Professional Documents
Culture Documents
Entendemos que las repercusiones del Calentamiento Global son en su mayoría catastróficas. Solo con 2º C
extra a nivel global, se reduciría el acceso al agua considerablemente (lo cual provocaría daños de la agricultura
y la alimentación), se derretirían varios glaciares menores, se dañarían irreparablemente los arrecifes de coral,
y aumentarían la frecuencia de tormentas, incendios forestales, inundaciones y olas de calor.
Deseamos proteger nuestra forma de vida a toda costa, como si fuera una zona de confort de la cual no queremos
ser removidos; irónicamente, seguimos viviendo a un ritmo que hace que dicha forma de vida, sea insostenible
para las futuras generaciones. Pero pareciera no importarnos, pareciéramos vivir en una especie de letargo-
negación, donde a pesar de saber que nuestro presente podría tener graves consecuencias en el futuro, no
hacemos mucho. Tal vez en muchos casos, la gente piensa “... esto no nos afectará directamente, ya no estaremos
ahí”.
Pero sentimos que como raza humana somos dueños del planeta y de todos sus recursos. Es bueno por un lado,
ya que nos impone la responsabilidad de velar por el ambiente, de entender cómo funciona y qué impacto
tenemos en él; por otro lado es malo, ya que tenemos una idea de superioridad por sobre las demás formas de
vida. Decir que somos los principales causantes del Calentamiento Global, alimenta ambos extremos: tenemos la
tecnología para entender lo que ocurre y cómo podemos enfrentarlo (como nunca en la historia humana); pero
también alimenta la creencia de que somos tan poderosos como raza, que ponemos en jaque a toda la vida en la
biósfera, como si fuéramos herederos de alguna de las extinciones masivas del pasado del planeta. Disminuir la
influencia del “factor antropogénico” en el calentamiento global, nos pone los pies en la tierra como especie, y
nos invita a comprender que no somos tan importantes para el ecosistema como nos gustaría creer, en un
ejercicio de humildad y también de valoración, de quiénes somos, dónde estamos y qué podemos hacer.
Porque aunque no podamos decir que
somos lo peor que le podría haber
pasado a este hermoso planeta, si
estamos llamados a ser lo
mejor. Somos culpables y
víctimas del
Calentamiento Global,
pero también podemos
ser los salvadores de la
biósfera, de la vida
como la conocemos, y
de mantener los
escenarios futuros lo
más optimistas
posibles. Gracias a
acuerdos como el de
Paris, en el 2015, se
determinó cuáles eran las
líneas que no podemos
cruzar (concentrar nuestros
esfuerzos en mantener el
aumento bajo los 2 ºC), las
medidas a mediano plazo (aporte de
los países de mayores recursos para
generar un capital de acción) y a largo
plazo (disminuir las emisiones de gases
invernadero, y apoyar a los países en ese
desarrollo mediante el capital de acción).
Y de mantener los acuerdos y el trabajo constante, los modelos más esperanzadores nos indican que en el futuro,
las cosas se mantendrían en los niveles actuales, el tiempo suficiente para que nosotros como especie, y todo
nuestro ecosistema, podamos adaptarnos adecuadamente al Cambio Climático.
Como dije anteriormente, tenemos en una mano el acceso a recursos y tecnología como nunca antes en nuestra
historia, y en la otra la responsabilidad de proteger el ambiente de daños irreparables. La pregunta no es si
podemos hacer algo al respecto, sino qué haremos al respecto.