You are on page 1of 5

3.

-LA PENÍNSULA IBÉRICA EN LA EDAD MEDIA: LOS REINOS


CRISTIANOS.
Origen y evolución de los primeros núcleos cristianos de resistencia. El
nacimiento de León y Castilla.
Poco tiempo después de la invasión musulmana (711) se produce el primer choque que
mostró cierta resistencia a dicha invasión: Covadonga. Desde ese mismo momento aparece
un movimiento de resistencia a la presencia islámica y que pretenderá la restauración del
reino visigodo de España. A este fenómeno se le denomina Reconquista. Así durante los
siglos VIII-XV en los reinos hispanos se produce un progresivo avance geográfico hacia el Sur
a costa de la incorporación del territorio andalusí y que se hace vertiginoso en el s. XIII. Las
fases de esta reconquista son las siguientes:

 Siglo VIII-X.- Entre el siglo VIII y el X surgen los primeros focos de resistencia cristiana a
la dominación musulmana. Estos focos se formaron sobre las dos cordilleras
septentrionales: el reino astur-leonés en la Cantábrica y los núcleos de Pamplona-Navarra,
Aragón y Cataluña en los Pirineos. En un principio estos núcleos cristianos se limitan a una
política de supervivencia frente a la potencia militar de Córdoba.
 El reino astur-leonés fue el más importante hasta el s. X, por su extensión, su fuerza
económica y su estructura política. En un primer momento debemos hacer mención,
por su carácter simbólico, a su primer rey, Pelayo y a la acción de Covadonga. A
continuación hemos de destacar a sus principales monarcas: Alfonso II quien estructuró
definitivamente el Estado asturiano sobre una ideología político-religiosa
(descubrimiento de la tumba de Santiago que se convertirá en un símbolo de
resistencia) y Alfonso III quien consolidó este Estado con la fijación de la frontera
definitiva en el curso del Duero y la ocupación de las tierras de su orilla derecha. León
se convierte en la capital del nuevo reino. Por otro lado, la monarquía asturiana
comenzó a desarrollar la idea “legitimista”, según la cual la monarquía astur-leonesa
era la heredera de la visigoda por lo que se refiere a la unidad de España; así Alfonso II
restableció la vigencia del Liber Iudiciorum. No obstante, hacia el s. IX aparece el
principal problema de este reino: los deseos independentistas de los condes de
Castilla. De esta manera, hacia 960 Castilla logra establecerse como condado
independiente hereditario en la figura del Conde Fernán González.
 Los primeros núcleos de resistencia establecidos en los valles pirenaicos compartían
los mismos problemas, a saber: la lucha por mantener su independencia frente al
imperio carolingio, que deseaba extender su zona de influencia hasta el valle del Ebro,
la persistente fuerza de los musulmanes establecidos sólidamente en el valle del Ebro,
su propia debilidad debida a la escasa densidad demográfica.
 En el núcleo de Pamplona, la familia Arista con el apoyo de los vascones
expulsaron a los francos en el s. IX y comenzaron a buscar la alianza con el reino
astur-leonés. Éstos lograron establecer una nueva dinastía en la persona de
Sancho García I.
 El núcleo de Aragón osciló entre la influencia franca, el dominio musulmán y la
expansión del reino de Navarra.
1
 Condados catalanes: a fines del s. VIII los francos denominaron Marca Hispánica al
área de los Pirineos orientales, organizados en varios condados independientes
cuyos condes eran nombrados por la monarquía franca. Entre ellos lentamente se
consolidó el grupo de Barcelona-Gerona-Vic con el conde Vifredo a su frente. A
medida que el poder carolingio se descomponía fueron aumentando los deseos
independentistas de estos condados. Así, en el s. X el conde Borrell II consiguió la
independencia definitiva.
 Siglo XI.-Entre los reinos cristianos Navarra desempeño el papel más importante. Durante
el reinado de Sancho III el Mayor Navarra se anexionó Castilla y ocupo parte de los
condados de Aragón. A su muerte dividió su reino entre sus hijos: García Sánchez III
recibe Navarra, Fernando I recibió Castilla y posteriormente absorbió a León formándose
el reino de Castilla y León y Ramiro I que recibe el condado de Aragón que se transforma
en reino. Estos dos últimos se convertirán en los centros más importantes de la
reconquista: así Alfonso VI, rey de Castilla y León, conquistó Toledo (1085), de gran valor
estratégico y simbólico; por su parte los reyes de Aragón se extienden hasta el valle medio
del Ebro.
 Siglo XII.-Durante este periodo de produce la aparición de un estado nuevo: Portugal,
nacido de un condado de Castilla-León; la unión de Cataluña y Aragón por el matrimonio
del conde de Barcelona con una princesa aragonesa formándose la Corona de Aragón; la
situación de bloqueo en que quedó Navarra entre Castilla y Aragón que quedó aislado de
la reconquista al quedarse sin fronteras con Al-Andalus; y, por último, la firma entre los dos
grandes poderes cristianos Castilla y León y Aragón para delimitar los territorios que
correspondían a cada uno en las futuras conquistas, destacando el tratado de Cazola
donde se concretó la frontera entre Aragón y Castilla y el de Coimbra para delimitar la
frontera entre Portugal y Castilla.
 Siglo XIII.-Se inicia el siglo con la rotunda victoria de una coalición de tropas cristianas,
donde participaban Castilla, Aragón, Navarra y cruzados extranjeros, sobre los almohades
en las Navas de Tolosa en 1212 y que dejó despejado el camino hacia el valle del
Guadalquivir. En este siglo Portugal terminó su reconquista con la incorporación del
Algarve. Por su parte Jaime I rey de Aragón se anexionó Mallorca y conquistó el reino de
Valencia. Por último, el rey castellano Fernando III incorporó Extremadura y el valle del
Guadalquivir; su sucesor Alfonso X culminó la conquista de Andalucía y de Murcia. Sólo
quedó como reducto musulmán el reino de Granada que se convirtió en vasallo de Castilla
y que no será conquistado hasta la época de los Reyes Católicos.
 Siglo XIV.- Únicamente cabe destacar el rechazo castellano en la batalla del río Salado a
la invasión africana de los benimerines.
En definitiva, durante este proceso reconquistador se produce la estructuración casi
definitiva de las fronteras de cada uno de los reinos cristianos, que adquieren su propia
personalidad y que será el origen de las diversas nacionalidades existentes en el actual
Estado español.

Expansión y formas de ocupación del territorio. Modelos de repoblación y


organización social. La Mesta.
La reconquista y posterior repoblación es un hecho que distingue a los reinos
hispanos de los europeos. La continuidad de una frontera establecida entre dos estructuras
2
tan diferentes caracterizada por su permanente oscilación durante los casi 800 años de
pervivencia, por los continuos enfrentamientos bélicos, pero habituada a los intercambios
comerciales e incluso a los matrimonios mixtos, etc., que generará una población muy
militarizada o habituada a vivir en zona de permanente conflicto pero a la vez muy permeable
al intercambio comercial, de ideas, de personas, etc. Entendemos por "repoblación" la
ocupación pacífica de tierras vacías, que no están ocupadas o cultivadas y que fueron
abandonadas por los musulmanes a medida que la reconquista cristiana avanzaba. La
repoblación cristiana presenta cuatro grandes etapas:
1ª.-De tipo monacal o por presura (siglos VIII a XI), en la que los monjes y
hombres libres se asientan en las tierras yermas del valle del Duero y del Pirineo. La
repoblación está dirigida por la monarquía a través de nobles y monasterios sobre todo, que
crean los primeros latifundios, pero también por hombres libres (Castilla) a los que se ofrecen
tierras de cultivo individuales (aprisio). Bastaba que un grupo de repobladores buscase una
zona con agua para asentarse y poner en explotación terrenos vacíos. El resultado fue un
predominio de la pequeña y mediana propiedad. Con esta estructura surge un campesinado
libre, si bien en periodos posteriores acabarán convirtiéndose en vasallos. La existencia de
gran número de hombres libres en los reinos hispánicos ha servido para negar la
feudalización del territorio, sin embargo, se olvida con frecuencia que el proceso feudal, como
todos los procesos históricos, es lento y que si en el siglo IX son numerosos los libres, en los
siglos X y XI disminuyen y en muchos casos al perder sus propiedades por venta o donación
pierden, con ellas, la libertad personal.
2ª.-Concejil (Concejo= ciudad amurallada con una importante extensión de
tierras denominados alfoces. También se denominan Comunidades de Villa y Tierra), durante
la segunda mitad del siglo XI y primera del XII. Surgen los grandes concejos preferentemente
entre los ríos Duero y Tajo (concejos de Salamanca, Avila, Segovia, Cùellar, etc), y en el valle
del Ebro (concejos de Zaragoza, Daroca, Alcañiz, etc). Los monarcas concedieron amplios
fueros (conjunto de normas que regulaban todos los aspectos de la vida municipal) a los
repobladores que se concentraron en estos amplios términos municipales. A estas ciudades
acuden hombres libres, nobles (sobre todo caballeros), prófugos, etc. A cambio los concejos
se comprometen a armar milicias concejiles para el ejército del Rey. A los nuevos pobladores
asentados en el alfoz se les concedía un solar y tierras de cultivo que al cabo de unos años
pasaba a ser de su propiedad; asimismo, podían disfrutar de tierras y bienes comunales. La
estructura de la propiedad resultante se caracterizaba por el predominio de la propiedad
mediana libre y la abundancia de tierras comunales. En el ámbito social aparece una realidad
urbana compleja donde la burguesía adquiere una gran relevancia.
3ª.-De las Ordenes Militares (mediados del siglo XII -principios del s. XIII), que
actuaron en la cuenca del Guadiana medio, y en la de los ríos Guadalope (afluente del Ebro) y
Guadalaviar o Turia. Las Ordenes Militares eran una especie de hermandades de caballeros-
monjes. Las más conocidas fueron la de Calatrava en Castilla, la de Alcántara y Santiago en
León y la de Montesa en la Corona de Aragón. Se formaron grandes latifundios propiedad de
estas Órdenes, donde tuvieron a su cargo numerosos campesinos vasallos. La propiedad, por
tanto, fue a parar a manos de la alta nobleza, desapareciendo los campesinos libres. Las
estructuras de la propiedad fueron, entonces, los latifundios, dedicados a la explotación
ganadera, solución más idónea para una zona rica en espacio y, a la vez, escasa en mano de
obra

3
4ª.-Nobilaria (s. XIII), aunque también intervienen en menor medida las Ordenes
Militares. Se repuebla Andalucía, Extremadura, Murcia y una parte de Valencia. Continúa el
sistema de los grandes latifundios, surgiendo las grandes posesiones nobiliarias tanto laicas
como eclesiásticas. Las nuevas tierras conquistadas se dividían en donadíos (repartimientos),
cuyo tamaño y valor estaban en función del rango social de quien los recibía. La estructura de
la propiedad fue similar a la fase anterior. En la tercera y cuarta fase aparecen las relaciones
de dependencia personal (vasallaje) típicas del modelo social feudal. La sociedad feudal
estaba estructurada en dos estamentos fundamentales: los privilegiados: nobleza laica y
eclesiástica y los no privilegiados: campesinado y artesanos (burgueses). Estos estamentos u
órdenes tenían cada uno su propio estatuto jurídico.
En definitiva, con la repoblación se establecen las bases de la estructura de la
propiedad de la tierra que ha predominado en España hasta nuestros días. Asimismo, desde
el punto de vista socioeconómico resulta fundamental el triunfo del sistema feudal como modo
de producción y como modelo de estructuras jurídico-políticas (vasallaje) y la reaparición de la
ciudad como centro industrial-comercial.

Por otro lado, la agricultura junto con la ganadería fueron las bases de la economía
feudal hispana. La agricultura era la propia de una economía de subsistencia. La ganadería
desempeñaba un papel complementario. Sin embargo, en Castilla la ganadería adquirió un
gran desarrollo, pudiendo hablar de una economía ganadera. El aumento y mejora de la
cabaña lanar (merinas) y la imposibilidad de aumentar los pastizales fomentó la trashumancia.
La monarquía empezó a conceder privilegios de paso (cañadas) y de pasto. El primer aspecto
(privilegio de paso) ocasionó enfrentamientos con los campesinos-agricultores, que acabaron
arrinconados; el segundo (privilegio de pasto) provocó enfrentamientos entre los propios
ganaderos que empezaron a organizarse en mestas locales. A finales del s. XIII, Alfonso X
aceptó la creación del HONRADO CONCEJO DE LA MESTA (1273), con las siguientes
funciones: establecer una reglamentación de itinerarios, de derechos y usos de tierra de
pasto, de vigilancia de los enormes rebaños, etc. Este sistema de explotación ganadero dotó a
Castilla de la suficiente riqueza para tomar la iniciativa política en toda la Península en el siglo
XIV y XV.

Las tres culturas peninsulares.


Si hay un rasgo sobresaliente del panorama cultural de la península Ibérica durante los
siglos VIII-XIII, es sin duda su carácter plural: la existencia de mudéjares en los territorios
cristianos y de mozárabes en los musulmanes, así como de judíos en unos y otros; junto a la
llegada de europeos a través del camino de Santiago o como repobladores, propició el
contacto frecuente y el intercambio de conocimientos entre las tres culturas: cristiana, judía y
musulmana, más allá de las diferencia religiosas o las rivalidades políticas y militares. En esta
labor tuvieron una gran importancia los siguientes aspectos:
1. La apertura al resto de Europa Occidental a través del Camino de Santiago desde el s.
XI, que permitió la entrada de la arquitectura románica y de las reformas cluniacense y
cisterciense. Para el s. XII, Santiago de Compostela se convirtió en el centro de
peregrinación más importante de la cristiandad, incluso por delante de Roma y
Jerusalén, al tiempo que, todavía en pleno proceso reconquistador, los cristianos
seguían haciendo uso del apóstol como símbolo de la Cruzada contra el Islam.
4
2. Las Escuelas de Traductores: El primer centro traductor debió ser el monasterio de
Ripoll durante los siglos X y XI. En los ss. XI y XII, coincidiendo con la emigración de
sabios musulmanes y judíos hacia el norte a causa del rigorismo religioso de los
almorávides, los núcleos más importantes estuvieron en el valle del Ebro (Tudela,
Zaragoza, Tarazona, etc) y en Toledo. Estos lugares se convirtieron en núcleos de
trabajo donde convergieron musulmanes (Ibn Dawnd) hispanos (Juan de Sevilla),
judíos (Pedro Alfonso) y extranjeros europeos (Gerardo de Cremona). De entre todos,
el grupo de Toledo fue el más importante, ya que trabajó, con una cierta continuidad,
desde la primera mitad del s. XII hasta el s. XIII. Numerosos textos árabes que
recogían el saber de griegos, romanos, hindúes, persas, musulmanes y judíos, fueron
traducidos difundidos por los monasterios y catedrales de toda Europa a través del
citado Camino de Santiago. Estos textos contribuyeron a difundir por Occidente gran
parte del pensamiento griego (Euclides, Ptolomeo, Aristóteles) y las aportaciones que
musulmanes y judíos habían realizado a campos como la filosofía, la ciencia y la
teología (Averroes, Avicena, Maimónides). En el campo de las matemáticas los textos
árabes permitieron la generalización de los números arábigos en el Occidente cristiano.
3. Fundación, en el siglo XIII, de las primeras universidades (Palencia, Valladolid,
Salamanca, Lleida). En ellas se enseñaba en latín y se aplicaba el método escolástico.
4. Aparición de las lenguas romances: aparecen las primeras manifestaciones del
castellano, catalán y gallego.
En suma, estas circunstancias se convirtieron en puente cultural entre el mundo
islámico y la cristiandad. De este modo se difundió por el Occidente cristiano gran parte del
conocimiento perdido de la antigüedad griega y de la ciencia del mundo islámico.

You might also like