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Para llevar a cabo la guía del plato saludable, tu plato de comida debe consistir de:
El plato saludable
Cuando los profesionales sanitarios recomendamos a la población cómo llevar una alimentación
saludable muchas veces utilizamos las “Pirámides Alimentarias”. Sin duda han sido y son
herramientas útiles. Pero recientemente se tienen algunas dudas acerca de su idoneidad, sobre todo
porque tienden a incluir en el mismo “piso” de la pirámide a todos los alimentos del mismo grupo
cuando no siempre todos son igual de saludables. Como ejemplo:
Las carnes suelen estar todas en el mismo nivel. Y se sabe que las carnes procesadas (salchichas,
embutidos etc.) deben comerse en menor cantidad. Y que la carne roja debe también ser consumida
con más moderación que la carne blanca.
Los lácteos suelen considerarse en un mismo grupo. Pero algunos de los que hay en el mercado tienen
grandes cantidades de azúcar. Por ejemplo muchos yogures bebibles.
Nutricionalmente se deben distinguir claramente entre los cereales verdaderamente integrales y
aquellos que no lo son. Estos últimos deben consumirse con moderación. Nunca deberían aparecer en
la base de la pirámide. Alimentos como el pan blanco o el arroz no integral, y en general aquellos
elaborados con harinas refinadas, son menos saludables que los cereales enteros o integrales.
Las verduras, hortalizas, legumbres y frutas son la base de la dieta mediterránea. Y no en todas las
pirámides están en la base como debería ser.
Los alimentos o productos insanos suelen aparecer en lo más alto de la pirámide solo para un consumo
ocasional. Pero hoy en día muchos creen que ni siquiera deberían aparecer.
Algunos autores prefieren por ello utilizar otro tipo de recurso didáctico, ya no basado en las clásicas
pirámides alimentarias, sino en lo que podemos llamar: “el plato saludable”. Fueron los expertos en
nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard quienes definieron el “Plato
para comer saludable”(link is external) como guía para crear comidas sanas y balanceadas.
El mensaje principal se dirige a la calidad de la dieta pues, como comentábamos al inicio, no todos los
alimentos de un mismo grupo son igual de saludables. Por ejemplo, la calidad de los hidratos de
carbono de la dieta es más importante que la cantidad. Hay que priorizar las fuentes más saludables.
En el caso de los hidratos de carbono son las verduras, frutas, legumbres y granos o cereales integrales.
La mitad de lo que comemos deberían ser vegetales (verduras, hortalizas y frutas). ¡Ojo! las patatas
no se incluyen en este grupo. Para cumplir este objetivo se recomienda tomar un plato de verdura o
bien en la comida o bien en la cena, pero todos los días. Y, además, un mínimo de 2 raciones de fruta
diariamente.
Una cuarta parte deben ser cereales. Pero hay que escoger cereal integral y de grano entero. Limitar el
consumo de granos y harinas refinados como el arroz no integral o el pan blanco.
Otra cuarta parte correspondería a alimentos ricos en proteínas. Debemos elegir fuentes saludables de
proteínas como el pescado, el pollo, las legumbres o los frutos secos. Limitar las carnes rojas y más
aún la carne procesada. Para evitar un exceso de proteína no se recomienda tomar doble ración diaria
(comida y cena) de carne/pescado, sino solo una vez al día.
Elegir aceites saludables, sobre todo de oliva. También son válidos girasol, maíz, soja. Evitar aceites
vegetales hidrogenados. En general el consumo de aceite debe ser moderado, sobre todo si se
tiene sobrepeso.
Para beber lo mejor es el agua. Evitar las bebidas azucaradas. Limitar la leche y los lácteos a 1-2
raciones al día. Limitar el zumo natural a no más de un vaso pequeño al día.
Como complemento siempre necesario a una buena alimentación, se recomienda mantener
una actividad física adecuada. Mantenerse activo.
“Derechos de autor © 2011 Universidad de Harvard. Para más información sobre El Plato para Comer Saludable, por favor visite la Fuente
de Nutrición, Departamento de Nutrición, Escuela de Salud Pública de Harvard, http://www.thenutritionsource.org(link is external) y
Publicaciones de Salud de Harvard, health.harvard.edu.”
Enlaces interesantes
Harvard School of Public Health. El plato para comer saludable. Información general(link is
external). Recomendaciones(link is external).
Pirámides alimentarias más saludables. Blog Juan Revenga(link is external). Blog Luis
Jiménez(link is external).
3. Es bueno repartir lo que se come en 5 comidas. Desayuno, comida y una cena ligera. Además a
media mañana y merienda, es mejor una fruta fresca o un bocadillo que un zumo envasado o bollería
industrial. No hace falta “picar” nada más.
4. Los niños aprenden a comer imitando a los mayores. Mejor comer despacio, masticando bien,
sentados a la mesa, disfrutando en familia. Sin tele, porque el niño mal comedor se distrae y no come;
y el que come mucho, lo hace sin darse cuenta de la cantidad que toma.
5. Siempre un buen desayuno antes de ir a clase: lácteo, cereales (pan) y fruta (una pieza entera o
zumo natural o ¡tomate!). Mejora el rendimiento físico e intelectual y evita la obesidad.
6. Todos los días frutas, verduras y hortalizas. Se recomiendan 5 raciones al día. Dos o tres deben
ser frutas enteras y a mordiscos. Es mejor postre que un lácteo. No más de un vaso de zumo natural,
recién hecho, al día.
7. El agua es la única bebida necesaria y más sana que cualquier refresco, zumo o batido.
8. Evite la comida precocinada (con más grasas y sal) y los alimentos con grasas saturadas, trans o
hidrogenadas y aceites de coco y palma (lea las etiquetas). Si toma dulces y aperitivos salados que
sea con moderación. Cocine más veces a la plancha, en el horno, por cocción o al vapor y menos fritos,
empanados y rebozados.
9. Deje que su hijo decida cuánto quiere comer. Tenga confianza: mejor ofrecer, no obligar. Los
niños comen la cantidad que necesita su cuerpo, no la que nosotros queremos. La comida no es un
castigo; ni tampoco debería ser un premio.
10. Conseguir una hora de ejercicio todos los días: correr en el patio, pasear, subir las escaleras, sacar
al perro o ir andando o en bici al colegio. Además, 5 veces a la semana al menos, un poco más
de deporte; más divertido en compañía.
referencia a la proporción que nuestro cuerpo necesita para mantener una dieta
sana y balanceada. Se recomienda la ingesta diaria de 55% de carbohidratos,
30% de grasas y 15% de proteínas, vitaminas, minerales y fibras.
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SI VIVES EN LA COSTA...
¡Nuestra Amazonía está dando la hora! El maravilloso manto verde del Perú tiene
una riqueza que el mundo entero ha vuelto a descubrir. Los principales alimentos
a destacar son, sin duda, las frutas. En primer lugar el camu camu, ¿sabías
que posee más vitamina C que cualquier otra fruta en el planeta? Además, brinda
50% más fósforo que la naranja.
Otra fruta buenísima y que ayuda a combatir el estreñimiento es la pitahaya, o
también llamada “fruta del dragón”, que es propia de esta región.
La chonta es un alimento muy beneficioso que puedes consumir como verdura.
Contiene calcio y fósforo, y se puede acompañar con un juane o ser preparado
como ensalada.
Por el lado de los tubérculos, la yuca es una gran fuente de energía. Ya sean
blancas o amarillas, son un excelente acompañante para tu plato. Además, de la
yuca podemos obtener la famosa bebida “masato”. Ya que mencionamos a la
yuca ¿Sabías que en Netflix puedes encontrar un documental alucinante sobre la
producción de yuca en la Amazonía?
Seguramente si vives en la costa, podrás encontrar algunos de los alimentos de
otra región en esta lista. Pero recuerda que esto ocurre generalmente solo por
temporadas, por lo que es importante aprovecharlos cuando los tengas a mano.
Ahora que ya sabes qué alimentos no pueden faltar en tu dieta según la región en
que vives, ¡corre a buscarlos en el mercado de tu localidad!
La gastronomía de la Costa
La gastronomía de la Sierra
La gastronomía de la Selva
Conclusión