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Cantatas sacras de Bach

Sergio Padilla Moreno

La figura de Johann Sebastian Bach (1685-1750) supone uno de los puntos más altos del periodo barroco
de la música, y uno de los más grandes de toda la historia del arte mismo en Occidente, lo que le ha valido
ser reconocido como “el padre de la música”. El talento creativo e inspiración del compositor alemán se
expresó en los más variados géneros musicales: desde la música de cámara para un instrumento o
conjuntos de ellos, hasta enormes oratorios, cantatas y misas; pasando por diversos géneros de música
orquestal como suites, conciertos y, por supuesto, la música para órgano. Toda su música es un modelo
de perfección y, a la vez, de profundidad expresiva.

Sin duda, las cantatas religiosas que Bach compuso domingo tras domingo, en su calidad de director
musical de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, son parte significativa de toda su obra musical. Llegó a
componer más de trescientas de ellas, aunque las que han llegado hasta nuestra época son poco más de
doscientas. En estas composiciones queda clara la importancia que la música tenía en la liturgia luterana,
no solamente como medio para favorecer la actitud contemplativa, sino como vehículo de conocimiento
de la doctrina y acceso a los textos bíblicos; todo un “sermón musical” en el sentido amplio del término.

Las cantatas sacras son toda una manifestación de Bach como hombre profundamente creyente. Se
subraya la dimensión humana, ya que en estas obras se escuchan los más variados sentimientos e ideas
respecto a la relación del hombre con Dios: miedo, gozo, sufrimiento, gratitud, súplica, alabanza y
esperanza. Cada cantata tiene en sí misma varios acentos, según sea la temática del texto bíblico o himno
que les de origen, pues las letras de las cantatas están basadas en himnos, corales y textos rescatados por
el propio Martín Lutero, y otros que se fueron aceptando posteriormente en la liturgia oficial luterana. Si
bien las cantatas responden a cánones musicales hasta cierto punto rígidos, pues eran utilizadas en los
oficios de culto, Bach no dejó de lado la expresividad y hondura de sentido a través de la música. Quizá
unas de las partes más conocidas y famosas de las cantatas, sea el coral “Jesús alegría de los hombres” de
la cantata “Herz und Mund un tat und leben”.

Para el oyente común puede ser complicado tratar de acceder a todas las cantatas, pero afortunadamente,
diversas casas discográficas han editado selecciones que recogen las mejores partes de entre todas ellas,
lo cual es un buen método de acceso primero a estos monumentos musicales. También existe la posibilidad
de acceder a traducciones de los textos a través de páginas de Internet, para así compenetrarse con la letra
y, por supuesto, con la música.

padilla@iteso.mx

Enlace: Cantata 147 “Jesús alegría de los hombres” https://www.youtube.com/watch?v=RLsQ-_jnxeQ

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