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PERSPECTIVAS DE DESARROLLO EN LA REGIÓN CUSCO

Econ. Mag. Hernan A. Mansilla Astete

La economía regional se caracteriza por estar concentrada en actividades económicas primarias


y de servicios principalmente. En el primer caso, destacan –por su importancia social- la actividad
agropecuaria que concentra al 54% de la población del Cusco, según el Censo de Población de
1993 del INEI; y por su importancia económica-financiera, las actividades minero-energéticas
(Tintaya y Gas de Camisea, principalmente). En cuanto a las actividades terciarias o de servicios,
el Cusco ha desarrollado, sobre todo a nivel de las diferentes ciudades de la región, una serie de
servicios privados que a su vez vienen dinamizando una serie de mercados, como son por
ejemplo, los de salud, educación, transporte, etc. Aunque estos dos sectores son predominantes,
no por ello se puede dejar de mencionar, la actividad manufacturera o de transformación que
existe en la región; reflejada sobre todo en micro/pequeñas empresas molineras, de carpintería
de metal y de madera, entre otros. Ante esta realidad económica, conviene pensar y sentar las
bases para el futuro desarrollo sostenible de la Región Cusco; para lo que proponemos tomar en
cuenta los siguientes aspectos:

A. Paradigma de Desarrollo.-

En la Región Cusco, coexisten situaciones de progreso y atraso sociales y económicos, que se


ven reflejadas, de un lado, en el crecimiento y modernización económica de algunas ciudades y,
de otro, en el retraso y pobreza extrema de grandes zonas rurales. Situación que hace pensar
en la necesidad de considerar aún propuestas y/o modelos de desarrollo todavía planteados en
la década de 1950, después de la Segunda Guerra Mundial; que propugnaban, por ejemplo, el
desarrollo económico en función del mayor empleo de mano de obra, por ejemplo, en obras de
infraestructura víal y económica para el mayor flujo de bienes/servicios al interior de un país o
una región. De otra parte, actualmente nos encontramos en un proceso de globalización –que se
inició con las telecomunicaciones- para luego alcanzar a las actividades económicas y
financieras. Fenómeno que no se puede olvidar, soslayar o dejar de lado; somos parte de la
globalización, y es en este sentido que surgen enfoques (¿teorías?) como la denominada
Glocalización (global + local), que considera/trata de reflexionar sobre las relaciones que se
pueden establecer entre el ámbito local y lo global.

Ante estos hechos, el nuevo Gobierno Regional del Cusco, tiene que mostrar claramente qué
paradigma de desarrollo se va a impulsar de acuerdo a los tiempos y las realidades regionales
actuales; qué paradigma va a servir de marco de referencia, de background, para tomar
decisiones para el crecimiento/desarrollo sostenibles de la Región Cusco; de qué manera se
inserta el Cusco en el mundo globalizado; entre otras. Más precisamente, tiene que responder a
las siguientes preguntas: Primera, ¿Será que todas las inversiones/proyectos van a ser
financiados única y exclusivamente por el Estado, vía el Gobierno Regional?; es decir estamos
hablando del establecimiento de un modelo de carácter estatista y –por ejemplo- enarbolar el
clisé de que cualquier empresa pública o cualquier proyecto público del Gobierno Regional es
“Patrimonio de los cusqueños” y que por muy ineficiente que sea no hay que tocarlo?. Segunda,
¿Será que impulsará el desarrollo/fortalecimiento de mercados en alianza con el resto de actores
importantes –por ejemplo, el sector privado- regional, nacional e internacional, bajo un esquema
de regulación?; es decir, se trata de un modelo de economía de mercado con regulación, donde
–por ejemplo- puede haber espacio para diferentes modalidades de privatización, espacio para
la toma de decisiones basadas en el análisis beneficio/costo, entre otras. Tercera, y finalmente,
¿adoptará un esquema mixto y en qué sectores productivos?. En el fondo, se trata pués de definir
de qué manera se va a financiar el desarrollo regional del Cusco y cuáles serán los actores que
tomen el liderazgo para alcanzarlo.

B. Rol del sector privado.-


Sector que reúne a uno de los actores importantes de una sociedad que puede y debe contribuir
al desarrollo regional, no sólo con inversión directa de capitales y en tecnología; sino también,
contribuir con la creación de capacidades regionales a partir de su actividad económica
específica. Implicaría realizar una Alianza –implícita y/o explícita- entre el Gobierno Regional y
el sector privado, para llevar a cabo acciones en la Región Cusco que generen empleo, inversión,
mayores niveles de consumo, mayor calidad de vida, menores impactos en el medio ambiente y
la biodiversidad, erradiquen la pobreza, etc.; es decir, que conjuntamente ambos actores
apuesten por un desarrollo regional sostenible. A estos actores debería de sumarse otro, la
Sociedad Civil, que no sólo se preocupe por los derechos políticos, económicos y sociales de los
menos favorecidos; sino también, trabaje por y en los diferentes mercados en aras de lograr un
desarrollo regional sostenible. En general, el logro de este fin, pasa necesariamente por
establecer e implementar un marco de credibilidad institucional para el desarrollo regional.

C. Credibilidad Institucional.-

Se trata de fijar unas reglas de juego (normas, leyes, regulaciones, etc.) a nivel regional claras,
transparentes, reguladas y en pro del desarrollo regional sostenible, para que los actores
privados (regionales, nacionales y/o internacionales) puedan tener motivaciones/incentivos para
invertir en Cusco. No es simplemente, fijar normas y/o regulaciones escritas de cualquier
naturaleza; sino de que además el Gobierno Regional actúe y dé señales claras en este sentido.
Por ejemplo, veamos el caso del aeropuerto internacional del Cusco en Chinchero. Se trataría,
tal vez, de licitar internacionalmente la concesión del aeropuerto internacional –desde su
construcción- y por determinado número de años de operación, que permitirían recuperar el
capital invertido previo los estudios del caso. Esta modalidad, insertaría más al Cusco en el
mercado global y además dejaría de significar mayor gasto público –que no siempre es eficiente-
y también implicaría no aumentar la deuda externa peruana, ya que capitales extranjeros estarían
invirtiendo directamente en el Cusco. Esto significaría mayores niveles de empleo, tecnología
moderna de construcción de aeropuertos que recibiría el Cusco, demostrar que se puede
impulsar el crecimiento y desarrollo conjuntamente con el sector privado internacional, etc. Otra
obra de infraestructura para ser licitada internacionalmente, sería el diseño, la construcción y
operación de una Autopista Ecológica a Machupicchu, que por sus características se convertiría,
además, en un atractivo adicional a ser visitado y contemplado por los turistas; contribuyendo a
un mayor flujo de visitas y a una mayor competencia de prestación de servicios de transporte,
superando el monopolio actual de la vía férrea; y, además, contribuir a un mayor nivel de ingresos
directos e indirectos para la economía regional.

El logro de la credibilidad institucional no sólo está condicionado a ese conjunto de reglas de


juego que regirán y guiarán el desarrollo regional; sino que también, pasa necesariamente, por
el factor humano. Más precisamente, se trata de contar con funcionarios públicos que
demuestren una calidad e idoneidad no sólo en sus acciones, sino también, como personas. Así,
se trataría de instaurar una gestión pública con ética que considere, entre otros, lo siguientes dos
aspectos: por un lado, la transparencia en la gestión y la eficacia en la tarea gubernativa; es
decir, establecer sistemas adecuados para mantener a la sociedad informada de las acciones
que desarrolla, así como de la ejecución presupuestal que realiza el Gobierno Regional; y saber
administrar los escasos recursos disponibles y ser capaz de promover el concurso del
empresariado para asegurar el cumplimiento de su misión. De otra parte, la honestidad en la
conducta y la veracidad en la palabra, inspiradas en principios éticos, para acabar con la
inmoralidad y la corrupción en todos los niveles de gestión.

D. Ejes de Desarrollo Regional.-

Conviene señalar, que al hablar de ejes de desarrollo no solo implica identificar aquellas
actividades económicas per se que cuentan con ventajas comparativas dentro de la región –y
frente al resto de regiones del país, como es el caso del turismo-; sino también, de tomar en
cuenta la configuración de ecosistemas naturales que oferta la región a sus habitantes. De esta
manera, ecosistemas y actividades económicas, servirán para ir identificando los ejes de
desarrollo regional. En este sentido, por la configuración geográfica natural del Cusco, se pueden
identificar –de manera general- hasta tres zonas y/o ecosistemas naturales que de alguna forma
condicionarían y darían las pautas para a su vez impulsar algunas actividades económicas
inherentes respectivamente. Estas zonas albergan un conjunto de centros poblados asociados a
los recursos naturales que desde tiempos ancestrales se vienen gestionando y/o administrando
con el fin de garantizar, de algún modo y mínimamente, la seguridad alimentaria de dichos
habitantes. Se trata de las zonas o ecosistemas de puna, quechua y ceja de selva. En el primer
caso, la zona suni/puna, comprende la parte alta de la región; donde se ubican las provincias
altas del Cusco (Chumbivilcas, Espinar, Canas y Canchis) cuya vocación productiva esta
asociada principalmente a la producción pecuaria de camélidos (alpacas, vicuñas, llamas, etc.)
y de ganado (vacuno, ovino) por la relativa abundancia de pastos naturales como introducidos.
La zona intermedia, o quechua; de vocación agrícola principalmente, abarca la mayoría de
provincias del Cusco, donde se cultivan predominantemente papa, maíz y otros cereales y
tubérculos andinos; alberga además algunos bolsones ganaderos como es el caso de la provincia
de Anta. Por último, la zona o ecosistema de ceja de selva, localizada principalmente en la
provincia de La Convención y partes de algunas otras provincias del Cusco (Calca, etc.), donde
se cultivan/producen café, frutas tropicales, madera, etc. Una de las principales cuencas de la
región –del río Vilcanota- recorre éstas tres zonas beneficiando en su tramo a las actividades
agropecuarias.

En este contexto, se trataría de (re) impulsar una serie actividades económicas que (re) potencien
mercados locales y regionales alrededor de actividades propias de cada zona, de modo que
permitan encadenamientos económicos; conformar cadenas productivas; establecer economías
de escala, de aglomeración y externas; clusters; entre otros, que darían mayor dinámica a los
diferentes mercados locales y/o regionales y de este modo combatir, por ejemplo, la pobreza. A
propósito del rol promotor del Gobierno Regional para dinamizar mercados; así como se tienen
programas de seguridad alimentaria, alrededor del vaso de leche y desayunos escolares que
directamente favorecen a los criadores de ganado vacuno y productores/agroindustriales de
cereales andinos respectivamente; porqué no pensar en apoyar también a los criadores de
alpacas a través de un programa de uniformes escolares (específicamente chompas) para el
abrigo de los estudiantes, sobre todo en épocas de invierno dónde la crudeza del clima influye
en la salud de los estudiantes y, de esta forma, también rescatar un insumo que desde tiempos
ancestrales (fibra alpaca) se ha utilizado masivamente para necesidades de vestuario de la
población; a la vez que se garantiza algún nivel de ingreso a las familias campesinas criadoras
de camélidos. Siendo productores de fibra de alpaca, convendría masificar su uso en todos los
niveles sociales.

E. El medio ambiente y la biodiversidad.-

En las tres zonas ecológicas señaladas, existen una serie de recursos naturales y de especies
de flora y fauna, únicas de esos ecosistemas, y que a su vez son parte y/o pueden ser
considerados como recursos económicos a ser utilizados, de manera sostenible, en los
diferentes procesos productivos. Sin embargo, la intervención humana a lo largo de estos siglos
(bajo la concepción de un modelo de desarrollo socioeconómico específico), ha hecho que se
degraden los recursos naturales y productivos, como por ejemplo, los pastos naturales por sobre
pastoreo; pérdida de suelos cultivables por inadecuadas prácticas agrícolas; deforestación de
bosques en la zona andina por demanda de leña, principalmente, y en el caso de la selva por
ampliación de áreas para prácticas agrícolas; deforestación que también impacta en las
cuencas/microcuencas al perder su capacidad de generación de aguas, retención de suelos;
entre otros. Estas intervenciones humanas han significado (y siguen implicando) también, la
pérdida de diferentes especies de flora y fauna asociadas a los diferentes pisos eco-lógicos
regionales; pérdida de recursos gené-ticos; pérdida de conocimientos ancestrales sobre el
manejo armónico hombre-naturaleza; la deforestación también contribuye al efecto invernadero
y al cambio climático adverso que se viene enfrentando a nivel mundial; etc.

Esta situación ambiental, de carácter mundial o global, esta siendo enfrentada desde hace varios
años a través de diferentes mecanismos y medios; y en los diferentes espacios políticos y
socioeconómicos, con el fin de establecer/impulsar un desarrollo sostenible que tenga en cuenta
las necesidades de las generaciones futuras. Uno de esos mecanismos es, por ejemplo, el
surgimiento del mercado verde donde se pueden ofertar/demandar servicios de secuestro de
carbono con el fin de mitigar el efecto invernadero del planeta; y uno de los medios económicos,
está reflejado en la creciente disponibilidad de dineros/financiamiento para acciones a favor de
la conservación del medio ambiente y la biodiversidad que vienen otorgando, principalmente,
organizaciones internacionales. Esta es pues otra fuente de recursos importante para financiar
el desarrollo regional a partir de proyectos que tiendan a conservar, no sólo, los diferentes
ecosistemas andinos del cual la Región Cusco es poseedora; sino también, la base de recursos
productivos regionales. Se trataría, además, de rescatar aquellos ecosistemas, como bosques
de especies nativas, humedales, entre otros; que por su importancia ecológica no sólo servirían
para mantener la continuidad de la vida en nuestra región –y sobre el planeta-; sino también,
como zonas de actividad ecoturística únicas por su composición de flora y fauna andinas.

Son éstos, algunos puntos de referencia propuestos para la reflexión sobre las bases para el
desarrollo regional sostenible del Cusco; desarrollo que debe ser impulsado por el nuevo
Gobierno Regional considerando un horizonte de más largo plazo que el simple período 2003-
2006, para el cuál fue elegido. Estamos seguros que tanto los funcionarios de este nuevo
gobierno, como otros profesionales e intelectuales interesados en el Cusco, podrán proponer
otros aspectos más que no han sido considerados en el presente.

COLEGIO DE ECONOMISTAS DEL CUSCO


Jr. Humberto Luna 204 1ra Etapa Magisterio
Wanchaq - Cusco
Teléfono: 233142 / 233005
Correo electrónico: econocus@ec-red.com

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