“El guardador de rebaños” fue escrito gracias a un arrebato que no se repetiría en la existencia de Fernando Pessoa. Este momento de gracia vino a modificar la poesía moderna, que ofrecemos en la versión de Mario Bojórquez. Se incluye, además, el manuscrito del poema.
“El guardador de rebaños” fue escrito gracias a un arrebato que no se repetiría en la existencia de Fernando Pessoa. Este momento de gracia vino a modificar la poesía moderna, que ofrecemos en la versión de Mario Bojórquez. Se incluye, además, el manuscrito del poema.
“El guardador de rebaños” fue escrito gracias a un arrebato que no se repetiría en la existencia de Fernando Pessoa. Este momento de gracia vino a modificar la poesía moderna, que ofrecemos en la versión de Mario Bojórquez. Se incluye, además, el manuscrito del poema.
I Es mi manera de estar solo. Yo nunca guardé rebaños Y si deseo a veces, Pero es como si los guardara. Por imaginar, ser corderillo Mi alma es como un pastor, (O ser el rebaño todo Conoce el viento y el sol Para andar disperso por toda la ladera Y anda de la mano de las Estaciones Siendo muchas cosas felices al mismo Siguiendo y mirando. tiempo), Toda la paz de la Naturaleza sin gente Es sólo porque siento lo que escribo a la Viene a sentarse a mi lado. puesta de Sol, Pero yo quedo triste como una puesta de sol O cuando una nube pasa la mano por Para nuestra imaginación, encima de la luz Cuando enfría el fondo del llano Y corre un silencio por la hierba. Y se siente la noche entrada Cuando me siento a escribir versos Como una mariposa por la ventana. O, paseando por los caminos o por los Pero mi tristeza es sosiego atajos, Porque es natural y justa Escribo versos en un papel que está en mi Y es lo que debe estar en el alma pensamiento, Cuando ya piensa que existe Siento un cayado en las manos Y las manos cogen flores sin que ella se Y veo una imagen de mí entere. En la cima de un otero, Como un ruido de cencerros Mirando mi rebaño y viendo mis ideas, Más allá de la curva del camino O mirando mis ideas y viendo mi rebaño, Mis pensamientos están contentos Y sonriendo vagamente como quien no Sólo me da pena saber que ellos están comprende lo que se dice contentos Y quiere fingir que comprende. Porque, si no lo supiera, Saludo a todos los que me leen, En vez de estar contentos y tristes, Agitando el sombrero ancho Estarían alegres y contentos. Cuando me ven en mi puerta Pensar incomoda como andar en la lluvia Apenas la diligencia se levanta en la cima Cuando el viento crece y parece que llueve del otero. más. Los saludo y les deseo sol, No tengo ambiciones ni deseos. Y lluvia, cuando la lluvia es necesaria, Y que sus casas tengan acuerdo… Al pie de una ventana abierta No tengo filosofía: tengo sentidos… Una silla predilecta Si hablo de la Naturaleza no es porque sepa Donde se sienten leyendo mis versos. lo que ella es, Y al leerlos piensen Si no porque la amo, y la amo por eso, Que soy cualquier cosa natural— Porque quien ama nunca sabe lo que ama Por ejemplo, el árbol antiguo Ni sabe porque ama, ni lo que es amar… A la sombra del cual cuando niños, Amar es la inocencia eterna, Se sentaban con un sofoco, cansados de Y la única inocencia es no pensar jugar, III Y limpiaban el sudor de la cabeza caliente Al atardecer, recargado en la ventana, Con la manga del mandil rayado. Y sabiendo de soslayo que hay campos II enfrente, Mi mirar es nítido como un girasol Leo hasta que me arden los ojos Tengo la costumbre de andar por los El Libro de Cesario Verde. caminos Que pena tengo de él. Era un campesino Mirando a derecha y a izquierda, Que andaba preso en libertad por la ciudad. Y de vez en cuando para atrás… Pero el modo conque miraba las casas, Y lo que veo a cada momento Y el modo como observaba las calles, Es aquello que nunca antes había visto, Y la manera como se interesaba por las Y me doy cuenta muy bien… cosas, Sé tener el pasmo esencial Es la de quien mira los árboles Que tiene un niño, si, al nacer, Y de quien baja los ojos por la calle adonde Repara de veras en su nacimiento… va Me siento nacido a cada momento Y anda observando las flores que hay por Para la eterna novedad del mundo… los campos… Creo en el mundo como en una margarita, Por eso tenía aquella gran tristeza Porque lo veo. Pero no pienso en él que nunca dice bien que tenía Porque pensar es no comprender… Pero andaba en la ciudad como quien anda El mundo no se hizo para que lo en el campo pensaramos Y triste como disecar flores en los libros (Pensar es estar enfermo de los ojos) Y poner plantas en jarros… Sino para mirarnos en él y estar de IV La tormenta cayó esta tarde Construir santos, ni ángeles… Por las orillas del cielo Podría pensar que el sol Como un pedregal enorme… Es Dios, y que la tormenta Como si alguien desde una ventana alta Es una multitud Sacudiera un gran mantel, Enfadada por encima de nosostros… Y las migajas todas juntas ¡Ah, como los hombres más simples Hicieran un barullo al caer, Son enfermos y confusos y estúpidos La lluvia llovía del cielo Cerca de la clara simplicidad Y ennegreció los caminos… Y la salud de existir Cuando los relámpagos sacudían el aire En los árboles y las plantas!) Y abanicaban el espacio Y yo, pensando en todo esto, Como una gran cabeza que dice que no, Quedé otra vez menos feliz… No sé por qué —no tenía miedo— Quedé sombrío y enfermo y taciturno Me puse a rezar a Santa Bárbara Como un día en que todo el día amenaza la Como si fuera yo la vieja tía de alguien… tormenta ¡Ah! es que rezando a Santa Bárbara Y ni siquiera de noche llega… Yo me sentía aún más simple V De lo que creo ser… Hay metafísica bastante en no pensar en Me sentía familiar y casero nada. Y habiendo pasado la vida ¿Qué pienso yo del mundo? Tranquilamente, como el muro del patio; ¡Qué sé yo lo que pienso del mundo! Teniendo ideas y sentimientos por tenerlos Si me enfermara pensaría en eso. Como una flor tiene perfume y color… ¿Qué idea tengo yo de las cosas? Me sentía alguien que pudiera creer en ¿Qué opinión tengo sobre las causas y los Santa Bárbara… efectos? ¡Ah, poder creer en Santa Bárbara! ¿Qué es lo que he meditado sobre Dios y el (¿Quién cree que existe Santa Bárbara, alma Pensara que ella es persona y visible Y sobre la creación del Mundo? O qué pensará de ella?) No sé. Para mí pensar en eso es cerrar los (¡Qué artificio! ¿Qué saben ojos Las flores, los árboles, los rebaños, Y no pensar. Es correr las cortinas De Santa Bárbara?… Una rama de árbol De mi ventana (pero no tiene cortinas). Si pensara, nunca podría ¿El misterio de las cosas? ¡Qué sé yo lo que es el misterio! Un vago oro lustroso va perdiendo la El único misterio es que haya alguien que oscuridad. piense en el misterio. Pensar en el sentido íntimo de las cosas Quien está al sol y cierra los ojos, Es, acrecentado, como pensar en la salud Comienza a no saber lo que es el sol O llevar un vaso al agua de las fuentes. Y a pensar muchas cosas llenas de calor. El único sentido íntimo de las cosas Pero si abre los ojos y ve el sol, Es que ellas no tienen sentido íntimo Y ya no puede pensar en nada, ninguno. Es porque la luz del sol vale más que los No creo en Dios porque nunca lo vi. pensamientos Si Él quisiera que yo creyera en Él, De todos los filósofos y de todos los poetas. Sin duda que vendría a hablar conmigo La luz del sol no sabe lo que hace Y entraría adentro por mi puerta Y por eso no se equivoca y es común y Diciéndome, ¡Aqui estoy! buena. (Esto es tal vez ridículo a los oídos ¿Metafísica? ¿Qué metafísica tienen De quien, por no saber lo que es mirar las aquellos árboles? cosas, La de ser verdes y copudos y de tener ramas No comprende a quien habla de ellas Y la de dar fruto en su hora, lo que no nos Con el modo de hablar que reparar en ellas hace pensar, enseña) A nosotros, que no sabemos entenderlos Pero si Dios es las flores y los árboles ¿Pero qué mejor metafísica que la de ellos Y los montes y sol y el rayo de luna. Que es de no saber para qué viven Entonces creo en Él, Ni saber que no lo saben? Entonces creo en Él a toda hora, “Constitución íntima de las cosas”… Y mi vida toda es una oración y una misa, “Sentido íntimo del Universo”… Y una comunión con los ojos y por los Todo esto es falso, todo esto no quiere decir oídos. nada. Pero si Dios es los árboles y las flores Es increíble que se pueda pensar en cosas de Y los montes y el rayo de luna y el sol, ésas. ¿Para qué le llamo Dios? Es como pensar en razones y fines Le llamo flores y árboles y montes y sol y Cuando el comienzo de la mañana está rayo de luna; rayando Porque si Él se hizo, para que yo lo vea, y por los lados de los árboles Sol y rayo de luna y flores y árboles y montes, Si Él se me aparece como árboles y montes Y rayo de luna y sol y flores, Es que Él quiere que yo lo conozca como árboles y montes y flores y rayo de luna y sol. Y por eso yo lo obedezco (¿Qué más sé yo de Dios, que Dios de sí mismo?), Le obedezco viviendo, espontáneamente, Como quien abre los ojos y ve, Y le llamo rayo de luna y sol y flores y árboles y montes, Y lo amo sin pensar en Él Y lo pienso viendo y oyendo, Y ando con Él a toda hora. Fernando Pessoa Publicado con su heterónimo Alberto Caeiro Traducción de Mario Bojórquez
De no ser por esas veces en que cometo la gran... barbaridad de ponerme a pensar O por esas otras veces en que cometo la gran... estupidez de no olvidar. De meditar mirando al techo al despertar de imaginar, cualquier cosa… De no ser por esas veces en que suelo respirar podría jurar que no te recuerdo nada. Y lo peor es que yo te conozco tanto que podría recordarte quién eres por si lo olvidas Y lo peor del caso es que de ti sé tanto que podría dictar clases intensivas de tu vida. Por eso casi sé cuando me estás pensando por eso creo saber cuando de mí te olvidas Y sé que como yo, quisieras poder, solo parpadeando echar el tiempo atrás en nuestras vidas. El único detalle es que la ciencia no ha podio' no... crear esas maquinitas del tiempo Por eso creo que nos resulte un poquitico bien jodio' volver a los días en que tu cuerpo Estaba convertido en río sobre el mío dejando escapar seguios' esos orgasmitos lentos... Que cabe acotar, nacían al mismo tiempo hasta que un cigarrillo dab