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El budismo
Q
Se comprende ya que esta imprecisión se debe
ue el budismo es difícil de definir se com- esencialmente a la naturaleza misma del budismo.
prueba en el mismo momento en que uno Por un lado, no está estructurado en una institu-
quiere contar sus adeptos o fijar sus límites geográ- ción, en una iglesia con sus fronteras dogmáticas,
ficos. Las estadísticas oscilan entre los 250 y los 551 sus jefes, su jerarquía, su credo y su capital. Hay
millones, casi el doble. Si es relativamente fácil comunidades budistas con sus ritos propios. Y hay
contar los budistas de Bengala del norte, de Ceilán, corrientes y sectas budistas. Hay budistas con prác-
de Birmania o de Tailandia, la cosa es mucho más ticas y hasta con creencias diferentes. Pero no hay
delicada cuando se habla del Tibet y casi imposible una iglesia budista.
cuando se piensa en China o en el Vietnam.
En efecto, el budismo, en especial el del «Gran • Religión o sabiduría
Vehículo» \ tiene unos contornos poco definidos.
Además, está íntimamente entrelazado con el con- Por otra parte -y aquí está la explicación de lo
fucianismo 2 y con el taoísmo 3 , hasta el punto de que hemos dicho—, se puede incluso preguntar si hay
una religión budista. Apenas puede decirse que sea
una doctrina. La de Buda* sería más bien la de que
1 no lo es. Se trata sobre todo, como en el caso del
Budismo popular, cf. p. 77.
2 hinduismo, en el que se inspira, de una mentalidad
Confucianismo: doctrina del sabio Confucio (551-479 a. C.).
Se basa en la virtud, es decir, en el respeto al puesto justo que profunda que impregna a la vez la visión del m u n d o
cada uno ocupa en la sociedad. y el comportamiento cotidiano a lo largo de toda
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Taoísmo: doctrina atribuida a Lao-Tsé (o Lao-Tseu, autor una existencia dedicada a la nada. Hay una sabidu-
presunto del libro que lleva este nombre, sin duda del siglo III a.
C.). Su principio es el «tao», unidad primordial del ser, que unifi-
ca los principios opuestos del «yang» (activo) y del «yin» (pasi-
vo). La sabiduría está en el reposo de la sumisión al destino. 4
Rama del hinduismo: culto a la energía femenina.
a) El fundamento:
3. La doctrina el sufrimiento universal
¿Qué es lo que dice entonces esta boca secreta? Tal es la iluminación de las cuatro santas verda-
¿Cuál es el credo budista? Está contenido en el «Ser- des. El budismo descansa en este fundamento, en
món de Benarés», que provocó la conversión de los esta constatación que marca el comienzo del Ser-
cinco primeros monjes budistas. Se le llama gene- món de Benarés: «El nacimiento es dolor, la vejez
ralmente las «cuatro santas verdades». Pero, antes es dolor, la enfermedad es dolor, la muerte es dolor,
de penetrar en su expresión y en su estudio, quizás la unión con lo que uno no a m a es dolor, la separa-
haya que precisar la noción de credo budista. ción de lo que uno a m a es dolor, no obtener lo que
uno desea es dolor».
En efecto, en el budismo no se trata ni mucho
menos de un «creo en Dios». Al contrario, se podría Este descubrimiento es la base de las cuatro san-
decir que el budismo es una religión atea, o por lo tas verdades. Responden a las cuestiones esenciales
menos agnóstica l 5 . Esta afirmación significa, en de la filosofía: «¿Qué es el ser? (la cuestión ontológi-
primer lugar, que Buda no es sobre todo un profeta ca). ¿De dónde viene el sufrimiento? ¿Y cómo li-
como Jesús o Mahoma. No anuncia a Dios. No lo brarse de él? (la cuestión ética)».
revela. No pretende nunca hablar en nombre suyo.
El budismo no es ni Evangelio ni Corán dictado por • Primera verdad: el «yo» no existe
Dios.
La revelación de Buda es precisamente que no Es la «primera verdad». El ser no es más que un
hay verdad revelada. No hay ningún dios que hable ensamblaje momentáneo y fugaz de elementos efí-
por labios de Buda. Lo que él predica no es ni el meros. «Yo pienso, luego existo», dice Descartes,
mensaje de dios, ni la salvación de las almas, sino la basando la realidad del ser sobre el sujeto pensante.
Para Buda, por el contrario, no hay «yo», sino sola-
mente un conjunto de cinco elementos: el cuerpo,
las sensaciones, las representaciones, las formacio-
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nes y el conocimiento. Ninguno de estos elementos
También Jesús fue representado por sus primeros discípu- constitutivos del yo es el «yo». Para toda religión,
los bajo el signo de un pez, jugando con el sentido de ichthys; en
el islam, la letra nün representa también el pez de Jonás y sim- incluido el hinduismo, el ser es un cuerpo habitado
boliza por tanto la resurrección. por un alma, una chispa de lo divino. Para el budis-
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Para el agnóstico, lo absoluto quizás existe, pero jamás es mo, el ser se reduce a una simple apelación. Yo es
accesible al espíritu humano. solamente el nombre que le damos a esta unión pro-
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Hay una semejanza de fondo y de forma entre estas reco-
mendaciones y la oración de Francisco de Asís: «Haz que no
busque tanto ser consolado como consolar».
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¿No hay también un parentesco entre esta historia y la
parábola del hijo pródigo? (Le 15, 11-32).
Junto con esta doctrina de la posibilidad de analogías que vinculan a los diversos fenómenos del
compartir el karma 19 , el Gran Vehículo deifica pro- mundo en un todo único. Y utiliza esas analogías
gresivamente a Buda. Este se convierte en una espe- para alcanzar lo absoluto y actuar sobre el univer-
cie de dios trinitario. Habría tres Budas: el Buda so.
humano, histórico; el Buda divino, que dejó la tie- El budismo tántrico, de hecho, tiene poco que
rra y entró en el nirvana; y el Buda cósmico, absolu- ver con la doctrina de Buda, pues reposa más bien
to, ley y verdad del universo. en los ritos.
- ¿ N o ocurre algo parecido con Jesús, hijo de Se trata, o bien de la recitación de mantras*,
Dios por los caminos históricos de Palestina, hijo unas como fórmulas mágicas capaces de unir con lo
resucitado sentado a la diestra de su Padre y señor absoluto y de salvar al que las pronuncia, o bien de
de los siglos?-. un yoga reducido a ejercicios físicos, especialmente
Más tarde, muchos budas y bodhisattvas se fue- respiratorios.
ron añadiendo al panteón mahayanista. Rojos o Es finalmente el erotismo sagrado, en donde se
blancos, brillan en el cielo y pueblan los templos enseñan las diversas posturas del amor carnal como
bajo diversas formas: loto, dragón, pavo real... Pre- el mejor método para entrar en la perfección divina
siden la meditación, guían y protegen a los hom- del conocimiento absoluto. Basadas en ciertas
bres. creencias hinduistas en las diosas y en sus energías
Igualmente, muchos pensadores han expresado (shakti)*, estas prácticas buscan la bienaventuran-
diversos aspectos del budismo mahayanista. Los za simbolizada en la unión de los principios mascu-
mayores han sido sin duda: Nagarjuna, en el siglo I lino y femenino.
de nuestra era; Asanga, en el siglo V; Sanditeva, un - ¿No se dice «conocer» para hablar de la unión
poeta del siglo VII, cantor de la «gran piedad». Este sexual? ¿ Y n o se habla del «séptimo cielo» para in-
último, por ejemplo, ha escrito: «El que quiera sal- dicar el éxtasis carnal?-.
varse rápidamente a sí mismo y a los otros debe
practicar el gran secreto: la interversión del yo y del Los chinos acogieron tanto más fácilmente esta
otro... forma de tantrismo (el shaktismo) cuanto que vie-
ron en ella la unión de los principios masculino y
El que impone a otro la tarea de trabajar para sí femenino, el yang y el yin. Los indios veían en él la
tendrá como retribución la esclavitud; el que se im- penetración del rayo (vajra) en el loto (padma).
pone la tarea de trabajar por el otro tendrá como
recompensa el poder. Se comprende que este simbolismo mágico está
muy lejos, por no decir que es todo lo contrario, del
Todos los desgraciados, lo son por haber busca- budismo, incluso en su versión vulgar.
do su propia felicidad; todos los que son felices, lo
son por haber buscado la felicidad de los demás...».
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Sinizado: transformado por la cultura y la mentalidad chi- El budismo llegó a Europa tras la huida de los
nas. lamas tibetanos de la persecución comunista. Tam-
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La «escuela del país puro» de Amitabha, un buda del siglo bién ha sido el budismo tibetano el que entró en
I; la «escuela de la meditación» de Bodhidharma (siglo VI); la España, traído por el venerable Akong Rimpoche,
«escuela de los secretos» (siglo VIII). que en 1977 abrió un centro en Barcelona. Existe
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Religión primitiva del Japón, que mezcla el culto a la natu- otro pequeño grupo del budismo tibetano en Monó-
raleza con el de los antepasados, pero que explotó en numerosas
sectas... var (Alicante) y algunos focos en Andalucía, que han
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Agrupa a dos escuelas ligadas también a la mística, del adquirido gran notoriedad tras la aparición del ni-
paraíso de Buda Amitabha (Amida-Butsu en japonés). ño-lama.