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Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Squamata
Suborden: Serpentes
Familia: Boidae
Subfamilia: Boinae
Género: Boa
Especie: B. constrictor
Subespecie: B. c. occidentalis
(PHILIPPI, 1873)
Sinonimia
Boa occidentalis
Constrictor constrictor occidentalis
Constrictor occidentalis
Índice
1Nombres vulgares
2Distribución
o 2.1Su presencia en Buenos Aires y La Pampa
o 2.2Su presencia en Bolivia
3Hábitat
4Características
5Descripción original
6Taxonomía
7Costumbres
8Alimentación
9Reproducción
10Conservación
11Véase también
12Referencias
13Bibliografía
14Enlaces externos
Nombres vulgares[editar]
Boa constrictor occidentalis; detalle de la cabeza.
Uno de los nombres más difundidos es el de boa de las vizcacheras, el cual se debe al
hábito de buscar refugio en las cuevas abandonadas de la vizcacha de las llanuras
(Lagostomus maximus). Los nombres de: ampalagua, lampalagua, ampalaba,
y llampalahua provienen del idioma aimara. Otros nombres menos comunes son: la
familiar, viborón de la tierra, y culebrón de la tierra. El nombre por el cual es conocida
en el comercio internacional de mascotas es el de: Argentine boa.
Distribución[editar]
Hábitat[editar]
Características[editar]
El quebrachal es el hábitat característico de esta subespecie.
Descripción original[editar]
Fue descrita en el año 1873 por el sabio alemán Rodolfo Amando Philippi en Chile, en
donde se había radicado, empleando para ello un ejemplar traído de la
provincia argentina de Mendoza. Por tener su geonemia en el sector occidental de la
Argentina le asignó el epíteto científico de occidentalis. Erróneamente se le asignó
como terra typica: «Mendoza und San Juan, Argentina»,15 cuando en realidad el
ejemplar empleado para su descripción procedía sólo de la provincia de Mendoza.
Dicho ejemplar se habría extraviado.
Taxonomía[editar]
Para la gran mayoría de los autores es un taxón subespecífico, el cual se incluye, junto
a varios otros, dentro de la especie Boa constrictor. Chébez ha postulado que,
ateniéndose a sus características anatómicas y biogeográficas, tal vez amerite ser
tratada como buena especie, del mismo modo que lo propuso Rodolfo Amando
Philippi al describirla en el año 1873.
Costumbres[editar]
Es una especie mayormente terrestre, aunque suele trepar a los árboles para buscar
un refugio seguro. A diferencia de otras grandes boas sudamericanas, no habita en el
agua ni en sus proximidades, si bien nada muy bien. Suele termorregular su
temperatura con baños de sol. Es raro que logren vivir más de 20 años en el hábitat
silvestre, pero en cautiverio su expectativa es de entre 30 a 40 años.
Alimentación[editar]
La vizcacha de las llanuras (Lagostomus maximus) es el animal que le aporta su nombre
vulgar más difundido, pues este reptil suele habitar sus madrigueras subterráneas
abandonadas, a la vez que también acostumbra a alimentarse de ellas.
Esta gran boa sale de sus refugios a cazar generalmente al caer el sol, y durante toda
la noche. Si el día es fresco, también puede hacerlo durante el día. Captura sus presas
con la técnica del acecho; una vez asidos, los envuelve con su propio cuerpo,
asfixiándolos, pues mata por constricción. Finalmente los animales son tragados
enteros, siempre comenzando por la cabeza. Su dieta se compone de lagartos
colorados (Salvator rufescens) y de animales de sangre caliente, como aves y
pequeños mamíferos, en especial vizcachas de llanura (Lagostomus maximus),
especie que acompaña al reptil en la totalidad de su distribución. Los grandes
ejemplares pueden matar y tragar presas hasta del tamaño de un zorro gris adulto. Si
bien podría eventualmente llegar a capturar a un niño muy pequeño de los que habitan
en la enorme multitud de ranchos de leñadores diseminados por el monte chaqueño,
jamás se ha podido comprobar fehacientemente un ataque, más allá de algún rumor al
respecto. Igualmente es un animal peligroso, por su mordedura aguda y su fuerza
muscular, si bien los adultos suelen perder la agresividad típica de los ejemplares
juveniles.
Reproducción[editar]
Como los demás Boinae pare sus crías vivas, luego de un periodo de gestación de
unos 5 meses. Generalmente los partos ocurren de marzo a mayo, es decir, en el
otoño austral. La camada se compone de entre 6 a 43 crías, de aproximadamente 40 a
59 cm de longitud.16 Cada cría nace envuelta en una bolsa prenatal con forma de capa
gelatinosa, de la cual la madre la ayuda a desembarazarse. Algunas crías nacen
unidas a una bolsa vitelina casi esférica de 5 cm de diámetro. El conducto que las une
por el poro vitelino posee 5 mm de diámetro y de 7 a 10 cm de largo. Conducto y bolsa
son lisos y de color carne. Otros ejemplares muestran una bolsa de sólo 1 cm, o sólo
un pequeño cordón, ya seco. La causa de estas diferencias es el desarrollo en
escalera, es decir, con distintas fechas de fecundación intramaterna. En las crías al
nacer no se observa el iris, por lo que posiblemente sólo vean luces y sombras, sin
ningún detalle. Ya a los 3 días ven mucho mejor, y atacan con precisión, si bien sus
pequeños dientes afilados no siempre logran atravesar la piel humana. A los 6 días de
vida ya son entre 6 y 11 cm más largas. Como protección, se mantienen entrelazadas
formando una bola. Si se sienten irritadas, resoplan con la boca abierta produciendo
un bufido. A los 15 días ya miden unos 54 cm, y pesan hasta 90 g; efectúan su primera
muda de piel. A los 30 días miden entre 55 y 60 cm. A los 120 días de vida miden 75 y
93 cm, y pesan entre 87 y 97 g.17
Conservación[editar]
Está incluida en el listado de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de
Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) en el apéndice I. En la Argentina
se la considera con el grado de «Amenazada», aunque en el año 2008 se ha
propuesto que el mismo sea aumentado a «En Peligro».
En el Paraguay, en cambio, a Boa constrictor occidentalis se la categoriza como de
«Preocupación menor» (LC), si bien en el año 1996 se señalaba a este taxón como
«protegido» en el «Primer listado de especies protegidas de vida silvestre en vías o en
peligro de extinción», aprobado por resolución DPNVS Nº 701 de la Ley Nº 96/92 de
Vida Silvestre.18
Son dos las principales causas que generan el retroceso en lo que respecta tanto a su
población como a su geonemia. El primero ha sido muy importante hasta finales de
la década de 1980, y es su captura para utilizar su cuero en la industria marroquinera,
gracias a que su piel posee además de atractivos diseños, escamaspequeñas, por lo
que la hace más apta que la curiyú (Eunectes notaeus). La otra gran amenaza, la cual
incidió especialmente desde la citada década en adelante, es la reconversión de su
hábitat chaqueño para destinarlo a cultivos, en especial de soja.
Véase también[editar]
Boa constrictor amarali
Boa constrictor constrictor
Boa constrictor imperator
Boa constrictor longicauda
Boa constrictor melanogaster
Boa constrictor nebulosa
Boa constrictor orophias
Boa constrictor ortonii
Boa constrictor sabogae
Epicrates alvarezi
Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Chébez, Juan Carlos; Waller, T. & Micucci, P. (2008). Los que se van.
Fauna Argentina amenazada. Tomo 1. Problemática ambiental, Anfibios y Reptiles.
Bs.As.: Editorial Albatros. p. 320.
2. Volver arriba↑ Gallardo, José María (1977). Reptiles de los alrededores de Buenos
Aires. Bs. As.: EUDEBA.
3. Volver arriba↑ Boulenger, G. A. 1893. Catalogue of the snakes in the British Museum
(Natural History). Vol. I (London): XIII + 448pp + 28 pl.
4. Volver arriba↑ Orrego Aravena, R. 1969. Vertebrados de La Pampa. Biblioteca
Pampeana, Serie Folletos, 13:31pp.
5. Volver arriba↑ Orrego Aravena, R. 1971. Reptiles de La Pampa. Biblioteca Pampeana,
Serie Folletos 14:68p.
6. Volver arriba↑ Orrego Aravena, R. 1979. Reptiles de la provincia de La Pampa. Acta
Zool. Lilloana 35(2):679-682.
7. Volver arriba↑ Llanos, A. C. y J. A. Crespo. 1952. Ecología de la Vizcacha
(Lagostomus maximus maximus Blainv.) en el nordeste de la provincia de Entre Ríos.
Min. Agr. y Gan., Rev. Inv. Agrícolas 6(3-4):289-378.
8. Volver arriba↑ Gallardo, J. M. 1965. Consideraciones zoogeográficas y ecológicas
sobre los anfibios de la provincia de La Pampa, Argentina. Rev. Mus. Arg. Cs. Nats.
"Bernardino Rivadavia", Ecología, 1(2): 57-75.
9. Volver arriba↑ Memorias de la Estancia Pedro Luro (1907) Cita:«Cierta vez, entró una
Lampalagua a las jaulas y se dio un festín con más de veinte pichones de faisanes en
una sola noche. Pero en el pecado estuvo la penitencia, ya llena no pudo salir por el
alambre tejido que, famélica, había podido salvar y encontrada a la mañana siguiente
en el lugar de la fechoría, fue muerta.».
10. Volver arriba↑ Amieva, E. O. (1996) Parque Luro, su origen, su historia, su presente.
FEP, Fondo Editorial Pampeano. Santa Rosa. 220pp.
11. Volver arriba↑ Victorica en su 90 Aniversario (1972) Serie de Folletos N°17 de la
Biblioteca Pampeana.
12. Volver arriba↑ Henderson, R. W., T. Waller, P. Micucci, G. Puorto y R. Bourgeois.
1995. Ecological correlates and patterns in the distribution of Neotropical boines
(Serpentes: Boidae): a preliminary assessment. Herpetological Natural History 3(1):15-
27.
13. Volver arriba↑ Tipton, B. L. 2005. Snakes of the Americas. Checklist and Lexicon.
Krieger Publishing Company. Malabar, Florida. 477pp.
14. Volver arriba↑ Bonny, K. 2007. Die Gattung Boa. Taxonomie und Fortpflanzung. Kus-
Verlag, Alemania. 262pp.
15. ↑ Saltar a:a b Cei, J. M. (1993). Reptiles del noroeste, nordeste, y este de la Argentina.
Herpetofauna de las selvas subtropicales, Puna, y Pampas. Monografía XIV (1ª
edición). Turín, Italia: Museo Regionale di Scienze Naturali Torino. p. 952.
16. Volver arriba↑ Ábalos, J. W.; Mischis, C. C. (1975). «Elenco Sistemático de los Ofidios
Argentinos». Bol. Acad. Nac. Ciencias de Córdoba 51 ((1-2)): 55-75.
17. Volver arriba↑ Haedo Rossi, José Antonio (1962). «Observaciones sobre crías de boa
en las vizcacheras, Constrictor constrictor occidentalis (Phill.)». Acta Zoológica
Lilloana. XVIII: 379-384.
18. Volver arriba↑ Motte Martha, Karina Núñez, Pier Cacciali, Francisco Brusquetti,
Norman Scott, Aída Luz Aquino (2009) Categorización del estado de conservación de
los Anfibios y Reptiles de Paraguay. Cuadernos de herpetología vol.23 nº.1 San
Salvador de Jujuy ene./mayo 2009 ISSN=1852-5768.
Bibliografía[editar]
Cabrera, A. L.; 1976. Regiones fitogeográficas argentinas. Enciclopedia Argentina
de Agricultura y Jardinería, Tomo II Fs. 1. Ed. ACME. Bs. As. Argentina. 1-85 pp.
Cabrera, A. L. & Willink, W. Biogeografía de América Latina, OEA, Ser. Biol.,
Monogr. 3:, 1980.
Chébez, J.C.;. Guía de las Reservas Naturales de la Argentina. Volumen 4,
Noroeste. pp 256 Editor: Editorial Albatros, 2005. ISBN 9502410599.
Chébez, J.C.;. Guía de las Reservas Naturales de la Argentina. Volumen 5, Centro.
pp 288 Editor: Editorial Albatros, 2005. ISBN 9502410602.