Professional Documents
Culture Documents
Trabajo Práctico
Juicio por Jurado, Ventajas y
Desventajas
Profesor Titular:
Alumno: Gabriel González
DNI:
2018
1
Introducción
En el momento actual, es un lugar común decir que la eficacia del sistema judicial
argentino se halla en franca decadencia. Huelga expresar que las consecuencias de
una administración de justicia deficiente, se traducen en innumerables situaciones.
En este trabajo se intentará abordar cuáles son los argumentos más habituales
que se esgrimen a favor y en contra de la institución del juicio por jurados,
2
Desarrollo
El inicio de este estudio nos lleva a preguntarnos por los orígenes del “juicio por
jurados”, con lo cual nos encontramos ante diversas opiniones: algunas se lo
atribuyen a las antiguas leyes romanas, y otras lo hacen derivar de los escandinavos
y / o los anglosajones.
Pero en todas las citas históricas que leamos, veremos que el fin del juicio por
jurados fue el de concebirlo como una institución jurídica de naturaleza procesal,
para preservar la paz social. Y que las características absolutas con que eran
inevitablemente revestidos los juicios penales en las naciones monárquicas, llevaron
a la creación de un instituto que fuese capaz de frenar estos abusos de poder.
Por un lado, Binder nos presenta al modelo «clásico»; según este, un grupo más
o menos numeroso de ciudadanos, legos todos ellos, que deliberan entre sí, según
las indicaciones que les dirige el juez profesional, determinan si la persona es
culpable o inocente (veredicto de culpabilidad) y luego, sobre la base intangible de
ese veredicto, el juez profesional determina las consecuencias legales de la acción
culpable o inocente. La decisión dentro de este modelo es conjunta. Este modelo
(anglosajón) es el que encontramos en países como Inglaterra, Escocia, Gales,
Estados Unidos, Canadá Noruega, Australia o España.
1
La posición de Escabino en diferentes momentos y lugares, tuvo varios significados:
En París en el siglo XVII, el término "Escabino" designaba a un magistrado. En el Antiguo Régimen,
el preboste de los comerciantes-jefe de la municipalidad de París, encargado de abastecer a la ciudad
3
Y por último, tenemos el modelo «mixto», el cual toma cosas de los dos sistemas
de jurados tradicionales (es decir, del modelo anglosajón y del modelo escabinado).
Consiste en que los jurados deliberan solos, sin los jueces. Si el veredicto es de
absolución, se decreta esta y en su caso se libera al reo; en tanto que si es de
condena, los jurados se tienen que reunir con los jueces para decidir la extensión de
las penas.
de obras públicas, la recaudación de impuestos y controlar el comercio fluvial fue ayudado por cuatro
escabinos.
En Lyon y Marsella, Escabino correspondía al actual concejal de un ayuntamiento.
En Bélgica y Luxemburgo, en la actualidad, los escabinos son miembros de la representante del órgano
colegiado electo de un municipio, así como las funciones legislativas y ejecutivas, actuando como
auxiliares de la burgomaestre
4
Estados que integraron posteriormente los Estados Unidos. (Kalven, Harry, Jr. y
Zeisel, Hans, 1966)
Así lo confirma Jorge Horacio Gentile ( “El juicio por jurados y la democratización
del poder judicial”), ya que “nuestra Constitución desde 1853; apartándose del
proyecto de Juan Bautista Alberdi, y siguiendo los redactados en la Soberana
5
Asamblea del Año XIII: del 27 de enero (Art. 151), de la Comisión ad hoc (Capítulo
21 al 23) y al de la Sociedad Patriótica (Art. 175); al proyecto de Constitución
monárquica de 1815 (Art. 12); a las Constituciones de 1819 (Art. CXIV) y 1927 (Art.
125) y a los proyectos de Pedro de Angelis de 1852 (Art. 125) y de José Benjamín
Gorostiaga (Art. 62); establece que “ El Congreso promoverá la reforma de la actual
legislación en todos sus ramos, y el establecimiento del juicio por jurados” (Art. 75
inciso 12). También expresa que “Todos los juicios criminales ordinarios, que no se
deriven del derecho de acusación concedido a la Cámara de Diputados se
terminarán por jurados luego de que se establezca en la República esta institución”
(Art. 118). La reforma del año 1949 suprimió estas disposiciones; la de 1994 no las
derogó, ni se introdujo modificación alguna en este texto, solo se estableció el
cambio de nomenclatura, por lo que actualmente encontramos mencionado al juicio
por jurados en los artículos 24, 75 inciso 12 y 118 respectivamente, los cuales, como
afirman Hendler y Cavallero, “nunca lograron operativizarse en nuestro sistema
judicial”.
Por otra parte, tenemos el art. 75, inc. 12 , determina, como una atribución del
Congreso, lo siguiente: “Dictar los códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del
Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos unificados o separados, sin que tales
códigos alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los
tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas cayeren bajo
sus respectivas jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda la Nación
sobre naturalización y nacionalidad, con sujeción al principio de nacionalidad natural
y por opción en beneficio de la Argentina; así como sobre bancarrotas, sobre
falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que
requiera el establecimiento del juicio por jurados”.
En relación con las atribuciones del Poder Judicial, el art. 118 reza lo siguiente:
“Todos los juicios criminales ordinarios, que no se deriven del despacho de
acusación concedido en la Cámara de Diputados se terminarán por jurados, luego
6
El mismo art. 118 de la CN expresa: “todos los juicios criminales ordinarios (…)
se terminaran por jurados, luego que se establezca en la Republica esta institución”,
analizando detenidamente el artículo, el constituyente dejó a prudencia y elección
del legislador la fundación del sistema, es decir, sin imponerle un término para su
regulación.
Son varias las razones para argumentar a favor del juicio por jurados. Dentro de
las ventajas se podrían argumentar las siguientes:
No hay nada por encima del pueblo: Si bien estamos en una sociedad
altamente "estratificada", con variantes en todos sus sectores, todavía se
sigue concibiendo al "pueblo" como un compartimento estanco, o que se
mueve muy lentamente, entonces se lo posiciona en un sitio de absoluto
poder en aquellas cuestiones para las que es llamado. Si los hechos son
juzgados por ciudadanos comunes, sin conocimiento legal o funciones
judiciales, se permite que representantes de toda la sociedad, como
mandatarios de aquella, definan el futuro de un sujeto que, al cometer un
delito, ha causado un daño a la paz y convivencia ciudadana. ¿Qué mejor
que representantes de la sociedad para juzgar sobre un daño a ella
ocasionado?
Julio Maier (2004) dice que el fundamento político cultural del Juicio por
Jurados reside en la decisión de que la justicia penal no puede quedar solo
en manos del Estado (autor del proyecto modelo para América Latino).
- Participación ciudadana
- Inmediación
- Apreciación y valoración social que aportan
- Imparcialidad procedente de ser juzgado por pares
- Independencia del Poder Judicial
Presiones sobre el jurado: Esto no es tanto una crítica el juicio por jurados en
sí, se trata más que nada de una posible desventaja derivada de su
implementación práctica. Se prevé que los integrantes del jurado estén
alejados de toda presión o incentivación, su deliberación deberá ser en
recinto cerrado, inviolable, bajo pena de nulidad del juicio, también que el voto
de cada integrante será inmediatamente destruido luego de, obviamente, su
presentación ante el juez. Si no se articula un mecanismo de prevención y
protección a los jurados, que funcione bien, el sistema no tiene razón de ser.
El pueblo no sabe: Esta quizás sea la crítica con menos asidero de todas.
Por un lado, para evitar toda relación entre el jurado y una posible parcialidad,
se destierra a los profesionales jurídicos (entre otros) de la integración
potencial de un jurado. Sin embargo, la ley dispone que el juez hará saber a
los integrantes aquellas circunstancias agravantes o atenuantes que recaigan
sobre el procesado, utilizando un lenguaje claro y asequible. Nuevamente, se
produce una merituación poco precisa, pues el lenguaje claro dependerá del
destinatario final del mensaje. Si un jurado no comprendió lo que se le ha
querido decir, no ha manifestado nada y luego vota ¿habrá alguna posible
nulidad derivada de tal circunstancia?
Conclusión
Para resolver algo tan delicado, juzgar los hechos, se debe estar incólume,
presto a ofrecer valores como la objetividad e imparcialidad en cuanto a la
evaluación de los hechos.
A pesar de los interrogantes, la base está en pensar al juicio por jurados como la
opción más benigna a la crítica que tiene hoy nuestro proceso penal, y es la de
aplicar sentencias arbitrarias, si bien fundadas, decididas solo por uno o varios
jueces profesionales en el tema, descartando de llano la posibilidad de una opinión
de la sociedad sobre lo decidido.
A nuestro país aún le faltan años de experiencia en la materia, pero aplicar hoy
un juicio por jurados puede favorecer la participación popular en la administración de
justicia, ayudando a mejorar la percepción social de la misma, ejerciendo un efecto
educativo en la comunidad, a cuyo resultados pueden resultar muy útiles los medios
masivos de comunicación social, permitiendo aflojar las tensiones generadas en el
seno de la sociedad, poniendo al debate oral en el centro de la escena.
15
Referencias
Aires. Ad-Hoc.
Gentile, Jorge Horacio. “El juicio por jurados y la democratización del poder
y-la-democratizacion-del-poder-judicial.html
Kalven, Harry, Jr., Y Zeisel, Hans. (1966) “El juicio por jurados”.
docs%20generaux/Diccionario%20de%20Ciencias%20Juridica
20Politicas%20y%20Sociales%20-%20Manuel%20Ossorio.pdf
16
Maier, Julio B. J. (2004) “Derecho procesal penal”. Buenos Aires: Del Puerto.