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EL ADMINISTRADOR PÚBLICO
Y LA FUNCIÓN DIRECTIVA
Cápsula 2.
El Servicio Civil y su marco normativo
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II. El ADMINISTRADOR PÚBLICO Y LA FUNCIÓN DIRECTIVA
De acuerdo con la definición aportada por Francisco Longo, el servicio civil es un "Sistema de articulación del empleo público
mediante el que determinados países garantizan, con enfoques, sistemas e instrumentos diversos, ciertos
elementos básicos para la existencia de administraciones públicas profesionales".1
Jorge Mario Andrino Grotewold, en su obra "Servicio civil en Guatemala",
nos amplía lo anterior, citando la definición de función pública, de acurdo con
lo establecido por el Comité Jurídico Interamericano de la OEA, que la
describe de la forma siguiente: "toda actividad temporal o
permanente, remunerada u honoraria, realizada por una
persona natural en nombre del Estado o al servicio de este o de
sus entidades, cualquiera de los niveles jerárquicos."2
De esa cuenta, en Guatemala, encontramos regulado el sistema del Servicio Civil con génesis normativa en la Constitución Política de la
Republica, posteriormente desarrolla en legislación ordinaria y reglamentaria.
PODER PÚBLICO
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II. El ADMINISTRADOR PÚBLICO Y LA FUNCIÓN DIRECTIVA
PODER PÚBLICO
EJECUTIVO JUDICIAL
PODER PÚBLICO
EJECUTIVO LEGISLATIVO
Artículo 210.- Ley de Servicio Civil del Organismo Judicial. Las relaciones
laborales de los funcionarios y empleados del Organismo Judicial, se
normarán por su Ley de Servicios Civil. Los jueces y magistrados no podrán
ser separados, suspendidos, trasladados ni jubilados, sino por alguna de las
causas y con las garantías previstas en la ley.
PODER PÚBLICO
EJECUTIVO LEGISLATIVO
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II. El ADMINISTRADOR PÚBLICO Y LA FUNCIÓN DIRECTIVA
"La primera referencia del Sistema de Servicio Civil Guatemalteco se encuentra en la Constitución de la República de 1945, en donde se
consigna que su objetivo es el de regular la relación del Estado y sus empleados. Sin embargo, hasta 1956 se aprueba el Estatuto
Provisional de los Trabajadores del Estado-Decreto Presidencial No. 584 del 29 de febrero de 1956, el cual contenía una serie de normas
para regular el sistema técnico administrativo del sector público. El 1 de mayo de 1957, se establece el Departamento Nacional de
Personal, del cual dependían 26 oficinas de personal de distintos Ministerios de Estado y en 1958 este Departamento fue sustituido por el
Departamento de Servicio Civil, creado para elaborar los estudios necesarios para la adopción de un plan de clasificación de puestos.
En 1965, se consigna en la Constitución de la República, el mandato de que en un plazo de dos años, a partir de su vigencia, debía
emitirse la Ley de Servicio Civil con el propósito de garantizar la eficiencia de la función pública y la dignificación del trabajador. La Ley
fue emitida el 2 de mayo de 1968 (Decreto No. 1748 del Congreso de la República, la que entró en vigencia el 1 de enero de 1969).
La Ley de Servicio Civil contempla los fundamentos y principios filosóficos del sistema, las normas básicas y estructura técnico-
administrativa para su operación, designando a la Oficina Nacional de Servicio Civil -ONSEC- como ente responsable de velar por su
adecuada aplicación.
La actual Constitución Política de República (en vigor desde el 14 de enero de 1986) respetó e incluso amplió los derechos de los
trabajadores, al incluir en su texto lo referente a los Trabajadores del Estado, ratificando que la Ley de Servicio Civil es la que rige las
relaciones entre los servidores públicos y el Estado, excepto en los casos de aquellas instituciones que posean su propio régimen de
personal.
Las relaciones laborales están reguladas por el Código de Trabajo Decreto 14-41 del Congreso de la República y los Tribunales de
Trabajo. El Código de trabajo regula las relaciones laborales en los sectores públicos y privados. Los Magistrados de los Tribunales de
Trabajo son nombrados por la Corte Suprema de Justicia y son contratados por un plazo indefinido para atender disputas laborales. Los
laudos o decisiones de arbitraje pueden apelarse a los tribunales y en último caso a la Corte Suprema de Justicia, o para en asuntos de
procedimiento a la Corte de Constitucionalidad.“3
3 Roca Ruano, Carolina. El servicio civil en Guatemala: elementos para su reforma. Ponencia presentada en el VIII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Panamá,
2003. Pág. 2. Recuperado de: http://bdspublico.lim.ilo.org/Guatemala/El%20servicio%20civil%20en%20Guatemala.pdf
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Por su parte Jorge Mario Andrino Grotewold, en la obra que hemos hecho referencia, nos amplía lo
siguiente respecto de la normativa en que se regula lo relativo al servicio civil guatemalteco,
indicando lo siguiente:
"La Constitución Política de la República regula de forma diversa el sistema de servicio civil, equivocándose en su génesis, al orientar la
función pública con la separación de los Organismos de Estado y la autonomía municipal. Esto permite que cada entidad cuente con una
norma regulatoria de los recursos humanos de forma independiente en las entidades descentralizadas, haciendo que en su entorno cuente
con múltiples sistemas, haciéndolo complicado de regular.
De tal forma que la Constitución -nótese que no es posible hacer cambios mediante normas ordinarias de estos preceptos- establece
inicialmente que el Organismo Ejecutivo regirá sus relaciones por la Ley de Servicio Civil (artículo 108). En cuanto al Organismo Legislativo,
le otorga la facultad de nombramiento y administración de su recurso humano en sus atribuciones específicas (artículo 170, inciso "b"),
indicándole que será una ley la que disponga de los regímenes de clasificación, sueldos y despidos, entre otras. También al Organismo
Judicial le faculta similar posición en el artículo 210 constitucional, que debe crearse una Ley específica para la regulación de empleados
judiciales, dejando a salvo las acciones de jueces y magistrados, lo que obligó eventualmente a crear otra ley distinta -la Ley de la
Carrera Judicial-, como si estos fueran distintos a los empleados judiciales. Finalmente, para continuar con la lógica que los constituyentes
siguieron en la asignación independiente y autónoma de sus recursos humanos, otorgaron en el artículo 262 la obligación de aprobar una
Ley de Servicio Municipal, que pretendía agrupar a los empleados municipales nombrados, y establecerles un régimen propio y distinto."
"A este grupo de cuatro normas se suma el complemento del artículo 108 indicado, que permite contar con sistemas paralelos de servicio
civil, en aquellas entidades autónomas y descentralizadas que lo deseen, y de esa forma evitar, se presume, una intervención directa del
Presidente o de otros organismos del Estado." 4
No obstante lo anterior, Andrino nos refiere que vulnerando lo establecido en el artículo 108 constitucional dos entidades centralizadas
cuentan con un régimen de servicio propio. Lo cual según apunta, ha sido defendido bajo el precepto laboral de ser derechos adquiridos.
Las entidades centralizadas que cuentan con sus propios regímenes son: a) El Ministerio de la Defensa Nacional, que agrupa a los
miembros del ejército. El asidero legal del régimen del ejercito se encuentra en la Ley Constitutiva del Ejercito de Guatemala. El ejercito
también tiene su normativa específica respecto a su régimen de seguridad social y de clases pasivas así como de salud y asistencia social;
y b) El Ministerio de Educación, que agrupa a los maestros a nivel nacional. En este caso la excepción encuentra su fundamento en el
artículo 85 de la Ley del Servicio Civil. Encontrando además lo que denomina como excepción del sistema del servicio civil, dentro de la
cual menciona a la Carrera Diplomática a través de la Ley del Servicio Diplomático, indicando que en el caso de Guatemala es muy poco
su cumplimiento.
4 Andrino Grotewold, Jorge Mario. Servicio civil en Guatemala. Serviprensa. Guatemala, 2016. Pág. 23 y 24.
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