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TEMA: MUERTE.
DECLARCION DE MUERTE PRESUNTA.
RECONOCIMIENTO DE EXISTENCIA.
LIMA – PERU
2018
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INTRODUCCION
A diario son muchas las personas que fallecen y son enterradas en los distintos cementerios que
existen en nuestro país.
En la actualidad el trámite que tienen que hacer las personas para registrar una defunción es
muy sencillo. Pero como fue antes?... Cuantas personas ya fallecidas siguen figurando vivas en
el RENIEC?.... Y porque no fueron registradas?.... En la mayoría de casos, los familiares no
inscribieron la respectiva defunción, esto debido a que ignoraban como era el trámite, en
especial de aquellas personas que al fallecer tuvieron que ser derivadas a la Morgue. A todas
estas interrogantes se trata de dar respuesta a través del presente trabajo de investigación.
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Índice
CAPITULO I
Evolución Histórica De La Muerte…………………………………………………………. 04
1.1 La Concepción de la Muerte en la Edad Antigua
1.2 La Concepción de la Muerte en la Edad Media
1.3 La Concepción de la Muerte en la Edad Moderna……………………………………05
CAPITULO II
El Problema De La Muerte: Diversas Concepciones……………………………………….. 06
2.1 Concepción Biológica
2.2 Concepción Antropológica: La muerte como proceso cultural
2.3 La muerte como fenómeno social…………………………………………………… 07
2.4 Concepción Médica
2.5 Concepción Jurídica
2.6 Hipótesis: Concepción Integral de la Muerte……………………………………….. 08
CAPITULO III
Diferencia Entre Muerte Cerebral, Estado De Coma Y Otros Estados Similares…..……… 11
3.1 Estado de Coma
3.2 Muerte Cortical
3.3 Muerte Encefálica o Cerebral
CAPITULO IV
Muerte Natural……………………………………………………………………………… 12
CAPITULO V
Historia De Los Hechos Vitales En El Perú………………………………………………… 14
5.1 Durante el Virreinato del Perú
5.2 Inicios de la República del Perú
5.3 Época
contemporánea………………………………………………………………………………. 15
CAPITULO VI
Registro Nacional De Identificación Y Estado Civil - (RENIEC)..…………………………. 16
Funciones Del RENIEC…...………………………………………………………………… 20
CAPITULO VII
Proceso De Certificación De Defunción...…………………………………………………... 21
CAPITULO VIII
Declaración De Muerte Presunta…………..………………………………………………... 26
8.1.- Definición.
8.2 Desaparición………………………………………………………………………….. 30
A) Definición.
B) Declaración de desaparición
C) Interesados en la declaración de ausencia.
D) Efectos que produce la declaración de desaparición.
8.3 AUSENCIA………...………………………………………………………………… 32
A) Concepto
B) Definición
C) Declaración judiciales de ausencia
D) Efectos de la declaración judicial.
CAPITULO IX
Jurisprudencias………………………………………………………………………………. 34
CAPITULO X
Reconocimiento De
Existencia……………………………………………………………………………………. 37
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CAPITULO I
Evolución Histórica De La Muerte
En Grecia
El mito nos dice a la letra: “En la mitología griega, Tánatos (en griego Θάνατος Thánatos,
‘muerte’) era la personificación de la muerte no violenta. Su toque era suave, como el de su
hermano gemelo Hipnos, el sueño. La muerte violenta, por el contrario, era el dominio de sus
hermanas amantes de la sangre, las Keres, asiduas al campo de batalla. Su equivalente, en la
mitología romana era Mors. Era una criatura de una oscuridad escalofriante, hijo de Nix, la noche,
y gemelo de Hipnos. Se decía que ambos hermanos discutían cada noche quién se llevaría a cada
hombre, o que el Sueño anulaba cada noche a los mortales en un intento de imitar a su hermano
mayor”.
En Roma
En Roma, la muerte resulta ser “el factum biológico con ineludibles consecuencias jurídicas,
influyen la capacidad jurídica del hombre extinguiéndola por completo, por ello, el Sujeto de Derecho
llamado Persona Física que ya no existe, no podrá ser en lo sucesivo reconocida con aptitud para ser
sujeto de una relación jurídica y por la misma razón no podrá realizar en el futuro actos jurídicos
eficaces”.
En esta época, se creía que la muerte se presentaba como un hecho “antinatural”, es decir, que la
muerte era un mal que se sufría y que en sí misma, ésta carecía de sentido, por cuanto constituía el
opuesto a la vida.
Sin embargo, también podemos decir que la muerte puede ser considerada como un hecho
natural en tanto todos los días hay personas que fallecen a diario, porque nuestros cuerpos se
desgastan, siendo esto percibido de manera natural por nuestra conciencia. Esto es una paradoja que
conviene descifrar, tal y como nos lo argumenta José Ángel García Cuadrado.
Tomás de Aquino nos da dos afirmaciones sobre la muerte: “La muerte es la privación de la vida”
y, por otro lado, “la muerte es la separación del alma y del cuerpo”. Así, podemos apreciar un doble
concepto: privación y separación. Con esto podemos deducir que la unidad sustancial de la persona
humana se pierde dramáticamente en el momento de la muerte.
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CAPITULO II
El Problema De La Muerte: Diversas Concepciones
Tal y como nos lo dice el Diccionario Ilustrado de Términos Médicos, la muerte es el “cese de la
vida indicado por la ausencia de latido cardíaco o respiración”. Sin embargo, esta concepción de
muerte biológica, o “celular” como la llaman algunos actualmente, queda totalmente desfasada ya
que ésta da por entendido que la muerte de este tipo se da de manera instantánea, cuando ésta es
resultado de todo un proceso. Así, la persona puede haber sido declarada muerta, pero existen
células como las de las uñas y de los cabellos, que siguen creciendo en el cadáver, continuando una
vida independiente, diferente a la del organismo antes existente.
Tal y como lo expresa Espinoza, la muerte biológica o celular puede ser entendida como “aquella
que se determina con la cesación definitiva de todas las células del cuerpo humano, ya sea por
descomposición, putrefacción, o simplemente porque dejan de existir”. En la misma línea, Tobías nos
dice que la muerte, biológicamente hablando, “el pasaje de la vida a la muerte no constituye un
fenómeno instantáneo o de un momento, sino algo que sucede de manera gradual”, es decir, un
proceso con fases sucesivas, ya que “cesan de vivir singularmente en un orden gradual que depende
de la resistencia de cada grupo de células a la falta de oxígeno. De aquí, se desprende lo que
afirmamos anteriormente sobre las células del cabello y de las uñas.
Para partir en una concepción antropológica de la muerte tendríamos que definir en primer lugar
sobre lo que es la religión, pero tomando a esta última como un sistema de creencias (creencias y
prácticas).Como afirman muchos antropólogos esto surge de acuerdo a diversos niveles de
espiritualidad que existe en diversas culturas, para dar explicación a diversos fenómenos, uno de los
que afirman tal tesis es Tylor, que con el “animismo” trata de abarcar todas las forma de creencias en
seres espirituales y la división en dos clases principales: la “doctrina de las almas”, o idea de que los
seres humanos poseen un alma, que sobrevive a su muerte, y la “doctrina de los espíritus”, o idea de
que existen seres espirituales (personalizados); por eso, sabemos que todo esto es en relación con la
muerte y la creencia de que haya una existencia mas allá de esta, tomando en cuenta de que cada
cultura tiene sus propios seres animistas distintivos y su elaboración específica de su concepto de
alma. Para hablar de tal punto se hace necesario explicar que existen culturas como las que
creen que con la muerte la persona tienen dos o más almas, mientras que otros creen que todo esto
depende de cada individuo. Tomemos como ejemplo a los “jíbaros” del este de Ecuador (Harnes,
1982), quienes creen que con la muerte el alma abandona el cuerpo y experimenta una serie de
cambios, y es aquí donde se reconocen tres tipos de almas: una ordinaria o “verdadera”, una alma
arutam y una alma mursak.
También existieron culturas como las de los aztecas que tenían una forma muy peculiar de
rendirle culto a la muerte. "El pueblo mexicano tiene dos obsesiones: el gusto por la muerte y el
amor a las flores. Antes de que nosotros "habláramos castilla" hubo un día del mes consagrado a la
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muerte; había extraña guerra que llamaron florida y en sangre los altares chorreaban buena suerte."
(Carlos Pellicer)
Para los antiguos mexicanos, la oposición entre muerte y vida no era tan absoluta como para
nosotros. La vida se prolongaba en la muerte, y a la inversa. Esta afirmación de Octavio Paz, en su
conocido ensayo sobre el mexicano titulado “El Laberinto de la Soledad”, encuentra plena
confirmación en los testimonios escritos y arqueológicos que nos hablan de cómo los pueblos nahuas
concebían la muerte.
La muerte del hombre como destino final inexorable trasciende el mero proceso biológico para
plantear importantes repercusiones desde los puntos de vista antropológico, moral, filosófico, etc. Es
una situación ante la que la neutralidad o la indiferencia resultan muy difíciles.
Las relaciones institucionalizadas, los procesos de psicología social y los valores y actitudes
sociales, en el marco de los procesos de socialización, configuran una teoría social de la agonía. La
cultura de cualquier sociedad no puede evitar enfrentarse al fenómeno de la muerte, integrándolo
en un sistema de creencias, que tienen como finalidad ayudar al individuo enfrentarse a su destino.
Como todos los temas trascendentes y nucleares, éste ha sido, es y será objeto de manipulaciones
que buscan una utilidad para el grupo social donde se desenvuelve el hombre y tiene, en muchos
casos, la finalidad de consolidar la estructura social. Esta puede definirse como “la ordenación
permanente de la persona en relaciones definidas y controladas por normas o pautas de
comportamiento establecidas socialmente”.
La muerte clínica es la cesación total e irreversible de cualquier actividad del sistema nervioso
central, este último concepto es el que recoge el mayor número de adhesiones en la actual doctrina
médico-legal. La muerte clínica significaría el momento de la muerte para todos los efectos jurídicos,
a partir del cual es también posible practicar los transplantes de órganos.
Definiendo el instante de la muerte cabe preguntarse por el o los métodos adecuados para
cerciorarse del hecho de la muerte clínica. La doctrina nos presenta al respecto una pluralidad de
métodos, unos clínicos y otros instrumentales. Así, al método tradicional, al diagnóstico clínico de la
muerte, se añade en nuestros días la contribución del método electrocardiográfico y del método
electroencefalográfico. Este último, ofrecería, en el momento actual, la certeza de haberse producido
la muerte clínica. Como afirma un destacado jurista, “el inicio y simultaneidad de las condiciones
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requeridas para verificar el estado de muerte –coma profundo, ausencia de respiración espontánea-
requieren de una verificación de ininterrumpida continuidad por doce horas; pero la hora cero: es
decir, el momento de la muerte, no se ubica al final de la verificación, sino más bien en el instante en
el cual las circunstancias surgieron, con el indicado carácter de simultaneidad”. En todo caso, queda
abierto al futuro, con el desarrollo de la ciencia y tecnología, la posibilidad de que otros métodos mas
precisos y sofisticados puedan sumarse hasta los hoy conocidos y aplicados.
Problemas arduos de resolver, son aquellos vinculados con la determinación de la muerte clínica,
al menos en el caso de que la vida de la persona subsista solo en base a especializados aparatos de
reanimación. La doctrina, la legislación y la jurisprudencia debaten actualmente sobre las diversas
implicancias del tema.
El Art.108 de la Ley General de Salud. Ley N. 26842, del 20.07.97, establece que:
“La muerte pone fin a la persona. Se considera ausencia de vida al cese definitivo de la actividad
cerebral, independientemente de que algunos de sus órganos o tejidos mantengan actividad
biológica y puedan ser utilizados con fones de trasplante, injerto o cultivo.
Ninguno de estos criterios demuestra por diagnostico o corroboran por constatación de la muerte
del individuo, podrán figurar como causa de la misma en los documentos que la certifiquen”.
Recordemos que dentro de este orden de principios que el Art.5 de la derogada Ley de
Trasplantes de órganos y tejidos. Ley N.23415 antes de su reforma, indicaba lo siguiente:
“Se considera muerte, para los efectos que la presente Ley, a la cesación definitiva e irreversible
de la actividad cerebral o de la función Carpio-respiratoria. Su constatación es de responsabilidad del
médico que lo certifica”.
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La Ley N 24703, que modifico a la Ley N. 23415, describía a la muerte como “La cesación definitiva
e irreversible de la actividad cerebral”. La Ley N.28189, Ley General de Donaciones y Transplantes de
Órganos y/o tejidos humanos de 18/03/04, define a la muerte como “el cese definitivo e irreversible
de las funciones encefálicas”.
El código civil en sus Art. 15 y 16, protege la memoria o la declaración de voluntad en vida, de una
persona que ya falleció.
En relación con el Derecho de Familia, la muerte de uno de los cónyuges produce la disolución del
matrimonio. Con respecto a la muerte, el número art. 61 del código civil nos prescribe que:
Suele entre civilistas y penalistas una diversidad de conceptos entorno a la muerte, lo cual genera
no pocos problemas para los operadores jurídicos por ello creemos importante tener un concepto
unitario de muerte, tal y como lo señala Espinoza.
Tal y como nos lo dice el biólogo Nasif Nahle, para poder tener una definición de MUERTE,
tenemos que también tener una definición de lo que es VIDA. La vida no es un aliento divino, sino
una cualidad térmica de una restringida organización de la materia que no puede ser transferida,
infundida o introducida, sino continuada.
La vida solamente puede ser mantenida por las estructuras que se han derivado de estructuras
vivientes preexistentes. Así, la muerte siempre ocurre como un evento determinístico porque todos
los seres vivientes moriremos. Tal y como lo dijo el biólogo Nasif, estamos seguros de que Usted,
nuestros familiares, nuestros vecinos y nosotros, moriremos algún día. Los sueños sobre una vida
eterna son solo eso, sueños.
Sin embargo, no podremos considerar el concepto biológico para completar nuestra concepción
integral acerca de la muerte, ya que su complejidad, como hemos podido ver, nos ciñe en un campo
demasiado amplio como para explorarlo en un acápite como éste, que lo que busca es dar
concepciones que nos ayudarán a dilucidar como entenderemos nosotros el término “muerte”
cuando hablemos de éste. Por ello, nos centraremos en los demás conceptos para poder realizar una
integración de estos que nos ayude para efectos de explicar de lo que es la “muerte”.
Tal y como lo refiere Rico Lara citando al filósofo católico Karl Rahner: “El morir y la muerte son
temas obligados de la biología, la medicina, la filosofía, el derecho, la teología; temas que ninguna de
estas ciencias puede confiar despreocupadamente en cualquiera de las otras. Cada una de ellas tiene
su propio saber acerca del morir, y de la muerte, que no coincide de manera adecuada con el
concepto que las demás tienen de esta realidad, pero que tampoco les es indiferente”. En efecto, lo
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dicho por este filósofo, nos traslada a pensar que cada rama del saber que se preocupa del estudio
de lo que la muerte significa para la sociedad, desde distintos puntos de vista, tiene su mira puesta
en fijar un concepto de ésta; haciéndolo con las virtudes que posee cada una de dichas ramas, pero
también con sus defectos y limitaciones.
Así, podemos citar a Morales Godo, quien nos dice que “la muerte es uno de los hechos ciertos e
inevitables en la existencia del ser humano, ha sido objetote distintas nociones a través de la historia
y, en la actualidad, existen simultáneamente diferentes concepciones que es necesario comprender
para arribar a la noción jurídica de la misma”.
Por tanto, podemos decir, basados en la unidad de todos los conceptos que hemos desarrollado
previamente, que se tiene que llegar a una noción global de lo que muerte significa.
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CAPITULO III
Diferencia Entre Muerte Cerebral, Estado De Coma Y Otros Estados Similares
Es un síndrome y no una enfermedad en sí, ya que es provocado por alguna enfermedad, lesión o
daño cerebral que puede o no ser tratable, según sea el caso. El nivel de conciencia cerebral depende
de los grupos neuronales tronco encefálicos que forman el sistema reticular activador ascendente o
SARA y para que se produzca un estado de coma, la lesión o enfermedad tiene que afectar este
sistema de forma bilateral, es decir en los dos hemisferios y de forma extensa.
CAPITULO IV
Muerte Natural
Artículo 61.- Fin de la persona.
La muerte pone fin a la persona.
En realidad la muerte no solo pone fin a la persona sino a la vida humana (concebido y persona),
ella termina con la calidad de sujeto de derecho, por tanto –entre muchos otros efectos- se disuelve
el matrimonio y se transmite la herencia a los sucesores (Art. 660 C.C.).
a. Muerte Relativa.
Las funciones superiores del sujeto se suspenden por breve término.
b. Muerte Intermedia.
Paralización de las funciones superiores de manera irreversible, por lo que es imposible cualquier
reactivación.
La Ley, 28189, conocida como Ley General de Donación y Trasplante de Órganos y/o Tejidos
Humanos, define el diagnóstico de muerte y el concepto jurídico de “muerte”, veamos:
CAPITULO V
defunciones o estado civil, pues esta labor era ejercida por la Iglesia católica a través de las
parroquias, rigiéndose por el Derecho Canónico. La Corona Española mediante Real Orden
variando con el tiempo: en la época de la colonia la responsabilidad funcional era asumida por
la Iglesia Católica, a partir de los registros (partida de bautismo) en los libros parroquiales.
los Registros del Estado Civil, cuya gestión estaba a cargo de los gobernadores distritales. Al
establecerse las municipalidades mediante la Constitución peruana de 1856, son los alcaldes
provinciales y distritales los encargados de administrar y llevar los libros de Registro del
Estado Civil.
número de ciudadanos con los que contaba cada jurisdicción para efectos de los procesos
electorales. Con tal objeto, se creó un documento de identidad denominado libreta electoral.
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incorporando las oficinas de registro civil a sus estructuras orgánicas con la finalidad de
acopiar la información referida a los hechos vitales. Las Oficinas de Registro de Estado Civil
(OREC) así constituidas a nivel de todos los distritos del país, tenían el encargo de la
administración y custodia de los libros de registro civil, si bien (inclusive hasta la actualidad)
algunos pobladores de zonas apartadas continúan registrando estos actos en los libros
parroquiales. Con la finalidad de afianzar el sistema registral civil, en 1992 se crea el Sistema
Nacional del Registro del Estado Civil (Decreto Ley 26127). Si bien se reconoce la autoridad
de un ente rector – dependiente en ese entonces del Ministerio de Justicia -, las OREC seguían
crea el RENIEC y dispuso, en un plazo de tres años, la inclusión del personal y acervo
el país cuyas municipalidades aún cuentan con oficinas de registros civiles bajo su plena
modificatorios del estado civil. En 1995, mediante la Ley Orgánica del RENIEC se crea el
Nacional de Identidad (DNI) como cédula de identidad personal y documento exclusivo para
CAPITULO VI
En el capítulo XIII de nuestra Constitución Política, los artículos Nº 176 al 187, del Sistema
Electoral, señala que este se halla conformado por el Jurado Nacional de Elecciones, la
Civil.
divorcios, defunciones y otros actos que modifican el estado civil de las personas. Asimismo,
identificación de todas las personas naturales, así como la asignación de un código único de
En este proceso evolutivo, se han ido mejorando los procedimientos con el uso de modernas
de Identidad (DNI)
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sociedad y del Estado, por lo que el solo goce de las prerrogativas fundamentales y su
protección los convierte en sujetos de derecho. La ciudadanía incluiría, así, no sólo aspectos
políticos, sino también de desarrollo social e inclusión, comprendiendo no sólo a aquellos que
han alcanzado la mayoría de edad sino, en particular, también a los niños, niñas y
adolescentes, así como a todas las personas indocumentadas. La Constitución Política del
Estado señala también (artículo 2°) que toda persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a
cumplir por la sociedad. Si bien no se advirtió en RENIEC una definición explícita, se estima
que lo urbano marginal refiere a las personas que son atendidas en la periferia de las zonas
urbanas (barrios populosos) por los programas gratuitos, sean estos financiados con recursos
manera más específica debe señalarse que todo ser humano, en su interrelación con los demás,
tiene derecho a la identidad, vale decir, que la persona se reconozca a sí misma, se distinga de
las demás, presentándose para ello con un nombre y una identificación. Al respecto, RENIEC
nacimiento, entre otros datos generales de ley, que diferencian a un individuo de otro. Por otra
parte, la identidad dinámica será aquella que refiere al ámbito configurado por el patrimonio
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cultural, espiritual, político, religioso y de cualquier otra índole del individuo. Ahora bien,
derecho al nombre, en el Código Civil (Art. 19) se señala que el nombre es un derecho y un
deber. En efecto, el derecho al nombre es la facultad de toda persona a tener una designación
y los apellidos, con lo cual toda persona cuenta con un vocablo que la individualiza de los
demás (prenombre) y otro que destaca su filiación (apellidos paterno y materno). En este
finalmente, el DNI. El DNI es el único documento que debe ser solicitado por las autoridades
como medio de identificación. Por otra parte, el contar con un DNI permite al ciudadano
acceder a otros derechos, tales como la educación, los servicios de salud y otros programas de
carácter social y/o económico, así como optar por el ejercicio electoral y la participación
de identidad y, por ende, no goza de garantías para ejercer sus derechos a plenitud; se trata de
nacimientos (se manifiesta en el hecho que siendo menor de edad, carece de partida de
de edad con partida de nacimiento pero sin DNI; quienes perdieron sus actas de nacimiento
debido al deterioro o desaparición de los libros registrales; personas mayores de edad con
demás sectores sociales en la medida en que sufren exclusión social por su también acceso
de ser favorecidas por beneficios o servicios sociales que ofrezca el Estado, con lo cual su
desarrollo personal estará aún más restringido, así como el ejercicio de su ciudadanía. En este
contexto, la libreta electoral emitida a personas mayores de edad habría constituido más un
documento de sufragio que el interés efectivo del Estado por individualizar a las personas y,
indocumentados que existen aún en el país, cabe afirmar que en el pasado el Estado ha
concedido más importancia a los hechos electorales que a los hechos vitales de las personas,
dejando por tanto en segundo plano la identificación de éstas. Desde la perspectiva del
situación geográfica, las personas alejadas de los grandes centros urbanos acceden con
dificultad a las prestaciones del sector público en la medida en que no hay presencia
esfuerzo y un elevado costo el hecho de trasladarse hacia los lugares donde se encuentran las
distintas agencias del gobierno. Es muy frecuente verificar que dichas personas son no sólo
información relativa a los hechos vitales y actos civiles de las personas, es decir, conocer
cuántas personas nacen, contraen matrimonio o fallecen cada día, mes y año. Mientras que
los nacimientos y las defunciones son actos relacionados con nuestro ciclo de vida (hechos
2009, que aprueba el Reglamento de Organización y Funciones del RENIEC, las funciones de
modifiquen el estado civil de las personas; así como las resoluciones judiciales o
Emitir el Documento Único que acredita la identidad de las personas; así como sus
duplicados;
Perú
Garantizar la privacidad de los datos relativos a las personas que son materia de
inscripción;
señalados por la Ley, así como para el ejercicio de los derechos políticos previstos en
Emitir los Certificados Raíz para las Entidades de Certificación para el Estado Peruano
que lo soliciten;
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certificados digitales; y
CAPITULO VII
cual el médico tratante, el médico que constata la muerte, el médico legista que practica la
salud antes mencionados, la certificación de defunción podrá ser realizada por el profesional
instituciones o domicilio donde ocurra el fallecimiento de una persona y no cuenten con las
la salud que certificó o constató la defunción de una persona o realizó la necropsia y que tuvo
Naturales – RUIPN del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil – RENIEC. Los
establecimientos de salud y las divisiones médicos legales donde se realiza la necropsia que
cuenten con las condiciones técnicas y con el acceso al SINADEF deberán realizar el registro
defunciones inscritas en el año 2015, se aprecia que 9 de cada 10 fueron inscritas mediante el
sistema en línea implementado en las oficinas registrales y oficinas de registro civil del país
defunciones se inscribieron en forma manual, es decir, en las Oficinas de Registro del Estado
de manera regular por alguna persona que declara el fallecimiento; el 4,0% sobre la base de la
certificación por la autoridad policial y el 2,9% mediante orden del Juez de primera instancia
el 11,7% de las muertes fueron inscritas mediante parte policial. Asimismo, Tumbes y Lima
Unidos (301), España (132), Japón (41), Italia (36), Venezuela (24), Argentina (18), Canadá
(12), Francia (9), Bolivia (6), México (5), Paraguay (3) e Islas Bahamas (1).
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CAPITULO VIII
8.1.- Definición.
Para poder definir la declaración de muerte presunta hay que tener en cuenta:
desaparición y ausencia. Debido ha que la muerte presunta es una forma de proceder ante el
Es por eso que desde los primeros 60 días desde que no se tiene noticias de una persona, de
Pasado o transcurrido dos años se le declarara ausente y a los10 años o por acontecimiento
Como dice Arturo Yungano: “la ley crea un mecanismo legal sustitutivo de la muerte real:
defunción y, con ello, surgirán los efectos personales y patrimoniales de esta figura legal”.
judiciales que, sin embargo, y por lo mismo que no declaran una verdad absoluta, tendrán que
ceder ante la realidad demostrada por el reaparecimiento del desaparecido o ante la prueba en
contrario producida por quien tenga interés en acreditar que el desaparecido vive o murió
realmente en una fecha distinta” y es importante ver que esta presunción no quita la
requisitos:
1. Que la persona se encuentre fuera del lugar de su domicilio y que no se tenga noticias de
ella.
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2 Que el lapso de ausencia se ajusta a los plazos establecidos en los incisos 1 o´2 del art.
Para declarar la muerte presunta de una persona; deja de cumplir ciertas condiciones para
afirmar tal hecho. Por eso nuestro código civil del 84, nos pone o prescribe una serie de casos;
casos que de cumplirse se podría afirmar la muerte de un sujeto claro de manera presunta.
sin que sea indispensable la de ausencia, a solicitud de cualquier interesado o del Ministerio
1) Cuando haya transcurrido diez años desde las últimas noticias del desaparecido o cinco si
peligroso.
3) Cuando exista certeza de la muerte, sin que el cadáver sea encontrado o reconocido.
transcurrido diez años desde que se tuvo las últimas noticias de su desaparición, o en caso
contrario ese plazo se reduce a cinco años si la persona tiene ochenta años debido a que el
fallecimiento de una persona que supera dicha edad tiene mayor probabilidad de producirse.
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En el art. 63 inc. 1, la ley no requiere la existencia de ninguna causa que haga suponer el
suficiente para pedir la declaración de muerte presunta, plazo que varía en diversas
legislaciones.
constitutivas de peligro de muerte. Estas circunstancias podría ser violencia supervisa que se
vio en el Perú en la época de los 80, una guerra, el naufragio de barcos, caída y destrucción
de una aeronave, terremoto, etc. Tengamos en cuenta que el cómputo de los dos años que se
En el tercer inciso; prima la certeza, el estar seguro de que una persona a muerto, sin la
necesidad de que su cadáver sea encontrado o reconocido”. La certeza se vale del testimonio
indubitable, que permitan llegar a la nacional evidencia tanto del hecho que originó la muerte
Podemos citar como ejemplo: el incendio en Mesa Redonda, donde los cadáveres
estuvieron tan calcinados que para los familiares de lo comerciantes y ambulantes fue
imposible de identificar a los suyos. Pero era tal la certeza de que nadie sobreviviera a ese
acontecimiento desastroso que a toda persona que se reportaba desaparecida que procedía a
La declaración de muerte presunta dada por el juez constituye una resolución declarativa
de existencia de la persona que hubiese sido declarada judicialmente muerta, cuando ésta
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aparece, dicha prueba puede ser: su presencia física en el que fue el lugar de su domicilio o
cualquier otra prueba que demuestre indubitablemente dicha existencia; sin embargo, puede
que hubiera contraído el cónyuge. Es por ello, que la muerte presunta constituye una
presunción iuris tantum (a partir de la sentencia que la declara, por cuanto al desaparecido se
le presume vivo mientras no se le declara fallecido), por lo tanto, admite prueba en contrario;
reconocimiento judicial de existencia del declarado muerto (o muerto presunto) destruye tal
existencia es de proceso no contencioso como lo señala el artículo 749 Inc.5 del C.P.C. La
demanda o solicitud.-. Como cualquier demanda o solicitud que se presenta ante el órgano
jurisdiccional judicial se tienen en cuenta los supuestos que tienen señalados los artículos 130,
131, 132,133, 424 y 425 del C.P.C. para los efectos de la admisibilidad y para la procedencia
de la acción, se debe acreditar las condiciones de la acción que se relacionan con la titularidad
8.2 Desaparición:
A) Definición.
situación de hecho que se configura con la no presencia del sujeto n su domicilio, cuya
Entonces podemos concluir que la desaparición es un hecho jurídico en el que una persona
En donde sus familiares no dan con él; originando ante esto que sus familiares o otros
acreedores, etc.
B) Declaración de desaparición
justamente es la que pone en marcha todo el dispositivo legal que puede conducir incluso a la
que la ausencia se puede declarar sin que previamente se haya en el Código Civil vigente en el
siguiente:
b) Plazo: tiene que transcurrir sesenta días, si no transcurre ese tiempo no se puede
afirmar su desaparición y si el tiempo pasa de los sesenta días y llega hasta los dos años se
La desaparición puede ser declarada según el artículo 47: por cualquier familiar hasta el
puede solicitar la designación del curador interino. También pude solicitarlo quien
equivoque legítimo interés en pos negocios o asuntos del desaparecido, con citación de los
administre sus bienes, este nombramiento debe ser rápido e invocado por las partes de
legítimo interés para que así se ocupe de la conservación del patrimonio y de la representación
Este curador tiene la posibilidad de asumir la conducción de sus negocios y, llegado el caso
de necesidad y utilidad, puede hasta disponer de bienes del desaparecido mediando siempre
con autorización judicial. Esta autoridad puede facultar al curador para que adopte sin
dilación las acciones que sean recomendables y oportunas para la conservación del patrimonio
y la representación en juicio del desaparecido; así como para el manejo de ciertos negocios
8.3 AUSENCIA
A) Concepto:
b) En sentido jurídico: Es una persona que no sabemos si existe ni donde existe; hay una
duda sobre este punto fundamental, que es la determinación de la actuación de las normas del
Código Civil. Esta duda nace oficialmente cuando media una declaración judicial que da
B) Definición
Marcial Rubio nos dice: La ausencia es una situación jurídica en la que cae una persona
que deja de estar presente en el lugar de su domicilio, con ciertas características que dan un
entorno de incertidumbre sobre ella misma, el manejo de sus relaciones personales, familiares
y de sus bienes, su eventual posibilidad de retorno y, aun, sobre el mismo hecho de que siga
ausencia.
b) Se ignora su paradero,
d) Respecto de quien puede llegar a dudarse sobre su existencia con el transcurso del
tiempo.
consecuencia la posesión temporal de sus bienes a quienes serían sus herederos forzosos”.
Código Procesal Civil de 1993, se puede solicitar ante el juez el nombramiento de un curador
interino, dentro de un plazo de sesenta días, para el caso de declaración de ausencia son por
posterioridad a la declaración.
CAPITULO IX
Jurisprudencias
Caso 1:
que el órgano jurisdiccional declare la ausencia o muerte presunta de don Jorge Balarezo y
Alvarez, invocando la referida peticionante que presume su desaparición antes del año 1994;
empero los medios probatorios ofrecidos por la parte accionante son insuficientes para
el lapso de dos años o la muerte presunta si existe prueba del transcurso del tiempo desde la
Caso 2:
Muerte Presunta Expediente Nro.: 7290-94, Tercera Sala Civil de Lima. La recurrente
solicitud, ha transcurrido más de veinte años sin que se haya vuelto a tener noticias de aquél
(…) en autos no está debidamente acreditado, de modo fehaciente con documento cierto e
indubitable, la identificación del presunto muerto, así como tampoco se ha acreditado la fecha
desde que se tuvo las últimas noticias de aquél, por estas consideraciones y de conformidad
Caso 3:
Una persona fue declarada interdicta en 1979 por ser paciente siquiátrico con sicosis
denunciara su desaparición.
Transcurridos más de veinte años desde estos hechos, sus herederos presentaron una
más, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima afirmó que los peticionantes debieron
se le brindó al desaparecido.
Suprema precisó que el inciso 1 del artículo 63 del Código Civil “presenta dos supuestos en
los que puede operar la declaración de muerte presunta. El primero que acontezca el
transcurso de diez años desde las últimas noticias del desaparecido; esto, en razón de que el
legislador ha optado por el criterio de que una persona natural que desaparece por el tiempo
desaparecida, se presume que con el transcurso de los cinco años “es poco probable
A decir del Colegiado, para declarar fundada la demanda bastaba el material probatorio
existente, como la copia certificada de la denuncia policial, las testimoniales de tres personas
entre ellas el psicólogo quien detalló la anomalía psiquiátrica que venía padeciendo el
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presentada la demanda en el 2010. Por ello, la Suprema concluye que solo “corresponde
verificar si desde la desaparición de la persona ha transcurrido más de diez años sin que haya
CAPITULO X
Reconocimiento De Existencia
Si la declaración de muerte presunta produce los efectos de muerte natural. El
procedimiento que registra la sentencia judicial que declare la existencia de una persona
declarada fallecida.
persona: El oficio y parte con resolución judicial que corresponda, exhibir el DNI del
En lo que respecta a los bienes. Se deja sin efecto la sucesión, y los bines retornan a
declaración (según el art. 69 del CC.). El juez debe de apreciar la buena y mala fe de las
personas que adquirieron los bienes. Si de actuó de buena fe, el reconocido no podrá solicitar
el retorno de los bienes enajenados. Si se actuó de mala fe, el reconocido podrá solicitar su
reivindicación.
nuevo matrimonio, este permanece valido a pesar del reconocimiento de existencia. Pero si el
(ausencia de listis y controversia) que procede solo cuando se trate de una declaración de
La prueba de supervivencia no requiere solo la presencia física, sino también una manera
“La existencia de la persona cuya muerte hubiera sido judicialmente declarada puede ser
muerte presunta”.
existencia. Para el efecto debe aportar la prueba de supervivencia. En general, considero que
sentido.
prescribe que tal declaración se hará sin más trámites que la prueba de supervivencia, aun
persona al lugar de su domicilio por lo que será suficiente, como lo señala el indicado art., que
pruebe su supervivencia.
La declaración de existencia debe ser requerida ante el juez que declaro la muerte presunta,
y tramitada dentro del mismo proceso (como proceso no contencioso) en el que se declaró la
muerte. En el procedimiento respectivo deben de ser citadas aquellas personas que solicitaron
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tal declaración, y con citación de las personas que intervinieron en dicho trámite, o sus
Una vez reconocida jurídicamente su existencia, sin más prueba que la certificación de su
supervivencia, la persona esta expedita para reivindicar los bienes que estén en poder de otras
restituyen todos los derechos que con, la declaración mencionada, se habían extinguido.
BIBLIOGRAFIA
Indocumentadas/ 2005-2009.
deberes.
- ABELENDA citado por ESPINOZA, Juan en Derecho de las Personas. op cit. p.321