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Sociología Latinoamericana

Ficha lectura, 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, José


Carlos Mariátegui

Ensayo: Esquema de la evolución económica

El presente ensayo está compuesto por una variedad de capítulos capaces,


cada uno de ello, de hacerse parte del análisis sobre la evolución económica,
señalando cada uno de ellos especificidades concretas de una determinada
etapa de la evolución económica en el análisis de Mariátegui. En primer lugar
comienza con la economía colonial donde describe brevemente la manera en
que los inkas estaban constituidos previa la llegada de los españoles, es decir
como pequeñas comunas organizadas, en la producción como también
políticamente, y es que su población se sentía parte del imperio y aportaba
creando infraestructura a través del vasto territorio. Pero tras la llegada de los
españoles, las relaciones de poder cambian drásticamente, con la llegada del
virrey, de religiosos, de soldados, de inquisidores, entre otros participantes de
la colonización, la vida para quienes residían históricamente en el lugar se
deteriora tremendamente, su imperio destruido y se desarrolla una especie de
mixtura entre economía feudal y economía colonial, y esto porque a diferencia
de otros lugares también víctimas de la colonización, en el Perú no arribaron
pioneers, “En las colonias españolas no desembarcaron como en las costas de
Nueva Inglaterra grandes bandadas de pioneers. A la América Española no vinieron
casi sino virreyes, cortesanos, aventureros, clérigos, doctores y soldados. No se
formó, por esto, en el Perú una verdadera fuerza de colonización.” Pp.5. Por lo que a
juicio de las autoridades coloniales se lleva adelante el trae esclavos capaces
de empujar su sueño de saqueo a las minas, sobre todo de oro y plata, para
así, con este tipo de relaciones, consolidar un modelo feudal-colonial.

El segundo capítulo se llama, las bases económicas de la república,


recordando que cada capítulo corresponde a una determinada fase de
desarrollo de la economía peruana, es que cabe señalar que la primera etapa
antes mencionada tiene como inicio un hecho político militar como lo es la
conquista, y cierra, para abrir una nueva etapa, con los sueños de burgueses
europeos de una revolución burguesa. Dichos planteamientos político-militares
son los que dan inicio a la segunda etapa, las bases económicas de la
república, y es que la pequeña e incipiente burguesía local se ve contagiada de
los valores modernos, y asumen el desafío de despojarse del hundimiento que
la corona española les impone, ya que las condiciones del momento eran que
sus capacidades eran exclusivamente las delimitadas por la idea de metrópoli,
es decir, su capacidad de negociar libremente estaba opacada por un continuo
e injusto intercambio colonial, exclusivo con la corona española. España se
encargaba de abastecer sus colonias, con sacerdotes, médicos, y recursos que
para la pequeña burguesía peruana eran cuasi ridículos ante el incipiente
desfile industrial que ocurría en Inglaterra, que como tierra del liberalismo, de
protestantes y ambiciosos banqueros, comenzaron a provocar de una u otra
manera el avance, que de todas maneras tenia impulso propio, para que se
desate el corte de vinculo colonial-exclusivo entre el Perú y la corona española,
para llevar adelante la lucha por la independencia y comenzar una nueva etapa
económica donde el intercambio económico cambió su ruta ya establecida y se
modifica a la industrial Inglaterra.

El período del guano y del salitre, a raíz de los acontecimientos relacionados


a la nueva etapa económica de dependencia, primero a España y luego
Inglaterra, antes expuestos, surge la nueva etapa económica, y es que al alero
del desarrollo industrial en Inglaterra, sus necesidades cambiaron, o digamos
en términos productivos el suelo peruano cambió gracias a una nueva
dependencia económica, que ya no era quien extraía a destajo metales
preciosos desde las venas de la cordillera de los andes, sino que el avance de
la maquinaria industrial exigía la presencia de salitre y guano, que a diferencia
del oro y la plata, no necesitaban puestos de avanzadas hacia los interiores
para su extracción, sino que estos recursos se encontraban en las costas del
“País” lo que cimentó la presencia europea, ahora, por las costas. Además
desde un punto de vista instrumental a la incipiente burguesía, el tráfico de
guano y salitre aseguró la presencia Inglesa por los territorios orientales de
América latina, y permitió que la presencia colonial de la época y migratoria no
se concentrara en territorios como Brasil y Argentina. Por la ubicación de estos
nuevos y exigidos recursos y por lo tanto por la facilidad de su extracción se
terminó constituyendo como eje central de la economía peruana, cimentando la
nueva experiencia económica, pero siempre y cuando asegurase la nueva
dependencia, y es que a cambio de los continuos créditos dados por Inglaterra,
fundamentados en una política del derroche por el momento nunca antes visto,
económicamente, para la burguesía local, lo que provoco, por las deudas, la
obligación de entregar la administración de los ferrocarriles. En fin, este
período, estructuralmente hablando se corresponde con el desarrollo de la
política-económica, desde una economía feudal a una oficialmente burguesa.

Carácter de nuestra economía actual, tras la guerra del pacífico, y la pérdida


de la explotación de guano y salitre, durante el periodo postguerra la crisis se
asienta, la depresión productiva se descontrola, y el Perú está en banca rota.
Inglaterra controlaba los ferrocarriles, es decir los banqueros, por lo que
funciona de prenda y bases para una nueva arremetida económica inglesa, un
nuevo proceso de inversiones reinversiones, que buscan estabilizar la política-
económica peruana, como también su papel y actuación dentro del nuevo
escenario mundial, donde el desarrollo industrial es fundamental. Por esto,
Mariátegui identifica ocho experiencias claves para la formación del nuevo
Perú. La primera de ellas, tiene que ver con la instalación de fabricas,
transportes, y en general un avance de la industria moderna, que provoca la
creación de un nuevo sujeto político o una nueva clase trabajadora industrial,
que tiene a definirse políticamente como clasista y por lo tanto cimentar los
nuevos conflictos políticos, la nueva forma de hacer política. La segunda
experiencia corresponde a la instalación del capital financiero y el surgimiento
de bancos nacionales. La tercera de ellas tiene que ver con la construcción del
canal de panamá que permitió un acortamiento en las distancias con Europa
para un tráfico más expedito, lo que asegura el aumento en la velocidad de la
integración de la economía peruana en el esquema mundial. La cuarta de
aquellas experiencias o hitos, también tiene que ver con el canal de panamá, y
es que al parecer, más allá del acortamiento de distancias con Europa, parece
que estrecha las relaciones con Estados Unidos y por lo tanto genera un nuevo
tipo de tratado económico, desligándose una vez más del tutor anterior, para
ahora permitir el ingreso económico de estados unidos en la producción
peruana, como en materia de petróleo y cobre, que logran constituirse en este
periodo como fundamentales para la economía. La quinta experiencia, la clase
capitalista de diversifica, y borra del mapa la exclusividad de aquella clase para
la aristocracia tradicional, por lo que en la agricultura, sistemáticamente
comienzan a desaparecer los tradicionales apellidos aristócratas para la
integración de la nueva y diversificada clase capitalista. La sexta corresponde
con la ilusión del caucho, que tras su descubrimiento en las montañas trajo a
un montón de aventureros, ya que su altísimo valor, pese a su corta duración,
de alguna u otra manera aporto significativamente a la economía. La séptima
experiencia tiene que ver con el aumento de los valores de los productos
peruanos, por lo tanto y casi mecánicamente, un aumento significativo en las
riquezas de la fortuna privada local. Y finalmente como octava experiencia, es
el resurgimiento de los créditos, pero esta vez son los banqueros
estadounidenses quienes ofrecen las mejores posibilidades para los incipientes
estados latinoamericanos para la ejecución de políticas públicas.

Economía agraria y latifundio feudal, a pesar del desarrollo industrial


moderno, en el Perú en términos de ocupación y tradición se sigue prefiriendo
la economía agraria, y es ella quien es responsable de abastecer los mercados
locales, es decir se mantiene como economía fundamental para la población,
ya que el resto de producciones son fundadas en la exportación únicamente,
como el cobre, oro, plata y petróleo y derivados. La clase terrateniente no es
dueña del área industrial moderna, la minería y los transportes como también el
comercio se encuentran en poder de economías extranjeras, por lo que a la
clase terrateniente, desde su visión, no queda otra opción que integrarse como
intermediarios entre la producción, de algodón y azúcar en la costa por
ejemplo. La clase terrateniente se siente orgullosa de su actuar, por el
incremento en las exportaciones para mercados lejanos, pero nada de esto es
su obra, es que su producción se fundamenta en créditos extranjeros, tierras
robadas y la mano de obra es mayoritariamente esclava, por lo que este
periodo se entiende como de una adaptación capitalista, tanto local como
extranjera para acomodarse a la condiciones históricas, para sacar el mayor
provecho individual posible, nunca pensando en el desarrollo de las
comunidades, y es que Mariátegui define a estas relaciones feudales como el
mayor lastre que debe cargar el Perú y que lo mantiene hundido, “Los sistemas
provinciales, los hábitos feudales de los antiguos grandes propietarios de La Libertad
no han podido resistir a la expansión de las empresas capitalistas extranjeras.” Pp. 17.
Entonces, otra vez en términos estructurales, y a grandes rasgos las primeras
supuestas intenciones de independencia heredadas de la ilustración y la
modernidad, no constituyeron en ningún grado una independencia real para
nadie, sino que trasladó el yugo por diferentes potencias mundiales, pero
siempre mantuvo una relación clientelar-abusiva entre las potencias y las
economías coloniales.

Valoración Crítica

De principio a fin y propio del estilo de Mariátegui se mantiene critico, distante ante los
discursos arribados al continente que enarbolan consignas de liberación e integración
para mirar con desconfianza las supuestas libertades que sistemáticamente las
potencias ofrecen. Hoy día aquella desconfianza, desde un punto de vista analítico, es
más clara aún, y el ejemplo se repite disciplinadamente por todas las experiencias
coloniales, y es que los intereses de la colonización, cargados desde siempre con un
vomitivo espíritu de progreso, integración económica y desarrollo se han encargado de
mantener la miseria local, de mantener las relaciones de metrópolis, pero esta vez
extrapolándolo a un sistema económico mundial, donde la extracción de recursos
naturales se sigue manteniendo en los mismos territorios que hace 500 años, y las
fabricas y el desarrollo industrial, militar y económico, como también la prosperidad se
concentran en los mismos estados que gobernaron la Latinoamérica colonial, Estados
unidos, Inglaterra, España, continúan concentrando los recursos naturales de los
países “independientes” para que estos continúen dependiendo en un trato abusivo al
mercado internacional y la integración capitalista.

Es por esto, que considero de una vigencia monumental el texto de Mariátegui y


agradezco sus esfuerzos por dilucidar aquellos problemas históricos políticos, y
develarlos en un lenguaje claro, para facilitar su comprensión y entender nuestro
pasado, y sus influencias en el presente, como también para comparar y/o medir
nuestras condiciones actuales con las del pasado.

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