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DOCUMENTOS DE ARQUEOLOGÍA MEDIEVAL 12

ARQUEOMETRÍA DE LOS
MATERIALES CERÁMICOS
DE ÉPOCA MEDIEVAL
EN ESPAÑA

Francesca Grassi
Juan Antonio Quirós Castillo (eds.)
Arqueometría
de los materiales cerámicos
de época medieval
en España

Balance crítico y perspectivas de futuro


Arqueometría
de los materiales cerámicos
de época medieval
en España

Balance crítico y perspectivas de futuro

Francesca Grassi
Juan Antonio Quirós Castillo (eds.)

Con textos de Alfonso Vigil-Escalera Guirado, Carlos Tejerizo García, Idoia Grau Sologestoa,
Begoña Hernández Beloqui, Francesc Burjachs, Francisco Javier Sanz García,
Gregorio José Marcos Contreras, María José Iriarte Chiapusso, Miguel Ángel Martín Carbajo,
Jesús Carlos Misiego Tejeda
CIP. Biblioteca Universitaria
Arqueometría de los materiales cerámicos de época medieval en España / Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Cas-
tillo (eds.). – Bilbao : Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, Argitalpen Zerbitzua = Servicio Editorial, D.L.
2018. – 278 p. : il., map. ; 30 cm. – (Documentos de Arqueología Medieval ; 12)
Textos en español, italiano e inglés.
D.L.: BI-1266-2018. — ISBN: 978-84-9082-907-3
1. Cerámica medieval. 2. Arqueología medieval – España. 3. Arqueología – Metodología. I. Grassi, Francesca, coed. II. Quirós
Castillo, Juan Antonio, coed.
902.3
904”653”(460)

Documentos de Arqueología Medieval


Esta colección de monografías tiene como fin editar estu- The aim of this collection is to edit monographs, pro-
dios, actas de encuentros, tesis o memorias de excavación en ceedings, dissertations and archaeological reports from
el campo de la Arqueología y la Historia Postclásica siguiendo Postclassical Archaeology and History, with quality crite-
criterios de calidad. Todos los textos publicados han sido re- ria. Referees, following protocols in use in the quoted jour-
visados por evaluadores externos siguiendo protocolos en uso nals, will evaluate the texts; the internationalization of the
en las revistas referenciadas. Se aceptan textos en distintos research will prevail, with publication made in different lan-
idiomas, y solamente se publicarán trabajos inéditos. El Co- guages. Only original texts will be accepted. The advisor
mité Científico está formado por los siguientes investigadores: board is made up of the following scholars:
Alberto García Porras (Universidad de Granada)
Alejandro García Sanjuán (Universidad de Huelva)
Alfonso Vigil-Escalera Guirado (Universidad del País Vasco /Euskal Herriko Unibertsitatea)
Andrew Reynolds (University College London)
Catarina Tente (Universidade Nova de Lisboa)
Giovanna Bianchi (Università degli Studi di Siena)
Helena Catarino (Universidade de Coimbra)
Helena Kirchner Granell (Universitat Autonoma de Barcelona)
Igor Santos Salazar (Università degli Studi di Trento)
Iñaki Martín Viso (Universidad de Salamanca)
Jorge Alejandro Eiroa Rodríguez (Universidad de Murcia)
José Avelino Gutiérrez González (Universidad de Oviedo)
Juan Antonio Quirós Castillo (Universidad del País Vasco /Euskal Herriko Unibertsitatea)
Juan Carlos García Armenteros (Universidad de Jaén)
Julio Escalona Monge (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid)
Margarita Fernández Mier (Universidad de León)
Olatz Villanueva Zubizarreta (Universidad de Valladolid)
Santiago Castellanos (Universidad de León)
Comité Editorial Editorial board
Juan Antonio Quirós Castillo (director); Julio Escalona Monge, Margarita Fernández Mier, Iñaki Martín Viso
Correspondencia:  dam@ehu.es

        

UPV/EHUren Argitalpen Zerbitzuaren Erdi Aroko Arkeologia dokumentuak bidumak Academic Publishing Quality
(CEA-APQ) edizio akademikoen kalitatezko zigiluaren aipua jaso du.
La colección Documentos de Arqueología Medieval del Servicio Editorial de la UPV/EHU ha sido distinguida con el
Sello de Calidad en Edición Académica - Academic Publishing Quality (CEA-APQ).

Este volumen ha sido realizado en el marco del proyecto de investigación EARMEDCASTILE financiado por la Unión Europea,
el proyecto «Agencia campesina y complejidad sociopolítica en el noroeste de la Península Ibérica en época medieval» (Ministe-
rio de Economía, Industria y Competitividad, AEI/FEDER UE HUM2016-76094-C4-2-R), la actividad del Grupo de Investigación
en Patrimonio y Paisajes Culturales / Ondare eta Kultur Paisaietan Ikerketa Taldea (IT936-16) financiado por el Gobierno Vasco
y la Unidad Asociada UPV/EHU-CSIC «Grupo de Estudios Rurales».
© Euskal Herriko Unibertsitateko Argitalpen Zerbitzua
Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

ISBN: 978-84-9082-907-3
Lege gordailua / Depósito legal:  BI - 1.266-2018
Motivo de la portada:  Cerámica altomedieval pintada en rojo del castillo de Tedeja (Trespaderne, Burgos).
Índice

Resumen, Laburpena, Abstract, Riassunto, Resumé . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9


Listado de autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Listado de figuras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Listado de tablas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Presentación, por Francesca Grassi y Juan Antonio Quirós Castillo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

  1. Arqueometría y arqueología de la cerámica medieval en España. Balance crítico y perspectivas


de futuro
Francesca Grassi (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea), Juan Antonio
Quirós Castillo (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

  2. Métodos analíticos para el estudio de materiales de patrimonio histórico y artístico


Josefina Pérez-Arantegui (Universidad de Zaragoza) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

  3. Note su l’utilizzo dei metodi archeometrici nello studio delle ceramiche


Claudio Capelli, Roberto Cabella, Michele Piazza (Università degli Studi di Genova) . . . . . . . . . . 47

  4. Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular


Judith López de Heredia (Sociedad de Ciencias Aranzadi), Miriam Cubas (BioArCh-Univer-
sidad de York, Sociedad de Ciencias Aranzadi), Manuel García Heras (Instituto de Historia,
CCHS-CSIC), Carlos Olaetxea (Servicio de Gordailua y Museos, Diputación de Gipuzkoa) . . . . 55

  5. Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia


M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido (Universidad de San-
tiago de Compostela) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79

  6. Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava: resultados para los yacimientos de


Zaballa y Zornoztegi
Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo
(Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111

  7. New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study of Northern Iberia


Francesca Grassi (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea), Cristina For­na­
celli (Università degli Studi di Siena) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
8 ÍNDICE

  8. La cerámica en la Cuenca del Duero: estudio tecnológico y arqueométrico


Inés María Centeno Cea, Olatz Villanueva Zubizarreta (Universidad de Valladolid) . . . . . . . . . . 163

  9. Cerámica, tecnología y territorio en la Cataluña medieval: balance de los estudios arqueométri-


cos y nuevos planteamientos para una aproximación interdisciplinar
Esther Travé Allepuz (Universitat de Barcelona) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179

10. Los análisis arqueométricos sobre producciones cerámicas de al-Andalus. Estado de la cues-
tión y retos para el futuro
Alberto García Porras (Universidad de Granada) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 193

11. Combinación de análisis petrográfico y químico de contenedores de agua y cerámicas vidriadas


de la Vega de Granada altomedieval (siglos vi-xii d.C.)
José C. Carvajal López (University of Sheffield), Anno Hein (Institute of Nanoscience and Na-
notechnology, N.C.S.R. «Demokritos», Grecia), Michael G. Glascock (University of Missouri),
Peter M. Day (University of Sheffield) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207

12. Vidriados, colorantes y decoraciones en cerámicas vidriadas de época islámica de la Vega de


Granada (siglos ix-xii d.C.)
Judit Molera (Universitat de Vic), José C. Carvajal López (University of Sheffield), Glòria Mo-
lina (Universitat Politècnica de Catalunya), Trinitat Pradell (Universitat Politècnica de Cata-
lunya) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223

13. Primeros resultados del proyecto «La introducción del vidriado en al-Andalus: olas tecnológi-
cas e influencias orientales», a partir de análisis arqueométricos
Elena Salinas, Trinitat Pradell (Universitat Politècnica de Catalunya) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 241

14. Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria pre-
hispánica (ss. vii-xv AD) a través de los yacimientos de San Antón y Dunas de Maspalomas
Miguel del Pino Curbelo (University of Sheffield), Alberto Bachiller Gil (Universidad de las Pal-
mas de Gran Canaria), Amelia Rodríguez Rodríguez (Universidad de las Palmas de Gran Cana-
ria), Jaume Buxeda i Garrigós (Universitat de Barcelona), José Mangas Viñuela (Universidad de
las Palmas de Gran Canaria), Peter M. Day (University of Sheffield), Ernesto Martín Rodríguez
(Universidad de las Palmas de Gran Canaria) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
Resumen
Este es el primer volumen dedicado a la arqueometría de los materiales cerámicos de época medieval
en España. El libro acoge un total de trece aportaciones precedidas de una introducción, dedicadas tanto
a aspectos metodológicos sobre el estudio arqueométrico de las cerámicas medievales, como a proyec-
tos de investigación llevados a cabo en numerosas comunidades autónomas (Galicia, País Vasco, Andalu-
cía, Canarias, Castilla y León, etc). En el origen de este volumen se encuentra un coloquio organizado en
la Universidad del País Vasco en el marco del proyecto EARMEDCASTILE financiado por la Unión Eu-
ropea. Los tres objetivos de este libro son, por un lado, presentar algunos de los principales proyectos ar-
queológicos centrados en el análisis de las cerámicas medievales en España basados en el empleo sistemá-
tico de los análisis arqueométricos. En segundo lugar, pretende impulsar una reflexión coral acerca de los
procedimientos y las metodologías empleadas en el estudio de la cerámica en el seno de equipos interdis-
ciplinares. Por último, presenta un cuadro acerca de los distintos laboratorios y equipos que operan en
España en torno a esta temática.

Laburpena
Hau Erdi Aroko zeramiken arkeometriari buruz Espainia mailan argitaratzen den lehenengo lana da.
Liburua sarrera eta hamahiru ekarpenez osatuta dago. Hauek bai Erdi Aroko zeramiken analisi arkeo-
metrikoei buruzko alderdi metodologikoak, bai hainbat autonomi erkidegotan (Galizia, Euskadi, Anda-
luzia, Kanariak, Gaztela eta Leon, e.a.) burututako proiektuak lantzen dituzte. Argitalpen honen jato-
rria Euskal Herriko Unibertsitatean ospatutako kongresua izan zen, Europar Batasunak finantzatutako
EARMEDCASTILE proiektuak sustatukoa. Liburu honen helburuak hiru dira: Alde batetik, Espainian
Erdi Aroko zeramikei buruz ikusputu arkeometriko sistematiko batetik lan egiten ari diren proiektu ar-
keologiko nagusietako batzuk aurkeztea. Bestetik, zeramiken ikerketarako lan talde interdiziplinarrek era-
biltzen dituzten prozedura eta metodologiei buruz hausnarketa kolektiboa bultzatzea. Azkenik, Espainian
gai honi buruz lan egiten duten laborategi eta talde desberdinen egoera aurkeztea.

Abstract
This is the first book entirely devoted to the archaeometric study of medieval pottery in Spain,
which includes thirteen papers and an introduction focused on methodological issues, as well as sin-
gle research projects on medieval pottery scoping different regions within Spain such as Galicia, Basque
Country, Andalusia, Canarias, Castile and Leon, etc. The origin of this monography lies in the interna-
tional conference held in Vitoria-Gasteiz (year 2016) within the framework of the EARMEDCASTILE
project, funded by the European Union. The book is aiming to, firstly, introduce some of the main ar-
chaeological projects based on the study of medieval ceramics in Spain using archaeometric approaches.
In the second place, the book intends to stimulate a discussion concerning methods and procedures ap-
plied to the analysis of medieval pottery. Finally, the volume establishes a diagnosis of current archaeo-
metric studies in Spain.
10 Resumen, laburpena, abstract, Riassunto, Resumé

Riassunto
Questo è il primo volume edito in Spagna dedicato all’archeometria dei materiali ceramici di epoca
medievale. Il libro raccoglie tredici contributi preceduti da un’introduzione; i contributi sono dedicati sia
agli aspetti metodologici dello studio archeometrico della ceramica medievale sia all’esposizione di pro-
getti di ricerca sviluppati in diverse regioni autonome (Galizia, Paese Basco, Andalusia, Canarie, Castiglia
e Leon etc.). Il volume nasce originariamente come pubblicazione degli Atti di un colloquio organizzato
dall’Università dei Paesi Baschi nell’ambito del progetto EARMEDCASTILE, finanziato dalla Comunità
Europea. I tre obiettivi del libro sono, in primo luogo presentare alcuni dei principali progetti archeolo-
gici basati sull’analisi della ceramica medievale attraverso l’impiego sistematico delle analisi archeometri-
che. In secondo luogo il libro cerca di sviluppare un’ampia riflessione sulle metodologie impiegate nello
studio della ceramica nell’ambito di gruppi di lavoro interdisciplinari. Infine, si propone un quadro dei di-
stinti laboratori e gruppi di ricerca che lavorano in Spagna nell’ambito della tematica dell’archeometria
applicata alla ceramica medievale.

Resumé
Vous avez entre vos mains le premier volume consacré à l’archéométrie des matériaux céramiques
médiévaux en Espagne. L’ouvrage recueillit un total de treize contributions, précédées d’une introduc-
tion, qui traitent soit des aspects méthodologiques de l’étude archéométrique des céramiques médiévales,
soit des projets de recherche menés dans plusieurs régions (Galice, Pays Basque, Andalousie, Îles Cana-
ries, Castille et Léon, etc.). Dans l’origine de ce volume se trouve un colloque organisé auprès de l’Uni-
versité du Pays Basque, au sein du projet EARMEDCASTILE financé par l’Union Européenne. Les trois
objectifs de ce livre sont, d’un côté, de présenter quelques-uns des principaux projets archéologiques cen-
trés sur l’étude des céramiques médiévales en Espagne, sur la base de l’emploi systématique des analyses
archéométriques. En second lieu, il entend stimuler une réflexion chorale sur les procédures et les mé-
thodologies employées dans l’étude de la céramique au sein des équipes interdisciplinaires. Finalement, il
trace un cadre des laboratoires et groupes de recherche qui opèrent en Espagne autour de cette thémati-
que.
Listado de autores

Ainhoa Alonso Olazabal (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea)


Alberto Bachiller Gil (Universidad de las Palmas de Gran Canaria)
Alberto García Porras (Universidad de Granada)
Amelia Rodríguez Rodríguez (Universidad de las Palmas de Gran Canaria)
Anno Hein (Institute of Nanoscience and Nanotechnology, N.C.S.R. «Demokritos», Grecia)
Carlos Olaetxea (Servicio de Gordailua y Museos, Diputación de Gipuzkoa
Claudio Capelli (Università degli Studi di Genova)
Cristina Fornacelli (Università degli Studi di Siena)
Ernesto Martín Rodríguez (Universidad de las Palmas de Gran Canaria)
Elena Salinas (Universitat Politecnica de Catalunya)
Esther Travé Allepuz (Universitat de Barcelona)
Francesca Grassi (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea)
Francisco Alonso Toucido (Universidad de Santiago de Compostela)
Gloria Molina (Universitat Politecnica de Catalunya)
Inés María Centeno Cea (Universidad de Valladolid)
Jaume Buxeda i Garrigós (Universitat de Barcelona)
José C. Carvajal López (University of Sheffield)
José Mangas Viñuela (Universidad de las Palmas de Gran Canaria)
Josefina Pérez-Arantegui (Universidad de Zaragoza)
Juan Antonio Quirós Castillo (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea)
Judit Molera (Universitat de Vic)
Judith López de Heredia (Sociedad de Ciencias Aranzadi)
Luis Ángel Ortega (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea)
M. Cruz Zuluaga (Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibersitatea)
M. Pilar Prieto Martínez (Universidad de Santiago de Compostela)
Manuel García Heras (Instituto de Historia, CCHS-CSIC)
Michael G. Glascock (University of Missouri)
Michele Piazza (Università degli Studi di Genova)
Miguel del Pino Curbelo (University of Sheffield)
Miriam Cubas (BioArCh-Universidad de York, Sociedad de Ciencias Aranzadi)
Olatz Villanueva Zubizarreta (Universidad de Valladolid)
Oscar Lantes Suárez (Universidad de Santiago de Compostela)
Peter M. Day (University of Sheffield)
Roberto Cabella (Università degli Studi di Genova)
Trinitat Pradell (Universitat Politecnica de Catalunya)
Listado de figuras

Figura 1.1. Principales yacimientos analizados en el volumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

Figura 2.1. Tratamiento estadístico multivariable de la composición química de pastas cerámi-


cas, mostrando el posible agrupamiento de las muestras en tres grupos, mediante:
a) Análisis de componentes principales (PCA), b) Análisis jerárquico de agrupa-
mientos (HCA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

Figura 3.1. Microfotografie in sezione sottile (Nicols incrociati, dimensioni reali 1,3 × 1 mm) . . 49
A-B: esempi di importazioni e produzioni locali (con degrassante aggiunto) di cera-
miche comuni di epoca romana rivenute a Genova (CAPELLI, MELLI, MENCHE-
LLI, 2004); sanidino e clinopirosseno (foto A) insieme ad altri componenti vulcanici
(trachite, leucite, granato melanitico) sono elementi discriminanti dell’area tirre-
nica campano-laziale; le serpentiniti (foto B) sono compatibili con la geologia locale 49
C-D: esempi di produzioni distinte di Calcitic ware tunisina di epoca tardoromana
(BONIFAY, CAPELLI, POLLA, 2005); il degrassante calcitico, macinato e aggiunto,
è sottoforma di calcite spatica da vene in rocce calcaree (foto C) o di conchiglie
di molluschi (foto D); anche se accessoria, la presenza di quarzo eolico conferma
l’origine africana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
E-F: esempi di lustri metallici medievali (senza degrassante intenzionale) di pro-
duzione locale e di importazione egiziana (da Fustat) rinvenuti a Sabra al-Man-
sûriya (CAPELLI et alii, 2011); la produzione locale si distingue per gli impasti con
inclusioni costituite essenzialmente da quarzo (eolico) e per smalti di buona qualità,
quasi privi di inclusioni; i lustri egiziani mostrano impasti ricchi di minerali vulca-
nici e metamorfici (alluvioni del Nilo) e smalti (alterati) ricchi di inclusioni relitte e
bolle; la provenienza è confermata dai confronti con scarti di fornace . . . . . . . . . . . . . 49

Figura 4.1. Mapa de las localidades citadas en el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62


Figura 4.2. A la izquierda, gráfico con las técnicas más utilizadas en el estudio de los procesos
de producción. A la derecha, las técnicas empleadas en el análisis del uso dado a la
cerámica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

Figura 5.1. Mapa de localización de los yacimientos estudiados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81


Figura 5.2. Dibujos y fotografías de la cerámica regional analizada (las vasijas de O Bordel fue-
ron dibujadas por F. Alonso Toucido y las restantes por A. Rodríguez Paz) . . . . . . . . 90
Figura 5.3. Fotografías y dibujos de la cerámica de lujo y el material constructivo analizados
(dibujos de A Pousada realizados por A. Rodríguez Paz, el resto de dibujos y fotos
por P. Prieto Martínez) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Figura 5.4. Selección de difractogramas representativos de cada grupo composicional . . . . . . . . 100
14 listado de figuras

Figura 5.5. Agrupamiento jerárquico de muestras. Grupos composicionales (de los cuerpos ce-
rámicos): G1 a G9. Los recipientes PO61, PO62 Y RF03 clasificados como recipien-
tes de lujo se agrupan en los grupos 6 y 7, correspondientes con recipientes cerá-
micos y materiales constructivos de tradición regional. Para el resto de muestras es
coherente la clasificación composicional con la clasificación tipológica . . . . . . . . . . . . 101
Figura 5.6. Micromorfologías de los vidriados analizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102

Figura 6.1. Localización geográfica de los yacimientos de Zornoztegi y Zaballa junto con la lo-
calización de los diapiros cercanos que incluyen materiales evaporíticos de edad
triásica en la provincia de Álava . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Figura 6.2. Microfotografías del tipo petrográfico 1 (TP1a) que corresponden a las variedades
arcillosas: A: aspecto de la cerámica ZAB-1, np, B: cerámica ZAB-1 con matriz fina
y escasas inclusiones cuarzo-feldespáticas, nc, C: cerámica ZAB-25 con matriz ar­
cillo­sa, np, D: cerámica ZAB-25, obsérvese las escasas inclusiones cuarzofeldespáti-
cos de la matriz, nc, E: cerámica arcillosa fina ZAB-19, np, F: cerámica ZAB-19 ar-
cillosa con mínima abundancia de inclusiones no plásticas de la matriz arcillosa, nc
(np: nícoles paralelos, nc: nícoles cruzados) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
Figura 6.3. Microfotografías del tipo petrográfico 1 (TP1b) de las variedades arenosas A: cerá-
mica ZAB-17 con abundantes inclusiones de la matriz, np B: ZAB-17, obsérvese la
homogeneidad de los granos cuarzo-feldespáticos, nc, C: ZAB-27 con inclusiones
no-plásticas cuarzo feldespáticas, np, D: ZAB-27, aspecto de la matriz homogénea,
arenosa fina, nc, E: cerámica ZOR-20 cerámica arenosa con inclusiones de nódulos
de color marrón y F: ZOR-20 cerámica arenosa con tendencia porfídica, nc (np: ní-
coles paralelos, nc: nícoles cruzados) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
Figura 6.4. Microfotografías de las cerámicas del tipo petrográfico 2 (TP2) A: aspecto de la
cerámica ZOR-1 con desgrasantes calcíticos en matriz arcillosa, np, B: cerámica
ZOR-1 con desgrasantes de tamaño de grano fino, nc. C: cerámica ZOR-21 desgra-
sada con calcita espática con pocas inclusiones cuarzo-feldespáticas en la matriz,
np, D: cerámica ZOR-21 desgrasada con calcita, nc, E: cerámica ZAB-5, cerámica
con desgrasantes de calcita de diferentes tamaños y también cuarzo-feldespáticos,
np, F: cerámica ZAB-5 obsérvese la matriz cuarzo-feldespática, nc (np: nícoles pa-
ralelos, nc: nícoles cruzados) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
Figura 6.5. Microfotografías de las cerámicas del tipo petrográfico 3 (TP3). A: cerámica
ZAB-35 arenosas con texturas heterométricas seriadas, np, B: cerámica ZAB-35
con inclusión de cuarzo automorfo, nc, C: aspecto general de la cerámica ZAB-35
de textura porfídica, np, D: cerámica ZAB-35, obsérvese la variabilidad de las inclu-
siones (np: nícoles paralelos, nc: nícoles cruzados) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Figura 6.6. Microfotografías de las cerámicas del tipo petrográfico 4 (TP4). A: cerámica
ZAB-16 arenosa homogénea, homométrica de tendencia angulosa, np y B: aspecto
general arenoso de ZAB-16, obsérvese en la diagonal de la fotografía el desarrollo
de micas, nc, C: cerámica ZOR-34 arenosa, homométrica, np y D: cerámica ZOR-34
en que se observa los desgrasantes finísimos de tendencia angulosa, nc (np: nícoles
paralelos, nc: nícoles cruzados) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Figura 6.7. Microfotografías de las cerámicas del tipo 5 (TP5). A: cerámica ZAB-6 arenosa fina
con desgrasante de cuarzo autigénico, np, B: cerámica ZAB-6, obsérvese el des-
grasante de cuarzo, nc, C: cerámica ZOR-7 arenosa grosera con desgrasantes de
cuarzo autigénico, np y D: cerámica ZOR-7 en que se observa un cuarzo de tamaño
de grano grueso, nc (np: nícoles paralelos, nc: nícoles cruzados) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Figura 6.8. Diagramas de variación de las cerámicas analizadas de los yacimientos de Zornoz-
tegi (símbolos en gris) y del yacimiento de Zaballa (símbolos en negro). Los diagra-
mas de la izquierda incluyen todos los tipos petrográficos, en los de la derecha se
listado de figuras 15

excluye el tipo petrográfico TP2. Leyenda: círculos rellenos: TP1, triángulos abier-
tos: TP2, rombos: TP3, triángulo invertido relleno: TP4, cuadrado relleno: TP5 . . . . 123
Figura 6.9. Diagrama binario que incluye el Índice de Variabilidad Composicional (ICV) vs la
relación Al2O3/K2O (izquierda, A) y la relación Al2O3/Fe2O3 vs. Al2O3/K2O (derecha,
B) para las cerámicas del yacimiento de Zornoztegi (símbolos en gris) y del yaci-
miento de Zaballa (símbolos en negro). Leyenda: círculos rellenos: TP1, triángulos
abiertos: TP2, rombos: TP3, triángulo invertido relleno: TP4, cuadrado relleno: TP5 124
Figura 6.10. Dendrogramas donde se muestran los agrupamientos de las variables químicas con
los componentes de las pastas (A) y los resultados del análisis cluster para los tipos
petrográficos en base a los contenidos en elementos mayores y elementos traza (B).
Leyenda: círculos rellenos: TP1, triángulos abiertos: TP2, rombos: TP3, triángulo in-
vertido relleno: TP4, cuadrado relleno: TP5. Símbolos en gris corresponden a cerámi-
cas del yacimiento de Zornoztegi y símbolos en negro a los del yacimiento de Zaballa 125

Figura 7.1. Red Painted Pottery distribution in the Nort of Spain. Black squares indicate sites
subject to archeometric analysis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
Figura 7.2. Distribution of Red Painted pottery in the nortwestern of Spain on the basis of ed-
ited findings . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
Figura 7.3. Geological map of Basque-Cantabrian Basin (Modified from Marin et alii, 2012) . 141
Figura 7.4. Microphotographs under polarized light. Magnification 2.5x, crossed (a, b, c and
e) and parallel (d and f) nicols. Details of samples 6 (a), 13 (b), 10 (c), 3 (d) and 5 (e
and f) are showed . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
Figura 7.5. Ternary diagram (Al2O3 - Fe2O3+MgO - K2O+Na2O+CaO), showing non-calcare-
ous (left) and calcareous (right) bodies . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
Figura 7.6. Biplot diagrams reporting correlations between some major, minor and trace ele-
ments . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
Figura 7.7. Plot of principal components relative to PCA for the pottery repertory . . . . . . . . . . . . 148
Figura 7.8. Dendrogram obtained by hierarchical cluster analysis for the pottery samples . . . . . . 149
Figura 7.9. REE distributions of the ceramic bodies relative to chondrites (Haskin et alii,
1968). Group 1 (a) and groups 2 and 3 (b) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
Figura 7.10. REE fractioning indexes. LREE/MREE vs LREE/HREE (a) and LREE/MREE vs Rb
(b) Black and dotted lines are guide for the eyes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
Figura 7.11. Trace elements distributions of the ceramic bodies relative to Upper Crust
(Mc Lennan, 2001). Group 1 (a) and groups 2 (b) and 3 (c) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
Figura 7.12. PCA analysis of REEs normalized to REE characteristic of each sample . . . . . . . . . . . 153
Figura 7.13. Geographical distribution of the three petrographic groups and the location of the
ateliers in the high Ebro basin area . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
Figura 7.14. Distribution on chronological basis of Red Painted pottery samples . . . . . . . . . . . . . . . 158

Figura 8.1. 1. Las Cordoneras; 2. La Carrera II; 3. Valladolid; 4. Tariego de Cerrato; 5. Monte
Cildá; 6. El Castellar de Villajimena; 7. Ávila; 8. Castrojeriz; 9. Burgos; 10. Ladera de
los Prados; 11. Zamora; 12. Salamanca; 13 Villalonso; 14. El Castillón de Sta. Eulalia
de Tábara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165

Figura 9.1. Repertorio formal de las producciones de cerámica gris catalanas. Entre las formas
más habituales de la vajilla de cocina se cuentan cazuelas (a), jarros y elementos di-
versos para la contención y vertido de líquidos (b), lebrillos (c), escudillas (d), tapa-
deras (e) y, de forma claramente mayoritaria, ollas que presentan ligeras variaciones
territoriales (f) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182
16 listado de figuras

Figura 9.2. Caracterización arqueométrica de la producción de Cabrera d’Anoia. En el alfar


se identifican cuatro fábricas petrográficas —gruesa con inclusiones graníticas (a),
fina con inclusiones graníticas (b), gruesa con inclusiones graníticas y calcita (c) y
gruesa con inclusiones graníticas y arcillosas (d)— que responden a tres momentos
productivos diferenciados, identificados a partir de la variación química de las pas-
tas (e) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
Figura 9.3. Mapa de distribución de los yacimientos muestreados en relación a centros pro-
ductores altomedievales y feudales de los que se tienen noticia arqueológica o do-
cumental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
Figura 9.4. Mapa de localización de la comarca del Anoia y la distribución territorial de las
producciones mayoritarias de Cabrera d’Anoia y Piera. Debe notarse cómo la dis-
tribución de ambas es inversamente proporcional, de tal modo que Cabrera habría
monopolizado el área más cercana al alfar, mientras que Piera se habría visto for-
zada a exportar más lejos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
Figura 9.5. Áreas de impacto calculadas para las producciones de cerámica gris identificadas
en el territorio a partir de la caracterización de centros receptores . . . . . . . . . . . . . . . . 188

Figura 10.1 Jarrón nazarí de los Escudos, palacio de la Alhambra, 1762-1763. Dibujo de Diego
Sánchez Sarabia para las Antigüedades Árabes de España . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194
Figura 10.2. Restitución de R. Velázquez Bosco de la Portada del Salón Rico a partir de los frag-
mentos recuperados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 195
Figura 10.3. Portada del libro de G. Rosselló: Ensayo de sistematización de la cerámica árabe de
Mallorca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196
Figura 10.4. Portada del libro de Tiziano Mannoni. Archeometria. Geoarcheologia dei manu-
fatti, Genova . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 197
Figura 10.5. Bacino de la nave de S. Piero a Grado (Pisa, Italia) (BERTI, TONGIORGI, 1981:
TAV. XLVII, 5) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
Figura 10.6. Localidades españolas citadas en el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202

Figura 11.1. Localización de los yacimientos analizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208


Figura 11.2. Agrupamiento jerárquico de las datos transformados por log-ratio con la concen-
tración de cerio (Ce) como denominador común, omitiendo el arsénico (As), el so-
dio (Na), el níquel (Ni) y el antimonio (Sb). Se indican los grupos químicos, que se
han formado en la base de datos. Véase CARVAJAL LÓPEZ et alii 2017 para una
versión má amplia de estos datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
Figura 11.3. Análisis de componentes principales de los datos transformados por log-ratio con
la concentración de cerio (Ce) como denominador común, omitiendo el arsénico
(As), el sodio (Na), el níquel (Ni) y el antimonio (Sb). Las elipses indican los grupos
químicos, que se han formado en la base de datos, y los símbolos indican las catego-
rías de cerámicas. Véase CARVAJAL LÓPEZ et alii 2017 para una versión má am-
plia de estos datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
Figura 11.4. Concentraciones de antimonio (Sb) y de rubidio (Rb) de las cerámicas analizadas. Se in-
dican los grupos químicos y las categorías cerámicas con los símbolos (dos columnas) . . 216

Figura 12.1. Mapa de localización de los yacimientos discutidos en el texto. El Sombrerete y los
Tejoletes son lugares de Ilbira . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
Figura 12.2. A y B: Imágenes SEM-BSE de A) partículas de oro encontradas en el cuerpo ce-
rámico de la Muestra NS79; y B) fragmentos de vidrio de plomo y partículas de
óxido de titanio y hierro encontradas en el cuerpo cerámico de la Muestra NS291.
listado de figuras 17

C) Imáge­nes ópticas (C1) y SEM-BSE (C2) de un vidriado verde de la Muestra 5.28.


D)  Imágenes ópticas (D1) y SEM-BSE (D2) de un vidriado melado de la Mues-
tra 5.29. Véase MOLERA et alii 2017 para una información más completa . . . . . . . . . 229
Figura 12.3. 1a) Imagen de un vidriado de estaño con decoración en marrón y verde sobre
blanco en la Muestra NS83. 1b y 1c) Imágenes SEM-BSE de los vidriados blanco
(1b) y verde (1c) de la muestra. 2a) Imagen del vidriado del reverso de la Muestra
NS83. 2b) Imagen SEM-BSE del vidriado del reverso de la misma muestra. (Véase
MOLERA et alii 2017 para una información más completa) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
Figura 12.4. Imágenes normal (a), óptica (b) y SEM-BSE (c, d, e) de la decoración marrón de la
Muestra NS79. Véase MOLERA et alii 2017 para una información más completa . . 233
Figura 12.5. Diagrama que muestra el contenido Na2O+K2O+FeO con respecto al contenido
CaO+MgO de la composición de los cuerpos cerámicos, mostrando su relación por
fases y categorías de vidriado. Véase MOLERA et alii 2017 para una información
más completa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234
Figura 12.6. Diagrama de Al2O3 con respecto a CaO de los vidriados de plomo. Puede verse que
los vidriados de plomo verdes y bicolores de la Fase II tienen menos Al2O3 y CaO
que los de las Fases III y IV. Entre los vidriados de plomo presentes en el reverso de
la vajilla verde y manganeso dos muestras, NS83 y NS79 se agrupan con la Fase II,
mientras que las Muestras NS77 y NS82 se alinean con el grupo de las Fases III y
IV. Véase MOLERA et alii 2017 para una información más completa . . . . . . . . . . . . . 235
Figura 12.7. Comparación entre la composición química de las pastas cerámicas (cuadrados)
con la de los vidriados de plomo, renormalizada después de eliminar el PbO y los
colorantes CuO y MnO2 (círculos). Véase MOLERA et alii 2017 para una informa-
ción más completa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236

Figura 13.1. Principales yacimientos analizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244


Figura 13.2. Cerámica con decoración polícroma transparente (PH12). (a) cara interior, (b) cara
exterior. A continuación imágenes de MO de la sección pulida de la muestra y su
correspondiente imagen de SEM-BSE de los diferentes colores de la decoración:
(c) y (d) verde, (e) y (f) marrón, (g) y (h) transparente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245
Figura 13.3. (a) y (b) Fragmento de una pieza con decoración policroma transparente verde ma-
rrón y amarilla (MI5), (c) imagen de MO de una sección pulida de la muestra donde
se observa las dos coloraciones de la pasta, (d) imagen de SEM-BSE de la misma
sección donde se observa el cambio de textura que coincide con el cambio de colo-
ración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246
Figura 13.4. (a) Fragmento cerámico con decoración polícroma opaca (PH14), (b) imagen de
SEM-BSE de la cara decorada correspondiente a la zona del blanco, (c) imagen de
SEM-BSE con detalle de una concentración de partículas de estaño, (d) imagen de
SEM-BSE de la cara exterior, donde se aprecian las partículas de estaño y la altera-
ción en la superficie exterior, que corresponde a precipitados de carbonatos y fos-
fatos, los cuales se forman en entornos estancados con restos de hueso y otros resi-
duos (en el caso de la pieza PH14, esta se recuperó de un pozo negro) . . . . . . . . . . . . . 246
Figura 13.5. Comparación de la decoración en marrón de dos piezas con vidriado opacificado
con estaño de la producción «verde y manganeso», (a) y (b) corresponden a la pieza
PH14, en la imagen de SEM-BSE no se aprecian restos del pigmento aplicado por-
que las partículas se han disuelto, (c) y (d) fragmento MI2, en la imagen SEM-BSE
aparecen evidencias de la decoración en marrón (bustamita) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
Figura 13.6. Difracción de rayos X de la pieza cerámica vidriada opaca con decoración polí-
croma PH50. En el vidriado hay casiterita (SnO2), cuarzo (SiO2), y además fases de
la alteración del vidriado, como son carbonato de plomo, fosfato de calcio y plomo
y óxido de plomo hidratado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
18 listado de figuras

Figura 13.7. (a) Fragmento de una pieza con decoración polícroma opacificada con antimonio,
(b) y (d) corresponden a la zona amarilla, en el análisis de difracción de rayos X está
presente la bindeimita (amarillo de antimonio); y la zona marrón, (c) en la imagen
de SEM-BSE aparecen granos de cuarzo y partículas de manganeso (bixbita), (e) en
la difracción de rayos X de la zona marrón se confirma la presencia de bindeimita,
kentrolita y bixbita, fases de manganeso que aparecen para temperaturas de coc-
ción por debajo de los 925 ºC . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249

Figura 14.1. Izquierda, localización de principales lugares mencionados en el texto (modificado,


fuente: Stamen Design, OpenStreetMap). Derecha, entorno geológico de los yaci-
mientos analizados (modificado, fuente: Balcells, Barrera, Gómez, 1990a,
1990b) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
Figura 14.2. San Antón. Ejemplos de fragmentos asignados a los diferentes grupos y subgru-
pos definidos para la cerámica aborigen de Gran Canaria. Referencias en el texto
(sección 3.1) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261
Figura 14.3. Diagrama de barras. Frecuencia de tipos de fragmentos según las categorías de cla-
sificación del estudio arqueológico y el nivel arqueológico. Campaña San Antón
1998 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261
Figura 14.4. Diagrama de barras. Frecuencia de tipos de fragmentos según las categorías de cla-
sificación del estudio arqueológico y el nivel arqueológico. Campaña San Antón
1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262
Figura 14.5. Gráfico de uniformidad composicional medida con la entropía de la información
(H2 y H2 %, su valor relativo), de los componentes retenidos. vt = variación total,
t.i = traza de la matriz de covarianzas de la transformación alr con el componente
como divisor. Muestras empleadas procedentes de Dunas de Maspalomas, San An-
tón y La Cerera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262
Figura 14.6. Dendrograma elaborado a partir del análisis clúster de la subcomposición rete-
nida para el análisis estadístico (transformación clr). Grupos indicados para el ya-
cimiento de La Cerera según resultados expuestos en del Pino Curbelo et alii,
2016. Etiquetas explicadas en el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264
Figura 14.7. Graficos bivariantes. Superior. Izquierda: comparación valores τ.i y la varianza de
los valores en transformación alr empleando el Cu como divisor. Derecha: compa-
ración de valores transformados (clr) de componentes Sr y Cr. Inferior: Biplots re-
sultantes de la descomposición en valores singulares de la subcomposición Na2O,
MgO, Al2O3, SiO2, K2O, CaO, TiO2, V, Cr, MnO, Fe2O3, Ni, Zn, Ga, Rb, Sr, Y, Zr,
Nb, Ba, Ce, Pb y Th con transformación clr con doble centrado. Izquierda: biplot de
covarianza. Derecha: biplot de forma . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266
Figura 14.8. Micrografías de representantes de las fábricas petrográficas SA01 y DM01. PPL . . . . 268
Figura 14.9. Micrografías de representantes de las fábricas petrográficas SA02 y DM02. PPL . . . . 269
Figura 14.10. Micrografías de representantes de la fábrica petrográfica SA03 y un ejemplar del
yacimiento de La Cerera. PPL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
Figura 14.11. Difractogramas de representantes de los grupos químicos y fábricas petrográficas
definidos en el texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270
Listado de tablas

Tabla 4.1. Procesos de producción. Clave: AT: Análisis textural; ATD: Análisis térmico di-
ferencial; ATG: Análisis termogravimétrico; ICP-AES: Espectroscopía de emisión
atómica de plasma acoplado inductivamente; ICP-MS: Espectroscopía de masas de
plasma acoplado inductivamente; DRX: Difracción de rayos X; FRX: Fluorescen-
cia de rayos X; IR: Espectroscopía infrarroja; LB: Lupa binocular; LD: Petrografía
mediante análisis de láminas delgadas; MEB: Microscopía electrónica de barrido;
MLR: Microscopía óptica de luz reflejada; MEB-EDS: Microscopía electrónica de
barrido con microanálisis de espectrometría de dispersión de energías de rayos X;
TXRF: Fluorescencia de rayos X por reflexión total . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Tabla 4.2. Los usos. Clave: ACAS: Análisis de cationes, aniones y sales solubles; CG/EM: Cro-
matografía de gases / Espectroscopía de masas; ER: Espectroscopía Raman; IR: Es-
pectroscopía infrarroja; LB: Lupa binocular; MO: Microscopía óptica; MEB: Mi-
croscopía electrónica de barrido; MEB-EDS: Microscopía electrónica de barrido
con microanálisis de espectrometría de dispersión de energías de rayos X . . . . . . . . . 73

Tabla 5.1. Datos básicos de cada pieza, descriptiva para todos los yacimientos . . . . . . . . . . . . . . . 87
Tabla 5.2. Composición elemental del cuerpo cerámico (C: carbono; N: nitrógeno; Mg: mag-
nesio; Al: aluminio; Si: silicio; P: fósforo; S: azufre; Cl: cloro; K: potasio; Ca: calcio;
Ti: titanio; V: vanadio; Cr: cromo; Mn: Manganeso; Fe: hierro; Ni: níquel; Cu: co-
bre; Zn: cinc; Ga: galio; As: arsénico; Br: bromo; Sr: estroncio; Y: itrio; Zr: circonio;
Nb: niobio; Pb: plomo; Th: torio). n.d.: concentraciones no determinadas en RB02
por ser una muestra réplica de RB01 y en PO58, Po60, Po61 y Po62 por imposibili-
dad analítica al haber un solapamiento con los picos de emisión del Pb . . . . . . . . . . . . 94
Tabla 5.3. Semicuantificación mineralógica del cuerpo cerámico (en % relativo a la frac-
ción cristalina). MIN.: minerales; POST.: postdeposicionales, CLO: clorita; MIC:
mica; TAL: talco; KAO: caolinita; Q: cuarzo; FK: feldespato potásico; PG: plagio-
clasa; ANF: anfíbol; EPID: epidota, ANAT: anatasa, HEM: hematita; ESPI: espinela;
MULL: mullita; GEHL: gehlenita, DIOP: diópsido; HALL: haloisita; ZEO: zeolita;
CALC: calcita. RB02 no se analiza por tratarse de una réplica de RB01 . . . . . . . . . . . . 98
Tabla 5.4. Composición de los vidriados en los recipientes y materiales constructivos de lujo . . 103

Tabla 6.1. Relación de cerámicas altomedievales estudiadas y su correspondencia con tipos


petrográficos, pastas y formas cerámicas de los yacimientos de Zornoztegi y Za­
balla. Las muestras con asterisco corresponden a las cerámicas seleccionadas para
el análisis químico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
Tabla 6.2. Intervalo de variación y promedio de la composición química de los diferentes ti-
pos petrográficos reconocidos para las cerámicas de los yacimientos de Zornoztegi
y Zaballa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122

Table 7.1. Contexts of provenance of Red Painted Pottery, quantity and chronology . . . . . . . . . 134
Table 7.2. Presence of Red Painted Pottery in the Basque Country (Revised from Grassi,
2016) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
20 Listado de tablas

Table 7.3. Description of the samples of Red Painted Pottery examined (Color from Munsell
Soil-Color Charts, revision 2009) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Table 7.4. Quantitative of Red Painted Pottery in the 8 sampled sites (*means that it is not
possible to calculate the representativeness) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
Table 7.5. Chemical composition of pottery samples . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
Table 7.6. PCA of some major, minor and trace elements. Extracted eigenvectors . . . . . . . . . . . . 147
Table 7.7. Mineralogical compositions of the samples . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
Table 7.8. The main features of the three Red Painted pottery groups . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154

Tabla 11.1. Distribución geográfica de fábricas petrográficas (solo Contenedores de Agua) y


grupos químicos (Contenedores de Agua y Cerámicas Vidriadas) . . . . . . . . . . . . . . . . . 214
Tabla 11.2. Distribución cronológica de las fábricas y grupos químicos de las Cerámicas Vidria-
das . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
Tabla 11.3. Correlación entre grupos químicos, categorías cerámicas y las fábricas petrográficas
relevantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
Tabla 11.4. Correlación entre técnicas de vidriado, fábricas, grupos químicos y fases arqueoló-
gicas. Nótese que los grupos químicos están formados por un número de muestras
menor que el de las fábricas petrográficas, y por esa razón no necesariamente su-
man las mismas cifras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 217

Tabla 12.1. Resumen de los cinco conjuntos estudiados, los periodos de ocupación y los tipos
de vidriado estudiados. V = vidriado verde, M = vidriado melado, 2 col = bicolor,
VM = vidriado verde y manganeso, VC = vidriado de cocina. Véase MOLERA et
alii 2017 para una información más completa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
Tabla 12.2. Composición química de las pastas cerámicas medidas por SEM-EDS. Véase MO-
LERA et alii 2017 para una información más completa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 228
Tabla 12.3. Composición química de los vidriados de plomo medidos por SEM-EDS. V: verde;
M: melado. Véase MOLERA et alii 2017 para una información más completa . . . . . . 230
Tabla 12.4. Análisis de los vidriados de estaño. V: verde; Ma: marrón; B: blanco y M: melado.
Véase MOLERA et alii 2017 para una información más completa . . . . . . . . . . . . . . . . 232

Tabla 14.1. Dataciones radiocarbónicas convencionales obtenidas para los contextos analiza-
dos. Calibraciones realizadas con el programa OxCal 4.3 y la curva de calibración
IntCal13 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
Tabla 14.2. Muestras analizadas y resumen de resultados. Muestra = etiqueta análisis arqueomé-
trico, registro = referencia de registro original, Tipo cerámico = clasificación tipo-
lógica (Ia: recipiente de cocina abierto; Ib: recipiente de cocina restringido; IIb: ma-
nipulación de alimentos, decorada; IIc: gran contenedor de almacenamiento). DM3
únicamente pudo ser analizada cualitativamente mediante lámina delgada . . . . . . . . . . 258
Tabla 14.3. Media (m) y desviación estándar (s) de los valores del grupo GQ-SA y valores nor-
malizados de los individuos no clasificados ordenados según su correspondencia
con las fábricas petrográficas definidas (FP) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
Tabla 14.4. Resumen de características de las fábricas petrográficas definidas en cada yaci-
miento. SA = San Antón, DM = Dunas de Maspalomas, A = matriz activa . . . . . . . . . 265
Tabla 14.5. Resultado de análisis modal de las láminas delgadas. Se muestran los porcenta-
jes obtenidos para las categorías cuantificadas y el total de identificaciones (pun-
tos) por lámina. RMF = fragmento de roca máfica, RFS = fragmento de roca fél-
sica, FM = mineral ferromagnesiano, MFS = mineral félsico, V = vidrio volcánico,
TF = inclusión arcillosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269
Presentación

En los últimos dos decenios se ha producido un importante incremento de los estudios arqueométri-
cos de cerámicas medievales hechos en España como resultado de la creación de nuevos laboratorios y
equipos, así como por la realización de nuevos proyectos de investigación que han querido superar los
enfoques taxonómicos y tipológicos con los que, tradicionalmente, se han estudiado estos materiales.
Muchos de estos estudios han sido realizados, en primera instancia, por equipos o investigadores que tra-
bajan en distintas cronologías y temáticas de investigación. Solo en los últimos años se han ido formando
nuevos investigadores y gestando nuevos proyectos que ponen su atención, prevalentemente, en la Edad
Media. De forma pareja se ha producido una creciente alfabetización arqueométrica de la Arqueología
Medieval hispana, de tal forma que ha aumentado la capacidad crítica para establecer criterios de mues-
treo adecuado, construir agendas de investigación conociendo los límites y las potencialidades de los
instrumentos analíticos, así como realizar interpretaciones cada vez más sofisticadas. Y aunque, de mo-
mento, este salto cualitativo se circunscribe a grupos específicos, se trata de un escenario novedoso que
se ha desarrollado, además, en el contexto de una progresiva afirmación de las ciencias experimentales en
la arqueología.
En la Universidad del País Vasco se ha llevado a cabo el proyecto europeo EARMEDCASTILE (The
formation of the state in Early Medieval Castile: craft production and social complexity)1 que tiene como
fin el análisis de los sistemas de producción, distribución y consumo de la cerámica en el noroeste de la
Península Ibérica en los siglos altomedievales a partir del estudio de los materiales cerámicos proceden-
tes de quince yacimientos arqueológicos ubicados en las actuales provincias de Burgos y Álava. Estos ma-
teriales proceden en todos los casos de contextos de consumo de cerámicas de los siglos vi-x, por lo que
se ha llevado a cabo un muestreo de las pastas con el fin de analizar, en primer lugar, los lugares de proce-
dencia o fabricación y, en segundo lugar, la distribución cronológica y espacial de las distintas produccio-
nes. El estudio arqueométrico se ha complemento con el análisis arqueológico de la morfología, la deco-
ración y la tecnología de los materiales cerámicos2.
En el marco de este proyecto ha sido posible constatar el alto grado de fragmentación y de compleji-
dad que presentan los estudios arqueométricos en España debido, entre otros motivos, a la ausencia de
una red densa de laboratorios especializados, al modo en que se estudia la cerámica, a la forma en la que
se forma a los estudiantes y, en definitiva, a las propias limitaciones que aún tienen las arqueologías his-
tóricas en nuestro país. Por todo ello se creyó oportuno realizar una reflexión colectiva en la que parti-
cipasen, si no todos, al menos la mayor parte de los investigadores activos en esta temática, incluyendo
tanto a arqueólogos interesados en estudios arqueométricos, como a arqueómetras que trabajan con ar-
queólogos.
El objetivo del volumen ha sido, por lo tanto, el de promover un punto de encuentro entre investiga-
dores de varias disciplinas (arqueólogos, petrógrafos, químicos) que trabajan en España, y en parte tam-
bién en Italia, con el fin de reflexionar y compartir las líneas de investigación que se están desarrollando

1
  El proyecto EARMECASTILE, financiado por la Unión Europea, programa H2020-MSCA-IF-2015 Marie Skłodowska Cu-
rie Action, Grant num 656540, se ha llevado a cabo durante los años 2015-2017 en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko
Unibertsitatea, en el seno del Grupo de Investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales (IP Francesca Grassi, coordinador Juan
Antonio Quirós). Ver F. Grassi, J.A. Quirós Castillo, A. Alonso Olazabal, L.A. Ortega, C. Fornacelli, 2017,  State formation in
Early Medieval Castile: craft production and social complexity, Antiquity, Project Gallery, Vol. 91, issue 358.
2
  Los análisis arqueométricos han sido realizados en colaboración con el Departamento de Mineralogía y Petrografía de la
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, y del Dipartimento di Scienze della Terra dell’Università degli Studi di
Siena.
22 Presentación

en torno a la arqueometría de las cerámicas de época medieval en ambos países y, de esta forma, contex-
tualizar los estudios realizados en el marco del proyecto EARMEDCASTILE.
El volumen cuenta con un total de trece capítulos precedidos por una introducción realizada por los
editores. En el libro se ha pretendido dar cabida a los principales proyectos y estudios arqueométricos que
se están realizando en la actualidad en torno al estudio de la cerámica medieval en distintos sectores de
la geografía hispana3. No se han incluido, en cambios, trabajos dedicados al análisis de los residuos y las
funcionalidades de los materiales o a los métodos de datación de la cerámica, entre otras temáticas. Tam-
poco ha sido posible incorporar los estudios dedicados al análisis de los materiales constructivos cerámi-
cos, que cuentan con una importante tradición de estudios arqueométricos en nuestro país4.
El diseño inicial de este volumen contenía tres secciones diferentes: una de carácter metodológico en
la que, a forma de introducción, algunos especialistas ofrecían un cuadro sintético de las principales ten-
dencias metodológicas en el estudio arqueométrico de la cerámica; una segunda de carácter diacrónico en
la que se incluían balances críticos sobre la arqueometría de la cerámica en la Península Ibérica en la pre-
historia, la edad romana y la época moderna y contemporánea; por último la tercera contenía únicamente
trabajos dedicados al período medieval. Desafortunadamente, algunos de los textos encargados para la se-
gunda parte no han sido entregados a tiempo, por lo que la segunda sección incluye un único trabajo so-
bre la prehistoria reciente5.
El volumen está dirigido a especialistas en arqueología y arqueometría de la cerámica medieval y, so-
bre todo, a los estudiantes que seguramente formarán la próxima generación de arqueómetras que estu-
diarán desde perspectivas holísticas e integradoras la cerámica medieval peninsular. Deseamos que esta
colección de textos puede ser un estímulo para la realización de nuevos trabajos en el futuro próximo.
Este volumen ha sido realizado en el marco de los proyectos de investigación EARMEDCASTILE, del
proyecto «Agencia campesina y complejidad sociopolítica en el noroeste de la Península Ibérica en época
medieval» (Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, AEI/FEDER UE HUM2016-76094-C4-
2-R), del Grupo de Investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales (Gobierno Vasco, IT936-16) y del
Grupo de Estudios Rurales (Unidad Asociada UPV/EHU-CSIC).

Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo6

3
  Dos de los trabajos incluidos dedicados a la Vega de Granada son versiones simplificadas de dos artículos recientemente
publicados en una revista (J. Molera, J. C. Carvajal López, G. Molina, T. Pradell, 2018, Glazes, colorants and decorations in early
Islamic glazed ceramics from the Vega of Granada (9th to 12th centuries CE), Journal of Archaeological Science: Reports, en
prensa; J. C. Carvajal López, A. Hein, M. D. Glascock, P. M. Day, 2018, Combined petrographic and chemical analysis of water
containers and glazed wares in the Early Islamic Vega of Granada (southest Spain, 6th to 12th centuries CE), Journal of Archaeo-
logical Science: Reports, en prensa).
4
  Por ejemplo, Coentro S., Alves L. C., Relvas C., Ferreira T., Mirão J., Molera J., Pradell T., Trinadade R. A. A., Da Silva R. C.,
Murahla V. S. F., 2017, The glaze technology of Hispano-Moresque ceramic tiles: a comparison between Portuguese and Spanish
collections, Archaeometry 59.4, pp. 667-684.
5
  En particular no han podido ser incluidas las síntesis sobre la arqueología del mundo clásico y mediterráneo, encargada a
M. A. Cau, y sobre el período moderno y contemporáneo, encargado a J. García Iñañez. Ambos autores han publicado importan-
tes trabajos de referencia sobre estas temáticas (p.e. Cau M. A., Archaeometry of ceramics as a scientific-humanistic discipline:
in pursuit of the Ravello spirit, Territori della Cultura 8 (2012), p. 26-37; 10 (2012), p. 32-49; Cau M., 2013, Archaeology and Ar-
chaeometry of Ceramics. The Experience of ERAAUB (Barcelona, Spain), en G. Olcese (a cura di), Immensa Aequora Workshop.
Ricerche archeologiche, archeometriche e informatiche per la ricostruzione dell’economia e dei commerci nel bacino occidentale
del Mediterraneo (metà iv sec a C-i sec d C), Roma, pp. 497-510; García Iñañez J., Speakman R. J. Buxeda i Garrigós J., Glascock
M. D., 2008, Chemical characterization of majolica from 14th-18th century production centres on the Iberian Peninsula: a pre-
liminary neutron activation study, Journal of Archaeological Science 35, p. 425-440; Buxeda i Garrigós J., Iñañez J. G., Madrid i
Fernández M., Beltrán de Heredia Bercero J., 2011, La ceràmica de Barcelona. Organització i producció entre els segles xiii y
xviii a través de la seva caracterització arqueométrica, Quarhis (Quaderns d’Arqueologia i Història de la Ciutat de Barcelona) 7,
pp. 192-207).
6  La conclusión de este trabajo fue realizada durante la estancia de Juan Antonio Quirós como Visiting Fellow en el All
Souls College de la University of Oxford. Un agradecimiento especial al College que ha proporcionado las condiciones idóneas
para llevar a buen puerto la edición de este volumen.
1
Arqueometría y arqueología de la cerámica medieval
en España. Balance crítico y perspectivas de futuro
Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo1

1
RESUMEN ABSTRACT
En esta introducción se hace una presentación de This introduction presents the structure of the
los contenidos y las temáticas abordadas en el volu- book, its background and a general overview of ar-
men, a la vez que se explican las razones por las que se chaeometrical studies of medieval pottery in Spain.
ha impulsado esta iniciativa. No obstante, y de forma Previously, the role of Archaeological Sciences or Ar-
previa, se realiza una reflexión crítica en torno al peso chaeometry in archaeological interpretation is ana-
creciente de las ciencias experimentales en la práctica lyzed from a theoretical point of view, pointing some
de la Arqueología Histórica, en el marco de lo que se of the main topics posed by the increasing relevance
ha venido a llamar Arqueometría o Ciencias en Ar- of these disciplines. Then, a brief historiographical ap-
queología. A continuación, se analiza el desarrollo de proach to archaeometrical studies of medieval pot-
los estudios sobre la arqueometría de los materiales tery in Spain is made, stressing topics such as the
cerámicos de cronología medieval en España desde main productions studied, the research structures and
una perspectiva historiográfica, explorando las princi- the formation of new scholars. The paper concludes
pales temáticas estudiadas, la estructura de los centros highlighting some of the main challenges of archaeo-
de investigación y los problemas de la formación de metrical studies of medieval pottery for the future,
los investigadores. Se concluye que nos encontramos including the analysis of unglazed ceramics, and the
en una fase crítica de consolidación de los estudios ar- fragmentation of Medieval Archaeology in Spain.
queométricos sobre la cerámica medieval marcados,
por un lado, por el tránsito de los estudios sobre la ce- KEYWORDS:  Rescue Archaeology, Glazed Pottery,
rámica revestida a la cerámica común y, por otro, por Unglazed ceramics, Archaeometric Labs, Archaeo-
la extrema fragmentación de los centros y los proyec- logical Sciences.
tos dedicados a esta temática.

PALABRAS CLAVE:  Arqueología preventiva, cerá-


mica revestida, cerámica común, laboratorios ar- 1.  Introducción
queométricos, ciencias en Arqueología.
Aunque en teoría los arqueólogos sabemos
que la arqueometría2 no es más que una forma
más de hacer arqueología, y que se puede hacer

2
  En este volumen se ha decidido emplear el término
Arqueometría como sinónimo de Ciencias en Arqueología
1
  Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsi- (en inglés Archaeological Sciences) para hacer referencia al
tatea. Este trabajo ha sido realizado en el marco de los pro- amplio universo de experiencias basadas en la aplicación de
yectos de investigación EARMEDCASTILE «The forma- procedimientos, métodos e instrumentos de las ciencias ex-
tion of the State in Early Medieval castile: craft production perimentales para abordar problemas de carácter arqueoló-
and social complexity» con la financiación del Programma gico, teniendo claro que no es el objeto del análisis sino la
H2020, Marie Sklodowska Curie Action (MSCA, H2020, naturaleza de los problemas analizados lo que establece la
grant agreement N. 656540), «Agencia campesina y comple- diferencia entre los estudios arqueométricos y el análisis de
jidad sociopolítica en el noroeste de la Península Ibérica en los materiales arqueológicos (CAPELLI 2011, 19; CAU 2012,
época medieval» (Ministerio de Economía, Industria y Com- 35). Por lo tanto, bajo esta categoría agrupamos trabajos
petitividad, AEI/FEDER UE HUM2016-76094-C4-2-R), del realizados tanto en el ámbito del estudio de los materiales,
Grupo de Investigación en Patrimonio y Paisajes Culturales como el de las bioarqueologías, la geoarqueología, la antro-
(Gobierno Vasco, IT936-16) y del Grupo de Estudios Rura- pología, análisis digitales, etc. Este es, por otro lado, el cri-
les (Unidad Asociada UPV/EHU-CSIC). terio empleado en los congresos ibéricos de Arqueometría
24 Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo

arqueología desde un laboratorio, una biblio- dos del volumen, sintetizando los principales ejes
teca, un museo o un almacén de materiales sin argumentales que aparecen en los distintos capí-
llegar nunca a pisar una excavación, la realidad tulos. Por último, se hace un breve balance crítico
es que sigue existiendo una importante división y se realizan algunas propuestas para la realiza-
entre estas dos esferas que M. Vidale ha com- ción de futuros estudios.
parado con aquellas parejas que están separa-
das, pero que siguen viviendo en la misma casa
(VIDALE 2007: 85-86). Si bien la distinción en- 2. El «giro científico» en la
tre arqueólogos y arqueómetras puede ser tan Arqueología contemporánea
correosa como la existente entre arqueólogos e
historiadores o entre arqueólogos y prehistoria- No cabe duda de que una de las principales
dores, la realidad es que la presencia de arqueó- tendencias que caracteriza la arqueología en los
logos en congresos de arqueometría, como los últimos dos decenios es la creciente importancia
recientemente celebrados en Burgos (https:// que tienen las ciencias experimentales en la inter-
cia2017.com/) o en Burdeos (https://emac2017.­ pretación de los registros materiales (KILLICK,
sciencesconf.org/), es muy escasa, y tampoco son GOLDERG 2009, KILLICK 2015). Los estudios
abundantes las participaciones de arqueómetras arqueométricos o las ciencias en arqueología (Ar-
en encuentros arqueológicos. Y aunque ésta no chaeological Science) tienen un peso creciente en
es una situación nueva (WIDEMANN 1980), es la formación, la investigación, la divulgación y la
llamativa teniendo en cuenta el creciente peso proyección social de la arqueología. De hecho, au-
que la arqueometría y la comunidad arqueomé- tores como T. F. Sørensen no han dudado en ha-
trica ha adquirido en el seno de la arqueología. blar de un verdadero «giro científico» (Scientific
Además, esta segregación es mucho más evi- Turn), estableciendo una analogía con el «giro
dente en las arqueologías de época histórica que lingüístico» o el «giro ontológico» que caracteri-
en las prehistóricas, debido a la propia trayecto- zan el pensamiento científico reciente (SØREN-
ria intelectual de ambas. SEN 2017). Únicamente en el año 2017 las cuatro
Este volumen está dedicado a la arqueome- principales revistas dedicadas a la arqueometría
tría de los materiales cerámicos de época medie- (Archaeometry, editada por Willey, Journal of Ar-
val en España. Se ha realizado como consecuen- chaeological Science y el Journal of Archaeological
cia del desarrollo de un proyecto de investigación Science: Reports editadas por Elsevier, y Archaeo-
específico (EARMEDCASTILE), en el que la ar- logical and Anthropological Science editada por
queometría juega un papel fundamental. Pero el Springer) publicaron un total de 8.301 páginas
proyecto ha sido también una ocasión para re- en 32 fascículos, de tal forma que alguna de estas
flexionar críticamente sobre las razones de las di- revistas ha publicado un número al mes3. Ade-
visiones entre arqueología y arqueometría, de las
consecuencias de estas divisiones y de la necesi-
dad de afrontar estas cuestiones desde una pers- 3
  No se han tomado en consideración otras publicacio-
pectiva multivocal. nes más especializadas temáticamente, como son Geoar-
Este capítulo introductorio está dividido en chaeology (Willey), Vegetation History and Anthropology
cuatro secciones principales. En primer lugar, se (Springer), International Journal of Osteoarchaeology (Wi-
ley), Environmental Archaeology (Taylor & Francis), Ar-
exploran las implicaciones teóricas que está te- chaeofauna (Universidad Autónoma de Madrid), etc., o
niendo la creciente multiplicación de estudios de revistas que no solamente publican trabajos de carácter ar-
carácter arqueométrico. A continuación, se rea- queométrico, como son Quaternary International (Else-
liza una breve valoración sobre el desarrollo de vier), Quaternary Science Reviews (Elsevier), Journal of Ar-
chaeological Research (Springer), Journal of Archaeological
la arqueometría de los materiales cerámicos, po-
Method and Theory (Springer), Radiocarbon (University of
niendo un particular énfasis en los estudios sobre Arizona), etc. Todas ellas están incluidas en el primer cuar-
la cerámica medieval en España. En tercer lugar, til de SJR Scimago Rank y son publicadas por un reduci-
se realiza una breve presentación de los conteni- dísimo número de editores. Por otro lado, esta reseña in-
cluye únicamente revistas publicadas en inglés, pero no se
puede soslayar la existencia de otras publicaciones editadas
en otros idiomas, como es el caso de ArcheoSciences, revue
organizados por la Sociedad de Arqueometría Aplicada al d’Archéométrie, publicada por las Presses universitaires de
Patrimonio Cultural (SAPac) https://www.sapac.es/. Rennes desde el año 1977.
Arqueometría y arqueología de la cerámica medieval en España 25

más, en torno a estas revistas se ha consolidado lado, se han creado puentes entre la agenda de
la, probablemente, más amplia, sólida y poderosa investigación postprocesual y la arqueometría
comunidad arqueológica internacional. Frente a (por ejemplo, JONES 2004), de tal forma que los
otras comunidades más sectoriales o regionaliza- arqueólogos interpretativos recurren también de
das, la arqueométrica ha potenciado narrativas y forma sistemática a los métodos propios de la ar-
enfoques universalistas que han determinado que queometría (KILLICK, G­OLDBERG 2009). En se-
estas revistas tengan algunos de los mayores ín- gundo lugar, varios autores han subrayado que, a
dices de impacto en arqueología y antropología. la vez que la arqueometría en su conjunto se ha
Las consecuencias son evidentes a la hora de eva- hecho agnóstica en términos teóricos, también
luar la actividad investigadora, los proyectos de ha realizado y sigue realizando aportaciones sus-
investigación, las promociones académicas, etc. tanciales y de calado de carácter teórico (MAR-
Las principales universidades británicas, a las que TINON-TORRES, KILLICK, 2015). En conse-
acuden un creciente número de estudiantes espa- cuencia, ya no se publican artículos críticos que
ñoles o italianos, cuentan con programas de más- cuestionan el carácter ateórico de la arqueome-
ter y doctorado en ciencias en arqueología, y un tría de las décadas pasadas y una nueva genera-
balance crítico reciente sobre la arqueología bri- ción de investigadores que usa teorías y mode-
tánica muestra que la arqueometría es una de las los sofisticados para interpretar los análisis de
principales fortalezas de la disciplina en este país laboratorio ha dado por superada esta situación
(BARKER et alii 2017). (TORREN­CE et alii 2015). ¿Pero es esto real-
Y sin embargo, el rol y las consecuencias de la mente así?
expansión de la arqueometría sigue siendo objeto En un trabajo reciente O. Moro sostiene que,
de discusión y debate desde hace decenios. Aun- en realidad, lo que ha ocurrido es que ha aumen-
que la doble dimensión humanística y científica tado el grado de incomunicación y de aislamiento
de la arqueología se puede rastrear desde las fa- teórico entre los arqueólogos evolucionistas, vin-
ses iniciales de la disciplina, no cabe duda de que culados a la trayectoria del procesualismo, res-
el episodio de la Arqueología Procesual o ‘Nueva pecto a los interpretativos, vinculados a su vez
Arqueología’ ha supuesto un punto sin retorno al post-procesualismo (MORO ABADÍA 2017).
para la expansión y generalización de las técni- Y precisamente, la creciente relevancia de la ar-
cas analíticas de las ciencias experimentales. A queometría no ha hecho sino magnificar aún más
la sombra de estas tendencias teóricas se han ido esta distancia. Algunos trabajos recientes ilustran
conformando líneas de investigación, laborato- perfectamente este cuadro.
rios, plazas universitarias, encuentros y revistas En un influyente artículo K. Kristiansen ha su-
como las ya mencionadas Archaeometry (1958) gerido que la arqueología se encuentra inmersa
o el Journal of Archaeological Science (1974) que en el seno de la «tercera revolución científica»
engloban un amplio universo de experiencias ba- destinada a generar un nuevo paradigma teórico
sadas en la aplicación de la física, la química y las resultado de la creación de nuevas líneas de in-
ciencias biológicas al estudio de materiales ar- vestigación, como son el uso de los Big Data, el
queológicos. empleo de nuevos modelos cuantitativos y la ex-
Sin embargo, al menos desde los años 80 la ar- pansión de la arqueología molecular (KRISTIAN-
queología anglosajona se ha dividido entre dos SEN 2014). Este paso desde la postmodernidad
formas de entender la naturaleza, los fines y los hacia una modernidad revisada se desarrollaría,
métodos de la disciplina. Una de las principa- además, en el contexto de lo que este autor de-
les críticas que la arqueología post-procesual ha nomina el silencioso colapso de la arqueología
lanzado contra la arqueología procesual ha sido postprocesualista. Kristiansen, además, no es una
cuestionar el peso otorgado por esta última al voz aislada, sino que son numerosos los autores
empirismo y al uso dado a los métodos de las que señalan que esta nueva etapa de crecimiento
ciencias experimentales. Los recelos y las sospe- de la arqueometría está destinada a cambiar para
chas que jalonan los debates de los arqueólogos siempre la disciplina (KILLICK 2015).
teóricos contra el uso masivo de la arqueometría Frente a este optimismo, otros autores son
de los años 80 y 90 (KILLICK 2015; POLLARD, mucho más escépticos. Así por ejemplo, en un
BRAY 2017), parecen haberse apagado o, al me- trabajo reciente T. F. Sørensen cuestiona la idea
nos, apaciguado, con el cambio de siglo. Por un de la tercera revolución científica de Kristiansen,
26 Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo

reubicando en el seno del procesualismo este cre- 2012). Así por ejemplo, las definiciones de ar-
ciente peso de la arqueometría. Es más, para este queometría incluidas en obras de referencia pu-
autor las agendas del procesualismo y el postpro- blicadas en España o en Italia —como es el caso
cesualismo siguen estando vigentes y teniendo de la Enciclopedia Archeologica Treccani (MA-
una fuerte influencia en la arqueología actual. NACORDA et alii, 2002), el Dizionario di Ar-
Desde un punto de vista interpretativo, este au- cheologia (OLCESE, 2006) o el Diccionario de Ar-
tor reclama la legitimidad y la necesidad de hacer queología (RUIZ ZAPATERO, 1998)— permiten
otro tipo de arqueología en el que el uso de la teo- concluir que, en estos países, los estudios univer-
ría social tenga más peso, en el que la subjetividad sitarios no están diseñados para obtener una for-
y la empatía sean instrumentos fundamentales mación que combine la dimensión humanística
para el análisis de los materiales y los contextos y científica. Como consecuencia de todo ello, ra-
arqueológicos, y en la que se aborden los retos ramente los arqueólogos están preparados para
epistemológicos que plantea el «giro científico» realizar un muestreo adecuado de los materiales
(SØRENSEN 2017). En una línea convergente, arqueológicos, formular las preguntas adecua-
también A. González Ruibal ha cuestionado el das que puedan ser resueltas mediante las técni-
papel de la arqueometría a la hora de construir cas arqueométricas o interpretar los resultados
nuevos paradigmas en arqueología, denunciando analíticos. Este modelo universitario monodisci-
como la arqueometría hace que los arqueólogos plinar penaliza, por lo tanto, la creación de perfi-
sean cada vez más perezosos. Como alternativa, les investigadores especializados y determina que
González Ruibal reivindica otra forma de hacer las aulas de los postgrados británicos se llenen de
arqueología, que coexista con la de Kristiansen y estudiantes procedentes de países del sur de Eu-
que sea intelectualmente poderosa (GONZÁLEZ ropa.
RUIBAL 2014). Asimismo, distintos trabajos bibliométri-
Otro factor que genera una clara incomunica- cos realizados en España en los últimos dece-
ción entre arqueómetras y arqueólogos se deriva nios acerca de las fortalezas y debilidades de la
del hecho de que hoy en día se acepta con clari- arqueometría (GARCÍA HERAS, 1997, 2003;
dad la existencia de dos arqueometrías. Una, de- MONTERO, 2007; PEÑA-POZZA et alii, 2011)
nominada rutinaria o que podríamos considerar han mostrado el peso absolutamente marginal
de servicio, está destinada principalmente a es- que tienen estos estudios en la academia. La au-
tudiar, con procedimientos ya conocidos y va- sencia de estudios especializados, la debilidad de
lidados, nuevas colecciones de materiales. Una la red de laboratorios existentes, la falta de reco-
segunda, de fuerte innovación, tiene como fin nocimiento académico y las limitaciones de los
desarrollar nuevas metodologías de estudio de proyectos realizados son algunos de los principa-
materiales y contextos arqueológicos, así como les problemas detectados.
emplear nuevos instrumentos y metodologías Sin embargo, y paradójicamente, el creci-
(CAPELLI 2011; CAU 2012; BUXEDA, MADRID miento de los estudios arqueométricos en España
2016). Esta dualidad encuentra su materialización o en Italia es más que notable. La mayor parte de
más evidente en la existencia de un Journal of Ar- las memorias de excavación realizadas en los últi-
chaeological Science: Reports (dirigida a acoger mos años en torno a yacimientos de cronologías
los casos de estudio y los análisis de rutina) y de medievales incorporan un número significativo
un Journal of Archaeological Science (destinada a de estudios bioarqueológicos, geoarqueológicos,
acoger las innovaciones), que tiene un mayor ín- de materiales, etc. de carácter arqueométrico que,
dice de impacto. además, ya no se incorporan como meros apéndi-
Aunque esta breve reseña podría ampliarse ul- ces del texto principal. Asimismo, una cuantifica-
teriormente, muestra la existencia de un amplio ción realizada a partir de los artículos publicados
debate de carácter teórico en Escandinavia y el en el Journal of Archaeological Science en los úl-
Reino Unido que, raramente, encuentra eco en el timos treinta años ha mostrado que en la década
sur de Europa. De hecho, la realidad es bien dis- 1985-1994 España era el octavo país en términos
tinta debido a que la contraposición intelectual, de producción (7 artículos) e Italia el duodécimo
académica y operativa existente entre las discipli- (4 artículos). En el decenio 1995-2004 España era
nas humanísticas y experimentales sigue siendo el sexto país (51 trabajos), e Italia el décimo (30
muy acusada en Italia, Portugal o España (CAU trabajos). En el decenio 2005-2014 España era el
Arqueometría y arqueología de la cerámica medieval en España 27

cuarto país (272 artículos) e Italia el quinto (233) abundantes en las arqueologías de época histó-
(TORRENCE et alii 2015). En definitiva, el au- rica en el sur de Europa. Este volumen es, por lo
mento cuantitativo es muy significativo, sobre tanto, un primer intento de promover un debate
todo teniendo en cuenta la organización de la in- abierto sobre estas problemáticas.
vestigación y la formación en ambos países y la
ausencia de inversiones masivas en laboratorios y
la formación de arqueómetras, tal y como ocurrió 3. La arqueometría de los
en el Reino Unido desde los años 70 (TITE 2016). materiales cerámicos
En consecuencia, contamos en la actualidad con
la mejor generación de especialistas en arqueo- La arqueometría de los materiales cerámicos
metría que nunca han tenido los países del sur de tiene como fin el estudio de todo el ciclo de vida
Europa. No resulta extraño, en consecuencia, que de los objetos, es decir, la producción, distribu-
sean estos investigadores los que obtengan los ción, uso, reutilización y descarte de los mate-
proyectos más sustanciosos, las pocas plazas que riales (TITE 2016, 7). Y aunque los análisis so-
se convocan y la mayor proyección mediática. Y bre la proveniencia de los objetos siguen siendo
esto genera, a su vez, reacciones críticas por parte la temática más demandada por los arqueólo-
de otras arqueologías que no participan de esta gos (TITE 2008, ORTON 2014), las ambiciones
dinámica. de la arqueometría de la cerámica son hoy en día
Desde nuestro punto de vista es preciso mucho más amplias. Recurriendo a un procedi-
adoptar una posición crítica en este contexto. miento que ha sido definido en términos de inge-
Por un lado, resulta imparable, también en el niería inversa (BUXEDA, MADRID 2016), la ar-
sur de Europa, el crecimiento de la arqueome- queometría analiza el ciclo de vida de los objetos
tría. Los investigadores en formación demandan recurriendo a enfoques teóricos como la chaîne
de forma creciente una formación especializada opératoire, la biografía de los objetos, la construc-
en perfiles arqueométricos que raramente en- ción social de la tecnología o la agencia (DUIS-
cuentran en las universidades y por ello es im- TERMAAT 2016).
prescindible colmar las profundas carencias que La abundancia de los materiales cerámicos en
tienen las universidades hispanas o italianas con los contextos arqueológicos ha determinado que
las nuevas generaciones de excelentes arqueó- ya desde los años 50 se hayan realizado estudios
metras, que tienen cada vez un mayor recono- arqueométricos sobre estos materiales desde una
cimiento internacional. Pero por otro lado, hay diversidad de perspectivas (TITE 2016). Y aun-
que evitar que se implante la hegemonía intelec- que durante los años 60 y 70 la mayor parte de
tual, temática y teórica de una arqueología que los estudios sobre cerámicas tenían como fin ob-
repose y legitime su estatuto, sustancialmente, tener simplemente cronologías (ORTON 2014), a
a través de la arqueometría. Y especialmente partir de estos años empiezan a detectarse otros
de aquella arqueometría que exalta la acumula- intereses científicos. La fundación en 1977 de la
ción de hechos, datos, técnicas, casos de estudio revista Medieval Pottery, así como el nacimiento
y proyectos (MORO ABADÍA 2017). En España en el sur de Europa de varias revistas dedicadas a
las comisiones de evaluación se han acostum- la Arqueología Medieval (Archéologie Médiévale,
brado más a contar artículos en revistas de im- 1971; Archeologia Medievale, 1974; Boletín de Ar-
pacto que a evaluar críticamente los conteni- queología Medieval, 1987; Arqueologia Medieval,
dos y las aportaciones realizadas desde distintas 1992) son todos ellos factores que han estimu-
perspectivas teóricas. Esta tendencia termina, lado la renovación de los estudios sobre la cerá-
además, por penalizar otras formas de hacer ar- mica medieval.
queología. Sin embargo, hasta los años 90 no se pro-
Por todos estos motivos es preciso promover dujo una cierta estabilización de los estudios ar-
marcos de reflexión que, por un lado, sinteticen queométricos en España. De hecho, data del año
críticamente los resultados obtenidos por los tra- 1997 la creación de la Sociedad de Arqueometría
bajos arqueométricos desde una perspectiva inte- aplicada al Patrimonio Cultural (https://www.
lectual amplia, y que, por otro lado, permitan ex- sapac.es/), que acaba de celebrar el duodécimo
plorar las distintas formas de hacer arqueología. congreso ibérico de Arqueometría. Será por lo
Este tipo de reflexiones no son particularmente tanto a partir de los años 90 cuando se lleven a
28 Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo

cabo en España los primeros estudios de un cierto mente, el episodio de la arqueología preventiva,
calado sobre la cerámica medieval de carácter ar- que tuvo un importante impacto en el desarrollo
queométrico. El retraso, por lo tanto, respecto de la Arqueología Medieval peninsular en el pe-
a la arqueología prehistórica o a la arqueología ríodo 1995-2007, no ha logrado ser un elemento
romana es evidente (CORDERO et alii 2006). tractor de los estudios arqueométricos sobre las
Pero también respecto a los estudios arqueomé- cerámicas medievales (al igual que ha ocurrido
tricos llevados a cabo sobre cerámicas medie- con otras disciplinas, como las bioarqueologías),
vales en otros países de nuestro entorno, como que han sido realizados principalmente en el seno
es el caso de Italia (por ejemplo, BERTI, TON- de los centros universitarios.
GIORGI 1981; MANNONI, MOLINARI 1990; Teniendo en cuenta el cuadro anterior, no re-
MANNONI 1994). En este país fue a partir de los sulta extraño que los principales laboratorios es-
años 70 cuando los trabajos pioneros de T. Man- tables que trabajan sobre cerámicas medievales
noni primero, y N. Cuomo di Caprio (CUOMO (aunque tratan otras cronologías) estén ubicados
DI CAPRIO 2007) o G. Olcese (OLCESE 1993, principalmente en Cataluña, tanto en la Univer-
2013) después pusieron las bases para el desarro- sidad de Barcelona (grupos ERAAUB5, GRACPE6,
llo de una arqueometría de los materiales cerámi- GRAMP), como en la Universidad Politécnica de
cos que ha incidido notablemente en el desarrollo Barcelona (UPC-BarcelonaTech) y en la de Vic
de los estudios ceramológicos. (MECAMAT). Asimismo, destacan por su la-
Los trabajos de M. Vendrell sobre la cerámica bor la Universidad de Zaragoza, la de Santiago de
gris catalana (VENDRELL et alii 1997) o la tesis Compostela y la Universidad del País Vasco, aun-
doctoral de J. Molera (1995) dedicada a las cerá- que suele ser común que algunos investigadores
micas andalusíes realizadas también en Cataluña trabajen con otros laboratorios europeos (Uni-
son dos hitos fundamentales en el desarrollo de versidad de Sheffield, Génova, etc.).
la arqueometría de la cerámica. Y aunque ya se La práctica totalidad de estos laboratorios tra-
habían hecho estudios arqueométricos de cerá- bajan en colaboración con otros grupos de inves-
micas medievales con anterioridad (por ejemplo, tigación, siendo particularmente relevante la red
GUTIÉRREZ, BOHIGAS 1989), su peso había arqueométrica que se ha creado en torno al Me-
sido más bien marginal4. diterráneo, en la que participan activamente va-
Esta centralidad de Cataluña, que pronto será rios de estos centros. En cambio, es mucho más
compartida con otros laboratorios y centros de limitada la participación en otros proyectos que
investigación, se mantendrá también en la pri- están llevándose a cabo en los últimos años y
mera década del nuevo siglo, cuando realicen que tienen como fin crear bases de datos de ca-
sus tesis doctorales J. García Iñáñez (2007), E. rácter europeo destinadas a compartir los resul-
Travé (2009) o R. Di Febo (2011). La intensa pro- tados obtenidos en los estudios ceramológicos
ducción, asimismo, de J. Pérez-Arantegui en Za- y arqueométricos. Este es el caso del proyecto
ragoza, T. Pradell y J. Molera en Cataluña, ha ICERAMM promovido por la Universidad de
permitido analizar volúmenes significativos de Tours (http://iceramm.univ-tours.fr/index.php),
cerámicas medievales, principalmente revestidas. que tiene como fin el estudio de la cerámica me-
También a lo largo del nuevo milenio se han ido dieval y moderna de Francia y Bélgica, pero que
realizando tesis doctorales de carácter arqueomé- aspira a integrar otras experiencias europeas.
trico o apoyadas en estudios arqueométricos en Otras bases de datos temáticas, como es la dedi-
otras zonas peninsulares, como es el caso del tra- cada al estudio de las cerámicas halladas en pe-
bajo de E. Fernández Navarro sobre la cerámica cios antiguos (http://www.immensaaequora.org/
de cocina almohade y nazarí (2003), el de J. L. So- atlante.html), el Archive of Anglo-Saxon Pottery
laun sobre el País Vasco (2005), el de A. Fernán- Stamps (http://www.aasps.org.uk/), o el Wor-
dez sobre Vigo (2011) o el de M. del Pino sobre cestershire Ceramics Online Database (https://
Gran Canaria (2014), entre otros. Desgraciada- www.­worcestershireceramics.org/) son solo al-
gunos ejemplos de formas de socialización y co-
4
  Su peso sigue siendo también muy escaso en algunos
estudios dedicados a la cerámica medieval, como son por
ejemplo CABALLERO et alii 2003; MALPICA, CARVAJAL 5
  CAU et alii 2015.
2007; VIGIL-ESCALERA, QUIRÓS CASTILLO 2016. 6
  SANMARTÍ et alii 2015.
Arqueometría y arqueología de la cerámica medieval en España 29

laboración a través de la red que permitirían su- 4. El contenido y la estructura de


perar los análisis microterritoriales e identificar este volumen
dinámicas socioeconómicas de amplio desarro-
llo, hoy difíciles de observar. Los trece capítulos que componen este vo-
Otra asignatura pendiente es la creación de lumen son, aparentemente, muy heterogéneos,
nuevos espacios formativos en las universida- puesto que comprenden tanto reflexiones de ca-
des hispanas que ofrezcan al alumnado lo que, de rácter metodológico (PÉREZ ARANTEGUI; CA-
otra manera, van a buscar en otros países (CAU PELLI et alii), como síntesis temáticas (LÓPEZ
2012, 33-34). Una inversión inteligente en titu- DE HEREDIA et alii; GARCÍA PORRAS) o terri-
laciones especializadas permitiría, por un lado, toriales (PRIETO MARTÍNEZ et alii; CENTENO
que los arqueólogos contasen con herramientas CEA y VILLANUEVA ZUBIZARRETA; TRAVÉ
metodológicas y conceptuales para crear proyec- APELLUZ), así como casos de estudio y/o la pre-
tos que reposen también en la arqueometría. Por sentación de los resultados de proyectos concre-
otro lado, sería posible formar nuevas generacio- tos (ORTEGA et alii; GRASSI y FORNACELLI;
nes de arqueómetras desde perspectivas teóricas CARVAJAL LÓPEZ et alii; MOLERA et alii; SA-
y metodológicas que permitan superar la actual LINAS y PRADELL; DEL PINO CURBELO et
separación. alii). Esta heterogeneidad, no obstante, es suma-
En definitiva, el grado de fragmentación y po- mente representativa de lo que es la práctica de la
larización de los estudios arqueométricos refleja, arqueometría hoy en día en nuestro país.
en el fondo, las propias limitaciones de la Ar- Así por ejemplo, hay artículos firmados por un
queología Medieval hispana en su conjunto. La solo autor, pero son mayoría los trabajos firma-
ausencia de inversiones en equipamiento, la falta dos por varios o por numerosos investigadores si-
de especialistas estabilizados en las universidades guiendo un formato penalizado en el Campo 10
y la ausencia de planes formativos que potencien de Historia, Geografía y Artes con los que la Co-
los estudios arqueométricos pueden explicar es- misión Nacional Evaluadora de la Actividad In-
tas carencias. Y sin embargo, las cosas están cam- vestigadora establece los criterios de evaluación
biando poco a poco. de la producción científica en este campo, y que
La existencia de nuevas inquietudes en el seno sirve de referencia para muchas otras evaluacio-
de la Arqueología en España se traduce en el he- nes (ver BOE 292 de 1 de diciembre 2017). Hay
cho de que todos los grados de arqueología im- trabajos que están firmados únicamente por ar-
partidos en la actualidad incluyan alguna asig- queólogos, otros están firmados solo por arqueó-
natura dedicada a la arqueometría. Asimismo, metras, siendo mayoría los trabajos firmados por
numerosos centros universitarios promueven investigadores adscritos a ambos perfiles. Algu-
y realizan cursos e iniciativas individuales. Sin nos autores son arqueólogos especializados en el
ánimo de exhaustividad, se pueden señalar en- estudio de la cerámica, muy atentos e interesa-
tre otros las jornadas de Arqueometría en Gali- dos en los trabajos de los arqueómetras. En otras
cia que se celebran desde el año 2014, los cursos ocasiones, nos encontramos con arqueólogos de
sobre cerámica que se realizan en la Universidad formación que se han dotado, normalmente en
de Granada o el reciente workshop «Métodos de su etapa doctoral o postodoctoral, de una forma-
Análisis y resultados en Arqueología Medieval» ción técnica en el campo de la arqueometría. En
celebrado en Córdoba el 1 de diciembre del año otros casos nos encontramos con especialistas en
2017 en el marco del proyecto TKE (Tecnología ciencias experimentales que cuentan con un am-
y conocimiento en la Península Ibérica, siglos xii plio bagaje histórico-arqueológico. Por otro lado,
al xvi). Empezamos, asimismo, a contar con re- no todos los arqueólogos que se ocupan de ar-
flexiones críticas que identifican problemas y su- queometría de los materiales cerámicos medie-
gieren posibles soluciones (por ejemplo, CAU vales son especialistas en la Edad Media, siendo
2012). frecuente en el campo de la arqueometría que sea
En consecuencia, este volumen y el encuentro la técnica frente a la discriminación cronológica
que lo ha precedido se han realizado en un mo- la que determine que se estudien materiales, ya-
mento crítico para la consolidación y la reorgani- cimientos o temáticas de períodos cronológicos
zación de la arqueometría de los materiales cerá- muy distintos entre sí. Geográficamente los tra-
micos medievales en España. bajos recogidos en este volumen no cubren toda
30 Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo

España, habiendo importantes vacíos, especial- brevemente en su aportación los resultados de los
mente en lo que se refiere al interior, el levante o trabajos realizados en torno a los materiales bajo-
Andalucía occidental (Fig. 1.1). Además, y salvo medievales de Zaragoza y Albarracín, mostrando
excepciones, nos encontramos con proyectos de además la potencialidad de los estudios químicos
investigación limitados y, en general, fragmenta- a la hora de analizar la procedencia y la tecnolo-
dos. Y, salvo excepciones puntuales, todas estas gía de la cerámica medieval. Además, presenta
características pueden generalizarse a la práctica de forma crítica cómo se lleva a cabo el diseño de
de la arqueometría de los materiales cerámicos una investigación de base arqueométrica, mos-
en España. trando la necesidad de indagar la relación entre
Entrando ahora a presentar brevemente los materias primas y funcionalidad, y la relevancia
contenidos cada uno de los trabajos que com- del muestreo.
ponen este volumen, los trece artículos pueden Quizás porque el muestreo ha sido la fase crí-
agruparse en cuatro áreas de interés principal. tica de interacción entre arqueólogos y arqueó-
Los dos primeros trabajos, realizados por J. Pé- metras cuando el diseño de la investigación no
rez-Arantegui y C. Capelli, R. Cabella y M. Pia- era realizado conjuntamente por parte de ambos
zza, son breves reflexiones de carácter metodo- especialistas (ORTON 2014, 16; BUXEDA, MA-
lógico realizadas por arqueómetras que trabajan DRID 2016), esta es una temática que vuelven
en un departamento de Química en la Univer- también a tocar en su texto C. Capelli, R. Cabella
sidad de Zaragoza la primera, y en una facultad y M. Piazza. Estos autores señalan que, para obte-
de Geología el segundo grupo. Pérez-Arantegui, ner resultados arqueométricos de calidad, no se
autora de un gran número de estudios sobre ce- puede recurrir a un número reducido de peque-
rámica revestida medieval y moderna, presenta ñas muestras de pastas sin poder establecer su re-

Figura 1.1.  Principales yacimientos analizados en el volumen


Arqueometría y arqueología de la cerámica medieval en España 31

presentatividad y sin poder utilizar piezas clara- más de ofrecer un útil balance crítico en el que
mente diagnósticas. Y si bien los gestores de los se recogen referencias a más de 150 yacimien-
museos y de los materiales arqueológicos tien- tos que muestra la existencia de vacíos signifi-
dan, sustancialmente, a destinar a los análisis ar- cativos en regiones como Asturias, proporciona
queométricos precisamente este tipo de piezas un cuadro historiográfico muy útil para contex-
debido el carácter destructivo de la mayor parte tualizar los estudios sobre la cerámica medieval.
de estos análisis7, es preciso modificar esta prác- Los autores sostienen que, frente a otros países
tica. El grupo de la Universidad de Génova, for- europeos, los inicios de los estudios arqueomé-
mado por T. Mannoni en los años 60, casi a la vez tricos sobre la cerámica prehistórica en España
que M. Picon iniciaba sus experiencias en Lyon, son tardíos, de tal manera que el primer estudio
es representativo de un sistema de trabajo en red data del año 1973 y la primera tesis doctoral rea-
de laboratorios arqueométricos que operan en el lizada en el norte del año 1997. No obstante, si
mediterráneo occidental y que cuentan con una comparamos estas fechas con los primeros es-
enorme masa crítica de estudios petrográficos tudios arqueométricos dedicados a la cerámica
a partir de los cuáles se han abordados proble- medieval en nuestro país nos daremos cuenta de
mas críticos de la producción, distribución y con- que la alfabetización arqueométrica ha sido mu-
sumo de cerámica prehistórica, antigua, medie- cho más temprana en el caso de los prehistoria-
val y moderna. El laboratorio de Génova cuenta dores o de los arqueólogos clásicos10 que en el de
con más de 12.000 láminas delgadas que cubren los medievalistas. De hecho, la reflexión historio-
un amplio espectro cronológico y trabaja activa- gráfica realizada por A. García Porras en su ca-
mente en todo el mediterráneo (CAPELLI, CA- pítulo correspondiente muestra la dificultad con
BELLA 2005; CAPELLI 2011). Y aunque el caso la que la Arqueología Medieval en España ha asi-
de estudio presentado en el encuentro de Vitoria- milado la arqueometría de los materiales cerámi-
Gasteiz no tiene reflejo en este volumen8, en este cos. Si bien la influencia de la Arqueología Me-
texto se argumenta la necesidad de construir pro- dieval francesa e italiana ha sido fundamental en
yectos integrados entre arqueología y arqueome- el proceso de consolidación de la disciplina en
tría (y no solamente entre arqueólogos y arqueó- España, la arqueometría de las cerámicas reali-
metras). zadas en estos países no llegó a calar hasta hace
Un segundo bloque de trabajos agrupa aque- muy poco tiempo. De esta manera, numerosas
llos capítulos que, a forma de balance crítico, producciones hispanas que han sido importadas
analizan los trabajos realizados en torno a la ce- fueron descritas arqueométricamente en otros
rámica de la prehistoria del noroeste peninsular contextos europeos o incluso americanos antes
y de al-Andalus9. El trabajo firmado por J. Ló- de ser reconocidas plenamente en España. Pero
pez de Heredia, M. Cubas, M. García Heras y este cuadro tan sombrío debe ser relativizado,
C.  Olatexea es de particular interés para los fi- puesto que al menos en Aragón y sobre todo en
nes de este volumen. Los cuatro investigado- Cataluña, ya desde los años 90 se han ido reali-
res son arqueólogos de formación que han reali- zando trabajos arqueométricos de alto nivel, tal
zado su tesis doctoral en torno a la arqueometría y como se ha señalado con anterioridad. Y aun-
de la cerámica prehistórica en el norte de Es- que García Porras señala algunas de las principa-
paña en los últimos veinte años. El trabajo, ade- les limitaciones que tiene la arqueometría de los
materiales cerámicos de época medieval en la ac-
tualidad (la mayor atención a las tecnologías de
7
  Sobre las limitaciones de los análisis no destructivos producción que a los patrones de producción y
ver, por ejemplo, HUNT, SPEAKMAN 2015. a los intercambios; la desigual distribución geo-
8
  Pero el video puede verse ahora en https://ehutb.ehu.
gráfica de los estudios; la mayor atención a la ce-
es/video/58c67278f82b2bb3298b4592 (consultado el 18
enero 2018). rámica revestida respecto a la cerámica común),
9
  Tal y como se señaló en la presentación del volumen,
en su diseño inicial este volumen debía de contar con otras
síntesis diacrónicas dedicadas al mundo romano y a la época 10
  Para la cerámica romana, la tesis de J. Buxeda i Garri-
moderna que, por distintas circunstancias, no se entregaron gós defendida en el año 1995 con el título La caracterització
en plazo. Este es el motivo por el que se incluye un trabajo arqueometría de la ceràmica de Terra Sigillata Hispanica
sobre la prehistoria en un volumen dedicado a la arqueome- avançada de la ciutat romana de Clunia puede ser conside-
tría de la cerámica medieval. rada como un hito fundamental.
32 Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo

este autor concluye que el avance producido en pleada por la red de laboratorios mediterráneos
los últimos años es realmente espectacular. que ha sido tan efectiva a la hora de reconstruir
De hecho, el tercer bloque de trabajos, de- los mecanismos de distribución del período ro-
dicados a casos de estudio y a proyectos de in- mano, no se puede aplicar a la Edad Media, que
vestigación más concretos, constituye un buen cuenta con sistemas fragmentados. De hecho, los
diagnóstico acerca de los problemas que se están resultados obtenidos en Galicia muestran el pre-
abordando y de las prioridades de investigación dominio del uso de materias primas locales, aun-
actuales. Pero antes de presentarlos de forma sin- que tampoco faltan contextos en los que se de-
gular, hay que señalar que la consolidación de tectan cuadros más complejos, como es el caso de
los estudios arqueométricos no ha tenido lugar A Pousada.
en todas las comunidades autónomas, a pesar de Si bien la arqueometría de los materiales cerá-
contar en ocasiones con importantes anteceden- micos medievales se inició con el análisis de ce-
tes. Entre otros muchos ejemplos posibles éste es rámicas revestidas que contaban con una amplia
el caso de la Cuenca del Duero, analizado en este distribución espacial, el reto al que se enfrenta
volumen por I. Centeno y O. Villanueva. Aunque desde hace unos años la Arqueología Medieval es
en este territorio se han realizado algunos de los precisamente el del estudiar la cerámica común,
estudios pioneros sobre la cerámica medieval del que tan buenos resultados ha proporcionado a la
interior peninsular y desde los años 90 se lleva- hora de historiar periodos tan complejos como es
ron a cabo los primeros análisis arqueométricos, la Alta Edad Media (CABALLERO et alii 2003).
la debilidad y fragmentación académica y disci- Dentro de este contexto hay que situar el trabajo
plinar no han permitido la cristalización de estas presentado por A. Alonso-Olazabal, L.A. Ortega,
líneas de trabajo. Y aunque no faltan las excep- M.C. Zuluaga y J.A. Quirós dedicado a la Llanada
ciones (por ejemplo, ARIÑO et alii 2005; ARIÑO Alavesa. La cerámica altomedieval alavesa ha sido
et alii 2015), en este territorio se ha producido un objeto de la importante tesis de J.L. Solaun (SO-
estancamiento de los estudios cerámicos y sigue LAUN 2005), que integró los estudios arqueoló-
sin existir, aún hoy en día, una praxis que con- gicos con los análisis arqueométricos realizados
temple la recogida completa y sistemática de los por estos mismos autores. En esta ocasión, el tra-
materiales arqueológicos hallados en las excava- bajo aborda el análisis de dos despoblados medie-
ciones preventivas (cerámicos, antropológicos, vales excavados en extensión, el de Zaballa y el
etc.), de tal forma que a los museos solamente lle- de Zornoztegi, que han proporcionado una am-
gan muestras seleccionadas. plia colección de cerámicas comunes fechables
En otras regiones, en cambio, sí se ha produ- entre los siglos v y xv. Los estudios petrográfi-
cido la consolidación de los estudios arqueomé- cos y químicos permiten concluir que la mayor
tricos, incluso allí donde el peso de la Arqueología parte de las cerámicas altomedievales de estos ya-
Medieval ha sido tradicionalmente muy limi- cimientos son locales o paralocales, y que, salvo
tado. Este es el caso de Galicia, donde se está lle- un grupo concreto (TP3) no resulta posible esta-
vando a cabo el proyecto diacrónico ArchaeoPots blecer el microárea de procedencia. Además, se
(http://wikipot.com/). En el trabajo presentado observa una correspondencia entre formas, fun-
por M. P. Prieto, O. Lantes y F. Alonso se presen- ciones y materias primas, lo que permite sugerir
tan los resultados obtenidos en el análisis de los la existencia, ya desde el siglo viii, de una cierta
materiales cerámicos de época medieval tratados especialización de los talleres y de formas de in-
en el marco de este proyecto. Este trabajo es im- tegración comercial entre las distintas áreas de la
portante porque muestra cuales son los principa- Llanada Alavesa.
les retos a los que se enfrenta el estudio de la ce- Otro de los principales retos a los que se en-
rámica medieval, y en particular de la cerámica frenta el estudio de la cerámica medieval es el
no revestida. A excepción de algunas produc- gran desconocimiento que aún tenemos de los
ciones importadas producidas fuera de Galicia y lugares de producción, razón por la cual la mayor
halladas únicamente en contextos aristocráticos parte de los estudios han sido realizados sobre
como son los castillos, en época medieval predo- contextos de consumo. El mismo sistema de pro-
minan sistemas de producción a pequeña escala, ducción cerámica medieval, estructurado en los
que circulan en ámbitos espaciales limitados. Di- medios rurales a partir de talleres de dimensiones
cho de otra forma, la estrategia de estudio em- reducidas, puede ser un motivo que explique esta
Arqueometría y arqueología de la cerámica medieval en España 33

aparente invisibilidad de estos alfares11. Y aun- ción concretos, y la totalidad de ellos han sido li-
que los materiales cerámicos producidos en un derados por investigadores que han obtenido una
mismo taller pueden presentar una amplia varia- financiación europea a través del programa Marie
bilidad química (BUXEDA et alii 2003), si se pu- Curie. Todos estos proyectos son el resultado de
diese contar con una masa crítica de estudios más la colaboración estrecha entre arqueólogos y ar-
amplia sobre los alfares medievales sería más sen- queómetras, y todos ellos cuentan con una sólida
cillo establecer micro-proveniencias y compren- base teórica.
der cómo se articulan los mecanismos de produc- Al igual que en la Arqueología Medieval en su
ción y distribución de la cerámica común. conjunto, el estudio de los procesos de islamiza-
Uno de los pocos lugares peninsulares en el ción es una de las principales preocupaciones de
que ha sido posible realizar una arqueometría de los estudiosos de la cerámica, y ello se traduce en
los alfares medievales a una cierta escala es Ca- que tres de estas cinco aportaciones estén centra-
taluña. El trabajo de E. Travé, que sintetiza al- das en torno a esta temática.
gunos de los resultados obtenidos en estudios Elena Salinas y Teresa Pradell hacen una breve
precedentes (TRAVÉ et alii 2014; TRAVÉ et alii presentación del proyecto IGATO que tiene
2016), presenta un cuadro muy sugerente. Cata- como fin explorar el proceso de islamización de la
luña cuenta con la más sólida tradición de estu- Península Ibérica a través de la transformación de
dios sobre arqueometría de la cerámica de toda la la cultura material, y más concretamente a través
Península, y todavía hoy en día se localizan allí al- de la transferencia tecnológica de los vidriados en
gunos de los grupos de investigación más dinámi- al-Andalus procedentes del Mediterráneo Orien-
cos, empeñados en el estudio de distintos perío- tal. Este proyecto, imposible de realizar hace po-
dos históricos. No resulta extraño, por lo tanto, cos años, recurre al estudio de lotes de materiales
que Travé afirme de forma rotunda que el estu- obtenidos en excavaciones urbanas hechas en al-
dio arqueométrico de las producciones cerámicas gunos de los principales centros andalusíes, y se
en Cataluña haya llegado para quedarse. detiene en el análisis de los primeros materiales
Se pueden remontar a los años 90 los prime- vidriados hallados en la Península Ibérica. En su
ros trabajos sobre la denominada cerámica gris, trabajo ambas autoras definen tres etapas prin-
una producción en uso en Cataluña a caballo en- cipales: durante el emirato se pueden fechar las
tre la alta y la plena Edad Media y que constituye primeras producciones de vidriados transparen-
un documento arqueológico de primer orden tes; en una fase posterior es cuando se introducen
para historiar este territorio. El hallazgo de los ta- los vidriados opacos de base de estaño y de anti-
lleres de Cabrera d’Anoia y su posterior estudio monio, que se hacen comunes a partir del siglo x;
arqueométrico, así como la localización de otros por último, es a partir del siglo xi cuando se de-
alfares ha permitido trazar, como en ningún otro tectan las primeras producciones de loza dorada
territorio peninsular, microrregiones de distribu- en Sevilla. A través del estudio arqueométrico se
ción de estas producciones en el período pleno- pretende, además, detectar las importaciones y
medieval. A este trabajo deben sumarse, además, los procesos tecnológicos, sociales y políticos a
los importantes estudios realizados sobre los ma- través de los cuáles se han implantado estas pro-
teriales bajomedievales, y en particular los reves- ducciones.
tidos, que permiten vislumbrar el tránsito de un La islamización es también el eje teórico cen-
sistema productivo de base rural a uno urbano tral en torno al cual se ha articulado el proyecto
(BUXEDA et alii 2011). ARANPOT, que tiene como fin el estudio de la
El resto de los estudios incluidos en este volu- transformación de la Vega de Granada a través
men se corresponden con proyectos de investiga- del estudio de la cerámica. En estudios previos
se ha dado prioridad al análisis de la cerámica de
cocina (CARVAJAL LÓPEZ, DAY 2015), mien-
11
  Aunque también se han realizado estudios arqueomé- tras que en los dos textos incluidos en esta co-
tricos sobre talleres urbanos medievales como es el caso de lección se analiza la tecnología de la cerámica vi-
Zaragoza (PÉREZ-ARANTEGUI, LAPUENTE 2003), Valen- driada (J. Molera, J.C. Carvajal López, G. Molina y
cia, Murcia (MOLERA et alii 2009), Sevilla (POLVORINOS
DEL RÍO, CASTAING 2010), Lleida, Talavera, Barcelona y
T. Pradell) y la distribución de la cerámica de agua
otros centros (GARCÍA IÑÁÑEZ et alii 2008) o Lisboa (BU- y la cerámica vidriada (J.C. Carvajal, A. Hein, M.D.
GALHÃO 2009). Glascock y P.M. Day). Ambos trabajos confirman,
34 Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo

en última instancia, cuanto observado a través del sociedades «prehistóricas» de cronologías me-
estudio de la cerámica de cocina. El recurso a es- dievales refleja la potencialidad de los estudios
tudios químicos, petrográficos y mineralógicos ha cerámicos para abordar problemáticas de gran
permitido definir la micro-proveniencia de estos calado histórico.
materiales a lo largo de cuatro etapas cronológicas Lo mismo se puede decir del último de los tra-
comprendidas entre los siglos  vi y xii. Durante bajos incluidos en el volumen, dedicado al pro-
las primeras fases (siglos  vi-principios del x) se yecto EARMEDCASTILE firmado por F. Grassi y
detecta la existencia de un amplio número de ta- C. Fornacelli. A través del estudio de la cerámica
lleres caracterizados por una amplia variabilidad pintada en rojo, este estudio pretende analizar
tecnológica, de tal forma que no se detecta una sus patrones de distribución y sus implicaciones
gran transformación de los sistemas de produc- en la articulación política del condado castellano,
ción y consumo cerámico como consecuencia de y en los procesos de circulación comercial de es-
la conquista islámica. Será solamente a partir del tos materiales. Esta cerámica se reconoce en el
siglo x cuando las élites cordobesas y sus aliados área castellana a partir del siglo viii y normal-
locales intervengan de forma significativa en este mente aparece en cantidades muy limitadas. Los
territorio, lo que dará lugar a un proceso de trans- estudios arqueométricos han mostrado que existe
formación de la cultura material mediante la po- una importante diversidad de centros de pro-
larización de las producciones en torno a las ciu- ducción, y solamente en algunos lugares centra-
dades y la estandarización de los repertorios. Este les, como es el caso de los castillos de Tedeja o de
patrón es observable también a través de la cerá- Poza de la Sal, se detecta la coexistencia de mate-
mica vidriada que se reconoce a partir del siglo ix. riales procedentes de distintos talleres. Algunos
El hallazgo de partículas de oro en su composi- alfares están muy localizados, como es el caso del
ción permite sugerir que las cerámicas vidriadas Valle de la Tobalina, pero la mayor parte de los
son de origen local. grupos se han podido localizar en escalas espacia-
El análisis de la complejidad sociopolítica es les más amplias. Frente a la diversidad de los ha-
el eje teórico en torno al cual se articulan los llazgos más antiguos, el estudio ha detectado un
dos últimos trabajos. El estudio de M. del Pino proceso de integración territorial a partir del si-
Curbelo, A. Bachiller Gil, A. Rodríguez Rodrí- glo x, cuando se encuentran en lugares como Ca-
guez, J.  Buxeda i Garrigós, J. Mangas Viñuela, leruega cerámicas procedentes del Ebro. También
P.M. Day y E. Martín Rodríguez analiza las socie- a partir de este momento se observa la coexisten-
dades aborígenes canarias coetáneas a las socie- cia de distintas formas de organización de la pro-
dades medievales peninsulares. A través del estu- ducción. En definitiva, la cerámica pintada en
dio de la cerámica de yacimientos situados en el rojo puede constituir un marcador material del
sureste de Gran Canaria se analiza la estructura proceso de conformación de estructuras sociopo-
política prehispánica de la isla, cuestionando la líticas y de análisis de la complejidad sociopolítica
idea de la existencia de únicamente dos realida- (en el sentido indicado en DUISTERMAAT 2016,
des políticas antes de la conquista, tal y como 117) en un contexto marcado por la fragmenta-
han transmitido los primeros cronistas hispa- ción y por la ausencia de centros urbanos.
nos. También en este caso nos encontramos ante
producciones cerámicas fragmentadas y localiza-
das que utilizan materias primas locales y se ca- 5. Conclusiones y perspectivas de
racterizan por una fuerte homogeneidad tecno- futuro
lógica. La comparación entre los yacimientos del
norte y del sureste de la isla, así como de las pro- Tal y como señala Albero García Porras en
ducciones halladas dentro de cada uno de los te- su trabajo, los estudios sobre la cerámica medie-
rritorios permite trazar un cuadro de la comple- val han constituido un eje fundamental en torno
jidad y de la diversidad. El análisis comparativo al cual se ha vertebrado la Arqueología Medie-
revela la existencia de diferencias funcionales val en nuestro país, aunque solo sea por el ca-
entre los sitios analizados, pero sobre todo per- rácter utilitarista que supuso el conocimiento de
mite sugerir pautas de complejidad social dentro este omnipresente material a la hora de estable-
de los mismos y mostrar pautas de cambio his- cer las cronologías de los yacimientos analizados.
tórico. En definitiva, este estudio realizado sobre No obstante, el reciente scientific turn al que nos
Arqueometría y arqueología de la cerámica medieval en España 35

referíamos con anterioridad y el propio desarro- Este volumen es representativo de una fase
llo de la disciplina han determinado que los es- precisa y concreta del desarrollo de la arqueome-
tudios sobre la cerámica medieval no sean ya una tría de los materiales cerámicos medievales en
prioridad de los estudiantes ni de los jóvenes pro- España: el del período de la consolidación de al-
fesionales, a diferencia de lo que ocurría en el pa- gunos grupos y, sobre todo, el del tránsito de los
sado. Los que nos hemos formado en los años 80 estudios sobre las cerámicas revestidas (bajome-
y 90 siempre hemos estudiado la cerámica como dievales) al análisis de lotes de cerámicas comu-
una temática central de la Arqueología Medie- nes, mayoritarias en la Edad Media peninsular, y
val, independientemente de los intereses de nues- cuya presencia es masiva en los museos tras la fe-
tras investigaciones. En cambio, en los manuales cunda etapa de la arqueología preventiva. Uno de
más recientes apenas se dedican algunas páginas los principales retos a los que se enfrenta ahora
al análisis de las cerámicas, diluidas dentro de un mismo la investigación arqueológica y arqueomé-
contenedor denominado «cultura material». trica de las cerámicas medievales es el de desarro-
Pero si bien los estudios sobre la cerámica llar proyectos capaces de analizar los procesos de
medieval ya no tienen la centralidad que tuvie- fragmentación y complejización de las sociedades
ron en el pasado, tampoco es apropiado hablar medievales a través del estudio de los mecanis-
de «crisis» o de decadencia. Por razones dife- mos de producción, los sistemas de producción y
rentes, son dos los enfoques que están propor- los patrones de consumo de estos materiales. Es
cionando los trabajos más innovadores. Por un para ello preciso avanzar en el estudio de las mi-
lado, habría que señalar que son las investiga- cro-proveniencias de estos materiales en espacios
ciones dotadas de una potente base teórica (pe. bien delimitados recurriendo a los nuevos instru-
WICKHAM 2005; PEÑA 2007; DUISTERMAAT mentos disponibles (WAKSMAN 2016), pero te-
2016; JERVIS 2017) las que están generando niendo en cuenta la dificultad que supone extra-
nuevos marcos interpretativos de los materia- polar los resultados obtenidos a otros territorios.
les cerámicos y espacios de debate que superan Aún estamos lejos de poder confrontar sistemas
los planteamientos más taxonómicos. Por otro territoriales, aunque algunos empiezan ya a defi-
lado, los trabajos realizados desde la arqueome- nir sus contornos.
tría constituyen un segundo eje de crecimiento Siguen siendo mayoritarios los estudios ar-
de los estudios sobre las cerámicas medieva- queométricos realizados sobre materiales anda-
les. De hecho, en el último lustro solamente los lusíes (por ejemplo, BRIDGMAN 2009a, 2009b),
proyectos de base arqueométrica han recibido y en particular sobre las producciones urbanas,
financiación dentro del programa Marie Cu- mientras que el número de trabajos hechos en
rie para estudiar la cerámica medieval penin- contextos rurales y en las sociedades cristianas es
sular (proyectos ARCHSYMB12, ARANPOT 13, mucho más reducido. Carecemos, asimismo, de
E­ARMEDCASTILE14, IGATO15). Y aunque in- proyectos de una cierta entidad y ambición, de tal
dudablemente sigue habiendo carencias funda- forma que las comparaciones son muy difíciles de
mentales en el conocimiento territorial, crono- realizar. También en este campo hay mucho mar-
lógico, de las producciones y de la circulación de gen de mejora.
la cerámica medieval en España, no cabe duda Hasta el momento la arqueometría de la ce-
de que, tal y como señala E. Travé en su texto, rámica medieval ha ido a remolque de la Ar-
la arqueometría de la cerámica ha llegado para queología Medieval, reflejando sus fortalezas y
quedarse y tendrá cada vez un peso más signifi- debilidades. En cambio, en el contexto actual la
cativo en la investigación. arqueometría es un factor de renovación y trans-
formación de la Arqueología Medieval en su con-
junto, y de hecho constituye una necesidad es-
12
  http://cordis.europa.eu/publication/rcn/17095_ tratégica para poder realizar el salto de escala
en.html (consulta 18 enero 2018). que precisa la disciplina en el siglo xxi. Pero tal
13
  http://cordis.europa.eu/result/rcn/60394_en.html y como señalábamos al inicio de este texto, todo
(consulta 18 enero 2018). ello requiere llevar a cabo una importante re-
14
  http://cordis.europa.eu/project/rcn/195286_en.html
(consulta 18 enero 2018).
flexión teórica acerca del estatuto epistemoló-
15
  http://cordis.europa.eu/project/rcn/201005_en.html gico de la arqueología realizada sobre una base
(consulta 18 enero 2018). arqueométrica.
36 Francesca Grassi, Juan Antonio Quirós Castillo

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2
Métodos analíticos para el estudio de materiales
de patrimonio histórico y artístico
Josefina Pérez Arantegui1

1
RESUMEN data. Finally, some examples of studies on Islamic me-
dieval ceramics are explained, and also the potentiality
Tras varias décadas de investigaciones arqueomé-
to develop different researches on pottery, others than
tricas basadas en el análisis químico de materiales, la
on ceramic bodies.
aplicación de métodos analíticos ha demostrado apor-
tar una información importante sobre la procedencia Keywords:  provenance, technology, ceramic, ana-
y la tecnología de facturación de los objetos de patri- lytical techniques, statistical treatment.
monio histórico y artístico. A continuación se expo-
nen brevemente algunos de los puntos más interesan-
tes a tener en cuenta en el análisis químico, en este
caso aplicado a materiales cerámicos. Se describen
los pasos más importantes a dar a la hora de plantear
y desarrollar estos análisis para obtener unos resulta- 1. El análisis químico de los
dos representativos y estadísticamente significativos, materiales de patrimonio
como la elección de la técnica analítica, la selección de histórico y artístico:
muestras o la obtención e interpretación de los datos el caso de la cerámica
analíticos. Por último, se citan algunos ejemplos en es-
tudios de cerámica medieval islámica y se abren tam-
A la hora de investigar los materiales cerámi-
bién algunas posibilidades de cara a distintas investi-
gaciones de la cerámica, no solo de sus pastas. cos incluidos en el patrimonio histórico y artís-
tico, uno de los acercamientos más habituales es
PALABRAS CLAVE:  procedencia, tecnología, cerá- a través del análisis químico de las pastas cerá-
mica, técnicas analíticas, tratamiento estadístico. micas (PÉREZ-ARANTEGUI, 2008). Estos estu-
dios analíticos se centran principalmente en dos
objetivos: conocer la procedencia de los mate-
riales cerámicos e indagar la tecnología de su fa-
ABSTRACT bricación. Estas investigaciones se apoyan en que
After several decades with archaeometric research el análisis de la cerámica y, por tanto, la deter-
based on the chemical analysis of materials, the use of minación de su composición química elemental,
analytical methods has proved to provide an impor- ofrece una «huella digital» sobre los componen-
tant knowledge on provenance and production tech- tes de las muestras. A partir de ella se pueden en-
nology of the objects from historical and cultural her- contrar agrupados juntos los fragmentos cerámi-
itage. In this paper is a summary of the key points to cos realizados con las mismas materias primas, o
be kept in mind in accurate chemical analysis, in this
se podrá distinguir entre grupos de cerámica fa-
case applied to ceramics. We describe the most im-
portant steps to be taken when these analyses are out-
bricados con distintos materiales.
lined and developed, in order to obtain representative La cerámica se prepara a partir de materia-
results with statistical significance: like the choice of les arcillosos, mezclados con cantidades variables
the analytical technique, the selection of the archae- de inclusiones no-plásticas (naturales o añadi-
ological fragments or the treatment of the analytical das, como desgrasantes). Por ello, los elementos
que aparecen como componentes en proporcio-
1
  Dpto. Química Analítica. Instituto Universitario de
nes altas (mayoritarios) son el silicio, el aluminio,
investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA). el calcio, el hierro, el potasio o el magnesio, junto
Universidad de Zaragoza. a otros elementos como el sodio, el titanio o el
40 Josefina Pérez Arantegui

manganeso que están en una proporción menor se ha partido de unos objetivos del análisis claros
(minoritarios), además se incluyen otros muchos y bien definidos, ya sean sobre la procedencia o
elementos cuya concentración será muy pequeña sobre la tecnología del material. Por tanto, el es-
(trazas) pero que estarán muy relacionados con tudio se iniciará por la definición de una serie de
la procedencia del material arcilloso o de los des- preguntas, unos cuestionamientos en los que de-
grasantes. Por esta causa, los componentes ma- ben involucrarse químicos y arqueólogos o histo-
yoritarios y los minoritarios definen mejor la na- riadores, de forma que esta colaboración garantice
turaleza de las arcillas y de otras materias primas la máxima calidad de los resultados obtenidos y el
usadas en la preparación de la cerámica, mientras conocimiento de la cronología correcta y del con-
que los elementos trazas se miden, sobre todo, texto del que proceden los materiales.
para investigar la procedencia. Además, los ele-
mentos mayoritarios y minoritarios pueden dar
informaciones tecnológicas como el tipo de ar- 2.1.  Elección de la técnica analítica
cilla, si ha habido o no adición de elementos o si
se han modificado las arcillas durante la prepara- De acuerdo a los objetivos y preguntas plan-
ción, entre otras. teados, el primer paso para comenzar el estudio
Por tanto, la caracterización química se usará analítico será la elección de la técnica de análisis a
para investigar el origen de fabricación de las ce- emplear. El método analítico ideal debería cumplir
rámicas, que incluirá también la identificación y una serie de requisitos, como ser 1. no destructivo
la caracterización de las fuentes naturales de las y no necesitar muestreo, respetando la integri-
materias primas con las que se pudieron fabri- dad física del material; 2. rápido, para permitir el
car los objetos. La investigación sobre la proce- estudio de gran número de objetos; 3. universal,
dencia de producción de las cerámicas asume que y así aplicable a materiales distintos y a objetos
la composición química de la cerámica cocida y de cualquier dimensión; 4. versátil, para estudiar
acabada es similar a la de la materia prima arci- desde áreas microscópicas a materiales heterogé-
llosa. De esta manera, se podrán establecer pa- neos; 5. sensible, con buenos límites de detección;
trones de comercio y de intercambio de los pro- y 6. multielemental, para obtener el máximo de
ductos cerámicos. Hay que señalar que conviene información (LAHANIER et alii, 1986).
prestar atención también en estos estudios a la A pesar de que el tipo de material cerámico
posible manipulación de las materias primas, ya del que se disponga para la investigación puede
que aquellas con un origen común pueden acabar ser muy variado y de que las cuestiones a plan-
dando una composición química distinta si tam- tear son muchas, las técnicas analíticas más ha-
bién se han sometido a procesos diferentes de de- bituales para determinar la composición química
puración o de mezclas. de las pastas cerámicas (en elementos mayorita-
Por otro lado, estudiar la tecnología de fabri- rios, minoritarios o trazas) son la fluorescencia de
cación de la cerámica pasa por identificar las ma- rayos X, la espectrometría de emisión óptica (o
terias primas usadas, saber cómo se procesaron atómica) con plasma de acoplamiento inductivo
los materiales y qué técnicas se usaron para fabri- o ICP (Inductively Coupled Plasma), la espec-
car los objetos, pero también por qué se eligieron trometría de masas con plasma-ICP y el análisis
unas materias primas concretas, cuáles fueron los por activación neutrónica (CILIBERTO, SPOTO,
métodos de producción y qué cambios tecnológi- 2000; MARTINI, 2004).
cos se dieron. Si el estudio se basa en los datos que se obten-
gan sobre los elementos mayoritarios y minorita-
rios, sobre todo, las técnicas elegidas suelen ser
2. Planteamiento del análisis la fluorescencia de rayos X o la espectrometría
químico de materiales cerámicos de emisión óptica con plasma-ICP. La primera
de ellas tiene la ventaja de poder analizar direc-
Cuando se aplique alguno de los posibles méto- tamente las muestras sólidas. En la fluorescencia
dos analíticos cuantitativos a la cerámica, se obten- de rayos X, la emisión de radiación obtenida en
drá un conjunto significativo de datos numéricos a el proceso es característica y proporcional al nú-
partir de los cuales se extraerán las conclusiones, mero de átomos de los elementos presentes en el
pero estas no tendrán sentido si previamente no material analizado, por lo que es posible la iden-
Métodos analíticos para el estudio de materiales de patrimonio histórico y artístico 41

tificación y la cuantificación de la composición con la misma calidad analítica. En la actualidad,


elemental de la cerámica. Para obtener resultados su uso ha sido desplazado y prácticamente sus-
de la calidad analítica requerida (en precisión y tituido por la espectrometría de masas con plas-
en límites de detección) para una correcta discri- ma-ICP, limitándose a algunos laboratorios que
minación posterior de los datos, la detección de disponen de un reactor nuclear (necesario para
los rayos X en la fluorescencia debe hacerse pre- irradiar la muestra con neutrones).
ferentemente a través de un espectrómetro dis- Existen, por tanto, diferencias en sensibilidad,
persivo de longitudes de onda (Wavelength-Dis- precisión y exactitud entre las distintas técnicas
persive X-ray Spectrometry, WDXS). La principal analíticas que pueden usarse para el estudio de
limitación de esta técnica respecto a la exactitud la cerámica, pero ello no impide poder compa-
analítica que requieren las muestras sólidas de re- rar los resultados obtenidos entre unas y otras si
ferencia es la calidad de los materiales estándares los datos presentados incluyen la necesaria infor-
certificados, dadas la heterogeneidad y la varie- mación analítica. En cada caso, se debería evaluar
dad de los materiales cerámicos del patrimonio la precisión requerida para el estudio de la cerá-
y la dependencia de las señales obtenidas con la mica, la utilización de estándares y la preparación
composición de la matriz del material analizado. de las muestras en el laboratorio para seleccionar
Esta limitación desaparece en la espectrome- la mejor técnica analítica, así como para decidir
tría de emisión óptica con plasma-ICP, pero a los elementos químicos que van a determinarse,
cambio este método necesita introducir la mues- y que permita resolver las preguntas planteadas
tra en forma líquida. La disolución aspirada pasa al comienzo de la investigación. Como se ha co-
por un plasma de alta temperatura y se provoca la mentado anteriormente, los elementos mayorita-
emisión de radiación en la región del ultravioleta- rios y minoritarios definen mejor la naturaleza de
visible, de nuevo relacionada con la presencia y las materias primas aprovechadas y los elementos
proporción de determinados elementos quími- trazas aportan más información a los estudios de
cos en la muestra. Esta técnica permite el análi- procedencia.
sis multielemental, con una precisión adecuada y
con buenos límites de detección, para la determi-
nación de elementos mayoritarios, minoritarios y 2.2.  Selección y preparación de las
algunos trazas. muestras a analizar
Una gran ventaja que ofrece también el plas-
ma-ICP es que puede acoplarse a un espectróme- Generalmente el análisis de cerámica implica
tro de masas; su temperatura es suficientemente la selección de un grupo de fragmentos o de ob-
alta como para ionizar los átomos de la muestra jetos estadísticamente significativos, tanto para
y servir de fuente de iones al espectrómetro. Los el estudio de la procedencia como de la tecnolo-
iones se separan en él en función de su relación gía. La selección de las cerámicas a analizar de-
masa/carga y este hecho permite contarlos indi- bería hacerse en colaboración entre disciplinas
vidualmente para ser identificados y cuantifica- para asegurar la representatividad química del
dos, proporcionando la composición química de conjunto. Además, ya que las pastas cerámicas
la muestra. La ventaja de tener unos límites de son composicionalmente muy heterogéneas (en
detección mucho menores hace que la espectro- términos de la variabilidad de sus componentes
metría de masas con plasma-ICP sea la mejor téc- a escala microscópica, e incluso a veces macros-
nica para determinar la composición en elemen- cópica), lo mismo que las fuentes de sus mate-
tos trazas de la cerámica. A esta ventaja se une rias primas, los estudios analíticos de material
además el hecho de que este método va a permi- cerámico involucran el análisis de un numeroso
tir también la identificación y cuantificación de grupo de muestras. Como el tratamiento de los
isótopos, ampliando la información analítica. resultados numéricos de la composición deberá
Hasta los años 80 el método habitual para la hacerse mediante herramientas estadísticas, la in-
determinación multielemental de trazas era el terpretación solo será representativa del material
análisis por activación neutrónica, dados sus lími- original si los grupos y promedios obtenidos son
tes de detección y la posibilidad de hacer el análi- estadísticamente significativos. Por ello, la selec-
sis directamente sobre la muestra sólida, aunque ción ideal de muestras debería hacerse de forma
no todos los elementos podían ser determinados que los posibles grupos o subgrupos a obtener,
42 Josefina Pérez Arantegui

cada uno de ellos de un mismo tipo, periodo y lu- grafía y no del análisis químico, o que este último
gar, fueran al menos de entre 15 y 20 individuos. sea complementario de la primera. En la prepa-
A pesar del coste económico que el análisis de un ración de la muestra se debe tener en cuenta que
conjunto numeroso puede suponer, los resulta- todos los pasos se sumarán a la varianza final de
dos de un número escaso de fragmentos no serán la determinación, por lo que deberían plantearse
nunca estadísticamente significativos y por tanto, intentando reducir la incertidumbre estadística
no se podrá hacer con ellos una evaluación obje- final y que así la varianza pueda mantenerse den-
tiva de la que extraer conclusiones representati- tro de un nivel de confianza específico.
vas. Finalmente, según el método de análisis ele-
Antes de iniciar el análisis y después de selec- gido, las muestras en polvo acabarán siendo ana-
cionar el conjunto de los objetos o fragmentos ce- lizadas en forma de pastillas prensadas, de per-
rámicos a estudiar, otra de las cuestiones iniciales las vítreas después de una fusión, o de disolución
a considerar es el hecho de si se puede extraer ácida líquida.
una pequeña porción de muestra o de si se tiene
que recurrir a un método de análisis no-invasivo.
Evidentemente, para algunos objetos la opción 2.3.  Obtención e interpretación de los
del análisis no-invasivo será obligatoria y única, resultados analíticos
pero, si la cerámica puede ser muestreada, los
métodos destructivos presentan una serie de ven- Generalmente, los resultados de la compo-
tajas: 1. en general, las técnicas analíticas a usar sición química de la pasta cerámica se presen-
son más accesibles y menos caras; 2.  se evitan tan en forma de composición global o total de la
contaminaciones y diferencias de composición pasta, expresados como porcentajes en peso en
en superficie; y 3. la más importante, se puede el caso de los elementos mayoritarios (calcula-
muestrear una cantidad mayor de cerámica y, por dos en forma del óxido del elemento, aunque se
tanto, los resultados analíticos serán más repre- ha medido solo la cantidad de elemento). Para la
sentativos. Los métodos no-invasivos, cuando se determinación de elementos minoritarios y, so-
emplean para obtener resultados cuantitativos, bre todo, trazas, los datos se expresan en micro-
ofrecen datos con una incertidumbre muy alta gramo de elemento por gramo de muestra (µg/g)
debida a la heterogeneidad de los materiales ce- (esta es la forma normalizada y aceptada de ex-
rámicos. Por tanto, si se ha optado por un mé- presar el anterior término de «partes por millón»
todo de análisis destructivo y para llevar a cabo o ppm). Precisamente cuando se determinan ele-
una determinación química significativa, se debe mentos trazas, a veces las medidas no superan el
obtener una pequeña cantidad de muestra homo- mínimo para dar un valor numérico de concen-
génea, cuya composición sea representativa de un tración del elemento, ello no implica que el ele-
fragmento mayor para cada objeto seleccionado. mento no esté presente en la muestra, por lo que
Habitualmente esta pequeña cantidad de estos datos se expresarán como «por debajo del
muestra homogénea se obtiene perforando con límite de detección» (o más correctamente «por
una mini-broca y triturando hasta un polvo muy debajo del límite de cuantificación») y nunca
fino parte de la pasta cerámica, que se recoge a como valor cero.
partir de tomar porciones de varias áreas de la Para presentar y evaluar los resultados ana-
cerámica, al azar dada la heterogeneidad de estos líticos en general, también en el caso de los ma-
materiales. Merece la pena comentar aquí que, si teriales cerámicos, se tiene que recurrir siempre
el planteamiento para la toma de muestra se hace a herramientas estadísticas. Básicamente los da-
correctamente, la cantidad que se necesita ex- tos analíticos se expresan como promedio de va-
traer de pasta cerámica no tiene por qué superar rias medidas, junto con la desviación estándar de
los 200 mg, aproximadamente, para materiales este promedio (que dará la estimación de la pre-
depurados que son más homogéneos; en el caso cisión) y el número de medidas realizadas. Estas
de observarse grandes diferencias macroscópicas dos expresiones estadísticas son inseparables, ya
en la pasta (por ejemplo, presencia de inclusiones que ambas serán necesarias para la evaluación
de tamaño apreciable), quizás sea más correcto y la comparación de los resultados. Existen va-
y provechoso afrontar el estudio de las pastas de rias pruebas estadísticas útiles para evitar erro-
esos materiales cerámicos a través de la petro- res y valorar la exactitud de los datos obtenidos.
Métodos analíticos para el estudio de materiales de patrimonio histórico y artístico 43

Por ejemplo, la prueba t de Student es la herra- dísticamente iguales (cosa que se puede compro-
mienta más habitual para expresar los resultados bar si se tiene en cuenta la incertidumbre del pro-
en forma de intervalo de confianza o para com- ceso, es decir, la varianza o al menos la desviación
parar datos obtenidos en diferentes experimentos estándar, y las pruebas estadísticas mencionadas
(sería el caso de las comparaciones entre métodos en el párrafo anterior).
o entre grupos en los materiales cerámicos, que
permitiría decidir sobre si dos agrupamientos son
significativamente diferentes o si son estadística- 3. El análisis químico aplicado a
mente iguales) (HARVEY, 2008: 63-133). la investigación de cerámicas
Además, en la mayoría de los estudios de ce- medievales del noreste de la
rámica el número de datos analíticos obtenidos Península Ibérica
es muy elevado (se determinan muchos com-
ponentes y en muchas muestras), por lo que es Como ejemplo de estudio para la investigación
prácticamente imprescindible la utilización del de materiales cerámicos medievales, se puede
análisis estadístico multivariable para compren- hablar del proyecto que abarcó el estudio ar-
der la información contenida en los resultados queométrico en profundidad de los materiales
analíticos y extraer conclusiones. Los tratamien- hallados en las excavaciones realizadas en los
tos estadísticos más habituales son el análisis de años 90 en Zaragoza, en una zona situada al oeste
componentes principales (Principal Components del casco histórico y correspondiente a hornos y
Analysis, PCA) y el análisis jerárquico de agru- talleres cerámicos, con el que se pudo tener una
pamientos (Hierarchical Cluster Analysis, HCA), primera visión de la cerámica producida en esta
cuyos resultados gráficos permiten diferenciar Taifa entre los siglos xi y xii, además de permitir
composiciones (fig. 2.1), aunque puede sacarse establecer una base de datos de referencia para
también partido de otros procedimientos depen- posteriores investigaciones.
diendo de las preguntas iniciales planteadas en Con el objetivo principal de conocer la tecno-
la investigación. Conviene señalar aquí el abuso logía de fabricación de estas cerámicas, una parte
que a veces se hace de estos tratamientos esta- fundamental del trabajo se centró en las pastas
dísticos comparando cerámicas que a priori ya se utilizadas en la producción de los distintos tipos
puede ver, por los datos históricos o por lo quí- de cerámica que se facturaron en estos hornos. Se
micos, que son totalmente distintas o, al con- seleccionó un grupo importante de fragmentos,
trario, cuando se intenta justificar divisiones en más de cien, de variada tipología, función y deco-
subgrupos (establecidas a través de un HCA, por ración, pero todos procedentes de estos talleres,
ejemplo) y que estos resulten en realidad ser esta- para caracterizarse mediante microscopio petro-

Figura 2.1.  Tratamiento estadístico multivariable de la composición química de pastas cerámicas, mostrando el posible agrupamiento
de las muestras en tres grupos, mediante: a) Análisis de componentes principales (PCA), b) Análisis jerárquico de agrupamientos
(HCA)
44 Josefina Pérez Arantegui

gráfico, difracción de rayos X y espectrometría claras y bastante depuradas, pero con una mayor
de emisión óptica con plasma-ICP. Los datos de dispersión de los resultados de composición quí-
composición química obtenidos por este último mica que en el caso anterior (MARZO BERNA,
método no se estudiaron de forma aislada, sino 2010). Los datos analíticos agrupados estadísti-
que se complementaron con el estudio mineraló- camente por su similitud y según decoraciones
gico, además de con el análisis textural de las in- permiten comparar las producciones halladas en
clusiones mediante imágenes digitalizadas de las Albarracín con las de otros lugares, aportando
láminas delgadas, permitiendo de este modo ca- información de referencia y demostrando la ri-
racterizar las diferentes pastas usadas en la pro- queza de los materiales que llegaban a esta zona,
ducción de la cerámica. Estos resultados, junto aunque por el momento se desconoce el lugar
con los de la composición química elemental tra- donde se encontraban los talleres cerámicos. Con
tados estadísticamente, indicaban que había exis- posterioridad, estos datos químicos de referencia
tido una selección del material de acuerdo con se han ido ampliando con el análisis de las pastas
los tipos de objetos producidos. Exceptuando las cerámicas de fragmentos de cronologías de los si-
ollas para cocinar, toda la cerámica, decorada o glos xii y xiii (PÉREZ-ARANTEGUI, HERNÁN-
no, se realizaba con una misma pasta calcárea, DEZ PARDOS, 2017).
pero que se depuraba más o menos, o se modifi-
caba su textura con desgrasantes, según cuál iba a
ser el tipo de objeto producido y su tamaño, pu- 4. Análisis químicos en
diéndose definir hasta cuatro grupos cerámicos decoraciones cerámicas
diferentes (LAPUENTE, PÉREZ-ARANTEGUI, o recubrimientos externos
1999). Estos grupos pueden servir además como
referencia para una comparación posterior con Aunque el objetivo de lo presentado en este
análisis arqueométricos sobre la producción ce- trabajo se ha limitado a la caracterización química
rámica de la Taifa zaragozana, o sobre la de otras de las pastas cerámicas, ya que sino el tema del
zonas limítrofes. análisis químico sería inabarcable en un solo capí-
El estudio de estos talleres islámicos no se li- tulo, merece la pena destacar brevemente las posi-
mitó solo a investigar las pastas cerámicas em- bilidades que las metodologías de análisis químico
pleadas, sino que profundizó también en la tec- actuales ofrecen también para investigar la com-
nología de sus recubrimientos superficiales y posición de decoraciones y recubrimientos cerá-
su decoración (almagras, melados, cuerda seca, micos y de los materiales empleados para su fabri-
verde y manganeso, esmaltados, etc.), especial- cación. A los métodos analíticos aquí expuestos se
mente en los materiales usados, en las proporcio- unirían además otros muchos que, con las innova-
nes de las materias primas, en las formas de de- ciones analíticas presentes, podrían resolver pro-
corar y en otras particularidades de las cerámicas blemas más específicos, especialmente porque se
decoradas de época islámica. Una síntesis de to- mejora la sensibilidad, la manera de introducir la
dos estos resultados puede consultarse en Pérez- muestra, la resolución espacial del análisis o la po-
Arantegui y Lapuente (2003). sibilidad de que sean no-destructivos.
Otro ejemplo de investigación analítica de ce- Entre los métodos analíticos destacaría la es-
rámicas está en los trabajos realizados sobre ob- pectrometría de emisión de rayos X obtenida por
jetos y fragmentos hallados en excavaciones de su acoplamiento a un microscopio electrónico
la ciudad de Albarracín (Teruel), en un contexto de barrido, ya sea mediante un espectrómetro de
también islámico cuando esta era la capital del dispersión de longitudes de onda (Wavelength-
pequeño reino musulmán. En este caso, una se- Dispersive X-ray Spectrometer, WDS) o con un
lección de en torno a un centenar de ellos, corres- espectrómetro de dispersión de energías (Energy-
pondientes únicamente a cerámica decorada y Dispersive X-ray Spectrometer, EDS), con la ven-
con cronologías entre los siglos xi y xii, se mues- taja para el primero de la mejor calidad analítica
treó para caracterizar tanto las pastas como las de los resultados. Este método permite conocer
decoraciones, con un objetivo de conocimiento la composición química elemental de micro-es-
de la tecnología pero también de indagar sobre el tructuras presentes en la decoración o en la su-
origen de su manufactura. Las cerámicas estudia- perficie cerámica, que pueden relacionarse con la
das presentaban pastas siempre calcáreas, muy naturaleza de las materias primas o con los pro-
Métodos analíticos para el estudio de materiales de patrimonio histórico y artístico 45

cesos de formación de la decoración. Se pueden HARVEY D., 2008, Modern Analytical Chemistry
citar como ejemplo los estudios nombrados en el (versión electrónica en web: Analytical Che-
punto anterior sobre las decoraciones de la cerá- mistry 2.0, http://www.asdlib.org/onlineArti-
mica taifal de Zaragoza (PÉREZ-ARANTEGUI, cles/ecourseware/Welcome.html [consultado
LAPUENTE, 2003) o de Albarracín (MARZO 27 de enero de 2017]).
BERNA, 2010). LAHANIER Ch., PREUSSER F. D., VAN ZELST
Además, hay otros métodos analíticos que por L., 1986, Study and conservation of museum
su sensibilidad o por las posibilidades que ofrecen objects: Use of classical analytical techniques,
en la introducción de la muestra (como la abla- Nuclear Instruments and Methods in Physics
ción láser acoplada a un espectrómetro de ma- Research, Section B 14(1), pp. 1-9.
sas con plasma-ICP) pueden aportar datos sobre LAPUENTE P., PÉREZ-ARANTEGUI J., 1999,
la composición química de áreas muy pequeñas y Characterisation and technology from studies
por tanto ser métodos adecuados para el estudio of clay bodies of local Islamic production in
de recubrimientos, añadiendo a la determinación Zaragoza (Spain), Journal of the European Ce-
de elementos mayoritarios, la de minoritarios y ramic Society 19, pp. 1835-1846.
trazas. Sería el caso del estudio de la composición MARTINI M. (ed.), 2004, Physics Methods in Ar-
química de las decoraciones cerámicas en azul, chaeometry, IOS Press, Amsterdam.
producidas por la presencia de cobalto disuelto MARZO BERNA M. P., 2010, Búsqueda y apli-
en la matriz vítrea pero que está acompañado por cación de nuevos parámetros analíticos para
otros elementos químicos en función del origen el estudio y la recuperación del Patrimonio: el
del pigmento (RESANO et alii, 2005). material cerámico de la Taifa de Albarracín,
También a veces la investigación sobre las téc- tesis doctoral, Universidad de Zaragoza (iné-
nicas decorativas puede no quererse limitar al es- dita).
tudio de la microestructura y de la composición MARZO P., LABORDA F., PÉREZ-ARANTEGUI
química en elementos mayoritarios de las super- J., 2007, A simple method for the determina-
ficies decoradas, sino que puede interesar la de- tion of lead isotope ratios in ancient glazed
terminación de los isótopos de algún elemento ceramics using Inductively Coupled Plasma  -
característico, como el plomo de los vidriados. En Quadrupole Mass Spectrometry, Atomic Spec-
ese caso, la espectrometría de masas con plasma- troscopy 28, pp. 195-201.
ICP permite medir la proporción de los isóto- PÉREZ-ARANTEGUI J., 2008, Pottery Analysis:
pos (aunque no los de todos los elementos con la Chemical, D. M. PEARSALL (ed.), Encyclo-
misma precisión) y establecer las relaciones entre pedia of Archaeology, Academic Press, New
ellos. De esta manera, por ejemplo, se pudo esta- York, vol. 3, pp. 1870-1879.
blecer la existencia de dos grupos distintos de vi- PÉREZ-ARANTEGUI J., HERNÁNDEZ PAR-
driados en los fragmentos de cerámica islámica DOS A., 2017, Caracterización arqueomé-
de Albarracín, demostrando el uso de dos tipos trica de la cerámica del castillo de Albarracín
de plomo (MARZO et alii, 2007). Para los esmal- (Teruel, España) en la transición entre los si-
tes se había usado una fuente de plomo y para los glos xii y xiii, DigitAR - Revista Digital de Ar-
vidriados transparentes, otra. Estas diferencias, queologia, Arquitectura e Artes 4, pp. 41-50.
que pueden ser debidas al uso de dos calidades PÉREZ-ARANTEGUI J., LAPUENTE M. P., 2003,
de plomo distintas, no son sorprendentes ya que Las técnicas de producción de cerámicas en
más tarde, en el siglo xvi, están documentadas los talleres islámicos de Zaragoza (España),
diferentes formas de proveer el plomo destinado Actes du VIIe Congrès International sur la Cé-
a los alfareros. ramique Médiévale en Méditerranée, Athènes,
pp. 375-380.
RESANO M., PÉREZ-ARANTEGUI J., GARCÍA-
Bibliografía RUIZ E., VANHAECKE F., 2005, Laser abla-
tion inductively coupled plasma mass spectro-
CILIBERTO E., SPOTO G. (eds.), 2000, Modern metry for the fast and direct characterization
Analytical Methods in Art and Archeology, of antique glazed ceramics, Journal of Analyti-
John Wiley & Sons, New York. cal Atomic Spectrometry 20, pp. 508-514.
3
Note su l’utilizzo dei metodi archeometrici nello studio
delle ceramiche
Claudio Capelli, Roberto Cabella, Michele Piazza1

1
RIASSUNTO fu fondata nel Regno Unito la rivista «Archaeo-
In questo lavoro verranno presentati in sintesi al- metry» e negli anni ‘60 nacquero i laboratori di
cuni tra i principali metodi mineralogico-petrografici Tiziano Mannoni a Genova e Maurice Picon a
(microscopia ottica ed elettronica, XRD) e chimici (in Lione). È oramai noto a tutti gli archeologi come,
particolare XRF e microanalisi) più comunemente uti- in particolare, la caratterizzazione petrografica o
lizzati nelle ricerche sulla provenienza e sulla tecnolo- chimica dei manufatti ceramici permetta di ot-
gia delle ceramiche antiche, evidenziandone i relativi tenere informazioni sulle tecniche di produzione
vantaggi e svantaggi, e verrà messa in evidenza l’im- e sui centri di origine, di distinguere gli originali
portanza di un approccio archeometrico-archeologico dalle imitazioni e di realizzare classificazioni ti-
strettamente integrato.
pologiche integrate, basate non solamente su ele-
PAROLE CHIAVE:  tecniche analitiche, provenienza, menti estetici (forma, decori) facilmente imita-
tecnologia, approccio integrato. bili.
Tuttavia, più complicato per un archeologo
che abbia intenzione di servirsi dell’archeometria
è capire a quale figura rivolgersi e quale sia la tec-
ABSTRACT nica analitica più adatta alle proprie esigenze.
In this paper we will briefly present some of the Qui di seguito presenteremo in sintesi alcuni
mineralogical-petrographical and chemical meth- tra i principali metodi mineralogico-petrografici
ods (optical and electron microscopy, XRD, XRF and (microscopia ottica ed elettronica, diffrattometria
SEM-EDS) most commonly used in the studies on di raggi X) e chimici (in particolare fluorescenza
provenance and technology of ancient ceramics. The
di raggi X e microanalisi) più comunemente uti-
pros and cons of each method will be discussed to-
gether with the importance of a strictly integrated ar-
lizzati nelle ricerche sulla provenienza e sulla
chaeological and archaemetrical approach. tecnologia, evidenziandone i relativi vantaggi e
svantaggi, e discuteremo alcuni punti per noi im-
KEYWORDS:  analytical techniques, provenance, portanti riguardanti l’approccio archeometrico.
technology, integrated approach. Per una presentazione e una discussione in
dettaglio delle tecniche analitiche e dei molteplici
campi dell’archeometria si rimanda, tra gli al-
tri, ad Artioli (2010) e Cuomo di Caprio (2007) e,
nello specifico, a Quinn (2013) per le analisi pe-
1.  Introduzione trografiche e Pérez Arantegui (in questo volume)
per le analisi chimiche.
Non è più necessario ribadire l’importanza
del ruolo delle analisi archeometriche nello stu-
dio delle ceramiche antiche e dei materiali arche- 2. Le tecniche analitiche e il loro
ologici in generale, sistematicamente applicate a impiego
partire dagli anni ‘50 del secolo scorso (nel 1958
La microscopia ottica, cioè l’osservazione allo
1
  Dipartimento di Scienze della Terra, dell’Ambiente e
stereomicroscopio (o microscopio binoculare),
della Vita (DISTAV), Università degli Studi di Genova, Italia. al microscopio polarizzatore, ma anche, in una
48 Claudio Capelli, Roberto Cabella, Michele Piazza

certa misura, alla semplice lente di ingrandi- Anche attraverso l’analisi petrografica al mi-
mento (10-20X), permette di identificare le inclu- croscopio ottico in sezione sottile ai massimi in-
sioni sabbiose (scheletro o degrassante) dell’im- grandimenti, le inclusioni più fini e la matrice
pasto, caratterizzare la tessitura (dimensioni, argillosa non possono essere studiate con preci-
forma, assortimento, frequenza e distribuzione sione. Lo studio delle ceramiche grossolane ri-
delle inclusioni e dei vacuoli) di quest’ultimo, ot- sulta pertanto favorito rispetto a quello degli im-
tenere informazioni sulla matrice argillosa (co- pasti più depurati. Infine, gli impasti vetrificati e
lore e sue variazioni in sezione trasversale, stato bollosi, come quelli degli scarti di fornace iper-
di vetrificazione, composizione approssimativa) e cotti, sono difficilmente caratterizzabili al micro-
determinare l’eventuale presenza di minerali cor- scopio, in quanto molti dei componenti originari
relabili ad alterazioni post-deposizionali. sono scomparsi, fusi o dissociati; inoltre, l’imma-
Inoltre, tale metodo consente di distinguere gine dei materiali vetrificati, in quanto isotropi,
tra loro le concrezioni secondarie, i trattamenti risulta completamente nera con i due polarizza-
superficiali dell’impasto, come la lucidatura, l’an- tori inseriti.
nerimento o lo schiarimento, e i veri e propri ri- Con il microscopio elettronico a scansione
vestimenti, distinguendo tra ingobbio argilloso (Scanning Electron Microscope-SEM), che si
(bianco o colorato), vetrina trasparente e smalto, spinge fino a diverse migliaia di ingrandimenti,
come pure di individuare le inclusioni relitte, le abbinato a strumenti di microanalisi chimica
imperfezioni e le alterazioni secondarie nei ri- (Electron Dispersive Spectroscopy-EDS), i quali
vestimenti vetrosi e gli strati di pigmento (Ca- consentono di ottenere la composizione di
pelli, Cabella, 2004). un’area anche di poche decine di micron quadrati
Naturalmente, la precisione e l’affidabilità (analisi qualitativa oppure quantititativa, gene-
delle determinazioni sono funzione del tipo di ralmente solo degli elementi maggiori, attraverso
strumento utilizzato, dell’esperienza dell’analista il confronto degli spettri analitici con standard
e delle caratteristiche delle ceramiche in esame. certificati), è possibile investigare nel dettaglio le
La lente e lo stereomicroscopio, che forni- caratteristiche strutturali e composizionali degli
scono un’immagine in tre dimensioni, hanno il impasti e dei rivestimenti, comprese le trasfor-
vantaggio di essere poco costosi, facilmente uti- mazioni avvenute in seguito ai processi di cottura
lizzabili e trasportabili anche presso i depositi o di alterazione secondaria. Anche se l’osserva-
archeologici. Con essi possono essere esaminati zione al SEM e, soprattutto, le microanalisi pos-
anche oggetti interi, in maniera non distruttiva, sono essere effettuate in alcuni casi sul campione
sebbene sia sempre auspicabile avere a dispo- in tre dimensioni, in genere quest’ultimo è di-
sizione una frattura fresca e possibilmente per- strutto per preparare una speciale sezione sottile,
pendicolare alle superfici. I bassi ingrandimenti accuratamente lucidata e resa conduttiva grazie
(10-20 della lente, qualche decina dello stereomi- alla deposizione per vaporizzazione sottovuoto di
croscopio) costituiscono uno dei limiti di questi un sottile strato di grafite (metallizzazione).
strumenti. Mentre le analisi in microscopia ottica ed elet-
Il microscopio polarizzatore, che arriva fino a tronica forniscono dati immediati, permettendo
diverse centinaia di ingrandimenti, permette de- una visione diretta della ceramica e delle sue ca-
terminazioni molto più precise (fig. 3.1), ma ri- ratteristiche fisiche e tessiturali originarie, altre
chiede maggiori conoscenze specifiche, è relati- tecniche analitiche relativamente costose necessi-
vamente costoso ed è, anche se limitatamente, tano la polverizzazione o la fusione del campione
distruttivo. Un piccolo campione deve essere pre- prelevato e, in ogni caso, un’elaborazione dei dati
levato e preparato sotto forma di «sezione sottile» da parte di personale specializzato, con l’utilizzo
per lo studio in luce trasmessa (polarizzata) in due di standard di riferimento.
dimensioni. Per la realizzazione della sezione sot- La diffrazione di raggi X - metodo delle pol-
tile il frammento viene inglobato in una resina, veri (X-Ray Powder Diffraction-XRD) permette
poi tagliato, levigato, incollato su un vetrino e as- di individuare, attraverso l’interpretazione di uno
sottigliato fino a raggiungere la trasparenza, con spettro (diffrattogramma), le fasi cristalline pre-
uno spessore standard di 30 µm. Le dimensioni senti in un campione preventivamente polve-
del campione prelevato devono consentire di ot- rizzato e di avere una stima più o meno appros-
tenere almeno 0.5-1 cm2 di superficie utile. simata della loro percentuale. Tramite la XRD
Note su l’utilizzo dei metodi archeometrici nello studio delle ceramiche 49

Figura 3.1.  Microfotografie in sezione sottile (Nicols incrociati, dimensioni reali 1,3 × 1 mm)

A-B:  esempi di importazioni e produzioni locali (con degrassante aggiunto) di ceramiche comuni di epoca romana rivenute a
Genova (CAPELLI, MELLI, MENCHELLI, 2004); sanidino e clinopirosseno (foto A) insieme ad altri componenti vulcanici (trachite,
leucite, granato melanitico) sono elementi discriminanti dell’area tirrenica campano-laziale; le serpentiniti (foto B) sono compatibili
con la geologia locale
C-D:  esempi di produzioni distinte di Calcitic ware tunisina di epoca tardoromana (BONIFAY, CAPELLI, POLLA, 2005); il degras-
sante calcitico, macinato e aggiunto, è sottoforma di calcite spatica da vene in rocce calcaree (foto C) o di conchiglie di molluschi
(foto D); anche se accessoria, la presenza di quarzo eolico conferma l’origine africana
E-F:  esempi di lustri metallici medievali (senza degrassante intenzionale) di produzione locale e di importazione egiziana (da Fus-
tat) rinvenuti a Sabra al-Mansûriya (CAPELLI et alii, 2011); la produzione locale si distingue per gli impasti con inclusioni costituite
essenzialmente da quarzo (eolico) e per smalti di buona qualità, quasi privi di inclusioni; i lustri egiziani mostrano impasti ricchi di
minerali vulcanici e metamorfici (alluvioni del Nilo) e smalti (alterati) ricchi di inclusioni relitte e bolle; la provenienza è confermata
dai confronti con scarti di fornace
50 Claudio Capelli, Roberto Cabella, Michele Piazza

possono essere rilevate anche le fasi mineralogi- favorevoli anche uno solo per gruppo) per il con-
che di dimensioni non risolvibili al microscopio, trollo o l’approfondimento in sezione sottile e, se
come quelle che si sviluppano durante la cottura necessario, tramite il SEM o la XRD.
o per alterazione secondaria e quelle presenti nei Per quanto riguarda la localizzazione dei siti
rivestimenti vetrosi e nei pigmenti. produttivi, bisogna rimarcare il fatto che le ana-
I risultati della XRD sono in funzione del lisi chimiche necessitano sempre di banche dati
grado di cristallinità del materiale analizzato (i (scarti di fornace, ceramiche di provenienza si-
materiali non cristallini come il vetro non sono cura dello stesso tipo di quelle in esame, sedi-
analizzabili) e del numero e della percentuale dei menti) da confrontare con i gruppi identificati
minerali presenti (a causa della sovrapposizione o nei siti di consumo e, nel caso di discrepanze con
della debolezza dei picchi del diffrattogramma). tali riferimenti, non possono fornire che minime
Le analisi chimiche di bulk, tra cui la fluore- indicazioni di provenienza. La petrografia, al con-
scenza di raggi X (X-Ray Fluorescence-XRF), diffu- trario, è sempre in grado di dare informazioni,
samente usata da tempo negli studi ceramologici, preliminari oppure precise in funzione delle ca-
permettono di conoscere con precisione la com- ratteristiche delle inclusioni, anche in assenza di
posizione chimica globale (degli elementi maggiori materiali di riferimento o di ipotesi archeologiche
e in tracce) di un campione polverizzato di mate- (fig. 3.1). Infatti, quest’ultimo metodo si basa sul
riale, ad esempio un impasto o un vetro. L’inter- confronto tra le caratteristiche delle varie com-
pretazione dei risultati si basa su un’elaborazione ponenti degli impasti e la cartografia geologica,
di tipo statistico, ed è quindi necessaria l’analisi di ricercando cioè i settori dove affiorano argille,
un numero relativamente elevato (in genere più rocce, minerali o fossili simili a quelli identificati
elevato di quello richiesto dall’analisi petrografica) nei manufatti.
di campioni dello stesso tipo ceramico. Inoltre, mentre il metodo chimico ha bisogno
Microscopia ottica e analisi chimiche sono di comparare ceramiche tipologicamente simili,
i metodi in genere da preferire per l’identifica- la petrografia può confrontare i campioni anche
zione di gruppi di manufatti omogenei correlabili con impasti molto differenti (o anche con sedi-
ad aree, centri o singoli atelier, mentre la XRD menti e rocce) provenienti da una stessa area e,
è generalmente utilizzata per ottenere indica- quindi, evidenziare la presenza di uno stesso tipo
zioni sulle temperature di cottura (conoscendo i di componente, anche se in percentuali e di di-
campi di stabilità di alcune fasi cristalline utiliz- mensioni molto diverse, in impasti di classi ti-
zate come markers) e solo come complemento pologicamente o cronologicamente del tutto di-
alla caratterizzazione mineralogica degli impa- stinte. Pertanto, è possibile da un lato aumentare
sti. Inoltre, le analisi dei rivestimenti, associate a notevolmente il materiale di riferimento a dispo-
quelle dei corpi ceramici, possono costituire un sizione, dall’altro attribuire ad una stessa produ-
ulteriore strumento per l’identificazione dei rag- zione o area geologica/produttiva ceramiche di
gruppamenti e la definizione delle produzioni categorie distinte.
(fig. 3.1, E-F). Riguardo le informazioni di provenienza otte-
Solitamente i gruppi presentano una discreta nibili, è bene sottolineare come solo le prove ne-
variabilità petrografica e chimica al loro interno, gative siano sicure. Ad esempio, se una data ce-
a causa sia delle eterogeneità naturali dei giaci- ramica rinvenuta in un sito presenta inclusioni o
menti di materie prime, sia dei processi di lavo- componenti incompatibili con la geologia locale,
razione di queste ultime. Talora la definizione dei questa non può essere stata prodotta in tale area,
raggruppamenti e la determinazione dei limiti tra a meno di un’importazione di materie prime. A
un gruppo e l’altro presentano margini di incer- questo proposito si ricorda il fatto che si assume,
tezza e solo la combinazione dei dati analitici con come ipotesi di base, che nel passato le fabbriche
quelli archeologici può permettere di migliorare si trovassero nelle vicinanze delle fonti di approv-
le distinzioni e di fornire un significato reale ai vigionamento delle materie prime. Al contrario,
raggruppamenti. la compatibilità delle componenti petrografiche
Normalmente lo studio alla lente e allo stere- con la geologia del territorio circostante rende
omicroscopio permette di definire dei raggrup- possibile una produzione locale, ma non esclude
pamenti omogenei, all’interno dei quali possono neppure un’importazione da aree, anche distanti,
essere scelti i campioni rappresentativi (in casi dove affiorano rocce simili.
Note su l’utilizzo dei metodi archeometrici nello studio delle ceramiche 51

Inoltre, in linea generale, può risultare utile 3. Un approccio archeologico-


mettere in evidenza le aree in cui i manufatti stu- archeometrico strettamente
diati non possono essere stati prodotti. Come integrato
caso limite, si nota che un impasto con inclusioni
molto generiche può essere difficilmente riferito Si è visto come ognuno dei metodi sopra di-
a settori geologicamente ben caratterizzati, dove scussi presenti vantaggi e svantaggi e campi di
affiorano estesamente, per esempio, rocce meta- impiego più o meno differenti. In ogni caso, la
morfiche o vulcaniche. microscopia ottica, la diffrattometria e la chi-
Come già accennato sopra, un altro vantag- mica sono tra loro complementari, e la loro com-
gio delle analisi petrografiche, rispetto agli altri binazione può spesso condurre a risposte molto
metodi sopra descritti che prevedono la distru- più significative rispetto a quelle ottenute con un
zione del campione, è quello di poter osservare solo metodo. Tuttavia, non sempre è possibile
la tessitura dell’impasto e distinguere le differenti (per mancanza di finanziamenti, oppure di dispo-
componenti (fig. 3.1). In questo modo si possono nibilità dei campioni), ma neanche necessario,
anche ottenere informazioni sui processi produt- utilizzarli tutti insieme. Un approccio archeologi-
tivi, sia precedenti alla cottura, evidenziando, ad co-archeometrico integrato permette di giungere
esempio, la possibilità di un’aggiunta intenzionale il più vicino possibile alla risposta alle domande
di degrassante o di una depurazione delle materie iniziali con il massimo risparmio di materiale,
prime originarie, oppure di una realizzazione al tempo e denaro.
tornio veloce o a mano, sia legati alla cottura, at- In genere, anche il metodo analitico più avan-
traverso la stima delle condizioni di ossido-ridu- zato, da solo, non può dare risposte esaurienti, in
zione della matrice in sezione trasversale e dello particolare per quanto riguarda gli studi di pro-
stato di vetrificazione o conservazione delle di- venienza. È indispensabile una stretta discus-
verse componenti (Capelli, Cabella, 2013). sione tra archeometristi e archeologi in tutte le
L’osservazione al microscopio consente inoltre di fasi della ricerca, a partire dalla definizione del
mettere in luce fenomeni di alterazione post-de- quesito iniziale e dalla scelta dei campioni fino
posizionale sia degli impasti, sia dei rivestimenti alla discussione dei risultati. Inoltre, è auspicabile
vetrosi (fig. 3.1, F), che possono condizionare in che le analisi siano effettivamente utili alla riso-
modo significativo i risultati delle analisi chimi- luzione di un problema archeologico e che, nelle
che. pubblicazioni, tale problema sia chiaramente de-
Le analisi chimiche forniscono risultati molto finito. I risultati archeometrici non dovrebbero
più significativi delle analisi petrografiche, sia essere presentati in appendici separate o in arti-
nella distinzione dei raggruppamenti, sia nelle coli su riviste scientifiche con la sola discussione
ricerche di provenienza (in presenza di banche dettagliata dei dati analitici, in maniera del tutto
dati di riferimento) nel caso di impasti sprovvisti dissociata dal discorso archeologico.
di inclusioni petrografiche discriminanti e/o fini In altre parole, bisogna avere chiara la diffe-
(depurati naturalmente o artificialmente), spe- renza tra «archeometria» e semplice «analisi di
cie se relativi a produzioni standardizzate, dove materiali archeologici».
le variazioni chimiche dovute alle inclusioni sab- In accordo con le idee di Tiziano Mannoni
biose grossolane sono ridotte. (Capelli, 2011), consideriamo l’analisi di labo-
Un altro vantaggio importante consiste infine ratorio come uno dei vari strumenti, insieme a
nel fatto che, essendo numerici, i risultati delle quelli più strettamente attinenti all’archeologia,
analisi chimiche sono più oggettivi, confronta- per giungere ad un risultato che deve essere ne-
bili a distanza (tenendo conto delle eventuali dif- cessariamente storico-archeologico. Non è im-
ferenze legate a strumenti e tecniche diverse) e portante quindi il grado di sofisticazione della
utilizzabili per trattamenti statistici anche raffi- tecnica utilizzata, ma la sua efficacia nel risolvere
nati. Per evitare interpretazioni errate, però, la un determinato problema.
scelta del campione deve essere fatta con grande I metodi analitici dovrebbero generalmente
attenzione. Esso deve essere rappresentativo essere applicati in sequenza dal più semplice, eco-
dell’intero manufatto e non deve presentare alte- nomico e meno distruttivo al più avanzato, fer-
razioni secondarie o inquinamenti legati al prele- mandosi quando il risultato richiesto è raggiunto.
vamento. I campioni dovrebbero essere sempre preliminar-
52 Claudio Capelli, Roberto Cabella, Michele Piazza

mente esaminati alla lente e allo stereomicrosco- al passato. Tuttavia, gli studi di provenienza senza
pio, anche dagli archeologi e dai chimici. Spesso materiali di riferimento (e, naturalmente, senza
tali semplici strumenti, in combinazione con un dati archeologici di supporto) non possono quasi
confronto ragionato e vicendevolmente rispet- mai giungere a un’esatta localizzazione dei centri
toso con gli archeologi, riescono a dare risposte né, tantomeno, delle fabbriche di origine delle ce-
più o meno soddisfacenti almeno alle questioni di ramiche rinvenute nei siti di consumo. La man-
base poste più frequentemente, che riguardano in canza di campioni di confronto è un ostacolo
particolare la provenienza e la caratterizzazione particolarmente grave nel caso delle analisi chi-
delle tecniche di rivestimento. In ogni caso, essi miche, ma anche quando è utilizzata la petrogra-
permettono di effettuare una selezione mirata dei fia è difficile ottenere un elevato grado di preci-
campioni rappresentativi da sottoporre ad ulte- sione. Inoltre, le ceramiche sono generalmente
riori analisi e di comprendere meglio i risultati di prodotte modificando o mescolando tra loro ma-
queste ultime. terie prime prelevate da più fonti di approvvigio-
A proposito del campionamento, bisogna no- namento, spesso con modalità diverse nei dif-
tare come nei decenni passati si tendesse ad ana- ferenti atelier anche nell’ambito di uno stesso
lizzare piccoli frammenti ceramici non attribui- centro produttivo. Pertanto, solo l’analisi com-
bili precisamente a nessun oggetto, in quanto la parativa degli scarti di fornace, specie di tipolo-
maggior parte degli archeologi non aveva l’inten- gie comparabili, può rivelarsi realmente efficace
zione di distruggere i reperti più rappresentativi. nelle ricerche di provenienza. È dunque fonda-
Se questo poteva essere sufficiente allora, per ot- mentale concentrare gli sforzi nella caratterizza-
tenere comunque un’idea generale delle aree di zione archeometrica (integrata con quella tipolo-
provenienza dei reperti di un contesto di scavo gica e archeologica) delle produzioni conosciute.
o per avere un ventaglio più ampio possibile dei Per molte classi ceramiche sono ancora pochi gli
tipi di rivestimento, attualmente, con l’avanza- atelier studiati in maniera approfondita, non solo
mento delle conoscenze, un approccio di questo quelli localizzati in aree difficilmente accessibili
tipo non ha più senso. Riteniamo assolutamente per motivi geografici e/o politici.
necessario campionare frammenti diagnostici e Infine, sempre nella nostra visione di un’ar-
pubblicare, insieme alla caratterizzazione arche- cheometria «per archeologi», rimarchiamo l’im-
ometrica, tutti i dati che servono a identificarli, portanza del ritorno al livello macroscopico. Una
tra cui il disegno o la foto dell’oggetto. Deve es- volta che le caratteristiche discriminanti di una
sere chiaro che il risultato delle analisi si riferi- particolare produzione sono state definite con
sce a un preciso manufatto, e che tutte le attri- precisione grazie alle analisi di laboratorio, per
buzioni, ad esempio di origine, concernenti altri ottenere risultati significativi a grande scala è im-
frammenti sulla base di comparazioni autoptiche portante fornire agli archeologi facili strumenti
con quest’ultimo hanno carattere di interpreta- —cioè l’indicazione dell’insieme degli elementi
zione. Un metodo ancora in uso tra alcuni arche- composizionali, tecnici e morfologico-decorativi
ologi, del tutto da evitare in quanto introduce un osservabili con facilità a scala macroscopica—
secondo grado di possibilità di errore, è quello di che permettano il più possibile di identificare tale
avere un campionario di impasti di riferimento produzione su un grande numero di frammenti,
senza più avere nessuna idea dell’oggetto da cui è anche presso il deposito archeologico.
stato prelevato il campione. Più in generale, sottolineiamo come uno degli
Lo studio di frammenti diagnostici dal punto scopi delle indagini archeometriche dovrebbe es-
di vista tipologico ha inoltre il vantaggio di poter sere quello di evitare, se possibile, altre analisi di
giungere a nuove classificazioni molto più pre- laboratorio simili sullo stesso argomento.
cise e oggettive, basate sia sulle caratteristiche
morfologico-decorative, sia tecnico-composizio-
nali, che possono giungere a correlare tipi o va- Bibliografia
rianti particolari a centri produttivi o atelier ben
definiti. ARTIOLI G., 2010, Scientific Methods and Cul-
I progressi nelle ricostruzioni delle rotte di tural Heritage. An introduction to the applica-
scambio richiedono alle indagini archeometriche tion of materials science to archaeometry and
un dettaglio nei risultati molto maggiore rispetto conservation science, Oxford.
Note su l’utilizzo dei metodi archeometrici nello studio delle ceramiche 53

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4
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica
y protohistórica del norte peninsular
Judit López de Heredia1, Miriam Cubas2, Manuel García Heras3, Carlos Olaetxea4

1
  2
RESUMEN3  4 ries. A list of those archaeological sites in which analy-
sis or archaeometric studies have been accomplished,
En este artículo se presenta un estado de la cues-
as well as the techniques employed in each case is also
tión acerca de los trabajos realizados sobre materiales
included.
cerámicos utilizando técnicas químico-físicas. El ob-
jetivo principal del trabajo han sido las contribucio- KEYWORDS:  pottery. archaeometry, state of the art,
nes centradas en época prehistórica y protohistórica, northern Iberian Peninsula.
cuyo ámbito geográfico ha sido el norte peninsular. Se
han consultado los trabajos de investigación realizados
desde la década de 1970 a la actualidad. Se observa así
la evolución que se ha producido en este tipo de inves-
tigación desde los primeros trabajos en los que se ana-
lizaba un escaso número de muestras, a aquellas publi-
caciones en las que los estudios arqueométricos son el 1.  Introducción
eje central y la herramienta para solucionar cuestiones
históricas. Finalmente, se ofrece un listado de aquellos El estudio de los materiales cerámicos puede
conjuntos cerámicos en los que se han llevado a cabo emprenderse desde diferentes perspectivas. Los
análisis o estudios arqueométricos, así como de las
enfoques tipológicos han sido los más recurren-
técnicas utilizadas en cada caso.
tes desde que en el s. xviii surgió el interés por
PALABRAS CLAVE:  cerámica, arqueometría, estado el estudio del material cerámico dentro del ám-
de la cuestión, norte Península Ibérica. bito del anticuarismo. Posteriormente, a media-
dos del s. xx comienzan a plantearse otro tipo de
metodologías que suponen la aplicación de técni-
ABSTRACT cas químico-físicas al estudio del material cerá-
mico unido a una modificación en los objetivos
This paper presents a state of the art about works
carried out on ceramic materials using chemical-phys- planteados (ORTON et alii, 1993; RICE, 1987;
ical techniques. The main goal of this paper has been SHEPARD, 1985). Sin embargo, la elección de
those contributions focused on prehistoric and pro- un método de estudio u otro responde a distin-
tohistoric times, whose geographic scope has been tos planteamientos según los objetivos finales,
the Northern part of the Iberian Peninsula. Research aunque en ocasiones tiene más relación con los
works undertaken since the 70s up to the present have medios técnicos, económicos o personales de los
been consulted. It is observed the evolution that has que se dispone.
occurred in this type of research since the first works En este capítulo se expone una revisión de los
in which a small number of samples was analyzed to
estudios centrados en el análisis del material ce-
those publications in which archaeometric studies are
the central axis and the tool to solve historical que-
rámico de época prehistórica y protohistórica en
el norte peninsular, haciendo especial hincapié
en aquellos que han contribuido a asentar las ba-
1
  Sociedad de Ciencias Aranzadi. ses metodológicas en la región. El objeto de es-
2
  BioArCh-Universidad de York, Sociedad de Ciencias tudio han sido las publicaciones sobre cerámica
Aranzadi.
o alfares, de modo que aquellas relativas a estu-
3
  Instituto de Historia, CCHS-CSIC, Madrid.
4
  Servicio de Gordailua (Centro de Patrimonio mueble dios sobre materiales de construcción no se han
de Gipuzkoa) y Museos, Diputación de Gipuzkoa. tenido en cuenta. La revisión bibliográfica no ha
56 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

pretendido ser exhaustiva, sino que se ha reali- En el mismo contexto de un Congreso Ar-
zado con el propósito de determinar las tenden- queológico Nacional, el celebrado en Huelva en
cias generales que se pueden detectar en las con- 1973, Vegas publica un artículo en el que plantea
tribuciones sobre este campo de estudio de los la utilización de «análisis por rayos X» (no espe-
últimos 35 o 40 años. cifica qué tipo de técnica, probablemente se re-
El ámbito geográfico en el que se centra el fiera a difracción) para la cerámica espatulada
estudio comprende la zona norte de la Penín- (VEGAS, 1975). Se trata de una primera aproxi-
sula Ibérica entendida, en un sentido amplio, mación analítica, aunque solo se analiza una
que abarca hasta el valle del Duero por el sur y muestra por cada yacimiento: Castillo de Henayo
aproximadamente hasta la cuenca media del Ebro (Alegría-Dulanzi), Kutzemendi (Vitoria-Gasteiz),
por el este (ver anexo: fig. 4.1 y tablas 4.1 y 4.2). La Hoya (Laguardia) y Peñas de Oro (Zuia), y los
No se incluye el este peninsular puesto que es ob- resultados apenas concretan nada.
jeto de estudio, en un capítulo de este mismo vo- Posteriormente, en 1977, Castiella en su te-
lumen. sis doctoral sobre la cerámica de Navarra y La
Rioja en la Edad del Hierro (1977), incluye aná-
lisis de difracción de rayos X (DRX) con el obje-
2.  Procesos de producción tivo de diferenciar tres tipos de cerámicas: lo que
ella denomina «de superficie exterior pulida», «de
Tradicionalmente, los estudios arqueométri- superficie exterior sin pulir» y cerámica a torno.
cos se han emprendido con el objetivo de conocer Asimismo, incluye un primer acercamiento a la
la secuencia de producción de la cerámica. Fun- lectura petrográfica de láminas delgadas, aunque
damentalmente, se ha tratado de ubicar su origen no lleva a cabo una comparación de estos datos
y su composición, así como el tipo de cocción y la ni se aporta el número de muestras analizado.
temperatura alcanzada, pretendiendo determinar En esta misma época, en 1979, pero desde el
patrones de elaboración, de distribución y de co- ámbito gallego, Guitián y Vázquez intentan una
mercio de los materiales cerámicos. Sin embargo, aproximación a la tecnología de la entonces des-
esta caracterización tecnológica de la cerámica, conocida cerámica castreña a través del análi-
como se verá en los siguientes apartados, se ha sis de un poblado en las Islas Cíes. Se analiza una
incorporado de manera tardía a nuestro ámbito muestra mediante DRX y análisis térmico dife-
de estudio en comparación con lo sucedido en el rencial (ATD) (GUITIÁN, VÁZQUEZ, 1979).
resto de Europa.

2.2.  El segundo impulso: la década de 1980


2.1.  Los inicios: la década de 1970
Aunque todavía tímido, se dio un salto en
Las primeras aplicaciones de estas técnicas cuanto a la profundidad de los análisis, lo que
de análisis se produjeron en la década de 1970, permitió obtener una mayor información de los
cuando se incluyen someros análisis sobre la materiales analizados. Ahora se incide en aspec-
composición mineralógica de las pastas. Son aná- tos tales como la composición química y minera-
lisis en los que por el número de muestras o por lógica de las matrices o su origen.
la escasa profundidad de sus reflexiones, los re- En 1982 Silván hace un compendio de toda la
sultados apenas son cuantificables. cerámica vasca desde la Prehistoria hasta época
Uno de los primeros yacimientos que cuenta moderna. Cerámica del País Vasco (SILVÁN,
con análisis mineralógicos es La Cueva de la 1982) es un ensayo en el que el autor hace refe-
Vaquera (Torreiglesias) en Segovia (GALVÁN rencia sobre todo a los procesos de producción.
GARCÍA et alii, 1973). Fue publicado en 1973, Por ello, en él incorpora la lectura petrográfica de
en las actas del Congreso Arqueológico Nacio- láminas delgadas para comprobar la composición
nal celebrado en Jaén en 1971. Aunque marca de las vasijas. Además se alude al estudio de la
un punto importante en el desarrollo de la Ar- composición química de las cerámicas por espec-
queometría, sin embargo, no profundiza en el trofotometría y por vía húmeda.
significado arqueológico de los resultados que A mediados de la década, en 1985, Castiella
obtiene. continúa con sus trabajos sobre la cerámica de la
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 57

Edad del Hierro en Navarra, e incluye en su ar- o incluso buscando fuentes de aprovisionamiento
tículo un anexo con análisis mineralógicos de la de materias primas. Un punto de inflexión será
cerámica de El Castillar (Mendavia), realizado en la realización de las primeras reuniones sobre
este caso por Romero (CASTIELLA, 1985). Este Arqueometría en Madrid (en 1994) y posterior-
mismo año, aunque publicado posteriormente, y mente en Granada (en 1995), que dieron un ver-
sin salir de Navarra, Cava y Beguiristain (1990- dadero impulso a la disciplina, puesto que se
1992) dan cuenta de la importancia de introducir convirtieron en un lugar de encuentro entre es-
este tipo de análisis en la memoria de excavación pecialistas, de donde surgieron posteriormente
del yacimiento de La Peña (Marañón). A cargo de nuevos equipos de investigación que se han dedi-
Sánchez, aparecerá igualmente a modo de anexo. cado a analizar diferentes yacimientos de manera
Aunque el número de muestras en ambos traba- conjunta.
jos es aún limitado, como para que se puedan ge- En 1991 se publica parte del análisis encar-
neralizar los resultados, es un primer paso en el gado a Rovira para el dolmen de Trikuaizti (Bea-
desarrollo de la disciplina. sain) (MUJIKA, ARMENDARIZ, 1991: 126-127).
En 1988 se publican varios artículos por parte El objetivo era comprobar si dos piezas de cerá-
de especialistas que ya venían trabajando desde mica, un fragmento liso y otro decorado campa-
la década de 1970 en otras zonas de la Península niforme compartían el mismo tipo de pasta. Se
Ibérica. Así, Gallart y López publican un estu- llegó a determinar que no había diferencias signi-
dio sobre la mineralogía de las cerámicas de la ficativas, por lo que se apuntaba que ambos reci-
Edad del Bronce de la Cueva del Moro en Ol- pientes podían ser coetáneos.
vena, Huesca. El objetivo de estos análisis era Galván Martínez y colaboradores van un paso
«obtener algunas precisiones sobre la tecnología más allá cuando en 1993 publican el estudio
de fabricación de las cerámicas, temperatura de geoquímico de El Castrelín (San Juan de Palue-
cocción y evolución en la estratigrafía arqueo- zas). En él se recogen, además de las muestras de
lógica del yacimiento» (GALLART, LÓPEZ, cerámica arqueológica, muestras de arcilla con
1988b: 28). En este mismo volumen también pu- las que compararlas y de este modo determinar el
blicaron un estudio sobre la cerámica neolítica origen local o foráneo de la vajilla castreña (GAL-
de la cueva de Chaves (Casbas) (GALLART, LÓ- VÁN MARTÍNEZ et alii, 1993).
PEZ, 1988a). Igualmente, Galván García y Gal- Este mismo año, De Andrés, Menéndez y Mu-
ván Martínez (1988) aprovechan su experiencia ñoz publican en el Congreso de Cuaternario de
en otros ámbitos geográficos sobre mineralo- España y Portugal un estudio sobre varios yaci-
gía, determinada fundamentalmente a partir de mientos prehistóricos gallegos. Analizan pocas
DRX, para aplicarla en los castros de La Corona muestras pero aplican varias técnicas, entre ellas,
y El Castro de Corporales en Trucha, León. Fi- el estudio petrográfico sobre lámina delgada,
nalmente, se publica otro estudio sobre uno de DRX, análisis térmico diferencial y termogravi-
los yacimientos que este mismo equipo ya ha- métrico (ATD-TG) (DE ANDRÉS et alii, 1993).
bía estudiado, la Cueva de la Vaquera (Torrei- Gallart, esta vez junto a Mata, continúa con
glesias). Ahora a cargo de Rubio y Blasco (1988- el trabajo que había realizado hasta entonces.
1989), quienes además de DRX y microscopía Ahora enfocado hacia La Rioja, utiliza el análi-
electrónica de barrido (MEB), aplican el estudio sis textural y de láminas delgadas y la DRX para
de láminas delgadas, así como de análisis térmi- analizar cerámicas que van desde el Neolítico a
cos. la Edad del Bronce. Se analizan las cerámicas de
Cueva Lóbrega (Torrecilla de Cameros), Partela-
peña (El Redal), Peña Guerra (Nalda) y Collado
2.3.  El desarrollo: la década de 1990 Palomero (Viguera) (GALLART, MATA, 1995a,
1995b, 1999). Además, continúa sus estudios en
En esta década es cuando se produce el mayor la Cueva del Moro (Olvena), analizando en esta
desarrollo de la especialidad. Por un lado, se con- ocasión cerámicas impresas no cardiales de los
tinúa con la inercia anterior de publicar peque- niveles neolíticos y calcolíticos. El objetivo era
ños artículos donde se analizan casos puntuales y, determinar las diferencias existentes entre los
por otro, se produce una mayor profundización distintos horizontes culturales de este yacimiento
en los análisis al comparar distintos yacimientos, (GALLART, MATA, 1995).
58 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

En 1997 García Heras defendió su tesis doc- consolidación de los estudios arqueométricos. A
toral sobre la cerámica numantina, constituyén- partir de los grupos de investigación creados con
dose en una de las primeras tesis de naturaleza anterioridad, en la década de los 2000 es más ha-
arqueométrica realizadas por arqueólogos, siendo bitual incorporar los estudios arqueométricos a
de este modo un punto de inflexión en la disci- las memorias de excavación.
plina. En ella se estudiaron yacimientos como De este modo Gallart y Mata retoman sus tra-
Numancia (Garray), Las Quintanas y Cuesta del bajos de Cueva Lóbrega (Torrecilla de Cameros)
Moro (Langa de Duero), El Palomar (Aragonci- ampliando el número de muestras que se habían
llo), El Pradillo (Pinilla Trasmonte) y se conti- analizado en 1995 y 1999 (GALLART, MATA,
nuó con los análisis ya iniciados anteriormente 2004). Por otro lado, Pérez hace un pequeño es-
en Castilterreño (Izana) (GARCÍA HERAS, 1994, tudio de láminas delgadas para el yacimiento de
1997), comparando la cerámica con varios sedi- San Esteban de Goiburu (Andoain), yacimiento
mentos arcillosos. con niveles pertenecientes a la Edad del Hierro y
A finales de esta década, desde el Departa- época romana (PÉREZ, 2008).
mento de Prehistoria de la Universidad de Va- En este momento se publica la memoria de los
lladolid se publicaron estudios de Arqueome- depósitos en hoyo de la Edad del Bronce de Santa
tría sobre cerámica vaccea como los de Escudero María de Estarrona (Vitoria-Gasteiz), Peracho
(1999). Sin embargo, estos no tuvieron apenas y Alto Viñaspre (Kripan), de Baldeón y Sánchez
continuación posteriormente. (2006), donde las cuestiones tecnológicas, como
A continuación se destaca lo ocurrido en los la composición de las matrices, son abordadas
años siguientes. En el País Vasco debe mencio- por Ortega y su departamento (Mineralogía y Pe-
narse el tándem formado por la Sociedad de trología de la UPV/EHU), y que será ampliado en
Ciencias Aranzadi y el Departamento de Mine- un artículo posterior (ORTEGA et alii,2006; ZU-
ralogía y Petrología de la Facultad de Ciencias de LUAGA et alii, 2011). Este mismo equipo parti-
la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Lide- cipó en la memoria del yacimiento de Mendan-
rados por Larrea, geólogos como Ortega y Ta- dia (Treviño) (ALDAY, 2006). En esta ocasión, el
rriño, y arqueólogos como Olaetxea, estudian un análisis tecnológico está realizado nuevamente
amplio conjunto de yacimientos de la geografía por Ortega y Zuluaga (ORTEGA, ZULUAGA,
vasca y navarra, como puede consultarse en sus 2006). El objetivo de estos trabajos es dar a cono-
publicaciones de mediados de 1990 y principios cer los resultados obtenidos en las excavaciones,
de los 2000 (LARREA et alii, 1999, 2001; OLAE- no únicamente la cerámica, de ahí que aunque
TXEA et alii, 2000; ORTEGA et alii, 1999, 2001a, sea un apartado importante no sea el principal.
2001b). En 2010 publicaron otro artículo con nueva in-
En este sentido y como culminación de la dé- formación (ORTEGA et alii, 2010).
cada, uno de los trabajos más importantes en Además, se siguen publicando estudios de ya-
cuanto a aspectos tecnológicos se refiere es la te- cimientos concretos, como el de Rey Castiñeira
sis de Olaetxea: La tecnología cerámica en la pro- junto con Soto, haciendo una primera aproxima-
tohistoria vasca (2000). En ella se dan respues- ción a la cerámica castreña. Analizan 9 muestras
tas a preguntas sobre el origen de las cerámicas del Castro de Borneiro (Cabana de Bergantiños),
de una serie de yacimientos cántabros, vascos y y otras muestras de otros yacimientos. Sin em-
navarros, explicando la evolución de la indus- bargo, en este caso no queda del todo claro cuán-
tria cerámica en la Protohistoria, incidiendo en el tas y cuáles son las cerámicas analizadas (REY,
conocimiento que tenían estas comunidades pro- SOTO, 2002).
tohistóricas sobre aspectos como la elección de En 2003 se publica un nuevo trabajo sobre la
las materias primas o la cocción de los recipien- Cueva de la Vaquera en el que ya habían traba-
tes. jado varios equipos. Ahora el estudio de su cerá-
mica estará a cargo de Valle y Vázquez (2003) que
analizan tres cerámicas mediante DRX y ATD.
2.4.  Consolidación: del 2000 al presente Buxeda, García y Tuset, en 2005, trabajan so-
bre la cerámica celtibérica del yacimiento de Los
Teniendo en cuenta lo publicado en los últi- Pedregales (Peñalba de Castro), cercano a Clunia
mos años, esta estaba llamada a ser la época de la (BUXEDA et alii, 2005). Se trata de una aproxi-
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 59

mación a este tipo de cerámica por parte de un 2015), en la que además de estudiar la cerámica
equipo especializado en cerámica romana, como desde diferentes perspectivas, también se efec-
puede verse en otro capítulo de este mismo volu- tuó un acercamiento a las materias primas utili-
men. zadas, al localizar algunas de las diferentes fuen-
Sin embargo, en esta época también destaca tes de aprovisionamiento (LÓPEZ DE HEREDIA,
otro foco importante de desarrollo de la Arqueo- 2011a, e.p.; LÓPEZ DE HEREDIA et alii, e.p.;
metría, el área gallega. Desde el occidente pe- LÓPEZ DE HEREDIA, GARCÍA HERAS, 2015).
ninsular se han producido varios estudios des- Posteriormente, Vega, en su reciente tesis
tacando los trabajos de Martínez, Lantes, Prieto (2015) utiliza los análisis tecnológicos como un
Lamas y Prieto Martínez sobre Neolítico, ce- factor más en el estudio de la cerámica de crono-
rámica campaniforme, Bronce y Hierro (LAN- logías calcolíticas y / o de la Edad del Bronce. Así,
TES et alii, 2010, 2011; MARTÍNEZ et alii, 2008, consigue resultados positivos a la hora de determi-
2009; PRIETO MARTÍNEZ et alii, 2008, 2010). nar los procesos de producción, e incluso las fuen-
Se han estudiado igualmente otras épocas, sin tes de aprovisionamiento. Esta misma metodología
embargo, por las limitaciones cronológicas de había sido empleada en la compilación que realizó
este capítulo, no se incluyen. Todos estos estu- la autora de los materiales de la Cueva de El Mirón
dios tienen como marco varios proyectos que se (Ramales de la Victoria), donde los análisis estu-
han llevado a cabo en Galicia financiados por la vieron a cargo de Guitián (VEGA, 2012).
Xunta y por el Ministerio de Ciencia e Innova- Finalmente, en este momento se están produ-
ción y que tenían por objetivo, precisamente, la ciendo artículos de síntesis o reflexiones como
aplicación de técnicas arqueométricas (LANTES el de Ortega, Zuluaga, Alonso-Olazabal y Olae-
et alii, 2010: 97). txea (2006), sobre las producciones cerámicas,
Un punto a tener en cuenta es el estudio que muy semejante al de Cubas sobre el tipo de pro-
se hace de la cerámica de los alfares celtibéricos ducciones existentes en Cantabria (CUBAS et
del Sistema Ibérico Central. Desde el equipo de alii, 2013), o sobre los distintos desgrasantes en
investigación del yacimiento de Segeda (Mara) se general (CUBAS, 2012) y específicamente sobre
hizo un esfuerzo por comprender cómo era la al- la presencia de la calcita (CUBAS, 2013b). Asi-
farería de esta región en época celtibérica. Así, se mismo, desde las universidades de Valladolid y de
recogieron muestras de sedimento de estos alfa- Sevilla, se propuso un intento de analizar la iden-
res y muestras de las vasijas que en ellos apare- tidad y los límites sociales a través de la identifi-
cían (IGEA et alii, 2008; SAIZ et alii, 2008). cación de los rellenos de pasta blanca en cerámi-
Es necesario destacar que en este momento cas campaniformes de Galicia y la Meseta Norte,
se realizan nuevas tesis doctorales que incluyen además de otras zonas que se localizan fuera del
el empleo de técnicas arqueométricas como base ámbito geográfico de este artículo (ODRIOZOLA
de estudio. En 2010 Cubas defendió la tesis sobre et alii, 2012).
la aparición de la tecnología cerámica en la re-
gión cantábrica (CUBAS, 2013a), centrándose en
la secuencia de producción. Su trabajo sobre ya- 3.  Los usos
cimientos neolíticos se ha visto ampliado en pos-
teriores artículos: Los Gitanos (Sámano) (CUBAS Otro de los campos de los que se ocupa la Ar-
et alii, 2014; Cubas, Ontañón, 2009; Ontañón et queometría es el estudio del uso o funcionalidad
alii, 2013), Los Canes (Sierra de Cuera) (CUBAS que pudo tener la cerámica. Fundamentalmente,
et alii, 2014) y Kobaederra (Kortezubi) (Cubas et este es determinado mediante el análisis de resi-
alii, 2012). Además, también ha trabajado en ya- duos orgánicos.
cimientos calcolíticos como la cueva 3167 (Ma- Desde muy pronto hubo intentos de conocer
tienzo) (SMITH et alii, 2014), y Las Peñas (Qui- qué era lo que se conservaba en las cerámicas.
ruelas de Vidriales) (PÉREZ et alii, 2015); o de Así Armendariz, junto a Palet y Villate (1989),
la Edad del Hierro: Alto de la Garma (Omoño) intentaron determinar qué era lo que contenía
(SÁNCHEZ et alii, 2016). una vasija aparecida en la cueva de Armontaitze
En 2014 López de Heredia defendió su te- (Ataun). El resultado fue una amalgama de ma-
sis sobre la cerámica de la Segunda Edad del dera carbonizada, probablemente restos de al-
Hierro en el País Vasco (LÓPEZ DE HEREDIA, guna hoguera.
60 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

No obstante, no es hasta la década de los 2000 brona), determinaron restos de cerveza, además
cuando se produce un incremento en los estudios de grasas animales, en algunas cazuelitas. Los
sobre residuos orgánicos. Para ello, además del mismos autores en 2008 analizaron Valdeperna-
microscopio óptico o el microscopio electrónico les, El Abrigo de Carlos Álvarez y Los Dolientes 1
de barrido, se utiliza también cromatografía de (todos ellos en Miño de Medinaceli), siendo en
gases y espectrometría de masas. este último en el único que hallaron resultados
A nivel peninsular son Juan-Tresserras y Ma- positivos: ácidos grasos animales y productos lác-
tamala5 quienes por el momento han realizado teos (ROJO-GUERRA, et alii 2008).
más estudios. En la necrópolis de Las Ruedas de Finalmente ha habido otros intentos sobre ya-
Pintia (Padilla de Duero/Peñafiel), identificaron cimientos puntuales que no siempre han ofrecido
numerosas substancias: restos de productos lác- resultados positivos, como los de la cueva 3167
teos y grasas animales, cebadas y cereales fermen- de Matienzo (SMITH et alii, 2014) o Los Castros,
tados y vino o vinagre (SANZ et alii, 2003). Pos- Santiagomendi, Basagain y La Hoya (LÓPEZ DE
teriormente una vasija de este mismo yacimiento HEREDIA, 2011b, 2015), donde únicamente en
fue analizada por otro equipo: Prieto, Avella, este último pudieron determinarse residuos or-
González, y Jiménez, junto a Romero, de Pablo, gánicos identificables, en este caso grasas de pes-
Górriz, Sanz, identificándose fibras vegetales cado. Por otro lado, existen proyectos a nivel eu-
(PRIETO et alii, 2012). Este tipo de análisis dio ropeo en los que están incluidos los yacimientos
lugar a reflexiones en torno a la comensalidad, en del norte peninsular y cuyo objetivo es establecer
especial al consumo del vino y su significado, en el origen del consumo de productos lácteos y la
este y en otros yacimientos como el celtibérico de utilización de cera de abeja (ROFFETT-SALQUE
Segeda (BURILLO, 2009; GÓRRIZ, 2010; SANZ, et alii, 2015).
ROMERO, 2009; SANZ et alii, 2009). Sin em-
bargo, en estas publicaciones apenas se exponen
los datos de las muestras o las técnicas utilizadas. 4.  Valoraciones finales
En 2005 y 2009 Juan-Tresserras y Matamala
trabajaron con Prieto Martínez sobre varios ya- Debido a la especial situación de las coleccio-
cimientos gallegos: A Devesa do Rei (Vedra), A nes cerámicas en el norte peninsular, especial-
Forxa (Riós), Agronovo (Vedra), Carballeira do mente aquellas procedentes de yacimientos cer-
Espíritu Santo (Silleda), Forno dos Mouros (To- canos a la costa, caracterizadas por un escaso
ques), Mirás (Ames), Monte Buxel (Pazos de Bor- número de ejemplares y una mala conservación
bén), Monte de Os Escurros (Silleda), O Peto en general, la Arqueometría ha cumplido un pa-
(Vedra) y San Cosme 3 (Mos). En ellos determi- pel fundamental en el estudio de los materiales
naron harina de bellota, grasas de animales, de- cerámicos, siendo en muchas ocasiones la única
rivados de productos lácteos y miel (PRIETO et forma de lograr resultados positivos. De esta ma-
alii, 2005, 2009). nera las técnicas más utilizadas han sido la obser-
Más adelante, en 2006 publicaron con Guerra vación petrográfica de láminas delgadas y la DRX
Doce los resultados de un cuenco campaniforme para los estudios de los procesos de producción y
de La Calzadilla (Almenara de Adaja). En él, de- la cromatografía de gases con espectrometría de
terminaron cera de abeja y restos de cebada. Es- masas, seguido del microscopio electrónico de
tos autores proponen que pudo contener algún barrido (MEB) con microanálisis de espectrome-
tipo de cereal fermentado, y como consecuencia tría de dispersión de energías de rayos X (EDS),
cerveza o hidromiel (GUERRA, 2006). para los análisis del uso, además de una primera
En este mismo año, también en un estudio so- observación con lupa binocular en ambos casos
bre cerámicas campaniformes publicado junto a (fig. 4.2).
Rojo-Guerra, Garrido-Pena y García-Martínez Si se observa el mapa adjunto (fig. 4.1), puede
de Lagrán (2006) en el Túmulo de la Sima (Miño verse cómo los estudios arqueométricos se locali-
de Medinaceli) y en la Peña de La Abuela (Am- zan en los lugares donde la conservación del ma-
terial cerámico es más deficiente, como Galicia,
  Estos autores han trabajado en numerosos yacimientos
5 Cantabria y norte del País Vasco. No obstante, a
del norte peninsular. Sin embargo los informes generados pesar de ello, el estudio de la cerámica ha venido
continúan inéditos. dado por su utilización como marcador cultural
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 61

y no por un estudio completo de la misma, por bito ritual. La ausencia de trabajos centrados en
lo que no se ha profundizado en su conocimiento la alimentación cotidiana puede deberse al ele-
todo lo que cabría esperar. vado coste de los análisis, que hace que aún no se
En lo que respecta a los análisis de uso me- haya dado el impulso suficiente a esta metodolo-
diante la determinación e identificación de resi- gía. En los próximos años este será uno de los ca-
duos orgánicos el escenario es diferente. Se puede minos a recorrer.
apreciar cómo la mayoría de los trabajos se han
realizado sobre materiales neolíticos y sobre todo
campaniformes, debido al posible componente 5.  Agradecimientos
ritual de estos recipientes. Cuando se ha salido de
estas cronologías se buscaban piezas determina- Miriam Cubas está trabajando en el marco de
das, bien por su forma o decoración, o por su ubi- un proyecto de investigación Marie  Sklodowska
cación en el yacimiento. Es decir, a pesar de algu- Curie (First ceramics in Atlantic Europe: manu-
nas excepciones, no se trata de hacer un análisis facture and function —CerAM IF 653354—) fi-
del consumo o la dieta sino que se busca el ám- nanciado por la Unión Europea.
62 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

6.  Anexo

Relación de yacimientos en los que se han realizado estudios arquemétricos.

6.1.  Yacimientos

Figura 4.1.  Mapa de las localidades citadas en el texto

Figura 4.2.  A la izquierda, gráfico con las técnicas más utilizadas en el estudio de los procesos de producción. A la derecha, las
técnicas empleadas en el análisis del uso dado a la cerámica
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 63

6.2.  Tablas

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación

DRX,
Campaniforme  1 Lantes, Prieto, Martínez 2010 Congreso
MEB-EDS
Odriozola, Hurtado,
A Devesa do Rei Lugar ceremo-
Calcolítico  1 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
(Vedra) nial y funerario
ñón, Delibes de Castro
Neolítico medio- Martínez, Prieto Lamas, 2008 Congreso; Mo-
— DRX, FRX
Edad del Bronce Lantes, Prieto Martínez (a y b) nografía
A Fontela LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,
Calcolítico Asentamiento  1 1993 Congreso
(Moaña) ATD, ATG Muñoz
Neolítico medio-
A Romea Edad del Bronce Fi- Martínez, Prieto Lamas, 2008 Congreso; Mo-
Túmulo — DRX, FRX
(Lalín) nal. Época romana y Lantes, Prieto Martínez (a y b) nografía
moderna
Abrigo de la
Calcolítico-Edad del LD, DRX,
Castañera Abrigo 21 Vega 2015 Tesis doctoral
Bronce ICP-MS
(Obregón)
Abrigo del Cráneo Calcolítico-Edad del LD, DRX,
Abrigo  8 Vega 2015 Tesis doctoral
(Sámano) Bronce ICP-MS
Aguiño LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,
Campaniforme Abrigo  1 1993 Congreso
(ibid.) ATD, ATG Muñoz
Allueva II LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
(Allueva) ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
 1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Allomendi
Edad del Hierro Poblado Ortega, Olaetxea, Ta-
(Salinas) — LD 2001 Monografía
rriño, Larrea
Sánchez, Cubas, Castro,
Alto de la Garma Gutiérrez-Medina, Brus-
Edad del Hierro Poblado 16 LD 2016 Congreso
(Omoño) chi, Bolado, Ontañón,
Arias
Ortega, Larrea, Tarriño,
Poblado 10 LD 2001 Revista
Olaetxea
Aparrea
Edad del Bronce
(Biurrun) Depósito en 10 LD
Olaetxea 2000 Tesis doctoral
hoyo  5 ICP-MS
Aspio
Edad del Hierro Cueva  5 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Ruesga)
Igea, Lapuente, Saiz,
Barranco de la LD, DRX,
Edad del Hierro Alfar  3 Burillo, Bastida, Pérez- 2008 Revista
Cañada ICP-AES
Arantegui
(Torralba de los
Frailes) LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
Larrea, Olaetxea, Ortega,
 2 LD 2000 Monografía
Tarriño
Basagain  2 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Edad del Hierro Poblado
(Anoeta)
19 LD López de Heredia, Peña, Tesis doctoral,
2014, 2015,
Conde, Agua, García He- Monografía, Re-
21 DRX, FRX 2016, e.p.
ras vista, Congreso
64 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación

Bizkar Edad del Bronce Fi- Depósito en


 6 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Maeztu) nal hoyo
Berbeia
Edad del Hierro Poblado 12 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Barrio)
Berregaga
Edad del Hierro-
(Mungia-Zamudio- Poblado  6 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Época romana
Gamiz)
Larrea, Olaetxea, Ortega,
Buruntza 12 LD 1999 Monografía
Edad del Hierro Poblado Tarriño
(Andoain)
12 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Cabezo de la Mesa Edad del Bronce-
Poblado  2 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Bardenas Reales) Edad del Hierro
Carralaceña LD, DRX,
Edad del Hierro Alfar  9 Escudero 1999 Congreso
(Pesquera de Duero) FRX
Castejón de Bargota
Edad del Hierro Poblado  3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Bargota)
 1 DRX Vegas 1975 Congreso
Edad del Hierro
 2 Vía húmeda Silván 1982 Monografía

Castillo de Henayo Edad del Bronce Fi- Larrea, Ortega, Tarriño,


Poblado 31 LD 2001 Revista
(Alegría-Dulantzi) nal Olaetxea
Edad del Bronce Fi-
nal-II Edad del Hie- 30 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
rro
LB, LD, AT,
Castilterreño DRX, TXRF,
Edad del Hierro Poblado 17 García Heras 1997 Tesis doctoral
(Izana) MEB-EDS,
MLR
Castro de Borneiro
(Cabana de Edad del Hierro Poblado  9 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
Bergantiños)
Cerrá la Viña I LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
(Allueva) ICP-AES puente, Pérez-Arantegui

Cista Vidal Megalitismo  1 LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,


Cista 1993 Congreso
(?) Campaniforme  2 ATD, ATG Muñoz

Collado Palomero I LB, LD, AT,


Neolítico Cueva  1 Gallart, Mata Ocampo 1999 Monografía
(Viguera) DRX
Cofresnedo
Edad del Hierro Cueva  2 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Ruesga)
Coto do Mosteiro
Edad del Hierro Poblado  1 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
(O Carballiño)
15 LD Smith, Cubas, Corrin,
Cueva 3167
Calcolítico Cueva Tapia, de Pedro, Ruiz, 2014 Revista
(Matienzo)  4 DRX Pereda
Cueva de Chaves
Neolítico Cueva 46 LB, DRX Gallart, Aguayo 1988 Revista
(Casbas)
Cueva de la Iglesia Edad del Bronce Fi-
Cueva  3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Artziniega) nal-Edad del Hierro
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 65

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación

 6 LD, DRX,
MEB-EDS, Rubio, Blasco 1988 Revista
Neolítico  2 ATD, ATG
Cueva de la Vaquera
Cueva
(Torreiglesias)  3 ATD, DRX Valle, Vázquez 2003 Monografía
LB, DRX, Galván García, Zamora,
Edad del Bronce 24 1973 Congreso
MEB Tardío
Neolítico  6 LB, DRX Gallart, Mata Campo 1995 Revista
Cueva del Moro
Calcolítico Cueva  1 LB, DRX Gallart, Mata Campo 1995 Revista
(Olvena)
Edad del Bronce 12 DRX Gallart, Aguayo 1988 Revista
Neolítico-Edad del LB, LD, AT,
15 Gallart, Mata 1995 Congreso
Bronce DRX
Cueva Lóbrega
LB, LD, AT,
(Torrecilla Cueva  1 Gallart, Mata 1999 Monografía
DRX
de Cameros) Neolítico
LB, LD, AT,
58 Gallart, Mata 2004 Monografía
DRX
— LD, DRX Castiella 1977 Tesis doctoral
Edad del Hierro
El Castillar  3 LD, DRX Romero 1985 Revista
Poblado
(Mendavia)
Edad del Bronce-
 1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Edad del Hierro
El Castrelín Galván, Fernández-
LB, DRX,
(San Juan Edad del Hierro Poblado 30 Posse, Sánchez-Palencia, 1993 Revista
MEB, IR
de Paluezas) Galván
El Castro de
Galván García, Galván
Corporales Edad del Hierro Poblado 13 DRX 1988 Revista
Martínez
(Trucha)
El Mapa Calcolítico-Edad del LD, DRX,
Cueva  4 Vega 2015 Tesis doctoral
(Revilla de Camargo) Bronce ICP-MS
El Mirón
Neolítico-Edad del Vega (realizadas por Gui-
(Ramales de la Cueva 17 DRX 2012 Monografía
Bronce tián)
Victoria)
LB, LD, AT,
El Palomar DRX, TXRF,
Edad del Hierro Poblado  5 García Heras 1997 Tesis doctoral
(Aragoncillo) MEB-EDS,
MLR
El Pendo
Calcolítico-Edad del LD, DRX,
(Escobedo Cueva  5 Vega 2015 Tesis doctoral
Bronce ICP-MS
de Camargo)
LB, LD, AT,
El Pradillo DRX, TXRF,
Edad del Hierro Necrópolis 11 García Heras 1997 Tesis doctoral
(Pinilla Trasmonte) MEB-EDS,
MRL
El Ruso I Calcolítico-Edad del LD, DRX,
Cueva  6 Vega 2015 Tesis doctoral
(Igollo de Camargo) Bronce ICP-MS
El Toral III Calcolítico-Edad del LD, DRX,
Cueva  3 Vega 2015 Tesis doctoral
(Andrín) Bronce ICP-MS
Encinedo Edad del Bronce Fi- Depósito en
 5 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Ribera Alta) nal hoyo
66 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación

Forno dos Mouros


Campaniforme Dolmen    1 DRX, FRX Prieto, Lantes, Martínez 2008 Revista
(Toques)
Odriozola, Hurtado,
Fuente Olmedo
Campaniforme      1 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
(ibid.)
ñón, Delibes de Castro
Gazteluarro IV Edad del Bronce-
Cueva    1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Aretxabaleta) Edad del Hierro
   3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Gazteluzar
Edad del Hierro Poblado Ortega, Olaetxea, Ta-
(Mañeru-Zirauki) — LD 2001 Monografía
rriño, Larrea
Guidoiro LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,
Calcolítico Asentamiento    1 1993 Congreso
(Arousa) ATD, ATG Muñoz
Larrea, Olaetxea, Ortega,
Intxur   13 LD 2001 Monografía
Edad del Hierro Poblado Tarriño
(Tolosa-Albiztur)
  10 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
   1 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
Islas Cíes
Edad del Hierro Poblado DRX, ATD,
(Vigo)    1 Guitián, Vázquez 1979 Revista
ATM
117 LD
Kobaederra Tesis doctoral,
Neolítico Cueva   49 DRX Cubas 2010, 2013
(Kortezubi) Monografía
  49 MEB-EDS
LD, Vía
Edad del Bronce    1 Silván 1982 Monografía
Kobairada húmeda
Cueva
(Subijana Morillas) Edad del Bronce Fi-
   3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
nal
Kosnoaga
Edad del Hierro Poblado    4 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Gernika-Lumo)
Kutzemendi
Edad del Hierro Poblado    1 DRX Vegas 1975 Congreso
(Vitoria-Gasteiz)
La Corona Galván García, Galván
Edad del Hierro Poblado    5 DRX 1988 Revista
(Trucha) Martínez
Edad del Hierro    1 DRX Vegas 1975 Congreso
Edad del Bronce-II
  25 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Edad del Hierro
La Hoya
Poblado Larrea, Ortega, Tarriño,
(Laguardia) Edad del Bronce   25 LD 2001 Revista
Olaetxea
  17 LD López de Heredia, Conde, 2011, 2014, Tesis doctoral,
Edad del Hierro
  21 DRX, FRX Agua, García Heras 2015, e.p. Monografía

La Llana Calcolítico-Edad del LD, DRX,


Cueva    4 Vega 2015 Tesis doctoral
(Andrín) Bronce ICP-MS
La Oruña
LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
(Trasmoz-Vera Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
de Moncayo)
La Paul Edad del Bronce Fi- Depósito en
   6 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Arbigano) nal hoyo
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 67

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación

La Peña Epipaleolítico-Neo-
Abrigo 1? DRX Cava 1990/1992 Revista
(Marañón) lítico
Igea, Lapuente, Saiz,
LD, DRX,
Edad del Hierro Alfar  3 Burillo, Bastida, Pérez- 2008 Revista
La Rodriga ICP-AES
Arantegui
(Fuentelsaz)
LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
La Teja Edad del Bronce Fi- Depósito en
 5 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Subijana) nal hoyo
Igea, Lapuente, Saiz,
LD, DRX,
Edad del Hierro Alfar  3 Burillo, Bastida, Pérez- 2008 Revista
Las Hortezuelas III ICP-AES
Arantegui
(Ablanque)
LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
Las Lapas Calcolítico-Edad del LD, DRX,
Cueva  8 Vega 2015 Tesis doctoral
(Liendo) Bronce ICP-MS
Las Pajucas Cueva sepul- LD, Vía
Eneolítico  1 Silván 1982 Monografía
(Lanestosa) cral húmeda
Las Peñas
Pérez, Cubas, Sánchez,
(Quiruelas de Calcolítico Poblado 14 LD 2015 Revista
Villalobos
Vidriales)
LB, LD, AT,
Las Quintanas y
DRX, TXRF,
Cuesta del Moro Edad del Hierro Poblado  5 García Heras 1997 Tesis doctoral
MEB-EDS,
(Langa de Duero)
MLR
Las Tejedas
LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
(Orihuela Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
del Tremedal)
Las Veguillas LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
(Camañas) ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
Lavapés LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,
Calcolítico Asentamiento  1 1993 Congreso
(Cangas) ATD, ATG Muñoz
Libia
Edad del Hierro Poblado — DRX Castiella 1977 Tesis doctoral
(Herramelluri)
Linoso Edad del Bronce Fi-
Poblado  1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Bardenas Reales) nal
Los Avellanos Calcolítico-Edad del LD, DRX,
Cueva  5 Vega 2015 Tesis doctoral
(Los Avellanos) Bronce ICP-MS
Los Azafranales
Edad del Hierro Alfar  4 LD, DRX Escudero 1999 Congreso
(Coca)
 8 LD
Los Canes Tesis doctoral,
Neolítico Cueva  5 DRX Cubas 2010, 2013
(Sierra de Cuera) Monografía
 5 MEB-EDS
Los Castros 15 LD López de Heredia,
2011, 2014, Tesis doctoral,
de Lastra Edad del Hierro Poblado Conde, Agua, García He-
16 DRX, FRX 2015, e.p. Monografía
(Karanka) ras
Los Escobares LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
(Valdecebro) ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
68 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación
59 LD
Tesis doctoral;
Los Gitanos
Neolítico Cueva 28 DRX Cubas 2010, 2013 Monografía; Re-
(Sámano)
vista
28 MEB-EDS
Los Goros Edad del Bronce-
Cueva  3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Hueto Arriba) Edad del Hierro
Los Pedregales DRX, FRX, Buxeda, García Iñáñez, Congreso; Re-
Edad del Hierro Alfar 33 2005
(Peñalba de Castro) MEB Tuset vista
Los Vicarios LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
(Valdecebro) ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
 1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Matxamendi
Edad del Hierro Poblado Ortega, Olaetxea, Ta-
(Ubani)   LD 2001 Monografía
rriño, Larrea
Marueleza
Edad del Hierro Poblado  3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Narbaniz)
Medoña de LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,
Neolítico Túmulo  1 1993 Congreso
Morafariña (?) ATD, ATG Muñoz
Memoria de ex-
Ortega, Zuluaga 2006
Mendandia LD, DRX, cavación
Neolítico Abrigo 15
(Treviño) ICP-AES Ortega, Zuluaga, Alonso-
2010 Revista
Olazabal, Murelaga, Alday
Mendizorrotza Edad del Bronce Fi- Depósito en
 2 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Vitoria-Gasteiz) nal hoyo
LD, Igea, Lapuente, Saiz,
Edad del Hierro Alfar  3 DRX,ICP- Burillo, Bastida, Pérez- 2008 Revista
Modojos II AES Arantegui
(Codes)
LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
Modorra Edad del Bronce Fi-
Poblado  3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Bardenas Reales) nal-Edad del Hierro
Igea, Lapuente, Saiz,
LD, DRX,
Edad del Hierro Alfar  3 Burillo, Bastida, Pérez- 2008 Revista
Mojón de Ibdes II ICP-AES
Arantegui
(Monterde-Llumes)
LD, DRX, Saiz, Burillo, Igea, La-
Edad del Hierro Alfar — 2008 Congreso
ICP-AES puente, Pérez-Arantegui
Molino Sanchón II Odriozola, Hurtado,
(Las Lagunas Campaniforme    7 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
de Villafáfila) ñón, Delibes de Castro
Ortega, Larrea, Tarriño,
25 LD 2001 Revista
Olaetxea
Monte Aguilar 25 LD
Edad del Bronce Poblado
(Bardenas Reales)
 7 FRX Olaetxea 2000 Tesis doctoral
 5 ICP-MS
Ortega, Larrea, Olaetxea,
Moru 10 LD 2001 Revista
Edad del Hierro Poblado Tarriño
(Elgoibar)
10 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,
Muiño Pequeño (?) Neolítico Túmulo  2 1993 Congreso
ATD, ATG Muñoz
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 69

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación
Ortega, Larrea, Olaetxea,
 2 LD 2001 Revista
Tarriño
Munoaundi
Edad del Hierro Poblado  2 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Askoitia-Azpeitia)
Tesis doctoral,
 6 LD López de Heredia 2014, 2015
Monografía
Murugain (a) Ortega, Larrea, Olaetxea,
 1 LD 2001 Revista
(Arrasate- Tarriño
Edad del Hierro Poblado
Aretxabaleta-
Aramaiona)  1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Murugain (b) Ortega, Olaetxea, Ta-
Edad del Hierro Poblado   LD 2001 Monografía
(Leoz) rriño, Larrea
Murumendi
Edad del Hierro Poblado  3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Beasain)
Murundigain
(Tiebas-Muruarte Edad del Hierro Poblado  1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
de Reta)
LB, LD, AT,
Numancia DRX, TXRF,
Edad del Hierro Poblado 83 García Heras 1997 Tesis doctoral
(Garray) MEB-EDS,
MLR
O Achadizo
Edad del Hierro Poblado  3 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
(Boiro)
O Neixón Grande
Edad del Hierro Poblado  1 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
(Boiro)
O Neixón Pequeño
Edad del Hierro Poblado  1 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
(Boiro)
O Regueiriño LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,
Calcolítico Asentamiento  1 1993 Congreso
(Moaña) ATD, ATG Muñoz
Oianleku
Edad del Hierro Crómlech  3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Oiartzun)
DRX, MEB-
Campaniforme — Lantes, Prieto, Martínez 2010 Congreso
EDS
PA 44.01
Asentamiento Odriozola, Hurtado,
(A Lagoa)
Calcolítico  1 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
ñón, Delibes de Castro,
DRX,
Campaniforme — Lantes, Prieto, Martínez 2010 Congreso
MEB-EDS
PA 44.04
Asentamiento Odriozola, Hurtado,
(A Lagoa)
Calcolítico  2 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
ñón, Delibes de Castro,
DRX,
Campaniforme Asentamiento  4 Lantes, Prieto, Martínez 2010 Congreso
MEB-EDS
PA 45.01
(A Lagoa) Odriozola, Hurtado,
Calcolítico Asentamiento  1 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
ñón, Delibes de Castro
DRX, MEB-
Campaniforme Asentamiento  1 Lantes, Prieto, Martínez 2010 Congreso
EDS
PA 176
(Bocelo) Odriozola, Hurtado,
Calcolítico Asentamiento  1 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
ñón, Delibes de Castro
Edad del Bronce Asentamiento  1 MEB-EDS Lantes, Martínez, Prieto 2011 Revista
DRX, MEB-
PA 179 Campaniforme Asentamiento  1 Lantes, Prieto, Martínez 2010 Congreso
EDS
(Serra de O Bocelo,
Mirallos) Odriozola, Hurtado,
Calcolítico Asentamiento  1 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
ñón, Delibes de Castro
70 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación
DRX, MEB-
Campaniforme Asentamiento  1 Lantes, Prieto, Martínez 2010 Congreso
EDS
PA 224
(Bocelo) Odriozola, Hurtado,
Calcolítico Asentamiento  1 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
ñón, Delibes de Castro
Odriozola, Hurtado,
Pajares de Adaja
Campaniforme    1 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
(ibid.)
ñón, Delibes de Castro
Parandai
Edad del Hierro Cueva  1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Mendaro)
Edad del Bronce- LB, LD, AT,
Partelapeña   25 Gallart, Mata 1995 Congreso
Edad del Hierro DRX
(El Redal)
Edad del Hierro Poblado — LD Castiella 1977 Tesis doctoral
 1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Peña Larragueta
Edad del Hierro Poblado Ortega, Olaetxea, Ta-
(Añezcar)   LD 2001 Monografía
rriño, Larrea
Pena Parda 3 /
LB, LD, DRX, De Andrés, Menéndez,
Medoña de Ramos Neolítico Túmulo  1 1993 Congreso
ATD, ATG Muñoz
(Xermade)
Edad del Hierro  1 DRX Vegas 1975 Congreso
Edad del Hierro  2 Vía húmeda Silván 1982 Monografía
Edad del Bronce Fi-
Peñas de Oro Larrea, Ortega, Tarriño,
nal-II Edad del Hie- Poblado 17 LD 2001 Revista
(Zuia) Olaetxea
rro
Edad del Bronce Fi-
nal-II Edad del Hie- 18 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
rro
Peña Guerra I, II, III
(Nalda); Collado Estación me- LB, LD, AT,
Neolítico-Eneolítico 12 Gallart, Mata Ocampo 1995 Congreso
Palomero I galítica DRX
(Viguera)
LD, DRX,
Peracho Depósito en Ortega, Zuluaga, Alonso Memoria de ex-
Edad del Bronce 20 ICP-AES, 2006
(Kripan) hoyo Olazabal cavación
ICP-MS
Pico de San Pedro
(Villanueva de Edad del Hierro Poblado  4 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Valdegobia)
Calcolítico-Edad del LD, DRX,
Piedrahita (?) Cueva  7 Vega 2015 Tesis doctoral
Bronce ICP-MS
Pisquerra
Edad del Bronce Poblado  3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Bardenas Reales)
Plana Yesera
Edad del Bronce Poblado 5 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Bardenas Reales)
Recarea
Edad del Hierro Poblado 1 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
(ibid.)
Roa
Edad del Hierro Alfar 3 LD, DRX Escudero 1999 Congreso
(ibid.)
Roza das Aveas AT, DRX, Prieto, Lantes, Vázquez,
Edad del Bronce Túmulo 2 2010 Revista
(Outeiro de Rei) FRX Martínez
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 71

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación

 1 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral


San Cristóbal
Edad del Hierro Poblado Ortega, Olaetxea, Ta-
(Guirguillano)   LD 2001 Monografía
rriño, Larrea
San Esteban
Edad del Hierro-
de Goiburu Poblado  4 LD Pérez 2008 Revista
Época romana
(Andoain)
Edad del Hierro Poblado — LD, DRX Castiella 1977 Tesis doctoral
Edad del Bronce Fi-
Ortega, Larrea, Tarriño,
nal-II Edad del Hie- 27 LD 2001 Revista
Olaetxea
rro
Sansol 28 LD
(Muruastrain) Poblado
19 FRX Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Edad del Hierro  6 ICP-MS
Ortega, Olaetxea, Ta-
  LD 2001 Monografía
rriño, Larrea
LD, DRX,
Ortega, Zuluaga, Alonso Memoria de ex-
Sta. M.ª de Estarrona Depósito en 13 ICP-AES, 2006
Edad del Bronce Olazabal cavación
(Estarrona) hoyo ICP-MS
 3 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Santiagomendi LD, DRX, López de Heredia, Conde, 2014, 2015, Tesis doctoral,
Edad del Hierro Poblado 22
(Astigarraga) FRX Agua, García Heras e.p. Monografía
Solacueva de
Edad del Bronce-
Lacozmonte Cueva 12 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
Edad del Hierro
(Jócano)
Urkitte Aitz
Edad del Bronce Cueva  2 LD Olaetxea 2000 Tesis doctoral
(Azkoitia)
Tejar Viejo
Edad del Hierro Alfar  2 LD, DRX Escudero 1999 Congreso
(Tordehumos)
Toralla
Edad del Hierro Poblado  1 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
(Vigo)
Torroso
Edad del Hierro Poblado  1 DRX, MLR Rey, Soto 2002 Revista
(Mos)
Trikuaisti
Campaniforme Dolmen  4 FRX Mujika, Armendariz 1991 Revista
(Beasain)
Neolítico final-Edad Martínez, Prieto Lamas, 2008 (a Congreso, Mo-
— DRX, FRX
del Bronce Inicial Lantes, Prieto Martínez y b) nografía
DRX, MEB-
Zarra de Xoacín Campaniforme  2 Lantes, Prieto, Martínez 2010 Congreso
Asentamiento EDS
(Lalín)
Odriozola, Hurtado,
Calcolítico  2 DRX, IR Guerra Doce, Cruz-Au- 2012 Congreso
ñón, Delibes de Castro
Tabla 4.1.  Procesos de producción
Clave:  AT: Análisis textural; ATD: Análisis térmico diferencial; ATG: Análisis termogravimétrico; ICP-AES: Espectroscopía de emisión atómica
de plasma acoplado inductivamente; ICP-MS: Espectroscopía de masas de plasma acoplado inductivamente; DRX: Difracción de rayos  X;
FRX: Fluorescencia de rayos X; IR: Espectroscopía infrarroja; LB: Lupa binocular; LD: Petrografía mediante análisis de láminas delgadas; MEB:
Microscopía electrónica de barrido; MLR: Microscopía óptica de luz reflejada; MEB-EDS: Microscopía electrónica de barrido con microanálisis
de espectrometría de dispersión de energías de rayos X; TXRF: Fluorescencia de rayos X por reflexión total.
72 Judit López de Heredia, Miriam Cubas, Manuel García Heras, Carlos Olaetxea

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación

A Devesa do Rei Neolítico medio - Lugar ceremo- LB, EDS, CG/ Prieto, Juan-Tresserras,
— 2009 Revista
(Vedra) Edad del Bronce nial y funerario EM Matamala
A Forxa LB, EDS, CG/ Prieto, Juan-Tresserras,
Edad del Bronce Cista — 2009 Revista
(Riós) EM Matamala
Agronovo Área de activi- LB, EDS, CG/ Prieto, Juan-Tresserras,
Neolítico  1 2009 Revista
(Vedra) dad EM Matamala
Armontaitze MO, ACAS, Armendariz, Palet, Vi-
Calcolítico Cueva  1 1989 Revista
(Ataun) IR llate
Basagain Tesis doctoral,
Edad del Hierro Poblado  1 CG/EM López de Heredia 2014, 2015
(Anoeta) Monografía
Carballeira do
LB, MEB- Prieto, Juan-Tresserras,
Espíritu Santo Edad del Bronce Poblado  4 2005, 2009 Revista
EDS, CG/EM Matamala
(Silleda)
Sanz, Romero, Gorriz
Carralaceña
Edad del Hierro Alfar — — (Juan-Tresserras, Mata- 2010 Congreso
(Pesquera de Duero)
mala)
Smith, Cubas, Corrin,
Cueva 3167
Calcolítico ? cueva  3   Tapia, de Pedro, Ruiz, 2014 Revista
(Matienzo)
Pereda
El Abrigo de Carlos Rojo, Garrido-Pena, Gar-
Álvarez LB, MEB- cía-Martínez de Lagrán
Neolítico Poblado 12 2008 Revista
(Miño de EDS, CG/EM (Juan-Tresserras, Mata-
Medinaceli) mala)
Forno dos Mouros LB, MEB- Prieto, Juan-Tresserras,
Campaniforme Dolmen — 2009 Revista
(Toques) EDS, CG/EM Matamala
LB, MEB-
La Calzadilla Depósito en
Campaniforme — EDS, EDX, Guerra Doce 2006 Revista
(Almenara de Adaja) hoyo
CG/EM
La Hoya Tesis doctoral,
Edad del Hierro Poblado 20 CG/EM López de Heredia 2014, 2015
(Laguardia) Monografía
Rojo, Garrido-Pena, Gar-
La Peña de La
LB, MEB- cía-Martínez de Lagrán,
Abuela Neolítico Túmulo  1 2006 Revista
EDS, CG/EM Juan-Tresserras, Mata-
(Ambrona)
mala
Sanz, Velasco, Centeno,
— CG/EM Juan-Tresserras, Mata- 2003 Monografía
Las Ruedas mala
(Padilla de Duero/ Edad del Hierro Necrópolis
Peñafiel) Prieto, Avella, González,
 1 ER, MEB Jiménez, Romero, De Pa- 2012 Revista
blo, Górriz, Sanz
Los Castros de
Tesis doctoral,
Lastra Edad del Hierro Poblado 14 CG/EM López de Heredia 2014, 2015
Monografía
(Karanka)
Rojo, Garrido-Pena, Gar-
Los Dolientes 1
LB, MEB- cía-Martínez de Lagrán
(Miño de Neolítico Poblado  2 2008 Revista
EDS, CG/EM (Juan-Tresserras, Mata-
Medinaceli)
mala)
Mirás Posible lugar de LB, MEB- Prieto, Juan-Tresserras,
Edad del Bronce — 2009 Revista
(Ames) enterramiento EDS, CG/EM Matamala
Estudios arqueométricos sobre cerámica prehistórica y protohistórica del norte peninsular 73

Análisis Publicación
Yacimiento Cronología Tipo de N.º de Técnicas Tipo de
Autor Año
yacimiento muestras publicación

Monte Buxel LB, MEB- Prieto, Juan-Tresserras,


Edad del Bronce Poblado — 2009 Revista
(Pazos de Borbén) EDS, CG/EM Matamala
Monte de Os
LB, MEB- Prieto, Juan-Tresserras,
Escurros Neolítico Túmulo  4 2005, 2009 Revista
EDS, CG/EM Matamala
(Silleda)
O Peto Explotación LB, MEB- Prieto, Juan-Tresserras,
Edad del Hierro  7 2005, 2009 Revista
(Vedra) minera EDS, CG/EM Matamala
San Cosme 3 LB, MEB- Prieto, Juan-Tresserras,
Edad del Bronce Túmulo   2009 Revista
(Mos) EDS, CG/EM Matamala
Santiagomendi Tesis doctoral,
Edad del Hierro Poblado  3 CG/EM López de Heredia 2014, 2015
(Astigarraga) Monografía
Burillo (Juan-Tresserras,
Segeda Edad del Hierro Poblado — — 2009 Monografía
Matamala)
Rojo, Garrido-Pena, Gar-
Túmulo de la Sima
LB, MEB- cía-Martínez de Lagrán,
(Miño de Neolítico Túmulo  3 2006 Revista
EDS, CG/EM Juan-Tresserras, Mata-
Medinaceli)
mala
Rojo, Garrido-Pena, Gar-
Valdepernales
LB, MEB- cía-Martínez de Lagrán
(Miño de Neolítico Túmulo  4 2008 Revista
EDS, CG/EM (Juan-Tresserras, Mata-
Medinaceli)
mala)
Tabla 4.2.  Los usos
Clave:  ACAS: Análisis de cationes, aniones y sales solubles; CG/EM: Cromatografía de gases / Espectroscopía de masas; ER: Espectroscopía
Raman; IR: Espectroscopía infrarroja; LB: Lupa binocular; MO: Microscopía óptica; MEB: Microscopía electrónica de barrido; MEB-EDS:
Microscopía electrónica de barrido con microanálisis de espectrometría de dispersión de energías de rayos X.

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1
  2
RESUMEN3 ABSTRACT
Aunque todavía queda por elaborar una secuen- Despite lacking a chrono-cultural sequence for me-
cia cronocultural para la cerámica medieval en Gali- diaeval pottery in Galicia, as only a few sites and their
cia, pues todavía son escasas las publicaciones de ya- datings have been published, in recent years a number
cimientos y sus dataciones, en los últimos años han of studies of this kind have appeared. At the same time
sido ya publicados trabajos en esta línea. Asimismo, a as this incipient research, work has now begun on car-
la par de esta investigación incipiente se están empe- rying out analytical studies of ceramic bodies, albeit on
zando a abordar estudios analíticos de las pastas cerá- a minor scale. This study offers an initial summary for
micas, si bien, de un modo discreto por el momento. the region. In it, our aim is to contribute towards the
El presente trabajo representa una primera sínte- archaeometric characterisation of mediaeval pottery
sis para la región. Con él, pretendemos contribuir a in Galicia, using X-Ray diffraction (XRD), X-Ray flu-
la caracterización arqueométrica de la cerámica me- orescence (XRF), and Scanning Electron Microscopy
dieval en Galicia (Difracción de Rayos X, DRX; Fluo- with Energy Dispersive X-Ray Analysis (SEM-EDX)
rescencia de Rayos X, FRX y Microscopía Electró- on a representative group of just over fifty pieces, re-
nica de Barrido con microsonda de análisis elemental covered from 6 sites covering a chronological range
acoplada, SEM-EDX) de un conjunto representativo from the sixth century through to the fifteenth cen-
de piezas, algo más de medio centenar, recuperadas tury. These sites are A Pousada and A Rocha Forte (in
de siete yacimientos que cubren un abanico cronoló- Santiago de Compostela, A Coruña), A Rocha Branca
gico que abarca desde el siglo vi hasta el xv. Estos ya- and O Bordel (in Padrón, A Coruña), Roza das Aveas
cimientos son: A Pousada y A Rocha Forte (Santiago (in Outeiro de Rei, Lugo) Augas Santas (in Allariz,
de Compostela, A Coruña), A Rocha Branca y O Bor- Ourense) and O Cepo (San Cibrao de Viñas, Ourense).
del (Padrón, A Coruña), Roza das Aveas (Outeiro de The pottery analysed is mainly in the regional style, as
Rei, Lugo), Augas Santas (Allariz, Ourense) y O Cepo this is the most abundant, although other fragments
(San Cibrao de Viñas, Ourense). La cerámica analizada of imported luxury ceramic ware have been included
es mayoritariamente de estilo regional pues es la más from later stages of the Middle Ages.
abundante, aunque también se han incorporado algu-
nos fragmentos de lujo de momentos avanzados de la KEYWORDS:  Early Middle Ages, High Middle Ages,
Edad Media propios de un comercio de importación. Late Middle Ages, XRD-XRF, SEM-EDX.

PALABRAS CLAVE:  Alta Edad Media, Plena Edad


Media, Baja Edad Media, DRX-XRF, SEM-EDX.

Introducción

Para aproximarnos al conocimiento de la cerá-


mica medieval en Galicia, contamos con tres fuen-
1
  pilar.prieto@usc.es, Departamento de Historia. Área tes principales. Por un lado, las documentales, pro-
de Arqueología. Grupo de investigación Sincrisis. Universi- pias del medievalismo clásico; en ellas encontramos
dad de Santiago de Compostela. inventarios de testamentos y demás actos jurídicos
2
  oscar.lantes@usc.es, Unidade de Arqueometría. que mencionan artículos que podrían ser de cerá-
RIAIDT. Universidad de Santiago de Compostela.
3
  franalonsotoucido@hotmail.com, Departamento de
mica, como por ejemplo Aquamanilia, conca, sa-
Historia. Área de Arqueología. Grupo de investigación Sin- lares, sartagines, irake, etc. (VARELA, 2003). La-
crisis. Universidad de Santiago de Compostela. mentablemente esta documentación suele referirse
80 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

a elementos de lujo realizados en metales o pie- Dentro de las jarras su máximo exponente será la
dras preciosas y rara es la vez que expresamente se de borde trilobulado, las formas abiertas hacen su
mencionan recipientes cerámicos. Sería deseable aparición con cuencos y escudillas no identifica-
de esta documentación un mayor detalle sobre po- dos en épocas precedentes. En un nivel decorativo,
sibles gremios cerámicos, técnicas de fabricación aunque con motivos igualmente simples, estos se-
o circuitos comerciales, pero hasta el momento se rán más variados, incisiones en asas, digitaciones
desconoce cómo estaba organizada la producción directas sobre la pieza o en cordón, acanalados,
de la cerámica medieval gallega a nivel social y co- etc. (SUÁREZ et alii, 1989: 289). Dicha publicación
mercial a partir de este tipo de fuentes. no entra en el complejo mundo de las importacio-
Un segundo tipo de fuente para aproximar- nes en forma de cerámica vidriada procedente de
nos al material cerámico en cuestión es el arte. A alfares de otras partes de la península Ibérica, que
través de las representaciones medievales en es- serán tratadas en publicaciones posteriores (CA-
cultura o pintura podremos realizar una aproxi- RAMÉS et alii, 2006; SUÁREZ, 2006).
mación más o menos acertada a las formas ce- Pese a que el trabajo al que nos referimos pre-
rámicas. En varios capiteles románicos, como viamente fue una primera aproximación al con-
podrían ser los banquetes de Epulón y Herodes junto y los autores se tomaron sus debidas pre-
en San Martín de Mondoñedo (Foz) o los capite- cauciones, las líneas generales en él esbozadas se
les del Pazo de Xelmírez (Santiago de Compos- han venido cumpliendo con el transcurso de la
tela) se representa diverso servicio de mesa, que investigación. Con el avance de la arqueología de
podría ser de material cerámico o de madera. Tal urgencia en Galicia, se han realizado numerosas
vez el caso más interesante en lo referente a una intervenciones en contextos medievales, pero la-
obra de arte y cerámica son los frescos del mo- mentablemente la mayoría de esas intervenciones
nasterio de San Vicenzo de Pombeiro, dados a nunca han sido publicadas. En lo que a estudios
conocer por Manuel Gago y Soledad Felloza4. En sistemáticos se refiere, han primado los realizados
ellos se aprecia una última cena, en la que los co- a colecciones bajomedievales, como los castillos
mensales están bebiendo en dos tipos de reci- de A Lúa en Rianxo, Rocha Forte en Santiago de
piente, un vaso que podría estar realizado en ma- Compostela o el de Moeche (CÉSAR, BONILLA,
dera o cerámica y una jarra con tapa, la similitud 2003; MARTÍNEZ, 2006, 2007). Para épocas pleno
de estas jarras con las típicas alemanas para cer- y altomedievales, las publicaciones son más esca-
veza es evidente. Estudiando la cuestión más a sas, como pueden ser las referidas a los materia-
fondo se ha podido comprobar cómo se corres- les cerámicos del área de Santiago de Compostela,
ponde con una producción importada de lujo, como la antigua capilla de San Lázaro en Santiago
desde alfares alemanes en el siglo xv. de Compostela (BONILLA, CÉSAR, 2005) o la rúa
Las fuentes arqueológicas, aunque de forma in- do Franco n.º 31 (ALONSO et alii, 2013).
cipiente todavía, han sido las que más han apor- Muchos de los yacimientos mencionados se en-
tado al conocimiento de la alfarería medieval cuentran datados gracias a la documentación aso-
gallega. Durante los años 80 se realizaron las pri- ciada a los mismos, como por ejemplo los castillos
meras síntesis globales sobre la misma, adelan- bajomedievales. Pero generalmente la arqueología
tando una propuesta cronológica según la cual se medieval gallega ha adolecido de falta de datacio-
identificaban para los siglos altomedievales pro- nes absolutas y de contextos cerrados que permi-
ducciones de escasa decoración, toscas en el tra- tan establecer una clara secuencia tipológica.
tamiento de sus pastas y con coloraciones acasta- Desde 2006 se ha abierto una línea de investi-
ñadas y grises en las que destaca como acabado, gación orientada a arqueometría cerámica, en la
el cepillado; en lo que a formas se refiere, se iden- que se enmarcan diversos proyectos enfocados a
tifican ollas y alguna jarra (SUÁREZ et alii, 1989: analizar las características composicionales de las
287). Para épocas posteriores, el rasgo más claro cerámicas procedentes de contextos arqueológicos
será el color gris, junto con una mayor variabili- gallegos, desde el neolítico hasta época contem-
dad formal, aunque seguirán destacando las ollas. poránea con la finalidad de comprender aspectos
relacionados con la procedencia y evolución de la
tecnología cerámica en dicha región5. Dentro de
4
  http://www.manuelgago.org/blog/index.php/2013/12/22/ esta línea de investigación se han estudiado una
a-ultima-cea-de-pombeiro-unha-­f otografia-­d os-usos-
gastronomicos-da-galicia-do-seculo-xv/ [Consultado el 22 de
septiembre de 2015]. 5
  Ver una síntesis de estos proyectos en wikipot.com
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 81

serie de yacimientos de época medieval, todavía no información que desde la arqueología tradicional
publicados en su globalidad (PRIETO et alii, 2010, no puede ser obtenida. Por lo tanto, se trata de
2015) y cuya primera síntesis se ofrece en este tra- completar la cadena operativa de esta cerámica
bajo. Asimismo, comienzan a publicarse trabajos a partir de información tipológica, formal y ar-
de cerámicas medievales en la región de temática queométrica para definir diferencias y continui-
arqueométrica (LAGO et alii, 2014). dades a lo largo del tiempo y en la medida de lo
posible en el territorio, y quizás que pueda servir
de base para estudios más amplios en la región.
Planteamientos y objetivos Si bien, este trabajo debe comprenderse de
manera preliminar, pues no solo es limitado el
El objetivo general de nuestra investigación, número de yacimientos, sino también los contex-
que tratamos de transmitir a través de este tra- tos incluidos no abarcan la totalidad de los tipos
bajo, es caracterizar la producción cerámica conocidos en la región.
desde del siglo vii hasta el siglo xv AD. Para Asimismo, debemos destacar que en algunos
ello partimos de un estudio sistemático de 7 ya- de los yacimientos aquí estudiados hay varios mo-
cimientos (fig. 5.1), donde una muestra repre- mentos de ocupación tanto anteriores como poste-
sentativa de cerámicas ha sido seleccionada para riores a las fases medievales, en su caso se mencio-
realizar análisis físico-químicos y, así completar, nará aunque no formarán parte de este capítulo.

Figura 5.1.  Mapa de localización de los yacimientos estudiados


82 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

Material y métodos ciedad de la cerámica para analizar el cuerpo ce-


rámico a través de las técnicas de difracción de
Desde la disciplina arqueológica, el trabajo de- rayos X de polvo cristalino (DRX; identificación
sarrollado se ha basado en metodologías variadas, mineralógica), de espectrometría de fluorescen-
que se han apoyado tanto en trabajos tipológi- cia de rayos  X (XRF; determinación de la com-
cos centrados en cerámica medieval de la región posición elemental) (MARTÍNEZ-CORTIZAS et
(BONILLA, CÉSAR, 2005; CÉSAR, BONILLA, alii, 2008). Los datos se analizaron estadística-
2003, 2011; CASAL, 2006; ALONSO et alii, 2013) mente con el programa PASW Statistics 18 y se
como en trabajos de corte metodológico preocu- ponen en relación con la litología del entorno de
pado por la reconstrucción de los procesos de los yacimientos (se utiliza la cartografía geológica
producción, que en el caso de Galicia se han apli- 1:50000 del IGME).
cado por el momento exclusivamente a la cerá-
mica prehistórica (PRIETO, 1999, 2008; PRIETO,
SALANOVA, 2009) a la que se ha incorporado
también investigación analítica (KAAL et alii, Estudios de caso
2014; LANTES et alii, 2015; PRIETO et alii, 2010;
SALANOVA et alii, 2016) que ha inspirado el Los contextos de los yacimientos analiza-
presente trabajo. dos son variados, asociados a asentamientos do-
La selección de los yacimientos ha venido con- mésticos de diverso tipo (de tipo rural como A
dicionada en la mayor parte de los casos por la Pousada, áreas de almacenamiento en áreas urba-
oportunidad que la arqueología preventiva ofre- nas como O Bordel, hasta castillos militares tipo
ció desde finales del siglo pasado para excavar Rocha Branca y Rocha Forte), pasando por yaci-
yacimientos, que de otra manera probablemente mientos en los que la actividad ha sido muy es-
no serían descubiertos; solo dos yacimientos en porádica (O Cepo) y depósitos rituales de diversa
nuestro trabajo han sido excavados con anterio- naturaleza (Roza das Aveas y Augas Santas). Se-
ridad. Los yacimientos aquí presentados poseen guidamente trataremos brevemente esos con-
una datación bien definida, bien sea a partir de textos y los rasgos morfoestilíticos de los grupos
análisis cronométricos o tipológicos fiables (ta- cerámicos allí documentados, antes de pasar a la
bla 5.1). caracterización arqueométrica de los materiales
Las piezas de cada yacimiento fueron selec- seleccionados.
cionadas en función de dos criterios básicos, el
primero su representatividad, es decir, fueron
escogidas en la mayor parte de los casos las pie-
zas representativas de grandes grupos cerámicos A Pousada
(desde el punto de vista tipológico, morfotéc- (Santiago de Compostela, A Coruña)
nico y decorativo) y solo fueron seleccionadas
piezas peculiares con base a su singularidad en La cerámica estudiada se recuperó en una
el caso de los vidriados. El segundo criterio fue excavación de 432 m2 en 2001. Se identificaron
priorizar piezas bien definidas contextualmente 8  fases de ocupación y uso para el yacimiento.
para disponer de una mayor fiabilidad en su cro- Las fases I-IV se relacionan con un asenta-
nología. miento vinculado a un uso agrario, con una po-
Una vez seleccionadas las piezas se realizó su sible residencia; las fases V y VI están relacio-
estudio formal, se fotografiaron y dibujaron, pro- nadas con diferentes procesos de abandono del
cediendo así a su estudio arqueométrico. En pri- mismo; y finalmente, las fases VII-VIII se aso-
mer lugar, se realizó un micromuestreo de los vi- cian a la reutilización de dicho espacio como
driados y un análisis en microscopía electrónica área de cultivo (BLANCO et alii, 2010). La ce-
de barrido acoplada con una microsonda de ra- rámica presentada en este trabajo procede de
yos X (SEM-EDX) para estudiar su morfología las cinco primeras fases. Únicamente hay un
y determinar su composición elemental (LAN- estudio preliminar publicado, sintetizando los
TES et alii, 2011). A continuación se retiró la to- materiales ahí recuperados (BLANCO et alii,
talidad del vidriado en aquellas muestras que lo 2006 y 2010) y algún trabajo parcial publicado
poseían y/o las capas externas o pátinas de su- o en prensa (PRIETO et alii, 2015, 2017). El es-
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 83

tudio completo, todavía inédito consiste en un A Rocha Forte


estudio formal donde se profundiza en la dis- (Santiago de Compostela, A Coruña)
tribución espacial y estratigráfica de las piezas,
a partir del cual se adscriben los materiales, Rocha Forte es un castillo de estilo francés, cons-
y se completa con un estudio arqueométrico truido en el s. xiii y destruido durante la revuelta ir-
(PRIETO, 2013; LANTES, 2013). Se clasifica- mandiña en el s. xv. Sirvió de refugio de los arzobis-
ron 73 recipientes en el yacimiento, la mayor pos en momentos de revuelta ya que se encuentra a
parte de ellos asociados a las fases Altomedie- las afueras de la ciudad de Santiago de Compostela
val (55 recipientes) y Bajomedieval (12 vasijas), próximo a los caminos de entrada Portugués y de
que serán los que mencionaremos en este apar- Noia (CASAL et alii, 2005, 2006; CASAL, ACUÑA,
tado. 2007; FERNÁNDEZ ABELLA, 2014).
En la fase altomedieval se documentaron ja- Cuenta con dos fases de excavación, la reali-
rras (7), ollas (31), vasos (1), cuencos (1), le­ zada primeramente desde la Universidad de San-
brillos  (5) y otras formas indeterminadas (10). tiago de Compostela en diferentes años, a partir
Sus pastas son negruzcas y grises (lebrillos) y de 2002 (CASAL et alii, 2004, 2005, 2006; CA-
más excepcionalmente rojizas. Mientras que ja- SAL, ACUÑA 2007) y la promovida por el ayun-
rras y ollas pueden tener pastas de los tres gru- tamiento de Santiago de Compostela (BÓVEDA,
pos definidos, solo encontramos pastas grises en 2013). Durante el transcurso de estas intervencio-
los lebrillos, negruzcas en el cuenco y rojizas en nes se documentaron los restos de estructuras de-
el vaso. Los diseños son muy simples, de líneas fensivas, así como de la torre del homenaje, en un
rectas u onduladas horizontales incisas o acana- estado muy arrasado, tanto como por fruto del ata-
ladas y cordones digitados, constatados en di- que irmandiño como de los expolios posteriores,
coetáneos a la época de destrucción (poco después
versas morfologías (lebrillo, olla, cuenco, vaso),
de la misma, parte de la piedra es trasladada para
pero solo en 6 recipientes del conjunto definido
construir otra fortaleza) como posteriores, propios
para esta fase. Las mismas formas, exceptuando
de la reutilización en el entorno de los materiales,
el lebrillo fueron encontradas en la fase bajome-
o de las tareas agrícolas. Se identificó abundante
dieval: Jarras (2), ollas (2), vasos (4), cuencos (1)
material de asedio en forma de bolaños (proyecti-
y formas indeterminadas (2), con pastas negruz-
les de catapulta), así como restos humanos junto
cas o rojizas (sólo en las ollas). Además, se do-
con una importante colección cerámica.
cumentaron vasijas de lujo de morfologías sim- En la última intervención se recuperaron un
ples, que presentan un vidriado melado o verde. total de 3.256 fragmentos cerámicos (BÓVEDA,
Se mantienen los diseños de fases anteriores, 2013: 16), siendo minoritarios los recipientes con
aunque su presencia se reduce, al igual que el origen exógeno, aproximadamente un 6% del to-
número de recipientes, constatando incisiones tal. En lo que se refiere a la cerámica común re-
onduladas horizontales. Es destacable la deco- gional, la forma más abundante es la olla, como
ración vidriada en 4 recipientes. Finalmente, se servicio de cocina, con diferentes bordes y tonali-
recuperaron casi 400 fragmentos de material dades entre los que destaca el borde cóncavo y el
constructivo (teja, ímbrice u otras indetermina- de pestaña con orientaciones mayoritariamente
das), en su mayoría piezas de pequeño tamaño. horizontales. En el servicio de mesa predomina-
Las pastas son más variadas que en las vasijas, rán las producciones importadas, bien desde el
destacando las claras (sepias, amarillentas y na- Levante o desde el sur peninsular, en forma de
ranjas) y las oscuras (naranjas, marrones y roji- platos y escudillas; llegando a identificarse pro-
zas) como mayoritarias, y sus texturas compac- ducciones de procedencia europea. Para el em-
tas y porosas bien finas, medias o gruesas. Solo pleo de líquidos, las jarras son de producción au-
9 piezas proceden de niveles altomedievales y tóctona, con su característico borde trilobulado.
54 de niveles bajomedievales, siendo el resto de De todo el repertorio cerámico recuperado en la
niveles posteriores. Dado que no se observa- última campaña, un total de 204 ejemplares, es
ron diferencias entre fases, se interpretó que el decir, el 6% del conjunto, se encuentra decorado
material fue fabricado en las fases medievales mediante técnicas como la impresión, incisión,
siendo después reutilizado en fases posteriores pintado, espatulado, carenado y apliques plásti-
(PRIETO, 2013). cos, siendo mayoritaria la incisión.
84 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

Código Color
Cod CA Yacimiento Provincia Cronologia Forma Decoración
MU superifcial

Regional: recipiente
Gris claro
Fs003 CAFS03 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra tipo olla Torno
perla
Fs007 CAFS7 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de boca lobulada Incisión corta y torno Gris
Gris claro
Fs012 CAFS12 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de cuello troncocónico Incisión corta y torno
perla
Incisión corta, torno
FS016a CAFS16 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de cuello troncocónico Gris oscuro
y acanalado
Incisión corta, torno Gris claro
Fs017 CAFS17 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de cuello troncocónico
y acanalado perla
Incisión corta, torno Gris
Fs018 CAFS18 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de boca lobulada
y acanalado blanquecino
Gris claro
Fs019 CAFS019 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra tipo vaso Incisión corta
perla
Gris
Fs020 CAFS020 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra tipo vaso Incisión corta
blanquecino
Gris claro
Fs025 CAFS25 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra tipo olla Incisión corta y torno
perla
Incisión corta, torno
Fs028 CAFS28 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de cuello troncocónico Gris oscuro
y acanalado
Marrón
Fs056 CAFS56 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de cuello troncocónico Incisión corta
claro
Fs064 CAFS064 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra tipo vaso Incisión corta Rojizo
Gris
Fs070 CAFS70 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra tipo olla Incisión corta y torno
blanquecino
Incisión corta, torno
Fs095 CAFS95 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de cuello troncocónico Negruzco
y acanalado
Gris claro
Fs108 CAFS108 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de boca lobulada —
perla
Incisión corta y aca- Gris claro
Fs117 CAFS117 Augas Santas Ourense Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra de boca lobulada
nalado perla
Acanaladuras e inci-
OCP02 CAOCP-002 O Cepo Ourense Baja Edad Media Jarra Gris perla
sión
Ra03 CARA003 Roza das Aveas Lugo Alta Edad Media (ix-x) Olla — Rojizo
Ra04 CARA004 Roza das Aveas Lugo Alta Edad Media (ix-x) Olla — Negruzco
Ra05 CARA005 Roza das Aveas Lugo Alta Edad Media (ix-x) Jarra con asa — Anaranjado
Ra06 CARA006 Roza das Aveas Lugo Alta Edad Media (ix-x) Olla — Negruzco
Ra08 CARA008 Roza das Aveas Lugo Alta Edad Media (ix-x) Cántaro con asa Impresión punzón Rojizo
Ra09 CARA009 Roza das Aveas Lugo Alta Edad Media (ix-x) Olla — Anaranjado
Po01 CAPOU001 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Olla — Negruzco
Po02 CAPOU002 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Olla Incisión Negruzco
Po03 CAPOU003 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Jarra — Negruzco
Po04 CAPOU004 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Olla Incisión Negruzco
Incisión y cordón di-
Po05 CAPOU005 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Lebrillo Gris
gitado
Po08 CAPOU008 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Olla — Gris
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 85

Color vidriado
Color vidriado exterior Color fractura Textura Modelado Tradición
interior

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Jabonosa fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Jabonosa fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Rojiza Compacta gruesa Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Negruzca Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Gris Compacta fina Torno Regional

— — Rojiza Compacta media Torneta Regional


— — Negruzca Compacta fina Torneta Regional
— — Parda Arenosa Torneta Regional
— — Negruzca Compacta fina Torneta Regional
— — Parda Arenosa media Torneta Regional
— — Negruzca Arenosa Fina Torneta Regional
— — Amarillenta Rugosa media Manual Regional
— — Negruzca Rugosa media Manual Regional
— — Negruzca Rugosa media Manual Regional
— — Parda Rugosa media Manual Regional

— — Parda Harinosa media Manual Regional

— — Amarillenta Harinosa media Manual Regional


86 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

Código Color
Cod CA Yacimiento Provincia Cronologia Forma Decoración
MU superifcial

Po09 CAPOU009 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Jarra — Rojizo
Po10 CAPOU010 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Jarra — Gris
Po15 CAPOU015 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Olla — Negruzco
Po32 CAPOU032 A Pousada A Coruña Baja Edad Media Olla — Negruzco
Po35 CAPOU035 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Olla — Rojizo
Po38 CAPOU038 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Olla — Gris
Po42 CAPOU042 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Olla — Rojizo
Po49 CAPOU049 A Pousada A Coruña Baja Edad Media Olla — Pardo
Po50 CAPOU050 A Pousada A Coruña Baja Edad Media Olla — Pardo
Po70 CAPOU070 A Pousada A Coruña Baja Edad Media Indeterminada — Pardo
Po71 CAPOU071 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Indeterminada — Pardo
Po72 CAPOU072 A Pousada A Coruña Alta Edad Media (vi-viii) Vaso Incisión Rojizo
Br201 CABr201 O Bordel A Coruña Plena Edad Media (xiii) Cántaro Impresión, incisión Gris
Br288 CABr288 O Bordel A Coruña Plena Edad Media (xii-xiii) Jarra Pellizcado digital Gris
Br290 CABr290 O Bordel A Coruña Plena Edad Media (xii-xiii) Indeterminada — Gris
Br291 CABr291 O Bordel A Coruña Plena Edad Media (xiii) Jarra — Gris oscuro
Br380 CABr380 O Bordel A Coruña Alta Edad Media (vii-ix) Olla — Rojizo
Br381 CABr381 O Bordel A Coruña Alta Edad Media (vii-ix) Olla — Negruzco
Regional: material constructivo
Pot010 — A Pousada A Coruña Medieval Teja — Rojizo
Pot342 — A Pousada A Coruña Baja Edad Media Ímbrice — Pardo
Pot412 — A Pousada A Coruña Baja Edad Media Teja — Pardo
Pot439 — A Pousada A Coruña Medieval Teja — Rojizo
Pot559 — A Pousada A Coruña Alta Edad Media Teja — Rojizo
De lujo: recipiente
Po58 CAPOU058 A Pousada A Coruña Baja Edad Media Plato Vidriado Verde
Po60 CAPOU060 A Pousada A Coruña Plena Edad Media (xiii) Plato Vidriado Pardo
Po61 CAPOU061 A Pousada A Coruña Baja Edad Media Indeterminada Vidriado Verde
Po62 CAPOU062 A Pousada A Coruña Baja Edad Media Indeterminada Vidriado Verde
RB07 CAROB-01 A Rocha Branca A Coruña Baja Edad Media (xv) Pote meleiro Vidriado —
RF01 CARFO-01 A Rocha Forte A Coruña Baja Edad Media (xv-xvi) Jarra Vidriado dorado —
RF02 CARFO-02 A Rocha Forte A Coruña Baja Edad Media (xv-xvi) Cuenco Vidriado —
RF03 CARFO-03 A Rocha Forte A Coruña Baja Edad Media (xv-xvi) Pote meleiro Vidriado —
De lujo: material constructivo
RB01 MCROB-01 A Rocha Branca A Coruña Baja Edad Media (xv) Azulejo Vidriado —
RB02 MCROB-02 A Rocha Branca A Coruña Baja Edad Media (xv) Azulejo Vidriado —
RB03 MCROB-03 A Rocha Branca A Coruña Baja Edad Media (xv) Azulejo Vidriado —
RB04 MCROB-04 A Rocha Branca A Coruña Baja Edad Media (xv) Azulejo Vidriado —
RB05 MCROB-05 A Rocha Branca A Coruña Baja Edad Media (xv) Azulejo Vidriado —
RB06 MCROB-06 A Rocha Branca A Coruña Baja Edad Media (xv) Esquinal constructivo Vidriado —

Tabla 5.1.  Mapa de localización de los yacimientos estudiados


Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 87

Color vidriado
Color vidriado exterior Color fractura Textura Modelado Tradición
interior

— — Negruzca Rugosa gruesa Manual Regional


— — Negruzca Harinosa media Manual Regional
— — Negruzca Harinosa media Manual Regional
— — Negruzca Compacta media Manual Regional
— — Amarillenta Rugosa media Manual Regional
— — Amarillenta Harinosa media Manual Regional
— — Negruzca Rugosa media Manual Regional
— — Parda Compacta fina Torno Regional
— — Negruzca Compacta fina Torno Regional
— — Negruzca Porosa fina Manual Regional
— — Parda Porosa fina Manual Regional
— — Rojiza Porosa media Manual Regional
— — Gris Compacta media Mano Regional
— — Gris Compacta fina Torneta Regional
— — Negruzca Porosa media Torneta Regional
— — Parda/Gris (int.) Porosa media Torneta Regional
— — Negruzca y rojiza Compacta media Torneta Regional
— — Negruzca Compacta fina Torneta Regional

— — Rojiza Porosa fina Molde Regional


— — Parda Porosa fina Molde Regional
— — Rojiza Porosa fina Molde Regional
— — Rojiza Porosa fina Molde Regional
— — Rojiza Porosa fina Molde Regional

Verdoso Verdoso Amarillenta Harinosa fina Torno Importación


Parduzco con líneas negruzcas Parduzco Blanquecina Harinosa fina Torno Importación Córdoba
Verdoso Verdoso Parda Compacta media Torno Importación
Verdoso Verdoso Blanquecina Harinosa fina Torno Importación
Verde — Sepia Harinosa fina Torno Importación (Valencia o Sevilla)
Marrón caoba, blanco, azul y negro Blanco Sepia Porosa fina Torno Importación
Verde Verde Sepia Porosa fina Torno Importación
Amarillo Amarillo y melado Blanquecina Compacta fina Torno Importación

Blanco, blanco azulado y azul — Sepia/ amarillenta (int) Compacta media Molde Importación (Valencia o Sevilla)
Blanco azulado y azul Blanco Sepia/ amarillenta (int) Compacta media Molde Importación (Valencia o Sevilla)
Marrón oscuro (chocolate) — Rojiza Compacta fina Molde Importación (Valencia o Sevilla)
Blanco verdoso Blanco verdoso Sepia Harinosa fina Molde Importación (Valencia o Sevilla)
Verde Verde Amarillenta Harinosa media Molde Importación (Valencia o Sevilla)
Verde Verde Amarillenta Harinosa media Torno Importación (Valencia o Sevilla)

Tabla 5.1.  Datos básicos de cada pieza, descriptiva para todos los yacimientos
88 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

A Rocha Branca pectivamente. Padrón en época medieval es un


(Padrón, A Coruña) importante puerto comercial que abre una salida
marítima a la ciudad de Santiago de Compostela,
A Rocha Branca es un castillo arzobispal com- de hecho, el yacimiento se encuentra justo en la
postelano de época bajomedieval, uno de los tres traza del camino de Santiago. En cuanto a Iria
grandes núcleos fortificados de los señores ecle- Flavia, se trata de un importante núcleo romano,
siásticos de la tierra de Santiago. Está confor- que en época altomedieval será sede del obispado
mado por dos recintos amurallados y posee una hasta su traslado a la ciudad compostelana.
«vida y uso del siglo xiii al xv, con una ocupa- Con motivo de una promoción urbanística,
ción residual hasta mediados del s. xvii». Exca- en el año 2007, se realizan sondeos valorativos en
vado parcialmente en la plataforma superior de el entorno, que documentan una serie de estruc-
uno de los recintos para definir su configuración turas, principalmente en negativo y asociadas a
arquitectónica (FERNÁNDEZ ABELLA, 2015: abundante material cerámico, por lo cual, se pro-
417). Las crónicas lo definen como castillo, pero cede a realizar una excavación en área en una
también como residencia de placer y retiro arzo- superficie de unos 1.793 m2 recuperándose un
bispal. Se sitúa a las afueras del núcleo de Padrón, conjunto de 30.000 fragmentos cerámicos ads-
antiguo puerto comercial de importancia y puerta cribibles principalmente a época medieval, de-
marítima de Compostela. bido tanto a sus características técnicas corres-
El total de fragmentos documentados durante pondientes con época plenomedieval, como por
la intervención arqueológica llevada a cabo en las estructuras en negativo propias de yacimien-
junio y julio de 1981 ha sido de 1.060 piezas. tos de ese periodo, como por la aparición de un
488 piezas de material constructivo variado, en el dinero de Alfonso VII, monarca que reinó entre
que 90 son fragmentos de azulejos, 23 de teja y el 1126 y 1157. Asimismo, se identifica una fase mo-
resto son teselas (257 de ellas son de pequeño ta- derna, entre cuyos estratos se documenta abun-
maño rondando lo 30-35 mm2 y las restantes son dante material vidriado de importación. Estas ce-
grandes de unos 70 mm2). En concreto los azule- rámicas han sido estudiadas, pero actualmente
jos decorados, encargados con motivos vincula- están todavía inéditas en su globalidad, solo ha-
dos a la mitra compostelana forman parte de un biéndose comunicado estudios parciales (BAR-
único momento constructivo que se correspon- BEITO, RUA, 2008; ALONSO, 2014; ALONSO,
den con una cronología situada entre 1400-1440 PRIETO, 2018a).
(YZQUIERDO, 2006-2007: 128). Asimismo, fue- En el yacimiento se identificaron niveles, un
ron registrados 580 fragmentos de recipientes primer nivel correspondiente con tierras de la-
cerámicos (PRIETO et alii, 2016a, 2018), desta- bor, muy orgánicas entre las que se constataron
cando al menos 22 recipientes de cerámica co- recipientes cerámicos heterogéneos a nivel cro-
mún regional bajomedieval y moderna, y 21 reci- nológico, será en este paquete donde se identi-
pientes vidriados o de lujo, en su mayor parte de fiquen la mayoría de vidriados, tanto modernos
época moderna (gres alemán, saintonge, faiança como contemporáneos. El segundo nivel agrupa
portuguesa, buño, etc). La cerámica medieval está la fase medieval y la mayoría de los fragmentos
conformada por ollas (12), lebrillos (2), jarras (1), cerámicos. Este nivel se sitúa sobre los niveles 3,
quesera (1), alguna anforeta de indias (5) y alguna 4 y 5 de origen natural, por tanto, sin materia-
pieza indeterminada de pastas negruzcas y par- les arqueológicos asociados; pero también cubre
das, salvo las anforetas, de pastas sepias y rojizas un conjunto de 16 fosas, la mayoría de ellas in-
y, en este conjunto, no se documentan vasijas de- terpretadas como silos y en el interior de las cua-
coradas. les también se concentra abundante material ce-
rámico, así como un conjunto de 50 agujeros de
poste y zanjas. Recientemente han podido reali-
O Bordel zarse análisis radiométricos a tres estructuras en
(Padrón, A Coruña) negativo, cuyos resultados aportaron una cro-
nología entre los siglos ix, xi y xiii (ALONSO,
El yacimiento de O Bordel está situado a me- PRIETO, 2018a).
dio camino entre el núcleo urbano de Padrón e El estudio cerámico sacó a la luz unos 643 reci-
Iria Flavia, a 250 y 400 m aproximadamente, res- pientes cerámicos de cronología medieval, las pas-
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 89

tas de estas cerámicas suelen ser de tipo granítico cio, se ha presentado un estudio preliminar de las
con abundante desgrasante micáceo y una típica co- jarras (ALONSO et alii, 2018).
loración gris. Dentro de los 643 recipientes la forma El conjunto de características morfotécnicas
mayoritaria es la olla, principalmente de borde obli- y decorativas del depósito es bastante homogé-
cuo, seguida posteriormente por jarras y jarritas, re- nea. Se registraron 4 morfotipos (jarras con cue-
cipientes monoasados con un característico borde llo troncocónico predominantes, tipo vaso, tipo
trilobulado que sitúa de manera frontal al asa, un olla y de boca lobulada) con perfiles y tamaños
pico vertedor. Otro de los tipos es el lebrillo, reci- muy estandarizados (oscilan entre 100 y algo más
piente abierto con un borde oblicuo biselado y un de 900  cm3), en todos predominan las pastas gri-
fondo con reborde perimetral, de pastas grises, pero ses, especialmente destacable es el gris perla, apa-
con peculiaridades como su coloración en fractura rentan estar bien decantadas si solo observamos
tipo s­ándwich. Las tapaderas son escasas dentro del su superficie. La mayor parte están decoradas con
conjunto, pero singulares por su profusa decora- motivos sencillos, si bien sus diseños muestran
ción, cuyos motivos son comunes a todos los tipos una cierta individualización de las jarras, pues no
cerámicos, con ciertos matices; estos motivos son hay una decoración idéntica en el conjunto, quizás
decoración en forma de digitación directa, cordón porque responden a una identificación de propie-
digitado, incisiones cortas o continuas por el cuerpo dad. Los alfareros juegan con varios niveles forma-
cerámico o punzados en el asa, más de 200 recipien- les para conseguir dicha riqueza decorativa, desde
tes presentan algún tipo de decoración. la localización de la decoración con un patrón muy
claro (en cuello, transición cuello panza, zona de
mayor expansión de la panza o lateral inferior del
Augas Santas asa) y el juego de recursos no decorativos, como
(Allariz, Ourense) dejar huellas de torno, a través de los que se consi-
gue un efecto decorativo, hasta el uso típico de las
En la cripta de la basílica inconclusa de la As- propias técnicas decorativas (acanalado e incisión
censión, se localiza el Forno da Santa, una anti- corta). Estas características homogéneas, junto a
gua sauna de cronología castreña con abundan- la enorme cantidad de jarras y su excelente con-
tes reutilizaciones posteriores. A mediados del servación relacionada con una colocación cuidada
siglo  xx, el caño de desagüe del Forno da Santa de las piezas nos permiten pensar que el depósito
es limpiado, y se recupera un depósito excepcio- ha sido planificado como tal e incluso podría ha-
nal de 128 jarras muy bien conservadas (CHA- ber sido realizado por un mismo taller al que se le
MOSO, 1955), de las que actualmente quedan habría realizado a un encargo comunitario con un
122. En los años 80 del siglo xx la Xunta de Ga- objetivo ritual y sagrado6.
licia financia un estudio del cual se publicará un
resumen (PEREIRA, 1991), una de las jarras se
convierte en pieza del mes del Museo Arqueoló- O Cepo
gico Provincial de Ourense (FARIÑA, 2000) y la (San Cibrao das Viñas, Ourense)
última publicación en la que se mencionan será
un trabajo de síntesis del sitio (FARIÑA, 2002), Fue localizado en San Cibrao das Viñas
posteriormente estas jarras quedarán en el ol- (Ourense) y excavado durante los trabajos de con-
vido. Un estudio reciente de la arquitectura del trol y seguimiento de la Autovía Rías Baixas, tramo
lugar sintetiza que el edificio fue construido al San Cibrao das Viñas-Alto de Allariz (dirigida la
menos en 5 fases desde la Edad del Hierro hasta intervención por Alejandro Parga Castro en 1996)
época contemporánea (BLANCO et alii, 2015), (PARGA, 1996). El sitio está constituido por un
destacando precisamente la fase en la que se abrigo granítico sobre un pequeño otero, que pre-
construye una cripta, cronológicamente ubicada senta diversas estructuras de tipo lígneo asociadas
en los ss. xiii-xiv, momento en el que todavía se a una ocupación de la Edad del Hierro, posee res-
mantendría el uso del agua ya que, por una parte, tos materiales de época anterior y posterior a la ac-
se conservan las canalizaciones y pila dentro de
la cripta y, por otra, se vincularía a esta un depó-
sito de jarras datadas en el siglo  xiii (PEREIRA, 6
  Actualmente se está preparando un artículo sobre este
1991). En el marco de la investigación del edifi- yacimiento.
90 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

tividad medieval (PARGA et alii, 2017). En parti- Roza das Aveas


cular, de las 2510 piezas documentadas en total (Outeiro de Rei, Lugo)
solo 15 son fragmentos de cerámica de una única
jarra de boca lobulada bajomedieval de pastas gri- Se trata de dos túmulos de planta elíptica de
ses (SÁNCHEZ, 2016). Aunque este yacimiento no dimensiones modestas (inferiores a los 12 m de
es representativo de los contextos que se conocen diámetro y 0,85 m de altura) que poseen coraza
en Galicia y todavía no es fácil plantear una inter- lítica de cuarcita, cuarzo y granito y anillo peri-
pretación —quizás la pieza medieval podría estar metral definido por dos hileras de bloques de los
asociada a una actividad pastoril— hemos tenido mismos materiales (PRIETO et alii, 2010) en los
la disponibilidad de analizar la vasija medieval re- que fueron documentados materiales de diversos
gistrada por lo que la incluimos en esta síntesis. períodos, destacando en particular el depósito ce-

Figura 5.2.  Dibujos y fotografías de la cerámica regional analizada (las vasijas de O Bordel fueron dibujadas por F. Alonso Toucido y
las restantes por A. Rodríguez Paz)
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 91

rámico medieval localizado en una zona amplia caracterizadas, negras, naranjas y rojas, en este
en el NE del túmulo septentrional, en un nivel último grupo se inscriben los 4 recipientes deco-
muy superficial y periférico. Se clasificaron 15 re- rados, siempre con diseños sencillos, limitados a
cipientes, hechos a mano con ayuda de torneta y, elementos rectilíneos verticales o curvilíneos ho-
aunque muy fragmentados, responden a las ca- rizontales, incisos o impresos con punzón. Se han
racterísticas de una vajilla de uso doméstico, de valorado dos hipótesis interpretativas en relación
cocina y servicio, constituido por las formas bá- con este depósito, o bien se trata de un basurero
sicas y predominantes en periodos altomedieva- in situ, o bien es una deposición intencional vin-
les en el norte de la Península Ibérica (consultar culada a los monumentos y alterada por remo-
ANDRIO et alii, 1991: 75), con un predominio de ciones de época posterior (trabajos agrícolas y fo-
ollas y puntualmente otras formas como botellas, restales) que pudieron afectar a la conservación
cántaros y jarras. Tres grupos de pastas fueron de las piezas, no en vano las piezas están situadas

Figura 5.3.  Fotografías y dibujos de la cerámica de lujo y el material constructivo analizados (dibujos de A Pousada realizados por
A. Rodríguez Paz, el resto de dibujos y fotos por P. Prieto Martínez)
92 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

en un contexto particular, un túmulo antiguo, ver cómo se asociaban las muestras en función de
de larga perduración en su uso y significado, que la composición y evaluar el tipo de materia prima
va mucho más allá de la intencionalidad de sus utilizada. Para ello se introdujeron únicamente en
constructores (PRIETO et alii, 2010). el análisis aquellos elementos químicos que están
directamente relacionados con la composición de
las arcillas y los desgrasantes de las pastas7 y se ex-
Resultados. Caracterización cluyeron aquellos relacionados con los vidriados
arqueométrica de las cerámicas que han podido difundir de estos a los cuerpos ce-
rámicos (Pb y Cu8) y otros relacionados con la ma-
Un total de 66 piezas han sido analizadas. Den- teria orgánica (C, N, P, S, Cl y Br) cuya presencia
tro de la cerámica regional, 47 recipientes y 5 pie- es consecuencia de procesos postde­po­si­cio­na­les9.
zas utilizadas como material constructivo; su cro- En el análisis estadístico, se obtuvieron 9 gru-
nología es variada desde la Alta a la Baja Edad pos composicionales que reflejan diferentes mi-
Media. Dentro de la cerámica de lujo son 14 pie- neralogías y por tanto diferentes materias primas
zas, 8 recipientes y 6 piezas utilizadas como mate- (fig. 5.5). Los grupos 1 a 6 comparten composi-
rial constructivo, y su cronología es tardía, encua- ciones de tipo granítico, con niveles de potasio
drándose en la Plena y Baja Edad Media (tabla 5.1). que decrecen correlativamente. Los dos siguien-
En el conjunto de las muestras identificamos tes tienen una composición anfibólica y arcilloso-
28 elementos químicos (tabla 5.2) y 13 minera- calcárea respectivamente y el último (G9) es una
les (tabla 5.3, fig. 5.4). En las tablas se destacan miscelánea de composiciones extremas.
en negrita los valores de concentración elemen-
— El grupo 1 está formado por 14 recipientes
tal más extremos, en concreto, destaca en algún
de Augas Santas y el recipiente de O Cepo,
recipiente regional de A Pousada y O Bordel el
que se adscriben a la Plena y Baja Edad Me-
Mg, Cr y Ni y en algunas piezas de lujo y mate-
dia. Su composición es de tipo granítico
riales constructivos el Mn, Cu, Ca y Pb. Si eva-
con cuarzo, feldespato potásico, plagioclasa
luamos la composición en función de los grupos
y mica, esta última, casi siempre presente
cerámicos estudiados, se aprecian algunas dife-
y en baja concentración. Los feldespatos y
rencias entre ellos. Así los recipientes de cerá-
las plagioclasas son muy abundantes mien-
mica regional tienen valores de Si más altos que
tras que el cuarzo es menos abundante en
el resto de grupos (más cuarzo, en especial en
relación a otros grupos. Destacan mayores
Augas Santas). Además, para este grupo son ma-
niveles de Ga, Rb y K. Existen materias pri-
yores los niveles de C, N, S y P (forman la materia
mas de este tipo disponibles en los entor-
orgánica); de K, Rb y Ga (en feldespatos potásicos
nos de estos dos yacimientos (ambos próxi-
y plagioclasas, en especial en Augas Santas) y de
mos entre sí en la provincia de Ourense) y
Cr, Mn, Ni, K, Rb y Ga (en anfíboles; en algunos
no hay motivos para pensar que se realiza-
casos de A Pousada). En los materiales construc-
ron mezclas de materias primas.
tivos de A  Pousada, también se detecta un enri-
— El grupo 2 está formado únicamente por 3
quecimiento feldespático-plagioclásico. Por otro
cerámicas de O Bordel, que se adscriben a sus
lado, en los recipientes cerámicos y materiales
fases Alta y Plena. Su composición es de tipo
constructivos de lujo se observan menores nive-
granítico, con micas y cuarzo abundantes, fel-
les de Al (hay menos micas, feldespatos y plagio-
despatos y sin plagioclasas. Destacan los bajos
clasas) y mayores concentraciones, en la mayoría
niveles de Al, derivados de un efecto de dilu-
de las muestras, de Ca y de Pb. Estas diferencias,
ción por el cuarzo y niveles ligeramente más
evaluadas a modo exploratorio, se confirman en
la mayoría de los casos a través de un análisis es-
tadístico ANOVA, que además permitió detectar 7
  Estos son, ordenados según su agrupamiento estadístico:
concentraciones significativamente más altas de Cr-Ni-Mg; Ti-Fe-As; Ca-Sr-Mn; Zr-Nb-Y; Al-Si; Rb-Ga-K-Zn.
Fe y Ti y más bajas de Nb para el material cons- 8
  En el caso de Rocha Branca, RB07 y RB05 tienen altos niveles
tructivo regional. de Cu difundidos desde el vidriado verde.
9
  En concreto en Augas Santas, si se tienen en cuenta estos ele-
Las concentraciones de elementos químicos mentos químicos, las cerámicas se separan en dos grupos, en es-
de los cuerpos cerámicos se sometieron a un aná- pecial, debido a los altos niveles de P postdeposicional (LANTES,
lisis estadístico de agrupamiento jerárquico para 2015).
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 93

Arcillas Min. heredados Min. neoformados Min. postd.

CLO MIC TAL KAO Q FK PG ANF EPID ANAT HEM ESPI MULL GEHL DIOP HALL ZEO CALC

Regional: recipiente
FS003 —  3 — — 16 52 29 — — — — — — — — — — —
FS007 —  2 — — 30 35 33 — — — — — — — — — — —
FS012 — — — — 29 39 25 — — — — — 7 — — — — —
FS016a — — — — 20 42 34 — — — — — 4 — — — — —
FS017 —  1 — — 24 27 39 — — — — — — — —  9 — —
FS018 —  1 — — 14 52 29 — — — — — 4 — — — —
FS019 —  4 — — 10 37 37 — — — — — — — — 12 — —
FS020 — — — — 19 61 20 — — — — — — — — — —
FS025 — — — — 21 46 33 — — — — — — — — — —
FS028 —  7 — — 14 29 38 — — — — — — — — 13 — —
FS056 —  5 — — 61 13 15 — — — — — — — —  6 — —
FS064 — — — — 29 53 18 — — — — — — — — — —
FS070 —  3 — — 24 38 23 — — — — — — — — 12 — —
FS095 —  2 — — 16 33 43 — — — — — — — —  5 — —
FS108 —  1 — — 40 20 39 — — — — — — — — — —
FS117 —  2 — — 18 32 44 — — — — — — — —  4 — —
OCP02 —  4 — — 22 28 46 — — — — — — — — — —
RA03 —  6 — — 50 13  4 — — — 12 — — — — 17 — —
RA04 —  1 — — 40 — 59 — — — — — — — — — —
RA05 —  1 — — 64  2 23 — —  3 — — — — —  7 — —
RA06 —  2 — — 57  6 23 — — — — — — — — 11 — —
RA08 —  3 — — 66  6 10 — —  3  3 — — — —  8 — —
RA09 —  2 — — 52 27 14 — — — — — — — —  5 — —
PO01 —  1 49 — 24  6 16 — — —  5 — — — — — — —
PO02 — 34 — — 57  9 — — — — — — — — — — — —
PO03 — 17 — — 47 35 — — — — — — — — — — — —
PO04 — 39 — — 55  6 — — — — — — — — — — — —
PO05 — 18 — — 71 11 — — — — — — — — — — — —
PO08 — 23 — — 65 12 — — — — — — — — — — — —
PO09 — 19 — — 47 12 17 — — —  4 — — — — — — —
PO10 — 40 — — 49 11 — — — — — — — — — — — —
PO15 —  4 — — 63 15 19 — — — — — — — — — — —
PO32 — 25 — — 55 17 — — — —  3 — — — — — — —
PO35 —  3  7 — 42 12 19 17 — — — — — — — — — —
PO38 —  1 — — 66 19 — — — — — — — — — 13 — —
PO42 5  4 3 — 50 19 13 — — — — — — — —  6 — —
94 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

Arcillas Min. heredados Min. neoformados Min. postd.

CLO MIC TAL KAO Q FK PG ANF EPID ANAT HEM ESPI MULL GEHL DIOP HALL ZEO CALC

PO49 —  9 — — 62 28 — — — — — — — — — — — —
PO50 — — — — 72 — 11 — — — — — — — — 17 — —
PO70 14  2 7 — 49 13 14 — — — — — — — — — — —
PO71 — 10 — — 48 15 21  5 — — — — — — — — — —
PO72  2  6 — — 50  9 20 12 — — — — — — — — — —
BR201 —  9 — — 74 17 — — — — — — — — — — — —
BR288 —  2 — — 89  9 — — — — — — — — — — — —
BR290 — — — — 53 37 10 — — — — — — — — — — —
BR291 — 10 — — 39 14 — — — — — — — — — 37 — —
BR380 — — — — 47 —  2 51 — — — — — — — — — —
BR381 — 17 — — 42  8 — — — — — — — — — 33 — —
Regional: material constructivo
POT010 — — — — 16 — 58 3 6 — 16 — — — — — — —
POT342 — — — — 12 — 71 — — — —  9 — —  8 — — —
POT412 26  4 — —  9 — 16  9 — — 28 — — — —  7 — —
POT439 —  1 — — 40 12 22 12 — — 12 — — — —  1 — —
POT559 — — — — 51  6  2 — — — 38 —  4 — — — — —
De lujo: recipiente
PO58 —  2 — — 38 — — — — —  5 — — — 56 — — —
PO60 — — — — 24 — 18 — — — — — — — 58 — — —
PO61 —  3 — — 81  4  4 — —  2  7 — — — — — — —
PO62 —  7 — — 73  8 — — — 12 — — — — — — — —
RB07 — — — — 57 — — — — — — — — — 43 — — —
RF01 — — — — 49  4 — — — —  7 — — — 39 — — —
RF02 — — — — 62 — — — — — — — — — 38 — — —
RF03 — — — — 83 — — — — — — — — — — 11  6 —
De lujo: material constructivo
RB01 — — — — 17  3 — — — — 3 — — 60 16 — — —
RB02
RB03 — — — — 27 11 31 — — — 14 — — — 17 — — —
RB04 — — — — 48  4  7 — — — — — — — 41 — — —
RB05 — — — — 29 —  3 — — —  5 — — — 46 —  5 12
RB06 — — — — 44 — — — — — — — — — 56 — — —
Tabla 5.2.  Composición elemental del cuerpo cerámico (C: carbono; N: nitrógeno; Mg: magnesio; Al: aluminio; Si: silicio; P: fósforo; S: azufre;
Cl: cloro; K: potasio; Ca: calcio; Ti: titanio; V: vanadio; Cr: cromo; Mn: Manganeso; Fe: hierro; Ni: níquel; Cu: cobre; Zn: cinc; Ga: galio; As:
arsénico; Br: bromo; Sr: estroncio; Y: itrio; Zr: circonio; Nb: niobio; Pb: plomo; Th: torio). n.d.: concentraciones no determinadas en RB02
por ser una muestra réplica de RB01 y en PO58, Po60, Po61 y Po62 por imposibilidad analítica al haber un solapamiento con los picos de
emisión del Pb
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 95

altos de Mn respecto a G1. Hay materias pri- yacimientos en los grupos anteriores, bien
mas disponibles próximas a este yacimiento y porque se corresponden a nuevas fuentes
tampoco hay motivos para pensar en que rea- de materias primas con un único represen-
lizaran mezclas de materias primas. tante, o bien, si se trata de las fuentes re-
— El grupo 3 está formado por 7 cerámicas de presentadas por los grupos anteriores estas
A Pousada de las fases Alta y Baja Edad Me- han sido sometidas a algún tipo de proce-
dia. Su composición es de tipo granítico con sado modificando sustancialmente su com-
mica abundante, cuarzo, feldespato potásico posición.
(y plagioclasa y/o anfíbol muy ocasional) y — El grupo 7 está formado por 8 piezas re-
tiene niveles de Ti relativamente elevados. gionales de A Pousada (5 materiales cons-
Existen materias primas disponibles en el tructivos y 3 recipientes), que se adscriben
entorno de este yacimiento y se detecta un a las fases Alta y Plena del sitio. Su minera-
caso en el que se realizaron mezclas de ma- logía es más heterogénea que la de los gru-
terias primas (vasija PO71), puesto que se pos anteriores, pues además de los minera-
detectan anfíboles y feldespatos potásicos en les antes citados característicos de granitos,
la composición, ambos minerales incompa- incorporan otros de composición básica
tibles desde un punto de vista genético. (cloritas, anfíboles, talco) y férrica (hema-
— El grupo 4 está formado por 4 piezas de las tita). Los niveles de Fe, Ti, Cr y Ni son, por
tres fases medievales, 3 de A Pousada y 1 de lo general, altos mientras que para el Nb
Augas Santas. Su composición es de tipo son más bajos. La materia prima (de tipo
granítico, con mica en proporciones varia- esquistoso-anfibólico) es diferente a la de
bles cuarzo, feldespato potásico, y plagio- los grupos anteriores, aunque está igual-
clasa en algunos casos. Es similar al grupo 3 mente disponible en las proximidades del
con menos mica y menos Ti. Las materias yacimiento, por lo que se puede asignar
primas están disponibles en los entornos un carácter local a estas cerámicas. Para,
de ambos yacimientos y no son detectadas al menos un caso, POT439 se constata una
mezclas de materias primas. mezcla de materias primas (presencia con-
— El grupo 5 está formado por 9 recipientes junta de feldespatos potásicos y anfíboles).
de las tres fases medievales, 5 de Roza das — El grupo 8 está formado por 9 piezas: 6 de
Aveas, 3 de A Pousada y 1 de Augas San- Rocha Branca (5 materiales constructivos
tas. Su composición es de tipo granítico con y 1 recipiente) y por 2 recipientes de Ro-
mica en baja concentración, cuarzo, feldes- cha Forte y 1 de A Pousada. Se adscriben a
patos potásicos —a veces ausentes— y pla- las fases Plena y Baja. Su composición es de
gioclasa. Destaca en el grupo la presencia de tipo arcilloso-calcáreo, con cuarzo y dióp-
haloisita, posiblemente postdeposicional, y sido como principales minerales y con pre-
las bajas concentraciones de Zn. Esta compo- sencia ocasional de feldespatos potásicos,
sición es una variante más de composiciones plagioclasas y hematita. Destacan los al-
graníticas disponibles en las proximidades de tos niveles de Ca, Mg, Mn y Sr. Este tipo de
los tres yacimientos. Nuevamente solo en un materias primas no está disponible en Gali-
caso (vasija PO72) se constata una mezcla de cia, por lo que tienen que ser foráneas. Po-
materias primas por la misma incompatibili- dría haber mezclas de materias primas en
dad mineralógica explicada para G4. tres muestras (RFB03, RB04 y RF01) pues
— El grupo 6 es un grupo misceláneo con se detectan feldespatos potásicos dentro de
solo 4 piezas de las tres fases medievales de las composiciones calcáreas, pero no lo po-
A Pousada, Rocha Forte y Roza das Aveas, demos confirmar por ahora, porque des-
de composiciones graníticas, pero algo ex- conocemos la incompatibilidad de estos
tremas en algún elemento químico, por dos minerales en ambientes naturales de
ejemplo, las vasijas PO62 y RA03 tienen sedimentación en otras áreas de la Penín-
muy poco Fe, FS03, al contrario, tiene mu- sula Ibérica. La cerámica PO68, un plato de
cho Fe y PO10 tiene mucho Rb. Existen dos posible origen cordobés, se asocia en este
posibilidades que pueden explicar que estas grupo, pero es la que menor afinidad com-
muestras no se agrupen con el resto de sus posicional tiene con el resto.
96 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

C N Mg Al Si P S Cl K Ca Ti V Cr

Regional: recipiente
FS003 0,5 0,05 1,0 13,6 28,3 4.282 178 360 3,6 0,3 0,3 — 27
FS007 0,7 0,07 0,9 13,2 28,1 5.231 590 1.230 3,8 0,2 0,2 — 16
FS012 0,8 0,10 1,0 13,1 30,4 486 707 671 3,2 0,4 0,2 — 18
FS016a 0,3 — 1,2 13,4 29,7 — 249 528 3,8 0,2 0,2 — 14
FS017 1,0 0,11 1,3 14,0 28,3 9.955 291 1.211 3,4 0,2 0,2   34 —
FS018 0,3 0,03 1,0 14,3 30,0 644 246 392 4,0 0,4 0,2 — —
FS019 0,7 0,09 0,7 12,1 27,5 10.360 559 818 3,7 0,3 0,2 — 11
FS020 0,4 0,04 0,6 11,6 28,4 — 355 560 4,0 0,3 0,2 — —
FS025 0,1 — 1,1 11,8 27,0 — 224 259 3,3 0,4 0,6 — 107
FS028 1,3 0,12 0,9 10,7 24,2 14.029 315 1.005 2,9 0,3 0,2 — 8
FS056 1,1 0,10 0,8 9,4 32,5 12.929 212 698 2,0 0,5 0,4 — 100
FS064 0,6 0,06 1,5 12,0 30,8 4.370 485 734 3,8 0,4 0,2 — 13
FS070 1,5 0,15 1,0 13,4 26,6 14.507 377 758 4,0 0,4 0,3 — 7
FS095 1,8 0,14 0,2 12,2 25,5 15.221 1.333 946 3,7 0,3 0,2 — 9
FS108 0,3 0,03 0,7 13,6 30,6 818 246 595 3,6 0,4 0,2 — 15
FS117 0,3 0,04 0,5 12,7 28,8 5.502 186 680 3,4 0,3 0,2 — —
OCP02 0,7 0,04 0,7 12,4 26,8 — 217 364 3,5 0,2 0,2 — 14
Ra03 2,1 0,17 14,5 21,8 — — — 2,5 0,1 1,0 — 140
Ra04 2,9 0,13 10,7 26,6 — — — 1,6 0,3 0,8 — 130
Ra05 1,3 0,06 14,2 26,2 — — — 1,4 0,3 1,2 — 162
Ra06 2,0 0,19 11,6 24,2 — — — 1,5 0,2 0,8 — 87
Ra08 1,9 0,10 14,4 23,9 — — — 2,1 0,2 1,2 — 153
Ra09 2,8 0,14 13,2 28,8 — — — 3,0 0,2 0,7 — 43
PO01 2,7 0,13 5,4   6,9 24,8 700 655 1.076 1,3 0,6 0,5   32 2557
PO02 2,6 0,10 1,1 14,3 25,8 1.300 655 1.550 3,9 0,1 1,2   61 198
PO03 2,8 0,10 1,1 14,6 24,4 700 1.019 1.155 4,2 0,1 1,1   67 4
PO04 1,9 0,07 0,8 16,3 26,3 700 1.625 968 3,4 0,1 0,8   89 73
PO05 0,9 0,08 1,3 14,6 22,3 700 202 150 3,2 0,1 1,0   76 173
PO08 0,9 0,07 0,7 15,4 20,2 1.100 2.834 757 2,7 0,1 1,2 101 165
PO09 1,6 0,08 0,5 14,3 21,1 1.800 1.239 658 3,7 0,1 1,1   60 135
PO10 1,3 0,05 0,8 14,3 21,5 1.000 867 670 3,8 0,1 0,9   95 89
PO15 2,4 0,20 0,5 13,9 24,6 1.600 2.084 954 2,3 0,2 0,4   53 10
PO32 2,3 0,05 1,2 15,9 25,9 1.000 826 50 4,4 0,1 0,9   99 88
PO35 0,6 0,04 4,9   8,6 19,7 1.100 829 995 1,8 1,2 0,9   44 3.071
PO38 1,2 0,07 0,5 18,0 22,6 1.100 1.319 479 1,8   0,03 0,6   64 —
PO42 2,6 0,07 1,8 12,6 21,9 1.000 1.604 1.259 1,7 0,3 1,7 198 1.021
PO49 1,1 0,03 1,5 15,1 26,1 900 642 452 2,6 0,1 1,4   54 35
PO50 0,2 — 0,6 11,7 27,2 100 172 548 1,7 0,4 1,0   57 168
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 97

Mn Fe Ni Cu Zn Ga As Br Rb Sr Y Zr Nb Pb Th

180   3,6 29  8 187 107 30 — 375   82 31 211 21   57 18


217   4,1 32  6 126   79 34  2 390   71 26 178 19   48 15
192   2,6 17 26 170   86  5 — 378 100 21 117 18   49 18
121   2,2 26 10 144   72  3 — 397   76 30 156 17   67 20
149   3,4 39  9 118   28 25  1 397   97 39 178 17 212 16
219   2,0 22 — 133   93  7 — 394   82 36 185 19   60 19
86   1,2 5  7 111   76 17  1 370   87 32 203 20   48 24
169   2,4 42 10 121 105  5 — 422   66 28 200 27   44 19
156   3,4 52  7 157 119 20 — 329 143 31 193 23   38 14
50   4,3 26 15   86   68 55  3 291   79 46 136 16   58 21
136   4,2 84 20   50   41 29  2 111 131 27 340 12   48 22
252   2,3 22  3 115   82 17  1 412   82 28 173 17   48 21
59   3,0 61 12 108   85 33  2 361   83 31 211 20   57 20
56   3,8 20 27 108   80 40  2 372   88 34 157 16   52 23
133   2,4 21 — 150   79 18  1 367   80 25 130 18   47 21
125   2,6 23  4 104   88 12  1 360   84 33 134 17   47 13
72   2,6 8  4 112 100  7  6 422   67 24 190 21   45 21
— 10,0 26 30   42   22 77 15   81   45 18 171  9   44 n.d.
62   5,4 20 29   30   23 23 20   54 116 27 208 11   61 n.d.
263   4,9 34 23   64   30  8 24   64   72 30 305 15   49 n.d.
196   4,5 25 14   45   25  8 12   82   61 27 188 10   32 n.d.
214   6,3 30 17   58   33  9 33   68   53 34 291 14   35 n.d.
25   2,8 5 10   15   40  8 19 145   83 24 321 16   30 n.d.
679   9,1 1.869 38 118   27 27 20   67   89 13   73  6   30  6
416   7,6 39 39 158   42 19 12 243   27 49 240 16   28 22
307   4,3 19 46 127   32  9 15 333   46 48 373 19   53 52
223   4,9 23 25 103   37 22 17 254   19 46 187 17   29 20
355   6,4 45 24 134   40 14 26 220   36 50 224 16   28 21
—   5,2 — 20   91   16 17 32 149   17 85 199 16 129 17
—   6,4 10 36   98   34 18 22 224   41 57 332 14   35 19
313   5,1 34 34 122   36 67 15 364   27 44 162 18   19 17
—   2,8 16 33   94   32 18 50 176   37 26 144 11   29 16
344   5,0 31 26 103   34 43 13 297   51 46 207 12   34 24
1.976 10,5 1.565 25 118   20 28 16   82   40 35   95  8   33 15
—   3,0 5  6   38   36 12 46 137   30 24 368 12   61 46
394   9,6 554 57 219   26 35 23   96   47 23 135  9   41 11
365   7,3 45 16 185   36 14 25 198   98 66 272 18   64 34
266   6,8 52 41   75   28 23  9   84   77 38 241 15   36 10
98 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

C N Mg Al Si P S Cl K Ca Ti V Cr

PO70 1,1 0,06 1,5 15,2 18,3 1.700 4.186 1.163   1,5   0,3 1,8 165 1.178
PO71 0,9 0,03 0,8 14,1 25,1 1.100 877 908   2,6   0,5 1,4   86 264
PO72 1,6 0,09 0,9 12,4 25,2 1.200 784 828   2,8   1,1 1,6 185 118
BR201 0,2 0,00 1,8   8,8 19,6 884 — 257   2,7   0,1 0,4 — 37
BR288 0,1 0,01 0,9   9,7 19,6 268 103 350   5,0   0,3 0,7 — 93
BR290 1,0 0,04 0,8   9,3 20,8 1.274 — 412   8,1   0,7 1,1 — 94
BR291 0,2 0,02 0,8   8,3 16,3 1.535 372 301 11,0   0,9 1,5 — 144
BR380 0,2 0,017 6,5   6,6 23,0 1.233 340 537   0,4   2,6 0,3 148 4.506
BR381 2,5 0,04 0,7   7,9 19,5 855 — 585   2,6   0,3 0,4 — 50
Regional: material constructivo
POT010 0,6 0,03 0,5 10,9 21,6 500 100 418   1,6   4,2 2,3 126 555
POT342 1,1 0,10 0,5 13,7 21,6 900 1.181 397   0,8   2,8 0,5 172 972
POT412 0,6 0,03 0,5 14,6 16,4 900 2.834 801   0,5   2,9 0,7   52 558
POT439 0,4 0,02 0,5 11,3 19,5 700 265 585   1,9   1,1 2,0   58 494
POT559 0,3 0,01 0,5 15,6 26,3 600 429 548   2,8   0,5 2,3 225 472
De lujo: recipiente
PO58 1,3 0,09 0,3   2,7   6,1 166 — —   1,7   8,4 0,9 149 204
PO60 0,5 0,02 2,8   6,5 18,2 265 — —   1,9 12,6 0,8 n.d. n.d.
PO61 0,6 0,03 1,9 11,3 14,8 947 524 711   2,0   1,0 1,9 132 435
PO62 0,6 0,03   8,6 13,6 — — —   1,4 n.d. 0,9 n.d. 165
RB07 0,9 0,04 2,5   9,0 22,1 — — —   1,4   4,3 0,4 — 60
RF01 0,9 0,04 1,4 11,0 25,6 — — —   1,3   4,9 0,4 — 58
RF02 0,8 0,01 2,8   8,3 32,4 — — —   2,0   4,7 0,4 — 93
RF03 0,8 - 0,6 16,9 31,4 — — —   0,8   0,3 0,9 — 116
De lujo: material constructivo
RB01 1,3 0,01 1,2   8,8 21,2 — — —   1,2 13,9 0,3 — 39
RB02 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.
RB03 1,0 0,04 1,8 10,9 28,6 — — —   1,9   5,0 0,5 — 90
RB04 1,4 0,10 1,9 10,6 23,9 — — —   1,9   4,4 0,5 — 101
RB05 1,8 0,04 2,2   7,8 23,3 — — —   0,9 11,2 0,3 — 64
RB06 1,1 0,07 1,9 10,5 24,6 — — —   1,6   6,6 0,4 — 80
min 0,1 0,000 0,2   2,7   6,1 100 100 50   0,4   0,0 0,2   32 4
max 2,9 0,196 6,5 18,0 32,5 15.221 4.186 1.550 11,0 13,9 2,3 225 4.506
med 1,1 0,067 1,3 12,0 24,1 2.848 803 688   2,7   1,7 0,8   99 337
d.t. 0,8 0,046 1,182 2,911   4,8 4.203 837 325   1,7   3,0 0,6   54 774
CV 68 68 90 24 20 148 104 47 61 183 72   55 229
u % % % % % ppm ppm ppm % % % ppm ppm
Tabla 5.3.  Semicuantificación mineralógica del cuerpo cerámico (en % relativo a la fracción cristalina). MIN.: minerales; POST.: post-
deposicionales, CLO: clorita; MIC: mica; TAL: talco; KAO: caolinita; Q: cuarzo; FK: feldespato potásico; PG: plagioclasa; ANF: anfíbol;
EPID: epidota, ANAT: anatasa, HEM: hematita; ESPI: espinela; MULL: mullita; GEHL: gehlenita, DIOP: diópsido; HALL: haloisita; ZEO:
zeolita; CALC: calcita. RB02 no se analiza por tratarse de una réplica de RB01
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 99

Mn Fe Ni Cu Zn Ga As Br Rb Sr Y Zr Nb Pb Th

315   9,9 499   53 199   29 35 51 80   35   21 146 10 40  9


287   8,5 70   31 130   32 11 19 126   60   45 216 12 32 17
207   6,9 15   16   37   29 23 45 132   72   34 295 13 31 14
449   4,4 26   17 116   63 16  8 273   67   36 284 18 32 33
352   3,5 23   15   76   68 15  2 254   68   37 237 20 31 21
749   3,9 —    7 121   83  8  4 214   92   98 901 37 40 37
413   4,1 27    8   98   68 16  9 290   48   45 225 17 10 19
340   9,7 2.119   57 109   27 12  6   23   57    9   43  3 5 —
299   3,7 24   10   96   61 17  8 273   51   43 259 17 11 17

962 11,7 135   78 105   30 15 19   37 167   38 181  7 25 13


1497   7,7 132   45   57   22  3 30   19   48   10   34  2 11  8
1660   8,3 121   67   55   25 12 26   21   71    9   37  3 3  2
402 11,5 109   53   98   30 10 14   75   34   24 202 11 25 14
302 12,7 96   59 102   32 21 18 103   42   34 436 12 37 19

826   6,2 61 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 277 13 11.404 n.d.
820   5,0 n.d. n.d. 150 n.d. n.d. n.d. 104 385 n.d. n.d. 13 11.226 n.d.
979   8,4 146   33 120 n.d. 49 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 12 10.000 n.d.
147   0,9 73   38 133 n.d.  5 n.d. 114   61   45 237 18 225 n.d.
1.018   5,7 30 778 174 — — —   80 254 177 220 17 8.863 n.d.
318   3,4 24   87   28 — — — 100   89   92 293 18 2.853 n.d.
443   4,9 23 387   69 — — —   96 199 100 354 18 4.297 n.d.
228   1,5 17   39   88 — — —   45   36   64 630 20 2.537 n.d.

454   3,3 31   85   68 — — — 99 258   64 199 17 1.587 n.d.


n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.
1.076   5,0 48   53   82 — 12  9 101 218   53 353 20 735 n.d.
1.051   4,9 47   61 107 — — 12   94 191   78 245 19 2.125 n.d.
797   4,2 42 822   86 — — — 117 364 120 199 17 5.152 n.d.
848   4,2 51   70   84 — 13 11 104 309   51 222 21 908  3
25   0,9 5    3   15   16  3  1   19   17    9   34  2 3  2
1.976 12,7 2.119 822 219 119 77 51 422 385 177 901 37 11.404 52
434   5,3 145   61 105   51 20 16 199   93   43 231 15 987 19
409   2,8 402 146   43   28 15 13 131   78   28 130  5 2.620  9
94 53 278 239   41   55 75 84   66   84   66   56 36 265 49
ppm % ppm ppm ppm ppm ppm ppm ppm ppm ppm ppm ppm ppm ppm
100 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

Figura 5.4.  Selección de difractogramas representativos de cada grupo composicional


Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 101

Figura 5.5.  Agrupamiento jerárquico de muestras. Grupos composicionales (de los cuerpos cerámicos):
G1 a G9. Los recipientes PO61, PO62 Y RF03 clasificados como recipientes de lujo se agrupan en los
grupos 6 y 7, correspondientes con recipientes cerámicos y materiales constructivos de tradición regio-
nal. Para el resto de muestras es coherente la clasificación composicional con la clasificación tipológica
102 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

Figura 5.6.  Micromorfologías de los vidriados analizados

— El grupo 9 es una agrupación de 6 piezas Si nos centramos en las superficies vidriadas


que tienen elementos químicos con con- de las 14 piezas de lujo incluidas en el trabajo
centraciones atípicas. Pertenecen a los yaci- (tabla 5.4), todas bajomedievales, se puede de-
mientos de O Bordel y A Pousada. BR290 y cir que todos los vidriados son silicatados, es de-
BR291 tienen una concentración muy alta cir, basados en redes de Si (ver tipos de vidrio en
de K, Ca y Ti (con mucha mica y feldespato NA­VARRO, 2003), con Al como elemento esta-
potásico); Po58 tiene mucho Ca y muy poco bilizador y Pb como principal fundente. Tam-
Si y Al (composición calcárea) y PO01, PO35 bién se utilizan otros fundentes de tipo alcalino
y BR380 tienen mucho Mg, Cr y Ni que for- como Na, K, Ca y Mg. En concreto en los vidria-
man parte del talco y/o de los anfíboles. Al dos de los recipientes de A Pousada el Pb es bá-
igual que se mencionó para las cerámicas sicamente el único fundente (con pequeñas can-
de G6, cada cerámica puede estar repre- tidades de K en algún caso). En los vidriados de
sentando un nuevo tipo de materia prima o los recipientes de Rocha Forte se utiliza Pb y K
bien ser fruto de procesados especiales para principalmente con cantidades menores de Na
alguna de las anteriores materias primas. y de Ca. En el caso de Rocha Branca, tanto en
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 103

Color Red Estabilizante Fundente Opacificador Colorante

De lujo: recipiente
PO58 verde Si Al Pb, (K) Sn Cu
PO60 marrón Si Al Pb, (K) — Mn, Fe, Co
PO61 incoloro-verdoso Si Al Pb — Fe, (Mn)
PO62 verdoso Si Al Pb — (Cu)
RB07 verde Si Al Pb (Na, K, Ca, Mg) Sn Cu, Fe, (Cr)
blanco Si Al Pb, K, (Na, Ca) Sn —
RF01 marrón Si Al Pb, K, (Na, Ca) — Fe, Cu, Ag
azul Si Al Pb, K, (Na, Ca) — Co
RF02 verde Si Al Pb, (K, Ca) — Cu, Cr
amarillo Si Al Pb, (Na, Ca) — Fe
RF03
marrón Si Al Pb, (Na, Ca) — Fe
De lujo: material constructivo
blanco Si Al Pb, (Na, K, Ca, Mg) — —
RB01
azul Si Al Pb, (Na, K, Ca, Mg) — Co, Cu
blanco Si Al Pb, (Na, K, Ca, Mg) — —
RB02
azul Si Al Pb, (Na, K, Ca, Mg) Sn Co, Cu, Ni
RB03 marrón Si Al Pb, (Ca, K) — Mn, Fe
RB04 blanco Si Al Pb, (Na, Mg) Sn —
RB05 verde Si Al Pb, (Ca) Sn Cu, Fe
RB06 verde Si Al Pb, (Ca) Sn Cu, Fe
Tabla 5.4.  Composición de los vidriados en los recipientes y materiales constructivos de lujo.

el recipiente como en los materiales constructi- azules. En el caso del color blanco, no se añade
vos es más variable el uso de fundentes, si bien ningún elemento colorante y para conseguir el
el principal es siempre el Pb, hay presencia en marrón metalizado, también llamado lustre me-
cantidades variables de Na, K, Ca y Mg, quizás tálico o lustre dorado —en RF01— se utilizó Fe,
con una predominancia del Ca. Estas diferencias Cu y Ag.
indican diferencias tecnológicas pues son el re-
sultado de incorporar diferentes ingredientes,
menas de plomo, cenizas de madera, otras fuen- Discusión. La homogeneidad de la
tes para calcáreas o sódicas, etc. En algunas ce- cerámica medieval
rámicas se detecta Sn, que se utiliza para quitar
transparencia al vidriado y hacerlo opaco, trans- Si tratamos de evaluar los resultados obteni-
formándolo así en lo que se denomina como es- dos por grupo se pueden realizar las siguientes
maltes. Los elementos colorantes son diversos, observaciones en diferentes niveles de lectura:
aplicados en función del color que se quiere im- En primer lugar, cada uno de los grupos com-
primir: Cu para los verdes, aunque combinado posicionales están formados básicamente por
con Cr y/o Fe en algunos casos; Fe y Mn para cerámicas de un único yacimiento lo que re-
los marrones y amarillos, variando la concen- fleja la homogeneidad composicional dentro
tración de ambos elementos según el color; Co, de cada yacimiento. Además de la homogenei-
combinado con Cu y Ni, en algún caso, para los dad, no se detectan, para la mayoría de los ca-
104 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

sos, procesos de mezcla de diferentes materias — En el caso de O Bordel, se supone un ori-


primas o bien de adición de desgrasantes, lo que gen local puesto que las rocas dominan-
sugiere una estandarización en las fases de aco- tes en el área son de tipo esquistoso-para-
pio y procesado de las materias primas. Este he- neísico con intercalaciones de anfibolitas
cho mayoritario de no mezclar diferentes ma- que son mineralogías compatibles con las
terias difiere con lo observado en las cerámicas identificadas en sus cerámicas. Además,
prehistóricas del Noroeste Peninsular, más he- estas áreas tienen bastantes fallas que son
terogéneas y donde es habitual identificar pro- proclives a albergar arcillas, potenciales
cesos de mezcla de materia primas dentro de un fuentes de materia prima. De hecho, la to-
mismo yacimiento (MARTÍNEZ-CORTIZAS et ponimia invita a pensar en la existencia de
alii, 2011; LANTES et alii, 2015). El yacimiento tradición alfarera en la zona pues en las
de A Pousada supone una excepción, sus reci- proximidades (4-9  km, en direcciones N,
pientes se agrupan en el grupo homogéneo G3 NE y S-SE) existen varios lugares llamados
pero además están repartidas por los grupos G4, Lamas y también Barros o Borreiros, topó-
G5, G6, G8 y G9. Sus materiales constructivos
nimos asociados a las áreas de extracción
se agrupan individualmente en G7 con la incor-
de arcillas.
poración de tres recipientes. En algunos casos
— En el caso de A Pousada, se constató el
(PO01, PO35, PO71, PO72, POT439) se consta-
posible carácter local de sus pastas aten-
tan mezclas de materias primas detectadas por
diendo a los materiales que potencial-
la presencia de minerales incompatibles entre sí.
Los yacimientos de Augas Santas y de Roza das mente puede suministrar su entorno. Es-
Aveas son los más homogéneos, ambos com- tas materias primas serían los materiales
parten un contexto ritual, lo que podría quizás de alteración derivados de los granitos so-
influir en esta homogeneidad. Finalmente, las bre los que se asienta el yacimiento, de las
cerámicas vidriadas también se incluyen en un granodioritas próximas o de las anfibolitas
único grupo, G8. con pequeños afloramientos ultrabásicos
En segundo lugar, y para la cerámica regio- (con talco, anfíboles…) también próximas.
nal, parece existir una relación directa entre los En cualquier caso, las áreas de aprovisio-
grupos establecidos y la litología del territorio namiento, más diversas en relación a los
sobre el que se asientan los yacimientos, es de- otros yacimientos, podrían estar localiza-
cir, el origen de las materias primas con las que das en radios inferiores a los 15 km (LAN-
se elaboran las cerámicas puede ser local. Esto TES, 2013).
concuerda con los estudios arqueométricos rea- — El yacimiento Roza das Aveas se asienta
lizados en otras cerámicas medievales del No- sobre sedimentos terciarios (ricos en algu-
roeste de la península Ibérica, León, centro de nos casos en niveles rojizos y conglomera-
Portugal y Euskadi (LAGO et alii, 2014; LAN- dos). En una publicación previa (PRIETO
TES, 2007, 2008; SOLAUN, 2005: 302; TENTE et alii, 2010), se valoró que las fuentes más
et alii, 2014). Si revisamos los resultados analí- probables podían haber sido las áreas de
ticos de las cerámicas y los comparamos escue- granodioritas que se localizan a 2,5 km,
tamente con sus entornos litológicos se puede pues la composición de las cerámicas es
concluir que: calcoalcalina. Los estudios que estamos
— Para el caso de Augas Santas, el origen de realizando en la actualidad sobre los sedi-
las materias primas podría estar en los mis- mentos terciarios sobre los que se asienta
mos lugares que hoy sirven de fuente de ar- Roza das Aveas (LANTES et alii, 2017)
cillas para alfarería tradicional de Niñoda- inclinan a pensar que estos son las fuen-
guia localizada a 14 km al NO (ALONSO et tes de materias primas más probables (son
alii, 2018). arcillas de composición calcoalcalina, de
— La cerámica de O Cepo tiene una compo- fácil extracción en superficie y utilizadas
sición muy parecida a las de Augas San- además en época contemporánea y qui-
tas, y curiosamente se ubica a tan solo unos zás moderna por la tradición alfarera de
13 km al NO de dicho sitio. Bonxe).
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 105

En tercer lugar, para las piezas de lujo de los tanto, debemos tener cautelas por el momento
yacimientos de Rocha Branca y Rocha Forte, se ante esta valoración, quedando pendiente el aná-
estima que la mayoría de las cerámicas analiza- lisis de piezas procedentes de contextos funera-
das son foráneas puesto que tienen una com- rios o talleres.
posición arcilloso-calcárea (PRIETO et alii, En relación con la tipología, las diferencias
2016, 2017, 2018) pues no existen este tipo de composicionales más patentes se observan entre
materiales en Galicia. Solo 3 piezas vidriadas las cerámicas regionales de producción local y las
de pastas caoliníticas son coherentes con la li- de lujo, en su mayoría importadas.
tología local en el conjunto, las vasijas RF03, Finalmente, otro aspecto tecnológico intere-
PO61 y PO62, de hecho, estas piezas se inclu- sante que se puede valorar es el de la cocción.
yen en otros grupos (G6 y G7) junto a las otras Podemos encontrar claras diferencias entre la
cerámicas regionales. En estas cerámicas forá- cerámica regional que alcanza temperaturas
neas, la composición de sus cuerpos cerámicos más bajas y las piezas vidriadas de lujo. Para po-
es similar a la de la de cerámicas de Manises, der definir este aspecto nos basamos en la pre-
Paterna y de Sevilla según datos analizados por sencia o ausencia de determinados minerales
nosotros y comparados con trabajos publicados indicadores11, que permiten aproximarnos a las
por Polvorinos del Río y Castaing (2010), Pol- temperaturas alcanzadas durante la cocción.
vorinos et alii (2011) y Romero-Pastor et alii Uno de ellos, la mullita la detectamos en tres
(2015)10. Asimismo, la composición de los vi- recipientes regionales de Augas Santas (FS012,
driados en todos los casos, también es similar FS016a y FS018) y en un material constructivo
a estos mismos centros productores, con base común de A Pousada (POT559). En estas mues-
de Si, Pb y elementos alcalinos (en especial K) tras están ausentes otros minerales para los que
como fundentes, y la presencia de Sn como ele- sería esperable su cristalización en este tipo de
mento opacificador en el caso de los esmaltes. pastas hacia los 950-1.000 °C como las espinelas
Es posible, pues que sus orígenes sean estos o la cristobalita, lo que ajusta el rango de tempe-
centros productores del sur o Levante ibérico. raturas de cocción hacia los 1.100 °C. La gehle­
Así que se podría pensar que, tanto en Rocha ni­ta se identifica únicamente en el material de
Branca como en Rocha Forte, lugares de origen lujo constructivo RB01. El diópsido se identifica
de estas cerámicas, probablemente acudirían a en más muestras: en el material constructivo co-
los mismos circuitos comerciales para conse- mún POT342; en los recipientes de lujo PO58,
guir esas piezas. PO60, RB07, RF01 y, RF02 y en todos los mate-
En cuarto lugar, no parece existir una rela- riales constructivos de lujo. En los casos en los
ción entre la cronología y los grupos clasifica- que se detecta diópsido no se identifica gehle-
dos. Si bien, en algún yacimiento se dispone de nita (salvo para RB01). Esta, seguramente, cris-
un número escaso de analíticas o solo está re- talizó y posteriormente se destruyó debido a un
presentada una única fase de ocupación, en continuo ascenso de temperatura. Este hecho
aquellos yacimientos de mayor complejidad acota la estimación de la temperatura de coc-
temporal y un número mayor de muestras pa- ción en unos 1.100 °C o más. Para el resto de
rece que la composición no es dependiente de piezas, prácticamente todas las regionales, se es-
la fase medieval en la que se documenta y por timan temperaturas inferiores a los 900 °C pues
tanto se mantienen quizás las mismas áreas no están presentes minerales indicadores de
fuente durante siglos. temperaturas más altas.
En relación con los contextos analizados, po-
dríamos afirmar la existencia de una mayor ho-
mogeneidad en los denominados contextos ritua-
les. Entre los domésticos, la mayor variabilidad 11
  Encontramos varios tipos de indicadores minerales
recae en A Pousada, conjunto en el que se ha que se forman por acción del calor: mullita, que se forma a
realizado una mayor cantidad de análisis, por lo partir de pastas caoliníticas no calcáreas entre los 900°C y
los 1.400°C y gehlenita y diópsido que se forman a partir de
pastas calcáreas, el primero entre los 800-1.000 °C (desapa-
10
  Para poder precisar más sería necesario realizar análi- rece sobre los 1.100 °C) y el segundo entre los 800-900 °C
sis de isótopos y tierras raras y comparar con las áreas posi- (véase p. ej. BARAHONA et alii, 1985; BERNA et alii, 2007;
bles de origen los resultados analíticos. CAPEL et alii, 1985; MAGGETTI, 1982).
106 M. Pilar Prieto Martínez, Óscar Lantes Suárez, Francisco Alonso Toucido

Comentarios finales ritariamente foránea, tanto los materiales cons-


tructivos como los recipientes. La composición
Desde el punto de vista arqueológico, pode- calcárea de sus cuerpos cerámicos y el tipo de vi-
mos observar que existen una serie de morfolo- driado sugieren un origen en centros productores
gías que comienzan a utilizarse desde los inicios del sur y este de la Península Ibérica.
de la Edad Media y que se mantienen a lo largo Por lo tanto, dentro de la homogeneidad cons-
de todo el período. Cabe destacar la olla como tatada en la cerámica, se observan cambios tenues
morfotipo predominante, sin embargo, la jarra principalmente desde el punto de vista tipológico
ganará importancia hacia la fase plenomedieval. más que técnico, decorativo o composicional. El
Desde el punto de vista del tratamiento de las primero a inicios de la Edad Media respecto al
pastas, hay gran homogeneidad a lo largo de la momento anterior, el segundo a partir de la Plena
Edad Media, predominando las pastas micáceas, Edad Media y finalmente, en la Baja Edad Media,
pero con cierta variabilidad en los siglos iniciales la importación de cerámica de lujo marca dife-
de la Edad Media, como en A Pousada en cuanto rencias respecto a la regional gallega.
al color, existe cierta variedad de pastas, aunque Este trabajo es preliminar y, en el futuro, se
el gris ganará presencia en la Plena Edad Media. hace necesario ampliar la muestra analizada tanto
Finalmente, en relación con la decoración, muy cuantitativamente como en relación a los contex-
sencilla en el uso de las técnicas y diseños en un tos estudiados. Esperamos que sirva como base de
período tan amplio de tiempo y sin apenas dife- partida para realizar planteamientos más globales
rencias, se observa que amplía presencia según el sobre la cerámica medieval de la región, y que fu-
contexto en el que se documenta, ganando nue- turos trabajos puedan contrastar las aproxima-
vamente frecuencia cuantitativa en la fase Plena. ciones aquí elaboradas.
La clasificación de las cerámicas obtenida a
partir de la composición elemental es coherente
con la clasificación arqueológica. Las composi- Reconocimientos
ciones de las cerámicas medievales están bastante
estandarizadas, en cuanto al tipo de pastas utili-
Este estudio ha sido realizado gracias a los si-
zadas, puesto que la gran mayoría se agrupan en
guientes proyectos, de los que MPPM ha sido IP:
función del yacimiento en el que han sido encon-
tradas, tanto para la cerámica común como en — Tecnología y producción de la cerámica me-
la de lujo. Las temperaturas de cocción son altas dieval de Galicia. Proyectos de I+D, del Pro-
(<1.100 °C) en todas las cerámicas de lujo y ex- grama Estatal de Fomento de la Investigación
cepcionalmente en cuatro cerámicas regionales. científica y técnica de excelencia, subpro-
Para la gran mayoría de cerámicas regionales, sin grama estatal de generación de conocimiento
embargo, las temperaturas de cocción son infe- (HAR2015-64441-P / 2015-PN063).
riores a 900 °C. Las materias primas que se uti- — Isótopos de Pb e Sr en cerámicas arqueoló-
lizan en la elaboración de la cerámica regional gicas de Galicia: estudio de la procedencia
pueden ser locales, de hecho, la composición de y el acceso a las materias primas. Ayudas a
las pastas es coherente con las fuentes disponi- Proyectos de Investigación a Investigado-
bles en el entorno de cada uno de los yacimien- res Emergentes del Plan Gallego de I+D+I,
tos; dicho de otro modo, cuando hay homogenei- Consellería de Cultura, Educación e Orde-
dad litológica en los entornos de los yacimientos, nación Universitaria (EM 2012/054 / 2012-
se observa homogeneidad en las pastas de las ce- PG217).
rámicas y, por el contrario, cuando hay variedad — Aplicación de técnicas arqueométricas ó es-
litológica, esta se refleja de igual manera en las tudio da cerámica antiga da Galiza. Pro-
cerámicas procedentes de los sitios. En todos los grama de Promoción Xeral de Investigación
casos parece poco probable que se hubiesen he- do Plan Galego de Investigación, Desenvol-
cho mezclas de materias primas, salvo para algu- vemento e Innovación Tecnolóxica (IN-
nos casos concretos constatados de A Pousada, CITE), Convocatoria 2007. Dirección Xeral
justo el yacimiento asentado en el área litológica de Investigación, Desenvolvemento e Inno-
más variada. La cerámica vidriada de introduc- vación (I+C+I), Xunta de Galicia (PGIDI-
ción tardía en la región, sin embargo, es mayo- T07PXIB236075PR).
Contribución de la arqueometría a la caracterización de la cerámica medieval en Galicia 107

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6
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava:
resultados para los yacimientos de Zaballa y Zornoztegi
Ainhoa Alonso-Olazabal1, Luis Ángel Ortega1, M.ª Cruz Zuluaga1,
Juan Antonio Quirós Castillo2

1
  RESUMEN  2 como una distribución de piezas a lo largo de la Lla-
nada Alavesa.
El estudio petrográfico en lámina delgada y la
composición química de las pastas han sido los mé- PALABRAS CLAVE:  análisis petrográfico, desgrasan-
todos utilizados para conocer la tecnología de elabo- tes, arcillas depuradas, composición química, ma-
ración de las cerámicas altomedievales de los yaci- terias primas.
mientos de Zaballa y Zornoztegi, situados en ambos
extremos de la Llanada Alavesa y proponer, en casos
favorables, la procedencia de la materia prima. Las ce-
rámicas estudiadas están constituidas por pastas finas, ABSTRACT
groseras finas y groseras. Se han diferenciado cinco ti- Early-medieval ceramic from the Zaballa and Zor-
pos petrográficos a partir de las relaciones texturales noztegi sites have been studied by means of the petro-
de los componentes no-plásticos de la arcilla. Los ti- graphic analysis on thin section and by chemical anal-
pos petrográficos se caracterizan por presentar inclu- ysis composition. The studied pottery is constituted by
siones de tamaño de grano fino de naturaleza cuarzo refined pastes fine –coarse pastes and coarse pastes,
feldespático, donde pequeñas variaciones en la geo- and with a specific manufacture technology. Five pet-
metría, tamaño de partícula y empaquetamiento de rographic types have been defined using textural cri-
los componentes no-plásticos ha permitido establecer teria of the non-plastic components of clay. All petro-
los diferentes tipos petrográficos. La mayoría de los ti- graphic types are characterized by very fine-fine grain
pos petrográficos (cuarzo-feldespáticos) no presentan size inclusions of quartz-feldspatic nature. Small vari-
inclusiones que retienen información del área fuente ations in geometry, particle size and packaging of non-
geológica del que provienen las arcillas. Solamente plastic components have allowed established the dif-
aquellos tipos que presentan minerales y/o fragmen- ferent petrographic types. Most petrographic types
tos de rocas de origen autigénico pueden relacionarse (quartz-feldspatic) do not have inclusions that retain
con sedimentos cuaternarios que incluyen material information about the raw material geological source.
procedente de la denudación y retrabajado de litolo- Only the types that exhibit minerals and/or rock frag-
gías triásicas aflorantes en los diapiros alaveses (facies ments of autigenic origin can be related to Quater-
Keuper ± ofitas). Los resultados de los análisis quími- nary sediments that include material from denudation
cos de las cerámicas definen cuatro grupos composi- and reworking of Triassic lithology outcropping in
cionales, si bien la relación entre el análisis petrográ- Alava salt diapir structures (Keuper facies ± ophites).
fico y químico sugiere la utilización de al menos cinco The chemical analysis results define four composi-
tipos de arcilla diferentes y todas ellas de procedencia tional groups, although the relationship between pet-
local o paralocal aunque no se puede precisar el en- rographic and chemical analysis suggests the use of
torno geográfico concreto. Los resultados arqueomé- at least five different types of clay. All the clay used in
tricos indican una tradición tecnológica en la elabo- ceramic manufacture corresponds to raw materials
ración de las cerámicas durante los siglos  vi y x así of local or paralocal origin although the specific geo-
graphical environment cannot be specified. The ar-
chaeometric results indicate technological tradition in
ceramic making way according to the ceramic occur-
1
  Departamento de Mineralogía y Petrología. Facultad
de Ciencia y Tecnología. Universidad del País Vasco/Euskal rence and a distribution of the ceramic along the Al-
Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) ava plain during the 6th and 10th centuries.
2
  Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueolo-
gía, Facultad de Letras, Universidad del País Vasco/Euskal KEYWORDS:  petrographic analysis, temper, refined
Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) clays, chemical composition, raw materials.
112 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

1.  Introducción El grupo de investigación proviene de la in-


vestigación de cerámicas antiguas protohistóri-
La cerámica es uno de los artefactos arqueo- cas (LARREA et alii, 2001), y progresivamente,
lógicos que más pervive y refleja, de algún modo, el marco de trabajo ha ido ampliándose tanto
la expresión artística y cultural de la sociedad a la en cronología como en geografía. Se ha estu-
que pertenece. El estudio de la producción cerá- diado y se sigue estudiando la cerámica común
mica, de su distribución y del modo en la que de- no-torneada de época romana a lo largo la cor-
sarrolla su función expresa las características so- nisa Atlán­ti­ca-Cantábrica, concretamente las pro-
ciales y económicas de la sociedad de la época. ducciones cerámicas AQTA (Aquitano-Tarra-
Por tanto, es necesario incluir los estudios de la conense) (ESTEBAN DELGADO et alii, 2012)
producción cerámica como parte de un estudio cuyo estudio ha reflejado una organización tanto
integral junto con otros ámbitos de la investiga- productiva como comercial bien estructurada en
ción arqueológica y cultural. La arqueometría in- época romana. Además, han sido analizadas las
cluye un conjunto de técnicas analíticas y méto- producciones cerámicas islámicas y mudéjares vi-
dos circunscritos clásicamente a las ciencias que, driadas a lo largo de la zona septentrional de la
aplicados a la cultura material, permite obtener Península Ibérica, las cuales muestran la evolución
datos cuantitativos y también cualitativos. Los tecnológica y la transformación en la sociedad de
datos arqueométricos obtenidos a partir del es- la época (OLIVARES et alii 2010, ZULUAGA et
tudio de las cerámicas proporcionan información alii, 2012). Paralelamente, se han llevado a cabo
relevante sobre el proceso de elaboración, proce- trabajos experimentales de arcillas para la eva-
dencia de materias primas, pautas de comercia- luación de las condiciones de cocción de cerámi-
lización y consumo de las mismas. Entre las téc- cas locales (ZULUAGA et allí, 2011). Además, la
nicas microscópicas aplicadas a las producciones cerámica medieval alavesa ha sido y sigue siendo
cerámicas, el análisis petrográfico permite co- objeto de estudio del grupo de investigación. Las
nocer las características de los materiales fuente diferentes intervenciones arqueológicas realiza-
empleados, la tecnología de elaboración, el pro- das a comienzos del milenio en el entorno de Vi-
ceso de cocción, así como las alteraciones deposi- toria-Gasteiz (ZULUAGA et alii 2000; DOMÍN-
cionales o alteraciones por el soterramiento. Esta GUEZ et alii 2001a; DOMÍNGUEZ et alii 2001b;
caracterización petrográfica, junto con los estu- DOMÍNGUEZ et alii 2001c; SOLAUN, 2005) han
dios macroscópicos de pastas y formas, sustentan aportado luz sobre la caracterización petrológica
la investigación sobre el consumo y las pautas de de las pastas y la tecnología de elaboración. Los
distribución de las cerámicas, que son reflejo de trabajos multidisciplinares realizados durante es-
la estructuración de la producción cerámica, y de tos últimos años en el territorio alavés (QUIRÓS
su papel en la sociedad de la época. Esta relación CASTILLO, 2012; QUIRÓS CASTILLO, 2016)
multidisciplinar entre la arqueología y las cien- han permitido comprender mejor la estructura-
cias es esencial para afrontar los nuevos retos del ción y funcionamiento de la sociedad rural du-
conocimiento y comprensión de las sociedades rante esta época. Los últimos estudios realizados
antiguas. bajo el proyecto europeo Earmedcastile sobre la
Los primeros trabajos arqueométricos sobre cerámica en la Alta Edad Media en la región (Lla-
cerámicas realizados por nuestro grupo de in- nada Alavesa, Miranda de Ebro y cabecera del
vestigación se remontan a finales de la década de Ebro) han despejado claroscuros sobre los mo-
los noventa y principios del dos mil. A lo largo de delos de producción, consumo y distribución du-
este milenio se han estudiado cerámicas en diver- rante esta época de complejidad social y de trans-
sas áreas del País Vasco, del norte Peninsular y formaciones políticas en la región (GRASSI, 2017;
del sur de Aquitania, pertenecientes a diferentes GRASSI, 2016; QUIRÓS CAS­TILLO 2016). El
contextos temporales que van desde el Neolítico presente trabajo se enmarca en este proyecto in-
hasta la Baja Edad Media. Hasta el momento, el terdisciplinario en el que se abordan cuestiones
grupo de trabajo ha estudiado más de 2.500 lámi- sobre la caracterización tecnológica, producción,
nas delgadas de cerámicas lo que confiere un sig- consumo y distribución de la cerámica de la Alta
nificativo bagaje a la hora de establecer el origen Edad Media en la Llanada Alavesa.
de las materias primas, la tecnología de elabora- El objetivo de este trabajo es establecer los
ción y la distribución espacial de las pastas. modos de elaboración y las pautas de distribu-
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 113

Figura 6.1.  Localización geográfica de los yacimientos de Zornoztegi y Zaballa junto con la localización de los diapiros cercanos que
incluyen materiales evaporíticos de edad triásica en la provincia de Álava

ción de la cerámica de época altomedieval en em- 2.  Metodología


plazamientos de ocupación continua a lo largo de
los siglos vi-x, así como proponer posibles zonas Los numerosos fragmentos de cerámica recu-
de abastecimiento de la materia prima. Para ello perados en los yacimientos de Zaballa y Zornoz-
se ha realizado un estudio petrográfico y químico tegi han sido previamente clasificadas en anterio-
de los diferentes tipos de pasta cerámica en los res publicaciones (GOBBATO, ELORZA, 2012).
yacimientos de Zaballa (ALONSO OLAZABAL Las muestras de este trabajo han sido seleccio-
et alii, 2012) y Zornoztegi situados en ambos ex- nadas mediante el estudio a lupa binocular por
tremos de la Llanada Alavesa (fig. 6.1). parte de los arqueólogos, en función de la repre-
114 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

sentatividad de las pastas para las diversas tipo- diante fusión alcalina. Se ha utilizado espec-
logías y cronologías, que corresponden a niveles trometría de emisión óptica (ICP-OES) para la
entre el siglo vi y siglo x. El estudio arqueomé- medida de los elementos mayores, y una espec-
trico realizado mediante lupa binocular a permi- trometría de masas (ICP-MS) para la cuantifi-
tido dividir en grupos primarios de referencia en cación de los elementos traza. Los resultados
función del tamaño de los desgrasantes y la natu- analíticos han sido evaluados mediante la compa-
raleza de la arcilla. ración con valores certificados de los materiales
La caracterización arqueométrica de las cerá- de referencia y la pérdida por calcinación ha sido
micas estudiadas mediante la petrografía permite determinada mediante métodos gravimétricos.
obtener información sobre las pastas utilizadas
para la fabricación y sobre el modo de elabora-
ción. El análisis petrográfico de láminas delgadas 3.  Resultados
se ha llevado a cabo mediante un microscopio de
polarización en el Departamento de Mineralo- 3.1.  Estudio petrográfico
gía y Petrología de la Universidad del País Vasco
(UPV/EHU). Para la definición de tipo petro- Se han establecido 5 tipos petrográficos (TP)
gráfico se ha utilizado los criterios definidos por básicos en función de las relaciones texturales de
Whitbread (1995) en los que se incluyen: el tipo los componentes de las pastas cerámicas de edad
de mineral y tipos de roca o litologías incluidos altomedieval de los yacimientos de Zornoztegi y
en la pasta, el análisis de la matriz y de la fracción Zaballa: las cerámicas decantadas (TP1), cerámi-
grosera de la pasta. Se analiza la textura, el con- cas desgrasadas con calcita y rocas carbonatadas
junto de relaciones espaciales intergranulares así (TP2), cerámicas arenosas heterogéneas (TP3),
como las características morfológicas (tamaño de cerámicas arenosas homogéneas homométricas
grano y forma), la abundancia y la distribución de tendencia angulosas (TP4), cerámicas areno-
de partículas (sorting) de los diferentes compo- sas con cuarzos autigénicos (TP5). Además, se ha
nentes de la pasta; es decir, de las inclusiones no- reconocido un tipo petrográfico (TP8), minori-
plásticas de la matriz y de la fracción grosera. La tario, que incluye una única muestra, que exhibe
granulometría se establece según la escala pro- una abundancia de piroxenos y fragmentos de ro-
puesta por Udden (1914) y Wentworth (1922). cas ígneas básicas tanto en la matriz como en la
El estudio petrográfico se ha realizado sobre fracción grosera (ALONSO OLAZABAL, 2012).
42 láminas delgadas, 23 correspondientes a frag- Se ha decidido mantener su definición ya que la
mentos cerámicos del yacimiento de Zaballa y 19 asociación mineralógica y litológica que presenta
a los del yacimiento de Zornoztegi, todos ellos indica que los materiales fuente utilizados en su
incluidos entre los siglos vi y x. El estudio mi- elaboración deben corresponder a una zona ala-
croscópico ha permitido agrupar las cerámicas vesa relacionada con la denudación de materiales
altomedievales mayoritariamente en cinco tipos del Triásico.
petrográficos. Aunque también se ha observado La similitud, tanto en el tipo de inclusiones
una muestra que no se corresponde con ninguno no-plásticas de la matriz como de la naturaleza
de estos tipos, pero que por su excepcionalidad se de los desgrasantes, confiere a las pastas carac-
ha considerado un tipo minoritario. Los tipos pe- terísticas texturales notablemente análogas. No
trográficos corresponden, en general, a pastas fi- obstante, pequeñas variaciones en la geometría o
nas cuidadosamente refinadas o decantadas, con forma, el tamaño de partícula y su distribución o
una matriz de carácter arcilloso y/o cuarzo-fel- empaquetamiento de los componentes no-plásti-
despática muy fina que indican una buena selec- cos de la matriz ha permitido establecer diferen-
ción y manipulación de las arcillas utilizadas en la tes tipos petrográficos, aunque en ocasiones, la
elaboración de elaboración. asignación de algunas muestras a un tipo de pasta
Por su parte, el estudio geoquímico se ha rea- concreto ha sido una labor dificultosa.
lizado sobre 24 muestras representativas de los El estudio de las pastas ha permitido obser-
tipos petrográficos reconocidos. Los análisis quí- var como todos los tipos petrográficos son comu-
micos se han realizado en el laboratorio A­ctlabs nes en los yacimientos estudiados. En la tabla 6.1
Laboratories (Canadá). Las muestras han sido se expone la relación de las cerámicas estudiadas,
molidas en un mortero de ágata y disueltas me- las clases de producción y los tipos petrográficos.
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 115

Yacimiento Cronología Tipología Clase de producción Pasta Sigla Tipo petrográfico

Zaballa siglo vi-x jarra, cuenco sin revestir depurada 1A ZAB-1* TP1
Zaballa siglo vi-x cerrada sin revestir depurada 5A ZAB-15* TP4
Zaballa siglo vi-x cerrada sin revestir depurada 5A ZAB-16* TP4
Zaballa siglo vi-x jarra, cuenco sin revestir depurada 1A ZAB-2 TP1
Zaballa siglo vi-x jarra, cuenco sin revestir depurada 1A ZAB-25 TP1
Zaballa siglo vi-x jarra, cuenco sin revestir depurada 1A ZAB-3 TP5
Zaballa siglo vi-x jarra, cuenco sin revestir depurada 1A ZAB-4* TP5
Zaballa siglo vi-x jarra, cuenco sin revestir depurada 2A ZAB-6* TP5
Zaballa siglo vi-x jarra, cuenco sin revestir depurada 2A ZAB-7 TP1
Zaballa siglo vi-x jarra, cuenco sin revestir depurada 2A ZAB-8* TP5
Zaballa siglo viii-ix cerrada sin revestir depurada 22A ZAB-35 TP3
Zaballa siglo viii-ix cerrada sin revestir depurada 22A ZAB-36 TP4?
Zaballa siglo viii-x olla sin revestir grosera fina 2B ZAB-10* TP2
Zaballa siglo viii-x olla sin revestir grosera fina 2B ZAB-11 TP8
Zaballa siglo viii-x olla sin revestir grosera fina 3B ZAB-39 TP5
Zaballa siglo viii-x olla sin revestir grosera 1B ZAB-5* TP2
Zaballa siglo viii-x olla sin revestir grosera fina 2B ZAB-9* TP1
Zaballa siglo x cerrada sin revestir depurada 6A ZAB-17* TP1
Zaballa siglo x cerrada sin revestir depurada 6A ZAB-18* TP1
Zaballa siglo x cerrada sin revestir depurada 6A ZAB-19* TP1
Zaballa siglo x cerrada sin revestir depurada 6A ZAB-20* TP1
Zaballa siglo x cerrada sin revestir depurada 6A ZAB-27 TP1??
Zaballa siglo x jarra, cuenco sin revestir depurada 20A ZAB-32 TP1
Zornoztegi siglo viii-x olla sin revestir grosera 1B ZOR-1* TP2
Zornoztegi siglo viii-x olla sin revestir grosera 12B ZOR-15* TP3
Zornoztegi siglo viii-x jarra sin revestir depurada 1A ZOR-19 TP1
Zornoztegi siglo viii-x jarra sin revestir depurada 1A ZOR-20 TP1
Zornoztegi siglo viii-x olla sin revestir grosera 1B ZOR-21 TP2
Zornoztegi siglo viii-x olla sin revestir grosera 1B ZOR-22 TP2
Zornoztegi siglo viii-x cerrada sin revestir depurada 2A ZOR-25* TP5
Zornoztegi siglo viii-x cerrada sin revestir depurada 2A ZOR-26* TP4
Zornoztegi siglo viii-x olla sin revestir grosera 2B ZOR-27* TP5
Zornoztegi siglo viii-x jarra sin revestir depurada 5A ZOR-31* TP4
Zornoztegi siglo viii-x jarra sin revestir depurada 5A ZOR-32* TP4
Zornoztegi siglo viii-x jarra sin revestir depurada 5A ZOR-33* TP4
Zornoztegi siglo viii-x jarra sin revestir depurada 5A ZOR-34 TP4
Zornoztegi siglo viii-x cerrada sin revestir depurada 6A ZOR-38 TP1
Zornoztegi siglo x cerrada sin revestir depurada 11A ZOR-11* TP1
Zornoztegi siglo x cerrada sin revestir depurada 11A ZOR-12* TP4
Zornoztegi siglo ix-x cerrada sin revestir grosera fina 14A ZOR-17 TP5
Zornoztegi siglo ix-x cerrada sin revestir grosera fina 14A ZOR-18 TP5
Zornoztegi siglo ix-x cerrada sin revestir grosera fina 14A ZOR-7* TP5
Tabla 6.1.  Relación de cerámicas altomedievales estudiadas y su correspondencia con tipos petrográficos, pastas y formas cerá-
micas de los yacimientos de Zornoztegi y Za­balla. Las muestras con asterisco corresponden a las cerámicas seleccionadas para el
análisis químico
116 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

3.1.1.  Tipo petrográfico TP1: cerámicas El subtipo petrográfico TP1a corresponde a


decantadas pastas arcillosas prácticamente sin inclusiones no-
plásticas de naturaleza cuarzo-feldespática en la
Las características texturales de este tipo pe- matriz. Además, cuando la pasta presenta inclu-
trográfico son ligeramente variables, si bien to- siones, el tamaño de grano de las mismas es muy
das ellas corresponden a arcillas muy depuradas. pequeño, de tamaño limo fino-medio (< 0,03 mm)
Aunque se han diferenciado dos subtipos petro- muy poco abundantes y de geometría variable en-
gráficos en función del tamaño y forma de grano tre subredondeada y subangulosa. En ocasiones,
de las inclusiones no-plásticas y su abundancia, aparecen nódulos de color marrón ferruginosos
en realidad hay algunas variaciones intermedias de tamaño arena muy fina (<  0,125  mm) y tam-
en las relaciones texturales de las inclusiones no- bién grogs (fig. 6.2). Corresponden a este subtipo
plásticas. las muestras: ZAB-1, ZAB-19 y ZAB-25.

Figura 6.2.  Microfotografías del tipo petrográfico 1 (TP1a) que corresponden a las variedades arcillosas: A: as-
pecto de la cerámica ZAB-1, np, B: cerámica ZAB-1 con matriz fina y escasas inclusiones cuarzo-feldespáticas,
nc, C: cerámica ZAB-25 con matriz ar­cillo­sa, np, D: cerámica ZAB-25, obsérvese las escasas inclusiones cuar-
zofeldespáticos de la matriz, nc, E: cerámica arcillosa fina ZAB-19, np, F: cerámica ZAB-19 arcillosa con mínima
abundancia de inclusiones no plásticas de la matriz arcillosa, nc (np: nícoles paralelos, nc: nícoles cruzados)
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 117

Figura 6.3.  Microfotografías del tipo petrográfico 1 (TP1b) de las variedades arenosas A: cerámica ZAB-17
con abundantes inclusiones de la matriz, np B: ZAB-17, obsérvese la homogeneidad de los granos cuarzo-
feldespáticos, nc, C: ZAB-27 con inclusiones no-plásticas cuarzo feldespáticas, np, D: ZAB-27, aspecto de
la matriz homogénea, arenosa fina, nc, E: cerámica ZOR-20 cerámica arenosa con inclusiones de nódulos
de color marrón y F: ZOR-20 cerámica arenosa con tendencia porfídica, nc (np: nícoles paralelos, nc:
nícoles cruzados)

El subtipo petrográfico TP1b incluye pas- hábito acicular con tamaño de grano inferior
tas de naturaleza más arenosa, reflejada en una a limo medio (0,03  mm) (fig. 6.3). Se inclu-
matriz más rica en inclusiones no-plásticas yen en el subtipo las muestras: ZAB-7, ZAB-9,
cuarzo-feldespáticas, con una textura homo- ZAB-17, ZAB-18, ZAB-20, ZAB-27, ZAB-32.
génea de tamaño de grano muy fino, tamaño Algunas piezas incluidas en este subtipo are-
limo fino-medio (< 0,0312 mm) con geometría noso, por ejemplo, la muestra ZAB-9, presenta,
variable entre subredondeada y subangulosa. ocasionalmente, inclusiones no-plásticas de
De forma ocasional, aparecen inclusiones de naturaleza evaporítica con una distribución del
cuarzo y feldespato potásico de mayor tamaño, tamaño de grano de las inclusiones no-plástica
limo grueso (<0,06  mm) y pequeñas micas de de tipo porfídico.
118 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

3.1.2.  Tipo petrográfico TP2: cerámicas con arcilloso y abundantes desgrasantes calcíticos con
desgrasantes carbonatado formas romboédricas de tamaño de grano limo
grueso (0,040-0,10 mm) que en ocasiones pueden
Las cerámicas del tipo petrográfico TP2 están alcanzar hasta 2 mm. La muestra incluida en este
caracterizadas por presentar desgrasantes de na- subtipo es: ZOR-1.
turaleza calcárea, tanto de fragmentos de calci- El segundo subtipo se caracteriza por tener
tas, como de fragmentos de rocas carbonatadas. una matriz silicatada cuarzo-feldespática. Se in-
Los desgrasantes, de tamaño variable, destacan cluyen en este subtipo: ZAB-5, ZAB-10, ZOR-21
en una matriz de naturaleza variable, arcillosa o y ZOR-22. En este subtipo, algunas cerámicas
cuarzo-feldespática. En función de la naturaleza (por ejemplo, la muestra ZAB-5) presentan al-
de la matriz se han distinguido dos subtipos. El gunos cuarzos autigénicos así como fragmentos
primer subtipo presenta una matriz de carácter de minerales y rocas relacionados con materia-

Figura 6.4.  Microfotografías de las cerámicas del tipo petrográfico 2 (TP2) A: aspecto de la cerámica
ZOR-1 con desgrasantes calcíticos en matriz arcillosa, np, B: cerámica ZOR-1 con desgrasantes de
tamaño de grano fino, nc. C: cerámica ZOR-21 desgrasada con calcita espática con pocas inclusiones
cuarzo-feldespáticas en la matriz, np, D: cerámica ZOR-21 desgrasada con calcita, nc, E: cerámica ZAB-5,
cerámica con desgrasantes de calcita de diferentes tamaños y también cuarzo-feldespáticos, np, F: cerá-
mica ZAB-5 obsérvese la matriz cuarzo-feldespática, nc (np: nícoles paralelos, nc: nícoles cruzados)
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 119

les triásicos (fig. 6.4). Se debe señalar que los ma- Los desgrasantes presentes son también de
teriales derivados de la denudación de materiales naturaleza y tamaño de grano variable, entre ta-
triásicos en la matriz no son frecuentes, sino que maño arena y arena muy gruesa (0,3-2 mm). Apa-
constituyen la excepción en este grupo. En este recen nódulos micríticos (0,4 mm), grogs, are-
subgrupo la cantidad de inclusiones arenosas de niscas con cemento ferruginoso, fragmentos de
matriz en las muestras de Zornoztegi es inferior a areniscas con cemento carbonatado (< 1,5 mm),
la de las muestras de Zaballa. cuarzos policristalinos (<1,2 mm) y cantos blan-
dos constituidos por limos cuarzo-feldespáticos
(≤2 mm). Son numerosas las piezas donde se ha
3.1.3.  Tipo petrográfico TP3: cerámicas arenosas podido observar emplastos de limos.
heterogéneas

El tipo petrográfico TP3 presenta una matriz 3.1.4.  Tipo petrográfico TP4: cerámicas
de naturaleza cuarzo-feldespática muy heterogé- homogéneas homométricas
nea tanto a nivel del tamaño de grano de las in-
clusiones no-plásticas de la matriz (con geome- El tipo petrográfico TP4 se caracteriza por una
trías subredondeadas a subangulosas) como en la matriz arcillosa, de color preferentemente ana-
abundancia de las mismas. El tamaño de grano de ranjado-rojizo, con abundantes inclusiones no-
las inclusiones varía entre limo muy fino y limo plásticas de naturaleza cuarzo-feldespática (0,03-
medio-grueso (0,02-0,05 mm) (fig. 6.5). 0,1 mm), con micas moscovíticas (0,05-0,2 mm).

Figura 6.5.  Microfotografías de las cerámicas del tipo petrográfico 3 (TP3). A: cerámica ZAB-35 arenosas con texturas heterométricas
seriadas, np, B: cerámica ZAB-35 con inclusión de cuarzo automorfo, nc, C: aspecto general de la cerámica ZAB-35 de textura porfí-
dica, np, D: cerámica ZAB-35, obsérvese la variabilidad de las inclusiones (np: nícoles paralelos, nc: nícoles cruzados)
120 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

Las inclusiones no-plásticas son mayoritaria- cluidas en este tipo petrográfico. Sin embargo, la
mente de tendencia subangulosa. Cabe desta- textura de la pieza ZOR-11 es ligeramente dife-
car, el carácter homogéneo y homométrico de las rente, con tendencia porfídica, pero la geometría
inclusiones no-plásticas en cuanto a tamaño de angulosa de las inclusiones no-plásticas es muy
grano, así como en su trama (fig. 6.6). similar.
Este tipo petrográfico es muy específico tanto
en el color rojizo de la pasta como en la forma,
el tamaño y la abundancia de las inclusiones 3.1.5.  Tipo petrográfico TP5: cerámicas arenosas
no-plásticas. No obstante, considerando las ca- con minerales autigénicos
racterísticas microscópicas de la pasta, también
se incluye dentro de este tipo petrográfico la El tipo petrográfico TP5 comprende cerámi-
pasta 11A (GOBBATO, ELORZA, 2012) del yaci- cas con pastas de tendencia arenosa de grano fino
miento de Zornoztegi definida a partir de dos ce- de tendencia heterométrica. Una característica
rámicas correspondientes a formas cerradas: una distintiva de este tipo petrográfico es la presencia
pieza elaborada a torno lento (ZOR-11) y otra en de cuarzos de naturaleza autigénica tanto en la
torno rápido (ZOR-12), de color marrón oscuro. matriz como en la fracción grosera. En este tipo
La cerámica elaborada a torno rápido (ZOR-12) petrográfico la variación del tamaño de las inclu-
presenta una fábrica idéntica a las cerámicas in- siones no-plásticas es notable y así como la abun-

Figura 6.6.  Microfotografías de las cerámicas del tipo petrográfico 4 (TP4). A: cerámica ZAB-16 arenosa homogénea, homométrica
de tendencia angulosa, np y B: aspecto general arenoso de ZAB-16, obsérvese en la diagonal de la fotografía el desarrollo de micas,
nc, C: cerámica ZOR-34 arenosa, homométrica, np y D: cerámica ZOR-34 en que se observa los desgrasantes finísimos de tendencia
angulosa, nc (np: nícoles paralelos, nc: nícoles cruzados)
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 121

dancia de los mismos. Hay pastas de tendencia matriz, también es habitual la presencia de nódu-
arcillosa con inclusiones cuarzo-feldespáticas con los de color marrón de tamaño de grano variable
una distribución de tamaños de tipo porfídico, (0,03-0,2 mm), de forma ocasional, aparecen pi-
con cuarzos autigénicos de tamaño de grano in- roxenos, fragmentos de rocas ofíticas, cuarcitas y
ferior a 10-30 μm en la matriz y de tamaño de grogs (fig. 6.7).
grano <250 μm, y algún cuarzo de hasta 700 μm, Dentro del total de las cerámicas estudiadas
en la fracción grosera. Estas pastas se correspon- existen varias muestras que también contienen
den con las cerámicas ZAB-3, ZAB-4, ZAB-6, en su matriz materiales similares a las que inclu-
ZAB-8 Y ZOR-25. Además, hay pastas arenosas yen las litologías del Keuper. Por ejemplo, la cerá-
(ZAB-39, ZOR-7, ZOR-17, ZOR-18, ZOR-27), mica ZAB-9 clasificada texturalmente dentro del
con una abundancia desigual de inclusiones no tipo petrográfico TP1 presenta ocasionalmente
plásticas en la matriz de tamaño de grano entre inclusiones no-plásticas de cuarzos autigénicos,
30-60 μm, y con cuarzos autigénicos, tanto en la algún piroxeno, y mineral evaporítico, Por tanto,
matriz como en la fracción grosera, alcanzando este hecho nos hace reflexionar sobre los pro-
estos últimos tamaños entre 80-400 μm. Las geo- cesos de refinamiento de la materia prima en la
metrías de las inclusiones no-plásticas exhiben elaboración de las cerámicas y a su vez, sobre los
geometrías variables entre subangulosas-angulo- criterios utilizados de adscripción a un tipo pe-
sas y subredondeadas de baja esfericidad. En la trográfico u a otro. En este tipo petrográfico al

Figura 6.7.  Microfotografías de las cerámicas del tipo 5 (TP5). A: cerámica ZAB-6 arenosa fina con desgrasante de cuarzo autigénico,
np, B: cerámica ZAB-6, obsérvese el desgrasante de cuarzo, nc, C: cerámica ZOR-7 arenosa grosera con desgrasantes de cuarzo
autigénico, np y D: cerámica ZOR-7 en que se observa un cuarzo de tamaño de grano grueso, nc (np: nícoles paralelos, nc: nícoles
cruzados)
122 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

TP1 TP2 TP3 TP4 TP5


media mín. máx. media mín. máx. media mín. máx. media mín.. máx. media min max
SiO2 64,96 58,60 68,16 54,29 44,87 63,67 70,70 68,33 73,06 68,61 67,23 70,23 67,65 64,73 70,25
Al2O3 23,39 14,50 30,36 13,37 11,96 14,83 17,36 15,65 19,07 18,28 17,18 19,44 16,61 14,95 18,87
Fe2O3t   4,91 2,53 8,86   4,81 3,28 6,69   6,17 5,47 6,86   6,38 5,98 7,31   7,29 5,83 8,74
MnO   0,02 0,01 0,05   0,10 0,03 0,06   0,03 0,02 0,03   0,03 0,02 0,03   0,04 0,02 0,08
MgO   1,01 0,50 1,54   2,95 0,76 6,96   0,99 0,66 1,32   1,10 1,03 1,21   3,49 1,82 5,13
CaO   1,18 0,39 1,79 20,86 14,53 32,84   0,97 0,81 1,13   0,80 0,50 1,38   1,02 0,59 1,38
Na2O   0,46 0,30 0,81   0,39 0,25 0,49   0,46 0,45 0,47   0,67 0,57 0,82   0,48 0,38 0,57
K2O   2,80 1,61 3,66   1,72 1,69 1,78   2,31 2,17 2,45   3,23 3,08 3,37   2,16 1,98 2,35
TiO2   1,03 0,82 1,31   0,75 0,54 1,04   0,90 0,89 0,91   0,80 0,73 0,87   1,12 1,07 1,24
P2O5   0,23 0,05 0,37   0,79 0,39 1,08   0,12 0,10 0,14   0,11 0,04 0,39   0,15 0,05 0,35
Tabla 6.2.  Intervalo de variación y promedio de la composición química de los diferentes tipos petrográficos reconocidos para las
cerámicas de los yacimientos de Zornoztegi y Zaballa

utilizar como parámetro definitorio la presencia petrográficos TP4 y TP5 se caracterizan por pre-
de cuarzos autigénicos tanto en la matriz como sentan contenidos altos en hierro, con promedios
en la fracción grosera se han incluido en el tipo de Fe2O3 de 6,4% y 7,3% respectivamente. Ambos
petrográfico, por un lado, pastas arcillosas y pas- tipos petrográficos se diferencian en titanio (tipo
tas arenosas. petrográfico TP5, TiO2  =  1,1%; el tipo petrográ-
fico TP4, TiO2 = 0,8%) y en potasio (el tipo petro-
gráfico TP4, K2O  =  3,2%; tipo petrográfico TP5,
3.2.  Estudio geoquímico K2O = 2,2%) (tabla 6.2).
Para la representación gráfica de los datos
Los análisis químicos han permitido caracteri- químicos, la concentración de los elementos ma-
zar las cerámicas de ambos yacimientos, así como yoritarios (expresado en % en peso del óxido) ha
definir la composición química de los diferentes sido recalculado a 100% en base seca, es decir,
tipos petrográficos. La variabilidad química es descartando la pérdida de volátiles por calcina-
reflejo de las características mineralógicas de las ción y, así, evitar cualquier influencia y disper-
pastas que se puede atribuir, principalmente, a sión composicional debido a procesos de rehidra-
las diferencias cuantitativas en la cantidad de in- tación durante el soterramiento. Los diagramas
clusiones no-plásticas, la naturaleza y abundancia de variación alúmina (Al2O3) frente a los óxidos
de los desgrasantes, así como a la propia natura- permite observar la variación en composición de
leza de la arcilla. las pastas cerámicas estudiadas. Los diagramas
Las cerámicas del tipo petrográfico TP1 mues- de variación se han representado en dos seccio-
tran los contenidos más variables en todos los nes, ya que la representación conjunta de todos
elementos químicos, y los más elevados en alu- los tipos de pasta (incluyendo el tipo petrográfico
minio, con un valor promedio en Al2O3 de 65,0% TP2, con un contenido alto de CaO), provoca un
(tabla 6.2). El tipo petrográfico TP2 muestra el efecto de miopía que enmascara las diferencias
contenido más bajo en SiO2 y el más alto en CaO químicas del resto de los tipos petrográficos. Los
debido al contenido de desgrasantes calcáreos. diagramas de variación de la sección derecha no
Las cerámicas del tipo petrográfico TP3 son ricas incluyen las muestras del tipo petrográfico TP2
en SiO2 con un contenido promedio de 70,7% con (fig. 6.8).
una variabilidad elevada en sílice y en aluminio; Los diagramas de variación representan el
coherente con los rasgos texturales de la matriz contenido de los diferentes elementos químicos
de este tipo de pasta, caracterizada cantidades va- frente al contenido en Al2O3. Se ha seleccionado
riables de feldespato potásico/cuarzo. Los tipos como índice de variación el aluminio por ser el
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 123

Figura 6.8.  Diagramas de variación de las cerámicas analizadas de los yacimientos de Zornoztegi (símbolos en gris) y del yacimiento
de Zaballa (símbolos en negro). Los diagramas de la izquierda incluyen todos los tipos petrográficos, en los de la derecha se excluye el
tipo petrográfico TP2. Leyenda: círculos rellenos: TP1, triángulos abiertos: TP2, rombos: TP3, triángulo invertido relleno: TP4, cuadrado
relleno: TP5
124 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

elemento químico que presenta mayor intervalo maduras (fig. 6.9). Sin embargo, el tipo petro-
de variación composicional, con contenidos en gráfico TP2 presentan valores superiores siendo
Al2O3 variables entre el 12% y el 30% en peso. En el resultado químico derivado del elevado con-
la figura 8 se observa como las cerámicas decan- tenido en desgrasantes carbonatados. La repre-
tadas del tipo petrográfico TP1 presentan la ma- sentación del índice ICV frente a la relación alu-
yor dispersión en cuanto al contenido en Al2O3 minio/potasio, ambos indicativos del grado de
desde un 15% hasta el 30%, mientras que las madurez de los sedimentos, indican pastas con
muestras del tipo petrográfico TP5, con cuarzos diferentes grados de madurez, dibujando dife-
autigénicos, son las que muestran el mayor con- rentes áreas de dispersión. El tipo petrográfico
tenido en TiO2 y menor contenido en Al2O3. Las TP4 (cerámicas homogéneas-homométricas) de-
cerámicas del tipo petrográfico TP4, homogéneas fine un grupo composicional muy restringido
y homométricas, son las que mayor contenido en con valores bajos del ICV y de la relación Al2O3/
álcalis (Na2O y K2O) muestran. Las pastas del tipo K2O. El tipo petrográfico TP5 (con cuarzos auti-
petrográfico TP2 presentan los menores conteni- génicos), en general presenta valores de ICV in-
dos en Al2O3y mayores en CaO, resultado de la feriores a la unidad y la relación aluminio-hierro
adición de carbonatos como desgrasantes. es la más baja del conjunto de muestras estudia-
El índice de variabilidad composicional (ICV) das. Las cerámicas decantadas del tipo TP1 pre-
definido como [(ICV  =  (Fe2O3  +  K2O  +  Na2O  + sentan un grado de madurez elevado con los va-
CaO  +  MgO  +  MnO  +  TiO2)/Al2O3)] suele ser lores más bajos del índice ICV, aunque presenta
utilizado como medida de la madurez composi- valores en las relaciones Al 2O 3/K 2O y Al 2O 3/
cional de las rocas sedimentarias tipo mudstone Fe2O3 muy variables. Este tipo petrográfico co-
o lutitas detríticas (COX et alii, 1995). Los va- rresponde a pastas enriquecidas en minerales de
lores de ICV superiores a la unidad reflejan la la arcilla bien debido al proceso manipulación
abundancia en silicatos, diferentes a los minera- o bien por el empleo de arcillas decantadas de
les de la arcilla, y son representativos de muds- forma natural. Las cerámicas del tipo petrográ-
tones inmaduras. Los valores de ICV inferiores a fico TP3 presentan características químicas si-
la unidad son típicos de mudstones maduras, lu- milares a las pastas del TP5 (fig. 6.9). Por último,
titas con predominio de minerales de la arcilla las cerámicas desgrasadas con calcitas y rocas
(CULLERS, PODKOVYROV, 2002). Las cerámi- calcáreas (TP2) muestran valores altos en el ín-
cas analizadas de los distintos tipos petrográficos dice ICV, y valores variables en la relación Al2O3/
presentan mayoritariamente valores de ICV infe- K2O, reflejo de la variabilidad mineralógica de los
riores a la unidad, correspondientes a mudstones componentes de la matriz.

Figura 6.9.  Diagrama binario que incluye el Índice de Variabilidad Composicional (ICV) vs la relación Al2O3/K2O (izquierda, A) y la relación
Al2O3/Fe2O3 vs. Al2O3/K2O (derecha, B) para las cerámicas del yacimiento de Zornoztegi (símbolos en gris) y del yacimiento de Zaballa
(símbolos en negro). Leyenda: círculos rellenos: TP1, triángulos abiertos: TP2, rombos: TP3, triángulo invertido relleno: TP4, cuadrado
relleno: TP5
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 125

Figura 6.10.  Dendrogramas donde se muestran los agrupamientos de las variables químicas con los componentes de las
pastas (A) y los resultados del análisis cluster para los tipos petrográficos en base a los contenidos en elementos mayores y
elementos traza (B). Leyenda: círculos rellenos: TP1, triángulos abiertos: TP2, rombos: TP3, triángulo invertido relleno: TP4,
cuadrado relleno: TP5. Símbolos en gris corresponden a cerámicas del yacimiento de Zornoztegi y símbolos en negro a los
del yacimiento de Zaballa
126 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

La estadística multivariante permite estable- las cerámicas homogéneas con inclusiones ho-
cer la correlación entre las variables químicas mométricas de tendencia angulosa, ricas en álca-
y relacionar las muestras de composición quí- lis y pobres en titanio. En este cluster se incluye la
mica similar. Se ha determinado conglomera- muestra ZOR-11 correspondiente a la pasta 11A
dos jerárquicos por el método de agrupamiento y clasificada como tipo petrográfico TP1 que pre-
Ward (WARD, 1963) donde los nuevos conglo- senta similitudes mineralógicas con el TP4. Las
merados se crean intentando minimizar la suma cerámicas del tipo petrográfico TP4 se caracteri-
de cuadrados total de las distancias dentro de zan por incluir arcillas ricas en potasio y pobres
cada grupo o cluster. Las variables consideradas en titanio. En el cluster (3) se incluye la muestra
en este estudio incluyen los elementos quími- ZOR-11 clasificada como TP1, que junto con la
cos mayoritarios junto con los elementos traza. muestra ZOR-12 constituye la pasta 11A de co-
Para el cálculo se han estandarizado las varia- lor marrón en Zornoztegi. Esta última cerámica
bles según una puntuación Z o estandarización corresponde al tipo petrográfico TP4 aunque di-
con media cero y desviación típica de 1, ya que fiere en el color mientras que la muestra ZOR-11
el intervalo de variación de las variables es muy texturalmente se ha asignado al tipo petrográfico
diferente (tanto por ciento en peso o partes por TP1, presentan algunas características mineraló-
millón según consideremos elementos mayori- gicas que recuerdan a las pastas del TP4.
tarios o elementos traza). La figura 10 muestra
los agrupamientos de las variables utilizadas que
pueden relacionarse con los componentes de las 4.  Discusión
pastas, ya sea componentes plásticos (o arcillas),
los componentes no-plásticos y los desgrasantes En una aproximación a la correlación entre los
añadidos. El primer agrupamiento (a) relaciona tipos petrográficos y los tipos de pasta macroscó-
los minerales detríticos, los minerales más resis- picos, los resultados se pueden considerar cohe-
tentes a los ciclos sedimentarios en el extremo rentes, a pesar de la existencia de diversos tipos
superior del diagrama (a1), circón, cuarzo y fel- petrográficos en diversos tipos de pastas. Las ce-
despato potásico, frente a minerales relacionados rámicas depuradas están constituidas varios ti-
con el retrabajado de materiales relacionados con pos de pastas depuradas y/o decantadas, es decir,
los diapiros del Keuper (a2), como por ejemplo, se corresponden con los tipos petrográficos TP1,
los piroxenos. El segundo agrupamiento se rela- TP4 mayoritariamente; aunque pastas de los ti-
ciona con los desgrasantes de carbonatos añadi- pos TP 3, y TP5 de granulometría mas fina, tam-
dos durante la elaboración de las cerámicas (b). bién pueden adscribirse a este tipo de pastas de-
El tercer agrupamiento se relaciona con los com- puradas. Cabe destacar el caso del tipo de pasta
ponentes plásticos de la matriz, diferenciando los depurada 5A (GOBBATO, ELORZA, 2012), que
minerales de la arcilla en el subgrupo (c1), de las se correlaciona directamente con el tipo petro-
pequeñas inclusiones de mica (c2). gráfico TP4 y se utiliza preferentemente para la
El dendrograma construido a partir de los da- manufactura de jarras (si bien este tipo petro-
tos químicos agrupa mayoritariamente los prin- gráfico también se reconocido en otros tipos de
cipales tipos petrográficos en diferentes clusters pasta, por ejemplo, 2A y 11A). Las cerámicas de
(fig. 6.10). En el extremo superior, el cluster (1) pasta grosera fina están constituidas por pastas
incluye muestras del tipo petrográfico TP1, ri- de los tipos TP2 y TP5 preferentemente, y el tipo
cos en minerales de la arcilla. El cluster (2) agrupa minoritario TP8. Por último, las cerámicas de
los tipos petrográficos TP3 y TP5 caracteriza- pasta grosera se vinculan con los tipos petrográfi-
dos por la abundancia de cuarzos de tamaño de cos TP2 y TP5 preferentemente y en menor me-
grano medio-grueso e incluso una pieza del TP1 dida con el tipo TP3.
con escasas y pequeñas inclusiones de cuarzo au- Son varios los factores que influyen en la ca-
tigénico. En el extremo inferior de la figura se lidad de correlación entre las pastas y tipos pe-
encuentra el cluster (4) agrupando el tipo petro- trográficos. Estos factores tienen que ver con los
gráfico TP2 de pastas desgrasadas con fragmen- diferentes criterios en la asignación de los tipos
tos calcáreos, caracterizado por tener elevados de pasta, y/o la selección del fragmento a la hora
contenidos en calcio. El cluster (3) se corres- de realizar una lámina delgada. Hay que tener en
ponde con el tipo petrográfico TP4 definido por cuenta que las características microscópicas/tex-
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 127

turales de la pasta pueden variar en diferentes misma tecnología. Estos materiales han sido data-
partes de la cerámica, incluso de una parte a otra dos en el siglo x en el yacimiento de Zornoztegi,
en la lámina delgada, y también, en la objetividad y, por consiguiente, la presencia de estos mate-
del ojo desnudo a la hora adscribir una textura. riales en otros yacimientos podría servir como
La clasificación macroscópica de las pastas no marcador cronológico. Por el contrario, las ollas
solamente considera la mineralogía/litología de procedentes de los contextos más antiguos, si-
la pasta sino también otros criterios tales como, glos vi-x, se elaboran con pastas de diferentes ti-
textura, dureza, coloración, el modo de factura, pos petrográficos, fundamentalmente con el tipo
modo de cocción y el tratamiento de la super- petrográfico TP2 y, en menor medida, con pastas
ficie entre otros (GOBBATO, ELORZA, 2012; de los tipos petrográficos TP5. Las pastas grose-
GRASSI, en prensa) además de criterios funcio- ras finas se realizan con arcillas desgrasadas con
nales, tecnológicos de revestimiento de cerámicas carbonatos o arcillas con presencia de cuarzos
y de manufactura. Asimismo, hay que tener en autigénicos, o arcillas ricas en cuarzo y feldes-
cuenta la dificultad en el reconocimiento inequí- pato. Por su parte, las pastas groseras se elaboran
voco de algunos minerales al ojo desnudo o bajo con arcillas con características similares a las pas-
la lupa, por ejemplo, cuarzos autigénicos bien tas groseras finas, pero con arcillas de tamaño de
formados frente a carbonatos. También la obser- grano más grueso y/o desgrasadas con fracciones
vación de texturas finas/muy finas de mineralogía más groseras.
similar dificulta la definición de ciertas láminas Como se ha comentado previamente, la carac-
delgadas a tipos petrográficos concretos. Si bien, terización mineralógica y textural de las pastas
el estudio petrográfico solo considera aspectos cerámicas permite ahondar no solo en el cono-
mineralógicos y texturales, de modo que los mis- cimiento de la tecnología de la elaboración, sino
mos materiales pueden utilizarse para crear pie- también en el conocimiento de la naturaleza de
zas elaboradas a mano, a torno lento o a torno las arcillas primarias. Una de las primeras cues-
rápido, con diferentes acabados y diferentes fun- tiones planteadas se refiere a la selección de las
cionalidades y pueden compartir características arcillas y/o la manipulación de las materias pri-
microscópicas. Por tanto, los mismos tipos de pe- mas a la hora de explicar las diferencias texturales
trográficos podrán corresponder a diferentes pas- que se pueden observar en las cerámicas decanta-
tas macroscópicas. Por otro lado, cuando se con- das del tipo petrográfico TP1. Estas diferencias
sidera los aspectos tecnológicos y formales como en la textura de estas pastas pueden corresponder
un factor importante en la definición de una —de forma no excluyente— a los siguientes fac-
pasta, debemos recordar que arcillas de diferente tores: i) diferentes fracciones granulométricas de
composición y procedencia pueden ser utiliza- materia prima que varía en el tamaño de grano y
das empleando la misma tecnología y generar las en la abundancia de las inclusiones no-plásticas
mismas piezas con acabados similares. Por tanto, de forma natural; ii) diferentes fracciones deriva-
pastas iguales estarán constituidas por tipos pe- das de un proceso de manipulación previa o pu-
trográficos diferentes. rificación de las arcillas; y iii) arcillas proceden-
Al comparar los tipos petrográficos con el re- tes de diferentes áreas geográficas y geológicas.
pertorio morfológico se observan algunas rela- En este sentido, la muestra ZAB-9 que ha sido
ciones unívocas, por ejemplo, el empleo de pastas incluida en el tipo petrográfico TP1 presenta es-
del tipo petrográfico TP4 para la fabricación de casas inclusiones no-plásticas de naturaleza si-
jarras durante los siglos x del yacimiento de Zor- milar a las del tipo petrográfico TP5 (minerales
noztegi. Sin embargo, para el caso de Zaballa no relacionados con materiales del Triásicos o sus
se ha podido adscribir una forma cerrada especí- productos secundarios a partir de la denudación
fica al tipo petrográfico TP4. La gran homogenei- de dichos materiales). Por tanto, la pieza ZAB-9
dad textural de este tipo petrográfico TP4 sugiere podría haber sido elaborada con una arcilla simi-
que estas formas cerradas de Zaballa, por com- lar a las utilizadas para la elaboración de las ce-
paración textural con las de Zornoztegi, corres- rámicas del tipo petrográfico TP5, a la cual han
ponderían igualmente a jarras. La homogeneidad purgado las inclusiones de cuarzos autigénicos de
textural y química de la pasta del tipo petrográ- tamaño de grano grueso, prevaleciendo algunos
fico TP4 indica que las jarras pueden proceder de grano fino. Por tanto, esta pieza se ha elabo-
del mismo taller y que se han elaborado con la rado tecnológicamente de forma similar al resto
128 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

de las muestras del tipo TP1 (según indica la tex- La composición química de las cerámicas es
tura, tamaño y distribución de partículas), mien- el resultado de la combinación de uno o de va-
tras que la procedencia de los materiales fuente rios de los siguientes factores: i) utilización de
sería diferente, y afín a las cerámicas del tipo TP5 materiales fuente específicos; ii) consecuencia
según indica la mineralogía. Además, las débiles del proceso de la manipulación y elaboración de
diferencias observadas en las texturas de las pas- la cerámica; o iii) producto del uso intensivo de
tas de grano fino (TP1) referidas a la abundan- las piezas. Por lo tanto, no siempre es directa la
cia de las inclusiones no-plásticas pueden no ser correlación entre la composición química y la
causadas únicamente por variaciones en la abun- procedencia de las materias primas. Un trabajo
dancia de arcillas resultado del proceso de refi- petrográfico detallado permite entender las va-
nado/decantación, sino que deben proceder de riaciones químicas y realizar una correlación de
entornos geológicos diferentes tal y como indi- la composición química de cada tipo petrográ-
can sus características químicas. En este sentido, fico. Cuanto más específicas son las característi-
la existencia de relaciones elementales variadas cas petrográficas válidas para definir tipos de pas-
(por ejemplo, Al2O3/Fe2O3) es consecuencia de tas, mejor es la correlación entre la petrografía y
la presencia minerales de la arcilla de naturaleza la composición química. La caracterización quí-
diferente, antes que a procesos de dilución por mica de las diferentes cerámicas altomedievales
cuarzo u otros desgrasantes. Sin embargo, la va- de la Llanada Alavesa ha permitido definir cuatro
riación continua en estas relaciones puede ser re- grupos composicionalmente homogéneos que es-
sultado de mezclas de arcillas, quizás durante el tán relacionados directamente con los tipos pe-
proceso de preparación para la elaboración de las trográficos reconocidos (fig. 6.8). De acuerdo con
piezas. los datos químicos habría al menos tres áreas de
Por lo respecta al tipo petrográfico TP2 o pas- procedencia de las arcillas dejando al margen el
tas desgrasadas con fragmentos calcáreos y cal- tipo petrográfico TP1 (recordemos que este tipo
citas, la matriz presenta una composición mine- petrográfico puede corresponder a mezcla de ar-
ralógica variada que queda también reflejada en cillas o a arcillas de naturaleza variada). Pode-
su composición química (fig. 6.9). En este caso, la mos considerar un área de procedencia específica
mineralogía de la matriz es reflejo del tipo arci- (aunque en el momento de conocimiento actual
lla utilizada en su elaboración de las cerámicas y no la podemos definir geográficamente) para las
solo, en algunos casos, se puede reconocer la uti- pastas del tipo petrográfico TP4 utilizadas casi
lización de arcillas procedentes de áreas o cuen- exclusivamente en la elaboración de jarras. Otra
cas que recogen materiales evaporíticos. Este es el área de procedencia de las arcillas, correspon-
caso de las muestras ZAB-5, ZOR-21 y ZOR-22. diente a los tipos de pasta TP5 y TP3, relacionada
Por el contrario, en el resto de las muestras no se con materiales de la facies Keuper de alguno de
ha observado ningún criterio que permita suge- los diapiros próximos. Estas arcillas no corres-
rir áreas, regiones o materiales de procedencia. ponden a las arcillas abigarradas que forman la
Por lo tanto, la procedencia de las arcillas utiliza- facies Keuper, sino que proceden de sedimentos
das para la elaboración de este tipo de cerámica, cuaternarios formados a partir de la denudación
es variada. Por lo menos, pueden provenir de dos y retrabajamiento donde los materiales triásicos
áreas fuente diferentes. de los diapiros (facies Keuper ± ofitas). Estos ma-
El tipo petrográfico TP3 es un tipo poco fre- teriales se han utilizado preferentemente para
cuente en ambos yacimientos y corresponde a la elaboración de las cerámicas grosera y gro-
formas cerradas y texturalmente es muy hetero- sera fina. Y la existencia de, al menos dos áreas
géneo. Este tipo de pasta presenta una textura de procedencia diferentes para las arcillas de las
microporfídica/seriada que le confiere, en oca- pastas del tipo TP2, tal y como apuntan las carac-
siones, algunos rasgos similares a las muestras del terísticas petrográficas y químicas. Sin embargo,
tipo petrográfico TP5 y químicamente de posi- una de ellas debe estar relacionada con la proce-
cionan con estas últimas. Por ultimo, el tipo pe- dencia equivalente a la descrita para los tipos TP3
trográfico TP5 se caracterizada la presencia de y TP5. En estas pastas (TP2) utilizadas para la ela-
cuarzos autigénicos que indica la utilización de boración de cerámicas groseras y groseras finas se
arcillas procedentes de la denudación de materia- añaden carbonatos de naturaleza y, por tanto, de
les Triásicos. procedencia diferente. Esto sugiere la existencia
Arqueometría de la cerámica común altomedieval en Álava 129

de un modo de elaboración bastante estandari- podido purgar las fracciones mas groseras du-
zado, pero utilizando recursos locales y por tanto, rante la elaboración de las piezas. Por último, la
materia prima de naturaleza variada. cerámica depurada preferentemente corresponde
En resumen, todas las cerámicas estudiadas a arcillas que han sido previamente decantadas o
en este trabajo deben tener procedencia local o purificadas. Las cerámicas depuradas se elaboran
paralocal, si bien ni los datos petrográficos ni los preferentemente con el tipo petrográficos TP1
datos químicos permiten proponer un área geo- y TP4, las cerámicas groseras finas con los tipos
gráfica concreta para el abastecimiento de las ar- petrográficos TP5 y las cerámicas groseras con
cillas. Todas las arcillas utilizadas deben corres- el tipo petrográfico TP2. En este sentido, se ob-
ponder a sedimentos cuaternarios formados a serva la existencia de una selección de barros y/o
partir materiales geológicos de naturaleza simi- una manipulación específica para la manufactura
lar. Únicamente las cerámicas del tipo TP5 y TP8 de algunas piezas específicas, como es el caso de
presentan características petrográficas que indi- las jarras y las ollas. Estas formas cerradas se ela-
can procedencia relacionada con el desmantela- boran con pastas del tipo petrográfico TP4 mien-
miento y retrabajado de materiales triásicos rela- tras que para las ollas se utilizan pastas del tipo
tivamente próximos a los yacimientos estudiados petrográfico TP2 respectivamente. Por lo tanto,
(fig. 6.1). los datos apuntan a modos de producción espe-
cializados tanto en la elección de la arcilla, mani-
pulación y manufactura en la cerámica de la Lla-
5.  Conclusiones nada Alavesa.
La composición química de las cerámicas per-
Este trabajo se centra en el estudio de la pro- mite agruparlas en cuatro grupos de pastas. Sin
ducción y consumo de la cerámica de la Llanada embargo, estos grupos incluyen cerámicas elabo-
Alavesa a lo largo de los siglos vi-x a partir de radas con arcillas procedentes de diferentes áreas
estudios previos sobre el repertorio cerámico en fuente. La discrepancia entre los resultados de los
dos asentamientos de ocupación continua situa- datos químicos y los datos mineralógicos puede
dos en ambos extremos de la Llanada Alavesa, es- deberse a varios factores: (i) adicción de carbo-
tos son: las aldeas de Zaballa y de Zornoztegi. natos que enmascara las características quími-
Las pastas cerámicas se definieron desde una cas distintivas propias de las diferentes arcillas
perspectiva arqueológica tanto a partir de crite- con las que se han elaborado las piezas, (ii)  pre-
rios funcionales reconociéndose tres grupos mor- sencia de los mismos componentes mineralógi-
fológicos: ollas para cocinar; cuencos y jarras para cos (por ejemplo, cuarzo o feldespatos) pero con
servir y orzas para almacenar y conservar, como a diferente granulometría, diferente hábito o geo-
partir de criterios tecnológicos tal como el análi- metría que indican diferente procedencia y/o re-
sis de las pastas, de revestimientos y de fabrica- trabajamiento en el ciclo sedimentario. Por lo
ción; clasificándose la cerámica en: cerámica gro- tanto, la interpretación de los grupos químicos en
sera, cerámica grosera fina y cerámica depurada. un sentido de procedencia de las materias primas
Por otra parte, los tipos petrográficos de pasta debe hacerse con suma cautela y preferentemente
se han definido en base al análisis petrográfico. apoyado con los datos petrográficos.
La caracterización microscópica indica una so- Además, la tecnología de elaboración asociada
fisticada selección y/o manipulación de las arci- a este contexto temporal permite constatar la pre-
llas que se mantienen a lo largo del periodo estu- valencia de las fuentes de aprovisionamiento ade-
diado, desde el siglo vi hasta el siglo x. más del modo de procesar los materiales fuente,
Se han reconocido cinco tipos petrográficos manipulación y de manufactura involucrados en
de pasta que indican una selección de arcillas y la fabricación de cerámica en la Llanada Alavesa.
en especial un modo de elaboración específico También se ha comprobado la existencia de tra-
para cada una de las tipologías de las cerámicas. diciones tecnológicas específicas en la manera de
De este modo, la cerámica grosera preferente- elaborar el repertorio cerámico; por ejemplo, el
mente está desgrasada con carbonatos. En el caso tipo petrográfico TP4 debe de corresponder a un
de la cerámica grosera fina, se emplean arcillas ri- taller concreto. Las características distintivas de
cas en inclusiones no plásticas, pero de granulo- esta pasta del TP4 permiten utilizar este tipo de
metría menor y corresponden a arcillas a las han pasta como material guía de datación, así como
130 Ainhoa Alonso-Olazabal, Luis Ángel Ortega, M.ª Cruz Zuluaga, Juan Antonio Quirós Castillo

marcador de movilidad de las cerámicas (mayo- DOMÍNGUEZ A., SÁENZ DE URTURI F., OR-
ritariamente corresponden a jarras) a lo largo de TEGA L. A., 2001c, Caracterización ceramoló-
la Llanada Alavesa. Esta movilidad de piezas per- gica de las formas cerámicas de época medie-
mite divisar la interacción social entre aldeas du- val en el despoblado de Legardagutxi (Álava),
rante el periodo analizado. Isturiz 11, pp. 7-22.
Los materiales fuente empleados deben tener de DOMÍNGUEZ A., ZULUAGA M. C., ORTEGA
carácter local/paralocal debido a la cercanía de los L. A., 2001a, Estudio de la cerámica bajo-
materiales arcillosos asociados a llanuras de inun- medieval en Vitoria, a través de la interven-
dación o a depósitos aluviales. En general, en el mo- ción practicada en Manzana II, Isturiz 11,
mento actual del conocimiento, no se puede es- pp. 23-49.
tablecer área o entornos de procedencia para las DOMÍNGUEZ A., ZULUAGA M. C., ORTEGA
cerámicas. Solamente algunas pastas presentan in- L. A., 2001b, Estudio preliminar de la cerá-
clusiones no-plásticas que retienen información de mica bajomedieval en Vitoria a través de la
las arcillas originales y que permiten relacionarlas intervención practicada en la Manzana II,
con áreas de procedencia geológica concreta. Aque- III Actas Congreso Nacional de Arqueometría,
llas pastas que presentan minerales evaporíticos Sevilla, pp. 301-314.
y/o fragmentos de rocas asociados a los diapiros del ESTEBAN DELGADO M., MARTÍNEZ SAL-
Triásico, sugieren que la materia prima utilizada co- CEDO A., ORTEGA CUESTA L., ALONSO
rresponde a sedimentos cuaternarios formados a OLAZABAL A., IZQUIERDO MARCUAETA
partir de la denudación y retrabajado de las rocas M. T., RECHIN F., ZULUAGA IBARGA-
que afloran en los diapiros alaveses. En cualquier LLARTU M. C., 2012, La cerámica común
caso, es difícil de precisar el entorno geográfico con- romana no torneada de difusión Aquitano-
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7
New archaeometrical data on Red-painted pottery:
a case study from Northern Iberia
Francesca Grassi1, Cristina Fornacelli2

1
  ABSTRACT  2 económicas de las sociedades rurales en la Alta Edad
Media. Uno de los principales objetivos es identificar
In this contribution Red Painted pottery produced
los talleres y las producciones en el área del Ebro, con
in the nortwest of Iberian Peninsula from 8th century
el fin de identificar las producciones de cerámica local
to the 10-11th century is analyzed. This theme is one of
y foránea. La cerámica pintada en rojo tiene una dis-
those investigated in EarmedCastile project, financied
tribución limitada, y por lo tanto es susceptible de ser
by European Community. Earmedcastile project fo-
empleada como marcador de análisis social. Para ca-
cuses the study of pottery to reconstruct the dynamics
racterizar esta cerámica se han realizado análisis pe-
of social, political and economic life in the rural areas.
trográficos y químicos de yacimientos del valle del
One of the mayor objective is to identify workshops
Ebro (Tejuela, Peña Mazo, El Popilo, Tedeja, Poza de
and productions located in the upper Ebro valley
la Sal, Villabáscones) y el valle del Duero (Castrojeriz,
in early medieval times and distinguish between lo-
Caleruega). Los primeros resultados han demostrado
cal and non-local productions. Red Painted pottery is
el enorme potencial que tiene la Arqueometría a la
the only early medieval ceramic in the north of Spain
hora de analizar la tecnología, los talleres, la distribu-
with a painted decoration, also characterized by a lim-
ción y los patrones de consumo de esta producción.
ited distribution and low presence in the consumption
contexts. For this, chemical and petrographic investi- PALABRAS CLAVE:  arqueometría, cerámica altome-
gations have been carried out in order to better char- dieval, patrones de producción y distribución.
acterize this pottery from different sites located within
the Ebro basin (Tejuela, Peña Mazo, El Popilo, Tedeja,
Poza de la Sal and Villabáscones), as well as some sim-
ilar samples from other neighboring areas (Castrojeriz 1.  Introduction
and Caleruega, Duero Basin). The archaeometric re-
search on Red Painted pottery has shown the great po- In this article, medieval Red-painted pottery
tentiality of this analysis to enrich the information on
from eight medieval sites is analyzed, through ar-
craftsmanship, on the networks of trade and on pat-
terns consumption of settlements. chaeometrical analyses conducted on thirteen se-
lected samples. The Red-painted pottery prov-
KEYWORDs:  Archaeometry, Early Medieval Pottery, enance sites are located in the north-west of the
Production and Distribution systems. Iberian Peninsula, in the Miranda de Ebro ba-
sin, in the upper Ebro and in the area above the
Duero Valley. The chronology of the investigated
RESUMEN Red-painted pottery is from the 8th century to the
Esta contribución analiza la cerámica pintada en 10-11th century (table 7.1 and fig. 7.1).
rojo producida en el noroeste de la Península Ibérica This theme is one of those investigated in
desde el siglo viii hasta el siglo x-xi. El trabajo forma EarmedCastile project, financed by the EU, led by
parte del proyecto de investigación EARMEDCAS- Francesca Grassi at the University of the Basque
TILE, financiado por la Unión Europea. Este proyecto Country (GRASSI et alii, 2017)3. The Earmed-
tiene por objeto el estudio de la cerámica con el obje-
tivo de reconstruir las dinámicas sociales, políticas e
3
  The EARMEDCASTILE Project started in July 2015,
and has received funding from the European Union’s Hori-
1
  University of the Basque Country, fragrass20@gmail. zon 2020 Research and Innovation Programme under Grant
com Agreement N. 656540. <www.http://earmedcastile.blogspot.
2
  University of Siena, cristina100hs@hotmail.it com>.
134 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

Figure 7.1.  Red Painted Pottery distribution in the Nort of Spain. Black squares indicate sites subject to archeometric analysis

Site Fragments Chronology

Miranda de Ebro Sample 9: 8th-10th


Tejuela (Villanueva de Soportilla, Burgos) 2
Basin Sample 7: 8th-10th
Sample 8: 8th-10th
El Popilo (Herrán, Valle de Tobalina, Burgos) 3 Sample 1: 8th-11th
Sample 10: 9th-10th
Sample 4: 11th
La Peña del Mazo (Pajares, Valle de Tobalina, Burgos) 2
Sample 6: 8th-10th
High Ebro
Sample 5: 8th-9th
Tedeja (Trespaderne, Burgos) 2
Sample 13: 10th-11th
Poza de la Sal (El Castillo, Burgos) 1 Sample 3: 8th-9th
Villabascones, San Felices (Burgos) 1 Sample 2: 10th-11th
Caleruega, La Pudia (Burgos) 1 Sample 12: 10th
Duero Valley
Castrojeriz, El Castillo (Burgos) 1 Sample 11: 11th (12th?)
Table 7.1.  Contexts of provenance of Red Painted Pottery, quantity and chronology
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 135

Castile Project focuses on the study of the com- 2. State of the art and open issues
plex dynamics of social, political and economic
life in the rural areas of the ancient County of In Spain, Red-painted pottery has a very long-
Castile in the 6th-10th centuries. As ceramics are standing tradition, which can be traced to the
considered a marker of social and political com- centuries prior to the Roman conquest of the pe-
plexity, their systems of production, distribution ninsula, as shown by the ceramics with bands,
and consumption are analysed, in order to con- or geometric decoration, called “Celtiberian”,
tribute to the study of the political background to dating from the 6th-5th C BC until the 1st C BC
economic conditions, as well as the role of local (WATTENBERG GARCÍA, 1978; SÁNCHEZ
and central powers within a specific location and CLIMENT, 2015).
chronology. In the following centuries, during Roman rule,
One of the mayor objectives of the Earmed- concentrating only on the central and northern
Castile Project is to identify workshops and pro- part of the peninsula, we find a production of
ductions located in the upper Ebro valley in early Red-painted pottery which is entirely similar to
medieval times, and to distinguish between lo- previous productions. This ceramic ware, called
cal and non-local productions. Within this main in the literature “painted in the indigenous tradi-
objective, Red-painted pottery is the only early tion” so as to refer indirectly to Celtiberian ware,
medieval ceramic in northwestern Spain with a is dated as belonging to two chronological pe-
painted decoration, being also characterized by riods. The first is early imperial, peaking in the
a limited distribution and low presence in con- 1st C AD, and the second is later imperial, with
sumption contexts. a greater presence in the 4th C AD (ABASCAL
Accordingly, in recognition of its rarity in PALAZÓN, 1986). In the first production phase,
early medieval contexts, the hypothesis was for- the early imperial phase, the most important pro-
mulated that this pottery ware may have been duction centre was Clunia, located around 80 km
produced in specific areas, and probably had a south of Burgos, in the direction of Aranda De
high social value, or a value which was differ- Duero. In the second production phase, around
ent from all the other wares which were part of the 4th C AD, it is suggested that several produc-
domestic contexts, which were otherwise com- tion centres sprang up, throughout the Ebro val-
pletely devoid of slips, glazes or other decora- ley, in parallel with the continuation of other
tion, at least until the 11th century. This led to the workshops situated in the central Meseta (ABAS-
need to conduct a specific archeometric investi- CAL PALAZÓN, 1986: conclusions and fig. 4).
gation4, aimed chiefly at resolving the question As regards pottery forms, in this type of later
of the provenance of this class of ceramics, and production there are numerous closed vessels, in-
adding further technological data to that which cluding jugs and pitchers.
could already be observed macroscopically. The In the 5th-7th C AD, red-slip pottery does not
importance of the results obtained spurred us to seem to be present in published archeological
conduct a second sampling phase, which is still contexts. Despite this, for the Cantabria region
under way, which also comprised neighbouring a continuity has been suggested between indig-
geographical areas, such as the southern part of enous early imperial ceramic production and
Álava Province, so as to complete the characteri- early medieval painted pottery, judging by finds
zation of Red-painted pottery in terms of its dis- of painted ceramics from the late Roman villa
tribution and social associations. Moreover, for at Valdearados (Burgos), dated to between the
the new sampling, stratigraphic contexts were 5th and 7th C5. The same was also suggested for
chosen above all which had absolute dating by the Peña Amaya site (Burgos) in a recent study
means of C14, so as to also refine the work on (JAVIER QUINTANA LÓPEZ, in press).
chronologies, in parallel.

5
  The Roman villa of Valdearados was investigated in
the 1970s (ARGENTE OLIVER, 1979). The possibility of
4
  The Red-painted pottery research is carried out in col- continuity of production of Red-painted pottery, albeit well-
laboration between the University of Basque Country and founded, would today require a thorough chronological revi-
University of Siena, where the analyses were conducted. sion (PEÑIL MÍNGUEZ et alii, 1986: 227).
136 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

Figure 7.2.  Distribution of Red Painted pottery in the nortwestern of Spain on the basis of edited findings

What we know for certain in the case of the 128-130) and in Álava (AZKARATE GARAI-
early medieval period is that Red-painted pot- OLAUN, SOLAUN BUSTINZA, 2016), although
tery was made as of the 8th C AD, and was distrib- most presences seem to be located along the
uted in several parts of northern Spain. Indeed, course of the Ebro, in the area of Burgos and
Red-painted pottery is recorded in Cantabria Palencia, at least throughout the medieval pe-
and in the area between Burgos and Palencia riod. Indeed, north of Palencia, in what is now
(BOHI­GAS ROLDÁN et alii, 1989; GU­TIÉRREZ the Ebro reservoir, the only production centres
CUENCA, HIERRO GARATE, 2016), in Na­ of this pottery ware are known, including at least
varra (JUSUÉ SIMONENA, TABAR SARRIAS, four separate workshops active in the 11th and
1989: 16-17), in Bizkaia (GARCÍA CAMINO, 12th C. Unfortunately these workshops are now
1989: 88-89), in the area of León (GUTIÉRREZ underwater, in a reservoir created for hydroe-
GONZÁLEZ, BENÉITEZ GONZÁLEZ, 1989: lectric needs, and they were only mapped in the
232, 245)6, in Asturias (REQUEJO PAJÉS, 2016: 1980s thanks to a chance occasion when the res-
ervoir was drained (BOHIGAS ROLDÁN et alii,
1989: 118-119) (fig. 7.2).
6
  In the area of León, a pottery production with white As regards Red-painted pottery in the prov-
slip decoration is also known. This is regarded as an imi-
inces of Álava and Bizkaia, in other words in
tation of red-painted ware (GUTIÉRREZ GONZÁLEZ,
BENÉITEZ GONZÁLEZ, 1989; GUTIÉRREZ GONZÁLEZ, the Basque Country, a recent study on early
HERNÁNDEZ, 2016). medieval pottery investigated the repertoire of
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 137

shapes of this ware, its amounts, and production tery in the north of the Iberian Peninsula, marked
technologies. Summed up, literature about the by distinct production technologies, and very dif-
Basque Country reveals that Red-painted pot- fering fabrics as regards the degree of levigation.
tery is present in small quantities in this region, Furthermore, these productions are also
from the 8th to the first half of the 11th centuries. marked by an extended chronological range (8th
All the ceramics, recovered from 8 sites, can be to 11th C), and thus it remains to be understood
divided into two groups: single-wheel produced whether there were any changes within the pro-
with fine clay, and double-wheel produced with ductions, and what these changes may have been,
coarse clay. Moreover, these ceramics appear to and whether they correspond in any way to tech-
be only non-local, according to archaeometri- nological differences and differences in fabric.
cal analyses, due to their incompatibility with the What seems to be a constant feature is that, in
geology of the  Vasco-Cantabrian  basin (AZKA- terms of functions, this ware is associated with
RATE GARAI-OLAUN, SOLAUN BUSTINZA, storage vessels and table ware, being mainly rep-
2016; SOLAUN BUSTINZA, 2005; SOLAUN resented by closed forms (jugs, pitchers) and only
BUSTINZA, 2013) (table 7.2). rarely by open forms. Finally, an evident fea-
On the basis of this brief overview of distribu- ture is the scant presence, in quantitative terms,
tion and technology, taken from the literature, for within all contexts analyzed, and this seems to be
the medieval period it seems more appropriate to even more evident further away from the area of
refer to multiple productions of Red-painted pot- the river Ebro.

Chronology
8th - first half of 11th centuries
Single-wheel Double-wheel
Sites References
Fine clay Coarse clay

Solaun 2005, p. 251


1 Iglesia San Roman (Tobillas)  2 —
Fine Clay, 8th-9th centuries
Solaun 2005, p. 250; 252.
2 La Llana (Labastida)  1 1 Fine clay, 10th-first half of 11th centuries
Coarse clay, 8th-first half 11th centuries
Solaun 2005, p. 251
3 N.tra S.ra de la Encina (Artziniega)  1 —
-Fine Clay, 8th-9th centuries
Azkarate Garai-Olaun, J.L. Solaun Bustinza, 2016,
p. 202
4 Gorliz (Bizkaya) 15 1
Coarse Clay, 10th century
Fine Clay, 10th century
Azkarate Garai-Olaun, J.L. Solaun Bustinza, 2016,
5 Catedral Santa Maria (Vitoria-Gasteiz)  2 — p. 209
Fine Clay, 8th-10th centuries
Azkarate Garai-Olaun, J.L. Solaun Bustinza, 2016,
6 San Martin (Alegria-Dulantzi)  2 — p. 209
Fine Clay, 9th- first half of 10th centuries
Azkarate Garai-Olaun, J.L. Solaun Bustinza, 2016,
7 Las Gobas (Treviño, Burgos)  7 — p. 218
Fine Clay, 10th century
Elorza, Gobbato 2012, p. 260; 277.
8 Zaballa (Iruña de Oca)  1 —
Fine clay n. 18A, first half of 10th century
Number of vessels represented 31 2
Table 7.2.  Presence of Red Painted Pottery in the Basque Country (Revised from Grassi 2016)
138 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

Thus, in the context of new studies, the main for comparison north and south of the Ebro, and
problematics which we should focus on are: so as to outline the size of the distribution radius
of Red-painted pottery7.
1. identifying the different production centres
The second part of the work, which is still un-
of Red-painted pottery;
der way, will complete the sampling at sites with
2. producing distribution maps showing the
a larger presence of productions (Tedeja and
presence of Red-painted pottery, and its
Poza de la Sal) and will add some sites for com-
amounts;
parison. In detail, at the end of all the archeomet-
3. exploring the issue of production chronol-
ric investigation, also including the second part
ogies, also in relation to the various differ-
of the work, we will have a complete representa-
ent production technologies encountered;
tive picture of Red-painted pottery for five sites
4. understanding whether the use of these
located along the Ebro, namely Tedeja, Poza de
differing production technologies and dif-
la Sal, El Popilo, Peña del Mazo, and Tejuela, to
ferent clay mixtures (levigated to a greater
which will be added, in the second phase, the fol-
or lesser extent) was a response to specific
lowing sites (which are thus not discussed here):
criteria (functional or economic);
Santa María de Los Reyes Godos (Burgos), along
5. finally, investigating the social and eco-
the Ebro, and Arganzón (Burgos) and Zaballa
nomic value of this pottery production,
(Álava), respectively in the Miranda basin and in
given its distribution, which is so dishomo-
the south of the Álava plain. By contrast, the sites
geneous, in the northern part of the penin-
of Villabáscones, Caleruega and Castrojeriz will
sula.
remain as comparative samples, and as yet we do
not anticipate complete documentation of the ce-
ramic finds at these sites.
3.  Materials This lengthy preamble on sampling methodol-
ogy is necessary in order to explain that, despite
The first sampling of Red-painted pottery sub- the fact that the sample set is not yet complete,
jected to archeometric analyses, presented here, the publication of this initial part of the work is
followed different strategies within the eight sites, already sufficient to set out very significant re-
with the aim of answering the questions which sults, and to provide new information concerning
are still unanswered after the bibliographic re- this pottery production in northern Spain.
view. Going back to the specific details of the sam-
As regards the sites of El Popilo, La Peña del pling, in the table below we give a complete list
Mazo, and Tejuela, the sampling was complete, of the fragments subjected to microscopic and
selected after a study of all the ceramic context chemical investigation, showing chronology, and
of these sites. As regards the sites of Poza de la a brief macroscopic description of the fabric, the
Sal and Tedeja, the sampling is only partial, and associated production technology, and type of
will be completed in the new analyses, still in decoration (table 7.3).
progress. This means that, at both sites, in this As can be seen from table 7.3, the recurrent
initial phase, only some of the Red-painted pot- findings at all sites relate to the very extensive
tery productions present between the 8th and 11th chronologies, the different technologies, and also
C were sampled. Indeed, these are the two sites the differing decorative motifs, comprising sim-
with the highest presence of this pottery ware, ple designs (single bands) or more complex de-
being here represented by 3 to 4 different pro- signs (the lattice design). Generally the designs
ductions of Red-painted pottery (on the basis of use geometric decorative motifs, with horizontal,
the fabric and processing techniques). In this ini- vertical or oblique lines, but there are never cir-
tial phase, we have taken into consideration only cular motifs. Painted strokes can be of differing
two productions for Tedeja and one for Poza de thicknesses, and we think this was determined by
la Sal, for reasons simply linked to sampling dif- the potter’s hand. Given the highly fragmentary
ficulty. Finally, for the sites of Villabáscones,
Caleruega and Castrojeriz only some fragments   The Ebro zone is the area which we have selected as a
7

of Red-painted pottery were sampled, extrapo- sample zone, on the basis of the selection criteria in all the
lated from their contexts, so as to have deposits EarmedCastile research programme.
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 139

Technology of
Site Chronology Description of Clay Decoration Image
production

Color 10YR 8/3 with large gray


three thin brown par-
Sample 9: 8th-10th core, fine clay whit dark inclu- single wheel
allel lines
sion, calcite and quartz rare
Tejuela
Color 5YR 7/6 with thin gray
Sample 7: 8th-10th core, fine clay whit dark and single wheel thin red crossed lines
red inclusions, quartz rare

Color 2.5Y 8/2, fine clay with two broad red paral-
Sample 8: 8th-10th Double wheel
lamellar inclusions and calcite lel lines

El Popilo Color 5YR 7/6, fine clay with red parallel lines form-
Sample 1: 8th-11th double wheel
dark and red inclusions ing a lattice pattern

Color 5YR 7/6 with large dark brown parallel lines


Sample 10: 9th-10th core, fine clay whit dark inclu- single wheel forming a lattice pat-
sions, calcite and quartz tern

Color 7.5YR 7/4, fine clay with


Sample 4: 11th red inclusions and abundant double wheel thin red parallel lines
calcite
La Peña
del Mazo
Color 7.5YR 8/4, fine clay with single wheel thin brown parallel
Sample 6: 8th-10th
red inclusions and calcite (?) lines

Color 7.5YR 8/4, coarse clay


single wheel thin light red parallel
Sample 5: 8th-9th with abundant quartz inclu-
or hand made lines
sions
Tedeja
Color 7,5YR 8/4 with dark
Sample 13: 10th-11th core, fine clay with little red double wheel thin red parallel lines
inclusions.

Color 7.5YR 7/4, oxidante, fine thin brown parallel


Poza de la Sal Sample 3: 8th-9th single wheel
clay with white inclusions. lines. Brilliant surface

Color 5YR 7/6 with large gray


thin brown parallel
Villabascones Sample 2: 10th-11th core, fine clay whit dark inclu- single wheel
lines
sions and calcite

Color 5YR 7/6 with large gray thin light red parallel
Caleruega Sample 12: 10th core, coarse clay whit abun- single wheel lines forming a vertical
dant quarz and dark inclusions lattice pattern

S a m p l e 1 1 : 1 1 t h Color 7.5YR 8/4, fine clay with double wheel


Castrojeriz thin red parallel lines
(12th?) red inclusions and quartz (?)

Table 7.3.  Description of the samples of Red Painted Pottery examined (Color from Munsell Soil-Color Charts, revision 2009)
140 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

nature of pottery production, it seems difficult to ric is present in minimal quantities and only at
us to use this factor in trying to distinguish and very few sites. Specifically, we find it at Tedeja and
identify different workshops. Poza de la Sal, which are very close to each other,
As regards the relationship between tech- and situated along the Ebro, and at Caleruega, the
nology and chronology, the two different pro- southernmost site of all those sampled, stand-
duction technologies (double wheel and single ing in the Duero basin. This specific production
wheel) seem to be associated with different dates. of Red-painted pottery, in chronological terms,
Pottery made on the double wheel seems to be is attested only in early medieval contexts, and
present in the middle centuries (10th and 11th C), has a coarse fabric, comprising large inclusions
while pottery made on the single wheel is a fea- which are visible to the naked eye, consisting
ture of production in the earlier period, between mainly in quartz (see above table 7.3, sample 5
the 8th and 10th C. and 12). There does not seem to be a functional
As regards how representative this production explanation underlying the decision to produce
is compared to the rest of the pottery context, Red-painted pottery with a very coarse fabric, be-
only at five sites was it possible to calculate the cause the form is always the same, namely a jug or
percentage value of Red-painted pottery. These pitcher designed for liquids.
were cases with complete documentation of ce- As regards the other clay mixtures, since they
ramic finds for the 8th-11th C (table 7.4). are generally highly levigated, the distinction
made for sampling was very difficult, and was
% of Red based on observation under the binocular micro-
double- single- single- Painted scope, and also by cross-referring with other pa-
wheel wheel wheel compared
rameters, such as the type of decoration and the
Fine Fine Coarse to the
clay clay clay total of production technology.
pottery
1 El Popilo 3/1 7/3 —   3,0%
4.  Geological context
La Peña
2 25/30 1/1 —   7,0%
del Mazo
The distribution of the archaeological sites in-
3 Tejuela — 3/2 —   0,5% vestigated in the present study involves the three
Poza de la Sal, main basins of the northern Iberian Peninsula,
4 — 26/15 1/1   3,0%
El Castillo namely the Ebro, Basque-Cantabrian (the Álava
5 Tedeja 25/60 22/30 2/1 12,0% Block, in particular) and Duero basins (fig. 7.3).
The broad Ebro Basin represents the larg-
Villabascones,
6
San Felices*
— 2/2 — — est Tertiary basin in northern Spain, bounded by
the Iberian, Catalonian and Pyrenean Ranges (to
Caleruega, the south, east and north, respectively) (LUZÓN,
7 — — 2/1 —
La Pudia*
2005). The basin was filled by alluvial systems
Castillo de from the margins and connected to central lacus-
8 1/1 — — —
Castrojeriz*
trine facies characterized by carbonate and evap-
Total sherds/ oritic sedimentation (BAULUZ LÁZARO et alii,
Number 1994). The stratigraphic setting is represented
54/11 61/25 5/3
of vessels
represented
by the widespread presence of conglomerates
(both polygenic, including clasts of sandstones,
Table 7.4.  Quantitative of Red Painted Pottery in the 8
limestones, quartzites, shales, granites and black
sampled sites (*means that it is not possible to calculate the
representativeness) cherts, and monogenic, mainly consisting of car-
bonate clasts) with interbedded sandstones and
mudstones at the margins (LUZÓN, 2005).
In a general context of low representativeness, Conglomerates gradually transform to red and
one statistic that stands out is the figure for the grey sandstones and mudstones in the central ar-
site of Tedeja, followed by the site of La Peña del eas. As reported in previous studies (PUIGDE-
Mazo. Furthermore, it is interesting to note that FABREGAS, 1973; INGLÉS et alii, 1998), rock
Red-painted pottery produced with a coarse fab- fragments (with a variable amount of fragments
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 141

Figure 7.3.  Geological map of Basque-Cantabrian Basin (Modified from Marin et alii, 2012)

with a calcareous nature), feldspars and quartz Á­lava Block is represented by laterally correlated
(originating from the disintegration of sandstone sandstones, shale and carbonate series, buried at
grains) are the main constituents of sandstones, different depths (AROSTEGUi et alii, 2006). In
while mudstones mainly consist of clay minerals, particular, the Upper Cretaceous sediments are
together with minor amounts of carbonate, sul- mainly characterized by carbonates (limestones
phate and other silicate minerals of detrital origin and marls) deposited on a marine platform, while
due to the denudation of the surrounding chains. Tertiary sediments are represented by post-oro-
The Basque-Cantabrian Basin is located at genic continental series consisting of limestones,
the western end of the Pyrenees and is bounded dolomites and sandy limestones in lacustrine and
by the Landes (north), the Tertiary Ebro and alluvial facies (AROSTEGUI et alii, 2006).
Duero basins (south), the Asturian massif (west) The Duero Basin consists of a large foreland
and the Pamplona Fault (east). The stratigraphy basin whose infill and geometry are influenced
mainly consists of red-beds, evaporites and car- by the Cantabrian Mountains, the Central Sys-
bonates originated during a Permo-Triassic cycle, tem and the Iberian Chain. The Basin was filled
and Upper Cretaceous and Paleogene carbon- up during the Tertiary with Palaeogene and Ne-
ates with the shallower facies lying to the south ogene alluvial and lacustrine detrital sediments,
(AROSTEGUI et alii, 1991). mainly represented by clays, sands, conglom-
Diapirism is very widespread within the Ba- erates and marls (BENITO-CALVO, PÉREZ-
sin. There are outcrops of red clays and gypsum GONZÁLEZ, 2007). In the east-central area of
of Keuper facies in several diapirs, mainly con- the basin, a thick evaporitic limestone horizon
centrated in the Álava block and in the south- was deposited on top of the Tertiary fillings, as a
ern border of the basin, where it is thrust over result of the establishment of a lacustrine regime
the Tertiary Ebro basin by the Sierra Cantabria during the last phase of the Neogene (DÍEZ-
(FRANKOVIC et alii, 2016). MARTÍN et alii, 2008).
As part of the Basque-Cantabrian Basin, the The Duero River valleys originated from ero-
Álava block (between the Pyrenean ad Asturian sion and sedimentation processes which re-
massifs) is characterized by Upper Cretaceous sulted in the sedimentation of a fluvial terrace
and Tertiary sediments mainly consisting of dia- system, and alluvial deposits composed prima-
piric structures and gentle folding (SANGÜESA rily of quartz and quartzite gravels over the clay,
et alii, 2000). The stratigraphic setting of the mud and sand deposits. Adjacent to valley bot-
142 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

toms, limestone plateaux (sometimes interstrati- Plasma Mass Spectrometry) and ICP-OES (Induc-
fied with thin marly limestone levels) are also tively Coupled Plasma Optical Emission Spectrom-
present and are covered by a mantle of reddish- etry) via a Perkin-Elmer-Sciex and a Pelkin Elmer
brown clays (terra rossa), mainly composed of Optima 2000DV spectrometer, respectively. Geo-
kaolinites and illites-micas, as a result of the logical standards were used for calibration (AGV-1
dissolution of bedrocks (consisting of outcrops and SDC-1). The analytical error is below 1% for
formed by shales and arkosic sands and greenish major elements, and most minor and trace ele-
grey marls with gypsum, dolomite and limestone ments (except for V, Sr and Rb, error <5%).
beds, respectively) (PORTERO et alii, 1982; AR- The chemical data were statistically treated
MENTEROS, MOLINA 1986; DÍEZ-MARTíN et using different multivariate approaches. Princi-
alii, 2008). pal Component Analysis (PCA) and hierarchi-
In particular, the geological setting of the cal cluster analysis were carried out via Origin
southern areas of the basin (where the site of Pro  9.1 statistical packages in order to obtain
Caleruega is located) is represented by grav- clues about compositional and technological
els, sands, shales and limestones, while shales, standardization within the repertory. Major and
marls, evaporites and limestones are present in minor elements (MgO, SiO2, K2O, CaO, Al2O3,
the north-western sector in the proximity of the TiO2, Fe2O3, Na2O, Rb, Ba and Ni) and rare earths
site of Castrojeriz. (La, Ce, Pr, Nd, Sm, Eu, Gd, Tb, Ho, Er, Yb, Lu)
were used for PCA in order to stress differences
in raw materials and for provenance studies. Hi-
5.  Archaeometric investigation erarchical cluster analysis was also performed on
the while range of elements investigated by ICP.
Chemical and petrographic investigations The normalization of rare earth contents
were carried out in order to better investi- for each sample to those of chondrites (HEN­
gate pottery from different sites located within DER­SON, 2013) and the Upper Crust (MCLEN-
the Ebro basin (Tejuela, Pena Mazo, El Popilo, NAN, 2001; TAYLOR, MCLENNAN, 2009) was
Tedeja, Poza de la Sal and Villabáscones), as well also used to obtain initial indications about raw
as some similar samples from other neighbour- material provenance. Finally, in order to com-
ing areas (Castrojeriz and Caleruega, Duero Ba- pare those samples where the presence of high
sin). The present preliminary study, in particular, amounts of large mineral inclusions caused a di-
was focused on thirteen samples, with the aim of lution of rare earth concentrations, a normaliza-
outlining production technologies, raw materials tion to the total amount of rare earths for each
provenance, and possible patterns of regional in- sample was also carried out.
teraction (PRUDENCIO, CABRAL, 1988). X-Ray Diffraction (XRD) was also performed
in order to investigate the mineralogical com-
position of some samples, and to obtain fur-
5.1.  Methods ther information about firing conditions. The
mineralogical investigation was carried out via a
The archaeometric investigation consisted of PANalytical X’Pert PRO PW3040 diffractometer
a petrographic, mineralogical and textural study with a Bragg-Brentano geometry, equipped with
of the ceramic fabrics, carried out via optical mi- a PW3015 X’Celerator detector and a CuKα tube
croscopy on thin sections, and chemical analysis, (working range 40kV and 40mA), together with a
via ICP-MS and ICP-OES, on very small amounts Multi-Purpose Sample Stage for analysis on both
(<5 mg) of powdered samples. powders and fragments.
The petrographic investigation was carried
out under a polarised light microscope (Whit-
bread 1989), and textural features were evalu- 5.2.  Petrographic analysis
ated by means of suitable comparative charts
(MULLER, 1964; CUOMO DI CAPRIO, 2007; Following a preliminary observation under the
MARITAN, 2005). stereomicroscope, most of the samples showed
Major, minor and trace elements, together a reddish-coloured fine-grained fabric (1, 3, 4, 5,
with rare earths by ICP-MS (Inductively Coupled 6, 7, 11 and 13) typical of iron-rich matrices fired
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 143

under oxidizing conditions. Two samples, in par- From the petrographic investigation of the
ticular (4 and 5), were characterized by a coarser samples it was possible to discriminate 3 main
fabric with large inclusions. groups according to the texture of the ceramic
On the other hand, a typical sandwich struc- bodies and the nature of inclusions.
ture, with a black core within reddish surface A first Group of samples (1, 2, 6, 7, 9, 10, and
zones, was observed for samples 2, 9, 10 and 12, 13) showed a homogeneous texture characterized
while sample 8 displayed a cream-coloured fab- by a dense dark-brownish groundmass (fig.  7.4 a
ric, probably due to the calcareous nature of the and b) with inclusions of similar type and abun-
matrix. dance and low porosity (average pore size between

Figura 7.4.  Microphotographs under polarized light. Magnification 2.5x, crossed (a, b, c and e) and parallel (d and f) nicols. Details of
samples 6 (a), 13 (b), 10 (c), 3 (d) and 5 (e and f) are showed
144 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

neous, dark to light-brownish groundmass prob-


ably due to the poor mixing of an iron-rich clay
with a fluvial sand, as also suggested by the pres-
ence of medium-sized sub-rounded to sub-angu-
lar quartz and feldspar inclusions (fig. 7.4d).
On the other hand, the two other samples
showed a light-brownish groundmass with sub-
parallel (in sample 5 also interconnected) large
fissures, together with randomly oriented fine
pores (average size between 20 and 100 mm);
large sub-angular polycrystalline quartz inclu-
sions were also observed. The peculiar features
of quartz inclusions, together with those of the
pores in sample 5, in particular, suggested the
pottery had been subjected to several heating/
cooling cycles, typical of cooking ware.
Finally, a third Group comprised samples 4
Figura 7.5.  Ter nary diagram (Al 2 O 3 - Fe 2 O 3 +MgO - and 8, where the presence of medium-to-large
K2O+Na2O+CaO), showing non-calcareous (left) and calcareous calcite inclusions was observed. The groundmass
(right) bodies was characterized by a dark-brown colour for
sample 4, while sample 8 displayed a light-brown
colour typical of a calcareous matrix. Large sub-
30 and 80 mm). Rare random oriented pores, small rounded to sub-angular calcite inclusions (80-
to medium in size (between 100 and 300 mm) typ- 150 mm and 120-250 mm for sample 4 and 8, re-
ical of wheel-made pottery, were also present. spectively) were present, together with quartz,
Most of the samples from this group showed a feldspars and a smaller amount of iron oxides in
well seriated grain size distribution (20-80 mm), sample 4, while sample 8 showed a small amount
except for some samples (9 and 10) where larger of feldspar (20-60 mm) phyllosilicates.
inclusions (100-150 mm) also occurred. Inclusions
were characterized by mineral grains (quartz,
feldspars, micas and opaque minerals), while rock 5.3.  Chemical analysis and statistical
fragments were observed just in sample 10 (fig. treatment of data
74c), and their volume within the groundmass
ranged between 5 and 15% (according to compar- Analytical results obtained by ICP-MS and
ative charts, CUOMO DI CAPRIO, 2007). -OES are shown in table 7.5. The chemical com-
Samples from second Group (3, 5, 11 and 12) position of the samples is given as % weight for
showed heterogeneous textural features, and were oxides of major and some minor elements (Mg,
mainly characterized by the presence of high Si, K, Ca, Al, Ti, Fe, Na and P) and ppm for the
amounts of medium-to-large inclusions (150- remaining minor and trace elements. Major and
600 mm) of sub-angular quartz and feldspars (sam- minor elements mainly reflect the chemical com-
ple 5), probably deliberately added by the potter. position of raw materials used to produce the pot-
Randomly oriented fine-to-medium pores, with tery (Domínguez et al. 2001) and were thoroughly
average size between 40 and 150 mm, were ob- investigated using bi-plots and statistical analysis.
served (fig. 7.4d and 7.4e). According to reference The absence of secondary phases deposited
tables (Mackenzie), inclusions in samples from within pores, together with low P2O5 concentra-
group 2 were poorly sorted and characterized by tions (<0.1%), allowed the exclusion of extended
two series with different average size, mainly con- contamination from the soil (LEMOINE, PICON,
sisting in monocrystalline quartz, feldspar and 1982; MARITAN et alii, 2005) during burial.
opaque inclusions (20 to 60 mm) and polycrystal- The preliminary investigation of major and
line quartz (300 to 500 mm), respectively. minor elements suggested the use of ferrugi-
Some of the samples from this group (3 and nous (3%<Fe2O3<6%) and non-calcareous clays
11), in particular, showed a dense, but heteroge- (CaO<3%, see table 7.5) for most of the sherds,
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 145

El Pena Pena Mazo El El


Villabascones_1 Poza_1 Tedeja_1 Tejuela_42 Tejuela_41 Catrojeriz_1 Caleruega_1 Tedeja_2
Sample Popilo_9 Mazo_1 107 Popilo_2 Popilo_63

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13

MgO% 1,00 1,0 0,6 0,9 0,7 0,9 0,9 1,4 1,1 1,0 0,6 0,6 1,0
SiO2% 61,2 62,9 67,9 64,0 69,8 62,6 60,3 48,4 60,2 65,3 71,2 71,4 63,6
K2O% 3,90 3,5 3,0 2,1 3,3 3,9 4,1 2,4 4,5 3,8 2,9 2,4 3,9
CaO% 4,20 0,3 0,2 7,6 0,3 0,5 2,5 18,9 0,5 0,4 1,5 0,8 0,3
Al2O3% 22,10 24,2 21,2 14,5 20,6 25,1 23,6 15,5 26,0 20,9 18,0 19,6 25,2
TiO2 % 0,90 1,0 0,9 0,7 0,6 1,0 0,8 0,6 0,9 0,9 0,9 0,7 0,9
Fe2O3% 3,80 3,7 4,7 4,2 3,4 3,4 4,9 3,4 4,1 5,6 3,4 3,5 3,6
Na2O% 0,30 0,2 0,2 0,4 0,2 0,4 0,4 0,4 0,3 0,4 0,2 0,1 0,3
P2O5% 0,10 0,0 0,0 0,1 0,0 0,0 0,1 0,1 0,1 0,0 0,0 0,0 0,0
LOI 2,70 3,2 1,2 5,4 1,1 2,1 2,4 8,9 2,3 1,8 1,4 0,9 1,2
Sr ppm) 304,70 199,8 124,1 229,1 133,0 206,4 277,2 253,9 224,5 214,1 131,9 117,6 255,0
Zr ppm) 229,80 250,6 245,6 328,9 336,4 248,5 226,8 152,3 198,5 272,9 298,3 183,4 242,8
Ba pm) 452,20 419,6 449,8 295,2 362,4 459,5 491,5 302,9 471,9 444,6 293,1 318,8 482,2
Pb pm) 34,40 31,1 30,8 40,2 91,8 37,3 39,3 18,7 34,5 30,2 34,5 29,1 36,5
Cr ppm) 87,80 115,6 93,8 59,2 86,3 100,4 105,9 62,8 113,9 98,5 83,5 90,0 106,7
Zn pm) 21,60 61,2 26,4 41,3 34,9 36,4 49,1 47,3 37,1 33,2 37,6 50,0 22,7
Cu pm) 18,30 26,3 40,1 26,6 12,6 21,3 29,6 23,6 27,5 29,4 23,1 69,8 11,1
Mn pm) 74,20 66,5 57,8 411,1 48,6 63,4 61,8 124,0 38,6 58,4 109,8 93,5 48,9
Ni ppm) 12,20 50,9 18,1 14,2 13,5 14,7 21,7 18,6 17,8 14,1 39,8 25,0 14,6
V (ppm) 104,70 129,4 105,2 80,8 132,0 116,1 116,1 53,1 126,9 111,1 79,5 81,9 123,9
Rb pm) 206,90 195,6 190,6 149,7 209,9 201,1 211,6 145,3 233,2 213,1 143,5 186,4 222,5
Y (ppm) 27,30 35,0 25,5 24,3 18,5 30,3 29,0 19,9 27,4 31,4 28,3 29,0 32,4
La (ppm) 44,20 46,6 33,0 32,8 33,1 44,1 40,0 26,3 42,7 46,6 26,0 37,8 45,0
Ce ppm) 81,90 89,7 59,4 66,6 58,1 85,5 75,6 48,7 80,7 86,4 47,1 76,2 87,3
Pr ppm) 9,50 10,4 6,5 6,8 6,0 9,8 8,6 5,5 9,1 9,7 5,1 9,0 9,8
Nd pm) 36,90 41,0 24,7 27,1 20,5 36,1 33,9 21,1 35,0 38,0 19,9 34,5 37,0
Sm pm) 7,60 8,9 4,6 5,3 5,0 6,9 9,2 4,2 6,2 6,8 3,9 6,9 7,1
Eu pm) 1,20 1,3 0,9 0,9 0,7 1,2 1,3 0,7 1,1 1,2 0,8 1,3 1,3
Gd pm) 6,40 7,1 4,8 5,2 3,6 6,4 6,4 4,3 5,8 6,6 4,5 6,9 6,8
Tb pm) 0,90 1,0 0,7 0,7 0,5 0,9 0,9 0,6 0,8 0,9 0,7 0,9 0,9
Dy pm) 5,10 5,8 4,3 4,3 3,1 5,0 5,1 3,3 4,6 5,4 4,3 5,1 5,3
Ho pm) 1,00 1,2 0,8 0,8 0,6 1,0 1,0 0,7 0,9 1,0 0,9 1,0 1,1
Er ppm) 3,00 3,4 2,5 2,6 1,8 3,1 3,0 2,0 2,8 3,1 2,7 2,8 3,1
Tm pm) 0,40 0,5 0,4 0,4 0,3 0,4 0,4 0,3 0,4 0,5 0,4 0,4 0,4
Yb pm) 2,80 3,3 2,4 2,4 1,9 3,0 2,8 1,8 2,7 3,0 2,7 2,6 3,0
Lu pm) 0,40 0,5 0,4 0,4 0,3 0,5 0,4 0,3 0,4 0,5 0,4 0,4 0,5
(La/Lu)N 10,90 9,5 9,3 9,0 11,9 10,1 9,7 10,1 10,8 10,3 6,6 10,6 9,9
(La/Sm)N 3,70 3,3 4,5 3,9 4,1 4,0 2,8 4,00 4,3 4,3 4,2 3,4 4,0
Eu/Eu* 0,52 0,48 0,59 0,50 0,46 0,54 0,48 0,53 0,57 0,55 0,55 0,57 0,55
SREE 201,20 220,7 145,4 156,4 135,4 203,60 188,5 119,7 193,2 209,6 119,3 185,5 208,4

Table 7.5.  Chemical composition of pottery samples


146 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

Figura 7.6.  Biplot diagrams reporting correlations between some major, minor and trace elements

except for samples 4 and 8, where the higher ples 2, 3, 5, 6, 9 and 10), Al2O3 was also found to
amount of CaO (7.7% and 18.9%, respectively) be positively related to CaO, probably as a conse-
was related to the presence of calcite inclusions quence of the reaction between free CaO and free
(sample 4), together with a calcareous matrix silica and alumina derived from decomposition
(sample 8). of illite to form gehlenite during firing (PETERS,
The good correlations between Al 2O 3 and IBERG, 1978).
other major or minor elements (such as SiO 2, The good correlation between (Fe2O3 + MgO)
Fe2O3, TiO2, K2O and Ba), suggested the use of and Al2O3 (fig. 7.6c) observed for some samples
similar sources for raw materials for samples (1, 2, 5, 6, 8, 9, 11, 12 and 13), moreover, sug-
from group 1 (1, 2, 6, 7, 10 and 13). The relatively gested that iron was mainly correlated to micas
higher amount of SiO2 in sample 10 was related (muscovite and/or biotite) or chlorite, while the
to the presence of rock fragments (chert). use of iron-rich raw materials (probably due to
The low SiO2/Al2O3 ratio (<3, fig. 7.6a), more- a low purification of the original clays, or to the
over, suggested the predominance of clay min- use/addition of high-Fe clays) was considered re-
erals over quartz and indicated fine particle size sponsible for the peculiar chemical composition
(TRINDADE et alii, 2009). On the other hand, of high-Fe ceramics (3, 4, 7 and 10 in fig. 7.6c).
the deliberate addition of quartz in samples from Relatively high contents of manganese (Mn)
group 2 (3, 5, 11 and 12) was also suggested by were also observed for samples 11-12 and 4-8,
the higher SiO2/Al2O3 ratio (3.4-4.4), even if the where it was probably associated with limestones
use of poorly purified clays was not excluded. (in particular to Mn-Fe mineralizations) and car-
Due to the positive correlation between Al2O3 bonates (dolomite), respectively (DE VOS et alii,
and TiO2, K2O and Ba, the presence of non-neg- 2006).
ligible amounts of micas (fig. 7.6b) was assumed Following the study of major and minor ele-
for all the samples. For some of the samples (sam- ments, samples from Group 1 showed the main
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 147

Coefficients of PC1 Coefficients of PC2 Coefficients of PC3 Coefficients of PC4

MgO –0,069   0,495   0,288   0,0390


SiO2   0,101 –0,491 –0,290 –0,016
K2O   0,373   0,187   0,052 –0,154
CaO –0,335   0,295   0,140   0,006
Al2O3   0,402   0,076   0,121 –0,132
TiO2   0,343 –0,006   0,204   0,339
Fe2O3   0,151   0,096 –0,488   0,725
Na2O –0,078   0,488 –0,171   0,195
Rb   0,368   0,114 –0,150 –0,309
Ba   0,369   0,215 –0,055   0,012
Cr   0,392 –0,028   0,230   0,032
Ni   0,006 –0,280   0,639   0,427
Table 7.6.  PCA of some major, minor and trace elements. Extracted eigenvectors

features of a quartz-/feldspar-rich source, char- silica, carbonates (calcite and or dolomite) and
acterized by high amounts of micas, typical of the feldspars, together with micas, were identified as
breakdown of granitic structures. As observed in the main factors influencing the composition of
previous studies, clays derived from the weather- major and minor elements of the samples. The 3
ing of granite were usually characterized by high main groups obtained from the petrological in-
Na and K contents, related to plagioclases and al- vestigation were thus confirmed by the statisti-
kali feldspars, and other elements with geochemi- cal analysis, except for samples 2 whose chemical
cal affinity with ferromagnesian minerals (Fe, Cr, features slightly diverged from those of group 1
Co) and micas (Ti, Ba) (PRUDÊNCIO, CABRAL, due to an enrichment in SiO2, TiO2, Cr and Ni.
1988). From the PCA analysis, further information
A statistical analysis (Principal Components was obtained for a better characterization of the
statistical Analysis, PCA, and Hierarchical Clus- composition of the ceramic bodies. The feld-
ter Analysis) of major, minor and some trace ele- pathic fraction was mainly represented by K-feld-
ments (MgO, SiO2, K2O, CaO, Al2O3, TiO2, Fe2O3, pars, while clay minerals, muscovite, biotite and
Na2O, Rb, Ba, Cr and Ni) was also performed and chlorite (also in the form of chlorite-alteration
4 eigenvalues representing 93.88% of the total of some species) represented the most abundant
were identified (table 7.6). Principal component phyllosilicates.
1 (PC1) represented 48.29% of the variance and Samples 2 and 11 showed an enrichment in
was considered related to aluminosilictaes and clay minerals (see fig. 7.7b, d and e), while high
K-feldspars, while principal component 2 (PC2, contents in K-feldspars and iron oxides were con-
27.10%) showed the main compositional features firmed for samples 6-9-13 and 3-4-7-10, respec-
of phyllosilicates. On the other hand, principal tively (fig. 7.7f). Non-negligible amounts of dolo-
component 3 (11.27%) was associated with car- mite were also determined for samples 8 and 11.
bonates (calcite and dolomite) and chlorite, while The statistical investigation confirmed a pos-
principal components 4 (7.2%) with ferromagne- sible granitic origin of clays for samples from
sian minerals and iron/titanium oxides. Group 1 (except for sample 2), while Groups 2
The plot reporting PC1 and PC2 (48.29% and and 3 showed different features (fig. 7.7a). In par-
27.10%, respectively, fig. 7.7a) allowed discrimi- ticular, samples 2, 3, 5, 11 and 12 showed an en-
nation between samples characterized by the richment in nickel, which could be related to de-
abundance of specific mineral species over other trital ferromagnesian silicate minerals, detrital
minerals. By the investigation of PC1 and PC2, primary Fe oxides, hydrous Fe and Mn oxides,
148 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

Figura 7.7.  Plot of principal components relative to PCA for the pottery repertory

and clay minerals. The peculiar correlation with characterizing many areas of the Duero Basin
Ni observed for samples 11 and 12, in particu- (e.g. Terra Rossa sediments in the northern areas,
lar, was also considered related to Ni-adsorption Armenteros & Molina 1986).
onto the kaolinitic fraction of the original clay In the dendrogram represented in fig. 7.8, the
(De Vos et al. 2006), in association with abun- presence of three main compositional groups
dant iron oxides, in accordance with sediments was also stressed. Each group was character-
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 149

silicates (30%) and a lower content of feldspars,


dolomite and pyrite were widely documented in
the Álava Block and in the Northern Ebro Basin
(SANGÜESA et alii, 2000).
Sample 4, originally associated with sample
8, showed some similarities with the other sam-
ples from the repertory (similar contents of SiO2
for example), although higher amounts of CaO
and Na2O, together with lower contents of Al2O3,
K2O and TiO2, suggested the use of a source with
a higher carbonatic component. The presence of
calcite inclusions (as observed during the petro-
graphic investigation) suggested the use of low
purified clays (or the addition of a carbonatic
temper). As dolomites and sandy limestones were
reported to characterize Tertiary sediments of
some areas of the Álava Block and the northern
Ebro Basin (AROSTEGUI et alii, 2006), a local
provenance for raw materials for this sample was
assumed.
On the other hand, a different nature of raw
materials was assumed for sample 8, due to the
Figura 7.8.  Dendrogram obtained by hierarchical cluster analy-
sis for the pottery samples high content of CaO (18.9 %), MgO (1.4 %) and
Mn (124 ppm), together with a low content of
SiO2 (48.4%) and K2O (2.4%). The use of poorly
purified marly clays with high kaolinitic and low
ized by specific chemical properties: high con- quartz-feldspathic components was assumed as
tents in Al 2O 3 (22.1-26.0%), K 2O (3.5-4.1%), the most suitable for this sample. A high com-
TiO2 (0.84-0.98%) and Ba (419.6-491.5 ppm), to- patibility with the mineralogical composition of
gether with relatively lower SiO 2 (60.2-65.3%) the deposits of the central sectors of the Ebro Ba-
(Group  1), probably related to shales (BARTIER sin (BAULUZ LÁZARO et alii, 1994) was again
et alii, 1998), as also confirmed by a higher Al2O3/ stressed for this sample.
SiO2 ratio; high contents of SiO2 (67.9-71.4%) A study of rare earths (REEs) was also carried
(Group 2), due to large amounts of quartz inclu- out in order to obtain further information about
sions; high amounts of CaO (7.6-18.9%), together raw material provenance.
with lower contents of Al2O3 (14.5-15.5%) and Rare earth elements are a group of 17 ele-
K2O (2.1-2.4%) and variable SiO 2 (48.3-64.0%) ments including the lanthanides (Z = 57-71), to-
(Group 3). gether with Sc (not detected in the present study)
Concerning Group 1, moreover, the pres- and Y, widely used for studies in provenance. Dif-
ence of a further subgroup was stressed (sam- ferent factors affecting REE concentration in a
ples 1 and 7), whose main features were repre- ceramic sample should, however, be considered.
sented by higher CaO content (together with Sr If it is possible to discriminate different geologi-
and Ba), if compared to the other samples from cal materials according to normalized distribu-
the same group. Since no calcite or dolomite in- tion patterns, significant variations of the REE
clusions were visible during petrographic inves- content may occur within the same type of clay,
tigations, the use of different clays with a higher depending on the degree of weathering of the
calcium content (probably related to the dis- parent rock. The large variety of different proc-
mantling of a slightly calcareous mudstone or a esses affecting chemical and mineralogical com-
quartz-feldspathic source with a higher content positions of clays during the complex produc-
of feldspars) was assumed. In particular, the ex- tion process (purification, addition of tempers,
ploitation of local sources was assumed, as sandy firing), together with those chemical interactions
marls with calcite (20%), quartz (30-35%) phyllo- with the surroundings (conservation, usage and
150 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

Figura 7.9.  REE distributions of the ceramic bodies relative to chondrites (Haskin et alii, 1968). Group 1 (a) and groups 2 and 3 (b)

burial), could moreover play a significant role in samples from Group 1 was compatible with a
the concentration and distribution of REEs (KI- granitic nature (average La/Lu = 9.8) of raw ma-
LIKOGLOU et alii, 1988). terials, as also confirmed by a negative Eu anom-
REE distribution patterns normalized to aly (Eu/Eu*)C ~ 0.5) and the good correlations
chondrites are shown in fig. 7.9. Samples from between K2O and Rb (Rb could easily replace
Group 1 (fig. 7.9a) showed similar patterns, sug- K+ ions in micas, K-feldspars and clay minerals,
gesting a similar source for clays. The relatively PRUDENCIO, 1991). Groups 2 and 3 showed
minor content in REEs for samples with large similar features (although the total amount of
mineral inclusions (Groups 2 and 3, fig. 7.9b) was REEs was depleted, the distribution patterns
related to the use of less purified clays, or to the showed similar trends), except for sample 11,
intentional addition of a sizeable fraction of large where a lower fractioning (La/Lu = 6.57) was ob-
quartz, feldspar, or calcite/dolomite inclusions served.
which causes a dilution of REE content. This was The limited variations in (La/Lu)N ratios (9.0-
not detected for sample 12, where a lower extent 11.9), observed for most of the samples, suggested
of large mineral phases (both concerning abun- that the raw materials were derived from similar
dance and size) was observed, compared with sources, except for sample 11 (6.6). For the ma-
other samples from the same group. jority of the samples, variations in HREE were re-
With regard to the total amount of REEs lated to a different weathering, responsible for a
(∑REE) and their fractioning index (La/Lu), the more or less extended depletion in HREEs. For
high amount of light REE (LREE) observed for sample 11, the peculiar (La/Lu)N ratio, together

Figura 7.10.  REE fractioning indexes. LREE/MREE vs LREE/HREE (a) and LREE/MREE vs Rb (b) Black and dotted lines are guide for
the eyes
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 151

Figura 7.11.  Trace elements distributions of the ceramic bodies relative to Upper Crust (Mc Lennan,
2001). Group 1 (a) and groups 2 (b) and 3 (c)
152 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

with high contents in TiO2 and Zr, suggested the The higher amount of MREEs (Pr or Nd to
exploitation of a different source characterized by Dy) in sample 7 (especially concerning Sm) was
an enrichment in heavy minerals (Ti- and Zr-rich considered compatible with shale-, sandstone-
minerals) typical of floodplain deposits subjected and/or granite-rich lithology (by contrast, Sm is
to intense chemical weathering (SINGH, RAJA- scarce in calcareous areas) (DE VOS et alii, 2006).
MANI, 2001). Following the analysis of REE patterns, together
REE fractioning (considering the La/Lu and with that of major and minor elements (Fe2O3
La/Sm ratios) was also used for further clues and MgO in particular), a smectite-richer source,
about the use of clays with a different illite/kaoli- characterized also by non-negligible amounts
nite ratio. As reported in previous studies (PRU- of detrital micas and chlorite, was assumed for
DENCIO et alii, 1989), when the dominant clay sample 7 and a correlation with Ebro Basin mud-
mineral is represented by illite, intermediate stones was stressed (LUZÓN, 2005).
REEs (or MREE) were depleted relative to the Trace elements and REE patterns of the clay-
others, especially the LREE. This trend was con- sized fractions relative to the Upper Crust were
firmed in fig. 7.10, where a depletion in MREE also investigated (fig. 7.11).
relative to LREE and HREE (heavy rare earths) Samples from Group 1 again showed very sim-
was observed moving from the lower series (the ilar patterns suggesting a similar source for raw
straight line, as a visual guide) to the higher one materials, while a dilution of REEs was observed
(marked by the dashed line). for those samples with large mineral inclusions.
Use of illite-rich clays was also assumed via Sample 5 showed an enrichment in lead, prob-
the correlation between the La/Sm ratio and the ably related to the higher amount of large feld-
total amount of Rb (abundant in shale and mud- spar inclusions. Due to the peculiar size of the
stone, where it is mainly associated with illite). Pb2+ ion, lead can easily replace K+ and Ca2+ ions
In figure 8b the presence of two series of sam- in K-feldspar, mica and, to a lesser extent, plagi-
ples with a good La/Sm vs. Rb correlation was ob- oclase and apatite (DE VOS et alii, 2006).
served, suggesting the use of similar clays with a On the other hand, as nickel was found to be
slight depletion in MREE moving from the bot- principally held in detrital ferromagnesian sili-
tom-right to the top-left of the plot (marked by cate minerals, detrital primary Fe oxides, hydrous
black and dashed lines, respectively), probably Fe and Mn oxides and clay minerals (DE VOS et
characterized by a higher illitic fraction. An Rb alii, 2006), an Ni enrichment suggested an abun-
enrichment due to a more extended weathering dance of these minerals in samples 2 and 11 and a
should also be considered, although it could also correlation with sandstone or mudstone.
be caused by higher amounts of feldspars, micas, All the samples (except 11) were not enriched
or clay minerals (DE VOS et alii, 2006). By con- in zirconium (Zr) relative to the average upper
trast, the lower amounts of Rb detected in sam- crust, as also occurring over clastics of the Ebro
ples 4, 8 and 11 suggested a less extended weath- River basin and the variable lithology of the Pyr-
ering of the original sediments, or the use of raw enees (DE VOS et alii, 2006). Sample 8, in par-
materials with lesser amounts of Rb-rich miner- ticular, showed a peculiar depletion in Zr, proba-
als. bly related to the calcareous nature of the matrix
In previous studies (AROSTEGUI et alii, 1991; (limestones and carbonates are poor in Zr).
INGLÉS et alii, 1998; SANGÜESA et alii, 2000), The normalization of REE content to the up-
illite was demonstrated to be predominant in per crust unfortunately could not solve the dilu-
the Ebro and Basque-Cantabrian basins (includ- tion effect due to the presence of large mineral
ing the Álava Block), while the red beds typical of inclusions. In order to investigate the analogies
southern Duero basins were found to be mainly between all the samples from the repertory, the
composed of kaolinites and illites-micas, with rare earth concentrations were normalized to the
smectite inter-layers. Red, kaolinite-rich conti- total amount of REE characteristic of each sam-
nental materials were also documented in those ple.
areas of southern Basque-Cantabrian basin (in- A PCA analysis was thus carried out on the
cluding the Álava Block) where Lower Creta- new set of data (fig. 7.12) and 4 eigenvalues rep-
ceous sediments were buried much less deeply resenting the 95.8% of the total were considered.
(RAT, 1959; AROSTEGUI et alii, 1991). The study of principal components 1 and 2 (52.66
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 153

of heavy minerals whose influence on REE distri-


bution caused an enrichment in heavy rare earths
(SINGH, RAJAMANI, 2001).

5.4.  Mineralogical composition and


Firing temperatures

The mineralogical composition of some sam-


ples from the repertory is reported in table 7.7.
The presence of calcite inclusions in sam-
ples 4 and 8 could suggest a low firing tempera-
ture (around 700-750 °C in an oxidizing atmos-
phere), but their large size could have simply
caused an alteration edges, without a complete
Qtz  =  quartz, Cal  =  calcite, Hem  =  hematite, Mc  =  microcline,
Ab = albite, Bt = biotite, Ms = muscovite, Mul = Mullite, Ill = illite,
dissolution of the grain. As already supposed fol-
Gh  =  ghelenite, An  =  anorthite, Di  =  diopside, Spl  =  spinel, lowing the study of the chemical data, gehlenite
Mag = magnetite. (Ca2Al[AlSiO7]) was also detected in these Ca-
Figura 7.12.  PCA analysis of REEs normalized to REE charac- rich samples, as a consequence of the formation
teristic of each sample of microsites whose high Ca activity can result in
phases with a high CaO/SiO2 ratio (RICCARDI,
and 29.80%, respectively) were reported here. A 1999). On the other hand, diopside (detected in
main group including all samples from Group 1, sample 8) could develop at the interface between
together with sample 8 and 12 from group 3 and silicates (such as quartz or phyllosilicates) and
2, respectively, proved to be characterized by an dolomite, or in Ca-rich clays with non-negligible
enrichment in intermediate REEs (Pr to Gd in amounts of chlorite (CULTRONE, 2014, and ref-
particular), suggesting a moderate weathering of erences therein).
the original raw materials, while a more extended The presence of both wollastonite (calcium
weathering was assumed for sample 5 due to the silicate, CaSiO3) and gehlenite suggests the use
depletion in HREE. By contrast, the correlation of of a Calcite-rich clays where these minerals form
sample 11 with HREE was related to the presence as intermediate phases in the 800-900 °C range

Sample Qtz Cal Hem Mc Ab Bt Ms Mul Ill Gh An Di Spl Mag

El Popilo_9 1 x x x x x
Villabascones_1 2 x x x
Poza_1 3 x x x x
Pena Mazo_1 4 x x x x x x
Tedeja_1 5 x x x
Pena Mazo 107 6 x x x x
Tejuela_42 7 x x x x x x
El Popilo_2 8 x x x x x x
Tejuela_41 9 x x x
El Popilo_63 10 x ? x x x
Catrojeriz_1 11 x x x
Caleruega_1 12 x x x
Table 7.7.  Mineralogical compositions of the samples
154 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

(Riccardi, 1999; Trinidade, 2009) by the rite breakdown, or the dihydroxylation of illite
breakdown of CaCO3 and its combination with (RATHOSSI, 2010).
SiO2 or Al2O3 (from illite/mica phases), respec- In conclusion, a range of firing temperatures
tively. Even though the wollastonite+gehlenite between 900 °C and 1.000 °C could be assumed
association remains stable up to 1.100 °C, the for most of the samples where new silicate phases
presence of significant amounts of SiO2 could re- formed at high temperature (such as gehlenite,
duce the stability of both the intermediate phases wollastonite, mullite, diopside and anorthite)
to give anorthite (detected in both samples 4 and have been observed. Exceptions are samples 3, 5
8), a calcium endmember of plagioclase feldspar and 11 where the presence of just quartz, feld-
(CaAl2Si2O8). Thus, a firing temperature close to spars and phyllosilicates suggested lower fir-
1.000 °C could be assumed for sample 8, while ing temperatures (probably <800 °C for sample 5
lower temperatures (<900 °C) characterized sam- where illite is still detectable).
ple 4.
In Ca-poor clays, the formation of anorthite-
like phases (as observed in samples 1 and 7) could 6.  Discussion
generate around quartz grains in Al-rich matrices
(RICCARDI, 1999). On the basis of petrographic analysis, the rep-
Mullite detected in samples (2, 5, 6, 10 and 12) ertory investigated in the present study was found
probably formed as a consequence of muscovite to be composed of samples characterized by fairly
breakdown and the subsequent reaction of Al2O3 homogeneous mineralogical features.
with SiO2 around 900-1.000°. Natural small-sized tempers, and the abun-
Hematite detected in samples 1, 3, 4, 7 and 10 dance of phyllosilicates observed for most of the
originated after the decomposition of goethite samples, suggested sedimentation typical of flu-
according to 2FeOOH → Fe2O3 + H2O (BRIND- vial systems. On the other hand, some of the
LEY, BROWN, 1980; TRINIDADE, 2009). De- samples displayed a lower seriation of the inclu-
spite the fact that goethite becomes unstable at sions with the presence of large mineral grains
low temperatures (230-280 °C), well-crystallized (quartz, feldspars, or calcite/dolomite), in some
hematite could be observed in clays fired at 850- cases probably deliberately added by the potter.
900 °C. Other possible origins for hematite could One of the samples (11), in particular, showed
be regarded in the oxidation of magnetite which peculiar features (such as an abundance in micas,
was previously formed by Fe2+ release from chlo- especially muscovite) suggesting a possible prov-

Sample Clay Technology of production Cronology Site Firing Temperature (°C)


1 fine double wheel 8th-11th El Popilo >1000
2 fine single wheel 10th-11th Villabascones around 1000
6 fine single wheel (?) 8th-10th La Peña del Mazo around 1000
Group 1 7 fine single wheel 8th-10th Tejuela 900-1000
9 fine single wheel 8th-10th Tejuela around 1000
10 fine single wheel 9th-10th El Popilo around 1000
13 fine double wheel 10th-11th Tedeja n.d.
3 fine single wheel 8th-9th Poza de la Sal <800
5 coarse single wheel or hand made 8th-9th Tedeja <800
Group 2
11 fine double wheel (?) 11th (12th?) Castrojeriz <800
12 coarse single wheel 10th Caleruega around 1000
4 fine double wheel 11th La Peña del Mazo <900
Group 3
8 fine double wheel 8th-10th El Popilo >900
Table 7.8.  The main features of the three Red Painted pottery groups
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 155

enance from altered granitic rocks (abundant in ples which belong to this group are almost all in
the Duero Basin). the 8th-10th C, with the exception of the two sam-
The division into three groups, distinguished ples produced on the double wheel which date
on the basis of the matrix and the nature of the between the 10th and 11th C (from the El Popilo
inclusions, offers interesting information, in ar- and Tedeja sites). How many workshops are be-
cheological terms. The table and the distribution hind this production? We could think in terms
map sum up the aggregations of the three groups, of at least two different ones, distinct from each
indicating the figures useful for a comparison (ta- other in chronological terms (early medieval, and
ble 7.8, fig. 7.13). the middle centuries) and in technological terms
Group 1 comprises pottery which is all very (single wheel or double wheel), but at present this
sophisticated, mainly produced on the single hypothesis, despite being plausible, is just one of
wheel, but in two cases sampled (more recent those possible. The firing temperatures are be-
chronologically) double-wheel productions are tween 900 and 1.000°, and denote the use of tech-
also present. Under macroscopic observation, nologically well-equipped kilns.
most of the samples show they were made on Geographically, the Red-painted pottery pro-
the single wheel, but it is interesting to note duced with the fabrics of Group 1 is distrib-
that the samples bear traces of the inclusions uted between the Miranda and Ebro basin, and
having a distinct orientation, thereby confirm- the upper Ebro. Only the Villabáscones sam-
ing they were wheel-shaped. This petrographic ple is slightly further north, but still remain-
group is composed of samples with homogene- ing along the Ebro, given that Villabáscones is
ity in the granulometry of the inclusions and in situated close to the Ebro basin, where the only
their distribution. The chronologies of the sam- known Red-painted pottery workshops were in-

Figura 7.13.  Geographical distribution of the three petrographic groups and the location of the ateliers in the high Ebro basin area
156 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

vestigated, at least four, as stated above, and ac- 900 and 1000°. Thus we can suggest a workshop
tive as of the 11th C, on the basis of the bibliogra- located in the same area of the upper Ebro, but
phy (BOHIGAS ROLDÁN et alii, 1989: 118-119). different from the one(s) represented by Group 1.
It therefore seems fairly likely that our samples, This difference could be explained also by con-
at least as regards the production of the middle sidering that the samples in Group 3 have a later
centuries, come from one of these workshops. chronology, and could reflect an advanced mo-
Also, in all likelihood, the findings indicate that ment in the production of the Ebro.
this same zone produced this pottery also in the The chemical investigation evidenced small
previous centuries, attaining the status of a privi- differences in major, minor and trace elements
leged area for many centuries in the production which were mainly related with the abundance of
of Red-painted pottery, probably thanks to the specific mineral species (such as aluminosilicates,
presence of suitable raw materials, and an eco- feldspars, phyllosilicates, carbonates and ferro-
nomic capacity in the whole area, since this is the magnesian minerals).
heart of the ancient county of Castile. Following the study of major and minor ele-
Group 2 is much more heterogeneous, in ments, samples from Group 1 showed the main
terms of the clay mixtures (fine and coarse), features of a quartz-/feldspar-rich source charac-
processing techniques (single wheel, and one terized by high amounts of micas, typical of the
possible example of handmade pottery) and chro- dismantling of granitic structures.
nology (from the 8th C to the 11th-12th C). The in- On the other hand, the specific chemical fea-
clusions present in the samples are sometimes tures (especially concerning the abundance of
large (as in the case of samples 5 and 12), and heavy minerals, and HREE enrichment) of sample
correspond to quartzes and feldspars deliber- 11 suggested a different source for raw materials
ately added by the craftsman. Moreover, sam- whose chemical and mineralogical compositions
ple 5, from Tedeja, has traces of a use for heating coincide with the geology of the Duero Basin
or cooking, a factor which could explain the use (ARMENTEROS, MOLINA, 1986; HUERTA,
of this coraser fabric. Geographically, Group 2 is ARMENTEROS, 2005; BENITO-CALVO, PÉ-
distributed between the Ebro and Duero, since REZ-GONZÁLEZ, 2007).
the samples belonging to this group are at the The major analogies in the geology of the
sites of Tedeja and Poza de la Sal, on the Ebro, main basins of northern Spain (Basque-Can-
and Castrojeriz and Caleruega, situated to the tabrian, Ebro and Duero), together with the low
south, towards the Duero river basin. Since the dispersion of the archaeological sites where the
Group 2 samples are characterized by technolog- sherds were excavated, required a prudent ap-
ical elements which are very distinct from those proach to provenance studies.
of Group 1, especially owing to the coarseness of Most of the samples from the repertory
the inclusions, we suggest that we are not look- showed very similar distributions in rare earths
ing at a production which comes from the work- (REE), suggesting a similar source for raw materi-
shops described above for Group 1. This group is als, with differences observed in major and minor
very distinct also as regards the firing tempera- elements which were mainly related to small het-
ture, which is lower compared to the two other erogeneities in local scale within the same supply
groups (<800°). area.
Finally, Group 3 comprises just two samples, Exceptions were represented by sample 8,
both with a very fine fabric, featuring calcite and whose calcareous matrix was extremely divergent
dolomite, made on the double wheel, and dat- from that of the other samples, and sample 11,
ing to the middle centuries and the full medieval whose peculiarities in trace element distribution
period. This group is distributed along the Ebro, suggested a different source for raw materials.
at the sites of El Popilo and La Peña del Mazo, Finally, chemical analyses confirmed these
and could be representative of a workshop lo- three groups, with some exceptions. In Group 1,
cated in this area and which was active in the 9th- sample 2 from Villabáscones is different in terms
­10th/11th  C. Group 3 is fairly similar to Group 1, of its enrichment and also its chronology, which
although it is less represented in terms of pres- is fairly late. In particular, the clay of Group 1
ence at sites; the analogy with Group 1 is also seems to have a granitic origin, which can be
seen in firing temperatures, which are between found in the area of the Ebro basin and also in
New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 157

the southern part of the Vasco-Cantabrica basin also present in this group is sample n. 5 from
(Triassic evaporitic quartzite, brought by the Ba- Tedeja, which not only has a very coarse fabric,
yas and Zadorra rivers, which are tributaries of but also shows traces of use for heating or cook-
the Ebro). ing, offering an initial clue showing the use of
Groups 2 and 3 have differing characteris- different clay mixtures (more or less levigated)
tics. In Group 2 there is a larger granulometry in response to specific functional criteria8. As re-
which, in some samples, suggests this is delib- gards the temperatures, as already stated, in this
erately added as temper. The main feature of group, Group 2, there are the three samples with
Group 3 is the calcareous nature of the fabric firing temperatures of below 800°; two of these
and/or of the inclusions. In these groups there are early medieval, and the other belongs to the
are two samples, number 11 (Castrojeriz, 11 th- 11th C, but from the Duero area, not from the
12th) and number  8 (El Popilo 8 th-10th), which Ebro (the one from Castrojeriz). As can be seen
are exceptions; for number 11, specifically, a dif- from this brief summary of the analytical data,
ferent clay source is suggested, compatible with some clues are taking shape, but the low number
the Duero area. As for number 8, although it is of samples for each theme found leaves us with
different, a possible area of provanance cannot several doubts. In particular, as regards produc-
be suggested. tion, there seem to be three interesting issues
With these findings, we try to answer, finally, emerging, namely the characterization of a pro-
the biggest questions underlying our research duction also in the Duero area which is similar
into Red-painted pottery in northern Spain. to the one which is easily distinguishable for the
Ebro, the association between the differing firing
temperatures and early medieval chronologies,
1.  Centres of production and the and finally the use of coarse fabrics to make ves-
productive technologies used sels not only of table ware, but also kitchen ware,
while still maintaining the decorative character-
Regarding this point, the area of the upper istics of Red-painted pottery.
Ebro seems to be established as a privileged pro- Meanwhile, it seems certain that the firing
duction zone; here four kilns, active in the 11th C, temperatures show variations only in accordance
have been identified. This area is the provenance with the classification of samples on the basis of
of some of the samples present in our selection, composition, given that, especially for samples
including many in Group 1 and Group 3. Mean- with coarser clays, we see a lower firing tempera-
while, as regards Group 2, at least one sam- ture, around 800°.
ple (n. 11, from Castrojeriz) seems compatible Finally, a very important technological obser-
with the Duero area, while there is a lot of un- vation is that all the ceramics made on the sin-
certainty over the others. The area of the upper gle wheel show signs of an orientation of the in-
Ebro thus produced Red-painted pottery in the clusions, and thus a manufacturing technology
period under investigation, from the 8th to the which is already very effective, albeit without
11th C, but the distinction between Group 1 and the use of the fast wheel. In our view, this fac-
3 allows us to see compositional differences in tor, together with the higher firing temperatures
the two chronological phases, although the fir- which are found around 1.000°, allow us to de-
ing temperatures involved remain the same. In scribe production facilities with a high level of
any event, Group 3 seems later, being attested technical knowhow, having permanent and well-
only in the 10th and 11th C, although the samples isolated kilns. This description can be applied so
available to us are few, and the one relating to El far above all to the production area of the upper
Popilo (n. 8) is very doubtful. As for Group 2, it Ebro, on the basis of this sampling by us.
brings together samples with differing peculiar-
ities, insofar as it is the group which comprises
Red-painted pottery associated with coarse fab-
rics, with lower firing temperatures, and with
8
  A similar case is found in Italy, in the Piombino de-
posit, in which functional analyses for the study of food resi-
one sample, n. 11 from Castrojeriz, which has due in ceramic containers showed that some jars made with
a variety in its composition which can be re- coarse fabric, and dated to the 13th C, were used as boilers
ferred to the river Duero basin. Furthermore, for milk (PECCI, 2009).
158 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

2.  Distribution areas with the area of the Duero basin. Thus a second
production area becomes visible, the Duero area,
The chronological distribution map of sam- although we are unable to perceive the scope of
ples of Red-painted pottery shows findings which its distribution.
are complicated, and the analysis of which is of-
ten controversial, and to reflect in a detailed way
on the manner of distribution of Red-painted 7.  Conclusions
pottery further data will certainly be needed
(fig. 7.14). In summary, what we can assert today The first step in archaeometric research into
is that, for the 8th-10th C, all three petrographic Red-painted pottery in the northwest of the Ibe-
groups are represented, including the sample rian Peninsula has shown the great potential of
which is an exception, and which is not associ- this analysis to enrich information on craftsman-
ated with any production area (number 8, from ship, the networks of trade, and settlement con-
El Popilo). We are observing distribution net- sumption patterns. This possibility takes on great
works, at least between the 8th and 10th C, limited importance for the early Middle Ages, in which
to ancient Castile, and equally as regards pro- the sources available to us for investigating these
duction centres. The distribution scale seems to themes are very few, and often complicated to
be given by the Caleruega sample, which, in the decipher.
10th C, consumes Red-painted pottery from the The rarity of Red-painted pottery at many
Ebro. In the 10th and 12th C, the three groups are sites analyzed was the first sign which persuaded
equally represented, but in this case Group 2 in- us of the need to address this detailed analysis.
cludes the sample from Castrojeriz, associated Indeed, it seemed essential to find out whether an

Figura 7.14.  Distribution on chronological basis of Red Painted pottery samples


New archaeometrical data on Red-painted pottery: a case study from Northern Iberia 159

eclectic presence might be seen as a factor to be and conservation projects. We would to thanks
interpreted in economic or social terms, or both. the collaboration of this Society that have fur-
Having highlighted the main production areas (in nished all materials about the interventions held
the upper Ebro), and having understood the dis- in the last years (INFORMES TÉCNICOS. De-
tance between the production areas and the cen- positados en el Servicio Territorial de Cultura de
tres of consumption, this affords us the chance Burgos Aratikos Arqueólogos S.L. y Proyectos y
to understand the distribution networks and the Propuestas Culturales S.L.).
distance covered by Red-painted pottery, and
thus to view it in different lights. Its major pres-
ence in the heart of the ancient County of Castile, References
also corresponding to the main production zone,
shows the economic capacity of the County itself, ABASCAL PALAZÓN J. M., 1986, La cerámica
by means of the possibility of organizing a form pintada romana de tradición indígena en la
of pottery production and distribution of a high Península Ibérica. Centros de producción, co-
technological level. It remains to be seen whether mercio y tipología, Madrid.
this economic capacity was also matched by a so- ARGENTE OLIVER J. L., 1979, La villa tardorro-
cial complexity of the individual sites (for exam- mana de Baños de Valdearados (Burgos), Ma-
ple Tedeja, El Popilo, or La Peña del Mazo) or drid.
whether, more simply, the proximity to the work- ARMENTEROS I. A., MOLINA E., 1986, Los
shops led, as a result, to greater consumption of arrasamientos Plioceno y Plio Pleistoceno en
Red-painted Pottery. el sector sur-oriental de la Cuenca del Duero,
What certainly seems clear to us at this point Studia geologica salmanticensia 22, pp. 293-
is that, having shown a greater economic com- 307.
plexity in the County of Castile, up until the 10th AROSTEGUI J., ZULUAGA M. C., VELASCO F.,
C, and a presence of very fluid networks for the ORTEGA-HUERTAS M., NIETO F., 1991, Di-
circulation of goods produced here, there is an agenesis of the central Basque-Cantabrian Ba-
emphasis on the very difference between this sin (Iberian Peninsula) based on illite-smectite
area and neighbouring areas, such as the Álava distribution, Clay Minerals 26 (4), pp. 535-
plain, where this pottery is rare, and almost cer- 548.
tainly not produced in loco. With the second part AROSTEGUI J., SANGÜESA F. J., NIETO F.,
of the anticipated analyses, in which comparisons URIARTE J. A., 2006, Thermal models and
will also be drawn with some sites in the province clay diagenesis in the Tertiary-Cretaceous
of Álava or in the area of Miranda di Ebro (such sediments of the Álava block (Basque-Can-
as Zaballa, Arganzon), we could perhaps find out tabrian basin, Spain), Clay Minerals 41 (4),
whether the distribution range of Red-painted pp. 791-809.
pottery produced in the upper Ebro was even AZKARATE GARAI-OLAUN A., SOLAUN BUS-
more extensive, or whether there were other pro- TINZA J. L., 2016, La cerámica altomedieval
duction centres which we do not know, as yet. In en el País Vasco (siglos v-x d.c.): produccio-
our opinion, if the Red-painted pottery present at nes, modelos productivos y patrones de con-
the sites in the areas close to the Ebro were to be sumo, J. A. QUIRÓS CASTILLO, A. VIGIL-
confirmed as imported pottery, we could inter- ESCALERA GUIRADO (eds.), La cerámica de
pret this as a sign of a social nature, and a marker la Alta Edad Media en el cuadrante noroeste
of the presence of social levels which intended to de la Península Ibérica (siglos v-x). Sistemas
somehow distinguish themselves, and to make de producción, mecanismos de distribución y
themselves visible. patrones de consumo, Bilbao, pp. 193-229.
BARTIER D., BUATIER M., LÓPEZ M., POT-
DEVIN J. L., CHAMLEY H., AROSTEGUI J.,
Aknowledgements 1998, Lithological control on the occurrence
of chlorite in the diagenetic Wealden complex
Red painted pottery was recovered during the of the Bilbao anticlinorium (Basco-Cantabrian
excavations carried out by Aratikos Arqueologos Basin, Northern Spain), Clay Minerals 33 (2),
Society in the framework of many investigation pp. 317-332.
160 Francesca Grassi, Cristina Fornacelli

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8
La cerámica medieval en la cuenca del Duero:
estudio tecnológico y arqueométrico
Inés Centeno Cea, Olatz Villanueva Zubizarreta1

1
RESUMEN metric analyses and proposes some research lines that,
based on these new methodologies and in light of the
Se analizan en este trabajo algunos de los hitos
present state of research, may be developed in a near
principales que la investigación de la cerámica medie-
future.
val ha alcanzado en el valle del Duero, desde que co-
menzó su andadura en los años 70 de la pasada centu- KEYWORDS:  Medieval archaeology, Ceramic manu-
ria en el marco de la naciente Arqueología Medieval. factures, Ceramic technology, Ceramic paste anal-
Se valoran de este modo los principales logros obteni- ysis, Palaeomagnetism.
dos tanto en la caracterización tecnológica de las di-
ferentes producciones cerámicas como en su propio
significado histórico como bien material de primera
necesidad producido, comercializado y distribuido en
un marco social y económico concreto. Se destacan
igualmente los escasos pasos que se han dado en el
campo de los análisis arqueométricos y se plantean al- 1. Introducción: propósito y límites
gunas de las posibles líneas de investigación que, valo- de estudio
rando el punto en el que se encuentra la investigación,
estas metodologías pueden desarrollar en un futuro En el marco de los diferentes trabajos que
inmediato. se reúnen en la presente publicación, y respon-
diendo a la invitación que amablemente nos hizo
PALABRAS CLAVE:  arqueología medieval, produc-
ciones cerámicas, tecnología cerámica, análisis de
su coordinadora, nuestra aportación se centrará,
pastas, paleomagnetismo. como su título indica, en la cerámica del valle del
Duero durante la Edad Media. Refundir en este
marco cronológico y espacial los avances que,
hasta la fecha, la arqueometría ha aportado a es-
ABSTRACT tos estudios ceramológicos, resulta una cuestión
The present paper surveys some major milestones que podríamos solventar en unos cuantos pá-
in the study of Medieval pottery in the Douro val- rrafos, ya que se trata este de un camino apenas
ley, since the inception of the discipline in the 1980’s transitado. Sin embargo, pensamos, el punto en
in connection with the nascent Medieval archaeol- el que se encuentra la investigación cerámica es
ogy. Thus, the paper offers an assessment of the main ya lo suficientemente «maduro», al menos en al-
results, both regarding the technological identifica- gunos aspectos y en algunos periodos cronológi-
tion of ceramic manufactures and the historical sig- cos, como para sugerir el empleo de algunas de
nificance of pottery as an essential material good in a
estas técnicas, progresivamente complejas y va-
given socioeconomic context. Likewise, the paper con-
siders the scarce advancement in the field of archaeo-
riadas, en la resolución de ciertas cuestiones que
la investigación tiene planteadas. Y es precisa-
mente en estas cuestiones en las que centraremos
nuestra exposición, en la que incluiremos, lógi-
1
  Este trabajo se ha realizado con el apoyo del Proyecto
I+D Excelencia «Estudio de los espacios rituales mudéjares
camente, los pasos que en esta dirección se han
en la Castilla medieval: Mezquitas y cementerios islámicos dado. No pretendemos en este sentido otra cosa
en una sociedad cristiana» (MINECO HAR-2017-83004-P). que realizar un repaso a la actividad e iniciativas
164 Inés Centeno Cea, Olatz Villanueva Zubizarreta

desarrolladas en los estudios de cerámica medie- mente en los procesos históricos que le susten-
val en la cuenca del Duero, valorando los proble- tan— claramente diferentes al mundo romano
mas claves existentes y en los que parece de vital anterior.
importancia la concurrencia de las nuevas técni-
cas arqueométricas.
Abordaremos este estudio siempre desde la 2. Los inicios: un primer
profunda convicción que las dos firmantes de reconocimiento de la cerámica
este trabajo profesamos acerca de la potenciali- medieval y el desarrollo de
dad de este singular elemento material que es la las primeras metodologías de
cerámica, no solo a la hora de aportar cronolo- estudio
gías al documento material objeto de análisis ar-
queológico sino también a la hora de aportar in- Una de las primeras preocupaciones de los
formación acerca de las circunstancias sociales, investigadores pioneros en el campo de la Ar-
económicas y culturales en que su producción, queología Medieval de Castilla y León allá por los
distribución y consumo se ha desarrollado en las años  70 del siglo pasado, fue iniciar la andadura
sociedades del pasado. Determinar en este sen- por la caracterización del documento arqueoló-
tido los posibles campos de análisis, las pregun- gico y, en este sentido, el reconocimiento y la ti-
tas más acertadas que deberíamos ser capaces de pificación de la cerámica tuvo un papel deter-
trasladar al campo de la arqueometría para abor- minante. La cerámica constituía la herramienta
dar problemas arqueológicos e históricos concre- primordial para convertir al registro arqueoló-
tos, será pues el objetivo principal de esta aporta- gico medieval en metodología y disciplina de aná-
ción. lisis para historiar la «repoblación» de la cuenca
Enmarcaremos este estudio, desde el punto del Duero, de forma que su examen y clasifica-
de vista geográfico, en el valle del Duero. Ni que ción se convirtió en el primer paso a llevar a cabo
decir tiene que escapa completamente de los ob- en esta investigación inicial.
jetivos de este trabajo cualquier intento de reali- A esa etapa pertenecen las cerámicas pinta-
zar un repaso exhaustivo de todos y cada uno de das y estriadas documentadas en yacimientos del
los estudios o referencias que acerca de cerámica norte de la cuenca, tanto en su vertiente caste-
se han realizado en este marco geográfico, cues- llana como leonesa, cuyo inicial reconocimiento
tión que, por otra parte, resultaría inabordable. significó (y todavía hoy) la base para establecer
Se trata en este sentido de señalar aquellos traba- la identificación de las características básicas de
jos que nos permiten acercarnos a los principales la cerámica medieval del Duero. La metodología
problemas actualmente planteados y en cuya re- empleada por aquellos ilustres pioneros se basaba
solución intervienen los estudios cerámicos. en la clasificación morfológica y tipológica, otor-
El marco cronológico incluye un periodo de gando además una especial importancia a la de-
casi once siglos, del v al xv, cronología esta que coración a la hora de caracterizar, individualizar
puede provocar ciertas discrepancias en lo que y datar los distintos tipos cerámicos que comen-
respecta a su límite inicial, por cuanto tradi- zaban a reconocerse en aquellos yacimientos em-
cionalmente el siglo v se ha historiado dentro blemáticos de, principalmente, las provincias de
del periodo romano y los siguientes (vi y vii, la Palencia (El Castellar, Monte Cildá, Tariego de
época visigoda o hispanovisigoda) se han incluido Cerrato), Burgos (Castrojeriz) y León (Gordón y
en esa denominación tan imprecisa como gené- Valderas) (VILLANUEVA, 2001) (fig. 8.1).
rica, un tanto a caballo entre el mundo antiguo En los años 80, sobre aquella base, la primera
y el medieval, que se conoce como tardoantigüe- generación de arqueólogos medievalistas (los pri-
dad. Por nuestra parte, reiteramos la opinión ya meros especializados en este horizonte en nues-
vertida por una de nosotras en otras ocasiones tra región) focalizaron su atención nuevamente
(CENTENO et alii, 2016: 256) acerca de conside- en el estudio de la cerámica, esta vez bajo un
rar ya el siglo v, al menos en su segunda mitad y nuevo enfoque y metodología. La elaboración de
en lo que respecta al ámbito geográfico que nos una propuesta de síntesis sobre el panorama ce-
ocupa, dentro de la Alta Edad Media, en la cons- rámico de buena parte del cuadrante norocciden-
tatación de que presenta unas características en tal de la península (GUTIÉRREZ y BOHIGAS,
lo que respecta a su registro material —y lógica- 1989) supuso un hito importante en el desarrollo
La cerámica medieval en la cuenca del Duero: estudio tecnológico y arqueométrico 165

Figura 8.1.  1. Las Cordoneras; 2. La Carrera II; 3. Valladolid; 4. Tariego de Cerrato; 5. Monte Cildá; 6. El Castellar de Villajimena;
7. Ávila; 8. Castrojeriz; 9. Burgos; 10. Ladera de los Prados; 11. Zamora; 12. Salamanca; 13 Villalonso; 14. El Castillón de Sta. Eulalia
de Tábara

de la investigación posterior. En esa obra colec- nocidos hasta el momento. Ciertamente, los años
tiva se recogían los primeros resultados y el ba- 90 fueron una etapa de inflexión en los estudios
lance de muchos de los trabajos realizados hasta ceramológicos regionales; por un lado, por el vo-
esa fecha, de forma que cada uno de aquellos es- lumen y variedad de los conjuntos documenta-
tudios territoriales se convirtieron en los referen- dos, que venían a ampliar y completar el pano-
tes de la caracterización de la cerámica medieval rama recientemente reconocido, y por otro, por
regional. Nuevamente, los aspectos morfológicos, la renovación metodológica de la que participaba
tipológicos y decorativos constituyeron los crite- también la investigación cerámica a nivel nacio-
rios básicos de la individualización de las produc- nal.
ciones, aunque comenzaba ya a contemplarse que Esta actividad arqueológica profesional pro-
los diferentes barros empleados en unos y otros pició un nuevo escenario de actuación e inves-
tipos podrían igualmente constituir un indicador tigación. Si hasta ese momento, la Arqueología
para establecer nuevas clasificaciones; por ejem- Medieval había orientado sus intereses prefe-
plo, las producciones micáceas de tierras zamora- rentemente hacia ámbitos rurales y a horizontes
nas (LARRÉN, 1989). cronológicos altomedievales, la Arqueología de
Al tiempo, la Arqueología de Gestión se con- Gestión actuaba mayormente en espacios urba-
virtió en la principal actividad generadora de in- nos y documentaba estratigrafías bajomedieva-
formación e investigación para la Arqueología les que descubrían unas nuevas producciones
Medieval. Desde entonces, el volumen de datos cerámicas en el panorama trazado en la etapa
y conjuntos cerámicos disponibles se multiplicó de investigación previa (TURINA, 1994; GU-
y se generó una nueva realidad científica que so- TIÉRREZ, BENÉITEZ, 1997; MIGUEL, GUTIÉ-
brepasaba los parámetros de la investigación co- RREZ, 1997; los diferentes estudios procedentes
166 Inés Centeno Cea, Olatz Villanueva Zubizarreta

de la Arqueología Urbana de Valladolid recogi- fías bajomedievales del centro de la cuenca del
dos en VV.AA., 1991). Duero. Pronto se comprobó que se trataba de va-
El nuevo panorama generado en los 90 con la jilla elaborada en la ciudad de Valladolid, concre-
multiplicación de las producciones cerámicas re- tamente en los alfares establecidos a lo largo de
sultantes inauguró una nueva etapa de estudios la calle de los Olleros (luego y hoy, Duque de la
y posibilidades. La investigación permitía ahora Victoria) y que sus artífices pertenecían a la im-
plantear nuevas estrategias de análisis en función portante aljama mudéjar de la ciudad. Las exca-
de los nuevos intereses científicos. Por un lado, vaciones arqueológicas practicadas en un par de
resultaba imprescindible la catalogación y data- alfares de aquella calle (en particular, por su en-
ción de las nuevas producciones conocidas, para tidad, el del número 23) ponían de manifiesto el
que las cerámicas actuaran de indicador cronoló- tipo de producción elaborada en ellos y permitían
gico en la investigación arqueológica, pero tam- caracterizarlos desde uno de sus centros de pro-
bién para participar del avance de la investiga- ducción (MORATINOS, SANTAMARÍA, 1991;
ción ceramológica nacional que durante aquella VILLANUEVA, 1998).
década y la siguiente gozaron de un notable desa- Esta cerámica engobada (o mudéjar, como co-
rrollo, sobre todo en lo referente a la reconstruc- menzó a ser conocida en la literatura arqueoló-
ción de los procesos productivos cerámicos. Por gica) se documentaba ampliamente en las estrati-
otro lado, también se mostraba sugerente (dado grafías bajomedievales de la ciudad de Valladolid,
el volumen de información resultante, sobre todo pero también en otras localidades repartidas por
en ámbitos urbanos) la idea de incorporar el es- el centro y este de la cuenca del Duero. La pre-
tudio del artesanado cerámico a la investigación sencia de este tipo cerámico en el amplio terri-
histórica del tejido productivo medieval caste- torio castellano demandaba una explicación his-
llano y leonés, fundamentalmente porque la in- tórica: saber si eran productos comercializados
formación arqueológica venía a suplir la laguna desde los alfares de la villa vallisoletana o si, por
notoria que los escritos dejaban sobre esta activi- el contrario, había más centros productores que
dad básica para la sociedad medieval. elaboraban vajilla similar, técnica y tipológica-
En este contexto se enmarcan por lo tanto los mente. Esta segunda hipótesis se tomó como po-
estudios ceramológicos de aquellos años finales sible, suponiendo que fuera más que probable
del siglo xx y primeros de los 2000. Muchos de que otros alfareros mudéjares asentados en otras
los esfuerzos se centraron en la caracterización villas castellanas estuvieran produciendo tipos
de las nuevas producciones reconocidas e indi- similares, para lo cual era necesario inventariar
vidualizadas para ser incorporadas y ajustadas y catalogar las cerámicas recuperadas en unos
a los parámetros cerámicos conocidos. La labor y otros lugares y analizar si, bajo un aparente
arqueográfica a desarrollar (la de la caracteriza- mismo aspecto, se escondían producciones loca-
ción del documento cerámico) se orientó, como les dispares aunque con rasgos compartidos (VI-
no podía ser de otra forma, a individualizar y de- LLANUEVA, 1998: 289-302).
finir los tipos reconocibles en función de sus ca- En esta tarea de individualización de las cerá-
racterísticas tecnológicas (barros, modos de coc- micas mudéjares, el recurso a metodologías ar-
ción, tratamientos y decoraciones desplegadas) queométricas parecía determinante. El análisis de
y funcionales. Parecían intuirse ya algunos hori- los productos recuperados en el alfar del solar n.º
zontes cronológicos cerámicos y a definirse al- 23 de la calle Duque de la Victoria de Valladolid
gunas elaboraciones, reconociéndose sus lugares se planteó como medio para establecer la caracte-
de producción y radios de comercialización (por rización mineralógica y tecnológica de la produc-
ejemplo: GÓMEZ, 1996; GUTIÉRREZ, VILLA- ción vallisoletana y para posteriormente poder
NUEVA, 1998; LARRÉN, TURINA, 1998; LA- ser reconocida entre los productos comercializa-
RRÉN, NUÑO, 2006; VILLANUEVA, 1998). dos dentro y fuera de la villa del Esgueva.
Uno de los nuevos tipos cerámicos documen- Un primer análisis mediante lupa binocular,
tados merced a esa labor desarrollada desde la microscopio petrográfico y difracción de rayos X
Arqueología Urbana de Gestión fueron unas pro- realizado sobre 32 muestras aportó una primera
ducciones cuyo rasgo definitorio era su carac- caracterización mineralógica de la producción
terístico engobe denso de tonalidad rojiza, que en la que destacaban la presencia de cuarzos, fel-
comenzaron a ser habituales en las estratigra- despatos potásicos, espinela, illitas, hematites y
La cerámica medieval en la cuenca del Duero: estudio tecnológico y arqueométrico 167

caolinitas (AYERBE, VILLANUEVA, 1995). Las despensa (AYERBE, VILLANUEVA, 1995: 161-
técnicas desplegadas, sin embargo, no pudieron 163).
determinar si la naturaleza del barro empleado Sin duda, la información tecnológica sumi-
en el modelado de las piezas era la misma que la nistrada por la arqueometría en el análisis de los
del recubrimiento superficial, algo, por otro lado, restos del alfar mudéjar vallisoletano fue deter-
que parecía crucial, sobre todo para discernir si minante para conocer los modos de producción
se trataba de juagueteados, engobes o barnices. desplegados en aquel taller y para explicar algu-
Por ello, otro lote de 7 muestras fue analizado nas de las características externas de estas ela-
mediante microscopio binocular y escáner elec- boraciones. Lamentablemente, la labor de carac-
trónico microscópico (SEM), lo que permitía un terización mineralógica de estas producciones
detallado examen de la microtextura del soporte mudéjares no se vio continuada, de forma que la
y de la superficie por separado, a la vez que pro- creación de una base de datos tecnológica de la
porcionaba análisis químicos cuantitativos de la cerámica engobada del Duero quedó interrum-
áreas seleccionadas por medio de la energía dis- pida con esta única entrada.
persiva de Rayos-X (EDA). Sabemos así que para
la confección de las piezas se empleaban barros
ferruginosos ricos en potasio y que los recubri- 3. La actualidad: la continuación
mientos se preparaban mediante la decantación de una investigación y
de esas mismas arcillas, y no por la adición de los actuales parámetros
otros elementos, lo que confirma que se trata de metodológicos
engobes más o menos densos cuyas diferentes to-
nalidades son producto de las variadas condicio- Hoy en día, la Arqueología de Gestión sigue
nes de estanquidad experimentadas durante la siendo la gran suministradora de los conjuntos
cocción en el horno. cerámicos medievales del Duero, sobre todo en
El análisis de las muestras geológicas recogi- ámbitos urbanos y de cronologías bajomedieva-
das posteriormente en las terrazas del interfluvio les. Su estudio sigue estando presente en la his-
Duero-Pisuerga y su comparación con los barros toriografía regional (lo veremos a continuación),
empleados en la producción cerámica indica- pero parece que, paralelamente, la investigación
ban además que parecía no haber tenido lugar propiamente dicha se está orientando, de forma
una adición de partículas antiplásticas en el com- preferente, como en los orígenes, a historiar la
puesto arcilloso empleado en la alfarería; única- transición de la Tardoantigüedad al Medievo, y
mente la presencia de cal en algunas muestras y nuevamente la cerámica está siendo objeto de es-
de chamota en un caso podrían poner en tela de tudio para ser utilizada como documento social y
juicio esa apreciación, aunque finalmente se de- cronológico.
terminó que igualmente podría deberse a causas Para empezar, los estudios de cerámica ba-
fortuitas o naturales. jomedieval, como decimos, han experimentado
Con estos datos y un análisis racional de la cierto estancamiento respecto a décadas pasadas.
composición del barro, se pudo concluir que es- En la mayoría de los casos se trata de presenta-
tos ofrecían unos mínimos óptimos de sustancia ción de nuevos lotes o tipos cerámicos, no siem-
arcillosa para conferirle plasticidad y, por ende, pre concebidos desde postulados históricos y me-
posibilidades para el modelado y torneado en al- nos aún, arqueométricos.
farería, y que la presencia de unos y otros mine- Es el caso, por ejemplo, de los estudios realiza-
rales, apuntaban a temperaturas de cocción en dos en la ciudad de Ávila (en dos intervenciones
torno a los 900 ºC. La aplicación de los engobes de notable extensión), de las diferentes produc-
superficiales (que podrían llegar a modificar de- ciones de época pleno-bajomedieval, fundamen-
terminadas propiedades, como su dureza, per- talmente tipos engobados y esmaltados de loza
meabilidad o resistencia) y las propiedades y mudéjar —verde manganeso, azul cobalto y re-
granulometría fina de sus desgrasantes naturales, flejo dorado—, que ponen de manifiesto las sin-
conferían además a estas producciones su espe- gularidades de estas piezas respecto a las produc-
cial aptitud para la resistencia mecánica, un he- ciones vallisoletanas antes presentadas (CRUZ,
cho corroborado por la vocación funcional de 2003; QUINTANA, CENTENO, 2003) y que pa-
estas elaboraciones como vajilla de mesa y de recen emparentarse con los tipos andalusíes de
168 Inés Centeno Cea, Olatz Villanueva Zubizarreta

la Marca Media, fundamentalmente del entorno lítica de pastas sería fundamental para conocer
de Toledo. Es el caso igualmente, ya al norte del su centro productor. La total coincidencia en lo
Duero, de los análisis realizados acerca de es- que respecta a patrones formales y sobre todo
tas mismas producciones en la ciudad de Burgos decorativos con un lote documentado en un pe-
(ORTEGA, 2002) y en Castrojeriz, a partir en este cio hundido en la bahía de Marsella que llevaba a
caso de los abundantes lotes de materiales exhu- territorio francés esta mercancía, parece sugerir
mados durante las intensas excavaciones realiza- idéntica procedencia, levantina, para ambos lotes,
das en el castillo (CENTENO et alii, 2013a). En su aunque es esta una circunstancia que únicamente
estudio se plantean además algunas de las pautas la arqueometría puede confirmar o desmentir de
generales, ceramológicamente hablando, que pa- modo categórico.
recen estructurar la transición entre la cerámica A una producción más regionalizada parecen
medieval y la moderna, con una importancia pro- obedecer las denominadas lozas decoradas en
gresiva de las producciones esmaltadas de loza verde manganeso. En este caso, y a partir de los
blanca. Esta misma transición parece registrarse últimos trabajos de A. Turina (2001) parece posi-
en el abundante lote de materiales recogidos en ble sugerir la existencia de alcalleres en las prin-
el interior de un silo exhumado en el castillo de cipales ciudades castellanas. La ubicación y ca-
Villalonso, Zamora (CENTENO et alii, 2013b), racterización de estos talleres se encuentra aún
en el que junto a esas lozas blancas propias de en una fase muy inicial, y sin duda en ello habrían
estos momentos se documenta un importe con- de jugar un papel determinante las analíticas de
junto de cerámica de pastas graníticas, tipo este pastas. Es esta una cuestión, la del potencial real
bien documentado en Zamora y su entorno al que los estudios arqueométricos pueden jugar en
menos desde el arranque de la Plena Edad Me- el futuro de los estudios cerámicos de la cuenca
dia. La distribución de la cerámica zamorana y su del Duero, que trataremos en profundidad en el
solapamiento espacial y temporal en varios asen- último apartado de este trabajo.
tamientos de las provincias de Burgos y Palencia Pero, como decíamos, si hay un campo de la
con otro tipo de cerámica de cocina cuyo origen investigación cerámica —y arqueológica— que
se establece en el entorno de la antigua merindad ha experimentado en las dos últimas décadas una
de Campoo, se analiza en otro estudio de reciente profunda renovación teórica y metodológica ese
aparición (CENTENO et alii, 2015). es sin duda el de la Alta Edad Media. Esta pro-
La cerámica de época bajomedieval de la ciu- funda renovación ha venido de la mano de dos
dad de León es estudiada del mismo modo en circunstancias dispares. Por una parte, el desarro-
la tesis doctoral de R. Martínez Peñín, a par- llo de un proceso de urbanización y creación de
tir de las intervenciones realizadas en el alfar grandes obras de infraestructura viaria hasta me-
de Santa  Cruz. En este caso los estudios son diados de la primera década de esta centuria, que
acompañados de análisis arqueométricos, aunque ha puesto al descubierto una serie de yacimientos
la caracterización de piezas y producciones no rurales hasta la fecha prácticamente desconoci-
queda, a nuestro juicio, claramente esclarecida dos. Y por otra, el cambio de paradigma en la con-
(MARTÍNEZ PEÑÍN, 2008). sideración e interpretación de estos yacimientos
Finalmente habría que mencionar algunos en particular y del periodo post-romano en gene-
estudios acerca de piezas de loza dorada valen- ral, superando la secular autarquía investigadora
ciana en ciertos puntos de la corona de Castilla; para incardinar estos procesos y este momento
es el caso del trabajo de M. Retuerce y M. Me- histórico en dinámicas y debates más amplios, de
lero (2012) en el que se recopilan los puntos en ámbito europeo, en los que se dirimen los propios
los que dichas piezas han sido documentadas y procesos de gestación de la Europa medieval.
también es el caso de un trabajo presentado re- En esta línea de investigación, los estudios
cientemente por una de nosotras (CABRERA et cerámicos han experimentado y están experi-
alii, 2012) acerca de un conjunto excepcional de mentando un innegable y necesario proceso de
este tipo de loza documentado en la villa de Aré- avance y de renovación metodológica. Frente a
valo, muy posiblemente vinculado a la presen- los análisis de tipo formal y tipológico válidos
cia de la corte de la reina Isabel de Portugal en para el estudio de las producciones estandariza-
la villa durante la segunda mitad del siglo xv. En das de época romana, se imponen otros de tipo
este caso, por ejemplo, la concurrencia de la ana- tecnológico, centrados en la determinación de
La cerámica medieval en la cuenca del Duero: estudio tecnológico y arqueométrico 169

las diferentes producciones y sus modos de ela- bución y consumo a lo largo del periodo anali-
boración, único método válido de acercarse a zado. En nuestra opinión, los estudios de Solaun
unos tipos cerámicos facturados en el marco de constituyen un necesario referente y ponen de
lo local y al margen de cualquier proceso de es- manifiesto la potencialidad de la cerámica en la
tandarización. Esta línea de análisis va impo- detección, delimitación y desarrollo de procesos
niéndose gradualmente, fundamentalmente a históricos. En este sentido, nuestra opinión no
partir de los trabajos realizados por A. Vigil-Es- puede sino refrendar las propias palabras del in-
calera en la Comunidad de Madrid, quien, ampa- vestigador a propósito de que los modos y mode-
rado en este análisis tecnológico, ha conseguido los de producción y los cambios que en ellos se
establecer los hitos fundamentales de un proceso producen en un periodo determinado, son indi-
secuencial que arranca en los contextos estan- cadores de transformaciones socioeconómicas y
darizados de las últimas villae de la región en la culturales más profundas. El papel de la arqueo-
primera mitad de la quinta centuria, pasa en la metría en la detección de las variables y procesos
segunda mitad de la centuria por unos contextos que conforman un determinado modelo produc-
facturados aún a torno rápido en los que abun- tivo resulta en este marco, y como apuntaremos
dan las imitaciones de sigillata, por la progre- en el último apartado de este trabajo, fundamen-
siva implantación de los tipos facturados a tor- tal.
neta a lo largo de los siglos vi y vii y culmina en La realidad de la investigación cerámica alto-
el viii con un modelo productivo en el que este medieval en el valle del Duero dista mucho, sin
tipo de producciones a torneta resultan casi ex- embargo, de las cotas alcanzadas en estos territo-
clusivas. El proceso culmina en la segunda mi- rios colindantes. El principal problema radica en
tad del siglo  viii y ya en el ix, con la aparición, este sentido en la disparidad de criterios con los
junto con piezas herederas del mundo visigodo, que se han abordado las diferentes intervencio-
de las primeras producciones islámicas emirales, nes arqueológicas y las investigaciones cerámi-
que ponen de manifiesto la inclusión de la región cas de ellas derivadas. Nos referimos en concreto
en redes comerciales de mayor amplitud (VIGIL- a la metodología empleada en muchas de las ex-
ESCALERA, 2007, 2013, 2015). cavaciones desarrolladas dentro del marco de la
Un claro ejemplo de esta misma renovación Arqueología de Gestión, en las que el criterio de
metodológica, que constituye a nuestro juicio recogida de materiales ha sido selectivo —y en al-
un modelo a seguir en los estudios ceramológi- gunos casos muy selectivo— y, sobre todo, al en-
cos (fuera también de nuestro marco espacial foque analítico empleado en el estudio de algunos
de análisis), lo constituyen los estudios acerca de los conjuntos cerámicos de estos derivados y
de cerámica medieval en el País Vasco, entre los analizados, de corte tipológico. Esta circunstan-
siglos  viii y xiii, desarrollados por J. L Solaun cia ha condicionado la imprecisión cronológica
Bustinza y objeto de su tesis doctoral (SOLAUN, de los resultados, habiéndose englobado dentro
2005). Solaun establece como unidad básica de del amplio marco de los siglos vi al primer tercio
análisis lo que denomina «grupo cerámico», de- del viii, conjuntos que sin duda desde otro enfo-
terminado por un conjunto de variables, no rí- que metodológico podrían haber aportado ma-
gidas, que integran cuestiones tecnológicas y en yores precisiones. Es el caso por ejemplo, de al-
cuya delimitación resulta fundamental la concu- gunos trabajos que han intentado integrar varias
rrencia de análisis arqueométricos, petrográficos secuencias y yacimientos de variada cronología,
y mineralógicos. Esta metodología, que él mismo como resulta ser el realizado en once yacimientos
denomina tecnotipología (SOLAUN, 2013) le de la cuenca por un equipo de varios investiga-
permite, una vez cuantificados los grupos cerá- dores (LARRÉN et alii, 2003) o el recientemente
micos en cada yacimiento analizado, elaborar publicado por la universidad del País Vasco en
una serie de «conjuntos de referencia», confor- el que se analizan —junto a asentamientos rura-
mados por los diferentes grupos cerámicos ela- les de la comunidad de Madrid, cuya base me-
borados en un determinado periodo y ámbito todológica y analítica resulta más productiva—
cronológico, válidos no solo como referente cro- otros cinco yacimientos rurales encuadrados en
nológico a nivel regional sino también como do- la cuenca del Duero en los que nuevamente las
cumento histórico a partir del cual determinar el precisiones cronológicas no son muchas (VIGIL-
desarrollo de los procesos de producción, distri- ESCALERA, STRATO, 2013).
170 Inés Centeno Cea, Olatz Villanueva Zubizarreta

A estas circunstancias hay que añadir el prác- en los que se han analizado una serie de asen-
ticamente nulo recurso a las técnicas arqueomé- tamientos a partir de los cuales comienza a re-
tricas, únicamente empleadas, hasta la fecha, en construirse una secuencia cerámica que abarca
dos conjuntos cerámicos correspondientes a va- desde las últimas villae de la región a los asenta-
rios asentamientos rurales anteriores a la cesura mientos rurales de cronologías que alcanzarían
histórica del 711 (Ladera de los Prados, Valla- el siglo viii (ARIÑO, DAHÍ, 2008; DAHÍ, 2012).
dolid —VIGIL-ESCALERA, STRATO, 2013— y Igualmente, en esta línea habría que contemplar
zona de Salamanca —ARIÑO et alii, 2005—), los estudios puntuales desarrollados en el yaci-
que apenas aportan datos más allá de la constata- miento leonés de El Pelambre (PÉREZ, GONZÁ-
ción de que sus pastas resultan compatibles con LEZ, 2009), en el burgalés de Alto del Mural/Ca-
la composición mineralógica y petrológica del mino de Los Aguanales, en Cogollos (ALONSO,
sustrato local. El trabajo más extenso en este sen- JIMÉNEZ, 2010) o los palentinos de Las Cordo-
tido, es el coordinado por E. Ariño, en el que se neras (VILLANUEVA et alii, 2016) y La Carrera
analizan materiales procedentes de cuatro yaci- II (CENTENO et alii, 2016), en Soto del Cerrato,
mientos investigados únicamente mediante téc- yacimientos para los que se proponen marcos
nicas de prospección, uno de ellos localizado en cronológicos más precisos.
la comarca de la Armuña, cercana a la propia ciu- Fundamental resulta, en este sentido, la tesis
dad de Salamanca, y otros tres en el área serrana doctoral recientemente defendida por C. Tejerizo
del valle del Aragón. En todos los casos, y me- (2018), trabajo que excede con mucho el marco
diante el empleo de técnica de difracción de Ra- estrictamente ceramológico para analizar toda la
yos X complementada con estudio petrográfico evidencia material y estructural de una veintena
de láminas delgadas, se confirma la procedencia de yacimientos rurales distribuidos en el sector
local de los barros, junto con otros detalles tecno- central de la cuenca, por las actuales provincias
lógicos como la adicción de partículas antiplásti- de Segovia, Valladolid, Zamora, León, Palencia
cas a las arcillas y la cocción de estos productos a y Burgos2. El estudio de los conjuntos cerámicos
una temperatura en torno a los 700-950 ºC. Son de estos asentamientos reviste singular interés
estos aún unos resultados pobres y limitados en por cuanto aporta importantes datos cronológi-
su análisis, sobre todo a falta de elementos com- cos, como es la ausencia de decoraciones estam-
parativos de otras zonas y yacimientos, pero que, pilladas en contextos posteriores a mediados del
sin duda, marcan un camino a seguir y ofrecen siglo vi o el creciente peso específico, en la línea
un gran potencial para solucionar algunos de los de las conclusiones que los estudios de A. Vigil-
problemas que tiene planteada la cerámica alto- Escalera aportaron para el área madrileña, de las
medieval en el Duero en estos momentos. producciones facturadas a torneta a lo largo del
A pesar de estas difíciles circunstancias, es siglo vii y primer tercio del siglo viii.
cierto que los avances comienzan a resultar no- Gracias a estos estudios, comienzan a consta-
tables en múltiples puntos de la comunidad, ya tarse importantes diferencias cerámicas que pa-
sea desde los estudios puntuales centrados en un recen estar aludiendo a la existencia de procesos
yacimiento, ya desde otros con perspectivas más de regionalización que se intensifican a lo largo
amplias. Es el caso de las investigaciones desa- del tiempo. Del mismo modo, comienzan a ob-
rrolladas desde hace ya unos años por el equipo servarse también ciertas tendencias evolutivas.
de Zamora Protohistórica en el interesante ya- Una de ellas es el mantenimiento de las produc-
cimiento en altura de El Castillón de Santa Eula- ciones de cerámica común romana en la segunda
lia de Tábara, al norte del Duero en la provincia mitad del siglo v, en un momento en el que los
de Zamora, con ricos contextos cerámicos en- talleres de terra sigillata parecen haber abando-
cuadrados mayoritariamente en la segunda mi- nado ya su producción (CENTENO et alii, 2016).
tad del siglo  v, entre los que abundan las imi- Otras, como apunta Tejerizo, son el posible aban-
taciones de sigillata en pastas grises depuradas dono de las decoraciones estampilladas en con-
de superficies bruñidas y decoraciones estampi- textos posteriores a la mitad del siglo vi y el
lladas (SASTRE, CATALÁN, 2012; SASTRE et
alii, 2014). También caben destacar los estudios 2
  Un primer acercamiento a estos conjuntos cerámicos
de E. Ariño y su equipo realizados en la provin- a partir de cuatro de estos enclaves se presenta ya en una re-
cia de Salamanca, en áreas meseteñas o serranas, ciente publicación (TEJERIZO, 2016).
La cerámica medieval en la cuenca del Duero: estudio tecnológico y arqueométrico 171

creciente peso específico de las producciones fac- mer lugar a la selección y preparación del barro;
turadas con ayuda de torno lento. Es este pues un esto es, en qué medida su naturaleza y propie-
periodo, el de la primera Alta Edad Media, muy dades condicionan su uso en alfarería, si pueden
fecundo en lo que a investigación arqueológica y ser empleados de forma natural porque son ap-
cerámica se refiere, y en el que en un futuro in- tos para ello o si requieren de un proceso de alte-
mediato, pensamos, tendrán mucho que aportar ración de su composición para la consecución de
los estudios de arqueometría, en concreto, la ana- unos tipos determinados de productos cerámicos.
lítica de pastas. La responsabilidad de los inves- Las características mineralógicas del componente
tigadores dedicados al estudio de estas produc- arcilloso (su naturaleza más o menos plástica y
ciones cerámicas será trasladar a estas ciencias y su granulometría) van a determinar también sus
metodologías auxiliares las preguntas adecuadas limitaciones o posibilidades de modelado, expli-
para la resolución de cuestiones concretas que cando muchas veces porqué determinadas pro-
permitan el avance de la investigación arqueoló- ducciones se fabrican manualmente o mediante
gica e histórica. técnicas mecánicas (torneta, torno o molde). E
igualmente, la presencia (natural o añadida de
determinados desgrasantes o partículas antiplás-
4. La arqueometría en el estudio de ticas) va a determinar las condiciones, modos y
la cerámica del Duero: realidad temperatura de cocción que un producto arci-
y potencialidad lloso requiere para transformarse en cerámica,
utilitaria o decorativa.
Como hemos visto, los estudios arqueométri- Estas cuestiones parecen fundamentales para
cos realizados hasta la fecha en cerámica en el va- completar la información aportada por los análi-
lle de Duero resultan extremadamente limitados. sis macroscópicos en la caracterización de cual-
Sin embargo, y como también hemos ido apun- quier producción cerámica identificada en cual-
tando a lo largo del texto, resulta evidente su po- quier fase de la Edad Media —y no solo medieval,
tencialidad, sobre todo si valoramos el punto de lógicamente—. Sí nos parece adecuado, sin em-
madurez que la investigación ceramológica pa- bargo, destacar la importancia crucial de esta lí-
rece haber alcanzado en determinados aspectos y nea de investigación en el campo de la cerámica
en determinados periodos cronológicos. Se trata altomedieval del valle del Duero, sobre todo por
en definitiva, pensamos, de avanzar en el cono- el necesario cambio de enfoque hacia modelos
cimiento tecnológico de los conjuntos cerámicos tecnológicos, ante la progresiva desestandari-
objeto de estudio para avanzar así, no lo perda- zación y localización productiva. Determinar el
mos de vista, en el conocimiento de las socieda- proceso o los procesos de cambio tecnológico,
des que producen y consumen estas piezas. Una sus ritmos y secuencias, parece fundamental no
primera reflexión acerca del carácter concreto solo, como venimos señalando, para poder esta-
que pueden y deben adquirir estas preguntas nos blecer un armazón cronológico, una secuencia-
lleva a agruparlas en tres grandes bloques, que ción básica a nivel regional en la que incardinar
pasamos a analizar y desgranar. Nuevamente vol- procesos históricos, sino también para determi-
veremos la mirada en muchos casos, aunque no nar los modos de organización social y econó-
solo, al periodo altomedieval, simplemente por mica de las sociedades que están detrás de estas
ser este el que más profunda reflexión y avance cerámicas. Analizar los procesos tecnológicos de
está experimentado en la actualidad. las piezas, el grado de complejidad de los mis-
mos, se erige pues, en estos momentos, en una
4.1.  La arqueometría tiene mucho que de- cuestión de transcendental importancia, y, sin
cir, sin duda, en la determinación de los procesos duda, la arqueometría y, en concreto, la aplica-
de elaboración cerámica, por lo que, desde este ción de las técnicas arriba señaladas, tiene mucho
punto de vista, contribuye y ha de contribuir ac- que decir en esta cuestión.
tivamente a responder a la pregunta de cómo es-
tán hechas las piezas. Si analizamos los pasos que 4.2.  La segunda gran pregunta a la que puede
se siguen en el proceso de elaboración de estos responder la arqueometría atañe a aspectos como
productos domésticos de primera necesidad para la producción y distribución, dónde se producen
la sociedad medieval, habría que aludir en pri- y cómo se distribuyen y comercializan, en defini-
172 Inés Centeno Cea, Olatz Villanueva Zubizarreta

tiva, los distintos tipos cerámicos. En esta cues- meras lozas renacentistas, posiblemente ya en la
tión parecen determinantes los análisis de Fluo- primera mitad del s. xvi.
rescencia y Difracción de Rayos X, que analizan, Pero nos queremos centrar aquí en algunas
respectivamente, la composición química y mine- cuestiones fundamentales que la investigación
ralógica de las pastas cerámicas (ORTEGA et alii, de la cerámica de la Alta Edad Media tiene plan-
2005). teada en este sector de la cuenca del Duero, y en
La investigación de los centros de producción, cuya resolución parece fundamental la concu-
de su localización y de sus principales vías de rrencia de estas nuevas —o no tan nuevas— me-
distribución en un determinado marco tempo- todologías.
ral y espacial resulta ser lógicamente un requeri- En este sentido parece necesario plantear en
miento necesario en cualquier estudio cerámico. primer lugar algunas cuestiones relativas al ca-
Recientemente una de nosotras daba a conocer rácter local o no de las diversas producciones que
un trabajo en el que se analizan los procesos de comienzan a definirse en los diversos sectores de
distribución y competencia comercial de dos pro- la cuenca, lo que aportará nuevos datos al escla-
ducciones cerámicas de cocina que se distribuyen recimiento de sus mecanismos de producción y
por amplios sectores del norte meseteño durante distribución y su posible evolución a lo largo del
un periodo enmarcado entre la Plena y la Baja tiempo. Destacamos en principio dos produc-
Edad Media (CENTENO et alii, 2015). Se trata ciones características de los primeros siglos de la
de la cerámica de pastas duras de origen campu- Alta Edad Media —segunda mitad del s.  v a co-
rriano y de la cerámica granítica de procedencia mienzos del viii— en las que, con los datos que
zamorana, que confluyen y parecen dirimir su manejamos en la actualidad, este tipo de analíti-
papel en términos de competencia fundamental- cas parecen fundamentales: las producciones fi-
mente a lo largo del siglo xiv. Un análisis de pas- nas bruñidas, decoradas en algunos casos, aun-
tas sin duda contribuiría a clarificar algunas de que no siempre, con motivos estampillados que
las cuestiones que entonces quedaron pendien- recuerdan a las últimas sigillatas, y una serie de
tes, introduciría un mayor número de variables producciones de barros graníticos que aparecen
para acercarnos a la realidad de los procesos de- con asiduidad en establecimientos rurales del
sarrollados de modo mucho más preciso: centra- sector sedimentario.
lización o no de la producción, localización de los Para las primeras, presentes muy posible-
talleres originarios, distribución de talleres se- mente en contextos tempranos, que no parecen
cundarios que producen copias de los modelos exceder los comedios del siglo vi, se postula en
originales, etc., cuestiones que nos acercarían a determinados sectores de la bibliografía un ca-
una reconstrucción más fidedigna de los proce- rácter elitista, dada su presencia mayoritaria en
sos productivos y económicos subyacentes a estas establecimientos de cierta entidad —sobre todo
producciones. núcleos en altura— que se asocian a la presen-
Ni qué decir tiene que la importancia de estas cia de ciertas élites (ARIÑO, 2011, 2013) y, por el
analíticas puede resultar fundamental en otros contrario, su reducida presencia en asentamien-
sectores, periodos o problemáticas, como es el tos rurales que se suponen dependientes en ma-
caso de ciertas producciones de cerámica engo- yor o menor medida de los anteriores. Si estas
bada y lozas monocromas y polícromas que co- cerámicas bruñidas estampilladas pudieran te-
mienzan a producirse y comercializarse en las ner un significado social3 —al margen del cada
principales villas y aldeas castellanas y que, salvo vez más evidente valor cronológico—, vinculado
en el caso de los alfares vallisoletanos, no han a determinados talleres especializados, que exce-
sido objeto aún de un estudio pormenorizado. den el marco de lo local, y, por tanto, a determi-
También tendrá la analítica un papel estelar para nadas rutas comerciales, será esta una cuestión
determinar la naturaleza de los cambios que pa- en la que las analíticas de pastas tendrán mucho
recen operarse en la producción y distribución que decir.
cerámica en la segunda mitad del siglo xv, pe-
riodo en el que se observa la sustitución progre- 3
  De modo similar al papel que se supone jugaron las
siva de ciertos tipos de origen medieval en favor escasas importaciones de comercio circunmediterráneo lo-
de otros esmaltados, de loza blanca sobre todo, calizadas en algunas aldeas de la Meseta Sur (VIGIL-ESCA-
que anteceden y preparan la irrupción de las pri- LERA, QUIRÓS CASTILLO, 2013: 380-381).
La cerámica medieval en la cuenca del Duero: estudio tecnológico y arqueométrico 173

La argumentación resulta muy similar en el o muchos de los procesos que se desarrollan en


caso de las producciones de barros graníticos, estos momentos—, parece sin duda una cues-
que incluyen abundantes partículas de cuarzos y tión prioritaria. Se trata lógicamente de caracte-
micas y cuya procedencia resulta claramente fo- rizar tecnológicamente estas producciones, es-
ránea en los ambientes sedimentarios del cen- tableciendo sus singularidades con respecto a
tro de la cuenca. La consideración de estas pie- otros tipos cerámicos del momento —cuestión
zas es claramente diferente al caso anterior, por esta que al más básico nivel macroscópico parece
cuanto se trata de producciones muy difundidas, ya realizada—, y se trata, sobre todo, de trabajar
que parecen documentarse en un importante nú- en la determinación del carácter local o foráneo
mero de establecimientos rurales4, y centradas en de las arcillas con las que se han realizado, en
la oferta de recipientes de uso común (ollas y or- cada caso, estas producciones para encauzar así
zas fundamentalmente), que lógicamente deben el complejo debate de su significado en los pro-
haber sido utilizadas como cerámica de fuego cesos históricos, tal y como ha comenzado a ha-
por las favorables características de sus arcillas. cerse en la ciudad de Zamora (LARRÉN, NUÑO,
Determinar las diferentes producciones, sus im- 2006; NUÑO, 2006).
plicaciones cronológicas y, sobre todo, sus im-
plicaciones productivas y comerciales, parecen 4.3.  El tercer gran bloque de preguntas al que
cuestiones de singular importancia en las que la debe dirigirse la arqueometría cerámica es a la
concurrencia de las técnicas de analíticas de pasta cuestión del Cuándo. Se trata de avanzar, en de-
resulta fundamental. finitiva, en el campo de las dataciones absolutas
Fundamental nos parece igualmente la con- como complemento a otras técnicas y metodolo-
currencia de estas técnicas en la investigación gías más desarrolladas como es el C14.
de piezas cerámicas, escasas pero cada vez más El potencial de la investigación viene de la
abundantes, que remiten al mundo andalusí mano en este caso fundamentalmente de los es-
temprano, de los siglos viii al x, y que cada vez tudios de paleomagnetismo y en concreto de su
resultan más frecuentes en determinados yaci- aplicación a estructuras arqueológicas. Se fun-
mientos del norte peninsular en general y del damenta esta técnica en la diferente intensidad
valle del Duero en particular. Recientemente ha del Campo Magnético Terrestre a lo largo del
visto la luz un trabajo que pretende hacer un ba- tiempo, intensidad que adquieren, por imanación
lance de los hallazgos hasta la fecha conocidos termorremanente, ciertos minerales ferromagné-
(ZOZAYA et alii, 2012), pero más allá de es- ticos que se enfrían por debajo de su temperatura
tos análisis casi exclusivamente documentales de bloqueo después de haber sido calentados por
—que han de constituir sin duda la base de cual- encima de este punto crítico. Las piezas que han
quier estudio—, se hacen necesarios otros que alcanzado estas temperaturas —hornos, estructu-
intenten dotar de lectura y significado histórico ras de combustión, ladrillos, tejas, cerámicas…—
a estas piezas, inscritas en un periodo extrema- mostraran así la magnetización termorremanente
damente convulso dominado por procesos de adquirida durante el último calentamiento al que
conquista, abandonos, perduración de poblacio- fueron sometidas (MOLINA-CARDÍN et alii,
nes locales, reorganizaciones cristianas o razzias 2016; GÓMEZ-PACCARD et alii, 2012; OYAM-
musulmanas, y en el que se entrecruzan procesos BURU et alii, 1996). La determinación del pe-
de muy compleja disección. Trabajar en la ca- riodo concreto en el que el calentamiento acaeció
racterización tecnológica y en la composición de puede llegar a establecerse por comparación de
las pastas de conjuntos como los de León (GU- los parámetros magnéticos obtenidos en un ya-
TIÉRREZ, MIGUEL, 2009) o Zamora (LARRÉN, cimiento concreto —o en un conjunto de piezas
NUÑO, 2006; NUÑO, 2006), por hablar de dos concreto— con los registros conocidos de la Va-
de los más abundantes documentados —corres- riación Secular o Paleo-Secular del campo mag-
pondientes además a dos de los núcleos que de- nético terrestre.
bieron jugar un papel determinante en algunos Los primeros intentos en esta dirección en
nuestra región se concretaron nuevamente en el
4
  C. Tejerizo constata así la presencia de tipos de pastas
estudio de esas producciones de cerámica mudé-
graníticas en un número importante de las aldeas analizadas jar documentadas en la vallisoletana calle Duque
en su tesis doctoral. de la Victoria, en los años 90 de la pasada centu-
174 Inés Centeno Cea, Olatz Villanueva Zubizarreta

ria, a partir de la toma de muestras en algunas es- Bibliografía


tructuras de combustión, aunque chocaron con
problemas técnicos lógicos en un método en pro- ALONSO FERNÁNDEZ C., JIMÉNEZ ECHEVA-
ceso de elaboración y, sobre todo, con la inexis- RRÍA J., 2010, El yacimiento arqueológico Alto
tencia de una curva de referencia para la Penín- del Mural/Camino de Los Aguanales (Cogo-
sula Ibérica con la que poder comparar los datos llos, Burgos). Análisis del repertorio cerámico
obtenidos (VILLANUEVA, 1998: 309). En la ac- y tránsito a la tardoantigüedad en la comarca
tualidad se está trabajando en la determinación burgalesa del Arlanzón-Arlanza, Vitoria.
y calibración de esa curva de intensidad geomag- ARIÑO GIL E., 2011, El yacimiento de El Cor-
nética peninsular, en la detección y valoración, tinal de San Juan (Salvatierra de Tormes, Sa-
pues, de los picos de intensidad y en su compara- lamanca) y su contextos arqueológico, P. C.
ción con los datos obtenidos en otros sectores de DÍAZ, I. MARTÍN VISO (eds.), Between taxa-
Europa occidental, por lo que las conclusiones en tion and rent. Fiscal problem from Late Anti-
términos de dataciones absolutas siguen siendo quity to Early Middle Ages, Bari, pp. 251-270.
aún muy poco valorables. Aún así, es evidente ARIÑO GIL E., 2013, El hábitat rural en la Penín-
que se trata esta de una línea de trabajo muy pro- sula Ibérica entre finales del siglo iv y princi-
metedora a medio plazo, que pasa por una nece- pios del viii: un ensayo interpretativo, Anti-
saria cooperación y colaboración entre ciencias y quité Tardive 21, pp. 93-123.
metodologías diferentes. El reciente trabajo pre- ARIÑO E., BARBERO L., SUÁREZ BARRIOS
sentado sobre el yacimiento en altura altome- M., 2005, Primeros datos sobre análisis ar-
dieval de El Castillón, en Santa Eulalia de Tábara queométricos de la cerámica de cocina del pe-
(Zamora), en el que se analizan los datos obte- riodo romano tardío/visigodo de la provincia
nidos de cuatro estructuras de combustión así de Salamanca (España), J. M. GURT i ESPA-
como de algunos elementos latericios —tejas y RRAGUERA, J. BUXEDA i GARRIGÓS, M. A.
ladrillos—, resulta sin duda una clara muestra de CAU ONTIVEROS (eds.), LRCW I. Late Roman
todo ello (MOLINA-CARDÍN et alii, 2016). Coarse Wares, Cooking Wares and Amphorae in
the Mediterranean, Oxford, BAR, pp. 69-79.
ARIÑO GIL E., DAHÍ ELENA S., 2008, Con-
5.  Conclusiones textos cerámicos de la Antigüedad Tardía y
la Alta Edad Media en la provincia de Sala-
En definitiva, no hemos intentado otra cosa manca (España), SFECAG, Actes du Congres
en este trabajo que refundir y plantear algunas de de L’Escala-Empúries, pp. 265-276.
las líneas fundamentales por las que transita en AYERBE IRIZAR M., VILLANUEVA ZUBIZA-
la actualidad la investigación de la cerámica me- RRETA O., 1995, Tecnología cerámica de las
dieval en el valle del Duero, para poder destacar producciones del alfar vallisoletano de la calle
así los campos en los que parece necesaria la co- Duque de la Victoria. I Congresso de Arqueo-
laboración de las técnicas arqueométricas. Estas logia Peninsular (Oporto, 1993), Trabalhos
técnicas y metodologías no son completamente de Antropologia e Etnologia. Sociedade Portu-
desconocidas en la región, por cuanto, como he- guesa de Antropologia e Etnologia Vol. XXXV-
mos visto, ya fueron utilizadas en la caracteriza- Fasc. 4, Actas VIII, Porto, pp. 243-251.
ción tecnológica de las piezas de los alfares de la CABRERA GONZÁLEZ B., DÍAZ DE LA TO-
vallisoletana calle Duque de la Victoria en la dé- RRE J., JIMÉNEZ GADEA J., VILLANUEVA
cada de los 90 de la centuria pasada. Lamentable- ZUBIZARRETA O., 2012, La loza dorada en
mente, los estudios realizados posteriormente, la Corte de Arévalo (Ávila, España), IX Con-
y en la actualidad, son pocos y muy puntuales, a gresso Internazionale sulla Ceramica Medie-
pesar de que la potencialidad de los métodos de vale nel Mediterraneo. Association Internatio-
análisis ha avanzado en estos años. Si con estas lí- nale pour l’Étude des Ceramiques Médiévales
neas hemos conseguido destacar la importancia y méditerranéennes y Università Ca’ Foscari
la necesidad de la concurrencia de estas metodo- (23-28 de noviembre de 2009), Venecia.
logías en la resolución de determinados proble- CENTENO CEA I. M.ª, PALOMINO LÁZARO
mas ceramológicos, arqueológicos e históricos, A. L., VILLADANGOS GARCÍA L. M., 2010,
las daremos por bien empleadas. Contextos cerámicos de la primera mitad del
La cerámica medieval en la cuenca del Duero: estudio tecnológico y arqueométrico 175

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9
Cerámica, tecnología y territorio en la Cataluña medieval:
balance de los estudios arqueométricos y nuevos
planteamientos para una aproximación interdisciplinar
Esther Travé Allepuz1

1
RESUMEN ABSTRACT
El material cerámico, considerado tradicional- Ceramic material has traditionally been considered
mente como fósil director, aporta información clave as director fossil. It provides key information for un-
para la reconstrucción de sistemas de intercambio y derstanding the exchange systems and trade networks
redes de transmisión y distribución de productos ma- for the distribution of manufactured products, and
nufacturados así como de tecnología de producción. also for production technology. The study of these ar-
Su estudio enmarcado en un contexto de análisis ple- tefacts within a truly interdisciplinary context of anal-
namente interdisciplinar debe contribuir a un cono- ysis is expected to contribute to a better and deeper
cimiento mejor y en mayor profundidad de las socie- knowledge of medieval societies. During the last dec-
dades medievales. A lo largo de las últimas décadas, el ades, the archaeometric study of Catalonian pottery
estudio arqueométrico de las producciones cerámicas has experienced significant progress and has revealed
en Cataluña ha experimentado avances muy signifi- promising results. Despite this, there are still lacks
cativos, y ha dado a conocer resultados prometedo- and research objectives to be fulfilled. Particularly, for
res; aun así, las tareas pendientes todavía son muchas. the early-medieval and feudal period cooking wares
Para el periodo altomedieval y feudal en particular, la fired under reducing atmosphere, commonly known
cerámica reductora de cocina, comúnmente denomi- as greywares, are the most common artefact found
nada cerámica gris o negra, constituye el artefacto más in archaeological sites and their recent characteriza-
común recuperado en yacimientos arqueológicos y su tion allowed defining production areas and distribu-
caracterización reciente ha permitido definir áreas de tion tracks in Catalonia, from large and landscape-ar-
producción y circuitos de distribución en el territorio chetypal sampling. Throughout this paper we offer a
catalán, a partir de muestreos amplios y representati- thought about the panorama of studies on medieval
vos del territorio. En este artículo ofrecemos una vi- pottery and some guidelines to develop this discipline
sión de conjunto de esta problemática, una reflexión in the forthcoming future. Our aim is to remark the
acerca del panorama de estudio de la cerámica me- efficacy of such approaches and offer incentives for
dieval y algunas propuestas para desarrollar esta dis- the continuity of these pieces of work that must be in-
ciplina en el futuro. Nuestra intención es recalcar la cluded in the usual procedures of archaeological re-
efectividad de este tipo de aproximaciones y ofrecer search for the period we are dealing with.
alicientes para la continuidad de estos trabajos, que
deben integrarse de manera necesaria en las rutinas KEYWORDS:  Medieval Society, Interdisciplinary ap-
habituales de la investigación arqueológica para el pe- proaches, Technology, Exchange, Peopling.
riodo que nos ocupa.

PALABRAS CLAVE:  sociedades medievales, inter-


disciplinariedad, tecnología, intercambio, pobla-
miento.
1.  Introducción

El estudio arqueométrico de las producciones


cerámicas constituye una fuente de información
  Universidad de Barcelona. Grupo de investigación de
1 de vital importancia para el conocimiento de in-
Arqueología Medieval y Postmedieval. finidad de procesos que despasan el mero análi-
180 Esther Travé Allepuz

sis formal del artefacto para adentrarse en los as- lación territorial, a escala regional, interregional e
pectos interpretativos relativos a la procedencia, internacional en Cataluña. Desde una óptica ar-
técnica y lugar de fabricación del producto. Esta queológica amplia, que busca ir más allá de la ce-
metodología, tomada en préstamo de las ciencias ramología per se, nuestra propuesta de estudio
analíticas (física, química, geología fundamental- pasa por el planteamiento de un sistema explica-
mente) ha jugado también un papel trascenden- tivo para el mundo medieval acerca de la articu-
tal en el conocimiento de la cerámica medieval lación de una red económica a partir del estudio
en Cataluña, especialmente a lo largo de la última de la relación entre los centros productores y re-
década. ceptores de cerámica. Este planteamiento cuenta
El estudio arqueométrico de las produccio- para las producciones vidriadas bajomedievales
nes cerámicas en Cataluña parece que, afortuna- con el valor añadido de los estilos decorativos, va-
damente, ha llegado para quedarse y los prime- riables en función del estilo adoptado por centros
ros centros productores, tanto en el mundo rural productores determinados, la propia variabilidad
como urbano han sido debidamente caracteriza- de la moda, los gustos y las preferencias socia-
dos a fin de generar buenas colecciones de refe- les. En el caso de las vajillas utilitarias más anti-
rencia (Travé, 2009; García Iñáñez, 2007). guas, en cambio, la adecuación técnica de unos
Aun así, no podemos caer en la ingenuidad de productos que, lejos de convertirse en produccio-
pensar que todo está hecho; queda mucho trabajo nes suntuarias de distinción social, constituyen
por delante y el panorama de estudio presenta un elemento altamente funcional, merma los ca-
aún determinadas carencias y desequilibrios so- racteres decorativos de estas producciones, cuya
bre los que resulta conveniente incidir a fin de capacidad de satisfacer las necesidades diarias de
solventarlos en un futuro próximo. Esta realidad una demanda muy específica va a determinar los
desequilibrada viene dada fundamentalmente por circuitos de distribución de los mismos.
el antagonismo existente entre las producciones
de uso cotidiano habituales de los entornos rura-
les y cronológicamente enmarcadas en el periodo 2. El análisis de la cerámica en
altomedieval y los productos decorados, fastuo- su contexto: Problemáticas
sos, propios de contextos urbanos bajomedieva- de estudio y primeras
les y modernos. aproximaciones de síntesis
El desequilibrio entre ambas producciones y
el conocimiento de las mismas no es nuevo y no Las características propias del material cerá-
siempre es evitable. El interés de las produccio- mico confieren a estas producciones una validez
nes utilitarias de época altomedieval queda redu- extrema desde la óptica arqueológica a la hora de
cido casi en exclusiva a la esfera de la arqueología, reconstruir procesos sociales y económicos del
para la cual este fósil director que es la cerámica pasado. La arcilla, que al humedecerse adquiere
puede aportar información muy valiosa acerca de un estado plástico que permite su modelado, se
un panorama de poblamiento y ocupación del te- endurece y pierde la plasticidad al secarse y al ser
rritorio tras la fragmentación del mundo romano sometida a suficiente temperatura dicho proceso
acerca del cual todavía existen considerables la- pasa a ser irreversible. De esta forma, podríamos
gunas en el conocimiento del mismo. Por el con- decir que la cerámica, una vez cocida, es eterna
trario, las producciones decoradas de época bajo o, cuanto menos, de muy larga duración. El vaso
medieval, además de su interés histórico innega- puede romperse y quedar inutilizado, pero ello
ble, han sido objeto también del interés de otras no borra los vestigios de su producción ni de su
disciplinas relacionadas con el valor artístico y utilización. Si a esto le añadimos el hecho de que
museológico de estas piezas, cuya distribución al- cada acción durante el proceso de producción
canzará grandes circuitos internacionales que se imprime un cierto carácter en el resultado final,
gestan en el albor de la modernidad. advertiremos con facilidad como el objeto resul-
En cualquier caso, para ambos tipos de pro- tante es en sí mismo revelador de todo su pro-
ducciones conocemos ya estudios completos de ceso de fabricación.
colecciones que incluyen un número significativo Además, no debemos perder de vista el hecho
de muestras y que han aportado información his- de que las materias primas para la elaboración de
tórica destacada acerca de los procesos de articu- cerámica (arcilla, agua y combustible) están pre-
Cerámica, tecnología y territorio en la Cataluña medieval 181

sentes y ampliamente distribuidas sobre toda la perjudicado. Esto se debe a que, en el ámbito
superficie terrestre y, aun así, la producción de cristiano, donde las producciones muestran una
cerámica y la especialización territorial, al menos gran homogeneidad de formas y una decoración
en época medieval, a menudo queda circunscrita bastante escasa durante los siglos altomedievales,
a enclaves determinados, ya sea en contextos ru- lejos de suscitar ningún interés en el mundo del
rales o urbanos. La cerámica nos habla, pues, de coleccionismo y del arte, dichas producciones de
quién la ha fabricado, de quién la ha utilizado y cerámica común han tardado en ser analizadas.
de quién la ha desechado, constituyendo así un Aun con numerosas dificultades en su análisis,
elemento depositario de buena parte de la infor- su importancia es caudal a la hora de conocer a
mación arqueológica acerca de aspectos tecno- las sociedades que las han producido y su estudio
lógicos, culturales y económicos del pasado. Da- debería de ser factible, a juzgar por su presencia
das todas estas características no es de extrañar mayoritaria en los contextos de época medieval.
que la cerámica haya sido considerada desde hace Dichas cerámicas tienen un grandísimo poten-
mucho tiempo como uno de los elementos em- cial, puesto que suponen un elemento clave para
blemáticos de los hallazgos materiales en cual- el conocimiento del mundo rural y de la articu-
quier yacimiento arqueológico. lación del territorio, tal como intentaremos ex-
Sin embargo, para los siglos medievales, el co- poner a lo largo de este trabajo, aunque para ello
nocimiento general del panorama cerámico en deban realizarse las aproximaciones a estos mate-
Cataluña ha sido durante muchos años escaso, riales en la clave adecuada.
especialmente en lo que se refiere a producciones Si centramos la mirada por un momento en
comunes de uso cotidiano —decoradas o no— y el panorama cerámico del ámbito cristiano, nos
de forma muy remarcable la cerámica de tipo cu- encontramos con una serie de problemas fun-
linario. No es fácil hallar una explicación única damentales —algunos de ellos irresolubles por
a estas carencias, más si tenemos en cuenta que el momento y algún otro no— que condicionan
su estudio se inició hace más de cuarenta años en gran medida el estudio de estos conjuntos y
(Riu, 1976; 1978) y suscitó un interés constante la interpretación que de ellos se puede hacer. Un
a lo largo de los años ochenta y noventa del pa- primer inconveniente, definitivamente irresolu-
sado siglo (Bolós, Padilla, 1986; Cau et alii, ble y con el que se debe aprender a convivir es
1997). Posiblemente un desconocimiento acerca la simplificación de formas respecto a los pano-
del potencial de la aproximación arqueométrica, ramas cerámicos anteriores. En efecto, a medida
unos presupuestos escasos, o tal vez la propia que avanzan los siglos medievales, los restos ce-
evolución de una arqueología medieval extrauni- rámicos presentan una gran homogeneidad y un
versitaria, a menudo vinculada a órganos de ges- aspecto por lo general más tosco que en épocas
tión más que a proyectos de investigación conti- pasadas y, especialmente en contextos culina-
nuados, hayan contribuido a la carencia de este rios, dicha homogeneidad se ve agravada por una
tipo de análisis. ausencia de decoración que complica aún más,
Aun así, tampoco hay que perder de vista otro si cabe, la singularización de las piezas. Sin em-
factor relativo a la propia dinámica de trabajo bargo, esta imagen de cierto arcaísmo de las pro-
de la arqueología medieval: de hecho, mientras ducciones no es sino el reflejo de un cambio de
que en fases anteriores la arqueología se ha mos- mentalidad que busca la funcionalidad de las pie-
trado mucho más vinculada a los planteamientos zas y la adecuación de estas a los fines para los
de la historia del arte, en el caso de la arqueología que son diseñadas aun a riesgo de que ello actúe
medieval esta pronto se desvinculó de la aproxi- en detrimento de su belleza.
mación artística para acometer otros plantea- En segundo lugar, hay que tener en cuenta que
mientos. Lejos de suponer un problema, esta in- la mayoría de las colecciones proceden de con-
dependencia ha favorecido líneas de investigación textos en donde no siempre podemos precisar
propias en donde los procesos de poblamiento y las cronologías y las características de estos cen-
articulación del territorio casi siempre juegan un tros receptores parecen difícilmente determina-
papel destacado. bles. Nos referimos a pequeñas aldeas, poblados,
A pesar de que la cerámica puede y debe apor- eremitorios, viviendas, torres… (Bolós, 2013)
tar información en este aspecto, en el mundo en donde aparecen pequeños y no tan peque-
medieval su estudio se ha visto en cierta medida ños volúmenes de características muy similares
182 Esther Travé Allepuz

Figura 9.1.  Repertorio formal de las producciones de cerámica gris catalanas. Entre las formas más habituales de la
vajilla de cocina se cuentan cazuelas (a), jarros y elementos diversos para la contención y vertido de líquidos (b), lebrillos
(c), escudillas (d), tapaderas (e) y, de forma claramente mayoritaria, ollas que presentan ligeras variaciones territoriales (f)
Cerámica, tecnología y territorio en la Cataluña medieval 183

que pueden abarcar horquillas cronológicas cier- necesario formular las preguntas adecuadas a los
tamente amplias. Al intentar buscar soluciones materiales para poder seleccionar aquellas mues-
para esta realidad nos encontramos con el tercero tras de las que vamos a obtener respuestas. Por
de los problemas, y es que en la mayoría de casos ello, el estudio arqueológico detallado de los vo-
no disponemos de colecciones de referencia para lúmenes de material cerámico es fundamental
el mundo medieval, en múltiples sentidos. Nos antes de acometer cualquier estudio arqueomé-
encontramos con que al recuperar cerámica co- trico, puesto que nos dará herramientas para se-
mún, culinaria, en un yacimiento determinado, leccionar las muestras requeridas a partir de hi-
muy a menudo no tenemos con qué compararla. pótesis de trabajo bien definidas.
No solo desde el punto de vista arqueométrico, Si distinguimos entre centros productores y
sino desde la óptica estrictamente arqueológica receptores, la definición y buena caracterización
faltan estudios en este sentido. de los primeros es requisito indispensable para
Es cierto que buscar tipologías de forma obse- poder aproximarnos a la producción recuperada
siva donde es muy difícil hallarlas puede consti- en los segundos, pues es de estos centros pro-
tuir en ocasiones una pérdida de tiempo, pero no ductores de donde deben surgir las colecciones
es menos cierto que entre la seriación obsesiva de referencia principales ya que podemos dar por
de unos materiales muy dispares en los detalles supuesto que los materiales de un testar han sido
a la vez que homogéneos en la forma general y la producidos en dicho centro en su inmensa ma-
ausencia total de clasificaciones deberíamos ser yoría. Por consiguiente, es necesario un plantea-
capaces de hallar un punto intermedio (fig.  9.1). miento previo que parta de una serie de cuestio-
Algunas de estas primeras aproximaciones mor- nes fundamentales respecto de dichos centros: en
fológicas a unos conjuntos muy homogéneos y, primer lugar, debemos ser capaces de interrogar-
hasta el momento, poco conocidos se llevaron a nos acerca del emplazamiento del lugar. Es inte-
cabo a lo largo de los años noventa del pasado si- resante determinar no solo dónde se halla el cen-
glo para unas horquillas cronológicas bastante tro productor sino también por qué se halla en un
amplias (López et alii, 1993; Coll et alii, 1997; determinado enclave y no en otro. Las caracterís-
Roig et alii, 1997). En aquel momento, aún no ticas del entorno determinarán frecuentemente
habían tenido lugar las primeras aproximaciones los rasgos del centro y la producción que en él se
arqueométricas en contextos plenamente medie- fabrique, por lo que deberemos observar también
vales. cuál es el entorno del lugar, qué tipo de produc-
Especialmente en casos como el que nos ocupa ción se elabora y cómo dicho entorno puede con-
es de suma importancia establecer colecciones de dicionar una determinada producción.
referencia. Entendemos por colección de referen- Asimismo deberíamos ser capaces de esti-
cia (Fillieres et alii, 1983) un conjunto de ma- mar un volumen aproximado de la producción y
teriales de los que conocemos su cronología, su el alcance que esta pudiera tener en un territo-
lugar de fabricación, las características de la ma- rio concreto, es decir, ¿el centro productor está
teria prima empleada y posiblemente la prove- destinado al abastecimiento de una unidad fami-
niencia de la misma, así como la tecnología de liar, de un ámbito local, o de una región más ex-
producción. Dicha descripción e interpretación tensa? Ello nos llevará necesariamente a cuestio-
se ha llevado a cabo gracias a una aproximación narnos el destino último de la producción: para
interdisciplinar que comporta su estudio arqueo- quién produce el centro, quién adquiere las pro-
lógico detallado y su definición química, mine- ducciones y por qué. Dichas cuestiones no siem-
ralógica y/o petrológica mediante alguna técnica pre podrán ser respondidas a partir del estudio
analítica o preferiblemente varias de ellas combi- del centro productor de forma exclusiva. Para dar
nadas. respuesta a todo esto habitualmente es necesario
La eficacia de estos planteamientos metodo- aproximarse al mismo tiempo a las cerámicas del
lógicos viene dada a partir de la formulación de centro receptor. De modo que no será hasta que
hipótesis de trabajo y planteamientos históri- se contemple de forma global el panorama cerá-
cos bien definidos antes de acometer este tipo de mico de un territorio amplio cuando se pueda in-
análisis, porque si se carece de ellos el resultado terpretar con éxito el comportamiento social de
de las analíticas deviene meramente descriptivo las comunidades que han producido y utilizado
cuando no contraproducente. En este sentido es dichos materiales.
184 Esther Travé Allepuz

Figura 9.2.  Caracterización arqueométrica de la producción de Cabrera d’Anoia. En el alfar


se identifican cuatro fábricas petrográficas —gruesa con inclusiones graníticas (a), fina con
inclusiones graníticas (b), gruesa con inclusiones graníticas y calcita (c) y gruesa con inclusio-
nes graníticas y arcillosas (d)— que responden a tres momentos productivos diferenciados,
identificados a partir de la variación química de las pastas (e)
Cerámica, tecnología y territorio en la Cataluña medieval 185

3. La caracterización de podía detectar de forma prácticamente análoga


los centros productores: (Travé et alii, 2014b).
colecciones de referencia y Sin embargo, este trabajo inicial que intuía las
análisis territoriales grandes líneas de la organización de la produc-
ción de cerámica reductora en la Cataluña Me-
Por ello es imprescindible acometer un estu- dieval no llegó a tener continuidad en el estudio
dio en detalle de los grandes centros productores. de este tipo de producciones ni llegó a ahondar
Debemos insistir, respecto a esta cuestión, en la en el análisis particular de cada una de las áreas
necesidad de analizar los contextos de forma ur- delimitadas, a pesar de constituir un elemento
gente. Para ello, una excavación estratigráfica en fundamental para el estudio de la cerámica gris.
extensión (Harris, 1979) constituye un regis- Probablemente la ausencia a finales de los no-
tro excepcional que establece toda una referen- venta de colecciones de referencia completas que
cia de cronología relativa. Sin embargo, hay que permitieran disponer de elementos de compa-
llamar la atención acerca de la necesidad de su- ración dificultó las tareas interpretativas de los
perar las fases puramente descriptivas y de huir conjuntos. En cualquier caso, los principales es-
de algunos planteamientos puramente arqueo- tudios arqueológicos acerca de la problemática
gráficos. En este sentido, ya disponemos de algu- de los centros productores eran aún muy esca-
nas experiencias exitosas en el contexto catalán: sos y el conocimiento morfológico y funcional
la caracterización de la producción de los hornos de las cerámicas grises catalanas era todavía par-
de cerámica gris de Cabrera d’Anoia (Travé et cial y fragmentado. La ausencia de estudios te-
alii, 2014a) (fig. 9.2) y de una colección amplia rritoriales de una cierta envergadura a partir de
de productos recuperados en numerosos centros este momento no fueron obstáculo para que en
receptores (Travé et alii, 2014b; 2014c; 2016) determinados enclaves se promoviera el estudio
ha aportado un panorama de conjunto acerca de arqueométrico de estas producciones utilitarias,
la producción y distribución de cerámica gris en como en el caso del Poblado Ibérico i Medieval
la Cataluña medieval a partir de su estudio ar- de l’Esquerda (Roda de Ter, Barcelona), desde
queométrico. El análisis incluyó la caracteriza- donde se llevaron a cabo algunos trabajos de ca-
ción petrográfica (MO), química (FRX) y minera- racterización (Gutiérrez et alii, 2008).
lógica (DRX) de 400 muestras de cerámica gris. La caracterización del alfar de cerámicas gri-
Un precedente de estos trabajos fueron, sin ses de Cabrera d’Anoia (Padilla et alii, 2011a;
duda, los estudios llevados a cabo por Màrius 2011b; Álvaro, 2012) supuso un punto de in-
Vendrell y su equipo, en la Universidad de Bar- flexión en los estudios de cerámica gris porque,
celona, a partir de una primera colección de ce- por primera vez, se disponía de una colección
rámica gris (Vendrell et alii, 1997a; 1997b). de referencia a partir de la cual realizar estudios
La interrupción posterior de estos estudios hasta territoriales más amplios (fig. 9.3). Los trabajos
que fueron retomados diez años más tarde fue posteriores dieron a conocer las principales lí-
una llamada de atención acerca de la necesidad neas de distribución espacial de la cerámica de
de disponer de contextos cerrados, con un aná- cocina de época pre-feudal y feudal (Travé et
lisis morfológico y funcional sólido y unos plan- alii, 2014b) y permitieron precisar algunas de las
teamientos de fondo de base histórica impres- principales características tecnológicas de estos
cindibles para una interpretación exitosa de los productos (Travé et alii, 2014c). La visión de
resultado arqueométricos. Ciertamente, estos conjunto permitió, a su vez, ahondar en las carac-
trabajos iniciales permitieron vislumbrar una dis- terísticas y especificidades propias de las distintas
tribución de las cerámicas grises en relación con áreas de producción identificadas, dando lugar a
determinadas áreas geográficas que presentaban una mejor comprensión del panorama de la cerá-
características comunes para una producción lo- mica gris en Cataluña.
cal. Los análisis posteriores, permitieron corro- Dichos trabajos permitieron determinar la
borar dicha apreciación, puesto que en la carac- existencia de cinco grandes áreas de producción
terización de un conjunto de muestras distinto, que parecen funcionar de manera más o me-
pero de cronología similar y con procedencias nos independiente, en unos circuitos regiona-
paralelas, el panorama de producciones distintas les que alcanzan radios entre 20 y 60 kilómetros
circunscritas a áreas geográficas determinadas se alrededor de los principales centros producto-
186 Esther Travé Allepuz

Figura 9.3.  Mapa de distribución de los yacimientos muestreados en relación a centros productores altomedievales y feudales de los
que se tienen noticia arqueológica o documental

res, siendo los mayores de ellos, los relacionados probablemente los de Piera, en zonas más ale-
con los grandes alfares de Cabrera d’Anoia y de jadas de su vecindad inmediata (Travé et alii,
Casampons. En efecto, el análisis de las produc- 2015) (fig. 9.4).
ciones del Anoia permitió determinar la existen- Muy parecida es la situación que se produce
cia de productos fabricados en Cabrera d’Anoia algo más al norte, en la comarca del Berguedà,
en prácticamente todos los yacimientos situados donde los hornos de Casampons probablemente
a menos de sesenta kilómetros a la redonda, lle- colocaron buena parte de su producción en los
gando a monopolizar el entorno más cercano y territorios vecinos, en convivencia con otros cen-
forzando la distribución de los talleres vecinos, tros menores, de menor capacidad productiva y,
Cerámica, tecnología y territorio en la Cataluña medieval 187

Figura 9.4.  Mapa de localización de la comarca del Anoia y la distribución territorial de las producciones mayoritarias de Cabrera
d’Anoia y Piera. Debe notarse cómo la distribución de ambas es inversamente proporcional, de tal modo que Cabrera habría monopo-
lizado el área más cercana al alfar, mientras que Piera se habría visto forzada a exportar más lejos

en consecuencia, también de menor impacto te- el espacio de frontera que dibuja el río Llobregat
rritorial como los de Santa Creu d’Ollers y tal vez y que, a modo de industrias primitivas, concen-
de Casserres (Travé et alii, 2014d). Esta situa- tran una producción de envergadura que distri-
ción de grandes centros productores situados en buyen en un circuito regional bastante amplio
188 Esther Travé Allepuz

Figura 9.5.  Áreas de impacto calculadas para las producciones de cerámica gris identificadas en el territorio a partir de la caracteriza-
ción de centros receptores

parece contrastar con la realidad de la denomi- cuya tradición alfarera perdura hasta hoy día, es-
nada Catalunya Vella, a orillas del Ter. pecializada en obra negra y obra roja. Estas cerá-
En este caso (Travé et alii, 2013a) los cir- micas, elaboradas a partir de una misma fuente
cuitos parecen algo más reducidos, con una pro- de materia prima, presentan cocciones perfecta-
ducción relativamente pequeña que satisface las mente oxidantes o reductoras en función del ta-
necesidades específicas de poblaciones más o ller que las produce y aparecen en proporciones
menos reducidas (fig. 9.5). Así, para el territorio muy significativas en los conjuntos arqueológicos
gerundense, creemos haber detectado la cerá- del poblado de Caulers (Caldes de Malavella) y la
mica producida en el entorno de Quart, localidad propia ciudad de Girona.
Cerámica, tecnología y territorio en la Cataluña medieval 189

También en ambos yacimientos se documenta 4. La caracterización de las


la presencia de producciones minoritarias, pro- producciones bajomedievales
bablemente locales y ajenas a los circuitos re-
gionales de mayor alcance. Un caso particular lo Para el periodo bajomedieval, en el campo de
constituyen los productos identificados entre las la cerámica decorada procedente de talleres ur-
producciones de cerámica gris del siglo xi del po- banos, los avances también han sido muy signi-
blado medieval de l’Esquerda. En este caso, en ficativos en los últimos diez años. A partir del si-
un enclave en donde no se han localizado nunca glo  xiii se produce una transformación crucial
hornos, ni testares, ni ninguno de los elemen- en el panorama cerámico dado que la progresiva
tos propios que permiten la identificación de un implantación de la loza en el mercado va a rele-
centro productor, parece existir una producción gar las antiguas producciones comunes sin vedrío
local, cuya existencia ya había sido detectada en (García Iñáñez, Buxeda, 2007). La exten-
los primeros trabajos al respecto (VENDRELL et sión del vedrío constituye un cambio en la men-
alii, 1997a) y que los estudios posteriores ava- talidad, gustos y modas que se extenderá tam-
lan, junto a la cual aparecen otras produccio- bién, con el paso del tiempo a las producciones
nes tal vez importadas en este centro de hábitat comunes de uso cotidiano. Por ello, el estudio de
procedentes de algunos talleres cercanos, qui- la cerámica bajomedieval no puede desvincularse
zás de Sant Romà de Sau o Sant Julià de Vilatorta en ningún caso de las producciones de época
(Travé et alii, 2013b). moderna, que están en pleno vigor hasta los si-
Comentario aparte merecen las producciones glos xviii y xix.
pirenaicas estudiadas en el Castelló Sobirà de Con el advenimiento de los últimos años de
Sant Miquel de la Vall (Pallars Jussà, Lleida). En la época medieval y durante todos los siglos pos-
este caso, se han detectado algunas produccio- teriores se consolida un nuevo modelo produc-
nes locales junto con presuntas importaciones. ción de cerámica en las ciudades, en cierta opo-
Entre ellas, se encuentran productos comunes a sición con la tradición productiva rural de las
los de la comarca del Anoia, quizás atribuibles cerámicas grises y negras. La aproximación a los
al entorno de Verdú, aunque dicha atribución restos arqueológicos de estos centros producto-
no sea por ahora más que una mera conjetura, y res complementa significativamente —y a su vez
productos que también han sido detectados en es complementada— por una nutrida presencia
le ciudad de Girona, por lo que podemos pensar de documentación escrita que nos habla acerca
en alguna producción pirenaica que habría cir- del asentamiento de ceramistas en distintos loca-
culado con más o menos regularidad a lo largo les de las principales ciudades, en donde llevarán
de las cuencas del Segre y el Ter (Travé et alii, a cabo tanto la producción como el comercio de
2017). El resultado es francamente prometedor, cerámicas. Los grandes centros urbanos de Bar-
después de muchos años de incertidumbre antes celona, Vilafranca del Penedès, Reus, Sabadell o
unas cerámicas de muy difícil distinción morfo- Lleida, entre otros, constituyen elementos clave
lógica, pero las tareas pendientes aún son ingen- para la comprensión de este tipo de modelo pro-
tes. ductivo, en cierta manera podríamos decir que
Conocemos en la actualidad la existencia ya incipientemente industrializado (Travé, Pa­
de un nuevo centro productor excavado —los dilla, 2013: 118).
hornos de Cal Ticó (Castellnou de Bages, Bar- En este contexto, destaca la caracterización
celona)— pero su producción no ha sido aun de las producciones barcelonesas y su espacio
plenamente caracterizada, al menos por la infor- circundante (Di Febo, 2011), así como algunos
mación de que disponemos hoy día (Folch, Gi- centros productores de cerámica común con ve-
bert, 2010; Cantoni et alii, 2012; Cantoni, drío de la Barcelona del siglo xiii localizados en
Folch, 2015). Esperemos que en el futuro poda- las calles Hospital (Buxeda et alii, 2009) y Car-
mos contar con más alfares analizados y una red ders (Di Febo et alii, 2012), cuyas producciones
de distribución que sin duda se irá espesando a han sido comparadas. El alcance territorial de la
medida que conozcamos mejor cada una de estas investigación acerca de este tipo de productos
producciones. supera también la esfera regional para reclamar
proyectos de alcance internacional, como los que
se han llevado y se están llevando a cabo en la ac-
190 Esther Travé Allepuz

tualidad, que permitan reconstruir en toda su vez más necesarias para comprender el artefacto
complejidad unos circuitos de distribución en los arqueológico en su totalidad y proveerlo de un
que entrará en juego también el nuevo sistema significado histórico pleno, constituyendo así un
colonial que se implantará a lo largo de la época corpus de posibilidades metodológicas que nos
moderna. En cualquier caso, como puede obser- sitúan ante una nueva fuente de información a las
varse, las cronologías de estos materiales supe- que el arqueólogo ya no debería de renunciar en
ran con creces el período medieval en sentido es- ningún caso ni en ningún periodo.
tricto, por lo que nos remitimos al estado de la
cuestión que se presentará más adelante.
Bibliografía

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El panorama que hemos mostrado no es en aproximación arqueométrica, Atti de IX
absoluto exhaustivo, pero permite poner sobre la CICM2, Venezia, Scuola Grande dei Carmini,
mesa algunos de los logros y carencias del estudio Auditorium Santa Margherita. 23-27 novem-
de producciones cerámicas en la Cataluña medie- bre 2009, Venecia, pp. 28-35.
val desde una óptica arqueométrica. No parece Bolós J., 2013, La formación del hábitat medie-
procedente ahondar mucho en las conclusiones val en Cataluña: aldeas, espacios aldeanos y
de este estado de la cuestión porque, en realidad, vías de comunicación, Studia historica, Histo-
no hay nada concluido. Existen aún numerosas ria medieval 31, pp. 151-180.
lagunas en el conocimiento de las cerámicas me- Bolós J., Padilla J. I., 1986, Algunes formes
dievales, que siguen siendo todavía un elemento de la ceràmica grisa conservada al museu de
más o menos ignoto del panorama arqueológico Manresa, II Coloquio de Cerámica Medieval
peninsular especialmente para el periodo altome- en el Mediterráneo Occidental, Toledo, 1981,
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que se producen en el paso hacia un sistema feu- Buxeda J., García Iñáñez J., Capelli C.,
dal de organización de la sociedad y la produc- 2009, La producción de cerámica comuna
ción tienen un impacto claro también en la pro- vidrada del taller del carrer de l’Hospital al
ducción de cerámica y necesitamos ahondar, en segle  xiii a partir de la seva caracteritza-
el futuro, en el estudio de estas producciones de ció arqueomètrica, QUARHIS (Quaderns
transición. d’Arqueologia i Història de la Ciutat de Barce-
Explorar la variabilidad morfológica y funcio- lona) 5, pp. 202-215.
nal de los conjuntos cerámicos de este periodo, Cantoni G., Folch C., Gibert J., Martí
por reducidos o irregulares que estos sean, y ana- R., 2012, Arqueologia dels centres productors
lizarlos de manera interdisciplinar aportará in- de Manufactures al comtat de Manresa (se-
formación muy relevante a la hora de determinar gles x-xii): Els jaciments de Monistrol de Gaià
la realidad organizativa de sus productores: las i Cal Ticó (Gaià-Castellnou de Bages), Actes
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bución y las transferencias culturales. Todo ellos Cantoni G., Folch C., 2015, Excavacions ar-
son elementos clave para comprender los proce- queològiques al jaciment de Cal Ticó (Caste-
sos de transformación social y económica, en de- llnou de Bages): Un centre productor de cerà-
finitiva, las sociedades humanas del pasado. mica al comtat de Manresa (segles xi-xii), Actes
De todos modos, el carácter diacrónico de los del V congrés d’Arqueologia Medieval i Moderna
estudios analíticos que ya hoy en día abarcan to- de Catalunya, Barcelona, pp. 675-686.
dos los periodos desde el neolítico hasta época Cau M. A., Giralt J., Macías J. M., Padi-
contemporánea y que no se limitan solo a las pro- lla J. I., Tuset F., 1997, La cerámica del
ducciones cerámicas sino también a los materia- nordeste peninsular y de Baleares entre los si-
les constructivos de muy diversa índole consti- glos  v-x, La céramique médiévale en Médite-
tuyen un logro muy significativo. Nos muestran rranée. Actes du 6è Congrès, Aix-en-Provence,
que este tipo de aproximaciones se hacen cada pp. 173-192.
Cerámica, tecnología y territorio en la Cataluña medieval 191

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aportaciones sobre la cerámica culinaria de los
Vallès M. T., Molera J., 1997a, Medieval
hornos de Casampons, Boletín de Arqueología
reduced pottery in Catalonia: technology and
Medieval 18 (en prensa).
TRAVÉ E., PADILLA J. I., 2013, Alfares, hornos y distribution, Il contributo delle analisi archeo-
producción de cerámica en la Cataluña medie- metriche allo studio delle ceramiche grezza e
val y moderna: una reflexión para su estudio, comuni, Bologna, pp. 246-250.
Territorio, sociedad y poder 8, pp. 105-132. Vendrell-Saz M., Pradell T., García-
Travé E., López M. D., Álvaro K., 2013a, Vallès M. T., Molera J., 1997b, Produc-
Estrategias de producción y distribución de ció i difusió de la ceràmica grisa a Catalunya
cerámicas grises medievales en el nordeste pe- durant l’Edat Mitjana, La ceràmica medieval
ninsular: caracterización arqueométrica de catalana. El monument, document. Quaderns
los materiales de Caulers i Sant Feliu de Gi- científics i tècnics 9, pp. 263-272.
10
Los análisis arqueométricos sobre producciones cerámicas
de al-Andalus. Estado de la cuestión y retos para el futuro
Alberto García Porras1

1
RESUMEN 1. Cerámica andalusí e Historia del
La arqueometría ha formado parte de los trabajos Arte
ceramológicos sólo recientemente. En el presente es-
tudio realizaremos una revisión historiográfica desde El interés por las cerámicas elaboradas en al-
las primeras publicaciones que se ocuparon del estu- Andalus es ya antiguo. Desde las primeras aproxi-
dio de las cerámicas andalusíes hasta el presente. Pre- maciones realizadas en el siglo xix bajo una pers-
tendemos identificar el origen del interés por empren- pectiva esencialmente artística, donde la estética
der los estudios arqueométricos, bajo qué influencias de las piezas fabricadas en la «España musul-
se conformó, qué preguntas se formularon y cómo se mana» centraban los análisis emprendidos por
han venido desarrollando desde entonces estos traba-
estudiosos nacionales o extranjeros cautivados
jos. Haremos hincapié en los aspectos tratados y las
perspectivas desde las que se abordaron, no olvidando,
por una civilización medieval desaparecida, exó-
en todo caso, cuestiones menores o marginales y pro- tica, hasta los estudios que se están elaborando
poniendo, por último, las perspectivas que podrían hoy día, han pasado casi dos siglos de estudios
abordarse en el futuro más próximo. cerámicos.
El devenir de estos trabajos sobre cerámicas
PALABRAS CLAVE:  cerámica medieval, al-Andalus, andalusíes ha sido largo y ha transcurrido por di-
arqueometría cerámica, cultura material. ferentes estadios hasta llegar a la situación ac-
tual. No pretendemos realizar en este momento
un análisis detallado de este largo periplo pues
otros autores ya lo han hicieron excelentemente
hace poco (ROSSELLÓ BORDOY, 2007). Pero sí
ABSTRACT quisiéramos recordar de manera panorámica, si-
It is only recently when archaeometry has taken guiendo éste y otros trabajos, las diferentes eta-
part in ceramic science related works. In the present pas por las que han transitado los estudios de las
work, we will carry out a historical revision from the cerámicas andalusíes, para posteriormente anali-
first works which dealt with the study of Andalusi ce- zar la situación en la que se encuentran en la ac-
ramic until the present time works. We pretend to
tualidad estos trabajos y prospectar, por último,
identify the interest in undertaking the archaeomet-
rical studies, the influences which shaped them, the
las posibilidades que presentan nuevas técnicas
questions which were formulated and the progres- propias de las ciencias aplicadas, la arqueometría,
sive development these studies had until now. We will sobre materiales cerámicos.
make emphasis on the aspects and persectives used in Tras un período de análisis fundamentalmente
the making as well as marginal aspects and finally, we artístico (s. xix y principios del xx), protagoni-
propose the alternatives which could be tackled in the zado por autores españoles y extranjeros atraídos
near future. por una cultura en vías de desaparición, los pri-
meros trabajos específicos con cierta exhausti-
KEYWORDS:  Medieval ceramic, al-Andalus, Ceramic vidad comenzaron a principios de siglo, una vez
archaeometry, Material Culture.
realizadas varias campañas de excavación en ya-
cimientos andalusíes de importancia como Me-
dina Elvira, Medina Azahara o la Alhambra. Es-
1
  Universidad de Granada. tos trabajos se debieron a la pluma de autores
194 Alberto García Porras

centró especialmente en las cerámicas valencia-


nas bajomedievales decoradas con trazos verde
y negro, azul y azul y dorado, aportando un ca-
tálogo de técnicas y motivos decorativos, además
de algunas informaciones de carácter produc-
tivo, especialmente interesantes. La exhaustivi-
dad y amplitud del trabajo de González Martí,
ha ensombrecido otros que le habían precedido,
como los estudios de A. Van de Put (1928, 1938)
u obras que salieron algo más tarde como las
de M. Olivar Daydí (1952) o J.  Ainud de Lasarte
(1952) que no alcanzaron el nivel de erudición de
González Martí. Sus trabajos se convirtieron, por
tanto, en referencia inexcusable para todo aquél
que quisiera adentrarse en el estudio de los ma-
teriales levantinos bajomedievales, e incluso, en
aquellos lugares más alejados de los avances pro-
ducidos por la investigación peninsular, lo conti-
nuó siendo hasta hace poco tiempo.
Para el ámbito islámico destacan en esta época
trabajos como los realizados por A. W. Fro-
thingham (1951), quien estudió los materiales
dorados de la Hispanic Society, y que realizó un
estudio muy reseñable sobre los jarrones de la
Alhambra. Se centró, pues, en las grandes pie-
zas de ajuar nazaríes y sirvió de referencia a tra-
Figura 10.1.  Jarrón nazarí de los Escudos, palacio de la
Alhambra, 1762-1763. Dibujo de Diego Sánchez Sarabia para bajos muchos más tardíos como los de B. Martí-
las Antigüedades Árabes de España nez Caviró (1983), o notas aportadas por ciertos
estudiosos españoles como J. Bermúdez Pareja
(1954), M. Casamar (1959), A. Fernández Puer-
de la talla de M. Gómez Moreno (GÓMEZ MO- tas (1972), vinculados estrechamente con la Al-
RENO, 1944) o su hijo, años más tarde, y fueron hambra, en donde intervinieron, o B. Pavón Mal-
continuados por L. Torres Balbás y otros autores donado (1967), C. Posac Mon (1968), y como
durante el período de posguerra (TORRES BAL- último exponente LL. M. Llubiá (1967), con al-
BÁS, 1949). Ninguno de ellos puede considerarse gunas reflexiones novedosas. No obstante, eran
arqueólogos en sentido estricto, aunque intervi- estudios centrados exclusivamente en materiales
nieran de manera temporal o continuada en yaci- con cubierta decorada y suponiendo en todo caso
mientos medievales como la Alhambra. un avance moderado. De su mano se pudieron
A pesar de protagonizar los primeros intentos reconocer algunos grupos cerámicos propios de
válidos de estudiar los materiales cerámicos an- la cerámica nazarí y califal, fundamentalmente, y
dalusíes, seguían ofreciendo una visión parcial, trazar en algunos casos una secuencia de motivos
pues el interés de estos investigadores se dirigió decorativos, basada en criterios esencialmente
fundamentalmente a las piezas que mostraban intuitivos. Todo ello permitió describir una evo-
sus superficies decoradas, marginando aquellos lución con anclajes cronológicos imprecisos en
materiales estéticamente más modestos, o los que ocasiones y la atribución de significado a algu-
carecían de ornamento (fig. 10.1). Algunos traba- nos motivos a partir de principios dudosos, en
jos, sin embargo, deben ser especialmente rese- todo caso. Las lagunas en cuestiones de secuen-
ñados. Es el caso de la obra de M. González Martí cia cronológica eran enormes, así como las dudas
(GONZÁLEZ MARTÍ, 1944), un tratado muy referidas a las formas que presentaba la cerámica
completo sobre producciones de Paterna y Ma- andalusí de manera global o respecto a las funcio-
nises. Este autor dedicó algunas páginas al estu- nes que cumplían las piezas cerámicas en los con-
dio de materiales islámicos, aunque su trabajo se textos residenciales, domésticos o palaciales y se
Los análisis arqueométricos sobre producciones cerámicas de al-Andalus 195

Figura 10.2.  Restitución de R. Velázquez Bosco de la Portada del Salón Rico a partir de los fragmentos recuperados

avanzó aún menos en el conocimiento de la es- perimentaron un nuevo relanzamiento, debido a


tructura económica, artesanal y tecnológica que los trabajos de investigadores europeos como K.
sostuvo producciones tan sofisticadas como las A. C. Creswell, centrados en el mundo islámico
califales o nazaríes, o acerca de la naturaleza del oriental, u O. Grabar (GRABAR, 1973) que en
soporte material con que fueron elaboradas ce- ocasiones dirigió su interés a monumentos espa-
rámicas de este tipo, los espacios donde fueron ñoles como la Alhambra (GRABAR, 1980). Es-
producidas o las formas de distribución y comer- tos autores se ocuparon fundamentalmente de la
cio de las piezas. En definitiva, estaba casi todo arquitectura y la expresión ornamental islámica
por hacer. La Historia del Arte impregnaba to- ligada a ella, dejando de lado el análisis de los
dos los estudios sobre el mundo andalusí y dejaba objetos y producciones elaborados por estas so-
grandes lagunas en su conocimiento integral, no ciedades (fig. 10.2). En España tuvieron especial
sólo en lo que se refiere a la cultura material. Al relevancia e impacto los trabajos realizados por
hilo de esta reflexión se señalaba recientemente: investigadores del Instituto Arqueológico Ale-
«Whole categories of archaeological evidence mán de Madrid. La figura de C. Ewert fue la más
have been neglected owing to dated research de- destacada, centrando sus trabajos en la Alcazaba
signs and methods tied to the dictates of art his- de Balaguer (Lérida), en palacios como la Alja-
tory. For example, excavated material has con- fería de Zaragoza y Medina Azahara, o mezqui-
tributed to our understanding of the formation tas como las de Córdoba o Toledo, ampliando su
and development of Islamic art, but we know ámbito de estudio hacia el norte de África, el Ma-
very little about what was eaten in the Islamic greb, en lugares como Marrakech, Kairuán o Tin-
world». Ello hizo que la arqueología del Islam mal (fig. 10.6). En algunas ocasiones, como ocu-
fuera entendida como «history of “great events” rrió en el primer caso citado, el de la Alcazaba de
and “great man”» a pesar de que la cultura mate- Balaguer, C. Ewert se acompañó de colegas ale-
rial «is ideally suited to “making the silent masses manes que se ocuparon del análisis de otros obje-
speak”» (INSOLL, 1999: 5-6). tos arqueológicos y en concreto de los materiales
cerámicos y del vidrio. Dorothea Duda fue quien
acompañó a C. Ewert en la publicación de Bala-
2. Cerámica andalusí, arqueología guer (DUDA, 1979) a finales de los años 70, aun-
medieval y análisis de la cultura que ya eran conocidas las aportaciones pioneras
material que esta investigadora realizó sobre los materia-
les cerámicos de la Alcazaba de Almería (DUDA,
Sólo a finales de los años 60 y principios de 1970, 1972) e incluso sobre la decoración de la
los 70 del siglo pasado, los estudios islámicos ex- mezquita de Córdoba (STERN, 1976). Todos los
196 Alberto García Porras

trabajos realizados por esta investigadora apare- Hubo que esperar hasta finales de la década de
cen inspirados por un espíritu fuertemente po- los años 70 para comenzar a contar con publica-
sitivista, presentando de manera exhaustiva los ciones que trataban de manera novedosa y cientí-
distintos grupos cerámicos documentados, a par- fica el estudio de los materiales cerámicos. Éstas
tir de la observación atenta de su superficie y no buscaban aportar una visión completa del regis-
sólo de las decoraciones. Ello le condujo a no des- tro cerámico, incluyendo de manera global todos
cartar piezas siempre y cuando presentaran una aquellos fragmentos que aportaran información
decoración o una forma precisa que permitiera su morfológica, funcional y también decorativa, e
análisis. El estudio y catálogo detallado de las pie- incorporando un nuevo vocabulario terminoló-
zas venía acompañado por los perfiles de las mis- gico adecuado y razonado, así como una secuen-
mas, a veces sólo fragmentos, a escala y algunas cia evolutiva que pudiera resultar generalizable a
fotografías. Todo ello aporta un gran valor docu- otros contextos o territorios dentro de un ámbito
mental a esta obra y, debido al carácter innovador cultural y temporal común. Fueron autores como
que presenta, muestra, en una etapa temprana, la G. Rosselló (ROSSELLÓ BORDOY, 1978), J. Zo-
necesidad de actualización de los estudios cerá- zaya (ZOZAYA, 1978) o A. Bazzana (BAZZA­NA
micos andalusíes. Sin embargo, ya sea por la ba- 1979 y 1980) los que establecieron las bases sobre
rrera idiomática que significó la publicación de las que se ha fundamentado el cambio de para-
estos materiales almerienses solo en lengua ale- digma interpretativo (fig. 10.3). Un giro científico
mana, o por la inexistencia de una masa crítica de necesario para actualizar los estudios cerámicos
estudiosos que comprendieran la calidad y grado andalusíes y para que éstos alcanzaran un nivel
de innovación de estos estudios, el resultado fue comparable al de otras áreas europeas, iniciando
que los trabajos de D. Duda alcanzaron una in- nuevas vías, hasta entonces inexploradas en el
fluencia modesta en la incipiente escuela arqueo- panorama ceramológico nacional. El trabajo de
lógica española del momento dedicada al estudio G. Rosselló es el que mayor influencia alcanzó
de al-Andalus. en el desarrollo de la incipiente arqueología an-
dalusí2. Este cambio trascendental vino moti-
vado por la formación de estos tres investigado-
res, arqueólogos con una dilatada experiencia, y
por los materiales en los que enfocaron sus estu-
dios, procedentes no sólo de colecciones priva-
das museísticas ni de recuperaciones «accidenta-
les» (como ocurrió en décadas pasadas). Muchos
de los materiales presentados en estos estudios
procedían ya de un contexto arqueológico pre-
ciso y merecían y debían ser analizados desde una
perspectiva eminentemente arqueológica. Para
ello se vieron obligados a buscar referentes ex-
ternos, otras experiencias desarrolladas en disci-
plinas afines o en espacios vecinos que pudieran
servirles de referencia. Algunos, como G. Rosse-
lló, habían iniciado su formación arqueológica en
la Prehistoria3, y otros, con una dedicación más

2
  Como señaló en su día acertadamente M. Acién: «con
anterioridad a la difusión de la tipología de Rosselló de 1978,
nadie sabía a ciencia cierta de lo que estaba hablando otro
colega en el campo de la cerámica» (ACIÉN ALMANSA,
1994:117)
3
  Aunque se licenció inicialmente en Filosofía y Letras
especializándose en Filología Semítica, más tarde se licenció
en Historia y se doctoró con una tesis sobre «La cultura tala-
Figura 10.3.  Portada del libro de G. Rosselló: Ensayo de yótica en Mallorca. Bases para el estudio de sus fases inicia-
sistematización de la cerámica árabe de Mallorca les» (RIERA RULLÁN-RIERA FRAU, 1999: 7)
Los análisis arqueométricos sobre producciones cerámicas de al-Andalus 197

enfocada desde sus inicios en el mundo medieval,


como es el caso de J.  Zozaya, mantuvieron, ade-
más, relaciones muy estrechas con investigadores
franceses o italianos. Ello les permitió entrar en
contacto con nuevas corrientes de investigación
arqueológica desarrolladas dentro de la recién
nacida Asociación Internacional para el Estu-
dio de la Cerámica Medieval en el Mediterráneo
Occidental (actualmente AICM3 http://aiecm2.
mmsh.univ-aix.fr/accueil_nr.html), que en 1978
celebró su primer congreso internacional en Val-
bonne (Francia). En sus actas aparecerán artícu-
los de estos tres autores, G. Rosselló, J. Zozaya y
A. Bazzana (DÉMIANS D’ARCHIMBAUD, PI-
CON, 1980).

3. Cerámica andalusí y
arqueometría

3.1.  Los Trabajos Pioneros

Esta asociación y sus primeras actividades par-


tieron de la iniciativa de investigadores radica-
dos en la Provenza, como Gabrielle Demians
D’Archimbaud, o en el norte y centro de Italia, Figura 10.4.  Portada del libro de Tiziano Mannoni. Archeome-
como Tiziano Mannoni o Graziella Berti, que ve- tria. Geoarcheologia dei manufatti, Genova
nían desde hacía tiempo explorando conceptos
como el de Historia de la Cultura Material4 apun-
tados por colegas suyos como Jean-Marie Pésez y los ceramólogos franceses e italianos era pa-
(PESEZ, 1979) o Andrea Carandini (CARANDINI, tente. Mientras en nuestro país estábamos esta-
1979)5, entre los autores más destacados y conoci- bleciendo los primeros cuadros generales sobre
dos. En este congreso ya encontramos algunas in- materiales andalusíes, en Francia e Italia habían
cursiones, denominadas «análisis de laboratorio» iniciado ya desde hacía tiempo los análisis ar-
por autores tales como Maurice Picon o Tiziano queométricos o de laboratorio sobre grupos cerá-
Mannoni. No son otra cosa que los primeros pa- micos específicos.
sos de los análisis arqueométricos (fig. 10.4). A pesar de ello, los trabajos de los autores an-
La distancia entre la incipiente arqueología teriormente señalados (G. Rosselló, J. Zozaya o A.
medieval española, representada por los traba- Bazzana) tuvieron la capacidad de dar a conocer
jos que se ocuparon de cerámicas andalusíes, esta nueva generación de investigadores además de
tener gran impacto en los estudios ceramológicos
españoles, y especialmente en los dedicados a las
4
  Este concepto, surgido en Rusia poco después de la Re- cerámicas andalusíes, que avanzaban con especial
volución Soviética con el objetivo de transformar los nocio- velocidad. Su influencia se muestra con claridad en
nes, prácticas y metodologías empleadas en Historia hasta
los numerosos trabajos que vieron la luz en estos
entonces, se extendió por el restos de los países que queda-
ron bajo la órbita soviética y recaló especialmente en Polo- momentos, como resultado de estudios territoria-
nia, donde se creó un Instituto de Historia de la Cultura Ma- les (AZUAR RUIZ, 1989; RETUERCE VELASCO,
terial especialmente activo y que propagó sus postulados en 1998, entre muchos otros trabajos), de algunos ya-
Europa occidental. cimientos señeros (NAVARRO PALAZÓN, 1991;
5
  En otro lugar hemos dedicado algunas líneas a la re-
cepción del concepto Historia de la Cultura Material y su
GARCÍA PORRAS, 2001, idem), o como edición
incidencia en el pensamiento arqueológico medieval en Eu- de actas de reuniones científicas, coloquios y con-
ropa occidental (GARCÍA PORRAS, 2013). gresos de distinto tipo y escala que se celebraron
198 Alberto García Porras

en la década de los años 806. En estas publicaciones D’ARCHIMBAUD et alii, 1981). Por desgracia,
se aplicaron, de manera más o menos flexible, los esta corriente incipiente no tuvo continuidad.
principios establecidos inicialmente por los traba- La influencia que esta escuela arqueológica eu-
jos pioneros de G. Rosselló, A. Bazzana y J. Zozaya. ropea ejerció en la naciente arqueología medieval
Con el desarrollo de estos estudios a lo largo española era sólo parcial, pues aunque revitalizó
de las décadas de los 80 y 90, las publicaciones los estudios sobre la cultura material en distintos
ceramológicas españolas fueron incorporando de aspectos (cerámica, vidrio, metal, etc.), no alcanzó
manera progresiva y en ocasiones casi impercep- a la incorporación de la arqueometría entre las
tible, la fuerte influencia de las escuelas francesa prácticas habituales de los ceramólogos españoles.
e italiana (por este orden). Allí los estudios desde Y ello no era debido sólo a la falta de experiencia
hacía algún tiempo se imbricaban dentro de la en la aplicación de técnicas propias de las ciencias
denominada Escuela de los Annales, en su se- experimentales en arqueología. Ya se conocían al-
gunda y tercera generación, o en corrientes pos- gunas técnicas y habían comenzado a ensayarse
marxistas dadas a conocer por la academia po- hacía tiempo (SHEPARD, 1963), se disponía del
laca. Desde hacía algún tiempo mantenían fuertes instrumental necesario para aplicarlas y desarro-
relaciones con centros científicos de gran impor- llarlas e incluso existían algunos investigadores
tancia en el desarrollo de la disciplina en Francia que estaban empezando a utilizarlas en el análisis
e Italia, a partir de la introducción, desarrollo y de cerámicas prehistóricas (CAPEL MARTÍNEZ
aplicación del término ya mencionado de «Histo- et alii, 1979) con excelentes resultados. El pro-
ria de la Cultura Material». blema radicaba no tanto en la capacidad de apli-
Sin embargo, la arqueometría, explorada ya en car estas técnicas y conocimientos por parte de
Lyon y Génova de mano de Maurice Picon y Ti- los arqueólogos dedicados a la Edad Media penin-
ziano Mannoni, no caló aún en la escuela espa- sular, como, quizás, en las dificultades para pro-
ñola de arqueología andalusí. De hecho, los pri- poner nuevas preguntas al registro arqueológico
meros datos arqueométricos de los que se tuvo bajo perspectivas interpretativas actualizadas.
conocimiento obtenidos sobre cerámicas de ori- La nueva arqueología medieval española, tam-
gen español procedentes de al-Andalus o de otros bién la dedicada al mundo andalusí, a diferencia de
territorios ibéricos, los aportarían los citados in- lo que ocurrió en etapas pasadas, en donde las in-
vestigadores utilizando para ello materiales de im- fluencias procedían de la Historia del Arte o de la
portación hallados en yacimientos de Provenza Arquitectura, surgió en gran medida en el seno de
(DEMIANS D’ARCHIMBAUD, LEMOINE, 1978; la Historia. Muchos de los investigadores pione-
DEMIANS D’ARCHIMBAUD, PICON, 1980; DE- ros que encabezaron esta renovación de los estu-
MIANS D’ARCHIMBAUD et alii, 1981) y Liguria dios arqueológicos medievales procedían del ám-
(MANNONI, 1972) y empleando diferentes téc- bito de la Historia. Con ellos, trasladaron al campo
nicas analíticas. A estos trabajos hemos de añadir arqueológico de manera inconsciente y natural el
un breve artículo que vio la luz algo más tarde, en discurso histórico, los argumentos que se baraja-
el que se dieron a conocer los resultados del mues- ban habitualmente en el ámbito del medievalismo
treo de un conjunto de cerámicas califales, decora- y las cuestiones y preguntas que se formulaban
das con la técnica conocida como «verde y man- desde la Historia. Estas se dirigían fundamental-
ganeso» y «melado bajo cubierta» (BAZZANA et mente al estudio de las formas de ocupación del
alii, 1981) y otro trabajo breve basado en el aná- suelo, la evolución del poblamiento y la configu-
lisis de materiales más variados que incluían ce- ración del territorio y sus cambios a lo largo del
rámicas decoradas con la técnicas del «verde y tiempo, con especial atención a las formas de for-
manganeso», «cuerda seca», «manganeso bajo tificación, de habitación y trabajo. También sur-
cubierta verde» y «azul y dorado» (DEMIANS gió en este tiempo una cierta preocupación por el
reconocimiento de la cultura material propia del
mundo medieval y sobre todo por el estableci-
6
  Entre ellos debemos destacar las actas de los Congresos miento de una evolución cronológica de la misma,
de Arqueología Medieval Española, auspiciados por la recién especialmente de las producciones cerámicas, pues
constituida Asociación Española de Arqueología Medieval,
así como los Coloquios Internacionales sobre la cerámica
con este tipo de lectura era posible aportar infor-
medieval en el Mediterráneo Occidental, donde los investi- mación a los estudios sobre poblamiento y territo-
gadores españoles tomaban cada vez mayor relieve. rio, interpretados como prioritarios incluso.
Los análisis arqueométricos sobre producciones cerámicas de al-Andalus 199

No cabe duda de que los trabajos realizados pleaban), cronológicas (a qué época pertenecen)
durante este periodo supusieron un avance es- o, a lo sumo, funcionales (para qué sirven) se han
pectacular, el inicio de un desarrollo plenamente producido avances significativos. Sólo cuando se
científico de la arqueología medieval. Aunque ac- ha buscado en las cerámicas algo más que una in-
tualmente parezca algo obvio, estos investigado- formación asistencial o instrumental en un dis-
res defendieron y demostraron fehacientemente curso histórico preestablecido se comenzó a con-
que con el registro arqueológico era posible apor- siderar que podían aportar información útil en el
tar información válida en el proceso de recons- proceso de reconstrucción de las estructuras so-
trucción histórica, lo que permitió colocar a la ar- ciales y económicas de las sociedades antiguas.
queología en el centro del debate historiográfico, Sólo entonces fue cuando se hizo posible la pro-
aportando nuevos datos y proponiendo nuevas puesta de aplicación de métodos arqueométricos
perspectivas de análisis. Se defendió incluso que en el análisis de las cerámicas andalusíes.
esta disciplina permitía solventar problemas gra- Por desgracia la iniciativa de H. Kirchner no
ves que el análisis basado exclusivamente en la fue atendida de manera inmediata por los inves-
documentación textual hacía tiempo que comen- tigadores españoles, y hubo que esperar algunos
zaba a mostrar, como su parcialidad. Además se años, casi una década, hasta finales de los años 90
permitía la incorporación en el discurso histórico del siglo pasado, para tener los primeros resulta-
de amplios sectores sociales que quedaban al mar- dos de este tipo y para el establecimiento de labo-
gen de la documentación. Por último se corregían ratorios dedicados de manera específica al análi-
o matizaban las distorsiones o deformaciones que sis arqueométrico de las cerámicas islámicas o de
introducía la voluntariedad propia de esta forma otros períodos.
de transmisión de información (BARCELÓ, 1988: Mientras tanto nos iban llegando resultados
74-75). Estas reflexiones influyeron, aunque no procedentes de grupos extranjeros basados en
siempre de manera satisfactoria para muchos in- materiales importados que ofrecían datos muy
vestigadores, en los trabajos sucesivos sobre la interesantes y que tampoco fueron atendidos de
ciudad, el poblamiento y paisaje rural, y no tanto manera conveniente por los investigadores na-
en el análisis de los objetos y en concreto la ce- cionales. El caso más paradigmático se dio con el
rámica, que siguió atrapada en una visión carac- análisis de los denominados «bacini» o «bacini
terizada por el tratamiento taxonómico, descrip- murati» italianos (fig. 10.5). Estas piezas, gene-
tivo, tipologista y cronologista tal y como señaló
en su día H. Kirchner (1989: 88-90). Sus críticas,
sin embargo, no fueron convenientemente aten-
didas o sólo lo fueron parcialmente, así como las
soluciones que esta autora proponía por entonces.
Consideraba que el objetivo de los estudios cera-
mológicos no debía ser «la cerámica en sí, sino la
posibilidad de desnudar su significación histórica»
y que desde esta perspectiva debían enfocarse ha-
cia el análisis de la organización de la producción,
las formas de distribución y de difusión de técni-
cas y las formas de consumo (KIRCHNER, 1989:
100-101). Proponía ya la aplicación de nuevas téc-
nicas, químicas y mineralógico-petrográficas para
el estudio de la cerámica medieval (KIRCHNER,
1989: 104-112).
Lo cierto es que sólo cuando se han formu-
lado nuevas preguntas al material arqueológico,
y en concreto al cerámico, se ha desarrollado una
atención por estos materiales. Sólo cuando se han
lanzado preguntas referidas a sistemas producti-
vos de distribución y consumo, trascendiendo las Figura 10.5.  Bacino de la nave de S. Piero a Grado (Pisa, Italia)
cuestiones simplemente formales (qué piezas em- (BERTI, TONGIORGI, 1981: TAV. XLVII, 5)
200 Alberto García Porras

ralmente platos o fuentes de ciertas dimensiones, MANNONI, GIANNICHEDDA, 1996). En un


fueron utilizadas como decoración de las cornisas trabajo más reciente explicaba con claridad el pa-
de las paredes, ábsides y en las fachadas de múl- pel que jugaba la arqueometría en los estudios
tiples iglesias (aunque no falta algún edificio de arqueológicos (MANNONI, 2005). Tanto la ar-
carácter civil) medievales. Fueron identificados queología como la arqueometría presentan datos
inicialmente en Italia central y septentrional, aun- procedentes de fuentes que Mannoni denomina
que este fenómeno se extendió a otros territorios «directas» («los artefactos, los yacimientos y los
del mediterráneo, incluida la Península Ibérica de signos físicos de las modificaciones me­dioam­
manera muy modesta. La monumental obra de bien­ta­les») y están condenadas a confrontarse
G. Berti y L. Tongiorgi, que sigue siendo una re- (junto a otro tipo de fuentes, algunas indirectas).
ferencia en los estudios ceramológicos medite- En su opinión «La Historia de la Cultura Mate-
rráneos, se centró en el análisis detallado de estos rial se convierte de este modo en el puente por el
objetos (BERTI, TONGIORGI, 1981). Las cerá- que circulan las cuestiones más interesantes en-
micas empleadas para la decoración de las igle- tre la arqueología y la arqueometría, destinadas
sias pisanas presentaban una superficie decorada a reconstruir ciertos elementos de la Historia del
y procedían de muy distintos orígenes, según los Hombre» (MANNONI, 2005: 32-33).
puertos que frecuentaban los marinos pisanos, de
modo que permitió a G. Berti establecer una se-
cuencia ininterrumpida de estos materiales desde 3.2.  Grupos y Laboratorios
el siglo x al xiv (BERTI, 1997). Un buen número
de estos bacini procedían de la Península Ibérica, Desde la propuesta realizada prematuramente
y en concreto de al-Andalus (BERTI, 1999). Los por H. Kirchner y los primeros análisis realiza-
trabajos de G. Berti permitieron por un lado co- dos en nuestro país sobre materiales andalusíes,
rregir y ajustar las cronologías atribuidas a ciertos el aporte de información y reflexión teórica no se
materiales andalusíes sin una corroboración es- detuvo. Caudal que conviene no perder de vista,
tratigráfica precisa, gracias a la datación aportada aún hoy día, cuando se emprende un estudio en
por los edificios en donde fueron incrustados, y donde se utilizan datos de índole arqueométrica.
por otro conocer con exactitud las técnicas em- Los primeros trabajos realizados por investi-
pleadas en su fabricación en función de los resul- gadores españoles comenzaron a ver la luz a fina-
tados de los análisis arqueométricos practicados les de la década de los años 90. Se concentraron
sobre algunos grupos concretos de bacini como en Cataluña y Aragón, donde destacan los estu-
las cerámicas decoradas con «verde y manga- dios pioneros de J. Molera, cuya tesis doctoral
neso» (BERTI, MANNONI, 1997), «cuerda seca» trató este asunto (MOLERA, 1997; MOLERA et
(BERTI, MANNONI, 1995) o «dorado/azul y do- alii, 1999) y que ha desarrollado posteriormente
rado» (BERTI, MANNONI, 1990). Gracias a es- analizando las cerámicas esmaltadas, con diversas
tos trabajos comenzó a descartarse, no sin dificul- técnicas decorativas, prestando especial atención
tades y resistencias, que las cerámicas andalusíes a las cerámicas doradas. En estos trabajos ha co-
con cubierta blanca se fabricaron con engobe o laborado con T. Pradell (MOLERA et alii, 2002) y
engalba bajo cubierta, y a considerarse que estas M. Vendrell (MOLERA et alii, 2001) quienes han
piezas fueron acabadas con una cubierta esmal- formado un grupo muy activo en Cataluña. Por
tada opacificada con estaño. las mismas fechas, J. Pérez-Arantegui comenzaba
G. Berti se apoyó en los análisis que T. Man- a publicar los resultados de diferentes análisis ar-
noni comenzó a realizar en la Universidad de queométricos realizados sobre cerámicas islámi-
Génova, donde estableció un laboratorio que rá- cas de Aragón (PÉREZ-ARANTEGUI, 1997). La
pidamente se convirtió en referencia para los es- colaboración con otros autores, algunos de ellos
tudios arqueométricos en el ámbito mediterrá- ya citados (LAPUENTE et alii, 1999) le permitió
neo. Ya desde hacía tiempo (principio de los años ocuparse de diferentes grupos cerámicos andalu-
70) comprendió la importancia e interés de este síes, como las cerámicas decoradas con «cuerda
tipo de estudios, pero desde entonces no dejó seca» (PÉREZ-ARANTEGUI et alii, 1999) o las
de explorar las posibilidades que éstos ofrecían doradas (ORTEGA ORTEGA et alii, 2013).
y madurar, incluso a nivel teórico, el valor y po- El avance en este sentido ha sido espectacu-
tencialidad de los mismos (MANNONI, 1994; lar en los últimos veinte años, desde finales de los
Los análisis arqueométricos sobre producciones cerámicas de al-Andalus 201

años 90 hasta hoy día. Sin embargo, en sus fases mente entre los investigadores de ambas disci-
iniciales presentaba ciertos problemas. plinas: arqueología y arqueometría. Principio que
En primer lugar, como ocurrió en otros mo- no siempre se ha dado de manera satisfactoria.
mentos iniciales en los análisis de cerámicas me- En efecto, como acertadamente señala C. Capelli:
dievales, el conocimiento generado por estos
estudios arqueométricos ha sido parcial. Se pri- «Para obtener un mejor resultado es esen-
vilegió el estudio de los materiales con cubiertas cial, en efecto, una estrecha interacción en-
vidriadas o esmaltadas y con decoraciones desta- tre arqueómetras y arqueólogos, lo que podría
cadas, lo que ha permitido, por un lado, corregir aproximarnos lo más posible a la resolución
ciertas afirmaciones sin fundamento realizadas de los problemas con el máximo ahorro de
hasta entonces, como la creencia en la utilización material, tiempo y dinero.
de engobes o engalbas en las cerámicas esmalta- Es importante subrayar también que, en
das andalusíes, y ha llevado además a fijar en la li- general, el análisis más sofisticado, por sí solo,
teratura arqueológica recetas, técnicas específicas no puede dar una respuesta satisfactoria desde
y características propias de los procesos produc- el punto de vista arqueológico. Por otro lado,
tivos empleados para la elaboración de cerámi- sería deseable que las investigaciones de labo-
cas decoradas con cubiertas vidriadas o esmalta- ratorio fueran efectivamente útiles, respon-
das en al-Andalus. Pero se ha hecho a costa de un diendo a preguntas precisas, y que no sean
avance prácticamente inapreciable en el estudio utilizadas como un mero apéndice de moda,
del resto de grupos cerámicos sin superficie deco- totalmente disociado del discurso arqueoló-
rada. Sólo algunos trabajos basados en el análisis gico.» (CAPELLI, CA­BELLA, 2006: 59-60)
detallado de la superficie de los vasos cerámicos,
a los que posteriormente ha asistido la incorpora- En nuestra opinión, como hemos seña-
ción de la lupa binocular, permitieron avanzar en lado en otro lugar (GARCÍA PORRAS, 2013b:
estos grupos cerámicos desprovistos de decora- 64-79), en los estudios ceramológicos en térmi-
ción (FERNÁNDEZ NAVARRO, 2008). nos generales y de manera específica los que se
Por otro lado, estos estudios se centraron en el ocupan de la cerámica de al-Andalus, deberían
análisis exhaustivo, aplicando diferentes técnicas plantearse cuestiones que abarcaran un rango
analíticas7, de los procesos técnicos y las caracte- más amplio de temáticas, desde problemas re-
rísticas de los materiales empleados en la realiza- lativos a los procesos productivos, hasta los re-
ción de estas cerámicas. Y dejó de lado otro tipo feridos a las prácticas de consumo, pasando por
de cuestiones como los procesos de distribución las formas de distribución y redes de comercio,
e intercambio, algo más descuidados por estos sin olvidar aspectos simbólicos y estéticos. Y
autores y que fueron paralelamente tratados por en todos ellos la arqueometría permitiría pro-
investigadores extranjeros (CAPELLI, CABELLA, fundizar en el valor y significado de los objetos
2006; HUGHES, 1995), basándose en materiales fabricados con cerámica en un período que ya
de importación hallados en sus países. nos queda lejano, mediante el estudio del so-
Por ultimo, cabría señalar que estas primeras porte en sí mismo, a través de los trabajos cen-
investigaciones fueron emprendidas por especia- trados en los procesos de caracterización de las
listas en arqueometría, formados en ciencias apli- diferentes producciones, los estudios de pro-
cadas, en colaboración con arqueólogos o conser- veniencia, los análisis de residuos alimentarios
vadores de museos y colecciones que aportaban conservados en la superficie cerámica, así como
los materiales objeto de análisis. Los resultados los estudios sensoriales.
de los estudios emprendidos de este modo han En todo caso, el avance ha sido notable. Se
sido variados, y aún manteniendo siempre un al- han colocado las informaciones de origen ar-
tísimo nivel de calidad, es cierto que su validez y queométrico en el centro de muchos de los deba-
utilidad han quedado sujetas, en algunas ocasio- tes abiertos en el seno de la arqueología medieval,
nes, al grado de colaboración establecido previa- debates que ésta era, por sí misma, incapaz de
resolver. La comunicación y discusión entre las
7
  Para un catálogo completo de las técnicas arqueomé-
informaciones aportadas por arqueólogos y ar-
tricas más frecuentemente empleadas véase (CUOMO DI queómetras es cada vez más fluida, dando como
CAPRIO, 2007). resultado estudios más coherentes, compactos e
202 Alberto García Porras

Figura 10.6.  Localidades españolas citadas en el texto

integrados. De hecho es cada vez más frecuente gación, además de los ya existentes, y proyectos,
observar cómo los investigadores traspasan esa cada vez más frecuentes y dotados, en donde el
barrera que parecía infranqueable entre arqueo- análisis arqueométrico de los materiales cerámi-
logía y arqueometría, desarrollando proyectos cos ocupa un lugar central y es la dedicación de
apoyados con fondos públicos nacionales o inter- varios de sus investigadores miembros. Un ejem-
nacionales, como el llevado a cabo por Francesca plo lo encontramos en una reciente publicación
Grassi en la Universidad del País Vasco y que ha (BUXEDA i GARRIGÓS et alii, 2015).
permitido la celebración de esta reunión (EAR- Todo ello nos permite ser optimistas respecto
MEDCASTILE). En otros casos, de los que se dan al futuro que se avecina en los estudios cerámicos
cumplida cuenta en el presente volumen, se han medievales del mundo feudal e islámico en la Pe-
podido establecer y consolidar grupos de investi- nínsula Ibérica.
Los análisis arqueométricos sobre producciones cerámicas de al-Andalus 203

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11
Combinación de análisis petrográfico y químico
de contenedores de agua y cerámicas vidriadas
en la Vega de Granada altomedieval (vi-xii d.C.)
José C. Carvajal López1 2, Anno Hein3, Michael D. Glascock4, Peter M. Day2

1
  2
  RESUMEN  3
  4 ABSTRACT
En este estudio se presentan análisis petrográficos In this paper petrographic and NAA analyses of
y químicos (análisis de activación neutrónica, NAA) two categories of ceramic wares of the early medie-
de dos categorías de cerámicas de la Vega de Granada val Vega of Granada (south-east Spain) are presented.
altomedieval. Estas categorías son Contenedores de The vessels analysed include Water Containers and
Agua y Cerámicas Vidriadas y se manufacturaron en- Glazed Wares and were manufactured between the
tre los siglos  vi y xii d.C. Este es el periodo de la is- sixth and the twelfth centuries CE. This is the period
lamización de la península ibérica y de la formación of the Islamization of Iberia and the emergence of al-
de al-Andalus. Los análisis de este estudio ofrecen la Andalus. The studies in this paper offer an opportu-
oportunidad de comprender los cambios tecnológi- nity to understand technological, social and economic
cos, sociales y económicos que posibilitaron la islami- changes that were part of the pattern of Islamization.
zación. Los resultados de este trabajo muestran que The results of this work show that there is a differ-
hay un patrón de distribución de las muestras estudia- ential pattern of distribution for the samples studied
das entre la parte oriental y la occidental de la Vega de in the eastern and western areas of the Vega and that
Granada, y que hay un cambio cronológico en la varia- there is a chronological change in technological vari-
bilidad tecnológica de las cerámicas investigadas. Un ability of the production of the wares under investiga-
periodo más temprano con alta variabilidad tecnoló- tion. An earlier period in which this variability is high
gica fue seguido de un periodo con menor variabilidad gave way to a period where the variability is much less
y con una potencial estandarización de los procedi- and potentially more standardized technological pro-
mientos de producción. cedures were followed.

PALABRAS CLAVE:  petrografía cerámica, Análisis KEYWORDS:  Ceramic petrography, NAA, technolog-
de Activación Neutrónica (NAA), cambio tecnoló- ical change, Islamization, emergence of al-Andalus.
gico, islamización, formación de al-Andalus.

1
  Autor corresponsal. Dirección actual: School of Ar- 1.  Introducción
chaeology and Ancient History, University of Leicester. Uni-
versity Road, LE1 7RH Leicester, UK. Email address: jccl2@ Este artículo ofrece un estudio del proceso de
leicester.ac.uk manufactura y distribución de Contenedores de
2
  Department of Archaeology, The University of Shef-
field, Northgate House, S1 4ET West Street, Sheffield, UK
Agua y Cerámicas Vidriadas en la Vega de Gra-
emails: JCL jccl2@leicester.ac.uk; PD: p.m.day@sheffield. nada altomedieval (las palabras aparecen con ma-
ac.uk yúscula en el texto porque representan categorías
3
  Institute of Nanoscience and Nanotechnology, arqueológicas). La investigación se realizó en el
N.C.S.R. “Demokritos”, 15310 Aghia Paraskevi, Greece. contexto del proyecto Marie Curie ARANPOT,
heim@ims.demokritos.gr
4
  Archaeometry Laboratory, University of Missouri
que tiene como objetivo iluminar ciertos aspec-
Research Reactor, 1513 Research Park Drive, Columbia, tos del proceso de islamización de la península
MO 65211, USA. glascockm@missouri.edu ibérica durante la Alta Edad Media (de los si-
208 José C. Carvajal López, Anno Hein, Michael D. Glascock, Peter M. Day

Figura 11.1.  Localización de los yacimientos analizados

glos  vi and xii d.C.). Para ello, se han seleccio- determinantes. Está rodeada de cadenas monta-
nado cuidadosamente un conjunto de cerámicas ñosas levantadas durante la orogenia alpina y en
arqueológicas bien contextualizadas que venían la que hay abundantes rocas sedimentarias y me-
de varias excavaciones realizadas en la Vega de tamórficas (CARVAJAL LÓPEZ, DAY, 2015).
Granada y se han sometido a diferentes métodos La islamización de la península se desarrolló
de análisis para documentar el cambio tecnoló- entre la invasión del 711 y la formación, creci-
gico en su producción y distribución a medida miento y caída del estado omeya de Córdoba en-
que el proceso de islamización se desarrollaba. El tre los siglos viii y xi (CHALMETA GENDRÓN,
objetivo final es establecer una relación entre el 1994; MANZANO MORENO, 2006). La Vega
cambio tecnológico y el proceso de islamización5. de Granada era un área periférica con respecto a
Córdoba, pero en el siglo x se integró en la prin-
cipal ruta que conectaba la capital con Alme-
2. Trasfondo arqueológico y ría, el principal puerto de los omeyas andalusíes
propósito del estudio (CARVAJAL LÓPEZ, 2008). Este cambio en la di-
námica histórica de la Vega nos permite analizar
La Vega de Granada es una región del sureste el impacto de diferentes mecanismos de islami-
español que atraviesa el río Genil desde Sierra zación en la misma área. Para ello, se ha seleccio-
Nevada, en el este, hasta su salida de la Vega por nado un grupo de cerámicas provenientes de di-
Loja, en el oeste. Tiene una forma triangular de- ferentes yacimientos arqueológicos datados entre
bido a la particular historia geológica de la región, los siglos vi y xii. Los yacimientos son, de este a
en la que la tectónica y la isostasia tienen papeles oeste: el Cerro del Castillejo de Nívar, el Albai-
cín de Granada, Ilbīra en Atarfe, el Cerro del Mo-
lino del Tercio en Salar, el Cerro de la Mora en
5
  Una versión más completa y actualizada de este trabajo Moraleda de Zafayona, el Cerro de la Solana de
puede consultarse en CARVAJAL LÓPEZ et alii 2017. la Verdeja en Villanueva de Mesía y el Polígono
Combinación de análisis petrográfico y químico de contenedores de agua y cerámicas vidriadas... 209

de Manzanil en Loja (fig. 11.1; se pueden encon- 3. Fase III (aproximadamente entre el 925 y
trar más detalles acerca de estos sitios arqueo- el 1011). Se detecta claramente que existía
lógicos en ÁLVAREZ GARCÍA, 2010; CARVA- una producción urbana en Ilbīra y en Gra-
JAL LÓPEZ, 2008, 2009; CARVAJAL LÓPEZ, nada. Los datos históricos sugieren que hay
DAY, 2013; JIMÉNEZ PUERTAS, 2008; JIMÉ- una contracción, incluso un abandono de
NEZ PUERTAS et alii, 2009; RUIZ JIMÉNEZ, muchos centros rurales, pero no hay sufi-
2008). ciente información para confirmarlo solo
Este no es el primer estudio cerámico hecho a partir de la cerámica (aunque, aparte de
en el marco de ARANPOT. Anteriormente se Granada e Ilbīra, los yacimientos de este
realizó un análisis combinando petrografía y es- estudio no muestran ocupación en esta
tudio macroscópico de cerámica de cocina de los fase)
mismos depósitos arqueológicos y fechas men- 4. Fase IV (entre alrededor del 1011 y la mitad
cionados. El objeto de este estudio era determi- del siglo xii). La distribución de la produc-
nar la micro-proveniencia de estas cerámicas e ción de los talleres urbanos de Granada al-
iluminar los procesos tecnológicos de su manu- canza los asentamientos rurales y desplaza
factura. El trabajo demostró que, al menos en el la producción local, confirmando que el
caso de la Vega de Granada, las fabricas cerámi- modelo tecnológico había cambiado radi-
cas no habían cambiado sustancialmente desde calmente desde el principio del periodo en
el periodo preislámico (representado por los si- consideración (CARVAJAL LÓPEZ, DAY,
glos vi y vii) al islámico (siglos viii al xii), pero 2013, 2015)
sí que se detectaron cambios importantes en las
Los resultados de aquel estudio se alineaban
técnicas de conformación de las cerámicas y en la
con los análisis de otras formas de evidencia,
organización de los talleres. Los alfareros o alfa-
como es el caso del desarrollo de los sistemas
reras trabajaban en los diferentes asentamientos
de irrigación de la Vega de Granada (JIMÉNEZ
conocidos o en su vecindad, pero a medida que
PUERTAS, 2007; CARVAJAL LÓPEZ, 2008; JI-
la relevancia de las ciudades aumentó desde el si-
MÉNEZ PUERTAS, CARVAJAL LÓPEZ, 2011)
glo  x, la producción de los talleres urbanos fue
o el de los cambios políticos (CARVAJAL LÓ-
desplazando a la de los núcleos no urbanos. Este
PEZ, 2013). Toda la evidencia sugiere que la Vega
proceso se desarrolló en cuatro fases arqueoló-
de Granada era al principio del periodo andalusí
gicas e históricas en las que se aprecia un incre-
una zona periférica y rural donde los conflictos
mento de la estandarización en los procesos de
culturales inherentes al proceso de islamización
producción, al mismo tiempo que una centrali-
se vivían y negociaban a través de mecanismos
zación de su localización (es decir, los artesanos
ad hoc. Desde el siglo x en adelante, los cambios
o artesanas se mueven de los sus talleres rurales a
sociales, económicos y políticos en la Vega y en
los talleres más complejos de las ciudades):
al-Andalus en general hicieron que el gobierno
1. Fase I (de mediados del siglo vi a la transi- omeya de Córdoba se interesase directamente en
ción entre los siglos viii y ix). La cerámica la zona. Como resultado, la islamización se con-
se producía en una gran variedad de for- virtió en un proceso mucho más normalizado,
mas, con muchas técnicas diferentes y en caracterizado por unos procesos y una ideología
talleres que tenían solo una distribución lo- más acorde con el interés de las élites cordobesas
cal. y sus aliados locales (CARVAJAL LÓPEZ, 2013).
2. Fase II (de la transición entre los siglos viii Es posible extender el trabajo que se ha hecho
y ix hasta alrededor del 925). Aún existía hasta ahora con el estudio de otras categorías de
gran variedad de formas y técnicas, pero se cerámica más allá de las de cocina, de forma que
nota que ciertos tipos morfológicos se con- pueda confirmarse si la evidencia de su produc-
solidaron. En términos de distribución, la ción y distribución está en línea con lo discutido
producción estaba todavía distribuida en hasta este punto. Se han avanzado ya algunos re-
núcleos dispersos, pero se detectan cerá- sultados sobre otra categoría de la cerámica de
micas de Ilbīra en Granada y viceversa, y la Vega de Granada, los Grandes Contenedores
también cerámicas de estos dos núcleos en (CARVAJAL LÓPEZ, 2012). El estudio que pre-
otros centros. sentamos en este artículo avanza el trabajo aún
210 José C. Carvajal López, Anno Hein, Michael D. Glascock, Peter M. Day

más, usando la evidencia de la cerámica de Con- (RW), que han sido analizadas en otros trabajos
tenedores de Agua y de Cerámicas Vidriadas. (CARVAJAL LÓPEZ, DAY, 2015). Las diferentes
técnicas de vidriado han sido identificadas por las
combinaciones y aplicación de los colores. Se dis-
3.  Materiales y métodos tinguen vidriados verdes, melados (con tonos que
van desde el amarillento hasta el verdoso), ma-
Este trabajo combina análisis petrográfico y rrones oscuros, bícromos (verdes en el exterior y
químico en el estudio de dos tipos de cerámi- melados en el exterior o viceversa), y decoracio-
cas que vienen de la Vega de Granada, unos tipos nes en verde y manganeso. Las muestras tomadas
que se categorizan como Contenedores de Agua de estos vidriados vienen todas de la Fase II, ex-
(WC) por un lado y Cerámicas Vidriadas (GW) cepto en el caso de dos muestras marrones, que
por el otro. Esta clasificación se basa en las simi- vienen de la Fase III, y de los vidriados melados,
litud de los procesos de producción de las cerá- que se han muestreado de ejemplares de las Fa-
micas en cuestión, y no están por lo tanto rela- ses II, III y IV. Es importante notar que los ejem-
cionadas con las seriación frecuentemente usada plares de verde y manganeso estudiados aquí son
en las cerámicas andalusíes y basada en los traba- por lo tanto muestras muy tempranas, de finales
jos de Rosselló (1978; 1991), que uno de los auto- del siglo ix o inicios del x, por lo tanto anteriores
res (JCCL) sí ha usado en otras ocasiones (CAR- a la época califal.
VAJAL LÓPEZ, 2008). Los fragmentos cerámicos Se han estudiado un total de 194 fragmentos
han sido recuperados de depósitos bien contex- cerámicos por petrografía, 119 de Contenedores
tualizados excavados en los siete yacimientos de de Agua y 75 de Cerámicas Vidriadas. Para ello,
la Vega de Granada descritos anteriormente. todos estos fragmentos se prepararon en láminas
La categoría de Contenedores de Agua de este delgadas de unas 30 micras de grosor y se exami-
estudio contiene jarra/os y jarrita/os hecha/os naron con microscopio polarizador de acuerdo
en pasta rosácea o color crema, normalmente de con la metodología desarrollada por I. W­hitbread
textura lisa y pulverulenta. Deben haber sido usa- (1986, 1989, 1995: 369-396, 1996). Además se
dos principalmente para el transporte de fluidos, hizo un análisis químico de activación neutró-
sobre todo de agua. Estas vasijas se encuentran en nica (NAA) de 104 fragmentos elegidos en repre-
todos los yacimientos e intervalos de fechas con- sentación de los principales grupos petrográfi-
siderado. Las Cerámicas Vidriadas, sin embargo, cos seleccionados. Los fragmentos se prepararon
solo se han datado con certeza desde la parte fi- en el Centro Nacional de Investigación Cientí-
nal del siglo ix en la Vega de Granada, aunque al- fica Demokritos (Atenas): se cortaron muestras
gunas de ellas podrían datarse un poco antes, a milimétricas, se limpiaron de todos los restos
mediados del mismo siglo (CARVAJAL LÓPEZ, de vidriado y se pulverizaron en un mortero de
2008; véase también SALINAS PLEGUEZUELO, ágata. De cada muestra se envió una cantidad de
2013 y SALINAS PLEGUEZUELO, ZOZAYA, aproximadamente 100 mg al Reactor de Inves-
2015 para un análisis de los vidriados más tem- tigación de la Universidad de Missouri (MURR,
pranos localizados en al-Andalus, que parecen EE.UU.) para el análisis de activación neutrónica.
ser de las mismas fechas). Por lo tanto, las cerá- La combinación de los dos análisis se diseñó para
micas vidriadas que se analizan en este estudio se obtener grupos de muestras en paralelo y de gran
han encontrado solo en yacimientos con una cro- robustez.
nología de la Fase II en adelante. En concreto, en
este estudio se analizan fragmentos que vienen
de El Castillejo, el Albaicín, Ilbīra y Manzanil.
4.  Resultados
Aunque también se documentan vidriados en los
otros yacimientos mencionados, son de las mis-
4.1.  Petrografía
mas categorías y están peor contextualizados. Las
formas de la cerámica vidriada incluyen orcitas
El estudio petrográfico de los Contenedores
y jarritas/os en el periodo más temprano y luego
de Agua revela cuatro fábricas.
incluyen ataifores y candiles. En este estudio la
cerámica vidriada de cocina se considera perte- — Fábrica WC1: Fábrica fina y calcárea con
neciente a la categoría de Cerámicas de Cocina rocas sedimentarias y metamórficas de
Combinación de análisis petrográfico y químico de contenedores de agua y cerámicas vidriadas... 211

grado bajo (con 79 ejemplares y dos mues- En cuanto a las Cerámicas Vidriadas, su análi-
tras asociadas). sis petrográfico revela la existencia de cinco fábri-
— Fábrica WC2: Fábrica granulosa y calcárea cas y una muestra aislada.
con rocas sedimentarias y metamórficas de
— Fábrica GW1: Fábrica fina vidriada con ro-
grado bajo (con 24 ejemplares y tres mues-
cas sedimentarias y metamórficas de grado
tras relacionadas).
bajo (n = 24).
— Fábrica WC3: Fábrica granulosa y calcárea
— Fábrica GW2: Fábrica fina vidriada con pe-
con chamota (tres ejemplares).
llas de arcilla Dominantes (n = 43).
— Fábrica WC4: Fábrica granulosa y calcárea — Fábrica GW3: Fábrica fina vidriada con ca-
con caliza micrítica (ocho ejemplares). liza micrítica y serpentinita (n = 2).
La mayor parte de las muestras analizadas per- — Fábrica GW4: Fábrica fina vidriada con
tenecen a la Fábrica WC1 o la WC2. Ambas tie- calcita secundaria (n = 2).
nen la misma base petrológica y mineralógica: una — Fábrica GW5: Fábrica fina vidriada con ba-
matriz más o menos calcárea con inclusiones de salto y serpentinita (n = 3).
caliza micrítica; rocas cuarzíticas en el rango que — Muestra aislada: Fábrica fina vidriada
va desde las sedimentarias hasta las metamórfi- con cuarzo monocristalino Predominante
cas un grado bajo de metamorfismo; e inclusio- (n = 1).
nes de arcilla y otros elementos texturales que po- Las Fábricas GW1 y GW2 son muy similares
drían indicar que ha habido una mezcla de arcillas entre sí en lo que respecta a su composición, y tie-
en la receta. La variabilidad de estos grupos, sobre nen una relación semejante a la establecida entre
todo dentro de la Fábrica WC1, es muy grande y las Fábricas WC1 y WC2: son finas o muy finas y
solo mediante petrografía no se puede determinar contienen el mismo elenco de inclusiones: caliza
si dicha variabilidad es resultado de un grupo de micrítica, rocas cuarcíticas sedimentarias o meta-
centros de producción usando técnicas y materias mórficas de grado bajo, pellas de arcilla y elemen-
primas muy similares o si es el producto de un solo tos texturales. Sin embargo, se ha observado que
taller que usa una materia prima naturalmente va- la proporción relativa de elementos texturales y de
riada. La diferencia entre las Fábricas WC1 y WC2 pellas de arcilla es mucho más abundante en algu-
estriba en el grosor relativo de la fábrica. Aunque nos casos, algo que podría indicar diferencias en
el espectro entre fino y granuloso es gradual y no el proceso de manufactura. Por lo tanto, y como
muestra una clara línea de divergencia (como mu- en el caso explicado anteriormente, se estableció
chas otras características entre estos dos grupos), una clasificación basada en características men-
se observó que las muestras más granulosas so- surables. Se separaron dos grupos de acuerdo con
lían provenir de yacimientos en la parte occidental sus cantidades relativas de pellas de arcilla y de
de la Vega de Granada. Para ver más claramente elementos texturales relevantes, que son Predo-
esta tendencia, y en ausencia de un criterio mejor, minantes o Dominantes en la Fábrica GW2 y me-
se estableció arbitrariamente una separación en- nos abundantes en la Fabrica GW1. Las otras tres
tre la Fábrica WC1 y la Fábrica WC2 de acuerdo Fábricas, GW3, GW4 y GW5 contienen pequeños
a la frecuencia de sus inclusiones y a las tamaño grupos de muestras provenientes de El Manzanil,
del grano. La Fábrica WC2 incluye las muestras y el Cerro del Molino del Tercio (GW3 y GW5) y
que tienen >20% de inclusiones con respecto a la de Ilbīra (GW4). Las Fábricas GW3 y GW5 se do-
matriz y los poros, y en las que más del 15% de cumentan solo en la Fase II, mientras que la GW4
las inclusiones pertenecen a la fracción gruesa. El aparece solo en la Fase III.
resto se clasifican como pertenecientes a la Fá-
brica WC1. La distribución así obtenida confirma
que hay un patrón geográfico divergente: la Fá- 4.2.  Análisis químico elemental
brica WC1 está bastante bien distribuida en todos
los sitios de la Vega de Granada, mientras que la Para averiguar la variabilidad química de las
Fábrica WC2 se concentra sobre todo en la parte cerámicas se hizo una matriz de variación de
occidental. Las otras dos fábricas, WC3 y WC 4, todas las medidas elementales de acuerdo con
provienen solo de dos yacimientos occidentales, el el protocolo de Buxeda i Garrigós y Kilikoglou
Cerro de la Mora y Manzanil respectivamente. (2001). Las concentraciones de arsénico (As), so-
212 José C. Carvajal López, Anno Hein, Michael D. Glascock, Peter M. Day

Figura 11.2.  Agrupamiento jerárquico de las datos transformados por log-ratio con la concentración de cerio (Ce) como denominador
común, omitiendo el arsénico (As), el sodio (Na), el níquel (Ni) y el antimonio (Sb). Se indican los grupos químicos, que se han formado
en la base de datos. Véase CARVAJAL LÓPEZ et alii 2017 para una versión más amplia de estos datos

dio (Na) y níquel (Ni) se descontaron de la eva- todas las cerámicas fueran necesariamente pro-
luación estadística debido a procesos conoci- ducidas en la Vega de Granada. Las composicio-
dos de contaminación o a la ausencia de algunas nes químicas de la materia prima de la Vega de
medidas. Cuando se omitió también el antimo- Granada son probablemente muy similares a las
nio (Sb), que presenta la mayor medida de varia- de la mayor parte del sureste peninsular o in-
ción, la variabilidad química de todo el cuerpo cluso de partes del norte de África, donde hay
de datos quedo comparativamente pequeña, con una historia geológica compartida (SANZ DE
una variación total de 0.899. Esta baja variabili- GALDEANO, 2001; LHÉNAFF, 2001). Estas ce-
dad afecta a la definición de los grupos quími- rámicas podrían haberse producido en muchos
cos, como puede verse en las figuras 11.2 y 11.3 centros, lo que explicaría el número considera-
donde se presentan el dendrograma jerárquico de ble de muestras aisladas. A pesar de esto, se pue-
las muestras y el análisis de componentes princi- den establecer una serie de observaciones combi-
pales respectivamente. Dejando algunas muestras nando los datos químicos con los arqueológicos
aisladas aparte, las composiciones químicas en y los petrográficos. Por lo tanto, estos datos quí-
general parecen ser bastante homogéneas, lo que micos fueron introducidos en la base de datos ce-
podría indicar que la materia prima usada para raDAT, donde se evaluaron más detalladamente
hacer las cerámicas viene de un contexto geoló- para producir grupos químicos (HEIN, KILIKO-
gico común. Esto no significa, sin embargo, que GLOU, 2011).
Combinación de análisis petrográfico y químico de contenedores de agua y cerámicas vidriadas... 213

Figura 11.3.  Análisis de componentes principales de los datos transformados por log-ratio con la concentración de cerio (Ce)
como denominador común, omitiendo el arsénico (As), el sodio (Na), el níquel (Ni) y el antimonio (Sb). Las elipses indican los grupos
químicos, que se han formado en la base de datos, y los símbolos indican las categorías de cerámicas. Véase CARVAJAL LÓPEZ et
alii 2017 para una versión más amplia de estos datos

5.  Discusión tan similares, debido a un intercambio intenso


de contenedores entre los diferentes yacimien-
5.1.  Análisis petrográfico de los tos, o debido a una combinación de las dos pro-
Contenedores de Agua posiciones. Sin embargo, el patrón es claro y es
consistente con una diferencia geográfica entre la
La distribución de las muestras de los Con- zona oriental y la occidental de la Vega. La región
tenedores de Agua de las Fábricas WC1, WC2, está dividida en dos por una emergencia diapí-
WC3 y WC4 (tabla 11.1) indica una distinción rica en el área de Láchar, más o menos en el cen-
entre las áreas oriental y occidental de la Vega de tro de la Vega (LHÉNAFF, 2001: 57). Este diapiro
Granada. Casi dos tercios de las muestras de la está compuesto de materiales impermeables que
Fabrica WC1 vienen de sitios de la Vega orien- interrumpen el flujo este-oeste de las aguas de
tal (El Castillejo, Granada e Ilbīra) y casi cua- la Depresión del Genil, lo que provoca un cuello
tro quintos de la Fabrica WC2 vienen de la parte de botella en el área de la emergencia diapírica y
oriental (Cerro de la Mora, Cerro del Molino del fuertes diferencias en la circulación de las aguas y
Tercio, Cerro de la Verdeja, Manzanil). El pa- la humedad entre la parte oriental (húmeda) y la
trón de distribución no es conclusivo, probable- occidental (seca) (OCAÑA OCAÑA, 1974). Los
mente debido a la dificultad de establecer una patrones de asentamiento se ven muy afectados
discriminación analítica clara entre dos fábricas por este fenómeno. Los numerosos pueblos de la
214 José C. Carvajal López, Anno Hein, Michael D. Glascock, Peter M. Day

Fábricas/ Número de muestras


Localización
Grupos E O

DATOS PETROGRÁFICOS
Mayoría del E WC1 52 28 (+2 asociadas)
Mayoría del O WC2 6 18 (+3 asociadas)
WC3 — 3
Solo del O
WC4 — 8
DATOS QUÍMICOS
Solo del E A2 18 (todos CV) —
4 (+ 1 asociado)
E —
(todos CV)
A1 21 (todos CA) 2 (todos CA)
Mayoría del E
A3 7 (todos CA) 2 (todos CA)
D 4 (todos CV) 1 (CA)
F 8 (6CV/2CA) —
4 (+ 1 asociado)
Igualados B1 4 (todos CA)
(todos CA)
B2 — 2 (todos CA)
Solo del O C1 — 8 (todos CV)
C2 — 3 (todos CV)
Tabla 11.1.  Distribución geográfica de fábricas petrográficas (solo
Contenedores de Agua) y grupos químicos (Contenedores de Agua y
Cerámicas Vidriadas)

parte oriental se concentran en diferentes loca- todas las fases, sobre todo en las más tempranas
lizaciones, pero evitan las tierras más bajas por- (I y II), pero esto se debe simplemente a que la
que en ellas las inundaciones son frecuentes. En mayoría de las muestras vienen de estas dos fa-
la zona occidental, los pueblos están más disper- ses. Las Fabricas WC3 y WC4 aparecen solo en la
sos y normalmente se encuentran alrededor de Fase II. Estos patrones cronológicos tienen cierta
corrientes que desembocan en el Genil. Es muy consistencia con los resultados del análisis de las
posible que estos diferentes patrones de asenta- cerámicas de cocina (Carvajal López, Day,
miento tengan cierto impacto en el patrón de dis- 2013, 2015), como se explicara más adelante.
tribución de las fábricas.
Las Fábricas WC3 y WC4 vienen de la parte
occidental de la Vega, cada una de un yacimiento 5.2.  Análisis petrográfico de Cerámicas
particular: el Cerro de la Mora y Manzanil res- Vidriadas
pectivamente. El número de muestras de cada
fábrica es pequeño, pero las fábricas son clara- A diferencia del caso de los Contenedores
mente diferentes, lo que sugiere que el análisis de Agua, la distribución geográfica de las mues-
petrográfico es robusto y prometedor de cara a tras en las distintas fábricas de las Cerámicas Vi-
futuras investigaciones. driadas no es relevante, pero sí que se aprecia un
No parece haber un patrón claro de distribu- patrón cronológico distintivo (tabla 11.2). Las
ción de fábricas en las fases cronológicas descri- muestras de las Fabricas GW3 y GW5 y más de
tas anteriormente, lo que ya en sí mismo es in- tres cuartos de las muestras de la Fabrica GW1
teresante. Las Fabricas WC1 y WC2 aparecen en son de la Fase II, datada entre el siglo ix y el prin-
Combinación de análisis petrográfico y químico de contenedores de agua y cerámicas vidriadas... 215

Fases arqueológicas
Fábricas/Grupos
Fase II Fase III Fase IV Fase III + IV

DATOS PETROGRÁFICOS
GW1 18 4 2 6
GW2 17 13 13 26
GW3 2 — — —
GW4 — 2 — 2
GW5 3 — — —
DATOS QUÍMICOS
A2 2 6 11 17
C1 8 — — —
C2 3 — — —
D 2 2 — 2
E 3 (+1 asociada) — — —
F 1 5 — 5
Tabla 11.2.  Distribución cronológica de las fábricas y grupos químicos de las Cerámicas Vidriadas.

cipio del siglo X. Por otra parte, casi dos tercios vidirse en dos grupos, contiene solo Contenedo-
de las muestras de la Fábrica GW2 y todas las de res de Agua, mientras que los Grupos C, D, E y F
la Fábrica GW4 se concentran en las Fases III y están formados casi exclusivamente por Cerámi-
IV, que va desde principios del siglo x hasta la cas Vidriadas. Esto indica que se usaron diferen-
primera mitad del siglo xii. Este cambio en com- tes arcillas para la fabricación de los dos tipos de
posición se puede explicar como un desarrollo cerámicas.
tecnológico particular a los procesos de manufac- La excepción aparente es el Grupo A, que
tura de este tipo de producciones, como sugiere puede dividirse en tres subgrupos, de los cuales
la combinación de estos y otros datos. A1 y A3 tienen solo Contenedores de Agua y A2
Cerámicas Vidriadas. El principal criterio para se-
parar A1 y A3 de A2 es la mayor concentración de
5.3.  Análisis químico de los Contenedores antimonio (Sb) en las muestras del último grupo.
de Agua y de las Cerámicas Vidriadas Esto puede deberse a la contaminación del cuerpo
cerámico por el vedrío, ya que el antimonio se
Las dos categorías de cerámicas consideradas usaba a menudo como opacificante (KINGERY,
en este artículo muestran características similares VANDIVER, 1986: 213). La figura 11.4 presenta
tanto en estudio macroscópico como en estudio el grafico de concentraciones de antimonio (Sb)
microscópico. Es por tanto razonable asumir que contra las del rubidio (Rb, el elemento que mues-
arcillas similares se han usado en ambos casos, de tra menos variabilidad en este conjunto de cerá-
modo que una de las primeras cuestiones para las micas), que indica un enriquecimiento en anti-
que se ha usado el análisis químico es para ver si monio en los cuerpos de las Cerámicas Vidriadas.
podían establecerse diferencias significativas en- Como se indica en el agrupamiento jerárquico
tre los Contenedores de Agua y las Cerámicas Vi- (fig. 11.2) y en el análisis de componentes princi-
driadas por medio de sus composiciones elemen- pales (fig. 11.3), si se deja el antimonio aparte, los
tales respectivas. Los resultados muestran que tres subgrupos del Grupo  A son químicamente
ambos tipos de cerámicas aparecen claramente muy similares y en este caso podría asumirse que
separados desde el punto de vista químico (ta- tanto Cerámicas Vidriadas como Contenedores
bla 11.3). El Grupo Químico B, que puede subdi- de Agua se hacían con la misma arcilla.
216 José C. Carvajal López, Anno Hein, Michael D. Glascock, Peter M. Day

Grupos Categorías cerámicas Fábricas relevantes


Distribución
químicos CV CA WC1 WC2 WC3 GW1 GW2 Aislados
A2 18 — — — — 4 13 1
P
C1 8 — E — — — 3 5 —
Solo CV T
C2 3 — — — — — 3 —
R
E 3 (+1 asociada) — O — — — 2 (+1 asociada) 1 —
G
A1 — 23 R 21 2 — — — —
A
A3 — 9 9 — — — — —
Solo CA F
B1 — 9 Í 8 — 1 asociado — — —
A
B2 — 2 1 1 — — — —
D 4 1 1 — — 3 1 —
Mayoría
F 6 2 2 — — — 6 —
de CV
Aislados 9 5 4 2 3 1 4 —
Tabla 11.3.  Correlación entre grupos químicos, categorías cerámicas y las fábricas petrográficos relevantes

Figura 11.4.  Concentraciones de antimonio (Sb) y de rubidio (Rb) de las cerámicas analizadas. Se indican los grupos químicos y las
categorías cerámicas con los símbolos (dos columnas)
Combinación de análisis petrográfico y químico de contenedores de agua y cerámicas vidriadas... 217

Grupos Fases
Técnica Fábricas Fase II Fase III Fase IV Total
químicos III + IV
A2 (2)
GW1 D (1) 3 2 — 2 5
E (1)
A2 (13)
Melado GW2 3 12 12 24 27
F (5)
GW4 Sin muestras 2 2
2
GW5 Sin muestras 2 — — —

A2 (2)
GW1 7 1 2 3 10
E (2)
C2 (2)
Verde GW2 4 1 1 2 6
E (1)
GW3 Sin muestras 2 — — — 2
GW5 Sin muestras 1 — — — 1
GW1 C1 (1) 5 — — — 5
Bícromo 5
GW2 C1 (1) 5 — — —

GW1 D (1) — — 1 1 1
Marrón
GW2 D (1) — — 1 1 1
C1 (2)
GW1 3 — — — 3
D (1)
Verde y
C1 (4)
Manganeso
GW2 C2 (1) 6 — — — 6
F (1)
Tabla 11.4.  Correlación entre técnicas de vidriado, fábricas, grupos químicos y fases arqueológicas.
Nótese que los grupos químicos están formados por un número de muestras menor que el de las fábricas
petrográficas, y por esa razón no necesariamente suman las mismas cifras.

En general, y dentro de los límites de las ca- de un numero de muestras reducido (B2, C2, D y
tegorías cerámicas, los datos muestran una co- E), esto puede deberse a una falta de resolución
rrelación irregular entre fábricas petrográficas y producida por la ausencia de datos. La aparición
grupos químicos (tabla 11.4). Los grupos quími- de varias fábricas en el Grupo F y sobre todo en el
cos suelen contener muestras de diferentes fá- Subgrupo A2, que tienen un número de muestras
bricas (y viceversa). Al nivel de los subgrupos, sin mayor, podrían interpretarse como la manifesta-
embargo, el panorama parece ser más claro. Los ción de un proceso de cambio técnico, como se
Subgrupos A3 y B1 se corresponden solamente explicara más adelante.
con una fábrica (con la excepción de una muestra La tendencia a la división entre las áreas orien-
asociada a B1), y el Subgrupo A1 tiene una corre- tal y occidental de la Vega mostrada en las fábri-
lación muy robusta con otra fábrica. Los Subgru- cas petrográficas de los Contenedores de Agua
pos A2, B2, C1 y C2 y los Grupos D, E y F contie- no tiene correlación en los grupos químicos (ta-
nen muestras de varias fábricas al mismo tiempo. bla 11.1). La razón puede ser que se ha analizado
En el caso de los grupos o subgrupos compuestos un grupo demasiado pequeño de cerámicas de la
218 José C. Carvajal López, Anno Hein, Michael D. Glascock, Peter M. Day

Vega occidental por NAA, y, con la excepción de cas, el vidriado melado y el vidriado marrón, per-
los componentes del Subgrupo B2, estas muestras tenecen a las más tardías Fases II y IV, aunque
se encuentran distribuidas entre distintos grupos. algunas muestras de la primera técnica (no ex-
El resto de los subgrupos que contienen muestras ploradas con análisis químico) se documentan
de Contenedores de Agua (A1 y A3) están casi en la Fase  II. Los vidriados marrones son dema-
exclusivamente compuestos por muestras de la siado escasos para ofrecer resultados robustos.
Vega de Granada oriental, con la única excepción La mayoría de los vidriados melados pertenece
del Subgrupo B1, que está dividido exactamente a la Fábrica GW2 y al Subgrupo A2 o al Grupo
por la mitad. Curiosamente, los datos químicos F, aunque algunos pertenecen a la Fabrica GW1.
de las Cerámicas Vidriadas sí que muestran un Se documentan en todos los yacimientos data-
patrón geográfico de distribución: la muestras del dos en las Fases III y IV, y muestran un cierto in-
Subgrupo A2 y de los Grupos E, D y F viene todas cremento en la homogeneidad de las fábricas que
de la parte oriental, y las del grupo C vienen to- parece tener un correlato en la tecnología de los
das de la occidental. vidriados (MOLERA et alii 2017; véase también
En este punto es interesante considerar otras la aportación de los autores en este mismo volu-
tres correlaciones de las Cerámicas Vidriadas. men).
Para empezar, la división cronológica de las fá-
bricas petrográficas entre la Fase II por un lado y
las Fases III y IV por el otro tiene un reflejo en los 6.  Conclusiones
datos químicos (tabla 11.2). Los Grupos C y E es-
tán compuestos de muestras datadas en la Fase II, Los patrones y correlaciones observados en
mientras que todas las muestras menos una del este estudio no son tan robustos como los ob-
Grupo A2 y todas las del Grupo F sin excepción servados en el análisis hecho previamente con la
están datadas en las Fases III o IV. El único caso cerámica de cocina (CARVAJAL LÓPEZ, DAY,
diferente está en el Grupo D, que muestra una 2013, 2015), pero si se combinan los dos estudios
distribución equilibrada entre las Fases II y III. juntos se pueden extraer varias conclusiones.
Como se ha explicado arriba, la falta de defini-
ción de este grupo se debe principalmente a su
pequeño número de muestras. 6.1.  ¿Un patrón de distribución este-oeste?
La segunda correlación que debe notarse es
la que hay entre los grupos químicos y las téc- Los resultados de este estudio muestran da-
nicas de vidriado (tabla 11.4). A excepción del tos significativos para contribuir a nuestra com-
vidriado verde, que está distribuido por varios prensión de lo profundamente integrados que
grupos, todas las técnicas de vidriado se encuen- innovaciones técnicas y cambios sociales esta-
tran concentradas en torno a uno o dos grupos o ban en la Vega de Granada altomedieval. El aná-
subgrupos. Los casos más relevantes son los de lisis petrográfico de los Contenedores de Agua
los vidriados melados, que son el componente sugiere un patrón geográfico este-oeste para la
más numeroso del Subgrupo A2 y del Grupo F, y distribución de las fábricas de esta categoría (ta-
el Verde y Manganeso, que son el principal com- bla 11.1), pero no hay resultados conclusivos so-
ponente del Subgrupo C1. bre la proveniencia geográfica de las Cerámicas
La tercera correlación que debe explorarse es Vidriadas. Precisamente lo contrario ocurre con
la que hay entre fábricas petrográficas, las técni- el análisis químico. No es conclusivo con res-
cas de vidriado y las fases arqueológicas de las Ce- pecto a los Contenedores de Agua, pero sugiere
rámicas Vidriadas sometidas a análisis químico (y un robusto patrón de distribución este-oeste
dejando fuera las que no: tabla 11.4). La mayoría para las Cerámicas Vidriadas (tabla 11.2). En re-
de los vidriados verdes, de los verde y manganeso sumen, puede decirse que en los casos de am-
y de los vidriados bícromos pertenecen a la Fa- bas categorías, uno de los dos análisis hechos en
brica GW1 y al Subgrupo Químico C1 o al Grupo este estudio sugiere la existencia de este patrón
E, aunque hay varias de estas muestras que se en- de distribución geográfica y el otro análisis no
cuentran entre las Fábricas GW2, GW3 y GW5 lo contradice en absoluto. Todo esto sugiere que
y los Subgrupos A1, A2 y C2 o el Grupo D. Casi una investigación de este asunto en el futuro
todos se datan en la Fase II. Las otras dos técni- puede ser productiva.
Combinación de análisis petrográfico y químico de contenedores de agua y cerámicas vidriadas... 219

6.2.  Estabilidad e innovación en los tras de esta categoría. A pesar de la baja variabi-
Contenedores de Agua lidad química y la finura de las fábricas, puede
verse con claridad una correlación solida entre
El estudio petrográfico de los Contenedores fábricas, grupos químicos y técnicas de vidriado.
de Agua muestra que las Fábricas WC1 y WC2 Con más investigación se podrá evitar una inter-
se encuentran en las cuatro fases del estudio y se pretación exagerada de los datos, pero el patrón
asocian con diferentes yacimientos, mientras que obtenido por el momento contribuye a un inicio
las Fábricas WC3 y WC4 se documentan solo en de la comprensión de los cambios sociales en la
la Fase II y asociadas a un yacimiento en exclu- Vega de Granada altomedieval.
siva cada una. Estos resultados se asemejan a los Las correlaciones observadas en la tabla 11.4
patrones documentados para las fábricas de co- muestran que el abanico más amplio de grupos
cina estudiadas en previos trabajos del proyecto químicos, fábricas petrográficas y técnicas de vi-
ARANPOT. Las fábricas analizadas en dicho es- driado ocurre en la Fase II, lo que sugiere una
tudio podían asociarse claramente a yacimientos mayor variabilidad en las técnicas de produc-
concretos de la Vega de Granada, tal y como su- ción. Esto podría deberse a una tendencia a la
cede con las Fábricas WC3 y WC4 en el caso de experimentación de nuevas técnicas para mejo-
este estudio, y la tendencia de distribución de fá- rar el producto, pero también podría interpre-
bricas entre las partes oriental y occidental de la tarse como evidencia de la existencia de diferen-
Vega apuntan en la misma dirección. También es tes talleres produciendo el mismo tipo de vasijas.
significativo que la mayor variabilidad en fábri- Ambas opciones son posibles y no exclusivas la
cas tanto de Contenedores de Agua como de ce- una de la otra. Con respecto a las Fases III y IV,
rámicas de cocina se encuentra en la Fase II. Este los vidriados melados son los más abundantes de
fenómeno refuerza la idea apuntada en el estudio este periodo, pero hay que tener en cuenta que es
sobre cerámicas de cocina que señalaba a las Fa- también el periodo de la máxima expansión de
ses I y II como un periodo de coexistencia de mu- la técnica del verde y manganeso, que en el con-
chas técnicas de producción distintas para manu- junto estudiado no está adecuadamente represen-
facturar el mismo tipo de cerámica. Pero también tada por limitaciones con los permisos de análisis.
pueden encontrarse importantes diferencias en- Por lo tanto se puede concluir que existe aún en
tre los dos estudios. A diferencia del caso de las estas fases una cierta variabilidad en las técnicas
cerámicas de cocina, los detalles de micro-pro- de vidriado, pero al mismo tiempo se percibe una
veniencia de las fábricas, y por lo tanto los cam- homogeneización de las recetas tecnológicas de
bios en el desarrollo de la producción y distribu- la cerámica que se traduce en menos fábricas. Por
ción de las fábricas de los Contenedores de Agua lo tanto, las Fases III y IV muestran un panorama
no pueden diferenciarse claramente, debido a los de innovación similar al de la Fase II, pero con la
límites de los análisis petrográfico y químico con importante salvedad de que esta variabilidad no
cerámicas tan finas y con tan poca variabilidad se ve reflejada en las fábricas, que parecen muy
química. A esto hay que añadir que la represen- homogéneas a pesar de haberse documentado en
tación de muestras de las fases más tardías (III y tres yacimientos arqueológicos diferentes. No se
IV) es mucho menor que la de las fases más tem- puede determinar por el momento si esta homo-
pranas (I y II). Esto se debe al hecho de que esta geneidad es el resultado de la concentración de
categoría de cerámicas se hace menos abundante producción en un número de talleres en la misma
a medida que el tiempo transcurre, porque va área (y por tanto usando materias primas simila-
siendo progresivamente sustituida por otras cate- res), el establecimiento de una receta tecnológica
gorías, sobre todo por Cerámicas Vidriadas. común para las fábricas de la cerámica o incluso
una combinación de las dos opciones.

6.3.  El impacto social de las Cerámicas


Vidriadas 6.4.  Conclusiones finales

Tanto el análisis petrográfico como el químico Las cerámicas analizadas en este estudio tie-
señalan la importancia del patrón cronológico de nen tecnologías de producción muy diferentes,
distribución de las fábricas y grupos de las mues- pero aun así comparten algunos elementos de
220 José C. Carvajal López, Anno Hein, Michael D. Glascock, Peter M. Day

historia tecnológica que son también relevan- Referencias


tes para las cerámicas de cocina estudiadas en
una fase anterior del Proyecto ARANPOT. Por ÁLVAREZ GARCÍA J. J., 2009, El yacimiento al-
un lado, se puede hablar de un patrón distin- tomedieval del Cerro de la Verdeja, Huétor-
tivo de distribución de técnicas de producción Tájar, Granada, Anuario Arqueológico de An-
entre la parte oriental y la occidental de la Vega dalucía, 2004, Vol. I. Granada (Vol. I), Sevilla,
de Granada, patrón que es especialmente visible pp. 1550-1562.
en las más tempranas Fases I y II. Por otra parte, BUXEDA I GARRIGÓS J., KILIKOGLOU V.,
se observa una mayor variabilidad tecnología en 2001, Total variation as a measure of varia-
las Fases I y II, mientras que, aunque hay inno- bility in chemical data-sets, VAN ZELST
vación en las Fases III y IV, la variabilidad tec- (ed.), Patterns and process: a festschrift in ho-
nológica es menor, probablemente debido a un nor of Edward V. Sayre, Suitland (Maryland),
incremento del grado de estandarización en los pp. 185-198.
procesos productivos. Si los resultados de este CARVAJAL LÓPEZ J. C., 2008, La cerámica de
estudio no son tan concluyentes como los del Madīnat Ilbīra y el poblamiento altomedieval
anterior análisis de las cerámicas de cocina, sí de la Vega de Granada (siglos viii-xi), Gra-
que generan resultados que apuntan en la misma nada.
dirección. Por lo tanto se puede sugerir que esta CARVAJAL LÓPEZ J. C., 2009, Pottery produc-
investigación en cerámica contribuye a generar tion and Islam in south-east Spain: a social
una imagen más clara del proceso de cambio so- model, Antiquity 83, pp. 388-398.
cioeconómico del periodo de islamización en la CARVAJAL LÓPEZ J. C., 2012, Cooking pots and
Vega de Granada. large containers in the Early Medieval Vega of
Granada (South East Spain). On the practices
of pottery production and the practices that
Agradecimientos require production of pottery, Old Potter’s Al-
manach 17 (2), pp. 7-12.
Este estudio ha sido posible gracias a la gene- CARVAJAL LÓPEZ J. C., 2013, Islamicization or
rosa financiación proporcionada por el Proyecto Islamicizations? Expansion of Islam and social
ARANPOT, una Acción Marie Curie dentro del practice in the Vega of Granada (south-east
Séptimo Programa Marco de la Unión Euro- Spain), World Archaeology 45 (1), pp. 56-70.
pea, desarrollada en la Universidad de Sheffield CARVAJAL LÓPEZ J. C., DAY P. M., 2013,
(Reino Unido). Los análisis químicos se realiza- Cooking pots and Islamicization in the early
ron en el Reactor de Investigación de la Univer- medieval Vega of Granada (Al-Andalus, sixth
sidad de Missouri (MURR), con el apoyo parcial to twelfth centuries), Oxford Journal of Ar-
de una beca de la US National Science Founda- chaeology 32 (4), pp. 433-451.
tion (#1415403) y se interpretaron en el Centro CARVAJAL LÓPEZ J. C., DAY P. M., 2015, The
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(Atenas, Grecia). two towns of South East Spain in the 6th-11th
Los autores agradecen a las siguientes perso- centuries, Journal of Archaeological Science.
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tudio de las cerámicas: don Isidro Toro Moyano CARVAJAL LÓPEZ, J. C., HEIN, A., GLASCOCK,
(director del Museo Arqueológico y Etnológico M., DAY, P. M. 2017. Combined petrographic
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tos), profesor Antonio Malpica Cuello (Ilbīra), Early Islamic Vega of Granada (southeast
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Combinación de análisis petrográfico y químico de contenedores de agua y cerámicas vidriadas... 221

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12
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas
de época islámica temprana de la Vega de Granada
(siglos ix-xii d.C)
Judit Molera1, José Cristóbal Carvajal López2, Glòria Molina3, Trinitat Pradell3

1
  2
RESUMEN3  ABSTRACT
Este artículo presenta un análisis de vidriados ar- This paper presents an analysis of glazes of vessels
queológicos documentados en excavaciones en la Vega unearthed in archaeological excavation in the Vega of
de Granada y que pueden datarse entre los siglos ix y Granada (south-east Spain) and that can be dated be-
xii d.C. El material analizado incluye las primeras ce- tween the 9th and the 12th centuries AD. The material
rámicas vidriadas producidas en al-Andalus después analysed includes the first glazed ceramics produced
de la ocupación islámica de la península. Desde un pe- in al-Andalus after the Islamic occupation of the Pe-
riodo muy temprano (la segunda mitad del siglo ix) ninsula. From a very early period (mid to late-9th cen-
coexisten el vidriado de plomo monocromo y bicolor tury) there is a coexistence of lead-alkaline mono-
(de colores verde y melado) con el vidriado de estaño chrome and two-coloured (green and honey) glazed
decorado en policromía (verde, marrón y blanco), que vessels, and of polychrome decorated (green, white
está representado por la cerámica verde y manganeso. and brown) tin-glazed, wares early examples of the so
Desde el siglo x se encuentra vidriado de plomo me- called green and manganese wares. From the 10th cen-
lado, a menudo con decoraciones pintadas de man- tury onwards honey lead-alkaline glazed vessels often
ganeso. La composición química de la pasta cerámica, with manganese-painted decorations are found. The
los vidriados y las decoraciones, además de la de mi- chemical composition of the ceramic pastes, glazes
crocristales documentados en los vedríos, se ha ob- and decorations as well as of the microcrystallites
tenido con análisis de secciones transversales puli- present in the glazes is obtained from polished cross
das por medio de microscopía electrónica de barrido sections of the glazes by SEM-EDS, OM and EPM. In-
(SEM-EDS), microscopía óptica (OM) y microsonda formation about the materials and methods of pro-
electrónica (EPM). La información de los materiales y duction is discussed and compared to contemporary
métodos de producción que se ha obtenido se ha com- productions from other areas in Al Andalus and also
parado con la de otras producciones contemporáneas to later productions.
en al-Andalus y también con otras producciones pos-
teriores. KEYWORDS:  glazes, decorations, SEM-EDS, Islami-
zation, Iberia.
PALABRAS CLAVE:  vidriados, decoración, SEM-
EDS, islamización, península ibérica.

1.  Introducción
1
  MECAMAT, Universitat de Vic-Universitat Central
de Catalunya, Campus Torre dels Frares, c) de la Laura 13, El proceso de islamización de la península ibé-
08500 Vic. Email: judit.molera@uvic.cat rica comenzó después de su conquista por fuer-
2
  Department of Archaeology, The University of Shef-
field. Northgate House, West Street S1 4ET, Sheffield, UK. zas musulmanas procedentes del norte de África
Current address: School of Archaeology and Ancient His- en el 711 d.C. Aunque esta conquista acabó en
tory, University of Leicester. University Road, LE1 7RH pocos años (711-714, cf. CHALMETA GEN-
Leicester, UK. Email address: jccl2@leicester.ac.uk DRÓN, 1994; MANZANO MORENO, 2006), el
3
  Dpto. Física, Universitat Politècnica de Catalunya,
Campus del Baix Llobregat, c) Esteva Terrades 8, 08660 Cas-
proceso de islamización es un asunto más com-
telldefels. Emails: Trinitat.Pradell@upc.edu; gloria@sclat. plicado y extendido en el tiempo, que llevó varios
com siglos completar (CARVAJAL LÓPEZ, 2013).
224 Judit Molera, José Cristóbal Carvajal López, Glòria Molina, Trinitat Pradell

Se sabe que la introducción de la cerámica vi- contiene estaño (Sn) como opacificante. Bazzana
driada está profundamente relacionada con el no contaba con análisis de los vidriados, sino que
proceso de islamización porque los vidriados se limitó a extrapolar los resultados de trabajos
eran muy excepcionales en la península antes de sobre otras cerámicas del Mediterráneo Occiden-
la conquista islámica y después llegaron a ser un tal. A pesar de ello su clasificación es básicamente
elemento cotidiano, incluso después del periodo correcta, ya que en todos los análisis realizados
islámico. Aunque los vidriados más tempranos en sobre vidriados de al-Andalus se ha detectado la
Oriente Medio tienen una historia muy larga, an- composición de sílice con plomo como fundente
terior al Islam, las primeras cerámicas vidriadas (por ejemplo, MOLERA et al. 2001a; cf. TITE et
islámicas no se documentan en la península ibé- al. 1998) y en los pocos estudios sobre verde y
rica hasta el siglo ix (SALINAS PLEGUEZUELO, manganeso que hay se ha demostrado la presen-
2013; SALINAS PLEGUEZUELO, ZOZAYA, cia de estaño (MOLERA et alii, 2001a).
2015), en época emiral. Entre los primeros vi- Aún queda una ingente labor para compren-
driados documentados hay algunas importacio- der la historia tecnológica de los vidriados de al-
nes (por ejemplo, CARVAJAL LÓPEZ, 2008; Andalus. Por ejemplo, no existe información so-
HEIDEN­REICH, 2001), pero la mayoría de las ce- bre cómo se producían los vidriados y cómo se
rámicas descubiertas parecen ser productos re- distribuían a nivel local. ¿Se producían en unos
gionales. Es importante notar que en este con- pocos talleres y luego se distribuían ampliamente,
texto, lo «regional» puede abarcar el norte de o su distribución se debe a que la tecnología de
África, ya que la información sobre centros de producción estaba muy extendida? En este tra-
producción del periodo altomedieval es muy es- bajo se contribuye a la comprensión de estas
casa y las relaciones entre las dos orillas del Me- cuestiones por medio de los análisis de unos vi-
diterráneo Occidental muy estrechas. driados bien contextualizados en la Vega de Gra-
Los vidriados más tempranos documentados nada altomedieval4.
en la península ibérica se han encontrado en dife-
rentes yacimientos del sur y se datan siempre en
la segunda mitad del siglo ix d.C. (por ejemplo, 2. El debate arqueológico y el
CARVAJAL LÓPEZ, 2008; IÑÍGUEZ SÁNCHEZ, objeto de este estudio
MAYORGA MAYORGA, 1993; SALINAS PLE-
GUEZUELO, 2013). Se trata de redomas deco- La Vega de Granada altomedieval ofrece una
radas con uno o dos colores, normalmente verde oportunidad única para estudiar en detalle los vi-
y melado, y se asume que se producían a un ni- driados tempranos producidos en el área. La in-
vel local, o al menos regional. Desde el siglo x los vestigación en la Vega ha revelado cuatro fases
melados, normalmente con decoración de líneas arqueológicas de desarrollo socioeconómico rela-
de manganeso, aparecen muy vinculados a los cionado con el proceso de islamización en la zona
ataifores. Otro producto vidriado de esta época (originalmente definidas en CARVAJAL LÓPEZ,
es la cerámica verde y manganeso (ROSSELLÓ, 2008, 2009 y luego expandidas en CARVAJAL
1992, 1995), que se fechó en principio en el si- LÓPEZ, DAY, 2013, 2015).
glo  x (BARCELÓ, 1993), pero que hoy sabemos
que se documenta también en depósitos de la se-
gunda mitad del siglo ix también (CARVAJAL 2.1.  Fase I
LÓPEZ, 2008; SALINAS PLEGUEZUELO, 2013).
La técnica del verde y manganeso se aplicaba so- Fechada entre el siglo vi y la transición entre
bre ataifores y vasijas cerradas. Desde el siglo xi los siglos viii y ix, esta fase cubre el desarrollo
se documenta la aplicación de vidriado también histórico que tuvo lugar inmediatamente antes
a la vajilla de cocina (cf. CARVAJAL LÓPEZ, de la conquista islámica y después, durante el pri-
2008). Desde los trabajos de A. Bazzana (1979) mer siglo de dominio musulmán. Incluye no solo
se ha asumido que todos los vidriados en al-An- la llegada de los musulmanes, sino también la
dalus se hacían con una base de sílice (silicio, Si,
en forma de cuarzo, SiO2) usando fundente de 4
  Una versión más completa y actualizada de la investi-
plomo (Pb), con la excepción del verde y manga- gación presentada puede encontrarse publicada en inglés en
neso, que además de los elementos mencionados MOLERA et alii 2017.
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas de época islámica temprana de la Vega... 225

fundación del emirato omeya de Córdoba (756). Pago de los Tejoletes del área de Ilbīra han recu-
Sin embargo, no es relevante para este estudio en perado abundantes fragmentos de vajilla con vi-
particular, porque no se han identificado cerámi- driado plumbífero de color melado (CARVAJAL
cas vidriadas en este periodo. LÓPEZ, 2008: 253-293, JIMÉNEZ PUERTAS,
CARVAJAL LÓPEZ, 2007), que se han mues-
treado para este estudio (tabla 12.1). En esta fase
2.2.  Fase II se documentan también otros tipos de vidriado,
y en particular la vajilla verde y manganeso expe-
La fase II cubre el periodo entre la transición rimenta su máxima expansión en este periodo y
entre los siglos viii y ix y una fecha en torno al llega a ser considerada el símbolo del califato cor-
año 925. En este intervalo de tiempo abarca los dobés (BARCELÓ, 1993). Sin embargo se han do-
años restantes del emirato omeya (que se trans- cumentado muy pocos fragmentos de estas otras
formaría en califato en el 929). En la Vega de Gra- categorías de vidriado en las excavaciones que se
nada, este periodo está definido por la existencia consideran en este estudio y no se muestrearon
de un número de yacimientos rurales fortificados debido a limitaciones con los permisos.
y sin fortificar que existen en paralelo a las dos
ciudades de la Vega: Ilbīra y Granada. Se encuen-
tran cerámicas vidriadas en todos estos yacimien- 2.4.  Fase IV
tos, normalmente en cantidades muy escasas,
pero mostrando una gran variedad de colores y La última fase empieza en torno al 1011 y
técnicas. Las muestras de vidriados analizadas en acaba a mediados del siglo xii. En este intervalo
este estudio vienen de los yacimientos de Manza- la unidad política de al-Andalus da paso a la frag-
nil en Loja (RUIZ JIMÉNEZ, 2008) y del Cerro del mentación de los reinos de taifas, que en Gra-
Sombrerete en Ilbīra (CARVAJAL LÓPEZ, 2008: nada están representados por la dinastía zirí. Los
253-293; MALPICA et alii, 2010). Entre ellos se almorávides reunificaron el territorio en 1090, y
encuentran vidriados monocromos de plomo de en 1147 los almohades los sustituyeron. Dos ya-
color verde o, con menos frecuencia, melado, ade- cimientos con niveles de este periodo han sido
más de un grupo de vasijas bicolor, de color verde muestreados en este estudio. Uno de ellos es el
al exterior y melado al interior o viceversa. Hay Albaicín (ADROHER AUROUX, LÓPEZ MAR-
también vidriados que incluyen una cierta propor- COS, 2001; CARVAJAL LÓPEZ, 2008: 315-338),
ción de estaño, y que pertenecen a las categorías el barrio más antiguo de Granada, que era en-
de verde y manganeso (tabla 12.1). Esta categoría tonces la capital no solo de la Vega, sino también
se ha datado tradicionalmente en el periodo cali- del reino zirí. El otro es El Castillejo de Nívar,
fal, pero hoy en día está claro que empezó a cir- un asentamiento rural con dos fases arqueológi-
cular en el periodo emiral (CARVAJAL LÓPEZ, cas, siendo la más reciente contemporánea a esta
2008, 2009; SALINAS PLEGUEZUELO, 2013; SA- Fase IV (JIMÉNEZ PUERTAS et alii, 2009; JIMÉ-
LINAS PLEGUEZUELO, ZOZAYA, 2015) NEZ PUERTAS, CARVAJAL LÓPEZ, en prensa).
Las excavaciones en estos yacimientos exhuma-
ron vidriados plumbíferos de color melado que
2.3.  Fase III se han muestreado en este estudio. También se
tomó una muestra de cerámica melada de cocina
Esta fase empieza en torno al 925 y acaba alre- de cada uno de los yacimientos.
dedor del 1011, cubriendo el califato de Córdoba Así pues, para este estudio se analizaron vi-
(929-1031). Durante este periodo la población de driados de las Fases II, III y IV. Vienen de los ya-
la Vega de Granada se concentra en Ilbīra, la ca- cimientos de Manzanil (Loja), dos fases distintas
pital provincial, después de que numerosos asen- de Ilbīra (Atarfe): Sombrerete y Tejoletes, el Al-
tamientos rurales fueran abandonados. Ilbīra era baicín de Granada y El Castillejo de Nívar, donde
entonces una ciudad próspera en la ruta terres- se han encontrado vidriados de una o varias de
tre que unía Córdoba con el principal puerto de las fases mencionadas (tabla 12.1: para más in-
al-Andalus, Almería, hasta que la mayor parte de formación sobre los yacimientos, véanse RUIZ
su población se mudó a Granada después de un JIMÉNEZ, 2008 para Manzanil; CARVAJAL LÓ-
ataque bereber en 1011. Las excavaciones en el PEZ, 2008; JIMÉNEZ PUERTAS, CARVAJAL
226 Judit Molera, José Cristóbal Carvajal López, Glòria Molina, Trinitat Pradell

LÓPEZ, 2008; MALPICA CUELLO et alii, 2010 excepción de la Fase I). Los huecos sin informa-
para Ilbīra; ADROHER AUROUX, LÓPEZ MAR- ción de la tabla 12.1 corresponden a una falta de
COS, 2001; CARVAJAL LÓPEZ, 2008 para el Al- evidencia arqueológica de la fase concreta, no a
baicín; JIMÉNEZ PUERTAS et alii, 2009; JIMÉ- ninguna falta de interés por la investigación de
NEZ PUERTAS, CARVAJAL LÓPEZ, en prensa dicha fase. Para acabar, se debe tener en cuenta
para El Castillejo). Es importante mencionar que que han aparecido cerámicas vidriadas en otros
se han encontrado vidriados en todas las fases y yacimientos de la Vega también, pero no eran tan
yacimientos considerados en este estudio (con la numerosas o no estaban tan bien contextualiza-

Cronología Periodo
Periodo emiral Periodo califal
taifa-almohade
Fase I Fase II Fase III Fase IV
Yacimiento Circa 500-Circa 550-800 Circa 800–925 Circa 925-1011 Circa 1011-1150
Manzanil n.d. V, M, VM, 2 col n.d. n.d.
Ilbira
n.d. V, M, VM n.d. n.d.
Sombrerete
Ilbira
n.d. n.d. M n.d.
Tejoletes
Granada Sin vidriados n.d. n.d. M, VC
Castillejo Sin vidriados n.d. n.d. V, M, VC
V = vidriado verde, M = vidriado melado, 2 col = bicolor, VM = vidriado verde y manganeso, VC = vidriado de cocina.
Tabla 12.1.  Resumen de los cinco conjuntos estudiados, los periodos de ocupación y los tipos de vidriado estudiados

Figura 12.1.  Mapa de localización de los yacimientos discutidos en el texto. El Sombrerete y los Tejoletes son lugares de Ilbira
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas de época islámica temprana de la Vega... 227

das como en los yacimientos discutidos en este pararon secciones de corte pulidas para su obser-
texto. En cualquier caso, la presencia de la cerá- vación y análisis con microscopia óptica (OM) y
mica vidriada en la Vega de Granada altomedie- microscopia electrónica de barrido (SEM). Para
val era bastante notable. esto último se usó un SEM Zeiss DSM 960a con
Los vidriados localizados en la Vega son re- un detector EDX Link Isis L200B, configurado a
presentativos de todas las categorías descritas 20 kV y 1,5 nA). El aparato se calibró con están-
anteriormente: verde, melado, bicolor (verde y dares minerales y de vidrio. Los límites de detec-
melado), verde y manganeso y vidriado plumbí- ción son de 0,1% para la mayoría de los elemen-
fero de cocina. Por lo tanto, este estudio ofrece la tos, excepto para el plomo y el estaño, que son
oportunidad de examinar el desarrollo regional de 0,5%, y para el calcio y el cobre, que son de
de una tecnología que estaba extendida por todo 0,2%. Se obtuvieron como mínimo dos medidas
al-Andalus. de las secciones de corte pulidas de los cuerpos
cerámicos, cubriendo un área de 2  ×  2,5 mm2, y
luego se obtuvieron el promedio y la desviación
3.  Materiales y métodos estándar de las dos medidas. Este método es ade-
cuado para el análisis de pastas finas y también
3.1.  Vidriados para regiones bien preservadas de los vidriados,
si se cubren áreas de varios cientos de micróme-
Para este estudio se seleccionaron veinte tros. También se hicieron análisis puntuales de
muestras de todos los yacimientos mencionados algunos de los microcristales presentes en la ma-
anteriormente, incluyendo vidriados con base de triz cerámica, en los vidriados y en las decoracio-
plomo, estanníferos y de cocina. Los colores que nes, con el objeto de determinar su naturaleza.
se documentan en estos vidriados son melado, Los datos se renormalizaron para comparar en-
verde, marrón y blanco. tre muestras, y las medidas con bajas cantidades
Se exploraron las pastas cerámicas y los vi- se rechazaron. Además, se obtuvieron imágenes
driados. Durante los estudios los resultados de electrónicas de retrodispersión (BSE) de las pas-
la pasta de la Muestra NS30 (verde y manga- tas y los vidriados.
neso) y del vidriado de la Muestra NS27 (verde) Para determinar la naturaleza de algunos
se han considerado poco fiables debido a altera- de los microcristales encontrados en la deco-
ciones posdeposicionales y no se han incluído. ración vidriada se realizaron análisis químicos
Como resultado, hay solo diecinueve muestras con sonda microelectrónica (EPM, JEOL JXA-
en las listas de resultados de las tablas de pastas 8230). Este dispositivo, con cinco espectróme-
y vidriados (tablas 12.2, 12.3 y 12.4), y de ellas tros de dispersión de longitud de onda de ra-
solo dieciocho muestras pueden considerarse yos X (WDS), tiene un límite de detección más
completamente analizadas (es decir, pasta y vi- bajo, de 0,01% para la mayoría de los elemen-
driado). tos. Las condiciones operativas eran de 20kV y
Las áreas más superficiales de los vidriados 15nA con un rayo concentrado (análisis pun-
aparecen a menudo rotas, con fracturas concoi- tual). Se obtuvieron un mínimo de seis análisis
deas y con fragmentos de vidriado ausentes. Por de microcristales y del vidriado de alrededor, y
lo tanto, los análisis se obtuvieron en la mayoría de ellos se calcularon el promedio y la desvia-
de los casos de áreas relativamente cercadas al in- ción estándar.
terfaz de la cerámica con el vidriado. Esto puede
dar mayor variabilidad a los análisis, pero como
las áreas estudiadas mostraban una conservación 4.  Resultados
apropiada, se considera que estos resultados son
válidos. Los resultados del análisis químico por SEM-
EDS de las pastas y de los vidriados de plomo y
estaño se muestran en las tablas 12.2, 12.3 y 12.4
3.2.  Métodos de análisis respectivamente. Algunos resultados característi-
cos de la inspección de las secciones de las pastas
Se cubrieron fragmentos de muestras de unos y de los vidriados pueden verse en las figuras 12.2,
pocos milímetros con una resina epoxi y se pre- 12.3 y 12.4 respectivamente.
228 Judit Molera, José Cristóbal Carvajal López, Glòria Molina, Trinitat Pradell

Fase Yacimiento Ref. Vidriado Decor. Na2O MgO Al2O3 SiO2 K2O CaO TiO2 FeO PbO

NS83 1.2 3.1 15.6 56.6 1.6 14.8 0.7 6.2 0.3
NS82 0.1 2.5 19.4 52.1 2.1 13.4 0.8 7.7 1.8
NS81 0.6 2.5 19.8 52.8 1.1 12.8 0.8 7.4 1.5
Manzanil
NS79 0.9 3.0 15.4 55.7 1.8 14.6 0.7 6.4 0.9
Estaño VM
NS78 0.4 2.7 19.8 54.5 1.2 13.0 0.8 7.7 0.0
NS77 0.6 2.6 17.3 53.2 1.8 15.3 0.6 6.8 1.9
II
NS22 1.0 2.6 16.6 54.8 2.8 13.9 0.7 6.1 1.2
Sombrerete
NS27 0.9 3.3 14.6 54.5 2.6 17.4 0.6 5.3 0.9
5.28 0.7 2.5 20.0 52.1 2.0 12.5 0.8 8.0 1.3
Manzanil 2Col
5.29 1.1 2.9 16.6 56.1 1.4 14.2 0.7 5.9 1.1
Plomo
Sombrerete NS17 0.7 3.5 15.2 54.0 3.1 16.8 0.7 6.0 0.0
V
Castillejo NS121 0.8 3.1 17.1 53.2 2.7 15.2 0.6 6.5 0.7
5.24 M con 0.4 2.6 16.4 52.5 3.0 16.5 0.7 5.9 1.6
III Tejoletes 5.20 Plomo marrón 0.3 1.5 13.8 63.2 3.0 8.7 0.7 5.9 2.8
NS291 M 1.0 2.9 17.2 51.0 2.0 18.1 0.6 5.9 1.1
Castillejo NS124 1.8 4.1 19.4 51.1 2.2 14.0 0.6 5.5 1.4
M
Granada NS275 0.6 4.0 17.8 53.9 2.9 13.6 0.6 6.5 0.0
IV
Granada NS278 Cerámica 0.5 0.9 24.7 58.5 3.1 1.2 0.5 10.4 0.2
M
Castillejo NS110 de cocina 0.7 1.0 19.3 67.5 2.5 1.3 0.5 7.0 0.0
Tabla 12.2.  Composición química de las pastas cerámicas medidas por SEM-EDS

Las pastas cerámicas son típicamente cal- das del horizonte de Samarra, en el Irak islámico
cáreas (14,4% CaO, del 12,8 al 18,1%) y tienen una temprano (MASON, TITE, 1994: 79-83), donde
composición relativamente similar con alguna va- se ha sugerido que podrían haber sido añadidos
riación química, lo que es bastante comprensible intencionadamente como un precedente de la
teniendo en cuenta el largo periodo de estudio y fritware (un tipo de pasta cerámica artificial con
la diferencia entre los yacimientos considerados. altísimo contenido en sílice). Sin embargo, en el
Las excepciones son la Muestra 5.20 (con solo Mediterráneo Occidental no se produjo ningún
8,7% CaO) y las pastas de cocina, que no son cal- desarrollo de fritware, por lo que en principio se
cáreas. Las pastas cerámicas tienen pequeñas in- considera la inclusión de estos fragmentos de ve-
clusiones de partículas de oro, a veces con algo de drío en la pasta cerámica como accidental, fruto
circonio y paladio (fig. 12.2A). Dichas inclusiones, de la proximidad de diferentes áreas de trabajo
muy características de estas pastas, aparecen en dentro de un mismo taller.
casi todos los fragmentos, incluyendo las cerámi- Los vidriados plumbíferos (tabla 12.3) tienen
cas de cocina. Las pastas contienen también frag- abundante cantidad de plomo (~49% PbO), pero
mentos de vedrío (fig. 12.2B, lead glass), posible- también cantidades relativamente altas de calcio
mente provenientes del mismo vidriado, que son y aluminio (~4,4% CaO y ~4,4% Al2O3) y bajas de
responsables del alto contenido en plomo. La au- potasio (~1,7% K2O), sodio (~0,5% Na2O) o mag-
sencia de reacción de estos fragmentos de vedrío nesio (~0,5% MgO). Se encuentra hierro en can-
con la pasta de alrededor sugiere que las tempe- tidades similares en todas las muestras (~2,0%
raturas de cocción fueron relativamente bajas. FeO), excepto en los casos de los melados 5.29,
La presencia de pequeños fragmentos de vedrío 5.20, 5.24 y NS278, en los que se encuentra en
se ha observado también en las cerámicas vidria- mayores cantidades (del 3,3 al 6% FeO). Esto su-
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas de época islámica temprana de la Vega... 229

Figura 12.2.  A y B: Imágenes SEM-BSE de A) partículas de oro encontradas en el cuerpo cerámico de la Muestra NS79; y B) fragmen-
tos de vidrio de plomo y partículas de óxido de titanio y hierro encontradas en el cuerpo cerámico de la Muestra NS291. C) Imágenes
ópticas (C1) y SEM-BSE (C2) de un vidriado verde de la Muestra 5.28. D) Imágenes ópticas (D1) y SEM-BSE (D2) de un vidriado
melado de la Muestra 5.29. Véase MOLERA et alii 2017 para una información más completa

giere que en estos casos el hierro se añadió como dad de manganeso es pequeña y marrón si es alta.
colorante. Otros colorantes añadidos son cobre Las pequeñas cantidades de estaño detectadas en
para el verde y manganeso para el marrón. La di- algunos de los vidriados verdes se deben proba-
solución de Cu2+ en el vidriado produce el color blemente al uso de restos de bronce para obte-
verde oscuro, el Fe3+ da color amarillo y el Fe2+ ner el cobre del colorante. Las cerámicas de co-
color verde a los vidriados. El manganeso se hace cina tienen vidriados muy ricos en plomo, mucho
presente sobre todo como Mn2+ y en mucha me- más enriquecidos en este elemento que los demás
nor proporción como Mn3+ en los vidriados de (~57% PbO), y lo mismo sucede con el aluminio
plomo, lo que les da un tono violeta si la canti- (~6,6% Al2O3). Tienen cantidades similares de
230 Judit Molera, José Cristóbal Carvajal López, Glòria Molina, Trinitat Pradell

Fase Dec. Yacimiento Ref. Color Na2O MgO Al2O3 SiO2 K2O CaO FeO MnO2 CuO SnO2 PbO

V 0.3 0.6 2.8 39.3 0.9 3.7 2.0 2.2 48.2


5.28
M 0.4 0.4 3.8 39.1 1.3 3.3 1.6 0.8 49.2
2col Manzanil
M 0.4 0.6 4.1 35.9 1.9 3.6 6.0 0.1 46.7
5.29
V 0.7 0.8 5.9 37.9 2.0 4.6 1.7 0.9 0.7 44.6
II 0.2 0.5 2.5 30.6 0.7 3.6 1.0 2.0 58.8
Sombrerete NS17 V
0.2 0.4 3.6 33.4 1.0 4.1 1.4 1.6 54.2
V V 1.5 0.5 3.6 37.5 1.7 3.9 1.9 0.8 0.9 47.4
Castillejo NS121 Banda
1.3 0.5 3.9 38.1 2.0 4.2 1.8 0.9 0.4 46.6
roja
NS291 M 0.6 0.7 4.8 35.6 2.1 5.2 2.5 48.5
M 0.3 0.4 5.1 37.7 1.6 4.7 4.7 45.2
5.20
M 0.3 0.5 5.7 37.9 2.3 5.3 2.6 44.8
III M Tejoletes
M 0.5 0.8 4.9 33.2 1.8 4.6 1.8 52.2
5.24 Banda
0.5 0.4 4.7 32.9 1.8 4.2 3.8 1.5 50.2
marrón
Castillejo NS124 M 0.4 1.0 4.9 35.2 2.0 5.6 2.4 47.7
M 0.4 0.6 4.2 35.5 2.1 5.2 1.9 50.1
Granada NS275 M
0.4 0.7 5.9 35.9 2.3 4.7 2.3 47.4
IV
b.d. b.d. 6.5 26.9 0.5 1.0 2.3 62.8
Cerámica Granada NS278 M
b.d. 0.2 6.9 31.9 0.6 0.9 3.3 56.1
de cocina
Castillejo NS110 M 0.3 0.5 6.4 33.1 1.3 3.2 2.2 52.5
V: verde; M: melado.
Tabla 12.3.  Composición química de los vidriados de plomo medidos por SEM-EDS

hierro (~2,5% FeO) a las detectadas en las otras de la extracción de la vasija del horno e incluso
muestras. años después (ZAMEK, 1995). Los vidriados de
Los vidriados verdes y melados, incluyendo plomo contienen piroxenos ricos en hierro flo-
los monocromos, los bicolores y las cerámicas tando cerca de la superficie (el análisis de algu-
de cocina (fig. 12.2 C y D) son gruesos (≈200μm), nos analizados de NS121 dan una composición
muestran un interfaz vedrío-cerámica limitado, de CaMg0.85Fe0.15Si2O6). Estos piroxenos se for-
lleno de feldespato de potasio y plomo y con al- man como consecuencia de la reacción de granos
gunas burbujas y grandes grietas perpendicula- ricos en manganeso y calcio de la pasta cerámica
res a la superficie del vidriado. Los feldespatos o disueltos en el vidriado; como se trata de cris-
de potasio y plomo se generan y crecen en el in- tales de menor densidad que el vedrío de plomo,
terfaz debido a la reacción del óxido de plomo se desprenden del interfaz y flotan en el vidriado
con la arcilla (MOLERA et alii, 1993; MOLERA (MOLERA et alii, 2001b). Las pastas de los vi-
et alii, 2001b; PRADELL et alii, 2010). Las grie- driados de cocina tienen una baja cantidad de cal-
tas demuestran el patrón característico de una cio (~1% CaO) y por eso en ellos no se forman los
mala correlación entre la contracción del ve- piroxenos. No se encuentran partículas de cuarzo
drío y la de la cerámica durante la fase de enfria- ni otros restos que señalen la conservación de es-
miento, si bien es cierto que las grietas pueden tructuras de las materias primas de los vidriados.
empezar a desarrollarse inmediatamente después La limitada capa de interacción y la ausencia de
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas de época islámica temprana de la Vega... 231

Figura 12.3.  1a) Imagen de un vidriado de estaño con decoración en marrón y verde sobre blanco en la Muestra NS83. 1b y 1c) Imá-
genes SEM-BSE de los vidriados blanco (1b) y verde (1c) de la muestra. 2a) Imagen del vidriado del reverso de la Muestra NS83. 2b)
Imagen SEM-BSE del vidriado del reverso de la misma muestra. (Véase MOLERA et alii 2017 para una información más completa)

granos de cuarzo resultan coherentes con un pro- muestras tienen, además del vedrío de estaño en
ceso de doble cocción, es decir, que sugieren que un lado (fig. 12.3, 1a, 1b y 1c), vedrío verde o me-
el vidriado se aplicó sobre cerámica bizcochada. lado translúcido en el otro (fig. 12.3, 2a y 2b), que
Uno de los vidriados verdes, la Muestra también se han incluido en la tabla 12.5. Una de
NS121, tiene una curiosa característica que se las muestras, NS27, tiene tanta alteración en am-
observa en microscopia óptica: una banda roja bos lados que no pudo analizarse. Lo mismo ocu-
muy cerca de la interfaz entre el vedrío y la pasta. rre con los vedríos blancos de algunas muestras
El análisis de microdifracción de rayos X (Mi- muy erosionadas. Estos últimos no están, por
cro-XRD) de bandas similares en otras muestras tanto, representados en la tabla 12.4.
(estudio en preparación) señaló la presencia de En las zonas vidriadas en blanco aparece es-
nanopartículas metálicas de cobre. El pequeño taño (SnO 2) en cantidades variables, que van
tamaño de las nanopartículas (unos pocos nanó- desde el 1,5 al 12% (tabla 12.4). El estaño normal-
metros) las hace virtualmente indetectables me- mente aparece en forma de microcristales de ca-
diante SEM-BSE. Sin embargo, al interactuar con siterita (fig. 12.2, 1a y 1b), que no suelen aparecer
la luz, las nanopartículas de cobre la dispersan distribuidos de forma homogénea porque se or-
notablemente la luz de manera notable debido ganizan en estructuras reminiscentes de las partí-
a que producen una resonancia denominada de culas originales. En consecuencia, la distribución
plasmones superficiales (SPR) a unos 560 nm, lo del estaño muestra una gran variabilidad entre
que produce el rojo brillante visible en la imagen. las diferentes muestras e incluso entre diferentes
Las nanopartículas de cobre se pueden formar si áreas del mismo vidriado. Los cristales de casite-
el vidriado que contiene el cobre se somete a una rita son claramente visibles en grandes cantidades
fuerte atmósfera de reducción durante la cocción (alrededor del 12% de SnO2) en el vedrío blanco
(PRADELL, 2016). De hecho, el vidriado parece de la Muestra NS83 (fig. 12.3, 1b), una de las me-
de un color muy oscuro, como correspondería a jores preservadas. Sin embargo, apenas pueden
un vidriado de plomo sometido a una fuerte re- verse en el vedrío verde de la misma muestra, que
ducción. aparece translucido y con escasos cristales de ca-
La tabla 12.4 muestra el análisis de los vidria- siterita (fig. 12.3, 1c); aun así, el EDS determina
dos de la vajilla de verde y manganeso. Algunas un 2,9% de SnO2. La decoración verde es más rica
232 Judit Molera, José Cristóbal Carvajal López, Glòria Molina, Trinitat Pradell

Fase Yacimiento Ref. Color Na2O MgO Al2O3 SiO2 K2O CaO TiO FeO MnO2 CuO PbO SnO2

V 2.4 0.4 1.2 38.5 0.9 3.0 0.1 0.7 1.2 43.0 8.7
NS77
M 0.4 0.4 3.5 32.6 1.1 4.4 0.2 0.9 56.2 b.d.
NS78 Ma 2.1 0.5 1.7 41.5 1.5 4.1 b.d. 1.1 3.5 39.5 4.3
Ma 1.2 0.5 4.8 47.6 3.4 2.7 1.5 1.4 7.3 28.0 1.5
NS79 V 1.2 0.8 4.5 43.2 4.0 0.2 1.4 1.3 1.2 28.1 14.3
M 0.6 0.9 4.2 46.1 2.7 5.6 b.d. 1.9 37.7 b.d.
Manzanil
Ma 2.2 0.5 2.9 44.0 1.7 3.6 0.1 1.0 2.3 38.3 3.3
NS81
B 2.1 0.8 2.6 42.8 2.5 7.4 b.d. 1.2 35.3 5.3
II
NS82 M 0.3 0.3 4.3 31.2 1.1 3.3 b.d. 1.0 58.6 b.d.
V 1.1 0.9 3.8 42.8 2.1 5.8 0.1 1.5 0.2 2.9 36.0 2.9
NS83 B 0.8 0.9 1.7 46.3 2.1 5.6 b.d. 1.1 0.1 0.4 29.1 11.8
M 0.3 1.0 4.9 45.3 2.5 5.8 0.1 2.1 37.6 b.d.
V 1.0 1.1 2.2 45.6 1.8 5.8 0.1 1.4 1.3 38.4 4.3
NS22
B 0.9 1.0 3.6 45.2 2.6 6.3 0.2 1.2 33.2 6.0
Sombrerete
V 0.5 0.7 1.8 41.8 1.3 3.4 b.d. 1.0 8.0 36.7 4.5
NS30
B 1.6 0.7 2.6 42.6 2.0 4.4 b.d. 1.3 1.2 40.8 4.4
V: verde; Ma: marrón; B: blanco y M: melado.
Tabla 12.4.  Análisis de los vidriados de estaño

en plomo que el vidriado blanco, lo que sugiere bargo, es mucho más probable que estas discre-
que el colorante se aplicó sobre el vidriado estan- pancias reflejen recetas de vedríos diferentes. Se
nífero con algo de óxido de plomo. Todas la de- necesitan más análisis para poder concluir algo
coraciones verdes contienen cantidades variables con respecto a estos vidriados del reverso de las
de cobre (tabla 12.4), a veces muy altas, como es piezas verde y manganeso.
el caso del verde de la Muestra NS30, que tiene Volviendo ahora a la parte principal de las pie-
un 8% CuO, bien preservada y con un color muy zas decoradas en verde y manganeso, las decora-
intenso. En este caso, el examen por microscopía ciones marrones contienen manganeso en can-
óptica revela sin ninguna duda que el pigmento tidades relativamente altas (entre el 2 y el 7,3%
de cobre se aplicó sobre el vidriado de estaño. MnO2). En la figura 12.4 se muestran fotogra-
Con respecto a los vidriados melados que se fías ópticas y SEM de la decoración marrón de
encuentran en el reverso de las muestras, solo la Muestra NS79. Esta muestra está particular-
cuatro se han analizado (el resto tenían una con- mente bien conservada, aunque se ha perdido
servación muy pobre) y pueden dividirse en dos parte del vidriado. La decoración de manganeso
grupos: NS77 y NS82 tienen un alto contenido se aplica encima del vidriado de estaño, como se
en plomo (~57% PbO) que se corresponde con puede apreciar en la figura 12.4b, y en ella se ge-
cantidades menores de aluminio, potasio, calcio neran microcristales aciculares en la superficie
e hierro, mientras que NS79 y NS83 tienen me- que crecen hacia el cuerpo cerámico y que con-
nos plomo (~37% PbO) y más aluminio, potasio, tienen manganeso (fig. 12.4c y 12.4d). Los cris-
calcio e hierro. La discrepancia en el contenido tales aciculares se analizaron con la microsonda
de plomo podrían deberse a las condiciones del electrónica y se ha obtenido su composición:
análisis ya que algunos de los vidriados estaban Ca0.4Mn1.6Si2O6, que es consistente con la de un
bastante alterados, y las medidas se tomaron en piroxeno, en particular bustamita rica en man-
áreas cercanas al cuerpo cerámico, lo que puede ganeso. La bustamita, y en general los piroxenos
llevar a la baja los contenidos de plomo. Sin em- de manganeso se han detectado en otras decora-
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas de época islámica temprana de la Vega... 233

Figura 12.4.  Imágenes normal (a), óptica (b) y SEM-BSE (c, d, e) de la decoración marrón de la Muestra NS79. Véase MOLERA et alii
2017 para una información más completa

ciones marrones de cerámica arqueológica (MO- contiene calcio y cloro. La presencia de un com-
LERA et alii, 2013). Los piroxenos de manganeso puesto de plomo indica el uso de temperaturas
se forman a una temperatura superior a 900oC en relativamente bajas. Por ejemplo, la kentrolita es
áreas del vidriado ricas en calcio. Algunos esca- un silicato de plomo y manganeso muy común
sos y pequeños cristales de casiterita se pueden que se descompone a temperaturas en torno a
ver en el vedrío, sobre todo cerca del cuerpo ce- los 950oC (estudio en preparación). La presencia
rámico, lo que confirma que el pigmento de man- de un compuesto de manganeso y plomo puede
ganeso no contenía casiterita y que se aplicó en- estar relacionada con el uso de un pigmento de
cima del vidriado de estaño. óxido de manganeso con algo de óxido de plomo
La figura 12.4e muestra algunos microcrista- sobre el vidriado. Este óxido no se disolvería en
les ligeros en las imágenes SEM-BSE. Su compo- la mezcla de vedrío estannífero sobre la que se
sición se investigó con EDS y con microsonda. aplicó. En consecuencia, concluimos que el color
Los datos no son concluyentes, debido a las bajas marrón oscuro se obtuvo cociendo el pigmento
cantidades, probablemente resultado de la mala de manganeso y plomo a temperaturas del en-
conservación de la decoración. Sin embargo, en torno de los 900 ºC, lo que provoco la formación
general se sugiere que la composición se corres- de los silicatos de manganeso y de plomo y man-
ponde a un silicato de plomo y manganeso que ganeso.
234 Judit Molera, José Cristóbal Carvajal López, Glòria Molina, Trinitat Pradell

De todo esto se deduce que los colores verde diados. Las únicas excepciones a esta homogenei-
y marrón de las decoraciones se obtuvieron con dad general son las muestras del grupo de las ce-
la aplicación de pigmentos de cobre y manganeso rámicas de cocina, que por lo demás no son muy
mezclados con oxido de plomo sobre la superfi- parecidas entre sí, y de la Muestra 5.20, que tiene
cie del vidriado estannífero y con su subsecuente menos calcio que el resto de muestras. Las dife-
cocción a temperaturas relativamente bajas, de rencias de las cerámicas de cocina se deben clara-
alrededor de 900 ºC. mente a su diseño para una función diferente que
el resto de las cerámicas de este estudio.
La situación es bastante diferente cuando se
5.  Discusión compara la composición química de los vidria-
dos de plomo. La figura 12.6 muestra la relación
5.1.  Características de las cerámicas y de entre los contenidos de Al2O3 (aluminio) vs. CaO
los vedríos (calcio), donde se ve que hay dos grupos distin-
tivos con reflejo en las fases arqueológicas. Con-
La composición de las pastas cerámicas en cretamente, dado que los vidriados verdes y bico-
términos comparativos entre Na2O+K2O+FeO y lor de la Fase II contienen menos Al2O3 y CaO, se
CaO+MgO está representada en la figura 12.5. distinguen claramente de los de las Fases III y IV,
Estos dos grupos de óxidos representan dos com- que si se agrupan juntos (con la excepción de los
ponentes de las pastas cerámicas: el primero está vidriados de cocina, que se han discutido ante-
relacionado con la composición de la arcilla y riormente). De hecho, puede verse en la tabla 12.3
el segundo con sus contenidos en calcio y man- que los vidriados de plomo de las Fases  III y IV
ganeso, que son muy variables dependiendo del son más pobres en silicio, y contienen más calcio,
origen geológico de la materia prima. El gráfico potasio, magnesio e hierro que los de la Fase  II.
muestra que la composición de todos los cuer- Sin embargo, cuando los vidriados de plomo del
pos cerámicos analizados es similar y que no hay reverso de la vajilla verde y manganeso (que, re-
cambios importantes en los grupos o en las fa- cordemos, están decorados con vidriado de es-
ses arqueológicas consideradas. Sí que existe taño en su lado principal) se incluyen en el gráfico
una variabilidad química considerable, pero eso dos muestras (NS77 y NS82, de color amarillo) se
se explica en consideración del largo periodo de agrupan con las muestras de la Fase II y otras dos
tiempo y de la diversidad de los yacimientos estu- (NS79 y NS83, de color verdoso) con las de las

Figura 12.5.  Diagrama que muestra el contenido Na2O+K2O+FeO con respecto al contenido CaO+MgO de la composición de los
cuerpos cerámicos, mostrando su relación por fases y categorías de vidriado. Véase MOLERA et alii 2017 para una información más
completa
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas de época islámica temprana de la Vega... 235

Fases III y IV. Sin embargo, como se ha indicado y Al2O3* muestra que el contenido de SiO2* de
arriba, el contenido de PbO de esos vidriados los vidriados es mayor de lo que correspondería
es muy diferente, y solo se han analizado cuatro a una simple disolución de cerámica o adición de
muestras, y por lo tanto se necesitan más análisis arcilla en el vedrío (los datos del vidriado renor-
para alcanzar una conclusión significativa. malizado y de la cerámica coinciden si el PbO y la
arcilla se usaron en la receta del vidriado) (WAL-
TON, TITE, 2010). Por lo tanto puede concluirse
que el vedrío se aplicó como una mezcla de arena
rica en cuarzo (SiO2) y óxido de plomo PbO sobre
el cuerpo cerámico. Sin embargo, la alta correla-
ción entre SiO2* y Al2O3* indica que también hay
un factor de disolución de la cerámica o de adi-
ción de arcilla en el vedrío. Esto puede deducirse
de la comparación de datos con la línea de corre-
lación dibujada para la relación SiO2* vs. Al2O3*
de los vidriados. La figura muestra que la canti-
dad de cuarzo (SiO2) originalmente añadida a la
receta del vidriado es mayor en la Fase II que en
las Fases III y IV. Además, la ausencia de correla-
ción entre la línea SiO2* y Al2O3* con respecto a
los contenidos del cuerpo cerámico (indicada por
la flecha) muestra que la cantidad de Al2O3 aña-
dida por la disolución de arcilla en el vidriado es
Figura 12.6.  Diagrama de Al2O3 con respecto a CaO de los relativamente pequeña.
vidriados de plomo. Puede verse que los vidriados de plomo Se observa el mismo comportamiento en el
verdes y bicolores de la Fase II tienen menos Al2O3 y CaO que
los de las Fases III y IV. Entre los vidriados de plomo presentes contenido de potasio de los vidriados de las Fa-
en el reverso de la vajilla verde y manganeso dos muestras, ses III y IV. En la receta del vidriado, el potasio
NS83 y NS79 se agrupan con la Fase II, mientras que las aparece en mayores cantidades de lo esperado
Muestras NS77 y NS82 se alinean con el grupo de las Fases III
y IV. Véase MOLERA et alii 2017 para una información más si fuera el resultado de la disolución de la arcilla
completa en el vidriado o del añadido de arcilla a la receta.
Esto indica que el potasio se añadió en mayores
cantidades en la mezcla de vedrío original, pro-
Con el objeto de explorar mejor la correla- bablemente como impurezas de feldespato potá-
ción entre la composición química de las pas- sico incluidas en la arena usada. Los vidriados de
tas y los vedríos, se ha renormalizado la com- la Fase II tienen menos potasio en la receta del vi-
posición de los segundos después de eliminar el driado que los de las fases posteriores. Todo esto
PbO y los colorantes CuO, SnO2 y MnO2. Los sugiere que la receta de los vidriados de la Fase II
valores correspondientes a SiO2*, K2O*, CaO* y incluía arena más pura en cuarzo, mientras que
FeO* se han trazado en unos ejes de coordena- en las Fases III y IV las recetas incluían partículas
das en función del Al2O3*, donde también se ha de feldespato además de la arena de cuarzo.
incluido la composición de la pasta cerámica (fig. Los vidriados contienen también calcio y mag-
12.7). La renormalización de la composición des- nesio que vienen de la cerámica disuelta en el vi-
pués de eliminar los colorantes se hace a menudo drio. Se observa lo mismo con el hierro, pero no
para comparar los vidriados a los que se añaden se puede descartar la posibilidad que este ele-
los colorantes; además, los vidriados reaccio­ mento fuera añadido en la receta como parte de
nan con el cuerpo arcilloso de la vasija, que se una arcilla. Tres muestras muestran claramente
disuelve en parte en el vedrío. Por ello también una adición de hierro que no está relacionada con
se retira el plomo antes de renormalizar, y así se el cuerpo cerámico: el vedrío marrón de la Mues-
obtiene información sobre la inclusión de arena tra 5.24 (Tejoletes, Fase III), uno de los melados
y otros componentes en el vidriado aplicado so- de Tejoletes (5.20, Fase III) y el vedrío melado de
bre la pasta cerámica y sobre la cantidad de arci- la Muestra bicolor 5.29 (Manzanil, Fase II). En es-
lla que se diluye en el vedrío. La función de SiO2* tos casos, la adición de hierro es intencionada.
236 Judit Molera, José Cristóbal Carvajal López, Glòria Molina, Trinitat Pradell

Figura 12.7.  Comparación entre la composición química de las pastas cerámicas (cuadrados) con la de los vidriados de plomo,
renormalizada después de eliminar el PbO y los colorantes CuO y MnO2 (círculos). Véase MOLERA et alii 2017 para una información
más completa

5.2.  Algunas consideraciones analizadas tienen una composición química muy


arqueológicas similar independientemente de las categorías de
vidriado y de las fases arqueológicas. Esto puede
El análisis presentado en este estudio ofrece indicar que la arcilla usada para la cerámica viene
una información muy interesante sobre la tecno- de la misma área, o al menos de áreas pareci-
logía de producción de los vidriados más tempra- das desde el punto de vista geológico. Dado que
nos de al-Andalus en el contexto particular de la la Vega de Granada tiene una historia geológica
Vega de Granada. Con la excepción de la cerá- en común con áreas muy extensas del sur de la
mica de cocina y de la Muestra 5.20, que mues- península ibérica y del norte de África, esta ob-
tran características diferentes, todas las pastas servación puede incluir lugares relativamente
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas de época islámica temprana de la Vega... 237

distantes. Sin embargo, la detección de partícu- hay evidencia arqueológica que permita afirmar
las de oro en el cuerpo cerámico sustenta que la el uso de fritas como receta del vidriado, pero no
composición de la receta de la cerámica de estas se puede descartar, a pesar de que la presencia de
muestras es bastante diferente de la documen- calcio y de otros elementos asociados a la disolu-
tada en la vajilla verde y manganeso del taller de ción de la cerámica en el vidriado y a una interac-
San Nicolás en Murcia, datada en el siglo x (MO- ción limitada entre arcilla y vidriado sugieran una
LERA et alii, 2001a), la única analizada hasta la receta de vidriado crudo aplicada sobre una base
fecha. Las pastas cerámicas del taller de San Ni- de cerámica bizcochada.
colás son calcáreas, pero tienen menos alumi- Los vidriados de estaño tienen otras caracte-
nio y mayores cantidades de calcio y magnesio rísticas. Aunque vidriados en ambos lados, el re-
(10,9% Al2O3, 18,3% CaO and 3,6% MgO) que las verso tiene un vedrío de plomo de color verdoso
de la Vega de Granada, y no tienen partículas de o amarillento translúcido. Los vedríos de estaño
oro. Esto constituye un buen argumento para su- no están bien conservados, tienen grietas con-
gerir que estas cerámicas pudieron hacerse en el coideas y pedazos que se desprenden. Los que
área de Granada. El historiador Ahmad al-Rāzī se han podido analizar tienen grandes cantida-
escribió en el siglo ix que uno de los ríos de Gra- des de casiterita (SnO2) en el vedrío blanco, y de-
nada, el Darro, contenía «limaduras de oro fino» muestran que las decoraciones verdes y marrones
(CATALÁN, DE ANDRÉS, 1974: 26). De hecho, se han aplicado sobre el vedrío de estaño como
se sabe que se recogía oro del Darro entre la An- una mezcla con grandes cantidades de colorante
tigüedad y la Edad Moderna, y es de hecho lo que (MnO2 o CuO) y con PbO, pero sin SnO2. El co-
le da nombre al río (MARTÍN, 2000). Si las arci- bre aparece completamente disuelto en el vedrío,
llas se hubieran extraído de las terrazas aluviales pero el manganeso forma piroxenos de manga-
del Darro se explicaría la presencia de las partícu- neso y silicatos aciculares de plomo y manganeso
las de oro. Sin embargo, se requieren análisis más en la superficie, creciendo hacia el interfaz. Estos
concienzudos para determinar esta posibilidad compuestos son compatibles con una tempera-
con claridad. tura de cocción no superior a los 900 oC, y su pre-
Los vidriados no son tan homogéneos. En to- sencia puede explicarse con el alto contenido en
dos los casos el vidriado plumbífero se obtuvo calcio del vedrío.
mezclando oxido de plomo con arena, pero hay La comparación con el taller de califal de San
una diferencia clara entre los vidriados de la Nicolás muestra que los métodos de aplicación
Fase II y los de las Fases III y IV, que son muy si- eran similares. En San Nicolás se aplicaba una
milares entre sí. El uso de diferentes técnicas de frita de estaño con potasio añadido sobre la ce-
vidriado puede explicar esta diferencia, al menos rámica bizcochada (MOLERA et alii, 2009). Esta
en parte. Se ha notado anteriormente que los vi- frita contenía cantidades muy características y
driados plumbíferos de la Fase II tienen más sili- muy reducidas de potasio, aluminio y calcio (0,5%
cio y menos potasio que los de las Fases III y IV. Al2O3, 1,1% K2O, 1,5% CaO) y mayores cantida-
Las recetas de los vidriados parecen ser diferentes des de plomo (53,8% PbO) que las observadas en
por fases, con más cuarzo en la arena en la Fase II este estudio (MOLERA et alii, 2001a, MOLERA
y más feldespato en las Fases III y IV. et alii, 2009). El uso de la frita sobre bizcochado
Los vidriados de plomo son más ricos en cal- esta también claro en la Vega de Granada, pero
cio y aluminio que los documentados en el taller las composiciones eran muy diferentes. En los vi-
de San Nicolás de Murcia del siglo x (entre el 3% driados de estaño de San Nicolás eran caracte-
y el 3,5% CaO y entre el 2,8% y el 3,3 % Al2O3 de- rísticos el pequeño tamaño y la distribución muy
pendiendo del color del vidriado) y el color verde homogénea de los cristales de casiterita en el vi-
se obtuvo usando Fe2+ en vez de Cu2+ (MOLERA driado blanco, lo que indica una mezcla concien-
et alii, 2009). Este estudio demostró que la pro- zuda de la frita para la receta del vidriado (MO-
ducción de los vidriados de plomo de Murcia se LERA et alii, 2001a). Como en San Nicolás, en la
hizo con una mezcla de óxido de plomo y arena, Vega de Granada las decoraciones de color tam-
y probablemente óxido de hierro previamente bién eran originalmente fritas de una mezcla del
fritado. Se aplicaba el vidrio previamente tritu- pigmento con oxido de plomo y se aplicaban so-
rado sobre la cerámica sin cocer (MOLERA et bre el vidriado de estaño. La presencia de com-
alii, 2001a). En el caso de la Vega de Granada no puestos cristalinos de manganeso se detectó tam-
238 Judit Molera, José Cristóbal Carvajal López, Glòria Molina, Trinitat Pradell

bién en los productos del taller de San Nicolás, cas de la Vega de Granada. En el caso de las ce-
pero en ese caso tienen una naturaleza distinta rámicas de cocina, esta transición es el momento
(braunita, Mn7SiO12 haussmanita Mn3O4 y ken- en el que un modelo de producción basado en
trolita Pb2MnSi2O9) (Molera et alii, 2013) a los la dispersión de talleres rurales se transforma en
encontrados en la vajilla verde y manganeso de otro modelo centralizado en las ciudades (véase
la Vega de Granada (bustamita, Ca0.4Mn1.6Si2O6), CARVAJAL LÓPEZ, DAY, 2013; 2015 para la ce-
como consecuencia de una composición dife- rámica de cocina y CARVAJAL LÓPEZ et alii
rente de los vedríos, que tienen más calcio en la en este volumen para los contenedores de agua
Vega. Por lo tanto, la producción de vidriados de y otra perspectiva en los vidriados). Al principio
estaño de Murcia es diferente de la de la Vega de del periodo islámico, la Vega de Granada estaba
Granada por su composición química y su mi- organizada como una red de asentamientos ru-
croestructura. El método de aplicación, sin em- rales formando sistemas de explotación del te-
bargo, es el mismo. rritorio que estaban conectados de una forma
laxa y oportunista. Durante la transición entre
las Fases  II y III empiezan a cristalizar sistemas
6.  Conclusiones más complejos e interconectados que definirían
las áreas agrícolas de ciudades como la misma
Los resultados de este estudio sirven para ca- Granada (JIMÉNEZ PUERTAS, 2007; JIMÉNEZ
racterizar un conjunto de cerámicas vidriadas de PUERTAS, CARVAJAL LÓPEZ, 2011). En el área
la Vega de Granada. Este conjunto muestra ho- de las relaciones políticas, la Fase III marca el co-
mogeneidad en la composición de las pastas (con mienzo de una relación más próxima entre la
excepción de los vidriados de cocina y de una de Vega de Granada y el poder cordobés, y del cre-
las muestras analizadas) y en la manera en la que cimiento de las ciudades como Ilbīra y Granada
los vidriados se aplican. Los vidriados de plomo, (Carvajal López, 2008, 2013). Por lo tanto,
incluidos aquellos de la vajilla de cocina, pare- los cambios observados en los vidriados a tra-
cen haberse aplicado o bien como una frita sobre vés de las fases cronológicas forman parte de un
la cerámica sin cocer o bien como una frita sobre patrón de reorganización del paisaje en torno a
bizcochado, mientras que los vidriados de estaño las ciudades. Como los artesanos tendían a con-
se extendieron como fritas sobre bizcochado y centrarse en los lugares con más población, es-
luego se les aplicó la decoración por encima. Las tas transformaciones pudieron tener un impacto
vasijas se decoraron con pigmentos de color ma- en su acceso a diferentes recursos y materias pri-
rrón y verde con un poco de óxido de plomo, lo mas, y por lo tanto es posible que las razones del
que indica una técnica común. Todo esto sugiere cambio tecnológico en los vidriados de plomo se
que todas las muestras provienen de una misma encuentren aquí. Sin embargo, hay que reconocer
área. La presencia de partículas de oro en los que las razones particulares para el cambio en la
cuerpos cerámicos analizados refuerza esta suge- composición de los vidriados de plomo no están
rencia, y, teniendo en cuenta la documentación claras aún, y que se requiere más investigación
histórica acerca de granos de oro en el río Darro para entender como encajan en el patrón general
de Granada, apunta a un área de origen de la ma- de transformación.
teria prima usada en la receta de la arcilla.
Otro resultado relevante es el del cambio cro-
nológico observado en los contenidos de silicio Agradecimientos
y potasio de las composiciones del vidriado de
plomo entre la Fase II por un lado y las fases III Los análisis de vidriados de este estudio han
y IV por otro. La explicación de este cambio no sido posibles gracias al Proyecto MAT2013-
puede dilucidarse en esta primera exploración, 41127-R, financiado por el Ministerio de Cien-
así que por ahora los autores solo indican la ne- cia e Innovación. TP debe reconocer el apoyo del
cesidad de realizar más estudios. Proyecto 2014 SGR 00581.
Sin embargo es interesante resaltar que las fe- La participación de JCL en este estudio está fi-
chas de cambio, entre la Fase II y la Fase III, se nanciada por ARANPOT, una Marie Curie Ac-
corresponden con las de otros desarrollos tecno- tion del Séptimo Programa Marco de la Unión
lógicos ya descritos en la producción de cerámi- Europea, desarrollado en el Departamento de Ar-
Vidriados, colorantes y decoraciones de cerámicas vidriadas de época islámica temprana de la Vega... 239

queología de la Universidad de Sheffield (Reino Vega de Granada altomedieval (siglos vi al xii


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13
Primeros resultados del proyecto
«La introducción del vidriado en al-Andalus:
olas tecnológicas e influencias orientales»,
a partir de análisis arqueométricos
Elena Salinas, Trinitat Pradell

RESUMEN and long process involving several waves of technol-


ogy transfer arriving from the Eastern to the Western
Este proyecto de investigación ha sido planteado
Mediterranean basin, in different political periods.
para desarrollar un nuevo enfoque en el estudio de la
From the archaeometric analytical point of view,
producción de cerámica vidriada en al-Andalus (ac-
both petrographic and chemical, this proposal aims
tualmente España y Portugal) durante la Edad Media
to enrich knowledge about glazed ceramic technol-
(siglos ix al xiii). La introducción del vidriado en la
ogy in the Western Islamic world: identification of the
Península Ibérica fue un largo y complejo proceso que
Mediterranean access routes, localization of Andalusi
supuso varias olas de transferencia tecnológica, desde
workshops and their spread and distribution through
el este al oeste del Mediterráneo, en diferentes perio-
the Iberian Peninsula. The microstructure and com-
dos políticos.
position of the glazes, the raw materials and the col-
Desde un punto de vista analítico y tomando como
orants and decorative techniques used, as well as, the
base la arqueometría química y petrográfica, este tra-
introduction of Eastern patterns, will provide some
bajo tiene como objetivo enriquecer el conocimiento
clues. Finally, the glazed ware as an element of politi-
acerca de la tecnología de la cerámica vidriada en el
cal cohesion and, of course, as a sign of religious iden-
mundo islámico occidental: identificación de las rutas
tity in al-Andalus, will also be assessed.
de acceso del Mediterráneo, localización de los talleres
This project «The introduction of the glaze in
andalusíes y su ámbito de expansión y distribución por
al-Andalus: technological waves and Oriental influ-
la Península Ibérica. El estudio de la microestructura y
ences» (IGATO) is funded by the European Union’s
composición de los vidriados, las materias primas y los
Horizon 2020 research and innovation programme
colorantes y técnicas decorativas usadas, así como la
under the Marie Skłodowska-Curie grant agreement
introducción de modelos orientales son algunos de los
(N.º 702019).
hitos de este proyecto.
El proyecto «The introduction of the glaze in al-
KEYWORDS:  pottery, SEM, technological waves,
Andalus: technological waves and Oriental influences»
workshops, Iberian Peninsula.
(IGATO) está financiado por el programa de investi-
gación e innovación Horizon 2020 de la Unión Euro-
pea, bajo una beca postdoctoral Marie Skłodowska-
Curie (N.º 702019).

PALABRAS CLAVES:  cerámica, MEB, olas tecnológi-


cas, alfares, península Ibérica. 1.  Introducción

Durante los ocho siglos de historia de al-Anda-


ABSTRACT lus (711-1492 d.C.), la llegada de influencias exter-
This research project is designed to develop a nas continuas conformaron la identidad política,
much-needed approach to the study of glaze ware religiosa y cultural del territorio andalusí. Muchas
production in al-Andalus (Spain and Portugal) during de estas influencias vinieron de diversos puntos
the Middle Ages (9th-13th centuries). The introduction de la cuenca mediterránea y particularmente del
of the glaze in the Iberian Peninsula was a complex este, debido obviamente a sus lazos religiosos con
242 Elena Salinas, Trinitat Pradell

el Islam. A través del comercio mediterráneo, las (MOLERA et alii, 2017), esta segunda etapa pa-
peregrinaciones y los viajes, a uno y otro lado del rece haber empezado a finales del periodo emiral.
Mediterráneo, en busca del saber y de oportunida- La tercera fase tecnológica ocurrió con la produc-
des, estas cerámicas, el conocimiento científico y ción de loza dorada. Aunque importaciones de
la tecnología del vidriado y los mismos artesanos, vajilla dorada han sido datadas en Madīnat al-
viajaron en varias fases, desde el Próximo y Medio Zahrā’ en la segunda mitad del siglo x (POLVO-
Oriente alcanzando finalmente el mundo islámico RINOS et alii, 2008), no fue hasta un siglo des-
Occidental (España y Portugal). Es posible distin- pués cuando, según algunos estudios, la cerámica
guir tres fases tecnológicas que revolucionaron la dorada comenzó a producirse en Sevilla (ACIÉN,
producción cerámica vidriada en al-Andalus: el 2001; HUARTE et alii, 2012), y desde ahí parece
vidriado transparente de plomo (high-lead glaze), haberse extendido a otros alfares de al-Andalus
el vidriado opacificado con estaño (tin-glaze) y la (MOLERA et alii, 2012), continuando su pro-
loza dorada (lustre). ducción en las centurias siguientes (RETUERCE,
Cuando los musulmanes llegaron a la Penín- 2009: 749-751).
sula Ibérica en el 711 d.C., existía ya una tradición Finalmente, no debe olvidarse que todos estos
de producción cerámica no vidriada, de tiempos desarrollos tecnológicos relacionados con el vi-
de los visigodos. Un siglo más tarde, la tradición driado y sus decoraciones se iniciaron en el este3
cerámica había cambiado con la introducción de y después fueron asimilados en las tierras islámi-
nuevos elementos procedentes del mundo Islá- cas occidentales. Con este proyecto estamos lle-
mico, pero sin la presencia de vajillas vidriadas1. vando a cabo un primer análisis de las influencias
No fue hasta la segunda mitad del siglo ix cuando orientales, las cuales influyeron y tuvieron peso
comienzan a detectarse las evidencias más anti- en la cultura material andalusí y en cómo esta
guas de cerámicas vidriadas y producción del vi- transferencia tuvo lugar. Por tanto, uno de los
driado en los talleres de Pechina (ACIÉN et alii, principales objetivos de la investigación es identi-
1990; CASTILLO, MARTÍNEZ, 1993). Poco se ficar y establecer estas conexiones.
conoce acerca de estas primeras producciones
vidriadas, cómo surgieron, de dónde vino esta
tecnología y cómo se expandió al resto de al- 2.  Objetivos
Andalus (SALINAS, ZOZAYA, 2015). A finales
del periodo emiral, al menos otros dos talleres El objetivo principal es llevar a cabo una in-
más estaban fabricando cerámica vidriada, uno vestigación científica relacionada con la cerámica
en Córdoba2 y otro en Málaga (ÍÑIGUEZ, MA- vidriada de al-Andalus, teniendo como eje cen-
YORGA, 1993), pero pudieron existir otros cen- tral la caracterización arqueométrica tanto de
tros productores de vidriado. Una segunda fase los vidriados como de las pastas de las cerámicas
en la evolución del vidriado tuvo lugar con la adi- andalusíes. Los principales puntos del proyecto
ción de estaño para obtener el fondo blanco sobre IGATO son los que siguen:
el cual se dibujaban las decoraciones polícromas,
a) Pastas cerámicas. Definición desde un
el cual ha sido datado tradicionalmente en el si-
punto de vista petrográfico de cada grupo
glo x d.C., paralelo a la creación del nuevo estado
fábrica tecnológico. La identificación de la
califal Omeya (929 d.C.). Sin embargo, según ha-
composición y rasgos tecnológicos de las
llazgos recientes de conjuntos encontrados en
arcillas cerámicas y de posibles grupos de
Córdoba (SALINAS, 2013) y la Vega de Granada
fábricas está siendo llevado a cabo, con el
objetivo de determinar el área geográfica
1
  Durante las excavaciones arqueológicas del arrabal de y su origen y además establecer su proce-
Šaqunda, uno de los barrios más importantes de Córdoba dencia. Para este propósito, se están anali-
durante el emirato, no se detectó la presencia de cerámica zando material de taller, fallos de cocción y
vidriada en sus aproximadamente 10.000 m2 (CASAL et alii,
2005). La importancia de este yacimiento radica en el co-
restos de arcillas de los centros de produc-
nocimiento de la datación exacta de su destrucción y aban- ción (siempre que sea posible).
dono. Pues las fuentes escritas nos han dejado la noticia de
que dicho arrabal fue mandado arrasar por el emir al-Hakam
I en el año 818 d.C. (IBN ḤAYYĀN, 2003).   Sobre los inicios del vidriado en el mundo islámico
3

2
  Aún sin publicar, actualmente en fase de estudio. véase Watson (2014).
Primeros resultados del proyecto «La introducción del vidriado en al-Andalus  243

b) Análisis de la composición química de los zación y periodización. Por el momento, más de


vidriados para identificar los rasgos tecno- 200 muestras han sido recogidas.
lógicos. Materiales vidriados y técnicas es- En este momento se está desarrollando la se-
tuvieron sujetos a varios cambios desde los gunda fase del proyecto, en los laboratorios de la
primeros ejemplos monocromos (siglo ix) UPC-BarcelonaTech.
a las producciones más tardías de «verde y De entre las diferentes técnicas arqueomé-
morado» o «verde y manganeso» (siglo  x) tricas que existen, nos hemos decantado por
y a la loza dorada temprana (siglos xi-xiii). la microscopía óptica y la microscopía electró-
Por ejemplo, es particularmente interesante nica, por ser el método más adecuado para lle-
determinar la naturaleza de los vidriados, var a cabo este estudio y poder cumplir así con
si vidriados con alto contenido en plomo los objetivos marcados en el proyecto y respon-
fueron utilizados en producciones más tar- der a las diferentes cuestiones tecnológicas e his-
días o no, y establecer si el uso del vidriado tóricas que emanan del mismo. Mediante las
opaco comenzó en el periodo emiral. técnicas microscópicas podemos estudiar la natu-
c) Estudio de las materias primas usadas en raleza y composición de las cerámicas vidriadas,
los vidriados. Localizando en un mapa las el proceso de producción, el proceso de reacción
fuentes de materias primas y las canteras y y alteración y las cristalizaciones de los vidria-
establecer los vínculos entre ellos y la com- dos. Para ello se han preparado las muestras in-
posición de los vidriados y las pastas cerá- crustándolas en resina y puliendo y cortando sus
micas; con respecto a su proximidad de los secciones transversales. Los bloques resultantes
centros de producción. Análisis de produc- están siendo analizados mediante el Microsco-
ciones locales y regionales y redes de co- pio Óptico (OM) y el Microscopio Electrónico
mercio. de Barrido con un detector de rayos X de ener-
gía dispersiva (SEM-EDS). Estas técnicas se están
complementando con Micro-difracción de Ra-
3. Metodología y enfoque de la yos X (micro-XRD) para identificar algunas fases
investigación en los vidriados, como las cristalizaciones.
En el caso de las muestras de loza dorada (lus-
El enfoque está siendo primordialmente ar- tre) también se están utilizando las técnicas del
queométrico, a partir de análisis químicos y pe- Haz de iones Focalizados (FIB), Microscopio
trográficos de la cerámica, siguiendo la metodo- Electrónico de Transmisión (TEM), Espectro-
logía aplicada por el Grupo de Caracterización metría retrodispersión de Rutherford (RBS) y Es-
de Materiales de la UPC y los miembros del pro- pectroscopía de absorción de rayos X (EXAFS).
yecto «Inverse technology of glazes, enamels and Otras técnicas complementarias son el Espectró-
painting layers for the recovery of Historic and metro visible ultravioleta (UV-VIS).
Artistic Heritage» (TecInvArt)4. Se están com- Por último, para la parte petrográfica están
binando análisis de pastas cerámicas y vidriados siendo preparadas algunas láminas delgadas para
para caracterizar las diferentes producciones de su estudio con el microscopio petrográfico.
al-Andalus, obtener los rasgos claves que sirvan
para comparar con otros lugares y periodos y es-
tablecer la procedencia local o foránea de los vi- 4. Caso de estudio: las primeras
driados encontrados en España y Portugal. cerámicas vidriadas de
La primera parte del proyecto ha consistido al-Andalus
en una fase de trabajo de campo y ha sido llevada
a cabo con la visita a Museos y colecciones para Hasta el momento se han analizado cincuenta
recoger muestras vidriadas. La mayoría de las cerámicas vidriadas decoradas de diferentes lu-
muestras de interés proceden de excavaciones ar- gares de al-Andalus y se han detectado diferentes
queológicas, lo que asegura su buena contextuali- tradiciones tecnológicas en sus decoraciones. En
concreto proceden de excavaciones arqueológi-
4
  Algunos ejemplos de casos de estudio llevados a cabo
cas llevadas a cabo en Córdoba, Málaga, Madīnat
con dicha metodología por parte del grupo de investigación, al-Zahrā’ Madīnat Ilbira, Pechina y Jaén. Estos
véase Molera et alii (2013), Pradell et alii (2010; 2013). contextos han sido fechados en los siglos ix y x,
244 Elena Salinas, Trinitat Pradell

Figura 13.1.  Principales yacimientos analizados

dataciones que coinciden con finales del emi- 4.1.  Vidriado transparente
rato Omeya y, en el caso de las piezas proceden-
tes de Madīnat al-Zahrā’, con el periodo califal Dentro del grupo de los vidriados transpa-
(Fig. 13.1). rentes con alto contenido en plomo se incluye
Los vidriados analizados se han clasificado en la pieza PH12. En las fotografías de microsco-
dos grandes grupos dependiendo de si son vi- pía óptica se pueden ver los diferentes colores:
driados transparentes u opacos. Los vidriados verde, marrón y un verdoso amarillento que co-
de plomo transparentes se han dividido a su vez rresponde al vidriado transparente. Sin embargo,
en vidriados con un alto contenido en plomo y en las fotos de SEM no se aprecia mucha diferen-
aquellos vidriados de plomo alcalinos. Mientras cia entre los colores, debido por un lado a que
que los vidriados opacos se han dividido en vi- los colorantes están diluidos y no se aprecian las
driados estanníferos, que son los que han utili- partículas y, por otro, a que la imagen por retro-
zado el estaño como base y los vidriados con base dispersión es en banco y negro. Tras analizar las
de antimonio. Cada grupo responde a una tradi- diferentes zonas por SEM-EDS comprobamos
ción tecnológica diferente. Atendiendo a su cro- que se ha utilizado óxido de manganeso (MnO)
matismo pueden clasificarse en monocromos, bí- para obtener el marrón y óxido de cobre (CuO)
cromos (en un primer momento se decora cada para el verde. Mientras que el fondo es un vi-
cara de un color, después se dibujan trazos sobre driado de plomo transparente, con un alto con-
un fondo de diferente color) y polícromos (tres o tenido de plomo, en torno al 56%. En la zona del
más colores). marrón, se detectó una concentración de granos
A continuación vamos a incluir un ejemplo de de cuarzo, posiblemente para crear un efecto más
cada uno de estos grupos tecnológicos: opaco y oscuro, además de 2% MnO. Esta técnica
Primeros resultados del proyecto «La introducción del vidriado en al-Andalus  245

Figura 13.2.  Cerámica con decoración polícroma transparente (PH12). (a) cara interior, (b) cara exterior.
A continuación imágenes de MO de la sección pulida de la muestra y su correspondiente imagen de
SEM-BSE de los diferentes colores de la decoración: (c) y (d) verde, (e) y (f) marrón, (g) y (h) transparente

se ha documentado en otros vidriados transpa- Lo más llamativo es la presencia de dos tipos de


rentes policromos (Fig. 13.2). pastas, las cuales se pueden apreciar incluso ma-
croscópicamente por el cambio de coloración y
textura. Este efecto, en la pasta más clara, se debe
4.2.  Vidriado de plomo alcalino al añadir cloruro sódico que funde mejor los gra-
nos de carbonato cálcico y la arcilla y favorece
También se identificó un vidriado amarillo que reaccione; así, al incorporar óxidos de hierro
transparente de plomo alcalino (MI5). Presenta se forman piroxenos en las zonas más cercanas a
varias diferencias con respecto al grupo anterior. la superficie, lo que favorece una coloración más
246 Elena Salinas, Trinitat Pradell

Figura 13.3.  (a) y (b) Fragmento de una pieza con decoración policroma transparente verde marrón y amarilla
(MI5), (c) imagen de MO de una sección pulida de la muestra donde se observa las dos coloraciones de la pasta,
(d) imagen de SEM-BSE de la misma sección donde se observa el cambio de textura que coincide con el cambio
de coloración

Figura 13.4.  (a) Fragmento cerámico con decoración polícroma opaca (PH14), (b) imagen de SEM-BSE de la
cara decorada correspondiente a la zona del blanco, (c) imagen de SEM-BSE con detalle de una concentración
de partículas de estaño, (d) imagen de SEM-BSE de la cara exterior, donde se aprecian las partículas de estaño
y la alteración en la superficie exterior, que corresponde a precipitados de carbonatos y fosfatos, los cuales
se forman en entornos estancados con restos de hueso y otros residuos (en el caso de la pieza PH14, esta se
recuperó de un pozo negro)
Primeros resultados del proyecto «La introducción del vidriado en al-Andalus  247

clara, como ya ha sido estudiado (MOLERA et PH14. Si nos detenemos en la fotografía SEM, ve-
alii, 1998). Sin embargo, a nivel de composición mos una mayor alteración, especialmente en la
química, no presentan diferencias, es la misma superficie, rasgo común a los vidriados de plomo
pasta, como pudo verse tras analizarse por SEM- con base de estaño de al-Andalus. La zona del vi-
EDS. Este efecto para cambiar la coloración con driado blanco presenta diópsidos, como conse-
la utilización de sal se utilizaba en el norte de cuencia de la reacción del vidrio con la pasta ce-
África. rámica y, en general, las partículas de estaño son
La segunda diferencia es su bajo contenido en de pequeño tamaño y están bastante dispersas,
plomo (PbO 34%) si lo comparamos con el pri- pero más concentradas en la superficie, aunque
mer grupo, lo que la separa de los vidriados anda- también se encuentra algún grano grande de casi-
lusíes caracterizados por sus altos contenido en terita. El marrón se consigue con un pigmento de
plomo. Estas diferencias apuntan a que esta cerá- manganeso y, como podemos ver en las imágenes
mica podría ser una importación, posiblemente de SEM, está disuelto en el vidriado, sin que se
del norte de África, y que coincide con piezas de aprecien cristales ni restos de partículas de man-
Raqqada, fechadas en el siglo ix (DAOULATLI, ganeso (fig. 13.4).
1995) (fig. 13.3). Sin embargo, en otras ocasiones, como ocurre
en el caso de la muestra MI2, el óxido de manga-
neso no se ha disuelto y quedan restos y aparece
4.3.  Vidriado opaco estannífero en forma de bustamita (o piroxeno de manga-
neso). Lo que puede estar indicando una menor
El siguiente gran grupo está formado por vi- temperatura de cocción. Estas diferencias pue-
driados opacos que incorporan estaño en su com- den apreciarse gracias a la técnica de microscopía
posición. Como ejemplo, presentamos la pieza electrónica (fig. 13.5).

Figura 13.5.  Comparación de la decoración en marrón de dos piezas con vidriado opacificado con estaño
de la producción «verde y manganeso», (a) y (b) corresponden a la pieza PH14, en la imagen de SEM-BSE no
se aprecian restos del pigmento aplicado porque las partículas se han disuelto, (c) y (d) fragmento MI2, en la
imagen SEM-BSE aparecen evidencias de la decoración en marrón (bustamita)
248 Elena Salinas, Trinitat Pradell

Para estudiar la fase cristalina de estos prime- tración de granos de cuarzo en las zonas que co-
ros vidriados opacos estanníferos se realizó una rresponden al verde y al marrón. Pero lo más
micro-difracción de rayos X a una de las piezas interesante en esta pieza es que el aspecto de las
(PH50), comprobando que era casiterita (SnO2) partículas de manganeso (bixbita) difiere con
(fig. 13.6). respecto a otras decoraciones polícromas. En
este caso, la partícula no se ha disuelto y apa-
rece casi sin reaccionar. La fase blanca que rodea
la partícula es kentrolita, que sí está empezando
a reaccio­nar. ¿Qué no está indicando esto? Que
primero se fritó el pigmento marrón de manga-
neso, y a una temperatura no demasiado elevada,
y después, una vez cocido, se aplicó encima del
vidriado monocromo como una frita indepen-
diente. Esta forma de decorar la pieza ha provo-
cado que encontremos las partículas de Mn sin
disolver y casi sin reaccionar (fig. 13.7).

5.  Conclusiones

Hemos hecho un pequeño resumen de nues-


tro proyecto y de la metodología que creemos
más adecuada para resolver las cuestiones plan-
teadas en él, incluyendo algunos casos de estudio
que ilustren el potencial de aplicar las técnicas ar-
queométricas al estudio de la cultura material y la
importancia de colaboraciones interdisciplinares
entre disciplinas científicas y la arqueología me-
dieval para un mejor entendimiento de cuestiones
históricas, y en este caso concreto, tecnológicas.
Con la aplicación de microscopía óptica y mi-
croscopía electrónica, combinadas con micro-di-
fracción de rayos-X, no solo se puede conocer la
composición química de los vidriados, sino tam-
Figura 13.6.  Difracción de rayos X de la pieza cerámica vidria- bién aspectos relacionados con la temperatura,
da opaca con decoración polícroma PH50. En el vidriado hay
casiterita (SnO2), cuarzo (SiO2), y además fases de la alteración
forma de fabricar el vidriado y mezclar las partí-
del vidriado, como son carbonato de plomo, fosfato de calcio y culas, fases de cristalización y alteración, etc.
plomo y óxido de plomo hidratado El siguiente paso en el estudio de la tecnología
del vidriado en al-Andalus será tratar de identi-
ficar de dónde proceden estas olas tecnológicas.
4.4.  Vidriado opaco de antimonio Está claro que la introducción del vidriado, ade-
más de suponer una gran novedad tecnológica,
Por último, dentro del grupo de los vidriados implicó un contacto y unas influencias con otros
opacos de antimonio, muy poco usual en al-An- territorios de la Dār al-Islam, en contraposición
dalus, se analizó la pieza JA01 por difracción de a las tierras del extremo occidental, donde ya se
rayos X, atribuyendo una composición de óxido habían introducido elementos completamente
de antimoniato de plomo (Pb2Sb2O7) o bindei- islámicos en el ajuar andalusí, como el candil, el
mita. En la imagen de SEM se aprecia un detalle tannûr o el tabaq, los cuales no aparecían en la
de estas partículas de antimoniato, que aparecen tradición visigoda, pero sin embargo el vidriado
flotando por toda la superficie del vidriado. aún no había hecho su aparición y que, se re-
Si nos fijamos en las imágenes de SEM, po- laciona en un primer momento, y hasta su es-
demos ver cómo se aprecia una mayor concen- tandarización y extensión en época califal, con
Primeros resultados del proyecto «La introducción del vidriado en al-Andalus  249

Figura 13.7.  (a) Fragmento de una pieza con decoración polícroma opacificada con antimonio, (b) y (d) corres-
ponden a la zona amarilla, en el análisis de difracción de rayos X está presente la bindeimita (amarillo de anti-
monio); y la zona marrón, (c) en la imagen de SEM-BSE aparecen granos de cuarzo y partículas de manganeso
(bixbita), (e) en la difracción de rayos X de la zona marrón se confirma la presencia de bindeimita, kentrolita y
bixbita, fases de manganeso que aparecen para temperaturas de cocción por debajo de los 925 ºC

artículos de lujo. En un momento posterior se in- ha llevado a algunos autores a interpretar que
troduce el estaño y comienzan a producirse vi- se trataría de artesanos de posible origen egip-
driados opacos ¿cómo ocurre esta novedad y de cio que se desplazan hasta la corte de la taifa se-
dónde viene la tecnología? No lo sabemos aún. villana (HEIDENREICH, 2012); a partir de este
Sí sabemos que la tercera ola tecnológica, se pro- momento la técnica del «lustre» comienza a fa-
duce con la llegada de artesanos orientales para bricarse en otros talleres de al-Andalus y perdura
producir loza dorada en el siglo  xi5, noticia que en el tiempo, con evidencias de producción en
época almohade y nazarí; viajando incluso a otros
5
  Referencia recogida por M. Gómez Moreno (1951: puntos del Mediterráneo, como Fustat (ROS-
314). SER-OWEN, 2012). Comienza a aclararse, poco a
250 Elena Salinas, Trinitat Pradell

poco, el panorama de las influencias en la técnica y 847 [Almuqtabis II-1]. Trad. de Mahmud
del vidriado y esperamos que en un futuro pue- ‘Ali Makki y Federico Corriente. Zaragoza.
dan resolverse las cuestiones planteadas con el ÍÑIGUEZ M. C., MAYORGA J. F., 1993, Un alfar
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Agradecimientos pp. 117-138.
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El proyecto IGATO se financia mediante una prana en el ámbito Mediterráneo y la imple-
Marie Curie Action del programa Horizon 2020 mentación de la nueva técnica en la Península
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pp. 235-259. mischen Kunst Und Archäologie 4, pp. 123-
SALINAS E., 2013, Cerámica vidriada de época 142.
emiral en Córdoba, Arqueología y Territorio
Medieval 20, pp. 67-96.
14
Aproximación a los patrones de producción
y distribución de cerámica en la Gran Canaria prehispánica
(ss. vii-xv AD) a través de los yacimientos de San Antón
y Dunas de Maspalomas
Miguel del Pino Curbelo1, Alberto Bachiller Gil2, Amelia Rodríguez Rodríguez2,
Jaume Buxeda i Garrigós3, José Mangas Viñuela4, Peter M. Day1, Ernesto Martín Rodríguez2

1
  2
  RESUMEN  3
  4 relacionarse, además de con las diversas interpretacio-
nes funcionales de los sitios, con procesos de cambio
Se estudian los recipientes cerámicos de tradi-
histórico que ya han sido observados en otros contex-
ción prehispánica recuperados en los yacimientos de
tos.
San  Antón (ss. xiii-xv AD) y Dunas de Maspalomas
(ss.  viii-xi AD), localizados al sureste de la isla de PALABRAS CLAVE:  cerámica indígena, Islas Cana-
Gran Canaria (Islas Canarias, España). Se procede a su rias, FRX, DRX, petrografía óptica.
clasificación tipológica y caracterización instrumen-
tal, con el fin de conocer mejor la tecnología empleada
en su confección y su proveniencia. Los resultados se
comparan con los obtenidos en los yacimientos de La
Cerera (ss.  vii-xiii AD) y Cueva Pintada (niveles co- ABSTRACT
rrespondientes a los siglos xv-xvi AD), situados al This paper presents the study of pre-Hispanic ce-
norte de la misma isla. Con esta información se plan- ramics from the sites of San Antón (13th-15th centu-
tea conocer la manera en que las comunidades abo- ries AD) and Dunas de Maspalomas (8th-11th centu-
rígenes socializaron su entorno, organizaron la vida ries AD), SE Gran Canaria (Canary Islands, Spain). In
interna de los poblados y construyeron redes de inter- order to address questions related to technology and
cambio y unidades políticas extensas. Las técnicas de provenance, typological and instrumental characteri-
análisis empleadas fueron la fluorescencia y difracción zation of the samples were carried out, and the results
de rayos X, la petrografía óptica y la microscopía elec- were compared to those obtained previously from the
trónica de barrido. Los resultados indican el empleo sites of La Cerera (7th-13th centuries AD) and Cueva
de diversas materias primas, posiblemente obtenidas Pintada (occupation levels spanning 15th-16th centu-
del entorno inmediato, junto a una elevada homoge- ries AD), located on the same island. Our aim is to
neidad tecnológica. Se observan importantes diferen- approach the ways in which Aboriginal communities
cias en la morfología de los recipientes que podrían interacted with the surrounding environment and or-
ganized everyday activities within the settlements, as
1
  Department of Archaeology. University of Sheffield.
well as to achieve a better understanding of how these
Northgate House, West Street, Sheffield S1 4ET, United elements could be involved in the creation of extensive
Kingdom. m.delpino@sheffield.ac.uk, p.m.day@sheffield. exchange networks and political units beyond the local
ac.uk scale. Analytical techniques carried out included XRF,
2
  Departamento de Ciencias Históricas. Universidad XRD, optical petrography and SEM. The results point
de Las Palmas de Gran Canaria. Edificio Millares Carló. to the use of diverse raw materials, available locally in
C/Pérez del Toro, 1, 35003 Las Palmas de Gran Canaria. each case, along with a notable technical homogene-
­josealberto.bachiller@ulpgc.es, amelia.rodriguez@ulpgc.es ity across the island. Morphological differences in the
3
  Departament de Història i Arqueologia. Universitat de pottery studied may be connected both to the nature
Barcelona. C/ de Montalegre, 6, 08001 Barcelona. jbuxeda@
of activities in specific contexts, as well as to processes
ub.edu
4
  Instituto de Oceanografía y Cambio Global. Edificio de
of historical change.
Ciencias Básicas. Universidad de Las Palmas de Gran Cana-
ria. Campus Universitario de Tafira. 35017, Las Palmas de KEYWORDS:  indigenous pottery, Canary Islands,
Gran Canaria. jose.mangas@ulpgc.es XRF, XRD, optical petrography.
254 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

1.  Introducción y la calidad de sus artesanías, en especial la cerá-


mica. Estas evidencias han sido consideradas un
La isla de Gran Canaria ocupa una posición reflejo de la marcada jerarquización social indí-
central en el archipiélago macaronésico de las gena, sustentada por una economía agraria ex-
Canarias, de origen volcánico, y cuyo límite cedentaria (Rodríguez-Rodríguez et alii,
oriental dista unos cien kilómetros de la costa 2012), y donde la organización territorial parece
africana (fig. 14.1). Hasta su conquista por colo- haberse articulado dentro unidades políticas in-
nos europeos en el siglo xv esta isla estuvo ha- sulares. Esa es, al menos, la información compar-
bitada fundamentalmente por una población de tida por las fuentes europeas, donde la isla figura
origen amazigh, la motivación y la cronología de dividida en dos extensos territorios encabezados
su llegada es aún objeto de debate, si bien las da- por los poblados que actualmente ocupan las ciu-
taciones anteriores a los primeros siglos de la Era dades de Gáldar (representada por el yacimiento
parecen cada vez menos fiables (Rodríguez- de Cueva Pintada) y Telde, y que se repartían
Rodríguez et alii, 2012; Velasco Váz- el noroeste y sureste de la isla respectivamente
quez, 2015). Los datos arqueológicos y lingüís- (Morales Padrón, 1993).
ticos apuntan a que, una vez asentado, este grupo Durante al menos un milenio la población
humano no mantuvo contactos regulares con el aborigen llevó a cabo una profunda transforma-
resto del archipiélago ni con el continente, desa- ción del medio natural, introduciendo nuevas
rrollando una cultura indígena propia (Fregel especies animales y vegetales, además de acele-
et alii, 2009; Hagenblad et alii, 2017; Oli- rar y provocar la desaparición de parte de las au-
veira et alii, 2012; Springer Bunk, 2001). tóctonas (Morales et alii, 2009). Este grupo
Desde un punto de vista arqueológico, en humano, igualmente, recolectó intensivamente
Gran Canaria destaca una cultura material singu- recursos vegetales, animales y minerales, que fue-
lar por la monumentalidad de sus construcciones ron tanto un complemento para su dieta como el

Figura 14.1.  Izquierda, localización de principales lugares mencionados en el texto (modificado, fuente: Stamen Design, OpenStreet-
Map). Derecha, entorno geológico de los yacimientos analizados (modificado, fuente: Balcells, Barrera, Gómez, 1990a, 1990b)
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 255

soporte de una larga nómina de artefactos, entre 2010; Santana Cabrera, Velasco Váz-
los que se cuentan los instrumentos líticos y los quez, Rodríguez Rodríguez, 2012; Ve-
contenedores cerámicos (Navarro Mederos, lasco Vázquez, 1999) y al control de ciertos
1999; Rodríguez Rodríguez, 2010). Esas y recursos abióticos, como la obsidiana (Martín
otras transformaciones fueron el resultado de la Rodríguez et alii, 2003b).
elevada inversión de trabajo realizada con el fin Para profundizar en los mecanismos que regu-
de conformar el paisaje social en el que desarro- lan esa organización social, por tanto, es preciso
llarían sus vidas. Una de las señales más evidentes hacer uso de los estudios de la cultura material,
de esta actividad transmutadora fue la construc- pues constituyen una estrategia complementaria
ción de los núcleos de asentamiento, formados a al análisis arquitectónico para rastrear los terri-
partir de la delimitación y articulación de espa- torios socialmente construidos. Siendo esto así,
cios dotados de significado social, que aparecen pensamos que uno de los elementos de la cultura
hoy en día agrupados en unidades arqueológi- material indígena más propicio para informar so-
camente detectables de diferentes dimensiones, bre estos aspectos es la producción alfarera, ya
desde extensos poblados hasta pequeños enclaves que los estudios cerámicos permiten abordar los
temporales, estacionales o destinados a la pro- procesos productivos y las estrategias de inter-
ducción intensiva de un tipo particular de bie- cambio y reciprocidad entre las comunidades in-
nes (Moreno Benítez, González Quin- dígenas. Por el momento estos procesos se pue-
tero, 2016; Velasco Vázquez, Alberto den analizar únicamente a través de los contextos
Barroso, 2005). de consumo, pues arqueológicamente no se han
De manera paralela a la constitución de estos podido identificar espacios de producción de ma-
espacios se definieron las normas que rigieron su nera clara, aunque hemos sugerido que en el ya-
titularidad y su uso, así como de los territorios y cimiento de La Cerera pudo existir un taller do-
los recursos asociados. En este sentido, la variabi- méstico (Rodríguez Rodríguez, 2010; del
lidad de las plantas y de la tecnología constructiva Pino Curbelo et alii, 2016).
de los vestigios arquitectónicos conservados da Los precedentes de nuestro trabajo ofrecían
pistas sobre la diversidad funcional de los recin- importantes discrepancias en la interpretación de
tos que conformaron los asentamientos. No obs- unos datos que con frecuencia hacían referencia a
tante, la interpretación de estos datos ha de rea- las mismas colecciones arqueológicas, con serios
lizarse con precaución, la observación detallada problemas de contextualización. Así pues, y aun-
de los contextos estratigráficos y sus ajuares han que tradicionalmente se ha tomado la calidad de
revelado que no fue infrecuente que una misma estos contenedores como señal de especialización
construcción recibiera usos diferentes a lo largo laboral, los modelos establecidos hasta ahora difie-
del tiempo, o que estructuras a todas luces igua- ren diametralmente entre patrones estrictamente
les se empleasen para fines dispares. Resulta evi- locales (Fabbri, Maldera, 1989) y otros casi
dente, por tanto, que la relativa homogeneidad insulares (González Antón, 1973; Martín
formal detectada en las aproximaciones tipológi- de Guzmán, 1984), con las consiguientes discre-
cas enmascara ciertas desigualdades, coincidiendo pancias implícitas en su concepción de la distribu-
con lo observado en el campo social y el político. ción social del trabajo. Mientras tanto, y de forma
La naturaleza de los bienes que formaban paralela, ha existido cierto consenso a la hora de
parte de la vida cotidiana aborigen, así como la considerar que la elevada variabilidad morfológica
manera en que eran empleados, fue crucial en la y tecnológica de los vasos pudiera ser el resultado
legitimación y perpetuación del principio de di- de tradiciones cerámicas conviviendo en la isla.
visión social. Así, es conocido el uso de la indu- Esta coexistencia de tradiciones ha sido la explica-
mentaria para expresar la posición jerárquica ción más adoptada en las principales obras de sín-
(Morales Padrón, 1993; Rodríguez Ro- tesis (González Antón, 1973; Martín de
dríguez, 1997). Del mismo modo que ha que- Guzmán, 1984; Tarradell, 1969; vid. Na-
dado atestiguado que, en diferente medida, tanto varro Mederos, 1999).
la posición social y el sexo como el lugar de re- Los trabajos más recientes han cuestionado
sidencia también afectaron a la dieta de los indi- aquellas propuestas, haciendo énfasis en el carác-
viduos, a su patrón de actividad cotidiano (Del- ter funcional de algunas de las diferencias obser-
gado Darias, 2009; Morales Mateos, vadas, así como en su posible relación con las ac-
256 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

tividades desarrolladas en cada contexto, amén de norte se cumpliría en otros asentamientos ubica-
cambios diacrónicos que en la actualidad podemos dos en la mitad sureste de la isla, en principio parte
vincular a otras evidencias del registro (Gonzá- de una unidad política diferente. Este interés se
lez Quintero, Tacoronte del Toro, debe a que sabemos muy poco del funcionamiento
Castro-Reino 2009; Martín Rodríguez interno de esas posibles demarcaciones territoria-
et alii, 2003a; Navarro Mederos, 1990). les recogidas por los europeos, y de cómo pudie-
En los últimos años hemos desarrollado en ron verse afectadas por los cambios económicos y
Gran Canaria un programa de caracterización de políticos que se coligen de los datos arqueológicos
los materiales cerámicos aborígenes que incluye y documentales (González Quintero, Mo-
tanto su catalogación tipológica como su análisis reno Benítez, Jiménez Medina, 2009; Mo-
instrumental, con el fin de conocer la composición rales Mateos, 2010; Navarro Mederos,
de las pastas y la tecnología empleada en la confec- 1990; Onrubia Pintado, 2003).
ción de los recipientes. Estos trabajos, en especial Teniendo en cuenta lo anterior, en este trabajo
los llevados a cabo en el yacimiento de La Cerera y nos propusimos: 1) llevar a cabo la caracterización
de Cueva Pintada, localizados en la zona noroeste tipológica e instrumental de las producciones cerá-
de la isla (del Pino Curbelo 2014; del Pino micas de dos asentamientos ubicados en la mitad
Curbelo et alii, 2015, 2016), han servido para meridional de la isla; 2) comparar los resultados con
evaluar la función de los espacios y, sobre todo, los datos disponibles para otros enclaves de la mi-
para reconocer la existencia de diferentes diseños tad septentrional, incidiendo en las similitudes y di-
cerámicos en los que la selección de las materias ferencias presentes en la tipología de los vasos y las
primas, el acabado de las superficies, los patrones cadenas operativas asociadas; 3) determinar posi-
decorativos y las marcas funcionales de los reci- bles intercambios; 4) establecer la relación de estos
pientes se encuentran interrelacionados. datos con la gestión de la vida interna de los asenta-
Aunque con variaciones diacrónicas, estos di- mientos, para discutir el papel de las comunidades
seños se mantuvieron en el tiempo, y parecen locales en la gestión de los recursos cerámicos.
formar parte de una única tradición. El grueso de
los materiales lo conforman recipientes con su-
perficies generalmente pulidas y en un alto por- 2.  Material y métodos
centaje pintadas, frente a una pequeña propor-
ción de piezas decoradas mediante impresiones 2.1.  Materiales
y acanaladuras o incisiones (grupo tipológico IIb,
en DEL PINO CURBELO, RODRÍGUEZ RODRÍ- Para esta primera aproximación al papel de la
GUEZ 2017). Junto a estos se encuentra un grupo cerámica en la gestión de los espacios locales se
de vasos que no suele estar decorado si no es por seleccionaron dos yacimientos arqueológicos: los
composiciones pintadas muy sencillas y baños de depósitos recuperados en el centro histórico de
almagre, con acabados irregulares de sus super- la ciudad de Agüimes, parte de un gran poblado
ficies externas, y afectados frecuentemente por prehispánico con el mismo nombre, y el yaci-
depósitos de hollín que atestiguan su uso culi- miento de Dunas de Maspalomas (T. M. San Bar-
nario (grupo I, con variaciones entre recipientes tolomé de Tirajana).
de perfil abierto, Ia, y cerrado Ib). Por último, y Los materiales recuperados en Agüimes pro-
coexistiendo con los anteriores, se han identifi- ceden de dos campañas llevadas a cabo entre los
cado grandes contenedores de almacenamiento años 1998 y 1999. Se trata de dos sondeos locali-
(grupo IIc), de los que hasta el momento solo he- zados en dos puntos muy cercanos entre sí, el de-
mos podido analizar un número limitado, pero pósito de la actual calle Sol por un lado y de la an-
cuyas formas son similares a algunos de los vasos tigua ermita de San Antón por el otro (Alberto
decorados, con la inherente diferencia en escala. Barroso, Velasco Vázquez, 2003; Ve-
Al menos en La Cerera, los recipientes pintados y lasco Vázquez, Alberto Barroso,
los de cocina fueron durante mucho tiempo ela- 2005). En el sondeo de la calle Sol se identificaron
borados con pastas diferentes, siempre formadas dos episodios de ocupación, consistiendo el pri-
por materias primas locales. mero de ellos en la colmatación de una pequeña
Conforme a los datos obtenidos, resultaba in- depresión natural durante su uso como verte-
trigante saber si el mismo modelo detectado en el dero, y la reutilización de este espacio posterior-
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 257

Yacimiento Contexto Referencia Material Fecha BP Cal. AD 1 σ Cal. AD 2 σ

1279-1308 (37.8%) 1268-1328 (51.7%)


Perfil Norte, Nivel IV Beta-256343 Hueso ovicáprido 670±40
1361-1386 (30.4%) 1341-1396 (43.7%)
1310-1360 (50.2%)
Perfil Sur, Nivel IVB Beta-256344 Hueso ovicáprido 590±40 1296-1416 (95.4%)
1387-1406 (18%)
1286-1316 (31.5%)
Perfil Sur, Nivel V T12 Beta-256345 Hueso ovicáprido 650±40 1277-1398 (95.4%)
1355-1388 (36.7%)
1276-1306 (42.2%) 1262-1325 (56.9%)
San Antón Nivel V Beta - 256346 Hueso ovicáprido 680±40
1363-1385 (26%) 1344-1394 (38.5%)
1206-1299 (64.9%) 1052-1080 (2%)
Nivel IX Beta-131033 Carbón 750±70 1370 -1380 1152-1328 (82.7%)
(3.3%) 1341-1396 (10.7%)
1226-1232 (5%) 1206-1299 (94.2%)
Nivel XI Beta - 256347 Hueso ovicáprido 750±40
1244-1284 (63.2%) 1370-1380 (1.2%)
Nivel XI Beta-131034 Carbón 920±70 1030-1168 (68.2%) 996-1252 (95.4%)
778-790 (1.7%)
809-815% (0.5%)
Levantamiento 3 Beta - 359511 Semilla de cebada 1120±30 893-970 (68.2%)
826-841 (1.4%)
862-994 (91.8%)
Dunas de 971-1048 (87.0%)
Maspalomas Levantamiento 5 Beta-350512 Semilla de haba 1015±30 990-1030 (68.2%) 1089-1122 (6.9%)
1138-1148 (1.5%)
714-744 (6.2%)
774-779 (3.4%)
Levantamiento 6 Beta-359513 Semilla de cebada 1200±30 765-895 (87.8%)
788-872 (64.8%)
928-940 (1.4%)
Tabla 14.1.  Dataciones radiocarbónicas convencionales obtenidas para los contextos analizados. Calibraciones realizadas con el
programa OxCal 4.3 y la curva de calibración IntCal13

mente para labores de preparación y almacena- dríguez-Rodríguez et alii, 2012). Aten-


miento de alimentos cárnicos y vegetales. En el diendo a sus características y a su cronología, los
practicado en el interior de la ermita también se niveles del contexto doméstico son comparables
documentaron varias estructuras de combustión a los recintos culinarios de Cueva Pintada, en
que se asocian a actividades domésticas vincula- Gáldar, y las fases de ocupación más recientes
das a la preparación de los alimentos. Las carac- de La Cerera. Por otra parte, coincide con los
terísticas del contexto indican que se trataba de últimos momentos de desarrollo de la cultura
un área de trabajo al aire libre. Esta circunstan- indígena, precisamente a los que se refieren las
cia sigue un modelo ya conocido (Martín de fuentes europeas.
Guzmán et alii, 1992), en el que estos espacios Desde el punto de vista geológico San Antón se
de cocina funcionarían de manera complementa- localiza en un área en la que predominan los mate-
ria a estructuras de habitación dentro de un gran riales volcánicos de composición geoquímica bá-
poblado, aunque los sondeos no exhumaron nin- sica y ultrabásica. Esto comprende las coladas es-
guna de esas estructuras. En este trabajo se anali- trombolianas del ciclo magmático plio-cuaternario
zan los niveles asociados a los hogares. post Roque Nublo sobre las que se asienta (basani-
De acuerdo a las dataciones radiocarbóni- tas, nefelinitas y basaltos principalmente, junto a
cas, los niveles analizados se datan entre los si- traquibasaltos subordinados) y afloramientos cer-
glos  xiii y xv, con la excepción de una fecha canos de basaltos fisurales alcalinos del ciclo I o
obtenida sobre un carbón sin determinar que Antiguo datados en el Mioceno. En la zona tam-
los retrotrae al siglo  x (Tabla 14.1) (Velasco bién afloran de manera aislada formaciones félsi-
Vázquez, Alberto Barroso, 2005; Ro- cas de edad miocena: coladas e ignimbritas fono-
258 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

Tipo Grupo Fábrica


Muestra Registro Técnicas
cerámico Químico petrográfica

PS1 PN.Z1.SN IIc GQ-SA SA01 XRF, XRD, LD, MEB


PS2 PS.NIIB.12 IIb SA02 XRF, XRD, LD
PS3 PS.NIII.T10.4 IIc SA03 XRF, XRD, LD
PS4 PS.NIID.4 IIb SA02 LD
PS5 PS.NIIB.11 Ib GQ-SA SA01 XRF, XRD, LD
SA1 SA.NIX.206 Ib GQ-SA SA01 XRF, XRD, LD
SA2 SA.NIX.292 IIb SA02 XRF, XRD, LD
SA3 SA.NX.271 IIb SA01 XRF, XRD, LD
SA4 SA.NIV.1 IIb SA01 LD
DM1 363-1 Ia DM01 LD
DM2 393-1 Ib DM02 LD
DM3 691-3 Ib DM01 LD
DM4 571 Ib DM02 LD
DM5 482 IIb DM01 XRF, XRD, LD
Tabla 14.2.  Muestras analizadas y resumen de resultados. Muestra = etiqueta análisis
arqueométrico, registro = referencia de registro original, Tipo cerámico = clasificación tipoló-
gica (Ia: recipiente de cocina abierto; Ib: recipiente de cocina restringido; IIb: manipulación de
alimentos, decorada; IIc: gran contenedor de almacenamiento).

líticas, riolíticas y traquítico riolíticas (Balcells, los depósitos actuales de arena y capas de con-
Barrera, Gómez, 1990a). glomerados aluviales cuaternarios, afloran mate-
En segundo lugar, se decidió analizar el con- riales de dos ciclos magmáticos diferentes. Emi-
junto cerámico procedente del yacimiento de Du- siones félsicas miocenas de carácter ignimbrítico
nas de Maspalomas (Martín Rodríguez, y lávico del Ciclo Antiguo, similares a las descri-
2012). El área donde se llevó a cabo la excava- tas anteriormente. Y brecha volcánica del ciclo
ción se corresponde con una de las acumulacio- Roque Nublo, formada por cenizas y pómez de
nes de material arqueológico que abundan en este composición fonolítica que incluyen fragmentos
campo de dunas. Los trabajos descubrieron, junto líticos de composición diversa. De manera me-
a evidencias malacológicas, óseas, líticas y cerámi- nos abundante, asociadas al mismo ciclo mag-
cas, los restos de una unidad de combustión, sin mático, también existen afloramientos de coladas
que estos restos pudieran asociarse a ningún tipo de composición basanítica y basáltica de la For-
de estructura de habitación estable. Este patrón mación El Tablero (Balcells, Barrera, Gó-
de ocupación ha sido identificado con un asenta- mez, 1990b).
miento temporal al aire libre destinado a la explo-
tación de los recursos de la zona. La cronología de
este espacio se incluye un arco temporal que va 2.2.  Métodos
entre los siglos viii y xi cal AD (Tabla 14.2) (Ro-
dríguez-Rodríguez et alii, 2012). La metodología de análisis ya ha sido descrita
Este contexto se ubica entre depósitos eólicos en detalle con anterioridad (del Pino Cur-
actuales que forman las dunas de Maspalomas. belo et alii, 2016), haremos aquí referencia a la
Cercanos al yacimiento, una vez se han superado misma de manera resumida.
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 259

GQ-SA (n = 3)
SA3 DM5 PS2 SA2 PS3
m s
Na2O (%) 4.88 0.27 4.88 3.79 4.57 4.01 3.19
MgO (%) 0.72 0.10 0.75 1.19 0.96 1.10 1.49
Al2O3 (%) 19.93 1.20 20.56 19.14 18.53 20.34 19.83
SiO2 (%) 61.42 1.03 61.14 61.48 60.70 60.06 60.50
P2O5 (%) 0.16 0.03 0.13 0.08 0.07 0.16 0.15
K2O (%) 4.94 0.20 4.81 5.02 5.00 4.27 3.45
CaO (%) 0.98 0.19 0.74 0.97 0.77 1.81 2.21
TiO2 (%) 1.04 0.08 1.02 1.19 1.32 1.25 1.47
V (ppm) 61 8 61 64 48 75 115
Cr (ppm) 20 1 6 38 2 13 57
MnO (%) 0.11 0.02 0.09 0.20 0.43 0.20 0.19
Fe2O3 (%) 5.58 0.39 5.65 6.69 7.26 6.55 7.15
Ni (ppm) 10 2 10 23 7 13 23
Cu (ppm) 1 0 3 7 1 1 22
Zn (ppm) 153 17 158 164 276 160 140
Ga (ppm) 35 1 37 35 48 38 29
Rb (ppm) 101 5 107 126 115 87 144
Sr (ppm) 93 6 73 144 80 160 1073
Y (ppm) 68 7 66 77 110 69 25
Zr (ppm) 1011 65 987 1079 1871 1102 523
Nb (ppm) 277 26 286 271 485 298 81
Ba (ppm) 115 10 72 171 192 231 1375
Ce (ppm) 328 8 357 375 566 352 112
Pb (ppm) 15 1 18 19 21 18 16
Th (ppm) 22 2 21 24 38 25 20
FP SA01-DM01 SA02-DM02 SA03
Tabla 14.3.  Media (m) y desviación estándar (s) de los valores del grupo GQ-SA y valores norma-
lizados de los individuos no clasificados ordenados según su correspondencia con las fábricas
petrográficas definidas (FP)

En primer lugar, los materiales fueron clasi- gicos representados y los tipos de pastas. Parte
ficados atendiendo a sus características macros- de cada muestra fue posteriormente moltu-
cópicas. Se estableció la relación existente entre rada y empleada para su caracterización quí-
los fragmentos y estos, o conjuntos de ellos, fue- mica (fluorescencia de rayos X, FRX) y minera-
ron clasificados tomando como referente los gru- lógica (difracción de rayos X, DRX), con el fin
pos funcionales y morfológicos establecidos pre- de obtener la información necesaria para llevar
viamente. Al mismo tiempo se llevaron a cabo las a cabo el análisis de proveniencia y una estima-
primeras observaciones en la pasta empleando una ción de las fases de cocción respectivamente.
lupa binocular. Otra fracción de cada individuo analizado se
En segundo lugar, se llevó a cabo un mues- empleó para la elaboración de láminas delgadas
treo estratificado de los individuos para su aná- (LD), que fueron estudiadas empleando un mi-
lisis instrumental a partir de los grupos tipoló- croscopio de luz transmitida. Se identificaron
260 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

y describieron los componentes de las fábricas En general las características del conjunto son
petrográficas 5 y su presencia fue cuantificada similares a las que se han apreciado en los otros
mediante conteo de puntos. En este caso la ca- grandes asentamientos costeros, con una amplia
racterización composicional de las inclusiones representación de fragmentos decorados mediante
se empleó para la determinación de posibles el aplique de almagre y, de manera minoritaria,
orígenes, mientras el análisis microtextural de mediante otras técnicas (n = 40). Asimismo, entre
las muestras fue empleado para obtener infor- los fragmentos decorados cabe destacar aquellos
mación de la tecnología cerámica. Además de que presentan las típicas composiciones geométri-
las técnicas mencionadas, un ejemplar fue ob- cas pintadas (n = 14), incisiones (n = 4) e impresio-
servado mediante Microscopía Electrónica de nes (n = 1).
Barrido para estimar su temperatura de coc- Debido a la elevada fragmentación del con-
ción. junto son pocos los individuos de los que puede
Cabe notar que por necesidades del protocolo realizarse una clasificación tipológica completa,
analítico no todos los individuos pudieron ser ana- incluyendo la morfología del vaso. Sin embargo,
lizados mediante todas las técnicas. Así pues, y de- como ya se ha observado, pueden establecerse di-
bido al peso mínimo necesario para llevar a cabo la ferencias entre grupos funcionales a partir de las
determinación de cada ejemplar, parte de los indivi- características tecnológicas del conjunto y de las
duos no pudieron ser caracterizados mediante FRX marcas de uso presentes. En este sentido, el ma-
y DRX. Esto es especialmente visible en el caso de terial publicado de La Cerera y Cueva Pintada
Dunas de Maspalomas, debido al alto nivel de frag- puede servir como referencia (del Pino Cur-
mentación. Por razones similares no se pudo llevar belo et alii, 2015, 2016).
a cabo el análisis cuantitativo de todas las muestras Si nos atenemos a la cerámica culinaria, esta
petrográficas de Maspalomas, debido al pequeño ta- está claramente presente en ambos sondeos.
maño de algunos de los fragmentos (tabla 14.3). Según la orientación de su borde los recipien-
tes de los que formaron parte estos fragmentos
pueden clasificarse como abiertos (subgrupo
3. El análisis arqueológico de los Ia, Fig.  14.2a, b) y cerrados, equivalentes al
conjuntos subgrupo Ib (Fig. 14.2c). Atendiendo a la orien-
tación de su borde los recipientes de los que
3.1.  San Antón
formaron parte estos fragmentos pueden cla-
sificarse como abiertos y cerrados. Como ocu-
En total 63 fragmentos del yacimiento de San
rría en La Cerera, estos vasos cuentan con un
Antón fueron estudiados macroscópicamente, 15
acabado interno pulido y un acabado externo
de ellos de la excavación en la antigua ermita de
variable, desde irregular hasta alisado. Existen
San Antón (SA) y 48 procedentes del depósito de
sin embargo algunas diferencias claras con res-
la Calle Sol (debido a la manera en que se desa-
pecto a los diseños conocidos. Destaca aquí la
rrollaron los trabajos arqueológicos durante esta
morfología, aparentemente esférica, de los va-
campaña, el material arqueológico fue organizado
sos cerrados, al igual que la presencia de de-
en perfiles norte, PN, y sur, PS). Una visión ge-
coración incisa en el borde de uno de los reci-
neral del repertorio cerámico recuperado puede
pientes abiertos. Aun así, la decoración sigue
verse en las figuras 14.3 y 14.4. En la mayoría de
siendo muy escasa.
los casos se trata de fragmentos que representan
Atendiendo a las dimensiones de algunos
elementos anatómicos aislados o perfiles incom-
fragmentos, y en especial en aquellos casos en
pletos. Los recipientes mejor conservados son de
los que se cuenta con un diámetro y elementos
pequeño tamaño, concentrados en la zona de la
morfológicos reconocibles, es probable tam-
ermita (Fig.  14.2e, g), y un posible ejemplar en el
bién que se cuente con grandes contenedo-
sondeo de 1998 (Fig. 14.2f).
res de almacenamiento, posiblemente en la er-
mita, y de manera clara en el sondeo de la calle
Sol. Se trata de bordes asociados a cuellos con-
5
  El término de fábrica petrográfica aplicada a estudios
cerámicos se refiere a clases de objetos definidas a partir de
vexos, generalmente sin decoración pintada, y
la disposición, tamaño, forma, frecuencia y composición de bases planas asociadas a paredes rectas de ten-
los componentes del cuerpo del vaso (Whitbread, 2016). dencia troncocónica invertida, como la parte
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 261

Figura 14.2.  San Antón. Ejemplos de fragmentos asignados a los diferentes grupos y subgrupos
definidos para la cerámica aborigen de Gran Canaria. Referencias en el texto (sección 3.1)

Figura 14.3.  Diagrama de barras. Frecuencia de tipos de fragmentos según las categorías de clasificación del estudio arqueológico y
el nivel arqueológico. Campaña San Antón 1998
262 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

Figura 14.4.  Diagrama de barras. Frecuencia de tipos de fragmentos según las categorías de clasificación del estudio arqueológico y
el nivel arqueológico. Campaña San Antón 1999

Figura 14.5.  Gráfico de uniformidad composicional medida con la entropía de la información (H2 y H2
%, su valor relativo), de los componentes retenidos. vt = variación total, t.i = traza de la matriz de cova-
rianzas de la transformación alr con el componente como divisor. Muestras empleadas procedentes de
Dunas de Maspalomas, San Antón y La Cerera
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 263

baja de los ovoides invertidos descritos en Gál- 3.2.  Dunas de Maspalomas


dar (Fig. 14.2d).
El resto de fragmentos presentan caracte- Debido al alto nivel de fragmentación presen-
rísticas diversas. Los vasos más completos, de tado por los materiales de este yacimiento, 6 se
menor tamaño, cuentan con acabados exter- optó por centrar el análisis en aquello fragmentos
nos buenos e internos menos cuidados. Se trata anatómicamente significativos (n = 6), que debido
de vasos con paredes muy gruesas, en especial a sus características fueron considerados parte de
en la zona de la base, lo que podría indicar que seis recipientes diferentes. En función de lo an-
fueron elaborados por modelado. De mayores terior, destaca que la mayoría de los vasos (n = 5)
dimensiones, dos recipientes carenados coin- corresponda a cerámica de cocina. Aunque no se
ciden ampliamente con materiales recuperados conservan vasos completos, la tipología de los bor-
en niveles recientes de Cueva Pintada, al me- des coincide con los patrones vistos en los yaci-
nos en lo que se refiere al acabado de sus su- mientos del Norte. Otras coincidencias radican en
perficies y a la técnica y composición decora- la ausencia de decoraciones y en el tratamiento de
tivas (Fig.  14.2b, 2l) (del Pino Curbelo et las superficies interna y externa, siguiendo el pa-
alii, 2015: figura 14.4.B y C). trón ya descrito. Por otra parte, el único recipiente
En el caso de fragmentos pintados sin una que no cuenta con atributos típicos de la cerámica
asignación morfológica clara, contamos con un de cocina es un pequeño vaso con superficies pu-
número elevado de bordes asociados a pared de lidas en el interior y el exterior, también sin deco-
tendencia cóncava con motivos pintados que ración. Diseños similares a este último han sido
pueden asociarse a más de una forma. Algo si- identificados tanto en Cueva Pintada como en La
milar ocurre con fondos (Fig.  14.2k). Y algún Cerera, incluidos dentro del subgrupo IIb, desti-
ejemplar sin decoración, de pequeño tamaño nado al consumo de alimentos (DEL PINO CUR-
similar a los recipientes ovoides de pequeño ta- BELO, RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ 2017).
maño (del Pino Curbelo, 2014). Posible- Debido al tamaño de los individuos recuperados
mente estos fragmentos, asociados a superfi- únicamente se pudieron analizar cinco fragmentos,
cies externas bruñidas y alisadas, pertenecen de los que solo uno resultó suficiente para la carac-
a lo que ha sido definido como subgrupo  IIb, terización mineralógica, petrográfica y química.
cuya morfología es variada. Estamos casi segu-
ros de que a este subgrupo también se corres- 4.  Análisis arqueométrico
ponden los fragmentos anatómicamente no
significativos que exhiben composiciones de- 4.1-  Análisis químico
corativas complejas, presentes en todos los es-
pacios (Fig.  14.l, 14j). Esto apoyaría la elevada Los resultados del análisis químico por FRX
importancia en este yacimiento de actividades corresponden a un caso especial del espacio pro-
relacionadas con la preparación y el consumo yectivo d+1-dimensional de puntos proyectados
de alimentos. en el símplex Sd, en el que los puntos quedan re-
Atendiendo a las diferencias funcionales in- presentados por coordenadas homogéneas que
dicadas, se muestrearon nueve individuos. Así, tienen una suma constante k (k ∈ R+),
se eligieron ejemplares de cerámica de cocina;
de grandes contenedores, y de individuos asi- x = [x1, ..., xd, xd+1] | xi ≥ 0 (i = 1, ..., d, d+1), x1 + … +
milables también al subgrupo IIb. Este mues- + xd + xd+1 = k,
treo permitiría contrastar la relación existente
entre estos grupos funcionales y las cadenas (en este caso, k  =  100), el espacio vectorial de
operativas desarrolladas, así como establecer la los puntos proyectivos es el ortante positivo R+
relación entre las materias primas empleadas y
el entorno geológico del asentamiento. 6
  De acuerdo con la clasificación realizada durante el es-
tudio arqueológico, únicamente nueve fragmentos tenían un
eje longitudinal de entre 4 cm y 6 cm, siendo todos los demás
menores. En aquel trabajo se consideró que estos fragmentos
no podían ser parte del estudio debido a la incertidumbre de
su clasificación tecnológica y funcional, además de la imposi-
bilidad de ser empleados para el análisis instrumental.
264 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

y estos puntos y sus proyecciones en el símplex donde Sd es el símplex d-dimensional y g(x) es la


siguen un modelo multiplicativo con una mé- media geométrica de todos los d + 1 componen-
trica de intervalos logarítmicos (Aitchison tes de x (Aitchison, 1986; Buxeda i Garri-
2005; Barceló-Vidal et alii, 2001; Buxeda gós, 1999).
i Garrigós, 2008). Debido a ello, para su tra- Algunas concentraciones elementales no han
tamiento estadístico los datos obtenidos han sido sido tenidas en cuenta para el análisis estadístico.
transformados utilizando la transformación alr Es el caso del Sn y Mo, debido a que suelen ser
en logaritmos de razones, según: muy bajas, fuera de los límites de regresión, cau-
sando indeterminaciones e imprecisiones analíti-
x
x !Sd ! y = log !# d $& 'R d (1) cas. Tampoco se han contemplado las de W y Co
" x d+1 % por posibles contaminaciones durante la prepara-

ción de las muestras. Ni las de P2O5 por su sensi-
donde Sd es el símplex d-dimensional, xd = [x1, ..., xd], bilidad a las alteraciones postdeposicionales. Por
o la transformación clr en logaritmos de razones último, tampoco se ha incluido en los cálculos la
centrada según pérdida al fuego. Para el tratamiento estadístico
se empleó el lenguaje y software informático R
x $
x !Sd ! z = log !# 'R d+1 (2) (R Core Team 2014).
" g(x) &%

Figura 14.6.  Dendrograma elaborado a partir del análisis clúster de la subcomposición retenida para el análisis estadístico (trans-
formación clr). Grupos indicados para el yacimiento de La Cerera según resultados expuestos en del Pino Curbelo et alii, 2016.
Etiquetas explicadas en el texto
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 265

Fábrica Color matriz Actividad Granulometría


Componentes Empaquetamiento Inclusiones (proporción media)
petrográfica (NP) óptica (mm)

Predominante: minerales félsicos (feldespato alcalino,


menor medida plagioclasa)
Feldespato Media:0.38 Frecuente: Fragmento de roca traquítica (feldespato al-
SA1, SA3,
alcalino y Anaranjado- Moda: 0.05 calino, egirina, pasta vítrea color marrón)
SA4, PS1, A Cerrado
traquita amarillento Mín.: 0.05
PS5 Muy escasos: minerales ferromagnesianos (egirina)
(SA01) Máx.: 4.4
Raro: vidrio volcánico. Titanita
Muy raro: fragmento de roca básica
Dominante: fragmento de roca félsica (fragmentos de
lava: feldespato alcalino, plagioclasa, egirina, vidrio vol-
cánico, opacos, titanita y apatito, grado de cristalinidad
variable, texturas traquítica, afieltrada, y porfídica con
fenocristales de feldespato alcalino y clinoanfíbol; al-
Rocas gunos fragmentos ignimbríticos, textura bandeada, for-
Media: 0.56
félsicas y mados por feldespato alcalino y vidrio volcánico, flamas
SA2, PS2 y Cerrado a Mo: 0.18
feldespato Anaranjado A cineríticas, textura vacuolar con vacuolas alargadas)
PS4 espaciado simple Mín.: 0.05
alcalino Escaso: vidrio volcánico (mesostasis de los fragmentos
Máx.: 1.93
(SA02) de roca félsica). Minerales félsicos (feldespato alcalino
y plagioclasa)
Muy escaso: minerales ferromagnesianos (egirina, au-
gita, kaersturita?, biotita)
Raro: fragmento de roca básica, titanita y apatito
Predominante: fragmento roca félsica (textura porfí-
dica, fenocristales de augita y egirina, frecuentemente
zonados, sodalita-haüyna, kaersturita rodeada por una
corona de opacos, titanita y posiblemente nefelina.
Mesostasis fluidal formada por microlitos, opacos y
Media: 0.57 pasta vítrea. En ocasiones textura vacuolar. Grado de
Tefrita-
Mo: 0.13 cristalinidad variable
fonolita PS3 Anaranjado A Espaciado simple
Mín.: 0.05 Escaso: minerales félsicos (feldespato alcalino, plagio-
(SA03)
Máx.: 1.05 clasa, sodalita-haüyna). Vidrio volcánico (mesostasis de
fragmentos de roca)
Muy escaso: minerales ferromagnesianos (egirina,
kaersturita?, biotita)
Raro: apatito. Titanita
Dominante: fragmentos de roca félsica (textura porfí-
dica, fenocristales de feldespato alcalino y nefelina, ma-
Feldespato Media: 0.49 triz microlítica contiene egirina, opacos, nefelina, tita-
Anaranjado- nita y vidrio volcánico)
alcalino y DM1, DM3, Cerrado a Mo: 0.05
marrón A
traquita DM5 espaciado simple Mínimo: 0.05 Frecuente: minerales félsicos (feldespato alcalino, pla-
oscuro
(DM01) Máx.: 2.65 gioclasa y nefelina)
Raro: minerales ferromagnesianos (egirina y minera-
les opacos)
Dominante: fragmento de roca félsica (diferente grado
de cristalinidad, texturas fluidal-afieltrada, a veces por-
fídica con fenocristales de feldespato alcalino y mesos-
tasis microlítica, conteniendo egirina, vidrio volcánico y
Rocas
Media: 0.65 opacos; textura fluidal
félsicas y Amarillento-
Cerrado a Mo: 0.1 Frecuente: feldespato alcalino y posiblemente plagio-
feldespato DM2, DM4 marrón A
espaciado simple Mín.: 0.05 clasa
alcalino oscuro
Máx.: 2.15
(DM02) Escaso: vidrio volcánico (mesostásis fragmentos de
roca)
Raros: minerales ferromagnesianos (egirina, clinoanfí-
bol o biotita)
Tabla 14.4.  Resumen de características de las fábricas petrográficas definidas en cada yacimiento. SA = San Antón, DM = Dunas de Maspalo-
mas, A = matriz activa
266 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

Figura 14.7.  Graficos bivariantes. Superior. Izquierda: comparación valores τ.i y la varianza de los valores en transformación alr em-
pleando el Cu como divisor. Derecha: comparación de valores transformados (clr) de componentes Sr y Cr. Inferior: Biplots resultantes
de la descomposición en valores singulares de la subcomposición Na2O, MgO, Al2O3, SiO2, K2O, CaO, TiO2, V, Cr, MnO, Fe2O3, Ni, Zn,
Ga, Rb, Sr, Y, Zr, Nb, Ba, Ce, Pb y Th con transformación clr con doble centrado. Izquierda: biplot de covarianza. Derecha: biplot de
forma

Atendiendo a los objetivos propuestos para rrigós, 2008). En dicho gráfico se recoge la va-
este trabajo y el tamaño de la muestra dispo- riabilidad total del conjunto (vt = 4,52) que debe
nible al análisis de proveniencia se añadieron ser considerado muy alto y propio de conjun-
los datos de la caracterización de 46 individuos tos con más de un origen (Buxeda i Garri-
procedentes del yacimiento de La Cerera. Es- gós, Kilikoglou, 2003). En el mismo gráfico
tos resultados y su interpretación han sido ya se puede ver cómo los elementos que aportan
dados a conocer (del Pino Curbelo et alii, una mayor variabilidad al conjunto son Cr (vt/
2016). t.i  =  0,25), Cu (vt/t.i  =  0,25) y Sr (vt/t.i  =  0,22).
En primer lugar, elaboramos la matriz de va- Atendiendo a los valores normalizados (ta-
riabilidad composicional, estos datos aparecen bla 14.4), en todos los casos se trata de pastas no
representados en la figura 14.5 (Buxeda i Ga- calcáreas (CaO < 5%-6%).
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 267

A partir de los datos transformados (clr) se resto, con una posición intermedia de Fe2O3, un
llevó a cabo un análisis de conglomerados em- comportamiento similar para estos componen-
pleando el método del centroide y la distancia tes se puede observar en el gráfico elaborado a
euclidiana al cuadrado sobre la subcomposición partir de los valores τ.i (la suma de la varianza
Na2O, MgO, Al2O3, SiO2, K2O, CaO, TiO2, V, Cr, de cada una de las columnas de la matriz de va-
MnO, Fe2O3, Ni, Zn, Ga, Rb, Sr, Y, Zr, Nb, Ba, Ce, riabilidad composicional, es decir, la diagonal
Pb y Th. El resultado del mismo ha sido represen- de la matriz de varianzas-covarianzas utilizando
tado en un dendrograma (Fig. 14.6). En el mismo el componente i como divisor en la transforma-
aparecen indicadas las referencias a los grupos ción alr) y la varianza de los valores en transfor-
explicados en detalle en otro lugar para el yaci- mación alr empleando el Cu como el divisor de
miento de La Cerera (del Pino Curbelo et los individuos analizados (Fig. 14.7, superior iz-
alii, 2016). Los grupos químicos A y B definidos quierda).
en aquel trabajo aparecen aquí inalterados (GQ-A Siguiendo el orden del dendrograma, los in-
y GQ-B), mientras que los GQ-C y GQ-D presen- dividuos de la zona I muestran una elevada he-
tan ciertas diferencias en su distribución. En este terogeneidad, representada por puntos de fusión
caso, aquellas muestras que formaban parte de situados a distancias ultranuméricas elevadas.
estos grupos, y cuyo punto de fusión se localizaba De igual manera estos individuos se encuentran
a distancias ultranuméricas mayores, aparecen dispersos en el biplot de forma. En general, estas
distanciadas del grueso de estos grupos. Los in- muestras se caracterizan por altos contenidos en
dividuos de la fase de ocupación más antigua de los componentes transformados Na2O, K2O, SiO2,
este yacimiento no aparecen asociadas a ninguna Nb, Zr, Y y Ce, junto a bajas concentraciones de
agrupación, replicando un comportamiento que los componentes transformados TiO2, CaO, Ba,
ya se había percibido anteriormente. Sr y V, a estos últimos se le pueden relacionar va-
Para simplificar la descripción de este gráfico lores en general bajos de los componentes trans-
se han diferenciado tres zonas en el mismo, eti- formados MgO, Cu, Ni y Cr. Esta relación entre
quetadas con números romanos: I (siguiendo el la posición de los individuos y la tendencia de los
orden del dendrograma incluye individuos entre elementos determinados puede verse en el biplot
PS2 y SA1, ambas incluidas), II (CER46-CER48) y de covarianza. De entre estas, las únicas mues-
III (CER1-CER36). Una observación general de la tras con similitud entre ellas son PS1, PS5 y SA1
estructura del dendrograma revela una clara di- (GQ-SA), destacando sobre todo su similitud en
ferencia entre la mayoría de las muestras proce- contenido en Sr y Cr. Esta relación se ve más cla-
dentes de la mitad meridional de la isla (Dunas de ramente en el grafico bivariante que compara,
Maspalomas y San Antón) y las recuperadas en el precisamente, las concentraciones transforma-
yacimiento de La Cerera. Solo un individuo pro- das (clr) de Sr y Cr, dos de los elementos que in-
cedente de San Antón (PS3) muestra una afinidad troducen una mayor variabilidad en el conjunto
mayor con respecto a los materiales del norte. Lo (Fig. 14.7, superior derecha).
que permite apuntar a orígenes composicional- En las zonas II y III se encuentran todas las
mente diferentes. muestras de La Cerera. En concreto, en la zona II,
Con el fin de determinar la relación entre las GQ-A y GQ-B de aquel yacimiento se distin-
muestras analizadas, representadas en el den- guen por su alto contenido en los componentes
drograma, y los componentes determinados, se transformados Fe2O3, TiO2, MgO, CaO, V, Cu,
elaboraron biplots a partir de la descomposición Ni y Cr, también gracias a su elevada homoge-
en valores singulares de los datos transforma- neidad. Al contrario, GQ-C y GQ-D, que habían
dos (clr) y doble centrado, sustrayendo a cada sido definidos en el trabajo anterior, son más he-
valor la media de su columna (Fig. 14.7, inferior terogéneos y aparecen aquí divididos. Como se
izquierda e inferior derecha) (Aitchison, puede observar, si bien siguen presentando una
Greenacre, 2002; Greenacre, 2010; van clara afinidad composicional, las muestras CER3,
den Boogaart, Tolosana-Delgado, CER4 y CER16 por un lado, y las CER37, CER12
2013). La varianza explicada en este caso es alta y CER32 por el otro (junto a CER41, que muestra
(VE  =  85,05%). El primer componente muestra una posición intermedia), no aparecen vinculadas
la oposición entre los componentes transfor- de manera tan clara a sus grupos composiciona-
mados Cr, Ni, MgO, TiO, V, CaO, Ba y Sr del les anteriores.
268 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

Los individuos sin asignación del conjunto


tienen una composición diversa. En el biplot de
forma DM5 parece ser el individuo de la zona I
que menor parecido guarda con el resto, esto pa-
rece deberse a las concentraciones de los elemen-
tos más variables. El resto de individuos sin asig-
nación presenta importantes diferencias en el
contenido de diversos elementos, a pesar de ello,
guardan mayor similitud entre sí que con res-
pecto al resto de muestras. En la zona II CER46 es
similar a GQ-A y GQ-B de La Cerera, que son re-
lativamente homogéneos. No es posible descartar
que su mayor distancia en términos composicio-
nales no pueda deberse a la variabilidad natural
de uno de estos grupos, pues petrográficamente
no es distinguible de los componentes del GQ-B.
En la zona III los individuos sin asignación mues-
tran una composición diversa. Aquellos que for-
maban parte de GQ-C presentan un patrón co-
mún con los individuos de este grupo, con altas
proporciones de Al2O3, Ba, Rb y Sr. Mientras que
aquellas que formaban parte de GQ-D persisten
con concentraciones relativamente bajas de TiO2,
MgO, CaO, Sr, y relativamente altas de K 2O y
SiO2. A pesar de su similitud composicional, PS3
muestra significativas diferencias en las concen-
traciones de estos elementos índice.
Los individuos localizados en el extremo de-
recho del dendrograma, CER2, CER15 y CER36
muestran similitudes entre sí en las elevadas con-
centraciones de K2O y SiO2, así como en su bajo
contenido en Fe2O3 y elementos afines, aseme-
jándose a la composición de los individuos de la
zona  I, pero con concentraciones sensiblemente
menores de elementos transformados como el
Th, Nb, Zr, Ce y Ga. Estos individuos se encuen-
tran en una posición intermedia entre el grueso
de los de la zona III y los de la zona I en el biplot
de forma.

Figura 14.8.  Micrografías de representantes de las fábricas 4.2.  Análisis petrográfico


petrográficas SA01 y DM01. PPL

Se han podido diferenciar tres fábricas petro-


gráficas en San Antón y dos en Dunas de Maspa-
lomas, existiendo cierta relación entre ellas. Un
resumen de sus características puede encontrarse
La zona III del dendrograma es la que com- en la tabla 14.5.
prende un mayor número de individuos, inclu- La mayoría de los ejemplares de San Antón
yendo GQ-C y GQ-D, e individuos sin asigna- forman parte de la misma fábrica petrográfica
ción. Solo uno de ellos procede del sur de la isla (SA01, Fig.  14.8), compuesta mayoritariamente
(PS3) y no forma parte de ningún grupo. por inclusiones monominerales de feldespato al-
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 269

Total
Muestras RMF RFS FM MFS V Otros Matriz Hueco TF Fábrica
puntos
SA1 0,0 26,2 1,6 31,0 1,1 0,0 33,7   6,4 0,0 187
SA3 0,8 12,3 0,8 32,4 0,0 1,9 49,0   2,7 0,2 263
SA4 0,0 23,7 0,8 24,6 0,0 0,0 45,8   5,1 0,0 118 SA01
PS1 0,0 14,0 2,0 35,7 0,3 0,3 40,3   6,3 1,0 300
PS5 0,0 25,4 1,5 28,9 0,0 1,5 36,2   5,8 0,7 270
SA2 0,0 23,1 2,6   3,9 7,7 0,6 56,1   3,9 1,9 155
PS2 0,0 30,3 0,4   3,4 4,5 0,0 50,0 10,2 1,1 264 SA02
PS4 1,9 21,3 2,6   3,9 7,7 0,6 56,1   3,9 1,9 155
PS3 0,0 21,2 1,3   2,4 1,7 0,3 64,6   6,1 2,4 297 SA03
DM1 0,0 28,1 0,6 18,6 0,0 0,0 46,7   4,2 1,8 167
DM01
DM5 0,0 18,2 0,0 21,5 0,0 0,8 56,2   2,5 0,8 167
DM2 0,0 16,5 0,8 18,2 2,5 0,0 52,9   7,4 1,7 121
DM02
DM4 0,0 33,3 0,0 11,1 3,7 0,0 45,9   5,9 0,0 135
Tabla 14.5.  Resultado de análisis modal de las láminas delgadas. Se muestran los porcentajes obtenidos para las categorías
cuantificadas y el total de identificaciones (puntos) por lámina. RMF = fragmento de roca máfica, RFS = fragmento de roca félsica,
FM = mineral ferromagnesiano, MFS = mineral félsico, V = vidrio volcánico, TF = inclusión arcillosa

calino de hábito prismático (posiblemente anor-


toclasa), y un porcentaje menor de fragmentos de
roca traquítica formada por este mismo mineral,
con cantidades subordinadas de clinopiroxeno
sódico y pasta vítrea de color pardo. Esta fábrica
comprende las muestras que aparecen agrupadas
en la zona I (PS1, PS5 y SA1) y el individuo SA3,
que no aparece asignado a ninguna agrupación
química. A esto hay que sumar el individuo no
analizado mediante geoquímica SA4. Este con-
junto muestra a su vez una importante similitud
con las muestras de Dunas de Maspalomas DM1,
DM5, de las que solo DM5 pudo ser caracteri-
zada por FRX (fábrica DM01). Otra muestra, que
debido a su tamaño solo pudo ser empleada para
observaciones cualitativas (DM3), mostró tam-
bién importantes similitudes con estos ejempla-
res. Esta es también, por tanto, la fábrica mayori-
taria en este segundo yacimiento. Las diferencias
entre las muestras de uno y otro enclave se en-
cuentran en minerales accesorios y su granulo-
metría, cuyas distribuciones puede ser irregula-
res en un mismo afloramiento y en los depósitos
aluviales generados a partir de ellos dentro del
sistema de barrancos radiales de la isla. Aun así,
puede considerarse que la fábrica es relativa-
mente homogénea, en la que predominan inclu-
siones de tamaño limo-arena fina, existiendo pe- Figura 14.9.  Micrografías de representantes de las fábricas
queñas variaciones composicionales y texturales. petrográficas SA02 y DM02. PPL
270 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

caracterizada por FRX) (Fig. 14.9). Los dos indivi-


duos incluidos en el análisis por FRX (PS2 y SA2)
no pudieron asignarse a ningún grupo químico.
En este caso, las inclusiones mayoritarias las for-
man fragmentos de roca de composición félsica
con diferentes grados de cristalinidad, encontrán-
dose variedades porfídicas más cristalinas y otras
de textura afieltrada. Atendiendo a los resultados
del conteo de puntos se trata, sin embargo, de
una fábrica relativamente homogénea. Las dife-
rencias internas halladas no han sido considera-
das necesariamente significativas, debido a que se
refieren a discrepancias en la proporción de ele-
mentos como el vidrio volcánico o algunos mine-
rales máficos. Estas discrepancias pueden deberse
a orígenes diferentes, pero también a las catego-
rías empleadas en la cuantificación y a la manera

Figura 14.10.  Micrografías de representantes de la fábrica


petrográfica SA03 y un ejemplar del yacimiento de La Cerera.
PPL

Debido al reducido número de muestras esta va-


riabilidad es difícilmente interpretable.
La segunda fábrica petrográfica está igual-
mente presente en San Antón (fábrica SA02,
muestras SA2, PS2 y PS4, esta última no anali-
zada mediante FRX) y Dunas de Maspalomas Figura 14.11.  Difractogramas de representantes de los grupos
(fábrica DM02, muestras DM2 y DM4, ninguna químicos y fábricas petrográficas definidos en el texto
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 271

en que fueron cuantificadas. En el caso del vidrio de la fábrica petrográfica DM01. Estas diferen-
volcánico, esta discrepancia podría deberse a que cias químicas son mayores dentro de las fábri-
los fragmentos de vidrio formasen originalmente cas petrográficas SA02 y DM02, mostrando una
parte de la mesostasis de los fragmentos de roca mayor diferenciación, aunque puedan compartir
félsica, algo que no pudo comprobarse en todos aportes geológicamente similares. Finalmente,
los casos. Igualmente, en lo que respecta a los se puede observar claramente como el individuo
minerales ferromagnesianos, en concreto a los PS3, de la fábrica petrográfica SA03, representa
ejemplares de clinoanfíbol, estos han sido halla- concentraciones químicas significativamente di-
dos tanto como inclusiones monominerales como ferentes respecto de los individuos y fábricas an-
parte de los fragmentos de roca, con lo que serían teriores, especialmente por las bajas concentra-
contabilizados de manera diferente en cada caso. ciones en Zr, Nb o Ce en contraposición a las
A diferencia de la fábrica anterior, las inclusiones altas que muestra en Sr y Ba, sugiriendo una re-
de tamaño medio y grueso (0,25 mm-1 mm) son lación con materiales de origen completamente
frecuentes. diferente.
Una tercera fábrica aparece aquí representada
únicamente por PS3 (SA03), por lo tanto, ausente
en Dunas de Maspalomas (Fig. 14.10). Las inclu- 4.3.  Análisis mineralógico
siones más frecuentes en esta muestra han sido
identificadas como fragmentos de tefrita-fonolita, Los resultados mineralógicos se corresponden
generalmente de textura porfídica, donde destaca con las observaciones petrográficas realizadas. En
la presencia de fenocristales de feldespatoides de todos los individuos se han identificado varieda-
la familia de la sodalita, que en ocasiones presen- des de feldespato alcalino, de clinopiroxeno y mi-
tan tonos azulados (posiblemente haüyna), y de nerales de arcilla (Fig. 14.11). Siendo en la mayoría
titanita. Las inclusiones monominerales son mu- de los casos el feldespato alcalino la fase mine-
cho menos frecuentes que las de fragmentos de ral principal, salvo en PS3, donde lo es el cuarzo.
roca en esta lámina. Como en el resto de las fá- Además de en PS3 los picos de cuarzo solo se
bricas analizadas, las fracciones fina y media son aprecian de manera definida en DM5, lo que su-
las más abundantes, aunque en este caso presen- pone una importante diferencia con respecto a la
tan una ligera tendencia bimodal. Aun así, no se mineralogía de las muestras procedentes de Agüi-
apreciaron diferencias composicionales o morfo- mes, de las que solo SA2 cuenta con posibles tra-
logías típicas de procesos de adición intencional zas. Otras diferencias en la mineralogía de PS3 la
de desgrasantes. representan la presencia de plagioclasa y hemati-
De las fábricas identificadas en los yacimien- tes, ausentes en el resto del conjunto.
tos meridionales, solo las PS3 es similar a una En lo que respecta a la tecnología, todas las
de las fábricas de La Cerera, con la que se re- muestras presentan perfiles típicos de cerámi-
laciona también químicamente (GQ-C) y en la cas cocidas a temperaturas relativamente bajas,
que son abundantes fragmentos de roca tefri- estando presentes en todos los casos los picos
ta-fonolita. En general, la mineralogía de PS3 de minerales de arcilla (illita-moscovita), con in-
es compatible con la de las muestras de Arucas, tensidad variable. Estos resultados indican que,
en especial por la presencia de fenocristales de en cualquier caso, no se ha producido una vi-
sodalita-haüyna, si bien se aprecian algunas di- trificación total de la matriz y sus componen-
ferencias, como la presencia de fenocristales de tes mantienen su estructura cristalina, ya que la
titanita, que están ausentes en Arucas como ta- desaparición total de la illita se produce aproxi-
les. Aunque la distribución de minerales acce- madamente a 950 ºC (Jornet, 1983). Por ejem-
sorios no es siempre significativa, estas discre- plo, la PS1 (GQ-SA), para la que sí que conta-
pancias se suman a las ya observadas durante el mos con observaciones mciroestructurales, es de
análisis químico. no vitrificación, con una temperatura de cocción
En la tabla 14.4 se puede observar, además, la equivalente que se puede estimar como inferior a
similitud química entre el grupo GQ-SA y el in- 800 ºC.
dividuo SA3, no clasificado, de la misma fábrica Los resultados obtenidos en Dunas de Maspa-
petrográfica SA01, mientras también se obser- lomas y San Antón concuerdan con lo apreciado
van mayores diferencias con el individuo DM5, anteriormente en La Cerera, con cocciones a baja
272 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

temperatura, posiblemente en estructuras abiertas formas características de este periodo, como los
y con una exposición directa al fuego, donde pue- recipientes amplios y bajos, o las formas care-
den llegar a producirse gradientes de temperatura nadas, es remarcable en algunos casos. Una mi-
y, de manera puntual, procesos de cocción rápida rada más detallada al repertorio cerámico, no
a alta temperatura y vitrificación incompleta. obstante, nos permite percibir importantes par-
ticularidades en la cerámica de este yacimiento,
referidas a la tipología de los recipientes y a su
5.  Discusión distribución espacial.
Las singularidades tipológicas más claras
En el presente trabajo se ha llevado a cabo la se encuentran en el diseño de los recipientes
caracterización tipológica e instrumental de los de cocina. Por una parte, el empleo de técni-
materiales cerámicos recuperados en los yaci- cas plásticas como la incisión en la decoración
mientos de San Antón y Dunas de Maspalomas. de vasos abiertos, si bien resulta una diferencia
Los resultados han mostrado discrepancias en la menor, no deja de ser cierto que no había sido
morfología de los conjuntos. Por el contrario, las identificada en ningún otro asentamiento hasta
fábricas petrográficas de estos dos enclaves mues- el momento (del Pino Curbelo, 2014). Por
tran una elevada similitud. otra, la presencia de formas simples y restringi-
Por lo que respecta a las discrepancias tipo- das de tendencia esférica, tampoco había sido
lógicas, estas podrían estar más vinculadas a la registrada anteriormente entre la cerámica cu-
cronología de los materiales y a la función del linaria. Esta ausencia de paralelos en otros con-
espacio que a su ubicación en el territorio insu- textos no parece casual en ninguno de los dos
lar. De momento, el único contexto con una cro- casos, pues la cerámica culinaria es relativa-
nología comparable a las fechas más antiguas de mente abundante en otros asentamientos, ex-
Dunas de Maspalomas, y para el que contamos hibiendo en aquellos una elevada homogenei-
con un estudio cerámico detallado, es la fase más dad. A esto se puede añadir que, como hemos
antigua de la cueva de La Cerera (Beta-302329, señalado más arriba, dichos paralelos sí que han
1410  ±  30  cal  14C BP, Rodríguez-Rodrí- sido detectados en la cerámica decorada, por lo
guez et alii, 2012). De manera coincidente, en que no descartamos que esta contradicción esté
ambos recintos la cerámica culinaria representa expresando aquí algún tipo de identidad terri-
una parte importante del total, acompañada de torial o grupal.
pequeños recipientes destinados al consumo de Con todas las cautelas, debido al volumen
alimentos. En La Cerera, además, se identificó de materiales referido y las características del
un posible contenedor de tamaño medio cuyo depósito, la ausencia de estos modelos en Du-
hallazgo ponemos en relación a un modelo de nas de Maspalomas también podría ser signifi-
ocupación estable y a su funcionamiento com- cativa. Este hecho podría explicarse bien por la
plementario a otras estructuras dentro de un po- pertenencia de sus ocupantes a un grupo iden-
blado. titario diferente al de los habitantes de San An-
A pesar de las evidentes diferencias en la can- tón, bien porque estas demarcaciones no se
tidad de material recuperado, los resultados de viesen reflejadas en las producciones cerámi-
San Antón coinciden, a grandes rasgos, con los cas hasta momentos avanzados de la ocupación
obtenidos en otros grandes asentamientos coste- prehispánica. Dada la falta de estudios compa-
ros, en concreto a aquellos procedentes de niveles rables no parece posible discernir entre una u
datados a partir de los siglos x-xi AD (del Pino otra opción, a pesar de ello, creemos que am-
Curbelo et alii, 2015, 2016; Navarro Me- bas explicaciones son compatibles con los im-
deros, 1990). Nos referimos con esto a la am- portantes cambios sociales y económicos que
plia representación de recipientes del grupo  IIb, se han percibido en el registro arqueológico. En
de pequeño (entre 0,1 l y 0,3 l, vid. del Pino consecuencia, y aunque es necesario aumentar
Curbelo, 2014) y mediano formato (que rara- el número de contextos analizados para poder
mente superan los 13 l), frente a las menores pro- confirmar esta hipótesis, estas diferencias dia-
porciones de los recipientes de cocina y los gran- crónicas nos llevan a cuestionar la longevidad
des contenedores de almacenamiento. De hecho, de las grandes unidades políticas descritas en
y como ya se ha indicado, la similitud de algunas las fuentes europeas.
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 273

En segundo lugar, la presencia de grandes bas entre los siglos xv y xvi (del Pino Cur-
contenedores de almacenamiento en los niveles belo et alii, 2015). De nuevo en un contexto
más recientes de San Antón es sin duda relevante que presenta excelentes condiciones de conserva-
para comprender la manera en que era gestio- ción. Este hecho, unido a la ausencia de estos va-
nada la vida interna del poblado. Como se había sos en los recintos culinarios de Arucas o Gáldar
avanzado, funcionalmente este recinto se asimila nos lleva a considerar de nuevo que no fueron es-
tanto a los contextos culinarios de Cueva Pintada, pacios en los que se llevase a la cabo el almacena-
en Gáldar, como a los dos episodios de ocupación miento de los alimentos, quizás precisamente por
más recientes de la cueva de La Cerera. ese acceso compartido a los recintos entre unida-
Si atendemos los ejemplos galdenses, los me- des familiares que no debían hacer un uso solida-
jor conocidos hasta la fecha, es muy posible que rio de sus reservas de comida. Si bien la estructura
estos espacios fueran compartidos entre varias de habitación número 12, la mejor conocida a es-
estructuras domésticas. En efecto, en los casos en tos efectos, no es estrictamente contemporánea a
los que han podido ser estudiados, estas estructu- los espacios de cocina estudiados hasta ahora.
ras han contenido diversos ejemplos de cerámi- Esta manera de limitar el acceso a los alimen-
cas destinadas tanto a la preparación y consumo tos almacenados estaría en sintonía con las di-
de alimentos, como a la provisión de pequeñas ferencias en la propiedad y derecho de acceso a
cantidades de comida o su acarreo entre estruc- la tierra y otros recursos naturales conocidos ar-
turas. Una constante en todos ellos ha sido, por queológica y documentalmente. En este sentido,
el contrario, que los restos de grandes contene- esta gestión del espacio y de los bienes en el in-
dores de almacenamiento hayan estado ausen- terior de los poblados no sería más que la puesta
tes (del Pino Curbelo, 2014). Este hecho es en marcha de los mecanismos de reproducción
relevante, ya que estos espacios presentan unas social que garantizarían y justificarían el acceso
condiciones de conservación sobresalientes. Los privilegiado de ciertos grupos a los bienes pro-
niveles estudiados fueron producidos por el in- ducidos por la comunidad y a su administración.
cendio de estos espacios, que ha sido puesto en Un acceso diferencial a recursos básicos como el
relación con el abandono fortuito del poblado en grano, que muy posiblemente se almacenase en
torno al siglo x (Martín de Guzmán et alii, vasos de este tipo, favorecería el mantenimiento
1992; Onrubia Pintado, 2003). Atendiendo de aquellas redes de distribución que permiti-
a la función de los recipientes, esto indicaría que rían naturalizar la existencia de diferencias en
al menos en el momento de su abandono dichos el campo social, del mismo modo que ocurriría
espacios no fueron empleados para el almacena- con las actividades comunales de consumo de ali-
miento de alimentos. mentos mencionadas en las fuentes etnohistóri-
Si bien el nivel de conservación no es tan cas (González Antón, Tejera Gaspar,
bueno, algo similar ocurre en La Cerera. El re- 1981). Sin ir más lejos, la titularidad de los bienes
cinto se asocia a, al menos, dos estructuras exen- almacenados otorgaría un papel crucial a ciertos
tas localizadas a la entrada de la cueva. El regis- sectores de la sociedad aborigen en la subsisten-
tro cerámico, a su vez, está formado por cerámica cia a largo plazo del grupo, especialmente en épo-
culinaria junto a recipientes destinados a la pre- cas de carestía, tal y como se ha visto ya en los
sentación y consumo de los alimentos. Del abun- grandes graneros colectivos (Morales et alii,
dante registro del yacimiento solo dos fragmen- 2014). Con esto se crearían relaciones de depen-
tos fueron asociados a grandes contenedores, y dencia que garantizarían el mantenimiento de las
dado su estado de conservación no descartamos posiciones asimétricas y el derecho de decisión
que pudiera tratarse de fragmentos descartados sobre el resto de la comunidad, que es la base de
y abandonados en alguno de los momentos en los diferentes modelos defendidos para explicar
los que se interrumpió la ocupación de la cueva la formación social aborigen (González An-
(González Quintero, Moreno Bení- tón, Tejera Gaspar, 1981; Onrubia Pin-
tez, Jiménez Medina, 2009). tado, 2003; Velasco Vázquez, 1999).
Por el contrario, y volviendo al caso de Cueva Aun con las necesarias reservas, debido a la
Pintada, ejemplares de grandes contenedores han extensión excavada del yacimiento, en términos
sido recuperados del interior de una estancia generales la presencia de grandes contenedores
aneja a una estructura habitacional, datadas am- en uno de estos espacios exteriores en San Antón
274 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

estaría indicando diferencias en la gestión de es- compatible aparecen asociados de manera su-
tos recintos y de los recursos contenidos en ellos bordinada a las emisiones básicas del ciclo Anti-
por parte de las comunidades locales que admi- guo de la isla, presentes en zonas cercanas al ya-
nistraban el asentamiento. Esto podría estar in- cimiento.
dicando una mayor similitud entre la titularidad Las dos fábricas restantes son diferentes a
de los alimentos almacenados y los derechos de la anterior, y aunque petrográficamente y mi-
acceso al recinto o, simplemente, a maneras dife- neralógicamente se pueden diferenciar, son se-
rentes de controlar y asegurar el acceso desigual mejantes en su composición química. Su pre-
a los bienes a largo plazo. En esta línea, además sencia en ambos yacimientos conduce a pensar
de los mencionados graneros comunales, dentro en estrategias de captación de materias primas
de los poblados también se han identificado otras similares entre los ocupantes de ambos encla-
estructuras de almacenamiento que se precisa es- ves, a pesar de las diferencias cronológicas. Es-
tudiar para conocer mejor su papel en los canales tas no son necesariamente un obstáculo, pues
de distribución de la cosecha. ya ha quedado atestiguado el uso de las mismas
Esta diferencia en la gestión de los espacios se materias primas por largos periodos de tiempo
haría clara entonces en momentos avanzados de en la isla anteriormente en La Cerera y Cueva
la ocupación indígena, cuando el sistema político Pintada. Por otra parte, aunque los niveles ana-
que mantiene en funcionamiento los grandes po- lizados aquí de San Antón son recientes, el po-
blados costeros parece ya plenamente establecido blamiento de la zona debió iniciarse en momen-
(Moreno Benítez, González Quintero, tos mucho más tempranos, así lo refleja alguna
2016). Que curiosamente es también el momento de las fechas obtenidas en la cercana necrópo-
en que la cerámica presenta una mayor diversidad lis del barranco de Guayadeque (3 GRO 1189,
decorativa y formal en estos asentamientos, lo que 1410 ± 60 cal 14C BP7).
indicaría también cambios en la manera en que Las materias primas de ambas fábricas son
los alimentos son consumidos y el papel social de- compatibles con los afloramientos traquíticos y
sempeñado por los propios recipientes. fonolíticos del Ciclo I mioceno del volcanismo
Por otra parte, los resultados del análisis ins- insular, que en el caso de San Antón son muy
trumental también aportan relevante informa- cercanos al yacimiento (existen afloramientos a
ción con respecto al funcionamiento interno de distancias inferiores a un kilómetro), aunque se
los poblados y los patrones de producción y con- trata de materiales escasos en comparación con
sumo aborígenes. los de composición basáltica. En el caso de Dunas
De acuerdo con los resultados obtenidos se de Maspalomas coladas y material piroclástico
pueden diferenciar claramente tres fábricas, que- del mismo ciclo afloran en su punto más cercano
dando una de ellas representada por un único in- a una distancia de menos de 4 km en línea recta.
dividuo. Por lo que respecta a la tecnología de los Debido a su similitud composicional es posible
vasos, no se ha podido determinar el uso prefe- que ambas fábricas procedan de afloramientos
rente de unas materias primas sobre otras aten- de distintos flujos lávicos traqui-fonolíticos de la
diendo a la función. Tampoco se han percibido misma formación. Si bien la asociación entre am-
discrepancias en las temperaturas de cocción, ya bos asentamientos resulta atractiva, entendiendo
que pueden considerarse bajas en todos los casos. que ambos desarrollaron roles complementa-
En lo tocante al origen de los recipientes. rios en la socialización del territorio insular, re-
Solo una muestra (PS3) presentaba similitudes sulta cierto que tanto el número de muestras
con alguna de las fábricas definidas en La Ce- analizados aquí como las características geológi-
rera. Sin embargo, el análisis detallado de los cas del sur y este insular, donde predominan los
datos ha permitido señalar diferencias compo- materiales félsicos del ciclo mioceno, no permi-
sicionales y petrográficas que parecen suficien- ten afirmar esta relación entre los asentamientos
temente significativas como para indicar un ori- sin dudas. Un estudio más extenso de los mate-
gen diferente. Esto se ve además apoyado por riales insulares permitirá en el futuro valorar es-
la clasificación de la muestra como parte de un
gran contenedor, un tipo de vaso del que en ge-
neral se espera una baja movilidad (tabla 14.3). 7
  Obtenida de una cobertura funeraria, según aparece
Afloramientos de traquibasalto de mineralogía recogido por Cabildo de Gran Canaria (2016).
Aproximación a los patrones de producción y distribución de cerámica en la Gran Canaria... 275

tos datos. Sí parece quedar claro, a la luz de los novación y Sociedad de la Información (75%
resultados obtenidos, que los patrones de abas- FEDER).
tecimiento de materias primas fueron eminen- Este trabajo se enmarca en los proyectos de
temente locales en el caso de los grandes asenta- investigación: Las relaciones sociales de produc-
mientos. ción en la isla de Gran Canaria en época pre-eu-
ropea y colonial. Dos procesos de colonización y
un mismo territorio (HAR2017-83205P); TEC-
Conclusiones NOLONIAL. Impacto tecnológico en el Nuevo
Mundo colonial (HAR2016-75312-P); y Diagnós-
Se han observado suficientes particularidades tico ambiental de los sistemas de dunas de Cana-
para reconocer que la gestión de la vida interna de rias para la elaboración de modelos sostenibles de
los poblados difirió entre los niveles más recien- gestión territorial (CSO2010-18150), financiados
tes del yacimiento de San Antón y otros grandes por el Ministerio de Economía, Industria y Com-
asentamientos ubicados en el norte de la isla. petitividad, Gobierno de España.
A pesar de la similitud entre los recintos cu- Agradecemos a Verónica Alberto Barroso y
linarios, la composición de sus ajuares muestra Javier Velasco Vázquez la revisión y comentarios
maneras diferentes de gestionar el acceso a es- sobre el manuscrito original.
tos espacios, así como a los recursos asociados.
De acuerdo a nuestros resultados, esto se hace
evidente en el almacenamiento de los alimentos,
que eran igualmente importantes para garantizar Referencias
la supervivencia del grupo como las estructuras
sociales y políticas aborígenes. AITCHISON J., 1986, The statistical analysis of
Esta gestión local de los recursos se ve refle- compositional data, Monographs on Statistics
jada también en el desarrollo de diseños cerá- and Applied Probability, London.
micos propios en el yacimiento de San Antón, AITCHISON J., 2005, A concise guide to compo-
diferencias que afectan fundamentalmente a la sitional data analysis. 2nd Compositional Data
cerámica de cocina. A ello se añade que tanto Analysis Workshop - CoDaWork’05, Girona.
los patrones de captación de materias primas AITCHISON J., GREENACRE M., 2002, Biplots
como el consumo de los recipientes se hizo de of compositional data, Journal of the Royal
manera local. Statistical Society: Series C (Applied Statistics)
Las diferencias estilísticas entre los grandes vol. 51, no. 4, pp. 375-392.
asentamientos del Norte y San Antón, sin em- ALBERTO BARROSO V., VELASCO VÁZQUEZ
bargo, no están presentes en el conjunto recu- J., 2003, Excavaciones arqueológicas en la
perado de Dunas de Maspalomas. Esto coincide Plaza de San Antón, Agüimes, Investigaciones
cronológicamente con otros indicios de cambio Arqueológicas vol. 7, pp. 39-142.
histórico identificados en el registro arqueoló- ASCANIO PADRÓN A., MENDOZA MEDINA
gico, y posiblemente esté vinculado a la diferen- F., MORENO BENÍTEZ M. A., SUÁREZ ME-
cia cronológica existente entre los espacios. Estas DINA I., 2004, Intervención arqueológica en
coincidencias podrían estar indicando modifica- el yacimiento del Tejar (Santa Brígida). Re-
ciones en las estructuras aborígenes, si bien las sultados e interpretación, F. MORALES PA-
unidades familiares debieron tener un papel cru- DRÓN (ed.), XV Coloquio de Historia Cana-
cial en la construcción y disolución en institucio- rio-Americana, Las Palmas de Gran Canaria,
nes de gestión supra-locales que acabaron deri- pp. 2131-2146.
vando en el sistema de guanartematos descrito BALCELLS R., BARRERA J. L., GÓMEZ J. A.,
por los europeos. 1990a, Mapa geológico de España a escala
1:25.000 hoja 1114-I 84-85 de Gran Canaria
(Agüimes), Madrid.
Agradecimientos BALCELLS R., BARRERA J. L., GÓMEZ J. A.,
1990b, Mapa geológico de España a escala
Miguel del Pino disfrutó de una beca predoc- 1:25.000 hoja 1114-III 83-86/83-87 de Gran
toral de la Agencia Canaria de Investigación, In- Canaria (Maspalomas), Madrid.
276 M. del Pino, A. Bachiller, A. Rodríguez, J. Buxeda i Garrigós, J. Mangas, P.M. Day, E. Martín

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miento de Canarias, A. J. FARRUJIA DE LA versity Press, Oxford handbooks in archaeo-
ROSA (ed.), Orígenes: enfoques interdiscipli- logy, ISBN 978-0-19-968153-2.
Criterios de evaluación y normas de publicación de la serie
«Documentos de Arqueología Medieval»

La serie «Documentos de Arqueología Medieval» ha sido fundada en el año 2009 por la Universidad
del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y tiene como fin editar estudios, actas de encuentros, te-
sis o memorias de excavación en el campo de la Arqueología y la Historia postclásica europea siguiendo
criterios de calidad. Se aceptan textos en euskera, castellano, inglés, francés, italiano, portugués y alemán,
y solamente se publicarán trabajos inéditos. Se considera imprescindible que las temáticas se aborden
desde una perspectiva europea comparada.

Proceso de evaluación

Los trabajos deberán de ser originales y deberán incluir una declaración en la que se haga constar que
el texto no ha sido sometido para su evaluación y publicación en otras series o colecciones editoriales si-
multáneamente o con anterioridad.
Los trabajos originales deberán enviarse a nombre de Juan Antonio Quirós Castillo, Departamento de
Geografía, Prehistoria y Arqueología, Facultad de Letras, UPV-EHU, C/ Francisco Tomás y Valiente s/n,
01006 Vitoria-Gasteiz, España. Se enviará una copia impresa y otra en CD o formato digital. Irán prece-
didos de una hoja con el título del trabajo, el nombre del autor o autores, su dirección, teléfono, e-mail y
el nombre de la institución científica a la que pertenecen. Por otro lado, se enviará una copia en formato
electrónico a la dirección dam@ehu.es.
El Comité Editorial resolverá sobre su publicación en un plazo no superior a seis meses. Los textos se-
rán evaluados por dos evaluadores anónimos e independientes seleccionados por el Comité Editorial que
juzgarán la conveniencia de su publicación y, en su caso, establecerán recomendaciones o indicaciones
oportunas. Se mantendrá el anonimato de los evaluadores y la decisión de publicar el volumen puede ve-
nir condicionada por la realización de modificaciones en texto original de acuerdo con los criterios de los
evaluadores y del Comité Editorial. El Comité Editorial informará a los autores o autor sobre la acepta-
ción definitiva para la publicación del trabajo.

Texto

Los originales se presentarán en soporte digital en formato doc, docx o rtf, en tamaño A4 (29x21cm).
No se incluirán las imágenes en el texto, pero si las tablas. Asimismo, se adjuntará una copia impresa y
completa que incluya todo el aparato gráfico.
El texto irá precedido por un resumen de 200-300 palabras y 5 palabras claves en inglés y en el idioma
original del texto. Las palabras claves no deben incluir términos ya presentes en el título. Las locuciones
extranjeras o en latín deberán ir en cursiva, y las citas literales entre comillas.

Imágenes y tablas

Documentos de Arqueología Medieval se publica en blanco y negro, por lo que las imágenes deberán
de estar adecuadamente tratadas para su reproducción.
Se establece una diferencia entre las imágenes y las tablas, que deberán seguir una numeración sepa-
rada. En el caso de contar con varios capítulos, la numeración de las imágenes y tablas deberá realizarse
de forma consecutiva en cada capítulo. Se debe indicar en el texto el lugar ideal donde se desea que se in-
cluyan las imágenes y tablas, incluyendo las referencias (fig. 1; tabla 1).
Las tablas y gráficos se entregarán en formato xls o xlsx. Las imágenes se entregarán en formato jpeg o
tiff con una resolución mínima de 300 dpi.
Es imprescindible incluir un listado completo de tablas y figuras al final del texto, indicando en su caso
las dimensiones de las mismas (una columna, doble columna, página completa).

Citas bibliográficas

Se utilizará el sistema americano, indicando la referencia bibliográfica en el cuerpo del texto, por
ejemplo, Brogiolo (1988) o (WICKHAM, 2007). Si se indica una página concreta se incluye la referencia
separada con dos puntos: (WICKHAM, 2005: 536). Si hay más de una referencia, se separan con un punto
y coma: (LOVELUCK, 2013: 75; PERIN, 2004). Cuando los autores son dos, sus apellidos se separan con
una coma: (AZKARATE, SOLAUN, 2013). Si son tres o más, entonces se cita solo el primer autor y se usa
la locución et alii en cursivo: (SESMA et alii, 2007: 148-156).

Listado bibliográfico final

En la bibliografía final se incluirán únicamente los trabajos mencionados en el texto y ordenados alfa-
béticamente (cronológicamente si existe más de una obra del autor y con referencias secuenciales si hay
más obras del mismo año). En el listado final se prefiere el uso de todos los apellidos de los autores, aun-
que en las referencias en el texto únicamente se utilice el primer apellido. Al final de cada entrada se in-
cluirá un punto. El formato a seguir es el siguiente:

Libro (AUTOR, año, título en cursiva, editor, lugar de edición)


WARD-PERKINS B., 2005, The fall of Rome and the end of civilization, Oxford University Press,
Oxford.

Capítulo libro (AUTOR, año, título de capítulo en EDITOR, título del libro en cursiva, editor, lugar de
edición, pp. páginas)
RIBERA A., ROSELLÓ M., 2000, El primer grupo episcopal de Valencia, en A. RIBERA ed., Los
orígenes del Cristianismo en Valencia y su entorno, Ayuntamiento de Valencia, Valencia,
pp. 165-185.
Chapelot J., 1993, L’habitat rural : organisation et nature, en M. DEPRAETÈRE-DARGERY,
M. PETIT (eds.), L’Ile-de-France de Clovis à Hugues Capet du ve siècle au xe siècle, Université
La Sorbonne, Paris, pp. 178-199.

Artículo de revista (AUTOR, año, titulo artículo, título de la revista en cursiva y número, pp. páginas)
ALBERTI A., BALDASSARRI M., 1999, Per la storia dell´insediamento longobardo a Pisa: nuovi
materiali dell´area cimiteriale di piazza del Duomo, Archeologia Medievale XXVI, pp. 369-375.
DÍAZ DEL RÍO P., 2004, Copper Age ditched enclosures in Central Iberia, Oxford Journal of Ar-
chaeology 23.2, pp. 107-121.
Artículo en actas o libros colectivos (AUTOR, año, título de capítulo, título del libro o actas en cursiva,
editor, lugar de edición, pp. páginas)
Lecanda Esteban J.A., Palomino Lázaro A., 2001, Dos modelos de ocupación del terri-
torio en la época visigoda en la provincia de Burgos: la región montañesa septentrional y la co-
marca ribereña del Duero, Actas del V Congreso de Arqueología Medieval Española, Valladolid
vol. 1, pp. 37-48.
GELICHI S., LIBRENTI M., 1997, L’edilizia in legno altomedievale nell’Italia del nord: alcune osser-
vazioni, en S. GELICHI (ed.), Atti del I Congresso Nazionale di Archeologia Medievale, Firenze,
pp. 215-220.

Cuando hay más de una entrada relativa al mismo año se incluye una letra tras el año
ARAGÓN RUANO Á., 2009a, La ganadería guipuzcoana durante el Antiguo Régimen, Bilbao.
ARAGÓN RUANO Á., 2009b, En pos de la territorialidad. La ocupación del espacio a través de la
formación de comunidades de montes en Guipúzcoa en el tránsito del Medievo a la Edad Mo-
derna, J.-P. BARRANQUÉ, P. SENAC (eds.), Habitats et peuplement dans les Pyrénées au Moyen
Âge et à l’époque moderne, Toulouse, pp. 223-240.

Fuentes documentales

Si se hace referencia a colecciones documentales ya publicadas habrá que incluir un listado de referen-
cias que luego se utilizará a lo largo del texto.
Bergara III = LEMA J.Á., 2007, Colección Documental del Archivo Municipal de Bergara III, Fondo
Iturbe-Eulate (1401-1520), San Sebastián.
Bienandanzas e Fortunas = VILLACORTA C., 2004, Las Bienandanzas e Fortunas, libros XX-XXV.
Edición crítica, Bilbao.
Donemiliaga = POZUELO F., 2004, Documentación Medieval de la Cuadrilla de Salvatierra: muni-
cipio de San Millán – Donemiliaga (1214-1520), San Sebastián.
En el texto (Bergara III, n. 15, a. 1540).

Notas a pie de página

Evitar, en la medida de lo posible, el uso de las notas a pie de página.

Referencias a páginas web

Si se mencionan páginas web, se añadirá la fecha en la que se ha hecho la consulta, por ejemplo: http://
www.sedecatastro.gob.es/ (Consultado 2-11-2010).

Dataciones radiocarbónicas

Las dataciones radiocarbónicas se expresarán en años BP, incluyendo la referencia del laboratorio, el
material datado y la fecha calibrada a 1 y 2 sigma con las indicaciones cal AD.
Dataciones TL

Se incluirá una tabla específica con los siguientes datos:

Yacimiento/ Ref Muestra Datación Calibración 1 Calibración 2


contexto Laboratorio analizada BP sigma sigma

Derechos

Los derechos de edición son de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y la pu-
blicación en esta colección no da derecho a remuneración alguna.
Títulos publicados

  1. J. A. Quirós Castillo (ed.), The Archaeology of villages in the early middle ages, Documentos de
Arqueología Medieval 1, Bilbao, 2009, ISBN 978-84-9860-303-3, 469 pp.
  2. J. A. Quirós Castillo (ed.), Vasconia en la Alta Edad Media, 450-1000. Poderes y comunidades
rurales en el Norte Peninsular, Documentos de Arqueología Medieval 2, Bilbao, 2011, ISBN 978-
849860-538-9, 279 pp.
  3. J. A. Quirós Castillo (dir), Arqueología del campesinado medieval: la aldea de Zaballa, Documen-
tos de Arqueología Medieval 3, Bilbao, 2012, ISBN 978-84-9860-603-4, 649 pp.
  4. J. A. Quirós Castillo, J. M. Tejado Sebastián (ed.), Los castillos altomedievales en el noroeste
de la Península Ibérica, Documentos de Arqueología Medieval 4, Bilbao, 2012, ISBN 978-84-9860-
723-9, 322 pp.
  5. A. Vigil-Escalera Guirado, G. Bianchi, J. A. Quirós Castillo (ed.), Horrea, barns and si-
los. Storage and Incomes in Early Medieval Europe, Documentos de Arqueología Medieval 5, Bilbao,
2013, ISBN 978-84-9860-772-7, 223 pp.
  6. J. A. Quirós Castillo (ed.), El poblamiento rural de época visigoda en Hispania. Arqueología del
campesinado en el interior peninsular, Documentos de Arqueología Medieval 6, Bilbao 2013, ISBN
978-84-9860-889-2, 435 pp.
  7. A. Vigil-Escalera Guirado, Los primeros paisajes altomedievales en el interior de Hispania. Re-
gistros campesinos del siglo quinto d. C., Documentos de Arqueología Medieval 7, Bilbao 2015, ISBN
978-84-9082-101-5, 333 pp.
  8. J. A. Quirós Castillo, S. Castellanos (ed.), Identidad y etnicidad en Hispania. Propuestas teóri-
cas y cultura material en los siglos v-viii, Documentos de Arqueología Medieval 8, Bilbao 2015, ISBN
978-84-9082-214-2, 393 pp.
  9. A. Vigil-Escalera Guirado, J. A. Quirós Castillo (ed), La cerámica de la Alta Edad Media en
el Noroeste Peninsular (siglos v-x). Sistemas de producción, mecanismos de distribución y patrones
de consumo, Documentos de Arqueología Medieval 9, Bilbao 2016, ISBN 978-84-9082-304-0, 368
pp.
10. J. A. Quirós Castillo (ed.), Demografía, Paleopatologías y Desigualdad Social en el noroeste penin-
sular en época medieval, Documentos de Arqueología Medieval 10, Bilbao 2016, ISBN 978-84-9082-
304-0, 288 pp.
11. C. Tejerizo García, Arqueología de las sociedades campesinas en la Cuenca del Duero durante la
primera Alta Edad Media, Documentos de Arqueología Medieval 11, Bilbao 2017, ISBN 978-84-
9082-704-8, 609 pp.
12. F. Grassi, J. A. Quirós Castillo ed., Arqueometría de los materiales cerámicos de época medie-
val en España: métodos y estrategias para el futuro, Documentos de Arqueología Medieval 12, Bilbao,
2018, ISBN 978-84-9082-907-3, 283 pp.
Kalitatea adierazteko zigilu bat da ehupress. Label
horren azpian argitaratzen diren jatorrizko guztiek
kanpoko ebaluazio bat gainditu dute, gutxienez bi
adituren eskutik gauzatuta, parekoen ebaluazio
bikoitz itsua metodoa erabiliz.

El sello ehupress es un distintivo de calidad. Todos


los originales publicados bajo este sello han superado
una evaluación externa, llevada a cabo por, al menos,
dos especialistas, mediante el sistema de revisión por
pares doble ciego.

The ehupress seal is an assurance of quality. All original


works published with this seal have been subjected to
external evaluation, carried out by at least two experts,
through the system of double-blind peer review.

Le sceau ehupress est un distinctif de qualité. Tous les


originaux publiés sous ce label ont passé avec succès
une évaluation externe, en double aveugle par les
pairs, réalisée par au moins deux experts.
Este es el primer volumen dedicado a la arqueometría de los materiales
cerámicos de época medieval en España. El libro acoge un total de trece
trabajos que recogen los resultados de algunos de los principales proyectos
de investigación realizados en los últimos años en distintas comunidades
autónomas (Galicia, País Vasco, Andalucía, Canarias, Castilla y León, etc).
En el origen de este volumen se encuentra un coloquio organizado en la
Universidad del País Vasco en el marco del proyecto EARMEDCASTILE
financiado por la Unión Europea que ha estudiado la creación de redes y
los sistemas sociopolíticos del norte peninsular en la época altomedieval.
El libro proporciona un cuadro actualizado sobre los principales enfoques
teóricos, metodológicos y las temáticas que se están analizando por parte de
la Arqueología Medieval en España a partir del estudio de la arqueometría
de los materiales cerámicos.

ISBN: 978-84-9082-907-3

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