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José Hernández, "Elegía", 1936.

Yo quiero ser llorando el hortelano


de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas


y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.

Tanto dolor se agrupa en mi costado,


que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,


un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,


lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,


y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,


temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,


no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta


de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,


quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte


y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:


por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.

Volverás al arrullo de las rejas


de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,


y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,


llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas


del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

"Te amo por ceja"


Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y cintas
que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas precisamente
lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones cuando
se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo
lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino es
también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.

Además te quiero, y hace tiempo y frío.

Julio Cortázar

“KEEPING THINGS WHOLE”


In a field/ I am the absence/ of field./ This is/ always the case./ Wherever I am/ I am what is
missing.// When I walk/ I part the air/ and always/ the air moves in/ to fill the spaces/ where my
body’s been.// We all have reasons/ for moving./ I move/ to keep things whole.
Mark Strand, (1934-2014).

“Dejar las cosas intactas”

En un campo
yo soy la ausencia
de campo.
Esto siempre
es así.
Dondequiera que esté
soy lo que falta.

Cuando camino
parto el aire
y siempre
el aire viene
a llenar los espacios
donde ha estado mi cuerpo.
Todos tenemos razones
para movernos.
Yo me muevo
para dejar las cosas intactas.

Cuando te miro

me crece

un ejército de hormigas.

Avanza rumoroso por mis manos.

Me estira la piel.

Se anuncia, no me deja.

Desde mis piernas respiran

un aire diminuto, entrecortado.

Desde el fondo

de mi vientre

presienten la obscuridad

más húmeda

del tuyo.

Como un sol negro

las hipnotizas.

Te huelo y

mis hormigas

se trastornan,

se tambalean.

Te toco

¿o sueño que te toco?

y corren enloquecidas.

Desde el fondo

de mi sangre

apresuradas,

sueñan
que hunden sus dientes

en tu carne,

y en la mordida sienten

tu parpadeo.

Crece en el aire

la anchura palpitante

de labios largos

entre tus piernas,

enrojecidos.

Tu más bella flor

carnívora

saborea sin cesar

el paso tenaz

demorado y repetido

de todas mis hormigas.

Adentro

te descubro

hecha de hormigas negras

desquiciadas,

tan necias como las mías.

En el espejo doble

de hambre y sed

y sed y hambre

que ilusamente llamamos

nuestros cuerpos,

tus hormigas y las mías,

se topan boca a boca.

Se reconocen o se imitan,

se devoran o se extravían

confundidas
entre tantas hormigas

tan mordidas.

" marabunta " - Alberto Ruy Sánchez

“1964”, de Jorge Luis Borges


1964

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.


Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.


Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)


sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.


Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

LA VERDAD ES LA ÚNICA REALIDAD

Del otro lado de la reja está la realidad, de

este lado de la reja también está

la realidad; la única irreal

es la reja; la libertad es real aunque no se sabe bien

si pertenece al mundo de los vivos, al

mundo de los muertos, al mundo de las

fantasías o al mundo de la vigilia, al de la explotación o de la producción.


Los sueños, sueños son; los recuerdos, aquel

cuerpo, ese vaso de vino, el amor y

las flaquezas del amor, por supuesto, forman

parte de la realidad; un disparo en

la noche, en la frente de estos hermanos, de estos hijos, aquellos

gritos irreales de dolor real de los torturados en

el angelus eterno y siniestro en una brigada de policía

cualquiera

son parte de la memoria, no suponen necesariamente el presente, pero pertenecen a la

realidad. La única aparente

es la reja cuadriculando el cielo, el canto

perdido de un preso, ladrón o combatiente, la voz

fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso cubriendo la Patagonia

porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad, como

la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia

estival: son la realidad, como el coraje y la convalecencia

del miedo, ese aire que se resiste a volver después del peligro

como los designios de todo un pueblo que marcha hacia la victoria

o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a defenderse, a rescatar lo suyo, su

realidad.

Aunque parezca a veces una mentira, la única

mentira no es siquiera la traición, es

simplemente una reja que no pertenece a la realidad.

(Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973).

Francisco Urondo
Urondo nació en Santa Fe, en 1930. Murió en junio de 1976 mientras era perseguido por una patrulla
paramilitar en Mendoza. Escribió varios libros de poesía: "Historia antigua", "Breves", "Lugares", "Del otro
lado", "Adolecer", "Larga distancia". Participó del movimiento Poesía Buenos Aires, del que fue excluido
en una reedición a partir de su militancia política. Fue uno de los poetas más importantes de su
generación. Fue periodista, funcionario de la Universidad de Buenos Aires y militante montonero. Este
poema fue escrito cuando estaba detenido en la cárcel de Villa Devoto, donde realizó el reportaje a los
sobrevivientes de Trelew.

Llorar a lágrima viva, Oliverio Girondo.

Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma,
la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología,
llorando.
Festejar los cumpleaños familiares,
llorando.
Atravesar el África,
llorando.
Llorar como un cacuy,
como un cocodrilo...
si es verdad
que los cacuyes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.

Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz,
con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo,
por la boca.
Llorar de amor,
de hastío,
de alegría.
Llorar de frac,
de flato, de flacura.
Llorar improvisando,
de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

18

como un poema enterado


del silencio de las cosas
hablas para no verme

Alejandra Pizarnik

La palabra que sana

Esperando que un mundo sea desenterrado por el lenguaje, alguien canta el lugar en que
se forma el silencio. Luego comprobará que no porque se muestre furioso existe el mar, ni
tampoco el mundo. Por eso cada palabra dice lo que dice y además más y otra cosa.

Alejandra Pizarnik

Adios [Mario Benedetti]


Este adiós que te guardo
está madurando con los días
Exprimo nuestra vivencia
y no la dejo quedarse
en el pasado

No puedo avanzar contigo


por que te deseo a cada instante
y desear lo que no se puede tener
es como escribir
sin que nadie te lea
Eso seguro que lo entiendes
Te quiero pero no deseo luchar
contra el destino
Disfrutaré de vez en cuando
de tu recuerdo
que seguirá alterándome

“No decía palabras”, Luis Cernuda

No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,


remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.
Auque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.

Letra de la canción Wish you were here, de Pink Floyd, en inglés (english lyrics)

So...
So you think you can tell
Heaven from hell
Blue skys from pain
Can you tell a green field
From a cold steel rail?
A smile from a veil?
Do you think you can tell?
And did they get you to trade
Your heros for ghosts?
Hot ashes for trees?
Hot air for a cool breeze?
Cold comfort for change?
And did you exchange
A walk-on part in the war
For a lead role in a cage?
How I wish...
How I wish you were here
We're just two lost souls
Swimming in a fish bowl
Year after year
Running over the same old ground
What have we found?
The same old fears
Wish you were here

Pink Floyd - Wish you were here

Letra en español de la canción de Pink Floyd, Wish you were here (letra
traducida)

Así que...
así que te crees que puedes distinguir
el cielo del infierno.
Los cielos azules del dolor,
¿puedes distinguir un campo verde
de un frío raíl de acero?
¿Una sonrisa (que se esconde) tras un velo?
¿Crees que puedes diferenciarlos?
¿Hicieron que vendieras
tus héroes por fantasmas?
¿Cenizas calientes por árboles?
¿Aire caliente por una fría brisa?
¿Una fría comodidad por (evitar) el cambio?
¿E intercambiaste
un papel de extra en la guerra,
por un papel de protagonista dentro de una jaula?
Cómo desearía...
cómo desearía que estuvieses aquí,
somos solo dos almas perdidas,
nadando en una pecera,
año tras año,
corriendo sobre el mismo viejo suelo,
¿qué hemos encontrado?
Los mismos viejos miedos.
Desearía que estuvieses aquí.

Pink Floyd - Desearía que estuvieses aquí

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