Lenguaje Audiovisual IV - Cátedra Gerszenzon

Capítulo I
Las dos culturas ¿Por cuál optar?

Para comenzar quiero que tengamos en consideración que cada vez que
nos enfrentamos a una producción visual y/o audiovisual, inmediatamente se
nos aparece frente a nosotros, como primer obstáculo, una cartografía cultural-
artística, con diversas líneas fronterizas, obLigándonos a posicionamos respecto
de ella. Básicamente, nos poncanlc la disyuntiva de dos culturas que han regido
la visualidad occidental y qucrámoslo o no, los que hemos elegido el video
como objeto de creación, y sin necesidad de estar conscientes de ello, ya hemos
optado por una de ellas.
Hay una cultura visual que ha sido dominante por siglos, y que todavía
juega un rol preponderante: se trata de la lógica delsist/!1fUl de la represmtaciótl,
pero veremos cómo la lógica de la representación, constituirá sólo un polo
dentro del variado cspectro cultural visual y audiovisual. que va a crear su
propio contra polo, su propia contracultura, y que esta contracultura, va a ser
mucho m.1s interesante que ella misma.

Occidente bajo el signo de lo verosímil y lo virtual

La TtprtSlmtaci6n es un concepto ideológico ante todo. Además, la
representación está muy ligada a algo que aparentemente aparece como muy
novedoso en estos últimos años: el problema de la virtualidad. la virtualidad,
como concepto (bajo otras terminologías probablemente), no apareció ahora,
en la década del SO, como veremos más adelante, con las famosas imágenes
virtuales generadas por sIn tesis logarítmicas, sino, creo que, ha estado en el
pensamicntooccidental desde siempre. ¿Por qué le damoscl rango de idcologla
al sistema de la representación? Simplemente porque ella ha sido asociada a
una lógica de verosimilitud, es decir, como la forma válidamente autoaccptada
(y autoimpucsta) y por lo lanlo "natural", para ilustrar y explicar la relación
hombre-cnlomo.

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r. Jpyr ghte"J material
 "Ahora podem os comprender mejor el sentido de una opción que toma
partido en favor de la metonimia contra la metáfora, concentrándose el
interés sobre el cuadro-objeto, que se exhibe a si mismo y exhibe s u propia
concreción física, y a la vez pone al descubierto el procedimiento que lo
ha constituido, ya sea en el plano de las relaciones reciprocas entre signos,
ya sea al nivel de las diversas fases de la dcscslruclUración del código
icónico y d e la reducción de éste a las fi guras, es decir, a las unidades
elementales dellenguajell".
La "pintura- pintura" sin adjetivos. ¿Existi rá el "v ideo-video"? Nos
vamos acerca ndo. El video como objeto de creación de este siglo, se va a
enconlrarcon una dis puta ideológica en clterreno de la visualidad, y que como
recién llegad o va a tener que optar tam bién.
Aclaro que este capítulo no consistía en una reseña histórica de las artes
visualt.-s (pues en ese sentido es incompleto), sino, que se trat.1ba de entregar
una base infonna tiva que ayude a situarse al creador audiovisual, teniendo en
consideración un legado cultural que nos ha precedido. (Ver anexo 2).

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