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estudios

Francisco, un kairós eclesial.


Retos y oportunidades
para los católicos hoy
Silvia Martínez Cano
Licenciada en Teología Fundamental, Doctora en Educación. Instituto Superior de Pastoral (UPSA)

Síntesis del artículo


La autora considera una oportunidad del Espíritu, un kairós, el pontificado de Francisco. Resume los
cinco elementos de renovación que el papa Francisco pide a la Iglesia y tres caminos de respuesta a
estos retos.

Abstract
The author considers an opportunity of the Spirit, a kairos, the pontificate of pope Francis. She sum-
marizes five elements of renovation that pope Francis asks to the Church and three ways to responds
to these challenges.

En una entrevista a Joan Chittister1 a raíz de siglo XXI nos está proporcionando un espacio
la elección de Jorge Bergoglio como papa, esta de diálogo eclesial que nos beneficia y susten-
conocida teóloga católica afirmó que por pri- ta a todos. No debemos despreciarlo, por lo
mera vez en muchos años nos encontrábamos que es importante pensar en ello con pregun-
en un “momento de oportunidad”, un tiem- tas adecuadas y soluciones dialogadas. Este
po que podría ser el comienzo de una reno- tiempo de diálogo ha sido propiciado en gran
vación eclesial que en su momento anunció medida por un cambio en la actitud de la ins-
el concilio Vaticano II. Sin duda comparto esta titución eclesial tanto interno como externo.
afirmación, y creo que la década de los 10 del El papa Francisco ha sido uno de los protago-
nistas de este cambio, con su forma de asu-
mir la responsabilidad del pontificado y por
1  Entrevista a Joan Chittister en Catholic Church Reform (abril
la forma de responder a las demandas que
2013): http://www.mujeresyteologia.com/2013/09/
conferencia-de-joan-chitistter-a-prop%C3%B3sito-de- las distintas comunidades cristianas católicas
francisco.html (traducida al español por www.muje- hacían desde hace tiempo. Pero también está
resyteología.com).
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siendo protagonista la gran comunidad de masiva con la aparición de internet, una glo-
Iglesia, que ante las provocaciones del papa balización desigual, que provocó una brecha
está respondiendo con audacia y esperanza. digital entre empobrecidos y enriquecidos, y
con ello (Laudato Si’ 102-105), la aparición de
Y es que en estos momentos de oportuni-
otro tipo de fronteras (las de los flujos migra-
dad, en los “kairós”, la actitud es muy importan-
torios –Ceuta y Melilla, Méjico, Palestina... –, las
te. Pongamos un ejemplo. Cuando Francisco
de los idiomas, las de la deuda externa, etc.).
se instaló en la ciudad del Vaticano, comenzó
Y con todo ello, la emergencia de los radica-
a hacer vida en la Residencia de Santa Marta,
lismos de todo tipo y color (los fundamen-
comiendo con los demás residentes, y dur-
talismos religiosos, los extremismos socia-
miendo allí como uno más. Cuando se cono-
les, los partidos políticos de ultraderecha, las
ció este hecho hubo voces primero de sor-
intransigencias culturales...) y sus consecuen-
presa (¿Un papa comiendo en un comedor
cias violentas (crispación política, atentados
comunitario?), después de justificación (No,
terroristas de extremistas políticos y religio-
es que está esperando a que acondicionen sus
sos, aumento de guerras locales por causas
habitaciones privadas…), y posteriormente de
económicas, etc.). Esto ha desembocado en
indignación (¿Cómo es posible que se aloje
una aceleración de la degradación del plane-
en Santa Marta? ¡No es su lugar!). Si el cristia-
ta, provocando cambios muy preocupantes
nismo es una religión comunitaria, porque en
en el clima y en la pervivencia de las espe-
Jesús somos todos hermanos, hijos e hijas de
cies. Como consecuencia de todo ello: una
un mismo Padre-Madre amoroso, ¿no debe-
gran cantidad de víctimas que sufren de for-
mos procurar vivir en comunidad-familia? El
ma prolongada los desequilibrios del plane-
gesto de Francisco nos propone una prácti-
ta (LS 109).
ca comunitaria de la cercanía y la austeridad,
una política cotidiana de misericordia como La Iglesia en general (y me permitís la gene-
mejor manera de “ser” en el presente (Evangelii ralización para simplificar, aunque en toda
Gaudium 27). La actitud es importante. generalización hay una imprecisión implíci-
ta) ha mirado estos acontecimientos que se
Francisco ha movilizado una Iglesia aletar-
sucedían desde un cierto estatismo, sin ser
gada, que ha vivido bloqueada, por un lado,
consciente de lo que estaba sucediendo, más
ante los cambios sociales de finales de siglo
preocupada de seguir teniendo una imagen y
y la incapacidad de reacción de sus miem-
un prestigio, en números e influencia. Y esto
bros. Primero fue la caída del muro de Berlín,
la ha supuesto una rigidez y una intransigen-
que desencadenó un capitalismo agresivo.
cia que nos alejaba de la experiencia amoro-
Después el nacimiento de la globalización
sa de Dios y su implicación con la realidad.
Sigue en la página 49…
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Por otro lado, hemos vivido en una Iglesia comunidad de hermanas y hermanos. Tres
incapaz de responder ante la división y el años después de la elección de Francisco,
enfrentamiento interno2, incapaz de sentarse esta actitud, el diálogo y la acogida, lejos de
a dialogar, arrogante ante el hermano y her- ser pasajera como algunos decían, justifican-
mana diferentes, intransigente a la hora de do determinadas acciones, ha hecho de este
tomar decisiones (EG 98). Una Iglesia gober- pontificado su hogar.
nada por el miedo al cambio, por el miedo a
la pluralidad interna, por el miedo al recibir
una respuesta que no se quiere oír ni discu- 1 Cruzando
tir. Durante tres décadas se han tomado deci- el umbral de la casa...
siones sin consenso, se ha censurado más hacia una Iglesia renovada
que preguntado y se ha omitido o escondi-
do, más que discutido las cuestiones impor- Francisco nos ha puesto en situaciones
tantes. Y esto ha dañado no sólo a la Iglesia de encuentro, viajando a más de 20 países,
en general, sino a las comunidades que la haciéndose presente en lugares poco comu-
forman, sufriendo en muchas ocasiones no nes y populares como Lampedusa, el Instituto
sólo el acoso externo de críticas y agresiones Penal de menores “Casal de Marmo” o las peri-
que vienen de otros grupos, sino también el ferias de la ciudad de Roma, y manteniendo
acoso interno que enfrentaba sensibilidades su estancia de forma definitiva en las habita-
y criterios a la hora de vivir el cristianismo y ciones de la Residencia Santa Marta. En ello
crispaba las relaciones entre unos grupos de podemos intuir que la renovación de la Iglesia
Iglesia y otros. pasa por una reflexión sobre los lugares don-
de hacerse presente y una revisión y puesta
Treinta años de desencuentros (las dos a punto de las dinámicas de comunicación
últimas décadas del siglo XX y la primera del y acción tanto en lo intereclesial como en lo
siglo XXI) han dañado a muchas generacio- extraeclesial (Dignitatis Humanae 1).
nes de jóvenes que no han encontrado en las
comunidades cristianas una respuesta positi- 1.1 Unir a los diferentes
va y atractiva para sus vidas. Les hemos des-
Su pontificado está marcado por una sensibi-
cuidado entre tanto problema interno. Hoy
lidad evangélica que detecta los lugares comu-
nos encontramos a jóvenes adultos y pare-
nes entre diferentes. Se reunió con el patriar-
jas jóvenes con gran cantidad de preguntas
ca ortodoxo Cirilo, por primera vez desde la
y deseos de ser respondidas en comunidad.
separación de las dos Iglesias en 1054. Ha par-
Jóvenes que tienen sed de sentido profun-
ticipado en las acciones encaminadas a resol-
do de la vida, pero no saben cómo expresar-
ver el conflicto entre israelíes y palestinos en
lo, porque no les hemos enseñado a hacerlo.
Oriente Próximo, donde también están sien-
Y hoy, gracias a Dios (¡nunca mejor dicho!), do perseguidos los cristianos. También par-
se vuelve a abrir la ventana del “aggionamen- ticipó en la intermediación entre Estados
to”. Es tiempo de comer juntos, es tiempo de Unidos y Cuba, destacando la importancia de
diálogo, de una invitación cariñosa a formar la acción cristiana como acción mediadora y
parte de un proyecto de fraternidad y soro- pacificadora a nivel internacional. Ha canoni-
ridad como es el cristiano. Es tiempo de ser zado a la vez a Juan Pablo II y Juan XXIII, como
muestra de que la santidad es un trabajo de
todos y alberga en ella la voluntad de enten-
2  Cf. J. Martínez Gordo, La conversión del papado y la
reforma de la curia vaticana, Madrid, PPC, 2014, 188-189.
dimiento. Ha desbloqueado la causa de mar-

…Viene de la página 32
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tirio de Monseñor Oscar A. Romero y canoni- las ciudades, la dignidad de los pueblos indí-
za en breve a Teresa de Calcuta, dos figuras genas (http://thepopevideo.org/es.html). El
de iglesia sensibles a la pobreza y la injusticia profetismo de Francisco desarrolla no sólo su
y que afianzan una visión de Iglesia que abo- dimensión de crítica y denuncia frente las injus-
ga por la justicia y la lucha contra la pobreza. ticias, sino que también desarrolla la impor-
tante dimensión del anuncio, invitarnos a ser
Esto afecta a las dinámicas internas de
creativos ante los problemas, a comprome-
Iglesia: quiero decir que Francisco nos está
ternos apasionadamente con ellos, abriendo
obligando a sentarnos juntos en la mesa de
otros caminos a los que ya existen y no nos
la boda (Mt 22,1-14) a los que somos diferen-
sirven o son injustos.
tes dentro de la propia Iglesia. Francisco ha
convocado a personas de distintas corrientes El año jubilar de la Misericordia marca esta
y pensamientos a formar parte de los dicas- línea clara de trabajo en la Iglesia. Acogida
terios y de los distintos grupos de trabajo del frente al muro, presencia frente a la indife-
Vaticano: hombres, pero también mujeres, rencia, audacia y creatividad en los proble-
para que la pluralidad sea un valor a cuidar mas. Francisco entiende que la misericor-
y el diálogo sea la herramienta que nos haga dia está unida inseparablemente a la justicia,
entendernos. Contar con la opinión de todos y que han de ejercerse juntas, en la medida
es un rasgo ya presente en el Concilio Vaticano en que una propicia a la otra y esta última ali-
II, y que Francisco invita a desarrollar con sus menta a la primera.
máximas consecuencias. Y el sentarse en esta
mesa de la Fiesta y mirarnos a los ojos requie- 1.3 Tras la honradez y la transparencia
re, como dice la parábola, estar preparados, Otro rasgo de este tiempo que vivimos es la
es decir, estar dispuestos a aceptar al otro en honradez y la transparencia. Francisco esta
sus diferencias y amarlo por ellas, respetan- saneando con discreción pero con mano fir-
do la heteronomía y encontrando la armonía me el interior de la institución. Está ponien-
en el equilibrio de la pluralidad. do los medios para actuar sobre la corrupción
que se ha desarrollado durante 30 años en el
1.2 Dimensión profética Banco Vaticano, un territorio de unos pocos,
Otro elemento fundamental del “ser Iglesia” donde el amiguismo y los intereses han pri-
de Francisco es su dimensión profética, dedi- mado sobre la ética y el buen uso de una
cando tiempo y esfuerzos en denunciar en los herramienta financiera. Intervenir ha signifi-
ámbitos públicos aquellas realidades heridas. cado reconocer de forma humilde un proble-
No le tembló la voz a la hora de gritar al mun- ma interno que es la falibilidad de los miem-
do la “vergüenza” de Lampedusa o contestar bros de la Iglesia y, por tanto, de la Iglesia
a Donald Trump que “levantar muros no era misma de forma pública. La Iglesia también
una actitud cristiana”. A lo largo del año 2016 es pecadora y se equivoca (casta meretrix),
ha abanderado una campaña de denuncia de comete errores porque sus miembros aten-
distintos temas de importancia para el mun- tan a veces contra el amor regalado de Dios.
do, grabando un mensaje personalmente cada Y esto no se ha de esconder, se debe hablar
mes, e incitando a la acción y participación en de ello para poder acceder al segundo paso,
el cambio social: el diálogo interreligioso, el esto es, generar soluciones que mejoren las
respeto a la creación, las familias en necesidad, estructuras humanas y actúen en el día a día
las dificultades de los pequeños agricultores, sobre la tentación de ser egoístas.
las mujeres en la sociedad, la solidaridad en
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Otro ejemplo de esta honradez humilde es que lo requiera o sea posible y crear protoco-
la mano dura en los casos de pederastia. En los que protejan a posibles futuras víctimas.
el pontificado de Juan Pablo II se quiso silen-
ciar estos casos, intentando que no salieran 1.4 La austeridad como estilo
a la opinión pública, como un intento de no El estilo del camino que está marcando
dañar la imagen de la Iglesia, que se preten- Francisco es el de la austeridad. Lo expresó
día poderosa, infalible, intocable por la rea- en su primer encuentro con los periodistas
lidad humana. Esto generó una gran canti- en la famosa frase “¡Cómo me gustaría una
dad de heridas en las comunidades cristia- Iglesia pobre y para los pobres!”. Y lo ha segui-
nas y en las sociedades en general. Porque do expresando posteriormente, recogiéndose
no se puede esconder lo que está dañado. especialmente en la encíclica Laudato Si’, que
Al final la podredumbre sale siempre a la vis- se publicó el año pasado. Recoge en ella una
ta y cuanto más se tarda en actuar más gran- propuesta hacia una ecología integral, que
de es el daño. Francisco ha hecho desde el tiene en cuenta no solo el clamor de la tierra
principio de su pontificado un llamamiento a y de los seres que la habitan, sino las causas
que se actúe sobre el problema sin ocultarlo humanas que desencadenan este clamor (LS
o negarlo, porque afecta a las personas en lo 138). La ecología integral (capítulos 4 y 5 de la
profundo del corazón. Francisco ha comenza- encíclica) es una propuesta de otro modo de
do por poner en marcha una Comisión especí- vivir, un modo comprometido con el medio
fica para la protección de la infancia formada, natural. Éste sufre y con ello nos hace cons-
entre otros, por dos víctimas de abusos sexua- cientes de las estructuras de pecado que ani-
les por parte de sacerdotes. El propósito con- dan en las sociedades humanas, sometiendo
lleva distintas intervenciones que son exten- a gran parte de la población mundial a una
sibles a otros niveles de Iglesia3. Por un lado, explotación más o menos encubierta (trabajo
a pedir perdón público a las víctimas hacién- precario, discriminación y violencia contra las
dolas participes no sólo de la misericordia de mujeres, explotación y prostitución infantil,
Dios, sino siendo solidarios con su sufrimien- corrupción social, guerras económicas, etc.),
to y acompañándolas en su doloroso proceso que afecta sobremanera al medio natural (des-
personal. Por otro, actuar sobre el agresor, no forestación y desertización, cambio climá-
bastando su desplazamiento a otro lugar para tico, acumulación de residuos y basuras no
evitar la situación, sino poniendo los medios degradables, pérdida de biodiversidad, etc.).
para que situaciones similares no se produz-
can de nuevo. Esto supone tomar decisiones La encíclica relaciona directamente la situa-
apropiadas, desde apartar a la persona de su ción del planeta con la vida social de las per-
cargo, entendiendo que los ministerios son sonas, estableciendo la necesidad de actuar
espacios de servicio y no de abuso de auto- en las sociedades para que la vida del plane-
ridad, hasta acompañarles también a ellos en ta se pueda preservar. Pero no de cualquier
sus procesos personales de conversión. Por manera, para unos pocos, de forma injusta,
último, hablar sobre el problema sin miedo, sino en un equilibrio que sólo la justicia puede
con humildad y prudencia, para poder gene- reestablecer. Francisco no se cansa de hacer
rar procesos de reconciliación en los casos llamamientos al activismo de los cristianos y
cristianas. Una de las frases que ha sido tren-
ding topic este verano es la que pronunció
3  J. L. Segovia Bernabé - Testimonio Anónimo – J. Barbero en uno de los actos de la JMJ: “El Señor quie-
Gutiérrez, Víctimas de la Iglesia. Relato de un camino de re que seáis un signo de su amor misericor-
sanación, Madrid, PPC, 2015, 25-26.
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dioso para nuestra época, ¡la humanidad os del concilio de dar mayor autonomía y voz a
necesita!”4. Francisco entiende que los jóve- las iglesias locales, recuperando la participa-
nes tienen una parte importantísima en el ción de las comunidades en las decisiones de
cambio y movimiento de la Iglesia, ellos son la Iglesia universal. Francisco no trabaja solo,
la esperanza, también la pasión y la osadía. se ha rodeado de un consejo de nueve carde-
Insiste constantemente en que no nos dé mie- nales que le ayudan en el gobierno de la Iglesia
do “soñar cosas grandes”5. Que lo hagamos (y de la Santa Sede) y en la reforma de la Curia.
con la alegría del Evangelio, disfrutando del Para la encíclica de la familia implicó a los cre-
momento comprometido, de la acción bien yentes en una consulta a gran escala antes de
realizada, pero conscientes de la responsabi- la redacción del documento final, donde cual-
lidad de la acción, que afecta a otros y puede quier comunidad creyente que quisiera dar su
trastocar sus vidas. voz lo pudiera hacer. Sin duda estas muestras
de una iglesia más colegial nos suponen una
1.5 Por la participación de todos responsabilidad mayor en las dinámicas de
Esto nos lleva al último rasgo del pontificado nuestras comunidades cristianas: quién tiene
de Francisco, la apuesta por la participación de voz, quién participa, quién toma decisiones,
todos. Este verano nos ha sorprendido con la cómo se toman esas decisiones...
formación de una comisión para el estudio del En resumen, los rasgos de este “kairós”,
acceso al diaconado de las mujeres. Es la res- que son los lugares comunes entre diferentes,
puesta a una petición realizada por distintos la dimensión profética, la honradez y trans-
colectivos de mujeres creyentes desde hace parencia, la austeridad, y la participación de
décadas, que se verbalizó de forma directa todos y todas, pueden marcar un antes y un
en el encuentro con las superioras genera- después en la forma de ser Iglesia para el pre-
les de las congregaciones femeninas (12 de sente y el futuro.
mayo 2016). Parece que ha escuchado también
las reivindicaciones de la Asociación Católica
Romana de Mujeres Sacerdotes (ARCWP) que, 2  Un camino con dificultades...
a principios de verano (3 de junio 2016), se pero abierto a la esperanza
manifestaron en Roma pidiendo el acceso de
las mujeres vocacionadas al ministerio sacer- No podemos negar que la propuesta de
dotal. La comisión que hará este trabajo está Francisco tiene sus dificultades de puesta en
formada por teológos y teólogas (¡primera vez marcha. Lo primero de todo, la herencia ecle-
que se forma una comisión en el que el 50% sial de la que ya he hablado. No todos los cris-
son mujeres!) con distintas visiones y sensi- tianos están dispuestos a aceptar un cambio
bilidades, unas más a favor y otras en con- eclesial. Se viven con miedo los cambios socia-
tra. Es la política de Francisco: todos cuentan. les de la pluralidad y las consecuencias que
suponen en nuestra praxis individual y comu-
No es la primera vez que utiliza este méto- nitaria. La Iglesia, que es parte de las socieda-
do. Parece que en Francisco hay una voluntad des, también vive inevitablemente esa plurali-
de poner de verdad en marcha las directrices dad. Entre nosotros hay grupos eclesiales que
se aferran a la herencia histórica como única
4  Jornadas Mundiales de la Juventud, Viacrucis de la forma de ser cristianos. Otros quieren cam-
Misericordia, Krakovia, 29 julio 2016. http://media02. biarlo todo porque no les es suficiente. Otros
radiovaticana.va/audio/audio2/mp3/00541552.mp3.
5 
no son conscientes de lo que está sucediendo
Twitter @Pontifex_es, 26 abril 2013. https://twitter.
com/pontifex_es/status/327820867889401858. y otros simplemente están desorientados. La
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pluralidad de la Iglesia es algo inevitable por- determinadas políticas internacionales o cier-
que tiene que ver con un cambio de paradig- tos lobbys económicos. Todavía es pronto y
ma global del mundo. no parece que el Papa tenga miedo, cuenta
con que haya esta resistencia, y no socava por
Entender la pluralidad eclesial como un ras-
ahora su determinación en la reforma eclesial.
go propio y positivo de la iglesia es tarea de
todos. De él podemos enriquecernos y crecer
como cristianos, pero debe haber en nosotros
la voluntad y el esfuerzo de querer escuchar y
3  Apostando por un kairós
eclesial... en marcha creativa
dialogar. Este ha de ser un rasgo característico
del cristiano y cristiana de hoy. La pluralidad Ante nosotros se abre ahora un tiempo de
eclesial no es un elemento extraño a nosotros, oportunidad, no exento de trabajo. Desde el
ya existió en los primeros siglos, quizá con unas reto de la aceptación de la pluralidad, la Iglesia
diferencias muy superiores a las nuestras, y se tiene hoy una labor de mediación y modera-
crearon mecanismos de encuentro y diálogo ción de las culturas, para ayudar a la armoniza-
como los sínodos, los concilios, las decisiones ción de la convivencia y la generación de pra-
asamblearias en las diócesis, etc. Sentir al cris- xis evangélicas y justas (Gaudium et Spes 83).
tiano o cristiana que pensaba diferente como Sin embargo, hemos de ser conscientes de
hermano o hermana en la fe dotó a la Iglesia que en la pluralidad hay extremos que nun-
de una gran creatividad para resolver sus pro- ca negociarán, los fundamentalismos (tam-
blemas eclesiales y sociales, pero también de bién dentro de la Iglesia), y que será también
una gran fuerza evangelizadora, mostrando nuestra labor dar esperanza en los momen-
una Iglesia atractiva y acogedora. Tampoco las tos de conflicto y crispación.
situaciones de crisis son extrañas para la Iglesia
Por otro lado, esta mediación solo puede
católica. De ellas se ha sacado fuerza para asu-
ir acompañada de la austeridad como for-
mir el Evangelio con todas sus consecuencias
ma de vida. ¿Seremos los cristianos capaces
y reconducir a las comunidades creyentes y la
de encontrar fórmulas vitales que reduzcan
Iglesia universal por los caminos de Jesucristo.
nuestro consumo y modifiquen el deterioro
Debemos encontrar nuestro sitio en la plu- del planeta? ¿Podremos participar de la cons-
ralidad global, como iglesia local pero tam- trucción de políticas económicas que favo-
bién como iglesia universal, siendo referen- rezcan un consumo sostenible y una eco-
te de modelos de vida evangélicos, justos y logía integral ligada a un reparto justo de la
transformadores. Eso no significa el protago- riqueza del planeta? ¿Estamos los cristianos
nismo y la imposición de nuestras posturas (la
cristiandad dejó de existir hace mucho tiem-
po y no volverá), sino la voluntad de diálogo
y el ejercicio del mismo.
En segundo lugar, las reformas de Francisco
van a ir encontrando a largo plazo resistencias
y enemistades fuera de la Iglesia. Quizá aho-
ra con la sorpresa de los cambios y la popu-
laridad del papa a nivel internacional no se
está haciendo visible, pero la iglesia profé-
tica y de los pobres que propone Francisco
puede molestar a algunos grupos de poder,
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del mundo enriquecido dispuestos a decre- conferencias episcopales pueden aportar una
cer para compartir con otros el regalo de la múltiple y fecunda contribución a la práctica
Creación? Estas preguntas nos remiten a la de la colegialidad para que se realice concre-
exhortación de Francisco al activismo evan- tamente (EG 30-31). El ejercicio de esta cole-
gélico, a “hacer lío”, a movernos en entornos gialidad implica otro nivel de subsidiariedad
comprometidos que son expresión de una fe en la gestión de las diócesis, pasando tam-
en acción, movida por el Espíritu. Hay muchas bién por una revisión de su gobierno, donde
formas de responder a esta invitación, cada se tenga en cuenta la pluralidad de los cre-
uno ha de encontrar la suya, pero todos a la yentes y donde se reimagine su estructura
vez. La comunión no significa caminos igua- administrativa-geográfica, según sensibilida-
les, sino conciencia de comunión en las dis- des, grupos eclesiales y situaciones sociales,
tintas misiones y posturas de Iglesia. fijándonos menos en lo territorial y más en
formar comunidades cristianas de referencia,
3.1  Descentralización y democratización en conexión directa con el obispo. Este cam-
de la organización de la Iglesia bio de modelo es importante especialmente
Por eso es necesario echar a rodar la Iglesia, en los contextos urbanos, donde la propia
inmediatamente; nos mueve la situación de estructura de la ciudad supone una dificul-
sufrimiento de muchas mujeres y hombre y tad añadida. ¿Cómo hacer frente a la movili-
del grito agónico del planeta. Como una rue- dad geográfica de los creyentes? ¿Cómo dar
da de bicicleta, con muchos radios, uno de los voz no sólo a las parroquias sino también a
primeros radios que puede poner en marcha movimientos eclesiales y congregaciones
una eclesiología de comunión comprometida que conviven en la misma diócesis? ¿Cómo
(una comunidad ecológica integral) es la des- dar cauces de participación en las decisio-
centralización y democratización de la organi- nes de las diócesis a los creyentes? Sin duda
zación de la Iglesia en la línea que apuntaba ya existen algunas herramientas que apuntó
el concilio, pero teniendo en cuenta la rea- el Concilio, pero ¿en qué estado están? ¿Son
lidad del siglo XXI (EG 16). Francisco va len- mecanismos útiles en los que todos los gru-
to pero seguro en este proceso6: por ejem- pos de iglesia están representados? ¿Podemos
plo, reduciendo y simplificando las estruc- generar otras herramientas comunitarias de
turas burocráticas de la Curia de doce a dos toma de decisiones adaptadas a las comuni-
grandes órganos: “Laicos, Familia y Vida” y dades del siglo XXI? Sin duda, debemos con-
“Caridad y Justicia”. testar estas preguntas en la próxima década
si queremos responder al llamamiento de
De esta manera realiza un traspaso subsidia- Francisco y del Concilio.
rio de tareas y decisiones al colegio episcopal,
repartiendo entre todos poder y responsabi- Y sería una herramienta útil que pudiéra-
lidades7. Francisco apuesta por esta colegia- mos trabajar codo con codo con nuestros
lidad episcopal, ya lo expresó en la encíclica obispos, reimaginando estos órganos dioce-
Evangelii Gaudium (EG 32), afirmando que las sanos de participación. Quiero decir que los
consejos diocesanos podrían tener un papel
protagonista en la activación de un diálogo
6  S. Madrigal, “El Concilio Vaticano II: remembranza y diocesano a todos los niveles. Al igual que el
actualización” [en línea], en Revista Teología, nº 117
(2015), p. 131-163, aquí 159. http://bibliotecadigital. papa Francisco está muy abierto a la escucha
uca.edu.ar/repositorio/revistas/concilio-vaticanore- de distintos colectivos cristianos y las opinio-
membranza-actualizacion.pdf
7  J. Martínez Gordo, La conversión…, pp. 192-193.
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nes que estos puedan dar8, sería de desear que de la Iglesia. Parece que con Francisco esta-
esta actitud se propagara en nuestras diócesis mos asistiendo a una recuperación del diálo-
y comunidades, haciendo crecer en nuestros go con las mujeres creyentes, que había que-
entornos el talante dialogante y de escucha. dado bloqueado por la ambigua declaración
de Juan Pablo II sobre la negación del sacer-
3.2  Papel de los laicos y laicas docio femenino y una encíclica (“Mulieris
Otro de los radios del rodar de la Iglesia es la Dignitatem”) que reiteraba modelos femeni-
presencia de los laicos y laicas en las diócesis, nos poco realistas para nuestra época. El reto
no tanto en la participación sino en la organi- está más allá del debate sobre el sacerdocio
zación y toma de decisiones. Es un error fre- femenino, punta del iceberg de una proble-
cuente el hablar de una “mayor participación mática mayor. Está en una revisión profunda
de los laicos y laicas en la Iglesia”. Da la impre- de la antropología cristiana y sus consecuen-
sión por las expresiones que usamos que los cias en las relaciones entre hombres y muje-
laicos y laicas estuvieran fuera de la Iglesia y res creyentes9. El trabajo conjunto, como ya
necesitaran ser incorporados. Esto no es real. se ha atrevido a hacer real Francisco, no nos
Desde las instrucciones del Concilio, muchas debilita ni empobrece, sino que nos hace más
comunidades cristianas se han sostenido y creativos y capaces en el Amor de Dios.
han sido el centro de la comunidad eclesial
en muchos lugares, compartiendo con sacer- 3.3  Una moral más evangélica
dotes y religiosos y religiosas una visión de Hay desafíos que nos competen a todos, no
“Pueblo de Dios” fresca y fructífera. La cues- solo a Francisco. Uno de ellos tiene que ver con
tión no está en la “participación en la Iglesia” el esfuerzo de “des-moralizar” la reflexión teo-
−no hablamos de “reinserción”−, sino en una lógica y por lo tanto la praxis eclesial. Quiero
gestión eclesial compartida, equilibrada, don- decir con esto que pasemos de una praxis de
de los laicos y laicas sean escuchados, pero norma y censura moral a una praxis de acti-
también participen en las decisiones que se tudes. Donde nuestro quehacer diario no se
toman, formando parte de comunidades y rija por lo que “no” debemos hacer, sino por
diócesis que se estiman y se quieren y valo- la “forma” de ser –“cómo ser”− en las cosas.
ran lo que el otro tiene que aportar. El Concilio marcó un cambio radical en este
aspecto, al ser el primero en no ser un concilio
La situación de los laicos se extrema en el
de anatemas y desarrollar un lenguaje positi-
caso de las mujeres creyentes. Muchas muje-
vo y de futuro. Francisco retoma este lengua-
res han sido el alma de las parroquias, de los
je, lava los pies a una adolescente musulma-
catequistas, de Cáritas y de otras institucio-
na el jueves santo, atiende a los transeúntes
nes... presentes en la construcción cotidiana
de la plaza de San Pedro, visita a un grupo de
de la Iglesia. No necesitan ser “reinsertadas”
mujeres víctimas de la trata y prostitución. Un
en la Iglesia, pues ya son Iglesia, ya participan
lenguaje que tiene que ver más con la expe-
en ella. Lo que necesitan es que se reconoz-
riencia de Zaqueo (Lc 19,1-10), que no se sien-
ca esta labor y se cuente con sus criterios e
te censurado por Jesús, al contrario, se sien-
intuiciones, se les confíe la organización en
te acogido. Este lenguaje debería marcar un
los momentos que sea necesario y formen
estilo propositivo y no negativo de la vida de
parte de los grupos de reflexión y decisión
Iglesia, más centrado en el ser que en el no ser.

8  Cf. S. Madrigal, “Un pastor al servicio del Vaticano II”,  9 Entrevista a Ivone Gebara, 26 marzo 2015: http://blog.
en Estudios Eclesiásticos nº 350 (2014), pp. 574-576. cristianismeijusticia.net/?p=12066.
56 Misión Joven • N.º 477 • Octubre 2016

Como segundo desafío (o radio de esta rue- lias reconstituidas, violencia doméstica... (AL
da de la Iglesia) y consecuencia inevitable de 31-49). Queda claro que está en el deseo de
lo anterior, es necesario retomar temas de la Francisco que las comunidades cristianas cui-
moral personal que quedaron enquistados den y acompañen estas situaciones (AL 37),
tras el Concilio y que necesitan una relectu- sin condenas y discriminaciones, y en la medi-
ra de los mismos para nuestra vida cotidiana. da de lo posible se acerquen lo más posible a
Tras la publicación de la exhortación apostóli- la vida celebrativa y cotidiana de las comuni-
ca Amoris Laetitia en marzo de este año, algu- dades cristianas como uno más11.
nos teólogos y creyentes se quedaron fríos al
constatar que los cambios en los posiciona-
mientos de la Iglesia eran pocos. Sin embar- 4
 Conclusión:
go, este texto puede ser un inicio para mirar el kairós como tarea y desafío
las cosas de otra manera. Un punto de parti-
En definitiva, está en lo profundo de la
da para reflexiones sobre realidades perso-
renovación de Francisco salir a las periferias
nales y familiares a la luz del evangelio que
de nuestras comunidades, de nuestras dió-
puedan generar una praxis moral coherente
cesis y de nuestras sociedades12. En ellas nos
con la misericordia de Dios. Una de las frases
encontramos con aquellos que están rotos,
más polémicas del pontificado de Francisco
oprimidos, abusados, damnificados, embru-
es la que respondió a los periodistas en un
tecidos, humillados, abandonados, violenta-
vuelo de regreso a Roma cuando le
dos, explotados, expulsados... todos ellos con
preguntaron por la homose-
rostro de mujer y con rostro de hombre. Ser
xualidad: “Si una persona
agentes del cambio de las fronteras de nues-
es gay y busca al Señor
tro mundo, también en las dinámicas inter-
y tiene buena volun-
nas de Iglesia (GS 88).
tad, ¿quién soy yo
para juzgarla?”10 . No es posible una Iglesia de la Misericordia
Esta afirmación for- sin una reforma interna que rompa la incon-
ma parte de esos gruencia interna de la Iglesia. No es posi-
pasos hacia una pra- ble una reforma interna si no nos dejamos
xis no discriminato- tocar por los y las que sufren. Nos jugamos en
ria de la que nosotros ello la supervivencia del proyecto de Cristo.
podemos participar. Somos, en definitiva, protagonistas principa-
les de este “kairós” de Dios. ¿Seremos capa-
Otro buen ejemplo de
ces de aprovechar la oportunidad? Roguemos
esta cuestión es el deba-
a Dios por ello.
te que el documento ha
abierto sobre los mode- Silvia Martínez Cano
los de familia y la necesi-
dad de atender a las dis-
tintas realidades que
se viven: separacio-
nes, divorcios, fami- 11  C. Peña, “Abriendo las vías de encuentro y acogida”, en
G. Uríbarri (ed.), La familia a la luz de la misericordia,
10  Francisco, Vuelo de vuelta a Roma desde Brasil, 29 julio Santander, Sal Terrae, 2015, pp. 187-215.
2013: http://www.rtve.es/noticias/20130729/papa- 12  R.
Blázquez, Del Vaticano II a la nueva evangelización,
francisco-quien-soy-yo-para-juzgar-gais/726843.shtml. Santander, Sal Terrae, 2013, p. 47.

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