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Edad de los Metales

La Edad de los Metales es una de las dos grandes etapas tecnológicas en las que tradicionalmente se ha subdividido la Prehistoria
euroasiática. Por definición, es el período que siguió a la Edad de Piedra y durante el cual el ser humano empezó a fabricar objetos de
metal1 fundido. La existencia de procesos metalúrgicos es indispensable para establecer la adscripción de una cultura arqueológica a
esta etapa, ya que los metales nativos eran trabajados por martilleado desde las fases iniciales del Neolítico.2 Siguiendo este criterio,
la Edad de los Metales comenzaría con las primeras evidencias de fundición del cobre, que son del VI milenio a. C. (en Anatolia y
los montes Zagros) y acabaría con la progresiva entrada en la Historia de cada región (en Europa esto se produjo durante el I
milenio a. C.). En Mesopotamia y Egipto coincide ya con el desarrollo de la escritura y por tanto la metalurgia allí es plenamente
histórica.3 4

Los primeros indicios de metalurgia en Europa proceden del área de los Balcanes, a
mediados del V milenio a. C. y son de origen autóctono. Para el resto del continente
las evidencias aparecen durante la segunda mitad del IV milenio a. C., aunque su
generalización y el consecuente abandono de la piedra como elemento básico para la
fabricación de artefactos solo se materializó con la llegada del hierro. Debido a la
escasez de materia prima, en el Egipto faraónico esta sustitución nunca se llegó a
producir.2

Dado que no existen rupturas en el desarrollo de las tecnologías metalúrgicas entre


la prehistoria, la protohistoria y la historia, en este artículo se incluyen procesos que
se dieron en periodos claramente históricos.

Índice
Europa, Oriente Medio y Asia
El cobre
El bronce Sepultura 43 de la Necrópolis de
El hierro Varna, el primer oro trabajado del
mundo.5
África
América
Contextualizando la Edad de los Metales
Véase también
Referencias
Enlaces externos

Europa, Oriente Medio y Asia


Véase también: Prehistoria de Europa
Esta etapa en Eurasia se ha subdividido tradicionalmente en Edad del Cobre o Calcolítico, Edad del Bronce y Edad del Hierro. De
manera simplificada, el Calcolítico coincide en la mayor parte de Europa con la segunda mitad del IV milenio a. C. y casi todo el III
milenio; el Bronce correspondería al II milenio a. C.; y el Hierro con el I milenio a. C., época en la que el continente entró en la
Historia.6

El cobre
Véase también: Edad del Cobre
El cobre, junto con el oro y la plata, es de los primeros metales utilizados en la Prehistoria,7 tal vez porque, a veces, aparece en
forma de pepitas de metal nativo. El objeto de cobre más antiguo conocido hasta el momento es un colgante oval procedente de
Shanidar (Irán), que ha sido datado en niveles correspondientes al 9500 a. C., o sea, a principio del Neolítico8 Sin embargo, esta
pieza es un caso aislado, ya que no es hasta 3000 años más tarde cuando las piezas de cobre martilleado en frío comienzan a ser
habituales. En efecto, a partir del año 6500 a. C., en varios yacimientos se han encontrado piezas ornamentales y alfileres de cobre
manufacturado a partir del martilleado en frío del metal nativo, tanto en los Montes Zagros (Ali Kosh en Irán), como en la meseta de
Anatolia (Çatal Hüyük, Çayönü o Hacilar, en Turquía).

Varios siglos después se descubrió que el cobre podía ser extraído de diversos minerales (malaquita, calcopirita, etc.), por medio de la
fundición en hornos especiales, en los que se insuflaba oxígeno (soplando por largos tubos o con fuelles) para superar los 1000 °C de
temperatura. El objeto de cobre fundido más antiguo que se conoce procede de los Montes Zagros, concretamente deal-i-Blis
T (Irán),
y se data en el 4100 a. C., junto a él se hallaron hornos de fundición,crisoles e incluso moldes.

Fundición de cobre en murales funerarios egipcios.

La técnica de fundición del cobre es relativamente sencilla, siempre que los minerales utilizados sean carbonatos de cobre extraídos
de algún yacimiento metalífero; la clave está en que el horno alcance la temperatura adecuada, lo cual se conseguía inyectando aire
soplando o con fuelles a través de largas toberas. Este sistema se denomina «reducción del metal». Se mezclaba el mineral triturado,
por ejemplo, malaquita (carbonato de cobre), con carbón de leña. Con el calor las impurezas van liberándose en forma monóxido
de y
dióxido de carbono, reduciendo el mineral a un cobre relativamente puro; al alcanzar los 1000 °C, el metal se licúa depositándose en
la zona inferior del horno. Un orificio en el fondo del horno permite que el líquido candente fluya hacia el exterior, donde se recoge
en moldes; parte de la escoria queda en el horno y las impurezas del mineral flotan en el metal fundido, por lo que es fácil eliminarlas
con un utensilio llamado escoriador.

Como el cobre podía volver a fundirse muchas veces, este solía convertirse en lingotes, a veces con una forma peculiar (como los del
Mediterráneo oriental, que recuerdan al pellejo de un animal), para luego fabricar diversos objetos por fusión y colado en moldes. El
cobre es muy maleable y dúctil, podía martillarse en frío o en caliente, con lo que se duplicaba su consistencia y dureza. En cualquier
caso, resultaba imposible eliminar todas la impurezas del cobre, pero, mientras que algunas eran perjudiciales, como el bismuto, que
lo hace quebradizo, otras eran beneficiosas, como el arsénico, que reduce la formación de burbujas en su fundición, pues impide la
absorción de gases a través de los poros del molde, asegurando un producto de mejor calidad. El cobre con alto contenido natural en
plomo es más blando, lo cual puede ser una ventaja para fabricar recipientes por medio del martilleo de una plancha en forma de
disco, curvándola en forma cóncava, para elaborar calderos o cuencos; incluso podía ser repujado. Algunos metalurgistas consideran
que estos cobres con impurezas beneficiosas son, en realidad, «bronces naturales».
Pepita de cobre nativo. Lingote de cobre del Puñalito de cobre. Daga de cobre.
Egeo.

La técnica del cobre no tardó en difundirse por todo el Próximo Oriente, coincidiendo con el nacimiento de las primeras
civilizaciones históricas de la zona, principalmente Sumeria y el Antiguo Egipto; pero muchos estudiosos consideran que pudo
inventarse en fechas muy parecidas en otras partes delViejo Mundo. Concretamente en Europa hay un avanzado núcleocalcolítico en
los Balcanes que incluye ocasionalmente objetos de cobre fundido entre sus hallazgos del IV milenio a. C. (cultura Gulmenita) y todo
parece apuntar hacia una invención local. Durante el siguiente milenio y también con carácter autóctono, se detectan procesos
metalúrgicos en poblados fortificados del sur de la península Ibérica, como Los Millares o Vila Nova de Sao Pedro.9 10 Estos
primeros metales se difundieron por la Europa central y mediterránea durante el
III milenio a. C., asociados al vaso campaniforme y a
la cerámica cordada.

En Asia central u oriental no puede hablarse de una Edad del Cobre con entidad suficiente, dada su corta duración, ya que el
desarrollo de la metalurgia en lugares como laIndia o China comenzó realmente con el bronce.

El bronce
Véase también: Edad del Bronce
El bronce es el resultado de la aleación de cobre y estaño en una proporción variable (en la actualidad se le añaden otros metales
como el zinc o el plomo, creando los llamados bronces complejos). La cantidad de estaño podía variar desde un 3% en los llamados
«bronces blandos», hasta un 25% en los llamados «bronces campaniles» (a mayor cantidad de estaño, más tenacidad, pero también
menos maleabilidad): en la Prehistoria la cantidad media suele rondar el 10% de estaño. Se supone que fueron los egipcios los
primeros en añadir estaño al cobre, al observar que este le daba mejores cualidades, como la dureza, un punto más bajo de fusión y la
perdurabilidad (ya que el estaño no se oxida fácilmente con el aire y es resistente a la corrosión). Además el bronce es reciclable,
pudiéndose fundir varias veces para obtener nuevos objetos de otros ya desechados. La técnica de trabajo del bronce es virtualmente
idéntica a la del cobre, por lo que no vamos a incidir en ello (la única dificultad reside en exceder la temperatura adecuada, lo que
podría provocar que el mineral se echase a perder por oxidación). A título de comparación se pueden confrontar el cobre puro, el
cobre arsenical y el bronce (con un 10% de estaño) en la tabla de correspondencia que muestra la
dureza relativa de los metales:

Dureza relativa de los metales HB11

El empleo del bronce se inició en Mesopotamia.12 Coincidiendo con la transición del III milenio a. C. al II en el Próximo Oriente se
implantó la aleación de bronce y se establecieron las bases de las primeras sociedades estatales complejas, que comenzaron a generar
una gran demanda de estaño.4 Los metalúrgicos de estas áreas, para satisfacer esta y la de otros metales preciosos, debieron de
convertirse también en exploradores (a la búsqueda de minas) y comerciantes (que ofrecían sus productos a cambio de las preciadas
materias primas).12 Los sumerios (y sus sucesores), por ejemplo, carecían por completo de minerales metálicos y se sospecha que los
importaban de los montes Zagros (donde se había desarrollado el imperio Elamita, con capital en Susa) y del Cáucaso (donde
abundan la malaquita y la casiterita).

Vaso de plata y bronce Cabeza de toro en cobre, con Punta de jabalina de bronce Estatuilla de orante en bronce
procedente de la región de los ojos de nácar y lapislázuli grabado. Misma procedencia y oro procedente de Larsa
Lagash III milenio a. C.. III milenio a. C.. que las piezas anteriores. II milenio a. C..

Los antiguos egipcios obtenían la mayor parte del cobre de las minas de Timna, en Aravá, junto al desierto del Néguev, aunque sus
relaciones comerciales se extendieron por algunas regiones africanas y por todo el Egeo, penetrando en Europa (piezas de
procedencia egipcia aparecen por todo este continente evidenciando algún tipo de intercambio).

Los habitantes de Siria, Palestina, Anatolia y el Egeo dirigieron sus expediciones hacia Europa, remontando el Danubio en busca del
estaño de Bohemia y Hungría; o bordeando el Mediterráneo hasta el sur de la península Ibérica, donde obtuvieron el cobre argárico.
Es posible que siguieran por el Atlántico hasta alcanzar las islas Británicas, en busca del cobre y el estaño de Cornualles y el oro de
Irlanda. Así, en el segundo milenio antes de nuestra era, casi toda Europa entró en la Edad del Bronce. El bronce europeo se
caracteriza, en un principio, por una gran variedad de culturas, algunas de las cuales comparten denominadores comunes, como la
construcción de túmulos funerarios. Sería muy tedioso citarlas todas, pero cabría destacar, en Europa central, los complejos
tecnológicos de Unetice, de los Túmulos y de los Campos de Urnas, que, a pesar de sus evidentes diferencias, parecen compartir
cierta continuidad cultural. También habría que mencionar la ibérica de El Argar y todas aquéllas que se desarrollaron en la cornisa
atlántica, cuya idiosincrasia pervivió hasta épocas históricas.

Lúnula pectoral de oro Irlanda).


( Hoja de espada corta de bronce Cráneo con diadema de plata Carro Solar de Trundholm
(Francia). argárica (España). (Dinamarca).

Por lo que respecta a Asia central, se ignora si la metalurgia del bronce fue inventada allí independientemente o fue una importación
desde Mesopotamia. En Pakistán, la Edad del Bronce se inició con la cultura del valle del Indo (desde mediados de III milenio hasta
mediados del II milenio a. C.), que carecía por completo de fuentes de abastecimiento mineral. De hecho, se sospecha —por la
escasez de objetos de bronce y cobre hallados en yacimientos como Harappa o Mohenjo-Daro, y por el retraso en las fechas respecto
a otros pueblos del oeste— que —a pesar de su alto grado de desarrollo— dependían de sus contactos con los elamitas del oeste y, a
través de ellos, con los mesopotámicos. Así parecen demostrarlo algunos objetos procedentes del Indo encontrados en la región de
Diyala, en el valle del Tigris, y varias tablillas escritas de Larsa (datadas en el 1950 a. C.13 ). No es seguro, pero parece ser que de
ellos tomaron técnicas tan desarrolladas como la utilización de moldes bivalvos, los remaches y las soldaduras para fabricar piezas
complejas e incluso elmoldeo a la cera perdida, antes del 2000 a. C.
El proceso peor conocido es el de China: se sabe que desde fines del IV
milenio a. C. fundían cobre arsenical, aunque las piezas eran extremadamente raras
(de hecho, no se considera una Edad del Cobre en China, sino que se pasaría
directamente del Neolítico al Bronce). Aunque la metalurgia llegó con varios
milenios de retraso al extremo Oriente se sospecha que pudo ser inventada
independientemente de la del Próximo Oriente, por la originalidad de las técnicas, a
veces muy diferentes a las de los pueblos del oeste. La primera cultura de la Edad
del Bronce es la que se denomina Erlitou, del II milenio a. C., relacionada con la
mítica dinastía Xia (si bien, esto es muy discutible): las antiguas leyendas chinas
relatan que el primer rey de esta legendaria dinastía,Yu el Grande (III milenio a. C.),
fue un gran fundidor de calderos trípodes ceremoniales de bronce, y agradaban tanto
a los dioses que le otorgaron la victoria sobre sus enemigos. Fuere o no cierto,
aunque Erlitou sea una cultura sin escritura, supone la transición a Historia de este
país y, entre sus creaciones, ya aparecen los prototipos de vasijas ceremoniales de
bronce utilizados durante toda la antigüedad por los chinos (sobre todo los calderos
Caldero trípode ceremonial de
circulares de tres patas o cuadrados de cuatro patas llamados li-ting que servían para
bronce chino, del tipo «Li-ting».
la carne y una innumerable variedad de vasijas para bebidas, por ejemplo las grandes
copas llamadas ku o los calderos yeou...).14

A Erlitou le sucede la época Shang (1600 a. C. - 1046 a. C.) durante la cual, en un proceso asombroso, los chinos se pusieron a la
altura de cualquier otra región en la metalurgia del bronce.15 Las excavaciones de una de las capitales del reino, la ciudad de
Anyang, han puesto al descubierto dos grandes talleres de fundición con hornos capaces de alcanzar temperaturas muy superiores a
las necesarias, pero también con sistemas para controlar la intensidad del calor. Así elaboraron vasijas rituales, hachas, puñales,
cascos, armas y armaduras de gran maestría. Muchas de estas piezas estaban destinadas a las tumbas reales de sus alrededores, ya que
estas han deparado numerosos objetos ceremoniales de bronce de depurada factura. Los calderos li-ting y las vasijas de bebida con
formas zoomorfas son las obras metalúrgicas más originales de la antigüedad china, alcanzando su apogeo al final de la época Shang,
desde el 1300 a. C. Sus sucesores los Zhou continuaron la tradición de los vasos rituales que, durante mucho tiempo, se pensó que
estaban fabricados por medio de la «cera perdida». Sin embargo, recientes investigaciones han demostrado que los chinos
desconocían esa técnica, y que para sus obras maestras utilizaban complicados moldes de arcilla formados por varias partes tan bien
ensambladas que no dejaban marcas en las junturas (algunos de más de diez piezas). No hay dos obras iguales porque los moldes se
rompían para extraer los bronces.16

Copa de bronce del tipo llamado Monedas de bronce de épocas Caldero trípode tipo «Li-ting» de Espada recta de doble filo o
«Ku». Zhou y Xin con forma de azada. la época Zhou. «jian», época Zhou (siglo IX).

Sin embargo, según parece, los objetos de bronce chinos estaban reservados a las élites, pues se han encontrado muy pocas
herramientas y muchísimas armas y objetos de culto. Esta situación perduró hasta la generalización del hierro.

El hierro
Véase también: Edad del Hierro
El hierro es el cuarto elemento más abundante en lacorteza terrestre,17 sin embargo,
su utilización práctica comenzó 7000 años más tarde que el cobre y 2500 años
después del bronce. Este retraso no se debe al desconocimiento de este metal, puesto
que los antiguos conocían el hierro y lo consideraban más valioso que cualquier otra
joya, pero se trataba de «hierro meteórico», es decir, procedente de meteoritos. El
hierro meteórico era conocido tanto en Eurasia como en América (descrito más
adelante).

Aunque durante milenios no hubo tecnología para trabajar minerales ferrosos, en el


III milenio a. C. parece que algunos lo consiguieron: en las ruinas arqueológicas de Hierro meteórico o sideral.
Alaça Hüyük (Anatolia) aparecieron varias piezas de hierro artificial, entre ellas un
alfiler, una especie de cuchilla y una espléndida daga con la empuñadura de oro. En
el segundo milenio destacan un hacha de combate descubierta en Ugarit y, de nuevo, una daga con la hoja de hierro y una exquisita
empuñadura de oro, que formaba parte del ajuar funerario de la tumba de Tutankamón. Las materias primas de estos primeros
herreros debieron ser minerales como el hematites, limonita o magnetita, casi todos óxidos de hierro que ya eran utilizados para otros
fines en la Prehistoria, por ejemplo para ayudar a eliminar impurezas de la fundición del cobre o como colorantes. De hecho se
sospecha que en los hornos de fundición de cobre y bronce pudieron generarse pequeños residuos de hierro casi puro, a partir de los
cuales comenzaría el conocimiento de la verdadera siderurgia. Hay antiguos hallazgos de hierro fundido por el hombre desde Siria a
Azerbaiyán. Pero ninguno revela cómo fueron obtenidos ni las técnicas usadas. No se conservan ruinas de talleres, ni herrerías, por lo
que se ignora de dónde proceden estos objetos, o dónde «se inventaron».

Por textos escritos en tablillas cuneiformes se sabe que los Hititas fueron los
primeros en controlar e, incluso, monopolizar los productos de hierro fabricados a
mediados del 2º milenio. Enviaban sus objetos a los egipcios, sirios, asirios,
fenicios... Pero su producción nunca fue abundante. De hecho, muchos de los envíos
eran regalos con finalidad diplomática, pues el hierro era diez veces más valioso que
el oro y cuarenta veces más costoso que la plata.18 Cuando el Imperio Hitita fue
destruido por los Pueblos del mar, hacia el 1200 a. C., los herreros se dispersaron
por Oriente Medio, difundiendo su tecnología: de este modo comienza la Edad del
Hierro en el Próximo Oriente.

Fabricar hierro seguía un procedimiento muy distinto al del cobre y el bronce (para
empezar el metal no se licuaba), primero porque había que conseguir hornos con
gran capacidad calórica: el mineral machacado debía estar totalmente rodeado de
carbón de leña (que se consumía en enormes cantidades) y numerosos fuelles que, a
través de toberas, insuflaban oxígeno continuamente. El mineral debía ser
precalentado en un horno y por medio de golpes se eliminaban algunas impurezas; Recreación pictórica de una antigua
luego se llevaba al estado incandescente, en un segundo horno, hasta obtener una fragua de hierro.
masa denominada hierro esponjoso, altamente impuro, por lo que volvía a ser
golpeado en caliente para refinarlo. Después de un largo y repetitivo proceso de
martilleo y calentamiento, evitando que el hierro se enfriase, se obtenía una barra forjada, bastante pura, resistente y maleable. Para
las armas y ciertas herramientas, el hierro se templaba enfriándolo bruscamente en agua, lo que provocaba cambios de la estructura
molecular y una mejor absorción de carbono. Los testimonios más antiguos del proceso de templado del hierro candente se han
hallado en Chipre y datan de 1100 a. C.19 Evidentemente, las instalaciones y herramientas de los herreros eran muy diferentes a las
de los broncistas. El bronce siguió siendo un metal esencial para las antiguas culturas, sirviendo en campos diferentes en los que no
se podía o no se sabía aplicar la tecnología del hierro.

El hierro es más abundante que el cobre y, por supuesto, que el estaño y, una vez dominada la técnica, más barato que el bronce.
Cuando los hititas desaparecieron y sus artesanos se dispersaron, la producción de este metal aumentó considerablemente en todo el
Próximo Oriente y los centros siderúrgicos se extendieron hasta el Egeo, Egipto e incluso Italia por el oeste; hacia Siria y
Mesopotamia por el sur, hacia Armenia y el Cáucaso por el norte, y hacia las grandes civilizacione
s asiáticas por el este.
Europa: la Edad del Hierro europea comienza poco antes del año
800 a. C. y está protagonizada por pueblos, en su mayoría belicosos,
que habitaban poblados fuertemente protegidos por murallas y otros
sistemas defensivos. Aunque el hierro fue profusamente empleado para
herramientas agrícolas y artesanales, aumentando la productividad y el
nivel cultural del continente. Los artesanos de la edad del Hierro
europea conocían el hierro carburado: las placas de metal se
trabajaban al rojo vivo, pero sin licuar, calentándolas entre carbón de
leña para que absorbiese el carbono desprendido en la combustión.
También desarrollaron el laminado, alternando láminas superpuestas de
hierro con más carbono, y que eran más duras, con otras que tenían
menos, y eran más maleables, hasta formar un haz que era forjado a
unos 200º C, cuando el metal adquiría un color amarillo claro. El
calentamiento y martilleo continuo iba eliminando las impurezas y
mejorando la calidad del metal hasta que acababa por crear una hoja
compacta y muy resistente, al estar compuesto de láminas virtualmente
soldadas, microscópicas y de cualidades físicas complementarias. Los
europeos también supieron adornar ricamente sus joyas metálicas y sus
armas, aprendiendo a engarzar empuñaduras de madera, hueso, marfil
y, mejor aún, la técnica delnielado, incrustando barnices o finos hilos de
plata formando complicadas filigranas.
Recreación de una antigua forja.

Empuñadura decorada, Torques de bronce,


La Osera, Chamartín de Arguedas , Navarra ,
la Sierra , Ávila, España España

Espada de hierro Nielado de plata, Padilla


laminado, Almedinilla , de Duero , Valladolid,
Córdoba , España España

India: la Edad del Hierro comienza en la India en la etapa neovédica (o «vedismo tardío»), a comienzos del primer
milenio antes de nuestra era, fase en la que se completa la expansión aria por el subcontinente. A pesar de las
convulsiones, resulta paradójico que la metalurgia del hierro se manifestase como un catalizador de la agricultura,
que adquiere toda su relevancia a partir del año 800 a. C. gracias a la aparición de la reja de arado y el hacha de
hierro, que permitió ganar a la selva nuevos campos de cultivo y la expansión del arroz y la caña de azúcar (citada
en el Átharva-veda). La plenitud de la edad del Hierro coincide con los majayanapadas (dieciséis reinos en las que
se consolida el sistema de castas, 700 a. C.-300 a. C.), periodo en el que es posible que inventasen la soldadura
autógena por forja y una apreciadísima variante del acero llamada wootz de la India. El wootz es un acero muy rico
en carbono y sin apenas impurezas ni oxidantes. Los indios comerciaban con lingotes de este material desde el
siglo V a. C., ya que poseía cualidades portentosas, por lo que fue solicitadísimo en todo el Índico.20 Además,
existe en Delhi un testimonio asombroso de la habilidad metalúrgica de los indios: el «Pilar de Hierro», el único resto
de un templo erigido durante el Imperio gupta, columna hecha de un hierro prácticamente puro, al 98% (casi podría
decirse que es «hierro dulce»), que ha resistido el deterioro del tiempo gracias a una fina capa de óxido que la
protege.

China:21 La transición entre la edad del Bronce y la Edad del hierro es muy larga en China, en parte debido a la
inigualable pericia de los broncistas chinos, y en parte debido a la situación social del país. Lo cierto es que los
chinos conocían el hierro desde la dinastía Zhou. En 1949 se descubrieron varias espadas zhou del principios del
I milenio a. C. en las que se habían utilizado láminas de hierro meteórico. Poco después comenzó a emplearse
también hierro mineral. Sin embargo, los metalúrgicos chinos usaban el
hierro para mezclarlo con el bronce por el sistema del laminado y la
soldadura autógena por forja para fabricar espadas (a menudo llamadas
«bimetálicas» por esa magistral combinación de bronce y hierro).
Además, los herreros chinos descubrieron que una pátina de óxido de
cromo protegía el metal de la corrosión.

Pilar de Hierro de Delhi.

Espada bimetálica Jian de la época de los Reinos Combatientes (siglo IV a. C.).

Las armas más apreciadas eran las espadas, que eran forjadas y laminadas con aleaciones
más duras para el filo y más maleables para la vena central. Las espadas de hoja recta y
doble filo eran llamadas jian (propias de la nobleza guerrera, pues eran muy caras y difíciles
de manejar), y las de hoja curva y filo simple se denominaban dao (más baratas y versátiles,
se popularizaron entre los guerreros menos pudientes). La efectividad de la aleación otorgó
a las «espadas Jian» un enorme prestigio, en tanto que los «sables dao» eran muy
populares, por lo que tardaron en ser desbancados por las armas de hierro.
A pesar de que los chinos tardaron en adaptarse a la mecánica de la fabricación del hierro,
cuando la aceptaron lograron avances impensables. Por ejemplo, se ha podido constatar
que en el siglo V a. C., no sólo comienzan a ser habituales las armas de hierro (como la
espada jian descubierta en Ch'ang Sha), sino que uno de los muchos estados que se
inscribe en el periodo de las Primaveras y Otoños, llamado Wu (a orillas del Yangzi)
descubrió la fundición del hierro: los artesanos de Wu construyeron hornos que superaban
los 1350 °C (es decir, auténticos altos hornos), en los que el hierro se fundía hasta licuarse.
No obstante, el producto obtenido, llamado arrabio, tenía tal cantidad de carbono (cerca del
5%, a veces, incluso más), que resultaba demasiado quebradizo para ser útil, por lo que
después era necesario descarburizarlo, para ello era sometido a altas temperaturas en
hornos abiertos que liberaban los gases en forma de óxidos de carbono: así se obtenía un
hierro fundido maleable y funcional. A partir del siglo III a. C. la técnica se difundió hacia el
norte de modo que en la etapa siguiente, la de los Reinos Combatientes, los objetos de
hierro son comunes, y no sólo se conocen minas datadas en esa fase, sino que en Hebei
aparecieron numerosas tumbas de guerreros con armas de hierro, unas forjado y otras
fundido, junto a piezas ornamentales de bronce (lo cierto es que el bronce siguió siendo
preferido por la élite, especialmente para objetos ceremoniales como calderos o campanas
rituales).
Caldero ritual de bronce tipo Campana ritual de bronce de los Cuchilla de hierro de ladinastía
yeou, para vino. Reinos del Sur. Qin (siglo III a. C.).

Las armas y herramientas de hierro se generalizan a


gran escala en el Primer Imperio Han (202 a. C. –
9 d. C.), de hecho, el soberano se apropió del
monopolio del hierro fundido, construyendo numerosos
hornos en la provincia de Henan. Los avances
siguieron, hasta se llegó a descubrir el pudelado, que
los chinos llamaron chao (un sistema que permite refinar
el arrabio en un horno especialmente diseñado, para
que la oxidación elimine el exceso de carbono). Los
chinos también aprendieron a mezclar hierro fundido
con hierro forjado para obtener acero auténtico. De
hecho, existía la leyenda de que Liu Bang, el primer
emperador de la dinastía Han, poseía una espada de
acero, de cualidades asombrosas, fabricada por este
sistema.22
Escena de forja japonesa.
Japón:23 Con la llegada de invasores coreanos y chinos, la cultura
neolítica del Japón, llamada Jomon, desapareció dando lugar a la
llamada cultura Yayoi. Esto ocurrió en torno al 300 a. C., y vino
acompañado de numerosos adelantos traídos del continente, entre ellos los metales: el hierro llegó a Japón al
mismo tiempo que el bronce. De hecho en Japón la fase Yayoi es también llamada «Edad del Bronce-Hierro». La
creación más original de la metalurgia yayoi son las campanas rituales de bronce (llamadas «Dôkaku»),
profusamente decoradas con motivos abstractos e incluso figurativos.

África
En África24 no puede decirse que existieran ni el Calcolítico ni la Edad del Bronce en sentido estricto, a excepción de Egipto y, por
influencia de este, la costa mediterránea, que pudo conocer el bronce en el II milenio a. C.. Se sospecha que la cultura ibérica de El
Argar pudo haber influido en la llegada de la metalurgia del bronce a la cordillera del Atlas. Sin embargo, más allá del Sáhara estas
influencias desaparecen. Así, el África negra conoció un desarrollo muy particular, accediendo a la metalurgia del hierro de manera
autóctona hacia el 1800 a.C. en lo que actualmente es el desierto de Níger, según unos,25 o hacia el 600 a.C., según otros, pero
siempre sin pasar por las supuestas fases previas.6

Además de dominar periódicamente las regiones asiáticas de Canaán y el Sinaí, los faraones egipcios controlaban los territorios
nubios, situados al sur de la primera catarata del Nilo (Elefantina). Este dominio tuvo especial relevancia al comenzar el primer
milenio, ya que indujo el nacimiento de un estado independiente, el país de Kush. Este reino, gobernado por gentes de origen
autóctono, fue desplazándose hacia el sur, a medida que la presión de las potencias mediterráneas aumentaba, así, pasó de tener la
capital en Kerma (3ª catarata del Nilo), a Napata (4ª catarata), desde la que, durante un tiempo pudo dominar Egipto (dinastía XXV,
siglos VIII y VII a. C.), brevemente, pues los asirios conquistaron eldelta; por último la capital se trasladó aMeroe (entre la 5ª y la 6º
catarata). A diferencia del Egipto farónico (que siempre careció de materias primas o combustible suficiente), Meroe gozó de una
importante industria metalúrgica del hierro, desde antes del 500 a. C., pues poseía productivos yacimientos metalíferos al norte y
abundante madera al sur, de hecho se conservan montañas de escorias de aquella época. Meroe sufrió un continuo aislamiento que le
obligó a una economía casi autárquica, hasta que la ciudad fue destruida por los
nuba en el 350 d. C.
Cartago, también se asocia a la expansión del hierro por el norte de África;,yaunque
tenía relaciones comerciales que se adentraban hacia el corazón del continente, su
interés nunca fue el dominio territorial, sólo la adquisición de ciertas materias
primas y esclavos. Tampoco los romanos, tras la conquista se propusieron adentrarse
en el desierto, por lo que el resto de África se caracterizaría por un desarrollo
cultural singular debido al aislamiento.

Relieve funerario de Meroe, Kush.


Guerrero abisinio. Guerreros cameruneses.

Bronce de Benín, S. XV . Bronce de Benín, S. XVI.

El Hierro apareció en el África subsahariana por primera vez en la civilización de Nok, entre el 600 a. C. y el 200 d. C., y, desde allí
se difundió hacia el sur junto con la expansión bantú. Entonces no sólo se desarrolló la metalurgia funcional del hierro, sino también
la del bronce. La metalurgia supuso un importante avance productivo que favoreció el género de vida agrícola y el aumento de la
población. Aunque en toda la mitad meridional de África convivieron agricultores, ganaderos y cazadores-recolectores. El aumento
de población es el causante principal de la expansiónbantú hacia el sur, lentamente, hasta que en el primer siglo de nuestra era todo el
continente ya conocía los metales. El bronce no sólo no se abandonó sino que, a menudo, se empleó con fines artísticos (como ocurre
por ejemplo con los bronces de Benín).

América
En América, se desarrolló la metalurgia del oro, la plata, el cobre y el bronce; pero, en ningún caso, esta tecnología incidió
decisivamente en las economías precolombinas. Las pepitas de cobre nativo se conocían desde antiguo en varias regiones de
América, por ejemplo en la región de los Grandes Lagos, donde abundaban los yacimientos de cobre nativo, desde el 4000 a. C. los
pueblos locales acostumbraban a golpearlas hasta darles forma de punta de flecha, aunque nunca llegaron a descubrir la fusión.

Las primeras pruebas encontradas hasta ahora de la metalurgia del cobre corresponden a los inicios del I milenio a. C., en los
altiplanos boliviano y peruano. También se efectuaron aleaciones de este metal con plata y oro a partir del 500 a.C. en las actuales
Colombia y Perú. Sólo a partir de la fase Chimú se comenzó a usar el cobre arsenicado. El metal casi siempre sirvió para fabricar
8
objetos rituales o de prestigio, siendo pocos los artefactos utilitarios encontrados.

En los Andes, el punto de partida de este desarrollo tecnológico son las láminas de oro nativo asociadas a martillos y yunques de
piedra pulimentada descubiertos en el departamento de Apurímac, concretamente en Huayhuaca, datados en el 1800 a. C. Sin
embargo, la primera gran cultura metalúrgica del continente fue la de Chavín de Huantar, que, desde, al menos el 800 a. C. elaboraba
objetos de oro en forma de placas martilleadas y repujadas. Incluso llegó a unir varias placas para formar estatuillas de chapa de oro.
Más tarde, en torno al siglo IV a. C. la cultura Moche incorporó la plata y el cobre ya refinado a partir de la malaquita y otros
carbonatos cupríferos; la metalurgia se enriqueció notablemente con nuevas técnicas, como el repujado en caliente. la incrustación de
gemas y, en especial el baño de plata y el baño de oro: el baño de plata consistía en sumergir un objeto de cobre en una solución de
plata pulverizada y sales corrosivas, el cobre reaccionaba ionizándose y absorbiendo parte de la plata, posteriormente se calentaba el
objeto para mejorar la adherencia y se bruñía para darle brillo. El baño de oro consistía en calentar un objeto de cobre con polvo de
oro hasta su oxidación, esta implicaba la absorción del polvo de oro, pero después era necesario retirar la capa externa, oxidada, por
medio de ácido, para que el oro saliese a la superficie, después se bruñía, también. Un excelente ejemplo de las capacidades
metalúrgicas mochicas son las más de 400 joyas halladas en la tumba del Señor de Sipán. Hay noticias, asimismo, de que los
mochicas usaban, a menudo, para utensilios prácticos, un cobre con un fuerte contenido en arsénico.

Colgante Tairona de oro


a la cera perdida. S. X-
XV, Colombia.

No se conoce con seguridad cuándo y dónde apareció el bronce auténtico (aleación de cobre y estaño): unos investigadores creen que
su uso se inició en los Andes centrales, en el valle del Lurín en torno al año 850, mientras que otros aseguran que en la cultura
Tiahuanaco ya se usaba ampliamente. Se supone que se difundió rápidamente, de modo que antes del año 1000 ya se había
desarrollado su tecnología en toda la cordillera, desde Chile hasta Colombia. Para la época Inca el uso del bronce ya se había
generalizado.8

La llamada Zona Intermedia (entre Ecuador y Colombia) también tiene una antigua tradición en el trabajo de los metales, casi tanto
como la de los Andes. De hecho, allí se ubican los mayores expertos en aleaciones metálicas de la América precolombina: los
muiscas. Estos amerindios mezclaban plata, oro y cobre en diversas proporciones, pero la aleación más exitosa fue llamada tumbaga
(de cobre y oro, que añadía resistencia a las joyas, sin perder su apariencia áurea: los muiscas, habitantes de Colombia y Ecuador son
también los inventores delmoldeo a la cera perdida, en el primer siglo de nuestra era.

De entre todas las culturas precolombinas de la Baja Mesoamérica,26 destacan los


mixtecos, cuyo origen es tan antiguo que se sospecha que ya existían en el período
preclásico mesoamericano. Los mixtecos, además de conocedores de las técnicas
antes citadas, fueron inventores de otras como la soldadura, la filigrana, el
damasquinado, el chapado en oro..., en fin que su orfebrería era equiparable a la del
Viejo Mundo.27 Los mixtecos también eran expertos en la fundición de cobre y
conocían el bronce. Numerosos códices ilustran las técnicas de fundición y
reducción de estos metales.

Sin embargo, la metalurgia no alcanzó la importancia económica y social del Viejo


Mundo; aunque se elaboraron hachas, azadas, mazas, lanzas y otros objetos de
bronce, eran más bien raros y no mejoraron sensiblemente la productividad de la
Fundidor avivando el fuego mientras retira
mayoría de la sociedad ni la efectividad bélica de sus ejércitos. Incluso las mazas de
impurezas con un escoriador
guerra, que se fabricaban tanto en piedra como en bronce eran, a menudo, de (Códice de Medoza).
prestigio. Los cuchillos también solían ser ceremoniales. La tecnología usada para
fabricar estas joyas sólo estaba al alcance de las élites.

La metalurgia americana
Los americanos conocieron otros metales; por ejemplo, el platino y el hierro.

El platino lo usaron mezclado con el oro: aunque nunca consiguieron una auténtica aleación de estos metales dado
el alto punto de fusión del platino. El compuesto (oro blanco) se obtenía martilleando el oro con polvos de platino (a
menudo en caliente), hasta conseguir una pasta uniforme a la que se podía dar la forma y ornamentación deseada
(esta técnica sigue usándose a escala industrial con aleaciones que requieren elevadísimas temperaturas de fusión,
como el tungsteno o el titanio y recibe el nombre depulvimetalurgia).
El hierro sólo era conocido a través de meteoritos y era utilizado en forma de esquirlas, como si fuesen lascas, por
parte de los indígenas de América del Norte. Aunque el ejemplo más interesante es la explotación del meteorito
mexicano llamado «Descubridora» (en Charcas, San Luis Potosí), que aún conserva un trozo de cincel
precolombino de cobre clavado. Otro uso común del hierro precolombino es como colorante de cerámica, una vez
pulverizado y añadido antes de la cocción.
La conquista española de América se explica en buena medida (aunque no única, ni siquiera principalmente) por la diferencia
tecnológica que sitúa a la mayor parte de los pueblos precolombinosen estadios iniciales de la edad de los metales: pocos dominaban
la metalurgia del bronce y ninguno la del hierro. A efectos materiales su utillaje se mantenía en la Edad de Piedra,28 pero, como es
sabido, desde el punto de vista cultural sociedades como la inca, maya o mexica habían desarrollado estructuras sociales y políticas
muy complejas, tenían un carácter totalmente urbano y mantenían sistemas de registro (escritos o de otro tipo), por lo que no deberían
ser estudiadas como prehistóricas.

Contextualizando la Edad de los Metales


Aunque la metalurgia haya sido ampliamente definida como un gran avance en el proceso civilizador del ser humano, lo cierto es que
en sus primeros momentos, durante el Calcolítico, no fue más que una innovación tecnológica relativa. esta se inscribiría en un
conjunto de procesos de cambio que se produjeron a partir del V milenio a. C. en el Mediterráneo oriental y que, todos juntos,
provocaron la denominada emergencia de las primeras sociedades complejas. Entre ellos estarían, además de la metalurgia, la
intensificación de la producción, nuevos modelos de ocupación del territorio, la especialización artesanal, el incremento de los
intercambios y la estratificación social.9

Para Renfrew y Chapman la complejidad social fue el resultado del incremento y diversificación de la producción y los
intercambios. Gracias a éstos se generalizó el uso de la rueda y del carro por Europa central y occidental. La metalurgia del cobre se
extendió a la par que el vaso campaniforme. Así, la uniformidad y extensión de los fenómenos campaniforme, cordado y globular
suele ser interpretada como resultado del comercio a larga distancia.29 Todos estos cambios provocaron el paso del modo de
producción doméstico neolítico (autárquico) a una serie de economías integradas (interdependientes), dirigidas por jefes estables,
que ejercían la coerción para apropiarse de los excedentes de las comunidades, que en el área mediterránea llegaron a alcanzar niveles
considerados como proto-urbanos. A estas sociedades se les ha dado el calificativo de pre-estatales.30 31 Asimismo, el carácter
transformador de la metalurgia probablemente debió incidir en las mitologías calcolíticas generando divinidades demiúrgicas y la
estratificación social se debió reflejar también en unos panteones más jerarquizados, regidos por deidades masculinas y guerreras,
que desplazaron a las diosas madre neolíticas.31

La mayoría de los investigadores admite que la metalurgia pudo haber sido inventada en varios puntos del planeta diferentes y en
periodos distintos. La necesidad de materias primas estimuló la exploración del mundo e incrementó el intercambio de mercancías e
ideas entre gentes de lugares remotos.

Pero esto se produjo a partir de la implantación del bronce, cuando la presión comercial provocó una mayor complejidad y extensión
de las redes de intercambio, que incluían el estaño atlántico, el ámbar báltico y la sal centroeuropea. La generalización de
comunidades con estructuras altamente jerarquizadas es simultánea a la aparición de armas, elementos específicamente creados para
la guerra. A la vez desaparecieron progresivamente el vaso campaniforme y el megalitismo, así como los usos funerarios
correspondientes.4

Línea del tiempo de la Edad de los Metales en el Viejo Mundo

Véase también
Historia de la Orfebrería

Referencias
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10. El cobre ibérico era rico en arsénico, por lo que fue
C=Si).
muy apreciado en todo el Mediterráneo antiguo.
2. Fullola, Josep Mª; Nadal, Jordi (2005). «Introducción a
11. No hemos puesto ejemplos de la dureza del hierro en
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la tabla porque, a diferencia del cobre o del bronce, es
Barcelona (primera edición) (Ed. UOC). p. 172.
muy sensible a la corrosión, siendo virtualmente
ISBN 84-9788-153-2.
imposible hacer estudios adecuados, ya que la
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educacion.es/w3/eos/MaterialesEducativos/mem2001/ con experimentos de arqueometalurgia o extrapolar
huellas/origenes/metal/010quees.htm). Instituto de datos de objetos más recientes. Por ejemplo, el hierro
Tecnologías Educativas. Consultado el 19 de fundido, pero sin forjar (arrabio) es muy quebradizo y
septiembre de 2010. oscila entre 80 HB y 120 HB, está por tanto, por
4. Fullola, Josep Mª; Nadal, Jordi. Introducción a la debajo del bronce. Sin embargo, un hierro bien forjado,
prehistoria. La evolución de la cultura humana. con la cantidad adecuada de carbono, y bien
pp. 184-185. laminado, puede alcanzar los 300 HB (de hecho las
5. «La Caixa saca de un largo olvido al enigmático famosas espadas medievales de Damasco tenían una
pueblo tracio» (https://archive.is/20120628205729/htt dureza que iba de los 250 HB a los 325 HB, según
p://terranoticias.terra.es/articulo/html/av2492067.htm) . diferentes estudios). Los metales de hoy día tienen
Terra. Archivado desde el original (http://terranoticias.t una dureza controlada: pueden obtenerse desde
erra.es/articulo/html/av2492067.htm)el 28 de junio de aceros ligeros de 120 HB, hasta los que suelen usarse
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Antiguos imperios orientales). ISBN 84-7461-659-X. púrpura, el wootz se vuelve extraordinariamente dúctil;
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hierro, la mayoría de los cuales se usaban como [http://mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/filosofia_y_humanida
símbolos de prestigio, ofrendas o regalos, y no para des/vitale/obras/sys/epo/g.pdf Versión en PDF]]] |isbn=
incorrecto (ayuda). Páginas 17-18.
herramientas o armas en cantidad suficiente como El cronista y religioso español Bernardino de Sahagún,
para marcar diferencias respecto al bronce. reconoció que «los mixtecas no sólo fueron los
mejores orfebres de América sino que ningún otro
19. El metal templado es elástico y resistente a la pueblo los superó en el mundo». Otro religioso
deformación, pero no se puede doblar, por tanto, español, Toribio de Benavente "Motolinía", explicaba
sometido a demasiada tensión se quiebra; por el asombrado que los artesanos mixtecas que trabajaban
contrario, si el hierro se deja enfriar lentamente es más para los aztecas eran capaces de «fundir un pájaro
flexible y menos frágil, puediendo deformarse y con cabeza, lengua, patas y alas móviles y colocar
abollarse, sin partirse. Los herreros decidían, según la cualquier bagatela en las alas, de modo que parecía
función del objeto a fabricar, si necesitaba ser danzar» (Knauth, Percy, op. cit., 1975, página 139)
templado, o era más útil sin templar. 28. Se han hecho comparaciones entre el armamento de
los conquistadores españoles y los indígenas
americanos, algunos con interesantes resultados. Mundo. pp. 16-19.
Aunque sea un caso muy específico, es interesante la 31. Fullola, Josep Mª; Nadal, Jordi. Introducción a la
lectura del artículo sobre las mazas precolombinas de prehistoria. La evolución de la cultura humana.
la región de los Andes por lo completo de sus datos y pp. 174-177.
por lo esclarecedor de ciertos aspectos: Ponce,
Ernesto (2002). «Mazas prehispánicas de metal: sur
del Perú y extremo norte de Chile» (http://www.scielo.c
l/scielo.php?pid=S0717-73562002000200005&script=s
ci_arttext#fig1) (Chungará, Revista de Antropología
Chilena, Volumen 34, Nº 2, julio de 2002. Páginas 215-
223 edición). Arica, Chile: SciElo. ISSN 0717-7356 (https://
www.worldcat.org/issn/0717-7356). Consultado el Acceso a
la página desde el 11 de noviembre de 2006.
29. Delibes, Germán; Fernández-Miranda, Manuel. Los
orígenes de la civilización. El Calcolítico en el Viejo
Mundo. pp. 8-9,14,20.
30. Delibes, Germán; Fernández-Miranda, Manuel. Los
orígenes de la civilización. El Calcolítico en el Viejo
Mundo. pp. 16-19.

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobreEdad de los Metales.
Tras las huellas de nuestros orígenes: La Edad de los Metales (Instituto de Tecnologías Educativas, Ministerio de
Educación de España).
Textos académicos sobre metalurgia en Mesoamérica

Prehistoria del Viejo Mundo


Edad de Piedra Edad de los Metales
Mesolítico Edad del Cobre Edad del Bronce
Edad del
Paleolítico Epipa- Neolítico (excepto África (excepto África Hierro
leolítico subsahariana ) subsahariana )
Paleolítico Paleolítico Paleolítico
inferior medio superior

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