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Alejandro Flores Molina

Análisis del cuento “Nado libre” de Jõao Gilberto Noll utilizando la


Crítica Feminista

En la actualidad los conflictos que se generan por cuestiones referentes a los géneros,
tienen un papel muy importante en nuestro país, por lo tanto los temas relacionados a las
teorías y el pensamiento feminista brindan un amplio campo de estudio para las
humanidades. No obstante, la nimia investigación o el total desconocimiento de dichas
teorías, han fomentado una fuerte negación y descalificación de éstas; por tal razón elegí la
teoría feminista para realizar mi análisis y mostrar que éstas, sí pueden ser aplicadas en los
estudios literarios y la literatura.
El análisis del texto está basado principalmente en el primero de los tres niveles de
reflexión o marcos de referencia, propuesto por la profesora Ángeles Giménez Perona en su
artículo “Teoría y Crítica Feminista”, al que denomina nivel antropológico, sin embargo,
considero que los tres niveles o marcos se encuentran ligados entre sí y hablar de uno nos
remite a los otros dos, a pesar de lo anterior, mi enfoque se inclina más hacia el primero;
escogí ese nivel por encima del social y el ético-político, porque considero que la temática
del cuento se encuentra más centrada en el cuerpo de la mujer, el deseo y su percepción
respecto a la maternidad y el acto de procrear, aspectos que son bastante evidentes en la
narración y ofrecen la posibilidad de un análisis de acuerdo con la crítica feminista y los
textos que leí. Por lo anterior, me centré más específicamente en identificar y explicar
cuatro de los cinco aspectos que mencionamos en clase y en los que se centra la crítica
feminista.

¿Hay una voz/perspectiva femenina en la narración?


La narración proviene de la personaje principal que es a la vez la narradora de todos y cada
uno de los sucesos que tienen lugar en la historia. De inicio a fin todo lo sabemos por ella.
A lo largo del relato comenta algunos aspectos de su vida que no son muchos, pero si los
necesarios para hacerse una idea de la personaje, aunque no nos brinda una imagen como
tal de sí misma, me hace pensar que la personaje es una mujer soltera, esto porque nunca
menciona al padre de su hijo y dudo mucho que un hombre se sienta seguro y de acuerdo
cada vez que su mujer sale a beber, tiene entre treinta o cuarenta años de edad,

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Alejandro Flores Molina

probablemente con una buena posición económica y un trabajo estable. Básicamente el


relato se centra en un día en la vida de la narradora, en su forma sentir, de pensar y desear.
Como el texto está narrado en primera persona y la voz corresponde a una mujer, considero
evidente que existe, tal vez no una perspectiva como tal, por lo menos una voz femenina en
la narración.
Considero que a pesar de que el autor de la narración es hombre, consigue el efecto y
la sensación deseado, es decir el de tener la sensación de estar leyendo a una mujer, por las
perspectivas que brinda. Creo que le falla un poco en el aspecto léxico pues sí hay unas
partes en las que dudé, pero por lo demás es muy acertado; aunque en el texto no se emiten
juicios de valor, sí se cuestionan y se hacen evidentes las reflexiones referentes a la
posición de la personaje para mostrar que los marcos de referencia a los que va dirigido el
cuento, no involucra solamente una mirada masculina o patriarcal.

¿Hay un propósito de crítica de los roles de género?


En el inicio del relato la narradora nos explica que la noche anterior salió de fiesta, no
explica jamás si fue sola o acompañada, y siente un terrible malestar causado por la resaca;
después introduce a su hijo pidiéndole el desayuno con molesta insistencia, pues va tarde
para la escuela, la levanta y la lleva al baño, donde tiene una reflexión muy interesante;
debido a su malestar, no tiene la energía ni los ánimos para realizar actividad alguna y lo
manifiesta con la frase inicial de su reflexión y es la que considero fundamental para iniciar
el análisis, es la siguiente, “¿Cómo darle mis próximos minutos al fruto de mi vientre?”1, la
frase me remite al concepto de “normas” que plantea la profesora Jiménez Perona, “Con
normas nos referimos a una concreción de las ideologías. Es ‘lo que esperamos que suceda’
en el ámbito de la acción personal. Estas actitudes se presentan como normas, como un
‘deber ser’. Las normas van a evaluar cuando una conducta es adecuada o inadecuada en
función de roles o identidades sociales.”2 Es decir, la personaje reconoce el que
supuestamente la cultura patriarcal debiera ser su rol de madre y se cuestiona en qué
posición la ubicaría el cumplimiento o incumplimiento de dicha obligación, más adelante
analiza la problemática interior que le acarrearía el tomar la decisión inadecuada, “Si lo

1
La cita se toma de la traducción que realizó el Dr. Carlos Alberto López Márquez.
2
Cita tomada del texto Teoría y Crítica Feminista de la Profesora Ángeles Giménez Perona.

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tachara de mi día, jamás sería perdonada. ¿Y yo necesitaba ser perdonada?”3 La cuestión


que aquí interesa es, el perdón al que se refiere, ¿es el de su hijo, o el de la imagen de
madre que ella ha construido o le inculcaron y a la que le está fallando? Pienso que va más
dirigida a los ideales de madre que la sociedad patriarcal impone. Más adelante decide no
atender al hijo y permanece encerrada en el baño. Por lo tanto considero que sí hay una
crítica de los roles de género, por la forma en que ella se interroga respecto al perdón y la
decisión que toma. Retomando lo de las normas, el cuestionamiento surge de lo que ella
cree que es lo correcto o adecuado en lo que se refiere a la forma de actuar de una madre,
en este caso atender a su hijo, sin embargo podemos ver que aunque decide no atenderlo y
brindarse un momento para recuperar su bienestar en nada afecta al joven y mucho menos
la deja en una posición negativa como madre.

¿Hay una reflexión sobre el papel del cuerpo femenino?


“Nos hemos apartado de nuestros cuerpos, que vergonzosamente nos han enseñado a
ignorar, a azotarlo con el monstruo llamado pudor…”4 Inicio con la cita anterior de Hélèn
Cixous, pues considero que sí hay una reflexión sobre el cuerpo femenino en el cuento de
Noll y está relacionada por completo con lo que expresa la cita. Siguiendo con la narración,
descubrimos que la noche anterior con la que inicia el relato, la protagonista tuvo relaciones
sexuales con el mejor amigo de su hijo. He aquí una cuestión importante que nos remite a
lo que menciona la profesora Jiménez Perona acerca de las diferencias de los cuerpos “La
esencia femenina en los pensamientos patriarcales se define partiendo de la diferencia de
los cuerpos, en la capacidad procreativa, etc. En función de los genitales se les atribuye una
determinada conducta sexual.”5, es decir que según el pensamiento patriarcal, la función de
la mujer, de acorde a su diferencia genital es la de la procreación, sin embargo tanto en la
cita, como en la obra podemos observar que la protagonista ejerce y mantiene una
sexualidad que no se basa en la concepción y el pensamiento patriarcal, como lo que
expone Luce Irigaray “Cultivar la sexualidad no consiste en procrear un hijo (más), sino en
transformar la energía sexual para hacer fecunda y agradable la convivencia con los demás.

3
Op. Cit. Dr. Carlos Alberto López Márquez
4
Cixous, Hélène. La risa de la medusa. Ensayos sobre la escritura. 1995. Madrid: Dirección General de la
Mujer; Barcelona: ANTHROPOS. San Juan: Universidad de Puerto Rico.
5
Op. Cit. Profra. Jiménez Perona

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La sociedad no debería exigir inhibir sus deseos sexuales, anularlos o negarlos, mantenerlos
en la infancia o en la animalidad, sino integrarlos en una subjetividad individual y
colectiva…”6, sino la personaje es libre de expresarse y desarrollarse sexualmente; como si
propusiera que a pesar de que procreación y maternidad van unidas, no se debe contemplar
el cuerpo de la mujer como si su única función fuera la de procrear para preservar la
especie, toda mujer es dueña de su cuerpo y tiene la libertad de satisfacerlo y de
compartirlo con quien deseé, sin que por esto se le descalifique o se le censure. Lo que me
gusta del cuento es que muestra la faceta de madre y la de mujer como una misma, a lo que
me refiero es que, no porque una mujer sea madre, le queda vedado el cumplimiento de su
sexualidad, de su satisfacción y puede elegir libremente entre desempeñarlo o no.

¿Hay expresión del deseo?


Por supuesto que hay expresión del deseo y es demasiado evidente en la parte final de la
narración. Como ya lo mencioné en el punto anterior, la protagonista ejerce su libertad
sexual con el amigo íntimo de su hijo, sin ningún remordimiento. Con lo anterior no quiero
decir que debería sentir remordimiento alguno, sino que para ella es algo que simplemente
necesitaba realizar y lo hace. Sin embargo, la parte de la narración en la que se puede
observar más intensamente la expresión del deseo, es cuando, después de llevar al amigo de
su hijo al hospital, la protagonista regresa a su casa y encuentra dormido en el sofá a su
hijo. Lo contempla semidesnudo, únicamente utiliza el traje de baño, ella lo contempla con
una enorme e intensa carga erótica, rememorando el tiempo de gestación y centrando su
mirada en el ombligo del muchacho. Retomando la idea de que maternidad y procreación
van de la mano, pienso que la personaje, simboliza la relación indisoluble de las
características de la mujer y las desempeña de tal forma que no puede ser descalificada en
ningún sentido, o por lo menos es lo que a mí me parece. Por decir, en esta parte de la
contemplación, tuve una sensación de incomodidad muy severa, pues la forma en que lo
observaba no la considero… normal ni común, tal vez si el cuerpo de su hijo hubiera
evocado al amigo, otra cosa hubiera sido, todavía seguiría siendo incómodo, pero a niveles
más aceptables. A pesar de lo anterior, considero esa parte de la narración, fundamental
para entender la perspectiva femenina.

6
Irigaray, Luce. Yo, tú, nosotras. 1992. Madrid, Cátedra.

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Conclusiones
El punto número cuatro ¿Reflexiona sobre el papel social de la mujer?, no lo creí
fundamental, pues el cuento no trata mucho la cuestión social y si lo hace pienso que se
puede observar en el tercer punto, que trata sobre la reflexión del cuerpo femenino, además
nuestra personaje, sale del estereotipo de la ama de casa, que se dedica al cuidado de la
familia y del hogar.
En cierto modo, se puede afirmar que la personaje es una mujer que desempeña los
papeles de madre y de mujer de la forma que ella considera más adecuados para ella, sin
afectar directamente la relación con su hijo, ni desprestigiar su imagen ante la sociedad.
Aquí recuerdo la parte en la que ella se cuestiona sobre si será perdonada y si necesita ser
perdonada; suponiendo que me tocara el papel de juzgar tal cuestionamiento, diría que no
hay perdón para ella, por el simple hecho de que no necesita ser perdonada, pues su actuar
se basa en el cumplimiento de sus necesidades, como mujer.
Considero que las propuestas y la forma de análisis que vimos en clase sí me fueron
útiles para comprender los aspectos más sobresalientes de la lectura y me brindaron una
nueva perspectiva de lo que es la percepción de la mujer y de las formas de pensamiento
que conforman a la crítica feminista.

Bibliografía
 Irigaray, Luce. Yo, tú, nosotras. 1992. Madrid, Cátedra.
 Cixous, Hélène. La risa de la medusa. Ensayos sobre la escritura. 1995. Madrid:
Dirección General de la Mujer; Barcelona: ANTHROPOS. San Juan: Universidad
de Puerto Rico.
 Jiménez Perona, Ángeles. “Teoría y Crítica Feminista.” En
https://lookaside.fbsbx.com/file/teoria-y-critica-
feminista%20%281%29.doc?token=AWzueypnO3saJOOdTdnverzWq2P2MlWuy
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KlMmBoK5g6spJ3HFeZZm-Bs2 Última revisión 26/05/2018 a las 06:35p.m.

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