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Publicado en 27/05/2018
Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se
juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y
maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno
en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en
Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos
aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de
Dios. Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto?
(Hechos 2:5-12)
Al esperar grandes cosas de Dios, Él nunca nos falla. Hay una palabra que utilizamos para describir un estado de ánimo
elevado que es la palabra éxtasis. “Por éxtasis puede entenderse, en general, un estado de plenitud máxima, usualmente
asociado a una lucidez intensa que dura unos momentos. Tras su fin, la vuelta a la cotidianidad puede verse incluso
transformada por el evento previo, pudiéndose sentir aún algún grado constante de satisfacción. Es entonces una
experiencia de unidad de los sentidos, en la que pensar, sentir, entender e incluso hacer están armónicamente integrados.
El estado de éxtasis implica una desconexión con la realidad objetiva para conectarse con una realidad puramente mental
dirigida hacia sí mismo” (Wikipedia).
El Éxtasis además es una droga estimulante que puede provocar alucinaciones. Se considera una droga de diseño, eso
decir, una droga sintética psicoactiva, porque se fabrica con el objetivo de que a sus consumidores les den “picos” de
euforia. Los consumidores de la droga dicen que les produce sentimientos, profundamente positivos, y empatía hacia
otros, eliminación de la ansiedad, y relajación extrema que duren unas horas. El Éxtasis o MDMA puede producir efectos
estimulantes tales como una sensación agrandada de placer y confianza en sí mismo y energía incrementada. Sus efectos
psicodélicos incluyen sensación de paz, aceptación y empatía. Se dice que el MDMA suprime la necesidad de comer,
beber o dormir, haciendo posible que los consumidores aguanten fiestas de dos a tres días. Consecuentemente, el uso del
Éxtasis o MDMA algunas veces resulta en deshidratación y agotamiento severos. En los peores de los casos los resultados
son convulsiones seguido por parálisis y paro cardíaco. En un mundo cada vez más lejos de los límites establecidos por
Dios, no nos debe de sorprender que muchas personas buscan placer aún en cosas temporales de corto plazo de duración.
En el capítulo dos de Hechos encontramos la palabra éxtasis utilizada en los versículos seis y doce para describir la
sensación que muchos lograron sentir al escuchar a los apóstoles y seguidores de Jesús hablar en lenguas. Ellos estaban
en búsqueda de algún acontecimiento grande del obrar de Dios y no fueron decepcionados. Dios usó el hablar en lenguas
como una pista para la presentación del evangelio primeramente a los judíos. Pero no los judíos de la localidad de
Jerusalén, sino también de los que representaban a las naciones al estar reunidos en Jerusalén. Mientras ellos buscaban
una señal por parte de Dios reciben una confirmación por parte de Dios a través de sonidos que llamaban la atención.
Lucas nos registra una verdad muy importante; Cuando esperamos grandes cosas de Dios, Él nunca nos falla.