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¿Qué es la historia teórica?

José Carlos Bermejo

La historia teórica es una serie de libros que tratan de dar un respuesta a una supuesta
crisis historiográfica. Posee una tesis de base, que a pesar de que la historiografía se ha
desarrollado desde la antigüedad clásica, se puede establecer un corte cualitativo situado
en la ilustración, también en la conformación de los estados-nación (s. XIX). Pues en este
momento se configura la historia como un discurso, es decir, como un sistema de
enunciados que circulan en el conjunto de la sociedad de cada nación y que
consecuentemente contribuyen a configurar la construcción social de la realidad. Estos
enunciados se caracterizan por configurar un sistema de verdades relacionadas con el
pasado que participan en el establecimiento de una identidad política, que supone captar
una realidad preexistente, pero que también forma un modelo, que modera la conducta de
los ciudadanos. Además, están avalados por una comunidad profesional (historiadores),
que aparece como dueña de un método que permite configurar a la historia como ciencia
(novedad del siglo XIX. En Europa la ciencia, reemplaza a la teología como
fundamentación del poder político y se configura como el único tipo de conocimiento de
validez universal. Lo que arrastra a la historia a la ciencia es la necesidad de encontrar
fundamentación para el poder político y estado-nación. Así es como crean a nuevos sujetos:
El pueblo, que serán los protagonistas y quienes darán sentido a sus relatos. De los cuales
se desprende la labor del historiador, que consiste en trazar la ontología (naturaleza) de su
devenir, estando obligados a estar correlacionados con un Estado (Situación ideal, si no, se
desarrollan procesos que apuntan hacia esta situación). La formación de este discurso
histórico se vio fomentado por un proceso de reconocimiento social que abarcó desde el
reconocimiento legal del patrimonio artístico y documental y su protección progresiva.
Creando instancias de acceso a este discurso histórico. El desarrollo de la historiografía a
partir de este discurso histórico debe verse como una unidad, pues la historiografía
occidental se desarrolla en un mismo marco, el estado-nación, con un mismo discurso
social, y apelando a la retórica de la ciencia.
El final de la historia es el corte que realiza con la historiografía académicamente
establecida, para iniciar una historiografía de unidad, pero se define a posteriori, en cambio,
el fin de la historia según Fukuyama, tiene lugar en 1973 con el surgimiento del
narrativismo, que los historiadores no han sabido rebatir. Y por otro lado, desde la segunda
guerra mundial, hasta 1989, en donde se debilita el estado-nación debido a la globalización,
la pérdida de protagonismo político y militar de los estados individuales, ante grandes
sistemas de alianzas, la globalización de los medios de comunicación y de sistemas
culturales que imponen una pseudocultura planetaria. Y a esto se le puede agregar un
hecho jurídico y social, que consiste en la tendencia de los estados contemporáneos a
convertirse en organismos administrativos y de gestión económica del estado de bienestar.
Por lo que luego de esto, ocurre un proceso de pérdida de credibilidad social. Pues el
estado posee a otros científicos que pueden racionalizar su existencia (sociólogos,
politólogos y economistas) mientras que el historiador pierde identidad y se une a estos
científicos. Por lo tanto se plantea una crisis en la historiografía, pues pierde credibilidad
como discurso (Excepto en los estados-nación emergentes que repiten el proceso de
formación de la historiografía anteriormente mencionada) mientras los bienes culturales se
procesan como mercancías. Fragmentando el espacio histórico, que da lugar a corrientes
historiográficas que no convencen a la comunidad, pues se acotan a temas que no abarcan
las totalidades sociales. Todo esto se denominó como un proceso de final de la historia.

1. La historia teórica no es una escuela historiográfica


Lo que diferencia a una corriente historiográfica de otra es la forma en que define la realidad
histórica (aunque admiten la historia como un discurso), es decir, el ámbito hacia el que
dirigen su atención para generar un discurso histórico. La historia teórica, no aspira a captar
la realidad histórica, ni a definirla de una forma nueva u original. Se parte del principio de
que los historiadores anteriores están siempre equivocados, pues la realidad histórica no es
lo que ellos creían que era, sino otra cosa. La historia teórica pretende pasar del umbral del
conocimiento dogmático al conocimiento crítico, pues las escuelas historiográficas son
dogmáticas, en el sentido que no ponen en duda el conocimiento. La historia teórica
pretende únicamente analizar las posibilidades y los límites del conocimiento histórico, por
lo que pose una labor trascendental en sentido kantiano (Cambia las concepciones de la
metafísica e introduce una nueva visión sobre estas pero sobre una nueva crítica), es decir,
una labor de crítica del conocimiento.

2. La historia teórica no pretende ser una filosofía de la historia


y por lo tanto ser dadora de sentido al proceso histórico
La filosofía de la historia viene de Voltaire, como un intento de secularizar la teología de la
historia de Bossuet y de hallar un sentido al devenir de la especie humana sobre la Tierra,
sin apelar a ningún poder divino. Sin embargo Hegel innova respecto a esto, pues el
historiador plantea que su labor es básicamente descriptiva, mientras que el filósofo señala
el carácter insuficiente de la descripción e intenta encontrar sentido al devenir de los
acontecimientos. La historia teórica considera que la posibilidad de reconstruir el pasado en
el presente estaría en relación con la labor de la historiografía, por lo que no se puede pasar
por alto el conocimiento de las fuentes. Pues se trata de una denuncia de las limitaciones
que debería llevar a la reformulación del conocimiento histórico.

3. La historia teórica necesita de un lugar específicamente


definido
Se busca explicar cómo puede ser académicamente posible desarrollar la historia antigua.
Entendiendo que no deben existir métodos al momento de poner en práctica la historia
teórica, pues inhabilitan la capacidad de poner entre paréntesis la disciplina y plantearse los
límites y posibilidades de su validez. Obteniendo respuestas genéricas y sistematizando las
técnicas y recetas que permiten producir conocimiento científico. En cambio, un filósofo
puede aportar a la historia teórica, pues posee una actitud crítica ante el conocimiento. Lo
ideal es crear un híbrido entre un historiador y un filósofo, el cual pueda trabajar en un
campo definido, el cual sería todo aquello relativo al conocimiento histórico.
4. La relación de la historia teórica con la historia no es la misma que la
de las diferentes ciencias con la filosofía de la ciencia.

Es evidente que en la actualidad los científicos no necesitan ni poseen un


pensamiento filosófico para poder ejercer su especialidad, pues poseen una filosofía
más sencilla de la ciencia, que suele ser inductivista (elabora conclusiones a partir
de las observaciones particulares) pero no tienen un conocimiento sobre las
actuales filosofías de la ciencia. La filosofía de la ciencia actual se basa en las
ciencias físicas, debido a que estas se pueden generalizar. En la actualidad se ha
forjado un conflicto debido que los filósofos de la ciencia creen que el problema es la
limitación de los criterios, es decir, aquel conjunto de criterios que nos permitan
diferenciar a la ciencia de lo que no es (Cualquiera puede decir que entrega
conocimiento científico, pues no necesitan cumplir con un método que resulta
imposible definir). Pero las ciencias pueden sobrevivir sin la filosofía de la ciencia,
pues su existencia está perfectamente justificada. En la historia, no se producen
enunciados descriptivos, sino un juicio de valor. Si el historiador afirma que lo suyo
es una ciencia, es para justificar su valor. Para obtener reconocimiento social y
también para imponerse con autoridad, que el historiador busca, pero que también
la sociedad demanda. Por lo que la historia es un instrumento fundamental para
justificar la existencia del estado-nación. El carácter científico de la historia no es un
hecho indudable, sino una aspiración del historiador, que piensa que si repite
muchas veces que la historia es ciencia, llegará a serlo. La relación entre la ciencia
y la filosofía de la ciencia, reside en que este último se limita a reflexionar sobre un
hecho a través de un discurso que les es ajeno. En cambio, el historiador demanda
al filósofo que con su discurso cree un hecho. Se le pide que demuestre que la
historia es una ciencia. El historiador necesita que la filosofía le diga que hay un
método científico y que a historia cumple con los requisitos, y que por lo tanto, es
merecedora de la respetabilidad académica. Por lo que el historiador se subordina al
filósofo, pues le da el sustento para poder usar el discurso. La historia teórica, por
tener una postura crítica ante el conocimiento, no parte del principio de que este es
una ciencia. Segundo, el historiador utiliza el término ciencia buscando sustento
para su discurso y la historia teórica tiene que dar cuenta de ese efecto y de las
razones de su uso, pues la historia teórica no reconoce a la filosofía de la ciencia
como la disciplina que le da validez a lo que se llama ser científico, pues la historia
teórica no se ubica en el lugar de la historia y frente a la filosofía, sino que en el
lugar donde la historia y la filosofía confluyen. La historia teórica puede dar cuenta
del estatuto epistemológico de la historia, partiendo del análisis de la misma y de los
resultados de la filosofía de la ciencia.
5. La historia necesita la historia teórica o una disciplina
equivalente, si no quiere quedar reducida a ideología o perder su sentido
Ninguna disciplina puede dar cuenta de sí misma. Pues las ciencias formales
dependen de otras, para poder generar conocimiento válido, o aceptado por la
comunidad. La historia si encuentra credibilidad social, es porque está actuando
como ideología y consecuentemente el historiador asume el papel de ideólogo. Tal
actitud se ve cuando la historia justifica al estado administrador, por sobre el estado-
nación, generando disciplinas que le avalan. Dicha función se puede cumplir de dos
maneras, la primera, sería partir de un método científico para analizar la realidad
social y la historia y orientar la acción política. La segunda, sería ejerciendo una
labor crítica de la misma historia. El historiador no se remite solo a describir, sino
que toma una posición moral o política del material desde el que estudia o construye
la historia. Pues según la definición de entusiasmo de Kant, el historiador no puede
distanciarse del hecho histórico, sino que lo hechos suscitan en él algún tipo de
sentimiento. Esto funciona como el componente moral del historiador, no por ser
partícipe del hecho, si no por ser mero espectador. Y encontrar por lo tanto, la carga
ética de los objetos históricos, teniendo siempre en cuenta la mentalidad crítica que
debe poseer el historiador.

6. La historia teórica es indispensable para la historia porque


esta no puede constituirse como ciencia
Plantea las concepciones de autores como Comte y Marx, respecto de la historia
como ciencia. La ciencia social, se caracteriza porque además de explicar el
presente y pasado de la especie humana, porque puede dar cuenta de sí misma,
siendo a su vez ciencia y epistemología. Y que orienta la acción moral y política de
los seres humanos. La historia no puede constituirse como una ciencia por dos
razones: En primer lugar porque no posee un lenguaje universal, y en segundo
lugar, y sobre todo porque no es capaz de formar conceptos. Toda ciencia surge a
partir de un proceso de simplificación y abstracción, que permite el nacimiento de la
mecánica moderna, en el que se crean un red de conceptos generales que puede
dar cuenta de una innumerable cantidad de fenómenos. La economía es la más
formalizada de las ciencias sociales. En lo que triunfa la economía fracasa la
historia, pues la economía trabaja con una serie de magnitudes muy pequeñas
(Precios, salarios, costes). Que además son cuantificables y sus interrelaciones son
susceptibles de ser sometidas a un tratamiento matemático. Sin tener la capacidad
de establecer predicciones a largo o medio plazo, debido a que en la economía
poseen los factores extraeconómicos. Y se les escapa el valor de uso en la mayor
parte de los casos, por estas razones es que la economía no puede constituirse
como ciencia. En cambio la historia se ve obligada a analizar muchas variables,
además borrosas, que no puede conectar bajo un lenguaje universal. Además la
narración impone sus reglas y su lógica. Lo que lleva a que la historia como ciencia
sea una labor destinada al fracaso. Pero cabe el caso de que a la historia se le
pueda otorgar status de ciencia, partiendo de una determinada ciencia social ya
constituida. Así como con la economía y la sociología, que reducen los fenómenos
históricos a su área de estudio. Pero se limitan solo a la disciplina única puesto que
una no puede explicar los fenómenos de la otra. Además hay eventos en los que la
teoría económica o sociológica no sirven, como con los pueblos primitivos. Entonces
se acude a otra ciencia en discordia, la antropología. Que junto con la sociología
poseen una actitud imperialista, La historia rescata factores de estas disciplinas,
parcialmente y también les da algo más. El problema es que esta mezcla le da la
identidad a la historia y aunque fuese ciencia, buscaría fundamentarse a sí misma,
siendo una acción difícil de cumplir y que ni las ciencias formales pueden. Y más
absurdo sería que en base a eso se oriente la acción política y la conducta moral. El
papel fundamentador de la historia corresponde a la historia teórica, que recoge la
función que tradicionalmente cumplía la filosofía (Actividad de plantear los
problemas de la fundamentación del conocimiento). La historia teórica no es
descriptiva, sino analítica, analiza problemas y esos problemas los constituye la
estructura del conocimiento histórico a sus diferentes niveles.
Respuestas
1.

YO
En la transición del periodo de la antigüedad clásica a la ilustración, se configura un sistema
de verdades relacionadas con el pasado, que establecen una identidad política dirigida a
recoger realidades preexistentes, y también establecer modelos que moderen la conducta de
los ciudadanos. En el momento en que esta concepción entra al plano intelectual y es avalado
por un comunidad profesional (historiadores), la cual se presenta como dueña de un método
que permite aplicar la historia, al campo de la ciencia, de la cual se desprende la construcción
social de la realidad, generando un marco en el cual crea un nuevo sujeto, el pueblo. Que será
el protagonista y dará sentido al relato de este nuevo discurso, y que estará constantemente
relacionado o en vías de relacionarse con el Estado, pues es la ontología (naturaleza) de su
devenir. Además, es importante mencionar que la formación de este discurso se vio
fomentado por un proceso de reconocimiento social que abarcó desde el reconocimiento legal
del patrimonio artístico y documental y su protección progresiva, dirigidas a crear instancias
de acceso a este discurso histórico. Entonces, para este espacio, la historiografía resulta
esencial para reproducir este discurso, la cual desde la historia teórica se ve como una unidad,
pues la historiografía occidental se desarrolla en un mismo marco, el estado-nación, con un
mismo discurso social, y apelando a la retórica de la ciencia.


1. La historia, se configura como un sistema de enunciados que se caracterizan por conformar
verdades relacionadas con el pasado, que participan como una identidad política, que supone captar la
realidad preexistente; A la vez participa como modelo que controla la conducta de los ciudadanos.
Además, poseen apoyo de una comunidad profesional, los historiadores, quienes se integran como
dueños de un método que permite configurar a la historia como ciencia,
En distintos lugares del mundo, la ciencia queda por encima de la teología, está fundamentando el
poder y se impone como el único tipo de conocimiento de validez universal. Esto traslada a la historia
a la ciencia, buscando una explicación para el poder político y estado/nación.
Así surge un sujeto: el pueblo, es protagonista y da sentido al relato de este discurso, el cual estará
vinculado con el Estado ya que es la ontología de su devenir. La constitución de este discurso se ve
impulsado por un proceso de reconocimiento social que se tomó desde el reconocimiento legal del
patrimonio artístico, documental y protección progresiva, creando un acceso a este discurso histórico.
El progreso de la historiografía a partir de este discurso debe verse como una unidad, ya que la
historiografía occidental se ve en un mismo marco del estado - nación, con un mismo discurso social
y recurrir a la retórica de la ciencia

2.
Alexis:

Nacha: : Es importante diferenciar los conceptos de final de la historia y fin de la historia,


El fin de la historia, planteado por Francis Fukuyama, tiene que ver con el término de la
historia, como una contienda de ideologías, quedándose el hombre solo, que es un estado
liberal y ya no tiene contraposición.
En cambio, el final de la historia es una continuidad que tiende a discontinuidad, esto es lo
que plantea la historia teórica, analizando una corriente historiográfica y otra, aunque exista
un quiebre o ruptura, siempre existe un elemento de continuidad que trata de enlazar a ambos
(quiebre - continuidad) en una unión dentro del marco del estado - nación.
Esto ocurre en un período de crisis del paradigma historia - ciencia y de un evidente
debilitamiento del estado - nación, aparece de la implantación de los gobiernos neoliberales
que hicieron perder o decaer de cierta forma la personalidad propia de cada nación, esto
causó, que el área de la epistemología se dañara, apartándola solo a un bien de cultura que
puede ser empleada.

3. Identifique la tesis de que la historia teórica no pretende ser una filosofía de la historia.

ALETZI’
Nacha:
Las corrientes históricas se diferencian una de la otra, en cuanto a la manera de mostrar y
detallar una realidad histórica; La historia teórica muy por el contrario, no espera crear una
realidad histórica, su finalidad es crear una labor más trascendental, pretende pasar por el
umbral del conocimiento dogmático al crítico. La historia teórica no busca poner en duda
ningún tipo de conocimiento histórico, por el contrario, busca ser un suplemento, un
instrumento o herramienta, es decir, busca ser portadora de sentido al proceso histórico.

● La historia teórica considera que la posibilidad de reconstruir el pasado en el presente estaría en


relación con la labor de la historiografía, por lo que no se puede pasar por alto el conocimiento de las
fuentes. Por lo que se trata de una denuncia de las limitaciones que debería llevar a la reformulación
del conocimiento histórico.

(más ratito la arreglo...)

Explique la relación de la filosofía de la ciencia con la historia, bajo la mirada de la historia


teórica
4. ALECCI

Nacha: La filosofía de la ciencia se enlaza con la historia, en el sentido de que el filósofo


científico puede contribuir tanto a la teoría histórica como a la historia teórica, debido a su
postura crítica ante estas, sin embargo, la colaboración no es del todo válida si busca llegar a
un objetivo concreto en el ámbito de la historia y si no conoce la metodología del historiador .

(después sigo…)

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