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ESFUERZO ÚLTIMO y ESFUERZO ADMISIBLE. FACTOR DE SEGURIDAD.

En las secciones precedentes se aprendió a determinar los esfuerzos en barras y


pasadores en condiciones sencillas de carga. En los capítulos siguientes se aprenderá a
determinar esfuerzos en condiciones más complejas. Sin embargo, en las aplicaciones de
ingeniería esto es rara vez el objetivo final. En lugar de eso, el conocimiento de los
esfuerzos los utiliza el ingeniero para realizar los siguientes trabajos:

1. Análisis de estructuras y máquinas existentes o propuestas, para predecir su


comportamiento en condiciones de carga especificadas.
2. Diseño de nuevas estructuras y máquinas que cumplirán su función de una
manera segura y económica.

Para poder realizar cualquiera de las anteriores tareas debe saberse cómo se comportará
el material que se utilizará, en condiciones de carga conocidas. Para un material dado,
esto se determina realizando pruebas específicas en muestras preparadas del material.
Por ejemplo, puede prepararse una probeta de acero y colocarla en una máquina de
prueba y someterla a una fuerza axial de tensión conocida. Cuando se incrementa la
magnitud de la fuerza, se miden varios cambios en la probeta, por ejemplo, cambios en su
longitud y diámetro. Finalmente se alcanzará la máxima fuerza que puede aplicarse a la
probeta, y ésta se romperá o comenzará a portar menor carga. Esta carga máxima es
la carga última de la probeta y se denota por PU. Como la carga aplicada es axial, puede
dividirse la carga última por el área original de la sección media de la barra para obtener
el esfuerzo normal último del material en cuestión. Este esfuerzo, conocido también
como la resistencia última a la tensión del material es

Varios métodos de prueba están disponibles para hallar el esfuerzo cortante


último o resistencia última a cortante de un material. El más común involucra la torsión de
un tubo circular. Uno más directo, aunque menos exacto, consiste en fijar una barra
rectangular o redonda en una herramienta de cortante (véase la figura 1) y aplicar una
carga creciente P hasta obtener la carga última PU de cortante simple. Si el extremo libre
de la muestra reposa en los dos dados endurecidos (véase la figura 2) se obtiene la carga
última a cortante doble. En cualquier caso, el cortante último U se obtiene dividiendo la
carga última por el área total donde el esfuerzo cortante tiene lugar. Recuérdese que en el
caso del cortante simple el área es la sección transversal A de la muestra, mientras que
en el cortante doble es dos veces la sección transversal.

Figura 1

Figura 2

Un elemento estructural o componente de máquina debe diseñarse de modo que su carga


última sea bastante mayor que la carga que el elemento o componente llevará en
condiciones normales de uso. Esta carga menor es la carga admisible y, a veces, la carga
de trabajo o de diseño. Así sólo se utiliza una fracción de la carga última del elemento
cuando se aplica la carga admisible. El remanente de la capacidad del elemento se deja
en reserva para asegurar un desempeño seguro. La razón entre la carga última y la carga
admisible se define como factor de seguridad. Escribimos:

En muchas aplicaciones existe una relación lineal entre la carga y el esfuerzo generado por ella.
Cuando tal es el caso, el factor de seguridad puede expresarse como:
La determinación del factor de seguridad que deba usarse en las diferentes aplicaciones es una de
las más importantes tareas de los ingenieros. Por una parte, si se le escoge muy pequeño la
posibilidad de falla se torna inaceptablemente grande; y si se le escoge muy grande el resultado es
un diseño caro y no funcional. La escogencia del factor de seguridad apropiado para determinada
aplicación requiere un buen juicio del ingeniero, basado en muchas consideraciones tales como las
siguientes:

1. Variaciones que ocurren en las propiedades de los materiales. La composición,


resistencia y dimensiones de los materiales están sujetas a pequeñas variaciones
durante la manufactura. Además, las propiedades pueden alterarse y pueden
generarse esfuerzos residuales por efecto de calentamiento o deformación que
pueden ocurrir al material durante el almacenamiento, transporte o la construcción.
2. Número de ciclos de carga que pueden esperarse durante la vida de la estructura
o máquina. Para la mayor parte de los materiales el esfuerzo último decrece
cuando el número de ciclos de carga aumenta. Este fenómeno se conoce
como fatiga y si se le ignora puede producir alguna falla súbita.
3. Tipo de cargas que se consideran en el diseño o que pueden ocurrir en el
futuro. Muy pocas cargas se conocen con completa certeza. La mayor parte de las
cargas de diseño son estimados ingenieriles. Además, cambios futuros en el uso
pueden introducir cambios en el modo de carga. Para cargas dinámicas, cíclicas o
de impulso se exigen mayores factores de seguridad.
4. Tipo de falla que puede ocurrir. Los materiales frágiles fallan súbitamente,
usualmente sin aviso previo de que el colapso es inminente. Los materiales
dúctiles, como el acero estructural, sufren deformaciones sustanciales antes de
fallar, conocidas como fluencia, advirtiendo así que existe carga excesiva. Sin
embargo, la mayor parte de las fallas por doblamiento o estabilidad son repentinas
sea frágil el material o no. Cuando existe la posibilidad de falla súbita debe usarse
un mayor factor de seguridad que cuando la falla está precedida por avisos
evidentes.
5. Incertidumbre debido a los métodos de análisis. Todos los métodos de diseño
están basados en hipótesis (simplificadas) que se traducen en que los esfuerzos
calculados son sólo aproximaciones de los esfuerzos reales.
6. Deterioro que puede ocurrir en el futuro por mantenimiento deficiente o por causas
naturales no prevenibles. Un factor de seguridad mayor se requiere en sitios
donde la oxidación y decadencia general son difíciles de controlar o aun de
descubrir.
7. Importancia de un elemento con respecto a la seguridad de la estructura total. Los
elementos rigidizadores o secundarios pueden en muchos casos diseñarse con un
factor de seguridad más bajo que el usado para elementos principales.

Además de lo anterior existe la consideración sobre el riesgo para la vida y la propiedad que una
falla implicaría. Cuando una falla no implique riesgo para la vida y un riesgo mínimo para la
propiedad, puede considerarse el uso de un menor factor de seguridad. Finalmente, está la
consideración práctica de que, a menos que se efectúe un diseño cuidadoso con un factor de
seguridad no excesivo, la estructura o máquina podrá o no realizar su función de diseño. Por
ejemplo, algunos grandes factores de seguridad en aviación pueden tener un efecto inaceptable en
el peso de los aviones.

Para la mayor parte de las aplicaciones estructurales y de máquinas, los factores de


seguridad se establecen por especificaciones de diseño y códigos de construcción
escritos por comités de ingenieros experimenta- dos que trabajan con sociedades
profesionales, -con industrias o con agencias federales, estatales o municipales. Ejemplos
de tales especificaciones de diseño y códigos de construcción son:

1. Acero: American Institute of Steel Construction, Specifications for the Design and
Erection of Structural Steel for Buildings.
2. Concreto: American Concrete Institute, Building Code Requirement for Reinforced
Concrete.
3. Madera: National Forest Products Association, National Design Specifications for
Stress-Grade Lumber and Its Fastenings.
4. Puentes para carreteras: American Association of State Highway Officials,
Standard Specifications for Highway Bridges.

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