Buenos días, distinguido jurado calificador, autoridades, padres de familia, alumnos y

compañeros presentes. Mi nombre es Nayeli Molina y es un gran honor estar ante ustedes y ser
la representante de la Unidad Educativa Particular “Nazaret”. Como adolescente creo que la
familia es el punto de partida de cada individuo, sin embargo, el mundo cambia o destruye esta
perspectiva y la transforma en algo material. Actualmente también llamada como tecnología.

La televisión, internet, videojuegos, los teléfonos móviles, en definitiva, todas las pantallas
audiovisuales que nos rodean, son tecnologías que ya forman parte de nuestra vida cotidiana y
familiar, pero ¿son buenas o malas? Steve Jobs decía: la tecnología no es nada. Lo importante
es que tengas fe en la gente, que sean básicamente buenas e inteligentes, si les das
herramientas, harán cosas maravillosas con ellas.

Todo dependerá del uso o abuso que se haga de ellos, en este caso son los padres y las madres
quienes desempeñan un papel fundamental en la educación de sus hijos e hijas sobre el buen
uso de estos recursos.

Esto de la tecnología nos ha obligado a modificar destrezas y habilidades y, por tanto, el modo
de relacionarnos. Nos encontramos inmersos en un huracán tecnológico donde valores,
costumbres, ideas y pensamientos están siendo redefinidos. Todo este cambio lo está sufriendo
la familia tradicional como consecuencia del mundo digital actual.

Hemos convertido la relación entre un humano y un aparato electrónico en una competencia,

tanto así que podemos ver cientos de ejemplos. Actualmente es evidente que la mayoría de las
familias están distanciadas, con ellas preferimos conversaciones vacías antes que
conversaciones reales, llegamos, saludamos y nos enfrascamos en un aparato tecnológico, sin
tomar en cuenta nuestro alrededor. Amamos ver nuestras redes sociales llenas de felicitaciones,
pero los abrazos, buenos deseos y sentimientos sinceros, ¿dónde han quedado?

Como solución creo que como familia deberíamos reunirnos de manera frecuente y compartir
sin el uso de la tecnología, podemos cenar, realizar deporte, salir a observar la noche, charlar
sobre el día y compartir chistes son algunas actividades que ayudan a mejorar nuestra relación
familiar sin afectar nuestras obligaciones laborales, educativas y sociales.

Efectivamente, el proceso de inserción masiva de tecnologías de la información y de la

comunicación en los hogares está teniendo lugar en un contexto de profundo cambio y
redefinición de la institución familiar. Este cambio familiar resulta de la adaptación de esta
institución a una acelerada transformación de la realidad social más amplia en la que se inscribe.
Esa metamorfosis de la familia, que abarca tanto elementos de índole cuantitativa -estructura y
composición de los hogares- como cualitativa -relaciones internas de la familia-, resulta esencial
en la forma en la que las familias viven el proceso de incorporación de estas tecnologías en el
ámbito doméstico y familiar.

Finalmente creo que son los padres y madres los que tienen que poner límites sobre el uso de
la tecnología, es ella quien la debe utilizar de manera correcta y colocar medidas para lograr una
armoniosa equidad entre familia y tecnología, y así evitar consecuencias nefastas. Tenemos que
dar una mayor importancia a los momentos en conjunto que poco a poco van desapareciendo y
construyendo en nosotros un mundo solitario.