los filósofos”, es nada substancial, sino algo relacional,
dado que el derecho no es ningún producto de la dado que se encuentra en las relaciones
razón, sino que él era creado “mediante las fuerzas
silenciosamente actuantes del espíritu del pueblo”
de los hombres entre sí y con las cosas9.
(Kaufmann, Arthur, Filosofía del derecho, Trad. de
Luis Borda y Ana María Montoya, Universidad 9 Kaufmann, Arthur, Filosofía del derecho, cit.,
Externada de Colombia, Bogotá, 2005, p. 70). p. 100.
Civil Contratos
estratégica del derecho, de esa estrategia
IMPORTANTE
de repensamiento del derecho civil que
nos propone De Trazegnies14, de esa La visión decimonónica del con-
estrategia eficiente del conocimiento trato, estática y formalista, que se
del “conjunto de la realidad” a la que el aferraba al principio relativo de los
derecho debe adaptarse, y esto es así por- contratos, no había posibilitado la
que “el Derecho de nuestro tiempo debe solución de conflictos surgidos de
reivindicar la justicia desde una perspec- relaciones complejas estructura-
das por más de un contrato, que se
tiva social, sistémica, antes que desde una vinculaban entre sí para lograr una
visión diádica e intersubjetiva”. Esto debe función económica global, esto es,
ser así porque “la justicia debe presidir el donde existían contratos coligados.
sistema en su conjunto”15.
Es necesario entonces que la venida En esta perspectiva, afirma Ciuro16,
a menos comprensión estratégico- la conexión “asegura” la justicia17. Agre-
jurídica de la visión del derecho, deba ga López, sin desconocer los resultados
recuperarse, y en el caso de nuestro contrarios de su exceso, que prescindir de
objeto de estudio, creemos que eso pasa las conexiones entre los contratos puede
por la apreciación jurídica del “conjunto producir “disfunciones” y “resultados
de la realidad” como superador de los injustos”18.
actuales límites de la recortada relativi- La figura de la conexidad contractual
dad; por el reconocimiento jurídico de sintoniza más con la noción orgánica que
la conexidad. prevalece en nuestra realidad; pues ya no
Creemos que la relatividad hoy, estamos en la quietud que surge del con-
compacta injustamente los efectos de trato aislado, desvinculado de la realidad
los contratos, impidiendo que cada uno del mundo. Lo que fue antes moderno,
reciba estrictamente lo que le correspon-
de, esto es, constituye un obstáculo para
la justicia. La conexión contractual, en 16 Ciuro Caldani, Miguel Ángel, Los contratos
conexos. En la filosofía del derecho y el derecho
cambio, además de satisfacer esa “pun- internacional privado, cit., p. 53
tualidad” de las consecuencias y de fijar- 17 Es notorio que cualquier reconocimiento de lo
las allí donde fueron programadas, puede justo supone una apreciación que puede exceder
asimismo conseguir que unos individuos los límites de un contrato. Se ha afirmado por
eso que el apego radicalizado a cualquier posi-
no resulten cargados con consecuencias tividad, en este caso a la de un contrato aislado,
que corresponden a otros. bloquea el funcionamiento de la justicia (Ciuro
Caldani, Miguel Ángel, Los contratos conexos.
En la filosofía del derecho y el derecho internacional
14 De Trazegnies Granda, Fernando, “El de- privado, cit., p.53)
recho civil ante la posmodernidad”, Revista 18 Lopez Frias, Ana, Los contratos conexos. Estudio
Derecho, N.° 45, 1991, pp. 313, 329. de supuestos concretos y ensayo de una construcción
15 Ibídem, p. 332. doctrinal, cit., p. 330.
Civil Contratos
particular manifestación de la justicia integrante de la comunidad. Para hacer-
que suele denominarse equidad. lo, ha de satisfacer respectivamente el li-
De esta manera, aun cuando no beralismo, la democracia y la res pública.
exista una conexión escrita, formal, la La relatividad contractual suele referirse
solución justa se efectivizará por la vía más a la unicidad y el reconocimiento
judicial, órgano de derecho público que de la conexión se remite en mayor me-
captando el contrato en esta dimensión dida a la igualdad y a la participación
dinámica y más amplia nos permitiría en una comunidad. La relatividad es
llegar a la solución justa. Con ello el más afín al liberalismo; la apreciación
intérprete se acerca a la situación que ha de la conexión se emparienta23más con
provocado el conflicto y desde allí busca la democracia y la res pública .
la respuesta adecuada que se construirá a
la medida de los hechos. Así fue además 5. Crisis del principio de relatividad
como empezó a reconocerse en Europa, de los contratos. Revisión de la
a través de la jurisprudencia. categoría de partes en los contratos
coligados
Como hemos visto, la conexión
determinada por la economía de la pos- Como se ha dicho antes, esa visión
modernidad, obliga al derecho a repen- decimonónica del contrato, que se aferra-
sar su tradición relativista del contrato, ba al principio relativo de los contratos,
reconocer su vocación libertaria pero no había permitido la solución de con-
complementarla en los valores de justicia, flictos surgidos de relaciones complejas
solidaridad, reciprocidad, protección del estructuradas por más de un contrato,
consumidor, etc., en que se funda el hu- que se vinculaban entre sí para lograr
manismo presente. Se viene afirmando una función económica global.
por eso que la relatividad de los efectos Ahora bien, transcurrida la “edad de
del contrato adquirirá un nuevo sentido la razón” en sentido amplio, que fue la
en el Estado Democrático de Derecho, modernidad, hoy vivimos en una edad
pues el contrato interpartes ya no es la de “negación” de la razón, pero de aten-
única realidad en una sociedad marcada ción a la “razón de la razón”, y eso nos
por la contratación en masa y la vincu- ofrece un mayor espacio para el cuestio-
lación contractual22. namiento de la razón de la relatividad
Siguiendo a Ciuro Caldani en su contractual.
conveniente síntesis del fenómeno, En efecto, en el clima posmoderno
podemos señalar que un régimen hu- de crisis de la forma, la consideración de
manista respeta a cada individuo en su la conexión contractual es explicativa de
unicidad, su igualdad y su carácter de
23 Ciuro Caldani, Miguel Ángel, Los contratos
22 Catalan, Marcos, “Un contrato: Doscientos conexos. En la filosofía del derecho y el derecho
años de historicidad”, cit., p. 76. internacional privado, cit., p. 60.
Civil Contratos
bilización y aggiornamento de la noción infructuosa la reclamación, podría ser
de partes y terceros, cuando menos en el llamado a responder quien resulte parte
ámbito de los negocios coligados, en el asimilada30.
cual las partes de los distintos contratos
no pueden ser considerados indiferentes
IMPORTANTE
entre sí pues participan en una misma
operación económica. Como bien señaló La conexión determinada por la
Larroumet, “cada una de las partes de un economía de la posmodernidad,
contrato del conjunto, que no es parte obliga al derecho a repensar su tra-
en otro u otros contratos del mismo dición relativista del contrato, re-
conjunto, no debe ser considerada como conocer su vocación libertaria pero
un tercero respecto a una parte de otro complementarla en los valores de
justicia, solidaridad, reciprocidad,
contrato de este conjunto”28. protección del consumidor, etc., en
Para resolver el problema que supone que se funda el humanismo presen-
la ajenidad del tercero, se ha propuesto te.
llamar a las partes definidas conforme el
criterio clásico del Código Civil, “par- Así por ejemplo en una operación
tes contratantes”, y a las que resultan económica de compra financiada de in-
por efecto de la interconexión causal mueble en planos, el consumidor es parte
existente entre los contratos, “partes contratante en el contrato de adquisición
asimiladas”29; aunque estas categorías del bien y en el contrato de financiación;
deben estar situadas en distintos planos: mientras que el promotor inmobiliario
en el primero, las “partes contratantes”, y el banco financiador son simultánea-
y en un segundo, “las partes asimiladas”, mente, por un lado, partes contratantes
correspondiendo el efecto obligatorio en y, por otro, partes asimiladas respecto
principio a las partes contratantes y para del contrato que no han celebrado, pero
que este efecto alcance el segundo plano cuyo cumplimiento condiciona, a su vez,
es necesario que el primer contrato no el cumplimiento del contrato en el que
se cumpla, o que el incumplimiento del son partes contratantes .
31
Civil Contratos
la realidad a resolver; se considerará desde uniformidad de los actos de intercambio
luego la decisión adoptada, pero sobre homogeneizados por las necesidades de
todo, creemos, se deberá atender a su la praxis empresarial (los contratos de
efectivización, es decir, a aquello que el adhesión o sometidos a cláusulas gene-
profesor Morales ha denominado fun- rales), implica una merma total del papel
ción económica global o causa concreta, de la voluntad en la determinación del
función práctica, función económica contenido en cuya salvaguarda se erigió
individual, interés concretamente perse- el negocio jurídico36.
guido, interés que la operación contrac- No olvidemos que la respuesta
tual está dirigida a satisfacer o síntesis del derecho a esta compleja praxis del
de los intereses, o sea, el fundamento mercado propia del capitalismo en cre-
objetivo de los efectos jurídicos como cimiento y transformación en la mitad
consecuencia del proceso de objetivación del siglo pasado, se expresó a través de
de los intercambios de bienes y servicios la jurisprudencia. La coligación como
entre los particulares34. figura jurídica es una adaptación del
derecho al mercado, y en el caso de la
7. La coligación como expresión del coligación funcional concreta (aquella no
poder supraestatal del mercado acordada), diríamos que es una reacción
Franzoni nos señala que ya Natalino a la fuerza del mercado.
Irti había demostrado que en la sociedad Más adelante con la caída del muro
postindustrial afirmar un papel al nego- de Berlín en 1989, se marcó el fin de la
cio jurídico en cuanto este permite una bipolaridad entre los sistemas capitalistas
tutela del particular en contra del Estado, y el de la economía planificada, con lo
es inútil. Y eso porque el individuo no cual los países tenían un único horizonte:
puede ser oprimido hoy por el Estado la economía de mercado y, por eso, como
como sostenían los liberales clásicos, sino grafica Mosset Iturraspe el fenómeno de
por el poder del mercado y su dimensión la conexidad es “sin lugar a dudas, de la
planetaria35. economía de mercado”; hijo del laisser
Esto es importante de resaltar para faire, laisser passer 37.
los propósitos de este trabajo, pues
nuestra figura jurídica se enmarca den- 8. El acento en la operación económica
tro del poder vigente del mercado y la Como afirma Díez-Picazo, las ten-
necesidad de corrección por el Estado. Y dencias modernas se inclinan cada vez más
es que, continúa el profesor italiano, la por restar los mágicos componentes vo-
distintos para la satisfacción de una tud, esta visión estratégica del conjunto,
necesidad unitaria. Por eso se afirma es la que nos propone De Trazegnies,
que el individualismo contractual viene como hemos anotado antes.
dando paso a la contratación grupal y Pero ¿qué es la operación económi-
que lo perseguido es ahora un resultado ca? Gabrielli señala que es una categoría
negocial, una operación económica glo- unitaria y compuesta que comprende
bal, buscada a través de un “programa”. no solo al reglamento, sino a todos los
El acento, apunta Moseet Iturraspe, comportamientos vinculados con él
aparece puesto en el “negocio” y no en para la consecución de los resultados
el “contrato”39. En el mismo sentido, perseguidos, y también la situación
afirma Roppo, que “el contrato-concepto objetiva en la cual las reglas y los otros
jurídico resulta instrumental al contrato- comportamientos confluyen. De esta
operación económica”40. manera, independientemente del tipo
individual o del conjunto de tipos que
38 Díez-Picaso y Ponce De León, Luis, “Con- las partes han utilizado para construir
trato y libertad contractual”, en: Themis, Revista su organización de intereses, el negocio
de Derecho, N.° 49, 2004, p. 13. debe ser considerado como “operación
39 Mosset Iturraspe, Jorge, Contratos conexos. económica”42.
Grupos y redes de contratos, cit., p. 9.
40 Gabrielli, Enrico, “La operación económica en
la teoría general del contrato”, en Ius Et Veritas, 41 Ibídem, p. 25.
Año 2012, p. 28. 42 Ibídem, pp. 24-25.
Civil Contratos
mica no constituyen categorías sin más
IMPORTANTE
intercambiables44.
Es la complejidad de las operacio- En relación con los contratos coli-
nes económicas de esta economía gados, Gazzoni sostiene que a veces la
de mercado cada vez más globa- operación económica es realizada por los
lizada, la que determinó que los
privados tengan que recurrir a una
privados a través de una pluralidad de
pluralidad de contratos distintos negocios estructuralmente autónomos
para la satisfacción de una necesi- pero conexos, en el sentido de que los
dad unitaria. destinos de uno influencian los destinos
del otro en términos de validez y efica-
Frente a esta posición comprensiva, cia45. Roppo agrega que la conexidad
abarcadora de la operación económica, estriba en que la operación programada
Grondona en posición que compartimos no puede ser alcanzada con cualquiera
considera que el fenómeno contractual de los contratos por sí solos46. Cuando
se manifiesta en tres niveles relacionados esto ocurre se dice que estamos ante una
entre sí: (i) el contenido jurídico-con- “operación económica compleja”.
tractual (reglamento); (ii) la economía Esta “operación económica com-
del contrato (el programa económico); pleja”, se corresponde con la operación
y (iii) la función económico-individual económica global y es el resultado del
del contrato (causa en concreto)43. Como conjunto conformado por los diversos
vemos, la categoría autónoma de la contratos coligados, que “debe ser en-
operación económica no puede ser equi- tendida como aquella funcionalidad
parada al contrato, sino que pertenece a compleja o de conjunto cuya actuación
este fenómeno, forma parte de su perfil requerirá, al menos como regla, de la
técnico-jurídico. concurrencia coordinada de todos los
En esta línea de pensamiento, Vás- contratos coligados en concreto, en la
quez ha señalado que si bien el programa medida que ninguno de los esquemas
económico es uno de los tres niveles del contractuales que compone la agrupa-
fenómeno contractual, no puede yux- ción será idóneo por si solo para proveer
taponerse a los otros dos (el contenido a las partes semejante resultado global”47.
reglamentario y la causa concreta). Por
ende, el contrato y la operación econó-
44 Vásquez Rebaza, Walter, “Contratos coligados
e ineficacia negocial. Hacia una construcción
43 Grondona, Mauro, “Gravedad del incumpli- teórica de la coligación contractual concreta y
miento, buena fe contractual, cláusula reso- de sus perfiles patológicos”, cit., p. 200.
lutoria expresa: fragmentos críticos y puntos 45 Morales Hervias, Rómulo, Contribución a la
reconstructivos para una defensa antidogmática teoría de los contratos conexos, cit., pp. 133-134.
de la autonomía privada”, en Revista de Derecho 46 Ídem.
Privado, Traducción del Italiano de Pablo Mo- 47 Vásquez Rebaza, Walter, “Contratos coligados
reno Cruz, N.° 20, 2011, p. 275. e ineficacia negocial. Hacia una construcción
Civil Contratos
este control a través de la interpretación, en mérito de la vinculación existente
permite decidir en el caso concreto y con entre los dos, interrogante que el citado
específica referencia a la construcción de autor responde afirmativamente, si la
la operación económica singular, cuáles vinculación es tan relevante que uno
son los criterios de administración y de encuentra en el otro al menos en parte,
distribución del riesgo contractual a su razón justificativa54.
ser aplicados al caso para balancear los La idea de la causa en concreto,
intereses contrapuestos53. anota Gabrielli, se ha convertido en el
Ahora bien, está claro que en virtud “instrumento interpretativo para explicar
a la autonomía de la voluntad, las partes y regular la complejidad objetiva de los
pueden prever expresamente la conexión, actos de autonomía, como precisamente
sin embargo, lo más habitual es que el ocurre en el caso de la coligación nego-
nexo provocador de efectos que integra cial, donde la pluralidad de negocios en-
el contenido de los contratos autónomos tre ellos coligados se encuentra orientada
coligados es tácito, es decir, que no se a la obtención de un resultado unitario
ha expresado en el reglamento, por lo que no representa la suma de las causas
que la detección de la interconexión se singulares involucradas en el diseño
convierte en un problema de interpreta- constructivo, sino la unidad formal de
ción y, ese punto de interés común es la la operación económica querida por las
finalidad económica global u operación partes”55.
económica unitaria, la cual se detectará La causa, es el criterio jurídicamente
en muchos casos, a partir de una inter- relevante, nos dice el profesor Morales,
pretación contextual de la agrupación, para determinar los efectos jurídicos
echando mano de la idea moderna de la de los contratos conexos, en virtud del
causa en concreto. principio de unidad estructural que
Advierte Roppo que el intérprete define el negocio jurídico (y el contrato
tiene una tarea más ardua frente a en particular) como una totalidad autó-
contratos que no explicitan su propia noma de relaciones internas, en la que
vinculación, y que ello se constituye no hay término o elemento suelto, pues
en un asunto litigioso, dado que uno cada uno de ellos está en relación con
la niega porque le favorece y el otro otro o en relación con la totalidad que
la invoca por la misma razón; todo lo lo constituye56.
cual plantea la interrogante sobre si un
contrato, de por sí inmune de vicios,
puede ser tocado y arrastrado por la in-
validez o la ineficacia que afecta al otro 54 Roppo, Vincenzo, El contrato, cit., pp. 365-366.
55 Gabrielli, Enrico, “La operación económica
en la teoría general del contrato”, cit., p. 29.
53 Gabrielli, Enrico, “La operación económica en 56 Morales Hervias, Rómulo, Contribución a la
la teoría general del contrato”, cit., pp. 23-24. teoría de los contratos conexos, cit., p. 134.
Civil Contratos
10. Breve reseña de los contratos coliga- Es valioso el aporte del profesor Ró-
dos en la doctrina peruana mulo Morales63, quien conjuntamente
La coligación contractual ha sido es- con Walter Vásquez64, le han dedicado
tudiada desde mediados del siglo pasado las principales páginas a este esfuerzo.
en los modelos jurídicos italiano y francés, Este último autor, ha desarrollado en una
pero es en las últimas décadas que se vie- tesis del año 2012, la doctrina que aborda
ne afianzando su reconocimiento como este fenómeno en pos de su construcción
fenómeno y esbozando las ideas para una dogmática.
construcción dogmática. Desde ahí hasta Como podemos advertir, para quie-
ahora, este fenómeno “se encuentra reco- nes se han ocupado del tema, este fenó-
gido en cualquier manual de obligaciones meno de la coligación contractual tiene
y contratos, donde se estudia en relación justificación jurídica a través de la causa
con los contratos atípicos o con la causa en concreto, pero esta como requisito
como elemento del contrato”60. de validez no se encuentra expresamente
En el Perú, sin embargo, como lo ha inserta en nuestra legislación, lo cual no
anotado Vásquez, pese a que su forma
de contratación no es distinta a la de los 63 Además del trabajo citado en líneas anteriores,
otros países donde sí se reconoce este fe- consultar también del mismo autor: Contratos
coligados, en estudios sobre la teoría general del
nómeno y rige también el paradigma del contrato, Lima, Griley, 2006, p. 343 y ss.
mercado, no puede negarse su presencia 64 Consultar también del mismo autor: Vásquez,
en la práctica contractual cotidiana. Sería Walter, “Los Financiamientos Trilaterales en el
un error hacerlo61. marco de las operaciones de crédito al consu-
mo y la Teoría de la Coligación Contractual”,
Nuestro principal contractualista, el Revista de Derecho Administrativo, Año 5, N.º
profesor De la Puente y Lavalle62, solo lo 10, Parte 2, Lima; Vásquez, Walter, “Los con-
tratos coligados en fraude a la ley. Con especial
había descrito en pocas líneas a propósito referencia al modelo jurídico italiano”, Centro
de su clasificación de los contratos, con- de Investigación, Capacitación y Asesoría Jurí-
siderándolo como contrato complejo. dica de la PUCP, Lima, 2013. Disponible en:
http://goo.gl/TmUKYp; Vásquez, Walter,
“La (visible) presencia de los contratos coliga-
dos en el sistema jurídico peruano”, en: Revista
Jurídica del Perú, t. 140, 2012, pp. 158-173.
60 Lopez Frias, Ana, Los contratos conexos. Estudio Disponible en: http://goo.gl/q1Yy2Q. Otros
de supuestos concretos y ensayo de una construcción que han escrito sobre el tema: León Untiveros,
doctrinal, cit., p. 29. Miguel A., “La tarjeta de crédito. Coligación de
61 Vásquez Rebaza, Walter, “Contratos coligados contratos y medios de pago”, en Revista jurídica
e ineficacia negocial. Hacia una construcción de Cajamarca, N.° 14, año V, 2004, p. 3 (de la
teórica de la coligación contractual concreta y versión digital), disponible a través del web-site:
de sus perfiles patológicos”, cit., p, 81. http://goo.gl/NFRTcC; Cieza Mora, Jairo,
62 De La Puente y Lavalle, Manuel, El contrato “Los contratos coligados, la cláusula penal y el
en general. Comentarios a la sección primera del argumento contra proferentem a raíz de un caso
libro VII del Código Civil, Palestra, Lima, 2007, judicializado”, en Gaceta Civil & Procesal Civil,
T. I, pp. 171 y ss. N.º 8, 2014.
Civil Contratos
5. Para resolver el problema que supone 8. Debido a que la forma de contrata-
la ajenidad del tercero, se llamará a ción en el Perú no es distinta a la de
las partes definidas conforme el cri- los otros países donde sí se reconoce
terio clásico del Código Civil, partes este fenómeno de la coligación nego-
contratantes, y a las que resultan por cial y nos rige también el paradigma
efecto de la interconexión existente del mercado, no puede negarse su
entre los contratos, partes asimiladas. presencia en nuestra práctica con-
De tal manera que la regla ha de ser la tractual. Resta solo su reconocimien-
relatividad o la conexión surgida de to jurisprudencial y legal.
la voluntad de las partes y la excepción
la conexión “aristocrática” (aquella 12. Referencias bibliográficas
estimada por los jueces en el caso Álvarez Martines, Georgina, Los grupos de
concreto). contratos en el crédito al consumo, La Ley, La
Coruña, 2008.
6. Cuando la operación económica es
Catalan, Marcos y Rahde Gerchmann,
realizada por los privados necesaria- Suzana, “Un contrato: Doscientos años
mente a través de una pluralidad de de historicidad”, en Ius Et Veritas, N.° 49,
contratos estructuralmente autóno- Año 2014.
mos pero conexos, en el sentido de Cieza Mora, Jairo, “Los contratos coligados, la
que los destinos de uno influencian cláusula penal y el argumento contra profe-
rentem a raíz de un caso judicializado”, en
los destinos del otro en términos de Gaceta Civil & Procesal Civil, N.º 8, 2014.
validez y eficacia, se dice que estamos Ciuro Caldani, Miguel Ángel, Los contratos
ante una “operación económica conexos. En la filosofía del derecho y el derecho
compleja” u operación económica internacional privado, Fundación para las
global, la cual es el resultado del con- Investigaciones Jurídicas, Rosario, 1999.
junto conformado por los diversos Coleman, Jules, Riesgo y daños, Trad. de Diego
M. Papayannis, Marcial Pons, Madrid,
contratos coligados. 2010.
7. Como es habitual que el nexo De La Puente y Lavalle, Manuel, El contrato
provocador de efectos que integra en general. Comentarios a la sección primera
el contenido de los contratos autó- del libro VII del Código Civil, t. I, Palestra,
Lima, 2007.
nomos coligados es tácito (no se ha
De Trazegnies Granda, Fernando, “El Dere-
expresado en el reglamento), su de- cho Civil ante la Postmodernidad”, Revista
tección se convierte en un problema Derecho, N.° 45, 1991.
de interpretación que será resuelto, Díez-Picaso y Ponce De Leon, Luis, “Contrato
a través de la idea moderna de la y libertad contractual”, en: Themis, Revista
de Derecho, N.° 49, 2004.
causa en concreto, la cual permitirá
Franzoni, Massimo, “El debate actual sobre el
explicar y regular la complejidad negocio jurídico en Italia”, en Ius Et Veritas,
objetiva de los actos de autonomía N.° 48, Año 2014.
orientados a la obtención del resul- Frustagli, Sandra Analía, disponible en http://
tado unitario. goo.gl/EHvkJo.
Civil Contratos
Contenido
CONSULTA
El comprador de un inmueble no debe asumir los gastos de conservación ordinarios cuando
no recibió el bien
CONSULTA
Un suscriptor nos informa que hace unos meses celebró con un
familiar suyo un contrato de compraventa de un predio. En este se
estipuló que la entrega de llaves del inmueble se efectuaría dentro de
los tres meses siguientes, contados desde la celebración del contrato.
Cuando faltaban unas semanas para la entrega del inmueble, sin em-
bargo, recibió una carta notarial del vendedor en la que se le informó
que se haría la entrega de las llaves siempre que se reembolsen los
gastos de conservación del bien por él efectuados. Como conceptos
a reembolsar se señalaron, entre otros: servicio de limpieza, trabajos
de pintura, refacción del inmueble y reparación del pozo tierra pro-
ducido por una rotura de tubería central. Se tomó como sustento
normativo lo regulado en el artículo 1141 del Código Civil, que
atribuye los gastos de conservación al propietario, quien según lo
dispuesto en el artículo 949, sería ya nuestro suscriptor. Preocupado,
este comunica la intención de pagar solo los gastos relativos con el
deterioro de la estructura del bien, a lo que el vendedor le contestó
que no cabe distinguir los tipos de gastos donde la ley no lo hace.
Por todo lo comentado, se nos consulta si deben reembolsarse los
conceptos referidos por el vendedor.
Civil Contratos
distinciones donde la ley no la hace), es En ese sentido, dado que las mejoras
necesario recordar que las normas jurídi- necesarias son las que tienen por objeto
cas no deben ser interpretadas aisladamen- impedir la destrucción o deterioro del
te6, sino que deben leerse con los demás bien, el gasto realizado por ellas consti-
dispositivos normativos en el sistema tuiría claramente un gasto de conserva-
jurídico (interpretación sistemática). ción extraordinario. Por tanto, de una
Así, debemos señalar que el artículo lectura sistemática de los artículos 1141 y
917 señala que el poseedor tiene derecho 917, los gastos de conservación a los que
al valor actual de las mejoras necesarias y se refiere el primer artículo citado deben
útiles que existan al tiempo de la restitu- entenderse como aquellos que impidan
ción. Dado que la norma hace referencia la pérdida total o deterioro del bien, es
a la posesión, independientemente del decir, los extraordinarios.
título que la haya concedido (com- De esta manera, somos de la opinión
praventa, arrendamiento, comodato, que nuestro suscriptor solo debe pagar
usufructo, etc.), resulta perfectamente los gastos de conservación extraordina-
aplicable al caso materia de consulta. Asi- rios efectuados por el vendedor, como
mismo, de una interpretación a contrario sería, remitiéndonos a lo expuesto por
del mismo dispositivo, todo aquello que el mismo, el gasto por la reparación del
no constituya mejoras necesarias y útiles pozo tierra producido por la rotura de la
deberá ser asumido por el poseedor (in- tubería central.
mediato), es decir, no será reembolsable
por el propietario. Fundamento legal:
Código Civil: artículos 917, 949, 1013,
6 En el mismo sentido: Espinoza Espinoza, Juan, 1141, 1682, 1735 inciso 4, y 1738,
Introducción al derecho privado, 4.a ed., Instituto
Pacífico, Lima, 2015, p. 291. inciso 4.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
Casación N.° 486-
2014-Lima
Plazo de ejercicio del retracto (art.
1597 CC) se computa desde la ins-
cripción de la transferencia y no desde
su presentación a registros
TEXTO DE LA CASACIÓN
Civil Contratos
chos del inmueble materia de controversia realizadas por otros copropietarios con los
demandados. -Segundo.- Que, Lima Ingeniería y Construcción Sociedad Anónima Ce-
rrada mediante escrito de folios ciento once, contesta la demanda señalando que la de-
mandante conoció de la transferencia de acciones y derechos desde el treinta y uno de
agosto de dos mil once; precisando que maliciosamente la demandante pretende susten-
tar el plazo de interposición de demanda en la presunción establecida en los artículos
1597 y 2012 del Código Civil (oponible después de un año de la inscripción. Indica que
conforme a lo establecido por el artículo 1597 del Código Civil, si el retrayante se entera
de la venta por otros medios distinto al previsto en el artículo 1596 del Código Civil, el
plazo es desde dicho conocimiento. La fecha que precisa como conocimiento de la de-
mandante se sustenta en el hecho que los Registros Públicos le emitió copia literal de la
Partida número 11085197, siendo que dicha partida fue presentada en el proceso de re-
tracto iniciado por la demandante (Expediente número 14754-2011). - Tercero.- Que,
por Resolución número cuatro de fecha veinticinco de mayo de dos mil doce de folios
ciento treinta y dos se declaró rebeldes a los codemandados Guillermo Óscar De Vettori
Gonzáles, Claudio Sosa Casaverde y Ambrosia Huayhua Flores, asimismo declara sanea-
do el proceso. - Cuarto.- Que, el juez de la causa (Décimo Quinto Juzgado Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima expide sentencia (Resolución número trece) de fecha
trece de mayo de dos mil trece, de folios trescientos veintiocho, declarando improcedente
la demanda, sustentando su decisión en lo siguiente: a) En relación al plazo previsto en
los artículos 1596, 1597 y 2012 del Código Civil determina que: a.1 Con regla general,
se establece un plazo de treinta días desde la comunicación de fecha cierta o la última
publicación correspondiente, a.2. En caso que el retrayente se entere de la transferencia
por medios distintos a la comunicación o la publicación, el plazo antes señalado se cuen-
ta a partir de dicho conocimiento, a.3. En este último caso, la presunción del artículo
2012 del Código Civil solo puede oponerse al retrayente un año después de la inscripción
de la transferencia, por lo que el plazo de treinta días se cuenta a partir de la culminación
de tal año. Ello quiere decir que retrayente estará protegido por un lapso de un año contra
la aplicación del artículo 2012 del Código Civil, presunción que se asumirá sin admitir
prueba en contrario que conoció de la transferencia; b) El plazo previsto en el artículo
1597 del Código Civil es inalterable en los tres supuestos antes mencionados, compután-
dose desde la comunicación o de la última publicación, después del conocimiento por
otro medio, y después de transcurrido el año de la inscripción registral; c) Si el retrayante
toma conocimiento por otros medios de la transferencia, cuenta con treinta días a partir
de tal evento para interponer su demanda, aun cuando medie la inscripción registral de
la transferencia; d) La protección al retrayante para no aplicar presunción del artículo
2012 del Código Civil se explica en el supuesto que durante ese año no exista ni comu-
nicación o publicación, ni tampoco toma conocimiento por otros medios. (Ratio legis de
la norma); e) Si durante el plazo de un año (artículo 2012 del Código Civil) el retrayente
toma conocimiento de la transferencia por medio distinto a la comunicación o publica-
ción, entonces el plazo de treinta días se aplica y se cuenta desde dicha circunstancia; f)
La demandante seguida ante el Trigésimo Jugado Civil de Lima, en el Expediente núme-
ro 14754-2011, (proceso seguido contra los mismos demandados), en su escrito de fecha
uno de setiembre de dos mil once (folio doscientos cuarenta y seis) acompañó copia lite-
ral de la Partida Electrónica número 11085197 correspondiente al bien materia de litis.
Civil Contratos
1 Artículo 2º del Texto Único Ordenado del Reglamento General de los Registros Públicos: Conclusión
del procedimiento: El procedimiento registral termina con: La inscripción.
2 Artículo V del Título Preliminar del Texto Único Ordenado del Reglamento General de los Registros
Públicos: Principio de Legalidad: Los registradores califican la legalidad del título, en cuya virtud se
acto y la verificación de los obstáculos que pudieran emanar de las partidas regístrales. La
presunción esgrimida en el artículo 2012 del Código Civil y que se precisa en el texto del
artículo 1597, no puede ser entendida desde la presentación del título a los Registros
Públicos, como erróneamente interpreta la Sala Superior, por cuanto, en dicho momento
el título presentado aún no había sido calificado por el registrador, siendo que la oposi-
ción frente a terceros de una inscripción solo es válida cuando se haya culminado favora-
blemente el procedimiento registral para el titular y, de esta forma, quede inscrito en los
Registros Públicos el título correspondiente. Debe señalarse que el artículo IX del Título
Preliminar del Texto Único Ordenado del Reglamento General de los Registros Públicos,
norma a través de la cual la Sala Superior sustenta su decisión, no resulta aplicable al
presente caso, por cuanto el Principio de Prioridad Preferente surte sus efectos cuando
ante una Partida Registral han sido presentados, en la misma fecha, títulos para proceder
a su inscripción, estableciéndose como preferencia para su inscripción a aquél que haya
sido presentado en primer término, determinándose un orden de prelación en el tiempo
de presentación. - Sétimo.- Que, habiéndose absuelto la causal formulada por la recu-
rrente en su recurso de apelación, esta Sala Suprema considera pertinente establecer si
dicha errónea interpretación afecta directamente la decisión adoptada en la sentencia de
vista, esto es, la improcedencia de la demanda al haber devenido la caducidad del derecho
de retracto invocado; para lo cual debe procederse al análisis de los supuestos esgrimidos
en las normas relativas al derecho de retracto y en cuál de ellos se encuentra el caso mate-
ria de autos. - Octavo.- Que, en relación al Retracto, el ordenamiento jurídico establece,
como regla general, en el artículo 1596 del Código Civil que el plazo de caducidad que
ostentan los titulares de dicho derecho para poder ejercerlo, es de treinta días, los mismos
que serán computados desde la comunicación de fecha cierta a la persona que goza de este
derecho. Sumado a ello, precisa que ante la falta de conocimiento de domicilio conocido
de los titulares, puede hacerse la comunicación mediante publicaciones, siendo que en
este caso, el plazo se cuenta desde el día siguiente al de la última publicación.- Noveno.-
Que, asimismo, ante la falta de comunicación de fecha cierta o publicación, el artículo
1597 del Código Civil establece que el plazo de treinta días se computa desde que el titu-
lar del derecho de retracto conoce de la transferencia por cualquier medio distinto. No
obstante, la mencionada norma establece un segundo supuesto, el cual estriba en el hecho
que el titular del derecho de retracto no hubiese tomado conocimiento de la transferencia
por medio alguno. En este caso, el plazo de treinta días se computará vencido un año
desde la inscripción de la transferencia, teniéndose en consideración que durante ese año
el titular no tomó conocimiento por medio alguno de la misma; resultando aplicable solo
para este supuesto, la presunción contenida en el artículo 2012 del Código Civil. Debe
señalarse para aplicar la presunción establecida, no debe existir prueba en contrario, es
decir, que exista medio probatorio que acredite que el titular del derecho de retracto tomó
conocimiento a través de cualquier medio de la transferencia que pretende subrogarse. -
Décimo.- Que, en el caso materia de autos, resulta pertinente determinar en cuál de los
dos supuestos del artículo 1597 del Código Civil –respecto al plazo de caducidad- se
Civil Contratos
encuentra, para lo cual resulta oportuno determinar cuándo la recurrente tomó conoci-
miento de la transferencia realizada entre los demandados respecto del inmueble sub litis.
- Décimo Primero.- Que, a folio diecisiete, obra la Partida Registral número 11085197
en la cual corre inscrita la Compraventa de Acciones y Derechos del inmueble ubicado en
Avenida Salamanca número ciento sesenta y ciento setenta, Urbanización El Rosario,
Distrito de San Isidro, Provincia y Departamento de Lima, transferencia que fuese suscri-
ta entre los demandados. Al respecto, atendiendo a los argumentos de defensa esgrimidos
por la demandada Lima Ingeniería y Construcción Sociedad Anónima Cerrada (contes-
tación de folios ciento once) y de la copia certificada del escrito corriente de folios dos-
cientos cuarenta y seis, se determina que la demandante tomó conocimiento de la trans-
ferencia entre los demandados cuando la misma -en proceso similar (Expediente número
14754-2011)- presentó ante el Juez del Trigésimo Juzgado Especializado en lo Civil de
Lima, la Partida Registral antes mencionada, esto es, la Partida Registral número
11085197, presentación y conocimiento que la recurrente reconoce a través de lo expues-
to en su escrito de alegatos de folios doscientos (octavo párrafo del numeral 2.2.2).- Dé-
cimo Segundo.- Que, de lo expuesto, resulta aplicable al presente caso el primer supuesto
previsto en el artículo 1597 del Código Civil, esto es, que si bien la recurrente no tomó
conocimiento a través de comunicación de fecha cierta o publicación, cierto es que la
misma tomó conocimiento por medio diferente, esto es, a través de la expedición por
parte de Registros Públicos de la copia literal de la Partida Registral número 11085197,
la misma que fuese presentada al órgano jurisdiccional con fecha uno de setiembre de dos
mil once. En este sentido, el plazo de caducidad se produjo con fecha uno de octubre de
dos mil once y, habiendo la demandante hecho valer su derecho de retracto con fecha dos
de noviembre de dos mil once, la demanda interpuesta devino en improcedente al carecer
de interés para obrar. En este sentido, esta Sala Suprema coincide con el fallo dispuesto
por las instancias de mérito al concluir que la demandante carece de interés para obrar por
concurrir el plazo de caducidad y, por tanto, deviene en improcedente su demanda. - Dé-
cimo Tercero.- Que, en tal virtud y del análisis de la sentencia recurrida así como del
estudio de la presente causa esta Sala Suprema concluye que la sentencia de vista si bien
realiza una interpretación inadecuada del artículo 1597 del Código Civil, la misma que
debe ser corregida en su motivación atendiendo a lo expuesto en el sexto considerando,
el recurso de casación deviene en infundado, toda vez que la decisión adoptada por la Sala
Superior es compartida por este Colegiado, en cuanto respecta a que la demanda inter-
puesta deviene en improcedente por haber operado el plazo de caducidad previsto en el
artículo antes mencionado, conforme a los fundamentos vertidos en la presente resolu-
ción.- Por las consideraciones expuestas y en aplicación del artículo 397 del Código Pro-
cesal Civil, declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Pilar Fer-
nández Escajadillo de folios cuatrocientos ochenta y tres; en consecuencia, NO
CASARON la sentencia de vista (Resolución número cinco - II) de fecha veinticuatro de
octubre de dos mil trece, de folios cuatrocientos treinta y uno, expedida por la Tercera
Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima; y consecuentemente, corrigiéndose la
motivación de la sentencia de vista, respecto al segundo supuesto del artículo 1597 del
Código Civil, debe entenderse que el término “inscripción” corresponde a la exposición
a terceros del título que fuese presentado ante los Registros Públicos, siendo que el asien-
to de presentación constituye el acto que da origen al procedimiento registral, el mismo
que culmina con la inscripción del título, acogiéndose la Sala al artículo 22 último párrafo
de la Ley Orgánica del Poder Judicial en cuanto permite la variación de criterio con
relación a resoluciones suscritas anteriormente; DISPUSIERON la publicación de la pre-
sente resolución en el Diario Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por
Pilar Fernández Escajadillo contra Urbano Flores Quihue y otros, sobre Retracto; y los
devolvieron. Ponente Señor Miranda Molina, Juez Supremo.
SS. TELLO GILARDI, VALCÁRCEL SALDAÑA, CABELLO MATAMALA, MI-
RANDA MOLINA, CALDERÓN PUERTAS
EL VOTO SINGULAR DEL SEÑOR JUEZ SUPREMO CALDERÓN PUERTAS,
ES COMO SIGUE: Coincido con la parte resolutiva del voto de mis colegas, pero no
con las considerativas, conforme expongo a continuación: -CONSIDERANDO: -Pri-
mero.- El artículo 1597 del Código Civil establece un plazo especial para la interposición
del retracto. Dicho enunciado normativo se encuentra dividido en dos partes: en la pri-
mera de ellas señala que cuando la transferencia se conozca por medio distinto al señalado
en el artículo 1596 del referido código (comunicación de fecha cierta) que señala que el
plazo se cuenta a partir de tal conocimiento; en la segunda parte de la referida norma,
refiere que si el bien está inscrito la presunción del artículo 2012 del código civil solo es
oponible un año después de la transferencia.-Segundo.- En el presente caso, la discusión
gira en torno al supuesto contenido en el punto 3 del considerando segundo. Así la Sala
Superior señala que dicho plazo es, en realidad de 1 año y 30 días contados a partir del
asiento de presentación de la compraventa, mientras que la recurrente considera que ese
plazo es de 1 año y 30 días contado a partir de la inscripción de la compraventa.-Tercero.-
Estimo que los dos supuestos son errados. En efecto, pues en todos los casos el plazo
para el retracto vence a los 30 días del conocimiento de la transferencia. Lo único que las
normas hacen es modificar el momento del cómputo. Así: Cómputo del plazo normal:
A partir de la comunicación de fecha cierta (artículo 1596, primer párrafo, del Código
Civil). Cómputo del plazo cuando se desconoce el domicilio: Contados a partir del día
siguiente de la última publicación (artículo 1596, segundo párrafo, del Código Civil).
Cómputo del plazo especial con transferencia no inscrita.- A partir del conocimiento
por cualquier otro medio (artículo 1597, primera parte, del Código Civil). Cómputo
del plazo especial con transferencia inscrita sin conocimiento de esta.- Vencido un año
desde la inscripción (artículo 1597, segunda parte, del Código Civil). Cómputo del plazo
especial con transferencia inscrita con conocimiento de esta.- A partir del conocimiento
de la inscripción (artículo 1597, primera parte, del Código Civil). Cuarto.- En efecto,
cuando el artículo 1597 del Código Civil menciona al artículo 2012 del mismo cuerpo
legal, solo lo hace para indicar que la presunción absoluta, mediante la cual se presume
que todos tienen conocimiento de la inscripción registral, no es oponible sino dentro de
un año. En buena cuenta, lo que hace es suspender los efectos de dicho dispositivo por
el referido plazo, luego de lo cual la presunción recupera plena eficacia y, en tal virtud,
como nuevamente se presume sin admitir prueba en contrario que todas las personas
tienen conocimiento de las inscripciones registrales, es que el plazo para formular el re-
tracto empieza a computarse, venciendo indefectiblemente a los 30 días. -Quinto.- Sin
embargo, lo que la norma suspende es la presunción de conocimiento de la inscripción
Civil Contratos
registral; nada más. Tal hecho es distinto al conocimiento de la transferencia del bien,
que es lo que importa para establecer el cómputo en el caso del retracto. De forma tal, que
aún estando inscrita la transferencia, si la parte retrayente se entera por cualquier medio
que se ha realizado la compraventa en la cual quiere subrogar al comprador, empieza a
computarse inevitablemente el plazo de 30 días para interponer el retracto respectivo. -En
esas circunstancias, la parte adquirente podrá demostrar -con cualquier medio probatorio
o con los sucedáneos del caso- el conocimiento de la transferencia, siendo que de lo único
que no se puede valer (por lo menos durante un año de la inscripción) es de la presunción
establecida en el artículo 2012 del Código Civil. Sexto.- Siendo ello así, considero, por
los motivos que expongo, que la casación resulta infundada y que no se ha vulnerado el
artículo 1597 del Código Civil.- Por tales fundamentos, MI VOTO es porque se declare:
INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por Pilar Fernández Escajadillo de
folios cuatrocientos ochenta y tres; en consecuencia, NO SE CASE la sentencia de vista
(Resolución número cinco - II) de fecha veinticuatro de octubre de dos mil trece, de
folios cuatrocientos treinta y uno, expedida por la Tercera Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima; y consecuentemente, corrigiéndose la motivación de la sentencia de
vista, respecto al segundo supuesto del artículo 1597 del Código Civil, debe entenderse
que el término “inscripción” corresponde a la exposición a terceros del título que fuese
presentado ante los Registros Públicos, siendo que el asiento de presentación constituye
el acto que da origen al procedimiento registral, el mismo que culmina con la inscripción
del título, acogiéndose la Sala al artículo 22 último párrafo de la Ley Orgánica del Poder
Judicial en cuanto permite la variación de criterio con relación a resoluciones suscritas
anteriormente; SE DISPONGA la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial El Peruano, bajo responsabilidad; en los seguidos por Pilar Fernández Escajadillo
contra Urbano Flores Quihue y otros, sobre Retracto; y se devuelva. S. CALDERÓN
PUERTAS
RESPONSABILIDAD CIVIL
Actualidad
Área
Civil Responsabilidad
Responsabilidad Civil Civil
Contenido
Héctor Augusto Campos García: Breves apuntes sobre el acto generador
de responsabilidad civil derivado de la actuación de resoluciones cautelares. A
DOCTRINA PRÁCTICA 164
propósito del Proyecto de Ley N.° 2377-2012-CR que modifica el artículo 621
del Código Procesal Civil
Nos preguntan y CONSULTA: ¿El monto de la penalidad pagada por un comerciante debe ser reparado
contestamos
184
por el proveedor que causó el incumplimiento?
Reseña de Adelantamiento imprudente que lleva al despiste a otro vehículo rompe para este
jurisprudencia
187
el nexo de causalidad (Casación N.º 2069-2013 Lima)
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
* Abogado por la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP). Candidato a Magíster con mención en Derecho Civil
y Comercial por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudios de Especialización a nivel de posgrado en
Contratos y Daños por la Universidad de Salamanca (España). Profesor de Instituciones del Derecho Privado II en la
PUCP. Profesor de Seminario de Derecho Civil en la UPC. Abogado del área de Prevención y Solución de Conflictos
en materia Civil y Comercial del Estudio Linares Abogados.
** Debo agradecer los valiosos comentarios de José Gabriel Rivera, Gilberto Mendoza Del Maestro, y Renzo Saavedra
Velazco, todos ellos, profesores de la Maestría en Derecho Civil en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Sin
embargo, cualquier yerro es imputable al autor
[S]i no hay claridad en cuanto a los 27 Denunciado en sus correctos términos por
criterios de imputación aplicables, Martins-Costa, Judith y Mariana, Souza
Pargendler,“Usos e abusos da função punitiva
si no conocemos qué daños serán (punitive damages e o Directo brasileiro)” en
resarcidos y bajo qué alcances, en- CEJ, N° 28, jan./mar, Brasilia, 2005, p. 16.
tonces, no es razonable postular 28 Veramendi Flores, Erick, “Restricción a la
una regulación que simplemente tutela jurisdiccional efectiva e indemnización
repita la regulación vigente. por ejecución de medida cautelar innecesaria o
maliciosa”, en Actualidad Jurídica, Tomo 203,
Octubre, 2010, p. 71, quien refiere a los mismos
ordenamientos procesales que el Proyecto; y,
Mendoza Del Valle, Alessandra, “Medidas
26 Sacco, Rodolfo, Introduzione al diritto compa- cautelares trabadas indebidamente”, en Revista
rato, V edizione, UTET, Torino, 1992, p. 17, Jurídica del Perú, N° 127, Setiembre, 2011, pp.
señalaba de manera muy clara que, el simple 290-291, quien evoca las normas respectivas
conocimiento de un sistema extranjero o de del Código Procesal Civil y Comercial de la
varios sistemas extranjeros no puede confundirse Nación de Argentina y el Código Procesal Civil
con la comparación. Y es que: “La comparación de Panamá.
presupone, evidentemente, el reconocimiento 29 Ley de Enjuiciamiento Español. Artículo 730.
(accertamento) que existe una pluralidad de Momentos para solicitar las medidas cautelares.
modelos jurídicos, pero ello va más allá de “[…] 2. Podrán también solicitarse medidas
este simple reconocimiento. Si la comparación cautelares antes de la demanda si quien en ese
dirige su atención respecto de estos múltiples momento las pide alega y acredita razones de
modeles, lo hace para establecer en qué medida urgencia o necesidad.
los modelos son idénticos, y en qué medida son En este caso, las medidas que se hubieran acor-
diferentes. En términos más simples, […] la dado quedaran sin efecto si la demanda no se
comparación consiste en ponderar las diferencias presente ante el mimo (sic) Tribunal que conoció
que existen entre una multiplicidad de modelos de la solicitud de aquellas en los veinte días
jurídicos” (p. 11). De forma gráfica se precisa siguientes a su adopción. El Secretario Judicial,
lo siguiente: “La diferencia entre un políglota de oficio, acordará mediante decreto que se
y un lingüística puede ayudar a comprender la alcen o revóquenlos actos de cumplimiento que
diferencia que existe entre un comparatista y un hubieran sido realizado, condenará al solicitante
simple conocedor de diversos sistemas jurídicos. en las costas y declarará que es responsable de los
El políglota conoce muchas lenguas, pero no daños y perjuicios que haya producido el sujeto
sabe mesurar las diferencias, ni cuantificarlas, respecto del cual se adoptaron las medidas […]”.
cosa que, todas, el lingüista sabe hacer. Así el 30 Ley de Enjuiciamiento Español. Artículo 745.
comparatista posee un conjunto de nociones y Alzamiento de las medidas tras sentencia ab-
de datos pertenecientes a diversos sistemas jurí- soluta firme. “Firme una sentencia absolutoria,
dicos, y sabe además ponerlos a confrontación, sea en el fondo o en la instancia, se alzarán de
ponderando las diferencias o semejanzas” (nota oficio por el Secretario Judicial todas las medidas
al pie 34. p. 17). cautelares adoptadas y se procederá conforme a
Contenido
CONSULTA
¿El monto de la penalidad pagada por un comerciante debe ser reparado por el proveedor
que causó el incumplimiento?
CONSULTA
El representante de una empresa proveedora de prendas de vestir nos
comenta que debido a que su proveedora de telas incurrió en incum-
plimiento tardío, tuvo que efectivizar un pago de S/. 50 000.00 como
penalidad frente a otra empresa distribuidora de ropa, con la que se
encontraba vinculada a través de un contrato de compraventa. Ante
ello, nos consulta si cabe exigir a la proveedora de telas, a título de
resarcimiento, el monto total de la cláusula penal efectuada.
La presente consulta tiene como ob- nar que la cláusula penal pactada entre
jeto determinar si la empresa proveedora la proveedora de prendas de vestir y la
de telas (en adelante, deudora) debe re- distribuidora de ropa no le es exigible a
sarcir, por incumplimiento contractual, la proveedora de telas.
a la proveedora de prendas de vestir (en Cabe además precisar que la respues-
adelante, acreedora) el monto de la pena- ta a la consulta dependerá, esencialmente
lidad pagada a la empresa distribuidora si el daño sufrido por la proveedora de
de ropa. En cifras, se busca determinar prendas de vestir era previsible por la
si la empresa proveedora de telas debe proveedora de telas y, particularmente, si
pagar los S/. 50,000 que la empresa el agente dañoso actuó con dolo, culpa
proveedora de prendas de vestir gastó en inexcusable o culpa leve.
concepto de daño emergente.
Esto es así por aplicación del artículo
Al respecto, conviene aclarar que, en 1329 y el último párrafo del artículo
aplicación del artículo 1363 del Código 1321 del Código Civil. El primero señala
Civil, los contratos solo producen efecto que “se presume que la inejecución de la
entre las partes que los otorgan y sus obligación, o su cumplimiento parcial,
herederos. Esto es lo que se conoce en tardío o defectuoso, obedece a culpa leve
doctrina como el principio de relatividad del deudor”. El segundo señala que “si la
de los contratos. Así, con relación a la inejecución o el cumplimiento parcial,
consulta realizada, es menester mencio- tardío o defectuoso de la obligación,
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
Casación N.º 2069-
2013-Lima
Adelantamiento imprudente de un
vehículo que lleva al despiste a otro rompe
para este el nexo de causalidad
TEXTO DE LA CASACIÓN
saneado el proceso por existir una relación jurídica procesal válida entre las partes. 2.7.).-
Puntos Controvertidos. A fojas trescientos ochenta y tres, en el acta de la Audiencia de
saneamiento y conciliación de la misma data, se fijó como punto controvertido: A) De-
terminar si en el caso materia de autos se configura o no la responsabilidad civil de los
demandados y denunciado civil en perjuicio de la demandante, estableciendo en este
sentido si concurren o no los presupuestos de imputabilidad, daño causado, antijurici-
dad, relación de causalidad y factor de atribución. B) De asumirse criterio positivo res-
pecto al primer punto se determinará si las empresas demandadas y el denunciado civil
deben pagar solidariamente a la demandante la suma de cincuenta mil dólares americanos
(US $ 50 000 00), más intereses legales por concepto de indemnización por responsabi-
lidad extracontractual que comprende el daño emergente, a la persona, moral y lucro
cesante. Etapa Decisoria e Impugnativa 2.8.).- Sentencia de Primera Instancia.- El Juez
del Décimo Sétimo Juzgado Especializado en lo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, expidió la sentencia contenida en la resolución (fojas setecientos sesenta), del die-
cinueve de marzo de dos mil doce, mediante la cual declaró fundada en parte la demanda
interpuesta por María Dolores Orihuela Arrieta, sobre indemnización de daños y perjui-
cios; en consecuencia, ordenó que las demandadas Empresas de Transporte Transmar SA.
y Lobato SAC., así como el denunciado civil (litisconsorte necesario pasivo) Braulio
Eduardo Adarmes García, paguen en forma solidaria la suma de ochenta y seis mil tres-
cientos nuevos soles (S/. 86 300 00), más intereses legales que correrán desde la fecha en
que se produjo el daño, conforme al último párrafo del artículo 1985 del Código Civil.
Pues el Juez consideró: A) Que, estamos ante una indemnización por responsabilidad
extracontractual, es decir, se trata de un supuesto de responsabilidad extracontractual y de
responsabilidad objetiva por riesgo. B) La relación de causalidad se obtiene del atestado y
se encuentra debidamente acreditada, los choferes y los propietarios de los vehículos de-
ben responder por la indemnización reclamada. C) El Informe técnico policial y atestado
resultan determinantes para establecer responsabilidad de la Empresa de Transportes Ex-
preso Lobato SAC, toda vez que el vehículo de propiedad de la Empresa de Transportes
Expreso Lobato SAC ocasionó el accidente. D) No existe fractura de nexo causal respecto
a la Empresa de Transportes Transmar SA. porque en accidentes el adelantar vehículos en
carreteras son situaciones propias de conducir un vehículo en carretera –responsabilidad
objetiva-. E) Respecto al daño, precisa: 1) Existe daño emergente por gastos que se requie-
ren cubrir para cirugía reconstructiva, treinta mil nuevos soles (S/. 30 000.00). 2) Por
lucro cesante: ingreso diario de setenta nuevos soles (S/. 70 00) dejado de percibir por tres
meses que estuvo internada equivale a seis mil trescientos nuevos soles (S/. 6 300). 3)
Respecto al evidente daño a la persona psicosomático treinta mil nuevos soles (S/. 30
000.00. 4) En cuanto al daño moral: veinte mil nuevos soles (S/. 20 000.00). F) Final-
mente, el Juez, señala que el litisconsorte también se encuentra obligado al pago de la
indemnización. 2.9.).- Recurso de Apelación. La demandada Empresa de Transportes
Transmar SA. el dos de abril de dos mil doce, interpuso recurso de apelación (fojas sete-
cientos ochenta y tres), mediante el cual alega: 1) Que no se ha tenido en cuenta que la
responsabilidad de la Empresa de Transportes Expreso Lobato SAC. ya ha sido determi-
nada en el proceso de responsabilidad civil seguida entre los demandados (expediente
11020 - 2005). 2) Solicita la nulidad de la sentencia. 2.10.).- Recurso de Apelación. La
demandada Empresa de Transportes Expreso Lobato SAC., mediante su Abogado y apo-
derado, el diez de abril de dos mil doce, interpuso recurso de apelación (fojas setecientos
noventa y dos), a través del cual aduce: 1) Que la demandante no ha acreditado haber
sufrido daño emergente. 2) No se verifica daño a la persona y no existe valoración de los
daños. 3) La investigación penal para determinar responsabilidad de la Empresa de Trans-
portes Expreso Lobato SAC., se ha teñido de una serie de irregularidades, como la desa-
parición de las muestras de pintura, lo que ocasionó denuncia contra el Capitán Eduardo
Percy Bustamante Peñafiel. 4) No se ha tenido en cuenta solicitudes de abandono de
proceso porque se encontró paralizado más de cuatro meses. Pluralidad de la Instancia.
2.11.).- Sentencia de Revisión. Los Jueces Superiores de la Sétima Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, expidieron la sentencia de segunda instancia, (fojas ocho-
cientos treinta y ocho), del veinticinco de enero de dos mil trece, que confirmó la senten-
cia apelada, comprendida en la resolución (fojas setecientos sesenta), del diecinueve de
marzo de dos mil doce, que declaró fundada en parte la demanda, y ordenó que las de-
mandadas empresas de Transporte Transmar SA. y Lobato SAC. y Braulio Eduardo Adar-
mes García, paguen en forma solidaria la suma de ochenta y seis mil trescientos nuevos
soles (S/. 86.300), más intereses legales que correrán desde la fecha en que se produjo el
daño, conforme al último párrafo del artículo 1985 del Código Civil; con costas y costos
del proceso. Pues la Sala Superior, revisó que: A) La demanda de indemnización por da-
ños y perjuicios presentada por la Empresa de Transportes Transmar SA. contra la Empre-
sa de Transportes Expreso Lobato SAC. únicamente fue por la reparación de vehículo si-
niestrado, pero los hechos que se discuten en la presente demanda están relacionados con
el daño ocasionado a la demandante y son distintos a los hechos discutidos en el proceso
tramitado en el Vigésimo Tercer Juzgado Civil de Lima, referidos a los daños ocasionados
al vehículo de la Empresa de Transportes Transmar SA. En consecuencia no existe pro-
nunciamiento judicial con autoridad de cosa juzgada. B) Es evidente que para la recupe-
ración de la demandante se requerirá efectuar gastos conforme se advierte del informe
médico y no es verdad que se haya otorgado algo distinto a lo demandado porque la de-
mandante solicitó el pago de indemnización por daño emergente, lucro cesante, daño a
la persona y daño moral. Etapa Extraordinaria – Procedimiento Casatorio. 3.- Causales
por las que se Declaró Procedente el Recurso de Casación: Que, el recurso de casación
interpuesto por la demandada Empresa de Transportes Transmar SA, representada por
su apoderada Victoria Lopez Tacuri (fojas ochocientos setenta y tres), mediante el auto
calificatorio del nueve de setiembre de dos mil trece (fojas cincuenta del cuaderno de ca-
sación), se declaró procedente, por la primera causal del artículo 386 del Código Procesal
Civil, en la cual se denunció Infracción normativa del artículo 1972 del Código Civil.
4.- Materia Jurídica en Debate. Que, la materia jurídica en debate radica en determinar
si la recurrente tiene o no responsabilidad en el accidente ocurrido el veintiséis de abril de
dos mil trece, puesto que la casacionista alega que el daño ocasionado a la demandante
fue hecho determinante de tercero. 5.- Fundamentos Jurídicos de este Supremo Tribu-
nal de Casación. Primero.- Que, al momento de calificar el recurso de casación se ha
declarado la procedencia por la causal de infracción normativa por vicios in iudicando
como fundamentación de la denuncia y, ahora, al atender sus efectos, es menester realizar,
el estudio y análisis de la causal referida a infracciones materiales (de acuerdo al orden
precisado en la presente resolución y conforme al recurso interpuesto). Asimismo, con-
forme a lo dispuesto en el inciso 4 del artículo 388 del Código Procesal Civil, modificado
por Ley número 29364, que requiere: “[...] indicar si el pedido casatorio es anulatorio o
revocatorio. Si fuese anulatorio, se precisará si es total o parcial, y si es este último, se indicará
hasta dónde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se precisará en qué debe consistir
la actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos pedidos, deberá entenderse el anulatorio
como principal y el revocatorio como subordinado.”; la casacionista indicó que su pedido
casatorio es revocatorio; por consiguiente, esta Suprema Sala Civil, se pronunciara respec-
to a la infracción normativa material. Segundo.- Que, existe infracción normativa cuan-
do la resolución impugnada padece de anomalía, exceso, error o vicio de derecho en el
razonamiento judicial decisorio, lógica – jurídica (ratio decidendi), en el que incurrió el
juzgador, perjudicial para la resolución de la controversia y nocivo para el sistema jurídi-
co, que se debe subsanar mediante las funciones del recurso de casación. Tercero.- Que,
respecto a la procedencia del recurso de casación por la causal de: Infracción normativa
del artículo 1972 del Código Civil; alega que no se encuentra obligada a la reparación
porque el daño ocasionado a la demandante fue consecuencia de hecho determinante de
tercero, ya que el accidente de tránsito se produjo por responsabilidad del ómnibus de
propiedad de la Empresa de Transportes Expreso Lobato S.A.C. esto es, un tercero ajeno.
Cuarto.- Que, para analizar la infracción normativa de la norma aludida, veamos el con-
tenido de sus disposiciones y su pertinencia, así tenemos, que en cuanto a la “Irresponsa-
bilidad por caso fortuito o fuerza mayor” el artículo 1972 del referido Código, sanciona
que “En los casos del artículo 1970, el autor no está obligado a la reparación cuando el daño
fue consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor, de hecho determinante de tercero o de la
imprudencia de quien padece el daño.”. Quinto.- Que, para subsumir la denuncia prece-
dente se debe tener presente que la Corte Suprema ha establecido que: “[...] Los elementos
constitutivos de la responsabilidad civil [...] son: a) el daño, que constituye la lesión de un
interés legítimamente tutelado y las consecuencias negativas del mismo; b) la ilicitud (antiju-
ridicidad) referida a la verificación de la (referida) lesión a un interés legítimamente tutelado
y sus consecuencias negativas, han contravenido una norma de carácter imperativo, el orden
público o las buenas costumbres; c) la relación causal que es el nexo entre el hecho generador
del daño y la lesión a un interés legítimamente tutelado, así como sus consecuencias negativas
(aludidas); y, por último, d) el criterio de imputación o factor de atribución que es el supuesto
que justifica el atribuir responsabilidad civil al sujeto [...]”1; la Corte Suprema también, ha
sancionado que: “[...] El artículo 1970 del Código Civil determina que aquél que mediante
un bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa causa un
daño a otro, esta obligado a repararlo. [...] Que, el referido artículo consagra el supuesto de la
responsabilidad por riesgo, que puede darse en los casos de utilización de cosas riesgosas o acti-
vidades peligrosas [...]”2. Finalmente, la Corte Suprema ha determinado que: “[...] El artí-
culo 1970 del Código Civil regula la responsabilidad objetiva, establece que aquél que me-
diante un bien riesgoso o peligroso o por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa,
causa un daño a otro, está obligado a repararlo. [...] Que, en el caso de la responsabilidad
objetiva concurren los elementos de la responsabilidad consistentes en: la ilicitud (antijuridici-
dad) o la infracción del deber de no dañar; la relación de causalidad, en la cual el artículo
1985 del Código Civil prevé que debe existir una relación de causalidad adecuada entre el
hecho y el daño producido; el daño que comprende el daño emergente, el lucro cesante, el daño
1 Casación 599 – 2006 – Puno, 03 de octubre de 2006, Sala Civil Permanente - Corte Suprema.
2 Casación 4381 – 2007 – Piura, 29 de febrero de 2008, Sala Civil Permanente – Corte Suprema.
a la persona y el daño moral; y, el factor de atribución, que en el caso de este tipo de responsa-
bilidad está constituido por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa o del uso de un
bien de ese tipo, no requiriendo en este caso que concurran el dolo o la culpa [...]”3. Sexto.-
Que, se verifica y controla que el Juzgado y la Sala Superior, determinaron que se está ante
un supuesto de indemnización por responsabilidad extracontractual y de responsabilidad
objetiva por riesgo; en ese sentido, en el proceso, está acreditado que los daños ocasiona-
dos a la demandante derivan de un accidente de tránsito, específicamente de la actividad
peligrosa o riesgosa, consistente en conducir los ómnibus de transporte público interpro-
vincial, con placas de rodaje UQ-7113 (de la empresa Transmar - recurrente) y VE-1178
(empresa Lobato), por consiguiente aplicaron la responsabilidad civil objetiva normada
en el artículo 1970 del Código Civil, asimismo los órganos jurisdiccionales reforzaron su
fundamentación jurídica, con el mandato legal del artículo 29 de la Ley General de Trans-
porte y Tránsito Terrestre – Ley 27818, que dispone: “La responsabilidad civil derivada
de los accidentes de tránsito causados por vehículos automotores es objetiva, de confor-
midad con lo establecido por el Código Civil.”. Lo cual es correcto. Sétimo.- Que, tanto
el Juez como la Sala Superior comparten que: con el Informe técnico policial y atestado
se establece responsabilidad de la Empresa de Transportes Expreso Lobato SAC., toda vez
que el vehículo de propiedad de la Empresa de Transportes Expreso Lobato SAC ocasionó
el accidente. Y que no existiría fractura de nexo causal respecto a la Empresa de Transpor-
tes Transmar SA, porque en accidentes de tránsito el adelantar vehículos en carreteras son
situaciones propias de conducir un vehículo en carretera –responsabilidad objetiva-. Pero
la controversia se genera cuando la casante denuncia que no tiene responsabilidad en el
accidente de tránsito, pues alega que el suceso fue consecuencia de hecho determinante
de tercero, ya que la Empresa de Transportes Expreso Lobato SAC. ocasionó el accidente;
cuya consecuencia, precisa, es la inexistencia de la relación de causalidad entre hecho y el
daño producido por parte de la casacionista. Octavo.- Que, respecto a la relación de cau-
salidad, es decir, la fractura del nexo causal que comprende el caso fortuito o de fuerza
mayor, el hecho determinante de tercero o la imprudencia de quien padece el daño; se
controla, que los órganos jurisdiccionales han determinado que en el daño sufrido por la
demandante y el hecho que lo produjo, no existe controversia, ya que la demandante ha
expuesto que el daño sufrido, objeto de indemnización, ha sido a consecuencia del acci-
dente de tránsito ocasionado por las dos empresas demandadas, esto es, las Empresas de
Transportes Expreso Lobato SAC. y Transmar SA. y esta última, ahora casacionista, seña-
la que no tiene responsabilidad debido a la fractura del nexo causal, ya que el referido
accidente de tránsito, se debió a un hecho determinante de tercero, lo cual, aduce, lo
exime de la responsabilidad civil por lo previsto en el artículo 1972 del Código Civil.
Noveno.- Que, para subsumir la denuncia del recurrente, se tiene que conforme al Ates-
tado Policial número 09-03-DIVPRO-M-CH-CSM-SIAT y el Atestado Ampliatorio
número 10-03-DIVPRO-M-CH-CSM-SIAT (fojas cuatro a veintitrés y ochenta y uno a
ciento cuatro), así como del croquis (fojas veinticinco y ciento diez): “A.) La UT-1 (VE-
1178) era desplazada por su conductor por la carretera central altura del kilometro 88.800
procedente de la localidad de Mazamari transportando pasajeros con destino a la ciudad
de Lima, ocupando inicialmente el sendero de oeste en sentido de norte a sur. B.) La
UT-2 (UQ-7113) era desplazada por su conductor por la carretera central altura del kilo-
3 Casación 4299 – 2006 - Arequipa, 03 de setiembre de 2007, Sala Civil Permanente – Corte Suprema.
hecho de un tercero y iv) hecho de la propia víctima; por tanto constituye un mecanismo
jurídico para establecer que no existe responsabilidad civil a cargo del ómnibus UT-2 de
la causa inicial, precisamente por haber sido el daño, consecuencia del autor de la causa
ajena UT-1, la misma que está acreditada. Demostrada la fractura o ruptura del nexo
causal, implica la exoneración de la responsabilidad civil, así resulta de lo dispuesto en el
artículo 1972 del Código Civil, cuando hace la salvedad que no hay obligación de reparar
el daño, cuando este fue consecuencia, entre otros, de hecho determinante de tercero UT-
1, como en el presente caso el accidente de tránsito fue hecho determinante de la manio-
bra de la codemandada Lobato SAC. Por lo que la denuncia de la infracción normativa
del literal a), debe ser estimada y produce su fundabilidad. Décimo Tercero.- Que, por
consiguiente, la denuncia casatoria del acápite a), debe ser amparada al haberse incurrido
en la infracción normativa que denuncia, afecta la tramitación del proceso y/o los actos
procesales que lo componen, toda vez que conforme se ha expuesto, se verifica la infrac-
ción normativa que afecta el debido proceso, lo cual debe ser superado, y así cumplir con
garantizar el derecho al debido proceso. 6.- Decisión en Casación: a) Por estos funda-
mentos: Declararon FUNDADO el recurso de casación interpuesto por la codemandada
Empresa de Transportes Transmar SA, representada por su apoderada Victoria López
Tacuri (fojas ochocientos sesenta y tres), en el extremo denunciado; en consecuencia
CASARON la sentencia impugnada, (fojas ochocientos treinta y ocho) del veinticinco de
enero de dos mil trece, que pronunció la Sétima Sala Civil de la Corte Superior de Justicia
de Lima. b) Actuando en sede de instancia: I) REVOCARON la sentencia de primera
instancia apelada, (fojas setecientos sesenta), del diecinueve de marzo de dos mil doce,
que declaró fundada en parte la demanda, interpuesta por María Dolores Orihuela Arrie-
ta, sobre indemnización de daños y perjuicios; en consecuencia, ordenó que las deman-
dadas Empresas de Transporte Transmar SA. y Lobato SAC. así como el denunciado civil
(litisconsorte necesario pasivo) Braulio Eduardo Adarmes García, paguen en forma soli-
daria la suma de ochenta y seis mil trescientos nuevos soles (S/. 86 300), más intereses
legales que correrán desde la fecha en que se produjo el daño, conforme al último párrafo
del artículo 1985 del Código Civil. Y II) REFORMÁNDOLA declararon FUNDADA
en parte la demanda, respecto de la empresa de Transportes Lobato SAC., en consecuen-
cia, ordenaron que la mencionada Empresa de Transporte Lobato SAC., así como el de-
nunciado civil (litisconsorte necesario pasivo) Braulio Eduardo Adarmes García, paguen
en forma solidaria la suma de ochenta y seis mil trescientos nuevos soles (S/. 86 300.00),
más intereses legales que se contabilizaran desde la fecha en que se produjo el daño, con-
forme al último párrafo del artículo 1985 del Código Civil; con costas y costos del pro-
ceso; e INFUNDADA la demanda respecto de la Empresa de Transporte Transmar SA.
c) DISPUSIERON se publique la presente resolución en el diario oficial El Peruano, bajo
responsabilidad; en los seguidos por María Dolores Orihuela Arrieta contra las empresas
de Transporte Transmar SA. y Lobato SAC. y Braulio Eduardo Adarmes García, sobre
indemnización por daños y perjuicios; y los devolvieron. Interviene como ponente la
Jueza Suprema señora Estrella Cama.
SS. ALMENARA BRYSON, TELLO GILARDI, ESTRELLA CAMA, RODRÍGUEZ
CHÁVEZ, CALDERÓN PUERTAS