¿El trabajo dignifica al hombre?

Está es una pregunta un poco complicada partiendo por lo que

puede considerarse como digno y si el trabajo es el que otorga esta categoría a las personas o si en
el otro sentido es el hombre quien dignifica el trabajo que realiza.

En un sentido estricto, el trabajo es cualquier esfuerzo realizado por todos nosotros y esto sucede
en cada momento de nuestro día, pero para acotar un poco el tema de la presentación nos
referiremos a trabajo como toda actividad por la que obtendremos un beneficio, resolver un
problema o simplemente generar un cambio sea a nivel personal o hacia nuestro entorno.

Así, existen el trabajo remunerado también conocido como empleo, y el trabajo no remunerado.

Muchos empleos que realizan profesionales como médicos, ingenieros, abogados, profesores, etc,
que tienen un impacto más visible dentro de la sociedad por lo que están más fácilmente
relacionados a actividades que pueden considerarse loables si las realizas correctamente.

Por otro lado, los trabajos no remunerados como las actividades domésticas son difícilmente
reconocidos a nivel social tal como los empleos a pesar de tener un fuerte impacto en el hogar y por
lo tanto en la sociedad. También existen labores sociales no remuneradas que, a menos que cuenten
con publicidad o sean muy masivas, tampoco tienen un reconocimiento debido por parte de
nosotros como individuos.

La verdad es que cualquier trabajo realizado por alguien merece ser reconocido en primer lugar
porque nadie tiene la certeza de cuanto esfuerzo invirtió en realizarlo, lo que a simple vista puede
parecer un trabajo fácil para quien lo realizó en realidad pudo ser muy complicado. Se aprecia el
esfuerzo y se debería reconocer como deseo de desarrollo, de superación o de aportar a los demás;
pero más allá del reconocimiento al trabajo, este no siempre está relacionado con la dignidad de
quien lo realiza.

La dignidad como característica del individuo no debería asociarse al trabajo que realiza, al menos
no a priori, por ejemplo, un trabajo que podría considerarse admirable que incluye labores sociales
que beneficiarán a muchas personas podría haberse realizado por alguien con fines políticos,
económicos a largo plazo u otras razones, lo cual entonces no hace digno al individuo.

En otro caso y aunque el trabajo fuera realizado con la mejor intención tampoco “dignifica” a la
persona que lo realizó porque esta persona puede ser un profesional muy ético, muy completo con
buenas intenciones, pero podría ser un mal padre, un mal vecino, un mal amigo, entonces este
trabajo a primera vista admirable no vuelve digna a esta persona.

Una persona es digna probablemente cuando busque el bien común, cuando practique la tolerancia,
el respeto, la responsabilidad y los valores fundamentales, no por realizar un trabajo, sin embargo,
este tipo de personas podrán más fácilmente ser reconocidos como dignos porque ponen parte de
ellos en él.

Así mi conclusión es que el hombre dignifica el trabajo que realiza y nunca en sentido contrario.