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ARTICULO DE OPINION
AUTOR
DOCENTE
TRUJILLO-PERÚ
2018
ARTÍCULO DE OPINIÓN
I. INTRODUCCIÓN:
El aborto en la actualidad es un tema de continuo debate, no obstante, en el mundo se
estima que la gran mayoría de las mujeres tienen por lo menos un aborto cuando llegan
a los 45 años. No estamos hablando de un argumento superficial sino de un evento que
se multiplica por millones en el mundo por año. La estimación es de 45 millones de
abortos inducidos al año, donde más de la mitad se realizan en condiciones de
inseguridad. La casi totalidad de estos abortos inseguros se practican en los países en
vías de desarrollo. Además, el embarazo en adolescentes ha aumentado
irracionalmente, por ejemplo: Sólo durante el año 2017, en el Perú se presentaron
392.000 embarazos en adolescentes, de los cuales 18.349 se perdieron por aborto
espontáneo. Con lo anterior, tenemos una clara prueba de lo que sucede en la
actualidad, millones de embarazos no deseados se presentan día a día como no ha de
ser así sí: Todos los días en el mundo se realiza más de cien millones de actos sexuales,
resultando 910.000 embarazos. Alrededor del 50% no son planificados.
Desde esta óptica, resulta preciso referirme a las oportunidades –que según mi persona-
el aborto terapéutico genera en la sociedad. Debido a esto, considero que el presente
artículo de opinión basa su justificación en exponer aquellos aspectos conceptuales que
a mi juicio son importantes conocer del aborto terapéutico, ya que la penalización del
aborto obliga a la mujer a manejarse en la clandestinidad, convirtiendo la interrupción
del embarazo en fuente de enfermedad y muerte. Dicha consecuencia de la no admisión
del aborto en situaciones específicas, conlleva a que se manifiesten otros problemas
psicosociales, como por ejemplo la mayor prevalencia de enfermedades como el cáncer
uterino o la mortandad misma de mujeres. Por tanto, el presente artículo de opinión,
brindará una cosmovisión de salud pública y bienestar psicológico, como oportunidades
latentes del aborto terapéutico.
Según mi criterio, estar en contra del aborto es una posición cultural, religiosa y
moralmente secular. Estar en contra de la despenalización del aborto es una posición
políticamente correcta, si bien en sus consecuencias y en sus resultados es opinable para
unos, para otro ni revisable y para algunos, entre los que me incluyo, absolutamente
incorrecta. Debido a esta postura, estoy de acuerdo con la legalización del aborto
terapéutico.
II. OPINIÓN
Sin embargo, dado que la gran mayoría de los abortos no son permitidos y generan
vergüenza y repudio dentro de la sociedad, no es de sorprenderse que las mujeres,
especialmente si es adolescente o joven, también busque procedimientos de aborto
clandestinas, por ejemplo: En un estudio realizado en 1978 en los Estados Unidos
encontró que sólo en las clínicas en Illinois, había habido 12 muertes en abortos ilegales
(Boyle y McEvoy, 1998).
Es verdad que el aborto, siempre pone en riesgo la vida de la madre pero esto sucede
con mayor frecuencia cuando los abortos son clandestinos, en donde no se cuentan con
las condiciones mínimas de salubridad, provocando infecciones uterinas y en el peor de
los casos la muerte de la madre gestante.
El embrión no tiene los mismos derechos que una persona. El feto no puede ser
entendido como una persona a los efectos del artículo 4.1 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, en donde se explicó que el derecho a la vida está garantizado
desde el alumbramiento, esta Ley que autoriza la legalización del aborto está habilitada.
No se debería comparar a un bebé con un feto, además, existen embarazos de mucho
riesgo para la mujer a costa de su vida, por tanto, el aborto terapéutico debe ser un
derecho de elección al que toda mujer debería tener acceso bajo ciertas circunstancia
(Valdés, 2001).
El aborto debe ser legal porque todo niño debe ser deseado. El deseo o no deseo no
afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una persona. El niño no es una "cosa"
sobre cuyo valor puede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Por otro lado, el
que una mujer no esté contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica
que esta misma mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido.
Además, cada vez más investigaciones tienden a confirmar una importante tesis médica:
que la interrupción violenta del proceso de gestación mediante el aborto afecta las
células de las mamas, haciéndolas sensiblemente más propensas al cáncer. Algunos
partidarios del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es menos peligroso
que un parto. También pueden darse perforación del útero, coágulos sanguíneos en los
pulmones, infección, y hepatitis producida por las transfusiones, que podría ser fatal.
(Boyle y McEvoy, 1998).
Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquier sentimiento negativo por un
periodo promedio de al menos cinco años. Después surgen una variedad de síntomas,
desde sudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinaciones y pesadillas.
IV. CONCLUSIÓN
V. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Boyle, M. y McEvoy, J. (1998). Putting Abortion in its Social Context: Northern Irish
Women's Experiences of Abortion in England, Health, xSAGE, Londres 1 (4). pp.
283-304.
Catholics for a Free Choice (2000). Cómo hablar del aborto inducido. Guía para una
comunicación exitosa, México: CFC.
GIRE (2014). Del aborto se dicen muchas cosas. México. Pearson.