Professional Documents
Culture Documents
A. Paradigma de Desarrollo.-
Ante estos hechos, el nuevo Gobierno Regional del Cusco, tiene que mostrar claramente qué
paradigma de desarrollo se va a impulsar de acuerdo a los tiempos y las realidades regionales
actuales; qué paradigma va a servir de marco de referencia, de background, para tomar
decisiones para el crecimiento/desarrollo sostenibles de la Región Cusco; de qué manera se
inserta el Cusco en el mundo globalizado; entre otras. Más precisamente, tiene que responder a
las siguientes preguntas: Primera, ¿Será que todas las inversiones/proyectos van a ser
financiados única y exclusivamente por el Estado, vía el Gobierno Regional?; es decir estamos
hablando del establecimiento de un modelo de carácter estatista y –por ejemplo- enarbolar el
clisé de que cualquier empresa pública o cualquier proyecto público del Gobierno Regional es
“Patrimonio de los cusqueños” y que por muy ineficiente que sea no hay que tocarlo?. Segunda,
¿Será que impulsará el desarrollo/fortalecimiento de mercados en alianza con el resto de actores
importantes –por ejemplo, el sector privado- regional, nacional e internacional, bajo un esquema
de regulación?; es decir, se trata de un modelo de economía de mercado con regulación, donde
–por ejemplo- puede haber espacio para diferentes modalidades de privatización, espacio para
la toma de decisiones basadas en el análisis beneficio/costo, entre otras. Tercera, y finalmente,
¿adoptará un esquema mixto y en qué sectores productivos?. En el fondo, se trata pués de definir
de qué manera se va a financiar el desarrollo regional del Cusco y cuáles serán los actores que
tomen el liderazgo para alcanzarlo.
C. Credibilidad Institucional.-
Se trata de fijar unas reglas de juego (normas, leyes, regulaciones, etc.) a nivel regional claras,
transparentes, reguladas y en pro del desarrollo regional sostenible, para que los actores
privados (regionales, nacionales y/o internacionales) puedan tener motivaciones/incentivos para
invertir en Cusco. No es simplemente, fijar normas y/o regulaciones escritas de cualquier
naturaleza; sino de que además el Gobierno Regional actúe y dé señales claras en este sentido.
Por ejemplo, veamos el caso del aeropuerto internacional del Cusco en Chinchero. Se trataría,
tal vez, de licitar internacionalmente la concesión del aeropuerto internacional –desde su
construcción- y por determinado número de años de operación, que permitirían recuperar el
capital invertido previo los estudios del caso. Esta modalidad, insertaría más al Cusco en el
mercado global y además dejaría de significar mayor gasto público –que no siempre es eficiente-
y también implicaría no aumentar la deuda externa peruana, ya que capitales extranjeros estarían
invirtiendo directamente en el Cusco. Esto significaría mayores niveles de empleo, tecnología
moderna de construcción de aeropuertos que recibiría el Cusco, demostrar que se puede
impulsar el crecimiento y desarrollo conjuntamente con el sector privado internacional, etc. Otra
obra de infraestructura para ser licitada internacionalmente, sería el diseño, la construcción y
operación de una Autopista Ecológica a Machupicchu, que por sus características se convertiría,
además, en un atractivo adicional a ser visitado y contemplado por los turistas; contribuyendo a
un mayor flujo de visitas y a una mayor competencia de prestación de servicios de transporte,
superando el monopolio actual de la vía férrea; y, además, contribuir a un mayor nivel de ingresos
directos e indirectos para la economía regional.
Conviene señalar, que al hablar de ejes de desarrollo no solo implica identificar aquellas
actividades económicas per se que cuentan con ventajas comparativas dentro de la región –y
frente al resto de regiones del país, como es el caso del turismo-; sino también, de tomar en
cuenta la configuración de ecosistemas naturales que oferta la región a sus habitantes. De esta
manera, ecosistemas y actividades económicas, servirán para ir identificando los ejes de
desarrollo regional. En este sentido, por la configuración geográfica natural del Cusco, se pueden
identificar –de manera general- hasta tres zonas y/o ecosistemas naturales que de alguna forma
condicionarían y darían las pautas para a su vez impulsar algunas actividades económicas
inherentes respectivamente. Estas zonas albergan un conjunto de centros poblados asociados a
los recursos naturales que desde tiempos ancestrales se vienen gestionando y/o administrando
con el fin de garantizar, de algún modo y mínimamente, la seguridad alimentaria de dichos
habitantes. Se trata de las zonas o ecosistemas de puna, quechua y ceja de selva. En el primer
caso, la zona suni/puna, comprende la parte alta de la región; donde se ubican las provincias
altas del Cusco (Chumbivilcas, Espinar, Canas y Canchis) cuya vocación productiva esta
asociada principalmente a la producción pecuaria de camélidos (alpacas, vicuñas, llamas, etc.)
y de ganado (vacuno, ovino) por la relativa abundancia de pastos naturales como introducidos.
La zona intermedia, o quechua; de vocación agrícola principalmente, abarca la mayoría de
provincias del Cusco, donde se cultivan predominantemente papa, maíz y otros cereales y
tubérculos andinos; alberga además algunos bolsones ganaderos como es el caso de la provincia
de Anta. Por último, la zona o ecosistema de ceja de selva, localizada principalmente en la
provincia de La Convención y partes de algunas otras provincias del Cusco (Calca, etc.), donde
se cultivan/producen café, frutas tropicales, madera, etc. Una de las principales cuencas de la
región –del río Vilcanota- recorre éstas tres zonas beneficiando en su tramo a las actividades
agropecuarias.
En este contexto, se trataría de (re) impulsar una serie actividades económicas que (re) potencien
mercados locales y regionales alrededor de actividades propias de cada zona, de modo que
permitan encadenamientos económicos; conformar cadenas productivas; establecer economías
de escala, de aglomeración y externas; clusters; entre otros, que darían mayor dinámica a los
diferentes mercados locales y/o regionales y de este modo combatir, por ejemplo, la pobreza. A
propósito del rol promotor del Gobierno Regional para dinamizar mercados; así como se tienen
programas de seguridad alimentaria, alrededor del vaso de leche y desayunos escolares que
directamente favorecen a los criadores de ganado vacuno y productores/agroindustriales de
cereales andinos respectivamente; porqué no pensar en apoyar también a los criadores de
alpacas a través de un programa de uniformes escolares (específicamente chompas) para el
abrigo de los estudiantes, sobre todo en épocas de invierno dónde la crudeza del clima influye
en la salud de los estudiantes y, de esta forma, también rescatar un insumo que desde tiempos
ancestrales (fibra alpaca) se ha utilizado masivamente para necesidades de vestuario de la
población; a la vez que se garantiza algún nivel de ingreso a las familias campesinas criadoras
de camélidos. Siendo productores de fibra de alpaca, convendría masificar su uso en todos los
niveles sociales.
En las tres zonas ecológicas señaladas, existen una serie de recursos naturales y de especies
de flora y fauna, únicas de esos ecosistemas, y que a su vez son parte y/o pueden ser
considerados como recursos económicos a ser utilizados, de manera sostenible, en los
diferentes procesos productivos. Sin embargo, la intervención humana a lo largo de estos siglos
(bajo la concepción de un modelo de desarrollo socioeconómico específico), ha hecho que se
degraden los recursos naturales y productivos, como por ejemplo, los pastos naturales por sobre
pastoreo; pérdida de suelos cultivables por inadecuadas prácticas agrícolas; deforestación de
bosques en la zona andina por demanda de leña, principalmente, y en el caso de la selva por
ampliación de áreas para prácticas agrícolas; deforestación que también impacta en las
cuencas/microcuencas al perder su capacidad de generación de aguas, retención de suelos;
entre otros. Estas intervenciones humanas han significado (y siguen implicando) también, la
pérdida de diferentes especies de flora y fauna asociadas a los diferentes pisos eco-lógicos
regionales; pérdida de recursos gené-ticos; pérdida de conocimientos ancestrales sobre el
manejo armónico hombre-naturaleza; la deforestación también contribuye al efecto invernadero
y al cambio climático adverso que se viene enfrentando a nivel mundial; etc.
Esta situación ambiental, de carácter mundial o global, esta siendo enfrentada desde hace varios
años a través de diferentes mecanismos y medios; y en los diferentes espacios políticos y
socioeconómicos, con el fin de establecer/impulsar un desarrollo sostenible que tenga en cuenta
las necesidades de las generaciones futuras. Uno de esos mecanismos es, por ejemplo, el
surgimiento del mercado verde donde se pueden ofertar/demandar servicios de secuestro de
carbono con el fin de mitigar el efecto invernadero del planeta; y uno de los medios económicos,
está reflejado en la creciente disponibilidad de dineros/financiamiento para acciones a favor de
la conservación del medio ambiente y la biodiversidad que vienen otorgando, principalmente,
organizaciones internacionales. Esta es pues otra fuente de recursos importante para financiar
el desarrollo regional a partir de proyectos que tiendan a conservar, no sólo, los diferentes
ecosistemas andinos del cual la Región Cusco es poseedora; sino también, la base de recursos
productivos regionales. Se trataría, además, de rescatar aquellos ecosistemas, como bosques
de especies nativas, humedales, entre otros; que por su importancia ecológica no sólo servirían
para mantener la continuidad de la vida en nuestra región –y sobre el planeta-; sino también,
como zonas de actividad ecoturística únicas por su composición de flora y fauna andinas.
Son éstos, algunos puntos de referencia propuestos para la reflexión sobre las bases para el
desarrollo regional sostenible del Cusco; desarrollo que debe ser impulsado por el nuevo
Gobierno Regional considerando un horizonte de más largo plazo que el simple período 2003-
2006, para el cuál fue elegido. Estamos seguros que tanto los funcionarios de este nuevo
gobierno, como otros profesionales e intelectuales interesados en el Cusco, podrán proponer
otros aspectos más que no han sido considerados en el presente.