You are on page 1of 1

Las mujeres han llegado al siglo XXI con una larga lista de cargas a sus espaldas.

Problemas de desigualdad en el trabajo, en el hogar, en la calle... Sin embargo, no es


una consecuencia de la pasividad de la mujer y de su falta de espíritu luchador a lo
largo de la Historia.

---> Si se mira hacia atrás en el tiempo encontramos a aquellas mujeres de la Bastilla


o a las que reclamaban el sufragio universal femenino.

---> La vida es una continua lucha. Siempre se desea algo mejor y se intenta
conseguirlo. Pero no se debe abandonar la consigna cuando se trata de derechos
humanos: falta de libertad, opresión y marginación. Por eso, las mujeres gritan ahora
con una fuerza inusual. Situaciones tan intolerantes como la violencia doméstica
(mejor llamarla de género), el acoso sexual, la prostitución o el tráfico de mujeres han
incrementado el sentimiento de malestar. No sólo entre las mujeres sino en toda la
sociedad.

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como "todo acto de violencia
de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o
psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la
privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la
privada".
La violencia de pareja se refiere al comportamiento de la pareja o ex pareja que causa
daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción sexual, el
maltrato psicológico y las conductas de control.
La violencia sexual es cualquier acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual
u otro acto dirigido contra la sexualidad de una persona mediante coacción por otra
persona, independientemente de su relación con la víctima, en cualquier ámbito.
Comprende la violación, que se define como la penetración, mediante coerción física
o de otra índole, de la vagina o el ano con el pene, otra parte del cuerpo o un objeto
La violencia contra mujeres y niñas es una violación grave de los derechos humanos.
Afecta negativamente el bienestar de las mujeres e impide su plena participación en la
sociedad. Además de tener consecuencias negativas para las mujeres, la violencia también
impacta su familia, comunidad y el país. Los altos costos asociados, que comprenden
desde un aumento en gastos de atención de salud y servicios jurídicos a pérdidas de
productividad, impactan en presupuestos públicos nacionales y representan un obstáculo
al desarrollo.
Tras varias décadas de movilizaciones promovidas por la sociedad civil y los
movimientos de mujeres, se ha conseguido incluir la erradicación de la violencia de
género en las agendas nacionales e internacionales. Nunca tantos países han contado con
leyes contra la violencia doméstica, las agresiones sexuales y otras formas de violencia.
Sin embargo, continúan existiendo desafíos en la aplicación de estas leyes, resultando en
una limitada protección y acceso a la justicia por parte de mujeres y niñas. Asimismo, no
se hace lo suficiente para prevenir la violencia, y cuando ésta ocurre a menudo queda
impune.
Las mujeres forman parte de nuestra vida en todo momento y en todo lugar y sin ellas no
solamente no podríamos vivir, jamás hubiésemos llegado a este mundo.
Di no al maltrato contra la mujer

You might also like