You are on page 1of 5

EL BIG BANG (STEPHEN HAWKING)

Es el modelo cosmológico predominante para los períodos conocidos más antiguos del
universo y su posterior evolución a gran escala. Afirma que el universo estaba en un
estado de muy alta densidad y luego se expandió. Si las leyes conocidas de la física se
extrapolan más allá del punto donde son válidas, encontramos una singularidad.
Mediciones modernas datan este momento aproximadamente 13 800 millones de años
atrás, que sería por tanto la edad del universo.
Después de la expansión inicial, el universo se enfrió lo suficiente para permitir la
formación de las partículas subatómicas y más tarde simples átomos. Nubes gigantes de
estos elementos primordiales se unieron más tarde debido a la gravedad, para formar
estrellas y galaxias.
A mediados del siglo XX, tres astrofísicos británicos, Stephen Hawking, George F. R. Ellis
y Roger Penrose, prestaron atención a la teoría de la relatividad y sus implicaciones
respecto a nuestras nociones del tiempo. En 1968 y 1979 publicaron artículos en que
extendieron la teoría de la relatividad general de Einstein para incluir las mediciones del
tiempo y el espacio. De acuerdo con sus cálculos, el tiempo y el espacio tuvieron un
inicio finito que corresponde al origen de la materia y la energía.
En 1929, a partir del análisis de corrimiento al rojo de las galaxias, Edwin Hubble
concluyó que las galaxias se estaban distanciando, una prueba observacional importante
consistente con la hipótesis de un universo en expansión. En 1964 se descubrió la
radiación de fondo cósmico de microondas, lo que es una prueba crucial en favor del
modelo del Big Bang.
En 1948, el físico ucraniano nacionalizado estadounidense George Gamow (1904-1968)
planteó que el universo se creó a partir de una gran explosión (big bang).
Recientemente, ingenios espaciales puestos en órbita (COBE) han conseguido "oír" los
vestigios de esta gigantesca explosión primigenia.
La teoría del Big Bang se desarrolló a partir de observaciones y avances teóricos. Por
medio de observaciones, en la década de 1910, el astrónomo estadounidense Vesto
Slipher y, después de él, Carl Wilhelm Wirtz, de Estrasburgo, determinaron que la mayor
parte de las nebulosas espirales se alejan de la Tierra; pero no llegaron a darse cuenta
de las implicaciones cosmológicas de esta observación, ni tampoco del hecho de que las
supuestas nebulosas eran en realidad galaxias exteriores a nuestra Vía Láctea.
Según el principio cosmológico, el alejamiento de las galaxias sugería que el universo
está en expansión. Esta idea originó dos hipótesis opuestas. La primera era la teoría Big
Bang de Lemaître, apoyada y desarrollada por George Gamow. La segunda posibilidad
era el modelo de la teoría del estado estacionario de Fred Hoyle, según la cual se genera
nueva materia mientras las galaxias se alejan entre sí. En este modelo, el universo es
básicamente el mismo en un momento dado en el tiempo. Durante muchos años hubo
un número de adeptos similar para cada teoría.
Con el pasar de los años, las evidencias observacionales apoyaron la idea de que el
universo evolucionó a partir de un estado denso y caliente. Desde el descubrimiento de
la radiación de fondo de microondas, en 1965, esta ha sido considerada la mejor teoría
para explicar la evolución del cosmos. Antes de finales de los años sesenta, muchos
cosmólogos pensaban que la singularidad infinitamente densa del tiempo inicial en el
modelo cosmológico de Friedman era una sobreidealización, y que el universo se
contraería antes de empezar a expandirse nuevamente. Esta es la teoría de Richard
Tolman de un universo oscilante.
En los años 1960, Stephen Hawking y otros demostraron que esta idea no era factible, y
que la singularidad es un componente esencial de la gravedad de Einstein. Esto llevó a
la mayoría de los cosmólogos a aceptar la teoría del Big Bang, según la cual el universo
que observamos se inició hace un tiempo finito.
Prácticamente todos los trabajos teóricos actuales en cosmología tratan de ampliar o
concretar aspectos de la teoría del Big Bang. Gran parte del trabajo actual en cosmología
trata de entender cómo se formaron las galaxias en el contexto del Big Bang,
comprender lo que allí ocurrió y cotejar nuevas observaciones con la teoría
fundamental.
A finales de los años 1990 y principios del siglo XXI, se lograron grandes avances en la
cosmología del Big Bang como resultado de importantes adelantos en telescopía, en
combinación con grandes cantidades de datos satelitales de COBE, el telescopio espacial
Hubble y WMAP. Estos datos han permitido a los cosmólogos calcular muchos de los
parámetros del Big Bang hasta un nuevo nivel de precisión, y han conducido al
descubrimiento inesperado de que la expansión del universo está en aceleración.
APORTES DE STEPHEN HAWKING
El trabajo de Stephen Hawking sobre los agujeros negros supuso el primer paso hacia
una teoría de la gravedad cuántica, que debería unificar la relatividad general, la teoría
de la gravitación y el espacio tiempo y la mecánica cuántica. Actualmente, las tres teorías
pueden explicar distintos aspectos del Universo, pero sus piezas no terminan de encajar.
Unirlas es el gran reto de la física teórica en la actualidad.
Hawking demostró que los agujeros negros tienen entropía y que poseen un horizonte
de sucesos, la frontera fatal a partir de la cual ni siquiera la luz puede salir. Todo, incluso
planetas como se ha podido comprobar después, acaba ahí dentro sin remedio. Además,
concluyó que deben de tener temperatura y, por lo tanto, emitir una radiación que lleva
su nombre, la radiación de Hawking. Entonces podrían evaporarse por completo y
desaparecer.
El trabajo de Hawking sobre los agujeros negros ayudó a probar la idea de que hubo una
Gran Explosión o Big Bang al principio del tiempo y el espacio, es decir el universo.
Hawking fue también uno de los grandes defensores de la teoría del Big Bang, la gran
explosión que dio comienzo al Universo hace 13.770 millones años. Con la ayuda de su
famoso colega Roger Penrose, demostró que el espacio y el tiempo tenían
necesariamente un principio dentro de la teoría de la relatividad general. Se trataba de
la singularidad original, un punto de densidad y temperatura infinitas en el que las leyes
de la física conocida no funcionan y del que surgió el cosmos entero. Sobre el Big Bang,
señaló recientemente que antes de que se produjera esa gran explosión, el tiempo
estaba contraido en medio de la «espuma cuántica» casi infinita de la singularidad,
acercándose cada vez más a la nada pero sin llegar a convertirse en nada.
Hawking también propuso que los efectos de la mecánica cuántica en el universo
temprano, justo después del Big Bang, produjeron las pequeñas oscilaciones en la
gravedad que permitieron que la materia se empezase a agregar y se formasen las
primeras estrellas y galaxias. Las observaciones de la radiación de fondo de microondas,
procedente del Universo más primigenio, han confirmado la hipótesis de Stephen
Hawking.
Además, Stephen Hawking desarrolló una teoría, conocida como ‘estado de Hartle-
Hawking’, según la cual antes del Big Bang no existían ni el tiempo ni el espacio: ambos
empezaron a existir después del Big Bang, cuando el Universo empezó a expandirse en
el espacio y el tiempo.

Hawking estudió la obra de Roger Penrose, un físico, matemático y filósofo que logró
probar como correcta la teoría de la relatividad de Einstein y estableció el concepto de
singularidad asociada a los agujeros negros. Penrose tenía la teoría de que en el centro
de un agujero negro había un punto donde el espacio y el tiempo se rompen, una
singularidad.
Hawking llevó esa teoría más lejos. si en los agujeros negros había una singularidad,
tenía que haber otra en el mismo universo, un punto de ruptura y de comienzo desde el
cual el universo se expande. Ese punto y momento cero era conocido como el Big Bang,
pero la idea no era tenida muy en cuenta porque Fred Hoyle la consideraba absurda. En
su lugar, el renombrado astrofísico pensaba que la densidad del universo nunca
cambiaba. A esa teoría se la conoce como Teoría del Espacio Estacionario.
En 1964, durante la ronda de preguntas de un charla de Hoyle en Cambridge, un joven
delgado y de apariencia frágil se levantó y expuso sus cálculos, demostrando que la
teoría de Hoyle estaba equivocada y que el universo realmente se expande. Hawking
acababa de asentar la teoría del Big Bang y de paso se había ganado la eterna enemistad
del orgulloso Hoyle.
Hawking no solo había demostrado el Big Bang. Además había señalado el camino a
seguir para aprender más sobre esta gran explosión. Había que estudiar los agujeros
negros.
El problema de los agujeros negros es que desafiaban por completo las leyes de la
termodinámica. Nada escapa al tirón gravitacional de un agujero negro, ni siquiera la
luz. La segunda ley de la termodinámica establece el principio de entropía por el que el
nivel de desorden de un sistema siempre aumenta. Toda la materia contiene entropía,
pero si los agujeros negros devoran esta matería, ¿qué sucede con la entropía? Su
propia existencia vulnera este concepto.
En los 70, Hawking trabó contacto con un físico de Princeton llamado Jacob Bekenstein
que desafió sus ideas asegurando que la segunda ley de la termodinámica también
tenía que poder aplicarse a los agujeros negros. La teoría de Bekenstein era que el
horizonte de eventos de un agujero negro (la frontera que crece cuando el agujero
negro devora materia) era precisamente el indicador de entropía del sistema.
A Hawking la teoría le pareció tan detestable que se propuso demostrar que era
incorrecta. En el camino descubrió que el que estaba equivocado era él y formuló la
que sería su siguiente gran aportación a la ciencia: la radiación de Hawking. En esencia,
lo que el físico demostró mediante cálculos es que cuando la materia llega al horizonte
de eventos de un agujero negro, se separa en partículas y antipatículas. Las primeras
desaparecen en el abismo. Las segundas irradian al exterior en una forma de radiación.
Es imposible comprobar mediante observaciones los cálculos de Hawking. El mismo
físico solía decir que esta dificultad para comprobar su teoría era lo que le había
privado del premio Nobel. No obstante, sus cálculos se tienen por correctos, al menos
hasta la fecha. Las investigaciones basadas en su legado continúan y lo harán durante
mucho tiempo.

LA FÍSICA CUÁNTICA Y LA TEORÍA DEL TODO


Hawking estaba convencido de que tenía que existir una teoría o un conjunto de
principios que fueran capaces de explicar todo el universo y conciliar la física cuántica
con la convencional. El descubrimiento de la radiación de Hawking, paradójicamente,
ahondó aún más el conflicto entre ambas porque creaba un imposible: la paradoja de
la pérdida de información.
Si los agujeros negros irradian ¿pueden llegar a agotarse y desaparecer? Más
importante aún, ¿Qué ocurre con la información cuando llega al horizonte de sucesos?
Si desaparece viola los principios de la física cuántica. Si irradia al exterior viola la
teoría de la relatividad de Einstein. Tratar de explicar esta paradoja se convirtió en el
último reto de Hawking y de los científicos que ahora siguen su trabajo dónde él lo
dejó.
https://es.wikipedia.org/wiki/Big_Bang
https://es.gizmodo.com/del-big-bang-a-la-teoria-del-todo-el-increible-legado-
1823758596
https://www.abc.es/ciencia/abci-agujeros-negros-y-bang-gran-legado-stephen-
hawking-201803141307_noticia.html
http://www.telam.com.ar/notas/201803/259680-el-big-bang-y-los-agujeros-negros-
los-grandes-aportes-de-hawking-a-la-ciencia.html
Stephen Hawking

Agujeros negros

You might also like