folklore antropología e historia social. Autor Thompson
Biografía del autor:
Historiador británico nacido en 1924 y fallecido en Worcester en 1993. Después de pasar por varias instituciones académicas londinenses, se graduó en Historia contemporánea por la universidad de Cambridge, aunque, tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, pasó a impartir clases de Historia en la universidad de Oxford. Especialista en historia del movimiento obrero, los planteamientos historiográficos de Thompson parten, efectivamente, de una honda postura vital y personal alrededor del pensamiento de izquierdas, especialmente de la interpretación, en clave antropológica, de la teoría historiográfica marxista. Corriente: historiadores marxistas británicos: preocupación por recuperar la acción humana a través de una historia “desde abajo” vs “desde arriba”. Normas y sistemas de valores y rituales. Revueltas. Autoridad, control y hegemonía vs positivismo. Objetivo del texto: conciencia plebeya y formas de protestas en el siglo XVIII (preindustrial). Descubrir normas no expresadas a partir de situaciones atípicas. Folklore como forma de conocer los sectores populares. Desarrollo: La venta era un ritual de esposas en Inglaterra durante XVIII y XIX: ritual practicado entre las “clases bajas” que representaba una legítima transferencia de los miembros del matrimonio. En esta práctica, la mujer era subastada, por su marido generalmente, quien la llevaba con una soga al cuello, a un mercado público. A pesar de que este ritual fue condenado moralmente por otras clases y analizado muchas veces como una simple venta, él constituye una forma de divorcio frente a la inexistencia de una separación legal. En la mayoría de los casos la subasta era ficticia: el comprador había sido aceptado previamente. Además, esta práctica permitía al marido ocultar la vergüenza de haber perdido a su esposa. Sin embargo, en este hecho se advierte una condición de subordinación de la mujer con respecto a los hombres, pero no por la cuerda colocada a la mujer, sino porque las mujeres no podían “vender” a sus maridos. Este ritual sobre el divorcio permite reconocer que el matrimonio tenía un gran valor. El autor propone ver la noción de “teatro”: el teatro es un elemento importante del control político y de la protesta y rebelión. Los dirigentes interpretan el teatro del poder, la riqueza, la justicia, mientras que los pobres representan un contra-teatro, ocupando las calles y usando la protesta. Define el control en términos de hegemonía cultural. Entonces, pretende analizar las imágenes del poder y la autoridad y las mentalidades populares de subordinación. En Inglaterra, durante el siglo XVIII, existía un lugar de ejecución que constituía, junto con las leyes, un ejemplo del teatro del control de clase. Para algunos delitos se preveía, además de la ejecución, la mutilación de los cadáveres. Las clases bajas de Inglaterra provocaban disturbios cada vez que un hombre perteneciente a su clase era ejecutado y mutilado. Esto se debe a que uno de los tabúes de la clase baja implicaba el respeto a la integridad del cadáver. En consecuencia aquellos disturbios eran resultado del atentado de las autoridades sobre un tabú sagrado y popular. Este hecho expresa que existe un límite en la hegemonía y en la contra-hegemonía y que lo cultural está atravesado por el poder. La pregunta es ¿Qué relación tienen estas cuestiones con el marxismo? La relación es que se opone a la idea de que existe una base económica que determina una superestructura política jurídica e ideológica. Lo que él cuestiona no es la centralidad del modo de producción sino la posibilidad de describir un modo de producción en términos económicos sin hacer referencia a elementos “secundarios” como las normas, la cultura, los conceptos críticos alrededor de los cuales se organiza el modo de producción y el poder político. Thompson no dice que hay que dejar de lado el termino económico porque así como sin produccion no hay historia, también sin cultura no hay produccion. No existe una división ente el ser social y la conciencia social. Cuando el modo de producción y las relaciones de producción cambian, lo que se modifica es la experiencia de los hombres. Esta experiencia se expresa en términos de clase, en la vida social y en la conciencia, la resistencia y las elecciones de los hombres. Entonces, el “teatro” del poder es sólo una forma de dominación. Fuera y dentro de esta dominación los hombres, frente a sus necesidades de existencia, desarrollan su propia cultura, la cual es a su propio modo de vida. A diferencia de lo que piensa Marx, Thompson opina que sólo en circunstancias excepcionales la gente rompe con su experiencia local, con los valores que conforman su vida. Al igual que Marx, Thompson considera que las modificaciones producidas en las relaciones de poder y de dominación y las formas de organización social han sido siempre el resultado de conflictos. En conclusión podemos decir que el cambio histórico sucede porque los cambios en las relaciones de produccion se experimentan en la vida social y cultural, en los valores de los hombres los cuales son cuestionados en sus acciones y creencias.