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Amar a Jesús como lo hizo María

Viernes 16 de noviembre del 2018

1. Canto I
2. Señal de la cruz
I. En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu santo.
3. Saludo
I. La gracia y la paz de Jesus, el señor, este con todos nosotros y el Espíritu Santo nos ayude
a participar, con devoción y provecho, en esta celebración.
4. Oración inicial del Mes de María
5. Lectura de la palabra de Dios

Del Evangelio según san Juan. Jesús exclamó: “El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en
aquel que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió. Yo soy la luz y he venido al mundo para que
todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas. Al que escucha mis palabras y no las cumple,
yo no las juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo…”

Palabra de Dios.
6. Reflexionemos

La venida al mundo de Jesús implica la llegada de la luz que intentan despertar la fe de los varones
y de las mujeres, para que no continúen en las tinieblas. Quien crea en él, es testigo de las obras del
Padre. Jesús y el Padre comparten un amor único e inefable, es decir, difícil de describir, similar al
de una mamá o un papá con sus hijos. Jesús es el enviado del Padre, que en el seno de María
manifiesta el gran amor que Dios tiene por el hombre, sin importar, su condición económica, física
y/o social, sin importar si tiene una enfermedad, algún problema, falta de fe. Dios, Jesús y María
siempre estarán a su lado. Misma actitud que debiésemos tener nosotros con nuestro prójimo.
Actitud que debiese estar presente en cada momento de nuestra vida, en cada cosa, acción o
momento que realicemos o hagamos. Porque si Jesús puso hacerlo ¿Por qué no nosotros?

Es por esto, que se destaca la labor de María, ella le creyó a Dios y se abandono en su poder para
que se realizara el gran misterio de la encarnación, que a los ojos de la razón y de la ciencia no es
posible, pero si en el designio salvífico de Dios. María es la Madre del Amor hermoso, Jesús, la luz
que se ofreció de una vez y para siempre por aquellos que viven en las tinieblas del desamor y de la
incredulidad. Y que nosotros debiésemos tomar como guía en el desarrollo de nuestras vidas. Para
que esta sea guiada por Dios, a través de la herramienta más poderosa y fácil de usar: El amor
Muchas Gracias

7. Damos Inicio al Santo Rosario (Misterios Dolorosos)


I. La oración de Jesús en el huerto
II. La flagelación de nuestro señor Jesucristo
III. Jesús es coronado de espinas
IV. Jesús sube al monte con la cruz acuestas
V. La crucifixión y muerte de Nuestro señor Jesucristo
8. Canto II

9. Oración de los Fieles

Oremos al Padre de Jesús, por la intercesión amorosa de María y José, con la confianza de que
el escuchara nuestras plegarias realizadas con fe. A cada invocación respondemos: Con María,
Roguemos al Señor
I. Por la Iglesia, que navega en medio del mundo, para que nunca pierda el rumbo en
las dificultades y espere siempre confiada en el señor. R.
II. Por los países donde los recursos son cada vez mas escasos, a tal extremo, que
muchas personas mueren a diario por su ausencia. R.
III. Pidamos al señor, porque solo desde y con su amor, podemos acercarnos a los
enfermos; pues ellos forman parte de tu luz. Que el espíritu Santo abra nuestros
labios con palabras de aliento y comprensión.
IV. Por los enfermos, para que puedan descubrir que Dios siempre esta a su lado, y que
su fuerza alivia su dolor, tratando de que encuentren en nuestro señor, el amor de
un padre. R.
V. Pidamos también, para que el señor nos muestre el camino, para que sepamos
encontrarlo en el más débil, en el pobre, en el enfermo, y no sigamos sumidos en
las tinieblas de la confusión y la desorientación.
VI. Pidamos por aquellos enfermos, a los que hemos oído sus quejas y dolor, sus
silencios, su soledad y sus lágrimas, para que pongan en ti, toda fe y esperanza.
VII. Te rogamos señor, que con tu poder cures el dolor de cada enfermo, sanes sus
heridas, perdones sus pecados, ahuyentes todo sufrimiento de su cuerpo y de su
alma, para que, reestablecidos por tu misericordia, se incorporen de nuevo a su
vida.
VIII. En este momento, invitamos a la comunidad presente a que presente sus
intenciones…
10. Oración

Con la confianza puesta en Jesús y María, tomémonos de las manos y, alzando nuestras
voces, digamos la oración que el mismo Cristo nos enseñó: Padre Nuestro….

11. Oración Final del Mes de María


12. Canto III y Colecta

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