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EL DON DE PROFECÍA
Hemos visto que hay nueve dones o manifestaciones del Espíritu que se suelen dividir en tres
grupos diferentes:
Dones de Revelación:
Los dones de revelación revelan algo, nos muestran algo, por eso representan los ojos.
- Palabra de sabiduría
Revelación dada por el Espíritu Santo de los propósitos y planes de Dios para el futuro.
- Discernimiento de espíritus
Habilidad de percibir, reconocer o ver la presencia y manifestación de espíritus.
Dones de Poder:
Los dones de Poder llevan a cabo algo y representan las manos.
- Don de fe
3. EL DON DE PROFECÍA 1
Capacidad sobrenatural para creer que Dios hará lo imposible. Por medio de este don recibimos
milagros.
- Hacer milagros
Capacidad sobrenatural para movernos en lo sobrenatural. Por medio de este don ejecutamos
milagros.
- Dones de sanidades
Capacidad sobrenatural para impartir sanidad a otras personas.
Dones de Expresión:
Los dones de expresión dicen algo por eso representan la boca.
- Don de lenguas
Expresión inspirada por el Espíritu Santo en un idioma desconocido. El mensaje está dirigido a la
Iglesia. Este es el único don que no aparece en el Antiguo Testamento.
- Don de profecía
Expresión inspirada por el Espíritu Santo para edificación, exhortación y consolación.
3. EL DON DE PROFECÍA 2
Los dones del Espíritu de Dios se reciben de una forma gratuita y es el Espíritu Santo el que
inicia la manifestación de los dones.
Las habilidades del espíritu humano nos vienen con el crecimiento y la madurez en el Señor.
Estas habilidades son iniciadas por el espíritu humano.
No todos tenemos el don de fe, pero todos tenemos que tener fe (habilidad del espíritu humano).
No todos tenemos el don de palabra de sabiduría pero todos debemos tener sabiduría espiritual
(Stg. 1:5).
No todos tenemos el don de palabra de conocimiento, pero todos debemos tener conocimiento
espiritual.
No todos tenemos el don de discernimiento de espíritus, pero todos tenemos que tener
discernimiento espiritual.
No todos tenemos los dones de sanidades pero todos podemos imponer manos y orar por
sanidad.
Cuando profetizamos podemos dar un salmo, podemos tener una revelación, podemos tener una
interpretación . . .
3. EL DON DE PROFECÍA 3
I Corintios 14:26
Edificación implica construir o edificar una casa, exhortación implica animar estando al lado de la
persona y consolación implica recibir fortaleza y ayuda en nuestra debilidad.
Necesitamos ser edificados, ser exhortados y ser consolados, es interesante lo que el pueblo de
Israel hacía antes de ir a la batalla, llamaba al sacerdote para ser edificado, exhortado y
fortalecido.
Cundo se profetiza se produce una impartición espiritual en la vida de la persona que recibe la
profecía. Para edificar se necesita materiales, a través de la profecía estamos dando esos
materiales para que la vida de la persona sea edificada.
La exhortación implica que Dios nos anima porque está con nosotros, la profecía trae la
presencia de Dios a nuestras vidas.
Consolar implica que hay algo en nuestra vida que no está bien, hay algunas carencias en
nuestras vidas, hay defectos en nosotros, pero Dios nos da gracia para que estemos completos
en El.
“La mano del Señor vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu del
Señor, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de
huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y
he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por
cierto secos en gran manera. Y me dijo: Hijo de hombre,
¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor YHVH, tú lo sabes. Me
dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos
secos, oíd palabra del Señor. Así ha dicho YHVH el Señor a
estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y
viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre
vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros
espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor.
3. EL DON DE PROFECÍA 4
Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido
mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se
juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones
sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de
ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al
espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho
YHVH el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla
sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había
mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron
sobre sus pies; un ejército grande en extremo. Me dijo luego:
Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He
aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció
nuestra esperanza, y somos del todo destruidos. Por tanto,
profetiza, y diles: Así ha dicho YHVH el Señor: He aquí yo abro
vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras
sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. Y sabréis que yo soy
el Señor, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de
vuestras sepulturas, pueblo mío. Y pondré mi Espíritu en
vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y
sabréis que yo el Señor hablé, y lo hice, dice el Señor.”
Ezequiel 37:1-14
Es interesante que la primera vez que profetizó los huesos tenían que tener un cuerpo, esto nos
habla de edificación, cuerpos tuvieron que ser edificados para cubrir todos esos huesos. Aquí
vemos que la profecía trae edificación.
En los versículos 9 y 10 Ezequiel profetiza para que el Espíritu de Dios entrase en ellos, aquí
vemos que la profecía trae exhortación, la profecía trae el viento del Espíritu, la presencia de
Dios.
Cuando fallamos y sabemos que hemos fallado lo primero que necesitamos es sentir los brazos
de nuestro Padre Celestial alrededor de nosotros y sentir su amor incondicional y eterno. La
profecía trae consolación, nos hace sentir la gracia de Dios, su amor y su misericordia.
“Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos
a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era
uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas
doncellas que profetizaban.”
Hechos 21:8-9
Las hijas de Felipe profetizaban constantemente, es decir, impartían vida, traían la presencia de
Dios y la gracia de Dios se podía sentir. Había una atmósfera diferente donde estas mujeres se
encontraban.
3. EL DON DE PROFECÍA 5
La profecía se puede dar a través de un salmo, de una canción, de un himno, de una palabra, de
una poesía, de una acción . . .
El don de profecía fluía en la vida de David y por eso pudo escribir todos los salmos que escribió,
la mayoría no revelaban nada ni predecían el futuro, pero todos traían edificación, exhortación y
consolación.
3. EL DON DE PROFECÍA 6
Cuestionario del Taller Número 3
3. Cuando una persona puede ver un ángel ¿qué don se está manifestando en ese
instante?
4. ¿Qué quiere decir Pablo cuando afirma que los dones son manifestaciones del
Espíritu?
5. Si oramos por un enfermo y Dios lo sana al día siguiente ¿podríamos decir que
han operado los dones de sanidades en esa persona? ¿Por qué?
7. ¿Qué diferencias hay entre los dones del Espíritu y las habilidades del espíritu?
8. ¿Puede una persona ser dirigida por el don de profecía? ¿Por qué?
9. De todos los dones que hemos visto ¿Cuál es el mejor? ¿Por qué?
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