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FACULTAD DE DERECHO CORPORATIVO

TEMA: MUERTE.
DECLARCION DE MUERTE PRESUNTA.
RECONOCIMIENTO DE EXISTENCIA.

AUTOR: MAGALY NOEMI AGÜERO TORRES.

PROFESORA: MILAGROS SEGURA VALVERDE

LIMA – PERU

2018
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INTRODUCCION

A diario son muchas las personas que fallecen y son enterradas en los distintos cementerios que
existen en nuestro país.
En la actualidad el trámite que tienen que hacer las personas para registrar una defunción es
muy sencillo. Pero como fue antes?... Cuantas personas ya fallecidas siguen figurando vivas en
el RENIEC?.... Y porque no fueron registradas?.... En la mayoría de casos, los familiares no
inscribieron la respectiva defunción, esto debido a que ignoraban como era el trámite, en
especial de aquellas personas que al fallecer tuvieron que ser derivadas a la Morgue. A todas
estas interrogantes se trata de dar respuesta a través del presente trabajo de investigación.
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Índice
CAPITULO I
Evolución Histórica De La Muerte…………………………………………………………. 04
1.1 La Concepción de la Muerte en la Edad Antigua
1.2 La Concepción de la Muerte en la Edad Media
1.3 La Concepción de la Muerte en la Edad Moderna……………………………………05
CAPITULO II
El Problema De La Muerte: Diversas Concepciones……………………………………….. 06
2.1 Concepción Biológica
2.2 Concepción Antropológica: La muerte como proceso cultural
2.3 La muerte como fenómeno social…………………………………………………… 07
2.4 Concepción Médica
2.5 Concepción Jurídica
2.6 Hipótesis: Concepción Integral de la Muerte……………………………………….. 08
CAPITULO III
Diferencia Entre Muerte Cerebral, Estado De Coma Y Otros Estados Similares…..……… 11
3.1 Estado de Coma
3.2 Muerte Cortical
3.3 Muerte Encefálica o Cerebral
CAPITULO IV
Muerte Natural……………………………………………………………………………… 12
CAPITULO V
Historia De Los Hechos Vitales En El Perú………………………………………………… 14
5.1 Durante el Virreinato del Perú
5.2 Inicios de la República del Perú
5.3 Época
contemporánea………………………………………………………………………………. 15
CAPITULO VI
Registro Nacional De Identificación Y Estado Civil - (RENIEC)..…………………………. 16
Funciones Del RENIEC…...………………………………………………………………… 20
CAPITULO VII
Proceso De Certificación De Defunción...…………………………………………………... 21
CAPITULO VIII
Declaración De Muerte Presunta…………..………………………………………………... 26
8.1.- Definición.
8.2 Desaparición………………………………………………………………………….. 30
A) Definición.
B) Declaración de desaparición
C) Interesados en la declaración de ausencia.
D) Efectos que produce la declaración de desaparición.
8.3 AUSENCIA………...………………………………………………………………… 32
A) Concepto
B) Definición
C) Declaración judiciales de ausencia
D) Efectos de la declaración judicial.
CAPITULO IX
Jurisprudencias………………………………………………………………………………. 34
CAPITULO X
Reconocimiento De
Existencia……………………………………………………………………………………. 37
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CAPITULO I
Evolución Histórica De La Muerte

1.1 La Concepción de la Muerte en la Edad Antigua

En Grecia
El mito nos dice a la letra: “En la mitología griega, Tánatos (en griego Θάνατος Thánatos,
‘muerte’) era la personificación de la muerte no violenta. Su toque era suave, como el de su
hermano gemelo Hipnos, el sueño. La muerte violenta, por el contrario, era el dominio de sus
hermanas amantes de la sangre, las Keres, asiduas al campo de batalla. Su equivalente, en la
mitología romana era Mors. Era una criatura de una oscuridad escalofriante, hijo de Nix, la noche,
y gemelo de Hipnos. Se decía que ambos hermanos discutían cada noche quién se llevaría a cada
hombre, o que el Sueño anulaba cada noche a los mortales en un intento de imitar a su hermano
mayor”.

En Roma
En Roma, la muerte resulta ser “el factum biológico con ineludibles consecuencias jurídicas,
influyen la capacidad jurídica del hombre extinguiéndola por completo, por ello, el Sujeto de Derecho
llamado Persona Física que ya no existe, no podrá ser en lo sucesivo reconocida con aptitud para ser
sujeto de una relación jurídica y por la misma razón no podrá realizar en el futuro actos jurídicos
eficaces”.

1.2 La Concepción de la Muerte en la Edad Media

En esta época, se creía que la muerte se presentaba como un hecho “antinatural”, es decir, que la
muerte era un mal que se sufría y que en sí misma, ésta carecía de sentido, por cuanto constituía el
opuesto a la vida.

Sin embargo, también podemos decir que la muerte puede ser considerada como un hecho
natural en tanto todos los días hay personas que fallecen a diario, porque nuestros cuerpos se
desgastan, siendo esto percibido de manera natural por nuestra conciencia. Esto es una paradoja que
conviene descifrar, tal y como nos lo argumenta José Ángel García Cuadrado.

Tomás de Aquino nos da dos afirmaciones sobre la muerte: “La muerte es la privación de la vida”
y, por otro lado, “la muerte es la separación del alma y del cuerpo”. Así, podemos apreciar un doble
concepto: privación y separación. Con esto podemos deducir que la unidad sustancial de la persona
humana se pierde dramáticamente en el momento de la muerte.
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1.3 La Concepción de la Muerte en la Edad Moderna


Según Friedrich Hegel:
Para Hegel, la razón rige el mundo y, por tanto, la historia ha transcurrido racionalmente, para él
la razón es la sustancia de la historia y así mismo la historia ha transcurrido racionalmente, esto
significa que ha transcurrido de acuerdo con unas categorías o leyes. Una de estas categorías es la
negatividad, en la cual Hegel da una idea de muerte, ya que explica que el espíritu en su recorrido
histórico no cesa de destruirse y construirse constantemente. Es decir que las etapas históricas
tienen un desarrollo interno dialéctico que las hace desaparecer para transformarlas en otras más
ricas y potentes: es la dialéctica aplicada a la historia. Cada estadio histórico se muestra como un
individuo y, como tal, nace, florece, madura, decae y muere.

Según Francis Bacon:


Francis Bacon, a pesar de ser más antiguo que Hegel, este filósofo inglés desarrolló su
planteamiento en su libro Ensayos en el cual pasa a explicarnos que para él, los hombres temen la
muerte como los niños temen adentrarse en la oscuridad; y al igual que ese miedo natural de los
niños se acrecienta con los cuentos, así ocurre a los primeros. En verdad, la contemplación de la
muerte es como el supuesto precio del pecado y tránsito al otro mundo. Sin embargo, en las
meditaciones religiosas hay cierta mezcla de vanidad y superstición. Por ejemplo, en todo ese
contexto se veía claramente en términos de cómo era la mortificación de los frailes que creían que
un hombre pensara para sí cuan doloroso es que tuviera las puntas de los dedos oprimidas o
torturadas; y de ahí imagina cuales son lo dolores de la muerte cuando todo el cuerpo se corrompe y
disuelve; cuando muchas veces pasa la muerte con menos dolor que la tortura de un miembro,
porque las partes más vitales no son las de sensibilidad más rápida. Y por él, que habla sólo como
filósofo y hombre natural, bien se dijo: Pompa mortis magis terret, quam mors ipsa. Los gemidos y
convulsiones, la palidez del rostro, las lágrimas de los amigos, lutos, exequias y demás presentan
terrible a la muerte.
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CAPITULO II
El Problema De La Muerte: Diversas Concepciones

2.1 Concepción Biológica

Tal y como nos lo dice el Diccionario Ilustrado de Términos Médicos, la muerte es el “cese de la
vida indicado por la ausencia de latido cardíaco o respiración”. Sin embargo, esta concepción de
muerte biológica, o “celular” como la llaman algunos actualmente, queda totalmente desfasada ya
que ésta da por entendido que la muerte de este tipo se da de manera instantánea, cuando ésta es
resultado de todo un proceso. Así, la persona puede haber sido declarada muerta, pero existen
células como las de las uñas y de los cabellos, que siguen creciendo en el cadáver, continuando una
vida independiente, diferente a la del organismo antes existente.

Tal y como lo expresa Espinoza, la muerte biológica o celular puede ser entendida como “aquella
que se determina con la cesación definitiva de todas las células del cuerpo humano, ya sea por
descomposición, putrefacción, o simplemente porque dejan de existir”. En la misma línea, Tobías nos
dice que la muerte, biológicamente hablando, “el pasaje de la vida a la muerte no constituye un
fenómeno instantáneo o de un momento, sino algo que sucede de manera gradual”, es decir, un
proceso con fases sucesivas, ya que “cesan de vivir singularmente en un orden gradual que depende
de la resistencia de cada grupo de células a la falta de oxígeno. De aquí, se desprende lo que
afirmamos anteriormente sobre las células del cabello y de las uñas.

2.2 Concepción Antropológica: La muerte como proceso cultural

Para partir en una concepción antropológica de la muerte tendríamos que definir en primer lugar
sobre lo que es la religión, pero tomando a esta última como un sistema de creencias (creencias y
prácticas).Como afirman muchos antropólogos esto surge de acuerdo a diversos niveles de
espiritualidad que existe en diversas culturas, para dar explicación a diversos fenómenos, uno de los
que afirman tal tesis es Tylor, que con el “animismo” trata de abarcar todas las forma de creencias en
seres espirituales y la división en dos clases principales: la “doctrina de las almas”, o idea de que los
seres humanos poseen un alma, que sobrevive a su muerte, y la “doctrina de los espíritus”, o idea de
que existen seres espirituales (personalizados); por eso, sabemos que todo esto es en relación con la
muerte y la creencia de que haya una existencia mas allá de esta, tomando en cuenta de que cada
cultura tiene sus propios seres animistas distintivos y su elaboración específica de su concepto de
alma. Para hablar de tal punto se hace necesario explicar que existen culturas como las que
creen que con la muerte la persona tienen dos o más almas, mientras que otros creen que todo esto
depende de cada individuo. Tomemos como ejemplo a los “jíbaros” del este de Ecuador (Harnes,
1982), quienes creen que con la muerte el alma abandona el cuerpo y experimenta una serie de
cambios, y es aquí donde se reconocen tres tipos de almas: una ordinaria o “verdadera”, una alma
arutam y una alma mursak.

También existieron culturas como las de los aztecas que tenían una forma muy peculiar de
rendirle culto a la muerte. "El pueblo mexicano tiene dos obsesiones: el gusto por la muerte y el
amor a las flores. Antes de que nosotros "habláramos castilla" hubo un día del mes consagrado a la
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muerte; había extraña guerra que llamaron florida y en sangre los altares chorreaban buena suerte."
(Carlos Pellicer)

Para los antiguos mexicanos, la oposición entre muerte y vida no era tan absoluta como para
nosotros. La vida se prolongaba en la muerte, y a la inversa. Esta afirmación de Octavio Paz, en su
conocido ensayo sobre el mexicano titulado “El Laberinto de la Soledad”, encuentra plena
confirmación en los testimonios escritos y arqueológicos que nos hablan de cómo los pueblos nahuas
concebían la muerte.

2.3 La muerte como fenómeno social

La muerte del hombre como destino final inexorable trasciende el mero proceso biológico para
plantear importantes repercusiones desde los puntos de vista antropológico, moral, filosófico, etc. Es
una situación ante la que la neutralidad o la indiferencia resultan muy difíciles.

El profesional sanitario se va a enfrentar al fenómeno de la muerte en su trabajo cotidiano y va a


proyectar todo su bagaje de ideas, creencias y experiencias en el enfermo agonizante. Debe conocer
hasta que punto su actitud ante la muerte no es el fruto de una impregnación cultural, que puede
actuar, en muchos casos, mas como un factor de enrarecimiento que de ayuda. En cada momento,
debe ser capaz de realizar un análisis crítico de las respuestas sociales y descubrir la mejor forma de
ayudar al enfermo agonizante enfrentarse con su situación.

Las relaciones institucionalizadas, los procesos de psicología social y los valores y actitudes
sociales, en el marco de los procesos de socialización, configuran una teoría social de la agonía. La
cultura de cualquier sociedad no puede evitar enfrentarse al fenómeno de la muerte, integrándolo
en un sistema de creencias, que tienen como finalidad ayudar al individuo enfrentarse a su destino.
Como todos los temas trascendentes y nucleares, éste ha sido, es y será objeto de manipulaciones
que buscan una utilidad para el grupo social donde se desenvuelve el hombre y tiene, en muchos
casos, la finalidad de consolidar la estructura social. Esta puede definirse como “la ordenación
permanente de la persona en relaciones definidas y controladas por normas o pautas de
comportamiento establecidas socialmente”.

2.4 Concepción Médica

La muerte clínica es la cesación total e irreversible de cualquier actividad del sistema nervioso
central, este último concepto es el que recoge el mayor número de adhesiones en la actual doctrina
médico-legal. La muerte clínica significaría el momento de la muerte para todos los efectos jurídicos,
a partir del cual es también posible practicar los transplantes de órganos.

Definiendo el instante de la muerte cabe preguntarse por el o los métodos adecuados para
cerciorarse del hecho de la muerte clínica. La doctrina nos presenta al respecto una pluralidad de
métodos, unos clínicos y otros instrumentales. Así, al método tradicional, al diagnóstico clínico de la
muerte, se añade en nuestros días la contribución del método electrocardiográfico y del método
electroencefalográfico. Este último, ofrecería, en el momento actual, la certeza de haberse producido
la muerte clínica. Como afirma un destacado jurista, “el inicio y simultaneidad de las condiciones
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requeridas para verificar el estado de muerte –coma profundo, ausencia de respiración espontánea-
requieren de una verificación de ininterrumpida continuidad por doce horas; pero la hora cero: es
decir, el momento de la muerte, no se ubica al final de la verificación, sino más bien en el instante en
el cual las circunstancias surgieron, con el indicado carácter de simultaneidad”. En todo caso, queda
abierto al futuro, con el desarrollo de la ciencia y tecnología, la posibilidad de que otros métodos mas
precisos y sofisticados puedan sumarse hasta los hoy conocidos y aplicados.

Problemas arduos de resolver, son aquellos vinculados con la determinación de la muerte clínica,
al menos en el caso de que la vida de la persona subsista solo en base a especializados aparatos de
reanimación. La doctrina, la legislación y la jurisprudencia debaten actualmente sobre las diversas
implicancias del tema.

2.5 Concepción Jurídica

La persona es un centro de imputación de derechos y obligaciones, en otras palabras, es un sujeto


de derecho. El ser humano durante su vida es relación coexistencial con otros seres humanos, pero
cuando esta relación se termina, culmina su finalidad como ente vigente (ser existencia y
coexistencia a la vez), deja de ser sujeto de derecho, también culmina como tal muere. En el caso de
las personas colectivas y las organizaciones de personas no inscritas no cabe decir que su muerte
pone fin a su existencia como centro de imputación de derechos y obligaciones, mas propiamente
cabría decir que su fin llega como la extinción a que lleguen estos sujetos de derecho.

La muerte tiene relevancia jurídica, cuando es determinada clínicamente. Es importante porque


con su delimitación se va a dar lugar a que surjan derechos como los de suceder (Art.660 del C.C.) y al
protección jurídica de la memoria del difunto, así como la de su cadáver.

El Art.108 de la Ley General de Salud. Ley N. 26842, del 20.07.97, establece que:

“La muerte pone fin a la persona. Se considera ausencia de vida al cese definitivo de la actividad
cerebral, independientemente de que algunos de sus órganos o tejidos mantengan actividad
biológica y puedan ser utilizados con fones de trasplante, injerto o cultivo.

El diagnostico fundado de cese definitivo de la actividad cerebral verifica la muerte. Cuando no es


posible establecer tal diagnostico la contestación de paro cardiorrespiratorio irreversible confirma la
muerte.

Ninguno de estos criterios demuestra por diagnostico o corroboran por constatación de la muerte
del individuo, podrán figurar como causa de la misma en los documentos que la certifiquen”.

Recordemos que dentro de este orden de principios que el Art.5 de la derogada Ley de
Trasplantes de órganos y tejidos. Ley N.23415 antes de su reforma, indicaba lo siguiente:

“Se considera muerte, para los efectos que la presente Ley, a la cesación definitiva e irreversible
de la actividad cerebral o de la función Carpio-respiratoria. Su constatación es de responsabilidad del
médico que lo certifica”.
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La Ley N 24703, que modifico a la Ley N. 23415, describía a la muerte como “La cesación definitiva
e irreversible de la actividad cerebral”. La Ley N.28189, Ley General de Donaciones y Transplantes de
Órganos y/o tejidos humanos de 18/03/04, define a la muerte como “el cese definitivo e irreversible
de las funciones encefálicas”.

El código civil en sus Art. 15 y 16, protege la memoria o la declaración de voluntad en vida, de una
persona que ya falleció.

En relación con el Derecho de Familia, la muerte de uno de los cónyuges produce la disolución del
matrimonio. Con respecto a la muerte, el número art. 61 del código civil nos prescribe que:

“La muerte pone fin a la persona humana”

Al no tratarse el fin del sujeto de derecho concebido en un título independiente, el presente


numeral también debió referirse al mismo.

Suele entre civilistas y penalistas una diversidad de conceptos entorno a la muerte, lo cual genera
no pocos problemas para los operadores jurídicos por ello creemos importante tener un concepto
unitario de muerte, tal y como lo señala Espinoza.

2.6 Hipótesis: Concepción Integral de la Muerte

Tal y como nos lo dice el biólogo Nasif Nahle, para poder tener una definición de MUERTE,
tenemos que también tener una definición de lo que es VIDA. La vida no es un aliento divino, sino
una cualidad térmica de una restringida organización de la materia que no puede ser transferida,
infundida o introducida, sino continuada.

La vida solamente puede ser mantenida por las estructuras que se han derivado de estructuras
vivientes preexistentes. Así, la muerte siempre ocurre como un evento determinístico porque todos
los seres vivientes moriremos. Tal y como lo dijo el biólogo Nasif, estamos seguros de que Usted,
nuestros familiares, nuestros vecinos y nosotros, moriremos algún día. Los sueños sobre una vida
eterna son solo eso, sueños.

Sin embargo, no podremos considerar el concepto biológico para completar nuestra concepción
integral acerca de la muerte, ya que su complejidad, como hemos podido ver, nos ciñe en un campo
demasiado amplio como para explorarlo en un acápite como éste, que lo que busca es dar
concepciones que nos ayudarán a dilucidar como entenderemos nosotros el término “muerte”
cuando hablemos de éste. Por ello, nos centraremos en los demás conceptos para poder realizar una
integración de estos que nos ayude para efectos de explicar de lo que es la “muerte”.

Tal y como lo refiere Rico Lara citando al filósofo católico Karl Rahner: “El morir y la muerte son
temas obligados de la biología, la medicina, la filosofía, el derecho, la teología; temas que ninguna de
estas ciencias puede confiar despreocupadamente en cualquiera de las otras. Cada una de ellas tiene
su propio saber acerca del morir, y de la muerte, que no coincide de manera adecuada con el
concepto que las demás tienen de esta realidad, pero que tampoco les es indiferente”. En efecto, lo
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dicho por este filósofo, nos traslada a pensar que cada rama del saber que se preocupa del estudio
de lo que la muerte significa para la sociedad, desde distintos puntos de vista, tiene su mira puesta
en fijar un concepto de ésta; haciéndolo con las virtudes que posee cada una de dichas ramas, pero
también con sus defectos y limitaciones.

Así, podemos citar a Morales Godo, quien nos dice que “la muerte es uno de los hechos ciertos e
inevitables en la existencia del ser humano, ha sido objetote distintas nociones a través de la historia
y, en la actualidad, existen simultáneamente diferentes concepciones que es necesario comprender
para arribar a la noción jurídica de la misma”.

Por tanto, podemos decir, basados en la unidad de todos los conceptos que hemos desarrollado
previamente, que se tiene que llegar a una noción global de lo que muerte significa.
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CAPITULO III
Diferencia Entre Muerte Cerebral, Estado De Coma Y Otros Estados Similares

3.1 Estado de Coma:


Se define el estado de coma como una situación que se caracteriza por la inconsciencia total
resistente a los estímulos externos, es decir es una persona que tiene estupor profundo y no
responde, ni siquiera al dolor.

Es un síndrome y no una enfermedad en sí, ya que es provocado por alguna enfermedad, lesión o
daño cerebral que puede o no ser tratable, según sea el caso. El nivel de conciencia cerebral depende
de los grupos neuronales tronco encefálicos que forman el sistema reticular activador ascendente o
SARA y para que se produzca un estado de coma, la lesión o enfermedad tiene que afectar este
sistema de forma bilateral, es decir en los dos hemisferios y de forma extensa.

3.2 Muerte Cortical:


La muerte cortical, tiene la condición discriminante entre vida y muerte, está marcada por la
capacidad de autoconciencia o por la posibilidad de poder desarrollar una actividad simbólica y la
traducción de este criterio al ámbito axiológico implica la negación de la calificación al encéfalo como
persona. La aceptación del criterio de la muerte cortical como indicador de la muerte de la persona
crea una especie de pendiente resbaladiza (slippery slope en inglés), o se iría más allá de las
intenciones originales y en el caso en cuestión se puede hacer referencia, por ejemplo, a los
enfermos en estado vegetativo persistente o con graves daños neurológicos y a los ancianos en
estado demencial.

3.3 Muerte Encefálica o Cerebral:


Actualmente, el término de “muerte cerebral” ha sido sustituido por el de “muerte encefálica”
(M.E.) por ser este último término más consistente con su definición. Así, en el proceso de
diagnóstico de la muerte de un ser humano (desde la pérdida inicial de la conciencia hasta la
aparición de los fenómenos cadavéricos), definimos como Muerte Encefálica el momento a partir del
cual podemos demostrar que se ha producido un cese irreversible de las funciones de todo el
encéfalo. En este diagnóstico la mayor dificultad consiste en demostrar que el proceso es
irreversible. Tal y como lo hemos mencionado anteriormente, la muerte encefálica, conocida como
muerte cerebral, hace referencia a la cesación definitiva e irreversible de toda función cerebral. Sin
embargo, debemos mostrarnos críticos ante esta definición, puesto que, tal y como lo señala
Espinoza: “Si apuntamos a un concepto unitario de la muerte, que denominaremos muerte clínica,
vale decir, el cese definitivo e irreversible de la actividad cerebral, se verifica la muerte “real” del ser
humano. En efecto, tal y como lo hemos sostenido a lo largo del trabajo, es preferible poseer un
término único y global de lo que muerte significa, ya que evitaría confusiones entre el concepto de
muerte que estamos proponiendo y otros estados que son similares, pero que no pueden ser
denominados como MUERTE. Por ello, concordamos con lo que dice estudioso argentino cuando
manifiesta que “el término muerte “cerebral” o muerte “encefálica” es, por consiguiente, impropio y
equívoco y a la “situación descrita” con esa terminología cabe catalogarla como “muerte”, sin
ninguna clase de adjetivaciones”.
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CAPITULO IV
Muerte Natural
Artículo 61.- Fin de la persona.
La muerte pone fin a la persona.

En realidad la muerte no solo pone fin a la persona sino a la vida humana (concebido y persona),
ella termina con la calidad de sujeto de derecho, por tanto –entre muchos otros efectos- se disuelve
el matrimonio y se transmite la herencia a los sucesores (Art. 660 C.C.).

Los avances científicos conducen a presentar la muerte como un proceso:

a. Muerte Relativa.
Las funciones superiores del sujeto se suspenden por breve término.

b. Muerte Intermedia.
Paralización de las funciones superiores de manera irreversible, por lo que es imposible cualquier
reactivación.

c. Muerte Absoluta o Muerte Biológica.


Desaparición definitiva de toda actividad biológica aun a nivel de células y tejidos.

No obstante debe precisarse el momento mismo de la muerte. La Ciencia Médica, de la cual se


auxilia el Derecho en este tema, ha dado en llamar la “hora cero” de la muerte al instante en que se
hace cesar de manera irreversible de las funciones respiratoria, cardiaca y cerebral. Más
precisamente, la muerte clínica se hace coincidir con la cesación de la función cerebral, éste sería el
momento relevante para el Derecho. La muerte clínica es la cesación total e irreversible de cualquier
actividad del sistema nervioso central, ésta significaría el momento de la muerte para todos los
efectos legales.

La Ley, 28189, conocida como Ley General de Donación y Trasplante de Órganos y/o Tejidos
Humanos, define el diagnóstico de muerte y el concepto jurídico de “muerte”, veamos:

Artículo 3.- Diagnóstico de muerte.


El diagnóstico y certificación de la muerte de una persona se basa en el cese definitivo e
irreversible de las funciones encefálicas de acuerdo a los protocolos que establezca el reglamento y
bajo responsabilidad del médico que lo certifica.

El Decreto Supremo Nº 014-2005-SA, Reglamento de la Ley General de Donación y Trasplante de


Órganos y/o Tejidos Humanos, establece el protocolo diagnóstico para declarar la muerte encefálica,
conforme al siguiente detalle:

Artículo 7.- Protocolo de diagnóstico de muerte encefálica.


El diagnóstico de muerte encefálica se efectuará de acuerdo al protocolo siguiente:
a) Determinación de la causa básica.
b) Coma arre activo estructural e irreversible, con asistencia respiratoria mecánica, y
estabilidad hemodinámica ya sea espontánea o con ayuda de drogas vaso activas, u otras sustancias,
descartando la presencia de hipotermia, sustancias depresoras del sistema nervioso central, o
paralizantes que puedan ser causantes del coma o contribuir al cuadro clínico.
c) Ausencia de reflejos en el tronco encefálico:
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1) Pupilas midriáticas o en posición intermedia, sin respuesta a estimulación fótica


intensa.
2) Reflejo oculocefálico (no realizar si hay sospecha de fractura cervical).
3) Reflejo óculo-Vestibular (no realizar en presencia de otorragia u otorraquia)
4) Reflejo nauseoso.
5) Reflejo tusígeno.
6) Reflejo corneal.
d) Ausencia de respiración espontánea
e) Prueba de apnea.
f) Prueba de la atropina.
g) Opcional al diagnóstico clínico de muerte encefálica, es permisible los estudios de flujo
sanguíneo cerebral, en aquellos centros que cuenten con dichos procedimientos.

Artículo 8.- Protocolo de diagnóstico de muerte encefálica en caso de niños.


Para efecto del diagnóstico de muerte encefálica en caso de niños, adicionalmente a los criterios
señalados en el artículo precedente, es indispensable:

a. Hacer el diagnóstico diferencial con: trastornos metabólicos, intoxicaciones, síndrome Guillian


Barré hiperagudo, botulismo, síndrome de casi ahogamiento, hipotermia.

b. Se realizará un período de observación en función a la edad:


* Recién nacidos > a 38 semanass. : 1 semana después de la injuria.
* 7 días - 2 meses : 2 evaluaciones clínicas con intervalos de 48 hs
* 2 meses - 1 año : 2 evaluaciones clínicas entre 24 hs.
* Mayor de 1 año : Observación 12 horas.
* En encefalopatías hipóxico isquémicas se recomienda 24 horas de observación

c. Existen condiciones que obligan a la realización de exploraciones complementarias:

Electroencefalograma, flujo sanguíneo cerebral o gammagrafía de perfusión, para el diagnóstico de


Muerte Cerebral:

* Niños menores de 1 año.


* Ausencia de lesión estructural del encéfalo, demostrable por evidencia clínica o por
neuroimagen.
* Lesiones infratentoriales.
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CAPITULO V

Historia De Los Hechos Vitales En El Perú


5.1 Durante el Virreinato del Perú
Durante la colonia no existía una legislación sobre los registros de nacimientos,

defunciones o estado civil, pues esta labor era ejercida por la Iglesia católica a través de las

parroquias, rigiéndose por el Derecho Canónico. La Corona Española mediante Real Orden

del 21 de marzo de 1749,5 ordenó la formación de estados mensuales de los nacimientos,

matrimonios y defunciones, encargándoles el cuidado y custodia de estos libros en las mismas

parroquias. En el Perú, el registro de los nacimientos, matrimonios y defunciones ha ido

variando con el tiempo: en la época de la colonia la responsabilidad funcional era asumida por

la Iglesia Católica, a partir de los registros (partida de bautismo) en los libros parroquiales.

5.2 Inicios de la República del Perú


El 28 de julio de 1852 se promulga el primer Código Civil Peruano,6 en el cual se crean

los Registros del Estado Civil, cuya gestión estaba a cargo de los gobernadores distritales. Al

establecerse las municipalidades mediante la Constitución peruana de 1856, son los alcaldes

provinciales y distritales los encargados de administrar y llevar los libros de Registro del

Estado Civil.

La finalidad de establecer registros de identificación se debió a la necesidad de conocer el

número de ciudadanos con los que contaba cada jurisdicción para efectos de los procesos

electorales. Con tal objeto, se creó un documento de identidad denominado libreta electoral.
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5.3 Época contemporánea


Posteriormente, ya en la época republicana, las municipalidades asumieron la función,

incorporando las oficinas de registro civil a sus estructuras orgánicas con la finalidad de

acopiar la información referida a los hechos vitales. Las Oficinas de Registro de Estado Civil

(OREC) así constituidas a nivel de todos los distritos del país, tenían el encargo de la

administración y custodia de los libros de registro civil, si bien (inclusive hasta la actualidad)

algunos pobladores de zonas apartadas continúan registrando estos actos en los libros

parroquiales. Con la finalidad de afianzar el sistema registral civil, en 1992 se crea el Sistema

Nacional del Registro del Estado Civil (Decreto Ley 26127). Si bien se reconoce la autoridad

de un ente rector – dependiente en ese entonces del Ministerio de Justicia -, las OREC seguían

dependiendo administrativamente de las municipalidades. La Constitución Política de 1993

crea el RENIEC y dispuso, en un plazo de tres años, la inclusión del personal y acervo

documentario de las OREC a este nuevo organismo autónomo y encargado de la organización

y mantenimiento del Registro Único de Identificación de las Personas Naturales. En la

actualidad, como expresión de dicho proceso incompleto de revocatorias, existen distritos en

el país cuyas municipalidades aún cuentan con oficinas de registros civiles bajo su plena

dependencia administrativa, si bien funcionalmente las mismas dependen del RENIEC.

La Constitución peruana de 1993 crea el Registro Nacional de Identificación y Estado

Civil (RENIEC) como un organismo encargado de la inscripción de hechos vitales y

modificatorios del estado civil. En 1995, mediante la Ley Orgánica del RENIEC se crea el

Registro Único de Identificación de las Personas Naturales, estableciéndose el Documento

Nacional de Identidad (DNI) como cédula de identidad personal y documento exclusivo para

ejercer el derecho de sufragio, en sustitución de la libreta electoral.


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CAPITULO VI

Registro Nacional De Identificación Y Estado Civil - (RENIEC)

En el capítulo XIII de nuestra Constitución Política, los artículos Nº 176 al 187, del Sistema

Electoral, señala que este se halla conformado por el Jurado Nacional de Elecciones, la

Oficina Nacional de Procesos Electorales y el Registro Nacional de Identificación y Estado

Civil.

El 12 de Julio de 1995 se crea el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, según la

Ley N° 26497, estando éste a cargo de la inscripción de los nacimientos, matrimonios,

divorcios, defunciones y otros actos que modifican el estado civil de las personas. Asimismo,

prepara y mantiene actualizado el padrón electoral, proporcionando al Jurado Nacional de

Elecciones y a la Oficina Nacional de Procesos Electorales, la información necesaria para el

cumplimiento de sus funciones.

De acuerdo al Art. 5 de la Ley N° 26497, la inscripción en el RENIEC se efectúa bajo

criterios simplificados, mediante el empleo de formularios y un sistema automático y

computarizado de procesamiento de datos, que permite la elaboración de un registro de

identificación de todas las personas naturales, así como la asignación de un código único de

identificación. Dicha inscripción se inició el 16 de noviembre de 1996.

En este proceso evolutivo, se han ido mejorando los procedimientos con el uso de modernas

técnicas de identificación que permiten dar confiabilidad y seguridad al Documento Nacional

de Identidad (DNI)
17

A manera de marco de referencia, de acuerdo al artículo 1° de nuestra Constitución

Política, la defensa de la persona humana y el respeto a su dignidad son el fin supremo de la

sociedad y del Estado, por lo que el solo goce de las prerrogativas fundamentales y su

protección los convierte en sujetos de derecho. La ciudadanía incluiría, así, no sólo aspectos

políticos, sino también de desarrollo social e inclusión, comprendiendo no sólo a aquellos que

han alcanzado la mayoría de edad sino, en particular, también a los niños, niñas y

adolescentes, así como a todas las personas indocumentadas. La Constitución Política del

Estado señala también (artículo 2°) que toda persona tiene derecho a la vida, a su identidad, a

su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. En ese sentido, se

busca desde un inicio la formación en el ejercicio de la ciudadanía, pues la situación de

invisibilidad de los menores no registrados supone un riesgo concreto de sufrir

discriminación, permitiendo la negligencia, el abuso y la explotación. Por lo tanto, otorgar

documentos de identidad a la población indocumentada, con énfasis en aquellos en situación

de pobreza y vulnerabilidad en zonas rurales y urbano-marginales, constituye un objetivo a

cumplir por la sociedad. Si bien no se advirtió en RENIEC una definición explícita, se estima

que lo urbano marginal refiere a las personas que son atendidas en la periferia de las zonas

urbanas (barrios populosos) por los programas gratuitos, sean estos financiados con recursos

directamente recaudados o por recursos ordinarios. En relación al marco conceptual, de

manera más específica debe señalarse que todo ser humano, en su interrelación con los demás,

tiene derecho a la identidad, vale decir, que la persona se reconozca a sí misma, se distinga de

las demás, presentándose para ello con un nombre y una identificación. Al respecto, RENIEC

precisa que un ámbito de la identidad, conocido como identidad estática, comprende el

conjunto de caracteres objetivos constantes, tales como el nombre, la filiación, la fecha de

nacimiento, entre otros datos generales de ley, que diferencian a un individuo de otro. Por otra

parte, la identidad dinámica será aquella que refiere al ámbito configurado por el patrimonio
18

cultural, espiritual, político, religioso y de cualquier otra índole del individuo. Ahora bien,

dada la evidenciada amplitud del derecho a la identidad que se refiere en la documentación

técnica revisada, el panel de evaluación se circunscribe aquí a tratar los aspectos

concernientes sólo al derecho al nombre y a la identificación o documentación. En relación al

derecho al nombre, en el Código Civil (Art. 19) se señala que el nombre es un derecho y un

deber. En efecto, el derecho al nombre es la facultad de toda persona a tener una designación

individual. El nombre de la persona tiene dos componentes: el prenombre (o nombre de pila)

y los apellidos, con lo cual toda persona cuenta con un vocablo que la individualiza de los

demás (prenombre) y otro que destaca su filiación (apellidos paterno y materno). En este

orden de cosas, la identificación o documentación es la acción que RENIEC emprende

mediante el registro de ciudadanos y ciudadanas y la consecuente emisión de los documentos

que acrediten la identidad (partida de nacimiento y DNI). En el Perú, en efecto, los

documentos de identificación son el Acta de Nacimiento y el Documento Nacional de

Identidad (DNI), aclarándose que, en rigor, el ciclo de la documentación comprende el

certificado de nacido vivo o declaración jurada de nacimiento, el acta de nacimiento y,

finalmente, el DNI. El DNI es el único documento que debe ser solicitado por las autoridades

como medio de identificación. Por otra parte, el contar con un DNI permite al ciudadano

acceder a otros derechos, tales como la educación, los servicios de salud y otros programas de

carácter social y/o económico, así como optar por el ejercicio electoral y la participación

política, la formalización de la propiedad, el acceso a un empleo formal, litigios en tribunales,

etc. La no documentación refiere la situación de aquel ciudadano que carece de documentos

de identidad y, por ende, no goza de garantías para ejercer sus derechos a plenitud; se trata de

un fenómeno complejo que ocasiona un ejercicio restringido de la ciudadanía. Al respecto, se

distinguen distintos grados de indocumentación:


19

- indocumentación absoluta, cuando la persona no ha sido inscrita en el registro de

nacimientos (se manifiesta en el hecho que siendo menor de edad, carece de partida de

nacimiento, y siendo mayor de edad, carece de partida de nacimiento y del DNI);

- indocumentación relativa, cuando la persona ha sido inscrita en el registro de

nacimientos pero no ha concluido el circuito de la documentación o, habiéndolo hecho, su

inscripción se tornó en inexistente (a manera de ejemplos, considerar los casos de un mayor

de edad con partida de nacimiento pero sin DNI; quienes perdieron sus actas de nacimiento

debido al deterioro o desaparición de los libros registrales; personas mayores de edad con

libretas electorales que no tienen ya validez legal).

Las personas indocumentadas se encuentran en situación de desventaja en relación a los

demás sectores sociales en la medida en que sufren exclusión social por su también acceso

restringido al derecho a la identidad y ciudadanía. El problema de personas indocumentadas

se manifiesta principalmente entre la población pobre y pobre extrema, en particular en zonas

rurales y urbanas marginales. Sin duda, la condición de indocumentado invisibiliza a la

persona e impide el reconocimiento de su existencia legal ante el Estado. Las personas

indocumentadas tendrán mínima posibilidad de ser consideradas en los programas sociales o

de ser favorecidas por beneficios o servicios sociales que ofrezca el Estado, con lo cual su

desarrollo personal estará aún más restringido, así como el ejercicio de su ciudadanía. En este

contexto, la libreta electoral emitida a personas mayores de edad habría constituido más un

documento de sufragio que el interés efectivo del Estado por individualizar a las personas y,

desde la perspectiva de la persona, por acreditar la identidad. A juzgar por la cantidad de

indocumentados que existen aún en el país, cabe afirmar que en el pasado el Estado ha

concedido más importancia a los hechos electorales que a los hechos vitales de las personas,

dejando por tanto en segundo plano la identificación de éstas. Desde la perspectiva del

Estado, particularmente en zonas rurales la atención de personas se dificulta. Por su alejada


20

situación geográfica, las personas alejadas de los grandes centros urbanos acceden con

dificultad a las prestaciones del sector público en la medida en que no hay presencia

significativa o permanente de dichas instituciones o porque al poblador le representa un gran

esfuerzo y un elevado costo el hecho de trasladarse hacia los lugares donde se encuentran las

distintas agencias del gobierno. Es muy frecuente verificar que dichas personas son no sólo

pobres, sino indocumentadas. El sistema de identificación tiene como finalidad recoger

información relativa a los hechos vitales y actos civiles de las personas, es decir, conocer

cuántas personas nacen, contraen matrimonio o fallecen cada día, mes y año. Mientras que

los nacimientos y las defunciones son actos relacionados con nuestro ciclo de vida (hechos

vitales), el matrimonio implica el cambio de la condición ante la sociedad (acto civil).

Funciones Del RENIEC:

De acuerdo con la Resolución Jefatural N° 527-2009-JEF-RENIEC7 del 18 de agosto de

2009, que aprueba el Reglamento de Organización y Funciones del RENIEC, las funciones de

este organismo son las siguientes:

 Planear, organizar, dirigir, normar y racionalizar las inscripciones de su competencia;

 Registrar los nacimientos, matrimonios, divorcios, defunciones y demás actos que

modifiquen el estado civil de las personas; así como las resoluciones judiciales o

administrativas que a ellos se refieran susceptibles de inscripción y, los demás actos

que señale la ley;

 Emitir las constancias de inscripción correspondientes;

 Preparar y mantener actualizado el padrón electoral en coordinación con la Oficina

Nacional de Procesos Electorales;


21

 Proporcionar al Jurado Nacional de Elecciones y a la Oficina Nacional de Procesos

Electorales, la información necesaria para el cumplimiento de sus funciones;

 Mantener el Registro de Identificación de las personas;

 Emitir el Documento Único que acredita la identidad de las personas; así como sus

duplicados;

 Promover la formación de personal calificado que requiera la institución, así como de

los Registradores Civiles y demás personal que integra el Sistema Registral;

 Colaborar con el ejercicio de las funciones de las autoridades policiales y judiciales

pertinentes para la identificación de las personas, dejando a salvo lo establecido en el

inciso siguiente y en los incisos 1, 5 y 6 del Artículo 2° de la Constitución Política del

Perú

 Velar por el irrestricto respeto del derecho a la intimidad e identidad de la persona y

los demás derechos inherentes a ella derivados de su inscripción en el registro;

 Garantizar la privacidad de los datos relativos a las personas que son materia de

inscripción;

 Implementar, organizar, mantener y supervisar el funcionamiento de los registros

dactiloscópico y pelmatoscópico de las personas;

 Brindar durante los procesos electorales, la máxima cooperación a la Oficina Nacional

de Procesos Electorales, facilitando, de ser necesario, el uso de su infraestructura,

material y recursos humanos.

 Realizar la verificación de la autenticidad de las firmas de adherentes para procesos

señalados por la Ley, así como para el ejercicio de los derechos políticos previstos en

la Constitución y las Leyes;

 Emitir los Certificados Raíz para las Entidades de Certificación para el Estado Peruano

que lo soliciten;
22

 Mantener la confidencialidad de la información relativa a los solicitantes y titulares de

certificados digitales; y

 Cumplir las demás funciones que se le encomiende por ley.


23

CAPITULO VII

Proceso De Certificación De Defunción

Certificación de la defunción, es el proceso por el cual el profesional de la salud tratante

legaliza el fallecimiento de una persona y establece la causa básica de la defunción. En abril

2016, mediante Resolución Ministerial Nº 280-2016/MINSA, se aprobó la Directiva

Administrativa Nº 216-MINSA/OGTI-V01, que establece el Procedimiento para la

Certificación de las Defunciones. Tiene por finalidad contribuir a mejorar la calidad,

cobertura, oportunidad y disponibilidad de la información relacionada con las defunciones

ocurridas a nivel nacional. La certificación de la defunción general es el procedimiento por el

cual el médico tratante, el médico que constata la muerte, el médico legista que practica la

necropsia o el médico señalado por el establecimiento de salud donde ocurre el fallecimiento,

utiliza el formulario de defunción general y expide el respectivo certificado, de acuerdo a lo

establecido en la presente Directiva Administrativa. En ausencia de los profesionales de la

salud antes mencionados, la certificación de defunción podrá ser realizada por el profesional

de la salud enfermero/a u otro profesional de la salud. Excepcionalmente, ante la ausencia o

inexistencia de dichos profesionales de la salud, el personal técnico o auxiliar asistencial de

salud autorizado extenderá el certificado de defunción general o fetal, constatando la muerte.

La certificación manual de la defunción es realizada en los establecimientos de salud,

instituciones o domicilio donde ocurra el fallecimiento de una persona y no cuenten con las

condiciones técnicas necesarias para el acceso al Sistema Nacional de Defunciones-

SINADEF. La certificación de la defunción es obligatoria, y es expedido por el profesional de

la salud que certificó o constató la defunción de una persona o realizó la necropsia y que tuvo

a disposición el documento de identidad del fallecido.


24

La certificación en línea de la defunción general permite certificar la muerte de una

persona verificando la información con el Registro Único de Identificación de las Personas

Naturales – RUIPN del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil – RENIEC. Los

establecimientos de salud y las divisiones médicos legales donde se realiza la necropsia que

cuenten con las condiciones técnicas y con el acceso al SINADEF deberán realizar el registro

de la defunción en línea y proceder a la expedición del certificado de defunción. La

certificación en línea se debe realizar en el establecimiento de salud donde ocurra una

defunción o en las divisiones médico legales donde se realiza la necropsia.

- Defunciones En el país, en el año 2015, se inscribieron 134 mil 858 defunciones; se

puede decir, que diariamente se registran 369 y cada hora 15 muertes.

- Defunciones inscritas, según sexo El 53,4% de las defunciones registradas en el año

2015 fueron hombres.

- Defunciones inscritas mediante sistema en línea y en forma manual. Del total de

defunciones inscritas en el año 2015, se aprecia que 9 de cada 10 fueron inscritas mediante el

sistema en línea implementado en las oficinas registrales y oficinas de registro civil del país

administradas por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil. El 14,3% de las

defunciones se inscribieron en forma manual, es decir, en las Oficinas de Registro del Estado

Civil que funcionan en municipalidades, no afiliadas al RENIEC, en el año 2015.

- Defunciones inscritas por tipo de inscripción el 93,1% de las defunciones se inscriben

de manera regular por alguna persona que declara el fallecimiento; el 4,0% sobre la base de la

certificación por la autoridad policial y el 2,9% mediante orden del Juez de primera instancia

o Ministerio Público, en el año 2015.

- Defunciones inscritas en forma extemporánea Según la información de estadísticas de

defunciones en cada departamento, se aprecia que en la Provincia Constitucional del Callao,


25

el 11,7% de las muertes fueron inscritas mediante parte policial. Asimismo, Tumbes y Lima

muestran porcentajes de 7,7 y 7,6%, respectivamente.

- Defunciones inscritas en las Oficinas Registrales Consulares En el año 2015, el

número de defunciones de peruanas/peruanos inscritas en el extranjero alcanzó 588. Estados

Unidos (301), España (132), Japón (41), Italia (36), Venezuela (24), Argentina (18), Canadá

(12), Francia (9), Bolivia (6), México (5), Paraguay (3) e Islas Bahamas (1).
26

CAPITULO VIII

Declaración De Muerte Presunta

8.1.- Definición.

Para poder definir la declaración de muerte presunta hay que tener en cuenta:

desaparición y ausencia. Debido ha que la muerte presunta es una forma de proceder ante el

tiempo prolongado desde que una persona no da noticias de su paradero.

Es por eso que desde los primeros 60 días desde que no se tiene noticias de una persona, de

su paradero se tiene que dar como desaparecido.

Pasado o transcurrido dos años se le declarara ausente y a los10 años o por acontecimiento

demuestra su deceso se declara Muerte presunta.

La muerte presunta es:

Como dice Arturo Yungano: “la ley crea un mecanismo legal sustitutivo de la muerte real:

la ausencia con presunción de fallecimiento, cuya declaración judicial equivale a la partida de

defunción y, con ello, surgirán los efectos personales y patrimoniales de esta figura legal”.

Este tipo de muerte civil es una presunción y no de una ficción.

Esa presunción es la consecuencia de un estado de hecho, fortalecida por resoluciones

judiciales que, sin embargo, y por lo mismo que no declaran una verdad absoluta, tendrán que

ceder ante la realidad demostrada por el reaparecimiento del desaparecido o ante la prueba en

contrario producida por quien tenga interés en acreditar que el desaparecido vive o murió

realmente en una fecha distinta” y es importante ver que esta presunción no quita la

personalidad, la personalidad se conserva.

Para poder operar la presunción de muerte, se requiere el cumplimiento de determinados

requisitos:

1. Que la persona se encuentre fuera del lugar de su domicilio y que no se tenga noticias de

ella.
27

2 Que el lapso de ausencia se ajusta a los plazos establecidos en los incisos 1 o´2 del art.

63, o que, exista certeza de la muerte.

3 Que haya una resolución que declare la muerte presunta.

Casos en los que procede la declaración de muerte presunta

Para declarar la muerte presunta de una persona; deja de cumplir ciertas condiciones para

afirmar tal hecho. Por eso nuestro código civil del 84, nos pone o prescribe una serie de casos;

casos que de cumplirse se podría afirmar la muerte de un sujeto claro de manera presunta.

 Art. 63.Declaración de muerte presunta:

El Código Civil señala en su artículo 63 que: Procede la declaración de muerte presunta,

sin que sea indispensable la de ausencia, a solicitud de cualquier interesado o del Ministerio

Público en los siguientes casos:

1) Cuando haya transcurrido diez años desde las últimas noticias del desaparecido o cinco si

éste tuviere más de ochenta años de edad.

2) Cuando haya transcurrido dos años si la desaparición se produjo en circunstancias

constitutivas de peligro de muerte. El plazo corre a partir de la cesación del evento

peligroso.

3) Cuando exista certeza de la muerte, sin que el cadáver sea encontrado o reconocido.

En el inciso primero; podemos proceder a declarar muerte presunta cuando han

transcurrido diez años desde que se tuvo las últimas noticias de su desaparición, o en caso

contrario ese plazo se reduce a cinco años si la persona tiene ochenta años debido a que el

fallecimiento de una persona que supera dicha edad tiene mayor probabilidad de producirse.
28

En el art. 63 inc. 1, la ley no requiere la existencia de ninguna causa que haga suponer el

fallecimiento del ausente.

Pero veamos que en el ordenamiento jurídico el legislador ve que el plazo de 10 años es

suficiente para pedir la declaración de muerte presunta, plazo que varía en diversas

legislaciones.

En el segundo inciso; el plazo se ve reducido hasta dos años si hubo circunstancias

constitutivas de peligro de muerte. Estas circunstancias podría ser violencia supervisa que se

vio en el Perú en la época de los 80, una guerra, el naufragio de barcos, caída y destrucción

de una aeronave, terremoto, etc. Tengamos en cuenta que el cómputo de los dos años que se

señala en el inciso, se inicia a partir del cese del evento peligroso.

En el tercer inciso; prima la certeza, el estar seguro de que una persona a muerto, sin la

necesidad de que su cadáver sea encontrado o reconocido”. La certeza se vale del testimonio

indubitable, que permitan llegar a la nacional evidencia tanto del hecho que originó la muerte

de la persona, como que, de tal acontecimiento no se podía salir con vida.

Podemos citar como ejemplo: el incendio en Mesa Redonda, donde los cadáveres

estuvieron tan calcinados que para los familiares de lo comerciantes y ambulantes fue

imposible de identificar a los suyos. Pero era tal la certeza de que nadie sobreviviera a ese

acontecimiento desastroso que a toda persona que se reportaba desaparecida que procedía a

que se declarara muertos presuntos.

La declaración de muerte presunta dada por el juez constituye una resolución declarativa

que deberá inscribirse en el Registro de Defunciones. Empero, puede darse el reconocimiento

de existencia de la persona que hubiese sido declarada judicialmente muerta, cuando ésta
29

aparece, dicha prueba puede ser: su presencia física en el que fue el lugar de su domicilio o

cualquier otra prueba que demuestre indubitablemente dicha existencia; sin embargo, puede

darse el caso de comprobación de muerte en fecha distinta a la indicada en la resolución de

muerte presunta, finalmente el reconocimiento de existencia no invalida el nuevo matrimonio

que hubiera contraído el cónyuge. Es por ello, que la muerte presunta constituye una

presunción iuris tantum (a partir de la sentencia que la declara, por cuanto al desaparecido se

le presume vivo mientras no se le declara fallecido), por lo tanto, admite prueba en contrario;

es decir, la demostración de supervivencia del declarado muerto, consecuentemente, el

reconocimiento judicial de existencia del declarado muerto (o muerto presunto) destruye tal

presunción, dejando sin efecto lo resuelto en la sentencia correspondiente.

El proceso civil para la declaración de muerte presunta y el proceso de la declaración de

existencia es de proceso no contencioso como lo señala el artículo 749 Inc.5 del C.P.C. La

demanda o solicitud.-. Como cualquier demanda o solicitud que se presenta ante el órgano

jurisdiccional judicial se tienen en cuenta los supuestos que tienen señalados los artículos 130,

131, 132,133, 424 y 425 del C.P.C. para los efectos de la admisibilidad y para la procedencia

de la acción, se debe acreditar las condiciones de la acción que se relacionan con la titularidad

del derecho y la legitimidad y el interés para obra


30

8.2 Desaparición:

A) Definición.

La desaparición según Fernández Sessarego: “Es un no estar en su domicilio, sin tener

información sobre el lugar donde se encuentra una persona”.

Otra definición importante es la del Doctor Espinoza Espinoza: la desaparición es una

situación de hecho que se configura con la no presencia del sujeto n su domicilio, cuya

consecuencia jurídica es la gestión de su patrimonio por un representante.

Entonces podemos concluir que la desaparición es un hecho jurídico en el que una persona

por diversos motivos desaparece de su domicilio sin dejar indicios de su paradero.

En donde sus familiares no dan con él; originando ante esto que sus familiares o otros

interesados requieran de su patrimonio, por diversas razones como alimentación, pago a

acreedores, etc.

B) Declaración de desaparición

Guillermo Cabanillas: “La desaparición constituye una de las fases de la ausencia,

justamente es la que pone en marcha todo el dispositivo legal que puede conducir incluso a la

declaración y la sucesión universal de una persona.

Ante esto nuestro código lo considera como 2 manifestaciones (desaparición-ausencia), ya

que la ausencia se puede declarar sin que previamente se haya en el Código Civil vigente en el

artículo 47: “Cuando una persona no se halla en el lugar de su domicilio y han

transcurrido más de sesenta días sin noticias sobre su paradero…..

Es ahí donde se procede a declarar la desaparición para lo cual debe cumplirse lo

siguiente:

a) Domicilio: tiene que desaparecer de su domicilio, residencia más no de una morada.


31

b) Plazo: tiene que transcurrir sesenta días, si no transcurre ese tiempo no se puede

afirmar su desaparición y si el tiempo pasa de los sesenta días y llega hasta los dos años se

procederá declarar ausencia del desaparecido.

c) Información: no se debe tener información de la persona, ni noticias de su paradero.

C) Interesados en la declaración de ausencia.

La desaparición puede ser declarada según el artículo 47: por cualquier familiar hasta el

cuarto grado de consanguinidad o afinidad, excluyendo el más próximo al más remoto,

puede solicitar la designación del curador interino. También pude solicitarlo quien

equivoque legítimo interés en pos negocios o asuntos del desaparecido, con citación de los

familiares conocidos y del Ministerio Publico….

D) Efectos que produce la declaración de desaparición.

El único efecto que produce es el nombramiento de un curador interino para que

administre sus bienes, este nombramiento debe ser rápido e invocado por las partes de

legítimo interés para que así se ocupe de la conservación del patrimonio y de la representación

en juicio del desaparecido.

Este curador tiene la posibilidad de asumir la conducción de sus negocios y, llegado el caso

de necesidad y utilidad, puede hasta disponer de bienes del desaparecido mediando siempre

con autorización judicial. Esta autoridad puede facultar al curador para que adopte sin

dilación las acciones que sean recomendables y oportunas para la conservación del patrimonio

y la representación en juicio del desaparecido; así como para el manejo de ciertos negocios

que no pueden abandonarse sin causar agravio a los interesados y a la comunidad.


32

8.3 AUSENCIA

A) Concepto:

a) En sentido natural: Es una falta de presencia. Esta ausencia que en un jurídicamente

se requiere algo más: la incertidumbre sobre su existencia, originada por el tiempo

transcurrido y la falta de noticias sobre él.

b) En sentido jurídico: Es una persona que no sabemos si existe ni donde existe; hay una

duda sobre este punto fundamental, que es la determinación de la actuación de las normas del

Código Civil. Esta duda nace oficialmente cuando media una declaración judicial que da

nacimiento a la situación de ausencia declarada.

*Se ha considerado la ausencia como una causa modificativa de la capacidad de obrar.

B) Definición

Marcial Rubio nos dice: La ausencia es una situación jurídica en la que cae una persona

que deja de estar presente en el lugar de su domicilio, con ciertas características que dan un

entorno de incertidumbre sobre ella misma, el manejo de sus relaciones personales, familiares

y de sus bienes, su eventual posibilidad de retorno y, aun, sobre el mismo hecho de que siga

existiendo. La ausencia no es, pues, cualquier alejamiento: un viaje de negocios o de descanso

ó aún un viaje de aventura no configuran el fenómeno que el Derecho Civil considera

ausencia.

Según Carlos Enrique Becerra Palomino plantea a si la situación de ausencia:

a) No se encuentra en el lugar de su domicilio.

b) Se ignora su paradero,

c) Carece de representante suficientemente facultado; y


33

d) Respecto de quien puede llegar a dudarse sobre su existencia con el transcurso del

tiempo.

C) Declaración judiciales de ausencia

“La declaración de ausencia es una situación de derecho en la cual hay un

pronunciamiento judicial respecto de la persona que no es habida y que tiene como

consecuencia la posesión temporal de sus bienes a quienes serían sus herederos forzosos”.

Si para la desaparición, el Código Civil, de acuerdo a la modificación introducida por el

Código Procesal Civil de 1993, se puede solicitar ante el juez el nombramiento de un curador

interino, dentro de un plazo de sesenta días, para el caso de declaración de ausencia son por

un tiempo de dos años.

D) Efectos de la declaración judicial.

a) Regreso del ausente.

b) Designación de apoderado con facultades suficientes, hecha por el ausente con

posterioridad a la declaración.

c) Comprobación de la muerte del ausente.

d) Declaración judicial de muerte presunta.

En los dos primeros casos, se procede a la restitución del patrimonio a su titular, en el

estado en que se encuentra.

En los dos últimos se procede a la apertura de la sucesión.


34

CAPITULO IX

Jurisprudencias

Caso 1:

Muerte o Ausencia Expediente Nro.: 5254-98, Sala de procesos sumarísimos Fecha : 7 de

diciembre de 1998 «Constituye un requisito indispensable para declarar la ausencia o muerte

presunta, demostrar el hecho de la existencia física de la persona45 » Texto de la Resolución:

que la petición de la solicitante Inmobiliaria constructora Gedy sociedad Anónima consiste en

que el órgano jurisdiccional declare la ausencia o muerte presunta de don Jorge Balarezo y

Alvarez, invocando la referida peticionante que presume su desaparición antes del año 1994;

empero los medios probatorios ofrecidos por la parte accionante son insuficientes para

demostrar el hecho de la existencia física de la persona, lo cual resulta un requisito

indispensable a efecto de declarar la ausencia previa comprobación de la desaparición durante

el lapso de dos años o la muerte presunta si existe prueba del transcurso del tiempo desde la

desaparición, las circunstancias de peligro o la certeza de la muerte a pesar de no encontrarse

o no ser posible reconocer el cadáver si éste se hubiere encontrado, de modo que de lo

actuado no se aprecia el ejercicio de la carga probatoria que corresponde a la actora.

Caso 2:

Muerte Presunta Expediente Nro.: 7290-94, Tercera Sala Civil de Lima. La recurrente

solicita la declaración de muerte presunta de su padre (…), en razón de que a la fecha de

solicitud, ha transcurrido más de veinte años sin que se haya vuelto a tener noticias de aquél

(…) en autos no está debidamente acreditado, de modo fehaciente con documento cierto e

indubitable, la identificación del presunto muerto, así como tampoco se ha acreditado la fecha

desde que se tuvo las últimas noticias de aquél, por estas consideraciones y de conformidad

con lo opinado por el Ministerio Público, desaprobaron la sentencia consultada.


35

Caso 3:

Una persona fue declarada interdicta en 1979 por ser paciente siquiátrico con sicosis

paranoide o maniaco depresivo, por la cual se le nombró curadora a su madre y

posteriormente a su hermana. En 1991 salió de la casa y no regresó, de allí que su padre

denunciara su desaparición.

Transcurridos más de veinte años desde estos hechos, sus herederos presentaron una

demanda de muerte presunta. No obstante, la demanda fue desestimada en dos instancias,

argumentándose que las pruebas presentadas (denuncia y testimoniales) eran insuficientes. Es

más, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima afirmó que los peticionantes debieron

presentar la documentación respecto a la enfermedad, tratamiento y seguimiento clínico que

se le brindó al desaparecido.

Impugnada en casación este pronunciamiento, la Sala Civil Permanente de la Corte

Suprema precisó que el inciso 1 del artículo 63 del Código Civil “presenta dos supuestos en

los que puede operar la declaración de muerte presunta. El primero que acontezca el

transcurso de diez años desde las últimas noticias del desaparecido; esto, en razón de que el

legislador ha optado por el criterio de que una persona natural que desaparece por el tiempo

ya indicado es poco probable que continúe con vida”.

Agrega la Suprema que en el segundo supuesto, debido a la avanzada edad de la persona

desaparecida, se presume que con el transcurso de los cinco años “es poco probable

biológicamente que esté vivo y que aparezca”.

A decir del Colegiado, para declarar fundada la demanda bastaba el material probatorio

existente, como la copia certificada de la denuncia policial, las testimoniales de tres personas

entre ellas el psicólogo quien detalló la anomalía psiquiátrica que venía padeciendo el
36

desaparecido, aunado al hecho de que el desaparecido contaba con 65 años al tiempo de

presentada la demanda en el 2010. Por ello, la Suprema concluye que solo “corresponde

verificar si desde la desaparición de la persona ha transcurrido más de diez años sin que haya

tenido noticias de su existencia”.


37

CAPITULO X
Reconocimiento De Existencia
Si la declaración de muerte presunta produce los efectos de muerte natural. El

reconocimiento de existencia busca dejar sin efecto la declaración de muerte presunta. El

reconocimiento de existencia no es una figura jurídica muy utilizada pero si existente; es un

procedimiento que registra la sentencia judicial que declare la existencia de una persona

declarada fallecida.

Es importante saber las observancias formales para el reconocimiento de existencia de una

persona: El oficio y parte con resolución judicial que corresponda, exhibir el DNI del

solicitante; en caso de extranjeros presentar original y copia del carnet de extranjería y

pasaporte y, el pago de 38 nuevos soles en cualquier agencia del banco de la nación.

En lo que respecta a los bienes. Se deja sin efecto la sucesión, y los bines retornan a

posesión del propietario en el estado que se encuentren en el momento que se produce la

declaración (según el art. 69 del CC.). El juez debe de apreciar la buena y mala fe de las

personas que adquirieron los bienes. Si de actuó de buena fe, el reconocido no podrá solicitar

el retorno de los bienes enajenados. Si se actuó de mala fe, el reconocido podrá solicitar su

reivindicación.

No pasa lo mismo cuando se trata del matrimonio. Ya que si el conyugue a contraído

nuevo matrimonio, este permanece valido a pesar del reconocimiento de existencia. Pero si el

conyugue no ha contraído matrimonio, el matrimonio con la persona que reaparece será

válido (según el art. 68 CC). El reconocimiento de la existencia es un proceso no contencioso

(ausencia de listis y controversia) que procede solo cuando se trate de una declaración de

muerte presunta. Con el reconocimiento de la existencia se readquiere la categoría de sujeto

de derecho, la única prueba que se debe acreditar es el de la supervivencia.


38

La prueba de supervivencia no requiere solo la presencia física, sino también una manera

idónea que reivindique sus derechos; podría constituirla también el nombramiento de un

representante con posterioridad a la declaración de muerte presunta.

Según el art. 67 CC:

“La existencia de la persona cuya muerte hubiera sido judicialmente declarada puede ser

reconocida a solicitud de ella de cualquier interesado, o del ministerio público. La pretensión

se tramita como proceso no contencioso con citación de quienes solicitaron la declaración de

muerte presunta”.

El art. 67, se refiere a la declaración de existencia de la persona cuya muerte presunta se

declaró judicialmente. La persona que reaparece esta en actitud de solicitar la declaración de

existencia. Para el efecto debe aportar la prueba de supervivencia. En general, considero que

cualquier interesado o el ministerio público están facultados para accionar en el mismo

sentido.

El art. En referencia, bajo el supuesto de la urgente necesidad de la persona de que se

declare su existencia a fin de readquirir formalmente su categoría como sujeto de derecho,

prescribe que tal declaración se hará sin más trámites que la prueba de supervivencia, aun

encontrándose en el extranjero y valiéndose de un representante.

Ante lo mencionado, considero que el art. En mención no exige el retorno físico de la

persona al lugar de su domicilio por lo que será suficiente, como lo señala el indicado art., que

pruebe su supervivencia.

La declaración de existencia debe ser requerida ante el juez que declaro la muerte presunta,

y tramitada dentro del mismo proceso (como proceso no contencioso) en el que se declaró la

muerte. En el procedimiento respectivo deben de ser citadas aquellas personas que solicitaron
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tal declaración, y con citación de las personas que intervinieron en dicho trámite, o sus

derechos según el caso.

Una vez reconocida jurídicamente su existencia, sin más prueba que la certificación de su

supervivencia, la persona esta expedita para reivindicar los bienes que estén en poder de otras

personas cuando se reconoce la existencia de la persona declarada con muerte presunta, se le

restituyen todos los derechos que con, la declaración mencionada, se habían extinguido.

La persona vuelve a ser sujeto de derecho, centro de imputación de deberes y derechos, y

se conserva los estatus jurídicos obtenidos hasta antes de su ausencia.

Lo mencionado no aplica en caso de nuevas nupcias del conyugue. Ya que el estatus

matrimonial se extingue con la declaración de muerte presunta. Si el conyugué ha decidido

volver a casarse (el nuevo matrimonio es válido).


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BIBLIOGRAFIA

- Plan Nacional De Restitución De La Identidad: Documentando A Las Personas

Indocumentadas/ 2005-2009.

- INEI – Perú: Natalidad, mortalidad, nupcialidad/2015.

- Artículo elaborado por la Abogada Heidi Varillas Sánchez, egresada de la Universidad

Peruana Los Andes.

- MESSINEO citado por ESPINOZA ESPINOZA, Juan en Derecho de las Personas.

3ra.ed. Editorial Huallaga, Lima – 2001. p.321.

- Sujeto de derecho, debe entenderse como todo centro de imputación de derechos y

deberes.

- RINESSI, Antonio Juan. La Capacidad de los Menores. Academia Nacional de Derecho

y Ciencias Sociales de Córdoba – Argentina. www.acader.unc.edu.ar.

- RINESSI, Antonio Juan. La Capacidad de los Menores. Op.cit.

- ABELENDA citado por ESPINOZA, Juan en Derecho de las Personas. op cit. p.321

- ESPINOZA ESPINOZA, Juan en Derecho de las Personas. op cit. p.321

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