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Importancia de los Medios de Comunicación

Los medios de comunicación hacen referencia a las herramientas mediante las


que los individuos somos capaces de transmitir una información. Para que este
proceso se pueda llevar a cabo, es necesario que exista un emisor del mensaje, el
propio medio en sí mismo, y un receptor; es decir, para que la comunicación se
haga efectiva es imprescindible que exista el papel del locutor de la comunicación
y un interlocutor de esa idea. De cualquier modo, estamos hablando siempre de
un fenómeno social que se basa en uno de los elementos más característicos del
ser humano: su capacidad de lenguaje y comunicación.

Influencias y consecuencias políticas, sociales,


culturales, y económicas de los medios de
comunicación
La prensa oral y escrita, el cine, la televisión, y el último invento, internet, sin olvidarnos de las empresas de
publicidad y mercado, son los factores más importantes para la dominación. Se utilizaron y se utilizan para
apoyar el ejercicio del poder de los grandes grupos antaño políticos y hoy económicos. Los Medios de
Comunicación, la prensa oral y escrita, cumplen la función básica y efímera de describir la realidad social.
De esta manera los ciudadanos están informados en forma objetiva y rápida del acontecer nacional e
internacional que afecta sus vidas. Su acción es eficaz e inmediata al entrar el individuo en una interacción de
ideas y a la apelación que el medio hace a sus sentidos.
Es interesante notar que lo efímero y la objetividad juegan con la otra función de los medios que es la de
atraer e influenciar la opinión individual y colectiva aún cuando ello signifique dejar de lado la veracidad. Lo
efímero se actualiza a través de matices o ampliando la información en días sucesivos. Para quienes tienen
acceso al cable, las cadenas informativas bombardean con la misma noticia para influenciar simultáneamente
determinada opinión en los rincones más diversos.
La objetividad es parcial ya que está condicionada por la línea de un grupo o del propio periodista.
Las noticias que nos llegan ya sea por el medio escrito, oral o visual no presentan el hecho ocurrido sino que
lo modifican/alteran para cumplir con un determinado objetivo, el político, no siempre claro para el receptor.
Para ello apela a la sensibilidad del mismo.
Los medios de comunicación pueden ser cómplices de los procesos políticos o aporte en la tarea de la
transformación social. "El poder de la prensa es primordial" escribe Theodore White en The Making of the
President. "Establece la agenda de discusión pública. Es un avasallador poder político que no puede ser
controlado por ninguna ley.
La complicidad de los medios de comunicación con los procesos corruptos que quiebran económicamente a
los países luego de colaborar con su desmantelamiento es parte de la estrategia para fortalecer
sus negocios y extenderlos.
"El mensaje monocultural de los medios de comunicación globales le está haciendo a la diversidad cultural lo
que la globalización económica y la explotación no sustentable le hizo a la biodiversidad del mundo. Hoy
existen más de 5 mil lenguas y culturas en todo el planeta, la inmensa mayoría amenazadas con
desaparecer", se afirma en un informe de la WACC sobre la propiedad de los medios de comunicación
difundida recientemente.
Las políticas neoliberales se han abierto en casi todos los países la propiedad de los medios escritos, las
estaciones de radio y televisión, así como el cable y la televisión digital y satelital, a los intereses
trasnacionales.
Medio de comunicación comunitario
Un medio de comunicación comunitario es aquel que no tiene ánimo de lucro y su finalidad
principal es mejorar la sociedad de la comunidad a la que pertenece. Estos medios
(principalmente radios y televisiones, aunque también prensa escrita1 ) forman el llamado
Tercer Sector de la Comunicación,2 3 siendo los medios de comunicación públicos el Primer
Sector, y los privados comerciales, el Segundo Sector.

La criminalidad y el papel de los medios de comunicación

Por: Lorena Parada Medina (*) | Miércoles, 01/02/2012 09:26


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Hace más de 10 años los medios de comunicación privados venezolanos
priorizaron en sus noticieros la información de sucesos, al iniciar sus
emisiones con noticias sobre asesinatos, robos, secuestros, accidentes
catastróficos, etc., mostrándonos una cruda realidad ajena a la mayoría,
pero que con tanta presencia en los medios se ha hecho cotidiana,
cercana, propia, y ha generado la sensación de incertidumbre e
inseguridad que no teníamos. Los diarios impresos también han hecho lo
suyo, al dedicar cuerpos enteros a noticias de sucesos; la contraportada
del periódico es de exclusividad para los actos criminales, siniéstrales y
de violencia; en todos los casos se dedica un buen centimetraje para estas
noticias en la portada.

Paralelo a esto, en los últimos años la apología exacerbada al delito,


violencia, asesinato, prostitución, narcotráfico, etc., es frecuente en series
de televisión estadounidenses, y telenovelas colombianas y mexicanas,
principalmente; que han sido transmitidas, y se transmiten, en canales
venezolanos, o a través de canales anglosajones de entretenimiento que
ofrecen las cableoperadoras nacionales. Importando patrones de conducta
salidos de problemas que en su mayoría son propios de esos países,
como: los asesinatos en serie y el narcotráfico. En el caso de las televisoras
venezolanas, Televen, en su afán por ganar audiencia y dinero, es la
principal ventana de series y telenovelas de este tipo; por mencionar
algunas: Alguien te mira, La casa de al lado, Flor Salvaje, El capo, Las
muñecas de la mafia, Catalina (Sin tetas no hay paraíso).

Hay series de televisión en donde se presenta al asesino como un héroe,


encantador, a quien se justifica sus actos. Tal es el caso de la serie
estadounidense Dexter, transmitida por el canal Fox, la cual tiene una
considerable audiencia en nuestro país, en especial conformada por
jóvenes, lo que se debe, en parte, a la promoción no vigilada que se le ha
hecho en medios impresos y vallas publicitarias, donde se ve
expresamente el culto al asesinato, a la sangre. En el seriado se muestra
cómo el protagonista planifica y ejecuta los crímenes, el placer y la
necesidad que siente de hacerlo, y el grado de impunidad que goza por
ser miembro de investigación en los laboratorios de la policía. Es una
apología al “crimen perfecto”.

Hay series juveniles en donde se ridiculizan a los maestros, se incita a la


violencia y se promueve a la indisciplina e irrespeto. “Ser el chico malo es
lo mejor”.

Además de este tipo de contenido, está el aluvión de informaciones


insignificantes y distractoras (chismes, reality show, concursos de belleza,
moda, etc.) que vacían el ser e impiden estratégicamente que los
ciudadanos se interesen por el conocimiento, para que sean cada vez más
manipulables. “La ignorancia es hermosa”. A través de la farándula, y
con mucha exaltación, es que los vicios privados se muestran como
virtudes públicas (las drogas, por ejemplo).

El contenido de la programación de la televisión es cada vez más


degradante, mediocre, decadente, inmoral, de antivalores e irrespeto por
el otro. Comenzamos a ser invadidos por un arsenal de informaciones,
reales y ficticias, que potencian y alimentan el morbo, las llamadas
“oscuras pasiones del ser humano”. Esto forma parte de las estrategias
globales creadas en los laboratorios del imperio para que los seres
humanos sean cada vez más ignorantes, más idiotas, entendiendo el
término idiota venido del griego idiotés (así llamaban los antiguos griegos
a quien no participaba en la política, el indiferente a su entorno social,
que sólo se obsesiona por las cosas domésticas, y es manipulado por
todos), sin ningún juicio crítico, acostumbrado a complacerse en la
mediocridad, con el fin de hacerlo más maleable y dominado, y así
imbuirlo en el sistema capitalista. Programación que ha sido absorbida,
en su mayoría, por niños y jóvenes.

En un documento publicado en la web, titulado “Armas silenciosas para


guerras tranquilas”, que ha estado en posesión de los servicios secretos de
la Marina de los Estados Unidos (US Navy), se plantea que la primera
estrategia de automatismo social como arma para una guerra tranquila, es
la Diversión, para ganar el control del público al comprometer sus
emociones, aumentar su egocentrismo y su gusto por las actividades
emocionales y físicas, lo que se logra: a) Multiplicando sus
confrontaciones y ataques emocionales (violación mental y emocional)
por medio de un reservorio constante de violencia, de guerra, de sexo en
los medios de comunicación social - en particular la TV y los periódicos.
b) Dándole lo que desea - en exceso - "comida basura" para el espíritu, y
privándole de lo que realmente necesita. (1)

Eso es lo que han hecho y hacen exactamente los medios…

En cuanto al tema de la seguridad en nuestro país, hace unos días, el


Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Elías Jaua,
mencionó las propuestas para la creación de la Misión Seguridad al salir
de una reunión que sostuvo con la Comisión Presidencial para el Control
de Armas, Municiones y Desarme en la sede de la Vicepresidencia de la
República, con motivo del establecimiento de los lineamientos de este
proyecto.

Jaua manifestó que se plantearon diversos temas como: la creación del


nuevo modelo policial, la reforma del Sistema de Justicia Penal, el tema
cultural abarcando la violencia como contracultura, el papel de los
medios de comunicación y la educación, entre otros factores, para
desarrollar políticas fundamentales que brindarán la seguridad
ciudadana y la paz en nuestras comunidades.
Por su lado, el Ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores y
Justicia, Tareck El Aissami, hizo un llamado a los medios de
comunicación para que se creen conductas favorables hacia la paz. “Es un
debate ético del rol de los medios y de los comunicadores. Hoy día
sabemos que los medios moldean conductas y es por ello que necesitamos
crear una cultura de paz, convivencia y respeto a la condición humana”,
dijo el ministro.

Al respecto, si no se fomenta una política real que obligue a los medios


a ofrecer una programación con contenido educativo y cultural, forjador
de buenos valores, cualquier esfuerzo que se haga para combatir la
criminalidad, que tenga carácter humanista, no tendrá la eficiencia
deseada. Las causas de la criminalidad son multifactoriales, y entre los
factores está el contenido antes mencionado que transmiten los medios de
comunicación social, el cual ha incidido en gran medida en el aumento de
los índices de criminalidad en nuestro país, ya que tanta exposición, sin
ningún tono educativo y de reflexión, la promueve y la hace cotidiana.
Esto, aunado al modelo de vida consumista que incentiva el capitalismo a
través de los mismos medios, en el que todos quieren hacerse ricos, tener
autos y los últimos equipos tecnológicos.

Recordemos que los medios de comunicación, como bien dijo el ministro


El Aissami, moldean conductas; aunque hay quienes detractan esta
afirmación al decir que cada quien es libre de hacer lo que quiera y escoge
lo que quiere, y que el papel más importante para la formación lo
cumplen la familia y la escuela. Pero, ¿dónde queda la exposición diaria
durante horas de los ciudadanos, especialmente niños y jóvenes, a la
programación televisiva que fomenta patrones a seguir? Ya hay
numerosos estudios que hablan de ello y demuestran los efectos.

Uno de los fenómenos que se está presentando en nuestro país son los
casos de violencia escolar del alumno hacia el maestro o entre alumnos, lo
que es un reflejo de la sociedad y de lo que muestran los medios de
comunicación con programas, comics y series que incitan al odio, al
irrespeto, la agresividad y la indisciplina.
En Venezuela hay leyes que obligan a los medios de comunicación, como
servicios públicos que son, a ofrecer una programación educativa, que
promueva los buenos valores y principios establecidos en la Constitución
de la República, para el desarrollo del pensamiento crítico y el
fortalecimiento de la convivencia ciudadana, la territorialidad y la
nacionalidad. Entre estas leyes tenemos: Ley Orgánica de Educación, Ley
de Responsabilidad Social en Radio y Televisión y Código de Ética del
Periodista Venezolano (2). Mas, estas normativas son violadas por los
medios, y las instituciones del Estado responsables no actúan de manera
contundente para hacerlas cumplir. Hay mucha impunidad en esta área.
Algunos opinan que por temor quizá al costo político, porque al
aplicarlas los medios argumentarán que se les está cercenando la libertad
de expresión, y lanzarán una fuerte campaña nacional e internacional,
como lo han hecho en otras ocasiones. Pero el daño futuro será mayor si
no se actúa. Dichas leyes deberían ser aplicadas además a las
cableoperadoras, desde donde se filtra la mayor cantidad de
programación basura.

Y si fuese por el costo político, mientras el gobierno no quiere pagarlo, la


televisión daña generaciones. Y cuando se den cuenta que el costo político
es una falacia, la juventud estará cada vez más dañada, y ése sí será un
costo político y social.

Hay un caso que demuestra que el costo político es una falacia, cuando
un gobierno trabaja incansablemente por el beneficio del pueblo. En mayo
de 2007 no se le renovó la concesión de la señal a Rctv; en octubre de ese
año, el Gobierno perdió las elecciones del Referendo Constitucional; y
algunos afirman que lo de Rctv incidió en los resultados, traduciéndose
en un costo político. El tiempo ha demostrado que no es cierto, pues la
aceptación del presidente Chávez, según las últimas encuestas, supera el
60%; y ya nadie extraña a Rctv, ¿será porque su programación no era
nada edificante?

Por otra parte, se dice que en nuestro país los índices de criminalidad han
aumentado; cierto es, además, que con tanto bombardeo mediático, que
ha magnificado el problema, la percepción ciudadana con respecto a la
inseguridad siempre será mayor a lo que sucede en realidad.
Hoy, algunos medios han cambiado un tanto el formato de los noticieros,
aunque ya el mal está hecho. Sin embargo, se siguen fomentando los
antivalores a través de las telenovelas y series.

Es curioso observar que en el caso de Venezuela, tanta apología al crimen


coincida con la llegada del Gobierno Bolivariano. ¿Será que ha sido
planificado para conmocionar al gobierno a mediano y largo plazo, como
ha sucedido; con el cual, se dice, ha aumentado la criminalidad, los
delitos; con el cual el principal problema que manifiestan los venezolanos
es la inseguridad? Es perverso de ser así ¿verdad? Lo que sí es cierto es
que el imperio norteamericano tiene a su servicio laboratorios que
planifican los modelos de sociedad. También es cierto que algunos
opositores al Gobierno celebran cuando hay un homicidio porque suben
los números en las estadísticas, lo que da lugar a críticas sobre la gestión
en materia de seguridad; y eso es lo que más explota el canal
“informativo” Globovisión, por ejemplo.

Aún el Gobierno Bolivariano tiene mucho por hacer en esta materia. Hace
más de un año suspendió la transmisión de las narconovelas en las
televisoras nacionales, no obstante, se sigue transmitiendo mucha
programación basura. Y ni hablar de la programación de los canales por
cable.

Este modelo de televisión venezolana forma parte del modelo de


televisión globalizado, y el Gobierno Revolucionario no puede permitir
que se sigan fomentando los antivalores que provienen de una estrategia
mundial de manipulación, pues el Estado tiene el deber y el Gobierno el
poder para obligar que se ofrezca una mejor televisión. Uno de los nortes
de la Revolución es la formación del hombre nuevo. Por un lado, el
Estado revolucionario tiende a crear humanidad a todos los niveles; y del
otro, la programación de la televisión, las cableoperadoras y el cine vende
y promueve la mayor cantidad de deshumanización posible. Pensemos lo
que dice el escritor Carlos Sosa Osorio: la Revolución, como el Amor, no
puede ser mediocre.

Un ejemplo de la deformación cultural es el siguiente: el color rojo en la


revolución es esperanza, alegría, amor, pasión; mientras que en los cines
venezolanos exhibieron la versión de “Alicia en el País de la Maravillas”,
protagonizada por Johnny Depp, en la cual el color rojo es el personaje
principal a través de la Reina Roja, y significa maldad, crimen, horror,
dominación, injusticia. Este guión no tiene prácticamente nada que ver
con la verdadera historia escrita por Lewis Carroll. La película tuvo una
gran campaña publicitaria, gran presencia en los cines venezolanos
durante semanas, y la masiva asistencia de nuestros niños y niñas. Esto
para dar sólo un ejemplo. Y nos hacemos esta pregunta: ¿Después de ver
esta película tan impactante y en dónde la palabra y el color rojo se
nombra infinidad de veces y se relaciona con lo degradado, lo injusto, lo
malo; cómo recepciona entonces el niño o niña el color rojo de la
revolución? Una vez escuché a una niña decir: No quiero montarme en
ese columpio porque es de color rojo. ¿Por qué? - le pregunté-. Porque el
color rojo es malo, - me respondió-…

Ante tal panorama, repito: si no se fomenta una política real que obligue
a los medios a ofrecer una programación con contenido educativo y
cultural, forjador de buenos valores, cualquier esfuerzo que se haga
para combatir la criminalidad, que tenga carácter humanista, no tendrá
la eficiencia deseada.

Me pregunto: ¿Por qué el Gobierno no ha aplicado las leyes en esta


materia, sabiendo todo lo antes descrito, pues no estoy descubriendo el
agua tibia? Espero que con la Misión Seguridad finalmente se actúe y se
apliquen las normativas.

(1) Armas silenciosa para guerras


tranquilas. http://www.syti.net/ES/SilentWeapons.html

(2) Cito algunos artículos de las leyes mencionadas:

Ley Orgánica de Educación:

Artículo 6. El Estado, a través de los órganos nacionales con competencia


en materia Educativa, ejercerá la rectoría en el Sistema Educativo. En
consecuencia:

1. Garantiza:
g. Las condiciones para la articulación entre la educación y los medios de
comunicación, con la finalidad de desarrollar el pensamiento crítico y
reflexivo, la capacidad para construir mediaciones de forma permanente
entre la familia, la escuela y la comunidad, en conformidad con lo
previsto en la Constitución de la República y demás leyes.

Artículo 9. Los medios de comunicación social, como servicios públicos,


son instrumentos esenciales para el desarrollo del proceso educativo y
como tales, deben cumplir funciones informativas, formativas y
recreativas que contribuyan con el desarrollo de valores y principios
establecidos en la Constitución de la República y la presente Ley, con
conocimientos, desarrollo del pensamiento crítico y actitudes para
fortalecer la convivencia ciudadana, la territorialidad y la nacionalidad.

Articulo 10. Se prohíbe en todas las instituciones y centros educativos del


país, la publicación y divulgación de programas, mensajes, publicidad,
propaganda y promociones de cualquier índole, a través de medios
impresos, audiovisuales u otros que inciten al odio, la violencia, la
inseguridad, la intolerancia, la deformación del lenguaje; que atenten
contra los valores, la paz, la moral, la ética, las buenas costumbres, la
salud, la convivencia humana, los derechos humanos y el respeto a los
derechos de los pueblos y comunidades indígenas y afrodescendientes,
que promuevan el terror, las discriminaciones de cualquier tipo, el
deterioro del medio ambiente y el menoscabo de los principios
democráticos, de soberanía nacional e identidad nacional, regional y
local.

Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión:

Artículo 1. Esta ley tiene por objeto establecer, en la difusión y recepción


de mensajes, la responsabilidad social de los prestadores de los servicios
de radio y televisión, proveedores de medios electrónicos, los
anunciantes, los productores nacionales independientes y las usuarias y
usuarios, para fomentar el equilibrio democrático entre sus deberes,
derechos e intereses a los fines de promover la justicia social y de
contribuir con la formación de la ciudadanía, la democracia, la paz, los
derechos humanos, la cultura, la educación, la salud y el desarrollo social
y económico de la Nación, de conformidad con las normas y principios
constitucionales de la legislación para la protección integral de los niños,
niñas y adolescentes, la cultura, la educación, la seguridad social, la libre
competencia y la Ley Orgánica de Telecomunicaciones.

Código de Ética del Periodista Venezolano:

Artículo 8. El periodista no deberá deformar, falsear, alterar, tergiversar o


elaborar material informativo impreso o audiovisual, cuya divulgación o
publicación resulte denigrante o humillante para la condición humana.
Parágrafo único: Es condenable el uso de étnicas amarillistas como
deformaciones del periodismo que afectan el derecho del pueblo a ser
correctamente informado.

Artículo 17. El periodista debe luchar por un ambiente comunicacional


sano, en el sentido de lograr equilibrio de los mensajes. La entropía
comunicacional como factor de ruido en el espacio comunicacional
deberá ser denunciada y el periodista, como medidor social, deberá
luchar para impedir la sobrecarga de mensajes contaminantes del medio
ambiente.

(*) Comunicadora Social (ULA). Especialista en Museología (UCV). Artista


Plástico.

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