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POEMA A SAN VICENTE Y SANTA LUISA

Unirse a la Iglesia
es una vocación,
Santa Luisa y San Vicente
son una gran bendición.

La más bella creación de Dios,


brillarán como estrellas
en el hogar de todos.

Luz en nuestra vida,


fortaleza en las labores,
la Iglesia más querida
por la unión de sus corazones.

Azahar
3ºB
Colegio Medalla Milagrosa de Zamora
CARTA A SAN VICENTE DE PAUL

San Vicente de Paul: con todos mis respetos y mi admiración, me


dirijo a usted para contarle cosas de mi Colegio.

Colegio que decidieron mis padres por mí, puesto que yo empecé
desde muy pequeña y no era consciente para saber cuál elegir. Medalla
Milagrosa, así se llama mi colegio, el cual está dirigido por las Hijas de
la Caridad, organización que usted fundó.

Creo y sé que es la mejor elección que mis padres pudieron


tomar, estoy encantada en él, con las Hermanas, con los profesores,
compañeros,…

Estoy en cuarto de primaria y me siento muy orgullosa del nivel


que tengo, del aprendizaje, del esfuerzo que hacen los profesores/as
para enseñarnos, siempre con una sonrisa, para ser cada día mejores.

¡Ah! No lo he dicho que me llamo Lucía y que mi Colegio está en


Zamora. Gracias por fundar una organización con tanto amor.

Un saludo de Lucía Álvarez Matilla


4º EP Colegio Medalla Milagrosa de Zamora
CARTA A SANTA LUISA DE MARILLAC

Admiro a las Hijas de la Caridad por su compromiso para ayudar


a los más necesitados. Ser Hija de la Caridad implica renunciar a todo
lo material, dejarse llevar por Dios y ayudar sin esperar nada a cambio.
Siempre con ilusión y, a pesar de las muchas adversidades, nunca
pierden las ganas de ayudar y mitigar el dolor de los que más lo
necesitan.

Cuando sea mayor me gustaría ayudar a que la gente no sufra por


el motivo que sea, pero no me veo capaz de renunciar a todo como
ellas.

En este Cole estoy muy contento porque además de aprender las


asignaturas, aprendemos a ser mejores personas, porque nos inculcan
los valores de la Hijas de la Caridad. Quizás no lleguemos a ser ni la
mitad de la mitad de lo que deberíamos ser, pero yo tengo claro que
debo ponerme en el lugar de los demás. No me gustaría hacer lo que a
mí no me gusta que me hagan.

¡Ojalá las Hijas de la Caridad estuvieran dirigiendo el timón de


nuestra sociedad! Vivimos rodeados de maldad, envidia, rencor,
rivalidades,… Esto hace que cueste mucho ser buena persona, porque
nadie respeta a nadie, o muy pocos.

Querida Santa Luisa, ya para despedirme, me gustaría que


hicieras algo especial para que entre todos hagamos un MUNDO
MEJOR, lleno de Hijas de la Caridad.

Samuel González Carabias


5ºA Colegio Medalla Milagrosa de Zamora
CARTA A SAN VICENTE DE PAUL

¡Querido San Vicente!

Soy una niña del Colegio Medalla Milagrosa de Zamora y me he decidido a


escribirte porque hay muchas cosas que me preocupan.

Sé que fuiste una persona buena que se preocupaba por los demás y quería
contarte como está el mundo hoy en día.

Sigue habiendo mucha pobreza en el mundo, gente sin trabajo, comida, ropa u
hogar. Creo que no hacen caso a lo que tú decías: “Ayudar a los necesitados, dar sin
recibir nada a cambio, conformarse con pocas cosas,…”

Cada tres segundos muere un niño a causa de la pobreza y cuanto más veces lo
pienso, más me doy cuenta de que hay mucha gente que lo está pasando muy mal.

Otro problema es que cada vez hay menos Hijas de la Caridad, ya no hay
tantas como cuando tú fundaste la comunidad y hacías los orfanatos y los colegios. Y
las que quedan van siendo mayores y no pueden trabajar tanto.

Hay que intentar que en los siguientes años haya más vocaciones y que tanto
los niños como los adultos entiendan que necesitamos más Hijas de la Caridad,
misioneros o voluntarios para ONGs. Porque cada vez veo a más gente acudiendo a
estos centros en busca de comida y ropa. El año pasado llevamos libros usados,
juguetes y ropa a Cáritas, pero sigo pensando que no es suficiente.

En Grecia hay muchos refugiados que no tienen hogar y que no saben qué hacer
con ellos. No entiendo muy bien por qué los gobiernos de los países ricos los llevan a
Turquía, si allí no tendrán una buena vida. Lo que si sé, es que debemos ayudarles,
porque lo están pasando muy mal.

Supongo que no esperabas que hubiera tantos problemas y espero que seamos
capaces de solucionarlos siguiendo el ejemplo de personas como tú, Santa Luisa, la
Madre Teresa de Calcuta o Vicente Ferrer; que dedicaron su vida a los demás, igual
que hizo Jesús.

Por mi parte intentaré ayudar todo lo que pueda.


Un beso y un abrazo.

Paula López García


5ºB Colegio Medalla Milagrosa de Zamora
REDACCIÓN SOBRE SANTA LUISA DE MARILLAC

Cuando mi profesora nos propuso hacer una redacción sobre Santa


Luisa me vinieron unos recuerdos muy bonitos de cuando estaba en
Infantil. Mis profesoras, Sor Charo y Verónica me contaron una
pequeña historia en forma de cuento de esta fundadora de las Hijas de
la Caridad; fue entonces cuando conocí su nombre, pero era tan
pequeña que lo di importancia a lo que contaba la historia.

Cada año nos enseñaban una canción y pintábamos un dibujo de


ella, lo principal era celebrar la fiesta. Para mis compañeras y para mí
era un día diferente, sin Lengua, sin Inglés, sin Matemáticas,…un día
divertido.

No me di cuenta que era importante hasta Primaria y allí empecé


a enterarme que junto a San Vicente de Paul fundó las Hijas de la
Caridad. Reformó la atención que se proporcionaba en los hospitales,
asilos, orfanatos, casas de expósitos, hogares de adopción y centros de
ayuda en la Francia de su época. Le hicieron santa por la Iglesia
Católica y su solemnidad se celebra el 9 de mayo.

Tengo suerte de estar en un Colegio que nos transmiten los


valores de Santa Luisa y estar cerca de las personas que siguen sus
pasos.

Lorca Arias Álvarez


6ºA Colegio Medalla Milagrosa de Zamora
CARTA A SANTA LUISA DE MARILLAC

¡Querida Santa Luisa!

¡Santa! ¡Si! Con todos los honores, ya que tu vida fue una entrega a los
demás, sobre todo a los más necesitados.

Me he decidido a escribirte porque los momentos tan difíciles que


estamos pasando a nivel mundial son muy duros y dolorosos como los que tú
superaste.

Tu vida no fue fácil, escogiste el camino tortuoso y complicado, aunque


podías haber mirado a otro lado.

Enséñanos a ser como tú, simple, sencilla, carismática, amable y fiel


seguidora de Dios. Tú decidiste estar al lado de los pobres y los necesitados y
así nació la congregación de las Hijas de la Caridad.

Desde aquí, desde los pupitres de esta gran congregación y formando


con orgullo parte de esta gran familia que son las Hijas de la Caridad, te pido
que ilumines a los hombres que solo quieren el poder y el dinero, sin
importarles los más necesitados. Tú lo dejaste todo, una vida acomodada por
ayudar a los demás, pero no a cualquiera, sino a los más pobres del lugar.

Dicen que eras muy menuda y chiquita, pero tu fortaleza era enorme y
extensa y supiste compartirla.

“Tus señores los pobres” claman hoy en día a través de los sin techo,
de las familias desestructuradas, de las personas sin trabajo, de los
refugiados, de los niños que viven en países en guerra y, por desgracia, un
largo etcétera.

Enséñanos tu fortaleza para poder ayudar como tú a los pobres.


Gracias por haber entregado tu vida a los demás, gracias por ser tan
generosa y gracias por fundar las Hijas de la Caridad.

Gracias a ti recibo una gran educación. Pero, sobre todo, me enseñan a


ser persona y a querer a los demás como tú lo hiciste. ¡Gracias!

María Soriano López


6ºB Colegio Medalla Milagrosa de Zamora

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