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CURSO AGRICULTURA ECOLÓGICA

1. Fundamentos ecológicos de la agricultura

INTRODUCCIÓN

Se define medioambiente como un sistema constituido por variados elementos


naturales así como artificiales que mantienen una interrelación y que pueden ser
modificados por medio de la acción humana. Esto hace referencia al entorno
condicionante de la vida de la sociedad y que además incluye determinados valores
de todo tipo (sociales, culturales, naturales, etc,) que existen en un momento y
lugar determinado.

Por tanto, es importante saber que la Ecología es la ciencia dedicada al estudio de


este vínculo existente entre los seres vivos con su entorno, que se entiende como
la combinación de factores tanto abióticos (clima, geología, etc) como bióticos
(organismos que comparten hábitat). Además, la ecología también analiza la
distribución y número de organismos vivos que se generan de esta relación.

El desarrollo sostenible se define como el desarrollo que satisface las necesidades


de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras
para satisfacer sus propias necesidades.

OBJETIVOS

• Conocer los fundamentos ecológicos de la agricultura.

• Identificar el papel que tiene juega el conocimiento tradicional en la sociedad.

• Adquirir nociones básicas sobre las perspectivas actuales que definen la


sociedad en la que se vive.

Según los datos reflejados en el informe “Agricultura Ecológica, Estadísticas 2015”


del Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, la agricultura ecológica
en España ha alcanzado un nuevo récord, la superficie destinada a su producción
fue de 1.968.570 hectáreas según datos del año 2015, lo que supone un
incremento del 18,4% con respecto al año 2014.
Aunque a principios de los 80 aparecen los primeros estudios y trabajos sobre
agroecología con base científica sólida, y se comienza a afianzarse el término en
España, llegando a regularse y a aparecer las primeras normativas sobre la
Agricultura Ecológica, es en los 90 cuando aparece de manera oficial la filosofía
ecológica en la sociedad, irrumpiendo en sectores como el político y social.

La agricultura ecológica es un sistema para cultivar una explotación agrícola


autónoma basada en la utilización adecuada de recursos naturales, sin hacer uso
de productos químicos de síntesis ni organismos genéticamente modificados. De
esta manera se logra la obtención de alimentos orgánicos a la vez que se conserva
la fertilidad de la tierra, respetando el medio ambiente.

A lo largo de esta Unidad Didáctica, realizaremos un recorrido por las plagas más
comunes en agricultura, las enfermedades y sintomatologías, así como los métodos
de prevención y control.

FAO define la Agroecología, como una disciplina científica que aúna tanto el
conjunto de prácticas agrícolas como un movimiento social. Como ciencia, estudia la
interacción de los diferentes componentes del agroecosistema, la búsqueda de
sistemas agrícolas sostenibles que optimizan y estabilizan la producción, así como la
inteacción de éstos con el movimiento social. Entre ellos, persigue la justicia social,
fomento de la identidad y cultura de la zona, así como la revalorización y
autoabastecimiento de zonas rurales.

Busca una doble sostenibilidad, tanto en el ámbito agrícola como social. Se


pretende conectar los conocimientos tradicionales de la agricultura con los avances
científicos con la finalidad de una producción alimentaria más sostenible.

Según Altieri, la Agroecología aporta las bases científicas, metodología, así como
técnicas suficientes para una "revolución agraria". Los principios en los que se basa
son (Altieri 1995, Gliessman 1998):

• Resiliencia.

• Biodiversidad

• Eficiencia energética.
• Justicia social.

• Soberanía alimentaria.

La Agroecología consiste en un método de agricultura alternativo frente a las


prácticas convencionales. Intenta llevar a cabo un manejo ecológico del ecosistema,
aportando alternativas a la crisis actual. Por ello, pretende "modificar un sistema de
producción agroindustrial a partir de la transición de los sistemas alimentarios
basados en el uso de combustibles fósiles con el objetivo de producir cultivos de
agroexportación y biocombustibles, para lograr un paradigma alternativo que
promueva la agricultura local así como la producción nacional de alimentos por
campesinos y demás familias rurales y urbanas a partir de la innovación, los
recursos locales y la energía solar".

La Agroecología está basada en un conjunto de prácticas agroecológicas que


examinan la conservación del suelo, la biodiversidad y el clima con un manejo
adecuado de los cultivos, según la Sociedad Española de Agricultura Ecológica. Por
ello el término va más alla de las prácticas agrícolas alternativas, aunque como
ciencia se base en la aplicación de la ciencia ecológica para el manejo sostenible.

Está siendo promovida por la sociedad, que pretende cambiar los modos de vida
así como la forma de producción de alimentos y el intercambio y regulación del
mercado.

La Agroecología podría definirse o entenderse como: “Un nuevo campo de


conocimientos, un enfoque, una disciplina científica que reúne, sintetiza y aplica
conocimientos de la agronomía, la ecología, la sociología, la etnobotánica y otras
ciencias afines, con una óptica holística y sistémica y un fuerte componente ético,
para generar conocimientos y validar y aplicar estrategias adecuadas para diseñar,
manejar y evaluar agroecosistemas sustentables” (Sarandón, 2002b)
No es una disciplina cerrada, sino que se nutre de otras disciplinas. Incorpora todo
lo positivo que ayuda a mantener un desarrollo rural sustentable. Las ciencias en
las que se basa son: ciencias agrícolas, ecología, movimiento ambiental, estudios
sobre el medio rural, sociología, antropología, etc.

Los agroecosistemas presentan una serie de características que se encuentran


relacionadas con su estructura y su función:

• Es la unidad ecológica principal. Tiene componentes abióticos y bióticos que


interactúan entre sí.

• Su función se relaciona con el flujo de energía y con los ciclos de los


nutrientes.

• La unidad funcional principal del agroecosistema es la población de cultivo.

• Si una población alcanza los límites del agroecosistema se debe estabilizar su


número.

• La diversidad de un agroecosistema estará relacionada con el ambiente físico.

En un agroecosistema se pueden encontrar los siguientes recursos:

• Recursos humanos, es decir, personas que viven y trabajan en el terreno.

• Recursos naturales: elementos que provienen del clima, la tierra, la


vegetación, etc.
• Recursos de capital: bienes y servicios que requieren las personas para
facilitar la explotación de los recursos naturales anteriores.

• Recursos de producción: se refieren a la producción agrícola y pecuaria de la


parcela o terreno.

Es importante entonces, desarrollar un nuevo paradigma cuyo objetivo sea dar


soluciones novedades teniendo en cuenta las interacciones de todos los elementos
físicos, biológicos y socioeconómicos de los sistemas agropecuarios integrando este
conocimiento en el ámbito regional para una producción sustentable.

El tipo de agricultura que se va a llevar a cabo en un agroecosistema estará


condicionada por una serie de determinantes, que son:

Para que un agroecosistema se considere sostenible debe seguir unos criterios


básicos:

• Conservación de los recursos naturales renovables.

• Adaptación de los cultivos al medio ambiente.

• Mantenimiento del nivel de productividad elevado pero sostenible.

Por lo tanto, con el fin de garantizar la sostenibilidad de un agroecosistema, éste


deberá:

• Reducir el uso de energía y recursos.

• Promover la producción local de alimentos.

• Emplear métodos de producción que optimicen el intercambio y reciclaje de


materia y nutrientes.
• Reducir costos y aumentar la eficiencia y viabilidad de las parcelas pequeñas.

Para clasificar un agroecosistema, existen una serie de criterios:

• Establecer el tipo de agroecosistema en función de la asociación existente


entre el cultivo y la ganadería.

• Tipo de agroecosistema según los métodos y técnicas de cultivo y crianza.

• Tipos de agroecosistemas en función de la intensidad de trabajo, capital,


organización y producción final.

• Tipos de agroecosistemas según la disponibilidad de productos para el


consumo o para ser vendidos.

• Tipos de agroecosistemas en función de las estructuras utilizadas para facilitar


las labores en la parcela o terreno.

Agricultura ecológica y sostenible

La Agricultura ecológica, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio


Ambiente se puede definir como el conjunto de técnicas agrarias que excluya el
uso, normalmente, tanto en agricultura como en ganadería, de productos químicos
de síntesis como fertilizantes, antibióticos, plaguicidas, etc., a fin de preservar el
medio ambiente, mantener y aumentar la fertilidad del suelo y proporcionar
alimentos que contengan todas sus propiedades naturales.

La Agricultura ecológica está regulada en España desde 1989. Actualmente la


producción ecológica está regulada por el Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo
sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos, definiendo la producción
ecológica como el sistema general de gestión agrícola y producción de alimentos
que combina las mejores prácticas ambientales, un elevado nivel de biodiversidad,
la preservación de recursos naturales, la aplicación de normas exigentes sobre
bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados
consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales.
De este modo, los diferentes métodos de producción ecológicos llevan a cabo un
doble papel social, generando productos ecológicos para un mercado determinado
que responde a la demanda de los clientes y además aportando bienes públicos
que contribuyen a la conservación del medio ambiente, al desarrollo rural y al
bienestar animal.

Además de no permitir el uso de productos químicos sintéticos, en agricultura


ecológica también está prohibido el uso de organismos genéticamente modificados.
La agricultura ecológica permite fertilizar la tierra, el desarrollo de alimentos
orgánicos y fomenta el respeto por el medio ambiente, siempre de forma equilibrada
y sostenible.

En España, la agricultura ecológica se encuentra controlada por las Comunidades


Autónomas, principalmente por autoridades de control públicas, a través de Consejos
o Comités de Agricultura Ecológica.

El término Agricultura sostenible se refiere a un tipo de agricultura que busca


proporcionar un rendimiento sostenido a largo plazo. Los objetivos de este tipo de
agricultura son proporcionar una producción estable y eficiente, la seguridad y
autosuficiencia alimentaria, usar prácticas agroecológicas o tradicionales de manejo,
preservar la cultura local, asistir a los más pobres gracias a la autogestión,
conservar y regenerar recursos naturales, etc.

2. El papel del conocimiento tradicional

Los conocimientos locales de los agricultores son fundamentales para la producción,


uso de semillas locales, diversidad de prácticas productivas, diseño de múltiples
sistemas de cultivo y por consiguiente, mantenimiento de la sustentabilidad. El
agricultor es quien, por sus actividades, administra y ha administrado siempre la
agrobiodiversidad a través de las tareas directas como el diseño de los cultivos, la
selección de variedades y razas animales, el control de adversidades y otras
prácticas culturales utilizadas desde los comienzos. Por eso se considera la
diversidad cultural como parte de la agrobiodiversidad.

Desde los comienzos de la agricultura, se vienen desarrollando técnicas adaptadas


al suelo, clima y cultura, y tradiciones de cada zona, muchas de las cuales aún
siguen en uso en la actualidad. Estas prácticas tradicionales y conocimientos
agrícolas asociados, desarrollados en vínculo con los recursos naturales, difieren
según los distintos grupos de agricultores de acuerdo a sus características
ambientales, técnicas y socioculturales (Gargoloff et al., 2011).

Según Altieri, 2000; UNEP, 2000, los agricultores que cultivan variedades locales
conservan las semillas para sembrarlas de nuevo. Además, desarrollan la diversidad
genética de las plantas que cultivan, a través de la selección dirigida a favorecer
características de interés como el sabor, productividad, resistencia a plagas y
enfermedades. Mantienen también, áreas naturales con plantas silvestres
emparentadas a los cultivos y plantas aromáticas y de uso medicinal, entre otros.
Estos sistemas constituyen reservas de diversidad genética in-situ(áreas de
conservación en el lugar que se produce).

Ha habido una gran transición desde los comienzos de la agricultura hasta el


momento actual. En los países desarrollados, a partir de la década de los 40-50 del
siglo XX, se consigue la generación suficiente de alimentos para el
autoabastecimiento de la población. Tras solventar la primera gran necesidad y
demanda de la sociedad, empieza a cambiar la filosofía de dicha producción. Ahora
se pretende conseguir una mayor calidad de vida mediante los avances en los
conocimientos y tecnologías logradas en cuanto a la agricultura. Se consiguen
mayores cosechas, mucho más diversas, sin tanta dependencia del clima y con
unos beneficios cada vez mayores.

Los pesticidas a grandes dosis se utilizaban de manera generalizada en el control y


lucha de plagas y enfermedades, y las labores sobre el suelo y cultivos se
intensificaron. Por todas estas prácticas, a partir de los 70 empieza el mencionado
cambio en la filosofía de trabajar el campo. Se comienza a perder suelo, fertilidad
de éste, las plagas y enfermedades que hasta ahora eran relativamente fáciles de
tratar, comienzan a suponer grandes problemas por las resistencias que han creado,
además, se comprueba que los fitosanitarios de síntesis, muchos de ellos son más
un problema que una una solución por los inconvenientes medioambientales que
traen consigo.

Tras esta situación, las nuevas directrices en cuanto a producción agrícola


pretenden llegar a una situación en la que se combinen la producción de alimentos
seguros, el cuidado del medio ambiente y el crecimiento socioeconómico. Estas
ideas, muy estudiadas a lo largo del siglo XX, llegaron a definir a la agricultura
ecológica, tal y como hoy se le conoce. Hasta llegar a dicha situación, se pasó por
varias corrientes que se detallan a continuación.

En 1924, Rudolf Steiner crea una correinte filosófica Antroposofía -Agricultura


biológica-dinámica- que llega a la conclusión de que "la posibilidad de conducir el
trabajo con la tierra y sus criaturas hacia un nuevo ordenamiento donde lo natural
se halla sobre elevado e integrado en lo humano". En esta corriente, comienzan las
primeras ideas de unidades rurales influenciadas por parámetros y situaciones como
la luz, estaciones del año o clima.

Sobre 1930, en Inglaterra los autores Lady Eve Balfour y Sir Albert Howard
obversan el sistema productivo de la naturaleza y ahora, la corriente habla de
Agricultura orgánica, es la primera vez que se habla de protección del suelo y uso
racional de recursos locales. Con estos ideales y los de sus sucesores, en 1972 se
crea la federación mundial de movimientos orgánicos.

Fue el biólogo Fukuoka en la 1950 aproximadamente quien creó la idea de


Agricultura natural de no intervención, en la que se pretende una agricultura sin uso
de maquinaria pesada, sin químicos y en la que se fomentará un equilibrio del
suelo de no intervención, limitando incluso las labores de retirada de malas hierbas,
siendo entre los principios básicos el no laboreo, no abonos químicos, no eliminar
platas arvenses.

Sobre 1951 fue creado el método bioorgánico o biológico-ecológico, o bien,


agricultura biológica-ecológica, con una base científica mucho más sólida que sus
antecesores y creada por los suizos Hans Muller, su esposa María y el doctor
alemán Hans-Peter Rusch.

El último movimiento anterior a la agricultura ecológica, entendida como se entiende


a día de hoy fue la agricultura biológica o agrobiología, que fue creada pro Francis
Chabousson entre otros, en Portugal y Francia, por la década de los 60. Se prioriza
el control biológico, manejo integrado de plagas y enfermedades, así como la teoría
de trofobiosis entre sus grandes pilares.
A partir de mediados de los 60 llegamos a la antesala de la conocida hoy
Agricultura ecológica, donde se prioriza en las consecuencias negativas de un
modelo productivo al margen del cuidado del medio ambiente, así como su
derivación en la salud humana. Es la primera vez que se admite que los recusos
son limitados y hay una incidencia negativa en la salud humana. Teoría mucho más
estudiada y documentada en las décadas posteriores.

3. Perspectivas actuales

Durante las últimas décadas el sector de producción, elaboración y comercialización


ecológico en España ha experimentado un comportamiento al alza. El mercado
español de alimentos ecológicos es uno de los más emprendedores y dinámicos a
nivel mundial y por ello se ha afianzado en la actualidad como el principal
productor europeo.

Aunque el consumo ecológico interno no ha crecido demasiado, mantiene un


desarrollo relativamente positivo, inclusive en la época de crisis experimentado por
la economía española.

Como ya hemos indicado anteriormente, según los datos reflejados en el informe


“Agricultura Ecológica, Estadísticas 2015” del Ministerio de Agricultura Alimentación y
Medio Ambiente, la agricultura ecológica en España ha alcanzado un nuevo récord,
la superficie destinada a su producción fue de 1.968.570 hectáreas según datos del
año 2015, lo que supone un incremento del 18,4% con respecto al año 2014.

En dicho informe, emitido en 2016 y con datos de 2015, se estable un "ranking"


por comunidades autónomas, donde Andalucía (más de 1 millón de ha) cláramente
es la comunidad con más superficie de este modelo agrícola. Seguida de ella,
aunque muy por abajo, tendremos Castilla la Mancha (más de 365 mil ha), después
Cataluña (más de 142 mil ha), Extremadura (93 mil ha)... dicho ranking finaliza con
La Rioja (casi 5mil ha) y por último Cantaria (más de 3 mil ha).

Aunque a principios de los 80 aparecen los primeros estudios y trabajos sobre


agroecología con base científica sólida, y se comienza a afianzarse el término en
España, llegando a regularse y a aparecer las primeras normativas sobre la
Agricultura Ecológica, es en los 90 cuando aparece de manera oficial la filosofía
ecológica en la sociedad, irrumpiendo en sectores como el político y social.

Los productores, al someterse de manera voluntaria a la norma y asumir el


proceso de certificación, se abren a un mercado muy concreto y hoy por hoy, muy
rentable y ambicioso. Este mercado presenta buenos niveles de crecimiento, aunque
en los últimos años haya habido un pequeño estacionamiento por la situación de
crisis mundial. El mercado de productos ecológicos está fuertemente relacionado con
el comercio exterior y en el caso de España, un porcentaje casi anecdótico es
consumido aqui, frente a la práctica totalidad que se exporta.

La búsqueda de nuevos modelos agrarios que reúnan las condiciones comentadas


de producción y repeto medioambiental, requiere la implicación de un gran número
de sectores de la sociedad que trabajen a distintas escalas. Es por tanto, principal
que uno de los pilares básicos de cambio se ha de hacer a nivel de políticas
agrarias. Es cierto que la actual reforma de la PAC supone un giro aparente que
apunta hacia nuevos objetivos, como la conservación del medio ambiente, desarrollo
rural y seguridad y calidad alimentarias.

Aunque en muchos países (la mayoría no europeos), tanto la cantidad de tierra


dedicada al cultivo ecológico como el consumo de los alimentos derivados de él
sigue siendo testimoniales, bien es cierto que en los últimos años ambas cifras han
ido incrementando a nivel mundial, y en Europe sobre todo, la extensión de la
producción de alimentos ecológicos ha ido acompañada de una cada vez más larga
y compleja cadena comercial. Este desarrollo del mercado de la agricultura
ecológica ha llevado a su vez a que se afinen las estrategias comerciales alrededor
de dichas mercancías.

A nivel geográfico Andalucía y Castilla La Mancha han sido capaces de concentrar


más de la mitad de los productores ecológicos seguidos por Extremadura, Murcia y
Cataluña. Sin embargo de los 3.082 elaboradores/transformadores nacionales
Cataluña y Andalucía lideran el ranking. Este proceso de consolidación a nivel
productivo explica la evolución en términos absolutos de la superficie destinada a
producción ecológica.
La distribución de la superficie ecológica a nivel nacional muestra la concentración
de la producción en Andalucía, que con el 51,32%, aglutina más de la mitad de la
superficie destinada a producción ecológica. Le siguen Castilla-La Mancha con
17,11%, Cataluña con el 6,36% y Extremadura con el 4,85%.

España lidera a nivel europeo la super-ficie destinada al cultivo de producción


ecológica y se sitúa el quinto lugar a nivel mundial tras Australia, Argentina , EEUU
y China. En la actualidad más de 170 países desarrollan este tipo de agricultura,
una cifra que se ha duplicado desde el año 2000.

2. FUNDAMENTOS ECOLÓGICOS DE LA AGRICULTURA.

1. El papel del ecosistema

INTRODUCCIÓN

Desde los puntos que trata la ecología, existen diferentes aspectos que afectan a
los seres vivos y entre ellos destacan los factores abióticos, que son las
características físicas o químicas que afectan a los organismos; y los factores
bióticos, que constituyen la materia viva del ecosistema.

La fauna auxiliar son todos aquellos animales, generalmente invertebrados, utilizados


para combatir una plaga en los cultivos.

Gracias a la capacidad que posee el suelo para la absorción y retención del agua,
se da la supervivencia de las plantas.

Un suelo contaminado es un suelo con una degradación química que da lugar a la


pérdida parcial o total del aprovechamiento o productividad del suelo como resultado
de la acumulación de sustancias tóxicas en unas cantidades que superan el poder
de amortiguación natural del suelo y que modifican negativamente sus propiedades.

OBJETIVOS

• Identificar el papel tan importante que tiene el ecosistema.

• Conocer conceptos como el de familia auxiliar.

• Identificar las propiedades, características, capacidades y principales erosiones


que caracterizan al suelo.
FUNDAMENTOS ECOLÓGICOS DE LA AGRICULTURA:

• El papel del ecosistema

• Fauna auxiliar

• El suelo: una despensa de nutrientes

Ecología

Es la ciencia que estudia la relación que hay entre los seres vivos y el medio
ambiente, incluido en él tanto la parte viva como la no viva. La unidad de estudio
de la Ecología es el ecosistema natural.

Un ecosistema se puede definir como el conjunto formado por un espacio


determinado junto a todos los seres vivos que lo habitan. Por ello, podemos decir
que están formados tanto por el medio físico como por los seres vivos que en él
se encuentran. Los ecosistemas se podrían clasificar en terrestres o acuáticos,
pudiendo ser de diferentes tamaños.

Como ya definimos enel tema anterior, FAO define la Agroecología, como una
disciplina científica que aúna tanto el conjunto de prácticas agrícolas como un
movimiento social. Como ciencia, estudia la interacción de los diferentes
componentes del agroecosistema, la búsqueda de sistemas agrícolas sostenibles que
optimizan y estabilizan la producción, así como la inteacción de éstos con el
movimiento social. Entre ellos, persigue la justicia social, fomento de la identidad y
cultura de la zona, así como la revalorización y autoabastecimiento de zonas
rurales.

Ya en Europa, incluso antes de que existiera una normativa específica que regulara
este tipo de producción, había movimientos sociales de sindicalistas y jornaleros,
aunque el gran cambio a una agricultura industrializada ha provocado mayor presión
y más concienciación por volver a los orígenes de un tipo de producción más
personalizada. Estos movimientos pretenden impulsar un tipo de prácticas agrícolas
que disminuyan la dependencia, priorizando en el mantenimiento del patrimonio
genético, de la diversidad y fomentando los mercados locales. Es precisamente por
esto, que la agricultura ecológica se convierte en una herramienta indispensable
para la agroecología.

Hoy en día se ha incrementado enormemente el uso de técnicas ecológicas para la


producción de alimentos. Esto ha sido promovido principalmente por la necesidad de
proteger el medio ambiente. Para ello es necesario crear en los humanos una
conciencia ecológica, principalmente mediante una educación temprana. Surgen así
conceptos como la Agroecología, la agricultura ecológica, ganadería ecológica, etc.

A la vista de todo lo mencionado y como se puede observar, definir la agricultura


ecológica no es fácil, pues es una mezcla de disciplinas. El uso de plaguicidas,
fertilizantes, abonos, semillas... están muy limitadas en este tipo de producción, por
ello, todos los insumos que se utilizan tanto en agricultura como ganadería
ecológica, deben estar autorizados para ello y recogidos en la normativa al
respecto.

Es importante tener claro el concepto ecosistema agrícola. Los ecosistemas


agrícolas son sistemas cuyo orígen y mantenimiento se asocian directamente a la
actividad del hombre, cuya acción ha ido transformando la naturaleza para obtener
alimentos de ella. El manejo sustentable de los agroecosistemas, requiere abordarlos
como un tipo especial de ecosistema, teniendo en cuenta las interacciones de todos
sus componentes físicos, biológicos y socioeconómicos y el impacto ambiental que
éstos producen.

descripción alternativa

En la comparativa, se puede apreciar fácilmente como un terreno con ecosistema


natural, no está influido por la mano del hombre, mientras que un agroecosistema,
es un suelo destinado a una agricultura estructurada.

Los agroecosistemas son la unidad de trabajo de la Agroecología y principalmente


consisten en sistemas agroalimentarios sostenibles basados en los siguientes
principios vitales:

• Reciclaje de nutrientes.
• Diversidad.

• Sinergias.

• Integración entre los diferentes cultivos, animales y el suelo.

• Regeneración y conservación de los ecosistemas.

Los ecosistemas están formados por tanto factores bióticos como abióticos:

A). Factores bióticos. Éstos van a ser los relacionados directamente con los seres
vivos, así como sus relaciones entre ellos. Es por ello que se pueden subdividir en
Individuo, Población y Comunidad.

-Individuo: Nos referimos a cada uno de los organismos del ecosistema.

-Población: Hace referencia a los individuos como conjunto que comparten hábitat.

-Comunidad: Es el espacio físico donde se realizan las interrelaciones entre las


poblaciones y por tanto, que forman una comunidad. Ejemplo: Un bosque es una
comunidad donde plantas y animales como población, conviven.

Aunque menos probable, se pude encontrar a los factores bióticos subclasificados


como Productores, consumidores y descomponedores.

B). Factores abióticos. En este caso, estaríamos hablando de los factores tanto
físicos como químicos que van a determinar las características de un ecosistema.
Es por ello que aquí están incluidas las condiciones de temperatura, humedad, luz,
suelo, salinidad... Son tan importantes éstos que van a definir la distribución de los
seres vivos en la tierra, ya que acaban influyendo de manera directa en su
adaptación al medio. A su vez, los seres que lo habitan, son capaces de modificar
su propio medio. Ejemplo, efecto invernadero, causando de manera directa por la
actividad humana.

Los agroecosistemas presentan una serie de características que se encuentran


relacionadas con su estructura y su función:

• Es la unidad ecológica principal. Tiene componentes abióticos y bióticos que


interactúan entre sí.
• Su función se relaciona con el flujo de energía y con los ciclos de los
nutrientes.

• La unidad funcional principal del agroecosistema es la población de cultivo.

• Si una población alcanza los límites del agroecosistema se debe estabilizar su


número.

• La diversidad de un agroecosistema estará relacionada con el ambiente físico.

En una agroecosistema se pueden encontrar los siguientes recursos:

• Recursos humanos, es decir, personas que viven y trabajan en el terreno.

• Recursos naturales: elementos que provienen del clima, la tierra, la


vegetación, etc.

• Recursos de capital: bienes y servicios que requieren las personas para


facilitar la explotación de los recursos naturales anteriores.

• Recursos de producción: se refieren a la producción agrícola y pecuaria de la


parcela o terreno.

2. Fauna auxiliar

Fauna auxiliar

Son todos aquellos animales, generalmente invertebrados, que son útiles para
combatir una plaga en los cultivos.

En la práctica, los tratamientos contra plagas llevados a cabo en los cultivos


agrícolas de producción ecológica, tratan de no afectar a los insectos que ayudan a
llevar el control de las plagas.

Un ejemplo muy conocido de fauna auxiliar la constituyen la mariquita Coccinelia


septempunctata y la Chrysoperla carnea que constituyen ser grandes devoradoras
del pulgón.

Por tanto, se deduce que la fauna auxiliar permite el control biológico como un
medio eficaz contra las plagas: parasitoides, patógenos y fitófagos para mantener
las densidades poblacionales de las especies consideradas nocivas por debajo de
un nivel económico de daños previamente establecido (a esto se le llama métodos
de control de plagas por lucha biológica).

Control biológico (lucha biológica). Características generales

Los programas de control biológico están basados sobre todo en la aparición o


presencia espontánea de los enemigos naturales dentro del cultivo. Por ello, es vital
conocer las características de nuestra plaga, la sintomatología, así como qué
insectos puedes actuar como depredadores o parasitoides de la plaga aparecida,
denominados como indicamos anteriormente como insectos auxiliares. El control
biológico presenta unas características propias que lo distinguen de otras formas de
control de plagas, particularmente del control químico:

• El control biológico, por lo general, tiende a ser permanente, aunque con


variaciones propias de las interacciones entre parasitoides y hospedadores, y
los efectos de las variaciones físicas propias del medioambiente.

• Los efectos represivos del control biológico son lentos en contraste con la
acción inmediata de los insecticidas.

• La acción del control biológico se ejerce sobre grandes áreas, de acuerdo a


condiciones climáticas y biológicas predominantes.

• El control biológico no llega a eliminar por completo todos los insectos que
provocan las plagas, pero sí controla su número para que no sean un
problema.

Ventajas e inconvenientes

A estas características principales se añaden otras que pueden dividirse en


favorables y desfavorables.

Entre las ventajas se encuentran las siguientes:

• Tanto parásitos como predadores, buscan a sus hospederos y presas en


aquellos lugares donde estos se encuentran.
• A diferencia de los pesticidas, los enemigos biológicos no dejan residuos
tóxicos, ni contaminan el medioambiente.

• Hay que tener en cuenta que los enemigos biológicos no provocan


desequilibrios en el ecosistema agrícola.

• Las acciones de los enemigos biológicos tiende a intensificarse cuando las


gradaciones de las plagas son más altas.

• Las plagas no desarrollan resistencia frente a sus enemigos biológicos.

Entre los inconvenientes del control biológico, además de su efecto represivo lento,
se señalan las siguientes:

• Los enemigos biológicos son influenciados por las condiciones climáticas y


biológicas del lugar, las que en una gran proporción escapan al control del
hombre.

• No todas las plagas poseen enemigos biológicos eficientes desde el punto de


vista económico.

Análisis de las distintas biodiversidades a mantener

Tal y como hemos mencionado, McNeely, define la biodiversidad como el conjunto


de todas las especies de plantas, animales y microorganismos que forman un
ecosistema ya que viven en un espacio conjunto determinado, añadiendo a la
definición el abarque de su variabilidad genética, así como al paisaje donde se
ubican.

Una vez determinado este punto, habrá que determinar las mejores prácticas que
favorezcan a los componentes de biodiversidad necesarios, es decir, crear un sitio
para los enemigos naturales.

Los enemigos naturales de las plagas pueden ser: depredadores (A), es decir
aquellos que se alimentan de otros organismos; parasitoides (B), insecto que en su
estado larvario parasita a otro artrópodo utilizándolo para desarrollarse dentro o
fuera de él y entomopatógenos (C), es decir, microorganismos parásitos que matan
frecuentemente al insecto huésped.

A.- Depredadores. Los depredadores, son los individuos que se sustentan de otros.

Son individuos que se alimentan de otros organismos durante su vida y activamente


buscan su alimento, este se encuentra basado en varias especies presa. Los
depredadores pueden clasificarse en:

POLIFAGOS> Aquellos depredadores que se alimentan de varios huéspedes, comen


variedad de cosas.

OLIGOFALOS> Son aquellos depredadores que comen poca variedad de alimentos.

MONOFAGOS> Son depredadores que únicamente pueden vivir a expensas de una


especie.

Coccinélidos (Orden Coleóptera)

Presentan actividad depredadora frente a pulgones y cochinillas. Algunos cultivos se


ven favorecidos por la presencia de esta fauna auxiliar. Como ejemplos de estos
cultivos destacan: los cítricos, las habas, cultivos de algodón, cultivos de trigo y
cebada, etc.

Cantáridos

Pertenecen al Orden Coleóptera y son conocidos como escarabajos "soldados". En


cuanto a su fisiología, se caracterizan por su cuerpo alargado, de hasta unos 7 mm
con élitros blandos. Tienen actividad depredadora principalmente hacia insectos
blandos como pulgones, trips, caracoles, chinches, moscas, etc. Si se encuentra en
su estado larvario, también puede ejercer la función depredadora pero esta vez a
nivel terrestre.

Los cultivos que se ven favorecidos por la presencia de los cantáridos son: cítricos,
habas, algodón, colza, manzano, peral, pistacho, etc.

Carábidos (Orden Coleóptera)

Debido a que viven en el suelo presentan gran sensibilidad al manejo del suelo,
por lo que se utilizan como bioindicadores del agroecosistema. Presentan actividad
depredadora contra gusanos, grillos, larvas de escarabajos, etc. Los cultivos que se
ven favorecidos por su presencia son: algodón, cultivos hortícolas, olivos y cítricos.

Sírfidos (Orden Díptera)

Son insectos que comprenden más de 300 especies que se alimentan en su fase
adulta de polen y néctar cumpliendo una función indirecta de polinizadores. Juegan
un papel muy importante en el control biológico de pulgones en numerosos cultivos.
Tres de las especies más abundantes, son Eupeodes corollae, Episyrphus balteatus
y Sphaerophorioa rueppellii. Sus larvas se alimentan de homópteros de cuerpo
blando, sobre todo pulgones. Son tan voraces que pueden llegar a consumir hasta
mil pulgones durante su ciclo larvario, siendo por ello, una de las familias más
interesantes en cuanto a fauna auxiliar. A veces se confunden con el orden
Himenóptera, pero debemos observar que poseen dos alas, por lo que por su
capacidad de vuelo, les proporciona función polinizadora.

Las larvas de los sírfidos son depredadoras de otros insectos, por lo que presentan
gran interés como fauna auxiliar. A continuación se muestran algunos ejemplos de
estos insectos:

Cecimónidos

También llamados mosquitos depredadores, se alimentan fundamentalmente de


pulgones. Los cultivos que se ven favorecidos por la presencia de cecimónidos son:
cítricos, habas, algodón, colza, trigo, cebada, etc.

Clorópidos

Presentan actividad depredadora sobre pulgones de las raíces, por lo que los
cultivos que se ven favorecidos son el trigo y la cebada.

Taquínidos

Presentan gran actividad depredadora en estado larvario, fundamentalmente sobre


polillas, gorgojos, chinches, saltamontes, procesionarias, etc.

Múscidos
Tienen actividad depredadora contra otras moscas en estado adulto y favorece los
cultivos hortícolas, de cítricos y otros frutales en general.

Miridos (Orden Hemiptera)

Estos, en ausencia de presas, pueden producir daños. Favorecen cultivos hortícolas,


cítricos, etc., gracias a su actividad depredadora contra la mosca blanca, ácaros,
trips, minadores, etc.

Nabidos (Orden Heminópteros)

Se les conoce por el nombre común de Chinches Damisela, por poseer una
apariencia frágil, aunque lejos de la realidad, pues son unos depredadores muy
eficientes, que ejercen un fuerte control sobre otros insectos, muchos de los cuales
constituyen plagas para la agricultura y, por tanto, son considerados beneficiosos
para el hombre. A nivel fisiológico, se caracterizan por unas patas delanteras muy
desarrolladas que le ayudarán a atrapar a sus presas (pulgones, mosca blanca,
larvas de lepidópteros).

Crisópidos (Orden Neuroptera)

Depredadores polifagos de insectos fitógafos, de gran voracidad son muy comunes


en control biológico. Poseen hábitos nocturnos y el género más estudiado ha sido
la conocida Chrysoperla y, aunque en menor grado, la subfamilia Chrysopinae.

Esfécidos (Orden Himinoptera)

Presentan actividad depredadora en fase larvaria y adulta. Favorece cultivos


hortícolas y frutales, olivos y cítricos.

Dentro del Orden Himenoptera destacan otros grupos de insectos por su actividad
depredadora, tales como los véspidos, los escólidos. Por su actividad parasiotoide
destacan: los bracónidos, los icneumónidos, etc.

B.- Parasitoides. Recordemos que los parasitoides serán aquellos insectos que se
aprovecharán de los recursos de otro organismo, al que parasitan, causándoles un
daño y casi siempre en el caso agrícola, la muerte.
Bracónidos (Orden Himinoptera)

La familia Braconidae es la segunda más grande del Orden Hymenoptera, formado


por entre 10.000 a 40.000 especies conocidas (Sharkey, 1993; Godfray, 1994)
algunas de las cuales han sido utilizadas en programas de control biológico, sobre
todo las avispas. Hay pocas especies con capacidad fitófaga, la mayoría son
parasitoides con predilección por formas jóvenes de lepidopteros, coleopteros y
dípteros, de la más conocida, la larva de la Ceratitis capitata. Las hembras de
avispas parasitoides, incluyendo los bracónidos, inyectan veneno a sus
hospedadores para paralizarlos ya sea temporal o de forma permanente.

Aphelinido (Orden Himinoptera)

Sus individuos son de un tamaño entre 1-2 mm, son oscuros, negros, o bien
amarillos. Son capaces de parasitar homópteros, especialmente cóccidos y
aleyródidos. Algunas especies son: Encarsia formosa y otras especies del mismo
género (parasitan a aleyródidos y cóccidos), Eretmocerus mundus y otras especies
del mismo género (parasitan a aleyródidos y cóccidos), Aphytis spp. (generalmente
parasitoides de cóccidos),Encarsia perniciosi (parasitoide del piojo de San José),
Cales noacki (parasitoide de Aleurothrixus floccosus). Un ejemplo característico es
Eretmocerus mundus, que coloca el huevo bajo la ninfa, no dentro del hospedador,
para que una vez nazca, la larva penetre en el cuerpo de la mosca.

Tomisídos (Orden Aranae)

Son arañas, 100% depredadoras, con gran capacidad de camuflaje. Como cualquier
arácnido, son unos grandes bioindicadores, pues su presencia será sinónimo de una
buena calidad del agroecosistema donde se encuentran. Si se facilitan lugares con
cubiertas vegetales así como el adecuando manejo del suelo con un laboreo
moderado, podemos contribuir con la permanencia de estos artrópodos en el
agroecosistema, ya que suelen refugiarse y criar en grietas o bajo la hojarasca.

C.- Entomopatógenos. Son microorganimos causantes de enfermedades (bacterias,


protozoos, hongos).
En el caso de los hongos, la muerte del insecto puede ser provocada por la
producción de toxinas, pero también por restarle nutrientes o por la invasión física.

En el caso de las bacterias, producirán enfermedades a los insectos. En el caso de


Bacillus thuringiensis, la toxina que produce, se activa unicamente en el tracto
digestivo de algunos insectos en su estado larvario y por tanto, como beneficio, no
presentará perjuicio en otras especies. Su ciclo de vida es corta y si no es ingerido
por una larva, en el plazo de pocos días pierde su capacidad infectiva. La toxina es
por tanto inocua para todos salvo las larvas objetivo y a diferencia de muchos otros
plaguicidas químicos y biológicos no daña directamente a las orugas e insectos
carnívoros que normalmente controlan las poblaciones de larvas fitófagas.

En cuanto a los nematodos, la especie con mayor eficacia para el control de larvas
de esciáridos es Steinernema feltiae, aunque otras especies como Steinernema
carpocapsae y Heterorhabditis bacteriophora, todas, con inmensa capacidad
parasitaria.

Si hablamos de los virus, ejemplos de familias serán, Polydnavirus, Ascovirus,


Iridovirus, Cypovirus o Baculovirus. Cuando el insecto ingiera el virus, queda
infectado. aunque podría haber otras rutas infectivas menos probables.

3. El suelo: una despensa de nutrientes

Nutrientes de las plantas:

Los elementos esenciales que encontramos en el suelo los podríamos clasificar


como macronutrientes y micronutrienes en función de su cantidad:

-Macronutrientes: serán los encontrados en mayores cantidades. Estaríamos


hablando de Carbono (C), Hidrógeno (H), Oxígeno (O), Nitrógeno (N), Fósforo (P),
Potasio (K), Calcio (Ca), Magnesio (Mg), Azufre (S).

-Micronutrientes: Se requieren cantidades de ellos menores. La presencia insuficiente


de ellos, suele dar lugar a carencias mientras que un exceso, puede producir
toxicidad. Incluimos en este apartado al Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Boro (B),
Molibdeno, Cobre (Cu), Zinc (Zn) y Cloro (Cl).
Nitrógeno. Pese a que los cultivos suelen consumir grandes cantidades de él, en
los suelos suelen haber bajas concentraciones. Entre sus funciones más importantes
encontramos que favorece el crecimiento vegetal, es capaz de participar en el color
de la planta o tiene incidencia en los usos de otros minerales como potasio o
fósforo. Cuando hay un exceso de él en los suelos, puede provocar un retardo en
la maduración, debilitar la planta e incidir de manera directa en la calidad tanto del
cultivo como del fruto. Pese a poder encontrarlo en multitud de formas, la planta y
los microorganismos necesitan que se encuentre en forma de NO3- (Nitrato) o bien
NH4+(Amonio).

La incorporación de N al suelo se realiza mediante fijación biológica, capturándose


del aire en su forma N2 para ser transformado en las dos formas citadas (nitrato y
amonio), mientras que las pérdidas suelen ser por lixiviación, volatilización, por la
cosecha o bien, por la erosión.

Fósforo. Podríamos decir que este elemento, junto al Nitrógeno, son los dos
macronutrientes que más pueden llegar a limitar el rendimiento de un cultivo, sobre
todo, por su participación en muchos procesos bioquímicos a nivel celular, participa
en la absorción del agua y en la planta, ayuda a crear resistencias y fortalecerla
frente a enfermedades. En su forma orgánica, es fácil de encontrar en el humus del
suelo con mayor o menor capacidad de asimilación según la actividad de
microorganimos, mientras que sin embargo en sus formas inorgánicas se encontraría
en los minerales. Igual que con el nitrógeno y como ocurrirá con el resto de
minerales, las pérdidas serán debidas a extracción por parte del cultivo, erosión,
escurrimiento y mediante lixiviación.

La efectividad o disponibilidad del P va a depender según parámetros como el pH


del suelo, presencia de algunos minerales como el Fe, Mn, Al, Ca, materia orgánica
y actividad microbiana.

Potasio. Estrictamente relacionado con todos los organismos vivos por su relación
con la actividad enzimática, con la fotosíntesis, síntesis de macronutrientes como
proteínas o hidratos de carbono, capacidad reguladora del agua, crecimiento
vegetativo y otros igual de necesarios. Se puede obtener de la meteorización de los
minerales, de minerales arcillosos, de residuos orgánicos o de fertilizantes. Si
hubiera una carencia o deficiencia de potasio en los suelos, se vería rápidamente
en las hojas y brotes, reduciéndose la floración desarrollo del fruto y
amarilleamiento del follaje.

Micronutrientes.

Azufre. Su carencia se producirá o por falta del elemento o porque no lo esté en


su forma asimilable para la planta. Hay condiciones que limitarán su uso, como el
pH, el contenido de materia orgánica o el grado de salinidad que el que se
encuentre el suelo. Aunque en el suelo pueda estar de más maneras, la absorbida
por la planta será en su forma de sultato (forma aniónica). Ayuda a un sistema
radicular más fuerte y desarrollado, ayuda a la asimilación de nitrógeno a las
bacterias nodulares por lo que está estrechamente relacionado con este elemento.
Si hubiese deficiencias de él en los suelos, la planta relentecería su crecimiento,
con formación incompleta de frutos y amarilleamiento de hojas.

Calcio. Su presencia dependerá mucho del suelo que tratemos, pues en áridos y
calcáreos sus niveles serán muy superiores a los arcillosos y tropicales. Debido a
que el Ca puede existir como un catión, va a depender directamente de los
intercambios catiónicos para su asimilación. Esta asimilación ayudará a la formación
de raíces y hojas que interviene en la acidez del suelo al interactuar con
manganeso, cobre y aluminio.

Magnesio. Este mineral también está sujeto a intercambio catiónico. Al no ser muy
absorbible, se puede perder por lixiviación y su déficit se hará visible en hojas por
el color amarillento y posterior pérdida foliar.

Manganeso. Podemos encontrarlo en nuestros suelos como óxidos, carbonatos,


silicatos y sulfatos. Tiene gran capacidad de cambiar de unos estados a otros por
tener varios grados de oxidación. Su déficit presenta una sintomatología parecida a
la del hierro, con amarilleo de hojas entre los nervios.

Hierro. Podemos encontrarlo en el suelo como Hierro (III) o hierro (II). Suele estar
en el suelo en cantidades altas aunque no quiere decir que la disponibilidad
también lo sea. Además, va a proporcionar una coloración al suelo u otra en
función de su presentación. Su deficiencia se manifiesta, primero en las hojas más
tiernas con un amarilleo entre los nervios. La presencia de Ca favorecerá la no
solubilización del hierro.

Zinc. Se encontrará más disponible en suelos ácidos que en los alcalinos. Su


deficiencia se manifiesta en los brotes, ya que los entrenudos se hacen más cortos,
formándose rosetas y en las hojas más viejas se llegan a broncear y caer. Esto
aparecerá más fácilmente en suelos ácidos y arnosos.

Cobre. En el suelo, suele estar como Cu+2 y forma parte de complejos estables de
las sustancias húmicas. Se dará sobre todo su deficiencia en suelos calcáreos y en
la planta se manifestará con manchados amarillos en las hojas.

Molibdeno. Se encuentra sobre todo en su forma aniónica. El pH del suelo va a


influenciarle de manera directa, así como la presencia de hierro o aluminio. Su
deficiencia se manifiesta como una clorosis generalizada, sobre todo en las hojas
más viejas.

Boro. En el suelo lo podremos encontrar como ácido bórico, que formará complejos
junto al Ca o en compuestos orgánicos solubles. Se asimilará mejor o peor en
función del pH del suelo y su textura. Su deficiencia ralentizará el crecimiento y se
observará primero en raíz y hoja.

Cloro. En la naturaleza lo encontraremos sobre todo con anión y como cloruros.


Suelen ser fácilmente solubles aunque la presencia de plata, cobre o plomo podría
disminuir esta capacidad.

Las propiedades físico-químicas del suelo son:

• Cambio iónico.

• Capacidad de intercambio de cationes, CIC.

• Acidez del suelo.

• Potencial oxidación-reducción.

Cambio iónico
El cambio iónico son los procesos con capacidad de reversibilidad por los cuales
las partículas sólidas del suelo, adsorben iones de la fase líquida liberando a la vez
otros iones en cantidades similares, y por lo tanto estableciendo el equilibrio entre
ambos.

Es un proceso dinámico que se desarrolla en la superficie de las partículas. Debido


a que los iones adsorbidos quedan en posición asimilable constituyen la reserva de
nutrientes para las plantas.

Para producir un intercambio iónico, es necesario que se produzca un desequilibrio


eléctrico de sus partículas presentes en el suelo. Usa varios métodos para
conseguir este equilibrio, mediante la adsorción de iones, se pueden neutralizar
cargas, con capacidad de adherirse a la superficie de las partículas. Esta
adherencia suele ser muy leve y sería fácil el intercambio con otras partículas del
suelo.

Existen tres teorías que tratan de explicar el porqué de este proceso:

• Red cristalina. Considera las partículas de los minerales como sólidos iónicos.

• Doble capa eléctrica. Considera el contacto entre el sólido y la fase liquida


como un condensador plano.

• Membrana semipermeable. La interfase sólido-líquido actúa como una


membrana semipermeable a través de la cual pasan los iones de la solución
y los de la superficie de las partículas pero no deja pasar a los del interior
de los materiales.

De forma general, las tres teorías son compatibles y se puede decir que solo se
trata de enfoques diferentes:

• Iones débilmente retenidos para la teoría cristalina.

• Desequilibrios eléctricos para la teoría de la doble capa eléctrica.

• Diferentes concentraciones para la teoría de la membrana semipermeable.

Capacidad de intercambio de cationes, CIC.


La capacidad de intercambio catiónico es un parámetro importante y a tener en
cuenta para comprobar la fertilidad y productividad del suelo.

La CIC es una medida de la cantidad de cationes que pueden ser absorbidos o


retenidos por un suelo.

El CIC total puede variar ya que los suelos tienen diferentes cantidades y clases de
arcilla y materia orgánica. La materia orgánica tiene una CIC alta, y por lo tanto los
suelos con alto contenido de materia orgánica tienen por una CIC mayor que la de
los suelos con un bajo contenido de materia orgánica, por lo general.

Los cationes con mayor importancia en lo que se refiera a las plantas son: calcio
(Ca++), magnesio (Mg++), potasio (K+), amonio (NH4+), sodio (Na+) e hidrógeno
(H+).

Cationes como el calcio, el magnesio, el potasio y el amonio, son nutrientes de las


plantas y son esenciales para el correcto crecimiento vegetal. Sin embargo, cationes
como el sodio y el hidrógeno, tienen un efecto marcado sobre las características
físicas y químicas del suelo.

La capacidad y cantidad relativa de los cationes que la superficie puede absorber


de las partículas de arcilla se relaciona con algunas propiedades importantes del
suelo. Los suelos con una acidez importante presentan un alto contenido de iones
de hidrógeno adsorbidos, mientras que los suelos que poseen un pH favorable de 6
a 8 tienen un elevado porcentaje de iones calcio en esa condición. Los suelos con
alto contenido de iones sodio muestran un estado de dispersión y resisten la
infiltración del agua, mientras que poseen un alto porcentaje de iones calcio están
bien agregados y exhiben altos caudales de infiltración.

Los suelos minerales con una presencia de CIC elevada, tienden a poseer una
mayor fertilidad que los que poseen una CIC baja. La posibilidad de que los
nutrientes se pierdan por lixiviación es más bien baja, por lo que el suelo tiene una
mayor capacidad para almacenarlos y suministrarlos a los cultivos.

Acidez del suelo


Un ácido es una sustancia que tiende a entregar protones (iones hidrógeno). Por
otro lado, una base es cualquier sustancia que acepta protones. La acidez de una
solución está determinada entonces por la actividad de los iones hidrógeno (H+).
Partiendo de estos principios químicos, la acidez que posee el suelo se determina a
través de la medición la actividad del H+ en la solución del suelo y se expresa con
un parámetro denominado potencial hidrógeno (pH).

Los ácidos se disocian muy poco y en las soluciones acuosas se encuentran en


concentraciones muy bajas de iones H+, tan bajas que es muy difícil presentarlas
de forma numérica en términos de molaridad. Por esta razón se define el pH en
forma logarítmica. En realidad, el pH se define como el inverso del logaritmo de la
actividad de iones H+ en relación a la fórmula siguiente:

Fórmula pH

Así, a pH 7.0 por ejemplo, la actividad (concentración) de iones H+ es igual a


0.0000001 moles de H+ por litro.

El inverso de 0.0000001 es igual a 10000000 y el logaritmo de este número es 7.

La escala del pH cubre un rango que va de 0 a 14. Por lo que un valor de 7.0 es
neutro, valores menores de 7.0 son ácidos y valores mayores que 7.0 son básicos.
Biodisponibilidad de los nutrientes del suelo en función del pH

El significado práctico de la expresión logarítmica del pH está en el hecho de que


cada unidad de cambio de pH se corresponde con un incremento de 10 veces en
la cantidad de acidez o basicidad del suelo, dicho de otro modo, un suelo con pH
5.0 tiene 10 veces más H+ activo que un suelo con pH 6.0. En lo que a la
nutrición de los cultivos y al manejo efectivo de los fertilizantes y otros insumos se
refiere, esto tiene mucho significado.

Son muchos los factores que hacen que el suelo tenga un determinado valor de
pH, pero los principales son; la naturaleza del material original, el factor biótico, las
precipitaciones y el complejo adsorbente (saturado en cationes ácidos o básicos).

Influye tanto en las propiedades físicas, como en las propiedades químicas:

• Propiedades físicas. Los pH óptimos para las correctas propiedades físicas


de los suelos son los neutros. Ya que a pH altamente ácidos hay una gran
alteración de minerales, con la consiguiente desestabilización de la estructura
y a pH alcalino, la arcilla se dispersa, la estructura se destruye y se dan
malas condiciones desde el punto de vista físico.
• Propiedades químicas y fertilidad. La asimilación de nutrientes del suelo está
influenciada por el pH, debido a que determinados nutrientes se pueden
bloquear en determinadas condiciones de pH y no son asimilable para las
plantas.

A la aplicación en exceso de sales básicas con la intención de poder neutralizar


una supuesta acidez en el suelo como consecuencia de presencia de aluminio o
hidrógeno, se le denomina encalado. Para corregir la acidez, los productos que se
utilizarán, esta vez serán los óxidos, hidróxidos, carbonatos, silicatos de calcio, así
como de magnesio. Debido a su diferente naturaleza química, estos materiales
presentan una capacidad de neutralización variable.

Los materiales anteriormente comentados como encalados, su acción neutralizante


no es debida a la presencia de calcio y magnesio, sino que esta propiedad se la
han conferido las bases químicas a las que se ha unido, normalmente cationes:
CO3-2, OH-, y SiO3-2.

Estos cationes, desplazarán a los iones ácidos y formarán parte de la solución, que
al entrar en contacto éstos con el agua del suelo (Espinosa, 1995), estas sales
básicas acaban disociándose y generando cationes y OH-. Los OH- que se
generan por los carbonatos, hidróxidos y silicatos son los que producirán la
neutralización de la acidez del suelo ya que van a producir la precipitación del
aluminio como Al (OH)3 y la formación de agua. Tanto las sales básicas de calcio,
como el magnesio se encuentran fácilmente en la naturaleza, siendo además,
imprescindibles para la nutrición de las plantas. Por este motivo constituyen los
correctivos de acidez de mayor uso.

Capacidad de oxidación-reducción del suelo

La capacidad de oxidación y de reducción del suelo es muy importante, ya que a


partir de estas reacciones algunos nutrientes y cationes se solubilizarán en el agua
del suelo y podrán ser absorbidos las plantas.

En el suelo existe un equilibrio natural entre los compuestos oxidantes y reductores.


La materia orgánica suele encontrarse reducida y tiende a oxidarse, es decir, es
reductora ya que para oxidarse tiene que reducir a otro compuesto o molécula. Por
el contrario el oxígeno es oxidante. Hay muchos elementos químicos que tienen
valencias variables, pudiendo oxidarse o reducirse según las condiciones.

Los procesos de oxidación y reducción se desarrollan en elementos que tienen


diferentes valencias y entre ellos encontramos: Fe, Mn, S, N. Algunos ejemplos de
procesos de oxidación y reducción en el suelo son:

• El Fe2+ se oxida a Fe3+, formando así óxidos e hidróxidos.

• Oxidación de Mn2+ a Mn+4.

• Otros procesos son reductivos, como la desnitrificación, la desulfuricación y la


conversión de Fe3+a Fe2s y el Mn4+ a Mn2+.

3.1. Capacidad de absorción y retención de agua

Gracias a la capacidad que posee el suelo para la absorción y retención del agua,
se da la supervivencia de las plantas.

La lluvia que llega hasta el suelo, penetra en él, escurre, o se retiene en pequeñas
depresiones en la superficie. La mayor parte del agua detenida penetra en el suelo,
aun cuando parte de ella se puede perder por la evaporación. Resulta evidente,
que la capacidad del suelo para absorber el agua de la lluvia y hacerla pasar por
su perfil, es muy importante para poder determinar la cantidad de escorrentía.

La magnitud de la absorción se relaciona con la intensidad de la lluvia y con las


propiedades de absorción del suelo. Probablemente, la velocidad de absorción es
más importante en la gran mayoría de los casos, que la cantidad.

Las propiedades de la absorción del suelo se relacionan con la textura, la


temperatura del suelo, la estratificación y la estructura. La velocidad y la cantidad
de absorción aumentan según la estructura del suelo se torne más ordinaria. Los
suelos arenosos, en comparación con los arcillosos, absorben el agua más
rápidamente.

A la medida del volumen que producen los huecos en el suelo se le denomina


porosidad. Tras el riego, el agua puede quedar retenida en estos poros. Cuanto
mayor será el tiempo de permanencia en estos poros, más posibilidades tendrá la
planta de poder hacer uso de este agua, y por consiguiente, los nutrientes que
transporta. Es por esto, que en función del tamaño, forma y cantidad de estos
poros, será un suelo con mayor o menor capacidad de retención.

Otra medida importante para conocer la capacidad de absorción y retención del


agua, es la permeabilidad, la cual, es la velocidad a la que el agua atraviesa los
poros del suelo. Si el grado de permeabilidad del suelo es alto, el agua lo
penetrará fácilmente. Por el contrario, si la permeabilidad es baja, el agua tiende a
acumularse.

La permeabilidad del suelo es la propiedad del sistema poroso del suelo que
permite que fluyan los líquidos.

Las siglas de CRA, hacen alusión a la capacidad de retención del agua en el


suelo, y nos puede servir como modelo de base como un parámetro a evaluar los
factores estimuladores de la disposición de agua que puede tener la planta y de su
calidad de estación.

Las funciones de absorción, retención y suministro del agua constituyen las misiones
ecológicas fundamentales a desarrollar por el suelo.

La absorción también aumenta conforme los suelos son más granulares. Un suelo
granular absorbe al agua de manera más rápida que el mismo suelo en estado no
granular. Esto se debe al porcentaje relativamente alto de los espacios porosos
grandes que se asocian con la granulación. Los suelos se tornan granulares
conforme aumenta el contenido de materia orgánica y de cal en ellos.

La soltura del suelo también mejora gracias a la absorción. Un suelo que presenta
una estructura suelta y rugosa, absorbe más agua que uno compacto y de
superficie lisa.

3.2. Erosión y contaminación del suelo

La contaminación del suelo es una degradación química que se puede traducir en


una disminución de la productividad del suelo como resultado de la acumulación de
sustancias tóxicas en unas cantidades que superan el poder de amortiguación
natural del suelo y que modifican negativamente sus propiedades. Esta acumulación
de sustancias se realiza habitualmente como consecuencia de actividades humanas
exógenas o endógenas.

En el momento de estudiar si un suelo está contaminado, no solo hay que detectar


la presencia de sustancias contaminantes en el mismo, sino que su concentración
debe superar la máxima cantidad permitida en el suelo sin que se produzcan
efectos nocivos que no puedan ser compensados por el poder de amortiguación del
suelo.

Tras estas premisas, se puede llegar a la conclusión de que cada suelo será
autónomo a reaccionar de manera diferente ante un mismo contaminante. Dicha
reacción se verá afectada por algunos factores como podría ser la vulnerabilidad
concreta de cada suelo, ya que esta "sensibilidad" se verá afectada por el poder
que cada suelo tenga a amortiguar dicha contaminación. Dicho grado de
vulnerabilidad se verá afectado por la intensidad de la contaminación o por la
mayor o menor rapidez en producir un perjuicio en el suelo contaminado y por las
características del propio suelo.

Los agentes con un alto potencial contaminante del suelo están básicamente
asociados a residuos derivados de actividades industriales, agrícolas mineras y
ganaderas. Las principales agentes de contaminación en los suelos son:

• Metales pesados.

• Lluvias ácidas.

• Salinización.

• Fitosanitarios.

• Contaminantes orgánicos.

• Contaminación por agentes de pH básico.

Erosión del suelo

Se trata del proceso de desprendimiento y arrastre de las partículas del suelo


inducido por la acción del viento o del agua, o su remoción en masa.
Hay dos tipos de erosión:

• La erosión geológica o natural, es un proceso que se produce por la


dinámica del medio ambiente, como el agua de las lluvias, la corriente de los
ríos, el viento, el clima, la topografía. Esta erosión se caracteriza por ser
gradual, buscar la estabilidad en la superficie del suelo y el equilibrio entre el
proceso de desgaste de la costra terrestre y la formación nueva del suelo.

• La erosión acelerada, esta erosión es propiciada por el ser humano al romper


el equilibrio entre los suelos, el agua, la vegetación y los animales. La
erosión acelerada tiene lugar cuando el ecosistema natural es transformado
por la práctica productiva del ser humano en un agroecosistema, proceso en
el que se altera el ciclo básico del ecosistema natural, es decir, de los
diferentes flujos de la relación suelo-planta-agua. En consecuencia, tiene lugar
un empobrecimiento químico del suelo, las poblaciones de microorganismos se
reducen y las características físicas del suelo empeoran.

En el medio en el que vivimos, el ser humano favorece la acción erosiva del agua
y el viento fundamentalmente en terrenos con pendiente pronunciada, al usar
sistemas y herramientas inadecuadas en la actividad agrícola, al talar y quemar los
bosques y la vegetación sobre el suelo, al utilizar el suelo por encima de su
capacidad de uso tanto en la agricultura y en la ganadería.

Los agentes erosivos más importantes que actúan en la erosión acelerada son: la
lluvia, el viento, los ríos, la temperatura, los animales y las labores agrícolas.

Las principales formas de erosión son:

• Erosión hídrica: es un proceso producido primordialmente por efecto de la


lluvia o riegos intensos. El impacto de las gotas de agua en el suelo
descubierto produce el desprendimiento de sus partículas y su remoción por
el agua de escorrentía. Los factores que intervienen en este proceso son:

• La intensidad y frecuencia de las lluvias.

• El relieve del terreno.

• la longitud de la pendiente.
• La cobertura vegetal.

• El tipo de suelo.

• El manejo de suelo.

• Erosión eólica: es causada por el viento en terrenos sueltos, localizados en


regiones con variaciones altas de temperaturas, poca precipitación y
predominancia de vientos fuertes. Al igual que la erosión hídrica, remueve
grandes cantidades de elementos nutritivos, llevándose las partículas más
livianas y fértiles del suelo. Los factores que facilitan esta forma de erosión
son:

• Velocidad del viento.

• Excesivo laboreo del suelo.

• Uso de herramientas inadecuadas.

• Sobre pastoreo de la cubierta vegetal.

• Suelo suelto, seco y sin estructura.

• Superficies extensas sin barreras vivas o cortinas rompevientos.

3. LABORES EN LA AGRICULTURA.

1. Objetivos

INTRODUCCIÓN

El laboreo se define como todas aquellas acciones mecánicas que se destinan a la


consecución de unas condiciones ideales del suelo para el desarrollo y crecimiento
óptimo de cada cultivo.

Las técnicas agrícolas proporcionan una amplia gama de alternativas para el manejo
y mantenimiento del suelo de las plantaciones. Pueden clasificarse en dos grandes
grupos, y un tercero que deriva de los anteriores: el suelo desnudo, el suelo con
cubierta vegetal y el suelo desnudo temporalmente.

Las hierbas adventicias nos informan del estado del suelo, por lo que son buenas
informadoras de cómo se encuentra el mismo.
El suelo es un recurso fundamental en la producción agropecuaria. Está expuesto a
diversos elementos naturales y antrópicos que pueden causar su degradación o la
contaminación de la producción.

OBJETIVOS

• Determinar la función del laboreo del suelo, sus condiciones y labores.

• Conocer las buenas prácticas del manejo del suelo.

• Identificar los diferentes aperos empleados para trabajar la tierra.

• Identificar la función de las hierbas adventicias.

Laboreoclose

hace referencia a las actividades que tiene como finalidad modificación de la


estructura del suelo, a través de la aplicación de acciones de origen mecánico
realizadas por los aperos de labranza.

La finalidad es modificar el perfil del suelo para perseguir provocar transformaciones


físicas, químicas y biológicas, que mejoren la germinación y el crecimiento de las
plantaciones.

El laboreo es la modificación de la estructura del suelo, mediante la aplicación de


acciones de origen mecánico realizadas por los aperos de labranza.

Los objetivos más importantes son:

• Eliminación de la competencia por luz, agua y otros nutrientes, producida por


la presencia de las malas hierbas.

• Esponjamiento del suelo que permite el almacenamiento de humedad y


aumente su aireación.

• Regeneración de las capas del suelo sometido a la compactación de origen


mecánico.

• Volteo y mezcla de la tierra, para el enterrado de residuos de cosecha, de


parásitos en general, así como de productos fertilizantes.
• Configuración de caballones, surcos, etc., para el control de la erosión en
terrenos con pendiente o incluso por necesidad de cultivo.

Al actuar de forma correcta y adecuada se puede mantener y a veces aumentar el


potencial productivo, del mismo modo se puede disminuir la erosión, pérdida de
nutrientes... En agricultura ecológica, estas labores van encaminadas a operaciones
manuales y mecánicas que favorezcan la labor de las raíces, de las lombrices y
resto de microorganimos que puedan favorecer la estructura, la capacidad de
aireación o bien, la retención del agua en el mismo.

Condiciones de laboreo

Son varios los condicionantes del laboreo, pero solo se verán los más importantes,
como:

• Pérdida de materia orgánica.

• Agregación del suelo.

• Erosión.

• Compactación del suelo.

1.1. El laboreo mecánico del suelo

El laboreo se define como todas aquellas acciones mecánicas que se destinan a la


consecución de unas condiciones ideales del suelo para el desarrollo y crecimiento
óptimo de cada cultivo.

El laboreo mecánico es la modificación del estado estructural del suelo a través de


la aplicación de acciones de origen mecánico puestas en marcha por los aperos de
labranza.

La intención del laboreo mecánico del suelo es crear un medio adecuado para el
nacimiento y desarrollo de las plantas cultivadas.

Un correcto manejo del suelo conlleva realizar las labores necesarias en cada
momento. No por intensificar la labranza se van a obtener más o menos cosechas.
Al actuar de manera adecuada, se pueden mantener, llegando incluso a aumentar
su potencial productivo, reducir el riesgo de erosión, la pérdida de nutrientes, etc.
El laboreo mecánico del suelo puede darse mediante dos tipos diferentes:

Labores superficiales

Son aquellas que se realizan en los primeros centímetros del suelo, con tres
objetivos principales:

• Preparar el lecho de siembra.

• Pre-humificar en superficie de los residuos de las cosechas, del abono verde


o de una pradera que se quiere poner en cultivo.

• Controlar las adventicias.

Para la preparación del lecho de siembra, se utilizan el desterrador manual y las


gradas movidas por toma de fuerza, trabajando a poca profundidad. También se
hace uso de rastrillos y de la azada.

Para la pre-humificación en superficie de los residuos de las cosechas, se utilizan


aperos como el cultivador o la grada de discos para poder levantar el suelo, y/o
aperos rotativos para trabajar muy lentos a poca profundidad. La pre-humificación en
superficie de la materia orgánica, consiste en la mezcla de materia vegetal que ha
comenzado su descomposición microbiana o que previamente se ha triturado con
los primeros centímetros de la capa superficial del suelo, beneficiando una
descomposición aerobia y constituyendo una forma de compostaje en superficie.

Para controlar las adventicias es importante en la agricultura biológica no hacer uso


de herbicidas y des-herbantes químicos. Se utilizan los gradeos, para los suelos
desnudos.

Labores más profundas


Las labores más profundas para implantar cultivos, necesitan una capa mullida de
unos 30 cm aproximadamente para la mayoría de las hortalizas. Para ello, debe
seguirse el método conocido como “labores invertidas”, proyectando la huerta en el
tiempo de unos meses y dependiendo del estado de la tierra y de la metodología.

Con el paso del tiempo las labores superficiales compactan más y más el suelo a
una profundidad de unos pocos centímetros bajo la superficie, por lo que se
recomienda una labor profunda una vez al año (3 como máximo).

2. Buenas prácticas del manejo del suelo

En agricultura ecológica, al suelo no se le interpreta como el medio inerte sobre el


que nacerá el vegetal, sino que se reconoce al mismo como un medio vivo,
complejo y cambiante. Por ello, uno de los objetivos primordiales en este tipo de
agricultura es reducir al máximo perturbar este medio. Se pretende que se realice
un laboreo superficial y sin necesidad de volteo de la capa arable, para no
interrumpir el orden natural del mismo. Entre los cambios de manejo que se
introducen si realizamos la conversión a un tipo de producción en ecológico,
destaca la eliminación de numerosos productos químicos fitosanitarios usados en el
cultivo normal. Es por ello, que toman una mayor importancia otras técnicas para
erradicar las malas hierbas y favorecer el estado del suelo como:

• Métodos Mecánicos.

• Rotación de cultivos.

• Pastoreo con ganado.

• Utilización de variedades adaptadas.

• Aumento de la densidad de siembra.

• Falsa siembra.

• Acolchado do mulching.

2.1. Laboreo en fajas


El laboreo en fajas consiste en dividir el campo en fajas, horizontales o no,
sembradas alternadamente de diversos cultivos que se complementan para
conseguir una eficaz defensa del suelo.

Es una práctica poco frecuente entre nosotros; sin embargo, no tiene nada de
nuevo, ya que en Inglaterra y en Alemania se utilizó hace ya varios siglos, y existe,
incluso, antigua legislación sobre la materia. Hoy ha adquirido más difusión en los
estados americanos, utilizándose ampliamente, sobre todo en Norteamérica.

Ventajas del laboreo en fajas

• Si siguen las líneas de pendiente, interrumpe la continuidad de la pendiente,


y, como consecuencia, disminuye la velocidad del agua de escurrimiento.

• La combinación de plantas de crecimiento espeso con otra más claras da a


las primeras el papel de filtro que detiene las partículas terreas que las aguas
arrastran de las otras.

• Facilita los sistemas de rotación, lo que se traduce en la conservación del


suelo en alto grado de fertilidad, objetivo principal en agricultura ecológica.

• Permite intercalar cultivos cuya recolección se verifique en épocas diferentes,


con lo cual no queda el suelo indefenso en ninguna ocasión.

• Facilita la localización de algunas plagas.

Inconvenientes del laboreo en fajas


• El desconocimiento del mismo.

• La necesidad de variar el trazado de cercas y alambradas.

• La pequeña extensión de las parcelas en la mayor parte de los pueblos (en


cuyo caso se tendrán que adquirir los instrumentos especiales).

• La dificultad de seguir las líneas de pendiente en una zona con alta


inclinación.

2.2. Laboreo reducido y laboreo mínimo

Los aspectos ambientales y económicos cada vez van teniendo más importancia,
junto a la mecanización de las operaciones agrícolas, suponiendo todo ello, un
cambio en los trabajo de laboreo.

La agricultura ecológica, tiende a la realización del laboreo reducido, defendiendo y


fomentando el laboreo natural, el cual se produce por organismos vivos, como son
las raíces durante la exploración de agua y nutrientes, las lombrices, los insectos,
los roedores, etc.

• El laboreo reducido, también llamado laboreo mínimo forma parte de la


agricultura de conservación. Este tipo de agricultura engloba diversas prácticas
agronómicas complementarias.

• Alteración mínima del suelo (mediante laboreo reducido/mínimo o un laboreo


cero) para preservar su estructura, fauna y materia orgánica.

• Cubierta vegetal permanente para proteger el suelo y contribuir a la


eliminación de malas hierbas.

• Rotaciones diversificadas de cultivos y combinaciones de cultivos, que son


beneficiosas para los microorganismos y evitar la aparición de plagas, malas
hierbas y enfermedades.

El laboreo reducido y laboreo mínimo engloba cualquier tipo de sistema de labranza


que reduce la pérdida de suelo y conserva su humedad al compararla con la
labranza convencional. En este tipo de laboreo, el suelo recibe la mínima
manipulación necesaria para llevar a cabo el cultivo. Es aquel laboreo realizado
únicamente en las capas del suelo superficiales, llegando hasta los primeros 10-15
cm.

Se utilizan equipos de trabajo vertical, el arado cincel o cultivador, el cultivador de


discos, lisos o escotados, combinados con rodillos. Con este sistema, los residuos
se dejan en el suelo.

Si las técnicas del laboreo reducido se aplican de manera adecuada, se consigue la


reducción del consumo de energía y el control eficaz de la erosión en comparación
con el laboreo convencional.

Beneficios del laboreo reducido y laboreo mínimo

• El suelo se apelmaza menos ya que pasa menos veces, por lo que la suela
de labor tarda más en formarse (si es que se forma).

• La cubierta vegetal presenta efectos positivos en las propiedades físicas del


suelo, conservando de manera más óptima la humedad, y favoreciendo la
vida de los organismos.

• La cubierta puede reducir la velocidad de calentamiento del suelo en la


primavera, retrasando la germinación (siendo esto favorable o no, según la
situación).

• Al no voltearse el suelo en profundidad, el orden natural del suelo se altera


menos.

Inconvenientes del laboreo reducido y laboreo mínimo

1. Con el laboreo convencional se trabaja más rápido.

2. La cubierta vegetal retarda el calentamiento del suelo y a la consiguiente


demora de la germinación.

3. La competencia provocada por las adventicias desaparece. Con la reducción


de la labranza se deben utilizar más herbicidas, perdiendo éstos parte de su
acción al quedar interceptados por los rastrojos.

4. Un exceso de residuos conlleva una falta de potasio, e incluso de nitrógeno


en los primeros años.
5. La supervivencia de las plagas existentes en el residuo del cultivo incrementa
debido a la no destrucción mecánica de restos de las plantas.

6. Las malezas de tipo perennes pueden considerarse un problema, ya que son


mucho menos vulnerables que las anuales a los herbicidas.

2.3. Aperos para labrar

En tierras compactas se recomienda emplear el subsolador, pero teniendo en cuenta


que no sería beneficioso usarlo en suelos muy húmedos. Según el diccionario de la
Real Academia Española, el apero se define como el conjunto de instrumentos y
demás cosas necesarias para la labranza. Si se usa el chisel y los cultivadores de
brazos semirrígidos se consigue el mismo efecto de suelo mullido que si se utilizara
una vertedera, con el beneficio de no invertir las capas del suelo.

Los suelos que contengan una mayor cantidad húmica, vana ocasionar un menor
apelmazado, haciendo innecesarias las labores de mediana y gran profundidad,
evitando la compactación que produciría usar maquinaria muy pesada.

Clasificación de los aperos para labrar

Los aperos de labranza se clasifican en función a su forma de trabajo. En dicha


clasificación se tiene en cuenta la correspondencia a la profundidad de trabajo,
distinguiéndose entre la capa arable y el subsuelo. Recordemos que en agricultura
ecológica, la intención es sólo realizar labores profundas si es estrictamente
necesaria.

La capa arable es en la que existe mayor concentración de de raíces y elementos


fertilizantes de las plantas y que se puede trabajar mediante labores profundas de
hasta 35 cm.

El subsuelo es la capa del suelo que está situada por debajo de la capa arable, en
la que los aperos realizan labores muy profundas, de hasta 60 cm. y no se
recomienda modificar en agricultura ecológica.

Por otro lado, en las labores superficiales, pero no sobrepasa los 15 cm de


profundidad, pudiéndose incluso llevar a cabo, sin haberse efectuado la labor
profunda.
Por tanto, las labores pueden ser superficiales, evitando la mezcla de horizontes,
salvo casos muy extremos en los que sea una labor profunda, la mejor opción.
Como hemos indicado, los suelos con mayor contenido en humus serán los menos
compactos. Aunque la materia orgánica debe sufrir de manera previa una
humificación en la capa más superficial a menos, que no sea necesario por estar lo
suficientemente madura y descompuesta. En cualquier caso, la materia orgánica se
incorpora siempre somera y nunca a gran profundidad. En estos casos, nos va a
afectar la velocidad del tractor, pues hay que tener en cuenta que a más velocidad,
más disgregación de la capa alta, hecho que nos puede resultar beneficioso si la
siempre se hace justo después.

Si estuviéramos en el caso contrario, en el que la siembra se va a a realizar un


tiempo después, es decir, labores de otoño e invierno, será conveniente la
presencia de terrones de gran superficie, pese a esto, tampoco es la situación
perfecta, pues en este tiempo, el suelo queda vulnerable a heladas y lluvias. Es
decir, el orden lógico en agricultura ecológica es comenzar con labores superficiales,
para acabar con otras más profundas de ser necesario, pero siempre sin volteo.
Evitándose así que se apelmace de manera posterior el suelo tras la labor en
profundidad.

La secuenciación de las labores serían:

A.- Comenzar, siempre que se pueda con desbrozadora de la vegetación, abonos


verdes y restos de cosecha existente. Hay que controlar el momento en el que se
realiza, para no dejarlo mucho tiempo desnudo ni tampoco realizarlo con la
vegetación muy húmeda.

B.- Se realizan en esta etapa las labores como tal. Se arranca la vegetación y se
mezcla, sin que haya un enterrado completo para que se favorezca la humificación
y el desarrollo microbiano. Se pueden utilizar en esta fase los de eje horizontal
como fresadoras (con el inconveniente de un desmenuzado excesivo), y también de
eje vertical (más recomendados).

C.- Tras pasar de dos a tres semanas, se realiza un labrado más profundo de unos
10-15 centímetros para que continúe la humificación mediante aperos de dientes.
D.- Tras pasar otras dos o tres semanas, se realizan labores algo más profundas
(hasta 25 cm) o más profundas, solo en excepciones justificadas. Será el arado
propiamente dicho que va a favorecer el mullido de la mezcla. Se realizará con
Chisel o bien, cultivadores pesados de brazos semirrígidos.

E.- Según el suelo y el momento del año, se realizará un pase final y superficial
de grada o vibrocultivadores con la intención de dejar un lecho de siembra
adecuados, aunque habrá suelos en los que no sea necesario este pase y en el
anterior ya el suelo esté en buenas condiciones para dicha siembra.

Asociación y rotación de cultivos.

Las asociaciones de cultivos, cultivo múltiple o sistemas de policultivo son sistemas


en los cuales dos o más especies de vegetales se plantan con suficiente
proximidad espacial para dar como resultado una competencia interespecífica o
complementación. Sólo presenta inconvenientes de tipo funcional, pero sin embargo
las ventajas son varias:

-Mejor utilización de la tierra, del espacio y del agua que en monocultivos.


-Menores problemas de hierbas adventicias al quedar más suelo cubierto.
-Beneficios mutuos.

Ejemplos de asociaciones de cultivos hay muchos. Las más conocidas son las de
cereal + leguminosa, practicada desde muy antiguo en casi todas las culturas; pero
son posibles otras asociaciones, combinando hortalizas de crecimiento lento con
otras de crecimiento rápido, rastreras y erguidas, o bien de porte y crecimiento
parecido pero que ejercen un efecto de mutuo beneficio. Son ejemplos Lechugas
con zanahorias, zanahorias con rábanos, coles y lechuga, zanahorias y puerros...

La rotación es la asociación de cultivos en una misma parcela. La alternancia es la


división de la tierra cultivada en parcelas consagradas cada una a un cultivo
diferente de la rotación. Así, alternaremos cultivos que tengan tipos de vegetación,
sistemas radiculares y necesidades nutritivas diferentes y de este modo se podrán
explorar todas las capas de tierra y utilizar en proporciones equilibradas todos los
elementos que ésta contiene.
3. Hierbas adventicias

Las hierbas adventicias nos informan del estado del suelo, por lo que son buenas
informadoras de cómo se encuentra el mismo. Las hierbas en general son
importantes para todo tipo de suelo ya que: protegen al suelo de la erosión, tienen
un papel importante en el reciclado de nutrientes en suelos naturales y sirven de
protección y alimento para numerosa fauna mejorando por ello la calidad del suelo.

Se conocen, comúnmente, como mala hierba y es cualquier especie vegetal que


crezca de forma silvestre en una zona cultivada, es decir, en cultivos agrícolas o en
jardines.

Estas plantas interfieren con la actividad humana en áreas cultivadas y no


cultivadas. Son consideradas por los agricultores y jardineros como molestas y
pueden llegar a impedir el crecimiento de otras especies. Esto se debe a que
compiten con las demás especies, generalmente con los cultivos, por los nutrientes
del suelo, el agua y la luz. En agricultura ecológica estas plantas podrían llegar a
ser beneficiosas y sólo se trataran cuando supongan un problema de rendimiento
en la producción.

Planta arvense o malezaclose

(comúnmente mala hierba) a cualquier especie vegetal que crece de forma silvestre
en una zona cultivada, es decir, en cultivos agrícolas o en jardines.

Estas plantas interfieren con la actividad humana en áreas cultivadas y no


cultivadas. Prácticamente se considera mala hierba a cualquier especie vegetal que
crezca y prolifere en un lugar donde no es deseable. Tal es el caso de la menta,
que aunque es una planta aromática se considera mala hierba o planta arvense por
ejemplo en praderas de césped.

Generalmente crecen con especial vigor ya que en la mayoría de los casos son
especies endémicas muy adaptadas al medio y con gran capacidad de proliferación
y dispersión. Son consideradas por los agricultores y jardineros como molestas,
llegando a impedir el crecimiento de otras especies. Esto se debe a que compiten
con las demás especies, generalmente con los cultivos, por los nutrientes del suelo,
el agua y la luz. Al período de tiempo en el que las malezas suponen un problema
grave con pérdidas económicas por la disminución en los rendimientos se le
denomina, período crítico de competencia. En estos casos, es cuando se puede
actuar con ellas, con el fin de favorecer a nuestros cultivos.

Además, la mayoría son plantas hospedadoras de insectos y patógenos que resultan


dañinos para las plantas de los cultivos. Debido a la enorme cantidad de malas
hierbas que existen y a la práctica imposibilidad de catalogar dichas plantas, ha
surgido una ciencia hace relativamente poco tiempo, que se conoce con el nombre
de Malherbología.

Las malas hierbas pueden ser clasificadas de diversas formas:

• Atendiendo a su ciclo de vida pueden ser:

• Anuales: completando el ciclo en un año.

• Bianuales: completando el ciclo en dos años.

• Perennes: permaneciendo en el suelo varios años.

• Atendiendo a su biología y forma de reproducirse:

• Las que sólo tienen reproducción por semillas.

• Las hierbas perennes, cuya reproducción es por semillas y por


brotación de yemas.

• Las hierbas perennes, cuya reproducción es solo por órganos


vegetativos.

• Dependiendo de su comportamiento ante los herbicidas:

• De hoja estrecha, con las yemas cubiertas por una vaina.

• De hoja ancha, con las yemas no cubiertas.

Las malas hierbas crean, principalmente, los siguientes daños en los cultivos y
cosechas:

• Disminuyen parte del agua, luz y alimentos o nutrientes del cultivo.


• Transmiten plagas y enfermedades.

• Impiden la realización de algunas labores agrícolas.

• Disminuyen la calidad y rendimiento del cultivo.

Por otro lado, hay ocasiones en las que las malas hierbas pueden ser beneficiosas:

• Porque son huéspedes de insectos, bacterias y hongos que pueden controlar


algunos patógenos.

• Por favorecer la infiltración de agua, al hacer canales en el suelo, disminuir


las escorrentías y evitar la erosión del suelo.

• Por convertirse en nutrientes para el suelo cuando mueren.

En un cultivo pueden aparecer las malas hierbas en cualquier época del año.

Hay algunas que tienen la posibilidad de producir una gran cantidad de semillas,
por lo que invaden rápidamente la zona de cultivo. Son las llamadas malas hierbas
oportunistas.

Otras, en cambio, producen poca cantidad de semillas, pero éstas son latentes
(capaces de permanecer en el suelo un tiempo antes de germinar), y además lo
hacen de manera escalonada en el tiempo, por lo que su persistencia en el cultivo
es larga. Estas malas hierbas se conocen como persistentes.

En las distintas zonas geográficas y climáticas, las malas hierbas se distribuyen


según el tipo de cultivo, dependiendo de las características que tenga la zona de
cultivo, como el pH del suelo, la textura, la humedad, etc. Por tanto, en una misma
zona geográfica las malas hierbas más abundantes de un cultivo serán siempre de
la/s misma/s especie/s. Esto no significa que no existan otras especies distintas,
sino que las que más abundan son siempre las mismas.

3.1. Plantas indicadoras

Dado que cada ser vivo tiene sus propias preferencias de entorno, nutrientes, etc.,
puede deducirse mucha información sobre el suelo en función de las plantas que
crecen en él.
En general se emplea el término de plantas indicadoras para hacer referencia a
plantas que indican condiciones muy concretas, como exceso o falta de algunos
nutrientes, rangos de pH determinados, yacimientos minerales, etc.

Los bioindicadores son organismos que pueden ser utilizados para poner de
manifiesto determinadas propiedades del medio (factores climáticos, edáficos,
contaminantes, etc.). En este caso se podrá juzgar la clase de medio físico a partir
de los organismos presentes. Sin embargo, su uso requiere una serie de
precauciones:

• Las especies de malas hierbas que solo pueden vivir en lugares que reúnen
ciertas características ambientales pueden ser empleadas como especies
indicadoras.

• Las especies estenoicas dan mejores resultados que las eurioicas.

• Hay que tener en cuenta que las grandes especies dan mejores resultados
que las pequeñas ya que su ritmo de renovación es más bajo.

• Antes de confiar en determinadas especies o grupos de especies como


indicadoras, deberían tenerse pruebas de campo y, si es posible, la
confirmación experimental de que el factor en cuestión es limitante.

• El conjunto de individuos, especies o comunidades enteras proporcionan a


menudo indicadores más seguros que las especies singulares o individuos
aislados.

Aunque bien es cierto que existe una amplia gama de plantas que pueden ser
empleadas como bioindicadores, a continuación se describirán las especies más
utilizadas como indicadoras de diferentes condiciones edáficas:

• Arctium minus, en suelos ricos en yeso.

• Trifolium agrarimum, Viola tricolor, Verbascum lychnitis, Digitalis purpurea, en


suelos pobres en cal.

• Althaea officinalis, Artemisia sp., Papaver sp., Fumaria officinalis, cuando la


concentración de potasio en suelo es elevada.
• Urtica dioica, Mercuriales annua, Amaranthus sp, cuando el suelo es rico en
nitrógeno.

• Salsola kali, Artemisa marítima, Aster triopolium, cuando la concentracion de


sales es elevada.

• Ilex aquifolium, Stachys arvensis, Galeopsis tetrahit, en suelos ácidos.

3.2. Potenciación de la fauna útil

La biodiversidad es un factor fundamental a tener en cuenta en lo referente a la


Producción Ecológica debido a la importancia de sus funciones así como también
por el mantenimiento del equilibrio de la sostenibilidad de la producción agraria,
intentando desarrollar una producción de máxima calidad que no afecte
negativamente a los ciclos del ecosistema. Las ventajas que se generan con el
buen mantenimiento de la biodiversidad son:

- Mejora del paisaje.

- Prevención de la erosión del suelo.

- Fomento de la fauna de utilidad.

- Rendimiento del uso del agua.

- Manejo de malas hierbas.

La asociación de cultivos presenta otros beneficios relacionados con la fauna, ya


que a partir de los microclimas que se generan gracias a la varidad de flora
existente, se facilita el refugio, alimento y determinados lugares de reproducción de
la fauna útil. Con esto también se combate la aparición de plagas.

El objetivo prioritario es incrementar la existencia de esta fauna auxiliar que vive en


la zona de forma natural. Por esta razón, la intención de conservación es un hecho
que debe estar presente en la definición de prácticas de tipo cultural. Es importante
para el correcto desarrollo de las especies autóctonas mantener siempre las
cubiertas vegetales que ayuden al nacimiento de esta fauna auxiliar.

Por otro lado, además de la asociación, también se cuenta con la técnica de


rotación de cultivos ya mencionada anteriormente, cuyo objetivo es potenciar la
proliferación de fauna beneficiosa mediante el control de las plagas o distintas
enfermedades. Debido a la asociación de determinadas plagas a ciertos cultivos, la
técnica de rotación interrumpirá los ciclos con el aporte positivo para la auxiliar.

3.3. El manejo de las plantas adventicias

Hay algunas malas hierbas que son más complicadas de controlar en un cultivo
que en otro.

• Las malas hierbas gramíneas:

1. Son fáciles de controlar en: el maíz y trigo.

2. Son difíciles de controlar en: el algodón o girasol.

• Las malas hierbas crucíferas:

1. Son fáciles de controlar en: los cereales de invierno.

2. Son difíciles de controlar en: el cultivo de colza y girasol.

De ahí la importancia de la rotación de cultivos como una estrategia de control de


las malas hierbas.

Para combatir las malas hierbas se pueden usar varios métodos, agrupados según
su finalidad concreta o forma de combatirlas:

• metodos preventivos / Son acciones llevadas a cabo para evitar que las
semillas de malas hierbas se propaguen por la zona de cultivo.

• Metodos agronomicos / También conocidos como métodos culturales, son la


rotación de cultivos, densidad de plantación, fertilización, etc.

• metodos fisicos / Son métodos que impiden la propagación de las malas


hierbas, debido a barreras físicas en aquellos factores que las potencian.
Entre ellos destacan el laboreo o el acolchado.

• Metodos quimicos / Al no estar permitidos los herbicidas de síntesis, la


intención es que se pueda convivir con ellas, por lo que sólo se actúa
cuando el rendimiento de nuestra producción se ve afectado por su presencia
a nivel económico. Siendo el tratamiento mediante técnicas de solarización,
tratamientos térmicos o control mecánico entre otros.

Las malas hierbas están caracterizadas por su persistencia, por su elevada


capacidad de dispersión, y por ser muy competitivas. Disminuyen el rendimiento del
cultivo, interfieren con estructuras agrarias, como canalizaciones de agua, o en los
procesos de cosechado y comercialización.

En todo sistema de cultivo se realizan operaciones para el control de las malezas,


como por ejemplo las técnicas de preparación de la tierra y el cultivo en hileras. En
agricultura ecológica se requieren de otros medios ya que, por ejemplo, el uso de
químicos no está permitido y además se limitan mucho las operaciones de labranza.

Esta flora espontánea puede actuar como refugio de fauna auxiliar, aportar materia
orgánica al suelo, favorecer que el suelo no sufra erosión e, incluso, ayudar a la
conservación del paisaje. Por todo esto, no debe verse a este tipo de flora como
una amenaza a erradicar por completo, pues la intención en agricultura ecológica,
es tratarla sólo cuando pueda suponer pérdidas significativas en el rendimiento del
cultivo.

El manejo integrado de malezas constituye un sistema sostenible que utiliza


diferentes estrategias para reducir el impacto de las malezas a un nivel aceptable
económicamente. Se está llevando a cabo desde hace relativamente poco tiempo,
ya que se utilizaban, principalmente, herbicidas que eran bastante efectivos. La
principal meta de este manejo de las malezas es reducir el movimiento de las
semillas en el suelo.

Para ello hay dos enfoques predominantes:

• Métodos preventivos: utilizar semillas limpias y libres de semillas de malezas.


Evitar la entrada de maquinaria que venga de campos con alta presencia a
campos con baja presencia, etc.

• Técnicas de control de presiembra y postsiembra de cultivos: rotación de


cultivos, intercalado de cultivos, control manual de la maleza, control
mecánico.
Cultivos competitivos y cultivos "cubierta"

Es fundamental tener en cuenta que cultivos como el trigo o la cebada sembrados


con una alta densidad de semilla de siembra, crecen rápido y sombrean pronto las
malas hierbas, en definitiva, hacen difícil su desarrollo.

Por el contrario, los cultivos que han sido sembrados en surcos espaciados
compiten menos con las malas hierbas que cuando se les siembra con un espacio
más reducido.

El éxito de este sistema está estrechamente unido a conseguir un buen


establecimiento del cultivo, dado que los rodales o fallos de siembra, donde el
cultivo no se establece, se infectarán de malezas.

Se puede decir que el uso de cultivos "cubierta" en la rotación es una práctica muy
aconsejable para controlar las malezas, se basa en las mismas razones por la que
cultivos sembrados a altas densidades son muy buenos competidores con las malas
hierbas.

Por otro lado, los cultivos cubierta pueden también exudar compuestos químicos que
dificulten o, impidan totalmente el desarrollo de determinadas especies de malas
hierbas. A este fenómeno se le denomina alelopatía.

Laboreo entre surcos

Aunque desde un punto de vista económico y medioambiental lo ideal es el no


laboreo total y el que se mantenga sobre el suelo el rastrojo del cultivo anterior, en
algunos casos el pase de cultivador entre surcos puede estar justificado.

Aunque el no laboreo sería la situación ideal, en condiciones especiales los pases


de un cultivador superficial entre surcos pueden ser de gran utilidad en el control
de malezas, si bien haciendo solo una labor vertical, en ningún caso se debería dar
una labor de volteo, que afectaría negativamente a la estructura del perfil del suelo.

En cualquier caso, no se deben de olvidar las ventajas en cuanto a mayor fertilidad


que se van acumulando por no laborear el suelo. De ahí que, este proceso, a ser
posible, no se interrumpa con labor alguna.
4. MATERIA ORGÁNICA EN EL SUELO

1. El ciclo de la materia orgánica

INTRODUCCIÓN

La materia orgánica formada por los organismos productores precisa de la presencia


en el medio de los elementos químicos esenciales de los seres vivos como son el
carbono, nitrógeno, fósforo y otros elementos que aparecen en menor cantidad.

Los organismos del suelo utilizan los residuos de las plantas y los animales y los
derivados de la materia orgánica para alimentarse.

Conforme se descomponen los residuos y la materia orgánica, los nutrientes en


exceso, tales como: el nitrógeno, fósforo y azufre, son liberados dentro del suelo en
formas que pueden ser usadas por las plantas (disponibilidad de nutrientes).

Durante muchos años, el estiércol ha sido muy utilizado como el abono orgánico de
origen animal para reponer la fertilidad natural de los suelos.

Se trata de la mezcla de los excrementos sólidos y líquidos de los animales con un


residuo vegetal o cama, principalmente paja de cereales.

El compostaje, también conocido como “composting” hace referencia al proceso


biológico aeróbico, a través del cual los microorganismos actúan sobre la materia
biodegradable los que permite obtener como resultado el denominado "compost",
que es un abono excelente para la agricultura.

OBJETIVOS

• Identificar los principales ciclos biogeoquímicos que existen.

• Conocer la función del humus, el estiércol y el compost.

INTRODUCCIÓN

La materia orgánica formada por los organismos productores precisa de la presencia


en el medio de los elementos químicos esenciales de los seres vivos como son el
carbono, nitrógeno, fósforo y otros elementos que aparecen en menor cantidad.
Los organismos del suelo utilizan los residuos de las plantas y los animales y los
derivados de la materia orgánica para alimentarse.

Conforme se descomponen los residuos y la materia orgánica, los nutrientes en


exceso, tales como: el nitrógeno, fósforo y azufre, son liberados dentro del suelo en
formas que pueden ser usadas por las plantas (disponibilidad de nutrientes).

Durante muchos años, el estiércol ha sido muy utilizado como el abono orgánico de
origen animal para reponer la fertilidad natural de los suelos.

Se trata de la mezcla de los excrementos sólidos y líquidos de los animales con un


residuo vegetal o cama, principalmente paja de cereales.

El compostaje, también conocido como “composting” hace referencia al proceso


biológico aeróbico, a través del cual los microorganismos actúan sobre la materia
biodegradable los que permite obtener como resultado el denominado "compost",
que es un abono excelente para la agricultura.

OBJETIVOS

• Identificar los principales ciclos biogeoquímicos que existen.

• Conocer la función del humus, el estiércol y el compost.

2. La descomposición y el humus

Aparte de todos los seres que se pueden encontrar, a los cultivos y al suelo se le
pueden agregar restos vivos o muertos de materia vegetal que se desprende de
otros árboles y/o plantas, o de restos de cosechas.

La gran mayoría de los sustratos y de las tierras (excepto la turba y el estiércol),


tienen de un 1,5 a un 7% de materia orgánica. La de los suelos es de color claro.
La materia orgánica constituye una fuente de nutrientes (incluyendo el fósforo, el
nitrógeno y algunos micronutrientes), contribuyendo a la estructura deseable de
tierra, a la vez que incrementa la disposición del agua para los cultivos.

Para poder aportar la materia orgánica necesaria en aquellas zonas carentes de


nutrientes, se introducen algunos materiales en estado natural o descompuesto.
Entre estos materiales concentramos las hojas, los cortes de hierba, los restos de
siega, los desechos vegetales, etc.

Principalmente, las necesidades nutritivas de los cultivos son la relación


carbono/nitrógeno (C/N), el humus, los microorganismos del suelo, y la fase de
descomposición.

Relación carbono/nitrógeno (C/N)close

Se define como el valor numérico determinante de la proporción de


carbono/nitrógeno que se puede encontrar en el suelo. Éstos son dos elementos
necesarios para el desarrollo de la vida, afectando de manera directa o indirecta a
los procesos biológicos.

Cuanto menor sea el valor de la relación carbono/nitrógeno, mayor será el grado de


mineralización de la materia orgánica, y por ello, la calidad edáfica será superior.

Los distintos valores de la relación C/N que proporcionan las distintas calidades
edáficas de la materia orgánica son los siguientes:

VALORES

<8 Muy
buena

8-10 Buena

10-15 Mediana

15-20 Deficiente

20-30 Mala

>30 Muy mala

Cuando los restos orgánicos caen al suelo, se produce una intensa actividad
microbiana, debido a la abundancia de restos fácilmente atacables. Tras ello,
disminuye la actividad al ir quedando los restos más estables.
La relación C/N disminuye poco a poco por la mineralización. Cuanto más baja es
la relación C/N de la materia orgánica del suelo, mayor es su tasa de
mineralización. También decir que si dichos restos orgánicos poseen alta relación
C/N la actividad microbiana va a ser escasa. Cuando la transformación de la
materia orgánica termina, la relación C/N suele encontrarse aproximadamente en 12.

Humus Es la sustancia compuesta por determinados productos orgánicos con una


naturaleza coloidal, proveniente de la descomposición de los restos orgánicos por
organismos y microorganismos benéficos.

Su característica principal es su color negruzco provocado por la gran cantidad de


carbono que contiene.

Los elementos orgánicos que componen el humus son muy estables, lo que quiere
decir que su grado de descomposición es tan elevado que ya no se descomponen
más y no sufren transformaciones considerables.

El conjunto de procesos por los que una materia orgánica se transforma en humus
se denomina humificación.

Estos procesos pueden proporcionar una transformación tal que puede dejar de ser
materia orgánica y convertirse en materia inorgánica de descomposición básica o
sencilla como es el caso del dióxido de carbono, del agua o el amoniaco. En este
caso, el proceso se denomina mineralización.

La mineralización se define como la degradación completa de un compuesto a sus


constituyentes minerales.

Según el suelo y el tipo de materia orgánica que éste contenga, será la


humificación o la mineralización el proceso más importante aunque se den siempre
los dos al mismo tiempo en mayor o menor grado.

Los tipos de humus existentes son tres:


Humus Morder

Es un tipo de humus que no está muy evolucionado, aunque sí está un poco más
en relación al humus Mor. A diferencia con éste, la materia orgánica de los suelos,
es irreconocible. Su incorporación a la formación de los agregados del suelo es
más sencilla que en el humus Mor, pero que en el humus Mull.

Estos complejos arcillo-húmicos presentan un tamaño escaso y no son muy


estables. Los ácidos fúlvicos que poseen también una menor tendencia a ser
lixiviados.

Este tipo de humus se presenta en suelos ácidos, con un pH oscilante entre 4,5 y
5, con contenidos en bases pobres o medios, bajo climas variados, pero con
predominancia de los fríos y secos. La relación carbono/nitrógeno (C/N), fluctúa
entre 16-25.

Humus Mull

La materia orgánica se humifica adecuadamente, proporcionando agregados estables


que mejoran las condiciones físicas, químicas y biológicas de los suelos.

Los restos vegetales en este tipo de humus son infrecuentes, mientras que la
actividad biológica es intensa. La vegetación sobre la que aparece tiene unas
propiedades favorables para que se descomponga de manera rápida, abundando las
bacterias y/o lombrices.

La relación C/N es siempre baja, generalmente menor de 12.

Humus Mor

La materia orgánica está humificada muy pobremente, contando con abundantes


restos de tejidos vegetales irreconocibles y ácidos fúlvicos fácilmente lixiviables y
poco aptos para la formación de agregados estables. La actividad biológica suele
ser muy escasa.

Cuando el ambiente no es muy árido, la materia orgánica de los suelos se


descompone mal, si procede restos vegetales de ciertas plantas, por lo que el
horizonte órgano-mineral puede adquirir gran potencia y colores negruzcos, estando
cubierto por abundantes restos sin descomponer.

La relación C/N es elevada, superando frecuentemente a veces el valor de 25. Sin


embargo también puede aparecer en ocasiones bajo ambientes más áridos

Microorganismos del suelo

Son los responsables de la descomposición y transformación de la materia orgánica.


Se trata de hongos y bacterias.

Tanto los hongos como las bacterias se encargan de la transformación de los


elementos como el carbono, el azufre o el nitrógeno, ayudando a la incorporación
de potasio y magnesio al cultivo.

Hongos

Pueden ser perjudiciales o beneficiosos, existiendo en el suelo gran cantidad de


ellos. El más importante es el Trichoderma, el cual se encuentra formado por
hongos hallados de manera natural en casi todos los suelos y ecosistemas del
planeta. Se caracteriza por su rápido desarrollo, generando gran cantidad de
esporas verdes.

Se trata de un hongo agresivo y dominante. Sin embargo, también emite una serie
de vitaminas y enzimas absorbidas por las raíces, generando así un crecimiento
más rápido de los cultivos, ayudando también a la asimilación de los cultivos con
los nutrientes.

Bacterias

Son los seres vivos más abundantes en la tierra. Algunas son perjudiciales, y otras
en cambio beneficiosas. Pueden clasificarse en:
• Organotrofas. Utilizan procedentes de compuestos orgánicos en sus procesos
químicos.

• Fototrofas. Su fuente de energía es la luz mediante la fotosíntesis.

• Heterótrofas. Utilizan los compuestos orgánicos como fuente de carbono.

• Litotrofas. Utilizan los electrones en sus procesos químicos procedentes de los


compuestos inorgánicos.

• Autótrofas. El carbono celular se obtiene a través de la fijación del dióxido de


carbono del aire.

• Quimiotrofas. Su fuente de energía se recibe mediante las sustancias


químicas oxidadas por oxígeno o por otras fuentes.

Las bacterias pueden elaborar vitaminas, enzimas y otros compuestos beneficiosos


para los cultivos, los cuales se absorben por las raíces. Todos estos nutrientes
estimulan el crecimiento del cultivo y su desarrollo.

Fase de descomposición

A la hora de transformarse los restos orgánicos se dan tres fases:

1. Descomposición química. Es la primera alteración producida en los restos


vegetales y de materia orgánica cuando se incorpora al suelo. A lo largo de
este proceso, los hongos y bacterias atacan la materia orgánica
transformándola en estructura y descomposición, a la vez que pierde agua
por deshidratación y sustancias químicas tales como el potasio, el sodio, o el
nitrógeno.

2. Descomposición mecánica. En esta fase, la materia orgánica acumulada en el


suelo se destruye mecánicamente por la acción de las bacterias, hongos e
insectos. El tamaño disminuye, comenzando a mezclarse con la parte no
orgánica del suelo, la tierra.

3. Alteración química. Constituye la fase en la que se produce una mayor


alteración y transformación de los materiales. En ella quedan descompuestos
y mezclados en el suelo. La materia orgánica pierde de manera rápida su
estructura celular y se convierte en un material de color negro, suelto o
arenoso. A su vez, se produce una desintegración de los restos orgánicos,
mezclándose de manera completa con el suelo, de manera que en la mezcla
no se distingue lo que antes era tierra y la materia orgánica.

3. Estiércoles

Durante mucho tiempo, el estiércol ha sido el abono orgánico de origen animal más
utilizado para reponer la fertilidad natural de los suelos. Se trata de la mezcla de
los excrementos sólidos y líquidos de los animales con un residuo vegetal o cama,
principalmente paja de cereales. La función de la cama es impedir que los
excrementos en contacto con aire tengan pérdidas de nitrógeno, en forma de
amónico gaseoso.

Podemos encontrar diferentes tipos de estiércol dependiendo de su procedimiento de


preparación y el estado de composición en que se encuentre:

• Estiércol fresco: es una mixtura de cama y diyecciones, sin embargo la


utilización de este puede provocar daños en los cultivos:

• A través de procesos de humificación que acaban creando


reducciones en el suelo de los cultivos.

• Generando productos tóxicos.

• Algunos nutrientes tales como el nitrógeno pueden quedar


inmovilizados durante dicho proceso de humificación.

• Su utilización produce un efecto en la fertilidad así como en el


desarrollo microbiano.

• Estiércol maduro: se entiende que el estiércol ha sufrido un proceso de


maduración cuando antes de echarlo al suelo ya han tenido lugar la mayoría
de transformaciones microbianas, que se producen en el estercolero tras la
fermentación. Durante el proceso de maduración se produce un incremento de
la densidad del estiércol.
Es importante evitar en la mayor medida posible, determinados problemas como por
ejemplo la abundancia de porosidad, el inmovilizado de nitrógeno, etc. Por esta
razón es aconsejable añadir el estiércol al suelo cuando antes para que el proceso
de maduración tenga lugar en el mismo suelo, debiendo echar el estiércol fresco
unos 2 o 3 meses antes de la siembra, y en el caso del estiércol maduro 1 mes
aproximadamente antes de la misma.

4. Compost

Compostajeclose

El compostaje, también conocido como “composting” es un proceso biológico


aeróbico, a través del cual los microorganismos actúan sobre la materia
biodegradable lo que permite obtener lo que se denomina "compost", que se trata
de un abono excelente para la agricultura.

El compost o también conocido como mantillo se obtiene tras un proceso de


humificación de la materia orgánica, que tiene lugar en unas condiciones
controladas de temperatura, humedad, oxígeno... Se trata de hacer un compuesto
que mejore la estructura del suelo y ayude a reducir la erosión y así como a la
absorción de agua y nutrientes por parte de las plantas.

Propiedades

1. Mejora las propiedades físicas del suelo. La materia orgánica es la que


favorece la estabilidad de la estructura de los agregados del suelo agrícola,
disminuye la densidad, incrementa la porosidad y permeabilidad del suelo, y
aumenta su capacidad de retención de agua, de esta forma se obtienen
suelos más esponjosos y con mayor retención de agua.

2. Mejora las propiedades químicas. Aumenta el contenido en nutrientes, la


capacidad de intercambio catiónico y actúa como fuente y almacén de
nutrientes para los cultivos.
3. Mejora la actividad biológica del suelo. Actúa como soporte y alimento de los
microorganismos, ya que viven a expensas del humus y contribuyen a su
mineralización.

4. La población microbiana es un indicador de la fertilidad del suelo.

El compost se puede hacer de varias formas, entre las que encontramos:

• Compost por pilas: Este tipo de compost se basa en mezclar suelo con
diferentes tipos de materiales orgánicos de deshecho y encerrarlos en un
habitáculo de 1,5 metros cúbicos aproximadamente. Antes de cerrar la caja
se añade agua y se hacen unos agujeros al envase para dejar salir los
gases. Se deja a temperatura ambiente.

• Compost aireado: Difiere del anterior en que este se aire por fuerza por
medio de inyección de aire. En este método la temperatura suele ser mayor
para favorecer a las bacterias aeróbicas.

• Compost por mezcla o volteo: Este compost necesita de una mezcla cada
cierto tiempo para que la reacción sea homogénea durante todo el proceso.

Materiales que no deben usarse en el compost:

• Carnes o pescados.

• Restos de frutas cítricas.

• Cenizas en exceso.

• Tejidos sintéticos o productos sintéticos.

• Materiales contaminados.

• Grasas.

• Heces de gatos o perros.

• Derivados lácteos.

4.1. Elaboración del compost


Para la elaboración del compost se puede usar cualquier materia orgánica, con la
condición de que no se encuentre contaminada. Por lo general, estas materias
primas proceden de:

1. Restos de cosechas. Pueden utilizarse para hacer compost o como acolchado.


Los restos vegetales jóvenes como hojas, frutos, tubérculos, etc. tienen alto
contenido en nitrógeno y pobres en carbono. Los vegetales más adultos como
son los troncos, ramas, tallos, etc. poseen menos nitrógeno.

2. Abonos verdes, siegas de césped, malas hierbas, etc.

3. Las ramas de poda de los frutales. Es necesario triturarlas antes de su


incorporación al compost, ya que el tiempo de descomposición se alarga si
los trozos son grandes.

4. Hojas. Pueden tardar de 6 meses a dos años en descomponerse, por ello, se


recomienda mezclarlas en pequeñas cantidades con otros materiales.

5. Restos urbanos. Son todos aquellos restos orgánicos procedentes de las


cocinas como pueden ser restos de fruta y hortalizas.

6. Estiércol animal. Destaca el estiércol de vaca, aunque otros de gran interés


son la gallinaza, la conejina o sirle, estiércol de caballo, de oveja y los
purines.

7. Complementos minerales. Estos complementos son fundamentales para


corregir las carencias de ciertas tierras. Destacan: las enmiendas calizas y
magnésicas, las rocas ricas en potasio y oligoelementos y las rocas silíceas
trituradas en polvo.

8. Plantas marinas. Cada año se recogen en las playas grandes cantidades de


fanerógamas marinas como posidonia oceánica, que se utiliza como materia
prima para la fabricación de compost ya que posee N, P, C, oligoelementos y
biocompuestos que actúan como fertilizantes muy buenos para la tierra.

9. Algas. Para la fabricación del compost, pueden emplearse numerosas


especies de algas marinas, ricas en agentes antibacterianos y antifúngicos y
fertilizantes
5. ABONOS VERDES.

1. Objetivos

INTRODUCCIÓN

La práctica e investigación realizada hasta ahora en cultivo ecológico, está haciendo


ver que este tipo de fertilizantes en ciertos momentos es necesario y siempre como
hemos comentado antes, contando con las características físico-químicas y biológicas
del suelo y las necesidades (extracciones) del cultivo.

Los abonos verdes son cultivos de diferentes familias (leguminosas, gramíneas,


crucíferas, etc.), cuya biomasa se incorpora en verde al suelo. Con los abonos
verdes, además del aporte de humus derivado de la descomposición de la materia
vegetal enterrada, se puede conseguir un incremento de la actividad microbiana del
suelo.

Aunque se pueden utilizar un número considerable de especies vegetales como


abonos verdes, las familias de plantas más utilizadas para ello son las leguminosas,
las crucíferas y las gramíneas.

OBJETIVOS

• Conocer la función de los abonos verdes.

• Identificar las especies vegetales más utilizadas como abonos verdes, tales
como; las leguminosas, las crucíferas y las gramíneas.

El Reglamento (CE) nº 889/2008 de la Comisión, de 5 de septiembre de 2008, por


el que se establecen disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) nº 834/2007
del Consejo sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos, con
respecto a la producción ecológica, su etiquetado y su control, recoge aquellos
fertilizantes y acondicionadores del suelo que podrán utilizarse en agricultura
ecológica, siempre que las técnicas de manejo del suelo anteriormente indicadas no
resulten suficientes.

La práctica e investigación realizada hasta ahora en cultivo ecológico, está haciendo


ver que este tipo de fertilizantes en ciertos momentos es necesario y siempre como
hemos comentado antes, contando con las características físico-químicas y biológicas
del suelo y las necesidades (extracciones) del cultivo.

Los tipos de fertilizantes y abonos permitidos en la agricultura ecológica son:

Materiales orgánicos

La materia orgánica puede extraerse de diferentes fuente, entre las principales


podemos encontrar el compost vegetal, el humus de lombriz, el estiércol proveniente
de la ganadería y los abonos verdes y demás restos de tipo vegetal que pueden
enterrarse al finalizar el cultivo. Siempre que se recurra a los estiércoles que
provienen del ganado es fundamental conocer su origen. Aunque en la actualidad
se permite el uso del estiércol de ganado no ecológico, es de vital importancia
garantizar que no son de ganadería intensiva y a que además han pasado un
proceso de estabilización a través de descomposición biológica aeróbica de un
mínimo de seis meses.

Por otro lado, es importante mencionar otro tipo de estiércoles ganaderos que
también han cobrado gran relevancia como por el ejemplo los excrementos de
algunos animales como el murciélago, los purines, el gusano, la gallinaza, etc.

Sin embargo, los lodos procedentes de las depuradoras así como los residuos
urbanos, no son aceptados para el uso de la fertilización ecológica debido a que
generalmente presentan un nivel alto de metales pesados.
En la Agricultura Ecológica, el fertilizando más usado en nuestros días es el
denominado compost, que es un tipo de abono natural que se genera con restos
de materia orgánica y que normalmente es un proceso que lleva a cabo el propio
agricultor aunque también se utiliza bastante el compost casero o el industrial entre
otros.

Restos de cosechas

Siempre que estos procedan de la propia parcela se considerarán de reciclaje como


por ejemplo de la destilería, aceitunas, la paja de cereal, etc. Además de que estos
restos de cosechas incrementarán la calidad del suelo debido a sus propiedades.

Fertilizantes minerales

Los abonos minerales de fuentes naturales, como es el caso de los fosfatos


naturales; las rocas silíceas, el cloruro potásico, la dolomía, la magnesita y el
sulfato de magnesio se pueden usar como complemento al aporte de materiales
orgánicos. Estos tienen menor interés debido a que con un buen manejo del suelo
y aportes de diversas fuentes de materia orgánica no suelen ser necesarios, son el
sulfato de magnesio (miserita), sulfato de calcio (yeso agrícola), sal de magnesio y
carbonato cálcico, azufre elemental, sulfato de potasio que puede contener sal de
magnesio.

1.1. Abonos en verde

Los abonos verdes son cultivos de diferentes familias (leguminosas, gramíneas,


crucíferas, etc.), cuya biomasa se incorpora en verde al suelo. Con los abonos
verdes, además del aporte de humus derivado de la descomposición de la materia
vegetal enterrada, se puede conseguir un incremento de la actividad microbiana del
suelo. Y cuando se incluyen plantas de leguminosas, además de los beneficios
anteriores, se puede conseguir una aportación importante de nitrógeno atmosférico
mediante el proceso de fijación simbiótica, proceso biológico en el que intervienen
grupos específicos de bacterias.

Los restos de aserrín de frondosas (utilizados para añadir al compost) y cenizas de


maderas, son materiales muy útiles en agricultura ecológica.
Los efectos favorables del abonado verde no solo son sobre el valor nutrional que
aporta a las plantas, sino que alcanzan a todos los componentes relacionados con
la fertilidad del suelo agrícola. Los beneficios son los siguientes:

• Estimulan inmediatamente la actividad biológica y mejoran la estructura del


suelo.

• Protegen frente a la erosión y la desecación mientras crecen los vegetales y


mejoran la circulación del agua en el cultivo.

• Permiten asegurar la renovación del humus estable, y de esta manera se


puede acelerar su mineralización a través del aporte de un humus más joven
y más activo.

• Enriquecen al suelo en nitrógeno, si se trata de leguminosas, e impiden, la


lixiviación del mismo y de otros elementos fertilizantes.

• En su descomposición, se liberan y sintetizan sustancias orgánicas


fisiológicamente activas, que tienen una acción favorable en el crecimiento de
las plantas y su resistencia al parasitismo.

• En los cultivos de cereales, aseguran una mejor descomposición de la paja


del cereal, al mantener el medio más húmedo, equilibrar la relación C/N y
activar los microorganismos responsables de la misma.

• Limitan el desarrollo de malezas por el efecto de la cubierta vegetal en sí


misma de forma directa e indirectamente porque ciertos abonos verdes tienen
poder desherbante, como el alforfón (Fagopyrum esculentum), o la facelia
(Hacelia tanacetifolia).

Un abono verde ideal posee tres características importantes:

• Un crecimiento rápido.

• Follaje abundante y suculento.

• Habilidad de crecer bien en suelos pobres.

Cuando existe un crecimiento muy rápido, mayor es la posibilidad de aptitud para


ser introducido en una rotación y uso económico como medios para mejorar las
condiciones del suelo. El follaje abundante y la presencia de raíces grandes y
fuertes son, algo necesario, y, a mayor contenido de humedad en el abono verde,
más rápida es la descomposición y más pronto se obtienen beneficios. Como la
necesidad de materia orgánica es urgente, en especial en la tierra pobre, un cultivo
jugoso tendrá numerosas ventajas.

Cuando las demás condiciones son iguales, se recomienda utilizar las leguminosas
en el abono verde, preferentemente a las no legumbres, debido al nitrógeno que
gana el suelo y a la actividad orgánica que generan. A veces es de gran
importancia una pequeña adición de nitrógeno.

No obstante en algunas ocasiones es muy difícil conseguir un cultivo intercalado de


legumbres, ya que, como pueden llegar a ser tan valiosos como alimento de
ganado, resultaría muy poco económico utilizarlo como abono verde. Además, las
semillas de las legumbres son caras, y por lo tanto no son rentables para ser
utilizadas para los abonos verdes. Por otro lado, algunas legumbres no encajan del
todo dentro de las rotaciones comunes de tal forma que puedan ser luego
enterradas como abono verde.

En cuanto al uso del abono en verde se tiene que preparar el lecho de siembra.
Se debe tener cuidado, ya que una buena implantación del abono verde es esencial
para que forme biomasa.

La fecha de utilización también varía según sea régimen de secano o zonas


semiáridas. Uno de los principales inconvenientes de los abonos verdes está en la
competencia que puede establecerse entre ellos y los cultivos principales por el
agua en condiciones de secano.

En frutales, como el olivo, la siega o incorporación al suelo debe realizarse antes


de que esta competencia se inicie. Así, en olivar de secano para un año medio de
precipitaciones y en las condiciones climáticas del sur peninsular, el control debe
realizarse en la tercera semana del mes de marzo. En zonas o años más lluviosos
puede retrasarse la siega o incorporación, pero debe hacerse antes de finalizar el
mes de abril. En el caso en que se respete esta fecha de corte o incorporación, no
solamente no se crea competencia por el agua, sino que ésta se acumula en
mayor cantidad en el suelo durante todo el ciclo de cultivo por el aumento de
infiltración que se produce antes del control y por una menor evaporación desde el
suelo después de éste.

En el caso de rotaciones de cultivos extensivos de secano en zonas semiáridas, la


mayoría de nuestro país, se recomienda la siembra de una leguminosa en rotación
con el cereal, frente al barbecho-cereal. Sin embargo, la leguminosa puede
dedicarse a forraje y no ser enterrada, ya que el principal limitante para la
producción en estas tierras es el agua y no el nitrógeno. La venta del forraje de
veza compensa con creces los gastos que ocasiona, a la par que obtenemos los
beneficios agronómicos.

También hay que tener en cuenta la profundidad de enterramiento, debe ser


pequeña (10-15 cm) si se desea una descomposición rápida y efectiva del abono
verde, a la par que una cierta formación de humus, pues a esta profundidad existe
mayor actividad biológica. No obstante, si se prefiere proteger al suelo de la erosión
o de los rayos solares, disminuyendo su calentamiento, se debe de segar la
cubierta y dejar los restos en superficie.

2. Especies utilizadas

Aunque se pueden utilizar un número considerable de especies vegetales como


abonos verdes, las familias de plantas más utilizadas para ello son las leguminosas,
las crucíferas y las gramíneas.

Leguminosas/ Las leguminosas son las más empleadas debido a su capacidad para
fijar el nitrógeno atmosférico, proporcionando ese elemento a los cultivos.

Determinados autores defienden que las leguminosas además son capaces de


mejorar el terreno con la penetración de sus raíces y que incluso llegan a romper
los terrenos más duros favoreciendo la aireación del suelo. Se emplean,
fundamentalmente las siguientes especies:

• Melilotus officinalis.

• Vicia faba.

• Vicia villosa.
• Trifolium repens.

• T. pratense.

• Lupinus sp.

• Lathyrus satirum.

Gramineas/ Las gramíneas sembradas con las leguminosas, mejoran mucho el


terreno y forman humus estable.

Las raíces de las gramíneas mejoran el terreno ablandándolo en la superficie. En


particular el centeno Secale cereale está indicado para siembra otoñal asociado a
algarroba o habas. La avena está indicada para siembra de primavera, asociada
con algarroba y el guisante.

Crucíferas

Las crucíferas tienen un desarrollo bastante rápido proporcionando un buen abono


verde cuando se dispone de poco tiempo entre cultivos.

Destacan porque utilizan las reservas minerales mejor que la mayor parte de las
plantas gracias a la longitud que posee su sistema radicular, que acumula grandes
cantidades de elementos en sus partes aéreas, que posteriormente serán devueltos
al suelo. Como especies más utilizadas destacan las siguientes:

• Raphanus raphanistrum.

• Sinapis alba.

Melitotus officinalis:
Vicia faba:

Vicia villosa:

Trifolium repens:
T. pratense:

Lupinus sp:
Lathyrus sativus:

Raphanus raphanistrum:

Sinapis alba:
6. BIOFUMIGACIÓN.

INTRODUCCIÓN

En la presente unidad se tratará el tema de la biofumigación, los fundamentos


ecológicos de la agricultura, el papel del conocimiento tradicional y las perspectivas
actuales relacionadas.

OBJETIVOS

• Conocer el concepto de biofumigación, así como de los principales agentes


parasitarios.

• Indicar el proceso que se sigue en la desinfección de suelos.

BIOFUMIGACIÓN:

• Agentes parasitarios

• Proceso de desinfección de suelo

La biofumigación consiste en el proceso a través de cual se aprovecha el calor y la


generación de diversas sustancias gaseosas volátiles que se generan en la
descomposición de la materia orgánica en el suelo, cuya función es el control de
patógenos de las plantas y las malas hierbas.

Permite utilizar la materia orgánica (residuos agrícolas y guanos), así como los
productos de su descomposición, en el control de los patógenos presentes en el
suelo.
Esta técnica incluye el uso de material vegetal como las crucíferas, cuya
descomposición libera sustancias tóxicas volátiles cómo el Allilisometiltiocianato que
ejerce acción de control sobre hongos y nematodos. Normalmente se realiza en los
meses más cálidos, entre abril y septiembre. Su uso está justificado cuando hay
una necesidad de realizar desinfección del suelo, aunque también al aire libre,
sobre todo en invernaderos.

La efectividad de la biofumigación, se mejora con el uso de cubiertas plásticas, o


en combinación con la solarización. La solarización es eficaz cuando se combina
con biofumigación, durante dos meses, y a una temperatura ambiental superior a 40
ºC.

Ventajas

1.- Aumenta la fertilidad del suelo.


2.- Mejora su estructura y retención de agua.
3.- Aumenta la biodiversidad en microorganismos beneficiosos.
4.- Biocida contra plagas y enfermedades.

Desventajas

La oportunidad de disponer de material vegetal y su eficiencia, en suelos con baja


actividad biológica que facilite la descomposición del material.

Cuando se aplica materia orgánica al suelo, se produce una secuencia de cambios


microbiológicos. Al inicio, tiene lugar una proliferación de microorganismos que se
alimentan de la materia orgánica, y se inicia la descomposición de la misma.
Durante la descomposición, se estimula el desarrollo de otros organismos, tanto
benéficos como perjudiciales (hongos, nematodos, lombrices, hongos, protozoos,
algas y otros microorganismos), los cuales originan una gran cantidad de productos
químicos que intervienen en el control de los patógenos del suelo. Amonio, nitratos,
ácido sufhídrico, otras sustancias volátiles ácidos orgánicos, derivados de la
descomposición de la materia orgánica, generan un efecto nematicida directo sobre
la incubación de los huevos.

Algunos de los productos o materiales utilizados para la biofumigación son:


• Estiércol de ganado.

• Restos forestales.

• Residuos de industrias pesqueras.

• Subproductos de la agricultura.

• Subproductos de la alimentación.

• Subproductos de otras industrias.

• Plantas aleopáticas.

La adición de urea, junto con la materia orgánica, además de aumentar los niveles
de nitrógeno del sustrato orgánico, incrementa la cantidad de amonio, por lo tanto,
que actúa como nematicida.

Para que los tratamientos sean eficaces, se requiere añadir entre 5 a 10kg de
residuos orgánicos por cada m2 desuelo, condición que limita su uso a la
disponibilidad de materia prima suficiente y al costo del transporte. La cantidad de
urea a aplicar depende del material vegetal que se utilice, y puede variar entre 0,5
a 1 kg de urea por cada 10 a 20 kg de material vegetal fresco trozado.

Para la realización de la biofumigación podríamos establecer los siguientes pasos:

1.- En un primer lugar, deberemos aplicar la materia orgánica como material


biofumigante.

2.- Será necesario que el reparto sea uniforme por lo que se debe realizar una
distribución correcta a lo largo de todo el terreno.

3.- Apliación de riego.

4.- Se coloca el plástico y comenzaría la técnica propiamente dicha.

5.- Espera de unas 4 semanas aproximadamente para que tenga efecto la técnica.

6.- Retirar los plásticos y acondicionar el suelo. Tras ésto, se podría comenzar con
una nueva plantación.
La biofumigación ha demostrado que no sólo proporciona una mejor fertilidad al
suelo por la incorporación de material vegeral, sino que además, regula las
enfermedades originadas en el suelo y el control de las hierbas adventicias.

El efecto de los microorganismos sobre la materia orgánica a lo largo de su


descomposición es capaz de producir una enorme cantidad de productos químicos
que nos pueden resultar beneficiosos para el control de los patógenos del suelo.
Entre ellos, el amonio, nitratos, sulfídrico y un gran número de sustancias volátiles y
ácidos orgánicos tienen propiedades nematicidas bien de manera directa sobre el
microorganismo o bien, afectando a la eclosión de los huevos o también, puede
afectar a la movilidad; los fenoles y los taninos son también nematicidas a ciertas
concentraciones (Mian et al. 1982; Mian y Rodríguez-Kábana 1982 a,b), por ello no
podemos saber con exactitud qué sustancia es la responsable de la acción
nematicida. De entre todas, el amonio (aplicado en forma de urea) es el más
reconocido para este fin y estudios demuestran que es efectivo en cantidades de
300 mg de N por kg de suelo. Para la utilización del nitrógeno, se ha demostrado
que es necesaria la presencia del carbono. La relación C/N debe estar entre 8-20
para que consiga tener un efecto nematicida sin producir fitotoxicidad.

7. SOLARIZACIÓN

INTRODUCCIÓN

La solarización es una técnica de desinfección del suelo no contaminante que


aprovecha la radiación solar. Su eficacia se puede mejorar mediante la combinación
con productos químicos u orgánicos, hasta obtener niveles comparables a los
mejores sistemas de desinfección del suelo.

La solarización consiste en elevar la temperatura del suelo a valores superiores a


40 °C en la capa arable (30 cm) durante al menos 5 semanas. La energía solar se
transmite al agua a través de un plástico transparente. Esta técnica se tiene que
practicar durante un período importante de insolación (verano).

OBJETIVOS
• Identificar los principales riesgos derivados del empleo de plaguicidas
tradicionales para el medio ambiente.

• Conocer la solarización como proceso alternativo de desinfección.

• Indicar otras medidas físicas de desinfección.

La solarización consiste en elevar la temperatura del suelo a valores superiores a


40 °C en la capa arable (30 cm) durante al menos 5 semanas. La energía solar se
transmite al agua a través de un plástico transparente. Esta técnica se tiene que
practicar durante un período importante de insolación (verano).

Mediante el método de solarización, se observa una destrucción de la mayor parte


de las adventicias, disminución del número de semillas que germinan y reducción
del nivel de cobertura del suelo por las mencionadas malas hierbas. Además, es
muy eficaz ante hongos patógenos del suelo y relativamente eficaz frente a ciertas
plagas como los nematodos. Las bacterias en cambio no se ven tan afectadas.

La solarización es un método de bajo coste y muy sencillo que no entraña peligro


en su manejo, no acumula residuos tóxicos y no provoca contaminación ambiental.
Su eficacia es comparable a la de los productos químicos, no altera seriamente las
propiedades físico-químicas del suelo, ya que el calentamiento no es excesivo, ni
altera de forma drástica el equilibrio biológico del suelo.

La solarización presenta limitaciones:

• Solo puede aplicarse durante una época del año y en zonas de elevada
radiación solar.

• Durante el tratamiento, el suelo está sin cultivo.

• La variabilidad del clima puede provocar resultados aleatorios.

• Resulta más eficaz en pequeñas superficies que en grandes.

Con la ayuda de la colocación de una lámina transparente de plástico sobre el


suelo, y la energía del sol, es posible aumentar la temperatura del suelo, realizando
la desinfección del mismo, llegándose a alcanzar temperaturas de 45 ºC en los
primeros 5-10 cm.
Para aprovechar el calor, la solarización suele realizarse en verano. Antes de
aplicarla se debe de realizar un riego abundante de hasta 50 cm de profundidad y
cuando se coloquen los plásticos se debe tener en cuenta que tienen que quedar
tensos, con los bordes bien enterrados y evitando que se formen bolsas de aire. Lo
que se consigue es la pasterización del suelo, controlando la población de hongos,
bacterias, malas hierbas e insectos.

El equipo utilizado para la instalación de la lámina de plástico consta de un tractor


al que se le acopla un apero donde en un bastidor va incluido un rollo de la
lámina plástica.

La solarización es un método que, no es eficaz en el control de los patógenos de


los vegetales, por sí solo. Los casos donde la solarización es eficaz, suelen ser
suelos con alto contenido de materia orgánica, o suelos poco profundos. La
solarización es realmente eficaz cuando con ella se utiliza la biofumigación, en un
tiempo de dos meses, cuando las condiciones de temperatura ambiental sean
superiores a 40 ºC, aunque es recomendable de 30 a 45 días durante los meses
de julio y agosto, que es cuando la temperatura del suelo llega a alcanzar unas
temperaturas más altas (superiores a 50 ºC). Se ha observado que se produce una
pérdida en la biodiversidad del suelo.

Autores como Pullman et al. (1981) en estudios para demostrar la eficacia de la


solarización, indicaron que es capaz de reducir el hongo patógeno Verticillium
dahliaea cuando las profundidades oscilan entre los 70-120 cm, considerando
además que se debe a los gases liberados durante el proceso de solarización,
puesto que a esa profundidad la temperatura no tiene efecto letal. Otros autores
como Horiuchi et al. (1982) observaron también realizando combinación de técnicas
que la eficacia de la solarización es mayor cuando se incorporan abonos verdes de
nabo o almidón soluble al medio. Otros estudios han demostrado que la solarización
es eficaz también en el control del hongo patógeno Fusarium oxysporum, cuando se
añaden coles, debido a los gases fitotóxicos que se producen en su
descomposición.
8. EL RIEGO.

INTRODUCCIÓN

El riego consiste en la aportación de agua al suelo, compensando el déficit de


precipitaciones. Por lo general, esta aportación no se realiza de modo continuo sino
que por razones de tipo técnico y económico, hay que llevarla a cabo de forma
periódica, aprovechando la capacidad de retención de agua que tiene el suelo.

La calidad del agua de riego y el adecuado manejo del riego son dos aspectos
fundamentales para conseguir una producción exitosa de cultivo.

Las necesidades de agua evolucionan con el clima y con el tamaño del cultivo, por
tanto una previsión de la demanda basada en datos meteorológicos de campañas
anteriores pueden ayudar como base para elaborar un plan de riegos.

OBJETIVOS

• Conocer la importancia del riego.

• Manejar el agua para favorecer el desarrollo radicular en cultivos ecológicos.

• Identificar las medidas medioambientales relacionadas con la agricultura


ecológica.

La capacidad que posee el suelo para la absorción y retención del agua en contra
de la fuerza de la gravedad permite la supervivencia de las plantas. La lluvia llega
al suelo, penetra en él, escurre, o se retiene en pequeñas depresiones en la
superficie. La mayor parte del agua retenida penetra en el suelo, aun cuando parte
de ella se puede perder por la evaporación. Resulta evidente, que la capacidad del
suelo para absorber el agua de la lluvia y hacerla pasar por su perfil, es muy
importante para poder determinar la cantidad de escorrentía.

Cuando se efectúa el riego es aplicada una dosis de agua al suelo de un modo


rápido y en la totalidad de ocasiones con un exceso de agua para poder llegar a
alcanzar la capacidad de campo. Es esencial la eliminación de esta agua sobrante,
para que no se acumule en el suelo con la consiguiente elevación de la capa
freática y los correspondientes perjuicios a los cultivos ante la falta de aireación de
las raíces.

Los principales factores que influyen en el riego son:

• El suelo.

• El agua.

• El clima.

• Los cultivos.

• Los regantes.

• La estructura de la propiedad.

1.1. Uso del agua para incrementar el desarrollo radicular en cultivos ecológicos.

Para lograr obtener una cosecha exitosa es de vital importancia tener en cuenta la
calidad del agua empleada para el riego, además del uso adecuado que se dé a
este.

Es por tanto importante saber, que el rendimiento de los cultivos dependerá en gran
medida de la calidad del agua de riego, aunque también lo es las condiciones
físicas del suelo donde se desarrolle el cultivo. Sin embargo, no todas las
variedades de suelos van a necesitar el mismo tipo de agua de riego, esto
dependerá de las condiciones de cada uno de estos.

En definitiva, antes de hacer la selección del lugar de siembra y el tipo de cultivo


que se va a llevar a cabo, es fundamental realizar un análisis previo del agua de
riego. Dependiendo de la época del año en que nos encontremos la calidad del
agua será diferente, por lo que es aconsejable tomar muestras de agua en las
diferentes estaciones del año.

Los indicadores que intervienen en la calidad del agua de riego están clasificados
en varias categorías: indicadores físicos, químicos, biológicos y bacteriológicos.

A. Parámetros físicos
El análisis de estos parámetros ayuda a conocer las siguientes determinaciones
físicas más comunes en el agua:

El color es la capacidad de absorber determinadas radiaciones del espectro visible.


Determinados colores en aguas naturales indican la presencia de determinados
contaminantes. El agua pura solo es azulada en grandes espesores. Por lo general,
presenta colores inducidos por los materiales orgánicos de los suelos vegetales,
como por ejemplo el color amarillento debido a los ácidos húmicos.

En función del origen del color del agua, los tratamientos principales de eliminación
pueden ser: la coagulación y filtración, la cloración, o la adsorción en carbón activo.

Turbidez

La turbidez es la dificultad que presenta el agua para poder transmitir la luz debido
a materiales insolubles en suspensión, coloidales o muy finos, que por lo general,
se presentan en aguas superficiales.

Son difíciles de decantar y filtrar, pudiendo incluso dar lugar a la formación de


depósitos en las condiciones de agua, equipos de proceso, etc., interfiriendo incluso
con la mayoría de los procesos a los que se pude destinar el agua.

Existen muchos tipos de turbidímetros que dan valores numéricos idénticos, como
es por ejemplo el caso del turbidímetro de Jackson, el cual se centra en la
observación de una bujía a través de una columna de agua ensayada, cuya
longitud aumenta hasta que la llama desaparece. Este turbidímetro se puede calibrar
mediante suspensiones de polímero de formalina, con lo que se deriva a una escala
en unidades de formalina.

La turbidez se elimina a través de procesos de coagulación, decantación y filtración.

Conductividad y resistividad

La conductividad eléctrica constituye la medida de la capacidad del agua para


conducir la electricidad. Indica la materia ionizable total existente en el agua.

El agua pura contribuye de manera mínima a la conductividad, y en casi su


totalidad es resultado del movimiento de los iones de las impurezas presentes.
La resistividad constituye la medida recíproca de la conductividad. El instrumento
usado es el conductímetro. La medida de la conductividad es una buena manera de
controlar la calidad de un agua siempre y cuando no se trate de contaminación
orgánica por sustancias no ionizables, las mediciones se realicen a una misma
temperatura y la composición del agua se mantenga constante.

B. Parámetros químicos

Los parámetros químicos que determinan la calidad del agua de riego son los
siguientes:

pH

El pH constituye la medida de la concentración de iones hidrógeno, y se define de


la siguiente manera:

pH = log (1/[H+])

Se trata de una medida de la naturaleza ácida o alcalina de la solución acuosa que


puede afectar, sin duda, a los usos específicos del agua.

La mayoría de las aguas naturales presentan un pH entre 6 y 8. Para llevar a cabo


su medición, se cuenta con la realización sencilla con un pHmetro que esté bien
calibrado, aunque también se puede disponer de papeles especiales que, por
coloración, son indicativos del pH. Los valores de éste han de referirse a la
temperatura de medición, ya que con ella varían.

El pH se corrige por neutralización.

Alcalinidad

La alcalinidad es una medida de la capacidad para neutralizar ácidos.


Principalmente, contribuyen a la alcalinidad los iones bicarbonato, CO3H-, carbonato,
CO3=, y oxhidrilo, OH-, incluyendo también los fosfatos y el ácido silícico u otros
ácidos de carácter débil.

Tanto los bicarbonatos como los carbonatos pueden producir CO2 en el vapor, lo
que constituye una fuente de corrosión en las líneas de condensado, produciendo
incluso espumas, arrastre de los sólidos con el vapor y fragilizar el acero de las
calderas.

Puede distinguirse entre dos tipos de alcalinidad: la alcalinidad total o título


alcalimétrico total (TAC), medida por adición de ácido hasta el viraje del anaranjado
de metilo, a pH entre 4.4 y 3.1 (conocido como alcalinidad m), y la alcalinidad
simple o título alcalimétrico (TA), medida por el viraje de la fenoftaleína, a pH entre
9.8 y 8.2 (conocido como alcalinidad p). A partir de esas alcalinidades se pueden
determinar las concentraciones en carbonato, bicarbonato e hidróxido.

La alcalinidad se corrige por descarbonatación con cal, tratamiento con ácido o por
desmineralización por intercambio iónico.

Sólidos disueltos (TDS)

Los sólidos disueltos o salinidad total son una medida de la cantidad de materia
disuelta en el agua, la cual viene determinada por la evaporación de un volumen
de agua que ha sido previamente filtrada, correspondiendo al residuo seco con una
filtración previa.

El origen de los sólidos disueltos puede ser múltiple, orgánico e inorgánico, tanto en
las aguas subterráneas como en las superficiales.

En los usos industriales una concentración elevada de éstos, puede observarse por
la posible interferencia en procesos de fabricación, o como causa de espuma en
calderas.

Los procesos de tratamiento en los sólidos disueltos son múltiples en función de la


composición, incluyendo la precipitación, el intercambio iónico, la destilación, la
ósmosis inversa y la electrodiálisis.

Sulfatos

El ión sulfato, SO4=, se trata de sales que van de moderadamente solubles a muy
solubles.
Las aguas dulces contienen de 2 a 150 ppm, y el agua del mar cerca de las 3000
ppm. Aunque la saturación del agua pura es a unos 1500 ppm, la presencia de
otras sales aumenta su solubilidad.

La determinación analítica por gravimetría con cloruros de bario es la más segura.


Si se utilizan métodos complexométricos es imprescindible estar seguro de evitar
posibles interferencias.

No afecta de manera especial al agua en cantidades moderadas. Algunos cientos


de ppm sí que perjudican la resistencia del hormigón. Desde el punto de vista
industrial, es importante, ya que la presencia de iones calcio, se combina para la
formación de incrustaciones de sulfato cálcico. Su eliminación se lleva a cabo por
intercambio iónico.

Otros

Otros parámetros químicos que determinan la calidad del agua son por ejemplo:

• La dureza del agua.

• La acidez mineral.

• Los residuos en suspensión.

• Los cloruros.

• Los nitratos.

• Los fosfatos.

• El sílice.

• El sodio.

• El potasio.

• Etc.

C. Parámetros biológicos

Los parámetros biológicos son indicativos de la contaminación orgánica y biológica.


Tanto la actividad natural, como la humana, contribuyen a la contaminación orgánica
de las aguas. Este tipo de contaminación es más difícil de controlar que la química
o la física, siendo necesario también que los tratamientos estén regulados de
manera constante.

Los parámetros biológicos que definen la calidad del agua se describen a


continuación.

La Demanda Biológica de Oxígeno (DBO), se encarga de la medición de la


cantidad de oxígeno que ha sido consumido en la eliminación de la materia
orgánica del agua a través de procesos biológicos aerobios.

La Demanda Química de Oxígeno (DQO), mide la capacidad de consumo de un


oxidante químico, dicromato, permanganato, etc., por el total de las materias
oxidables orgánicas e inorgánicas.

El Carbón Orgánico Total (COT), constituye una medida del contenido de materia
orgánica del agua. Se utiliza especialmente en pequeñas concentraciones.

D. Parámetros bacteriológicos

Marcarán la calidad del agua entre otras, la bacteria Escherichia coli y el grupo de
los coliformes en su conjunto.

De manera general, se utiliza un grupo de bacterias como indicadores de


contaminación. Esto constituye una práctica generalizada en todo el mundo, puesto
que se supone que la no presencia de dichas bacterias hace que el agua sea
potable desde el punto de vista bacteriológico.

Estas bacterias indicadoras son las siguientes:

• Escherichia coli.

• Estreptococos fecales.

• Clostridios (anaerobios y formadores de esporas). En específico se busca


"Clostridium perfringens".

Su medición se lleva a cabo a través del empleo de técnicas estadísticas “número


más probable” (índice NMP) en 100 ml de agua.
Las aguas que presentan un NMP de 0 son satisfactoriamente potables.

1.3.- Tipos de riego:

Vamos a comentar los dos métodos más comunes por su uso racional del agua,
riego por aspersión y por goteo.

Aspersores

El aspersor, es un dispositivo destinado a distribuir el agua sobre una superficie con


un diámetro máximo efectivo de alcance de agua de 6 m, cuando una de sus
partes está dotada de movimiento de rotación y, sin limitación, cuando ninguno de
sus componentes es giratorio. Cuando un aspersor tiene elementos giratorios,
también se denomina microaspersor.

Los sistemas de riego por aspersión se caracterizan por la aplicación de una lluvia
sobre la parcela para que el agua se infiltre donde cae. Hace uso de dispositivos
de emisión den los que la presión disponible en las tuberías portaemisores induce
un caudal de salida.

Elementos del sistema de riego

Las partes de un sistema de riego por aspersión son las siguientes:

• La captación del agua:

• Pozo.

• Toma desde un río, embalse o lago.

• Las tuberías principales y fijas.

• Los aspersores.

• Los dispositivos móviles.

• La estructura para el almacenamiento del agua:

• Un lago natural o artificial (embalse).

• Almacenamiento subterráneo.

• Depósito construido expresamente para dicha finalidad.


• La instalación para la puesta en presión del sistema:

• Por gravedad: cuando los campos regados presenten una cota inferior
a la captación, como por ejemplo para el riego de campos que estén
situados bajo aguas debajo de una presa.

• Por bombeo: cuando se trata de la utilización de agua de pozo, o para


regar terrenos localizados en una cota superior a la del embalse de
regulación.

Las unidades básicas de un sistema de riego por aspersión son el grupo de


bombeo, las tuberías principales con Hidrantes , los ramales o laterales de riego y
los emisores. Los emisores pueden ser tuberías perforadas, difusores fijos o toberas
y aspersores (estos últimos son los más utilizados en el riego por aspersión).

El proceso de aplicación de agua de un aspersor consiste en un chorro de agua a


gran velocidad que se dispersa en el aire en un conjunto de gotas, distribuyéndose
sobre la superficie del terreno.

Los sistemas de riego por aspersión se clasifican en dos grupos: sistemas


estacionarios y sistemas de desplazamiento continuo. Los primeros permanecen en
la misma posición mientras dura el riego, mientras que los mecanizados se
desplazan mientras van aplicando el agua de riego.

Los sistemas de desplazamiento continuo en riego por aspersión son muy variados,
pudiéndose clasificar en dos: ramales desplazables y ramales gigantes. Los ramales
desplazables son móviles, constituidos por una parte fija, enterrada y una parte
móvil.

Ventajas del sistema de riego por aspersión

Entre las ventajas del sistema de riego por aspersion destacan las siguientes:

• El consumo de agua es menor que el requerido para el riego por surcos o


por inundación.

• Se puede dosificar el agua con una buena precisión.


• No afecta el material vegetal sometido a riego, ya que se elimina la presión
que el agua puede ofrecer a las plantas, y como es homogénea su
distribución sobre el material vegetal, el riego de la vegetación por aspersión
es total y se distribuye suavemente el agua sobre toda el área deseada.

• Puede ser utilizado con facilidad en terrenos colinares.

Inconvenientes del sistema de riego por aspersión

Dos son los inconvenientes principales que resultan del sistema de riego por
aspersión:

• El consumo de agua es mayor que el requerido por el riego por goteo,


siendo este muy importante en cada caso de riego.

• Se necesita determinar bien la distancia entre aspersores, para tener un


coeficiente de uniformidad superior al 80%.

Tipos de riego. Emisores de riego localizado

Son los encargados de controlar la salida del agua desde las tuberías al suelo. Son
los elementos más importantes y delicados de una instalación de riego localizado.

Por sus características se diferencian dos tipos de emisores:

• Emisores de riego por goteo (hasta 16 l/h).

• Emisores de riego por microaspersión (más de 16 l/h).

Emisores de riego por goteo

Existen en el mercado diferentes tipos de goteros. Los hay que son muy sensibles
a la variación de presión, de forma que pequeñas variaciones de presión hacen que
varíe mucho el caudal.

Igualmente existen goteros que, ante variaciones importantes de presión, no varía


prácticamente el caudal. A estos goteros se les denomina goteros
autocompensantes.
Destacan que los goteros autocompensantes suelen tener tamaños de paso
menores, se obstruyen con más facilidad, y son más caros que otros tipos de
goteros.

Se clasifican como goteros a los emisores que tienen un caudal entre 0 y 16 l/h.
Lo más habitual es que se utilicen goteros con un caudal bajo, hasta 2 l/h. para
cultivos de hortalizas, y goteros de mayor caudal, entre 4 y 8 l/h. para frutales.

Un buen emisor debe cumplir los siguientes requisitos:

• Ser poco sensibles a las variaciones de presión.

• Ser muy uniformes (que todos los goteros sean iguales).

• Que no se obstruyan fácilmente.

El ser poco sensible a las variaciones de presión y muy uniformes, implica tamaños
de salida de agua pequeños, y esto dificulta que se puedan realizar goteros que no
se obstruyan fácilmente.

Normalmente, los goteros están diseñados para trabajar a partir de 1 kg/cm2 de


presión.

Los goteros tienen una presión de trabajo para la cual emiten un caudal
determinado. A esta presión le denominamos presión nominal, que es la presión a
la que debe funcionar la red de riego.

En las instalaciones de riego localizado, la presión varía de unas zonas a otras, por
lo que la elección de un tipo u otro de gotero será muy importante.

Las ventajas e inconvenientes de los goteros autocompensantes:

Ventajas Mejoran mucho la uniformidad del riego y facilitan su establecimiento en


parcelas con pendiente

inconvenientes Destacan que los goteros autocompensantes suelen tener tamaños


de paso menores, se obstruyen con más facilidad, y son más caros que otros tipos
de goteros.
GLOSARIO

• Abiótico: (1) Dicho de un medio: Que carece de seres vivos. (2) Dicho
especialmente de un factor ambiental: Desprovisto de vida.

• Ácido: Sustancia que en disolución aumenta la concentración de iones


hidrógeno y que se combina con las bases para formar sales.

• Abonar: Echar en la tierra laborable o sobre las plantas sustancias que


mejoren su fertilidad.

• Agricultura: (1) Cultivo o labranza de la tierra. (2) Conjunto de técnicas y


conocimientos relativos al cultivo de la tierra.

• Agricultura Ecológica: Sistema para cultivar una explotación agrícola autónoma


basada en la utilización adecuada de recursos naturales, sin hacer uso de
productos químicos de síntesis, u organismos genéticamente modificados, ni
tampoco químicos de síntesis para combatir las plagas.

• Agroalimentación: Industria de productos agroalimentarios.

• Agroecología: (según FAO). Disciplina científica, conjunto de prácticas y


movimiento social. Como ciencia, estudia cómo los diferentes componentes del
agroecosistema interactúan. Como un conjunto de prácticas, busca sistemas
agrícolas sostenibles que optimizan y estabilizan la producción.

• Agroecosistema: Ecosistema alterado por el hombre para el desarrollo de una


explotación agropecuaria.

• Agua: Líquido transparente, incoloro, inodoro e insípido en estado puro, cuyas


moléculas están formadas por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, y
que constituye el componente más abundante de la superficie terrestre y el
mayoritario de todos los organismos vivos.( H2 O ).

• Ambiente: (1) Aire o atmósfera de un lugar. (2) Conjunto de condiciones o


circunstancias físicas, sociales, económica, etc., de un lugar, una colectividad
o una época.
• Biótico: (1) Característico de los seres vivos o que se refiere a ellos. (2).
Perteneciente o relativo a la biota.

• Calidad: Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a una cosa que


permiten caracterizarla y valorarla como igual, mejor o peor que las restantes
de su especie.

• Clima: Conjunto de condiciones atmosféricas que caracterizan una región.

• Contaminación: Acción de contaminar: Alterar nocivamente la pureza o las


condiciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o
físicos.

• Control integrado de plagas: Estrategia de control capaz de mantener a la


plaga, que es nociva para el cultivo, por debajo del umbral de daños
económico que previamente se haya definido.

• Cultivo: (1). Acción y efecto de cultivar. (2). Población de microorganismos,


células o tejidos obtenidos por medio de cultivo.

• Depredador: (1) Que depreda. (2) Dicho de un animal: Cazar a otros de


distinta especie para su subsistencia.

• Ecología: Ciencia que se encarga de estudiar la relación existente entre los


seres vivos y su entorno.

• Ecosistema: Comunidad de los seres vivos cuyos procesos vitales se


relacionan entre sí y se desarrollan en función de los factores físicos de un
mismo ambiente.

• Edafología: Ciencia que trata de la naturaleza y condiciones del suelo, en su


relación con las plantas.

• Ecosistema agrícola: Sistemas cuyo origen y mantenimiento se asocian


directamente a la actividad del hombre, cuya acción ha ido transformando la
naturaleza para obtener alimentos de ella.
• Endoterapia vegetal: Método que se basa en tratamientos fitosanitarios para el
arbolado, en el cual, se aplica el tratamiento directamente inyectable al
sistema vascular.

• Entomología: Parte de la zoología que trata de los insectos.

• Entomopatógeno: Término al que se refiere un microorganismo con


capacidad de causar enfermedad al insecto causante de plaga, normalmente,
produciéndole la muerte tras el periodo de incubación.

• Erosión: Desgaste de la superficie terrestre por agentes externos, como el


agua o el viento.

• Estado fenológico: En un vegetal, cada una de las etapas por las que se
pasa la planta (germinación, formación de brotes, desarrollo de futo...).

• Fauna: (1) Conjunto de los animales de un país, región o medio


determinados. (2) Obra que enumera y describe los animales de un país,
región o medio determinados. (3) Conjunto o tipo de gente caracterizada por
tener un comportamiento común y frecuentar el mismo ambiente.

• Fauna auxiliar: Son todos aquellos animales, generalmente invertebrados, que


son útiles para combatir una plaga en los cultivos.

• Fertilización: Cualquier labor, incorporación de abono o enmiendas, efectuada


con el fin de aumentar o restablecer la fertilidad de un suelo.

• Floema: Tejido vivo de las plantas vasculares que transportan sustancias de


una parte a otra.

• Fotosíntesis: Proceso mediante el cual las plantas convierten sustancias


inorgánicas en orgánicas con ayuda de la energía lumínica.

• Medio: Espacio físico en que se desarrolla un fenómeno determinado.

• Monófagos: Son depredadores que únicamente pueden vivir a expensas de


una especie.

• Herbicida: Dicho de un producto químico: Que destruye plantas herbáceas.

• Nematodo: Gusano nematelminto del superfilo Ecdysozoa.


• Normativa: Conjunto de reglas que rigen una actividad.

• Olífagos: Son aquellos depredadores que comen poca variedad de alimentos.

• Parásito: Dicho de un organismo animal o vegetal: Que vive a costa de otro


de distinta especie, alimentándose de él y depauperándolo sin llegar a
matarlo.

• Pesticida: Dicho de una sustancia: Que se emplea para combatir plagas.

• Polífagos: Aquellos depredadores que se alimentan de varios huéspedes,


comen variedad de cosas.

• Planta: (1) Ser vivo autótrofo y fotosintético, cuyas células poseen pared
compuesta principalmente de celulosa y carecen de capacidad locomotora. (2)
Árbol u hortaliza que, sembrada y nacida en alguna parte, está dispuesta
para trasplantarse en otra.

• Plaga: Aparición masiva y repentina de seres vivos de la misma especie que


causan graves daños a poblaciones animales o vegetales, como,
respectivamente, la peste bubónica y la filoxera.

• Labor: (1) Labranza, en especial la de las tierras que se siembran. Apl. a las
demás operaciones agrícolas. (2) Cada una de las vueltas de arado o de las
cavas que se dan a la tierra.

• Laboreo: Aquellas acciones mecánicas que se destinan a la consecución de


unas condiciones ideales del suelo para el desarrollo y crecimiento óptimo de
cada cultivo.

• Planta Arvense: Mala hierba, maleza.

• Riego: (1). Acción de regar. (2). Agua disponible para regar.

• Suelo: (1) Conjunto de materias orgánicas e inorgánicas de la superficie


terrestre, capaz de sostener vida vegetal. (2) Terreno destinado a siembra o
producciones herbáceas, en oposición al arbolado. (3) Superficie terrestre.

• Vegetal: (1) Perteneciente o relativo a las plantas. (2) Obtenido de las


plantas. (3) Planta.
• Xilema: Tejido leñoso de las plantas vasculares, que transporta principalmente
agua y minerales de una parte a otra de estos organismos.

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