1 diente de ajo sin el germen 1 cucharadita de sal 1 cucharadita de azúcar -en función de la acidez de los tomates- 50 ml. de aceite de oliva virgen extra. Para acompañar al plato a la hora de servir: 1 huevo cocido picado y unos taquitos finitos de jamón serrano.
Veréis que con la Thermomix es súper fácil porque queda cremoso y
sin rastro de pepitas ni de pieles del tomate sin necesidad de pelarlo. 1. Lavamos bien los tomates, los partimos a la mitad y les quitamos el pedúnculo y vamos echando a la jarra de la Thermomix. Trituramos 2 minutos, velocidad 5. 2. Bajamos los restos de tomate que hayan podido quedar en las paredes de la jarra y añadimos el diente de ajo -puedes echar alguno más si te gusta más fuerte- el aceite, la sal y el azúcar. Programamos 10 minutos, sin temperatura, velocidad 10. Sal de la cocina para no quedarte sorda YA TIENES LISTO UN SALMOREJO CREMOSO Y MÁS LIGERO QUE UNO TRADICIONAL AL REDUCIR CONSIDERABLEMENTE LA CANTIDAD DE ACEITE Y SUPRIMIR EL PAN. ZARANGOLLO 1 calabacín mediano 3 huevos aceite de oliva sal Pelamos el calabacín y retiramos los extremos. Picamos en brunoise (el cubos pequeños) Ponemos a calentar 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén y, una vez caliente, salteamos el calabacín. Con un par de minutos será suficiente para que el calabacín quede al diente si se trata de una hortaliza de tamaño medio y fresca. Si lo prefieres más blando, déjalo unos minutos más, hasta que esté a tu gusto. Ponemos a punto de sal. Añadimos los huevos a la sartén caliente y damos unas vueltas para que se cuajen y se rompan. Servimos y comemos recientito aún caliente, ¡delicioso!